El impacto de la Segunda Guerra Mundial

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LA CARTOGRAFÍA
MEXICANA DEL PORFIRIATO
A LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Introducción
46
El Porfiriato y el principio del siglo xx
La Comisión Geográfico-Exploradora y otras instituciones
Problemas limítrofes y modificaciones territoriales
La problemática del territorio insular
Catastro, infraestructura y explotación de recursos naturales
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47
50
52
53
La lucha armada y la reconstrucción nacional
El primer reparto agrario de la Revolución
La Dirección de Estudios Geográficos y Climatológicos
El artículo 27 de la Constitución Política de 1917
El Cardenismo y el mapa catastral
55
56
59
60
61
El impacto de la Segunda Guerra Mundial
Avances cartográficos mundiales
México en la Segunda Guerra Mundial y las repercusiones cartográficas
63
64
69
LA DIVERSIFICACIÓN DE LA INFORMACIÓN GEOGRÁFICA
76
LA REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA EN LA PRODUCCIÓN
DE INFORMACIÓN GEOGRÁFICA
104
LA ACTIVIDAD GEOGRÁFICA Y CARTOGRÁFICA
HACIA EL NUEVO MILENIO
136
BIBLIOGRAFÍA
156
GLOSARIO
160
CRONOLOGÍA
166
INEGI. Información geográfica, hacia el tercer milenio
ÍNDICE
LA CARTOGRAFÍA Y EL TERRITORIO NACIONAL.
UNA BREVE RETROSPECTIVA
INEGI. Información geográfica, hacia el tercer milenio
Índice
El impacto de La Segunda Guerra
Mundial
Cuando el general Manuel Ávila Camacho toma
posesión como presidente constitucional de los
Estados Unidos Mexicanos, el 1 de diciembre de
1940, la mayor parte de Europa arde ya en el
conflicto. Con la invasión de Polonia por parte del
ejército alemán el 1 de septiembre de 1939, se inicia
la mayor conflagración bélica de la historia del
mundo, la Segunda Guerra Mundial, que dura hasta
1945. Este conflicto fue parteaguas en la historia
universal. De ahí se sucedieron cambios y avances
rápidos en todos los órdenes del saber humano.
En general, el desarrollo de la tecnología
influye y es a su vez influido por las guerras del
siglo XX.
Durante la Primera Guerra Mundial,
ocurre el primer uso general de la artillería de
largo alcance, la ametralladora, los gases tóxicos,
el submarino, los vehículos blindados de guerra o
tanques, el avión, y la radio. Por otra parte, la
Segunda Guerra Mundial introduce los
portaviones, el radar, el sonar, los proyectiles
balísticos y los descubrimientos de física
nuclear que permiten la construcción de la
bomba atómica.
Mapa “Ciudad de México” , elaborado a principios de la Segunda
Guerra Mundial por la Sociedad Geográfica de América, Nueva
York.
INEGI. Información geográfica, hacia el tercer milenio
63
Índice
64
Avances cartográficos mundiales
INEGI. Información geográfica, hacia el tercer milenio
Mapa del Teatro de la Segunda Guerra Mundial en Europa, África y
Asia Occidental.
Debido al avance tecnológico en el mundo, es
importante señalar algunos logros, tales como la
utilización, desde la década de los años 30, de la
fotografía aérea en la elaboración de mapas
topográficos, para apreciar el crecimiento de los
centros urbanos, la planeación de
actividades agrícolas y para construir vías
de comunicación. Inclusive, desde entonces, en
los círculos militares se planea su utilización con
fines bélicos.
En 1935, aparece la película fotográfica a
color, con la que se generan transparencias positivas o
diapositivas, pero no es aún de uso popular, ya que
Índice
65
Las condiciones bélicas fomentan también el
perfeccionamiento de cámaras fotográficas, lentes y
filtros. Por ejemplo, se descubre la película de falso
color para detectar el camuflaje; este recurso
permite distinguir fácilmente la vegetación viva de la
muerta, así como reconocer los materiales de
camuflaje artificial, por lo que se utiliza como insumo
importante en la elaboración de cartas temáticas sobre
los recursos naturales.
