William Blake – Pintor, Poeta y Místico Por William H. McKegg, F.R.C. Revista El Rosacruz Mayo 1932 Entre todos los famosos pintores y poetas rosacruces que descollaron a través del horizonte artístico y literario a fines del siglo XVIII y principios del XIX, William Blake se destaca como una de las más iluminadas mentes a través de la cual, fluyo la sabiduría cósmica. Un ser capaz de simbolizar grandes Verdades, en el arte y la escritura, Blake es, no tiene un igual. Sus pinturas y poemas revelaron a los hombres de su tiempo lo que la filosofía oculta de Jacob Boehme ha revelado a Europa del siglo XVI. Al igual que otros grandes místicos que intentaron ayudar al hombre aburrida tradición rutinaria y fanatismo, Blake fue poco comprendido y llegó nunca a alcanzar la justa fama que se merecía en vida. Pero después su transición fue reconocido como un genio, y ahora se encuentra en lo alto la lista de Ingleses Inmortales. de no de en Nacido en Londres, en 1757, el segundo de cinco hijos. Su padre fabricaba calzas (medias), bastante próspero. Cuando tenía ocho años, Blake contemplaba hermosas, extrañas visiones. La Naturaleza no le aparecía en su forma habitual, sino en el Real esplendor de su Verdadero Yo. Fue duramente ridiculizado por sus mayores cuando él y por otros cuando el relato a ellos lo que podía ver. Una vez, corriendo hacia a su madre para decirle que acababa de tener una visión del profeta Ezequiel de pie bajo un árbol, no recibió la aprobación de tal honor, sino una buena paliza por ser demasiado imaginativo. Sin embargo, su ardiente deseo de crear finalmente causó que sus padres le permitieran tomar lecciones de dibujo. Después, fue aprendiz de Basire, un grabador de la Sociedad de Anticuarios. Basire envió al joven Blake a la Abadía de Westminster a dibujar bocetos. Allí, en La capilla de Eduardo el Confesor, el Santo de los Santos en Westminster, el copio las cabezas de los muertos y pasados reyes y reinas. Fue aquí que él también dibujo su primera pintura importante, "José de Arimatea entre las rocas de Albión". Grandemente atraído por la historia del Santo Grial, el mago Merlín, el Rey Arturo y sus caballeros de la Mesa Redonda. Entre la edad de doce y veinte, escribió sus primeros poemas. Eventualmente, diversificándose como artista, se le instó a pintar óleos. Blake lo experimento, pero lo descarto por sentirlo inadecuado para su estilo. Afirmó que la pintura al óleo se “hundía”, quitando el brillo y color que él buscaba. "Colorear", declaró Blake, "no depende de dónde se ponen los colores, sino en donde son puestas las luces y sombras, y todo depende de la forma o bosquejo, donde se pongan; cuando está mal, la coloración nunca podrá estar bien". Sus audaces afirmaciones y raras opiniones incitaron el antagonismo de diversos artistas, pero tuvieron que admitir que las creaciones de Blake poseían una belleza de color y simbólica visión, que excedía la mediocridad. Tatham, amigo de sus últimos días y biógrafo, dijo: "Al igual que sus pensamientos, sus pinturas parecen estar inspiradas en las hadas, y sus colores parecen como si florecieran derramados de las brillantes alas del espíritu del prisma." A los veinticuatro, Blake se enamoró de una joven mujer que, sin embargo, no le correspondió. Enfermo, se dirigió al país para recuperar su salud quedándose con una familia de nombre Boutcher. Conoció a la hija Catherine, cuya simpatía y cuidado le atrajeron. Un año más tarde se casaron y una devota unión de ideal belleza existió entre los dos hasta la transición de Blake, que ocurrió cuatro años antes del fallecimiento de su esposa. Blake afirmó a sus amigos -entre los cuales se encontraban algunos de los más famosos hombres de su tiempo- que él tenía el poder de traer su imaginación ante el ojo de su mente con tanta claridad que no podía equivocarse en diseñarla. También decía que a menudo le acompañaban espíritus que le enseñaban y le aconsejaban. Su pintura de "La visión de la Escalera de Jacob" revela a la mayoría de los místicos a lo que se refería Blake. Asimismo, declaró que tenía la facultad de apelar