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Contenido
INFORME ESPECIAL
¿Por qué las empresas deben regalarle premios al Estado?
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¿Por qué las empresas deben regalarle premios
al Estado?
Ficha Técnica
Autor : Dr. Cristhian Northcote Sandoval
Título : ¿Por qué las empresas deben regalarle
premios al Estado?
Fuente : Actualidad Empresarial Nº 303 - Segunda
Quincena de Mayo 2014
1. Introducción
Una de las formas más comunes o usuales
que utilizan las empresas para promover
o incentivar la compra o contratación de
sus productos o servicios, es la realización
de promociones comerciales, bajo la
forma de sorteos, canjes o mecanismos
similares.
Desde hace muchos años, la realización de
estas promociones comerciales está sujeta
a la autorización previa y control posterior
del Ministerio del Interior, a través de su
Dirección General de Gobierno Interior,
ahora Oficina Nacional de Gobierno Interior
(Onagi).
Si bien resulta entendible que existan
mecanismos de control sobre la realización
de las promociones comerciales, con la
finalidad de que no se produzcan engaños a los consumidores, no es aceptable
que dicho control se multiplique a través
del ejercicio de facultades fiscalizadoras
y sancionadoras otorgadas a varias entidades administrativas, sin mencionar el
ejercicio de acciones penales por parte del
Ministerio Público, cuando se configure el
delito de estafa.
En las últimas semanas, se han difundido
una serie de denuncias en los medios de
comunicación, que dan cuenta de los usos
indebidos a los que da lugar este sistema
de control de las promociones comerciales
que, en una manifestación excesiva de las
facultades de la Administración Pública,
decomisa los remanentes no entregados
en las promociones comerciales y, suN° 303
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puestamente, los debe destinar a fines
no lucrativos.
Aun cuando los bienes o premios no
entregados en las promociones comerciales, que son puestos a disposición del
Ministerio del Interior, fueran destinados
a “fines sociales”, de igual forma nos
encontraríamos ante un mecanismo
confiscatorio ejercido por el Estado, que
de manera completamente discrecional,
puede disponer de bienes, en buena
cuenta, decomisados, a las empresas,
para entregarlos a quien el funcionario
de turno decida.
Pese a los cuestionamientos que ha
recibido este mecanismo en las últimas
semanas, un proyecto de ley en trámite
en el Congreso de la República, lejos de
buscar la eliminación de esta facultad
confiscatoria del Estado, pretende regular
la disposición de los bienes y premios
decomisados a las empresas, a favor del
Instituto Peruano del Deporte, centros
educativos estatales y dependencias
policiales.
En el presente informe, analizaremos
cómo está regulada la facultad del
Ministerio del Interior para incautar o
decomisar los bienes y premios no entregados por las empresas que realizan
promociones comerciales y determinaremos la conveniencia o inconveniencia
de mantener este mecanismo en nuestra
legislación.
2. Marco legal
El Reglamento de Promociones Comerciales y Rifas con Fines Sociales fue aprobado
por el Decreto Supremo N° 006-2000-IN,
Además, se debe tener en cuenta al
Decreto Legislativo N° 1140, que crea la
Oficina Nacional de Gobierno Interior y le
asigna la facultad de adjudicar los premios
no reclamados para fines sociales.
3. Autorización de las promociones comerciales
Para poder analizar la pertinencia de la
facultad que posee el Ministerio del Interior
de tomar posesión y luego disponer de los
bienes o premios remanentes de una promoción comercial, es preciso que primero
veamos cómo se regula el procedimiento de
autorización de una promoción comercial.
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GLOSARIO
El Decreto Supremo N° 006-2000-IN,
como ya hemos mencionado, establece
las formalidades que deben cumplir las
empresas para realizar una promoción
comercial, bajo el esquema de un sorteo,
canje o similares.
