X Área Derecho de la Competencia y Propiedad Intelectual X Contenido INFORME ESPECIAL ¿Por qué las empresas deben regalarle premios al Estado? X-1 ¿Por qué las empresas deben regalarle premios al Estado? Ficha Técnica Autor : Dr. Cristhian Northcote Sandoval Título : ¿Por qué las empresas deben regalarle premios al Estado? Fuente : Actualidad Empresarial Nº 303 - Segunda Quincena de Mayo 2014 1. Introducción Una de las formas más comunes o usuales que utilizan las empresas para promover o incentivar la compra o contratación de sus productos o servicios, es la realización de promociones comerciales, bajo la forma de sorteos, canjes o mecanismos similares. Desde hace muchos años, la realización de estas promociones comerciales está sujeta a la autorización previa y control posterior del Ministerio del Interior, a través de su Dirección General de Gobierno Interior, ahora Oficina Nacional de Gobierno Interior (Onagi). Si bien resulta entendible que existan mecanismos de control sobre la realización de las promociones comerciales, con la finalidad de que no se produzcan engaños a los consumidores, no es aceptable que dicho control se multiplique a través del ejercicio de facultades fiscalizadoras y sancionadoras otorgadas a varias entidades administrativas, sin mencionar el ejercicio de acciones penales por parte del Ministerio Público, cuando se configure el delito de estafa. En las últimas semanas, se han difundido una serie de denuncias en los medios de comunicación, que dan cuenta de los usos indebidos a los que da lugar este sistema de control de las promociones comerciales que, en una manifestación excesiva de las facultades de la Administración Pública, decomisa los remanentes no entregados en las promociones comerciales y, suN° 303 Segunda Quincena - Mayo 2014 puestamente, los debe destinar a fines no lucrativos. Aun cuando los bienes o premios no entregados en las promociones comerciales, que son puestos a disposición del Ministerio del Interior, fueran destinados a “fines sociales”, de igual forma nos encontraríamos ante un mecanismo confiscatorio ejercido por el Estado, que de manera completamente discrecional, puede disponer de bienes, en buena cuenta, decomisados, a las empresas, para entregarlos a quien el funcionario de turno decida. Pese a los cuestionamientos que ha recibido este mecanismo en las últimas semanas, un proyecto de ley en trámite en el Congreso de la República, lejos de buscar la eliminación de esta facultad confiscatoria del Estado, pretende regular la disposición de los bienes y premios decomisados a las empresas, a favor del Instituto Peruano del Deporte, centros educativos estatales y dependencias policiales. En el presente informe, analizaremos cómo está regulada la facultad del Ministerio del Interior para incautar o decomisar los bienes y premios no entregados por las empresas que realizan promociones comerciales y determinaremos la conveniencia o inconveniencia de mantener este mecanismo en nuestra legislación. 2. Marco legal El Reglamento de Promociones Comerciales y Rifas con Fines Sociales fue aprobado por el Decreto Supremo N° 006-2000-IN, Además, se debe tener en cuenta al Decreto Legislativo N° 1140, que crea la Oficina Nacional de Gobierno Interior y le asigna la facultad de adjudicar los premios no reclamados para fines sociales. 3. Autorización de las promociones comerciales Para poder analizar la pertinencia de la facultad que posee el Ministerio del Interior de tomar posesión y luego disponer de los bienes o premios remanentes de una promoción comercial, es preciso que primero veamos cómo se regula el procedimiento de autorización de una promoción comercial. Informe Especial X-4 GLOSARIO El Decreto Supremo N° 006-2000-IN, como ya hemos mencionado, establece las formalidades que deben cumplir las empresas para realizar una promoción comercial, bajo el esquema de un sorteo, canje o similares. Sin embargo, no todas las promociones comerciales están sujetas a este procedimiento de autorización previa. Veamos qué dispone el artículo 3° del referido Decreto Supremo: “Artículo 3°.- Alcanza a todas las personas jurídicas legalmente constituidas que realicen, bajo cualquier modalidad, Promociones Comerciales y Rifas con Fines Sociales, a las que para efectos del presente Reglamento se denominan ENTIDADES, siempre y cuando el valor total del o de los premios o artículos ofrecidos, según corresponda, exceda del 15 % de la UIT. Son sujetos de autorización para efectuar Promociones Comerciales las empresas legalmente constituidas. Son sujetos de autorización para llevar a cabo Rifas con Fines Sociales las asociaciones, fundaciones y comités”. Ahora bien, el artículo 5° del Decreto Supremo define lo que debe entenderse por promociones comerciales y por rifas con fines sociales: “Artículo 5°.