MISCELÁNEA REVISTA EntreVerAndo 32 El traje Sajid Lonngi L as luces de las cámaras hacen eco en las pupilas de los espectadores, la música estruendosa inunda sus sentidos y el ritmo de colores de los vestidos en tonos frescos hace que parezcan hipnotizados ante el paso de una joven de apenas 17 años que se mueve rítmicamente mientras posa en la pasarela de la semana de la moda en Río. Una comentarista sonríe a la cámara mientras la hermosa figura de la joven desaparece tras bambalinas. Está siendo vista por millones de personas en todo el mundo, no solo por la importancia del evento en el mundo de la moda sino por el asombroso regreso a las pasarelas de Alexandra Falcao; la modelo que venció a la muerte y al fuego. —Y ahí está para todos ustedes, despampanante, brillante y exuberante ¡Alexa Falcao! Que a tan sólo un año de su accidente ha regresado para mostrar la colección del fabuloso Marco Luca. La gente está sumida en el estupor del evento, desfilan lindas mujeres con cuerpos perfectos, envidiables; saludables como se dice en esos ambientes. Pues las modelos Anoréxicas de los años 90`s son cosa ya pasada. Ahora los cuerpos se moldean con ejercicio y cirugías con nano reconstituyentes. Los concursos de belleza y modelaje están abarrotados de mujeres que con un poco de dinero han moldeado su figura perfecta con el costo de consumir biocentrums, una sustancia que alimenta a los robots en su cuerpo. Tal es el caso de Penélope Nobrega una modelo de 25 años que sometió su cuerpo a toda clase de abusos nanotecnológicos con tal de mantenerse vigente en el gusto de los diseñadores y de las altas casas de costura; y así lo había logrado. Por casi diez años había sido la top model en los festivales más importantes, los contratos para posar, desfilar e inclusive desnudarse en las revistas o en el cine le había dejado una cuantiosa fortuna y una fama de avariciosa que la perseguía hasta ese momento. No le había importado que los modelamientos la dejaran estéril, o que le tuvieran que extirpar un seno por una mala praxis. Había conseguido una prótesis natural Universidad Veracruzana Intercultural donada por una joven en miseria que prefirió vender su busto antes de dejar morir a sus dos hijos de hambre. A Penélope no le importaba en lo más mínimo de donde venían sus piezas de reemplazo, ella pagaba y tras una leve cirugía cada desfile aparecía con un busto nuevo, otros color de ojos o un nuevo trasero. Todo iba excelente, de maravilla, las críticas le eran insulsas mientras ganara dinero… hasta que Alexa apareció. El retorno de los cuerpos sin modificaciones tecnológicas, que eran producto de la genética humana sin modificación alguna retumbó en el mundo de la moda. La muerte de 2 mil adolescentes japonesas en Kioto hace tres años en una cirugía masiva para parecerse a esas modelos cambiantes fue la gota que derramó el vaso. La joven modelo fue como un balde de agua fresca al entorno, su cabello dorado, sus ojos verdes y su sonrisa perfecta enmarcaban una silueta voluptuosa pero bien definida, su ombligo parecía el centro del mundo y sus piernas eran dos perfectas torres que sostenían un breve pero firme trasero que era la envidia y la codicia de hombres y mujeres por igual. Alexa había salido de una tribu de la extinta selva amazónica y se había ido a vivir a Río a una antigua Fabela ahora llamada Castillos. Fue descubierta en la playa de Ipanema, usaba un vestido ligero y Karl Kofty el famoso fotógrafo reconoció su belleza en cuanto la vio. Vendía veladoras para alumbrar los pequeños campamentos de los refugiados argentinos que huían del régimen paramilitar instalado recientemente. Octubre 2009 —Es Dios, en mi corazón…mi alma. La gente no entendía cómo alguien que había pasado privaciones y guerra en su vida pudiera donar la mitad de sus ganancias a cientos de obras de beneficencia. De hecho, ella vivía en un modesto departamento cerca del antiguo parque Chico Méndez. Pues decía que le recordaba sus orígenes en la amazonia. Fue justo ahí donde sucedió el siniestro que le diera un giro inesperado a su vida. Penélope Nobréga se mordía los labios hasta sangrarse para aguantarse las ganas de gritarle a Alexa después de la presentación. Cuando se enteró del regreso no podía creerlo, aún recordaba la madrugada del sábado 21 de enero en la que el departamento de Alexa parecía una pira encendida para la quema de brujas en Salem, cómo las llamas y el humo arrasaban todo a su paso, y cómo podían ver a miles de metros de distancia. Sus