Sin embargo, no todas las promociones
comerciales están sujetas a este procedimiento de autorización previa. Veamos
qué dispone el artículo 3° del referido
Decreto Supremo:
“Artículo 3°.- Alcanza a todas las personas
jurídicas legalmente constituidas que realicen, bajo cualquier modalidad, Promociones
Comerciales y Rifas con Fines Sociales, a las
que para efectos del presente Reglamento se
denominan ENTIDADES, siempre y cuando
el valor total del o de los premios o artículos
ofrecidos, según corresponda, exceda del
15 % de la UIT.
Son sujetos de autorización para efectuar
Promociones Comerciales las empresas
legalmente constituidas.
Son sujetos de autorización para llevar a
cabo Rifas con Fines Sociales las asociaciones,
fundaciones y comités”.
Ahora bien, el artículo 5° del Decreto
Supremo define lo que debe entenderse
por promociones comerciales y por rifas
con fines sociales:
“Artículo 5°.- Para efectos del presente
Reglamento, se entiende por:
a. Promociones comerciales
Los mecanismos o sistemas que adoptan
las empresas mediante el ofrecimiento
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Informe Especial
de premio o premios bajo las modalidades de sorteos, venta-canje, canje
gratuito, concursos, combinaciones de
las anteriores o cualquier otra modalidad, con el propósito de incentivar la
venta de sus productos o servicios.
b. Rifas con fines sociales
Las actividades organizadas por asociaciones, fundaciones y comités mediante
la venta de boletos numerados para el
sorteo de uno o varios premios en fecha
determinada”.
De esta manera, todas aquellas promociones comerciales que encajen con las
definiciones antes señaladas, deberán
obtener, previamente a su realización, la
autorización del Ministerio del Interior.
Este procedimiento de autorización previa
puede parecer razonable, en el entendido
que el Ministerio del Interior fuera la
entidad idónea para realizar el control
y fiscalización sobre el cumplimiento de
las condiciones de cada evento, a fin de
resguardar los derechos de los consumidores que, confiados en la información
publicitada por las empresas, adquieren o
contratan los productos y servicios objeto
de las promociones comerciales.
Pero es el caso que en el Perú ya existe
otra entidad encargada de supervisar y,
de ser el caso, sancionar a las empresas
que difunden publicidad engañosa, que
es el Indecopi.
En efecto, conforme a la Ley N° 29571
– Código de Protección y Defensa del
Consumidor, el Indecopi es la entidad
competente para controlar y sancionar
aquellas conductas que vulneren los derechos de los consumidores a través de la
difusión de información engañosa o falsa.
El problema radica en que existe una duplicidad de funciones y, como consecuencia de ello, una duplicidad también en la
facultad sancionadora, pues por un lado,
las empresas pueden ser sancionadas por
el Ministerio del Interior y, por otro lado,
pueden ser también sancionadas por
el Indecopi, situación que se encuentra
prohibida por la Ley N° 27444 – Ley del
Procedimiento Administrativo General,
que en su artículo 230° establece el
principio de “Non bis in ídem” de la
siguiente forma:
“10. Non bis in ídem.- No se podrán imponer sucesiva o simultáneamente una pena
y una sanción administrativa por el mismo
hecho en los casos en que se aprecie la
identidad del sujeto, hecho y fundamento.
Dicha prohibición se extiende también
a las sanciones administrativas, salvo la
concurrencia del supuesto de continuación
de infracciones a que se refiere el inciso 7”.
Claro está, que en la medida que el
procedimiento de autorización de las
promociones comerciales requiere del
pago de tasas administrativas y, además,
el incumplimiento de las formalidades
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previstas está sujeta a la imposición de
sanciones, difícilmente el Estado estará
dispuesto a que el Ministerio del Interior
deje de percibir dichos ingresos, aunque
sean, a todas luces, indebidos.
A continuación, veremos qué formalidades deben cumplir las empresas para
rendir cuentas sobre los resultados de las
promociones comerciales.