- Para efectos del presente Reglamento, se entiende por: a. Promociones comerciales Los mecanismos o sistemas que adoptan las empresas mediante el ofrecimiento Actualidad Empresarial X-1 X Informe Especial de premio o premios bajo las modalidades de sorteos, venta-canje, canje gratuito, concursos, combinaciones de las anteriores o cualquier otra modalidad, con el propósito de incentivar la venta de sus productos o servicios. b. Rifas con fines sociales Las actividades organizadas por asociaciones, fundaciones y comités mediante la venta de boletos numerados para el sorteo de uno o varios premios en fecha determinada”. De esta manera, todas aquellas promociones comerciales que encajen con las definiciones antes señaladas, deberán obtener, previamente a su realización, la autorización del Ministerio del Interior. Este procedimiento de autorización previa puede parecer razonable, en el entendido que el Ministerio del Interior fuera la entidad idónea para realizar el control y fiscalización sobre el cumplimiento de las condiciones de cada evento, a fin de resguardar los derechos de los consumidores que, confiados en la información publicitada por las empresas, adquieren o contratan los productos y servicios objeto de las promociones comerciales. Pero es el caso que en el Perú ya existe otra entidad encargada de supervisar y, de ser el caso, sancionar a las empresas que difunden publicidad engañosa, que es el Indecopi. En efecto, conforme a la Ley N° 29571 – Código de Protección y Defensa del Consumidor, el Indecopi es la entidad competente para controlar y sancionar aquellas conductas que vulneren los derechos de los consumidores a través de la difusión de información engañosa o falsa. El problema radica en que existe una duplicidad de funciones y, como consecuencia de ello, una duplicidad también en la facultad sancionadora, pues por un lado, las empresas pueden ser sancionadas por el Ministerio del Interior y, por otro lado, pueden ser también sancionadas por el Indecopi, situación que se encuentra prohibida por la Ley N° 27444 – Ley del Procedimiento Administrativo General, que en su artículo 230° establece el principio de “Non bis in ídem” de la siguiente forma: “10. Non bis in ídem.- No se podrán imponer sucesiva o simultáneamente una pena y una sanción administrativa por el mismo hecho en los casos en que se aprecie la identidad del sujeto, hecho y fundamento. Dicha prohibición se extiende también a las sanciones administrativas, salvo la concurrencia del supuesto de continuación de infracciones a que se refiere el inciso 7”. Claro está, que en la medida que el procedimiento de autorización de las promociones comerciales requiere del pago de tasas administrativas y, además, el incumplimiento de las formalidades X-2 Instituto Pacífico previstas está sujeta a la imposición de sanciones, difícilmente el Estado estará dispuesto a que el Ministerio del Interior deje de percibir dichos ingresos, aunque sean, a todas luces, indebidos. A continuación, veremos qué formalidades deben cumplir las empresas para rendir cuentas sobre los resultados de las promociones comerciales. 4. Rendición de cuentas Como parte de las obligaciones que contempla el Reglamento de Promociones Comerciales para las empresas, se encuentra la de rendir cuentas sobre los resultados de los sorteos, canjes y demás mecanismos por los que se realicen las promociones. Así, los artículos 19° y 20° del Reglamento disponen lo siguiente: “Artículo 19°.- La entidad organizadora debe dar cuenta documentada a la Dirección General de Gobierno Interior, de la entrega de los premios a los ganadores en el plazo máximo de quince (15) días calendario, posteriores al término establecido en el artículo anterior. Dentro del mismo plazo, de presentarse el caso, debe poner a disposición de dicha Dependencia los premios no reclamados. En el caso de las actividades efectuadas fuera del Departamento de Lima y de la Provincia Constitucional del Callao, la entrega de los premios o su puesta a disposición de la Dirección General de Gobierno Interior, se efectuará por intermedio de la Prefectura respectiva. Artículo 20°.- Para la rendición de cuentas a que se refiere el artículo precedente, la entidad organizadora deberá presentar: a. En los casos de Promociones Comerciales con las modalidades de sorteos, concursos y similares y Rifas con Fines Sociales: 1) Para premios cuyo costo unitario sea igual o menor al 5 % de la UIT vigente a la fecha de autorización de la Promoción Comercial o Rifa con Fines Sociales: - Declaración Jurada simple de la entrega de los premios suscrita por el representante de la empresa, sujeta a sanción conforme a Ley, en caso de fraude o falsedad. - Relación de Ganadores. 