Manual de Fiscalización de la Sindicatura de Comptes de la Comunitat Valenciana Sección 911: Análisis contable sector local Reconocimiento por la entidad titular de derechos gestionados por otros entes Referencia: Documento n° 2 «Derechos a cobrar e ingresos» de los Principios Contables Públicos, elaborado por la Comisión de Principios y Normas Contables Públicas. Aprobado por el Consejo de la Sindicatura el 1 de junio de 2011. 1. Objetivo El presente documento tiene como objeto analizar la problemática relacionada con el momento de reconocer los derechos que son gestionados por otros entes desde el punto de vista de la entidad titular de los mismos. 2. Contenido El Documento n° 2 «Derechos a cobrar e ingresos» de los Principios Contables Públicos, elaborado por la Comisión de Principios y Normas Contables Públicas, contiene el tratamiento contable de derechos a cobrar, así como el tratamiento contable de los ingresos. Según este documento, los derechos a cobrar son los créditos actuales de la entidad frente a terceros, surgidos como consecuencia de acontecimientos pasados, en virtud de los cuales el deudor queda obligado a satisfacer a la entidad una determinada cantidad de dinero, en un momento concreto (vencimiento) y con las condiciones que se deriven de su soporte documental. El mencionado documento establece los criterios generales relacionados con el tratamiento de los derechos a cobrar. En particular, el reconocimiento de los derechos, que es el proceso por el cual se incorpora al balance un elemento que cumple las características de derecho a cobrar (son elementos del activo, recursos controlados por el ente como consecuencia de hechos pasados, y que derivan de las expectativas de conversión en disponibilidades líquidas). El criterio general, es reconocer los derechos cuando se cumplan las siguientes condiciones: a) Que se tenga constancia de que se ha producido un acontecimiento que haya dado lugar al nacimiento del derecho de cobro. b) Que el derecho de cobro tenga un valor cierto y determinado. c) Que el deudor pueda ser determinado. Sin embargo, el propio documento establece un criterio específico en relación al reconocimiento de la entidad titular de aquellos recursos gestionados por otros entes. Este criterio consiste en que habrá de reconocer el ingreso derivado de los mismos y realizará su correspondiente aplicación presupuestaria cuando tenga conocimiento de su importe, bien mediante la percepción de los fondos entregados por el gestor o mediante la comunicación documental del gestor de los derechos liquidados y cobrados por cuenta de aquél. Este criterio es el que mantiene la IGAE, según su consulta nº 11/1993, y se basa en que la entidad gestora de recursos de otros entes (por ejemplo, la Diputación) sólo es deudora de los recursos que gestiona, liquida y recauda en el momento en que los percibe, de modo que la práctica de liquidaciones por dichos recursos, en ningún caso, implica obligación de pago a favor del titular de dichos recursos. El criterio sentado en el documento número 2 y refrendado por la consulta de la IGAE, implica que el ente titular de recursos administrados por otro ente público, debe reconocer el derecho sobre el ente gestor por el importe de los recursos recaudados una vez que lo conozca, bien por haberlo recibido del gestor, bien por haberlo comunicado éste documentalmente; de este modo, el reconocimiento del derecho en la contabilidad del ente titular se produce una vez nacida la obligación del ente gestor para con aquel. La propia Comisión de Principios y Normas Contables Públicas consideró la problemática contable que implican los derechos de cobro derivados de la gestión de recursos de otros entes para la entidad titular, partiendo de la premisa de que tales derechos no constituyen recursos de la entidad gestora. Concretamente, en referencia al momento en el que debe efectuar tanto el reconocimiento de los derechos de cobro sobre la entidad gestora y su correspondiente imputación presupuestaria como la imputación a resultados de los ingresos relativos a los mismos, se plantearon dos opciones: Registrar el derecho de cobro sobre la entidad gestora con la comunicación expresa de la misma del importe de liquidaciones efectuadas referentes a los recursos gestionados, con independencia de que tales liquidaciones hayan sido cobradas o no por la gestora. 