4. Rendición de cuentas
Como parte de las obligaciones que
contempla el Reglamento de Promociones Comerciales para las empresas, se
encuentra la de rendir cuentas sobre los
resultados de los sorteos, canjes y demás
mecanismos por los que se realicen las
promociones.
Así, los artículos 19° y 20° del Reglamento disponen lo siguiente:
“Artículo 19°.- La entidad organizadora
debe dar cuenta documentada a la Dirección
General de Gobierno Interior, de la entrega
de los premios a los ganadores en el plazo
máximo de quince (15) días calendario,
posteriores al término establecido en el
artículo anterior.
Dentro del mismo plazo, de presentarse
el caso, debe poner a disposición de dicha
Dependencia los premios no reclamados.
En el caso de las actividades efectuadas fuera
del Departamento de Lima y de la Provincia
Constitucional del Callao, la entrega de los
premios o su puesta a disposición de la
Dirección General de Gobierno Interior, se
efectuará por intermedio de la Prefectura
respectiva.
Artículo 20°.- Para la rendición de cuentas
a que se refiere el artículo precedente, la
entidad organizadora deberá presentar:
a. En los casos de Promociones Comerciales
con las modalidades de sorteos, concursos y similares y Rifas con Fines Sociales:
1) Para premios cuyo costo unitario
sea igual o menor al 5 % de la UIT
vigente a la fecha de autorización de
la Promoción Comercial o Rifa con
Fines Sociales:
- Declaración Jurada simple de la
entrega de los premios suscrita por
el representante de la empresa,
sujeta a sanción conforme a Ley,
en caso de fraude o falsedad.
- Relación de Ganadores.
2) Para premios cuyo costo unitario sea
mayor al 5 % de la UIT y hasta una
(1) UIT:
- Constancia original de la entrega de
premios conteniendo los nombres
y apellidos, número de documento
de identidad, domicilio y firma del
ganador, suscrita por el representante de la empresa, cuya firma
será legalizada notarialmente.
- Copia simple del documento de
identidad de los ganadores.
3) Para premios cuyo costo unitario sea
mayor a una (1) UIT:
- Acta Notarial de entrega de premios
b. En los casos de Promociones Comerciales
con modalidades de venta-canje o canjegratuito:
- Declaración Jurada del representante
de la empresa recurrente con firma legalizada notarialmente, dando cuenta
del resultado de la Promoción”.
5. Infracciones y sanciones
Los incumplimientos de las formalidades
previstas por el Reglamento de Promociones Comerciales han sido tipificados
en el artículo 22° de la siguiente manera:
“Artículo 22°.- Las infracciones a las normas
contenidas en el presente Reglamento son:
a. Realizar Promociones Comerciales o
Rifas con Fines Sociales sin la respectiva
autorización.
b. Hacer publicidad de una Promoción
Comercial o Rifas con Fines Sociales
sin indicar el número de la Resolución
autoritativa.
c. Realizar una Promoción Comercial o
Rifa con Fines Sociales sin ajustarse a los
términos de la Resolución autoritativa.
d. No cumplir con realizar los sorteos,
concursos o similares autorizados a pesar
de haberse efectuado la difusión de la
Promoción Comercial o Rifa, o no realizarlos en las fechas y horas autorizadas .
e. No cumplir con la entrega de los premios
ofrecidos a los ganadores o entregar
premios diferentes a los autorizados.
f. No dar cuenta documentada a la Dirección General de Gobierno Interior del
resultado de los eventos y de la entrega
de premios dentro de los plazos establecidos.
g. Otras que se produzcan por incumplimiento de las disposiciones del presente
Reglamento”.
Ante la comisión de estas infracciones,
el Ministerio del Interior puede imponer
sanciones que van desde amonestaciones
a multas de hasta cinco Unidades Impositivas Tributarias, conforme lo señalan
los artículos 23° y 24° del Reglamento:
“Artículo 23°.- Las infracciones a las que se
refiere el artículo anterior serán sancionadas,
según corresponda, mediante:
a. Amonestación escrita.
b. Multas económicas.