manos temblaban de excitación cuando forzó la entrada del departamento de Alexa. Un pequeño gato clonado le hizo una fiesta al llegar pues sus visitas eran frecuentes. Ella lo acarició, se quitó sus sandalias y caminó lentamente hacia la habitación de la joven modelo. Recostada con tan sólo una sábana, respiraba plácidamente y la luz de la luna se colaba iluminando el escenario. Penélope vació el contenido de un quitaesmalte en la alfombra del cuarto y parte de la cama, luego lentamente prendió fuego y encendió un incienso de los que tenía la chica para aromatizar su casa. El color rojo de la punta que se quemaba era un avatar silencioso del infierno que estaba a punto de soltarse. La mujer sonrió levemente y aspiró el aroma del sándalo que se desprendía lentamente. Su mente se llenaba de recuerdos del rechazo recibido al aparecer esa joven. Tiró torpemente la varita sobre las colchas de la cama, la acetona hizo efecto como acelerante y en menos de tres segundos la cama ardía con Alexandra dentro. 33 MISCELÁNEA Los científicos y doctores biotecnológicos no dudaron en ningún momento en aprovechar este evento y vendían la posibilidad de transformarse en Alexandra Falcao. Los efectos fueron devastadores, Cuando le preguntaban a Alexa sobre su secreto de ser tan bella ella sólo respondía: REVISTA EntreVerAndo Su portugués era fluido pero no sabía hablar en inglés, sin embargo, él le tomó una foto y le pidió sus datos. La imagen recorrió el mundo en cuestión de días, las personas no podían creer que esa belleza fuera natural y mucho menos que procediera de un estrato social tan bajo. La agencia de modelos Kia en Brazil la contactó rápidamente y en solo un año ganó millones en contratos, pasarelas y comerciales. las morfologías de las mujeres que se sometieron al tratamiento rechazaban a los nanobots; pretendrían parecerse pero nunca igualarían su belleza. Inclusive lo intentaron con las técnicas antiguas de cirugía invasiva pero solo resultaban malas imitaciones que por burdas eran rechazadas. MISCELÁNEA REVISTA EntreVerAndo 34 Al sentir el fuego su cuerpo saltó inmediatamente pero su mente no comprendía lo que pasaba, su cuerpo desnudo era consumido por la sábana que se pegaba a su piel y convertía la otrora suavidad en llagas y pedazos que se desprendían. Penélope miraba maravillada. Y aspiraba maliciosamente el aroma a carne quemada. Alexa se movía frenéticamente tirando y prendiendo las cosas a su paso, quiso tirarse y rodar para apagar las llamas, pero el combustible que había sido vertido en la alfombra solo empeoró el fuego. Fue cuando empezó a gritar, pero su voz ya no era esa dulce voz que salía por los diferentes medios; ahora era un intento ronco que pedía auxilio. Como pudo giró sobre su eje y se dirigió hacia fuera, hacia el baño donde estaba segura que la tina se había quedado con el agua de su reciente baño y que no había desaguado para utilizarla en la mañana para el pozo de reciclaje como acostumbraba. Pero sorpresivamente la puerta se cerró. Se podían escuchar las uñas de la mujer en llamas que rascaba la puerta en un intento desesperado. Los investigadores determinaron más tarde que posiblemente el aire caliente en la habitación había provocado esto mientras removían las uñas calcinadas de la modelo. El dolor era insoportable, como miles de agujas que se clavan al mismo tiempo, sus pulmones no recibían oxígeno y estaba a punto de desmayarse cuando con el único ojo que no se había quemado pudo ver la luz de la Luna. Ella sólo relata que sus pensamientos eran los de alejarse del fuego, seguir a la luna y morir. calle abajo. Se subió y nerviosamente puso su mano sobre el tablero, su voz cortada dio la dirección de destino, la pequeña capsula voló hacia el cielo para perderse con el humo y las estrellas entre la confusión. Pero ahí estaba Alexa otra vez regresando de la tumba desde el año en que se autoexilió en la clínica de recuperación para quemados. Todo el mundo suponía que la habían sanado con piel sintética. Sin embargo, se había sometido a una prueba en el programa “En Vivo con Viviana” y los resultados mostraban piel natural. Nadie podía creerlo y cuando la cuestionaron la modelo sólo sonreía y decía: —Las plantas curativas nos pueden dar más de lo que creemos… eso y la fe. La verdad es que causó tal conmoción que nadie la siguió inquiriendo en eso, lo importante era verla de nuevo por las pasarelas mostrando las telas recicladas con diseños bioadaptables. Penélope se dirigió tras bambalinas y