1. Laminitis a. Definición. La infosura, laminitis, o síndrome laminar equino; se define como una enfermedad metabólica compleja que causa inflamación de la laminas sensitivas anteriores del casco, es decir las láminas que unen la parte anterior del casco al tejuelo o base ósea; lo que puede desencadenar el desprendimiento del casco. Cuando las láminas anteriores se inflaman y pierden su sujeción al casco o a la tercera falange (o tejuelo), se origina la infosura, el peso se desplaza hacia atrás y el vértice de la tercera falange se asienta en el cojinete plantar; la acción mecánica de tracción del tendón flexor digital profundo (fdp), se incrementa y causa la rotación de la tercera falange, que en casos extremos puede llegar a romper la suela, dañando el aplomo y equilibrio de la pisada; a mayor tensión del fdp hay mayor rotación, mayor compresión y hay más muerte laminar. Queda claro que lo que debemos evitar es la rotación del tejuelo, pues de lo contrario se pierde el balance de la pisada y las posibilidades de recuperación son menores. b. Causas En la aparición de la Laminitis influyen varios factores. Ocurre principalmente en animales mayores de 12 meses y casi siempre se presenta como consecuencia de otra enfermedad o trauma predisponente como: Traumatismos y stress: mucho trabajo después de descansos muy prolongados; mucho tiempo parado inmóvil, herrajes mal aplicados, sesiones de trabajo muy largas con descansos muy cortos, golpes en los cascos durante el ejercicio o el transporte, trabajo durante varias horas sobre asfalto o terreno duro. Como consecuencia de enfermedades infecciosas como Septicemias bacterianas, pleuritis, neumonía, infecciones sistémicas; en yeguas se puede observar después de partos complicados o cuando hay retención placentaria conocida como infosura del parto. Cuadros febriles prolongados Stress por perdida de sueño. Ingestión de agua fría sin previo descanso después del ejercicio Cojeras que desplazan el peso del caballo hacia una sola pata haciendo que este desarrolle Laminitis. La obesidad influye directamente en la aparición y el desarrollo de esta enfermedad, de tal manera que los caballos grandes o con sobrepeso suelen afectarse más gravemente que los caballos atléticos y pequeños. Post cólico o Enfermedades gastrointestinales: obstrucciones intestinales estranguladas, enteritis y colitis, debido a las toxinas bacterianas que van a la sangre y de allí al casco desencadenando esta enfermedad. La infosura hormonal se presenta cuando el animal padece o ha padecido de síndrome de Cushing (hiperadrenocortisismo) debido a hiperplasia de la glándula pituitaria. Pero tal vez la más reconocida y común causa de Laminitis es la de origen alimentario, cambios bruscos en la dieta, la sobrealimentación y en la mayoría de los casos la ingestión en exceso de una dieta rica en proteína o en almidones (hidratos de carbono) crudos, sin ningún tratamiento. Cuando se suministran estos excesos, hay un cambio masivo en la flora bacteriana que habita el intestino grueso, aumentando la cantidad de bacterias Gram positivas que son las que se encuentran cómodas en ese medio, estas bacterias producen ácido láctico lo que no solo vuelve ácido el medio del intestino sino que daña la pared intestinal y permite el paso a la sangre de las toxinas que viajan por esta hasta el casco en donde causan una inflamación de las láminas y un progresivo desprendimiento. c. Signos y síntomas Sea cual sea la causa, hay que ser conscientes que esta siempre es una emergencia veterinaria y de la rapidez con que actuemos depende la recuperación, secuelas permanentes o pérdida del caballo. Por esta razón se debe estar muy atento a la presencia de signos que puedan avisar del inicio de un cuadro de Laminitis. El síntoma más claro es sin lugar a dudas la cojera característica que por lo general es leve al principio, el animal empieza a negarse a caminar y mostrará dolor al pisar; se observa que desplazan el peso corporal de una a otra extremidad y trata de descargar su peso en el tren posterior, si solo está afectado de las manos, buscando aliviar el dolor. Si lo obligamos a caminar avanza con pasos cortos y rápidos, si solo tiene afectada una pata al pararse la pondrá en pinza, si tiene afectadas las cuatro patas buscará echarse. Los miembros delanteros son los que más fácilmente se afectan ya que ellos soportan el 65% del peso de un caballo, debido a eso es que vemos la postura típica de los caballos infosurados; sin querer decir que no se presente en miembros posteriores, si son los miembros posteriores