Artículo 24°.- Una Comisión Ad-Hoc nombrada por Resolución del Director General
de Gobierno Interior, será la encargada
de establecer la sanción que corresponda
de acuerdo a la gravedad de la infracción
cometida, así como el monto de la multa
a imponer, las cuales variarán de una (1)
UIT a cinco (5) UIT cuando la infracción sea
cometida por primera vez.
En caso de reincidencia en la infracción,
la multa a imponer será el doble de la
anterior”.
6. Adjudicación de premios no
reclamados
Tal como ya hemos señalado, el Reglamento prevé que los premios que no son
reclamados, luego de haberse producido
las promociones comerciales, a través de
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sorteos, canjes, venta-canje y demás mecanismos, deben ser puestos a disposición
del Ministerio del Interior para que este
proceda a adjudicarlos a actividades o
entidades con fines sociales.
Así lo señala expresamente la Primera
Disposición Complementaria del Reglamento:
“Primera.- Los premios no reclamados y
puestos a disposición de la Dirección General de Gobierno Interior, serán destinados
a fines sociales y otros señalados por Ley,
adjudicándolos mediante Resolución del
Director General de Gobierno Interior.
En el caso de Rifas con Fines Sociales, por
ningún motivo los bienes y artículos a que
se refiere el párrafo anterior podrán ser adjudicados a la misma entidad organizadora”.
Ahora bien, ante la imprecisión de esta
disposición, lo que ha ocurrido en la
práctica son una serie de situaciones
que han distorsionado la facultad otorgada al Ministerio del Interior, que en
sí misma resulta cuestionable, pues no
existe fundamento jurídico, más allá de
la mera voluntad de los legisladores, para
sustentar el porqué una empresa debe
entregar los premios no reclamados al
referido Ministerio.
Peor aún, como decíamos, ante la
indefinición o la falta de parámetros
para ejercer la facultad de disposición
de los premios no reclamados, muchas
autoridades han incurrido en excesos e
irregularidades, disponiendo de los bienes
para entregarlos a personas o entidades
sin criterio alguno.
Para regular esta facultad, el Ministerio del Interior emitió la Directiva N°
07-2012-IN-DGGI, que contenía la definición de los “fines sociales” a los que
podían destinarse los premios no reclamados en las promociones comerciales,
estableciendo como tales a los casos que
“consideran la satisfacción de necesidades
humanas básicas, para su sobrevivencia,
integridad física o mental, que involucra
el bienestar social, el sano esparcimiento
y la salud, tanto de una persona natural,
como de un grupo conformante de una
asociación, institución, etc. Debe promover
el bienestar de las poblaciones más pobres
y vulnerables; atender a las poblaciones en
momentos de catástrofes naturales o situaciones de emergencia de cualquier índole”.
Como se puede apreciar, la definición
contenida en la Directiva N° 07-2012-INDGGI, podía dar lugar a cualquier destino
para los bienes no reclamados en las promociones comerciales, pues la satisfacción
de necesidades humanas básicas, el sano
esparcimiento o la salud, pueden traducirse en la práctica en múltiples situaciones.
En el Congreso de la República, se han
presentado proyectos de ley que buscan
precisar o ampliar los alcances de la
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facultad del Ministerio del Interior para
disponer de los premios no reclamados
en las promociones comerciales.
El Proyecto de Ley N° 3494/2013-CR
propone entregar los premios no reclamados al personal de las Fuerzas Armadas,
considerados como “Defensores Calificados” o “Defensores de la Patria”. Así, los
artículos 1° y 2° de este proyecto de ley
señalan lo siguiente:
“Artículo 1°. Destino de los premios no
reclamados de las promociones comerciales
rifas con fines sociales.
