ley contra el acoso seual informatico

Dr. Carlos A. Cornaglia
Dr. Marcelo Altamirano
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TEMA
LEY CONTRA EL ACOSO SEXUAL DE MENORES POR INTERNET
COMISIÓN Nº 6: “La Sociedad Civil Organizada. Funciones y Estrategias”.
C: Medios Informáticos. Control y Abuso de Niños, Niñas y Adolescentes.
Autores: Dr. Carlos Alberto Cornaglia y Dr. Marcelo Altamirano
RESÚMEN:
La demanda de sexo infantil se ha incrementado notablemente entre los
usuarios de Internet a partir del explosivo desarrollo de las nuevas tecnologías de
comunicación social a través del ciberespacio. A la Pornografía Infantil y a la Pedofilia
se le suma la conducta del Acoso Sexual Informático, (Grooming), una nueva y grave
variante de victimización sexual, sea en su versión de abuso sexual on line a través
del ciberespacio o como acto preparatorio de un encuentro real, con la intención de
abusar sexualmente de las víctimas. Se trata sin lugar a dudas de una nueva forma de
abuso sexual que es necesario individualizar e incluir como actividad criminal, no
obstante constituir actos de tipo virtual en los que no existe contacto real entre víctima
y victimario. Es fundamental, además, distinguirlo del llamado Acoso Moral Cibernético
o “Ciberbullying”, que representa otra actividad ilícita carente de intencionalidad
sexual, presentada como una variante del uso indebido o ilícito de la tecnología
informática. Ambos delitos usan las mismas tecnologías, pero se distinguen por su
finalidad. En el caso del acoso sexual informático, la conducta punible por su
naturaleza vulnerante de la integridad sexual, habilita su incorporación al Título III del
C.P.
El presente trabajo propone un proyecto de ley destinado a criminalizar, como
figura penal autónoma, la conducta mencionada.
Dr. Carlos A. Cornaglia
Dr. Marcelo Altamirano
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FUNDAMENTACIÓN: Íntimamente vinculado a la Pedofilia en Internet y al accionar de
los “Boylowers”, el Ciberacoso Sexual de Menores, también llamado Child Grooming,
es una de las actividades criminales que asecha a los chicos en el ciberespacio y que
irrumpió con el advenimiento de las nuevas tecnologías informáticas.
El término “acoso”, (de acosamiento), es la acción y efecto de acosar. Esta, a su
vez, es el acto de “perseguir sin dar tregua ni reposo a un animal o persona”.
Ciberacoso, entonces, es el uso indebido e ilícito de la tecnología informática y de
los nuevos medios de comunicación, (TICS), para acosar o perseguir sin pausa, ni
tregua, a una persona o a un grupo de personas. El término ciberacoso fue introducido
por el educador canadiense, Bill Besley. Las expresiones: “acoso online”, “acoso
digital”, “internet acoso” o “acoso electrónico” se utilizan indistintamente como
sinónimos.
VARIANTES DE CIBERACOSO
Ciberacoso Simple (entre adultos)
A) MORAL
Ciberbullying (entre adolescentes)
CIBERACOSO
Grooming (entre adultos)
B) SEXUAL
Child Grooming (entre adulto y menor)
Aunque en definitiva cualquier variante de ciberacoso termina produciendo un
grave daño psíquico o moral, y también físico, a los fines de precisar se distinguen dos
grandes variantes de acuerdo a la finalidad primordial que el acosador persigue. Estas
variantes, a su vez, se subdividen de acuerdo a la edad de las personas que
intervienen en condición de víctimas o victimarios.
Dr. Carlos A. Cornaglia
Dr. Marcelo Altamirano
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En el ciberacoso moral, el autor se propone fundamentalmente paralizar a la
víctima,
desestabilizarla
psicológicamente,
degradarla,
humillarla
y
destruirla
lentamente. El objetivo del agresor es atentar contra la integridad psíquica o física de
una persona. Si este acoso se lleva a cabo entre mayores, (la victima y el victimario
son adultos), se configura el Ciberacoso simple. Si con igual finalidad el acoso se
lleva a cabo entre estudiantes o adolescentes, el fenómeno se denomina
Ciberbullying.
En el Ciberacoso Sexual, por el contrario, la finalidad del ofensor es
primordialmente de carácter o de naturaleza sexual; sea para obtener su propia
gratificación, (Pedofilia en Internet, Abuso Sexual Online), sea para chantajear a la
víctima, (ciberchantaje), y obtener información, o bien para producir y/o coleccionar
material pornográfico. Cuando el hecho de acoso sexual se produce entre personas
adultas se llama “Grooming”; en cambio si se lleva a cabo entre un agresor adulto y
una víctima menor de edad, el fenómeno lleva el nombre de “Child Grooming”,
configurando el acoso sexual progresivo contra una persona menor de edad cometido
por un adulto.