Otro avance significativo en la toma de
fotografías aéreas y de reconocimiento para elaborar
mapas es el sistema Trimetrogón, desarrollado por los
Estados Unidos de América. Consiste en un ensamblaje
de tres cámaras provistas de lentes gran angulares
que permiten fotografiar la superficie recorrida,
siguiendo la línea de vuelo a una elevación dada, lo
que da lugar a la toma simultánea de tres fotografías,
dos laterales oblicuas y una vertical, que permiten
cubrir grandes franjas terrestres. Este sistema es
utilizado en vastas zonas del mundo para elaborar
mapas durante el conflicto bélico. E1 resultado del
trabajo es la Carta Aeronáutica Mundial elaborada
por los Estados Unidos de América.
La fotografía aérea, comparada con los
métodos de levantamientos directos de campo,
presenta más información en menos tiempo y a menor
costo. Además, proporciona numerosos e importantes
detalles de zonas inaccesibles desde tierra. La guerra
provoca un incremento notable en la producción de
fotografías aéreas, y promueve la utilización de los
métodos fotogramétricos para elaborar rápidamente
diversos tipos de mapas.
Los países beligerantes comienzan a emplear
la cartografía derivada de las fotografías aéreas. Por
ejemplo, Alemania las utiliza para planear los ataques
y coordinar la movilización masiva de tropas.
En consecuencia, los Aliados, principalmente
Inglaterra y posteriormente los Estados Unidos,
reorganizan sus programas cartográficos, a fin de
contar con información oportuna y precisa en los
frentes de batalla. Inglaterra, por ejemplo, centraliza
la información en la Dirección del Servicio Geográfico
Militar, la cual elabora e imprime mapas de Asia
Meridional, Cercano Oriente, Europa y África del Norte.
Los Estados Unidos de América organizan el
Servicio de Mapas del Ejército (Army Map Service,
AMS) en 1942, el cual produce mapas del mundo
entero en escala reducida, actualiza el mapa a la
escala de 1:1,000,000, termina el mapa del Pacífico
Occidental en la escala de 1:500,000, así como los de
Corea, China y Japón en la escala de 1:250,000;
también elabora mapas de campos de batalla
europeos y de África del Norte.
Durante la guerra se propaga el uso de la
cuadrícula o reticulado militar en cartas y mapas.
Como cada país utiliza una proyección distinta
que impide dibujar la cuadrícula de una manera
uniforme, se llega finalmente a la adopción de un
sistema aplicable en todo el mundo, para lo cual se
generaliza el uso de la Cuadrícula Universal Transversa
de Mercator (UTM), basada en la proyección del
mismo nombre.
Como parte de las actividades bélicas se
preparan diversos tipos de cartas y mapas, tales
como cartas aeronáuticas, mapas de objetivos, del
relieve y en relieve, fotoplanos, cartas para la
detección de barcos en los puertos, planos de
población, mapas por radar, de aterrizaje y de
carreteras, cartas marinas, mapas de salvamento y
publicaciones especiales.
Las cartas aeronáuticas se elaboran en
diversas escalas: 1:250,000, 1:500,000, 1:1,000,000,
e incluso la de 1:3,000,000. En éstas aparecen las
altitudes representadas con tintas hipsométricas,
donde la información puramente aeronáutica se
encuentra enfatizada en color púrpura sobre los
rasgos del mapa, que utiliza una Proyección Cónica
Conforme de Lambert.
Los mapas de objetivos surgen también
durante la guerra. Las escalas más frecuentes son la
de 1:75,000, primero, y después las de 1:80,000 y
1:36,000, estas últimas utilizadas en forma conjunta
para presentar información a mayor detalle en zonas
previamente seleccionadas. El mapa se limita a una
sola ciudad, aeropuerto, fábrica, puente u otro
objetivo estratégico marcado con círculos
concéntricos de hasta 5 kilómetros de distancia. Tiene,
además, vistas perspectivas del blanco para su rápida
identificación y muestra los cuerpos de agua,
carreteras, vías férreas y accidentes topográficos que
pueden ser fácilmente detectables.