Los premios de las promociones comerciales
y rifas con fines sociales no reclamados y que
son puestos a disposición de la Oficina Nacional de Gobierno Interior, serán entregados
únicamente a ex combatientes de los conflictos armados declarados como Defensores
Calificados o Defensores de la Patria por el
Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas,
según corresponda, así como a los albergues
o casas-hogar sin fines de lucro de niños o
ancianos acreditados ante la Jefatura de la
Oficina Nacional de Gobierno Interior.
En caso los ex combatientes hayan fallecido,
podrán sus padres o hijos acceder a los
beneficios de la presente norma.
Artículo 2°. Publicidad de los premios
reclamados de las promociones comerciales
y rifas con fines sociales.
La Jefatura de la Oficina Nacional de Gobierno Interior publicará mensualmente en
su página web la relación de beneficiarios de
los premios de las promociones comerciales
y rifas con fines sociales no reclamados.
Asimismo, la Jefatura de la Oficina Nacional
de Gobierno Interior, remitirá un informe
detallado de los beneficiarios y bienes entregados de manera trimestral a la Comisión de
Defensa Nacional, Orden Interno, Desarrollo
Alternativo y Lucha Contra las Drogas del
Congreso de la República y a la Defensoría
del Pueblo”.
Por otra parte, el Proyecto de Ley N°
3469/2013-CR propone destinar los premios no reclamados en las promociones
comerciales a fines sociales, deportivos y
educativos.
Así, los artículos 1° y 3° de este proyecto
de ley indican lo siguiente:
“Artículo 1°. Objeto de la Ley
El objeto de la presente ley es establecer
las responsabilidades y criterios para la
adjudicación de los premios no reclamados
para fines sociales, deportivos y educativos
dentro del plazo establecido.
Artículo 3°. Adjudicación de los premios no reclamados
Los premios no reclamados se adjudican
a instituciones públicas, deportivas y educativas, siendo entidades beneficiarias el
Instituto Peruano del Deporte, centros
estatales de educación superior, instituciones
educativas públicas y dependencias policiales
a nivel nacional.
El Ministerio del Interior se encarga de
evaluar y determinar la adjudicación de
los premios no reclamados que se entregan de acuerdo a los fines de la entidad
beneficiaria”.
X
Este proyecto de ley tiene como antecedente el numeral 5 del artículo 84° de
la Ley N° 28036 – Ley de Promoción y
Desarrollo del Deporte, que regula los
recursos que recibe el Instituto Peruano
del Deporte:
"Artículo 84°.- Recursos del Instituto
Peruano del Deporte (IPD)
Son recursos públicos del Instituto Peruano
del Deporte (IPD) los siguientes:
1. Los provenientes del Presupuesto General de la República.
2. Los recursos directamente recaudados
por el Instituto Peruano del Deporte
(IPD).
3. Los obtenidos por el arrendamiento de
su infraestructura deportiva, espacios publicitarios y otros bienes y servicios bajo
la administración del Instituto Peruano
del Deporte (IPD).
4. Los ingresos financieros generados de
acuerdo a la ley.
5. Cualquier premio no reclamado respecto
de promociones comerciales y rifas con
fines sociales establecidas en el Decreto
Supremo núm. 006-2000-IN, así como
los correspondientes a apuestas y loterías
que tampoco hubiesen sido reclamados
dentro del plazo que establece el dispositivo que regula estas actividades.
6. Los provenientes del porcentaje del
impuesto por la explotación de juegos
de casinos y máquinas tragamonedas,
establecidos por la Ley núm. 27796.
7. Las donaciones y legados que le son
expresamente otorgados.
8. Otros creados a su favor”.
Si bien existe esta disposición en la Ley
N° 28036, en la práctica no se ha venido
ejecutando, por lo que el Proyecto de Ley
N° 3469/2013-CR busca darle efectividad a este beneficio previsto a favor del
Instituto Peruano del Deporte.
7. Legalidad de la facultad de
adjudicar los premios no reclamados
El mayor problema en la regulación de
las promociones comerciales radica en la
facultad del Ministerio del Interior de adjudicar aquellos premios no reclamados.
