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ELEmENTOS ECLESIASTICOS EN EL LIBRO DE BUEN APflOR .
by
JULIAN BUENO, P h . B . , B . A . ,
lYl.A.
A DISSERTATI N
IN
5PANISH
Submitted t o the Graduate F a c u l t y
of Texas Tech U n i v e r s i t y i n
P a r t i a l F u l f i l l m e n t of
the Requirements f o r
t h e Degree of
DOCTOR OF PHILOSOPHY
AoDroved
Accepted
pn,ay,
1979
V
/c-C
f
.•^
ACKNGWLEOGiriENTS
I am deeply indebted to Professor
Oonald T. Dietz for his direction of this
dissertation and to the other members of
my committee, Profcssors Aldo Finco,
Harley 0, Oberhelman, Sydney Cravens and
Edward V, George for their help, not only
in the execution of this thesis, but
throughout my academic career.
Special
thanks are due to my vuife Kathy for her
patiencB in typing the manuscript and
for her constant cjncouragemQnt,
ii
INDICE GENERAL
ACKNOUILEDGfllENTS
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INTR
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OUCCION
PERS0NAJE5 Y ENTIDADE3 ECí.ES I A 5 T I C 0 S
Jerarquía
calíli.-^
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Ordanes reliu :.'^SJÍ:Î ^^i^iînii^iimi^
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FRAGí^ENTOS TEOL G I C
Refarencías
Rudimentos
í^ensaje
Lenguaje
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-LA'Í'EQUETICÎJS
bíbiicas
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teolôqico-cetequêlicos
kerigmâtico
Celebraciones
litúrgicas
65
de s a c r i s t í a
HUfílOR Y CLERÎCAL
73
76
ZACION EN EL LIBRQ DE
BUEN AfYîOR
84
Disputa
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Autoridatíes
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PropÔsito del autcr y p bîico al que
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CONCLUSIONES
186
NOTAS
196
08RAS CONSULTADAS
231
x\f
INTRODUCCION
Las fuentes e influencias en el Libro de buen amor
continúan siendo estudiadas y debatidas sin que ninguna
de las teorías propuestas adquiera hegemonía sobre las
demâs y sin que, hasta el presente, se hayan logrado
amalgamar los diversos puntos de vista en una superestructura ecléctica.
Ni el juglarismo de Wenêndez Pidal,
ni el mudejarismo de Américo Castro, ni el semitismo de
Lida de lYlalkiel, ni las piruetas alegôricas de Hsrt han
sido capaces de dar respuesta satisfactoria a la compleja
urdimbre de la obra del Arcipreste.
Lecoy, por su parte,
recalcô las aportaciones de la cultura clâsico-latina y
de las tradiciones eclesiâsticas medievales, pero se
quedô corto a la hora de emparejar la tradiciôn con el
arte de Juan Ruiz.
Algunos críticos, tales como Cejador y Frauca, Amador
de los Ríos y Josá (Ylarîa Aguado, han destacado otros
elementos oopulares de sabor eclesiástico que saltan a
primera vista al hojear el Libro de buen amor.
En el ano
1966 Ricard apuntÔ la nocGsidad de profundizar en la
teología y liturgia del Libro de buen _afnor, especialmente
en sus formas mSs populares, convencidc úa que abrirîa
nuevos horizontes a los estudiosos de Juan Ruiz.
Fuera
o no a raíz de este artîculo, lo cierto es que en los
22222!
ûltimos doce aflos, la crítica ruiziana ha experimentado un
renovado interés por los elementos eclesiâsticos en doterminados episodios del Libro de buen amor, especialmente
el Prôlogo, los pecados capitales, las armas del
cristiano, el concepto de la muerte, la digresiôn sobre
la confesiôn y el encuentro Don Carnal-Dona Cuaresma.
Dado que histôricamente puede documentarse la
presencia de judîos, moros y cristianos en la época y
regiôn del Arcipreste, es innegabls su huella en la obra
de Juan Ruiz.
Antes, sin embargo, de proceder con una
teorla eclêctica se requiere un detenido examen, por
separado, de los varios componentes.
Teniendo en cuenta
que, de las mil setecientas nueve estrofas de que constan
las presentes ediciones del Libro de buen amor, unas^"^
setecientas--mâs de dos quintas partes—contienen
inequîvocamente elementos sclesiSsticos, bíblicos o ambos
combinados, fácil es descubrir el desequilibrio entre ia
importancia dada por la crítica a los elementos árabes c
hebreos y los procedentes de la tradiciôn cristiana.
No
existe ningún estudio giobai dedicado a los elementos
eclesiásticos en el Libro de buen amor y su posible
relaciôn con el arte de Juan Ruiz.
El presente trabajo
pretende dar el primer paso en esa direcciôn,
Intento
dastacar, en primer lugar, la gran abundancia de elementos eclesiásticos diseminados por tndo el libro,
examinando a continuaciôn como Juan Ruiz se vale de estos
3iiiiiiiiiiiiii
elementos para la gestaciôn de su arte.
No r.e trata, pues,
de rastrea^r la teologla, la liturgia y otros ølementos
catequêticos--muy importante si el libro fuera s61o
didåctico--sino de analizar el papel de todos estos
elementos eclesiâsticos en el desarrollo artlstico dø
la obra.
Wargherita rfîorreale nos pone sobre aviso para no
valorar la teologla por encima del arte de Juan Ruiz al
miSi'îio tiempo que lamenta la carencia de "estudios sobre la
literatura latina medieval y de instituciones eclesiâs2
ticas,"
(Tli interés por los elementos eclesiâsticos se
encamina hacia una mcjor comprensiôn del arte del
Arcipreste,
Una genuina apreciaciôn del Libro de buen
amor requiere un estudio equilibrado de todas sus fuentesi
árabes, clâsicas, francesas, goliárdicas o juglarsscas,
sin dejar de lado el hecho central y evidente que Juan
Ruiz fue un eclesiástico medieval, educado según los
cânones y costumbres de la iglesia y que, por necesidad
de su ministsrio, hubo de dssenvolverse en el ambiente
clerical del siglo XIV, expuasto a las controversias y
crisis que plagaron ese perîodo de lc« historia de la
iglesia.
Es hora ya quø la crltica ruiziana busque
nuevos enfoquss para afrontar los problemas que han
resistido una interpretaciôn cohesiva.
CAPITULO I
PERSONAJES Y ENTIDADES ECLESIASTICOS
Elementos de Indole eclesiâstica, mâs o menos
acentuada pululan a lo largo y a lo ancho de la obra del
ArciprQste de Hita.
La profusiôn, ambig edad y comple-
jidad de estos componentes dificultan su clasificaciôn
sistemâtica,
En un intento simplificador he creldo
convøniente dividir østos elementos en dos partes
principalesí
este capltulo abarcarâ las referencias
explícitas en el Libro de buen amor a ciertas øntidades
y personajes eclesiásticos, tales como el Papa, cardenales,
arzobispos, obispos, clero secular, ôrdenes religiosas,
nombres de santos, fechas del caløndario litûrgico, etc.i
en el slguiente capltulo se discutirân otros fragmentos
con implicaciones teolôgicas y catequéticas, tales como
referønclas blblicas y teolôgicas, celebraciones litúrgicas y expresiones derivadas c relacionadas con la vida
y actividades dø la iglesis,
El papel que sstos ele-
mentos Juegan en la obra serâ estudiado con mâs detalle
en lcs capltulos postøriorøs,
Jeraroula de la iqlesia catôlica
El Papa
La primøra røferøncia directa al Papa acaece en la
4
discusiôn sobre astrologla y su influencia øn los hombrøsi
Otrossl puede el papa sus decretales far,
en que manda a sus súbditos cierta pena Íes dar;
pero puede muy bien contra ellas dispensar,
por gracia o por sørvicio toda pøna soltar, ^
(146)1
Evidencia aqul Juan Ruiz una clara familiaridad con los
poderes y prerrogativas papales, revelando asimismo una
proximidad vital.
Sus asertos no estân radicados en una
doctrina abstracta, sino en la vida que se cierne a su
alrededort
"Veamos cada dla passar esto de fecho" (I47a),
La supremacla papal reaparece en el transcurso de la
digresiôn sobre la confesifim
Es øl papa sin dubda la fuente perenal,
ca 8s de todo el mundo vicario general,
los rîos son los otros qu'é an pontificalt
aryobispos e obispos, patriarca, cardenal.
(1160)
No se limita a raiterar la autoridad del pontlfice
romano, sino que anade la fundaciôn blblica, teoiôgica
y canônica de donde emana esa autoridad (I160b).
En una
sola estrofa condensa Juan Ruiz la doctrina dø la
autoridad, su transmisiÔn y participaci6n.
El Papa po3es
la plenitud por sør vicario ds Jesucristo sn este mundo;
supeditados al Papa por tener en él su origen quedan los
rlos constituldos por los eslabones søcundarios de la
jerarqula (1160d).
Juan Ruiz aduce esta posiciôn privi-
legiada para øxplicar los pecados resørvados a ciertos
miombros dø ia jerarquía y concretamente al Papai
6
Todos los casos grandøs, fuertes, agraviados,
a obispos e aryobispos e a mayorøs perlados,
segund común derecho løs son acomendados,
salvo los que del papa son en sl reservados.
(1147)
Juan Ruiz reconoce la suprema autoridad del Papa y sabe
evaluar la estructuraciôn jerârquica.
No se trata de un
acatamiento ciego y absoluto, sino de una obediencia
segûn los cânones establecidos que le permitøn bøneficiarse de las excepoionøs en caso de necesidadi
En tiempo de peligro, do la muart§ arrapa,
vos sodes para todo ar^obispo e papa;
todQ el su poder estâ so vuestra capai
la grand necessidat todas las cosas tapa.
(1157)
Suclntamente expuesto, en peligro de muerte cualquier
clêrigo poseø plenitud de poderes espirituales (I157b),
--es arzobispo y papa—si ello redunda en beneficio del
2
alma moribunda.
Parece ser qus Juan Ruiz considera un
tanto excesivo el uso que el Papa hace de su privilegio
de reservar ciertos pøcadost
Los quø son reservados, del papa espicîales,
son muchos en derechot dezir quântos e quáies
seriá grand el romance mås que dos fîlanualesi
quien saberlos quisiere oya los decretales.
(1148)
Serla arriesgado afirmar rotundamente que estos versos
constituyen una crltica formal del Papa,
En este pasaje
Juan Ruiz parece revelar una mayor preocupaciôn por los
clérigos que por el pontlfice romano.
Entre los crlticos
que comentan estos versos, Cejador y Frauca opina que
6
/7
dichos pecados SR refieren a las excomuniones røservadas
3
al Papa.
Aguado intenta aclarar las subdivisiones
técnico-canônicas de estos pecados røsorvados.
Dos veces hace acto de presencia el jefe de la
Iglesia en el episodio de los clôrigos de Talaverat
El papa nos embla esta constituciôn.
(I693b)
Dizt "Yo querrla, amigos, que toda esta quadrilla
del papâ apellâssemos ant* el rey de Castilla.
(I696cd)
En el vørso 1696b el Papa representa tan s61o el tármino
"a quo" de la constituciôn.
Al Papa como autoridad
suprema le incumbe øl derecho de regular la vida moral
de los clérigos, mødiante constituciôn u otro documento
apropiado.
El término "ad quem" de la apelaciôn conjunta
de los clérigos (I696cd) deberla ser tambiôn el Papa y no
el rey de Castilla.
Los reyes carecen de jurisdicciôn en
cuestiones dø disciplina eclesiástica, mSxime de una
potestad superior a la del mismo Papa como implican estos
versos.
Al analizar_mâs adelsnte la_cantiga de los
clêrigos dejalavera se aclarará esta cuestiôn anticipando
aqul quø no se trata de una equivocaciôn o ignorancia
de Juan Ruiz al respecto, sino de un premeditado efecto
artlstico.
En la ya citada digresiôn acerca rie la
confesiôn se raenciona al Papa también en un papel
secundario, exento de implicaciones doctrinalesi
8
El fraire sobredicho, que ya vos he nombrado,
era del papa e del cardenal muy privado.
(llôlab)
Las varias interpretaciones que diferentes crlticos dan a
esta estrofa basândose øn las m ltipes lecturas de los
tres manuscritos no alteran sustancialmente el sentido
global, sino los matices de su significado irônico o
parôdico.
Tomando como pauta los exiguos datos papales
presentes en el Libro ds buen amor, serla justo concluir
que para Juan Ruiz el mayor pecado de los papas tiene su
ralz en el dineroi
Si tovieres dineros avrâs consolaciôn,
plazer 'é alegrla e del papa raciôn;
comprarás paralso, ganarâs salvaciôni
do son muchos dineros es mucha bendiciôn.
(492)
Yo vi en corte de Roma, d'ô es la santidaS:,
que todos al dinsro faziênl'é omildat.
(493ab)
Aparte de esta crltica un tanto amortiguada y genêrica,
la figura del Papa está revestida en la obra de Juan
Ruiz de una luz positiva, reconociándole la suprema
potestad espiritual (146, 1147, 1148, 1160 y 1693),
Llama la atenciôn la ausencia total de referencias
burlonas al Papa, tan comunes en Juan Ruiz al tratar del
clero røgular y secular,
Cardenales, arzobispos y obispos
La parvedad de referencias papales se acsntúa aún
m5s en el descenso de la øscala jerárquica.
Descontando
9
los versos llôlbc debido a la duda entre "carnal" y
"cardenal", ss halla en el Libro de buen amor una sola
alusiôn a la dignidad cardenalicia, y êsta figura comc
de paso en el escueto elønco de quienes participan de
la dignidad pontificali
Los rlos son los otros qu8 an pontificalt
ar^obispos ø obispos, patriarca, cardenal.
(Il60cd)
El hecho que "cardenal" aparezca citado en último lugar
debe ser achacado a las exigencias de la rima, ya que
histôricamente eran los colaboradores más directos del
Papa y en el siglo de Juan Ruiz gozaban de gran poder e
influencia, muy superior a la de arzobispos y obispos.
Esta preerainencia de los cardenales arranca del slnodo
latøranønsø que tuvo lugar en la primavera de 1059.
A ralz de este slnodo el Papa Nicolás II decretô que
incumbla a los cardenales la elecciôn del Romano Pontlfice, sustrayéndose asl a las intromisiones de nobles
y eraperadores.
Otro factor no desdønahle era su
poderlo econômico.
Garcla-Villoslada asegura que los
cardonalest
Perciblan colectivamente, desde 1289, la
raitad de los censos de los bienes dø la
iglesia romana y lø mitad de los "servitia
communia" quø pagaban a la Cámara Apostôlica los obispos y abados con ocasiôn dø su
nombramiento, consagraciôn, confirmaciôn o
traslado de sede.^
Naturalmenta todo esto anadido a las rentas y beneficios
10
individuales,
Los datos sobre la dignidad arzobispal, manteniendo
la tônica ds øscasez, son un tanto más numerosos y hacen
su apariciôn en tres lugares bien aislables y definidost
en los dos primeros--influencia corruptora de dinero
(490-527) y digresiôn sobre la confesiôn (1128-1161)—el
arzobispo es un ente genérico, un eslabôn mâs, amorfo
y abstractoi
Faziá muchos priores, obispos 8 abades,
ar^obispos, dotores, patriarcas, potestades,
(494ab)
Todos los casos grandes, fuertes, agravîados,
a obispos e aryobispos e a mayores perlados,
segund común derecho les son acomendados.
(1147abc)
Pues que e l a r ^ o b i s p o , b e n d i c h o e c o n s a g r a d o ,
de p a l i o 'ê de b l a g o e de m i t r a 'ônrado,
con p o n t i f i c a l , no es d d s t o s a p o d e r a d o .
( 1149abc)
Vos sodes p a r a
todo ar^obisp'ô e papa.
(I157b)
Ar^obispos e obispos, patriarca, cardenal.
(I160d)
Los únicos epltetos que acompanan al arzobispo (I149abc)
le revisten solemnemente de todos los signos externos
propios de su dignidad.
El báculo, el palio, la mitra y
el pontifical son las insignias propias de un arzobispo
(Cejador, II, 103),
Su pormenorizada enumeraciôn resalta
la posiciôn elevada de esta persona por oposiciôn al
humilde clérigo a quien se está dirigiendo el Arcipreste.
11
£ 1 t e r c e r episodio en que f i g u r a un arzoblspOy l a cantiga
de l o s c l ê r i g o s de T a l a v e r a (1690-1709)9
dlafnetralraente con los dos a n t e r i o r s s ,
contrasta
S i en los primeros
l a persona a r z o b i s p a l es amorfa y a b s t r a c t a , en este
ú l t i m o se concreta y encarna en una persona h i s t ô r i c a ,
"ar^obispo don G i l " ( l 6 9 0 b ) ,
el
Ningún c r l t i c o ha puesto en
duda que se t r a t e aqui d e l bien conocido Qon G i l ds
Albornoz, arzobispo de Toledo desde 1338 a 1350, afSa que
•isteriosaroente s a l i 6 e x i l a d o de Espana.
Las restantes
alusiones a l arzobispo dsntro ds este episodio es obvio
que t i e n e n por objeto i d é n t i c o personajet
S i oviesse a l Ar^obispo yo en otro t a l angosto.
(I704c)
Dizt
"Aqueste ar^obispo non sé que se ha con nos.
(I705b)
Non ha SÍ artpobispo døsto por quâ sø s i e n t a ,
(I706b)
Porque s
e i arcobispo t i e n que es cosa de maldat,
(I707c)
Quiero dejar aqui constancia del gigantesco paso de
acercaniento referencial obtenido mediante la inserciÔn
de este personaje coøtáneo døl autor, posponisndo para
nás adelante el efecto de este dato histôrico en la
cantiga goliârdica, p. 123.
Antes de comanzar la presentaci6n del clero secular,
conviene mencionar que tarabién los obispos disfrutan ds un
pequeno nicho en el Libro de busn amor, engarzados a los
12
otros eslabones jerârquicos ya comentados (494a, 1l47b y
1160d).
Corao excepciôn solitaria existe una estrofa donde
el obispo es el personaje centralt
Otrossl del obispo e de ios sus mayores
son otros casos muchos, de que son oîdorest
pueden bien assolverlos e ser despensadores;
son mucho defendidos a clérigos menoros.
(1155)
El obispo en su diôcesis posee la jurisdicci6n ordinaria
y a ôl incumbe la absoluci6n de ciertos pecados reservados
dentro de su tørritorio, tal como el Papa se reservaha
otros de competencia universai.
En 1155a, "perlado"
puede referirse a obispo o arzobispo, con jurisdicciôn
ordinaria sobre los clárigos;
en 1147b, "mayores perlados"
parece más bien indicar los superiores provinciales y
generales da las ôrdenes religiosas.
Ningún miembro de la alta jerarqula de la iglesia
recibe mucha atenciôn en la obra de Juan Ruiz.
Tanto el
Papa como los cardenales, arzobispos y obispos aparecen
citados con relativa frecuencia en tres episodios, pero
en todos ellos actúan de una forna marginada e impersonal;
es decir, son piezas necesarias del tablado, mas nunca
pørsonajes cøntrales.
La fillpica contra los abusns dei
dinero, la digresiôn sobre la confesiôn y el alboroto dø
los clérigos de Talavera son los nûcleos quø incluyen
circunstancialmentø a la jerarqula.
13
Clero secular
De entrada surge la necesidad de distinguir entre
clero secular y regular.
Es importante deslindar esta
cuesti6n por las consecuencias que puede acarrear la
apreciaciôn de detalles en el arte de Juan Ruiz.
Omi-
tiendo, por ahora, las hipôtesis en contra y aceptando
como cierto el hecho que Juan Ruiz fue en verdad
sacerdote y arcipreste de Hita, cobran mayor transcendencia las referencias døl autor acerca de la vida
y obras de los sacerdotes seculares y monacales, debido
a que pueden dilucidar las intenciones irônicas o
satlricas del autor.
La diferencia más notable entre
el clero diocesano o secular y el perteneciente a las
ôrdenes religiosas consiste en la ausencia de los tres
conocidos votos de obediencia, pobreza y castidad por
parte del clero sscular.
Los sacerdotes seculares no
pueden casarsø por ley eclesiâstica y prometen obediøncia al obispo, pero no con la fuerza de voto;
además nunca hacen voto ni promesa da pobreza evangélica
de tipo monacal.
Otras muchas difersncias existen de
tipo disciplinario y adrainistrativo, pero no vienen al
caso en este estudio y pueden satisfacerse en cualquier
enciclopødia catôlica.
Por razones que al estudiar el
clero regular sø manifestarán considero que en el
Libro de buen amor "abad" connota un personaje monacal
y como tal se estudiará bajo el siguientø apartado,
14
pp. 19-20.
La profusa ambiguedad en la obra del Arci-
preste, debido a sus excelentes dotes artlsticos y en
menor grado a los balbuceos evolutivos del castellano,
imposibilita juicios absolutos y aconseja dejar siempre
abierto un margen respetable de flexibilidad.
La historia certifica que en los tiempos del
Arcipreste de Hita las dignidades del bajo clero secular
se centraban en torno al cabildo de las catedrales.
Los
miembros de estos cabildos eran llamados canônigos pcr
llevar en siglos anteriores una vida canônica o comunitaria.
Esta vida ccmún desapareciô con el tiempo y,
llegado el siglo XIII, los canônigos no tenlan más
obligaciôn común que el canto del oficio divino.
En
relaciôn con las horas canônicas de Juan Ruiz se comentarán luego algunos de los muchos abusos que se cometîan
en torno al rezo del oficio divino, p. 106.
Citando a
Garcîa-Villoslada, a quien sigo de cerca en este apartadoi
La primera dignidad del cabildo era el
deân o preboste ("decanus" o "Praepositus");
segulale el arcipreste ("archipresbyter"),
encargado de sustituir al obispo ausente en
sus funciones sacerdotales; pero el que
mâs actúa ... es el arcediano ("archidiaconus"), dignidad que generalmente se conferîa
al mismo deán (Garcla-Viiloslada, II, 632),
Otras dignidades del cabildo eran el "chantre" o director
de la liturgia y el tesorero ("custos et sacrista").
Existlan varias divisiones jerârquicas intracapitulares
15
(Garcla-Villoslada, II, 6 3 2 - 3 J ) .
Todos estos oficios son
mencionados una o varias veces en el Libro de buen amor.
El arcediano era vicario del obispo en materias jurisdiccionales y tenla autoridad para otorgar parroquias y
otros beneficios.
Durante los siglos XIII y XIU los
arcedianos fueron perdiendo derechos y privilegios hasta
que el concilio de Trento (s. XVI) acabô con su autoridad,
En tiempos de Juan Ruiz parece que aûn gozaban de gran
influencia y riquezas como se desprendø dø la clnica
mønciôn øn uno de los cantares de ciegosi
íSean ricos, sean sanos,
o sean arcidîanos!
(I723cd)
El arcipreste también era vicario del obispo para los
oficios eclesiâsticos;
en ausencia de êl
daba principio
al rezo del oficio div*ino--horas can6nicas--y ejercîa la
misiôn de velar y corregir los abusos disciplinarios de
los clêrigos del obispado.
En la Edad (Yledia el arci-
preste rural era llamado también "deán" porque presidla
Q
cada uno a diez párrocos.
Esta figura cobra especial
relieve porque Juan Ruiz habla de sl mismo como
"Acipreste de Fita" (l9c) y (575a).
El mismo autor
implora ayuda divina para componer su libro y para ser
librado de sus malesi
Tû, Senor e Dios mío, que el omne crieste,
enforma e ayuda a un tu acipreste.
(I3ab)
16
Sefíor, de aquesta c o i t a saca a l t u a c i p r s s t e .
(6c)
El autor-arcipreste
también aparece en boca de o t r o s
personajes d s l L i b r o de buen amor.
A s l por ejemplo,
Trotaconventos se d i r i g e a l p r o p i o Juan Ruizi
" A c i p r e s t e , a l a h ê " , d i z , " v i e j a con c o i t a t r o t a ,
6 a t a l fazedes vos porque non tenedes o t r a .
(930ab)
"Acipreste, amat ésta;
yo irê aliá manana.
(I3l8c)
La misma Trotaconventos explica a la monja Doria Garoza
que ahora sirve "a un acipreste" (I345a).
Dona Garoza no
es tlmida y pide noticias de la apariencia fîsica "desse
acipreste" (l484b).
Don Amor también le aplica este
título en su discusiôn (423b) y lo mismo hace la dama que
le visitô cuando se hallaba enfermo (946b).
Perdura el
desacuerdo entre los críticos sobre la identidad del
arcipreste que llevô las cartas de Don Gil a los ciêrigos
de Talavera.
Este arcipreste hace acto de presencia en
los versos 1691a y 1692a.
Aparte de las referencias más
o menos directas a la persona de Juan Ruiz, los arciprestes
se mencionan tres veces más en la batalla de Don Carnal con
Dona Cuaresma:
A todos los aciprestes e clêrigos sin amor.
(1069c)
A c i p r e s t e s e duenas, êstos venién d e l a n t e .
( I245b)
Aciprestes e duenas fablan sus poridades,
(I283b)
17
La can^tiga de lo^clêrigos^ de Talavera refleja una
junta ordinaria del cabildo catedralicio.
Ademâs del ya
mencionado arcipreste hacen uso de la palabra el deán
(I696b), el tesorero (I701a), el chantre Sancho Ylunoz
(l7Q5a) y el canônigo "don Gon^alo" (I708a).
Justamente
los personajes qus el oyantø avispado podla esperar tras
el inicio "mand6 juntar cabildo" (1691c).
En la base de la pirâmide jerârquica secular se
hallan los sacerdotes, curas o clérigos.
Este último
têrraino es gønêrico y "pør se" puede referirse a todos y
cada uno de los miembros del estado eclesiástico, tanto
regular como secular;
mâs aún, en la Edad rfledia se
aplicaba a todo hombre de letras, conocedor de la lengua
latina,
También es cierto, sin embargo, que paulatinamente
el tôrmino clérigo en su acepciÔn mâs especlfica se
circunscribiô al clero diocssano, mientras que monje,
fraile o øl raâs amplio de religioso designaba a los miembros
de las ôrdenes religiosas,
En mi opiniôn, êsta es la senda
por la que camina Juan Ruiz como a renglôn seguido intento
demostrar,
Un excelente punto de arranque lo proporciona
el recibimiento que todos los clérigos hacen a Don Amor,
Dø inmediato salta el conflicto entre la "clerizla" o
seculares y la "frairla" o regularesi
Querié levar tal uéspet luego la clerizía
fuáronlø muy contrarios quantos tenián frairla.
(I247bc)
18
Las dos e s t r o f a s
divisi6n
que siguen a r r o j a n más l u z sobre
la
regular-secularI
D i x i e r o n a l l î luego todos l o s ordenadosi
"Senor, nos t e daremos monesteriûs onrados.
(I248cb)
Ncn q u i s r a s a l o s c l ê r i g o s por
uáspedes,
de aqufista,
ca non t i e n e n moradas do t o v i e s s e s l a f i e s t ? .
(I249ab)
"Senor", dizen los clérigos, "non quieras
vestir lana;
astrafari^ un monje quanto el convento gana.
(I251ab)
Donde claramente "cl^rigo" se aplica a los sacerdotes
seculares.
Esta misma yuxtaposiciôn frailes-clêrigos es
frecuente en el Libro de buen amor baio diversas formasi
Fazla muchos clérigos e muchos ordenados,
(495a)
lYluch'ô omne ordenado que otorga perdones,
los clárigos seglares con muchos clerizones,
(I235bc)
Por estas últimas citas, mâs la ya citada 1248ab, se
justifica la conclusiôn de Fíî. i^orreale, segûn la cual el
término "ordenado" debe tomarse "como miembro de orden,
o
o sea como individuo perteneciente ^l clero regulsr.""
Clérigo y ordenado son pues sinônimos ds secular y
regular respectivamente.
Otros sinônimos de clérigo son
"cura de almas" (386a) y "clérigo cura" (I150c),
Sin
necesidad de prolongar el argumento se pu&de conceder que
"clêrigo-clerecla" aludsn al clero diocesano en I25a,
19
494c, 506a, 1069c, 1144a, 1149d, 1l50d, 1l54a, ll55b,
I215d, 1491b, I694b, 1695b, 1697a y I709b.
En ésta
última entra un nuevo personaje, "los clerizones" (l709b),
nombrados tambiên en I235c.
Probablemente eran sacris-
tanes (384a), monaguillos y otras personas de la misma
ralea quienes sin haber recibido 6rdenes usaban traje
eclesiâstico y vivlan a costa de la iglesia.
Ordenes reliqiosas masculinas
En esta secciôn caben todas aquellas personas eclesiásticas masculinas excluldas del apartado que precede.
Todos los miembros de las 6rdenes regulares y sus
superiores, monjes, ermitanos, frailes, etc.
Juan Ruiz
parece haber gozado de una amplia relaci6n vital con
estos grupos;
es patent'e.
su familiaridad con este género de vida
Indiqué que los abades en el Libro de buen
amor pertenecen al clero regular.
esta opini6n,
No todos comparten
Corominas declara que en un principio abad
signific6 "sacerdote, cura" y que como tal aún se conserva
hoy dla en partes de Galicia, Salamanca, Navarra y Arag6n.
Según este crltico, abad equivaldría a sacerdote secular,
pero no menciona a este respecto el Libro de buen amor.
La Enciclopedia Universal (I, 79) explica que la palabra
tuvo su origen en ciertos grupos monásticos de Siria para
designar al superior de un convento,
Anads que en Espana
se remonta su uso bajo esta acepci6n al siglo VI, conser-
20
vándose aún hoy antre los Benedictinos y los Canônigos
Agustinos,
Cororainas parece haber basado su definici6n
en el Glosario de Aguado (pp. 217-18), ya que éste usa
parecida terminologla y cita tarabién su actual uso en
Galicia,
Aguado, sin embargo, anade la acepci6n de
dignidad eclesiâstica y, aunque no especifica nada más,
por el contsxto y su alusiôn expllcita a la orden døl
Cluny y a los Bønedictinos, es justo toraarlo como referencia a una dignidad eclesiástica "regular".
Aguado
refuerza esta suposici6n cuando expresa perplejidad a la
hora de clasificar el "abades" de 1283a entra "cura" o
"dignidad eclesiástica",
Para Aguado, pues, abad signi-
ficarla simplemente cura secular en I618b y 1495d,
dignidad eclesiâstica--iregular?--en 494a, 875c, I235d y
1236b, dejando en duda 1283a.
Inexplicablemente excluye
u olvida los "abades beneditos" (l237c), asl como el
"Senor abat" (776c).
Refiérese el último al lobo vestido
de monje, el mismo a quien los cabritos acaban de llamar
"senor guardiano" (769c), en un contexto cabalmente
monacal.
En el transcurso de una conversaciôn
Arciprøste-Trûtaconventos acerca de la monja Dofla Garoza
la vieja exclamai
fazanero" (l49Bd).
"Que las monjas no s' pagan dsl abat
Aguado probablemente entendiô esto
como referencia personal al Arcipreste, pero creo que se
trata más bien de una generalizaciôn con visos de refrân.
Al mismo tiempo me parsce detactar una constante
21
inclinaci6n de Juan Ruiz en recargar las tintas sobre el
12
clero regular.
En este raismo episodio es un arcipreste
quien está cortejando descaradamente a la monja, pero se
desenvuelve en un ambiente de absoluta normalidad,
raofándose frecuentementø del clero regulart
Alegre va Sl fraile de tercia al rcfitort
/
/
í
X
/
^
quiere el fraile goloso entrar øn tajador.
(I399bd)
Luego seré contigo, desque ponga î3n fraile
con una fraila suya que me dizi |traile, trailei
(M66ab)
Juan Ruiz astutamente desvla la atønci6n dø sus oyentes
mientras esconde la raano con la cual tir6 la piedra,
técnica usada con anterioridadt
E busca messajera de unas negras peca^as
qu8 usan mucho fraires e monjas s beatast
son mucho andariegas, merecen las ^apatas;
estas trotaconventos fazøn muchas baratas.
(441)
Estos consejos de Don Araor resaltan las corrorapidas
costumbres del clero regular;
los frailes, monjas y
beatas "usan mucho" (441b) esas mensajeras, ocultândonos
el hecho respøcto al clero secular.
Cuando don niøl6n
estâ a punto de conseguir su Endrina, Juan Rulz pone en
boca de Trotaconventost
|Non quebrantedes mis puertasi, que del abat
de Sant Pavlo
las ove ganado yot non posistes al un clavo.
(875cd)
22
Anadidura evidente de Juan Ruiz pues carece de paralølo
en el Pamphilus.
La idøntidad de este abad øs un misterio.
No es diflcil avønturar, sin embargo, qus se trataba del
superior de los Oorainicos, o de San Pablo, que salen a
recibir a Don Amor (1238a),
Es de suponer que era bien
conocido de los oyentes coetâneos de Juan Ruiz y que
indudablementø estos versos arrancaban una sonora
carcajada.
Peacci6n anâloga acarrearla el donjuanesco
Fray Woreno (565), ya se entienda "Fray Fulano" (Cejador,
I, 206) o "Fray Irresistible" (Corominas, p, 228). El
høcho más chocante y conseguido radica en colocar a la
cabeza de los galanteadorøs un "Fray X",
No quisisra dar la impresiôn que Juan Ruiz canoniza
al clero sscular;
mi punto de vista es que sale mejor
parado por las frscuentes burlas que gasta al clero
regular.
En honor a la verdad justo es reconocer que
tanto en los abusos del dinero como en el recibimiento a
Don Amor ambos cleros se hallan presentesj
sin embargo,
una rápida ojeada bastarâ para revelar el manifiesto
contraste.
Coraisnza Juan Ruiz los denuestos contra el
dinsro indicando lo que êl vio en Roma o sede dei Papa
(493), e identifica tres veces al ciero secular con el
nombre genérico de "clárigos" (494c, 495a y 505a),
aportando acusaciones leves.
Obispos y arzobispos son
citados una vøz, pero no hay que olvidar que estas
dignidades øran accesibles a ambos cleros.
Es digno de
notar que no se menciona ninguna dignidad menor del clero
diocesano, ^d^nde estSn los arciprestes?, idônde los
arcedianos, los canônigos?, etc.
Las generalizaciones
desaparecen como por arte de magia al tratarse del clero
regulan
ahl estân los priores, abades y doctores (494),
los monjes, monjas y religiosos (495), los monjes de
nuevo, denostando el dinero en público (503) y amontonándolo en sus conventos (504).
Siguen los frailes que
se llaman a sl mismos pobres y hacen gala de sus
"parcioneros", "despenseros" y "tesoreros" (506);
los
monjes y frailes, una vez más, que se disputan con los
clêrigos, cual aves de rapina, los despojos de los ricos
(505-507),
Otro tanto sucede al describir la procesiôn
que sale al encuentro de Don Amor,
El clero secular estâ
alll presente, "clêrigos con muchos clerizones" (l235c),
asl a secas.
Por parte de los religiosos, a los muchos
ordenados (I235b), se anaden el "abat de Berdones" (I235d),
las "ôrdenes de Cistel", la de "Sant Benito" (l236a), la
de "Cruniego con su abat benedito" (l236b), la "Orden de
Santiago con la del Ospital" (l237a) y la de "Calatrava e
Alcântara con la de Buenaval" (l237b).
Tambiên se hallan
presentes "de Sant Pablo los sus pedricadores" (l238a),
los "fraires menores" de San Francisco (l238b) y los
agustinos con sus cantores "ministros e priores" (l238cd).
Completan la lista "los de la Trenidat con los fraires del
Carmen" (l239a), "los de Sant' Olalla" ( I239b) y los
24
frailes de "Santo Ant6n" (l240a),
6rdenes antedichas son de varones.
N6tese que todas las
A la hora de suplicar
a Don Amor que escoja morada, los religiosos ocupan de
nuevo un papel estelar desacreditándose mutuamente ya que
en su afán por impresionar a Don Amor, revelan cuân lejos
están de los ideales monásticos (12^8-1250),
Al llegar a
este punto el hospedaje de Don Amor en la humilde casa del
Arcipreste queda revestido de naturalidad, conveniencia y
respetabilidad.
No solamente la frecuencia sino también la variedad
de términos para designar al clero regular es considerablei
ermitano (529a, 530a, 535a y 537a);
504a, 506a, 532a, 534d, 542d y 594b);
monje (495b, 503a,
fraile (441b,
505a, 506a, 565b, 1l28a, 1161a, 1l71d, I239a, 1240a,
125lb, 1399b, I399d y 1466a);
1248a);
ordenado (495a, I235b y
abad (494a, 776c, 875c, I235d, I236b, I237c,
1283a, 1495d y 1618c);
religiosos (495b y I248a) y
priores (494a y I238d).
El anâlisis de Lecoy sobre el poder nefasto del
dinero en la tradiciôn eclesiástica asî como el cortejo
de Don Amor conserva aún validez en sus lîneas
esenciales.
Cejador (II, 145-49) se ocupa con bastante
detalle y minuciosidad de la identificaciôn histôrica de
las diferentes ôrdenes religiosas, complementando en
parte a Lecoy.
Varios otros críticos amplîan éste o
aquel pormenor, pero ninguno resalta el evidente
25
favoritismo del Arcipreste hacia el clero secular, dato
que considero significativo.
A la hora de juzgar la vida
y costumbres del clero, "poseemos más datos para juzgar de
la moralidad del clero secular que del regular" (GarclaVilloslada, II, 634). Ademâs ning n crítico mentalmente
sano osarla mantener la tesis de que los clérigos
seculares llevaron una vida mâs edificante que los dsl
bando regular.
ITlâs adelante, pp. 117-18, al hablar de
las parodias en el episodio de Don Carnal y Dona Cuaresma,
se estudiarân mâs detenidamente algunos datos sobre la
inmoralidad en la vida eclesiâstica,
Ordenes reliqiosas femeninas
Las monjas no han despertado mucha curiosidad en
los estudiosos del Libro de buen amor.
La mayorla de
los crlticos concentran sus comentarios sobre la relajaciôn de los conventos femeninos- en la Edad IVledia,
ocasionados por el recibimiento de Don Amor o por el
episodio de la monja Dona Garoza.
Lecoy (pp. 264-70)
continûa siendo el mâs sôlido por la serenidad de sus
juicios y la abundante documentaciôn que aporta.
Carmelo Gariano dedica un apartadc a las mujeres del
Arcipreste.
Inevitablemente alude a la controversia
secundaria sobre si Dona Garoza cediô o no en cuerpo y
alma al Arcipreste concluyendo con un "tal vez" poco
comprometedor,
Referente al cuadro que nos pinta
26
Juan Ruiz de las raonjas de su tiempo, Gariano opinat
"No es fácil establecer si es sátira o pintura divertida
de costumbres" (p, 110),
Probablemente sea Jorge Guzmán quien ha prestado
una atønci6n más minuciosa al papøl dø las mujøres øn la
obra del Arcipreste,
tismo moral extremado.
Su estudio dssemboca en un didacGuzmán también habla en tárminos
genéricos, sin especificar a quá clase de mujeres podrla
estar dirigiéndose Juan Ruiz. 15 En el Libro de buen amor
el término "muger" posea dos acepciones primordialest
a) término genérico opuesto a hombre o var6n, y b) têrraino
genérico opuesto a esposo,
Entre las innumerables citas
que vendrlan al caso baste mencionar, para la primera
acepci6nt
E a s s i e s t e mi l i b r o ,
a todo omne o m u j e r . . .
(f° II r 30)
It B venit a la fabla, que mujeres e varones
por palabras se conocen, son amigos, companones.
(677cd)
La mujer mucho sanuda e qu* el omne bien guerrea.
(633c)
Sobrentendiêndose esposai
Quando su mujer Dalida los cabellos le cort6,
(3Qab)
Quando fue 81 pintor de Frandes ya venido,
fuø de la su mujer con dosdén recebido,
(481ab)
De mujeres leales los sus buenos maridos,
(1527c)
27
Un término más especlfico usado frecuenteraente por
Juan Ruiz al dirigirse a las mujeres es el de "duena" o
"duena".
^Quiénes eran esas duenas?
diflcil contestaci6n«
Pregunta de muy
Lo que sigue es una hip6tesis
basada en textos del Libro de buen amor exclusivamente, No
se trata de averiguar lo que la duefía ha sido en la historia, sino la acepci6n mâs aproximada que puede tener en la
pluma de Juan Ruiz,
Corominas define "duena" ccmo "senora,
dama, raujer acorapanante y duena de servicio."
Diccionario de la lenqua espanola dicei
El
"monja o beata
que vivla antiguamente en comunidad y solla ser mujer
principal," 17 Estas beatas que sollan vivir con otras en
comunidad bajo cierta regla, "han existido antes de las
6rdenes religiosas y las ha habido en todos los tiempos"
(Enciclopedia Universal, X\/III, 2- parte, 2379-80),
Sus
inicios se remontan a la costumbre existente en la
cristiandad primitiva de colocar algunas vlrgenes j6venes,
sin familia, bajo la tutela de unas matronas respetables
y serias, quienes ejerclan un papel semejante al de madres
superioras,
En el transcurso del tiempo se multiplicaron
por el Occidente,
Ocasionalmønto haclan votos y se
dedicaban a obras de caridad y a la práctica de ciertas
devociones espirituales—rezo del breviario--para el bien
de su alma.
Eventualmente se convirtisron en comunidades
religiosas femeninas.
Las monjas de coro estaban tambiên
obligadas a rezar el breviario.
Uno de los rezos mâs
28
populares era el Oficio de la Virgen Marla cuya existencia
docuraentada se reraonta al siglo X y que sirvi6 ds base a
los Libros de Horas medievales. 16 A los seglares se les
recomendaba la asistencia a la misa y a otros oficios
litúrgicos como vlsperas y maitines, pero el rezo del
oficio divino completo era tarøa reservada a los sacerdotes y religiosos dø ambos sexos. 19
iPudiera ser la accepciôn de duena en Juan Ruiz
sin6niraa de esas monjas o mujeres principales de quø
hablábamos mâs arriba?
ha de ser afirmativa.
Parcialmente al menos la respuesta
£n el bien conocido episodio de
Dona Garoza (1332-1507) aparecen varias citas donde
duena y monja quedan irrefutablemente unidas en su significadoj
asl por ejemplo, hablando de la monja Dona
Garozat
Aquesta buena duena avié seso bien sano,
(I347a)
Otro dla la vieja fuêsS a la monjla
e fall6 a la duena quS en coro sela.
(I396ab)
A Í e g r e va l a duena tíel coro a l
parlador.
(I399a)
Dona Garoza habla de sî misma como monja (I443c) y
Trotaconventos la contesta en el mismo tonoi
El miødo de las liebres las monjas le tenedes.
(I44d)
Aquesto acaøcø a vos, ssnora mla,
6 a todas las monjas que tenedes frailla.
(I451ab)
29
"Tenedes frailîa" significaría aqul, según Corominas,
"iviantenêis vida monástica, vivls en convento," una prueba
más de la vida conventual de riertas duenas (p.540).
Abreviando, se pueden cotejar el resto de las alusiones a
la monja Garoza como duena eni
I338c, 1385b, 1410a,
1422a, 1435ac, 1453a, 1481a, 1483a, 1490a, 1493a, I503a y
1506b.
La lista, sin embargo, no acaba con Dona Garoza,
Otras citas desperdigadas por el Libro de buen amor identifican, inequîvocamente, el sin6nimo monja-duenai
Todas duenas de orden, las biancas e las prietas,
Cistel, pedricadsras e muchas menoretas.
( 1241ab)
Según el Diccionario de Autnridadasi
Duenas se llamaban tambiên en lo antiguo las
beatas de Santo Domingo el Real de Wadrid
antes que tuviesen clausura, y también las
(Vlonjas de otros muchos Conventos de Espana,
que hasta hoy conservan este mismo nombre:
como son las Duenas de Salamanca, las
Duenas de Burgos, la? Duenas de Côrdoba:
y así otros nionasterios en q-je sôlo se admitîan mujeres de calidad, a que hoy llamamos
Senoras.^^
Esta misma fuente anade que en latín se las denominaba
"Illustres foeminae Deo mancipatae" y concluye citando
la crônica de San Fernando donde se habla de estas
"Duenas" de Ordsn que Juan Ruiz menciona en I241a. 5E
trata de monjas procedentes de familias acomodadas y veTí
nadas, precisamente como las describe Juan Ruiz en las
30
estrofas 78 y 168, senoras de buen linaje y mucha nobleza.
Wenos evidente se presenta el episodio de la "duena
encerrada" (166-180).
^Era ôsta otra raonja? En una nota
al verso 171a reflexiona Cororainas que "entre las
beneditas" no es siraplemente "una frase de caj6n y de poco
sentido" (p. 114). Para Corominas, "entre las beneditas"
quiere decir "entrø mis devotas" o "entre mis beatas"
(p. 114). Esta posiciôn queda reforzada en el transcurso
del episodio,
Al rechazar esta duena los avances de su
galanteador afirmat
Non perdøré yo a Dios nin al su paralso
por pecado del mundo, qu8 es sonibra de aliso.