Los ofensores cibernéticos se valen de las redes sociales creadas en Orkut,
Facebook, MySapce, Hi5, para procurar el perfil de las víctima y contactar con ellas,
iniciando una comunicación personal por mensajería privada, fotolog o incitándolas a
ingresar a una sala privada de conversación, (Chat rooms, Foros), usando una falsa
identidad coincidente con la característica estudiada.
Hecho el contacto, el ciber delincuente inicia un proceso de seducción destinado a
ganarse la confianza de la víctima mientras va derivando, con astucia y manipulación,
el tema de la conversación hacia cuestiones de índole sexual. Si a esta altura del
vínculo virtual establecido la comunicación continúa, sobreviene una fase de
desinhibición sexual en la que el acosador – abusador comienza a mostrar a la víctima
pornografía infantil, mientras la conversación va girando hacia temas de contenido
sexual explícito.
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Dr. Marcelo Altamirano
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En la fase siguiente, despojada la víctima de cualquier tipo de autocensura
respecto a la sexualidad, el agresor empieza a demandarle que muestre, a través de
su webcam, partes desnudas del cuerpo; intenta persuadirle que adopte poses
sugestivas o que muestre sus genitales, y/o realice maniobras de autoerotismo,
mientras está grabando las imágenes y la conversación. Lo más probable es que la
víctima no haya percibido que está siendo filmada. El acosador, obtenido el material
deseado, da a conocer su verdadera identidad e intención y comienza a chantajear. La
víctima, desesperada y aterrorizada, se deja manipular, sexualmente, de acuerdo a la
finalidad propuesta, que incluye la posibilidad de convenir una cita real en la que
puede terminar siendo abusada. Simultáneamente, es intimidada y coaccionada a
guardar silencio con la amenaza de que los fotogramas, videos o grabaciones les
serán enviados a sus padres, a sus amigos o bien el material será subido y difundido
por la Red.
De esta manera el “Grooming” se transforma en un acto o patrón de conducta
dirigido a entablar, a través de Internet, una relación de autoridad, poder y control
emocional sobre una persona con finalidad de acosar sexualmente. Cuando la víctima
es menor de edad se configura el “Child Grooming” que, a los fines prácticos, debe ser
considerado una novedosa modalidad del Abuso Sexual Digital de Menores.
Podemos definir entonces al “Child Grooming” como: “la acción dirigida a entablar
una relación de autoridad y control emocional de un menor de dieciséis años, a través
de Internet, con finalidad de dominación sexual, utilizando amenazas, violencia o
coacción”.
Las finalidades de naturaleza sexual que el acosador persigue se pueden resumir
en los siguientes objetivos: a) Filmación clandestina de imágenes o escenas
pornográficas; b) Filmación del mismo material contra la participación voluntaria de la
víctima, finalmente consentida por el chantaje y la coacción a la que se ve sometida,
(producción de Pornografía Infantil); c) Tráfico, difusión e intercambio de las imágenes,
(Pedofilia en Internet, comercialización de Pornografía Infantil); d) Abuso Sexual online
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o ciberabuso sexual de menores; e) Corrupción de menores, tentativa o Abuso Sexual
de menores en tiempo real.
En nuestro país el fenómeno recién comienza a emerger y no existen estadísticas
fehacientes que señalen su incidencia entre los jóvenes. No obstante, una
investigación reciente efectuada por la Organización Civil “Chicos. Net”, descubrió que
el 48 % de los menores de 15 a 18 años aceptaron chatear con desconocidos en su
MSN y un porcentaje de alrededor del 42 %, en la franja etarea entre los 12 y 14 años;
y el 17 % de los niños de 9 a 11 años. El relevamiento fue realizado en el período de
los años 2007 y 2008, dándose a conocer que el 37 % de los encuestados había
usado la webcam para comunicarse. Además, se informó que entre los adolescentes
de 12 a 18 años el 36 % admitió publicar en la red su imagen en poses provocativas y
el 30 % sus datos personales en sus fotologs. El 49 %, a su vez, manifestó que no
consideraba peligroso chatear con extraños o aceptar desconocidos en sus MSN. El
PEN ha informado en 2009 que más de 3,5 millones de argentinos se encuentran
conectados a Internet, estimándose que ese sector de servicios tiene un crecimiento
comercial anual del 20 %.