Pero no decimos esto solo por los problemas de los que hemos sido testigos
recientemente, a raíz de irregularidades
cometidas por los funcionarios a cargo de
la entrega o repartición de estos bienes,
sino porque desde su origen, se trata de
una facultad con serios cuestionamientos
legales y que, como hemos visto, lejos de
querer corregirlos, nuestros legisladores
solo están proponiendo nuevas formas
de “aprovechar” estos premios que son
entregados al Estado.
La principal observación a este mecanismo por el cual el Estado se “apropia” de
bienes o servicios que son proporcionados
por las empresas, es que no existe ningún
sustento jurídico por el cual tales premios
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Informe Especial
deban pasar a favor del Estado, salvo,
claro está, la existencia de las normas contenidas en el Reglamento de Promociones
Comerciales, pero que claramente, constituye una distorsión perjudicial para el
mercado y para el Ordenamiento Jurídico.
Veamos, en primer lugar, tenemos un
procedimiento por el cual toda empresa
debe solicitar una autorización previa
para realizar una promoción comercial,
debiendo entregar no solo una serie de
documentos para acreditar la existencia y
disponibilidad de los premios, sino que
también deben cancelar una tasa para
obtener la autorización.
Además, las empresas deben incurrir en
una serie de gastos y gestiones para rendir
cuenta de los resultados de las promociones que ejecutan.
Hasta aquí, podría considerarse razonable
aplicar a una empresa estos mecanismos
de control, aunque consideramos cuestionable que sea el Ministerio del Interior
quien aplica estos controles, cuando la
entidad idónea debería ser el Indecopi,
precisamente, para evitar la duplicidad
en el ejercicio de las facultades de fiscalización y los procedimientos de sanción.
Pero si ya estos controles constituyen
costos importantes que las empresas deben cubrir para realizar una promoción,
resulta que luego de llevarse a cabo estas
promociones, aquellos premios que no
hubieran sido reclamados, deben ser
puestos a disposición del Ministerio del
Interior para que este, a su criterio y con
los parámetros generales que prevé la
norma, hagan entrega de dichos premios
a quienes considere conveniente.
Si quisiéramos aplicar la lógica jurídica a
este mecanismo, nos daríamos cuenta de
que no existe fundamento alguno para que
el Estado, a través del Ministerio del Interior,
se apropie de los premios no reclamados.
Existen dos posibles interpretaciones de
lo que debería ocurrir al llevarse a cabo
una promoción comercial cuyo premio o
premios no son reclamados.
La primera, es considerar que en tanto no
se produzca la entrega de los premios, estos continúan en propiedad de la empresa
realizadora de la promoción, y lo único
que existe es una obligación de dicha
empresa frente al ganador del premio,
de entregárselo cuando este lo reclame.
Como toda obligación, esta entrega del
premio debería estar sujeta al plazo de
prescripción que regula el Código Civil
en su artículo 2001°, que es un plazo de
diez años.
La segunda posibilidad de interpretar la
figura, es que la propiedad se transfiere
automáticamente al ganador del premio,
de forma tal que la empresa realizadora
de la promoción solo mantiene el premio
en posesión y debe entregarlo al solo
requerimiento del ganador del premio.
Siendo un bien que no es de su propiedad, la empresa realizadora de la promoción obtendría nuevamente la propiedad
del bien por prescripción de acuerdo a
los plazos previstos por el Código Civil
en sus artículos 950° y 951° del Código
Civil, que son de diez y cuatro años, si
no hay buena fe, para bienes inmuebles
y muebles, respectivamente.
Particularmente, somos de la opinión que
la primera interpretación es la correcta,
es decir, que en tanto no se produzca la
entrega de los premios, estos permanecen
en propiedad de la empresa que realiza
la promoción comercial.