(I73ab)
Estas son palabras muy apropiadas para una persona que ha
abandonado el mundo para servir a Dios,
Compârese también
la estrecha semejanza de esta respuesta con otras posteriores de la monja Garozai
ConséjasmS agora que pierda la mî alma,
(I355d)
ftîâs valen en convento las sardinas saladas,
fazer a Dios servicio conas duenas onradas,
que perder la mî alma con perdizes assadas,
(I385abc)
Aftádase a todo esto el tono religioso del ejemplo aducido
donde el sefíor del mastln y los bienes que éste guarda
connotan un hondo sentido espirituali
Al sef^or que me crî6 non farê tal falsedat,
que tú furtes su tesoro qua dex6 en mi feaidatt
31
tû levarlas el algo, yo farla grand maldat;
bete dS aqul, ladr6n, non quiero tu poridat,"
(177)
Antes de concluir este episodio de la "duena encerrada"
i,serla muy aventurada la suposiciôn de que esta duefía tan
"cusrda S dø buøn ssso" (l68c), tan "cortés ø møsurada"
(l69c) fuese en realidad supøriora de algún convento?
En esta direcci6n parece apuntar el siguiente versoi
"rnuchas duefías S otras, de buen saber las veza" (I68d).
Este verso fue traducido por Brey Marinoi "a otras ya
entendidas ensena con destreza," 21 Posee un cargo de
ascendencia sobrø las demâs a quienes ensena "todo saber
de duefía" (l68b),
Llaraa la atenci6n y es digno de notarse la estrecha
relaci6n y paralelismo de esta "duefía encerrada" (167-180)
con otra "duefia discreta y cuerda" (77-79), la primera
estaci6n en el viacrucis amoroso del Arcipreste,
expresionest
Las
"Era duena 8n todo e de duenas sefíora"
(78a) y "Sabe toda nobleza d8 orQ e de seda" (79a),
pertenecientes al episodio de la "duena discreta" se
repiten casi al piø de la letra en el pasaje de la
"duefía Bncørrada"t
Duefía de buen linaje e de mucha nobleza,
todo saber de duøna sabø con sotileza.
muchas dusfías 'é otras, de buen saber las veza.
( I68abd)
Nôtesø tambián que øl eplteto "duefía cuerda" se aplica a
32
ambas damas 81a, I68c y I78d,
Compárense finalmente las
razones que estas dos duerias aducen al contestar negativamente a la vieja criada de Juan Ruizt
Quando quier casar omne con duefía much onrada,
promete e manda mucho; desque l'á ha cobrada,
de quanto l' prometiô, o da poco o da nada.
(97abc)
Dizi "non muestran pereza
los omnes en dar poco por tomar grand riqueza,
(I72bc)
Existe otro eslabôn más en la cadena que une estos dos
episodios:
(78c).
socia
"f<lucho de omne se guardan allî d'ô ella mora"
Este verso pudiera indiccxr meramcnte una costumbre
en determinado lugar geográfico, o pudiera ser
consecuencia de vida comunal enclaustrada, estjdiada al
referirnos a las duefías, monjas y a la "duena encerrada",
La subsiguiente evacuaciôn de esa duena "muy guardada"
(90d) para alejarla de la influencia del Arcipreste
podrîa haber sido obtenida mediante la simple fôrmula,
en boga aún hoy dîa, de cambiarla a otro convento.
De
no ser monja, serla más lôgico espeiar un estrechamiento
de la vigilancia paterna, semejante a la duena del
estrado, "guardada quanto su madre pudo" (922a).
Sin entrar en la polémica sobre la interpretaciôn de
las "Horas Can6nicas", me propongo examinar brevemente
algunas de las citas referentes a la duena y duenas cn
este episodio, sugiriendo que Juan Ruiz se está refiriendo aqul también a esas "monjas o beatas" beneficiadas
33
de las trotoras (44lb).
Teniendo en cuenta lo ya expuesto
acerca de las raonjas, duenas y beatas, veamos algunos
textost
E sî es duena tu amiga que desto non se compone,
tu cat61ica allá cata manera que la trastorne,
(379ab)
Este verso es traducido por Brey lYlarinot
"tu beata
hallarâ modo que la trastorne" (p, 83), muy acertado
además en el contexto, ya que la misma estrofa concluyet
"Va la duenS a la tercia, en caridat legem pone" (379d),
Se puede objetar que a los laicos se les recomendaba
asistir a los oficios divinos, psro ello no prueba que
asistieran, y aún admitiendo esta inverosimilitud no es
probable lo hiciesen con la suficiente frecuGncia para
familiarizarse con el texto latino de los misraos, como
hacøn suponsr las respuestas, en latln, de la duefíat
Gressus møos dirigø";
responde dofla Fulana.
(383c)
Digantet
"Converte nos", de gradtt abres las
puertas,
e despuêst "Custodi nos" te ruegan las encobiertas,
(386cd)
Estas "encubiertas" que como mlnimo chapurrean el latln,
^no procederlan de entre esas raonjas obligadas a recitar a
diario el oficio divino?
El clôrigo de las "Horas" recibe
a todas las mujeres "o quier blancas o quier prietas"
(385b), térraino aplicado a las duenast
"Todas duefias d8
ordan, las blancas e las prietas" (I241a),
En este verso
34
Juan Ruiz claramentø se refiere a religiosas de diversas
ôrdenes, con lo cual esas mujeres "encobiertas" de las
"Horas", la "duefía encerrada" y la "duefía cusrda" qus
le dieron calabazas bien pueden referirse a esa clase
de dueftas enclaustradas o monjas, mezcla de amor de Dios
y aclcate sensual, que encarna la monja Dofía Garoza,
Un
reparo no desdenable a esta teoría lo constituye la
sugerencia de Trotaconventos de enamorar a una monja
(1332-1342);
pudiendo tomarse como indicaciôn de
que fue incitada por fracasos anteriores o como ûltimo
reraedio,
Una lectura detenida de las estrofas 1332-1342
no avala esta interpretaci6n,
Además, con anterioridad
a los consejos de suraensajera,Juen Ruiz se muøstra
licenciado de eotas materias en sus reflexiones frente
al hospedaje de Don Araort
Wio serior don Amor, sî êl a ml creyera,
el combit de"las monjas aqueste, recibiera;
todo vicio del mundo, todo plazer ovierat
si a dormitorio entrara, nunca se arrepentiera,
(1258)
No es el propÔsito de este estudio el determinar
la posible acepci6n de la palabra duena en todos y cada
uno de los vørsos en que hace acto de presencia.
Este
exhaustivo cotejo no es necesario por tratarse aqul
solaraente de una reorientaci6n o campanada de alerta
ante una nueva senda.
Qulero, sin embargo, afíadir otras
considsracionos generales;
en, primer lugar, los tres
35
manuscritos no concuerdan y se precisarla dilucidar las
posibles alteraciones de los copistas;
en segundo
têrmino, es evidente que Juan Ruiz usa la palabra "duefía"
con significado vario, abarcando desde el ya estudiado
de monja hasta una invocaciôn a la Virgen iVladre (l054d),
pasando por Dona Cuaresma (I074c, 1090b, 1 9lc, 1093d,
1097C, 1125b, 1173a, I203a y I204c) hasta otro gran
número de citas de significado totalmente ambiguo que
elude precisi6n.
Alguna de estas ambiguedades se puede
resolver dentro de un moderado marco de error y probabilidad.
Por ejemplo, aceptando mi teoría y considerando
a la "duena cuerda" de las estrofas 77-79 como monja, se
seguirîa que en I06a y 107ad tambiên lo es, ya que se estâ
refiriendo a la duena antedicha.
Esta posibilidad queda
reforzada unas estrofas después al indicarnos Juan Ruiz
que esta vez pos6 sus ojos en una cualquiera, en una "non
santa" (ll2c), de donde podemos deducir que la primera
era una "dueria santa" o dedicada a la santidad, monja.
Esta acepciôn duefia-monja haría mâs comprensible la
disculpa que pide a las duerias por la trova cazurra
(l14b), disculpa ininteligible para (Ylenêndez Pidal por
no comprender el doble sentido religioso-profano del
pan y de la cruz que indudablemente podîa ofender a los
"plos oîdos" de una comunidad, como veremos mâs adelante,
pp. 90-96.
36
Repetidas veces habla Juan Ruiz directaraente a las
duefías (1616, 892a, 904c, 947Rd, 948a y I573a), sin
posibilidad de aclaraci6n en el contexto.
En dos casos
concretos al hablar de duenas la balanza parece inclinarse
hacia la mujer de linaje, pero no monjat
se trata de la
nlf^a de pocos dlas "guârdada quanto su madre pudo" (922a)
y la duefía que el Arcipreste vio rezando en la iglesia
(1321-1331), cuya temprana boda dio al traste con los
planes araorosos del clérigo.
Una de las razones, aunque no la única, por la que
según Trotaconventos sl Arcipreste debiera amar a una
monja es porquø ésta no sø le casarâ (1332c), otorgando
cisrta østabilidad a sus aventuras amorosas; éstø parece
ser el deseo de Juan Ruiz.22 Quiere compafíla, pero no
desea—no puede—casarse.
Bajo estas circunstancias las
monjas representan la mejor alternativa.
se anda por las ramast
que conocl" (I53b).
Juan Ruiz no
"Siempre puné en servir duøfías
Afirma que su sino consiste "en
servir a las duefías punar e non en ál" (I54b).
No cabe
duda que las duefías son la especialidad de Juan Ruiz.
Asl
lo reconoce Don Amor al darle consejos, amonastándole que
son vâlidos para las duefías y para las demás mujeres
(426b, 427d, 428b y 430a).
Al llegar a este punto brota una nueva dimønsi6n que
no rae atrevo a sugerir como hip6tesis, sino como mera
posibilidadt
si las duørias de que habla Juan Ruiz fuøran
37
en r e a l i d a d d u e n a s - m o n j a s ,
quedarla perfectamente
arabien-
t a d a l a s u g e r e n c i a de Don Araor a l a hora de escoger una
mensajera e n t r e esas "que usan mucho f r a i r e s
beatas"
(441b);
øs d e c i r ,
ø monjas e
una que se conozca e l pano.
E s t a i d e a p o d r l a conducirnos h a c i a una r e v i s i ô n
personajø
del
dø T r o t a c o n v e n t o s reeraplazando a esa mujer
s e m i d i a b 6 1 i c a y matrona de b u r d e l e s por una b e a t a o
ex-beata.
E s t o no es t a n d e s c a b e l l a d o corao a p r i m e r a
v i s t a p u d i e r a p a r e c e r ya que nos consta
hist6ricamente
que l o s conventos estaban d i v i d i d o s e n t r e monjas de coro
y hsrmanas l a g a s o b e a t a s , cuyo o f i c i o c o n s i s t l a en p e d i r
l i r a o s n a s , "mucho a n d a r i e g a s " ( 4 4 1 c ) ,
o en o t r o s
menesteres
en nombrs de l a coraunidad a que estaban agregadas.
otra p a r t e ,
Por
sabemos que T r o t a c o n v e n t o s v i v i Ô en un
c o n v e n t o , a l mønos d i e z anos, a l s e r v i c i o de l a s monjas:
"Worâ 1 b i e n d i e z afios" ( I 3 3 3 a ) ,
Trotaconventcs
tenido lugar,
al servicio
La permanencia de
de l a s monjas no pudo haber
como opinan a l g u n o s , en l a j u v e n t u d de
l a a l c a h u e t a so pena de c o n v ø r t i r
reliquia
a Dofía Caroza en una
d e l pasado de dudosa a t r a c c i ô n f î s i c a ,
con e s t a l a r g a d i g r e s i 6 n q u i e r o i n d i c a r
e s t r o f a s 423 y l a 8 9 1 — c o n s e j o s
Siguiendo
qus e n t r e
las
de Don Araor, de Dona Venus
y ø l e p i s o d i o de Don Îinel6n y Dofia E n d r i n a - - a p a r e c e
el
t é r m i n o "duefías" un mlnirao ds s e s e n t a y nueve veces en su
raayorla
de p r o b l s r a á t i c a
interpretaciôn,
La n a t u r a l i d a d y d e s p a r p a j o con que Juan R u i z
narra
38
las aventuras amorosas con las duerias no debe inclinar a
nadis a juzgarias impropias ds mujørøs røligiosas.
raonjas aparecen en dos lugares principalesi
Las
en el recibi-
mlento a Don Amor (1241-1258) y en el acoso a Dona Garoza
(1332-1507),
En el primer caso vemos como Juan Ruiz se
complace en incluir a la totalidad de las religiosasi
Todas duefías de orden, las blancas e las prietas,
Cistel, pedricaderas e muchas menoretas,
todas salen cantando, deziendo chan^onetas.
(I241abc)
La ratahila de ofrendas s61o en parte declaradas a Don
Araor y detalladas luego por Trotaconventos (1332-1342),
pueden resumirse en el versoi
"Todtt gn las monjas es
mâs qu8 en otro lugar" (I342c).
Nada nuevo para Juan
Ruiz pues sus conocimientos en esta área no parecen ser
puramente te6ricost
"Si a dormitorio entrara, nunca se
arrepentiera" (l258d),
No harlamos justicia a Juan Ruiz
si pintáramos un cuadro sumamente negativo de la vida
religiosa de las monjas,
fácilmsntø;
No se døjan conquistar tan
por boca dø Dofia Garoza F.e filtra cierta
moralidadt
Pecar en tal manera non convienê Q monjat
religiosa non casta es podrida toronja.
(I443cd)
Ya se vio anteri ormente como la primera duefía le dio
calabazas por no ofender a Dios,
En varias ocasiones
describe a las monjas en actos de piedad (I396c, 1397a,
39
I499b, etc.) y especialmentet
Fallé por essa caustra e por el cirainterio
muchas relig osas røzandtt el salterio,
(I307bc)
Estos versos por otro lado prueban lo ya dicho sobre el
rezo del breviario en las comunidades femeninas.
Fuera
de los dos extensos episodios del recibimiento a Don Amor
y Dona Garoza citados anteriormente aparecen las monjas
tres vecBs mâst
441b, 495b y 1166c, sin afíadir ningún
matiz al cuadro pintado.
Norabres de santos y fechas del calendario litúrqico
Los norabres de santos blblicos sø mencionarân en ol
capltulo siguiente al tratar de la Biblia.
En el presente
apartado intento condsnsar lo ya anotado respecto a los
santos por algunos crlticos, expandiendo los detalles que
considero importantes ø introduciøndo otros nuevos.
San Ant6n o San Antonio aparece por primera vez al
hablar de la orden religiosa "Frayres de Santo Ant6n"
(l240a), orden dedicada a los enfermos, "institulda en
Viena del Delfinado øn 1095 por Gast6n, por promesa hecha
al Santo si curaba a su hija Guêrin del fuego sagrado o
de San Ant6n, o erisipela" (Cejador, II, 148). Esta es
la raz6n porque, en siglos posteriores, se consideraba a
San Ant6n abogado contra esta enfsrmedad y se le representaba en cuadros rodeado de fuego, slmbolo de la
40
erisipela,
Este San Antôn o San Antonio Abad fue un
anacoreta nacido hacia el ano 250 de nuestra era.
Se
retir6 al desierto dondø llev6 una vida de austerlsiraas
mortificaciones.
Dios le afligi6 con pavorosas tentaciones,
aumentadas indudablemsnte por la leyenda, para conmemoraci6n dø las cuales, segûn se cree, se origin6 la costurabre
de pintarle con un cerdo.
Estas reprssentaciones populares
de San Antonio Abad con su cerdito, al pasar el tiempo
convirtieron a este Santo en patrôn y protector de los
animales, tradiciôn reflejada en el Libro de buen amori
Sus ganados e cabana
Santo Ant6n guarde tíe mal.
(I715øf)
Corominas opina que "cabana" significarla aqul "rebano"
(p. 608), pero no explica la resultante redundancia.
La
exposiciôn antecedente, extranjera en estudio de esta
Indole, la considero necesaria para resaltar el gran
sentido popular de Juan Ruiz y su intencionado ínfasis
en tradiciones populares, lugares geogrâficos, personas
y santos cercanos a su patria chica o bien conocidos por
M
24
sus raoradorøs.
Otro tanto pueds decirse al hablar de San Juliâni
La chata endXablada,
ique Sant Illán la cofondal
(9633b)
D6Íe, en quanto comen^arø,
buena estrøna Sant Juiián.
(1714cd)
41
No he hallado ningún estudio que diferencia estos dos
santos, y debido a la pobreza del contexto bien pudieran
ser uno mismo.
Sin embargo no existe unanimidad dø apli-
caci6n a un santo døtorminado,
José Warla Aguado cree que
"santullán" era "patr6n, al parecer, de los buenos
encuentros antes que Sant Antonio de Padua le suplantase
con la difusi6n del Franciscanismo" (Aguado, p. 565),
Ignoro en quê basa tal afirmaci6n,
Otro aserto que no he
podido sustanciar es el de Corominasi
"Sant Illán, San
Juliân, es uno de los santos que invocaban tlpicamente los
rústicos y caminantes, a los que ayudaba a pasar rlos"
(p. 376), apoyândoss tal vøz en Laroussø, a quien cita en
su comentario a 1718a (p. 610), Anade Corominas que se
tratarla del Hospitalario y no de San Julián arzobispo de
Toledo en el siglo VII.
êste último,
Parece improbable que se trate de
En primer lugar, San Juliân fue solamente
obispo de Toledo, no .arzobispo, entre los afíos 680 y 690, 25
En segundo tármino afirma el Padre Florez (V, 293) que no
hay documentos de su devociôn hasta el siglo XVI.
Pudiera
tratarse de San Juliân obispo de Cuenca que muriô en 1208,
llamado por Corominas el Hospitalario, o tal vez de San
Illán que vivi6 a principios del siglo XII, muy popular
entre la gente de bajo nivel socio-6con6mico por haberse
creldo, falsamente, que fue hijo de San Isidro labrador
y Santa iviarla de la Cabeza.
Se da la coincidencia que
este santo era venerado en la villa de Cebolla, oartido
42
judicial de Talavera de la Reina, provincia y di6cesis de
Toledo, "en cuyas inmediaciones, sobrø una colina pelada
,,, se halla una erraita dedicada a San Illán,"^^
Hasta
el hallazgo de nuevos datos me inclino por éste,
No existen dudas sobre la identidad de Santa
Quiteriat
(I3l2b).
"La quaresma cat61ica d61a a Santa Quiteria"
Concuerdo con Cejador y Aguado que en el
contexto significat
"la quito de ml o me quito de olla"
(Cejador, II, 169), o bien "la cuaresma cat61ica qultamela delante" (Aguado, p, 547), Sin embargo es digno de
notarse que la fiesta de esta mártir espanola de últimos
del siglo II se celebra solamente en la archidi6cesis de
Toledo, el 22 de mayo,
Dos santos mâs podrlan incluirse
aqul,
San Itîeder (951a) y Santa Marina (3c) ambos suficientemente examinados por otros estudiosos. 27
He querido resaltar esta identificaci6n de Juan
Ruiz con su mødio ambiøntø para mostrar la continuidad y
pløna idøntificaci6n dø su artø con øl lønguaje de la
vida cotidiana, los lugares geogrâficis comunes, fauna,
gastronomla, etc, (Criado de \/al, Teorla de Castilla,
pp, 183-203),
Este enraizamiento popular se extiende
también a muchos de los elementos eclesiâsticos presentes
en el Llbro de buen amor, tales como nombres dø santos,
monastørios, y personajes del clero.
Algunos de los
clôrigos mencionados por Juan Ruiz son hist6ricos como el
abad de Berdones (I235d), el abad de San Pablo (875c) y
43
e l can6nigo Don Sancho lYIufíoz ( l 7 0 5 a ) ,
Esta p a s i 6 n de Juan
R u i z por l o c e r c a n o y t a n g i b l e d e b i e r a ponernos en g u a r d i a
a l a h o r a dø sacar c o n c l u s i o n e s sobre sus fechas e
itinerariost
Dla e r a de Sant n a r c o s , fue f i e s t a
serialada.
(I32la)
Después fue de Santiago, otro dîa sequiente.
(87la)
En el mes era de mar^o, el dîa de Sant Meder.
(95la)
Dende a siete días era Quaresma,
(I067c)
Estand'ô a la mesa con don Jueves Lardero,
(I068a)
Se han hecho muchas cábalas y se ha vertido mucha tinta
en el c6mputo de dlas y afíos con el laudable propôsito de
28
precisar el ario a que Juan Ruiz se refiere,
El afSn por
lo concreto va de la mano con una bien estudiada ambiguedad desembocando en paradoja, tan frecuente en Juan
Ruiz.
Ya hace arios que Criado de Val llamô la atenciôn
sobra la falta de correspondencia entre "las paráfrasis
o composiciones en cuaderna vía" de las serranas y las
canciones en "verso corto" o "serranillas";
caso chocante
ya que se trata del mismo episodio narrado sin pérdida
de espacio o tiempo (Teorla de Castilla, p. 239), Alll
mismo amonesta Criado de Ual sobre la necesidad
de
considerar los detalles del Arcipreste por las montanas
resultado de sus viajes y no de una excursiôn,
La misma
44
regla es aplicable a todas las citas referentes a festividades del ano litúrgico.
Juan Ruiz escoge una fecha a
propôsito del teraa a descirrollar, sin preocupaciones de
encasillar su obra corapleta en un cuadro cronol6gico
deterrainado,
L6gicaraente la lucha entre Don Carnal y
Dofía Cuaresraa se centra en torno a fechas adecuadast
"El viernes de indulgencias vestiô una esclavina" (1205a),
Nunca inás apropiado para vsstirse de penitente que el
dla de Viernes Santo,
La Pascua cristiana conraeraora la
resurrecciôn ds Jesucristo, ds la carne,
El retorno de
Don Carnal y Oon Amor ocurrø adecuadamente en la "Vigilla
... de Pasqua, abril cerca passado" (1210a).
Dofía
Cuaresma ha de luchar desds el "miêrcoles corvillo" (l174a)
"fasta el Sâbado Santo" (I076c), asl como øl golpe maestro
de llamar a su mensajera para que anduviesse "passos ds
caridat" (l322d) precisamente el dla de San Marcos cuando
"toda la santa iglesia faz processi6n onrada" (l321b).
Lo cual no quiere decir que este episodio, si tuvo lugar,
fue en raarzo o en otro día especlfico que el autor recuerde,
Asiraismo el "dla de Casiraodo" (1315a) es un gran acierto
artlstico por resaltar la soledad døl Arciprøste al sør
contrastada con la abundancia de bodas y jolgorio una
29
vez levantada la veda cuaresraal.
Espero haber Qsclarecido suficientemente que las
fechas røligiosas øn Juan Ruiz døben tomarse en relaci6n
al tema que quierøn døsarrollar y al øføcto artlstico
45
prøtendido, asl como los santos parecen haber sido escogidos por su proximidad geogrâfica o farailiaridad con
su vida.
En todo caso las fechas quedan supeditadas al
arte, frustrando dø antøraano cualquiør conato de estructuraciôn cronol6gica.
CAPITULO II
FRAGIYIENTOS TE LOG ICO-CATEQUETICOS
Referencias blblicas
Hace escasamente dos afíos que DiDayne Carpønter
concluy6 su tesis doctoral sobre los elementos bíblicos
øn el Libro de buøn amor. primer y
del tema.
nico østudio global
Oebido a su cûmprensivo anâlisis me limitarê
en este apartado a la relaciôn entre los elementos blblicos
con los eclesiâsticos de mi estudio agregando un par de
comentarios breves, discrepantes de su tesis,
Tras exponer el papel que la Biblia representô en la
Edad ITÎedia comienza Carpenter su tesis examinando los
diferentes factores que pudiøran haber influldo o causado la pressncia de la Biblia en el Libro de buen amor.
Concuerdo en líneas gønerales si se me permite matizar
ligeramente el segundoi
"The Bible ujas a basis for much
medieval theology" (Carpenter, p, 9).
Sabido es que en
los sermones de los siglos XIII y siguientes la abundancia de historietas, alegorlas, descripciones de vicios
y sâtiras junto a los malabarismos ascolâsticos ofuscaban
con frecuencia a la Biblia, defecto criticado ya oor
2
Dantø, al mismo tiempo quø era øncomiado por otros.
Analiza Carpenter las fuentes del material religioso
presente en el Libro de buen amor, dividiéndolo en tres
principaløs:
a) la patrístics, b) la tradiciín, hagio45
47
grafla, etc. y c) Antiguo y Nuevo Testamentos,
El concluyei
"By far, the most frequently utilized of ths thrøe sources
is the Biblical material" (Carpsntar, p, 9), tdês que la
frecuencia numêrica interesa aqul ssclarecer la relaci6n
entre los elementos blblicos y los BclRT,iísticos.
Los
primeros hacen referencia directa a la Biblia, los
segundos pertenecen a la iglesia en todas sus manifestaciones litúrgicas, teolôgicas, catequéticas, disciplinarias, etc,
En esba segunda acepci6n se usa el tSrmino
en este estuoio,
En sentido lato pudiera afirmarse que
los elementos eclesiásticos son tambiên blblicos ya que
de ahl prfîceden,
Comúnmente, sin ømbargo, se usa "blblico"
en el søntido estricto de alusi6n directa a la Biblia. asl
como "eclesiâstico" se aplica a la iglesia o "ecclesia",
Sin negar la abundancia de elementos blblicos en el
Libro de buen amor, y sin ânimo de restar importancia al
extenso y minucioso estudio de Carpenter, opino que en el
Libro de buen amor los fragmentos blblicos son secundarios
mmmmm^^mm^^^^mi^m»^m^^^mm.mm^mimmii^^mai^m^
a los eclesiâsticos.
-^
Quiero decir con esto que la Biblia
es un punto de referencia y una fuente muy rebuscada que
sirve a Juan Ruiz para reforzar sus argumentos, pero
nunca adquierø papøl cøntral,
Esto lo admite también, al
menos indirectaments, el mismo Carpenter al afirmar que la
raayorla de ios personajes blblicos quedan enclaustrados
dentro de un limitado número dø øpisodios, tales como la
oraciôn do aperturap el serm6n en prcra, los pecados
4S
capitaløs y las horas can6nicas (Carpsnter, p, 28).
Dichos temas son eclesiásticos, no blblicos.
Estos
últiraos quedan supeditados a aquéllos, o dicho ds otra
manera los elementos eclesiásticos reclaman la autoridad
de la Biblia para sus propios fines.
Esta distinci6n
fundamental me obliga a separarmø da Carpenter al catalogar como blblicos, elemsntos que son puramente
eclesiâsticos, asl por ejemploi
iNon quebrantedes mis puertasl, qus dsl abat dø
Sant Pavlo
las ove ganado yoi non posistes al un clavo.
(875cd)
Alll van de Sant Pablo los sus pedricadores.
(I238a)
No cabe duda que San Pablo es un personaje neotestamentarlo, pero aqul Juan Ruiz no se refiere al apôstol de los
gentiles sino a la orden dominica y al abad de una
iglesia o monasterio, diflcilmente catalogables como
elementos blblicos,
Algo semejante pudiera dscirse
acerca de muchas interjecciones exclamativas e imprecatorias asl como la invocaci6n a Dios Padre, consideradas
blblicas por Carpenter (p, 143), Su uso diario en el
habla popular las otorga carta de naturalidad en el
3
idloma, perdiendo su pcder ovocativo blblico,
Por lo
demâs el trabajo de Carpenter es sumamente valioso, tanto
por la 16gica organizaciôn sistemåtica de las citas, como
por la claridad de exposiciôn sobre el papel que éstas
49
juegan en el Librc de buen amor.
Rudimentos teol6Qico-catequéticos
En el capltulo cuarto se estudiarán varios temas
raorales, pecados y armas del cristiano así corao el papal
que juegan en la obra del Arcipreste,
En el presente
apartado se dará una ojeada general a toda esta red de
elementos tBol6gico-catequéticos con énfasis en aquellos
que, por ser secundarios, no se analicen luego por
separado,
Los dos catecismos ds Don Gutierre de Toledo
y Don Gil de âlbornoz, ambos dsl siglo XIV, pueden servir
de pauta para la organizaci6n sisteraática ds estos
eleraentos doctrinales.
Ambos dividen la exposiciôn de
la doctrina cristiana con perfecta uniformidad en los
siguientes apartadosi
l) artlculos de fe, 2) sacramentos,
3) mandamientos de la ley de Dios, 4) virtudes, divididas
en teologales y cardinales, 5) pecados capitales, 6) obras
de misericordia.
Los artlculûs de la fe son aquellas vørdadss o dogmas
qus constituyen el fondo de la religi6n.
Tradicionalmente
se dividlan estos artlculos de fe en dos grupos perteneciendo los siete primeros a la "Divinidad" y los otros
siete a la "Santa Humanidad" de Jesucristo,
En los
catecismos modernos aún se mantiene esta divisiôn presente
ya en los libros doctrinales del siglo catorce (Floriano,
p. 9l), En el Libro de buen amor se encuentran dissminados
60
por todo s l poema, con una mayor c o n c s n t r a c i ô n en l o s
"gozo.«î" ( 2 0 - 4 3 ;
1065),
1535-1649) y en l a s dos " p a s i n n e s "
A c o n t i n u a c i 6 n ss enumeran i n d i v i d u a l m e n t e
(:046con
algunos de sus p a r a l e l o s en e l L i b r o dø buen amor,^
Oe
^mmåm-mmmm^iwim»^mmmm mmmtmmi^mm^mmtÊmmiÊmm^^m^^mmm^mmm
los siete referentes a le "Divinidad' sl primero es qus
Dios es uno (59c);
sl segundo, sl Padre es Dios (41c);
el tercøro, øl Hijo es Dios (86, 27d, 35f, 282b, 1062g,
1063g, 1556b);
ol quinto, Dios es Uno en Trinidad y
Criador de todas las cos5s (I3a, 59c, 109a, 136c, 1400,
14Sa)j
el sexto, Dios jjstifica y perdona dando gracia
(380b, 1063ab, 1140d);
cl sêptimo, Dios tío a los hombrøs
galardôn y gloria pQrdurable (I587b, I569b).
De los siste
dedicatíos a la "Santa Humanidad" el prin:aro est
Jes s
fue concf.bido de la Virgen por el Espîritu Santo sin ot'r&
de varÔn (24cd, I636b);
el segundo, naci6 de la Virgen
pørmanô'ciendo ella Virgen despuds del parto (36cd, 42c,
1060f, 1062cd, 1637cdgh, 1544a);
el tercero, por nosotros
sufri6 y muri6, fu3 cruciricado, muerto y Gnterradc (42f>
1050-1058, 1061, 'G52f, 1063-1056,
1Ô39G)Î
el cuar'.G, :.l
alma de Crîsto descendiô s .los infiGrnos para librar a
los santos (1561-156A);
el ouintc, ai Lercer día rasucit5
juntando si alma y el cuerpo (26d, 38d, 1639d, 16450)$
el sípxti'îj sjibi6 a los cialos en cuørpo y ai.Tfa a los
cuarcnts dXss v estâ f^entado a la dia.^tra de Dios Padra
(29c, 16^C!i'i, 16<\5fg);
el s^ptimo, al fin dGÍ mundo Vríndr^
a juzgar a ios vivos y a los n^uertcs (249c, 1505c).
51
Sacramentos
La s i g u i s n t e
d i v i s i 6 n psrtBnscs a l o s
sacramsntos.
Tarabién a q u l Juan R u i z se muestra acorde con l a
"Conos s i e t e
sacramentos l o s snBmigos s o b r a r "
tradici6nt
(l585d),
E l p r i m e r o es b a u t i s m o , por e l c u a l ss hacs a l horabrs
cristiano:
C o n t r a l a grands c o b d i c i a santo bautismo p o r f l a .
(I586a)
B a u t i z a t mis f i j u s l o s ,
porqus raueran c r i s t i a n o s ,
(776d)
El segundo, confirmaci6n, debe ser recibido s61o una vezs
"Con esta confirmaciân la sobervia es arrancada" (I589d),
El tercsr sacramento ss BI cuerpo y la sangrs de Josucristo.
Para Juan Ruiz, a tono con la teologla, cualquiera de
estos dos elsmsntos representaba la totalidad del sacramsntoi
Non deves tomar dubda que del vino se faze
la sangre verdadsra de Dios; en ello yaze
sacraraento muy santo; pruêvalo, si te plazø.
(534abc)
Qu8 es de cuerpo de Dios sacramento 'ê oficio,
(I597b)
La penitencia o cDnfesi6n viens en cuarto lugar y dGbîa
ser recibida del propio sacerdote a lo menos una vez al
ano por Pascua Florida o de Resurrecci6n.
Juan Ruiz ha
dejado vlvidos dnstellos dp las controverslas medievales
acerca de ebts sacramento en la biøn conocida digresiôn
sobre la confesi6n (1130-1161),'
Ei quinto Ciacramento
52
es raatriraonio y debla tener lugar pûblicamsnte en la
iglesia;
Juan Ruiz lo norabra expresarasntB tan s61o una
vezi
Quixotes e canilleras son el santo sacramento
que Oios fizo an paralsot raatrimonio s casamiento.
(I593ab)
Usa sin erabargo otras sxpresionss equivalsntes, tales
como "casar a ley e a bendici6n" (I91d y 840d).
El sexto
sacramento ss el orden sagrado qus dsben dar los obispos
a aqusllos que quieren ser clérigos,
Una sola alusi6n
dirBcta aparsce también en sl Libro tíe buen amori
santo sacramsnto tíg ortíen sacerdotal" (I591a).
"Con øl
Was ya
viraos sn B I capltulo anterior que abundan las rsferencias
a todas las psrsonas qus han recibido ese sacramento,
tanto tís ôrdenes mayores como raenores, El séptimc
sacrarasnto es postrema unci6n o extremaunci6n, motíernaraente conocitío por sacramento tíe los enferraosi
Sacramento tíS unci6n metremos e soternemos
por Dios corapassi6n avientío con caritíat; non
erremos,
(l599ab)
Los antetíichos sacraraentos junto con los pecados y virtudes
rsciben un tratamiento raás sistemático en Juan Ruiz
debido a su intento de unificaci6n sn el apartatío tíe las
"armas tíel cristiano" (1579-1605),
El resto tís los
slementos aqul tratados se hallan mâs esparcitíos por todo
el libro.
53
Wandaraientos tíe l a l e y tíe D i o s
Entre
las divisiones
tíoctrinales
qus estamos comsn-
tantío hay una tíonde se c o r t a e l e s t r e c h o p a r a l e l i s m o
l o s catecisraos
araor,
tíel
siglo
tíecimccuarto
entre
y e l L i b r o de buen
We r e f i s r o a l o s mandamisntos tíe l a I s y tíø D i o s ,
Por r a z o n s s intíeterminatías ê s t o s apenas hacen a c t o tíe
p r e s B n c i a y en forma un t a n t o c o n f u s a ,
referirss
ciaramente a l
tíecálogoi
que de Dios f u e r o n datíos" ( 2 l 7 t í ) ,
En un v e r s o parsce
"Passar los
mandamientos
Pocas e s t r o f a s raás
a b a j o , s i n erabargo, hace r e f e r e n c i a a a l g o
totalmente
diferentst
Maguer que t e es mantíado por santo mantíamiento
que v i s t a s a l tíøsnutío e f a r t e s a l f a r a b r i e n t o ,
(248ab)
Aqul "santo mantíamiento" sø ap.lica a las obras tíe misericortíia y no a los mantíamisntos tíe la Isy tíe Dios,
Algunos
aparecen sueltos, sin forraar parts ds ningûn tratatío o
referencia a los mantíamientos, tales comot "Sabernos
guartíar tíe ajenc, non tíeziri "esto querrla" (I586c),
Alusi6n clara al sêptimo mantíamiento "no hurtarás", más
diáfanamente expresatío ent
"Non robar cosas ajenas;
for^ar mujer, nin natía" (I589c).
atísmás el sexto, "non fornicarás,"
non
Este vsrso incluye
De totíos modos estas
exiguas referencias no disipan la inc6gnita de por quê
Juan Ruiz detíica tan corto espacio, en relaciôn con los
restantes temas tíoctrinales, a un tema tan cøntral e
54
importante como son los mantíamÍBntos,
posible es que, tíe l a s s i e t e
tíivisionss
Una h i p ô t s s i s
qus sstamos
t r a t a n t í o , los mantíamientos forman l a ûnica ajena a l
número s i e t e .
referentes a la
Los a r t l c u l o s tís fe son catorcet
tíivinitíatí
y s i s t e a l a humanitíatí;
siste
siete
son los sacramentos y las v i r t u t í s s , t r s s tsologalss y
cuatro c a r t í i n a l e s .
Los pecatíos c a p i t a l e s son también
s i e t e , a s l como l a s obras tíe m i s e r i c o r t í i a ,
subtíivitíidas
en s i e t e corporales y s i e t e e s p i r i t u a l e s .
Juan Ruiz
anatís los tíones tísl E s p l r i t u Santo también sn número tíe
siets,
Esta h i p 6 t e s i s atíoløce tíe p e r s i s t e n c i a ya que
tanto l a s obras tíe misericortíia como los a r t l c u l o s tíe fe
y algunas tíe las virtutíes f i g u r a n por separatío en varios
episotíios tíel l i b r o , categorla asøquiblø a cualquier tema
tíoctrinal
numéricamente heterogéneo.
Virtutíes
Prosiguiendo con las divisionøs doctrinaløs, øl
catecismo de Don Gutierre de Toletío tíice asli
Las vertutíes son siete. -E tíestas siete las
quatro son las que pertenøcøn a buønas costumbres, -E tíizenias cardinales a cardine,
que quierø dezir qui9ial; porque así commo
la puerta abuelbe enel qui^ial, así la vida
tíel omne, bien ortíenada se deue voluer
enBstas quatro vBrtudes (Floriano, p. 98).
La primera es la prudBncia que quisre tíecir sabitíurlai "Tenga manera e seso, arte e sabitíoría" (I434d).
55
No Bstá c l a r o s i a q u l SB r s f i B r s
la sabidurla—prutíencia—o
sabidurla
raás
tíilulda
alusiones a " j u s t i c i a "
a l a v i r t u d c a r d i n a l tís
s i se t r a t a siraplemente tíe una
y muntíanal.
mâs c l a r a s son l a s
y "temperanza"t
La v s r t u t tíe l a j u s t i c i a
jutígantío n u e s t r a
follía,
(I5e6tí)
V e r t u t tíe t e m p e r a m i e n t o ,
con mesura e o n e s t a t ,
(I588c)
La virtutí cartíinal tíe la fortaleza no aparece norabratía en
el Libro tíe buen amor^ tíe no consitíerar como tal el
"esprito tís fortaleza" ( I592c) cosa improbable ya que aquî
se trata tíe los tíones tísl Esplritu Santo y uno tís esos
tíones es, prscisamsnts, el tíon tíe fortaleza.
La confusiôn
pudiera arrancar del hecho que tanto "fortaleza" como
"sabidurla" (1586b) son a la V B ZtíonestíslEsplritu Santo
y virtutíss cartíinales,tíificultantíosu itíentitíatí especlfica,
A estas consitíeraciones tíebieran anatíirse las
alusionss tíoctrinales tíel enmarafíatío pr61ogo sn prosa,
Siguen las virtutíes teologales o tíivinas. Dos veces se
menciona la fs en solitario (389ctí y I591b), una vez mâs
en conjunci6n con la esperanza (I41b), y otra más, claramente inferitía en el verbo creer con implicaci6n tíivina,
el cual connota fei
A los que en El creemos
El nos quiera saivar,
(I066gh)
Los versos precetísntes a éstos habl?in ds J e s u c r i s t o ,
su
56
pasi6n, rauerte y raisi6n salvadora,
La espsranza, msn-
cionada ya øn relaci6n a la fe (l41b), se dsja ver dos
veces raást
A los que en El avemos
esperan^a sin par.
( 1065gh)
Con vertut d9 esperan^a e con mucha pacîencia.
(I595a)
Por último la caridatí, con una sola refsrencia como virtud
y no muy cierta alusi6n a la virtutí teologali
"Con don
d8 entendimiento e con caritíat tíivina" (I594b).
Pecatíos capitales
Los pecatíos capitales o "mortales" como los tíenomina
Juan Ruiz, juegan un papel importante sn el Libro tíe buen
araor.
Su clasificaci6n, males que acarrean, virtudes
opuestas, e t c , se desBnvuBlvs alretíetíor tíe tíos núcleos
céntricosi
la reprensiôn a Don Amor (217-387) y las
armes tíel cristiano (1579-1605).
La originalitíatí tíe Juan
Ruiz, su tíesviaciôn de los elsncos tratíicionales, ha
causatío bastanto confusi6n y ha sitío objeto tís elaboratíos
Q
sstutíios por parte tíe crlticos como Lecoy y Ricartí.
Esta
problsmâtica y un motíssto aporte aclarativo serán presentatíos sn sl capltulo cuarto, pp, 136-57,
bras tíe misericordia
Entrø las arraas para enfrentarse a los snemigos tísl
57
alraa Juan R u i z recoraientíai
"Obras de
mucho b i e n o b r a r "
Con a n t e r i o r i t í a t í ,
(l585a),
raiserieortíia
al
e de
hablar
a c e r c a de l o s mantíaraientos, hsraos v i s t o corao e l a u t o r SB
refiere
a e s t a s obras tíe m i s e r i c o r t í i a con e l
"santo
raandamiento"
De l a s s i e t B
(Floriano,
p.
têrmino
( 2 4 8 a ) , a c e p c i 6 n un t a n t o e x t r a n a .
obras c o r p o r a l s s
i n d i c a t í a s en e l
catøcismo
9 9 ) , s e i s ss h a l l a n B x p l l c i t a m e n t e
en e l L i b r o ds buen amor^ son é s t a s i
citadas
l ) Dar de comer
al
harabrientoi
Que v i s t a s a l
Comer t a n t o ,
tíesnutíc
s fartes al
fambriento.
(248b)
que pcJdarTiOs para pobres
apartar.
(I596d)
Desea dar a pobres bodigos e raciones.
(I528b)
2) Dar de beber al setíientoi
"Casar los pobres menguatíosi
dar bøver al sediento" (I593c).
ha raenestert
3) Hospedar al que lo
E al pobre dés posada, tanto erøs avariento.
(248c)
Con mucha m i s e r i c o r d i a
tíiir
a los pobres posaria.
(I569a)
4) Vestir al tíssnudot
Que vjstas al dosnudo ø fartes al faPîbriento.
(248b)
Vestir los pobres desnutíos, cona santa Ssperan^a.
(I587a)
58
Dantío limosnâ a pobres, doliéntíonos tíe su mal.
(I590b)
5) Visitar los tíolientes o enfermost
"Visitantío los
dolientes e fazientío penitsncia" (l595b).
los muertost
(I599a).
7) Enterrar a
"Sacraraento tí6 unci6n metremos e sotsrnemos"
No he hallatío ninguna rsferencia, tíirscta o
intíirscta, a la sexta obra corporal tís misBridortíia
"rBdsrair a los cautivos."
Existen varias alusiones s
invocaciones a la Iib8raci6n tíel cautiverio en las oraciones
tíel Arcipreste en busca tíe red6nci6n;
perc las obras tíe
misericortíia por tíBfinici6n, son actos sn beneficio tíe otra
persona y los laraentos tísl Arcipreste no puetíen consitíerarse como tales.
fnensa.jB Keriqraático
En lo expuesto hasta aqul hemos visto como Juan Ruiz
dsrauBstra tsner s61itíos conocimientos teol6gicos y catequéticos.
Sus exposiciones tíoctrinales, que bien estén
esqueraatizatías o bisn se hallentíiseminatíasesporétíicaraente por totío el libro, concuerdan hasta un punto
sorprendente con las divisiones doctrinales expuøstas en
un catecismo episcopal ds ese mismo siglo.
se tíetiene aqul,
Juan Ruiz no
En el Libro tíe buen amor palpitan las
inquietutíes vitalss tíe su autor en torno a la totalitíatí
tíel mensaje kBrigmático o tís salvaci6n.
Ests sspacio no
permite elaborar tíetallatíamente la teologla tíe la
59
salvaciôn,
Perraltassme a c l a r a r a grantíss p i n c s l a d a s su
p r B s s n c i a sn e l Libro tíe buen amor,
La causa tíe l a
p r e s e n t s contíici6n humana SB rsmonta a l a caltía tís
n u e s t r o s primeros patírest
Atíôn, B I n u e s t r o patíre, por gula e t r a g o n l a
porque ccmi6 tíel f r u t o que comer non d e v l a ,
6ch61 tís p a r a l s o Dios en aquesss tílat
por e l l b en i n f i e r n o , tíesque mori6, y a z l a ,
(294)
El tíiablo tsntatíor, causante tíe la primera calda continúa
tentando a los hombrss, incitântíoles a mayores y tíiversos
pecatíos, a consecuencia tíe los cuales el hombre pierde su
alma y se condena.
No es necesario analizar por separado
catía una tíe las citas referentss al tíemonio. No totías,
tampoco, le prssBntan como tentatíor;
basta para resal-
tarlo el hecho que aparece nombratío un total aproximatío
tíe cuarønta veces, tíos tíe ellas como Satán (l541d) y
Lucifer (233b),
Anátíanse a lo anterior las catorce veces
que nombra al infierno y se potírâ estimar el papel que
juegan en el Libro de buen amor los poderes del averno.
Por un hombre, Atíán, entrô el pecatío en el muntío y por el
pøcatío la muerte;
fue necesario que otro hombre, Jesús,
vencÍBra al pecatío y nos restituyera la vitía,
Esta
tíoctrina paulina (Rom. XII) quetía reflejatía a través tíel
Libro tíe buen amor sspecialmente en el "lamento por
Trotaconventos" (1518-1575),
Tras las prolongadas acusa-
ciones a la muerte (1520-1551), con resonancia de los
60
tradicionales temas del "ubi sunt", muerte igualatíora e t c ,
Juan Ruiz concluye su tíiatriba narrantío el triunfo tíe la
muerte y sus estragos sobre totía la humanidatí, inclultío
Jesucristo (1552-1557).
lable;
Pero esta victoria no fue inape-
Cristo resucitô y con El se abrieron las puertas
de la vida nueva y sobrenatural (1558-1564).