Se elaboran mapas en relieve, pequeños
modelos tridimensionales con la finalidad de
representar una porción terrestre con sus elementos
estratégicos, lo que permite visualizar las maniobras
militares en los campos de batalla; se hacen de yeso,
plástico, caucho, madera y metal. Estos últimos se
elaboran mediante la técnica de vaciado y se imantan
para poder adherirles pequeñas figuras metálicas
simbólicas de la guerra, como barcos, soldados,
cañones y aviones.
Los fotoplanos constituyen reproducciones a
partir de mosaicos fotográficos, que presentan canevá
y rótulos en blanco o en negro. Numerosos mapas
europeos y del Medio Oriente, en la escala de 1:50,000,
muestran al reverso el fotoplano correspondiente para
facilitar la interpretación del terreno.
INEGI. Información geográfica, hacia el tercer milenio
todavía al inicio de la guerra se prefiere la película en
blanco y negro por su mayor resolución. Finalmente,
en 1941 se introducen negativos en color con algunas
mejoras y su uso se generaliza de inmediato en la
elaboración de mapas.
INEGI. Información geográfica, hacia el tercer milenio
Índice
66
Índice
67
Aviones de reconocimiento toman
frecuentemente fotografías aéreas, que constituyen la
base para elaborar una serie de cartas con la finalidad
de identificar y ayudar en la planeación del ataque a la
flota enemiga.
donde fracasan los métodos ordinarios de navegación.
Las cartas marinas son de las más numerosas y
variadas de la guerra y se producen en diferentes escalas;
las de aproximación y bombardeo, por ejemplo, se
obtienen en escalas de 1:72,000 y 1:36,000.
Los planos de localidades se hacen con
fotografías aéreas y reproducciones actualizadas
en escalas que varían entre 1:10,000 y 1:250,000.
Los planos de este tipo son los que más abundan
durante el conflicto bélico; tanto la fuerza aérea,
como la infantería y artillería los requieren para
organizar ataques a pequeños centros urbanos y
ciudades. Además, los cartógrafos militares utilizan
planos de localidades para complementar los mapas
de objetivos.
Diversos tipos de cartas se perfeccionan,
como las de corrientes náuticas y mareas;
las cartas aeronáuticas, magnéticas, sismográficas
y gravimétricas.
Los mapas de aterrizaje en litorales se
elaboran a diferentes escalas, a veces hasta la
de 1:1,000 con el propósito de presentar el mayor
número de detalles del terreno. Muestran indicaciones
sobre los tipos de playa, la diversidad del suelo, las
variaciones en la altura de las mareas y, en general, las
características topográficas de tierra firme. Aunque se
señala la orientación, estos mapas no están orientados
al Norte, ya que la tierra aparece siempre en la parte
superior del documento y el mar, en la inferior.
Los mapas de carreteras son indispensables
en el conflicto bélico, sobre todo para la infantería y
artillería, que requieren conocer en forma detallada
las vías de comunicación terrestres de todas las
naciones en guerra. Se publican mapas de los países
beligerantes a la escala de 1:500,000, en los que se
representan las carreteras clasificadas por su
anchura, la clase de pavimento, la resistencia de los
puentes y otros elementos como pendientes y
curvas pronunciadas.
También se imprimen cartas para
navegantes aéreos o cartas LORAN (Long Range
Navigation), es decir, Navegación de Largo Alcance,
en las que se muestran las principales rutas marítimas;
mensualmente se elaboran cartas Pilot Charts,
impresas con un material impermeable para
protección; cartas marinas y de oleajes para aviadores
navales; cartas de corrientes, temperaturas y de
sedimentos del fondo para la navegación submarina; y
mapas especiales sobre las regiones polares, en
Los mapas de salvamento son los que
representan el Océano Pacífico a la escala de
1:1,000,000, impresos en material de nilón para
resistir la inmersión prolongada en el mar. Estos
mapas forman parte del equipo auxiliar de los botes
salvavidas inflables de los aviones.
