Saber comprar pescado, Verduras de otoño

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Sección compras
Para que cuando vayas al supermercado sepas qué
comprar y cómo elegir los alimentos, te damos algunos consejos. Tené siempre presente que la correcta
alimentación comienza con la compra.
Saber comprar pescado
El pescado es un alimento extremadamente saludable que debería ser parte de tu compra semanal,
ofreciendo gran variedad de textura y sabores; desde
los pescados grasos que son densos en sabor y cuerpo a los pescados blancos, más suaves y de textura
que se desgrana fácilmente adaptándose a todos los
bolsillos. No sólo son ricos en grasas súper saludables para el corazón sino que aportan nutrientes
indispensables como proteínas de excelente calidad
y vitaminas y minerales como selenio, magnesio, vitaminas B6 y B12. La contra que tiene el pescado es
que se echa a perder fácilmente.
Al ir al supermercado o la pescadería y poder identificar si un pescado es fresco, prestá atención a las
modificaciones de su color, aspecto y olor para poder
disfrutar de los más variados platos y todas sus bondades. Los pescados que se comercialicen enteros deben estar completamente cubiertos de hielo dejando
a la vista solo uno de sus lados mientras que los que
ya están fileteados o en trozos deben estar tapados
con papel film, en bandejas correspondientes resistentes a la humedad.
Compras
A la hora de la compra seguí los siguientes consejos
para que puedas disfrutar de su frescura y cualidades
nutritivas para preparar una buena receta de pescado:
• Todo pescado debe tener un olor agradable a mar,
aunque puede variar un poco entre unas especies y
otras, pero jamás será fuerte y desagradable.
• Debe tener aspecto de limpio, brillante, piel húmeda y suave al tacto.
• Los ojos deben ser saltones y brillantes, con la pupila convexa color negro brillante. Si están hundidos
u opacos no lo elijas.
• La carne será firme y elástica y debe estar adherida
a las espinas siendo difícil su separación. Si al presionar la carne con el dedo quedan las marcas el pescado no está en condiciones para su consumo.
• Las escamas deben estar bien adheridas al cuerpo.
Si el pescado es viejo se le desprenden al tocarlos
fácilmente.
• Internamente la carne debe ser firme de color blanco o blanco azulado y las vísceras estarán brillantes
y húmedas.
• Las branquias deben de ser de color rojo intenso.
Al llegar a casa luego de la compra lo ideal es que
lo consumas el mismo día o como máximo al día siguiente, debiendo estar refrigerado hasta el momento de su elaboración. Si lo querés congelar, utilizá
recipientes herméticos o bolsas aptas para ello para
que el frio no reseque la carne.
Contenido: Lic. en nutrición Leticia Radavero - MN: 3140
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Verduras de otoño
Cada estación tiene sus frutas y verduras repletas de todas las vitaminas y minerales que el organismo necesita
en determinada época del año, que al estar de temporada conservan su frescura y nutrientes además del
precio justo; siendo la opción más sana y económica.
El otoño es tiempo de zapallos, calabazas y zapallitos,
zanahorias, batatas, cebollas, lechugas, acelgas, remolachas, hinojos, apios, coliflores. Momento ideal para
que hagas conservas para los meses de frio.
Zapallos y calabazas: a la hora de la compra, tené
en cuenta si se trata de una calabaza de verano o de
una de invierno. Si querés comprar una variedad de
verano, elegí las de tamaño mediano, porque las más
grandes son más amargas. Las más tiernas son las
de piel más brillante, muy suave y no necesariamente
son duras ya que si la calabaza es muy pesada y de
piel dura o áspera, estará seca. En el caso de las variedades de invierno, elegí las calabazas de corteza
gruesa indicador de la madurez, que sean pesadas
para su tamaño. La piel debe estar firme e intacta
conservando el pedúnculo ya que esto evita la perdida
de humedad. Las podes preparar rellenas con arroz y
Compras
queso, o rellenas de carne al estilo de un pastel de
papa. También podes preparar budines o flanes con
queso blanco, huevos, un poco de queso de rallar, o
en bocadillos. Estas verduras son geniales para hacer
a la milanesa cocidas en horno sobre placa apenas
aceitada así como incorporarlas a los más suculentos
guisos, como la carbonada, guisos de lentejas porque
los suaviza y les da color, agregando fibra a los platos.
Zanahorias: a la hora de la compra, elegí aquellas de color anaranjado intenso, de piel suave y de
pequeño o mediano tamaño, bien formadas, con
un estrechamiento uniforme. Si tienen hojas, éstas
deberán estar frescas y tener un buen color verde.
Dejá de lado aquellos ejemplares con arrugas, zonas
blandas o con apariencia quemada en su parte superior debido a una sobre exposición al sol. Una vez en
el hogar, las zanahorias se han de mantener en un
lugar fresco y aireado. Antes de guardarlas conviene
que limpies la superficie con un trapo húmedo, en lugar de lavarlas. Es una verdura fácil de utilizar debido
a que puede usarse en infinidad de preparaciones
como ensaladas, sopas, guisos, purés, hervidas y en
rodajas gratinadas o simplemente con aceite y perejil.
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Batata: A los chicos les encanta por el delicioso pero
a la vez delicado sabor dulce. Elegí aquellas que estén
firmes, sin magulladuras, golpes ni partes blandas.