Quetían asl
tíeliraitatíos los tíos bantíos y el campo tíe batalla.
A lo yatíeclaratíoal hablar tíel tíemonio, conventírla
agregar la no tíespreciable lista tíe setenta y cinco
vocablos entre "pecatío" y "pecatíor", asl como las sesenta
VBC6S que menciona la muerte,
Las nefastas consecuencias
tíel pecatío se contíensan con frecuencia en el aforismo
catequêtico "psrtíer el cuerpo y el alma" repetitío con
ligeras alteracionøs en las siguientes estrofasi
184tí,
197c, 22ltí, 273c, 318tí, 399a, 400b, 469tí, 529a, 543c, 885c,
I355tí, I385c, 1423ab y I583c
Esta penosa situaci6n se
ilumina y contrarresta con la persona tíe Jesucristo
Salvatíor (86, 36f, 42b, 1046a, I069a y I658b), quien nos
ofrece y pone a nuestro alcance la salvaci6n (96, 35f,
492c, 1l31d, 1572d y I651c), facilitando la tarea de los
hombres de salvar sus almas (I26a, 498d, 1075b y 1112b).
Juan Ruiz da gran importancia al dla de Pentecostés (3Qctí,
40f, I640tí y 1645fg) y a los tíones tíel Esplritu Santo
(I585b), nombratíos intíivitíualmentei
sabitíurla (l586b),
temor tíe tíios (I588b), pietíad (l590a), fortaleza (l592c),
entendimiento (l594b), ciencia (l596c) y buen consejo
61
(1593d),
Es tíe n o t a r
quB s s t o s dones no aparecsn en l o s
corapendios d o c t r i n a l e s
riores,
Estos
tíones,
rasncionatíos
en l a s páginas
j u n t o con l a s v i r t u t í e s ,
ante-
obras tíe
m i s e r i c o r d i a y l o s sacramentos son l a s armas proveltías
por Dios para l u c h a r c o n t r a l o s potíerss tíel maligno y
obtener
la salvaciôn,
sacrificios,
Otras arraas son l a s o r a c i o n e s ,
ayunos y p e n i t e n c i a s generosamento
^^ ®^ l - i b r o tíe bu^en amor,
oraciôn ( I 4 9 a ,
1628C y I 6 5 l b ) j
530tí,
Hs a q u l algunos
l306c,
I308c,
1504a,
ayunos ( 1 4 9 a , 5 0 3 d , 530tí,
I576b y 1603b) y a b s t i n e n c i a s
presentes
øjemplost
I572a,
I575tí,
1071c,
(l504b y I596b),
I308c,
Otro método
de obtener e l pertí6n tíe l o s pecados, muy popular a p a r t i r
de 1300 e r a mediante j u b i l e o ,
d e l c u a l hablareracs a
continuaciôn,
E l punto tíe p a r t i t í a l o s u m i n i s t r a Juan R u i z
describir
al
e l c o r t e j o que se a r r ø m o l i n a en t o r n o a Dofía
Cuaresma, p r ø s t o a
tíefentíerla
tíe
l o s ataques de Don
C a r n a l y su s á q u i t o s
Fechtt e r a e l preg^n d e l afío j u b i l e o ,
Dor s a l v a r l a s sus almas a v i l n todos døseo,
(I112ab)
Escribe Cejatíor al comentar sstos vørsosi
Aludø acaso al jubileo y cruzatía que el Papa
public6 øn 1339 con ocasi6n tíe la batalla tíøl
Salatío, 'Juan fílartlnøz tíø Løyva fuê por
erabajador al Sumo Pontlfice para alcanzar
intíulgøncia á los que se hallasen en østa
santa guerra, El papa vino en ellc y á todos
los que tres meses sirviesen en ella á su
62
costa les conc8tíi6 la Cruzatía y jubilso
plenlsirao y reraisi6n de totíos sus pecatíos
y cometi6 la publicaci6n tíe estas intíulgencias a Don Gil tís Albornoz, arzobispc
de Toledo* (Cejatíor, II, 92-93),
Esta hip6tesis tisne a su favor el fâcil paralelismo
entrs los que gansn la cruzatía y jubileo por ir a la
batalla tíel Salatío y los pescatíos tís marss y rlos que
acutíen a la batalla contra Don Carnal.
Milita en contra
de esta teorla—pasantío por alto monentânsamsnte el
conflicto con la posible retíacci6n tíe 1330—el hecho oue
el verso 1112a SB rBfiere expllcitaraente al "afío tíel
jubileo" y no a la consecuci6n temporal tíe cualquier
jubileo,
Posiblemente por esta raz6n, Aguatío opina qus
"si en este verso queremos ver una alusiôn a sucesos
coetánsos, ese afío jubilar no puetíe ser otro que el tíe
1350, lo que retrasa la época tíe composici6n ,,, tíespués
tíel pontificatío de don Gil tíe Albornoz" (Aguatío, p, 423).
CompartB ssta opini6n Criatío tís Val, quien se basa en una
supuesta y no probatía relaci6n tíel pasaje tís Don Carnal
con B 1 rsinatío tís Oon Petíro para afíatíir peso a su teorla
de que el Libro de buen amor fue compuesto en afios
posteriorBs a 1350,
Aduce como una pruøba mâs østø vørso
lll2a y aclara en aparentB respuesta a Cejadar, que "las
intíulgBncias por las Cruzatías no tsnlan B 1 sentitío
gsnôrico, jubilar, tíø la østrofa tíøl *Buøn Amor*" (Historia
tíe Hita« p, 103).
En esto ûltimo sl estoy tís acuørtío, pero
no øn lo antørior,
Existø otra posibilitíatí que tíejarla
63
abierta la puerta a quienestíefientíenuna raâs temprana
composici6n tíol Libro tíe buen amor.
El jubileo por
antonomasia en la historia tíe la iglesia es sin dutía
alguna el proclamatío en 1300 por el Papa Bonifacio VIII,
y ello por varias razones,
En primer lugar por ser el
primer afío santo o jubilar en la historia tíe la iglesia,
Otra tíe las causas apuntatías por Garcla-Villoslatía, (II,
589-91), a quien sigo sn este apartatío, es la presencia
tíe varios profetas y magos que tíifundieron por Europa
sus meditaciones milenarlsticas, aumentando asl los
temores escatolôgicos y apocallpticos que tradicionalmønte han acompariatío los anos 100.
Las olsadas humanas
ss sucødieron en la ciutíatí eterna, los cronistas varlan al
computar los peregrinos oscilantío entre 30,000 y 200,000
los que entraron en un s61o tíla en Roma,
Bonifacio
VIII se tíistinguiô por la perfecta organizaciôn tíe
hospetíaje y comitía para los peregrinos, favorecido en
gran parte por una copiosa cosecha y la paz reinante.
Indutíablementø la mømoria tíe øste primsr jubileo durarla
rauchos afíos, corriendo de boca en boca las experiencias
de los miles de peregrinos que asistieron.
Dadas las
inc6gnitas presentes acerca de la biografla de Juan Ruiz
no serla descabellado pensar que êl
mismo pudo asistir en
su adolescencia y quedarla impresionado por el colorido
hormigueo de miles de peregrinos de tan dispares procedencias.
Por contraste, el jubiløo dø 1350 no revisti6
64
la brillancez tíøl primero,
Los Papas resitílan fuera tíe
Roma destíø 1305, la ciudad habla quedado reducitía a unas
20.000 personas tras el paso tíe la peste negra y, para
colmo ds males, un terremoto en 1349 había derruldo o
cuarteado los principales monumentos de la ciudad,
inclulda la basîlica de San Pablo,
Según un testigo
presencial el espectáculo de los habitantes viviendo en
callejuelas mîseras entre monumentos destruídos era
g
patêtico,
A pesar tíe todo, la afluencia de peregrinos
fue muy elevada,
No existen pruebas convincentes para
inclinar la balanza definitivamente a uno tíe estos
jubileos en relaci6n con el Libro de buen amor;
sin
embargo hay que reconocer que las fechas de 1330 y 1343
han sido puestas en duda, pero no desacreditadas,
Los
que defienden la composiciôn tardía del Libro de buen amor,
posterior a 1350, tienen enfrente ia ardua tarea de
demostrarlo en forma bastante más convincente.
Hasta
entonces es mâs 16gico creer que el verso 1112a hace
referencia al primer ano santo jubilar de 1300.
La última etapa en la vida del cristiano, la meta
que anhela como coron?.ci6n de sus esfuerzos es el cielo,
La venida de Jesucristo, la fundaciSn de la iglesia, los
sacramentos y las armas del cristiano están enderezados
hacia esa lucha vital entre el bien y el mal cuyo
desenlace conducirá las almas al cielo o al infierno.
Habiendo considerado ya la mayoría de estos elGmentos
65
quetían por hacer unos brøvQs comentarios acsrca del
purgatorio y del paralso,
En la teologîa cat61ica el
purgatorio es el lugar dontíe las almas no condenadas al
infierno "purgan" sus pecados antss de ascender al cielo,
Las intíulgencias y jubileos estaban encaminatíos principalmente a acortar la estancia de los justos en este
lugar de tormento.
Una sûla reførencia he hallado en el
Libro de buen amori
Por aquest'â es quito tíe infierno, mal lugar,
pero que a purgatorio lo va totío pagari
alll faz la Smientía, purgando sl su errar,
con la misericordia de Dios, que 1' quier saivar,
(1140)
El paralso como es tís sspsrar recibe un tratamiento
preferente (I73a, 294c, 492c, I564a, I593b, 1654c y 1657a).
Juan Ruiz usa paralso al referirse a la mansiôn eterna de
los cristianos que mueren en amistad con Dios;
para
designar la morada de Dios, los ángeles, etc, prefiere el
3Ín6nimo "cielo" (l2a, 29c, 3ld, 40c, 4ld, 42d, 148a, 233d,
1045b, I052d, l055d, 1064a, I555a, I556c, I640ab, I645f,
1647e y 1673c),
Celøbraciones litúrqicas
Al hablar de lus eiementos teolôgicos y catequéticos
hicimos ya referencia a los sacramentos.
L6gicamente la
celsbraciôn pública de estas csremonias forma parte
integral de la litúrgia cat61ica, pero no se msncionarán
66
aqul con øl fin dø evitar enojosas divi;iiones entre la
noci6n conceptual del sacramento y la manifestaciôn
pastoral del mismo.
Hemos visto ya en el primer capítulo,
p. 44, citas reførentes a festividades de santos y otras
fechas litûrgicas de especial relieve como Viernes Santo
(l205a), Vigilia de Pascua (l210a) y domingo de Quasimodc
(l315a).
En este apartado consideramos ctras manifesta-
ciones comunitarias del culto cristiano que por su
asiduidad en el Libro c'e buen amor reclaman atenciôn
singular;
concretamente el ciclo cuaresmal, ei ciclo
pascual, los funerales, las horas canônicas y la misa.
Todas las referencias a la Cuaresma aparecen en el
marco de la pelea con Don Carnal (1067-1314).
pnerece
destacarse la habilidad artîstica de Juan Ruiz para
compaginar el arte con la vida.
Ocultos entre el tupido
follaje de animaiss terrestres y acuáticos yacen gran
número de detalles litúrgicos que permiten reconstruir no
s61o las ceremonias propias del ciclo a que aluden, sino
el efecto que la llagada de la cuaresma provocaba cada
afío en la sociedad medieval castellana.
La semana de
carnaval o lardera (1068) precede el inicio del "tiempo
de Dios Santo" (1067), tiempo de mortificaciôn, penitencia y conversiCn (1C69), para todos aquellos seguidores
del pecado dijrante el afío anterior (1070).
Tras el
encarcelamiento de Don Carnal se presenta un fraile el
cual, "comen^ôie pedricar e en Oios a departir" (l12-b).
67
Reflejo sin tíuda ds los frailss que durante la cuaresraa
invadlan los pueblos pretíicantío convørsi6n, arrepentiraiento y penitencia,
Los pretíicatíores exhortaban a
los fieles a la confBsi6n annual, sxigitía a partir tísl
siglo V por uno tís los cânones tísl IV Concilio tíe Letrãn
bajo el pontificatío tísl Papa Inocsncio II,
solla hacersB tíurants la cuarssma,
Esta confesi6n
Originariamente la
confesi6n se llevaba a cabo antes tíe coraenzar la cuarssma.
Se iraponla la penitencia el miêrcoles tíe Ceniza y los
penitentss culpables tíe pecatíos graves eran exclultíos ds
la eucaristla hasta que reciblan la absoluci6n el tíla de
JueVBs Santo (NBUJ Catholic Encyclopedia, VIII, 636),
No
he potíltío coraprobar hasta qué siglo pertíurô esta costumbre,
pero intíutíablemente no era éste el caso en tierapos tíe
Juan Ruiz, ya quet
Dada la penitencia, fizo la confessi6n;
estava tícn Carnal con muy grand døvociôn
dezientío "mea culpa"; tíi61e la absoluciôn;
oartiôse tíêl el fraire,tíatíala bendeci6n,
(1171)
Don Carnal ss confcs6, recibiô la penitencia y absoluci6n
el raismo tíla, perraanecientío en prisiôn tíurante la
cuaresma.
En totío caso, latíiscutitía"tíigresiôn sobrc la
confesiôn" (1128-1161), encaja perfectamente con el tema
cuaresmal qus sstátíesarrollantíoy constituye un
parôntesis prolongatío cuya importancia y sentitío tíependen
del prop6sito del autor al incluirlo,
Las costumbres
6B
cuaresmalBS qustían plasmatías en l a s e s t r o f a s
comsnzantío s l "raiércolBs c o r v i l l o "
(l174a),
(1173-1179),
llamatío
asl
"por l a h u m i l l a c i 6 n y sncorvaraisnto tís l a csrsmonia tíB l a
csniza"
(Cejatíor,
estrofa
1178i
I,
110),
A l o s qu8 a l l â
con c e n i z a l o s
tílzeles
que s '
quB son c e n i z a
Estø r i t o se
tíesprentíe
tíe
la
van con e l su buen t a l e n t e ,
cruza de ramos en l a f r u e n t e i
conoscan e l e s venga emiente
e t a l tornarân ciertamente,
(1178)
Los VBrsos 1178c y H78tí parafrasBsn la Bxpresi6n latina
tíel ritual romano que los sacBrtíotBS usabantísstíBantiguo
al imponBr la ceniza, "W'?mBnto, homo, quia pulvis ss, et
in pulverem revBrteris,"
Esta frase es tíe origen
blblico (Gen, III, 19), Corominas se muestra perpisjo
ante esta estrofa y comentai
"Aguatío y iviorreale (BRAE,
XLIII, 328) aseguran sin tíocumentarlo que se hacía con
ceniza tíe los ramos tíel tíomingo antes de Pascua del ario
anterior;
mientras no vea citas o pruebas me costará
creerlo" (p. 444).
El insigne crltico no consiguiô
aparentemente consultar el ya citado misal, pues al
explicar las rúbricas tíel miércoles de ceniza o "Feria
Quarta Cinerum" se ieei
"Ante fOissam benedicuntur
cineres facti tíe ramis olivarum, sive aliarum arborum,
praecetísnti anno benetíictis" (ffîissale Romanum, p. 62).
Lo que no aclaran estas rúbricas es el modo de administrar
las cenizas,
Cejador entiende que se aplican en forma de
69
cruz "como suele hacerse" (II, lll),
srabargo no lo indican;
Las rúbricas, sin
SB liraitan a decir "postea veniunt
,.. et genibus flexis ante Altare, singulatim rscipiunt
cinerøs a SacertíotB" (fYlissale Romanum. p. 62).
Es tíecir,
debsn røcibirla arrotíillatíos tíe uno en uno,tíeraanostíel
sacertíote, psro no especifican el tístallø dø la cruz,
El røtorno dø Don Carnal y Don Amor la vigilia de
Pascua (1210) ahuysnta la cuarøsma (1209), del mismo motío
que el ciclo tíe gloria pascual acaba con las privaciones
cuaresmales;
triunfa la carne tíe Jesucristo y resucita
el Amor a quien todos reciben con júbilo, de motío
singular los clérigos, frailes y monjas (1225-1265),
El binomio muerte-funeral puetíe servir para expresar
la tíualidad tíe elementos en el Libro tíe buen amor asociados
con las circunstancias del fallecimiento,
Aqul se anali-
zarân las referencias a los funerales como manifestaciôn
tíe una sociedad y de un culto religioso.
Como exponente
socio-eclesiâstico las alusiones a funerales en el Libro
tíe buen amor tíemuestran la avaricia tíe los clérigos y
frailes encargatíos tíe encomentíar el alma tíel rico en los
ûltimos momentos (505-507), asl como la tíe sus propios
parientes que no piensan mâs que en la herencia (1537), y
no se cuitían tíe los auxilios espiritualesi
Non tían por Dios a pobres nin cantan sacreficios,
nin tíizen oraciones nin cumplen los oficios.
( I540ab)
70
Sotií^rranlo tíe gratío, e tíesque a gracias van,
araidos, tartíe o nunca por êl en missa están,
(I541ab)
Estos versos pueden encubrir una raanera sutil tíe pretíicar
lo que los seglares tíebieran hacer para bsnsficiar a los
rausrtos e indirectamante al clero que repressnta, ya qus
una buena parte del dinero provenla precisaraente de totíos
los oficios, oraciones y misas que los familiares y amigos
del tíifunto ofreclan el tíla tíel fallecimiento, los aniversarios msnsuales, la misa tíe "cabo tíe afío" (762c), los
novenarios tíe misas ofrscitías por las alraas y los
"trBntanarios" (l542b).
Estos trsintanarios se refieren
sintíutíaa la piatíosa costurabre tíe cslebrar las treinta
raisas gregorianas en honor tíe su funtíador el Papa Gregorio
VII (s. XI).
En la iglesia del Pflonte Celio de Roma aún
hoy BXÍstB sl altartíontíeSB cree que ests Pontlfice las
12
celsbraba cuantío era alll abatí.
Entre los oficios mencionatíos en el verso 1540b, es
posible SB incluyfiran cisrtas horas can6nicas tíel oficio
tíe difuntos que las monjas y cabiltíos ofreclan por sus
13
bienhechorss.
El rezo tíel brsviario en el Libro tíe
buen araor se estutíiará al tratar acsrca tís la parotíia tíe
las horas can6nicas (374-387);
el único lugartíontíese nombran.
no ss êse, sin embargo,
En la penitencia
irapuesta a Don Carnal B I frails incluyB, "Irâs olr las
oras, non provarás la lucha" (ll64c).
Tambiôn aparecen
en el pasaje tíe las armas tísl cristiano, "Nos antísmos
71
rorasrías e las oras non se callen" (I601b).
Fuera tís los pasajss tíe las "horas can6nicas" (374387) y la priraera tís las "pasionss" (1046-1058), las
alusiones a las horas tíel oficio tíivino son circunstanciales y secuntíarias, mero punto referenciali
"era nona
passatía" (981b), "raissa tís prima" (l498a) y "tíe tercia al
rsfitor" (I399b).
El vsrso 1241tí, sin srabargo, merece
ponerse tíe relieve como un øjsraplo tíe pincslatía maestra
ds Juan Ruiz, joya tís su arts consumatío,
El corrsspon-
diente tsxto latino, provisne tíe "Itlane nobiscum, Doraine,
quoniam atívssperascit" ( L u c , 24, 29), cuya tratíucci6n
raás obvia serla "al caer la tartíe, a la hora tíe vlsperas"
(Cejatíor, II, 149), Juan Ruiz maliciosamente lo retrasa
hasta la hora tís complstas, hora tíe ir a la cama, acentuantío el humor tíe la situaci6n, muy a tono con el
recibiraisnto que las monjas ofrecen a Don Amor y el
contexto conventual tíe la estrofa.
Por ûltimo, exists
una refBrsnci?. ai rezo conventual de las monjas (I396b),
aunque los manuscritns no concuørdan si está en el coro
0 en misa.
El rito por antonomasia tíe la iglesia cat61ica es
la celebraci6n tíe la eucaristla, o misa, y es tarabién la
cersmonia litúrgica mâs frecusntsmentB nombrada sn sl
Libro tíe buen araor,
"Ir a ia iglesia" en sus varias
formas (286c, 380a, 1l63c, 1177tí y 1182), es sin6nimo tíe
"Ir a raisa", Una vez especificat
"Estâ y muy tíevoto al
72
santo ministerio" (l170c), alusiôn clara a la misa.
Ctro
término usado para misa es "sacrificio" (l540a), o "santo
sacrificio" (l597a).
expllcitat
Reiteradamente aparece la expresiôn
"oir missa" (380b. 1181c, 1499a, I539c, I541b
y 1628a), "vayamos oir missa" (I181b) y "a la missa ...
it" (I496c).
Del contsxto de 1539-1542 se desprende una
evidente alusiôn a la misa de difuntos, la cual, junto
a la "missa de novios" (3a0c) y la solemne o "missa de
fiesta" (381d) son las únicas referencias especîficas a
los diversos tipos tíe celebraciones,
genêricasi
Otras expresiones
"acabada ya la missa" (381a), "la missa 'e's
dicha" (I398d y 1542b) y "venir de missa" (686b),
lYlenos
frecuentes "decir missa" (770c) y "cantar missa" (773d).
Por sinêcdoque pudicra a primera vista extentíerse a la
misa tíel Sábado Santo el verso:
"Tafíiendo las campanas
en deziendo la gloria" (l222c), pues se refiere a la
costumbre de taner "las carapanas de la torre y ,,, las
esquilas de la iglesia, acalladas durante los dos dîas
anteriores en sefial de duelo por la muerte de Cristo"
(Aguado, p. 409).
JVlâs exactamente, según las rúbricas
del misal se tocaban durante ei canto del "Gloria" el
Jueves Santo, acabado el cual se callaban "usque ad
Sabbatum Sanctum";
de Gloria afiadei
y más adelante al hablar del Sábado
"Incipit solemniter Gloria in excelsis
Deo et pulsantur campanae" (PUssale Romanum, pp, 166 y
222).
En el triunfa.l recibimiento a Don Amor no hay
73
dutía que alutíe a esta costumbre de tafíer las campanas
durante el "Gloria", lo cual no significa que este
verso (l222tí) alutía a la misa;
negarlo.
el contexto parece
Finalmente tíebo consignar una referencia mási
"ftlissas faré cantar e tíarê 'ôblaciôn" (l572b).
El sentido
literal de ests verso deja un tanto perpiejo al lector ya
que hablantío un Arcipreste, serla mâs lôgico esperar un
"missas cantaré" que "faré cantar."
Tal vez se deba a
las exigencias de la rima ya que Cejador, apoyândose en
los manuscritos Toledo y Gayoso transcribe:
Fará por ty lymosna ê faré ora^iôn,
farê cantar las misas e farê oblayiôn.
(I572ab)
Cejador anade de este modo gran ênfasis y determinaciôn a
las palabras del Arcipreste (II, 243).
Lenquaje de sacristía
A falta de término mâs feliz agrupo aquí alounas
expresiones ajenas al contexto eclesiástico y que parecen
escapársele de la boca a Juan Ruiz debidc a su familiaridad con sse gánero de vida.
No quiero decir con sllo que
no fueran con frecuencia intencionales.
La mezcla
artística de lo reiigioso con io profano es una de las
más ricas venas de humor en Juan Ruiz.
Deberían incluirse
aqul muchas de las expresiones latinas en el Libro de bu?n
amor, por provenir directamente de textos o ceremonias
74
religiosas, como las horas can6nicas, pero datío que ya han
sitío analizatías en tíetalle por otro crlticc las omito para
evitar tíuplicaci6n innecesaria (Carpenter, pp. 267-70 y
276-89).
Una peculiaritíatí que Juan Ruiz usa con rslativa
frecuencia es la asociaci6n tís slementos religiosos con
animales, incrementando el efecto sicolôgico en raz6n de
la disparitíatí.
Algunos ejemplos:
Al le6ntíixttel lobo que la mesa bentíexiesse.
(84tí)
AI96 'êl le6n la mano por la mesa santiguar.
(86a)
Tratíicionalmente
e l patíre tíe l a f a m i l i a
o e l tíe mayor
autoritíatí bentíecla l a mesa antes tíe catía comitía;
animales no es tíe e s p e r a r
en e l e p i s o t í i o
tíirige
tíel
Poco
tíespuês,
latírôn y e l mastln vømos como éste se
a l l a d r 6 n en términos que pueden tomarse con
significatío teol6gicoi
falsetíat"
tíios
t a l e s urbanitíatíes.
en los
(I77a).
Júpiter
" A l senor que me cr ô non f a r é
tal
Las i n v o c a c i o n e s que l a s ranas hacen a l
poseen también rasgos
religiososi
Senor, tú nos
tíefientíe;
s e n o r , tû ya nos paga;
tíanos l a tu ayutía, t i r a tíe nos t u p i a q a .
(204ctí)
Worreale notÔ que el verso 204c "suena a reminiscencia
jocosa del placare et miserere de los himnos litúrgicos"
("Apuntes," p, 265).
En efecto, goza tíe gran parecitío,
al igual qus la previa invocaci6ni
"Sefíor, sefíor.
75
ac6rrenos, tú que matas e sanas" (203b).
El lobo está
asimismo "tíescumulgatío" (337a) por "constituci6n tíe
legatío" (337b), por tener "barragana pública" (337c), lo
cual nos llsva a pensar en los clérigos tíe Talavera,
El
caballo soberbio tiens las "rotíillas tísssollatías" (242c)
por inesperatío motivoi
"Del inojar a VBzes faziendo
rauchas prizes" (242b),
Otro caballo se hurailla astuta-
mente ante el le6n cazadori
Dizi "tú eres mi senor e yo 'êl tu vassalioi
en te besar la mano yo 'ên esso me fallo.
(299bc)
PutíÍBra objetarse que la costumbre tíe besar la mano el
vasallo a su sefíor no tiene natía que ver con los elemøntos
Bclssiâsticos y es cierto,
Sin embargo, en el contexto
parsce referirse más bien a la otra costumbrs mucho mâs
generalizatía entre los religiosos de besar la mano a sus
superiorss, especialmente øn vista de lo que el mismo
caballo afíatíe más atíelantei
bentíito" ( 3 0 0 c ) .
tíisfrazatío
tíe
misa ( 7 2 2 a )
Igualmentø encontramos a l
monje ( 7 6 9 c ) ,
y
"Ven, sønor, con tu tíiente
tíispuesto
lobo
cantantío--iaullantío?--la
a atíministrar
e l bautismo
(778).
T r o t a c o n v e n t o s r e a c c i o n a bruscamente ante e l
obstá-
c u l o m a t e r n a l tíe Dofía E n t í r i n a i
con e l agua b s n t í i t a l "
tíesear
(845tí).
l a muørtø a a l g u i ø n .
"|Ya l a cruz l a
levasse
Gracioso eufemismo para
Juan R u i z ss v a l ø tíø
pørsonas y o b j e t c s ø c l e s i á s t i c o s
para exponer y c o r r o -
76
borar sus taorlas, sobra la astrologla (125-126), sobrs
los abusos dsl dinero (492-498), sobre las propietíatíes de
la mujsr chica ( 1605b y 1616b) y sobre el miStodo a seguir
para Bscoger buena mensajBra (438-441),
A la hora tíe
escogsr una coraparaci6n atíscuatía para la "tísscumulgatía"
serrana (979b) recurre a una visi6n apocallptica (lOllab),
y no encuentra mejor motío para intíicar importancia y
solemnitíad que una "fiesta tíe seis capas" (385tí y 771a),
AutoritíatíBS
Wuchas y muy variatías son las citas tís autoritíatíes
ds las que øcha raano Juan Ruiz para reforzar sus sentøncias,
Adømâs de varios sabios y fil6sofos, ajønos a estø estutíio,
mBrecen tíestacarse las abuntíantes rsferencias a la Biblia
que abarcan dBstíe Salom6n ( 105a) hasta Jøsucristo (90a),
pasando por los proføtas (295c, 1060a, 1062a), los ap6stolss Pablo (950a) y Santiago (I043a), y la sscritura en
general (l60b),
Abundan también las referencias a la
tradiciôn canônica tís la iglcsia tíe la cual nos ocuparemos
a continuaci6n,
Las alusionss a las Isyes eclesiásticas sn el Libro
tíe buen araor brotan tíe tíos n cleos bien tíefinitíosi sl
pr61ogo en prosa y la tíigresi6n sobre la confesiôn,
El
primero en tí?rminos genôricos indica que "esto dizs sl
dsrscho" (f° I v 39;
f° II r 3,5,23 y 24), Ests dsrecho
0 dscrBto ha sido idsntificatío como el Decretum Gratiani
77
(Lecoy, p, 196),
En el pasaje sobre la confBsi6n aparece
nuevamente otra referencia a ests Decreto de Gracián
(ll36a), seguido a pocas estrofas por otra alusi6n a las
Decretales de los Papas (ll48d),
Otra sstrofa rasrece
atenci6n raás dstallatía por la acuraulaci6n tís rsfersncias
que BxhibBi
Lea 6n el Espéculo, e en el su Reportorio;
los libros tíe Ostîense, que son grand pariatorio;
el Inocencio Quarto, un sotil consistorio;
el Rosario tís Guitío, Novel e Decretorio.
(1152)
Aun cuantío totíos estos autores y obras han sitío itíentificatíos por crlticos anteriores, reina tal confusi6n de
norabres y referencias en los crlticos consultados que he
creltío justificatío un nuevo repaso a las fuentes con el
15
objeto tíe aclarar y sistematizar las mismas,
Esta
labor es nBcssaria para cotsjar las posibles influencias
en Juan Ruiz,
En el transcurso tíe la era cristiana se
acumularon las leyes tíe Concilios y Papas en tíos voluminosas colecciones tíenominatías "Griega" y "Romana",
consitíerablemente aumentatías con otros c6tíigos provenientes
tíe numerosas iglesias particulares,
Wuchas tíe estas
coleccionss, surgitías por iniciativa privada, al multiplicarse sin aprobaci6n de autoridatí competents tíieron origen
a textos ap6crifos que a su vez røquerlan nuevas dscretales
correctivas,
Todas estas colccciones quetíaron øclipsatías
ante ei Døcrøtum Gratiani divulgado øn Bolonia hacia 1150
78
por el raonje bensdictino Graciano, natural de Cusino en
l8 Etrusia,
Este documento marc6 el comÍBnzo ds una
nuBva Btapa en la historia tísl tísrecho can6nico, y es el
mismo al que hacs rsfBrsncia Juan Ruiz, como ya hemos
intíicatío, en el Pr61ogo y en 1136a.
Graciano intent6
coleccionar las leyes analizando los textos, concordancias,
discortíancias y anomallas,
Oe aqul el tltulo originalt
Concortíia tíiscortíantium canonum.
en tres partssi
distinciones,
Estâtíivitíitíaesta obra
la priraera, De personis consta tíe 101
La seguntía, Dø iutíiciis abarca 36 cânonøs;
en la causa 33 tíe esta parte se incluye el tratatío tíe
Poenitentia al que se refiere Juan Ruiz en la tíigresi6n
sobre la confBsi6n.
La parts tsrcera trata De rebus sacris.
Aunque la iglesia nunca lo aprobô oficialmente, goz6 tíe
gran influencia y se impuso como libro tíe texto tíe los
tíoctores en las universitíatíes, reservantío para los
bachilleres el estutíio tíe las Decretales o eplstolas
pontificias sobre materias tíutíosas,
El Corpus Juris Canonici quetí6 posteriormente constitultío tomantío como base el Decretum Gratiani, las Decretales
Greqorii IX, el Liber Sextus Bonifatii VIII y las Constitutiones Clementinas, êstas ûltimas también presentes en el
Libro tíe buen amor.
El Papa Gregorio IX el afío 1230
Bncarg6 a Raymundo de Ponafort, dominico, la compilaciôn
de las selecciones postøriorøs al Decreto tíe Graciano;
sø
llaman Decretales porque abarcan principalmente las epís-
79
tolas
d B c r s t a l B s tís l o s P o n t l f i c s s ,
se r e f i e r s Juan R u i z sn
Bonifacio V I I I
A sstas
1148tí,
sn 1298 con l a ayutía tís t r s s
n a l e s r e u n i 6 en un volumen l a s nuevas
lugtíunensss.
cartíe-
tíBcretales,
p o s t e r i o r e s a l afío 1234, y l o s cânones tíe l o s
generales
tíecretales
concilios
Este c6tíigo se l l a m a Sextus
D e c r e t a l i u m y no aparøcø mønci6n alguna de é l en e l
de buen amor.
(iflâs tartíe Juan X X I I , e l afío 1317 e n v i 6 a
las universitíatíes
VI;
tíe
Libro
las
tíecretales
tíe
su pretíscesor
Clemente
é s t e tomaron e l nombre tíe " C l e m e n t i n a s " .
A éstas
se r s f e r i r l a Juan R u i z en I 4 6 a y en e l P r 6 l o g o , f °
II
v 10.
E l e s t u t í i o tís G r a c i a n o se e x t e n t í i 6 por toda Europa
durante l o s s i g l o s X I I
iraportantest
Toulouse);
Italia
tíel
Francia
y XIII,
sisndo los c s n t r o s mâs
( O r l e a n s , Angers,
Espafía ( P a l e n c i a ,
lYlontpellier,
Salamanca, V a l l a d o l i t í )
(Patíua, V s r c e l l i , S i e n a , e t c ) .
16
e
La p o p u l a r i t í a d
DErecho Can6nico y su e s t u t í i o en l a mayorla tíe l a s
univBrsitíatíss
tíio
como r e s u l t a t í o e l n a c i m i e n t o tíe una
m u l t i t u t í tíe c o m e n t a r i s t a s y glosatíores cuya l i s t a
varias páginas,
Juan R u i z
P u t í i e r a ser revBlatíor
incluye
encontrar
estrofa
Lecoy se sorprentíe tíe no
en Juan R u i z l a Summa casuum c o n s c i e n t i a e tíe
Rara6n tíe P s n a f o r t ,
( L e c o y , p.
B I a v s r i g u a r por qu6
ssas obras y esos a u t o r e s en l a
1152 y no o t r o s mâs famosos.
cubrirla
197).
" l ' ouvrage c l a s s i q u e en l a matifere"
O t r o t a n t o ss p o t í r l a
tíecir
tíel
notablo
comentatíor V i c e n t e H i s p a n o , muerto en 1248, tíe A c c u r s i o ,
80
de Trani y de tantos otros.
Procetíamos ya con Juan Ruiz y la estrofa 1l52i
'én el Espêculo, e en el su Reportorio" (ll52a).
"Lea
Corominas
afirma sin más, "son el Speculum .judiciale y el Repertorium
aureum
luris de Durando lYlimatense" (p.438).
Esta cita
parece sacada de Lecoy, quien anad-3 que la obra es "de
Guillaume Durand, êveque de JVlende" (Lecoy, p. 197), Ignoro
si el "(Ylimatense" de Corominas es nombre gentilicio.
Por
su parte Aguado atribuye el Espéculo al 5pgculum Juris, y
sl Repertorio cree que se refiera al Breviarium
et textuum juris canonici (Aguado, p. 370).
qlossarun
Se trata, en
realidad, de Guillermn Durante o Duranti, el viejo, famoso
canonista nacido en Languedoc y doctorado por la universidad de Bolonia en la cual ensenô, Durante estuvo en
Roma al servicio de Enrico Bartolomei di Susa, Cardenal
de Ostia, dato significativo pues los libros tíe este
cardenal se nombran en el verso siguiente, 1l52b.
escribiô el Speculum iudiciale entre
Durante
1271 y 1276, mâs
otra obra que fue muy usada posteriormente, Repcrtcriu^
sive 3reviarium del Derecho Canônico, obra a ia que sin
duda alguna se refiere Juan Ruiz,
El cardenal Ostiense que acabamos de mencionar,
citado por otros críticos como Enrique Arrigo de Sosa, o
de Segusia, o de Susa, debe estos epítetos al hecho de
haber nacido en Susa, Segusia, diôcesis de Turîn y haber
sido cardenal de Ostia.
Estudiô derecho en Bolonia
81
junto a l entonces S i n i b a l t í o tíe F i e s c h i , mâs atíelante Papa
con e l norabre tíe I n o c e n c i o I V , nombratío por Juan Ruiz en
1152c,
La obra mâs conocida tíel O s t i e n s e , a l a que
probablemsnte se r e f i e r e Juan R u i z , es l a Summa Aurea o
Surama A r c h i e p i s c o p i por h a b s r l a s s c r i t o cuantío era a r z o b i s p o en Embrum.
E l Ostiense muri6 en Lyon en 1271,
También e s c r i b i 6 h a c i a e l ario 1253 L e c t u r a i n n o v e l l a s
I n n o c e n t i i I V , i n t e r e s a n t e sn r e l a c i 6 n con Juan Antírês
como se v e r á más a b a j o ,
I n o c e n c i o IV acostumbraba
englobar l o s cánones b a j o e l nombre tíe "Corpus J u r i s " .
E s c r i b i 6 un Apoaratus Super D e c r e t a l e s o c o m e n t a r i o ,
r e f e r i t í o por Juan R u i z como " c o n s i s t o r i o " o "asambiea
tíeliberants"
(Corominas, p,
Mayores
tar e l versoi
(ll52tí),
tíiscrepancias
438),
e x i s t e n a l a hora tíe i n t e r p r e -
" E l R o s a r i o tíe Guitío, Novela e D e c r e t o r i o "
No hay tíutía sobre Guitío tíe B a i s i o .
famoso j u r i s c o n s u l t o i t a l i a n o tíel s , X I I I ,
Fue un
p r o f e s o r tíe
Dsrscho Canônico en B o l o n i a que muri6 en Avignon en 1313,
según o t r o s en 1315,
Entre
1296 y 1302 compuso su obra
mâs famosa, Rossarium seu Apparatus s i v e Commentarium i n
sextum, que Juan R u i z l l a m a " e l R o s a r i o " ( I 1 5 2 t í ) .
El
problema r e s i t í e en l a i n t e r p r e t a c i ô n tíe l a s tíos ú l t i r a a s
palabras "Novsla e D e c r e t o r i o " ,
"epltøto
tíøspectivo
" N o v e l a " p u t í i e r a ser un
d e l R o s a r i o tís Guitío, o t l t u l o ds
alguna o t r a obra s u y a , hoy p s r d i t í a " (Aguatío, p,
Corominas
tíesaprueba
y l a a s o c i a con l a s
482).
"disposiciones
82
más rscientes de los empsradores tís Bizancio sobre tíerscho
romano" (p. 438),
La Enciclopedia Universal sugiere a su
vez qus B I tármino "novella" proceds tís la obra Novella
in tíecretales tís Juan Antírês (Giovanni tí» Antírsa), tíistlnguitío tíisclpulo tíB Guitío tíe Baisio en Bolonia.
El autor
habrla bautizatío la obra en honor tíe suraatíree hija
"Novolla" (XVII, 1246).
hija llamatía asl;
tíe funtíamento.
Consta en efecto que tuvo una
sin embargo esta tesis parece carecer
Ya se tíijo al hablar del OstisnsB que
habla escrito una obra titulada Lectura in novellas
Innocentii IV hacia el afío 1253,
Juan de Andrés naci6
alretíetíor tíe 1270, lo cual prueba que ese término astaba
en uso mucho antes tíe sus escritos.
En vista tíe lo
tíicho parece 16gico suponer que el vocablo "novellas"
común en øl lønguaje forensB, como observa Corominas, se
extentíiera al Derecho Eclesiástico con la misma acepciôn.
Es tíscir "novBÍlas" SB refiere a las leyes "más rscisntes"
0 nuevas, promulgatías a partir tíe la última compilaciôn.
Esto parecen tíemostrar tanto la Novella in Decretales tíe
'
tmmmmmÊminmÊt^^^^mmÊft^ mammmmmmmm^^mmm^mmÊ^^»^mmHmmmm»Mm^i^m^m^m
Juan tíe Antírés como l a L e c t u r a i n n o v B Í l a s I n n o c e n t i i
V
wÊÊimmm^mÊmmm^mm^mmmmmimmmmm^mÊm^mfmÊmmmmmm^mmtm^mgm^mmmmmmmmmmmmmammmMøÊ^^mmmimmmmmmmm^imm
tíel OstiensB, ajenas por tanto a las semejanzas o tíiferencias qus pustís haber entre el tíerecho can6nico y el
Romano como afirma Corominas (p. 438),
Por último, en
cuanto a "Decrstorio", concetío con Corominas que se
refisre a la colecciôn tíe Decretales tíe los varios
pontlficBS (p, 438).
Según esta interpretaci6n, el verso
83
final serla inclusivo y generalt
lee el Rosario, ias
Novellas y totíos los tíocumentos tíel Decretorio,
Al principio tíe este apartatío qued6 pendiente una
interrogantet
la preferencia de Juan Ruiz por estos
comentaristss en vez de otros más famosos.
Cualquier
suposiciôn es arriesgatía cuantío se basa en tan exiguos
tíatos. Una constante salta a la vista, sin embargo,
Totíos los autores estudiados aqul estuvieron ligados a
la universidad de Bolonia.
Graciano ensenô en Bolonia,
Enrique de Susa estudiô en Bolonia junto a Sinibaldo de
Fieschi, mâs tarde Inocencio IV.
Guillermo Durante
estuvo al servicio tíe Enrique tíe Susa, el Ostiense;
Guitío tíe Baisio fue otro profesor en Boionia y tuvo por
alumno aventajatío a Giovanni Andrea.
Todo apunta hacia
la escuela de esta ciudad y sugiere la probabilidad de
que Juan Ruiz estudiô derecho en la universidad de
Bolonia,
Esta suposiciôn queda fortalecida por el
hecho que todos ellos—a excepciôn del más universal
Graciano--estuvieron en Bolonia desde mediados del siglo
XIII hasta el primer cuarto dei XIV, pudiendo situarse
cronolôgicamente prôximos o coetáneos a la juventud de
Juan Ruiz,
Sin suponer, naturaimente, probada esta
hipôtesis he querido tan s6lo sugerir las direcciones
que parecen indicar los textos.
CAPITUL
III
HU^OR Y CLERICALIZACION EN EL LIBRO DE PU-IN A^'GP
En e l p r ô l o g o en p r o s a
dos m o t i v o s c a p i t a l e s
1) m o r a l
(f°
II
Inmediatamente
Que l o s
v 1-5)
de su l i b r o ,
en l a c o m p o s i c i 6 n
y 2)
artístico
Juan R u i z
de i a
(f°
II
sxpons
obra:
v
5-3).
después d e l p r ô l o g o afiade o t r o más;
que l'ô o y e r e n puedan s o l a z
tomar.
(I2d)
Que ios cuerpos alegre 'ê a las almas prsste.
(I3d)
Este motivo de recreo queda ampliado más adeiante en las
estrofas 44 y 45:
Palabra 'és de sabio, e dîzeio Catôn,
quê omne a sus cuidados, que tiene en cora^ôn,
entreponga plazeres 'ê aiegre razôn,
ca ia mucha tristeza mucho pecado pon;
e poraue de bu^n seso non puede omne reîr,
avrá aÍQunas burlas aquí a enxerir:
cada que ias oyeres ncn quieras comedir
salv'ô en la mansra dei trobar e dezir.
(44-45)
Tanto si se atribuyen a estas estrofas origen bíblico
como si no (Corominas, p. 82), es claro el pensamiento de
Juan Ruiz:
no es buena ia tristeza, el hombrs debe sal-
picar sus cuitas con placerss.
Zahareas ha analizado
minuciosamentø ia mecánica numorística de Juan Ruiz con
ia maestría y profundidad qus le caracteriza.
84
5in
85
erabargo, al comentar los versos A5ab se excetís y va mís
allS de lo que el texto permitB.
Segûn este crltico,
Juan Ruiz en 45a "is hinting ... that ths love of God
... limits man's capacity for enjoyment" y 45b "implies
that laughing might be preferable to being serious."^
Más a tono me parece el aserto tíe Corominas "nc es posible
relrse si no tíecimos mâs que cosas razonables" (p. 84).
Es tíscir, la risa es buena para el hombre.
El fin humo-
rlstico no excluye la moralidatí ya mencionatía, ss mâs
bien el ropajs tíe las âsperas vertíatíes y el azúcar que
las entíulze;
métotío muy en boga entre los pretíicadores
metíievales, maestros tíe la inspiraci6n espiritual y del
3
regocijo y entretenimiento corporales.
En las págin^s siguientes se estutíiarâ c6mo Juan
Ruiz hace uso tís su familiaritíatí con la vitía eclesiástica
para acrecøntar el nivel humorístico tíe su obra.
En
algunos episotíios ios elementos eclesiâsticos aicanzan tal
intensitíatí qus su comorensiôn exige una etíucacirtn eciesiâstica;
en otras palabras, Juan Ruiz parece estar
tíirigiéntíose exclusivamente a los clêrigos,
En esta
tíirecci6n apunta tambiên la frecuente clericalizaciôn o
eclesiastizaci6n tíe ciertos episotíios tomatíos de la
tratíici6n.