Pero lo importante es que ni en la primera
ni en la segunda interpretación existe
fundamento lógico o jurídico, salvo, como
decíamos, la propia norma del Reglamento de Promociones Comerciales, para que
estos premios no reclamados deban ser
entregados al Ministerio del Interior, pues
dicha entrega implica una expropiación
en contra de la empresa realizadora o en
contra del ganador del premio.
Y nos encontramos ante un mecanismo de
expropiación establecido por una norma
con rango inferior a la Ley, pues proviene
del Decreto Supremo N° 006-2000-IN, lo
que vulnera el derecho de propiedad tal
como está protegido por el artículo 70°
de la Constitución:
“Inviolabilidad del derecho de propiedad
Artículo 70°.- El derecho de propiedad es
inviolable. El Estado lo garantiza. Se ejerce en
armonía con el bien común y dentro de los
límites de ley. A nadie puede privarse de su
propiedad sino, exclusivamente, por causa
de seguridad nacional o necesidad pública,
declarada por ley, y previo pago en efectivo
de indemnización justipreciada que incluya
compensación por el eventual perjuicio. Hay
acción ante el Poder Judicial para contestar
el valor de la propiedad que el Estado haya
señalado en el procedimiento expropiatorio”.
Hasta donde podemos percibir, no existen
razones de seguridad nacional o necesidad pública, que justifiquen la facultad
del Ministerio del Interior a apropiarse
de los bienes no reclamados en una promoción comercial.
Desde nuestra perspectiva, y ante la facilidad con la que esta facultad del Ministerio
del Interior es distorsionada para beneficiar a quien consideren conveniente los
funcionarios de turno, sería conveniente
que la normatividad se modifique, sino
para eliminar esta facultad, al menos para
modificarla en el sentido que los premios
no reclamados deban ser sometidos, nuevamente, al mecanismo de sorteo, canje o
cualquier otro que se hubiera aplicado en la
promoción comercial en cuestión, para permitir así que sean los propios consumidores
o clientes que participaron inicialmente en
la promoción, quienes se vean beneficiados.
Dentro de la lógica de las promociones
comerciales, esta sería una solución razonable si consideramos que, justamente,
las normas sobre promociones comerciales deben buscar proteger los intereses de
los consumidores que participan en ellas,
y no obtener bienes o recursos para que
el Estado haga acciones de labor social a
costa de las empresas.
8. Conclusiones
Luego de haber revisado los procedimientos previstos para la realización de
promociones comerciales, resulta preocupante que existan tantas deficiencias en
los mecanismos aplicables para obtener
la autorización para realizar la promoción
y los excesos en la fiscalización y sanción.
Pero es más preocupante aún, que el
Estado se haya atribuido la facultad de
apropiarse de los premios no reclamados
para luego adjudicar tales premios a las
personas o entidades que considere conveniente, con todas las irregularidades
que ello puede generar, tal como los
recientes sucesos nos han demostrado.
Esperamos que los proyectos de ley que
sean discutidos en el Congreso, no busquen, como hemos visto, mantener este
mecanismo de apropiación de los premios
no reclamados, sino derogar dicha facultad del Ministerio del Interior y, en todo
caso, obligar a la empresa realizadora
de la promoción, a volver a someter a
los mecanismos de la promoción dichos
premios.
Glosario
1. ¿Qué es una entidad de gestión colectiva?
Las entidades de gestión colectiva son entidades privadas sin fin de lucro, que
tienen por objeto gestionar los derechos de autor que se derivan de las obras
musicales, audiovisuales, etc., protegidas por el Decreto Legislativo N° 822 Ley de Derecho de Autor. Estas entidades deben contar con la autorización del
Indecopi.
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2. ¿Es posible transferir un registro de marca?
Un registro de marca constituye un derecho como cualquier otro derecho de
propiedad, en tal sentido, su titular puede disponer de dicho registro para
transferirlo a favor de otra persona, a través de diversos actos, como una compraventa, una donación, etc.
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