a los personajes de la antigüedad, para hablar con ellos de sus métodos de pintura. Sus propias creaciones comparadas, curiosamente, con las del Cinquecento italiano. Tenía las obras de Rafael y Miguel Ángel en profunda veneración. Como adepto rosacruz, Blake se reveló a sí las Divinas Maravillas del Universo y los secretos de la Naturaleza. Alguna vez, un posible patrón declaro que sus diseños eran demasiado irreales. Blake respondió: "El árbol que mueve a algunos hasta las lágrimas de alegría es a los ojos de los demás sólo una cosa verde que se interpone en el camino. Algunos ven en la Naturaleza solo ridiculez y deformidad, y no voy a regularme por eso; algunos escasos verán la Naturaleza toda. Pero a los ojos del hombre de imaginación, la naturaleza es la imaginación misma. Como un hombre es, eso es lo que ve. Para mí este mundo es una continua visión de la fantasía, o imaginación, y me siento halagado cuando me lo dicen". “¿Por qué,” dijo después, "es la Biblia más instructiva y entretenida que cualquier otro libro? ¿No es porque se ha dirigido a la imaginación, que es una sensación espiritual, pero inmediata para el entendimiento o la razón? Consideremos lo que dijo Lord Bacon: “El sentido manda sobre la imaginación antes que la razón ha juzgado, y la razón manda sobre la imaginación antes que el decreto puede ser actuado. Estoy contento de encontrar una gran mayoría de compañeros mortales que pueden aclarar mis visiones, y particularmente han sido aclaradas por niños que han tenido un mayor deleite al contemplar mis imágenes de lo que incluso yo esperaba”. Blake tenía un horror en la vida -el temor a la riqueza, que acostumbraba declarar, destruía el arte creativo. Él no fue un hombre rico, ni fue, por otra parte, pobre. Aquellos que fueron más cercanos a él aseguraban que siempre pareció haber tenido lo suficiente para vivir y hacer de él y su esposa felices y contentos. Ellos fueron conocidos por ser benefactores, nunca fracasaron en ser bondadosos, y siempre tuvieron una libra para compartir a cualquier persona en gran necesidad de ella. Blake vivió como muchos otros místicos rosacruces que vivieron antes y después -con total indiferencia a todas las riquezas mundanas. Naturalmente, nunca fue entendido. De hecho, muchos lo consideran como loco. Una persona movida sólo por curiosidad tendría una desconcertante respuesta a cualquier pregunta que le hiciera, lo que confirmaría su sospecha de que Blake estaba loco. Pero para un alma ansiosa de conocimiento e iluminación, Blake se demostró a si mismo ser un pozo de profunda sabiduría. Cuando murió su hermano menor, Blake declaró que se le apareció una noche y le revelo un método que él pudo inventar y poner en práctica, que más tarde él llamó “Impresión Iluminada”. “No me da vergüenza, miedo, o aversión a decir”, escribió a un amigo, “lo que debería ser dicho, que estoy bajo la dirección de los mensajeros del cielo, día y noche”. Todos los que aspiramos debemos ir, por lo menos una vez, a través de un período de desesperación. Las imágenes místicas y la poesía de Blake conocieron la ridiculización de los críticos y aquellos celosos de sus proezas. Este rechazo de su esfuerzo artístico parecía ser su hora oscura. Su mundo parecía derrumbarse sobre él. Dejo Londres y puso su talento a disposición de un amigo más bien exigente, que tenía su ojo puesto más en el beneficio económico que en la promoción artística. En contra de su disposición, Blake realizo miniaturas. Él deserto del arte “imaginativo” -que siempre es el más alto –por arte “imitativo”, que, aunque posiblemente más lucrativo, no lleva consigo la satisfacción, ni valor. “Le digo a usted esto”, escribió a uno de sus más íntimos amigos, “a sabiendas de que no hará mal uso de esto. Pero es un hecho muy cierto que, si sólo hubiera dependido de las cosas mortales, mi esposa y yo nos hubiéramos perdido. Voy a dejar a todos en este país asombrados de mi paciencia y tolerancia a las heridas sobre heridas; y le aseguro que, si pudiera haber regresado a Londres, un mes después de mi llegada aquí, lo hubiera