Esta clericalizaci6n consiste en la incrusta-
ci6n tíe detalles culturales propios tíe los clérigos y
røligiosos con el fin aparente tíe adaptarsB o acercarse
a su público,
Se prestarâ mayor atenciôn por lo tanto a
86
aquellos episodios tíonde los elemøntos humorîsticos
eclesiâsticos son mâs significativos, capaces^ de catalogarse bajo las paiabras de Juan Ruiz "que los cuerpos
alegre" (l3d), reservando para el capîtuio siguiente la
otra mitatí tíel mismo verso "e a las almas preste."
Afirma Scholberg que "lo mâs espinoso, al habiar de
la sátira, no es clasificarla sino definirla," y pocos
osarán discrepar,
No es el propôsito de este estudio
entrar en la prolongada controversia hist6rica acerca de
la sátira, pero quiero aciarar brevemente el sentido en
que la uso en estas páginas,
Tada sâtira implica una
crltica de la vida presente en relaciôn a un ideal
filosôfico vital.
La innegable ambig edad que pervade
el Libro de buen amor imposibiiita el establecimienta
definido de un ciaro ideal acerca del hombre o de ia
sociedad con lo cual se atenúa el elemento crítico de la
sátira y se acerca mâs a la simple imitaciôn burlesca,
jocosa 0 parôdica de la vida.
Lo dicho no niega que
exista censura en la obra de Juan Ruiz, pero intento
resaltar cômo la ausencia de fanatismo en la crîtica, la
abundancia de elementos jocosos y la ambiguedad dei ideal
parecen justificar øl tratamiento conjunto de sátira y
7
parodia.
Esto simplifica la ardua e imposibie tarea de
determinar cuâles pasajes sean parôdicos y cuáles satîricos.
Asl Dues, al hablar de sátira eclesiástica me refisro a
todos los elementos eclesiásticos que aparecen en el
87
Libro tíe buen araor y que sufren una transposici6n c6mic?.
sea con el fin de condenar o meramsnte entretener,
tt\i
estudio excluye tanto la discusiôn ds sátira o parodia
''per ss" como la de aquellas parodias o sétiras carantes
de eleraentos eclesiésticos,
Disputa entre el qrieqo y el romano (47-70)
El altcrcado eni;re el griego y el romano es, sin
dutía, uno du los pasajes raâs minuciosamente analizatíos por
eminentes crlticos tíe muy diversas tentíencias y opiniones,
El dnico ccnsenso general ratíica en la falta de acuertín
Q
sobre su posible significatío,
Nadie se ha aventuratío
por la senda tíe una lautíable soluci6n eclécticat
varias
observaciones, dssde el punto de vista eclesiôstico,
podrîan facilitar el deseatío eclecticismo,
En priraer
lugar, debe notarse que destíe el principio tíe su obra Juan
Ruiz parecø estartíirigiántíoseno s61o a gentø culta, sino
de sôlitía formaciCn religiosa, capacitatía para apreciar
las sutiløzas teolSgicas y el humor tíe la oretoria sagrada
presentes en el prôlogo en prosa.
La subsiguiente if»voca-
ci6n a Dios y los cantos a la Virgen so mantienen en sste
mismo tono profuntíamente eclesiástico, tono que no queda
desmentldo al alcanzar sl pasaje que nos ocupa.
El
pôrtico de la fábula (44-46) hace pensar no s61o en un
público culto capaz de aprociar y criticar el "trobar a
dezir" (45d), sino al raismo tiempo roligioso, familiarizatío
66
con la posible conexiôn blblica (Lida ds fîlalkiel, Selecci6n,
p. 37). Así parsce indicarlo tarabián indirectarasnte el
hecho de excusarse por introducir "burlas" (45) y broraear
de cosas serias, actitud menos sxplicable ante un público
callejero.
Corao bien explican Lecoy, Puyol y Zaharcas,
Juan Ruiz sigue de cerca la versi6n tratíicional;
lo cual
no quiere tíecir que su esplritu creativo esté ausente.
q
Zahareas opina que Juan Ruiz se aparta de la tradici6n
sustancialraents y lo considera iraportante porque con sstas
divergencias, más que facilitar al lector una conclusiÔn
moral, Juan Ruiz "concentrates on the misunderstanding
'psr se' and above all on the comical eleraents Mhich are
inherent in such a situation" (The Art^ p. 54), Hay raás,
sin smbargo.
Juan Ruiz no solamBnte incrementa los
elemøntos humorlsticos sino que acentúa ciertos matices
eclesiásticos,
Ya not6 Lecoy que la discusiôn hacla
referencia a ciertcs elementos teol6gicos y más concretarasnte tendla a ridiculizar "certaines r^gles monastiques,
qui ,., recommandaient l'emploi tíes gestes pour les
communications entre freres," aclarantío en una nota que
se referla concretamente a un capltulo tíe la regla
benetíictina (Lecoy, pp, 165 y 168). Esto Bvidsncia
intíutíablsmBnte la huella personal tíe Juan Ruiz,
En la
versi6n tíe Accursio la contientía por senas comisnza casi
accidentalmente (citado por Puyol, p, 184). Juan Ruiz,
por el contrario, lo prepara meticulosaments haciendo inâs
89
potente la conexi6n raonásticai "Seguntí Dios le tíemostrasse
fazer sefías con la mano" (51c).
Este verso también tíio
pie a Spitzsr para la interpretaci6n tíe la omnipotencia
tíivinat "Dios puetíe servirse de la mano dsl rústico y de
las equivocaciones de los sabios para alcanzar sus propios
y justos fines."
No acaba aqul la broma tíe Juan Ruiz
sino quetíecitíevestir al bellaco, "Como si fues tíotor
ena filosofla" (53b).
Vale la pena resaltar ssta abun-
dancia tíe elementos ecÍBsiásticos, pressntes en cuaiquier
nivel interpretativo.
La tíiscusi6n sobre la Trinitíatí y
provitíencia tíivina, los vsstigios blblicos, la parotíia
Bscolar y la parotíia monacal, tientíen a confirmar la idsa
ya apuntatía tíe clericalizaci6n en el Libro tíe buen amor.
Destíe este puntc tíe vista totías las opiniones tíe los
crlticos acerca tíe ests episotíio son válitías en cuanto
ponen tíe relieve esos elementos humorlsticos y par6tíicos
relacionatíos con la vitía eclesiâstica.
Ciertos aspectos
comunes tíe la vitía tíe la iglesia eran asequibles a las
personas tíe totíos los niveles socioeconômicos metíievales.
Wi hip6tesis sin embargo, es que el frecuente uso refinatío
de elementos artlsticos, satíricos o ditíâcticos tíe intíudable color eclesiástico, presupone un público familiarizado con la iglesia y apto para apreciar la parodia y
relr con las burlas, un público ágil para ententíer ias
sutilezas mecânicas dol Prôlogo y para relr abiertamente
al nombrar las Horas Can6nicas o las diferentBs 6rdenes
90
religiosas.
La tíisputa entre griegos y romanos B S uno tís
estos pasajes cuyas implicaciones par6tíica3 y teolôgicas
yaraencionatíasescaparlan a la gran mayorla tíel público
raetíiBval.
Cruz cruzatía (112-122)
Otra tíe las tareas sin soluciôn presente para la
crltica ruiziana es la trova cazurra.
Al igual que el
pasaje previamente comentatío es intíicativo del especial
interés que pone Juan Ruiz en hacer relr a los clêrigos.
Como bien nota Zahareas, Juan Ruiz "effectively introtíuces the religious setting by the wortí 'santa' which
sets a dichotomy betujeen the spiritual and the secular"
(The Art, p. 76).
Aumenta asî el doble sentitío ir6nico
tíe "cruiziaba pcr ella" (ll2tí).
Al literal de "tormento"
afíade el religioso tíe "cruz", iniciando el juego de doble
sentido.
Otro detalle tíestinado a la hilaridatí tíe los clérigos
no comentatío por ningún crîtico es el hecho tíe haber
enviatío como mensajero "a un mi campanero" (l13c), otro
clérigo amigo suyo, un tal Ferrantí García.
traicionado por uno de los suyos:
Judas.
Jesús fue
El Arciprcste
tambiên fue traicionado por uno tíe sus amigosi
Garcla.
Ferrantí
Nada se sabe histôricamente de este personaje,
si existi6 o si es ficticio, pero dada la aficci6n de
Juan Ruiz por lo concreto y el profundo enraizamiento tíe
91
su libro sn la societíatí y gsografla tís su tismpo, no es
diflcil suponsr qus fue en vertíatí un amigo tíe Juan Ruiz,
conocitío tíe los otros clêrigos, lo suficÍBntemente
campechano para quB lostíeraâsse rieran a su costa, en
la raisma llnea que Fray ffloreno, el Abad de San Pablo o
los nombrados clérigos tíe Talavera.
Los estutíios mâs recientes ponen tíe relieve el
eroticismo tíe algunos términos, tales como conejo,
conejero, pan, panatíera, marfuz, e t c , ya insinuatíos
parcialmsnte por Zahareas que estutíia paso a paso el
doble sentitío religioso-profano tíel episotíio. 12 Estoy
tíe acuertío en llneas generalas con sus conclusiones, pero
creo necBsario agregar algo.
En mi opini6n, totío el
pasaje es una parotíia tíe la atíoraci6n tíe la cruz que
tenla lugar el Viernes Santo.
Esta tratíici6n, presente en
la iglesia tíe Occitíente a partir del siglo VIII, consistla
en el canto de himnos litúrgicos tíestinados a ensalzar el
misterio tíø la cruz, seguitíos a continuaciôn por la
veneraciôn tíe la misma por parte dei clero con gran
solemnidatí, y del resto de los fieles (Neuj Catholic
Encyclopetíia, Vî, 621-23).
El celebrante principal se
acercaba a la cruz seguitío del resto del clero y todos
haclan genuflexi6n tres veces antes de besarla.
Venlan
luego los fieÍBS quienes se acercaban a la cruz en forma
menos elaboratía.
Durante la ven8raci6n tíe la cruz
so cantaban los Improperios o lamøntaciones tíe Jesús por
92
la traiciôn tíe su pueblo amatío,
improperios la antlfonsi
cual respontíla el públicot
Alternantío con estos
"Ecce lignum crucis.,,," a la
"Venite atíoremus,"
lizatía la adoraci6n se cantaba otra antlfonat
fitíelis..,,"
Fina''Crux
La maynrla tís estos elementos resuenan en
esta parotíia burlesca tíe Juan Ruiz.
El efscto c6micc tíe totío B I episotíio, como ya se
ha intíicatío, ratíica en la parotíia er6tica-religiosa en
torno a la panatíera Cruz y la Veneraciôn tíe la Cruz el
14
Visrnes Santo,
En la introtíucci6n en cuatíerna vla,
tanto la palabra "cruiziaba" como los têrminos "clavo"
y "escarnio" ambientan atíøcuadamente la composici6n de
lugar religioso (Ths Art, p. 76), No veo razôn para
tíutíar seriamente tíel paralelismo entrs el aforismo
15
latino "Per Crucem atí Lucera"
y la apertura tíe Juan
Ruizi
Mis ojos non verân luz
pues pertíidtt he a Cruz,
(115)
En vista sobre todo tíe la antlfona que se cantaba una
vez conclultía la adoraciôn de la cruzi
"Crucem tuam
adoramus, Domine ... ecce enim propter lignum venit
16
gautíium in universo mundo."
Este era el tema central
del Viernes Santo, el misterio de la cruz, el triunfo de
Cristo, la consecuciôn tíe la luz—victoria sobre el
pecatío—metíiante su muerte igncmlniosa en la cruz.
Si
93
Cristo obtuvei 3u Luz mediante la Cruz, se sigue 16gicaraente el desespøro tíel Arcipreste ante la pérditía de su
panadera,
Esto sencillo silogisrao no potíla escapar la
atenci6n aún de los clôrigos pobremente educatíos,
Prosigue la parotíia con la erabajatía de Ferrantí Garclat
Que troxiês la pletesla
e fuesse pleitês e tíuz,
(I17cd)
La
raayorla
de l o s c r l t i c o s no ven a q u í más que ø l e n v l o
d e l mensajero p a r a conseguir l a avenencia e n t r e
panadera y e l A r c i p r e s t e ,
mâs r i c a ,
Existe
la
o t r a p o s i b i l i d a d mucho
" P l e t e s l a " no s61o s i g n i f i c ô en l a Edad (ifledia
p a c t o , c o n v e n i o , t r a t o o n e g o c i a c i 6 n (Corominas, p, 1 0 4 ) ,
sino que t a r a b i í n connotaba f i t í e l i t í a t í y homenaje,
s i g u i e n t e v e r s o ha p r e s e n t a d o mayores
interpretaciôn,
de l a s p a l a b r a s
El
tíe
repcticiôn
" p l e t e s l a " y " p l ø i t á s " , y no e x i s t s
En cuanto a " p l e i t é s "
Cororainas l o t r a t í u c e por " n e g o c i a t í o r ,
"'pleités'
sustantivo
tíificultatíes
Sorprentíe l a c a s i inmetíiata
unaniraidatí a c e r c a tíe "tíux".
dientíoi
17
se
'abogado'"
tíivulg6
(p.
oiplomático"
afía-
a l g o más en e l uso
104),
Corominas se n i e g a a
a c e p t a r oste s i g n i f i c a d o mås obvio e i n s i s t e en t r a d u c i r
"dux" corao a d j e t i v o t
" s u a v e , d e l i c a t í o " en c o n t r a tíe
Cejador y L i t í a tíe Pnalkiel quiønes l o s u b s t a n t i v a n a
"gula" dal l a t l n
"dux,
tíucis"
(Corominas, p,
104),
repaso a fondo de n u e s t r o s d i c c i o n a r i o s c l á s i c o s
Un
puetíe
94
disipar
l o s temorBs infuntíatíos de Corominas,^®
c o n t r a ds su a f i r m a c i ô n tíe que "tíuz, g u l a
.,,
l l a n o no ha e x i s t i t í o nunca y no hace f a l t a
puetíe
tíecirse
que " t í u z - g u l a "
En
en c a s t e -
aqul" ( p .
t i e n e antecetíentes
104),
metíie-
v a l e s y p r e m e t í i e v a l e s en Espafía y e n c a j a muy b i e n a q u l .
Simonet a f i r m a que e x i s t l a e n t r e
" E l Dux" c o n v e r t i t í o
tíel
l o s mozárabes e l
luego en a p e l l i t í o
D u x ) , y afíatíe que se
tíerivaba
Ibn Atí-Dux ( e l
tíel
latîn
tíenominaci6n
provincia.
19
visig6tica
a gobernatíor tíe una
tíel
latln
"tíucem".
pues, en mi o p i n i ô n , e l A r c i p r e s t e e s t á
estrofa
equivalente
Por su p a r t e ÍYiartîn Alonso a f i r m a
ambages que "tíuz" p r o v i e n e
hijo
"tíux-tíucis"
con e l s i g n i f i c a t í o tíe gula o c a p i t á n g e n e r a l ,
bajo l a
apotío
sin
20
Asl
tíicientío
117 que é l e n v i 6 a Ferrantí G a r c l a para
en l a
rendir
homenaje a l a Cruz y para quø fuese mediador ( p l e i t ê s )
gula.
Además de su s o l i t í e z e t i m o l 6 g i c a y de e v i t a r
malabarismos de Corominasj
ventaja
de a m p l i a r
esta interpretaciôn tiene
una vez más e l t u p i t í o
e r 6 t i c o - r e l i g i o s o tíe totío e l e p i s o d i o .
"homenaje",
la
Los términos
"mediatíor" y g u l a " corresponden t a n t o a l a
l a panadera C r u z ,
ante
como a l vertíatíero c u l t o a l a Cruz
g u í a d e l pecador,
a l a c u a i se r i n d e
porque por e l l a - - m e d i a d o r — C r i s t o
gula a l a
los
paralelismo
misi6n que e l A r c i p r e s t e esperaba de su mensajero
cristiana,
y
homenaje
obtuvo e l pertíôn y nos
salvaci6n.
Con una imagen g r á f i c a e l A r c i p r e s t e
i n d i c a que fue
95
traiclonado por ser "trigo afiejo" o psrro viejo;
Garcla es su Judas (Zahareas, The Art, p. 77).
Ferrand
Tras ests
breve parôntesis y la maltíici6n a ess perro "conejero" el
Arcipreste torna a las csrsmonias litúrgicas tíel Viernes
Santo y a su propia crucifixi6nî
Quantío la "Cruz" vela, yo siempre mø omillava,
santiguâvame a ella tíoquier que la fallava,
(I21ab)
Arrotíillarse y santiguarse formaban parte de la procesiôn
inaugural tíøl Viernes Santo asl como tíe la atíoraci6n de la
Cruz qus culminaba con el beso de totíos los fieles presentcs,
Pnientras que el Arcipreste se humillaba y se
santiguaba ante la Cruz cristiana, "El compan6n de cerca
en la 'Cruz' atíorava" (l21c),
A la tíistancia que ve
Zahareas entrs "omillava" y "atíoraba" (The Art, p. 78),
tíebe anatíirse otro dato:
la perfecta divisiôn simétrica
entre la Cruz religiosa (l21ab) y la Cruz panatíera (I21c)
obtenitía magistralmente metíiante la prep03ici6n "en",
El
Arcipreste "vela la Cruz" mientras que su companero
"atíorava ejy la Cruz" con totías las connotaciones sensuales
y sexualesi
"Ad-orar se dijo tíe llevar al 'os', boca, tíel
besar" (Cejatíor, I, 55). Elemento par6tíico e irreverentø
tíøl 6sculo con qus ss vsneraba la Cruz øl tíla Viørnøs
Santo,
ResuraiBntío l a s páginas p r e c o t í e n t e s , puetíe
tíecirse
que
l a trok/a c a z u r r a c o n s i s t e básicamente en l a p a r o t í i a de l a s
96
cøremonias l i t û r g i c a s tíe l a atíoraciôn tíe l a Cruz
el
V i e r n e s Santo a p l i c a t í a a l a c o n q u i s t a amorosa tíe l a
panadsra C r u z .
dera, t r i g o ,
hilaridad,
parotíia
Las connotaciones ssnsuales de p a n , pana-
conejo,
conejsro, e t c ,
aumentarlan
la
mas no son c e n t r a l e s en e l e p i s o d i o ,
tíel
justificar
Esta
V i e r n e s Santo s e r l a más que s u f i c i e n t e
l a s d i s c u l p a s que Juan R u i z pide a l a s
para
duefías
antes tíe comenzar, raâxime s i eran "Duenas tíe Ortíen" o
religiosas,
21
Humor e c l e s i â s t i c o en c i e r t o s
apôloqos
^mmmtmm^m^mmmm^mmmmmmmmm^i^^^^^mmmmmmÊ^^m^mmmma^n^^mmmmmmmmimmi^mi^^^i^mmmmmmmmmÊi^^mmmmmim^^fm''»m^-'^mmm^Ê-\mM
Es a r r i e s g a t í o y p r o b l e m á t i c o e s p e c u l a r
contribuciôn
o r i g i n a l tíe Juan R u i z en l o s
procedentes tís l a t r a t í i c i 6 n ,
imposibilidatí
tíe
tíeterminar
La
sobre
materiales
tíificultatí
r a t í i c a en l a
con e x a c t i t u d l a
o r i g i n ? * ! , p e r d i d a hoy d l a q u i z á s ,
fuentc
o t r a n s m i t i t í a por
o r a l s i n documentaciín g r â f i c a ,
Lecoy dstíicô
tiempo y e s f u e r z o p a r a r a s t r e a r
dichas f u e n t e s ,
duda permanace,
la
Jan f l i c h a e l ha e s t u d i a t í o en
vía
considerable
mas l a
tíetaiie
las
dificultade? y posibilidatíes
que l a s f á b u l a s p o p u l a r e s
22
ofreccn a l e s t u d i o de Juan R u i z ,
P or mi p a r t e me
propongo f i n e s más modestos.
t i c a de p r o p ô s i t o s
aquî como Juan R u i z
ap61ogos con e l
público,
Sin e n t r a r
didåctico-morales,
incluye
intento
prcblemámostrar
døtailns eclssiásticos
nico f i n aparente
s i no c l e r i c a l ,
en l a
de hacer r e l r
muy f a m i l i a r i z z d o con ] a
en sus
a un
vida
97
eclesiâstica,
Algunos tíe estos elsmentos tíelatan la
originalitíatí tíe Juan Ruiz, otros aparecen ya en las versiones tratíicionales tís las fábulas, pero el hecho mismo
de escogsr éstos y no otros refuerza la teorla tíel
especial cuitíatío tíe Juan Ruiz por tratar temas familiares
a los clêrigos, o revBstirlos tíe tárminos y expresiones
eclBsiâsticas con el fin tíe provocar la hilaritíatí tíe su
público,
E.jemplo tíel caballo y tíel asno (257-245)
En el capitulo previo, p, 76, al hablar tíel lenguajs
de sacristía mencionê ya los versosi
Del inojar a vszes fazientío muchas prizes,
rodillas dessolladas, finchadas las narizes,
(242bc)
Lida tíe lYlalkiel ya not6 la comicidad tíe estos versos.
23
Wâs recisntemente Deyermontí ha acentuado el aspecto
eclesiâstico.
Intíutíablemente este rasgo humorlstico
está al alcance de cualquier persona, pero serla mucho
mâs efectivo entre el público que pasaba buena parte del
dla en la iglesia o en el coro,
Ademâs del efecto
jocoso contribuye a mantener el tono catequético-mnral de
totío el ap61ogo.
Recortíemos que Juan Ruiz lo introduce
como ejemplo del hombre soberbioi
Que non ha tíe Dios miedo nin cat'á aguisado,
ante muerø quS otro mâs flaco e más iazrado.
(236bc)
98
En c u a n t o a l a s e s t r o f a s f i n a l e s
aceptar
parotíiar
(243-244),
con Zahareas l a o r i g i n a l i t í a t í tíe Juan R u i z
aqul e l "ubi sunt",
rasgos t r a t í i c i o n a l e s
o se puetíen
al
consitíerar
s i g u i e n t í o a Lecoy y a Jan lYlichael.
Totíos e l l o s e v i t í s n c i a n e l mantenimiento
tíesarrollo
SB puede
y conclusiôn
tíentro
tíe
tíel
2S
inicio,
un marco g e n e r a l
reli-
gioso.
E.jemplo tíel le6n y tíel caballo (298-303)
El ejemplo tíel ls6n y tíel caballo tíiscurre por
cauces paralelos,
Al igual que el apôlogo tíel asno y
tíel caballo sirvs para ilustrar un pecatío, la gulaj
asl
como sus efectos nocivos al cuerpo y al almai
Wuerte muy rebatatía trae la golosina
al cuerpo muy goioso 'ø al alma møsquina.
(297ab)
A continuaciôn describø ol encuentro leôn-cabalio en
términos que parodian una entrevista entre un humiltíe
religioso y su superior;
aquél tíispuesto a besarle la
mano y a suplicarle que le libre tíel clavo "con tu tíiente
bentíito" (300c), reiterantío el tono moral en las tíos
estrofas fir.ales (302-303).
26
El sentitío par6dico dei
saludo religioso besantío la mano tíe sus superiores, asî
como el caballo besa la tíel le6n aclara también el
esfuerzo tíe Juan Ruiz por aprovechar totías las oportunidatíes posibles tíe hacer relr a los clêrigos.
Compárese,
99
"•vasallo' tíixo 'ralo, la mano tú rae besa'" (298tí), con la
versi6n del Ysopetei "el le6n se lleg6 al cauallo saludándolo con palabras fermosas," carente este ijltimo tíe la
posibilidatí del doble sentitío (Worrealo, "Apuntes," p. 27l),
E.ieraplo tíe Don Ximio, alcaltíe tíe Buqîa (321-371)
Otro de los ejemplostíontíeel Arcipreste deja aparecer
su sotana es el episodio ante el alcelde ds Bugla,
Lo
narra para ilustrar B I pBcatío tíe acitíia y uno tíe sus
27
secuacBsi
la hipocresla (319a).
Corac tíe costumbre Juan
Ruiz hace uso de términos eclesiásticos ambientativos.
Aderaâs de los abundantes tôrminos forales, raâs asequibles
a los clérigos que habrlan estudiatío al menos los rudimentos tís los cánonss Bclesiâsticos, existen otros
têrminos asociatíos con la vitía tíe los clérigos metíievales,
El estrecho paralelismo entre eltíescomulgatíopor constitucl6n tíe legatíotíebitíoa que tiene barragana pública (337)
y otros pasajes gemelos tía la cantiga tíe Talavera no
puetíen deberse a mero accidente o coincitíencia.
Uno tíe
los temas sclesiásticos mâs cantíentes tíurante el s, XIV
fue el celibato sacertíotal y en este ambiente las asocia28
ciones pretíichas debieron ser inevitables,
Tambiên los
slraples fieles estaban sujetos a ciertas leyes de
excomuni6n por amancebaraiento, según explica Eizaga.
29
El contexto del pasaje, sin embargo, corroboratío con la
probada frocuencia de los clêrigos que intsrvenlan en los
100
pleitos y el ya mencionado Isnguaje técnico foral,
inclinan la balanza hacia la interpretaci6n eclesiâstica,
reflejo posible de los juicios por amancebamiento de los
clêrigos, acusatíos por otros, hip^critamønte, tíe sus
mismos pecatíos.
E.i'emplo tíel lobo vestitío tíe mon.i'e (766-779)
El ejemplo mâs notable tíel tema que se viene tratando
queda personificado en el lobo vestitío tíe monje, tema
tratíicional, psro con ciertas afíatíitíuras caracterIsticas
tíe Juan Ruiz como veremos a continuaci6n.
Corominas, tras
analizar los estutíios referentes a este pasaje, concluye
tíestacantío el estrecho paralelismo entre la versiôn tíe
Juan Ruiz y la tíel Ysopete Ystorîatío tíe 1489i
"El tíesa-
rrollo es rigurosamente paraleio, las razones y resultatíos
son parecidos y aún hay bastantes palabras y alguna frase
en comûn" (p. 296).
Sin negar la parcial validez de estas
afirmaciones, intentaré mostrar la originalitíatí tís Juan
Ruiz y el obvio proceso tíe eclesiastizaci6n al comparar la
versiÔn tíøl Libro de buen amor con la tíel Ysopete Ystoriado
estudiatía por Guisasola. 31
La misma introtíucciôn respira
aires eclesiâsticos tanto en el consejo tíe Trotaconventos
"fazet cabo tíe afio" (762c) como en la respuestatíetíofia
Entírinat
"Non rne tíigas agora mâs tíessa letíanla" (764c).
El factor c6mico, tras la forzatía pausa tís las estrofas
pertíitías, se inicia en las versiones modernas con la
101
yuxtaposici6n de lo sagrado y lo profano, la moralidad y
el diablo:
Dixot
'Dioms el dîablo el ajeno roldo;
y'ô ove buen aguero, Dios me lo aviê complido.
(767bc)
El humor continúa en todas las estrofas siguientes.
el Ysopete, el iobo vio "unas cabras";
duce:
Según
Juan Ruiz intro-
"Cabritos con las cabras, mucho cabrôn cornudo"
(768c);
indudablemente mâs rico en connotaciones cômicas.
Todo el subsiguiente desarrollo del encuentro entre si lobo
y los cornutíos está narratío en un lenguaje parádico de
funciones litúrgicas, destinatío a provocar ia risa.
Amatíor tíe los Ríos consitíera esta aiusiôn a los oficios
sagratíos "irreverente, aunque chistosa ... impropia tíe un
sacertíote espanol sn totíos los sigios, y más sn øi siglo
32
XIV,"
Este aserto hoy dla produce a io más una
sonrisa.
Para un público seglar es discutible su "irreve-
rencia";
para gente vinculada estrechamente a la iglesia
este episodio tíebiÔ constituir puro y sôiitío entretenimiento.
Opina iriorreale que la palabra "guardiano" (769c)
es "alusiva a los frailes menores" y afiade que aqul
"termina la analogîa con ios franciscanos ya que no se
les relacionaba con el hecho de ser barbados" ("Apuntes,"
p. 305).
Probablemente Juan Ruiz estê parodiando acui
las ôrdenes religiosas en general, perc de escoger una
potíría rsferirse a la Orden Camaldulense, una rama de la
102
familia benedictina funtíatía por San Romualtío a finales
dsl siglo X.
Este funtíatíor uni6 en una ortíen la vitía
Brsmltica tíe los monjes tíe Orients y los Patíres tíe
Occitísnte con la vitía cenobltica tíe los monjes tíe ccitísnts, Los Camaltíulenses, tíe vitía muy austsra, vivlan
sn lugarss apartatíos, guartíaban continuo silencio y su
único lugar tíe reuni6n era la capillatíontísrszaban a
tíiario B I oficio tíivino; usaban lusnga barba, cabeza
rapatía y los pies tíescalzos (Enciclopetíia Universal, X,
1038-39).
Fácil es aprsciar las ssmejanzas entre la
vitía monâstica ds esta ordan y la tíescripci6n tíe Juan Ruiz,
La misma composici6n tíe lugar en torno a los "fornachos",
aunque se halla presente en la versi6n dsl Ysopste,
pudiBra intsrpretarse como parodia de un lugar cenobltico,
Tal vez sBa êsta la raz6n por la que camoiô Juan
Ruiz los actores tíe cabras a cabritos y barbatíos, con el
fin tíe intensificar la parotíia,
Un monje camaltíulense,
descalzo, con hâbito blanco--un tanto pardusco tíebido a
la suciedatí y al paso tíe tiempo--cabeza rapatía y b^rba
larga, atareatío en los alretíedores tíe su cueva penitencial,
no es tío extranar que se equiparara, en la evocaciôn
creatíora tíe Juan Ruiz, a unos chivos barbutíos triscantío
en torno a sus "fornachos",
y complementa la parodia.
los cornutíost
El resto tíel episodio confirma
Por ejemplo la invitaci6n tíe
103
Quatro tíe nos querlamos irvos a combitíar,
quB nuestra santa fiesta veniêssedes a onrar,
dezirnos buena mlssa e tomar buena yantar;
pues que Dios vos atíuxo, queredla Î5y cantar,
(770)
Totía la estrofa rezuma sabor monacal,
El hecho un tanto
burlesco tíe ir cuatro para invitarle, se refiere a la
costumbre muy extentíitía entre ciertas 6rtíenes religiosas
tíe salir tíel monasterio s61o en grupos tíe tres o cuatro,
para protegerse mejor tíe las asechanzas tíel muntío y sus
tentaciones.
La intíirecta tíel "buen yantar" (770c) es
apropiatía para el lobo y para la glotonerla tíe varios
33
visitatíores can6nicos,
El cotejo de esta estrofa con
sus correspondientes llneas tíel Ysopete resalta la
pobreza tíe éste frente a la imaginaci6n creativa tíe Juan
Ruiz, raás evitíente aún en la estrofa siguientet
Fiestas tíe capas seis e tíe grantíe clamores
fazemos bien granatías sin perros e pastores;
vos cantat en boz alta, respondrán los cantores;
ofre^remos cabritos, los más e los mejores.'
(771)
Según Castro Guisasola, a esta estrofa da Juan Ruiz
correspontíen las siguientes lîneas del Ysopete:
"E fecho
el officio e sacrificio de alavan^a, farás lo que te
agradará" (p, 129).
La fiesta de seis capas, los "grandes
clamores", el "cantat en boz alta" y las respuestas de los
"cantores" encajan perfectamente con el canto solemne del
oficio tíivino, tratíici6n eminentemente benetíictina,
también notarse el sutil cambio tís Juan Ruiz del "dar
Debe
104
bozes a l t a s "
(Ysopetø)
"en a l t a
boz b a l a r "
afinidad
litúrgica.
(772b), Cejador
advertencias
Breviarios"
al
(772b),
advierte
en l e t r a
"en a i t a
que se r e f i e r e
roja,
los balidos
0 regular.
aullidos
de v o z t o n a n t e "
a " l a Rúbrica o
(I,
140).
El
d e l l o b o "como g r a v e y
al
unîsono—figurado--de
cantando los
øxquisita
parcdia
Sîgu'íse
la paliza
y las quejas
gunda v e z achaca e l
maycr
boz a c a n t a r "
267);
d abio cantar
y
que se ponen en e l H.isal y
de c a b r a s y c a b r o n e s
I,
(77lc)
de o t o r g a r l e
p a r a g u î a de l o s p a r t i c i p a n t e s
orondo c l é r i g o
'Diôme e i
en boz a l t a "
con e l f i n
A l comentar
e v e n t o t e r m i n a con l o s
(Cejador,
"cantat
salmos
de un c o r o
n i s s a 'e'n f o r n o ' "
del l
capitular
bo:
(773d).
aguero del estornudo a l
"Dixo:
P or
diablo,
se-
pero
no e s c a r m i e n t a .
E l e n c u e n t r o con l a p u e r c a s i g u e n?âs de
cerca l a v e r s i ô n
tradicional,
humilde
monje:
v i n e yo a q u î "
j u g a n d o b i e n su c a o e l de
" ' C o m a d r e , D i o s vos ds p a z , que por vQS
(775b);
claro contraste
con e l
brutal
saludo del ^ sopete:
" H e r m a n a , comeré de t u s h i j o s "
Guisasola,
Igualmente
bautismal
p.
12B).
de Juan R u i z .
ss .•nuy s u c e r i o r
La p u e r c a r e s p o n d e a l
la
(Castro
carodia
lcbo-abad
adecuadamente:
•Senor a b a t , c o m p a d r e , con essas s a n t a s mancs
b a u t i z a t mis f i j u e l o s , poraue mueran c r i s t ^ i a n o s .
(776cd)
La s i g u i s n t e
estrofa
bautismo,
ambiciôn
la
sintstiza
del
y cul^ina
l ^ parodia
loco y la a c t i t u d
del
del
sjperior
105
religioso ante sus súbditost
Después qu'é ayades vos fech'c este sacrificio,
ofrecárvoslos he yo en gracias 'é en servicin,
e vos faretíes por ellos un salt'ci, e sin bollicio
combredes, e f olgaredes a la sombra 'ê al vicio. '
(777)
La casi totalitíad de los vocablos estSn revestitíos tíe
tíoble sentitío, pero espscialmente "sacrif icio*', "ofrecêrvoslos", "en gracias e servi^io", "folgaredes", "a la
sombra" y "al vicio".
Como bien han notado Castro Guisa-
sola (p. 127) y Corominas (p, 296), Juan Ruiz altera el
ortíen tíe los episodios de ia versiôn tradicional, presentando primero el encuentro con los cabritos,
Ninguno tíe
estos crlticos sugiere raz6n alguna para el cambio.
raz6n tíe lo
En
expuesto, opino que el cambio puetíe tíeberse
a la mejor ambientaciôn par6dica de los barbados con las
6rdenes religiosas, tema favorito de Juan Ruiz para
provocar la risa.
De hecho, como ya se ha mencionado,
êsta es la parte más original de Juan Ruiz,
Simultánea-
mente la perfecta consecuciôn y comicidad del episodio de
los barbados predispontírîa ai oyente hacia una mejor
apreciaciôn par6tíica tíel bautismo tíe los puerccs.
En
resumen, Juan Ruiz revistiô la tratíiciôn de unos hábitos
eclesiâsticos magistrales, aptos para provocar la
hilaridatí en un público ententíitío y famiiiarizado con la
vitía y costumbres mcnacales.
106
Horas can6nicas (372-387)
Wucho de lo anteriormente expuesto puetíe aplicarsa
tíB nuBVo al presente episotíio,
Un breve anâlisis de su
marco eclesiástico puetíe arrojar luz sobre sl tono
satlrico del episotíio e, intíirectamsnte, sobre su significado asl como enriquecer ei ângulo tíe visiôn tíe los
crlticos precetíentes.
Quetí6 esclarecitío en el
capltulo primero tíe este estutíio, p, 28, que las únicas
personas obligatías can6nicamente al rezo público tíiario
tíel oficio tíivino eran los miembros tíel cabiltío y el clero
regular tíe ambos sexos,
El rezo p blico por parte tíel
cabiltío o clero secular fuetíegenerantíoen el transcurso
tíe los siglos, corrientío parejas con la relajaciôn tíel
resto tíe las costumbres eclesiásticas,
Garcla-Viiloslada
describe algunos de los abusos más frecuentes en la Etíatí
Wetíia, entre øllos "que los canônigos a veces no asisten
personalmente al coro, alquilantío por tíinero a otros
clérigos que canten por ellos el oficio divino" (II, 632).
Intíutíablemente con el fin tíe no psrtíer el tíerecho a su
prebenda, cuyas cantidatíes quetíaban estipuiadas de acuerdo
con la asistencia al coro.
La ausencia, sin embargo, no
potíla ser el peor tís los males, como veremos en seguitía.
Hay que tener en cuenta que el episotíio tíe las "Horas
Can6nica5" forma parte ilustrativa e integrante, junto a
Don Ximio, tíel pBcatío de la acitíia;
asl lo intíica al
principio y al final tíe ambos episotíiost
107
De IS acidia eres mesonero e posatía,
nunca quieres qu8 omne tíe bontíat faga natía;
desque lo ves baltílo tíasle vitía penatía;
en pecatío comien^a g en tristeza acaba,
(317)
Conâ acitíia traes estos maies atantos,
muchos otros pecatíos, antojos 8 espantos;
nunca te pagas tíe omnes castos, tíinos e santos,
A los tuyos tías obras tíe males e quebrantos,
(388)
La hipocresla tíe que habla en la estrofa 319, como ya se
ha tíicho, no es uno tíe los pecatíos capitales, sino que
Juan Ruiz lo asocia con el pecatío capital tíe la acitíia
35
arbitrariamente, ' El pleito tíel lobo y la raposa es
ilustrativo tíe esta hipocresla, pues como moraliza al
finalî
Tal eres como el Loboi retraes lo que fazes,
estranas a los otros el lotí'ô en que yazes;
eres mal snømigo a totíos quantos plazesi
fablas con grantí simpleza porque muchos enlazes,
(372)
Esta estrofa y la siguiente sirven tíe puente entre los
tíos episotíios.
Tanto Otis Green como Zahareas consitíeran
36
ambos episodios ilustrativos tíel pecatío tíe hipocresla,
Zahareas, por ejemplo, intíicat
"Similarly, the Arch-
pricst accuses Don Amor of being hypocritical, like the
wolf, in that he frequents churches, although he has no
intention of performing uíorks of mercy and charity" (The
Art, p. 94),
El texto no da pie a la afirmaci6n que
Don Amor frecuenta las iglesias,
En mi opini6n cualquier
paralelismo entre el lobo y Don Amor, la rapcsa y sl
108
ArciprsstB,
y o t r o s por e l e s t i l o
a que uno i n t e n t a
ilustrar
e l pecatío tíe a c i t í i a ,
son i n v â l i t í o s ,
la hipocresla, y el
algo totalmente
tíiferente.
o t r a s p a l a b r a s , tíe e s t a s tíos e s t r o f a s - p u e n t e ,
s i r v e tís c o l o f 6 n a l sjBmplo tíe h i p o c r e s l a ,
la siguiente
(373)
inicia
tíebitío
últirao,
En
una ( 3 7 2 )
m i e n t r a s que
l a i l u s t r a c i 6 n tíe l a
acitíiat
A obra tíe p i a t í a t tú nunca paras m i e n t e s ,
non v i s i t a s l o s presos n i n q u i e r e s ver
tíolientes
sinon s o l t e r o s , sanos, mancebos e v a l i e n t e s .
S i lo^anas e n c u e n t r a s , f â b l a s l e s e n t r e
tíientes.
(373)
Estructuralmente Juan Ruiz tíelata aqul su esmerado cuidatío.
Destíe el comienzo de su exposiciôn acerca de los pecatíos
capitales ha usatío un ap6logo ilustrativo para catía uno
37
de ellos.
Al llegar al ûltimo pecatío Juan Ruiz tíebi6
tíescubrir que le sobraba un ejemplo o le faltaba un
pecado.
Para evitar el desequilibrio resultante Juan
Ruiz abri6 un paréntesis tíentro tíel LÍltimo pecatío de la
acidia.
Veamos el texto.
Introduce al pecado tíe la
acitíia en la forma acostumbratía (317-318), inmetíiatamente
abre el paréntesis tíe la hipocresla (319) con el correspontíiente ejemplo del iobo y la raposa (321-372), usando
la última estrofa como cclof6n y recapitulaciôn del
paréntesis,
Torna ai pscatío tíe acitíia (373) con su
correspontíisnte ilustraciôn, las Horas Can6nicas (374-387),
csrrantío el clrcuio ur.a menciôn más de la acidia (388) para
que no haya lugar a dudas.
109
C o v a r r u b i a s d e f i n e l a a c i d i a como " t r i s t i t i a
spirituali"
de bono
y l a E n c i c l o p e d i a U n i v e r s a l afíade p e r e z a ,
flojedatí, negligencia y
da como r e s u i t a d o :
ver d o l i e n t e s "
tíesidia."^^
"Non v i s i t a s
(373b).
Esta a c i d i a o pereza
i o s presos non q u i e r s s
Como b i e n d e c i a r a Corominas,
dos øran øjemplos c l á s i c o s
de buenas obras
"ios
descuidadas
por l o s que se condenarân, ya mencionados j u n t o s en e i
e v a n g e l i o ( S . mat. XXV, 4 3 ) " ( D . 162).
e l b i e n o b r a r no es h i p o c r e s í a .
La n e g l i g e n c i a en
E l A r c i p r e s t e acusa a
Don Amor de ser l a f u e n t e d e l mal r e z a r ;
la
indolencia
de este pecado a c a r r e a e l d i v a c a r de i a mente a l r e z a r
Horas Canônicas y en vez de c o n c e n t r a r s e en c a n t a r
el
Amor D i v i n o de l a Senora, r e s u l t a " v a g a t i o n e n t i s
circa
ias
iliicita",
esa a s o c i a c i ô n p a r ô d i c a d e l amor humano a l a
39
senora de sus susrios.
Esto no es i n v e n c i ô n de Juan
R u i z , s i n o hecho h i s t ô r i c o que Juan Ruiz supo m a g i s t r a l mente p a r o d i a r .
E l f r a n c i s c a n o A l v a r e z Pelayo
mejor que n a d i e l a c o r r u p c i ô n
tiempo.
de l o s r e l i g i o s o s
describiô
de su
Su l i b r o De P l a n c t u E c c i e s i a e viene a p r o p ô s i t o
ya que l o p u b l i c ô por p r i m e r a vez en 1332 y l o r e v i s ô en
1335 y 1340, j u s t a m e n t e l o s arios de g e s t a c i ô n del L i b r o de
buen amor.
A l v a r e z Pelayo acusa a l o s r e l i g i o s o s en
g e n e r a l y ataca i o s síntomas de d e c a i m i e n t o
"'Jhat i s
prayer,
II,
...
esoiritual:
psalfTody 'juithout c o n c o r d , outuuard and v o c a l
uuith a uiandering mind?" ( l o u l t o n , r j y g
130);
3itjaci5r.
explicable
Cgnturies,
cuando e l rezD d e l
110
b r e v i a r i o s r a motivario por d i n e r o o por o b l i g a c i ô n a l a
l e t r a tíe l a l e y ,
Hs a q u l s l n c l s o ,
y l o s polos que componen l a
amor
tíivino
e l punto tíe p a r t i t í î
parotíiat
oficio de las horas
Acidia
amor humano
oficio tíe la amiga
Para Green el humor tíe este episotíio, "consists in the
tíeviation, antí its intensity is proportional to the
violence of that tíeviation," Esta tíesviaci6n es completamente subjetiva, puøs como sl mismo Green atímite, "more
often than not, the reatíer ujill fintí himseif raaking
complete associational britíges, involving meanings far
removetí from that of the uuortís left unsaití, antí it is here
that the humor antí the blasphemy come in" (Spain, II, p. 54)
En palabras tíe Corominas, "no hay por qué apartarnos tanto
tíel sentido de las frases sagratías" (p. 164), No se le
puetíen achacar a Juan Ruiz las consecuencias tíe una
interpretaciôn subjetiva no apoyatía en el texto,
Tampoco
satisface la explicaciôn tíe Zahareas según la cual ei
centro c6mico tíe esta sâtira ratíicarla en, "the contrast
between the Archpriest's moral statements antí his impiications" ("Parotíy of the Canonical Hours," p, 108). Las
frases latinas, aunque procetían tíe ios saimos o tíe los
libros litúrgicos "per se" no son morales.
El efecto
c6mico tíe estø pasa.jø, al igual quø el lobo-monje, la
111
trova cazurra y otros, radlca en la juxtaposici6n y
asociaci6n tíe un tema sagratío a otro profano utilizantío
un lenguaje ambiguo—aplicable a ambos nivBles—generador
41
tíel humor.
Para que cualquier parotíia surta efecto es
indispensable la familiaridatí tíel público con arabos polos
tíe la parotíia en cuesti6n; tíe lo contrario el autor fracasarla en su raisiôn comunicatíora.
De aqul mi teorla que
gran parte tíel humor en Juan Ruiz postula un público
eclesiâstico capaz tíe apreciar los ricos matices tíel genio
tíel autor,
El episotíio que nos ocupa es uno tíe los pocos
quB los crlticos consitísrantíirigitíoexclusiva, o casi
exclusivamente, a los clárigostíebitíoa la familiaritíatí
que exige con la Biblia y el rezo tíel Breviario, a fin tíe
42
asociar las palabras con el correspontíiente texto latino.