Respecto a publicaciones especiales, se
imprimen glosarios geográficos, que registran
nombres de sitios con su ubicación exacta, latitud y
longitud y, en ocasiones, la traducción y
descripción de las coordenadas con respecto al
reticulado usado. Los glosarios resultan de valiosa
utilidad, pues las tropas pueden interpretar y emplear
los mapas del enemigo. Cuando se tienen que
reproducir cartas generadas por otros países a fin
de utilizarlas en el frente, se les agrega
información geográfica en el idioma requerido,
obtenida de los glosarios.
Se editan folletos con los símbolos
empleados en la cartografía de diversas naciones.
Se hacen mapas de campo en plena campaña por
batallones topográficos de los diversos ejércitos, los
cuales cuentan con secciones de fotografía, dibujo e
imprenta. Esta clase de mapas generalmente se emplea
para efectuar operaciones militares locales; presentan
a detalle el relieve del terreno y, en algunos casos,
tipos de vegetación. Las fuerzas armadas imprimen
asimismo los mapas informativos militares, que
incluyen diagramas, ilustraciones y notas a fin de
mostrar los hechos bélicos relevantes.
Algunas empresas privadas, sobre todo
los periódicos, imprimen también mapas informativos
para el público en general, aunque menos exactos y
más sencillos. Otras instituciones que cuentan con
recursos publican cartografía más compleja. Por
ejemplo, la National Geographic Society (Sociedad
Geográfica Nacional) da a conocer varios mapas en
diferentes escalas, como el Theater of War in Europe,
Africa and Western Asia y Asia and Adjacent areas
(Teatro de la guerra en Europa, África y Asia
Occidental y Asia y Áreas Adyacentes) en 1942; y al
año siguiente, The World Map (El Mapa Mundial), que
incluye recuadros en los que aparecen los países
participantes en las dos guerras mundiales. Otras
empresas particulares editan obras, como A War
Atlas for Americans (Un Atlas de Guerra para
Americanos) en 1944, que aborda problemas
históricos y estratégicos de la conflagración mundial.
INEGI. Información geográfica, hacia el tercer milenio
Los mapas por RADAR (Radio Detection and
Ranging), esto es, Detección y Localización por Radio,
surgen durante la guerra; se elaboran a partir de
imágenes tomadas con placas sensibles para captar
las ondas de radar reflejadas por objetos sólidos. De
esta manera en las placas aparecen edificaciones,
industrias y barcos como puntos blancos, el suelo se
ve gris y el agua, negra porque refleja las ondas como
un espejo; nubes y lluvia no impiden la transmisión de
las ondas generadas por el radar, y las imágenes
pueden obtenerse en forma ininterrumpida, ya que no
se requiere de la iluminación solar.
Pág. 66: Mapa del Teatro de la Segunda Guerra Mundial en
el Pacífico.
Índice
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INEGI. Información geográfica, hacia el tercer milenio
Trabajos notables que aparecen también
son el Atlas Look at the Earth (Mirada a la Tierra),
que comprende temas geográficos y tácticas militares
desarrolladas en la guerra; el Atlas of Global
Geography (Atlas de Geografía Global) de Erwin
Raisz, el cual presenta aspectos geográficos y páginas
especiales donde muestra la distribución del
analfabetismo, enfermedades, zonas de pobreza
y otros asuntos sociales en el mundo.
Finalizado el conflicto armado, la
Sección de Geografía del Departamento de
Estado Norteamericano imprime globos
terráqueos y grandes mapas; algunos son
editados en el Atlas of World Maps (Atlas
de los mapas del mundo), en los que se
proporciona información referente a climas,
tipos de suelo, actividades económicas,
idiomas y religiones.
Índice
69
A raíz del ataque japonés a Pearl Harbor, el
7 de diciembre de 1941, México rompe relaciones
diplomáticas con los países del Eje. Al ingresar a
la contienda mundial, firma un convenio de
colaboración con los Estados Unidos de América para
elaborar las denominadas “cartas de líneas de vuelo”,
indispensables para la defensa de ambas naciones.
Así, el gobierno mexicano recibe aproximadamente
250 mil fotografías aéreas, que toma la Fuerza Aérea
estadounidense en 1942.
