Manuel Contreras y su pailita en el infierno (los agentes de Pinochet)

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Manuel Contreras y su pailita en el infierno (los agentes de Pinochet)
Por Richard Canan
Otro violador de los Derechos Humanos acaba
de fallecer, bajando directo y sin escalas hasta el
quinto infierno, a ocupar su paila en el averno.
“El Mamo”, Manuel Contreras, General del
Ejército chileno, fue nada menos que el jefe de la
policía secreta de Augusto Pinochet, la temible
y sanguinaria Dirección de Inteligencia Nacional
(DINA), a cargo de toda la represión política
con miles de secuestros, torturas, asesinatos
y desapariciones. Violaciones fragrantes a los
Derechos Humanos, que con total impudicia
este fascista celebraba diciendo: “Me costó 4
años pacificar este país”.
Contreras fue parte de la camada de militares
latinoamericanos egresados de la nefasta
Escuela de las Américas en Panamá, donde en
1.967 aprendió eficazmente los “métodos” de
represión instruidos por los gringos para intentar
acabar con los grupos subversivos de la región.
Experto en el área de inteligencia, se especializó
en infiltrar y desarticular organizaciones
de izquierda. Contaba con su propia red de
informantes provenientes, principalmente, de
grupos paramilitares terroristas de extrema
derecha como Patria y Libertad (análogos a
Voluntad Popular y Primero Justicia), avocados
primero a atacar y agredir al gobierno de Allende,
y luego se dedicaron a perseguir y aniquilar a
los dirigentes y militantes de partidos como el
Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)
o el partido Socialista de Chile (PS).
Al momento del golpe contra Allende,
Contreras organizó y tuvo bajo su mando los
principales centros clandestinos de detención
y tortura (entre 1.973 y 1.990 existieron más
1.168 centros repartidos por todo Chile).
Bajo su celosa dirección, la DINA condujo
una mortífera y sangrienta cacería, nacional
e internacionalmente, contra opositores
provenientes de organizaciones de izquierda,
movimientos sociales y dirigentes sindicales.
En los detallados informes de la Comisión
de Verdad y Reconciliación (Informe Rettig)
y la Comisión Nacional sobre Prisión Política
y Tortura (Informe Valech), se señala que las
víctimas directas de violaciones de los Derechos
Humanos en Chile, ascendería a no menos de
35.000 personas (28.000 torturados, 2.279
ejecutados y más de 1.248 que continúan como
desaparecidos). De todas estas muertes, más de
1.500 se le atribuyen a la DINA, bajo la dirección
y mando directo del General Contreras. Luego
de más de 36 procesos judiciales (incluidos
varios en Estados Unidos, Argentina e Italia),
Contreras acumuló dos cadenas perpetuas y
más de 360 años de cárcel por sus múltiples
delitos de lesa humanidad. Sin embargo,
su tiempo en prisión, los pasó en cómodos
palacetes (cabañas bien equipadas) adecuados
especialmente para “alojar” a los violadores de
los Derechos Humanos durante la dictadura
chilena, como el Penal Cordillera, en la Escuela
de Telecomunicaciones del Ejército.
En el prontuario criminal de Contreras,
actuando con total impunidad alrededor del
mundo, destaca el ser responsable directo del
Asesinato en Argentina del General Carlos
Prats (Excomandante del Ejército chileno);
del atentado fallido contra Bernardo Leighton
(exministro y diputado) perpetrado en Italia; y
del asesinato con carro bomba del excanciller
chileno Orlando Letelier, nada menos que en
Washington D.C., en las narices mismas del
imperio norteamericano.
Su audacia y libertad de acción para cometer
sus crímenes, se explica en la propia confesión
de la CIA, la cual en el año 2.000 desclasificó
documentos secretos que revelaron que el
General Contreras, entre 1.975 y 1.977, fue
una “fuente pagada” de la propia CIA. Esto
reafirma, una vez más, que las acciones
desestabilizadores contra el gobierno de
Allende (paros, atentados terroristas, guerra
económica, les suena conocido), el Golpe de
Estado de 1973 y la posterior represión, tortura,
asesinatos y desapariciones siempre contaron
con el apoyo y respaldo de Estados Unidos, de
gobiernos de Europa y de las otras dictaduras
de América Latina (Plan Cóndor).
Para una mayor estupefacción y vergüenza
sobre el talante fascista y criminal del General
Contreras, se descubrieron también sus
estrechas relaciones con personajes y grupos
Nazis, como el traficante de armas Gerhard
Mertins (oficial de las SS) y Paul Schäfer (miembro
de las Juventudes Hitlerianas) fundador de la
Colonia Dignidad (ahora Villa Baviera al sur de
Chile), enclave neonazi utilizado también por el
General Contreras para la ejecución de torturas
y asesinatos.
Cuando se vayan desclasificando las acciones
secretas del Departamento de Estado, la CIA y
la NSA contra Venezuela (puede que WikiLeaks
lo informe antes), de seguro aparecerán los
nombres y salarios de los fascistas lacayos y
los terroristas criollos que en contubernio con
los gobiernos norteamericanos han atacado y
agredido vilmente a la Revolución Bolivariana y
al pueblo venezolano.
Ejemplo más que evidente de esto, es que
Estados Unidos y su doble moral (un monstruo
que lleva dentro de su vientre), mantiene
protegidos y asilados en su territorio a los
autores materiales de los ataques explosivos
contra las misiones diplomáticas de Colombia
y España en Caracas (2.003). Poner bombas en
una embajada es terrorismo en cualquier parte
del mundo. Pero el imperio siempre protege a
sus empleados y a sus terroristas. Por eso, para
estos criminales, impunidad, inmunidad y la
divina protección del imperio más poderoso de
la tierra.
Total, Estados Unidos siempre protegió y
defendió a su exquisito monstruo-Calígula,
el General Pinochet. No tendrán ni una pizca
de dudas o recato moral en proteger y seguir
financiando a los terroristas criollos, los cuales
de seguro seguirán cobrando, a brinco rabioso,
por sus mercenarios y macabros servicios.
Este criminal arderá por siempre en el infierno.
Los fascistas criollos
Como el General Contreras, así piensa y actúa
(cuando puede) la derecha fascista criolla. Este
es su verdadero rostro, sediento de sangre y
lleno de odio. Está escrito en su manual de
operaciones: eliminar al “enemigo interno”,
arrasar y exterminar al adversario.
Sin embargo, la justicia divina siempre
llega. En su pailita en el infierno, Pinochet y
Contreras hacen picnic con Satanás, esperando
impacientes que lleguen en fila todos los
Halcones gringos y sus jefes de Washington.
La muerte del General Contreras ha revivido el
dolor chileno y ha generado el repudio de toda
su sociedad y del mundo contra la barbarie
fascista y contra la impunidad. Esta terrible
historia debe ser recordada y servirnos de ejemplo
para que más nunca las fuerzas fascistas vuelvan
a tomar el poder.
Richard Canan
Sociólogo
@richardcanan
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