1 Manual de Fiscalización de la Sindicatura de Comptes de la CV Sección 911: Análisis contable sector local Reconocimiento por la entidad titular de derechos gestionados por otros entes Registrar únicamente el derecho de cobro por el importe que la entidad gestora comunique haber percibido en ese momento. El grupo de trabajo optó por la segunda alternativa, teniendo en cuenta que la entidad gestora sólo es deudora de dichos fondos cuando los perciba. La práctica de liquidaciones no implica, en ningún caso, obligación de pago al titular de tales recursos, en tanto en cuanto no se cobren. El Plan general de contabilidad pública adaptado a la administración local no se pronuncia sobre cuál es el momento en que la entidad titular debe reconocer los derechos que son gestionados por otros entes. Ahora bien, hay que distinguir que el obligado de pago de un tributo de un ayuntamiento que ha sido delegado (tanto su gestión como su recaudación) contrae la deuda con el ente gestor (la Diputación). Es decir, el tercero desde el punto de vista del ayuntamiento no es el obligado tributario, sino la propia Diputación, y ésta sólo asume la obligación de pagar en el momento en que recauda el tributo. En cambio, si el tributo lo gestiona directamente el Ayuntamiento, el obligado de pago contrae la deuda con el propio Ayuntamiento. Este matiz es fundamental para entender que el ayuntamiento sólo puede reconocer el derecho en el momento en que se dicte un acto administrativo que reconozca su derecho, que es una obligación para la contraparte, y esto ocurre en el momento en que se practique la liquidación y se recaude por parte de la diputación. Para reforzar este posicionamiento, debemos recurrir a la primera parte del PGCPL, que definen los principios contables cuya aplicación deben conducir a que las cuentas anuales formuladas con claridad, expresen la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera, de la ejecución del Presupuesto y de los resultados de la entidad. Según el principio de devengo, la imputación temporal de gastos e ingresos debe hacerse en función de la corriente real de bienes y servicios que los mismos representan, y no en el momento en que se produzca la corriente monetaria o financiera derivada de aquéllos. Los gastos e ingresos que surjan de la ejecución del presupuesto se imputarán cuando, de acuerdo con el procedimiento establecido en cada caso, se dicten los correspondientes actos administrativos. No obstante, al menos a la fecha de cierre del ejercicio, dichos gastos e ingresos deberán quedar imputados a la Cuenta del resultado económico-patrimonial en función de la corriente real de bienes y servicios que representan. Si no puede identificarse claramente la corriente real de bienes y servicios se entenderá que los gastos o los ingresos se han producido cuando se reconozcan los incrementos de obligaciones o derechos, o las correcciones valorativas que afecten a elementos patrimoniales. Sin embargo, el principio de prudencia, en relación a los ingresos, establece que sólo deben contabilizarse los efectivamente realizados a la fecha de cierre del ejercicio; y no deben contabilizarse aquéllos que sean potenciales o se encuentren sometidos a condición alguna. Por tanto, no deben reconocer ingresos que liquide la diputación, mientras que no los recauden, puesto que hasta que eso ocurra, la diputación no está obligada al pago. Cabe plantearse la posibilidad que las Bases de ejecución del presupuesto, como manifestación de la capacidad de autorregulación de las entidades locales, dispongan normas para el reconocimiento de derechos. Las mencionadas Bases en ningún caso pueden regular en contra de normativa de superior rango o de pronunciamientos realizados por la IGAE, puesto que tiene competencias como centro directivo y gestor de la contabilidad. Si la regulación de las Bases discrepara del criterio de la IGAE, la Intervención de la entidad estaría obligada a informar desfavorablemente de las Bases. 3. Conclusión A la vista de la opinión dada por la IGAE y el contenido del Documento n° 2 «Derechos a cobrar e ingresos» de los Principios Contables Públicos, elaborado por la Comisión de Principios y Normas Contables Públicas, y en cuanto que no hay una regulación posterior que contradiga dicho posicionamiento, consideramos que el reconocimiento por parte de la entidad titular de derechos gestionados por otros entes sólo debe llevarse a cabo en el momento en que se tenga certeza de su cobrabilidad, es decir, cuando hayan sido recaudados por los entes gestores, todo ello, con independencia de si el ente gestor realiza entregas a cuenta al ente titular. 2