Las fotografías son tomadas a 9 150 m de
altura (30 000 pies), empleando el sistema
Trimetrogón. Sin embargo, como las fotografías
oblicuas producidas por ese sistema se tienen que
recuperar o restituir sobre un plano horizontal y los
sistemas fotogramétricos no están totalmente
Mapa Mundial , elaborado durante la Segunda
Guerra Mundial .
INEGI. Información geográfica, hacia el tercer milenio
México en la Segunda Guerra Mundial
y las repercusiones cartográficas
Índice
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desarrollados para el tratamiento de fotos demasiado
oblicuas, se generan grandes dificultades e
imprecisiones. Además, el levantamiento aéreo carece
de control terrestre, con lo que las cartas pierden
exactitud y no aparecen algunas localidades ni varios
cuerpos de agua.
INEGI. Información geográfica, hacia el tercer milenio
Aun así, el objetivo militar se cumple al
precisar las mayores elevaciones del terreno,
aeropuertos y accidentes topográficos que pueden
servir como puntos de referencia para la navegación
aérea. La Carta Básica Preliminar de la Fuerza
Aérea se publica en inglés con las unidades métricas
referidas al sistema inglés, constituyendo un producto
de gran divulgación e influencia en México, ya que
algunas instituciones lo toman como base para
propósitos aeronáuticos, además de utilizarla con
fines administrativos, de investigación y para la
planeación de infraestructura en general.
A partir de 1944, las instituciones
cartográficas mexicanas cambian sus métodos de
trabajo convencionales por los aerofotogramétricos en
un ambiente en que las nuevas tecnologías son
rápidamente admitidas y empleadas. Gracias a ello es
posible producir cartografía actualizada en forma
más eficiente y con menor costo. Sin embargo, los
esfuerzos cartográficos continúan obedeciendo en su
mayor parte a fines puntuales y dispersos; no existen
aún condiciones que permitan desarrollar el gran
proyecto cartográfico que requería el país.
Así por ejemplo, la Dirección de Geografía y
Meteorología publica en 1941 y 1942 las cartas de
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Zacatecas y Jalisco en la escala de 1:500,000, ambas
elaboradas todavía con base exclusivamente en
levantamientos geodésicos y topográficos. En cambio,
para 1946 se editan las cartas de Baja California,
territorios Norte y Sur, Tamaulipas y Tabasco. Las dos
primeras muestran escala gráfica, la última, una escala
numérica de 1:200,000; las tres utilizan como base la
Carta de la Fuerza Aérea de E. U.; la de Tabasco
emplea también posiciones astronómicas y fotografías
aéreas verticales tomadas en 1944 y 1945. Asimismo,
en 1947 se imprime la carta de Puebla, dividida en
cuatro hojas, con escala gráfica aproximada; la obra
se apoya en la restitución aerofotogramétrica de las
fotografías tomadas por los estadounidenses. Lo
mismo sucede con la carta de Coahuila, en la escala
de 1:500,000, que aparece al año siguiente.
Mexicana, en la escala de 1:500,000, que se publica
en 1944. Al año siguiente elabora la Carta General de
Comunicaciones de Los Estados Unidos Mexicanos
en la escala de 1:2,000,000, además de publicar
anualmente cartas de la red de caminos hasta alcanzar
12 ediciones de 1942 a 1953.
Es notable que, entre 1946 y 1952, el
Departamento de Vías Terrestres y Aeropuertos de esa
Secretaría puede cubrir con fotografías aéreas de gran
escala, 4 360 kilómetros cuadrados del territorio
nacional, y realizar los mosaicos fotográficos de otros
663 kilómetros cuadrados. De igual forma, desde
1940 y hasta 1946, desarrolla levantamientos
fotogramétricos de regiones como Reynosa y Río
Bravo (Tamaulipas), Culiacán, Río Sinaloa y Río
Fuerte (Sinaloa). En 1947 levanta la Mixteca (Oaxaca,
Carta Popocatépetl , de la Secretaría de la Defensa Nacional, 1956.
Escala original de 1:25,000.
