Viernes 10 de diciembre de 2004 Fuente: El País Bruselas veta la

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Viernes 10 de diciembre de 2004
Fuente: El País
Bruselas veta la reordenación energética de Portugal para competir en la Península
El presidente de la Comisión apoyaba que EDP Y ENI compraran Gas de Portugal
La primera decisión de calado en el terreno de la Competencia adoptada por la nueva Comisión
Europea que preside el portugués José Manuel Durão Barroso ha sido para vetar la gran fusión en
el sector de la energía que el actual presidente europeo apoyó cuando era primer ministro de
Portugal para crear un mercado ibérico de la energía. Bruselas ha prohibido que Energias de
Portugal (EDP) y la compañía italiana ENI adquieran Gas de Portugal. La operación habría
impedido la liberalización efectiva en el sector y originado un aumento de los precios. Las dos
compañías compradoras, EDP y ENI, se encuentran en plena fase de expansión en Europa y
ahora intentaban controlar el mercado portugués de gas y electricidad con el objetivo de situarse
con fuerza en un hipotético mercado ibérico de la energía. EDP es el operador tradicional en
Portugal del sector eléctrico y domina la producción, distribución y suministro. Además, participa en
los mercados de gas y electricidad en España a través de sus filiales Naturcop e Hidrocantábrico.
La italiana ENI, por su parte, participa en todos los sectores energéticos, y entre sus objetivos
figura en lugar destacado el mercado de gas en la península Ibérica. En Portugal ya posee el 49%
de EDP Gas, y en España, el 50% de Unión Fenosa Gas. Por eso, el veto anunciado ayer en
Bruselas dará pie a nuevas estrategias entre todas las empresas implicadas.
Posición dominante
Para el Ejecutivo comunitario, la operación ahora prohibida hubiera situado a EDP en una
"posición dominante" en el mercado eléctrico portugués porque habría anulado la posible
competencia de GDP tanto en electricidad como en gas. Además, habría conllevado importantes
trabas para el acceso de otros competidores en el futuro porque, al adquirir Gas de Portugal, EDP
hubiera tenido bajo su control una de las principales materias primas para producir electricidad.
Legalmente, el sector eléctrico está totalmente liberalizado, abierto a la competencia, y lo mismo se
está haciendo en forma progresiva en el mercado del gas porque así lo impone la legislación
comunitaria. Si Bruselas no hubiera vetado la operación, esa liberalización teórica no existiría en la
práctica. Por eso, la Comisión exigió una serie de condiciones restrictivas para poder hacer la
compra proyectada, pero GDP y ENI no las aceptaron.
Con ese veto de Bruselas se estrenó ayer la polémica comisaria de Competencia, la holandesa
Neelie Kroes, quien se enfrenta a potenciales conflictos de intereses por haber pertenecido a
decenas de consejos de administración de multinacionales. Por eso, y antes de anunciar la
decisión, admitió que algunos tenían "dudas" sobre su "imparcialidad" y que incluso pensaban que
se comportaría en el puesto como "una gatita". Las decisiones tomadas hoy, señaló, "evidencian lo
contrario". "Hay que impedir esta especie de clubes para que no se vaya por la ventana lo que
entra por la puerta", comentó Kroes con respecto a la liberalización del sector. "Ha sido un caso
claro de monopolio, indefinido en el tiempo". Para la comisaria, la venta proyectada hubiera sido
"negativa" para los consumidores y para los competidores. "Era una mala propuesta para el
mercado portugués". Kroes consideró "muy poco probable" que la operación hubiera aportado algo
bueno a un hipotético mercado energético ibérico. Precisó, no obstante, que Bruselas analizará
"caso por caso" probables iniciativas de ese tipo en España o Francia y que del veto de ayer no
deben sacarse conclusiones claras para el futuro. "Dependerá del mercado y del nivel de
competencia en el sector". En este caso, ha sido el propio presidente de la Comisión el que se ha
visto obligado a estar al margen de los debates habidos al respecto porque apoyó la operación
mercantil como primer ministro para reforzar las posiciones de las empresas portuguesas de
energía en el escenario europeo.
Multa a Basf
La Comisión también acordó ayer imponer una multa de 66,3 millones de euros a Azko Nobel,
Basf y UCB por pactar precios en la venta de vitamina B4, usada como aditivo en los piensos para
pollos y cerdos. Se trata, comentó la comisaria, de "empresas que se reparten el botín". Fue uno
más de los comentarios de tono duro que Kroes empleó en su primera rueda de prensa para
intentar alejar las dudas sobre su comportamiento. Se comparó a un árbitro de fútbol que tocará el
silbato siempre que haga falta porque tendrá "tolerancia cero".
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