2) Para premios cuyo costo unitario sea mayor al 5 % de la UIT y hasta una (1) UIT: - Constancia original de la entrega de premios conteniendo los nombres y apellidos, número de documento de identidad, domicilio y firma del ganador, suscrita por el representante de la empresa, cuya firma será legalizada notarialmente. - Copia simple del documento de identidad de los ganadores. 3) Para premios cuyo costo unitario sea mayor a una (1) UIT: - Acta Notarial de entrega de premios b. En los casos de Promociones Comerciales con modalidades de venta-canje o canjegratuito: - Declaración Jurada del representante de la empresa recurrente con firma legalizada notarialmente, dando cuenta del resultado de la Promoción”. 5. Infracciones y sanciones Los incumplimientos de las formalidades previstas por el Reglamento de Promociones Comerciales han sido tipificados en el artículo 22° de la siguiente manera: “Artículo 22°.- Las infracciones a las normas contenidas en el presente Reglamento son: a. Realizar Promociones Comerciales o Rifas con Fines Sociales sin la respectiva autorización. b. Hacer publicidad de una Promoción Comercial o Rifas con Fines Sociales sin indicar el número de la Resolución autoritativa. c. Realizar una Promoción Comercial o Rifa con Fines Sociales sin ajustarse a los términos de la Resolución autoritativa. d. No cumplir con realizar los sorteos, concursos o similares autorizados a pesar de haberse efectuado la difusión de la Promoción Comercial o Rifa, o no realizarlos en las fechas y horas autorizadas . e. No cumplir con la entrega de los premios ofrecidos a los ganadores o entregar premios diferentes a los autorizados. f. No dar cuenta documentada a la Dirección General de Gobierno Interior del resultado de los eventos y de la entrega de premios dentro de los plazos establecidos. g. Otras que se produzcan por incumplimiento de las disposiciones del presente Reglamento”. Ante la comisión de estas infracciones, el Ministerio del Interior puede imponer sanciones que van desde amonestaciones a multas de hasta cinco Unidades Impositivas Tributarias, conforme lo señalan los artículos 23° y 24° del Reglamento: “Artículo 23°.- Las infracciones a las que se refiere el artículo anterior serán sancionadas, según corresponda, mediante: a. Amonestación escrita. b. Multas económicas. Artículo 24°.- Una Comisión Ad-Hoc nombrada por Resolución del Director General de Gobierno Interior, será la encargada de establecer la sanción que corresponda de acuerdo a la gravedad de la infracción cometida, así como el monto de la multa a imponer, las cuales variarán de una (1) UIT a cinco (5) UIT cuando la infracción sea cometida por primera vez. En caso de reincidencia en la infracción, la multa a imponer será el doble de la anterior”. 6. Adjudicación de premios no reclamados Tal como ya hemos señalado, el Reglamento prevé que los premios que no son reclamados, luego de haberse producido las promociones comerciales, a través de N° 303 Segunda Quincena - Mayo 2014 Área Derecho de la Competencia y Propiedad Intelectual sorteos, canjes, venta-canje y demás mecanismos, deben ser puestos a disposición del Ministerio del Interior para que este proceda a adjudicarlos a actividades o entidades con fines sociales. Así lo señala expresamente la Primera Disposición Complementaria del Reglamento: “Primera.- Los premios no reclamados y puestos a disposición de la Dirección General de Gobierno Interior, serán destinados a fines sociales y otros señalados por Ley, adjudicándolos mediante Resolución del Director General de Gobierno Interior. En el caso de Rifas con Fines Sociales, por ningún motivo los bienes y artículos a que se refiere el párrafo anterior podrán ser adjudicados a la misma entidad organizadora”. Ahora bien, ante la imprecisión de esta disposición, lo que ha ocurrido en la práctica son una serie de situaciones que han distorsionado la facultad otorgada al Ministerio del Interior, que en sí misma resulta cuestionable, pues no existe fundamento jurídico, más allá de la mera voluntad de los legisladores, para sustentar el porqué una empresa debe entregar los premios no reclamados al referido Ministerio. Peor aún, como decíamos, ante la indefinición o la falta de parámetros para ejercer la facultad de disposición de los premios no reclamados, muchas autoridades han