En 1951, la Comisión, ya con el nombre de
Departamento Cartográfico Militar, publica otras
nueve hojas de 50 que integran la Carta Táctica del
Valle de México, en la Cuadrícula Universal Transversa
de Mercator y en la escala de 1:25,000. Cada hoja
tiene un formato de 7 minutos 30 segundos, tanto en
longitud como en latitud. Además, presentan una
equidistancia vertical entre curvas de nivel a 10 m,
intersecciones de meridianos y paralelos cada
2 minutos 30 segundos y la cuadrícula UTM a
1 kilómetro de intervalo.
En esta época, como entidad productora de
cartografía destaca indudablemente la Secretaría
de Comunicaciones y Obras Públicas, que desde
principios de los años 40 se transforma en una
institución dotada de tecnología de punta. Con
métodos tradicionales, edita obras cartográficas en
distintas escalas, como la Carta General de
Comunicaciones de Los Estados Unidos Mexicanos,
en la escala de 1:3,000,000 en 1941. Al año siguiente
produce las cartas aéreas de las rutas Oaxaca-Salina
Cruz, en la escala de 1:560,000 y Oaxaca-Tapachula, a
la escala de 1:700,000, así como la de México-Ixtepec,
en la escala de 1:700,000 y publicada en 1943. Un
trabajo importante lo constituye la Carta General de
Comunicaciones de la Parte Central de la República
INEGI. Información geográfica, hacia el tercer milenio
La Comisión Geográfica Militar, hacia 1944,
comienza el trabajo cartográfico fotogramétrico con
base tanto en las fotografías aéreas tomadas en 1942
por la Fuerza Aérea Norteamericana, como en
levantamientos geodésicos. La Carta General de los
Estados Unidos Mexicanos se prepara a la escala de
1:100,000, donde cada hoja tiene un formato de
40 minutos de longitud por 30 minutos de latitud;
utiliza ya la cuadrícula Universal Transversa de
Mercator, ideada por el AMS. La proyección
cartográfica en que se basa la cuadrícula proporciona
ventajas militares y civiles, ya que es pequeña la
deformación que presenta y permite que los
paralelos sean líneas de escasa curvatura que pueden
dibujarse sin error como rectas, a distancias de 50 y
60 kilómetros. Asimismo, facilita la unión de diversas
cartas para armar mosaicos o conjuntos regionales.
INEGI. Información geográfica, hacia el tercer milenio
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Puebla y Guerrero), y continúa realizando
levantamientos de regiones como Martínez de la Torre
(Veracruz), Río Lerma (Jalisco y Guanajuato),
Río Guayalejo (Tamaulipas), Ometepec (Guerrero),
Apatzingán (Michoacán), San Bartolo Naucalpan
(Estado de México), Río Santiago (Nayarit) y Río
Chiapa (Chiapas).
En esos años, la iniciativa privada realiza
actividades cada vez más significativas de producción
cartográfica. Destaca en este sector la Compañía
Mexicana Aerofoto, que elabora mapas para
Petróleos Mexicanos, la Secretaría de Comunicaciones
y Obras Públicas, la Secretaría de Recursos
Hidráulicos y otras dependencias gubernamentales.
Esta empresa logra en 1953 cubrir con fotografías
aéreas 551 mil kilómetros cuadrados del territorio
nacional, otros 491 mil por medio de mosaicos, y
15 mil kilómetros cuadrados de área restituida a
partir de aerofotogrametría.
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El 1 de diciembre de 1946, con la toma de
posesión del licenciado Miguel Alemán Valdés
como presidente de la República, inicia el último
periodo presidencial de la primera mitad del
siglo XX. México presenta entonces una faz más
moderna, en consonancia con lo que ocurría en
otras partes del orbe y cuenta también con un sistema
financiero fuerte. Además, en la esfera mundial inicia
una época de despegue económico que ofrece
oportunidades de desarrollo. Sin duda, uno de los
rezagos que en la segunda mitad del siglo se debe
resolver, es la ausencia de un sistema cartográfico que
permitiera profundizar y mantener actualizado el
conocimiento del escenario primordial del país: el
territorio nacional.
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