El conocimiento pobre o la ignorancia tíe cualquiera tíe
los polos acarrea la inevitable tíestrucci6n tíe la parotíia
Esta necesitíatí tíe un público eclesiástico para apreciar
^^ Libro tíe buen amor, evitíente en ests pasaje, se
extientíe a otras partes tíel mismo, como veremos en el
último capltulo, y puetíe ser la clave para la interpretaci6n tíe otros episotíios hasta hoy tíutíosos.
Poco hay que anatíir para tíestacar los elømentos
eclesiâsticos tíe este pasaje.
Atíemás tíe ser ilustrativo
tíøl pecatío tíø acitíia y tíø las muchas refersncias al
BrBviario, merece recalcarse la itíea ya apuntatía en el
capltulo primero, pp. 33-34, sobre la posibilitíatí que
112
esta amada sea una monja,
A las razonss alll Bxpusstas
debs afiadirse otro pasajs tíel ya citatío De Planctu
EcclesiaB, que encaja perfectaraents en esta tíiscusi6nt
Another occasion of uncleanness in Rsligion
is ths converse uuith nuns; for Religious
hava their "tíevotae" in convents with whom
often timøs they talk long, antí far apart
frora witnesses,,.. There are thoughtless
laughters, ogling eyes, scurrilous antí idle
and carnal wortís, touches that provoke to
sin.,,, They give antí sentí gifts to each
other, antí kintíle the flarae (Coulton, Five
Centuries, II, 181-82),
Estas rslaciones, frecusntes sn aquellos tierapos, son
las que le sirvsn tís basB a Juan Ruiz para su parotíia;
pero hay que afíadir de inraetíiato que su fin no es
moralizante, sino puramente jocoso.
Alvarez Pelayo y
Juan Ruiz raflejan la misma realitíatíf
aquél busca la
moralitíatí, éste la risa.
Don Carnal, Dofía Cuaresma y Don Araor (1067-1262)
La p e l e a e n t r s Oon Carnal y Dofía Cuaresma s s uno tíe
los episotíios
araor,
raás
tíispares
y coraplejos tíel Libro tíe bugn^
No ha r e c i b i t í o s u f i c i e n t e
atenci6n c r l t i c a ,
tal
vez porque se l e consitíera injustamente una simple
imitaciôn
tíel
"fabliau" francês,
e t de Charnage."
"la B a t a i l l e de Caresme
Aguado ya mostr6 l a gran
tíistancia
e x i s t e n t e e n t r e Juan Ruiz y l a s v s r s i o n s s tís l o s
franceses
(pp.
194-96).
"fabliaux"
Tras l o s s e r i o s e s t u d i o s tíe
Lecoy y Kemlin Laurence e s J u s t i f i c a b l e
consitíerar
las
112
costumbres y t r a t í i c i o n e s c r i s t i a n a s
raotriz
de l a
metíÍBvalBs como f u e r z a
inspiraci6n ruiziana.^*^
s i n smbargo, se mantienen en p i s .
Otras
E l s p i s o t í i o qus nos
ocupa 6s o t r a prueba mâs tíe l a t s o r l a
es
tíecir,
relr,
inc6gnitas,
que vengo exponientío;
Juan R u i z c o n t i n ú a su a r t e tíe e n t r e t e n e r
y hacer
metíiante e l uso estutíiatío de p a r o d i a s y elementos
procetíentes en su mayorla tís l a v i t í a
religiosos.
ini t e o r l a tíe que e s t á
p û b l i c o tíe i g l e s i a
se
sino tambiên tíe esa
tíesprende
tíisculpa
tíiaria
tís
clérigos y
tíirigiéntíose
a q u l no s61o
o petici6n
a un
tíel
tema,
correctorat
S e f í o r e s , v u e s t r o saber q u i e r a mi mengua c u m p l i r .
(I134tí)
So Í a v u e s t r a ementíaci6n pongo yo S l mî
error.
(Il35tí)
Dirigitías probablemente a los clêrigos.
Expresiones
paralslas ss hallan øn el prôiogo tíe ia Disciplina Cleri^
calis: "Antí I propose that . . , all others uuho are perf ect
44
in the Catholic Faith, correct what is uirong."
La "Pelea", como las "Horas Can6nicas" o la "Trova
cazurra", tiene por base humorlstica el binomio profanoreligioso,
La originalidatí tíe Juan Ruiz ratíica fundamen-
talmente en el constante uso de elementos eclesiásticos
para narrar temas o episodios ajenos a la iglesia.
Este tíesplazamiento, para ser efectivo, presupone un
pûblico eclesiástico,
Por nøcøsitíad temâtica y del
calendario litúrgico, la pelea queda enmarcatía entre el
114
JuevBS Lardero (1068) y B I tíla tíe Pascua (1225).
Como
bien ha tíemostratío Laurence existe ya en B I siglo XIII,
en Italia, un perfecto paralelo para las cartas riel
desaflo Bntrs Don Carnal y Dofía Cuaresma ("The Battle,"
p. 162).
En vista de lo que acontece mâs adelante con la
llegatía tíe Don Amor, es tambián posible pensar en las
cartas que el Visitatíor estaba obligado a enviar anunciando
su llegatía tanto a los monasterios como a las parroquias. ^
Menciono este posible nexo con la Visitaciôn Canônica
porque Dofía Cuaresma ortíena al Arciprestø que tíesafle a
Don Carnal "en vertut tíe obetí encia" (I071b), têrmino
monástico usatío para mantíar a los religiosos en virtutí
tíel voto de obetíiencia que hablan hecho (Enciclopetíia
Universal, XXXIX, 258).
Esta nota clerical se mantiene
tíentrotíeia pslea entre las huestes tíe ambos contentíientes
--pelea consitíGrada generalmente por los crlticos como una
parodia êpica--al otorgar a esta lucha un cariz de guerra
santai
FechO era ^l preg6n tíel ano jubileo,
.«
por salvar las sus almas avién todos deseo,
(I112ab)
El calificativo tíe "santa" no niega tíe por sl la parotíia
épica, pero acsntúa la constante prcocupaci6n tíe Juan
Ruiz por introdjcir alementos eclesiásticos en ambientes
profanos con ei fir. tíe provocar la risa,
ivierecen tambiên
citarsG aquî las se'nejanzas que establece Deyermond entre
115
estos raotivos ápicos y las primeras cinco estrofas tíe la
Cantiga tíe los Clêrigos tíe Talavera (1690-1694), semejanzas que tíebieran ponernos en guartíia a la hora tíe
asignar los eÍBmentos parôtíicos ("Some Aspects," p, 74),
Totías estas relaciones par6tíicas tíe las cartas—tradiciôn
cuarssmal, Don Carnal, visitaciones canônicas, costunbres
guerreras—caben en el contexto de Juan Ruiz y es probable
que êl
mismo pensara en sllas,
Sobre la tíigresi6n tíe la confesi6n poco tengo que
tíecir, Debitío a la ingente acumulaci6n tíe tíatos y
têrminos técnicos eclesiâsticos, la gran mayorla tíe los
crlticos consitíeran este episotíiotíirigitíoexclusivamente
a los clérigos aunque tíeclaran su pBrplejitíad acerca tíe
48
este hecho,
Por mi parte no hay sorpresa, pues opino
que la totalitíatí tíe la obra fue concebitía pensantío en un
público clerical.
Llegamos ya a la solBmne procesi6n religiosa que
sale a recibir a Don Amor el tíla tíe Pascua (1225-1262),
Tras los estutíios tíe Cejatíor, Lecoy y Corominas entre
otros muchos, no hay necesitíatí tíe tíetenerse a itíentificar
49
las tíiferentes 6rdenes religiosas,
Sobre la posible
parotíia litúrgica tíe la pr cesi6n, opina Lecoy que Juan
Ruiz estarla parotíiantíc aqul la procesiôn tíel Domingo de
Ramos, la entratía triunfal tíe Jesús en Jerusalén (p, 261).
K. Laurence está tíe acuertío con Lecoy, pero cree que se
trata más bien tíe la procesiôn medieval tíel Domingo tíe
116
de Resurrecciôn y atíuce s61itías pruebas ("Ths Battle,"
p. 172),
Asl putíiera ser, en efscto, pero al igual que
intíiqué sobre la parotíia tíe las cartas, una hip6tesis no
cubre totías las posibilitíatíes,
La cita metíiBval latina
que incluye Laurence no menciona en absoluto las 6rtíenes
religiosas tíe ningûn sexo y putíiera apiicarss a cualquier
procesi6n catetíralicia tíel tíla tíe Pascua.
No hay que
olvitíar que el Pontificale Romanum o libro tíe ccremonias
tíe la iglesia cat61ica occitíental contiene procesiones
--siempre precBtíitías tía la cruz--para innumerables ocasiones, incluyentío la recepci6n tíe cualquier tíignatario
eclesiâstico o civil, tales como cartíenales, obispos,
visitatíores, abatíes, øl røy, la røina, øl ømperatíor y
muchos otros.
Con øl único afán tíø ønriquecør la posibiø parotíia
quiero anatíir una hip6tesis más sobre esta procesi6n.
Criatío tíe Val, consecuentø con su tøorla tíø consitíerar
al Arciprests como figura par6tíica tíe Don Gil, juzga la
entratía triunfal tíe Don Amor posiblemente ligatía a
algunas tíe las entratías tíel Arzobispo Don Gil, concretamente en Bolonia (Historia tíe Hita, p. 106). La base
hist6rica que aporta al tíescribir el boato tíe este
arzobispo qustía debilitada en la misma página al admitir,
como es justo, que otros tíignatarios eclesiâsticos haclan
gala tíe semsjante ostentaci6n.
Es tíecir, estas entradas
triunfales de los tíignatarios eclesiásticos estuvieron en
117
boga por muchos s i g l o s ,
dualizar
a Don G i l
lo cual imposibilita
intíivi-
ccmo tíiana tíe l a p a r o t í i a .
Lagartíe
c i t a e l e s f u e r z o d e l t e r c e r C o n c i l i o Latersnense
(s.
XII)
para poner f i n a l o s abusos que se cometlan en l a s
V i s i t a c i o n e s Can6nicas.
Según L a g a r d e , este
"forbatíe t h e archbishops t o have i n t h e i r
fifty
Concilio
t r a i n more than
h o r s e s , antí forbatíe the bishops t o have more than
thirty"
(p.
330).
La c i t a tíe Criatío tíe V a l r e v e l a
bien
a l a s c l a r a s e l n u l o e f e c t o tíe e s t a p r o h i b i c i 6 n unos tíos
s i g l o s tíespués tíe su p r o m u l g a c i ô n .
histôricos
Abuntían los
tíocumentos
en t o r n o a e s t a s v i s i t a s y sus abusos.
He
aqul uno tíe l o s muchos que comenta C o u l t o n i
I f a bishop or a g r e a t abbot u i i l l v i s i t
h i s f l o c k , he r i t í e s ujith f o r t y horses
antí a g r e a t t r a i n antí g r e a t cost . , , g r e a t
m i n s t r e l s y , g r e a t f e a s t s , g r e a t expense in
footí antí d r i n k ( F i v e C e n t u r i e s , I I , 2 5 3 ) .
Esta c i t a es p o s t e r i o r
s i r v e para mostrar
siglo X I I ,
a l o s tiempos de Juan R u i z ;
como, a pesar de l a l e g i s i a c i ô n
mas
tíel
l o s abusos c o n t i n u a r o n h a s t a e l s i g l o X V I ,
Coulton provee
o t r o s muchos d e t a l l e s
V i s i t a s Can6nicas en l a Edad media.
mencionatío a r z o b i s p o tíe Bourges,
acerca de l a s
Al hablar
d e l ya
anatíet
The n e x t monastery . . , r e c e i v e t í him
" p r o c e s s i o n a l i t e r " in f u l l canonicals,
w i t h cross borne bef ore him . . . ujith
t r u m p e t s antí i n g r e a t s o l e m n i t y and
reverence (Five Centuries, I I , 2 3 0 - 3 1 ) ,
S i r v a l a c l a r i d a t í e i m p o r t a n c i a tíe e s t a s c i t a s
para
118
excusar su extensiôn.
El paralslismo entrs una visita
canônica y el jolgorio prssente en el Libro tíe buen amor
es notable.
En un raanuscrito tíe principios tíel siglo XIV,
perteneciente a la abadla benetíictina tíe Eynsham, se
describe la solerane recepci6n del nuevo Abatíi
Adraissuri enim ... cum gravitatø maturitatis
... ut fiat quotí scriptum est "Benetíictus qui
venit" et cetera. Fiat ergo processio ... incipiat episcopus "Te, tíeum lautíamus" et tunc omnia
signa raonasterii pulsentur..., Finito tantíem
serraone et responso "Araen" vel,.,. (A. Granstíen,
p. 130).
El recuerdo de la entrada tíe Jesucristo en Jerusalén, la
procesi6n, el canto dsl "Ts dsum", el solemne "Amen"
final, todo ello forma parte de la recepci6n del abatí y
todo ello tiene eco en Juan Ruiz (1237-1239),
La sstra-
tégica posiciÔn en el Libro tíe buen amor tambiôn parece
apuntar en esta tíirecci6n, ya que el "te, amorem,
lautíamus" (l237tí) aparece clrcuntíatío por 6rtíenes religiosas Q inracdiatamente tíespués tís los "abadss benetíitos"
(I237c).
Ya intíiqué al iniciar esta discusi6n que no presento
esta hip6tei»is con carâcter exclusivo, sino corao rouostra
de la riqueza y raultipllcidad par6tíica en Juan Ruiz. Es
prueba de su arte consuraado la habilitíad ds evocar asociaciones múltiplss valiéntíose de recursos siraples.
Pienso qus la totalidad tíe ests episodio tíebla agratíar
119
inmensaraente a un pûblico eclesiástico pues le permitiría
revivir, tanto en la pelea tíe Don Carnal y Dofía Cuaresraa
como en el recibimiento triunfal a Don Amor, muchos
elementos parôdicos de sus actividades de la vida diaria,
no s61o cuaresmal, sino tíe todo el ano,
Cantiqa de los clgriqos de Talavera ( 1690-1709)
A la hora do abortíar el anâlisis de este episodio, la
mayorla de los crlticos nombran roligiosamente a Menéndez
Pidal y a Lecoy, asl corao las fuentes quG astos tícs ilustrss
50
estudiosos asignaron a esta cantiga,
Zahareas fue el
primero en analizarla detalladamente y afirma que la
contribuci6n mâs iraportante tía Juan Ruiz consiste en el
establecimiento tíø un avance progresivo "in the ironical
revelations of the four speakers" (The Art, p. 107).
Muchos otros puntos esperan aclaraci6n acerca tíe la
Bstructura, del significatío y tíel papel misterioso que
esta cantiga jueqa al final tíel libro.
El flnal truncatío
de este episodio, dsbitío a la pértíitía tíe algún folio,
acrecienta los obstáculos tíe intBrpretaci6n y tíøbiøra
ponernos en guartíia ante cualquier soluci6n siraplista y
categ6rica (Corominas, p. 31).
La posibilitíad tíe referencia hist6rica no tíebiera
rechazarse sin más,
S Q ha supuasto, err^neamentB, la
mutua exclusiôn tíe ambas teorlas;
es tíecir, los datos
tratíicionales goliártíicos eliminarlan la posibilitíatí tíø
120
onraizamiento histôrico.
El artista, Juan Ruiz, putíiera
haberse inspiratío en la tradici6n goliârdica, actualizândola y centrándola en Talavera, o pudiera ser que la
realitíad histôrica talaverana fuera su fuente de
inspiraci6n, revestida luego tíe ciertos rasgos goliártíicos,
reclamatíos por similitud temâtica.
Estos rasgos proceden tíe la abundante literatura
medieval de los goliardos.
Se conservan tres poemas
principales de tamâtica similar a la Cantiga tíe Talavara:
De concubinis sacerdotum, Consultatio sacerdotum y De^
convocatione sacerdotum. 51 ÍYlenêntíez Pitíal agrupô las
tres versiones conocitías bajo el nombre genêrico de
Consultgft iq, lo cual da la imprssiôn quc las semejanzas
citadas por êl a rengl6n seguido proceden de un solo
poema.
La realidad es tíistinta. El verso I700tí tiene
su paralelo latino en el poema De concubinis;
—o
"f^alotam"
la "Orabuana" tíe Juan Ruiz—aparece en De Convocation?,
mientras que el deân, el tesorero y G 1 cantor hacen acto
de presencia en la ^^nsultatio propiamente dicha.
De las
citas latinas tíe los poemas, mencionadas por rnenéindez Pidal,
solamente una tiene corrsspondencia verbal en el Libro de
buen amori
0 quam dolor anxius, quam tormentum grave
nobis est dimitterei
qucniam suave.
(T.
Estos versos
Ulright,
se a p r o x i m a n mâs o menos a Juan R u i z
p.
172)
según
121
las
tíiferentes
v e r s i o n e s tíe l o s c r í t i c o s ,
pero ninguna
r ø p r e s e n t a una t r a r i u c c i 6 n exactamente l i t e r a l ,
Véase
como e j e m p l o i
E con l l o r o s o s ojos e con tíolor g r a v e ;
nobis est
tíimittere
quoniam suave,
(lYlenéntíez P i t í a l , p,
206)
E con l l o r o s o s ojos e con tíolor t a n grave
" n o b i s enim
tíimittere
e s t quonîam s u a v e l "
(Corominas, 1700ctí)
E con l l o r o s o s ojos E con tíolor grandei
" v o b i s enim d i m i t e r e quam s u a v e . "
^„
(Criado de Val, 17000^)^"^
Asl puBS solamente tíos versos tíe la cantiga tíe Talavera
poseen un paralelismo que potírla llamarse literal con la
canci6n goliSrtíica lo cual tíebiera servir tíe aviso para
no exagerar los elementos tratíicionales,
Zahareas, al
referirse a los tres poemas tíe la Consultatio, comentai
"They invariably attack the Pope antí the Archbishops;
they support that the king can untíerstantí better the
natural neetís of man;
antí finally theytíecitíenot to
obey the tíispatched ortíers" (The Art, p, 106), No he
conseguido sncontrar en ninguno de los tres poemas esa
53
alusi6n a la comprensiôn real.
Es tíe notar tambiên
que, junto a ctras numerosas tíiferencias, Juan Ruiz no
ataca al Papa £:n absoluto y según el final que poseemos
los clérigos tíeciden apelar, no tíesobetíecer.
Tanto lYlenér^tíez Pidal como Lecoy opinan que Juan
Ruiz debi6 conocer varias versiones de la Consultatic,
122
Esta conclusiôn es inelutíible para quientíefientíala
tíepentíenciatíeJuan Ruiz tíe esa tratíici6n goliártíica
tíebitío a la vaguetíatí y escasez tíe semejanzas con las tres
versiones que se conocen, mâxime tenientío en cuenta que
procetíen tíe la tratíiciôn inglesa.
Es justificatío asumir
que los poemas ingleses tíe la Consultatio se extendieron
por toda Europa, pero tíebe igualmente reconocersG que
muchas tíe las caracterîsticas comunes tíel Libro de buen
amor con la Consultatio puedíjn emanar de una situaciôn
vital paralela, común a toda Europa, tíurante los largos
siglos tíe controversias sobre el matrimonio tíe los
clérigos,
Las tíiferencias son mucho más numerosas que las
semøjanzas.
En øl poema De concubinis los caracteres son
muy nebulososi
presbyter".
se levanta cierto sacertíote, "quitíam
El interês estâ centrado en aducir pruebas tíe
ambos Testamentos blblicos para justificar el matrimonio
tíe los clêrigos.
Concluye con la tíeshonesta petici6n que
catía sacertíote rece "cum sua suavi"--su barragana--un
"pater-noster" por el alma pecatíora del oratíor,
En ia
Consultatio habisn además del tesorero, el deân y el
cantor, otras veinticinco psrsonas mâs, incluyendo un
monjei
exponen los argumentos tratíicionales y concluyen
tíefentíiendo la necesidad de tener, no una, sino dos o tres
concubinas,
Finalmente, De Convocatione comienza con el
rumor sobre las cnrtas papaies, a consecuencia del cual
123
ss reúnen en un pratío más tíe tíiez mil sacertíotes;
fortuna muy pocos hacen uso tíe la palabra,
por
El poema es
bastante más corto, posiblemente incompleto, y casi
totíos los argumentos expuestos hallan su paralelo en la
Consultatio.
El carabio más brutal y evitíente al leer a Juan Ruiz
es la fuerte impresiôn tíe realitíatí hist6rica.
Llegan a
Talavera unas cartas tíel arzobispo tíe Toledo, Don Gil,
Este simple hecho impele a Juan Ruiz hacia la veracitíatí,
Don Gil y Talavera son entss reales que pretíisponen al
oyente al chismorreo y, por extensi6n, al humor.
Ruiz no cae en la trampa,
Juan
A continuaciôn tía muestras tíe
conocer altíetíillola rcalitíatí tíe la vitía eclesiástica
talaverana,
Existen pruebas hist6ricas acerca tís la
inmoralidad de los can6nigos de Talavera, asl como de la
55
composiciôn del cabildo y sustíignitíatíeseclesiâsticas,
Algunos tíatos tíe esta Historia de Talavera merecen
repetirse aqul porque demuestran la exactitutí histôrica
tíe Juan Ruiz?
"... el Arcipreste tíe Talavera en negocios
que tocan al común tíe totía la clerecia puede presidir"
(Cejatíor, II, 279).
De acuertío tambiên con las tíisposi-
ciones canônicas tíel tiempo que haclan recaer en el
arcipreste, entre otras responsabilitíatíes, la tíe velar por
56
la moralitíatí tíe los clárigos bajo su jurisdicci6n,
Según la historia citada, destíe principios tíel siqlo XIII
existlan en el cabiltío tíe Talavera, "cuatro tíignitíades.
124
Dean, cotíean, c h a n t r e y t e s o r s r o ,
l a Dignitíatí tís sotíean
l o s afíos a t í e l a n t s SB e x t i n g u i 6 y tíespués cumpli6 e s t e
nCimero y f u e atímititío e l A r c i p r e s t e tíe T a l a v e r a "
(Cejatíor,
tíignitíatí
II,
tíe
279),
Nc e s p e c i f i c a cuantío se e l i m i n 6
" s o t í e a n " , pero no parece
tíeberse
esa
a mera
c o i n c i t í e n c i a que aparezcan en Juan R u i z y hagan uso tíe l a
p a l a b r a ûnicamente
las cuatro
atíjutíica a T a l a v e r a .
Juan R u i z ,
tíignitíatíes
que l a
historia
Para l o s oyentes contemporâneos tíe
especialmente
los c l á r i g o s ,
e l nombrar a l
tíeán
o a l t e s o r e r o tíe T a l a v e r a e q u i v a l t í r l a a nombrar a l a s
personas que ocupaban
tíicho
cargo,
E l Chantrs Sancho,
nombratío sxpresamente por Juan R u i z t a l vez f u e r a menos
conocitío—nuevo en e l c a r g o - - o sea simplemente un
hist6rico
más, i n c l u l t í o para
tíespejar
posibles
can6nigo Don G o n ^ a l o , nombratío a l f i n a l ,
t i p o muy campechano, capaz tíe r e l r
un n o t o r i o
tíonjuán
intíiferente
tíutías,
contiene
ante e s t a s a l u s i o n e s o
a l a s mismas,
(l702c),
tíel
puetíe r a t í i c a r
l a rotuntía a s e v e r a c i ô n
tíe su T e r e s a ,
tíel
en l a
t e s o r e r o en
crlticos
historia,
tíefensa
"Dexaré a T a l a v e r a 'ê i r m ' he a Oropesa"
A p r i m e r a v i s t a parcce ser una simpie
t e s o r e r o , r a s g o i n t e g r a n t e tíe l a i r o n l a
tíiscutitía
El
tuvo que ser un
O t r o v e r s o que ha causatío p e r p l e j i t í a t í en l o s
y cuya c l a v e i n t e r p r e t a t i v a
tíetalle
por Zahareas (The A r t ,
p.
107),
i n c o n g r u e n c i a r a d i c a r l a en l a u n i v e r s a l i d a t í
operante en Oropesa como en T a l a v e r a ,
bufonatía
tíramâtica
Parte
de e s t a
tíel
celibato,
Existe
la
posibi-
125
liriatí que e l v e r s o
1702c r e f l e j e
en cuyo caso c s s a r l a
cuantío l a l e y
tíel
siglo XI
tíel
incongruencia.
occitíental,
consta que no se
sn totías l a s
tíiôcesis,
l o s sacertíotes que t e n l a n
comprarse e l
tíerecho
"collagium",
histôrica,
Aun
c e l i b a t o o b l i g a b a a totíos l o s
tíe l a c r i s t i a n t í a t í
con i g u a l r i g o r
l a aparsnte
una r e a l i t í a t í
tíe
tener
clérigos
aplicaba
A partir
tíinero
tíel
potíîan
concubina g r a c i a s a l a
ley
p r á c t i c a condenada en l o s c o n c i l i o s de
ItlayencB ( 1 2 6 1 ) , Bremen ( l 2 6 6 )
y lYlelfi (1264),^*^
En l o
que r e s p e c t a a Espafía no hay dutía sobre l a e x i s t e n c i a y
e x t e n s i 6 n tíe e s t o s abusos.
Lagartíe c i t a tambiên
p a l a b r a s tís A l v a r e z P e l a y o ,
confesor
"lYJultas l i t e r a s
tíetíit
clericis
tíel
auctoritate
mea
tíispensarent"
obispo potíla hacer
enviar
sic
(p, 409),
Hispaniae
contracta
Asl pues,
l a v i s t a gortía, a c e p t a r e l
a l Papa una p a r t e para obtener
cumplimiento de l a
Papa Juan X X I I i
concubinariis
u t cum e i s s u i e p i s c o p i i r r e g u l a r i t e
las
la
el
tíinero
tíispensa.
ley u n i v e r s a l del c e l i b a t o
y
El
tíepentíla
del c e l o e p i s c o p a l en un determinatío tiempo y l u g s r ,
Quetía por e s t a b l e c e r
c l a n a una misma
tíiôcesis
s i Oropesa y T a l a v e r a
pertene-
o architíiôcesis;
tíecir,
ambas estaban b a j o l a j u r i s t í i c c i 6 n
caso c o n t r a r i o l a a f i r m a c i 6 n
tíel
a una s i t u a c i 6 n h i s t ô r i c a r e a l ,
serla f á c i l
conseguir
el
tíerecho
tíel
es
si
a r z o b i s p o de Toletío;
t e s o r e r o potíla
referirse
según l a c u a l en Oropesa
tíe
t e n e r concubina,
l a s f u e n t e s a c c e s i b l e s a mi i n v e s t i g a c i ô n no he poditío
Con
126
clarificarlo tíc forma irrefutable.
Los tíatos conseguitíos,
sin erabargo, parecen confirmar esta suposici6n.
En la
actualitíatí Talavera pertenece a la architíi6cesis de Toledo
misntras que Oropesa estâ bajo la jurisdicci6n eclesiástica del obispado tís Aviia.
Existen tíatos acerca tíe esta
tíiôcesistíeAvilatíestíeel siglo cuarto en atíelante,
En
un principio fue sufragânea tíe la architíiôcesis tíe néritía
y tíespuês se asociô a Compostela, pero nunca ha sitío
58
sufragánea tíe Toletío.
Según estos tíatos histôricos,
en tiempos de Juan Ruiz, Talavera se hallaba bajo la
jurisdicciôn ds Don Gil, arzobispo de Toledo, mientras
que Oropesa--geográficamente csrcana-'-probabiemente
pertenecla a la architíiôcesis compostelana.
Otro dato
importante aporta Hefele al tíescribir los conciliosi
el
concilio de Salamanca de 1335 tíecreta que las concubinas
59
tíe los clérigos sean privadas de sepultura eclesiástica.
Poco afectarla esto a los sacertíotes ya que no se trataba
tíe ellos, sino tíe sus concubinas.
Esta actitutí relajatía
contrasta con la obsesi6n tíe Don Gil y sus repetitíos
intentos por hacer cumplir las disposiciones can6nicas en
favor tíel celibato,
Creo justificatío concluir que el verso 17û2c refleja
una vertíad hist6rica y carece de incongruencia can6nica.
La incongruencia es más bien tíe la vitía tíiaria; tíe ahl
la ironla y el humor,
Juan Ruiz acrecienta la intensitíad
humorîstica no con figuras literarias, sino con una
127
r e a l i d a d p a l p i t a n t B tía l a v i t í a e c l e s i â s t i c a ,
Intíutíable-
mente e l
superior,
impacto s i c o l 6 g i c o tíe e s t a
l t i m a es
Juan R u i z no atíorna su a r t e con elementos tíe l a
cotitíiana,
arte,
vitía
s i n o quB e l e v a esa vitía a l a c a t e g o r l a tíe
con l a ayutía espaciatía tíe elementos
tratíicionales.
literarios
Su i n s p i r a c i ô n no es l i t e r a r i a
sino v i t a l .
Lo que a p a r e n t a ser e v i t í e n t e en este e p i s o t í i o no puetíe
aplicarse,
s i n mâs, a o t r a s p a r t e s
que l a conexi6n h i s t ô r i c a
tíe t a n t o s s i g l o s ,
otros
tíestellos
tíel
libro,
tíebitío
es mâs tenue y oscura
Es p o s i b l e ,
s i n embargo, ver
hist6rico3—posiblemente
ser e x a c t o s — a l o l a r g o tíe l a
a
tíespuês
algunos
histôricos,
para
obra,
Las tíos ú l t i m a s e s t r o f a s tíe e s t a c a n t i g a forman un
a u t é n t i c o nutío g o r t í i a n o ,
Zahareas e s t a b l e c e un p a r a l e l i s m o
A r c i p r e s t e - D o n IY]el6n y a f i r m a que l a
intromisi6n
"structurally
Acto seguitío Zahareas
insinúa
..,
is
inexplicable."
l a única salitía razonablei
assumes pouiers over c l e r i c s
the n a r r a t o r
"The n a r r a t o r
of T a l a v e r a ,
i s t h e messsnger,
tíecree?"
112),
sâtira,
s i n o que s u g i e r e o t r a s muchas h i p ô t e s i s
be t h a t
(The
E s t a e s p e c u l a c i 6 n no s61o anatíe humor a l a
al prasente,
datos h i s t 6 r i c o s
que aparecen en e s t e e p i s o d i o ,
final
imposibles
No hay r a z 6 n para tíutíar tíe l o s
demuestra su f a m i l i a r i d a d con l a s i t u a c i 6 n y nos
tíetalle
sutídenly
Could i t
A r t , p,
con e l
"yo",
a l s o an ' a r ^ i p r e s t e ' , who
has the poujer t o e n f o r c e the A r c h b i s h o p ' s
de c o n f i r m a r
tíel
de i d e n t i f i c a r s e
Juan R u i z
intriga
con e l n a r r a d o r ,
de
128
convertirse
prácticamente
s e r l a en r e a l i t í a d ?
en A r c i p r e s t B
de T a l a v e r a ,
E l ambiente de inraoralidatí que
las c i t a s h i s t 6 r i c a s
^Lo
rsflejan
acerca tíe T a l a v e r a s e r l a un t e r r e n o
p r o p i c i o p a r a e l ambiente h u m o r l s t i c o - s a t l r i c o
enamoratío A r c i p r e s t e ,
autor
tíel
tíel
L i b r o de buen amor;
pero
l o mismo p u d i e r a d e c i r s e de muchos o t r o s a r c i p r e s t a z g o s
siglo XIV.
del
E l e n o j o c o n t r a Don G i l c a s a r í a b i e n con l a
t e o r l a tíe C r i a t í o tíe V a l que ve e l A r c i p r e s t e tíe H i t a como
f i g u r a par6tíica
tíel
mismo Don G i l , v i n c u l a t í o
estrcchamente
a l a h i s t c r i a tíe l a V i l l a tíe H i t a ( H i s t o r i a tíe H i t a ,
Estas e l u c u b r a c i o n e s
reavivan e l
este
tíistan
mucho tíe ser probatía.c,
p.
120),
pero
i n t e r ê s en buscar una s o l u c i 6 n mâs p l a u s i b l e a
episotíio.
La c r l t i c a
y la ironla
se ha ocupatío con p r e f e r e n c i a tíe l a
tíramática
como f u e n t e s de moralidatí y humor.
La i n t e n s i t í a d d e l humor s a t l r i c o se a c r e c e n t a r î a
ci6n
tíirecta
sátira
en propor-
a l a f a m i l i a r i t í a t í tíe sus oyentes con los
c l ê r i g o s tíe T a l a v e r a mencionatíos, con e l a r z o b i s p o Don G i l ,
con l a s l e y e s
elutíirlas;
toledana,
l o que
tíel
c e l i b a t o y l o s p o s i b l e s artíitíes
en pocas p a l a b r a s con l a v i t í a
En tiempos de J-jan R u i z ,
tíicen
eclesiástica
i a i r o n í a d r a m á t i c a tíc
los personajes cederia prioridatí a l
h i s t ô r i c o que l o h a b l a .
El lector
para
tíel
intíivitíuo
siglo veints,
embargo, c a r e n t e tíe proximitíatí h i s t ô r i c a ,
sin
no tíebe i g n o r a r
e l impacto r e a l de i a obra en tiempos pasados, en a q u e l l o s
oyentes p r e s e n t e s en l a mente d e l a u t o r ,
Este
ángulo
129
histôrico enriquece con nuevos matices al arte de Juan Ruiz.
Nos resta por vsr como esta orientaciôn eclesiâstica
aparece tambiån an aqueilos aspectos que pudiaran ccnsiderarse didâcticos.
Es decir, tanto si se considera cue el
Libro de buen amor es humorlstico, didâctico o ambas cosas,
el elemento eclesiâstico adquiere prioridad.
CAPITULO IV
DIDACTISinO Y CLERICALIZACION EN EL LI3R0 DE BUEN AírOR
Una tíe las mâs acBrbatías polêmicas en torno a la obra
tíe Juan Ruiz, no resuelta totíavla, brot6 al querer establecsr rango tíe prioritíatí entre los elementos cômicos y
lostíitíácticosen el Libro tíe buen amor.
Al final tíal
capltulo precetíente quetí6 claro mi intento tíe pasar por
alto temporalmente esta controversia, con el fin tíe
concentrarme en el análisis tíe elementos eclesiSsticos
presentes en ciertos episotíios, consitíeratíos mayormente
tíitíScticos, sin prejuzgar el tonotíitíScticoo parôdico de
la totalitíatí tíe la obra.
A estos episotíios anatíiré
otro tema eclesiSstico que nc ha recibido aún gran
atenciôn en estudios crlticos anteriores--el celibato.
Pr61oqo en prosa (f° I r 23 - f° II v 15)
Los estudios de Charlantí, Brilioth y Caplan han
puesto tíe manifiesto el papel central tíe la predicaciôn
2
en la vida tíe la iglesia metíieval,
El gran desarrolio
del sermôn culto "ad clerum" y la popularizaciôn tíel
mismo,tíebitíoprimortíialmente a las ôrtíenes mentíicantes,
favoreci6 la expansi6n tíe innumerables libros tíedicados
a facilitar las tarøas pastorales a los cl'rigos carentes
130
131
de preparaci6n universitaria,
Estas "artes praedicantíi"
fucron ampliSntíose para tíar cabitía a citas blblicas,
patrlsticas y tíe autores clSsicos paganos asl como
colecciones tíe "exempla" tíestinadas a reforzar y aclarar
las verdatíes tíogmStico-morales. Igualmente se escribieron
largos tratatíos tíe pecatíos, vicios y virtutíes con idSnticos fines.
Ulelter realiz6 un extenso estudio tíe estos
escritos metíievalestíestinatíosa la preparaci6n tíe
sermones y vale la pena analizar como algunas de esas
caracterlsticas se refl^jan en el Libro de buen amor.^
Afirma Welter que totíos los tratatíos tíitíScticomorales tíe vicios, virtutíes, pecatíos, e t c , tenlan una
estructura seraejante,
En primer lugar un pr61ogo
orientatíor que explicaba las razones que movieron al
autor a escribirlo, las fuentes que habla usatío y el
plan a seguir (pp. 167, 170, 183, 316 y 342). Putíieran
analizarse indivitíualmente las semejanzas entre estos
tratados y el "PrÔlogo" de Juan Ruiz sin alterar sustancialmente los rssultatíos.
Hay varios paralelismos y
afinitíatíes asl como una tíiferencia constante--la
ambiguetíatí tíe Juan Ruiz.
Como muestra inciuyo este
breve bosquejo del paralelismo entre el prôlogo de Petíro
Alfonso en su Disciplina clericalis y las pSqLnaz iniciales tíB Juan Ruiz,
Para abreviar me limitarS a las
itísas centrales tíel Pr61ogo tíe Petíro Alfonso intíicantío
øntre parSntcsis su correspontíencia en el Libro de buen
132
amor,
Pedro Alfonso se itíentifica como autor tíel libro (19)
y tía gracias a Dios en quien todas las cosas tienen su
comienzo (f° II v 8-9); Dios da sabidurla y raz6n a la
humanidatí (f
I v 3-4). A continuaci6n pitíe a Dios ayuda
para concluir su libro a fin de no decir nada que pueda
ofenderle (12-13) y declara su convicci6n tíe que el
hombre tíebe seguir el camino que le lleve al cielo
(f° II r 17-18),
Debitío a latíebilitíadde la naturaieza
humana Petíro Alfonso divitíe su libro er. pequefios grupos
para que no sea aburrido (15); insiste que la naturaleza
humana es olvidadiza y que se necesitan muchcs trucos para
recordar (f
II r 4)i
uno tíe estos trucos consiste en
ablantíar y entíulzar las plltíorastíoctrinales(f° II v l),
A este fin ha juntado en su libro dichos y consejos tíe
hombres sabios, provsrbios Srabes, fSbulas y poemas,
ejemplos tíe pSjaros y animales, e t c , elementos todos ellos
presentes a lo largo del Libro tíe buen amor, aunque Juan
Ruiz no especifique en el Prôlogo que intenta hacer uso de
ellos.
Por último, merece citarse literalmente la con-
clusi6n por su estrecho paraielismo con las llneas de
Juan Ruiz (f° II r 28-37;
f° II v 1-4), tan contenciosas
a la hora de tíeterminar la intsncionalitíatí tíal Arcipreste.
Dice asli
133
I f , however, anyone shoultí f l i c k through t h i s
uiork w i t h a human antí t h e r e f o r e s u p e r f i c i a l
e y e , antí see something in i t where human
n a t u r e has not been s u f f i c i e n t l y on i t s g u a r d ,
I atívise him t o r e - r e a d i t again and a g a i n ,
antí I propose t h a t h e , antí a l i others who are
p e r f e c t i n the C a t h o i i c f a i t h , c o r r e c t what i s
uirong.
For i n a n y t h i n g i n v e n t e d by man, t h e r e
i s no p e r f e c t i o n , as the p h i i o s o p h e r says
(Hermes, p, 1 0 4 ) .
No es Juan R u i z menos c a t e g 6 r i c o a c e r c a de sus buenas
intenciones--a
pesar tíe l a s p a l a b r a s f e a s - - y a que pone a
Dios por t e s t i g o tíe e s t e a s e r t o ( f °
II
r
37),
La forma y e l c o n t e n i t í o d e l "Prôlogo en prosa" de
Juan R u i z han s i d o tema de f r e c u e n t s s e s t u d i o s y
Paieujonsky Contíe ha a n a l i z a d o l o s conceptos
tíebates,
taolôgicos
i m p l l c i t o s en e s t e " P r ô l o g o " y Ullman ha r a s t r e a d o
los
V G s t i g i o s de l a t e o l o g l a
al
de San A g u s t l n , matizantío
mismo tiempo l a e s t r u c t u r a
de v a r i a s e s t r o f a s
tíel
iniciales
sermôn con i a
escritas
afíatíitíura
en cuaderna v l a .
J . Chapman, por ú l t i m o , ha demostrado que e l
de Juan R u i z s i g u a e s e n c i a l m e n t e
un serm6n c u l t o m e t í i e v a l .
"Prôlogo"
l a e s t r u c t u r a bSsica de
Los conocimientos
teolôgicos
y r e t ô r i c o s tíe que hace g a l a Juan R u i z , puestos tíe
relisve
por e s t o s t r e s c r l t i c o s ,
le
ligan
mente a l a c u l t u r a e c l e s i S s t i c a metíieval y
conocimientos ârguyen f u e r t e m e n t e
igualments c l e r i c a l ,
a favor
incontestabletíichos
de un p b l i c o
pues como a f i r m a Chapman, "A
learnetí sermon coultí be preachetí t o an assembly
priests
or o t h e r r e l i g i o u s ,
of
or t o an etíucatetí l a y
congre-
134
gation" (p, 31);
mSs probablemente a los primeros,
Dije mSs arriba que la mayor tíiferencia entrs el
pr61ogo tíe los tratatíostíitíSctico-moralesy el tíe Juan
Ruiz S6 halla en la ambiguetíatí tíe êste frente a la
claritíatí tíe intenci6n en los pr61ugos tratíicionaies.
Acierta Zahareas al afirmar que Juan Ruiz, "exploits
effectively the ambiguity inherent in tratíitionai figures
oftíitíacticexposition such as 'intellectum', 'vanitíat',
'amor'" (The Art, p. 24);
mas la extensi6n tíe esta
ambiguetíatí y su efecto en la totalidatí tíe la obra no han
cesatío tíe ser materia especulativa,
El tíoble sentitío
tía pis a la interpretaciôn parôtíica tíel "Prôiogo" acaudillatía por Lecoy (p, 361) y mSs recientemente por 0. Green
quien consitíera totío el serm6n como una simple bufonatía
(Spain, I, 53). Lo que importa resaltar es que, tanto si
se consitíera el "Prôlogo en prosa" un sermôn culto con
serio propôsitotíitíSctico,como si se estima parôtíico,
presume en ambos casos un público eclesiSstico.
De
acuertío con 0. Green (Spain, I, 53) y Zahareas (The A^t,
p, 22), el núcleo tíe la ambig'ûetíatí radica en la frase
"IntellBctum tibi dabo" (f° I r 23 y f° lî r 32),
El
libro puetíe tomarse como ayutía e inspiraci6n para evitar
el pecatío y amar a Dios, o como gula para conquistar a las
incautas tíamas, Debitío al estilo tíe sermôn culto, asl
como al uso tíe nombres bíblicos, patrlsticos, frases
latinas y conceptos teol6gicos concomitantes, estS claro
135
que s61o una mente clerical estarla capacitatía para enlazar
las asociaciones mcntales generatíoras tíe la parotíia,
Esta
afirmaci6n adquiere mayor irapcrtancia por la posiciôn
estratSgica y central del prôlogo respecto al resto tíel
libro en cualquier obra literaria.
Tratíicionalmente los pr61ogos tíe los tratados tíitíScticos, y los tratados mismos, si intrcducen elementos
ajenos, lo hacen con el fin tíe entíulzar la Sritía tíoctrina
y hacerla mSs tíigerible, Juan Ruiz, en cambio, tíeclara la
ambivalencia tíe su prop6sitoi
ensefíar y entretener.
Esta
literatura que potírla tíenominarse humorlstico-moral no fue
inventatía por Juan Ruiz,
UJelter menciona un tratatío
tíitíSctico-moral que merece citarse aqul en conexi6n con
el Libro tíe buen amor,
Se trata tíe un rnanuel tíes pgch^s
escrito en versos octosilSbicos a principios tíel siglo XIV
por el sacertíote inglSs Ulilham de Wadington con el expreso
prop6sito de hacer la doctrina "agréable au lecteur"
(Ulelter, p. 170).
Poco despuSs de su aparici6n en 1303 fue
traducitío al inglés, en pareatíos, con gran libertatí
mStrica y temStica.
AdemSs de estar escrito en verso para
entretener, como el Libro de buen amor, exhibe otra
caracterlstica dominante en Juan Ruizt
la de poseer un
"caractere local tres prononcê, ce qui semble indiquer
que la traduction £vait comme but de divertir autant que
tí'instruire et tí'Stíifier le lecteur ou l'autíiteur" (iJelter,
p, 171).
Falta por aclarar hasta qué punto cstas corrientps
136
europeas
influyeron
Es i n n e g a b l e
contiene
escrit
tratarse
tíe
ci6n
tíestinatío
es un r a s g o tíe l a
suyo,
rasgo
a l humor,
tíitíSctica,
anterioritíatí,
medieval
un serm6n c o n s t i t u y e
humorIsticos,
contribuyen
apropiatío
era parts
achacarse
tíestruyen
A Literary
su l i b r o
en e l
comentatío en e l
ias
episotíio
capîtulo
casos es
tíel
autor.
Ninguin
la
tíe
la
los
p,
62),
tís
las
No deben
romano,
justamente
su l i b r o
Juan
connotaciones
griego y el
precedente,
Si
natía mSs
clSrigûs.
abuntíantes
tíel
con
predicaciôn
p a r o t í i a n t í o una
tíe
inten-
al
y ampliar
La s e m e j a n z a e c l e s i S s t i c a
precisar
los
en ambos
obvia.