incurrido en excesos e irregularidades, disponiendo de los bienes para entregarlos a personas o entidades sin criterio alguno. Para regular esta facultad, el Ministerio del Interior emitió la Directiva N° 07-2012-IN-DGGI, que contenía la definición de los “fines sociales” a los que podían destinarse los premios no reclamados en las promociones comerciales, estableciendo como tales a los casos que “consideran la satisfacción de necesidades humanas básicas, para su sobrevivencia, integridad física o mental, que involucra el bienestar social, el sano esparcimiento y la salud, tanto de una persona natural, como de un grupo conformante de una asociación, institución, etc. Debe promover el bienestar de las poblaciones más pobres y vulnerables; atender a las poblaciones en momentos de catástrofes naturales o situaciones de emergencia de cualquier índole”. Como se puede apreciar, la definición contenida en la Directiva N° 07-2012-INDGGI, podía dar lugar a cualquier destino para los bienes no reclamados en las promociones comerciales, pues la satisfacción de necesidades humanas básicas, el sano esparcimiento o la salud, pueden traducirse en la práctica en múltiples situaciones. En el Congreso de la República, se han presentado proyectos de ley que buscan precisar o ampliar los alcances de la N° 303 Segunda Quincena - Mayo 2014 facultad del Ministerio del Interior para disponer de los premios no reclamados en las promociones comerciales. El Proyecto de Ley N° 3494/2013-CR propone entregar los premios no reclamados al personal de las Fuerzas Armadas, considerados como “Defensores Calificados” o “Defensores de la Patria”. Así, los artículos 1° y 2° de este proyecto de ley señalan lo siguiente: “Artículo 1°. Destino de los premios no reclamados de las promociones comerciales rifas con fines sociales. Los premios de las promociones comerciales y rifas con fines sociales no reclamados y que son puestos a disposición de la Oficina Nacional de Gobierno Interior, serán entregados únicamente a ex combatientes de los conflictos armados declarados como Defensores Calificados o Defensores de la Patria por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, según corresponda, así como a los albergues o casas-hogar sin fines de lucro de niños o ancianos acreditados ante la Jefatura de la Oficina Nacional de Gobierno Interior. En caso los ex combatientes hayan fallecido, podrán sus padres o hijos acceder a los beneficios de la presente norma. Artículo 2°. Publicidad de los premios reclamados de las promociones comerciales y rifas con fines sociales. La Jefatura de la Oficina Nacional de Gobierno Interior publicará mensualmente en su página web la relación de beneficiarios de los premios de las promociones comerciales y rifas con fines sociales no reclamados. Asimismo, la Jefatura de la Oficina Nacional de Gobierno Interior, remitirá un informe detallado de los beneficiarios y bienes entregados de manera trimestral a la Comisión de Defensa Nacional, Orden Interno, Desarrollo Alternativo y Lucha Contra las Drogas del Congreso de la República y a la Defensoría del Pueblo”. Por otra parte, el Proyecto de Ley N° 3469/2013-CR propone destinar los premios no reclamados en las promociones comerciales a fines sociales, deportivos y educativos. Así, los artículos 1° y 3° de este proyecto de ley indican lo siguiente: “Artículo 1°. Objeto de la Ley El objeto de la presente ley es establecer las responsabilidades y criterios para la adjudicación de los premios no reclamados para fines sociales, deportivos y educativos dentro del plazo establecido. Artículo 3°. Adjudicación de los premios no reclamados Los premios no reclamados se adjudican a instituciones públicas, deportivas y educativas, siendo entidades beneficiarias el Instituto Peruano del Deporte, centros estatales de educación superior, instituciones educativas públicas y dependencias policiales a nivel nacional. El Ministerio del Interior se encarga de evaluar y determinar la adjudicación de los premios no reclamados que se entregan de acuerdo a los fines de la entidad beneficiaria”. X Este proyecto de ley tiene como antecedente el numeral 5 del artículo 84° de la Ley N° 28036 – Ley de Promoción y Desarrollo del Deporte, que regula los recursos que recibe el Instituto Peruano del Deporte: "Artículo 84°.- Recursos del Instituto Peruano del Deporte (IPD) Son recursos públicos del Instituto Peruano del Deporte (IPD) los siguientes: 1. Los provenientes del Presupuesto General de la República. 2. Los recursos directamente recaudados por el Instituto Peruano del Deporte (IPD). 