Una vez en casa mantenelas en un lugar seco, oscuro
y aireado. Las podes comer al horno, fritas o hervidas, en purés, guisos y tortillas.
Apio: para comprar uno de excelente calidad, elegí
uno de apariencia lustrosa, tallos gruesos, compactos, firmes, crujientes y de color verde claro; con las
hojas verdes y frescas que desprendan un olor fresco.
Descartá aquellos que estén blandos, con manchas
y puntos secos o con las hojas de color amarillo.
Guardalo en la heladera envuelto en papel húmedo,
conservándose intacto entre 2 a 3 días, aunque lo podes congelar después de hervido. Es muy rico crudo
en ensaladas además de ser un excelente aromatizante de guisos y sopas.
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Cebollas: cuando compres cebollas ya sean blancas y
chatas o redondas, rojas o de color dorado deben ser
firmes al tacto y tener sus capas externas adheridas
al cuerpo.
Si las cebollas estuvieran brotadas es signo de estar
muy maduras.
Para que las cebollas se conserven en buenas condiciones almacenalas en un lugar seco y fresco, aunque
una vez cortadas envolvelas con un film plástico o en
un recipiente hermético en la heladera.
Las cebollas son un autentico comodín en la cocina
ya que están presente en casi todas las preparaciones
culinarias.
Rellenas, en sofritos, rebozadas, integrantes de las
más variadas salsas, guisos y ensaladas, empanadas,
pizzas, y cualquier relleno que tu imaginación te permita.
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Lechugas: Las plantas deben tener sus hojas firmes,
enteras y de color verde brillante, que en la mayoría
de variedades oscila de verde intenso a claro. En el
caso de la variedad iceberg o romana, elegí aquellas
que tengan hojas tiernas pero firmes. Si preferis otras
variedades de lechuga, sus hojas tendrán que ser más
blandas, pero sin estar marchita con puntos oscuros.
Debido a su alto contenido en agua son de corta duración casi como todas las verduras de hojas verdes y
debes de consumirlas rápidamente. Una vez lavadas,
escurridas y bien secas te recomendamos el siguiente
truco: ponelas en un recipiente plástico sobre papel
absorbente, con otra hoja de papel por arriba y luego
cerralo herméticamente guardándolo en la heladera.
Así las lechugas arrepollada y la criolla te durarán
hasta casi por una semana. Las podes servir en ensaladas, o con sus hojas hacé rollitos rellenos de aceitunas, choclos, huevos duros y arroz.
O saltealas en un poco de aceite junto con cebollas
como base de un riquísimo arroz, condimentado con
hierbas o las especias que tuvieras.
Compras
Acelgas: es una verdura de vida corta, sus hojas deben ser frescas de color verde con las pencas (el tallo)
blancas y bien duras.
Las acelgas con hojas muy grandes, ásperas, de color
verde amarillento y con tallos fibrosos son indicadores de que la planta ya ha florecido o está a punto
de hacerlo, lo que hace que sus pencas desarrollen
un sabor muy amargo.
La acelga permite que crees infinidad de platos como
bocadillos, relleno de canelones, ñoquis, salteadas
con ajos y cebollas, budines, relleno de tartas, pencas
gratinadas en el horno o a la milanesa.
Remolacha: elegí las remolachas que sean del mismo tamaño, lisas, firmes, redondas y carnosas y cuando vienen en ramillete debe presentar hojas verdes
y tiernas ya que es signo de frescura. No debes de
descartar las hojas, conservalas en bolsas de plástico
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en la heladera sin lavarlas y con ellas podes hacer
deliciosas y nutritivas tortillas, bocadillos y salteados
con arroz.
Consumí las remolachas crudas y ralladas en ensaladas, así como hervidas y peladas. También son muy
ricas cocidas al horno hasta que estén tiernas; de
esta forma conservan mejor sus propiedades. Con
las remolachas podes elaborar conservas utilizando
vinagre o azúcar agregándoles según el caso después
de cocidas o hervidas. Las podes congelar después
de hervidas.
Hinojos: para que sean buenos y frescos preferí
aquellos de bulbo redondeado, grueso y blanco con
sus tallos firmes con abundantes hojitas verdes .El
hinojo es de sabor particular, anisado con una textura
bien crujiente lo que lo convierte en una verdura sin
igual. Es ideal para comerlo en ensaladas cortado
bien fino, aunque también realza su sabor en rellenos
de tartas o como base en la cocción de pescados o
de cerdo al horno. Lo podes hervir y gratinar al horno
en una salsa blanca liviana espolvoreados con queso
de rallar.
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Coliflor: al comprar coliflor elegí aquellas de flor carnosa, de color blanco con hojas tiernas y compactas,
descartando aquellas con manchas marrones, inflorescencias separadas o partes blandas en la cabeza.
También conviene que descartes aquellos ejemplares
que presenten puntos, debido a que muchas veces
aparecen como consecuencia de la existencia de
hongos o insectos en la coliflor. La podes preparar
hervidas, al vapor, en ensaladas, con pastas, como
integrante de guisos, en tortillas o simplemente al
horno gratinada acompañando otros platos.
Un consejo: a la hora de cocinarla no la tapes porque
podría variar su sabor.
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