Armas
mejor
opiniôn,
su p o s i b l e
History,
de nuevo c6mo se ha de e n t e n t í e r
propôsitos
tíel
parotíia
eclesiSstico,
mSs s i g n i f i c a t i v a s
eclesiSsticas
en mi
como se ha i n t í i c a t í o
integrante
a la casualidatí
ni
introducci6n
introtíucido,
p e r o no
que i n i c i a r
la
pretíicatío
por
o r i g i n a l i t í a t í tíe Juan R u i z
en mente un p ú b l i c o
actividatíes
a ser
parotíia,
La ambiguedatí y l a
E l humor,
(Deyermond,
Ruiz t e n l a
E l h e c h o mismo tíe e s t a r
s i n o parotíiatío para
y muy e x c l u s i v o
con f i n e s
tíe
un serm6n no
Este
amor,
" P r 6 1 o g o en p r o s a " tíe Juan R u i z
par6tíicos,
estilc
l e l t í o como t a l ,
libro,
que s l
elementos
en e l
en e l L i b r o tíe buen
otro
tíel
cristiano
episodio
(1579-1605)
o tema de Juan R u i z
pluma e s c r u t a t í o r a tíe Lecoy
que l a
resistiô
exposiciôn
sobre
137
los vicios y virtutíes en este episotíio,
A pesar tíe su
extenso anSlisis y comparaci6n, las conclusiones reflejan
perplejitíad e inseguritíatí ante muchas tíe ias cuestiones
que se plantea.
Sus conclusiones puetíen resumirse
brevemente asl:
las cuestiones teol6gico-morales de
Juan Ruiz paralelan, tanto en su inspiraciôn general
como en su disposici6n particular, la vasta literatura
metíieval que ponla en lengua vulgar para beneficio tíe los
laicos una parte de la ensefíanza común a toda la cristiantíatí, Es imposible establecer una correspontíencia
cierta entre las virtutíes y tíemSs subtíivisiones de las
armas del cristiano (1583-1601), ignorSndose, asimismo,
la posible inspiraci6n ruiziana para estas correspondencias;
el tíesorden y falta tíe corrcspondencia se originan en el
error de tomar por base ocho pecados capitales en vez tíe
los siete tratíicionales.
Por todo lo dicho, concluye
Lecoy que se hallan aqul las incertidumbres tíe composiciôn
mSs grantíes tíe totía la obra y lo achaca a negligencia,
falta tíe interSs y aparente incomprensiôn tíe estos temas
por parte tíe Juan Ruiz (Lecoy, pp. 172-80).
lYlSs recientemente Ricard justifica ai detallatío
estutíio sobre este mismo tema por las grandes discrepancias
que encuentra en los cuatro pasajes del Libro de buen amor
7
dontíe se mencionan los pecatíos capitales.
Tras un largo
paseo por los autores, libros y listas tíe pecatíos capitales,
tíesrie la Spoca patrlstica a los afios posteriores a Juan
136
Ruiz, reconoce que las listas tíe Sste "ne concordQnt
rigoureusement avec aucune de celles que nous avons citées"
y concluye que en la Spoca do Juan Ruiz no existla ninguna
tradiciôn rigurosa y que conservaba completa libertatí,
Ricard achaca el desorden al temperamento espontSneo de
Juan Ruiz que le impedla sistematizar algo que no lo
estuviera proviamente y creo que la teologla y la liturgia
pudieran aclarar muchos pasajes tíel Libro tíe buen amor
("Les pSchSs," pp, 25 y 36). Anos mâs tartíe Ricartí
rotorn6 sobre el raismo tema sin modificar sustancialmsnte
9
ninguno de sus puntos anteriores,
Este estutíio mantiene
la base estructural tíel nûmero siete y afirraa gratuitamente que Juan Ruiz sustituyô el "casar uêrfanas" por la
sexta obra de misericordiai
retíimir al cautivo, "quizâ
porque el Arcipreste juzg6 que no tønla objeto" ("Las
armas," p, 100), Tambiôn reitera que "en la Spoca tíel
Arcipreste, siguen en competencia la lista tíe ocho vicios
y la de siøte" ("Las armas," p, 96).
En c o n t r a de l a c i t a d a o p i n i 6 n de Ricartí acorca tíe l a
c a r e n c i a de una s 6 1 i d a t r a t í i c i 6 n espanola r e f e r e n t e
pecadoa c a p i t a l e s ,
e x i s t e n pruebas de una
tíoctrina
a los
sustan-
c i a l m e n t e c o n s t a n t e en v a r i o s catecismos y t r a t a t í o s
doctrinales
tíel
s i g l o XIV,^^
A l e s t u t í t a r Lomax e l
cate-
cismo v e r n á c u l o a t r i b u i t í o a Don G i l da Albornoz repasa
la
e v o l u c l ô n c a t e q u S t i c a qus fuø extentíiSntíose poco a poco
destíe ø l Løvante øspafiol h a s t a l a C a s t i l l a
roconquistatía
139
y a f i r m a quø "øn 1323 Juan tíø Arag6n, a r z o b i s p o tíø T o l e t í o ,
r e u n i 6 un slnotío en e l c u a l mantí6 a l o s pSrrocos que
ensBfiasBn a sus rebafios l a
tíoctrina
cristiana
sumario o catecifimo que i n s G r t 6 sn l a s a c t a s
(Lomax, p.
razonesi
218).
tíel
slnodo"
Este dato es muy s i g n i f i c a t i v o
por tíos
en p r i m e r
l u g a r por c o i n c i t í i r
probable etapa p r e p a r a t o r i a
seguntío l u g a r ,
escribieron,
tíoctrina
según un
porque
l a fecha con l a
tíel
L i b r o tíe buen amor, y en
tíemuestra
que l o s catecismos no se
como opina Lecoy ( p .
1 7 2 ) , para poner
a l a l c a n c e tíe l o s l a i c o s , s i n o tíe l o s
pocos preparatíos p a r a su m i n i s t e r i o p a s t o r a l .
quetía corroboratío de forma i r r e f u t a b l e
en e l
B r e v i s e s c r i t o por e l mismo Juan de Arag6n
tíe l a
tíi6cesis
expllcitamentet
(Lomax, p.
Toledo,
tarraconense
entre
"pro i n s t r u c t i o n e
la
sacertíotes
Este
aserto
Tractatus
administrador
1328 y 1334,
tíontíe
tíics
simplicium clericorum"
2 2 5 ) , a s l como e l catecismo tíe Don G u t i e r r e de
fue e s c r i t o
"para que l a s sepan tíe cora^on
las
curas tíe catía e g l e s i a ,
e enformen a sus f e l i g r e s e s en
ellos ciertos
afío" ( F l o r i a n o ,
tílas
tíel
p.
92).
Estos
t r a t a t í o s se e s t u t í i a n mSs ampliamente a c o n t i n u a c i 6 n .
E l T r a c t a t u s B r e v i s de Juan de Arag6n expone en forma
compentíiatía l a
tíe l a f e ,
tíoctrina
c r i s t i a n a a c e r c a tíe l o s
l o s sacramentos,
capitales,
teologales,
el
tíecSlogo
artículos
y los pecatíos
a s l como l a s v i r t u r í e s m o r a l e s , c a r t í i n a l e s y
en e s t e
c i t a s tíe l a B i b l i a
ortíen,
En catía apartatío
introduce
y tíe v a r i o s Padres da l a i g l e s i a cn
140
apoyo tíe su
tíoctrina.
Las semejanzas y tíiferencias sntre
el catecismo atribuitío a Don Gil y el Tractatus Brevis son
patentes;
puetíen resaltarss Sstas o aquéllas seg n el
punto tíe vista tíel crltico,
se ve que
Según Lomax "a primera vista
el Tractatus Brevis
es la fuente principal
tíel catecismo vernSculo atribuitío a Don Gil" (p, 219),
En este catecismo los pecatíos capitales siguen a las
virtutíes cartíinales y teologales, aparecen las catorce
obras tís misericortíia y carece tíe exhortaci6n final,
Las
tíiferenciastíentrotíeltexto "procuran simplificar el
original y hacerlo mSs comprensible para un público menos
instruitío tíe pSrrocos y laicos, quienes bien podrîan
aprenderlo de memoria" (Lomax, p, 219),
Se conserva otro catecismo del siglo XIV en un manuscrito tíel Archivo Capitular tíe Ovietío, compuesto en 1365
por el obispo tíe la setíe ovetense, Don Gutierre tíe Toletío
(Floriano, pp. 67-99).
Este obispo naciô en la ciutíad
imperial y estudi6 an Parls, doctorSntíose en teologla, y
fue obispo tíe Ovietío tíe 1377 a 1369.
Con el fin de hallar
otro motíelo para potíer cotejario con el catecismo atribuitío a Don Gil y las posibles fuentes tíel Libro tíe buen
amor,tíecitílincluirlo en mi estutíio y cual no fue mi
sorpresa al descubrir que el manuscrito de Oviedo proviene,
casi palabra por palabra, tíel manuscrito toletíano,
Floriano ya not6 que "por su construcciôn, sus expresiones
y motíismos, va perfyctamente con øl castellano trccentista
141
tíe la meseta castellana,
No se nota, como parecerla
natural, la menor influencia linguistica astur" (p, 92),
Afirmaci6n acertatía y comprensible,tíatíoque Floriano no
conoci6 el manuscrito tíel catecismo atribuitío a Don Gil,
tísl c u a l — o tíe otra fuents común—intíutíablemente proceds.
Recapitulantío las pSginas precetíentes puetíe afirmarse
que los catecismos espafíoles tíel siglo XIV conocidcs hoy,
provienen tíel tratatío tíe tíoctrina que Juan tíe Aragôn
mantí6 componer en 1323 para que los clérigos toledanos lo
aprendieran tíe memoria,
El catecismo atribuitío a Don Gil
es una simple atíaptaciôn o tratíucci6n tíel Tractatus Brevis
tíel mismo Juan tíe Aragôn,
Una prueba contuntíente tíe que
los sacerdotes lo memorizaban, la aporta el manuscrito de
Ovietío, ya que Don Gutierre lo aprentíi6 tíe memoria en
Toletío y al ser nombrado Obispo de Ovietíotíecitíi6facilitSrselo a sus sacertíotes para que, a su vez, lo memorizaran
Las fechas tíel primer catecismo hacia 1323 y la insistencia
tíe Don Gil unos veinticinco anos despuás, hacen suponer
que, tíurante esos anos al menos, los clSrigos de Toledo
tenlan la obligaci6n tíe aprentíerse el catecismo de memoria,
Es 16gico pensar que Juan Ruiz, sacerdote de la archidiôcesis toledana, lo memoriz6.
Queda asl aclarada la fuGntc
raSs probable, asequible a Juan Ruiz, para la presentaci6n
de la doctrina,
Pero este hecho, en sl, no soluciona nada
acerca de la presencia de muchos elemcntos doctrinales y
tíel papel que juagan en la estructura del Libro de buen
142
amor,
Opino que la debilitíatí principal tíe estutíios tan
concienzutíos como los ya comentatíos tíe Lecoy y Ricartí,
ratíica en sacar los pecatíos capitales y otros elementos
morales fuera tíel contexto en el Libro de buen amor al
compararlos con otros tratados ditíSctico-morales tíe la
ápoca.
La hip6tesis tíe Otis Green, sGg n la cual "the
tíoctrinal parts appear .,. subortíinate to the over-all
spirit of fun-making" (Spain, I, 70), la considero acertatía en lo que se refiere a la pelea con Don Amor, sin
suscribir su aplicaci6n a la totalitíatí tíe la obra,
Juan
Ruiz no estS escribientío aqul un tratatío sobre la tíoctrina
cristiana, sino ccnstruyentío una arenga contra Don Amor,
El uso tíe los pecatíos capitales putíiera tener el simple
12
papel tíe recurso mnemotScnico,
La tíiatriba contra el
amor atíquiere prioritíad sobra la teologla y su principai
interés no resta en la exactitud tíoctrinal, sino en la
crcaci6n artlstica.
Este error de base se acumula al
consitíerar los tíiversos episotíiostíontíeaparecen los
pecatíos capitales como unitíatíes intíepentíientes, concetíientío a lo sumo que el "ya los avetíes oldos" (l583a),
se refiere a la lista de pecatíos en la primera parte del
libro (217-367), ^'^
Con e l f i n tíe s i m p l i c a r la
alfabSticamente l o s
tíiferentes
tíiscusi6n
tíesignarS
episotíios en que hacen
acto tíe p r e s e n c i a l o s pecados c a p i t a l e s en l a s i g u i e n t e
143
manerat
"A" (217-219);
(1163-1169);
"B" (220-387);
"E" (l583-160l).
"C" (540);
"D"
lYli parecsr, contrario a
LBCoy y Ricard, es que los cinco episodios estSn Intimanente ligatíos entre sl, y que las tíiferencias se explican
razonablemente por las exigencias artlsticas y temSticas
tíe la obra.
Asimismo tíebe tenerse en cuenta que los
pecatíos capitales se compentíiaban frecuentemente en el
vocablo mnemotécnico SALIGIA, que correspontíla a las
iniciales de los pecados capitaies en latlni
Superbia,
Avaritia, Luxuria, Ira, Gula, Invidia, Accidia,
ortíen expositivo no tiene gran importancia;
El
vale la pena,
no obstante, hacer unas breves observaciones,
En primer
lugar, Juan Ruiz es constantc sn su mêtotío de encabezar
los cinco episodios con el pecado tíe la cotíicia, 15
Descartantío "C" porque nombra tan s61o dos pecados atíemSs
tíe la cotíicia, y "A"tíebitíoa que la inclusiôn de los
siete pecados capitales en una sola estrofa forzarîa, por
razones mStricas, la aiteraciôn tíel orden, pueden esquematizarse asl los pecados capitales en el Libro de buen amori
"B"
=
Codicia
+
SALIGIA
"D"
=
Cotíicia
•
SALIGI(A)
"E"
=
Cotíicia
•
SALIGIA
Quiero mencionar de i n m e d i a t o que e l " i n v i t í i a - i r a " tíe " B "
SB i n v i e r t e
en " D " y " E " probabiemGnte por sus
itíénticas
iniciales,
También tícbG a n a t í i r s c que i a a c i t í i a cn "D"
144
aparece en parSntesis porque no se la nombra especlficamente al carecer tíe pareja en la lista semanal;
sin
embargo su alusi6n en la Gstrofa 1170 GS obvia, como se
verS mSs abajo, pp. 150-51,
íVSs importante que el orden
en que apareccn, es ver la originalidad de Juan Ruiz en
el significado que atribuye a los difGrcntGs pscados
—frccuGntemGnte 6n discordancia con ia tradiciôn—y la
rGlaci6n cyistcntG Gntrc los varios episodios,^^
La pelea con cl Amor vicnc a renglôn seguido del
fracaso amoroso del Arcipreste con la dusfia encerrada.
No debG olvitíarse quc los pccatíos cspitalGs aparccen
enmarcados en la diatriba contra ei Amor, causada por
los repetidos fracasos del protagonistai
"Contigo
siempre traes los mortales pecatíos" (217a),
Estc
simple verso tíetermina el futuro tíesarrollo de los
pecados capitales en el Libro de buen amor.
El amor
humano es la causa principal de los males tíel mundo. 17
La condiciôn natural del hombre, agravada por la inf uencia
de los astros, no repara en medios para satisfacer sus
tícssos de "aver juntamiento" (7ld),
En última instancia,
los scguidorGS tíel Amor van de mal en peor "fasta quG -31
18
cucrpo e el alma van pertísr" (I84tí).
El Arciprcste
VUGIVG
una y otra V G Z sobrc este tena a lo largo, cspe-
cialmcntc, dG todo cl episodio "B".
Cada pecado llcva
consigo una rcferGncia expresa a la muertc del cuerpo, tíel
alma, o ambcst
codicia (222a, 223a y 224ab):
soberbia
145
(232ab, 233a, 234 y 236c);
avaricia (247a y 2490);
lujuria (258b, 260b, 262d, 269a y 275a);
envitíia (281b y
282c)i
ira (307tí, 308tí,
gula (295a, 297ab, 302tí y 303c);
309c y 3l1c)j
acitíia (3l8tí),
No es tíe extranar que las
armas contra estos pecatíos y sus efectos aparezcan tras el
planto por la rauerte tíe Trotsconventos, para combatir estos
ensmigos que "las almas quieren matar pues los cuerpos han
feritíos" (l583c).
La estrofa que sirve tíe eslab6n entre
el planto y las armas tíel cristiano no tíeja lugar a tíutías:
DevBmos Bstar ciertos, non seguros, tíe muertø,
Ca nuestra ênemiga es, natural e fuerte;
non potíemos, amigos, della f'úir por suertei
por entís cada uno tíe nos sus armas puerte.
(1580)
La certeza tíe la muerte tíel cuerpo urge la necssitíatí tíe
las armas para que el alraa no muera, no sø condene,
Ricard not6 la sstrecha relaci6n en el binomio codiciaamor y opina que uno tíe los posibles significatíos tíe la
cotíicia en Juan Ruiz es el tíe "tíésir impur ou tíe convoitise
charnellB" ("LBS péchás," p. 28),
Significatío un tanto
ajeno a la tratíici6n, pero no mSs extrafío que consitíerar
los pecatíos capitales como causantes tíe la muerte tíel
cuørpo y tíel alma,
Juan Ruiz tíemuestra una vez mSs su
esmero en la protíucciôn artlstica con menoscabo tíe la
exactitutí teol6gica.
Esta actitutí ss evitíencia mSs
claramente aún en el siguiente pecatío tíe sobsrbia,
La teologla asequible a Juan Ruiz, reflejada en los
146
catecismos tíel siglo XIV, presenta la soberbia como un
pecatío tíe la raentei amar la propia excelencia—según
San Agustln—creerse mSs que los tíemSs y tíespreciarles,
La rebeli6n y caltía tíe los Sngeles, acautíillatíos por
Lucifer, era el ejcmplo clSsico por cxcelcncia.
Juan
Ruiz conocG Gsta tradiciôn y la incluye en 233, pcro ficl
a su crGaciôn artîstica y consGcuGntc con la acusaci6n al
Amor, afíadG dG su cosccha cl afSn por lucirsc antc la
amatía y por impresionarla con joyas valiosas tíesebocantío
en el roboi
Fazes con tu sobervia comctcr malas cosasi
robar a camineros las joyas preciosas,
for^ar muchas mujeres casadas e esposas,
vlrgenes e solteras, viudas e religiosas.
(231)
Juan Ruiz asocia la soberbia a los robos y a los abusos
contra las mujeres porque le viene al tíedilio para descubrir los estragos del Amor.
El alejamiento intencional
de la tradici6n eclesiSstica, bien conocida por su público
clerical, se convertirla asl en una fuente mSs de hilaridatí,
Este distanciamiento de la tratíiciôn reaparece en "E" ya
que Juan Ruiz opone las virtudes a los vicios criticados en
"B".
De aquí nace parte tíe ia confusi6n que Lecoy tíetectô
al estutíiar la estructura de "E" (pp, 180 y 167).
Dos estrofas detíica Juan Ruiz a cada pccatío cn "E".
En Gllas incluye el nombre tíel pecatío, un sacramento, un
don del Esplritu Santo, mSs una o varias de las virtudes.
147
armas del cristiano y obras tís missricortíia,
Esta B C O -
nomla tíe espacio necesariaraente limita las posibilitíades
tíe correspontíencias entre "B" y "E",
Las expresiones
comunes, sin embargo, son mSs qus suficientes para
tíemostrar la estrscha relaci6n entre sl y, mSs esporSdicamente, tambiên con "C" y "D",
La "vertut tís la jus-
ticia" (I586tí) y el "sabernos guartíar tíe ajeno" (l586c) tíe
"E" respontíen claramente a "B" ya que la cotíicia "sostienta
la justicia" (218tí) y muchos pecaron cuantío "lo ajeno
furtaron" (221c y 222a),
En "A" y "C" Juan Ruiz menciona
expresamente la cotíicia como "ralz tíe totíos males" (218a y
540a).
Con mSs claritíatí se evitíencia esta relaci6n en el
siguiente pecatío, la soberbia,
A primera vista carecen tíe sentitío las virtutíes que
Juan Ruiz opone al pecatío tíe soberbiai
Vertut tíe temperamiento, con mesura e onestat,
(15660)
Non robar cosas a j e n a s ;
non f o r ^ a r
mujer,
n i natía,
(I589c)
Hasta que caemos en la cuenta quc "E" es la antltesis tíe
"B"i
Fazes con tu sobervia cometer malas cosasi
robar a camineros las joyas prGCÎosas,
for^ar muchas muJGrcs casadas *ê csposas,
vlrqcncs e solteras, viudas e religiosas,
(231)
De e s t e motío e n c a j a también e l c o r r e s p o n t í i e n t e tíon tíe Temor
149
tíe ios (I588b), ya que la tratíici6n atribula a este tíon
la gracia de fortalecer contra los pecatíos sensibles tíc la
carne (Enciclopedia Universal. XVIII, 2^ parte, 1924).
Lo
dicho aclara tambiSn, de paso, la extrana medicina qu6 ci
confGsor imponG a Don Amor para contrarrestar estc pccatío
tíe soberbiat
"non provarSs la lucha" (I164c),
Corominas
corrobora que "parecc tratarse aqul tíc la clase tíe 'lucha'
tíe quG hablan las scrranas (969g, s t c ) " (p, 442), pero no
ve su relaciôn con el resto tíe los episotíios sobre los
pecatíos capitales,
A lo iargo del desarrollo de este
mismo pecado de sobcrbia, Juan Ruiz paga tributo a la tratíiciôn, mencionando en "B" el clSsico cjGmpio de los
Sngeles caítíos por "su gran orgullla" (245b), contraponicntío oportunamGntc en "E" cl "tíczir mucha omiltíat"
(I588a).
En la Gxposiciôn sobrc la avaricia Juan Ruiz camina
por sentícros mSs tratíicionalcs, 19
En cstc pGcatío, dGfinido
por Juan dc Arag6n como "appctitus inordinatus pccuniG aut
rci cuiuslibet temporalis" (Lomax, p. 23l), cuadran bicn
Gi GJGmplo dcl rico avariento y dcl pobre LSzaro (247),
asl como las rsfGrencias sccundarias al rchusar ayudar a
los pobrGs (246 y 251), La mcdicina cn "E" tambiên sigue
caucGs tratíicionalGsi
Ayamcs contra avaricia csprito tíe pîadat
tíando limosn'á a pobres, doliéndonos de su mal;
vertuti natural justicia, judgando con omildat.
( I5 9rjabc )
149
En la estrofa siguisnte (l59l) Juan Ruiz torna a la
arobigaodadt no estâ clara la relaci6n avaricia-fesacramento del Ordon,
Si se acepta mi teorla sobre el
público eclesiSstico, bien putíiera ser esta estrofa una
respuesta a la avaricia de los clSrigos fustigatía en el
ejemplo de las propietíades tíel tíinero (490-506) y en el
recibimiento que los clôrigos hicieron a Oon Araor (12481252),
La avaricia clerical se basa sin tíuda en la falta
de esa "fe cierta, escogitía e clara raSs que cristal"
(I591b), que les permitirla confiar en la provitíBncia
divina, dø acusrtío con la tíoctrina blblica,
El otro
rsmstíio ds "casar uSrfanas pobres" (l591c) pudiera también
referirse a los raismos clérigos para que casaran a los
pobres gratis, sin vendsr prScticaraente el sacramento,
Sin embargo, datía la ments traviesa tíe Juan Ruiz no puetíe
descartarso aqul la posibilitíatí tíe una arabiguetíatí intencionalt
casar gratis a los pobrBs o casarss con una pobrs
"uérfana", obra virtuosa søgûn los clôrigos tís Talavsra
(1707).
Dada la situaci6n de los sacertíotes en el siglo
XIV, algunas de estas conclusiones tíebieron ser inescapables,
fOuy a tono con su tentíencia de dar una de cal y otra
de arena, Juan Ruiz expone la doctrina tradicional sobre
el pecado de la lujuriai
Adulterio e fornicio totíavla tíeseast
lueqo quiares pecar con qualquier que t
veas,
(257bc)
150
Opone para corabatirla la virtutí asignatía en los tratatíos
tíoctrinalesi "castitíat" (1592) y el tíon de Fortaleza,
Aqul terraina la tratíici6n y coraisnza Juan Ruiz, sl artista.
Ssa con el fin tíe provocar la risa, sea para exponer una
convicci6n personal, Juan Ruiz propone el matrimonio como
remedio contra la lujuria incluyendo, en tono aparentementB jocoso, la obra de misericordia "tíar a bevsr al
sstíient " (l593c),
No se trata tíe tíar agua sino tíe apagar
el tíeseo natural del hombre claramente expresatío al
coraienzo tíel librot
plazentera" (71tí),
"Por aver juntamiento con fembra
Salitía que los relajados clárigos
medievalBS aplautíirlan fBrvorosamente.
Los tres pecatíos tíe envidia, gula e ira continúan el
modelo establecitío—"E" antítesis tíe "B"—y siguen de
cerca la ensefíanza tradicional.
para la envidiat
I598a);
CompSrense, por Bjemplo,
"B" (276tí, 279a, 281, 282) y "E" (I599bc,
para la gulat
"B" (291tí, 295, 296tí, 303a) y "E"
(I596abc), vinculatías estas estrofas tambiSn con "D" (540547);
finalmente para la irai
"B" (304tí, 307atí, 308tí) y
"E" (1595C, I594a).
|tlenci6n aparte merece el pecatío que aparece constantementB al final tíe la listat
la acitíia,
Debitío a la
inclusi6n tíe la cotíicia como pecatío capital, correspontíe
a la acitíia el número ocho, quetíSntíose por tanto tíe cenlcienta a la hora tíe encasillar los pecados con los
sacramentos, las virtutíes o Iss obras de misericortíia.
151
Juan Ruiz, sin embargo, tíemuestra pcseer una idea bien
clara ytíefinitíasobre este pecado,
En primer lugar le
considera fuente de "muchos otros pecatíos" (388b), pues
tiene muchos "fijos malos" (l600tí).
Uno tíe êstos consiste
en no parar mientes—no practicar—"obras tíe pietíat" (373a),
lo cual tíebe remetíiarsG "con santas obras" (l601tí).
Otro
tís los hijos tía la acitíia para Juan Ruiz es laxitutí que
impide a la mante concentrarse en buenos pensamientos y
causa la tradicional "vagatio mentis circa illicita," de
Juan tíc Arag6n (Lomax, p. 231), a la quc contraponc cn "E"
los "pcnsamisntos dG quc bucnas obras salen" (I601c).
Esta itíca GS cGntral en Juan Ruiz;
en torno a esta
"vagatio mentis" monta el irreverente "rezar las oras"
(374ss).^^
ItíSntica itíea aparcce cn "D" aún cuantío
carGCG tíc tíla semanal;
al acabar Juan Ruiz con los siete
dlas de la semana y los corrGspondientes pecatíos, anadG
una Gstrofa mSs tíc innGgablc referencia a la acitíia, pues
reccmientía al Amori
salterio" (I170b).
"Visita las igicsias rczando G1
Esta idea es corroboratía una vez mSs
en "E" al tíecir que "las oras non sc calÍGn" (l601b).
Quetía esclarecitía asl la firme ligazôn existente entre
los varios episotíios tíonde aparecen los pccados capitales.
La exposiciôn tíe las virtutíes en "E" constituye una
prueba mSs tíe que Juan Ruiz no tuvo en cuenta la tíoctrina
tratíicional tíe las virtudes morales, sino su correspondencia artística con los vicios en "3" desarrollados.
En
152
el catBcismo atribuitío a Don Gil, que Juan Ruiz sabía
probablemente tíe msmoria, asl como en los otros catecismos
y tratatíos morales tíel siglo XIV, se oponlan a los pecados
capitales otras siete virtudes morales, emparejados asli
soberbia-humildad;
ira-mansedumbre;
avaricia-largueza;
lujuria-castidad;
gula-sobrietíatí (mesura, atcmpGramiGnto);
envitíia-benevolencia (bienqueren^ia) y acidia-tíiligencia
21
(constantia).
AtíemSs tíe estas virtutícs morales, los
catGcismos concurrcn en nombrar trcs virtutíss tGologalesi
fe, esperanza y caridatí, mSs cuatro cartíinalesi
justicia, fortaleza y tcmplanza.
prudsncia,
Las virtudcs tGologales
y cartíinaÍGs no SG asociaban tíircctamcnte a los pccatíos
capitalGs.
Juan Ruiz tía al trasts con esta tratíiciôn y
escoge con absoluta libertatí, tíe los tres grupos tíe virtutíes, la que mejor cuatíre a los vicios ya expuestos.
La
mayor proximidatí o alejamiento de la tradiciôn en "B"
quedan reflejados también en "E" como cabrla esperar dada
su Intima relaci6n.
El desconocimiento tíe esta necesidad
artlstica en Juan Ruiz parece haber sido la causa principal
tíe que Lecoy SG rintíiera antc la imposibilitíatí tíG aclarar
la virtutí Gspeclfica a que se referla Juan Ruiz.
Ya se ha
tíiscutitío mSs arriba, pp. 146-48, como la inclusiôn ds
GlGmcntos Gxtranos a la tradiciôn cn la discusiôn dcl
pccatío tíe soberbia, en "B", requierc la anatíitíura en "E"
tíc virtutícs iguaimcntc dcsconocidas cn los catGCismos.
Otro tanto sucsdc con el vcrsot
"Aborrcccr los dcnuestos
153
8 amar buena avencncia" (l595c).
Buena avenencia se aso-
ciaba en la tradici6n contra G1 pecado de cnvidia (Lcmax,
p. 232), pero Juan Ruiz lo incluyc cn "E" para contrarrcstar cl "enojo e malquerencia" (304tí) mencionatío en
"B" como parte tíel pecado de ira.
Algo semGJants acontece
al proveGr armas contra la acidiai
Nos andemos romerlas e las oras non se callen,
e pensemos pensamientos de qus buonas obras sâlen,
assl que con santas obras a nos baldlos non fallen.
( I6 1bcd)
Versos que representan un claro antldoto contra los
estragos achacatíos en "3" a la acidiai
A obra de piadat tú nunca paras mientes.
(373a)
Rezas las oras muy bien conos garyones golhinss,
(374a)
Brevemente, pues, en respuesta parcial a los vicios
expuestos en "B" contrapone Juan Ruiz en "E"tíivcrsasvir
tudes y obras bucnas sin parar micntGs cn las clasificacioncs de tíoctrina tradicionaies.
Contra Codicia:
justicia (I566d) y cspsranza (l567a);
contra Sobcrbia:
fc (l569b), humildad (l588a), honestidad, mesura y
temperamiento (l568c);
contra Avaricia:
Justicia natural y humildad (l590c);
fe (l591b),
contra Ira:
caridad (l594b), espcranza (1595), paciencia (l594d y
1595a) y bucna avcnGncia (l595c); contra Gula: abstinencia y ayuno (l596b), mcsura ( l59-3c) y fe (l597c);
154
contra Envitíiai
caridad (I599b),
Contra Acitíia, ninguna
de las virtutíes tíe los tres gruposraencionatíosse cita
expresamentei
160lc putíiera referirsB intíirectamsnte a la
tíiligencia. De las veinte virtudes nombratías, siete
procetíen tíe las teologales, cuatro de las cartíinales y el
resto de las morales.
Existe un mayor n'jmero tíe virtutíes
aluditías metíiantB obras qus connotantíeterrainatíavirtutí;
raas lo dicho basta para convencsr sobre la inutilitíatí tíe
intentar una correspontíencia entrs estas virtutíes y las
siete morales quB la tratíici6n oponla a los pBcatíos
capitales.
Al llegar a sstB puntc parece a totías luces innecesario afíatíir natía sobre la supuesta arquitectura artlstica
basatía en el núraero siete.
Sin erabargo, las observacionas
de Lscoy requieren unas palabras coraplementarias.
Opina
Lecoy que "tout l'artifice tíe l'exposé repose sur une
sSrie tíe correspontíancss sBptênairss" (p. 180), y que
Juan Ruiz, al llegar al pecatío octavo—acidia—"il s'est
trouvê bien erobarrasé" (p. 180). Dudo que Juan Ruiz
intentara basar este opisotíio en correspondencias ssptenarias,
De quBrsrlo asl, fScilmBnts podla haber marginado
la acitíia—corno hizo en "D"—y consøguir perfectas correspontíencias entre sietc pecatíos capitales, siete sacramentos, siets dones tíel Espíritu Santo, sists virtutíes
moralss, siste obrastíeraisericortíiay siste armas.
no siguiô este camino.
Pero
De las seis posibles correspon-
155
tísncias ssptsnarias, Juan Ruiz us6 tíos, Tan s61o los
sacramentos y los dones aparecen en número de siete y ya
sc ha visto como Juan Ruiz escoge las virtutíes a placer
entre los tres grupos principales, sin preocuparsG tícl
número siete.
Otro tanto sucetíe con las obras tíe misericordia,
De
las siete indicadas en los catecismos estudiados del siglo
XIV, Juan Ruiz incluyc seis, eliminando la sexta:
"retíe-
mir a los cautivos" (Floriano, p. 99), y afíatíe por su
cucnta el tíar limosna y cl casar a pobres y huêrfanas,
no incluitías en Íos tratatíos morales,
Finalmente, en las
armas no SG hallaba Juan Ruiz ligatío por ninguna tratíiciôn
scptcnaria y dGdicô una a cada pecatío, a exccpciôn de las
trcs quG asign6 a la lujuria;
armas,^"
cn total nucvc o tíicz
Por si esto no bastara, dcbG tcnGrsc presentc
quG Juan Ruiz cnmarcô todo el episodio "E" en los tres
enemigos mSs principales:
"La carne, ei dîablo, el mundo;
dêstos naccn los mortalcs" (l584b).
RGpitiSndolos una vaz
mSs al final, como cs costumbre cn G I artc tíc Juan Ruiz:
Contra los trcs principales, qus no s'yunten tíe
consuno:
al muntío, con caridat; a la carnc, con ayuno;
con corac6n al dîablo: todos tres irán deyuso.
(I603abc)
Tantos argumentos podrían aducirse a favor de corrcspondencias b i n a r i a s y t G r n a r i a s como s e p t e n a r i a s .
Por todo l o d i c h o , opino que e i f i n p r i n c i p a l tíc Juan
156
Rui2 en la elaboraciôn de este episodio fue el contrarrestar los efectos ds los vicios expuestos en "3" haciendo
gala de sus conociraientos tíoctrinales y usántíolos astutamente para provocar la hilaritíatí en un público eclesiâstico
familiarizatío con ias divisiones catequSticas.
La libortad
con que escoge los elementos doctrinales, asl corao la
facilidatí con que se aleja tíe la tradici6n cuantío le
conviene, prueban que la intenci6n primortíial tíe Juan Ruiz
en este episotíio no era la transmÍ8i6n tíe la tíoctrina,
sino la coraposici6n artlstica tís su obra.
Esta conclusi6n contíuco, a su vez, a una pregunta tíe
profuntías consecuencias para la estructura de totía la obra.
Se ha visto como "E" está determinatío por "B" y como Juan
Ruiz se indigna con el Araor en "B", no por exceso de celo
moralizante (Zahareas, The Art, p, 119), sino por sus
repetitíos fracasos amorososî
^se sigue tíe aqul que las
"armás tíel cristiano" intentan combatir el aguijôn tíel
amor humano o los "cristianos" pccatíos capitales?
En
otras palabras, ^los que se oponen al alma o los que
impitíen al amor humano alcanzar éxlto?
Juan Ruiz se
refugia tras su ambig etíad, Ciertos rasgos comentatíos,
tales como la metíicina contra la avaricia y la lujuria,
parecen inclinar la balanza hacia la insatisfacci6n tísl
amor natural.
detallada.
Se requiere una exploraci6n raSs extensa y
157
Naturaleza, celibato y estructura
Del apartatío anterior setíetíucegue Juan Ruiz, si
pretentíla ensefíar, ciertamente no se propuso transmitir
la tíoctrina compendiada en los catccismos dc su ticmpo.
Afirmar, por otra partc, quc G1 Libro dc buen amor es
puratíiversifinsupcntírla tísscartar injustamsnts tanto las
intíicacioncs cn scntitío contrario tíel mismo Juan Ruiz
(16, 46, 64, 65, 66, 66, 966 y 1631), como innumerables
otros pasajes a todas luces scrios, quc rcsisten una
explicaciôn cohesiva y consecuentc con el resto dsl libro.
La aparente contradicciôn entre los asertos serios de
Juan Ruiz y el tono jovial tíe su estilo postula la búsquetía
tíe una soluciôn conciliatíora.
Las hip6tesis sugeritías en
el pasatío no han tíisuelto la paradoja.
Una respuesta mSs
satisfactoria podrla surgir del momento histôricoeclesiSstico durante cl cual sc compuso ci Libro de buen
amor, determinado por dos coortíenadas bien definitías:
de
una parte, rSpido descenso del prestigio e infiuencia
papalestíebitíoa la corrupciôn interna tíe la curia y del
mismo papado; tíe la otra, un recrudecimiento de la lucha
contra la laxitud moral del ciero, cSlibG cn tcorla a
causa tíe unas leyes centenarias impunemente ignoradas en
la prSctica. 23
En cuanto a la pêrditía del prestigio papal, baste
recordar que dGsdc 1309 a 1377 los Papas rGsidieron en
Avignon tíebido al caos rcinante en lcs estados pontificios
158
italianos y al tíGseo de los Papas de permanecer en Francia,
un tanto exp icablc ya que durantG Gsts pcríotío los Papas
fueron, en su mayorla, franceses.
Durante Este pcrlotío,
tíesignatío frecuentGmcntG eu la historia de la iglesia con
el nombre de "Cautividatí tíG Babilonia", tomaron lugar
algunos tíe los acontccimientos mSs oscuros y VGrgonzosos
dc toda la historia de la iglesia,
mencionar los siguientes:
Como mucstra bastc
los impuestos anuales anri-
queclan a los cartíenales, muchos dc êstos familiarcs de
los mismos Papas;
bajo Ciemente VI estos impuestos
pasaron a scr privilcgio cxciusivo tíci Papa,
Dc los
VGÍntiocho cartíenales nombratíos por Juan XXII (1315-1334),
veintitrSs eran franceses y nueve tíe su ciudatí natal,
Cahors.
Los esfucrzos tíG Felipe el Hcrmoso por desti-
tuir al Papa Bonifacio VIII fracasaron, pero los gritos
por reformar la mSs alta jerarquîa continuaron en vano
durante mSs tíe tíoscicntos afios,
La corrupciôn y tíecadencia moral no se limitaba a la
jerarqula sino que extendiô sus tentaculos al clero cn
gcneral con honrcsas excepciones.
Dos fucron lcs vicios
mSs GxtGndidos, denigrados y combatidos, a juzgar por las
actas conciliares:
el materialismo, o desmeditío afSn por
el tíinero y los bienss tcmporalGs, y la rclajada vioa
SGxual de clêrigos y ôrdenes religiosas a pesar de las
innumerables lc:yes sobre el celibato,
Pfiuchos pasajes en
el Libro de busn amor hacen referencia a la codicia y
159
25
matsrialismo tíel clero,
En Gste apartatío sc repasarS
brevemente la cuGsti6n dcl CGÍibato a la luz tícl conccpto
quG Juan Ruiz evidencia profGsar acsrca dG la naturaicza
tíel hombre,
Las colecciones de cSnones conciliares, el insustituibÍG Gstudio de Hcnry C. Lea, ya citatío, sobre el
cclibato sacGrtíotal y la tíGtallada aplicaciôn dc cstos
tíatos histôricos al Libro dG bucn amor llevada a cabo
por Lecoy (pp. 232ss), hacen innccGsaria su repaticiôn en
el presente Gstutíio.
Tan s61o quÍGro remarcar como la
constante intGrvcnciôn conciliar tícmuGstra cl nulc efecto
que en la prSctica protíuclan Gstos cSnonss,
Para comprcntísr mGjor G 1 posible conflicto cmocional
que Gstas controvGrsias acsrca tícl cciibato putíieron tener
en Juan Ruiz, tíebe analizarse una itíea que aparece con
frecuencia en G 1 Libro de buen amor.
CGpto tíc la naturalcza.
!^e refiero al con-
Murray ha cstutíiado la naturaleza
como norma de contíucta en varios pasajes tíc la obra tíci
ArciprcstG.
En mi opiniôn csts concepto juega un papel
mucho mSs amplio.
En sus tratados de MetafIsica y de Flsica, Arist6teles
atímite la rcalitíatí dc una tGndcncia tGlcoiôgica cn ios
entcs naturalGs como la única rcspuGsta satisfactoria para
explicar la constancia, la uniformidatí y la universalidad
de lo quG SG llama ordcn natural,
La definiciôn de
Aristûteles, mantGnida por la mayoría de los filôsofos
160
posteriorBs, puetíe sintetizarss como "el principio último
tíe totía energla, intrlnseco al ser de que se trata y que
es en êl algo substancial y no un mero accidentc" (EnciclopGdia Universal, XXXVII, 1210).
Este concepto fue
asimilado con ligeras modificaciones por los autorGs
eclesiSsticos encabezatíos por Santo TomSs ds Aquino,
En
la filosofîa GSColSstica la naturalcza da cada ssr continúa sicntío su propia forma, GS dscir, su cscncia, Este
concepto filosôfico de la naturalcza cstS cxpresado por
Juan Ruiz en las estrofas quc van a continuaciôn:
Como tíizG Arist6tilG3, cosa 'GS vcrdadGra,
GI mundo por dos cosas trabajai la primcra,
por aVGr mantGnGncia; la 'dtra cosa era
por aver juntamicnto con fGmbra plazcntGra,
Si lotícxiSstíemlo serla de culpar;
tíizlo grantí filosôfo, non s6 yo tíe reptar:
tíe lo quG diz GI sabio non dGvemos dubdar,
ca por obra SG prueva el sabio e su fabiar;
si diz vcrdat G 1 sabio claramGnte se prueva:
omne, aves, animalias, toda bestia de cueva,
quieren segund natura compafia siempre nueva,
e quSnto mSs G Í omne que a toda cosa s' mueva;
digo muy mSs del omne que toda criatura:
todas a ticmpo cierto se juntan, con natura;
el omne, de mal seso, tod' ora, sin mesura,
cada que puede quier fazer esta iocura:
el fuego siempre quier estar en la ceniza,
como quier que más ardc quanto mSs s'e atiza;
el omne quando peca cien vee que desliza,
mas non se part'é ende ca natura lo enriza,
(71-75)
Formula aqul Juan Ruiz un detGrminismo crôtico, una lcy
natural tan fatal como universal quc afccta por igual a
161
hombres y bestias,
Esta universalitíatí er6tica acarrea
consigo cierto fatalismo astrol6gico (123-125), tíel cual
s61o un milagro de Dios puede salvar al hombre.
Este
fatalismo del Arcipreste aminora en gran parte, si no
nicga totalmentc, el libre albedrlo,
Comentando este
pasaje sobre la astrologîa (123-125), cscribîa ya Benito
y DurSn en 1946:
"Para el Arciprestc cs una Gquivocaciôn
ir contra G 1 hado ni cn G 1 camino dc la cicncia ni cn G1
tíc la santitíad, ni en el terreno de las armas ni en el dc
la cabalÍGrîa,"
27
No obstantc, Juan Ruiz conficsa aceptar
la posici6n tíe la fe cat61ica, según la cuali
Pero Dios, quG cri6 natura e acitíente,
puêdelos demutíar e fazer otrnente,
(I40bc)
Que Gsta convicci6n no son palabras huccas cs patente en
varios otros pasajes donde propone la oraciôn para
impetrar de Dios ayuda en las luchas de la carne,
Si lo expuesto hasta aqul es correcto, creo justificatío aventurar la hipôtcsis de quc cl csquGÍGto unificador
dG toda la obra rcsulta dcl conflicto cntrc G1 concepto
natural del hombre que Juan Ruiz profesa y las leyes dGÍ
celibato que la jerarqula eclesiSstica en vano reiteraba,
El humor soslaya y vela la intenciôn primordiai, por lo
cual Juan Ruiz insta ai lcctor a mirar siGmprc mSs ailS,
a buscar ese significado recôntíito,
Inicia el libro, en su primera ediciôn, una plcgaria
26
162
del Arcipreste a Dios para que pueda hacer una obra "quc
los cuerpos alegre 'é las almas preste" (I3tí), tícscartantío
asl el mero fin tíe tíivertir o entretener,
De las cuatro
canciones a los gozos de Santa lYlarla, dos se hallan al
principio (20-32) y (33-43), sirvientío tíe p6rtico a la
tíisputa entre gricgos y romanos (44-63).
Ejcmpio quc usa
como advGrtGncia para quG Gntiendan bien su libro (64-70),
inmetíiatamcnte antes tíe cxponcr su pcnsamicnto filosôfico
aristotGliano sobre la naturalcza tíci hombrc (71-76).
Las
otras tíos cancioncs dc Gozos SG cncucntran al final dcl
libro (1635-1641) y (1642-1649), como corolario al nuGvo
aviso " D G como dizc cl Arciprcstc quc SG ha tíc cntender
estc su libro" (1626-1634), confiricndo asl una pcrfGcta
simstrla inicial y final,
Dc aqul brotan algunas consi-
dcracionGS tíignas tíe resefiarse,
Los gozoLi tíe la Virgen
cantan el triunfo de la naturaleza humana en lYlarla
mediante una intervGnci6n directa de Dios:
"siendo
Virgen, concebiste" (24c, 353, 1637a y 1643e);
"de ti
naciô, sin tíolor" (25bc, 36bc, I637cd y 1644a), viniendo
a ser el sello divino sobre la filosofla aristotêlica
expuasta a renglôn seguido.