3. Los obtenidos por el arrendamiento de su infraestructura deportiva, espacios publicitarios y otros bienes y servicios bajo la administración del Instituto Peruano del Deporte (IPD). 4. Los ingresos financieros generados de acuerdo a la ley. 5. Cualquier premio no reclamado respecto de promociones comerciales y rifas con fines sociales establecidas en el Decreto Supremo núm. 006-2000-IN, así como los correspondientes a apuestas y loterías que tampoco hubiesen sido reclamados dentro del plazo que establece el dispositivo que regula estas actividades. 6. Los provenientes del porcentaje del impuesto por la explotación de juegos de casinos y máquinas tragamonedas, establecidos por la Ley núm. 27796. 7. Las donaciones y legados que le son expresamente otorgados. 8. Otros creados a su favor”. Si bien existe esta disposición en la Ley N° 28036, en la práctica no se ha venido ejecutando, por lo que el Proyecto de Ley N° 3469/2013-CR busca darle efectividad a este beneficio previsto a favor del Instituto Peruano del Deporte. 7. Legalidad de la facultad de adjudicar los premios no reclamados El mayor problema en la regulación de las promociones comerciales radica en la facultad del Ministerio del Interior de adjudicar aquellos premios no reclamados. Pero no decimos esto solo por los problemas de los que hemos sido testigos recientemente, a raíz de irregularidades cometidas por los funcionarios a cargo de la entrega o repartición de estos bienes, sino porque desde su origen, se trata de una facultad con serios cuestionamientos legales y que, como hemos visto, lejos de querer corregirlos, nuestros legisladores solo están proponiendo nuevas formas de “aprovechar” estos premios que son entregados al Estado. La principal observación a este mecanismo por el cual el Estado se “apropia” de bienes o servicios que son proporcionados por las empresas, es que no existe ningún sustento jurídico por el cual tales premios Actualidad Empresarial X-3 X Informe Especial deban pasar a favor del Estado, salvo, claro está, la existencia de las normas contenidas en el Reglamento de Promociones Comerciales, pero que claramente, constituye una distorsión perjudicial para el mercado y para el Ordenamiento Jurídico. Veamos, en primer lugar, tenemos un procedimiento por el cual toda empresa debe solicitar una autorización previa para realizar una promoción comercial, debiendo entregar no solo una serie de documentos para acreditar la existencia y disponibilidad de los premios, sino que también deben cancelar una tasa para obtener la autorización. Además, las empresas deben incurrir en una serie de gastos y gestiones para rendir cuenta de los resultados de las promociones que ejecutan. Hasta aquí, podría considerarse razonable aplicar a una empresa estos mecanismos de control, aunque consideramos cuestionable que sea el Ministerio del Interior quien aplica estos controles, cuando la entidad idónea debería ser el Indecopi, precisamente, para evitar la duplicidad en el ejercicio de las facultades de fiscalización y los procedimientos de sanción. Pero si ya estos controles constituyen costos importantes que las empresas deben cubrir para realizar una promoción, resulta que luego de llevarse a cabo estas promociones, aquellos premios que no hubieran sido reclamados, deben ser puestos a disposición del Ministerio del Interior para que este, a su criterio y con los parámetros generales que prevé la norma, hagan entrega de dichos premios a quienes considere conveniente. Si quisiéramos aplicar la lógica jurídica a este mecanismo, nos daríamos cuenta de que no existe fundamento alguno para que el Estado, a través del Ministerio del Interior, se apropie de los premios no reclamados. Existen dos posibles interpretaciones de lo que debería ocurrir al llevarse a cabo una promoción comercial cuyo premio o premios no son reclamados. La primera, es considerar que en tanto no se produzca la entrega de los premios, estos continúan en propiedad de la empresa realizadora de la promoción, y lo único que existe es una obligación de dicha empresa frente al ganador del premio, de entregárselo cuando este lo reclame. Como toda obligación, esta entrega del premio debería estar sujeta al plazo de prescripción que regula el Código Civil en su artículo 2001°, que es un plazo de diez años. La segunda posibilidad de interpretar la figura, es que la propiedad se transfiere automáticamente al ganador del premio, de forma tal que la empresa realizadora de la promoción solo mantiene el premio en posesión y debe entregarlo al solo requerimiento del ganador del premio. Siendo un bien que no es de su propiedad, la empresa realizadora de la promoción