Otitis - Pediatria Dexeus

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Departament de Pediatria
Hospital Universitari Dexeus
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Tel.: 93 205 57 57
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LA OTITIS MEDIA
Hojas de Información Sanitaria (HIS)
La otitis media aguda es la infección del oído medio causada por bacterias o virus que entran hasta el espacio aéreo
del oído medio a partir de la garganta y nariz, a través de la Trompa de Eustaquio. Una vez allí, empiezan a
multiplicarse produciendo un cúmulo de moco y pus que aumenta la presión en el interior del oído y distiende el
tímpano, que aparece abombado y rojo cuando el pediatra lo observa con el otoscopio. Esta presión o inflamación es
lo que le produce dolor al niño.
Casi la mitad de los niños padecen alguna infección de oído durante su primer año de vida. Muchos serán propensos
a tener recurrencias, particularmente aquellos cuyos padres o hermanos hayan padecido el mismo problema durante
la infancia. Las infecciones de oído son también 4 ó 5 veces más frecuentes en niños que acuden a guarderías desde
muy pequeños, aquellos con problemas alérgicos y aquellos cuyos padres fuman en casa. Muchas infecciones de oído
suelen acompañar a los resfriados de nariz y garganta o suceden después, por lo que son mas frecuentes durante el
invierno.
LA ENFERMEDAD
El dolor es el síntoma mas común de las infecciones del oído medio. En algunos casos es muy leve, mientras que en
otros puede ser muy importante y provocar un llanto continuo en el niño. En lactantes pequeños puede ocasionar una
intranquilidad especial: el estar “más pesado” o “un raro rechazo del biberón” (al tragar, el oído se mueve y duele),
las dificultades para dormir o el llanto nocturno (el oído duele mas al estar acostado, ya que la presión en su interior
aumenta en posición horizontal) pueden ser consecuencias de la otitis media. Los niños mayores suelen describirla
expresando la sensación de tener "el oído tapado" o de “oír menos”. Puede haber también síntomas de resfriado:
mucosidad u obstrucción nasal, tos, ojos rojos y dolor de garganta. Sólo una tercera parte de los niños con otitis presenta también fiebre, y los lactantes y niños pequeños pueden tenerla más alta que los niños mayores.
Algunas veces, cuando la presión en el interior del oído es muy alta, se produce una ruptura en el tímpano (similar a
lo que ocurre con los granos de pus) y el pus, la sangre y la mucosidad salen hacia el conducto auditivo externo, con
lo cual Vd. lo verá salir todo por la oreja. No debe confundir esta secreción con la secreción de cera, más espesa y de
color ocre, y que sólo sale en forma líquida en raras ocasiones. La ruptura del tímpano y la secreción que se produce
no es motivo de preocupación ni alarma, a pesar de lo aparatoso que parezca. Al contrario, a veces esto acelerará la
curación del proceso y el tímpano se cerrará otra vez por sí solo en 2 ó 3 días. El médico probablemente le indicará
que vuelva a acudir a la consulta en 10-15 días para comprobar que después del tratamiento, todo está ya curado.
Actualmente y con los nuevos antibióticos de que se dispone, es muy raro que las otitis repetidas lleguen a producir
sorderas o problemas importantes de oído en los niños.
SÍNTOMAS
Si su hijo le describe un dolor de oído según lo mencionado, debería llevarlo al médico. Si es muy pequeño y llora
insistentemente,
puede probar
ligeramente
el dedo oenasuun
oído.
El aumento
del llantosio la
irritabilidad
IMPORTANTE: Debería
acudira presionar
inmediatamente
a sucon
consulta
servicio
de urgencias
observa
una
durante
esta pequeña
pueden
indicar otitis.
También
acudir
al pediatra
si elhacia
niño adelante.
tiene fiebre, vómitos,
tumefacción
dolorosaprueba
por detrás
del pabellón
auricular
que deberá
ocasiona
que éste
se incline
diarrea, un resfriado que no se cura o dolor de cabeza persistente. Pero sepa que en ocasiones las otitis dan pocos
síntomas y el médico puede descubrirlas al examinar sistemáticamente el oído del niño durante una revisión. Si tras
48 h. de tratamiento el dolor no cede o el estado general no mejora, debe volver a hablar con el médico.
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TRATAMIENTO
Hay muchos antibióticos que pueden utilizarse para tratar las infecciones del oído medio, y su pediatra escogerá el
que le parezca más adecuado según cada caso. El tratamiento debe mantenerse entre 8 y 14 días, ya que aunque
tras 2 ó 3 dosis el dolor y las molestias hayan desaparecido, la infección está todavía presente. Siga siempre el
tratamiento completo para evitar recaídas o recurrencias.
El Paracetamol (GELOCATIL® o APIRETAL®) u otros analgésicos proporcionan un alivio temporal para los dolores de
oído leves y usted puede administrárselos a su hijo (el dolor intenso requerirá la prescripción médica de analgésicos
más potentes). También se puede obtener un alivio del dolor con gotas que contienen anestésicos (a menudo asociados con anti inflamatorios y antibióticos), sin embargo éstas por sí solas no curarán la infección.
No sirve de nada poner gotas en oídos que están drenando mucosidad y pus después de haber reventado el
tímpano. Pero si a su hijo le han colocado drenajes transtimpánicos, el médico puede indicarle sólo gotas óticas para
el tratamiento.
CONTAGIO
Las otitis no son contagiosas en sí mismas, pero los resfriados que a menudo las acompañan pueden ser
transmitidos a otros niños. Por ello, no debería llevar al niño a la escuela/guardería durante los primeros días de la
otitis. Es mejor esperar a que los síntomas del resfriado disminuyan, el oído no duela, no tenga fiebre y ya se
encuentre bien. Dado que tras una otitis puede quedar líquido (mucosidad) en el interior del oído medio durante
semanas, es posible que su hijo presente una perdida de audición discreta y temporal aunque la infección se haya
curado. Notifíquelo en la escuela para que sus profesores le dejen sentarse en las primeras filas y le repitan aquello
que no haya podido oír bien.
PREVENCIÓN
La prevención de las otitis se centra en intentar evitar los resfriados de repetición (dejando de llevar al niño a la
guardería durante algún tiempo, por ejemplo),en mantener una buena higiene nasal (sonar al niño con frecuencia si
tiene mucosidad y hacerle irrigaciones nasales con suero fisiológico) y en evitar las situaciones que antes se han
mencionado como perjudiciales (el humo de tabaco en casa, por ejemplo).
En realidad, no hay nada que prevenga eficazmente los resfriados causados por virus (ni "defensas", ni "vitaminas" ni
ningún otro remedio casero), aunque sí podemos evitar que la mucosidad producida por éstos se sobreinfecte por
una bacteria y se produzca una otitis con pus. Para tratar de evitar las otitis crónicas o repetidas, su pediatra podrá
indicarle una pequeña dosis de antibiótico diaria durante 1-2 meses que ayudará a que el oído no se contamine. Esto
no perjudica en absoluto al niño y ha demostrado ser una medida muy eficaz en algunos casos. En cambio, los
antihistamínicos y muco líticos, son fármacos de eficacia muy discutida: los primeros sólo deberían utilizarse si se
sospecha que hay una alergia o hipersensibilidad de las mucosas, que en cualquier caso deberá confirmar o
descartar un profesional cualificado.
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