Resaita asl el contraste
entre el orden natural creado y aprobatío por Dios frente
a las leyes eclesiSsticas, antinaturales según su motío de
pensar,
Una vez expuestas sus ideas sobre l a n a t u r a l e z a y
su c r e e n c i a en e l
tíeterminismo
tíel
hatío ( 1 2 3 - 1 5 4 ) ,
atíuce
163
sn tono jovial y burl6n gran número tíe ejemplos y fSbulas
para probar su tesis, concluyentío que el
nico rematíio es
la contrici6n, el sincero tíolor del pecatío cometitíoi
Que tal contriciôn sea pGnitcncia bicn iÍGna,
ay en la Santa Iglesia mucha prueva G buenai
por contriciôn e ISgrimas la santa fnadalena
fue quita ê assuelta de culpa 'ê tíe pena,
(1141)
La convicci6n acerca tíe la imposibilitíad tíe vivir contra
natura puetíe ser la causa motriz por la que Juan Ruiz SG
apartô tíc la tratíiciôn al cxponer los peca.tíos capitales,
sustituyentío, por ejGmplo, la castidad por cl matrimonio
como rcmGdio contra la lujuria (l593abd).
Estos vGrsos
pudicran descartarsc tal V G Z como una simpÍG bufonada
mSs dcl ArciprGstc, psro tambiên pudicran cxprcsar G1
arraigado scntir tíc Juan Ruiz tíc quc un rlo SG puGdc
cncauzar, no contcnGn
QuG lo que Dios ordcna cn c6m'ô ha dc scr
scguntí natural cosso, non SG pucd GstorcGr.
(I36cd)
Juan R u i z
(I Cor.,
sigue
VII,
l a s ensenanzas d e l a p ô s t o l San P a b l o
1-10),
tíonde
r e c o m i e n d a que es m e j o r
casarse
que s e r c o n s u m i d o p o r e l f u e g o tíe l a p a s i ô n .
ordenatío D i o s ,
Mi t e o r l a
la
iglesia
no puede i r
S i i o ha
29
en c o n t r a .
a c e r c a d e i c o n c e p t o tíe l a n a t u r a l e z a humana
en c o n f l i c t o
d i r e c t o con e l c e l i b a t o
rencia a las
dos v e r s i o n e s ,
acontGCÍmicntos h i s t ô r i c o s
puedG a f í a d i r
cohc-
t e n i e n t í o en c u e n t a l o s
30
dG a q u c l e n t o n c e s .
Tanto
ei
164
C o n c i l i o P r o v i n c i a l tíe Toletío en e l ano 1339, como e l
Slnotío P r o v i n c i a l
dsbieron r e n o v a r
en l a misma ciudatí t r e s afíos dcspuSs,
la controversia G i r r i t a r
al
ArciprestG
por imponer nuevos cSnones y sanciones sobre l o s
amancGbados.
A e l l o parecc a l u t í i r
clSrigos
l a Gstrofa
intcrpolada
Gn l a scgunda V G r s i 6 n sobre G 1 concGpto tíc l a
naturalazai
E l fuego siempre q u i e r e s t a r en l a c e n i z a ,
como q u i e r que mSs ards quanto mSs se a t i z a ;
e l omne quando peca h i e n vee que d e s l i z a ,
mas non se p a r t e ende ca n a t u r a l o e n r i z a ,
(75)
El hombre se tía cuGnta quG pcca pcro no puetíe haccr nada
por la fucrza de la naturalcza y cuantas mSs lcyes se
promulguGn, pcor, pucs ci fucgo mSs ardc cuanto mSs se 1G
atiza.
Este detGrninismo SG GVÍdGncia primordialmGntc en
clSrigos y monjas, es decir, cn aqucllas pcrsonas obligadas por lcy a contincncia total.
El hombre puede amar
bien de acuertío con la ley natural dentro del sacramento
del matrimonio instituido por Dios.
Nôtesc como, cntrc
todas las damas cortcjatías por G1 ArciprcstG no hay
ninguna casada, y por lo tanto cl Arciprcsts GstS cn
armonîa con la ley natural de Dios.
Otra estrofa,
afíadida también en la segunda versiôn, parece referirse
a la cbstinaci6n tía la iglesia y aclara, tíe paso, cl
pGnsamicnto tíe Juan Ruizt
Si Dios, quando formô el omne, entendiera
qu'ê era mala cosa la mujer, non la diera
165
al omne por compana nin d^l non la feziera;
si para bien non fuera, tan nnbla non saliâra.
('109)
He aquî, pues, los polos de la cuestiôn:
de un lado la
naturaleza y sus fusrzas, creadas por ::ios y puram ntE
encarnadas en la Virgen írarîa;
del ctro, la jerarquía
eclesiSstica que se obstinaba en imponer unas leyes de
abstinencia total en contra, según Juan ^uiz, de I2
naturaieza, de los filSsofos y del misno "ios.
No SE
trata exactamente de la doctrina de la plenitud, henc'nir
la tierra, rnencionada por
tis Green (Soain, I, 44),
sinc mSs bien de una plenitud personal, de cada individuo,
de acuerdo con las leyes de la naturaleza humana creada
por Dios.
Al ilegar a este punto surge la tcntaciôn ds relesr
el Librc dg buen anor con el f in de co.-nprobar la tasis
propuesta.
Esta tarea snccniable y nscesaria no sa
prasta a ser condensada en un sspacio brevs.
^e propong
sugerir tan sôlo algunas d? las muchas posibilidades.
En têrminos arquitectcnicos pudiara considsrarse el
spisodio ds los clSrigos de ''"alavera como I3 clave que
remata el arco de la ocra de Juan Rjiz.
^cdas ias
ambiguedades, indirsctas s ironías, cual dovelas sin
salmsres a lo largo dsl Libro de bu9-. amcr, rsvelan su
posici6n autentica a la luz de ase incidents ?ntr9 el
arzobispo Don Gil y los -alcontsnt s sscsrdotss de
Talavsra.
El final del licro se convi rtfe cis! en SJ
166
principio.
La obra nacs para satirizar y hacer reír s
costa de las antinaturales leyes del celibato, su arbitraria obligatoriedad y las graves consecuencias .qus
estas leyes acarrsan a la iglesi3 y a la sociadad.
Zl
Arcipreste plantea la cuestiSn dasde sl principio
del libro.
Dios (I40b),
La naturaleza es buana porque fue creada cor
El comsr y la uniôn sexual forman carte de
la naturalaza humana, por lo tanto provienen en últino
término de Dios y no sa dabe ocrar contra natura:
Si Dios, quando forr^ô el omnS, antendisra
que era mala cosa la nujer, non la diera
al omne por compana nin déi non la fazier^;
si para bien non fuera, tan nobia non saliera,
(109)
Qua l o qua D i o s o r d e n a en c5n'ô ha
s a g u n d n a t u r a l c o s s o , non ss p u a d
de s a r
estorcar.
( I35cd)
Da gquî nacan los problsmas dsl Arciprasts.
"J o puede
vivir sacún I2 naturaleza—según lo ha ordenado Dios--a
causa dal celidatc.
Una vez presentada lc fuerza ds la
natur^leza en gensral (7"'-?5) y la astrolcgîa sn particular (122-154), Juan Ruiz personifica la triste
situaciôn y los conflictos de quienes ss ven fcrzados 3.
vivir an contra de la naturaleza creada por Dios.
Juan
^uiz se halla en un callsjôn sin salida, se encuentra
atrapadc y atcrnantado—en prisiôn;
tcdo ccr cjlpa del
amor C'JS se accdera irrsnisidlenents del corar'on:
167
Que t a n presos l o s t i e n e s cn catícna tíoblada
que non pueden p a r t i r s e tíe t u v i t í a penada.
(206bc)
En las Gstrofas siguÍGntes amplla los efectcs de esta
prisi6n amorosai
Dasle a quien non l'ê ama, tormSntasle con penas;
anda êl corayôn sin cuerpo, en tus cadenas,
pensantío e sospirando por Ías cosas ajenas,
(2l0bcd)
FScil es atíivinar a que se refiersn cstas "cosas sjcnas",
CiertamGnte no son objetos, sino pcrsonas como aclara a
continuaci6nt
(2l1c),
"Oras cuitía cn Susafía, oras cn (Yicrfelina"
Este estatío de agitaciôn mental, este vagar de
la mente "a jornadas trezÍGntas" (212a), culmina mSs
atíclantG en el rczo tíG las "Horas Can6nicas" (372-367).
El amor natural ss pucs potíGrosc G intíomabÍG,
ArciprcstG cstS poscltío por cl amor;
empuja a amar y a conquistar mujeres,
la naturalcza 1G
El proceso de
conquista lleva consigo los pecados capitales,
es la causa de los pecatíos capitalesi
traes los mortales pecados" (2l7a),
El
El amor
"Contigo siempre
En primer lugar y
de modo prceminGntG la codicia, raîz de todos los demSs
(2l8a y 540a).
He aquí la razôni
Faz mucho por servirla en tíczir c cn obrar,
(450d)
DR tus joyas fermosas cada quG dar podicies
quando dar non quGSÍercs o quando no toviGrcs,
promcte e manda munho magucr non gGÍo tíier3s:
lueqo estaiS afuziada, farâ lo que quasicres,
(451)
168
La mujer c o b t í i c i o s a d'é a l g o , es f a l a g u e r a ;
por j o y a s e tíineros s a l i r S tíe c a r r e r a ,
(5l1bc)
No solamente l a mujer que tíesea c o n q u i s t a r ,
l a a l c a h u e t a se mueve por
s i n o también
tíineroi
GratíScegelo mucho l o que por t i
fezicrGi
non scas r G h G r t c r o en l o quG t c p c t í i c r G ,
(453ac)
Si potíicres,
tíal'
algo:
non l'é ayas q u e r e l l a ,
(488c)
Que poc'ô o quG mucho dal' cada quG podieres:
farS por los dineros totío quanto pedisres.
(489cd)
El amor no se detiene ants obstSculos;
si mucho se le
pidc mucho ofrecc:
Con palabras muy dulcGs, con gcsto Gnganador,
promcten mucho e mandan los omncs, con amor;
por complir lo quG mandan cobdician lo peor.
(220bcd)
El promGtcr no cuGsta mucho, por cso G1 enamorado
promete con generosidad, pero mSs tarde se tía cuenta
quG no puctíe cumplir totío lo prometido y se ve en la
nccGsidatí tíe cotíiciar, robar y matar (221 y 222),
Al
final pierde todo lo suyo y no consigue io que deseô
(225c),
El rcsto tíc ios pGcatíos capitalss forman diversas
ramas tíe cstG mismo Srbol.
Todos GstSn dsscritos cn
rGlaci6n al amor—aspccto êste totalmcntG ajcno a ia
tratíiciôn cristiana—y a ios obstSculos en el camino de
169
31
la conquista amcrosa,^'
Asl explica Juan Ruiz el mate-
rialismo y avaricia tíe los clêrigos;
como una
consGCUGncia incvitable tíel cclibato para satisfacer los
dcsGOs naturalcs, para complaccr a sus conquistas,
scrranas, alcahuctas y barraganas.
Una VGz GstabÍGCido cl conflicto Juan Ruiz usa
innumerables Gjemplos para corroborar su filosofía.
Las
acciones del Arcipreste son aplicables al resto tíe las
personas célibes.
Los repetitíos fracasos s6io le sirven
tíe acicatc para continuar buscando.
contenerse por mucho tiempo,
Un rlo no puede
îYlSs pronto o mSs tardc
rompcrS cl dique—ejemplo del ermitano borracho—arrasando
la opûsiciôn.
Serranas.
Tal vez resitía aqul la clave de las
El Arcipreste no se va a la sierra porque
necGsitaba airc frcsco sino porque sabîa que las
"serranas" le "obligarîan" a hacer lo que êl deseaba.
El Arcipreste subiô a la sierra para alcanzar el punto
mSs bajo de su vida.
El Arcipreste no estS solo, no es
un caso aislado, como lo prueba el recibimiento que totíos
los clSrigos y monjas brindan a Don Amor.
Para complstar el cuadro de personas célibes entra
en Gscena la monja Garoza,
La tíecisiôn final no importa
tanto como la lucha interna por compaginar los instintos
naturales con sus votos religiosos,
Si el ArciprcstG
pGrsonifica a los clêrigos, Garoza rcprescnta a las monjas
y los GsfuGrzos que realizan para justificar su situaci6n.
170
Juan Ruiz busca una s o l u c i ô n ,
La muerte de T r o t a -
conventos l e e n f r e n t a a l a r e a l i d a d i n e l u d i b l e tíe su
propia
rauerte.
antes tíe morir.
E l c o n f l i c t o i n t e r n o tíabe ser
Para e l l o propone l a s armas
resuelto
tíel
c r i s t i a n o dontíe sugiere l a fusi6n de l a i g l e s i a y l a
naturaleza,
La respuesta yace en los a u x i l i o s
tratíi-
cionalss tíe l a i g l e s i a junto a l encauzamisnto tíe l a
naturalezai
"matrimonio s casamiento" ( I 5 9 3 b ) ,
ha comentatío raSs a r r i b a , pp.
Ya se
1 4 4 - 5 1 , como esta secciôn
tíe las armas estS contíicionatía por los pecatíos c a p i t a l e s
tíel p r i n c i p i o ( 2 1 7 - 5 7 5 ) ,
Comienza planteantío e l problema
y concluye sugiriendo soluciones.
Juan Ruiz no ataca a l a î g l e s i a , sino a l a
La Cantiga de Talavera tíemuestra l a obstinatía
jerarqula.
ignorancia
de l a j e r a r q u l a que se esfuerza i n ú t i l m e n t e por iraponsr e i
c e l i b a t o t r a s setscientos anos tíe intentos f a l l i t í o s .
hay tíuda de que se necssitan ejemplos para r e f r e s c a r
mente a los responsables de t a l s i t u a c i 6 n ,
No
la
E l l o s mejor
que natíie podrlan aprovecharss tíel " I n t e l l e c t u m
tibi
dabo , . ." ( f ° I r 2 3 ) .
Este episodio tíe los clSrigos tíe Talavera sirve tíe
colofôn y tíe p 6 r t i c o ,
decir;
tíe
De colofôn por lo que acabo tíe
p 6 r t i c o porque abre e l l i b r o a un f u t u r o poco
esperanzatíor.
La j e r a r q u l a contin a i n s i s t i e n d o ,
los
clSrigos van a continuar su v i d a , s i es necesario cambiSndose de l u g a r .
Natía ha cambiatío.
Cualquiera tíe estos
171
clSrigos "si bien trobar sopiere" (l629a) pudiera anadir
algo al Libro de buen amor.
CAPITULO V
JUAN RUIZ FRENTE A SU OBRA Y SU PUBLICO
El examen tíe una obra artlstica "per S G " no rcquÍGre
el anSlisis tíe la personalidad tícl autor.
Sin cmbargo,
Gs intíutíablc quc G 1 artista no V Í V G cn un vaclo cuitural
y que la vida y G I arte se funden en un todo complementario, Gscncial G indivisible.
La aprGciaci6n artística
tíc la obra tíc Juan Ruiz adquirirla unos matices mSs ricos
si pudiera tíescifrarse el misterio que rotíea la pcrsonalitíatí tícl autor, GU propôsjito al Gscribir la obra y cl
público al quG la tíirigiô. El ambicnte cultural forma
tambiên parte integrante tíel muntío tíel autor y como tal
afecta al artista y su relaciôn con el público.
La
carencia tíe evidencia hi3t6rica respecto a Juan Ruiz ha
datío como resultatío unas teorías cspGCuiativas y tíivcrgentcs tíc signo nscGsariamente negativo para la total
comprensiôn de su artG.
No mc propongo afiadir una
hipôtcsis mSs, sino rccalcar alguncs rasgos quc se
desprentíen de mi estudio y pudieran despejar un tanto la
tupida niebla en torno a la personalidad, intenciôn y
público de Juan Ruiz.
Personali d?-d del autor
^^^^m^mmm^^^mmm^^^m^mm^^^^^^^^^^^^^^^^m^mmmt^^^mmm^mm^^a^m
Dos aspectos principales abarca este concepto:
172
la
173
e n t i d a d f l s i c a de Juan R u i z y su Gtíucaci6n o prGparaci6n
intGlcctual.
Los e s t u t í i o s b i o g r S f i c o s accrca de Juan
Ruiz son e s c a s o s .
E l e s c c p t i c i s m o tíG m o f f a t ^ r c s p e c t o
nombre tíe Juan R u i z cs c x t e n d i t í o por Criatío tíe Val
al
cargo de A r c l p r e s t G ( T c o r í ^ de C a s t i l l a . p.
La
152).
al
p r G t e n d i d a a c l a r a c i 6 n dc l a i d e n t i d a d h i s t ô r i c a de Juan
Ruiz por p a r t e tíe E. Saez y J . T r e n c h s ^ f a c i l i t ô
la
rGcientG t c o r l a tíG C r i a d o de V a l sobre e l A r c i p r e s t e de
H i t a como f i g u r a p a r ô d i c a de Don G i l de Albornoz
( H i s t o r i a de H i t a , pp. 9 3 - 9 4 ) ,
Estos conatos por e s t a -
b l e c c r l a h i s t o r i c i d a t í tíc Juan R u i z , l a u d a b l e s en s l , no
han p r o d u c i d o l o s r e s u l t a d o s anhelados,
figura histôrica
tícl
La m i s t e r i o s a
a u t o r tíel L i b r o de buen amor
^
mmmnmÊtmmmmmi^mmÊttttam^mmmmmmmmimmtmmmm
i [••••••MWW
continúa desafiantío a los crlticos y permanece envuelta
en un velo tíe vaguedades.
Otro tanto puede afirmarse de
las caracterlsticas flsicas del Arcipreste,
Los rasgcs
flsicos acumulados en las estrofas 1459-1464 no constituyen un retrato personal como opinaba (Ylenêndez y Pelayo,
sino las caracterIsticas de un tipo sensjal;
3
autor cra. sino como tíesearîa ser.
no como el
RespGcto a las cualidadGs incGÍGctuaÍGs, a la
filosofía y moraiitíatí dei Arciprcste, cl péndulo oscila
de nuGVO.
Puymaigre juzgô que se tratabc. de un libre
pensador enGmigo de la iglcsia, micntras quc, para Amador
dG los Rlos, Juan Ruiz fuc un "moralista y clêrigo
ejemplar."^
Las opinioncs son igualmcnte cxtremadas en
174
l o que t o c a a sus conocimientos c l S s i c o s ,
filos6ficos,
can6nicos y t e o . l 6 g i c o - m o r a l e s .
fni e s t u d i o no fue Gnfocado con c l f i n tíc r e s o l v c r
ninguna tíc l a s prcscntGs
incôgnitas h i s t ô r i c a s ,
s i n cmbargo, quG puctícn dGducirsc algunas
ilustrativas.
conclusiones
E l e x t e n s o e s t u d i o de B e l t r S n de H e r e t í i a
sobre l a f o r m a c i 6 n
Gspafíol,
intelectual
atíemSs tíe c o r r o b o r a r
vaciones tíe Lagartíe ( p p ,
tíel
clsro
mctíiGvai
intíirectamente
520-22)
acerca tíe l a
d e l c l e r o en g e n e r a l , a c l a r a l o s metíios que
c l S r i g o s t e n l a n a su alcance para e f c c t u a r
eclesiSsticos,
Crco,
E l autor
tíel
las
obser-
ignorcncia
ciertos
los
estutíios
L i b r o de buen amor, sea o no
^m^mmmmi^mmmitmtÊmimm^mmm'mmamrmmmmmm^mmm^mimtm^mmttmmm '
Juan Ruiz, fuera o no Arcipreste tíe Hita, conociô a fondo
no s61o GÍ catccismo atribuido a Don Gil tíe Albornoz,
sino la teologla quG sirviô dc basG a aquclla cxposiciôn
doctrinal,
Las ambiguGdadGs y divcrgGncias de ia tradiciôn
no SG tícbGn a ignorancia tcolôgica, sino quG constituycn
pincelatías maestras tíc su cuitíatíoso arte tíestinadas a la
hilaridatí.
Juan Ruiz no es ignorante, pero pretende serlo
a veces, lo cual implica una inteligencia refinada y sutil,
Otis Green hace hincapiS en esto al analizar el "Pr61ogo
en prosa" (Spain, I, 46-53);
Rita Hamilton apunta en la
misma tíirecciôn al estutíiar la confesi6n (p. 157), y yo
mismo lo he intíicado repetidas veces en este estudio,
especialmente al cyaminar los pecados capitales, pp, 14653.
Juan Ruiz fua un eclesiástico culto de la archidiô-
175
cesis toledana, probablemente un Arcipreste, como lo
demuestra su familiaridatí con la estructura jerSrquica
tíel Cabiltío y las tíifcrentes funciones tradicionalmenta
asignadas a los arciprestes.
Que pertenecla a la
di6c9sis de Toledo se deduce de la probable memorizaci6n
del catacismo atribuido a Don Gil tíe Albornoz y, especialmente, de la famiiiaridatí toponîmica y hagiogrSfica
que dsmuestra respecto a este territorio.
Poco mSs puede
anadirse sin adentrarse por terrenos puramente espsculativos.
Prop6síto del autor y pdblico al que se diriqe
El núcleo de este primer apartado se reduce a la
disyuntiva entre el ditíactismo y el humor an =1 Libro de
buen amor.
Esta larga controversia se halla muy bien
documsntada y resumida por Deyermcnd en su reciente ediciôn del libro de Lecoy (p. xxii);
serîa superfluo tratar
de repetir aquî tan extensa controversia.
Desao tan s51o
incluir unas observaciones personalas.
Debo confesar que hasta hace dos anos la soiidsz de
los argumantos presentados por Spitzer y Lida me inciinaban
hacia una interpretaciôn didSctica ds la obra de Juan ^uiz.
£1 estudio posterior da los pasajas considerados tradicionalmente moralizantes o didScticos hizo mella en mi
prístina convicciôn.
Dos elementos han ccntribuidc, en ni
opiniôn, a estabiecer y mantener la teorîa didSctica:
176
primero, la ingente cantidad de elementos blblicos, eclesiâsticos, catequôticos y raorales diseminados por toda la
obra y, más importante, la carencia de un s61ido estudio
sobre estos elementos, aceptatíos "prima facie" como
serios 0 irreverentes segûn concurran o se aparten tíe la
doctrina oficial de la iglesia metíieval.
Descartantío,
por evidentes, los teraas tís inspiraciôn goliárdica, existen
suficientes claves en el prôlogo en prosa, la digresiôn
sobr«3 la confesiôn, el planto por Trotaconventos, mSs los
tratatíos acerca ds los pecados capitalss y armas dsl
cristiano, que delatan el tono "ir6nico y socarr6n" de
Juan Ruiz (Cejador, I, xiii).
Si estos temas tíesgerratíos
directamente dsi raensaje cristiano son usatíos, como hcmos
visto, con fines artísticos, notíiriScticos,slguese qus
los otros secuntíarios van por el mismo camino,
Una incûgnita perraanece en mi msnte.
Deyermond la
ha expuesto magistralmsnte en la ya citatía introtíucciôn a
Lecoyt
The debate is now between those uího think of
Juan Ruiz as a .Tian of conflicting impulses
(including a disrespectfui sense of humor)
uiho nevertheless uiantetí to tíeliver a tíidactic
me^:sage, and thoss who see him as a comic
poat \iihos3 .T£in concerns wsre artistic, but
who \iiZ3 'ã btílieving Christian and at times
felt that noral issues were dominant (p. xxii).
Personalnjente, por las razcnes expuestas al tratar los
conceptos n?ituraleza-celibato, ma inclino por la segunda,
ansiando nusva evidancia para afianzar o abantíonar este
177
punto tís vista.
Intimamente ligatío al prop6sito tíel autor al escribir,
se halla el problema tíel público a quien tíirige la obra,
Amatíor de los Rlos y inenSntíez Pelayo opinaban que los
poemas tíel mestcr tíe clerecla, en general, se tíestinaban
a la lectura privatía tíe las personas cultas y no a la
7
rccitaci6n p blica.
lYienéntíez Pidal negô esta teorla y
mantuvo, en particular, el estilo ajuglarado de todo sl
libro de Juan Ruiz rastreantíotíetenitíamentelos elemcntos
juglarescos (pp, 210 y 272-76),
tangencialmente.
Lecoy abortí6 el problema
Admite que, aunque se dirigiera a un
público culto burguSs, "on ne rGncontre pas tíans le Libro
tíe buen amor tíe tableau tíe la vic aristocratique" (p, 347),
lo cual no le impide concluir, un tanto incsperadamente,
que el Libro de buen amor triunfarîa con todos los grupos
sociales, con "nobles et bourgeois, clercs et viiains ..."
(p. 348).
Gybbon-(Ylonypenny, tras analizar las objecciones
tíe HenSndez Pidal, afirma que las expresiones juglare&cas
incorporadas al mester de clerecla son "repetitive and
stereotyped."^
En opiniôn de Gybbon-iV.onypenny existen
suficientGS rsfercncias cn csta escucla poética que
parccen implicar "that the author hatí in mind an individual reatícr of the written text" (p. 235).
Las observaciones precetíGntcs no sc sncaminan a
probar quc cl Libro de buen amor fue concebitío cxclusivamcnte para ser leído en privado,
La obra de Juan Ruiz
178
pudo ser Isída intíivitíualmente o recitatía ante el público,
pero en ambos casos, por exigencias internas tíe la obra,
tíebe pensarse en un público culto, preponderantemente
clerical, religioso o IntimamcntG asociatío con la vitía
g
GclcsiSstica.
fflonastGrios tíc ducnas, tcrtuiias cÍGricaÍGs, rcunionGs capitularcs o del arciprestazgo, famiiias
y comitivas cpiscopaÍGs serîan cl tcrrGno mSs propicio
para cl libro tíci ArciprGstc. 10
Hay quG rccortíar, cn primer lugar, GI bajo nivGÍ tíe
formaci6n rsligiosa entre las masas tíe ia Edad lYledia.
No
se trata solamente de) tíesconocimianto tíei latîn frente a
la pujanza de las lenguas vernSculas, sino de la crasa
ignorancia rcspGcio a las VGrdades de la fe y de la ética
cristianas.
Entre las abundantes y acertadas observa-
ciones tíe Coulton al estudiar la religiôn mGdicval, vale
la pena recalcar estos dos ascrtos rGfercntGS a ia gran
mayorla de los cristianos metíievales:
The flock tended more and more to leave
religion in the hands of the professionals,
and to restrict its own share to the narroijuest
and most mechanicai routine. Ths layfoik
understood even less of the ^ass.... They
often faiied to follouj the service even in its
vaguest outlines."
ín una obra religiosa popular medieval deberîan abundar
las vidas de santos y milagros—ai estilo de Berceo—
indulgencÍEis, reliquias, e t c ;
elementos que brillan
12
por su a u 3 2 n c i 3 e n ' l a
o b r a de Juan R u i z .
179
Putíiera cbjetarse, con raz6n, que los clSrigos en
general no gozaban tíe mucha mejor preparaci6n intelectual.
Wi contenci6n tíe un públicc primariamente eclesiSsticc para
el Libro de bucn amor, SG basa en dos pilares centralesi
la plStora tíe elementos directamGnte rslacionados con la
iglcsia y las exigancias inhercntGS al gSnero parôdico,
Respccto a la primera, n6tese que la mayorla de
elementos eclesiSsticos que hacGn acto de prcscncia en el
Libro tíc buGn amor no posccn profuntías raîccs tcoiôgicas;
son mSs biGn rGflcjos tíc la vitía ortíinaria dc un clSrigo
metíÍGval,
La parotíia y ci humor brotan tícl diario que-
haccr pastoral tíc los clérigos, no tíe abstractas cucstionGs
tGol6gicas,
Cuantío Sstas últimas aparccen, quetían bastante
malparatías como cn la tíigrGsi6n sobrc la confGsi6n--sStira
tíc la casulstica cscolSstica—y cn el prôlogo en prosa,
probabÍG rGmcdo de las complicadas normas rct^ricas,
El
Libro dG bucn amor trata de simples curas, en busca tíe
satisfacciôn sexual, atormentados por la naturaleza, por
las mujeres que quieren conquistar y por el arzobispo o
leyes del celibato;
curas astutos—FcrrSn Garcîa—y
tíonjuancscos—Fray ÍYlorcno—generosos con sus mujeres
—abatí de San Pablo—humanos cicn por cien.
Sobre Sstos
germina la parodia, en torno a su vida tíe celebraciones
litúigicas, bautismos, funeraies, rezo tíe las horas,
confesiones, preparaci6n tíe sermones y exposiciones acerca
tíe pecatíos y virtudes;
asl como sus relaciones con las
180
6rtíGnes religiosas tíe ambos sexos y con la jerarqula
eclesiSstica,
El Libro tíe buen amor estS revestitío tíe
sotana y bonete;
sc abrc con una oraci6n y un S6rm6n y
se cierra con una reuniôn saccrtíotai tíG los clSrigos de
TalavGra.
Entrc ambos cxtrGmos sc dGsarrollan las aven-
turas tíe un Arcipreste, salpicatías con fSbulas y cjcmplos
de monjes y crmitafíos, tíc monjas y ducrias cncGrradas,
El
Arciprcste es ayudado en sus menesteres amorosos por una
alcahueta, adecuadaments llamada Trotaconventos, la cual
estuvo por algún tiempo asociatía con las monjas,
En cuanto al segundo punto, o cxigcncias tíc la
parotíia misma, SG ha intíicado rcpetitías V G C G S en este
estutíio
a necGsitíatí tíc un público eclcsiSstico para con-
valitíar la parotíia,
DGyermontí lo expone cnn claritíad
meritíiana:
The essential requirement is, of course,
that the thing parodied shouid be familiar
to the audience to uuhom the parody is
adtíressed, for without this familisrity,
the audÍGnce cannot grasp the comparison
uihich is at the base of all parody
("Some Aspects," p. 55).
Apiicando este simple principio, Deyermond califica como
parodia litúrgica varios pasajes del libro ("Some Aspects,"
p. 75).
tros crlticos han destacatío que tíeterminados
Gpisodios Gstaban dirigidos cspGcialmente a los clSrigos
Sin alardear tíc componer una lista Gxhaustiva tíc
elcmGntos y parotíias cclcsiSsticas, mc propongo agrupar.
13
181
siguientío el ortíen cn que aparccen en el Libro de buen
Jimor, aquellos pasajcs quc consitísrotíirigitíossxclusiva
0 primordialmente a un público clerical;
es tíecir,
aquGllos pasaJGs que requcrirlan una familiaridari con la
vida rGligiosa o clcrical para potíGr captar los polos
comparativos de la parodia,
Tomo ccmo basG las siGte
divisioncs mayorcs cn quG Corominas subdividG G1 Libro dG
buen amor.
En la secci6n preliminar (1-180), Castro Guisasola
fuG cl primGro en poncr tíc relicvG la concxiôn dc la
oraci6n inicial con al "Ordo commentíationis animae,"
M S S recÍGntGmGnte Ullman ha rGcaicado los lazos que la
unen a Ssta, asl comn a la estructura dsl pr61ogo en
gcneral ("Juan Ruiz's Prologue," pp, 155-56),
Acerca tíel
pr61ogo Gn prosa, la tíisputa sntrc G Í grÍGgo y cl romano
y la copla cazurra, mc parecG innGcesario anadir nada a
lo GxpuGsto cn los capltulos tcrcGro y cuarto.
La dis-
cusi6n sobre astro ogla tícbGrla tambiên incluirsc cn ests
apartatío, no s61o por los conocimÍGntos fiiosôficos y
teol6gicos que presuponc, sino tambiSn por su posible
asociaciôn con G Í tcma candcntG dei cclibato,
Por la
fuGrza tíe la naturalsza—los astros forman parte de ella-el cGÍibato serla 5mpracticabie.
Otros muchos Glcmentos
mSs sGCundarios podrlan citarse aqul, dsbitío a su tono
eclGsiSstico, si biGn no puctíe afirmarsG catcgôricamente
que Gstín dirigidos exclusivamente a los ciírigosî
tales
182
como l o s Gozos de Santa i^arla ( 2 0 - 4 3 ) , l a s vanidatíes
muntíanas (105) y l a tíuena encerrada
La seguntía
tíivisi6n
tíel
(166-180),
L i b r o de buen amor, según
Corominas, abarca l a p e l e a con Don Amor y l a respuGsta de
Sste ( 1 8 1 - 5 7 5 ) ,
Cinco c p i s o r i i o s p r i n c i p a l s s tícbGn m c n c i o -
narsG como G c l e s i S s t i c c s i
l)
la
basatía en l o s pecatíos c a p i t a l e s ;
tíiatriba
c o n t r a e l Amor
2) e l pasaje tíe Don
X i m i o , por l o s c o n c c i m i e n t o s canônicos que presupone y por
su p o s i b l e r e l a c i 6 n con e l c e l i b a t o y l o s c l S r i g o s tíe
T a l a v e r a , como he intíicatío mSs a r r i b a , p. 99;
3)
las
horas canônicas por razones obvias ya c o n s i d e r a t í a s ;
tíiscurso
4)
el
sobre l a s propietíades d e l d i n e r o t a n t o s i SG 1G
concGtícn rcpGrcusionGs g o i i S r d i c a s como s i no;
5) G 1 apô-
logo d e l e r m i t a f í o b o r r a c h o , sôlidamentG t r a d i c i o n a l . '
Estc ú l t i m o t u v o qus gozar dG gran p o p u l a r i d a d e n t r e
los
oyentes amancebados o c é l i b e s , no t a n t o por e i abuso d e l
v i n o como por l a e x c i t a c i ô n s e x u a i d e i monje,
ridîculamcnte
provocada por l a v i s i ô n de l a côpula e n t r e e l g a l l o y l a s
g a l l i n a s , a c c i ô n que se consuma en un par de segundos.
estos c i n c o p r i n c i p a l e s tíeben aPíadirse l a s
citas bíblicas al explicar
A
frecuentes
l o s pecados c a p i t a l e s ,
la
p r e s e n t a c i ô n de i a a l c a h u e t a (438-441) y l a menciôn del
e n i g m S t i c o Fray (Vloreno ( 5 6 5 ) , todos e l l o s de ambiontaciôn
eclesiSstica.
La t e r c G r a d i v i s i ô n en l a c t í i c i í n tíe Corominas
ocupa e l e p i s
tíio
dc Don riciôn y Dofía E n d r i n a
la
(576-944).
183
No puGtíc tíGCirsG quG sea "per SG" de sabor Gclesiástico.
Sin embargo abuntían las exprGsioncs clericalcs y junto
con las avcnturas tícl lobo-monJG (765-781), la mGnci6n tíel
abatí tíG San Pablo (875) y las amoncstacioncs a las tíucnas
(692-909), ie revistGn tíc atractivos sspeciales para un
público eclesiSstico.
Otro tanto pudiera decirse de la cuarta divisi6n que
incluye todos los sucesos en torno a las Serranas (9451066).
en
GI
AdemSs de ciertos eiementos apocalîpticos presentes
episotíio, y sin necesitíatí de recurrir a los
CÍCIÍJS
litúrgicos de LGcoy o a los Gxtrcmos alegôricos dc Hart,
Gs indudablG que resta mucho por aclarar acerca ds estas
16
montafiesas,
Dado ei carScter extremadamente locai de
las aventuras y el alejamiento histôricQ, es tarea imposible descifrar el impacto de esas rutas y esos nombres en
el clero medieval de esa comarca.
Importa recaicar que el
episodio no estS exento de implicaciones eclesiSsticas. 17
A partir de las Serranas, los elementos eclesiSsticos
se multiplican en cantidatí e intensitíad.
La quinta parte
abarca todo lo concerniente a Don Carnal, Doha Cuaresma y
Don Amor (1067-1314),
Incluye el desarrollo del desafío
y pelea entre Don Carnai y Dofia Cuaresma, la digresiôn
sobre la confesiôn—totalmente ininteligibie e inapropiada
para un laico—la psnitencia impuesta por el fraile a Don
Carnal, las costumbres cuaresmales y el recibimiento
triunfal de los eclesiSsticos a Don Amor.
Todo ello
184
saturatío tíe elemontos anclatíos en el cotitíiano vivir de
personas estrBcharaBnts vinculatías a la iglssia.
Se dssarrolla a continuaci6n la prolongada lití
amorosa sntrs el Arciprests y la monja Garoza (1315-1507).
La crltica ruiziana parscs obsBsionatía por resolvsr el
dileraa si la raonja cetíiô o no al final.
Consitíero esta
cu8sti6n un tanto secuntíaria ants la tortura interna tíe
Dona Garoza, nacitía tíe vanos conatos por reconciliar los
instintos naturales ccn la fitíelitíatí a sus votos.
Juan
Ruiz pinta *isl no s61o la aventura amorosa entrs una
monja y un Arciproste, sino la agonla tíe otros muchos
eclesiSsticos y religiosas que él mismo putío encontrar
18
en contactos pastorales,
Por último las piezas finales (1508-1709), que
incluyen el Planto por la muerts tíe Trotaconventos, las
armas tíel cristiano, los Gozos tíe la Virgen, Loores a
Santa rOarla y, como broche tíe oro, la cantiga tíe los
clérigos tís Talavera,
Respecto al planto, Uialker (p,242)
destaca varios slementos catequSticos y propone una relaci6n tíirecta con la tíoctrina tíel pecatío original basatía
en Gênesis, II, 17.
Otros han mencionatío el clSsico tema
riel "ubi sunt", la relaci6n entre el planto y la encarnaci6n tíe Jesús y, por último, sus implicaciones teol6gicas.^^
Las armas tíel cristiano y la cantiga tíe los
cl<5rigos de Talavera han sitío ya exploratías en esta
estutíio y las conclusionss parBcen obvias.
185
IntíiquS al iniciar este capltulo que la lista prasente
no pretentíe ser exhaustiva.
Otros pasajes putíieran citarsa
con itíSnticas caracterIsticas eclesiSsticas.
Creo suficien-
temente probatío que a lo largo tíe totío el Libro tíe buen
amor Gxistcn gran cantitíatí tíc GlGmcntos, tíirectaments
asociatíos con la vitía y tíoctrina tíe la iglesia, elementos
que requiercn ser analizados en su contexto eclesiSstico
para poder comprGnder y aprcciar en sus múltiples facetas
el rico arte de Juan Ruiz.
CONCLUSIONES
Juan Ruiz demuestra estar familiarizado con la
potestad y funciones de la mSs alta jGrarquIa rie la
iglesia medÍGval.
El Papa aparGCG en el Libro de buen
a"^or escasas veces, pero siempre revestido adecuadamentG
tíG autoritíatí sobcrana y, salvo una crltica amortiguada dc
la avaricia dGl papado y G X C G S O de tíecretales, libre tíe
implicacionGs ncgativas.
El resto tíc la alta jcrarquîa
GcÍGsiSstica, cartíenales, arzobispos y obispos, emerge
esporStíicamente en los cpisotíios ds abusos del tíinero,
tíigrGsi6n sobre la confesiôn y la cantiga de los clêrigos
tíe TalavGra.
3u papcl GS SGcuntíario e impersonal, desti-
nado a completar la ambÍGntaci6n dcl cuadro.
Quctía aclarada la subdivisiôn dc los clêrigcs GntrG
los sacGrdotcs SGCuiarGs o diocesanos y los reguiares o
miembros tíe ôrdenes y comunidades religiosas masculinas,
incluyentío bajo esta úitima categorîa las múltipies referencias a los abades.
La detallada y frecuente menciôn
detíignitíadesy otros simples miembros del clero regular,
en situaciones embarazosas y negativas contrasta con las
mal disimuladas generalizaciones y atenuaciones ai
referirse al clero secular;
hecho que delata cierto
favoritismo de Juan Ruiz hacia el clero diocesano o, más
186
187
probablemGntG, una accntuatía inquina hacia los micmbros
tíe las 6rtíenes monSsticas,
Hechas las oportunas salvedatíes, el vocablo "duefía"
se refierc con frecucncia en el Libro de buen amor a
miembros de 6rdenes religiosas femeninas, monjas de
familias escogidas y cultura rcfinatía, tíato quc ampiifica
consitíGrablementG G I papel de las monjas en el Libro de
buen amor, no s61o en lo que atafie a las parodias de estos
personajes eclesiSsticos, sino tambiSn a la posibiiidad de
incluirlos como público capacitado para escuchar y tíisfrutar
los versos del Arcipreste,
En todo caso es indudable que
el papel de las monjas en ei cngranajG artîstico del
Arciprests merGCG un Gscrutinio mSs dctGnido quG GÍ rccibido hasta G 1 prGsente,
En relaciôn a los santos, Juan Ruiz se limit6 a los
conmGmorados cn su patria chica.
Todos ios santos nom-
brados cn G 1 Libro de buen amor eran venerados en la
architíiôcesis de Toiedo—algunos exclusivamente--io que
delata espGCÍales cuidados artîsticos por parte de Juan
Ruiz con el fin de encarnar su obra en la realidad
toledana, denotando al mismo tiempo su famiiiaridad con
Gi martirologio,
Las fcchas y fGstividades rGÍigiosas
GstSn supeditadas al tcma que Juan Ruiz quiere dGsarrollar.
En otras palabras, haccn acto tíe presencia por necesidad
188
tíe efecto artlstico, no religioso,
Dato tíe suma impor-
tancia, ya que si putíiera probarse su extGnsi6n a los
tísmSs GlGmcntos GclesiSsticos echarla por tierra la hoy
tíebatida teorla del tíidacticismo en el Libro de buen amor.
Los elementos blblicos son secundarios a los elementos
eclesiSsticos;
aquSllos aparecen siempre dentro tíel marco
tíG algún episotíio mSs extenso de genuino sabor eclesiSstico.
La Biblia se limita asî a dar un barniz de
verosimilitud y serietíad ai mismo tiempo que revela los
conocimientos del autor.
También aquî, la Biblia se
conviertG en un medio para el arte tíG Juan Ruiz, nunca en
un fin serio.
Al cotejar los elcmGntos teol6gico-catequéticos
tíiseminatíos por el Libro de buen amor con los catecismos
del siglo XIV, llama la atenciôn la gran abundancia de
datos en la obra dc Juan Ruiz y G1 estrecho paralelismo
entre ambos.
La falta de organizacion sistemâtica, sin
embargo, junto con la libertad de tomar y dejar datos
tratíicionales sígúr. convenga al autor es senal de que
Juan Ruiz nc ss propuso componer un tratado didSctico,
sino mSs bien una obra artîstica con especial atractivo
para un público determinado,
tro tanto puede afirmarse
de las cGÍsbracione-s litijrgicas parcdiadas Gn el Libro dc
bucn amor y de las exprcsiones tîpicamente eclesiSsticas
189
que Juan Ruiz usa asiduamentG y quG conducGn inexorabiemente a una sonrisa burlona o a solemne carcajada,
Las citas tíe juristas y coleccioncs tíe cSnones
sugisren algunas conclusiones respecto a la cultura tíe
Juan Ruiz y al lugar dontíe cursô sus estudios.
La
exactitud y abundancia de tíatos canônicos hace pensar
en la familiaritíad del autor con las fuentcs quc cita
como "autoridatíss",
De otro latío no puetíe achacarse a
simple casualitíatí el hecho que todos los autores citados
estuvieron asociatíos con la escuela tíe Bolonia y, mSs
sorprcntíGntGmGntG, a fincs tícl siglo XIII y principios del
XIV, pcrlotío quG abarcarîa la etíatí formativa tíc Juan Ruiz.
El episodio tíe la tíisputa entre el griego y G1
romano contiene en germGn algunas dc las caractGrîsticas
vitaÍGS dcl artG de Juan Ruiz, como la ambiguedad, la
parodia múltipÍG y la inclusiôn de elementos directa o
indirectamGntG rclacionados con la vida y actividatíes de
los eclesiSsticos medÍGvales.
Estas características se
acentúan y condensan en la parodia litúrgica de la
adoraciôn tíe la Cruz el Viernes Santo referida al fracaso
amoroso con la Cruz panadera,
Esta parodia, irreverente
a primera vista para un p blico ordinario, se convertiría
en pura hilaritíatí entre los ecÍGsiSsticos,
190
Una simpls ojcatía a varios ap61ogos pone tíe reliave
el interSs de Juan Ruiz por comparar, contrastar y asociar
ciertos elementos de la vida cclGsiSstica con situacionss
inesperatías, con el fin tíe provocar la risa en un público
capaz tíG aprcciar Gsas sutilczas c intíircctas,
Juan Ruiz
tía sGfíalGs tíe bromGar frGcuGntementG al tratar tíel clero
regular y ôrdenes rcligiosas masculinas, mctíiantG alusioncs malêvolas a su avaricia y lujuria—opuGstas a los
votos--y con parotíias tíe sus costumbres monacaies, modo
tíe vestir y actos litúrgicos comunitarios.
Algunos tíe
Gstos elementos existîan ya en la tratíiciôn, pero la
mayorla llevan cl S G I I O inconfuntíibic dc Juan Ruiz.
La parodia de las horas can6nicas ha sido considerada
tradicionalmGntc como partc Gxplicativa tíci pecado de la
hipocresîa,
El examan detenido de las estrofas pertinentes
confirma, sin embargo, que Juan Ruiz se refiere aquî al
pecatío de la acitíia, muy a tono con G1 conccpto tcolôgico
tíG Gstc pecado y con los efectos descritos en la parodia.
