IMPACTOS DE PROYECTILES EN METALES Nuestra sociedad utiliza grandes cantidades de metal y de vidrio para las construcciones más diversas. Dejando aparte el enorme volumen de los vehículos a motor es difícil encontrar un edificio que no use variedad de metales o vidrios. Los más utilizados en la actualidad son el hierro, en forma de acero de diferentes durezas, y el aluminio. No será raro en el trabajo pericial encontrase con impactos en metales. Lo más común son las chapas de acero de unos 0,8mm de espesor. Se encuentran en los vehículos, en muebles de oficina, en electrodomésticos, en luminarias y en señales de tráfico. Para que un proyectil pueda atravesar una lámina de metal de una dureza dada necesita una cierta velocidad, por debajo de la cual no la perforará. Si no se produce la perforación podrá, o bien deformarla, gracias a la maleabilidad intrínseca de los metales y podrá rebotar o quedarse incrustada o bien, si la dureza es alta, rebotará sufriendo una importante deformación, incluso fragmentación. El ángulo de incidencia condicionará la componente normal del vector velocidad que, a la postre, determinará si hay penetración o no. Los proyectiles sufrirán una deformación proporcional a la velocidad de impacto que solo puede ser determinada empíricamente. Como comparación se incluye la figura de la izquierda donde puede verse una serie de proyectiles de plomo sin camisa de 9mm y la deformación sufrida al impactar contra una placa de metal de 0,8 mm de espesor con velocidades crecientes que se indican en la siguiente tabla. Solo los tres últimos perforaron la placa. Sin numero No dispaVelocidad rado Proyectil 7 Proyectil Velocidad 128 m/s Manuel Moraga Montejo 1 2 3 4 69 m/s 73 m/s 79 m/s 87 m/s 8 153 m/s 9 154 m/s 10 171 m/s 11 189 m/s Perito Judicial en Balística Forense 5 6 113 m/s 12 198 m/s 113,4 m/s 13 206 m/s Página 1 de 3 Este tipo de comparaciones podrían realizarse en el esclarecimiento de un hecho a efectos de determinar con cierto margen la velocidad de impacto, siempre que el proyectil pueda recuperarse en buenas condiciones. Cuando el proyectil consigue atravesar la lámina de metal suele arrancar una pequeña esquirla que a su vez puede impactar con más o menos velocidad en otros blancos. En la imagen de la izquierda podemos ver la esquirla arrancada al traspasar una lámina de metal un proyectil 9mm Parabellum de 124 grains disparado a 21 metros de distancia. Esta esquirla a veces puede quedar unida a la punta del proyectil. En cualquier caso se detiene muy cerca de la zona de perforación dado su bajo coeficiente aerodinámico y es superada por el proyectil. Si el impacto del proyectil no es perpendicular a la superficie del metal, esta esquirla puede tomar forma de lámina, proporcional en su tamaño a la zona de impacto. Esta esquirla es una fuente de datos sobre velocidad y ángulo de impacto pudiendo aparecer en ella marcas de la punta del proyectil o incluso transferirse partículas de este. Una vez se ha producido la perforación, el proyectil sigue su viaje con una velocidad algo menor de la que llevaba. Pero esta pérdida de velocidad es muy inferior a la velocidad mínima que se necesitaba para perforar el metal. Así por ejemplo, un proyectil 9mm PB de 124 grains que necesitaba al menos 200 m/s para la perforación y que viajaba a 300 m/s sufre solo una pérdida de velocidad al atravesar el metal de unos 20 m/s. En la fotografía a la izquierda podemos apreciar como dos proyectiles atravesaron la placa de metal dejando parte de su camisa. Uno de los proyectiles, que casi consiguió pasar, dejó parte de su camisa antes de, previsiblemente, rebotar Manuel Moraga Montejo Perito Judicial en Balística Forense Página 2 de 3 En cuanto al tamaño del orificio dejado se nos presentan dos casos si la munición es blindada: Si viajaba a baja velocidad (considerando la velocidad umbral para la perforación) el orificio será ligeramente inferior al calibre. El metal cederá elásticamente y recuperará parcialmente su posición. Si viajaba a alta velocidad el diámetro de la perforación será superior al calibre. El metal habrá superado su límite de elasticidad y habrá cedido al empuje del proyectil. Sin embargo a bajas velocidades relativas se producirá un cono o abolladura en el metal que en altas velocidades no podrá observarse tan marcado, considerando también la dureza de la placa. Digamos que a velocidad baja el proyectil puede ir deformando progresivamente el metal hasta producir la fractura mientras que a velocidad alta se produce prácticamente un corte brusco del metal, sin presión progresiva. Respecto a proyectiles de plomo, aceptando que este se puede deformar, aplanar y aumentar su diámetro, el orificio es siempre semejante a la medida del diámetro del proyectil recogido. Este efecto puede ser considerado a la hora de determinar la velocidad de impacto. Será necesario medir muy cuidadosamente las medidas y forma del orificio Manuel Moraga Montejo Perito Judicial en Balística Forense Página 3 de 3