hecho. Pero fui dirigido por mis amigos espirituales sobrellevando todo, estando en silencio y pasar por todo, sin murmurar”. Parecía, de la inferencia de Blake que él estaba pasando por una gran prueba. Estudiantes Rosacruces de los grados superiores, -especialmente el noveno grado- entenderán esta “noche oscura del alma” a través de la que han pasando y de la que han emergido, brillando con una luz interior que flamea más brillante después de la inactividad temporal. El Regresó a Londres y renovó su antigua vida y trabajo. Blake conocía las maravillas dentro del hombre. Él trató de ilustrar a sus semejantes mediante la revelación de los poderes que pueden alcanzar dentro de sí mismos, si utilizaran simples y diversas, leyes naturales. "¡Oh, Qué maravillosos son los hijos de los hombres!" escribió. "Pudieran por Dios, que ellos considerar; considerando su vida espiritual, a pesar de la tenue sombra llamada vida natural, que promovieran cada uno los trabajos espirituales de los otros, cada uno según su rango." "Si las puertas de la percepción fueran limpiadas todo aparecería al hombre tal como es, infinito... El hombre se ha encerrado a sí mismo hasta ver todas las cosas a través de estrechas grietas desde su caverna." Imaginación fue la palabra usada por Blake cuando se refería a la Verdadera Vida Espiritual. "No conozco ningún otro cristianismo, y ningún otro evangelio que la libertad tanto de cuerpo y mente para ejercer el arte divino de la imaginación: Imaginación, el real y eterno Mundo del cual este Universo Vegetal no es más que una sombra tenue, y en el que debemos vivir en nuestro Eterno o Imaginativo Cuerpo, cuando estos cuerpos mortales vegetales, no existan más". Si sus imágenes místicas parecían extrañas a la persona promedio, ellas llamaron a todos aquellos que buscaban la luz, y se consideraron en alta estima por parte de algunos de los más grandes artistas. Romney y Fuseli ambos fueron ardientes admiradores de la pintura de Blake, como Coleridge y Wordsworth fueron admiradores de su poesía. Blake leyó libros en sus lenguajes originales, que aprendió por sí mismo. Cuando pasaba de los sesenta leyó a Dante, aunque hasta entonces no sabía italiano. Poco antes de su transición, estando en cama, realizo su más distinguida pintura "El Anciano de Días logrando el primer círculo de la Tierra". Sugestionado por las líneas del Libro VII de la obra "Paraíso Perdido", comenzó con "Él tomó en la mano el compás de oro..." Blake hablaba con calma al acercarse su transición, y nunca estuvo más alegre y feliz que en el momento en que tuvo lugar. Cantaba de una manera tan bellamente extraña que aquellos que lo oyeron fueron hechizados por su mística expresión. "Su estallido de alegría causo en la habitación un nuevo sonar de campanas", refiere Tatham. "Las paredes sonaron y resonaron con la beatífica sinfonía. Era el preludio de los himnos de los santos. Fue una obertura para el coro del cielo. Fue un canto a la respuesta de los ángeles... Luego su espíritu partió, como el audible suspiro de una suave brisa". Otro amigo suyo escribió: "Fue más como un antiguo patrón de virtud que yo nunca espere ver en este mundo, nada temió tanto como ser rico, no fuese que él perdiera su riqueza espiritual. Él fue al mismo tiempo, el más sublime en sus expresiones, con la sencillez y la dulzura de un niño." La Verdad predominante de William Blake expuesta a través de sus sesenta y nueve años de vida, pueden resumirse en algunas de sus propias líneas: "La Naturaleza no tiene esquema, pero la imaginación tiene. La Naturaleza no tiene sintonía, pero la imaginación tiene. La naturaleza no es Sobrenatural y se disuelve; la Imaginación es la eternidad." * (Cualquier estudiante Rosacruz que desee obtener una visión más profunda de la importancia mística de la vida de Blake y las obras podrán hacerlo mediante la lectura de los dos libros siguientes: [título desaparecido] editado por AGB Russell, Charles Scribner's Sons, Nueva York. Y las obras poéticas de William Blake, editado por John Sampson, Oxford University Press.) Traducción: P.C.D.G. F.R.C.