Tema: El servicio al prójimo - Mision Cristiana Nuevo Pacto

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Hasta lo último de la tierra
3er. Cuatrimestre: agosto- diciembre 2015 - Serie: La obra redentora
Tema: El servicio al prójimo
Unidad: El servicio a Dios
I.
Base bíblica
Hebreos 13:16
Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada
Dios.
Hechos 20:35
En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar
las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
II.
Texto de desarrollo
Marcos 12:31
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento
mayor que éstos.
III.
Introducción
El hombre es un ser social que por naturaleza necesita interrelacionarse con los demás; en
realidad el ser humano no puede estar solo, como se deja ver en el Génesis, Dios no aprobó
la soledad del hombre, no solo precisamente por la ausencia de generaciones, sino también
por su carácter espiritual, emocional y físico, que fue hecho dependiente de Dios y de los
demás. Esa relación, que se perdió en el huerto del Edén y que se está restaurando en el
cuerpo místico del postrer Adán, tiene notorias diferencias en la relación veterotestamentaria, como lo vimos en temas anteriores.
En el cuerpo místico de Cristo todos son miembros en particular, y dependen unos de otros
en su funcionamiento, esto implica que ningún miembro del cuerpo místico podría estar
enemistado con los demás; no hay razón bíblica para que en el cuerpo místico de Cristo,
hayan miembros en discordia, al contrario, deben auxiliarse y servirse unos a otros, aún
aquellos cuya voluntad no es proclive a sus semejantes. Es tan exigible el amor a los miembros
del cuerpo de Cristo que debe servirse aún a quienes han roto el vínculo de la amistad, o a
los que han hecho una acción reprobable.
En el cuerpo de Cristo no se puede desechar a nadie, sino seguir los procedimientos
apropiados, según la Biblia, para su restauración, salvo aquellos que están tipificados con
claridad, que no deben admitirse. Por razones personales o por cualquier otro motivo trivial,
no se puede romper la relación entre miembros del cuerpo de Cristo, sin violentar la Palabra
del Señor. (Ap. Isauro Vielman)
Lucas 6:35
Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y
será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los
ingratos y malos.
Mateo 5:44-45
San Salvador, jueves 5 de noviembre 2015
www.misioncristiananuevopacto.org
Predicador:
Tel. (503) 2205-7400
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3er. Cuatrimestre: agosto- diciembre 2015 - Serie: La obra redentora
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a
los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45 para que seáis hijos de
vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace
llover sobre justos e injustos. 46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa
tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? 47 Y si saludáis a vuestros hermanos
solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?
IV.
I.
A quiénes servimos
Servicio a los domésticos de la fe
La relación amorosa que el cuerpo místico debe tener en su convivencia debe ser tal que
no puede haber ninguna interferencia en esa relación; cualquier relación defectuosa daría
la impresión de que uno de los miembros en cuestión tiene alguna enfermedad. Es más, así
como los miembros del cuerpo físico sienten el dolor de los que están afectados, así mismo,
debería ser el cuerpo místico de Cristo. Deberíamos, por el Espíritu y por madurez, tener
activos los mecanismos de defensa del cuerpo, a fin de sentir con claridad cuando alguno
de los miembros cercanos o lejanos está en problemas. Como dice la Escritura en 1ª Corintios
12:26 “De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un
miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan”.
La razón por la cual son tan dispersos los avivamientos del cuerpo místico es por la falta de
relación y unidad. (Ap. Isauro Vielman)
Gálatas 6:9-10
No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
10 Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la
familia de la fe.
1ª Corintios 16:15
Hermanos, ya sabéis que la familia de Estéfanas es las primicias de Acaya, y que ellos se han
dedicado al servicio de los santos.
Mateo 23:11
El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo.
Hebreos 6:10
Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado
hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.
1ª Timoteo 5:8
porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la
fe, y es peor que un incrédulo.
II.
Servicio a los de afuera
Como dice Romanos 1:20 “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se
hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de
las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”, a Dios nadie le ha visto jamás, sin
embargo, todas las cosas creadas testifican y garantizan su existencia. El cuerpo místico de
Cristo debe ser el máximo exponente de su gloria. En todo el Antiguo Testamento Dios no se
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3er. Cuatrimestre: agosto- diciembre 2015 - Serie: La obra redentora
acercó jamás a nadie como al cuerpo místico de Cristo, al grado que cada uno de sus
integrantes gozan de ser Su templo y morada.
Este acercamiento máximo a los miembros del cuerpo místico de Cristo es una
responsabilidad más profunda que toda la creación. Nosotros debemos ser los más fieles
ejemplos de su redención y de su carácter, para que lo que ven en nosotros garantice a los
de afuera que Dios está vivo. El Sumo Sacerdote, del orden de Melquisedec, intercede por
nosotros, dejándonos la obligación de servir e interceder por los que no conocen al Señor.
Las iglesias cristianas deben ser un ejemplo de su profundo amor para el mundo, de tal
manera que deberíamos compartir las bendiciones que Dios nos ha dado con los
necesitados de afuera, para ganarnos el derecho de ser oídos durante les compartimos el
mensaje. (Ap. Isauro Vielman)
Proverbios 22:9
El ojo misericordioso será bendito, Porque dio de su pan al indigente.
1ª Tesalonicenses 4:12
a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad
de nada.
Mateo 25:35-40
Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y
me recogisteis; 36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y
vinisteis a mí. 37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos
forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en
la cárcel, y vinimos a ti? 40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto
lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
3ª Juan 1:5-6
Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente
a los desconocidos, 6 los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien
en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje.
Juan 13:35
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
Conclusión
1ª Juan 4:11-12
Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. 12 Nadie ha
visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha
perfeccionado en nosotros.
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