escuchaba los aplausos y alaridos que vitoreaban la presentación de la joven modelo que no pudo matar. Se mordía nuevamente los labios hasta que la sangre se los tornaba pintados. De todas formas nadie la volteaba a ver. Se escabulló en el camerino de Alexandra y se escondió en uno de los closets improvisados (no pudo pasar por alto el tamaño del espacio casi el triple del que le habían dado a ella). El cuerpo de la modelo cayó de un segundo piso sobre un transeúnte que a deshoras de la noche violaba el toque de queda, el impacto amortiguó su caída y el sorprendido hombre después de recuperarse apagó las llamas del cuerpo quemado con su abrigo. Una cosa era segura la ahora reina de la popularidad ya no permitía que nadie la acompañara a su camerino como antes, permanecía en él un rato y luego salía con un traje de polímeros que la cubría de pies a cabeza. Ella decía que su piel estaba todavía sensible al clima artificial con el que estaban controladas todas las ciudades. Todo pasó tan rápidamente que Penélope reaccionó hasta que el humo la hizo toser, salió rápidamente del apartamento cuando la alarma de incendios sonaba para desalojar a las personas, los aspersores funcionaron demasiado tarde. Las autoridades se lo atribuyeron a la falta de mantenimiento del edificio algo común en ese barrio. De reojo vio cómo el hombre le apagaba las últimas llamas al cuerpo calcinado y con asco y nerviosa emprendió la huida hacia su Cap estacionada unos metros Desde el interior del closet pudo ver por una rendija a Alexa que se despedía amablemente de las personas que la habían acompañado, en sus manos llevaba un ramo de flores que colocó gentilmente en una silla. Dejó caer el vestido descuidadamente sobre el piso y su cuerpo desnudo se reflejó en el espejo. Se veía más que perfecto, la firmeza de su piel y las curvas de sus hombros y sus caderas enmarcaban todo el resto de su cuerpo, parecía más bello que antes del accidente. Sin imperfecciones, Universidad Veracruzana Intercultural sin manchas ni lunares o cicatrices que atestiguaran el siniestro. Penélope apretó una navaja arpía que guardaba en su bolso, esta vez se aseguraría que ni un suspiro saliera de su pecho, así tuviera que cortarle la cabeza lo haría. Justo cuando tomó la puerta para abrirla y saltar sobre ella vio que empezaba a hablar con alguien. Pensando que otra persona hubiera entrado o que estuviera con ella se detuvo a escuchar. La voz de Alexa sonaba dulce, inclusive condescendiente. —Si, sé que no te gustan las luces ni tanto ruido. ¿pero que se le va a hacer?, así nos ganamos la vida y podemos ayudar a la gente. —Tienes razón hay muchos oportunistas, pero recuerda que somos las estrellas y todo lo que pedimos nos los dan. Cuando la modelo le dio la espalda para ir a la ducha Penélope dio el primer paso, pero no siguió avanzando ante la sorpresa de ver como de entre su pelo y a lo largo de toda su espalda se veía algo como una línea. Después se tornó más densa y se empezó a abrir poco a poco como si fuera una planta que florece, dejando ver debajo de ella una piel con miles de cicatrices producto del fuego. Se abalanzó frenéticamente a la espalda de Alexa que no escuchaba ni veía pues sus tímpanos se habían quemado y sus retinas derretido, caminaba en la completa obscuridad y silencio hacia la ducha cuando sintió un golpe frío en la base de la columna. Primero sintió frío y después calor, sus piernas se doblaron y calló pesadamente en el mosaico de la entrada del baño. La sangre empezó a surgir y mojó los pies de Penélope, que se subió al cuerpo sin piel y empezó a acuchillarlo repetidamente en el abdomen y el pecho. La respiración desaparecía lentamente mientras la sangre que se iba a los pulmones formaba burbujas carmesí. Penélope se levantó jadeando del piso, el esfuerzo y la adrenalina la hacían respirar con dificultad. Sentía sus piernas pesadas y sus brazos parecían no tener fuerza. Se alejó de su víctima y la vio retorcerse del dolor hasta quedarse quieta agonizando. Sonrió triunfalmente y le escupió, se sintió libre y perfecta por primera vez en mucho tiempo. Ese pensamiento se fue trasformando en una idea. ¿ Y si pudiera alcanzar más perfección?. ¡Podría lograrlo con el traje! Podría tener un cuerpo perfecto nuevamente, ser amada y contratada, ser la única. Sin pensarlo más tomó el traje y este se revolvía como afectado, sintió un poco de miedo, pero la posibilidad de la belleza absoluta era más poderosa. Se desnudó rápidamente y empezó a ponerse el