obtendría nuevamente la propiedad del bien por prescripción de acuerdo a los plazos previstos por el Código Civil en sus artículos 950° y 951° del Código Civil, que son de diez y cuatro años, si no hay buena fe, para bienes inmuebles y muebles, respectivamente. Particularmente, somos de la opinión que la primera interpretación es la correcta, es decir, que en tanto no se produzca la entrega de los premios, estos permanecen en propiedad de la empresa que realiza la promoción comercial. Pero lo importante es que ni en la primera ni en la segunda interpretación existe fundamento lógico o jurídico, salvo, como decíamos, la propia norma del Reglamento de Promociones Comerciales, para que estos premios no reclamados deban ser entregados al Ministerio del Interior, pues dicha entrega implica una expropiación en contra de la empresa realizadora o en contra del ganador del premio. Y nos encontramos ante un mecanismo de expropiación establecido por una norma con rango inferior a la Ley, pues proviene del Decreto Supremo N° 006-2000-IN, lo que vulnera el derecho de propiedad tal como está protegido por el artículo 70° de la Constitución: “Inviolabilidad del derecho de propiedad Artículo 70°.- El derecho de propiedad es inviolable. El Estado lo garantiza. Se ejerce en armonía con el bien común y dentro de los límites de ley. A nadie puede privarse de su propiedad sino, exclusivamente, por causa de seguridad nacional o necesidad pública, declarada por ley, y previo pago en efectivo de indemnización justipreciada que incluya compensación por el eventual perjuicio. Hay acción ante el Poder Judicial para contestar el valor de la propiedad que el Estado haya señalado en el procedimiento expropiatorio”. Hasta donde podemos percibir, no existen razones de seguridad nacional o necesidad pública, que justifiquen la facultad del Ministerio del Interior a apropiarse de los bienes no reclamados en una promoción comercial. Desde nuestra perspectiva, y ante la facilidad con la que esta facultad del Ministerio del Interior es distorsionada para beneficiar a quien consideren conveniente los funcionarios de turno, sería conveniente que la normatividad se modifique, sino para eliminar esta facultad, al menos para modificarla en el sentido que los premios no reclamados deban ser sometidos, nuevamente, al mecanismo de sorteo, canje o cualquier otro que se hubiera aplicado en la promoción comercial en cuestión, para permitir así que sean los propios consumidores o clientes que participaron inicialmente en la promoción, quienes se vean beneficiados. Dentro de la lógica de las promociones comerciales, esta sería una solución razonable si consideramos que, justamente, las normas sobre promociones comerciales deben buscar proteger los intereses de los consumidores que participan en ellas, y no obtener bienes o recursos para que el Estado haga acciones de labor social a costa de las empresas. 8. Conclusiones Luego de haber revisado los procedimientos previstos para la realización de promociones comerciales, resulta preocupante que existan tantas deficiencias en los mecanismos aplicables para obtener la autorización para realizar la promoción y los excesos en la fiscalización y sanción. Pero es más preocupante aún, que el Estado se haya atribuido la facultad de apropiarse de los premios no reclamados para luego adjudicar tales premios a las personas o entidades que considere conveniente, con todas las irregularidades que ello puede generar, tal como los recientes sucesos nos han demostrado. Esperamos que los proyectos de ley que sean discutidos en el Congreso, no busquen, como hemos visto, mantener este mecanismo de apropiación de los premios no reclamados, sino derogar dicha facultad del Ministerio del Interior y, en todo caso, obligar a la empresa realizadora de la promoción, a volver a someter a los mecanismos de la promoción dichos premios. Glosario 1. ¿Qué es una entidad de gestión colectiva? Las entidades de gestión colectiva son entidades privadas sin fin de lucro, que tienen por objeto gestionar los derechos de autor que se derivan de las obras musicales, audiovisuales, etc., protegidas por el Decreto Legislativo N° 822 Ley de Derecho de Autor. Estas entidades deben contar con la autorización del Indecopi. X-4 Instituto Pacífico 2. ¿Es posible transferir un registro de marca? Un registro de marca constituye un derecho como cualquier otro derecho de propiedad, en tal sentido, su titular puede disponer de dicho registro para transferirlo a favor de otra persona, a través de diversos actos, como una compraventa, una donación, etc. N° 303 Segunda Quincena - Mayo 2014