los afectados notaremos que el caballo para contrarrestar el peso echa la cabeza hacia delante y remete los miembros posteriores; siempre encontraremos pulso digital fuerte. Los otros síntomas de la enfermedad aunque menos específicos son la inapetencia, fiebre, se miran las patas, escarba y la temperatura del casco se eleva. Según la intensidad de los síntomas se habla de tres fases o grados de laminitis: Fase de desarrollo o laminitis grado 1: Se puede ubicar antes de la aparición significativa del dolor en las patas, generalmente el caballo habrá presentado problemas en uno o varios sistemas corporales, podemos decir en términos generales que el paciente camina con normalidad, trota con alguna cojera y podemos levantarle cualquier miembro; en ocasiones resulta muy difícil el detectar esta fase de la enfermedad, por eso el conocimiento del comportamiento de nuestro caballo y la presencia de problemas anteriores suelen ser el mejor indicador de esta. Fase Aguda o laminitis grado 2: es en este punto donde se descubre la enfermedad en la mayoría de los casos, se inicia con la aparición clínica del dolor y la cojera al caminar, el paciente no quiere caminar y se levanta en las patas traseras cuando queremos forzarlo a caminar, cuando queremos elevarle alguna extremidad él se rehúsa, por último se evidencia el signo clínico del desplazamiento de la tercera balaje (rayos x), según el tratamiento que se le dé, puede recuperarse totalmente o evolucionar a una laminitis crónica. Fase Crónica o laminitis grado 3: Se presenta persistencia del dolor intenso, si el paciente aún se mantiene parado, se niega a caminar así lo obliguemos, es imposible levantarle algún miembro, luego viene la incapacidad para mantenerse parado, la rotación de la tercera falange es manifiesta por la convexidad de la suela y la depresión leve en la parte anterior del casco, en ocasiones la suela se perfora, hay deformación del casco y desprendimiento de este. Este tipo de laminitis se presenta por mal tratamiento de la enfermedad en su etapa aguda o por simple abandono y falta de atención del paciente; es en esta fase donde puede sobrevenir la muerte generalmente por la toxemia asociada. Los dolores son tan intensos que en ocasiones el caballo se puede dar golpes contra las paredes o el piso de tal forma que le pueden desencadenar la muerte. d. Manejo de la laminitis Lo primero y más importante es entender que esta debe ser tratada con la misma urgencia que un cólico, se debe llamar al veterinario. Su tratamiento comenzará por cortar la causa si aún existe, aliviar el dolor con analgésicos, disminuir la presión dentro del casco por medios farmacéuticos y mecánicos mediante arreglos del casco, tratamientos sintomáticos, herrajes correctivos y manejo de la dieta. Asegurarse que el paciente tenga una cama muy gruesa (mínimo 30cm espesor), para aliviar la presión de sus cascos. No se debe usar una cama de paja con caballos con infosura porque es posible que se la coman. Reposo absoluto, el ejercicio puede perjudicar la recuperación. Un caballo con laminitis no debe pasar hambre, se le puede dar heno o pasto aumentado la cantidad de fibra de alta calidad en la dieta, un alimento balanceado especializado con alta digestibilidad como por Derby, alimento extruido 100% cocido, y evitar el suministro de cereales. Finalmente no le quite las herraduras si el casco es convexo, sólo deberían retirarse las herraduras si el casco es de forma cóncava. El veterinario mandará el herraje correctivo necesario según el caso. e. Como prevenir la laminitis Antes de iniciar un plan de suplementación alimenticia asegúrese que el caballo se encuentra físicamente sano. No suministre dietas muy energéticas a caballos en mantenimiento, llevándolos a un estado de obesidad. Los animales con sobrepeso tienen mayor riesgo de desarrollar laminitis, pese a su caballo regularmente y con la ayuda de su veterinario o asistente técnico determine la cantidad y tipo de alimento a suministrar de acuerdo con el trabajo que realiza y la fase de desarrollo de su caballo. Si su caballo está en fase de crecimiento, es recomendable monitorear el peso, alzada y desarrollo acorde con su edad. Suministre alimentos que le garanticen la composición adecuada para el tipo de caballo. En caso que su caballo tenga tendencia a sufrir de laminitis, debe limitarse la cantidad de almidones y suministrar una dieta alta en fibra, alimentar según el trabajo realizado y no el trabajo que posiblemente va a realizar, por último y más importante, no permita que su caballo se engorde demasiado.