traje. En el piso Alexa trataba de hablar pero su voz era una ronca sinfonía, sólo se entendían algunas palabras: —No…Alma… Penélope estaba emocionada y no hizo caso alguno a la moribunda rival. Tomó el traje y se 35 MISCELÁNEA Octubre 2009 —¡Así que la hija de puta se hizo un traje! REVISTA EntreVerAndo A través del espacio que dejaban las dos puertas buscaba por todo el camerino y no veía a nadie, sin embargo la joven modelo estaba prendiendo uno de sus acostumbrados inciensos y se quitaba el maquillaje. Seguía hablando con lo que parecía un diálogo ameno. No había nadie más o al menos eso parecía, hasta que la mujer dentro del closet cerró los ojos y escuchó un leve ruido como de campanitas que provenían desde donde estaba la modelo. Por un momento pensó que estaba hablando con alguien por Vía y el pánico se apoderó de ella pues seguro la escucharían morir, pero recordó que una de las cosas raras que traía Alexa con su regreso es el uso mínimo de la tecnología y que en una entrevista dijo que no usaría nunca un Vía u otro medio para comunicarse que sólo lo haría en persona. Así que puso más atención y notó que el sonido interactuaba con la modelo y subía y bajaba de tono como si fuera un lenguaje. Cuando se repuso de la sorpresa cobró valor y apretó la navaja en sus manos; esta vez se aseguraría. El traje se abrió y Alexa se lo quitó suavemente, su cuerpo se parecía al de un cadáver sin piel, se podían ver los músculos y las articulaciones. El cuero cabelludo tenía pequeños mechones de pelo y no tenía cejas ni nariz. Ante la visión que se le presentaba de su enemiga Penélope se congeló por unos segundos, y vio como “el traje” empezaba a devorar las flores de la silla donde había sido puesto. Un sentimiento de asco la inundó, pero era más poderoso su odio y masculló entre dientes: MISCELÁNEA REVISTA EntreVerAndo 36 lo ajustó, sintió cómo se iba cerrando y cómo sus sentidos se aumentaban, su vista y sus oídos mejoraban, su busto se tornaba redondo y firme, el abdomen plano y fuerte; sus glúteos redondos y sedosos. Empezó a sonreír mientras observaba su transformación frente al espejo. Sus pezones, sus muslos, la espalda y sus labios: eran perfectos tan sensuales y sin errores. La voz de Alexa la sacó de su admiración y pensó que debía deshacerse de las huellas que la incriminaran y huir de ahí sin despertar sospechas. Después de todo nadie podría reconocer el cuerpo que estaba en el piso, tal vez hasta culparía a la modelo de la muerte de una desconocida y su reputación de joven y bella se iría a la basura junto con su misteriosa desaparición. Sin embargo empezó a escuchar más claramente por traer el traje puesto. sangre se tornaba espesa. El dolor era inimaginable, sus ojos se salían de las orbitas y sus músculos se contraían en espasmos violentos que la hicieron caer. El cuerpo de Penélope se veía cada vez más pequeño pues el traje estaba licuando sus órganos y los integraba a él, alimentándose. El proceso siguió por unos segundos hasta que sólo quedó una bolsa de piel suave y cabello brillante. Se arrastraba hacia el cuerpo casi inerte de Alexandra que estaba apunto de caer en shock. El traje se integró poco a poco en el cuerpo de la chica, se abría y cerraba hasta vestirla mientras absorbía la sangre derramada en el piso. Para Alexandra Falcao todo parecía sólo un sueño, se levantó del suelo frío y se frotó los ojos, movió su cuerpo como si se hubiera despertado de un largo sueño. Se acarició un brazo y dijo tiernamente. —No toquen el traje, se alimenta de tu alma. —Gracias por salvarme nuevamente, te estaré por siempre agradecida. La advertencia llegó demasiado tarde, cuando volteó al espejo se dio cuenta que donde había estado unos segundo atrás una piel perfecta ahora se mostraban arrugas y manchas, cicatrices y verrugas. Los senos se veían disparejos y caídos, el vientre abultado y con pliegues que se extendían por las caderas, los muslos y la espalda. Un grito ronco salió de su garganta, empezó a notar cómo el aire le faltaba, sus pulmones se colapsaban y la Una voz como de campanas sonó en la habitación mientras ella se vestía con el traje especial con el que salía a la calle. Reconoció las ropas de su antigua amiga, y por fin entendió por qué se había alejado de ella cuando ocurrió el accidente y no la había buscado a su regreso. Se sintió triste y desilusionada, una lágrima recorrió su mejilla y su piel tembló. Esta vez sólo escuchó la voz de campanas en su mente. Universidad Veracruzana Intercultural