El comisario Rodolfo Koleff, Jefe de la División de Delitos en Tecnologías y Análisis
Criminal de la Policía Federal, al exponer su experiencia en la jornada de Delitos
Informáticos, organizada por el Instituto Federal de Estudios Parlamentarios (IFEP),
opinó que para resolver el vacío legal que existe en nuestro país en la materia es
necesario la revisión de la Ley 26.388 y la creación de figuras penales autónomas que
tipifiquen el nuevo accionar criminal.
Noticias difundidas en “Clarín.com”, que datan de octubre de 2008, advierten que
el problema se esta expandiendo y que en el parlamento argentino ya se ha instalado
el debate proponiendo abordar la cuestión a través de una legislación específica. A su
vez , en la Cámara de Diputados de la Nación se aprobó una Resolución instando al
PEN que, “mediante el organismo correspondiente, impulse campañas de información
destinadas a niños, adolescentes y padres de los mismos, con el objetivo de prevenir
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el ciberacoso sexual infantil, denominado "grooming", ilustrando sobre el uso
responsable de las tecnologías.
El presente proyecto de ley propone, en primer término, definir el fenómeno desde
el punto de vista legal, en términos indubitables que permitan la separación neta con la
otra variante de acoso cibernético moral, cuya intencionalidad es humillar, denostar, y
menoscabar la integridad psicológica y moral de la victima, llamado Ciberbullying.
El proyecto de ley que nos ocupa trata del ciberacoso cuya intencionalidad
inequívoca es de naturaleza sexual, porque tiene la finalidad primordial de obtener la
gratificación sexual del actor u otras actividades ilícitas contra la integridad sexual de
las personas, llevadas a cabo por medio de las tecnologías informáticas y de
comunicación social, (Pornografía Infantil, Pedofilia por Internet).
Definido el tipo delictivo, se criminalizan las distintas acciones que lo configuran,
acentuando las penalidades para el caso de las víctimas menores de dieciséis años de
edad y cuando el autor haya fraguado su edad o identidad para engañar a la víctima.
Pensamos que, accediendo al reclamo generalizado y a las modificaciones
legislativas impuestas en otros países, el tipo delictivo requiere de una figura penal
autónoma, y como atañe a la esfera de la sexualidad humana al colisionar con el
derecho a la libertad, intangibilidad e integridad sexual de las personas, debe estar
incluido en el capítulo específico del C.P. que entiende sobre los delitos sexuales, y
por ello proponemos incluirlo como artículo 119 bis y 120 bis de la ley penal de fondo.
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Dr. Marcelo Altamirano
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LEY ANTIACOSO SEXUAL INFORMATICO
EL SENADO Y LA CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACIÓN
SANCIONAN CON FUERZA DE
LEY:
ART. 1º - A los fines de la presente ley se considera “Acoso Sexual Informático” o
“Grooming” al patrón de conducta ejecutada por un adulto, dirigida a iniciar una
relación de autoridad, poder o control emocional de una persona, con la finalidad de
dominación sexual, mediante el uso de amenazas, violencia, coacción, seducción o
engaño, valiéndose de las tecnologías informáticas de comunicación social.
Cuando la acción involucra a personas menores de dieciséis años se configura
el “Ciberacoso Sexual de Menores” o “Child Grooming”.
ART. 2º- Incorpórese como Artículo 119 bis del Código Penal, modificado por ley
25.087 el siguiente:
Artículo 119 bis – Será reprimido con la misma pena del primer párrafo del
artículo 119 el que deliberada y maliciosamente, mediante el uso de amenazas,
violencia, coacción, seducción o engaño, acosare u hostigare a persona de uno u otro
sexo por medio de exhibición de ilustraciones y representaciones pornográficas, o por
dispositivos sonoros de contenidos pornográficos o por conversaciones del mismo
contenido, con la intención de menoscabar su integridad sexual o de requerirle la
exhibición, envío, entrega o grabaciones de su persona en acciones de contenido
sexual, valiéndose de cualquier dispositivo de comunicación electrónico.
La pena será de tres (3) años a seis (6) años de prisión si la persona acosada
es menor de dieciséis años.
La pena se incrementará en la mitad cuando el autor del hecho falseare su
edad o identidad, para conseguir que la víctima menor de dieciséis años se preste a la
realización de actos de contenidos pornográficos, utilizados para obligar al menor a
hacer, no hacer o tolerar cualquier hecho o actuación en contra su voluntad.
Dr. Carlos A. Cornaglia
Dr. Marcelo Altamirano
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En los supuestos de los dos párrafos anteriores, la pena será de cuatro (4) a
diez (10) años de prisión si resultare un grave daño en la salud física o mental de la
víctima.