Los elGmcntos eclesiSsticos son abundantes y obvios;
tanto los personajes como el tema y el lenguaje están
perfectamente anclados en la tradiciôn GCÍGSiSstica
mGtíÍGval,
La pGÍca GntrG Don Carnal y Doha Cuarcsma constituyc
un racimo de parodias y elementos GclesiSsticos procedentes
191
tíe las costumbres y prScticas cristianas metíiGvalcs en
torno a la cuaresma, asl como tíe textos blblicos y
posiblemente tambiSn tíe las ritualitíatíes en torno a las
Visitas Can6nicas tíe parroquias, monasterios y conventos
metíievales.
Las posibilidatíes son múltiples, pero no se
excluyen mutuamente sino que se complemGntan y cnriquccGn
G1 artG tíG Juan Ruiz.
En la Cantiga de los clêrigos tíc Talavcra, aunque
hay reflcjatíos algunos datos de la tratíiciôn litcraria,
cobran prioridad los clGmGntos histôricos.
La paradoja
brota de una situaci6n rcai producitía por la discrGpancia
Gntrc las lcyGS univcrsaiss tíGÍ cclibato y su aplicaciôn
diocesana, sujeta a toda clase tíe excepciones y privilcgios.
Juan Ruiz la ccntra cn la corrompida Taiavcra, en
torno a su cabildo y a su arzobispo.
Todo el andamiaje es
hist6rico, pero la pluma de Juan Ruiz lo eleva a la categorîa de arte consumatío,
El efecto es c6mico, pGro no
puctíG tíescartarsG ia prcsGntaciôn vclada del drama en
torno al celibato, ya que las ieyes del arzobispo van en
contra de lo que permiti6 el mismo Dios.
Dejando a un lado GI hccho tíc estar escrito en forma
tíe serm6n culto, la tíifcrencia más patente entrc G1
pr61ogo dol Libro dG buen amor y los prôiogos dc los tratados didSctico-morales mediGvalGS radica en la ciaritíad
192
tíG éstos frente a la ambiguetíatí tíe Juan Ruiz.
Esta
oscuritíad se debe tanto a la intenci6n tíel autor como a
la naturaleza tíel sGrm6n culto.
DGbitío a estas caractc-
rîsticas, s61o lcs clSrigos potírlan aprovGcharsc tíc csta
introducciôn y dcscifrar sus aplicacioncs y alusioncs,
Estc tíato atíquicrG gran importancia por G1 papci GstratSgico qua el prôlogo juaga cn la arquitGctura tíc cualquier
obra litcraria.
El catccismo atribuitío a Don Gil de Albornoz, mSs
los otros tíos de Don GutÍGrre de TolGdo y Juan de Arag6n
poncn tíc manifÍGsto los conocimicntos catcquGticos de los
saccrdotGs castGÍlanos tícl siglo XIV,
Asimismo rGvelan
el hecho que los sacertíotes tíeblan aprender esos catGcismos
dc mcmoria para prctíicar a los ficles sobre las vertíadGs
bSsicas dG la fc cristiana varias veces durante ei aho,
El catecismo tíc Don GutÍGrrc pruGba quc, cn vcrdad, ios
saccrdotGs lo mGmorizaban, lo cual incrcmGnta considerabÍGmGnte la probabilidad quG GI mismo Juan Ruiz lo aprendiera
de memoria si fuc en rcalidad sacGrdote toÍGdano,
El autor dsl Libro tíG buen amor da muestras de
conocer a fontío ei catGCÍsmo atribuido a Don Gil y ia
tcologla cn general.
Sus divergGncias son intcncionatías,
gcnGralmente con fines humorIsticos.
TambiSn demuGstra
Qstar muy familiarizado con la jsrarquîa, las funcionGs
193
eclesiSsticas y la atíministraci6n pastoral tíe la tíi6cesis
toletíana, por lo cual tíebe concluirse que Juan Ruiz fue
un sacertíote tíe la architíi6cesis tíe Toletío,
Dos conclusiones principales setíetíucentíeltíetallatío
examen tíe los textos sobre los pecatíos capitales y armas
tíel cristiano,
En primer lugar, los episotíios sobre ios
pecatíos capitales que aparecen en tíifGrcntGS lugarcs dGÍ
libro SG hallan íntimamGnte relacionados, evidenciando
asl la claridatí de conocimientos y continuidad artîstica
en Juan Ruiz.
En segundo lugar, la exactitud teolôgica
se supedita siempre a la funciôn artîstica de los pecados
cn tíetcrminados episodios, pcro, una vez desviado de la
tradiciôn, Juan Ruiz manticne idêntico punto de vista en
los restantes pasajes sobre el mismo tcma,
[^;enos
importante es ei hecho que Juan Ruiz no intentô basar su
arte en combinaciones sGptcnarias, como algunos han
afirmado, sino que us6 completa libertad artística en
combinaciones binarias, ternarias o septenarias, por citar
s61o las más frecuentes.
El concepto tíe la naturaieza opuesto por Juan Ruiz a
las leyes tíel celibato se introtíuce como un conato por
conciliar los repGtitíos asertos scrios de Juan Ruiz con
G1 tono jovial de totío GI Libro de buen amor.
DG SGT cÍGrta
Gsta tcorla, la obra habría nacitío del conflicto cntre las
194
arcaicas leyes del cslibato eclesiSstico y el concepto
natural tíel hombre profesatío por Juan Ruiz,
Al examinar
bajo esta luz cicrtos pasajes tíel Libro dc buen amor
hasta hoy oscuros, adquÍGren nuGvas tíimGnsioncs y posibilitíatíGs y parGcen apoyar esta hip6tesis un tanto
visionaria.
Esta teorla ticnG cn cuGnta la situaciôn
histôrico-GcÍGsiSstica mctíÍGvai y ahadc cohGsividatí a las
tíos VGrsioncs del Libro de buen amor.
El Libro de buen amor representa simplemente la
exposiciôn artlstica de la filosofía de Juan Ruiz en torno
a la naturaleza del hombre y las leyes dei cciibato G C Í G siSstico,
ComÍGnza con la cxposiciôn dGÍ concGpto dc la
naturalGza y dGscribG la pGnosa condici6n dGÍ cSlibc sn
la lucha constante, y aparentemente inútil, contra la
fuerza instintiva de Don Amor.
Los eJGmplos sirven para
ilustrar la condici6n dcl ArciprcstG como rcpresentativa
tíe la totalidad de clêrigos y monjas,
Juan Ruiz propone
una respuGsta armonizadora GntrG la doctrina cristiana y
la naturaÍGza humana cn G1 cpisodio ds ias armas dGÍ
cristiano, pero la historia continúa y se repite como
prueba la Canliqa de los clêrigos de Talavera.
La
insistencia dc la jerarqula sobre el celibato esciarece
la personaiidad atnrmentada y ambigua del Arcipreste a
lo largo tíe toda la obra.
195
El anSlisis de los episodios con mayor concentraciôn
de elementos catequStico-morales revela quG G1 fin primordial de Juan Ruiz no cs enschar sino cntrGtGncr,
Existc la posibilidatí quc GI autor SG propusicra comcntar
y criticar tcmas serios, como G I celibato, por cjer.-plo,
pGro GÍ libro no tíGbc consitícrarsG didSctico en el
scntido tratíicional tíc cste gênGro, a pGsar dc las distintas filosoflas rGfÍGJadas cn el libro.
E
tonc de la
obra puetíe resumirse en una risa amargada.
La gran abundancia de diversos eiementos eclesiSsticos, el uso artîstico que Juan Ruiz hace tíe êstos, las
exigcncias internas de la parodia que exige familiaridad
con ambos polos para ser efectiva y las circunstancias
hist6ricas de la sociedad e iglcsia mGdÍGvales cnnfirman
la conclusiôn de que G1 Libro de buen amor estS dirigido
primordialmente a un público culto, clerical y religioso,
Intimamente asociado y familiarizatío con la vida pastoral
de un clSrigo metíÍGVdl.
NOTAS
Introtíucci6n
R o b e r t R i c a r d , "Les pSchês c a p i t a u x
tíans
le
L i b r o tíe buen amor," Les L e t t r e s Romanes, 20 ( 1 9 6 6 ) ,
5-37.
2
M a r g h e r i t a ÍYlorreaÍB, I n t e r v e n c i 6 n en l a
tíel
clausura
I Congreso î n t e r n a c i o n a l sobre e l A r c i p r e s t e ,
E l A r c i p r e s t e tíe H i t a t
el libro,
e l autor,
la
l a época» etí. (tlanuel Criatío tíe V a l ( B a r c e l o n a t
1 9 7 3 ) , p.
en
tierra,
Seresa,
509.
Capltulo
orimero
Juan R u i z , L i b r o tíe buen amor, 6 t í i c i 6 n c r l t i c a tíe
Joan Corominas (îflatíridt
tíel
Gretíos,
1973).
t e x t o e i t S n tomatías tíe e s t a e t í i c i 6 n .
p a r S n t a s i s ss r e f i c r e
crlticus
a l a estrofa y los
Totías mis c i t a s
E l número e n t r s
comentarios
a l a s mismas se i n t í i c a r S n pcr e l número tíe l a
pSgina en que se h a l l e n .
P a r a una mejor comprensi6n tíe e s t a
eclesiSstica,
tratíici6n
a s l como tís l o s cSnonss sn que sa
196
halla
197
condensada puede c o n s u l t a r s e
la tesis
d o c t o r a l d e l Pbro.
José S e r v e l i 6 n C o r r e a , La p o t e s t a t í l e q i s l a t i v a
Iqlesia cat61ica
de A m e r i c a ,
(lÅlashington, D.C.t
1 9 2 5 ) , pp. 6 8 - 7 7 .
Universitíatí
1960),
III,
la
Cat61ica
VSase tarabiSn John A. Abbo
and Jerome D. Hannan, The Sacretí Canons ( S t ,
Hertíer Book C o . ,
tíe
Louist
B,
110-19.
3
J u l i o Cejador
de H i t a
(Matíridt
y F r a u c a , e t í . , Juan R u i z
Espasa-Calpe,
1951),
II,
Arcipreste
102.
4
JosB (Tlarta Aguatío, G l o s a r i o sobre Juan Ruiz^
castellano
p, 3 7 0 ,
tíel
s i q l o XIV
(ftladritít
Para un e s t u d i o
tíetallado
Espasa-Calpe,
poeta
1929),
del origen, evoluci6n y
e x t e n s i 6 n de l o s pecatíos r e s B r v a t í o s , cons l t e s e Henry
Charles Lea, A H i s t o r y
of A u r i c u l a r Confession antí
Intíulqences i n t h e L a t i n Church (Nem Yorkt
Press, 1968),
5
VSase en p a r t i c u l a r ,
raSs
tísstacados,
"Apuntes para un corasntario l i t e r a l
a su o r i g i n a l i t í a t í ,
a(3n cuando
aqul l a alusi6n
\
Joan CoroMÍnas ( p . 4 4 0 /
L i b r o tís buen amor.," I R i E , 43 ( 1 9 6 3 ) ,
merecB c i t a r s s
312-46.
/
Entre los
y l^, W o r r e a l e ,
I,
Greenwootí
riiscrepo
tíirecta
249-71.
tíe
la
tíel
Atentíientío
conclusi6n,
a l a r z o b i s p o Don
G i l ds Albornoz que (fl, C r i a t í o de V a l c r e e ver sn e s t a
estrofa,
expresada cn su l i b r o , H i s t o r i a tíe H i t a y su
Arcipresto
(fíîatíridi
Nacional,
1 9 7 6 ) , pp.
102-03.
^ Ricartío G a r c I a « V i l l o s l a d a y Bernartíino L l o r c a ,
198
Historia de la Iqlesia Catôlica. II (nadridi
Editorial
Catôlica, S.A., 1976), 628.
7
Para l a estrecha v l n c u l a c i 6 n e n t r e e l
arzobispo
Don G i l y e l L l b r o de buen araor^ vêase B 1 l i b r o
c i t a d o tíe C r i a d o tís V a l , H l s t o r i a tíe H i t a , pp.
ya
83-123.
o
Otros
raenesteres
tíe
los arciprestes
medievales,
i n c l u y e n d o l a l e g i s l a c i 6 n a l f o n s i n a tíe l a s P a r t i t í a s ,
han sitío cor entatíos por Fernantío tíe T o r o - G a r l a n t í ,
Arcipreste,
protagonista l i t e r a r i o
E l caso
'Wal A r c i p r s s t s '
tíel
E l A r c i p r e s t e tíe H i t a ,
tíel
"El
medievo e s p a f í o l .
d e l FernSn G o n z S l e z , " en
e d . C r i a d o tíe V a l , pp.
327-36.
En e s t a misma obra se h a l l a o t r o e s t u d i o sobre e l mismo
t e n a , Eduiin J . Ulebber, "La f i g u r a aut6noraa d s l
pp.
Arcipreste,"
337-42.
g
Morreale
l l e g a a esta conclusi6n tras
la interpretaciôn
de Henry B. Rlchartíson en su Etymo-
loqlcal Vocabulary,
"ortíered, c r t í e r l y ,
tíescartar
segijn e l c u a l "ortíenatío"
«iQll-dressetí,"
significarla
V é a s e , " A p u n t e s , " p,
^^ C l e r i z Ô n o c l a r i z o n t e poselan o t r a s
286.
connotaciones
d e s p e c t i v a s ausentøs sn e l L i b r o tíe buen amor, t a l e s como
c l é r i g o mal v e s t i r i o ,
de roalos motíales e i n c l u s o c l S r i g o de
costurabres r e l a j a t í a s , según a c l a r a l a E n c i c l o p e t í i a
I l u s t r a d a ELTOpea-Americana
(matíritít
Espasa-Calpe,
mmimÊt^^m^^m^mmmø^m^^m^m^^mm'mmmm'^mmmmmmÊmmtmmmm^Ê^mmmmmÊ^m^^m^^^mmm/m^^mmm
1933), X I I I ,
849.
C i t a d a en a d e l a n t e ,
Enciclopedia
Univarsal
S.A.,
199
Universal,
Joan C o r o m i n a s , D i c c i o n a r i o c r l t i c o
de l a lenqua c a s t e l l a n a
(Watíritíi
Gretíos,
etimol6qlco
1954), I ,
2,
12
Aguado (p, 186), afirma sin aportar pruebas
s61idas que lo contrario es cierto.
Es decir, que Juan
Ruiz satiriza más acerbamBnte a los curas seculares,
13
F á l i x L e c o y , Rechsrches sur l e
(Parist
Oroz,
' L i b r o tíe buen araor*
1 9 3 8 ) , pp, 2 3 7 - 4 3 y 2 6 1 - 7 0 ,
14
Carmolo G a r i a n o , E l muntío p o S t i c o tíe Juan R u i z
^^^mmmm^mÊtmmtmm^^m^mtmm^mm^mmmmmm^m^^^tmmmm^mt^mmÊmmÊ^mÊmrm^^mmmtmÊ^mmmmmmmm
(Wadritíi
Gredos,
1 9 6 8 ) , pp,
80-86.
15
Jorge Guzmân, Una constantB
L i b r o tíe buen amor ((yilxicoi
pp.
tíitíSctico-raoral
lowa U n i v e r s i t y P r e s s ,
tíel
1963),
41-92.
^^ Diccionario, II, 202-03.
Esta opini6n es itíSn-
tica a la expresatía en su etíici6n crltica tíel Libro tíe
buen amor al comentar el verso 166tí (p. 112); sin
embargo en la misma etíici6n, en una nota escueta a
I396b dicet
"Duehas ss emplBaba espBCialmente para
monjas" (p. 524).
17
D i c c i o n a r i o tíe l a lenqua e s p a h o l a , R e a l Acp.tíemia
Espaholo,
1 9 4 3 ) , p.
tíecimosêptima
482.
e t í i c i 6 n (l^atíritít
Espasa-Calpe,
200
18
E s t o s l i b r o s f u e r o n muy p o p u l a r e s e n t r e
s o g l a r e s tíe l a Edad M e d i a .
p e d i a (Neuj York and S t .
los
Vôase, Neui C a t h o l i c Enyclo-^
Louisi
fricGraw-Hill,
1967),
VIII,
854.
19
A partir
sobre todo d e l C o n c i l i o tíe Coyanzs.
Véase G i v a n n i M. W a n s i , Sacrorum C o n c i l i o r u m nova e t
'
mmmmmmummimtmmmmtmmtmÊmi^itmtit^mtmÊtmt^mmmmmÊåÊmmmmmmmmmmmmmmmmmmmti^mmmmmmmmmÊmtmm
amplissima collectio ..., XIX (Venezia, 1759), 788.
20
D í c c i o n a r i o de A u t o r i t í a t í e s , R e a l Acatíemia
Espanola ( l 7 2 6 f
rpt.
(riatíritíî
Gretíos,
1964), I I ,
347.
21
pflarla Brey îTlariho, e t í . , A r c i p r e s t e tíe H i t a i
/
'
de buen amor ((Vladritít
'
Castalia,
mm^mtmmmmmmm^mmmamtmmmmmmÊmmmmg^mm^^mmmf
1 9 7 2 ) , p.
Libro
mmimimmimacfmtÊ^mm^mmmmvm^mmmmmmm
60.
oo
L u i s B e l t r â n opina que U r r a c a , t r a s haber
satío con l a v i u t í a , no h a b r í a buscado una raonja s i
que i b a a ser muy
tíiflcil
" s a l i r tíe nuevo r a n a . "
(Valenciat
Castalia,
conquistarla;
fracasupierei
qus l e puetía
VSase, Razonss tíe buen amor
1 9 7 7 ) , p.
322.
^^ E s t a t r a d i c i ô n p e r s i s t e en t i e r r a s tíe Espaha como
Burgos y (Ylallorca.
del s a n t o ,
animalss
En s s t a i s l a B I tíla tíe l a
17 tíe e n e r o , SB acosturabra l l s v a r
tíomésticos
festivitíad
algunos
a l a s proxiraitíatíes tíe l a i g l e s i a o
casa p a r r o q u i a l p a r a que e l cura l o s
bentíiga.
^^ Para l a f a m n i a r i t í a t í tíe Juan R u i z con l o s
lugares
g e o g r S f i c o s , vSase C r i a t í j tíe V a l , T e o r l a tíe C a s t i l i a
la
201
Nueva (nadridi
Gredos, 1969), pp. 183-93.
25
Enrique Florez, Espana saqratía^ V (Wadridt
Imprenta de Pedro Wartln, 1781), 277-96.
26
Wadoz, D i c c i o n a r i o q a o g r S f i c o , V I , 2 7 9 .
Citatío
en E n c i c l o p e t í i a U n i v s r s a l , X X V I I I , p r i m e r a p a r t e ,
También p u t í i e r a r e f e r i r s e
consta h i s t 6 r i c a m e n t e
p o s e l a una p a r r o q u i a
Lecoy, p,
27
1031-32.
a l p r o p i o pusblo tíe H i t a ,
puos
que en tierapos tíe Juan R u i z H i t a
tíetíicatía
a "San J u l l S n " ,
VSase
332,
Puede v e r s e un
tíctallatío
en L u i s B e l t r â n , pp. 2 6 4 - 6 5 .
e s t u t í i o tíe "Sant fnsder"
Para Santa (tlarina y su
equivocatía i t í e n t i t í a t í con Santa n a r g a r i t a ds A n t i o q u l a ,
vSase Aguado, p.
28
453«
Véanse e s p e c i a l m e n t e L u i s B e l t r S n , pp.
262-63;
l í a r t l n de R i q u e r ,
"La cuaresma tíel A r c i p r e s t e tíe H i t a y
e l problema tíe l a
tíoble
retíacci6n
tíel
L i b r o tíe busn amor,"
en IvlelanqBS c f f e r t s a R i t a Le ieune ( L i a g e t
Duculot, S.A., 1959), I I , 511-21.
Etíition J .
Las bodas solemnes sstaban p r o h i b i d a s
tíestíe
el
domingo tíe septuagásima h a s t a B 1 domingo tísspués tís Pascua
llaraatío "Quasimodo."
VSase G a r c l a - V i l l c s l a t í a ,
II,
836.
202
C a p l t u l o sequntío
Dwayne E. Carpenter, " B i b l i c a l Elerasnts in tho
L l b r o tíe buen amor," t e s i s i n S t í i t a , ( U n i v e r s i t y of C a l i f o r n i a , BerkBlsy,
1976).
2
La refersncia a Dante (Paratíiso, XXIX, 103-20)
proviene tíe Harry Caplan, Of Eloquencei
Stutíies in
Ancient antí (^etíieval Rhetoric, etís. Anns King and Helen
North (Cornell University Press, 1970), p. 49.
Todo lo
referente a esta controversia pustíe corroborarse en
W. Davy, etí. Les serraons universitaires parisiens de
1230*«1231 (Paris, 1931), especialmente pp. 23-76.
Puetíe
consultarse tambiên Yngve Brilioth, A Brief History of
Preachinq, tr. Karl E. (tlattson, (Philatíslphiat
Fortress
Press, 1965), pp. 82-85.
Sin pretensionss do llevar a cabo un anSiisis
crltico ds las citas blblicas que aparecsn en el estutíio
de Carpenter, rae permito tíiscrepar tíe otra raSs tío sus
alusionesi
"At times, the meaning of ths Biblical source
is alteretí in ortíer to state what people ^o, which is
often contrary to uihat a Christian is supposetí to tío"
(p. 290). Uno tíe los tíos ejeraplos que atíuce es el
siguientet
"Engaha a quien te engaha 8 al que te fay,
faile" (I466c),
Carpentsr relaciona este vorso metíiante
ei principio tíe alteraci6n a la frase svangSlicat
"Omnia
203
ergo quaecumque vultis et faciant vobis hominBs, et vos
facite illis" (Wateo, viii, 12). El verso 1466c se
acerca mâs a otra expresiôn blblica, la conocitía Isy tíel
Taliôni
"Ojo por ojo y diente por diente" (mateo, v, 38),
aparecida con anterioritíatí en el Libro tíe buan amort
mimÊmÊtmm^mtmmmÊ^tmmmmtmmÊmi^mttmmtmmm^mÊmmmmmmimmmmmmm
"Esto me o f r e s c o provar so pena tíel t e l i ô n " (328tí).
Antonio C. F l o r i a n o , "Un c a t e c i s m o c a s t e l l a n o
tíei
s . XIV," R e v i s t a Espahola tíB Petíaqoqla, 3 ( 1 9 4 5 ) , 87-99;
Derek W, Lomax, "El c a t e c i s m o tíe Albornoz," en Stutíia
A l b o r n o t i a n a , XI.
El Cartíenal Aibornoz y e l C o l e g i o tíe
Espaha, etí. E v e l i o Vertíera y T u e l l s ( P u b l i c a c i o n e s
Real C o l e g i o tíe Espaha en B o l o n i a ,
tíel
1972), pp. 2 1 5 - 3 3 .
Los d e t a l l B S y l a problemStica de ambos catecismos se
estudiarân en e l c a p í t u l o c u a r t o a l
tíiscutir
e l papel
que e s t o s elementos c a t e q u S t i c o s juogan en e l Libro tíe
buen amor,
S i g o funtíamentalmente e l citatío s s t u t í i o tís
F l o r l a n o en l a e x p o s i c i 6 n tís l o s a r t l c u l o s tíe f e , motíernizando l a terrainologla y ahadiendo por mi parte l a s
c i t a s dontíe e s t o s a r t l c u l o s quetían r e f l e j a t í o s en e l
Libro de buen amor.
^ Sobre l a importancia tíe l a Trinitíatí en e l Lihro tíe
buen amor, vSase Luis B s l t r â n , pp. 172-73.
"^ R i t a Hamilton, "The D i g r e s s i o n on Confession in the
204
L i b r o tíe huen araor," en ' L i b r o tíe buen amor* S t u t í i e s ,
mmmÊÊmmmmimmmmÊummmmmmÊ^mimami^m^mmmm^mmtam^m^mmm
^
^mmmmit9mmimmMi^mmmmmimmmimmmÊmm,^mmmmi^å^mti^mnjmmmim^mmmmmmi^mm^m^^mm^m^
G. B. Gybbon-Wonypenny
(Lontíont
Taraesis,
ed,
^
1 9 7 0 ) , pp.
149-57.
o
F S l i x L e c o y , pp.
172-87;
R o b e r t R i c a r d , "Las armas
d e l c r i s t i a n o en e l L i b r o tíe buen araors" en E l
tíe H i t a ,
etí, C r i a t í o tía V a l , pp, 9 4 - 1 0 3 .
Arcipreste
Anteriormente
R i c a r t í p u b l i c ô o t r o e s t u d i o sobre e l mismo tema, "Les
péchSs c a p i t a u x
..,,"
c i t a d o ya sn l a
introducci6n,
g
Estos y otros muchos detalles acBrca de este
jubileo puetíen verse en Garcla-Villoslatía, III, 110-11,
Para estos y otros tíetalles acerca tíe la celebraci6n tíe los sacramentos sigo funtíamentalmente a GarclaVilloslatía, II, 835-36.
^^ Missale Romanura, etí. III Juxta Typicam Vaticanam,
^m^mmmmmi^mmm'^mmtínmmmmÊmm^mÊmmttmai^mm^m^m
*
(Benziger Brothers, Inc, U,S.A., 1942), p. 62.
Este misal
promulgatío bajo cl pontificatío tíel Papa Plo V (1573-1585),
naci6 a ralz de un tíecreto tritíentino que encom6nd6 al
Papa su elaboraciôn y publicaci6n,
Se trata, pues, tíe un
docuraBnto del s, XVÎ, pero hay que tener en cusnta qus
PIo V no rompiô con la tradiciôn al componer el raisal, sino
que se limitô a corregir, ortíenar y poner al tíla, por lo que
no Gs diflcil admitir que en la mayorla de los casos se
lirait6 a sancionar las costurabres ya oxistentBS,
^^ Seqún la tradici6n hubo un monjs en el monasterio
205
de Wonte Celio, súbdito de San Gregorio, que conservaba
sin licencia tres monedas de oro.
fes6 su pecatío.
Cercano a la muerte con-
San Gregorio mantí6 que le enterrasen fuera
de sagrado y ordenô que ofrecieran por Sl treinta dlas
consecutivos el sacrificio tís la raisa. Al fin tís sllas se
apareci6 el monje a otro tíe la misraa comunitíad, tíiciéndole
que por estos sufragios acababa de salir de las psnas del
Purgatorio (Enciclopetíia Universal. XXXV, 888-89).
13
Corominas opina que " o f i c i o s " s i g n i f i c a aqul "tísbsr e s , o b l i g a c i o n s s , " pero tíatío e l contexto enteramente r e l i gioso de l a e s t r o f a rae i n c l i n o por s l rszo tís los salraos
( p . 570).
14
Véase un Bjsmplo sn, Corpus Consuetutíinum (Tlonasticarura^ vol. Ilt The Customary of the Benetíictine Abbey of
Eynsham in Oxforshire, etí. Antonia Granstísn (Sisgburgi
Apud Franciscum Schmitt, 1963), 130.
Las fusntss quB ms han sido accesibles para esta
tarea son Garcla-Villoslatía, II, 821-32;
Servsli^n Corrsa,
pp, 107-17;
Enciclopetíia italiana tíe scienze, lettere etí
arti (1929|
rpt. Roraat
Istituto tíslla Enciclopstíia
Italiana, 1949), XII, 468-69;
XIII, 294;
XV, 238-39;
XVII, 225| XVIII, 253-54.
Wás dstallBS sobrs sstas univsrsitíatíBs asl como
amplia bibliografla puetíen hallarse en, NBUI Catholic
tncyclopetíia, III, 40-47.
206
Capltulc tercero
mmmmmimmmmmm^mim^mtmmmmmmm*mmmtmmm^'^m
Rulzt
tjx£s
mmm^mm
A s l l o hacB por ejemplo Litía ds W a l k i s l , e t í . ,
Juan
5elecci6n
crt-
tíel
" L i b r o tíe busn amor" v e s t u t í i o s
(Buenos A i r e s t
Eutíeba,
1 9 7 3 ) , p.
37.
Concretamente
a f i r m a que p r o v i e n e tíe P r o v , XXV. 20 y E c c l . XXX.
21-22.
2
Anthony N. Z a h a r e a s , The A r t of Juan R u i z
of H i t a
p.
((tlatíritít
Arcipresta
E s t u t í i o s tíe L i t e r a t u r a e s p a h o l a ,
1965),
70.
3
A . D . Deyerraontí, A L i t e r a r y H i s t o r y
Witítíle Aqes
(Londont
E r n e s t Benn L t d . ,
of Spaint
Tha
1 9 7 1 ) , pp,
50-63
y 96-97.
Otros aspectos, espscialraBntB las tentíencias y
caracterîsticas generales tíel humor en Juan Ruiz han sitío
suficientBraenta estudiarios por varios crlticos.
ejBmploi
Véase por
Otis Grssn, para quisn la parodia y lo burlescc
son la esencia del Libro tíe buen amor, Spain and the Uíastern
Tratíition, I ((tlatíisont
1963), 32-33;
The University of Wisconsin Press,
Zahareas, The Art^ pp. 28, 31 y 53-60.
Un
Bstutíiotíetallatíoacerca tíe las tíiferentes tScnicas humorlsticas que eraplea Juan Ruiz puetíe verse en la tíisertaciôn inStíita tíe (niriam L. Eltíritíge, "Types antí Techniques
of Humor in the Libro tíe buan amor of Juan Ruiz,
Arciproste of Hita," (University of Pittsburgh, 1967).
207
5
Kenneth R. Scholberg, S f i t i r a e i n v e c t i v a en l a Espaha
wedieval (madridt
Gredos, 1971), p,
9.
Puede verse bien resumida y c l a s i f i c a d a en Ruth
Cave Flottiers, V o l t a i r e ' s S t y l i s t i c T r a n s f o r n a t i o n of
R a b e l a i s i a n S a t i r i c a l Devices (Ulashington, O.C.i
U n i v e r s i t y of America P r e s s , 1 9 5 l ) ,
Catholic
También he consultado
para este e s t u d i o , John W. B u l l i t t , Jonathan Suiift and the
Anatomy of S a t i r e (Cambridget
Harvard U n i v e r s l t y Press,
1966), especialraente los t r e s priraeros c a p l t u l o s , pp.
1-122,
7
No es mi i n t e n c i 6 n r e d e f i n i r e i d e n t i f i c a r
y l a s á t i r a , aunque ésta abarque a a q u é l l a ,
l a parodia
Debido a las
peculiares c a r a c t e r l s t i c a s del e s t i l o de Juan Ruiz he creldo
conveniente y simplicador e l consitíerarlas
juntas.
Un resumen r e c i e n t e de las diversas controversias
y nuevas aportaciones puede verse en Sara Sturra, "The Greeks
and the Romanst
The A r c h p r i e s t ' s Warning t o h i s Reatíer,"
RowN, 10 ( 1 9 6 8 - 6 9 ) , 4 0 4 - 1 2 ;
p o s t e r i o r a Ssta y raSs a l d l a ,
A, A. P a r k e r , "The Parable of the Greeks antí Roraans in the
Libro tíe buen amor," en Wetíieval Hispanic Stutíies Presentstí
to R i t a Haraílton, ed. A. D. Oeyermond (Londont
pp. 139-47.
Támesis,
1976),
La contextura a r t l s t i c a ha sido estudiada sn
d e t a l l e por A. Zahareas, The A r t , pp. 5 3 - 5 9 ,
^ Lecoy, pp.
preste de H i t a i
165-68;
J u l i o Puyol y Alonso, E l A r c i -
Estutíio c r l t i c o (inadrid, 1906), pp.
131-85;
208
Z a h a r e a s , The A r t ,
pp.
Leo S p i t z e r ,
Hita,"
54-55,
"En t o r n o a l a r t e
en L i n q g i s t i c a e h l s t o r i a
1 9 6 1 ) , p.
d e l A r c i p r e s t e tíe
literaria
(Matíridi
Gredos,
105.
C r i a t í o tíe V a l cree que se t r a t a tíe un p s r s o n a j e
r e l a c i o n a t í o con H i t a a p r i n c i p i o s
tíe H l t a ,
pp. 8 0 - 8 1 ) .
tíel
siglo XII
(Historia
Datía l a a f i c c i 6 n tíe Juan R u i z por
c o n c r e t o e i n m e t í i a t o no parece p r o b a b l e .
Cualquier
lo
perso-
naje h i s t 6 r i c o a n t i g u o r e s t a r l a e f s c t i v i t í a t í a l L i b r o tíe
buen amor, c o n s t r u l t í o sobre un p r e s e n t s
autobiogrSfico.
Caso tíe c o n s i t í e r a r s e Ferrantí G a r c l a como ente f i c t i c i o me
atengo a l a e x p l i c a c i 6 n tíe C e j a t í o r i
"Fsrrantí púsolo porque
• a f e r r 6 ' tíe l a
tíueha,
que en Susquera suena
l o que a g a r r a "
(I,
como ' G a r c i a ' ,
53),
^^ VSanse, por e j e m p l o , AntírS S, Pfliuhalski, "Juan R u i z ' s
Troba C a z u r r a i
434-38;
amor,'"
' C r u z Cruzatía P a n a t í e r a , ' " RofrtN, 11 ( 1 9 6 9 - 7 0 ) ,
L o u i s Combet, "Doha C r u z , l a panatíera
Insula,
294 ( I 9 7 l ) ,
14-15;
tíel
Lee Ânn G r a c e ,
Symbolisra i n t h e L i b r o tíe buen amort
The E r o t i c
Forces of Don C a r n a l , " IHR, 43 ( 1 9 7 5 ) ,
374-75.
^^ He a q u l corao l o
tíescribs
ciense llamatío comúnmente Usosi
silla
,,.
se i n c l i n e ,
Cruz, en l l e g a n t í o a l
'buen
"Wultiple
i n the
e l antiguo R i t u a l
Cistor-
" E l abatí s a l g a tíe su
vaya h a c i a e l s i t i o , tíontíe estS
raetíio,
6 S igual
tíistancia
tíe
la
l a Cruz
209
y de ol Facistol, se vuelva a inclinar, y otra vez un
estrado antes de la Cruz, y se postre, y la adore" (p,343).
Este libro, encuadernado en pergerainc, es una copia personal
heredada de mi bisabuelo y su estatío dsteriorado no permite
establecer la fecha de composiciôn.
Sin embargo, esta
tradici6n eclesiástica es tan antigua y tan comûn qus
puede coraprobarse sin dificultatí en cualquier libro eclssiástico sobre la Semana Santa,
En cuanto a la antig etíatí
en la iglesia, valga esta cita tís un manuscrito del siglo
XIIi
"Venit itaque Pontifex et adoratara deosculatur crucem,
deindB prebitsri, et diachoni et ceteri,,,." Gonzalo
Wartlnez Dlez, "Un 'Ortío Romanus in Hebtíomatía Waiore'
inôdito," Hispanjg Sacra^ 15 (1962), 201.
14
Zahareas opina que la parodia tíe este episotíio ss
centra en "the exaggeratetí complaints at a loss of love
typical of troubatíour poetry.
His parotíy is funny because
he plasters the terms of the passion of Christ which is
tragic in another context on a common love failure" (The
Art, p. 7 9 ) ,
15
Propuesto por Rodrigo A. n o l i n a , "La copla cazurra
del A r c i p r e s t e de Hitat
288 ( 1 9 7 0 ) ,
Hip6tesis interpretativa,"
Insula,
10-11,
Wissale Juxta Ritura S a c r i Ortíinis Praetíicatorum
(Wochlinlaei
H. D e s s a i n ,
1892), p. 158^ ( s i c ) .
S e b a s t i á n tío Covarrubias, Tesoro tíe l a lenqua
210
castellana o espahola. ed. Wartln ds Riquer (Barcelonai
S.A, Horta, I. E., 1943), p. 874.
18
W o r r e a l e tarabiSn opina qus " p l s i t s s " y "tíux" son
s u s t a n t i v o s y c i t a como e v i t í e n c i a un antecetíente
tíirecto
en e l "dux" d e l Paraphilus y en l a s v ø r s i o n e s l a t í i n a s tíe
la Biblia ("Apuntss," pp. 260-61).
19
Francisco Javier Simonet, Glosario tís voces ibSricas y latinas usatías entrs los mozSrabes (Watírití, 1888;
rpt. Amstertíami
Oriental Press, 1967), pp. 180-81,
20
Wartln Alonso, Enciclopetíia
A g u l l a r , 1 9 5 8 ) , l î , 1614.
tíei
idioma (îiriatíritít
21
D i s c u l p a s que causaron p e r p l e j l t í a t í a Don Ram6n
WenSndez P i d a l por no v e r en e s t a t r o v a "ninguna nota de
color
s u b i d o , " en P o e s l a
literaturas
l u q l a r e s c a v orlqenes tía l a s
romSnicas ( 1 9 2 4 ;
Estutíios P o l l t i c o s ,
22
rpt,
fDatíritíi
I n s t i t u t o tís
1 9 5 7 ) , p, 2 3 1 .
"The F u n c t i o n of the Popular T a i e
i n the L i b r o tíe
buen amor«" en ' L i b r o tíe buen amor' S t u t í i s s , e d , GybbonWonypenny, pp,
177-218.
23
"Nuevas notas para la lnterpretaci6n del Libro tíe
buenaraor," en Estutíios de litsratura espahola y compararia
^mmfmmmÊammmmÊm^mmmmtmÊm^
'
(Buenos A i r e s i
mmmmmmmmmmimmmmmmmi^mvm^m^i^mt^mimmmimtmmmmimmm-mmwm^^^mnmmmmm-mmtmimmmmmmmmmmtmmmÊmmmm.i^mmmmmm-mmimtmtmmmmtm^mmmi^^mmmm
Eutíeba,
1 9 6 4 ) , p.
W a l k i e l expuso sus itíeas c r l t i c a s
24,
l^arla Rosa Litía tíe
sobre Juan R u i z e n ,
211
"Notas para la interpretaciôn, influencias, fuentos y texto
del Libro de buen araor," RFH, 2 (1940), 105-50;
posterior-
mente ampliatías en, "Nuevas notas para la interpretaci6n
del Libro tíe buen araor." NRFH, 13 (1959), 17-82.
Este
último sstudio fue inclultío en el referido libro de Estudios
del cual cito.
24
A. D. Dsyerraond, "Some Aspects of Parotíy i n
the
L i b r o tíe buen araor," cn ' L i b r o tíe busn amor* S t u t í i s s ,
Gybbon-Wonypenny, p,
etí,
68.
25
Zahareas, The Art, p. 213;
Wichael, "The Function," p. 195.
Lecoy, p. 126;
Jan
26
Un tanto mâs reraota, pero no iraprobable, es la
posibilitíatí de ver aqul una sátira tíe ciertos abusos
monacales, ssgún los cuSlss los sjpsrinrBs gozaban tíe totíos
los privilegios y exenciones raientras aplicaban a sus
sûbditos literalraente la austeritíad y frugalidatí tíe la
regla.
27
Esta asociaciôn tís hipocresla y acitíia es arbitraria.
San Gregorio clasific6 a la hipocresla como hija tíe la soberbia.
Las hijas de la acidia soni
"raalicia, rancor, pusi-
llanimitis, desperatio, torpor circa prscepta, vagatio
mentis circa illicita."
Véass Loraax, p. 231.
28 VSase Aojdré L a g a r t í e , The L a t i n Church i n the lyitícile
212
Aqes, t r .
Sons,
A r c h i b a l d Alexandsr
(Neui Yorkt
Charles
Schriber's
1 9 1 5 ) , p. 4 0 8 .
29
W a r t l n E i z a g a y Gondra, Un proceso sn e l " L i b r o tíe
buen amor" ( B i l b a o t
Etíitorial Vizcalna,
1 9 4 2 ) , p. 3 1 ,
30
Wiriam Eltíritíge ahatíe un tíato eclBsiSstico mSs,
Basândose en el verso 37ld tíicei "Thers is a suggestion,
I think, of visiting ecclesiastical jutíges uiho claim
special dispensations from the Pope in ortíer to circumvent
canon laui" ( p p .
31
197-98),
F , C a s t r o G u i s a s o l a , "Una laguna tíel L i b r o tíe buen
amor^" R e v i s t a tís l a B i b l i o t e c a ,
A r c h i v o y ftlusso, 7 ( 1 9 3 0 ) ,
124-30.
32
Jos6 Amatíor tís l o s R l o s , H i s t o r i a c r l t i c a tíe l a
literatura espahola ((Tlatírití, 1863), IV, 183.
33
CompârssB, por Bjsraplo, con e s t a c i t a tíe un
de v i s i t a s
can6nicas
tíel
Arzobispo tís Bourgest
h i s GracB r i c h antí splsntíití h o s p i t a l i t y
many uiines a t t h e m e a l s , a t
barrells,
tírinkings,
as t h e custora i s . "
Five Csnturies
of R e l i q i o n
'^^ Para una
tíiscusi6n
...
tíiario
"They gavs
antí pressntetí
antí i n sraall
C i t a t í o por G.G. C o u l t o n , en
(Cambritíge,
tístallatía
1927), I I , 231.
tíe
puBtísn c o n s u l t a r s B LBCOy, pp. 2 1 4 - 2 9 ;
esta
parotíia
Américo C a s t r o ,
La r s a l i t í a t í h i s t 6 r i c a tíe Espaha ((nSxicot
Porrúa,
1954),
213
j;ip. 4 0 4 - 0 5 f
Otis Green, Spain. I ,
5 3 - 6 0 , y "On Juan R u i z ' s
Parody of t h e C a n o n i c a l H o u r s , " HR^, 25 ( 1 9 5 8 ) ,
Z a h a r e a s , The A r t .
Hourst
pp. 9 3 - 9 9 y "Parcdy of the C a n o n i c a l
Juan R u i z ' s A r t of S a t i r e , " WotíBrn P h i l n l o o y .
(1964-65),
pp.
12-34;
105-09;
Corominas, pp.
162-74;
62
Luis B e l t r S n ,
153-73.
35
Véase mi nota rí2 26 en este mismo capltulo.
36 rs
Green, Spain. I ,
54t
Z a h a r e a s , The A r t ,
p.
94,
37
El primer parSntesis indica las estrofastíontíese
mencionan los pecatíos, el segundo se refiera al ap61ogo,
Codicia (217-225), (226-229);
245);
soberbia (230-236), (237-
avaricia (246-251), (252-256);
luxuria (257-269),
(270-275);
envidia (276-264), (285-290);
gula (291-297),
(298-303);
vanagloria (304-310), (311-316);
acitíia (317-
388), (321-372) y (373-388).
36
Covarrubias, p. 38;
219.
Enciclopetíia Univsrsal, II,
El estutíio mSs coraplsto sobre el ccncepto tíe este
pecatío en la Etíatí Wetíia ha sitío llevatío a cabo por
Siegfrietí Wenzel, The Sin of Slothi
Acetíia in Wetíieval
Thouqht antí Literature (Chapel Hillt
The University of
North Carolina Press, 1967),
RecientBmentB ha estutíiatío
los pecados capitales en el Libro tíe buen amor Luis
BeltrSn, pp, 131-47 y 365-66;
pp. 136, 146, et passim.
la acitíia se discute en
214
39
O t i s Green abre l a d i s c u s i ô n tíe e s t s e p i s o t í i o con
e l t î t u l o "The Parotíy of the Hours of Our Lady" y s s basa
para e l l o en l a autoridatí de Lecoyt
"As Lscoy raatíe c l e a r
(pp. 2 1 4 - 2 9 , e s p s c i a l l y p. 2 l 6 ) , uie have t o tío uiith a
burlesque of the Hours of Our Latíy" ( S p a i n , I I ,
Lecoy no tía p i e a e s t a afirraaci6n;
pSginas c i t a t í a s por Green.
53),
ciertamente no en l a s
Ningún o t r o c r l t i c o consitíera
e s t s e p i s o d i o como parotíia tíe l a s Horas tíe l a Virgen.
Siguientío a Lecoy (pp. 2 2 6 - 2 9 ) , Cejatíor ( I ,
Aguatío (pp.
166«9l),
tísbe
tíecirse
136-48) y
que l a s c i t a s procetíen
de l o s o f i c i o s tís v a r i o s d l a s tíe l a semana--mErtes,
jueves,
sábatío y tíoraingo—tíe acuerdo con l o s t e x t o s conservados
hoy, pero no e s t S G s t a b l e c i d o que emanaran del
Wariano,
Oficio
40 Citatío por G, G, Coulton, Five C e n t u r i e s ,
II,
179.
We a c e r c o aqul a Gariano que ve l a parotíia tíe e s t e
e p i s o t í i o "en e l p r o p 6 s i t o profano a que se
texto l i t ú r g i c o " (p.
tíestina
un
105).
^^ No totíos estSn tíe acuertío, naturalmente.
BeltrSn cree que l a a p r e c i a c i 6 n por parte tíe l o s
Luis
seglares
tíBpentíerla tíe l a proximitíatí o abuntíancia tíe i g l e s i a s y tíel
papel que en e l l a s jugara e l c l e r o ( p . 156).
d S b i l e s su razonamiento y sus c o n c l u s i o n e s .
We parecen
215
43
Lecoy, pp. 244-88;
Kemlin W, Laurencs repasa las
opiniones tíe los estutíiosos acerca de este pasaje y se
propone restablscer la teorla de Lecoy, seg n la cual,
Juan Ruiz no irait6 a los "fabliaux", sino que copi6 tíe la
tratíici6n europea metíieval.
Laurence investiga a fontío
esta tratíici6n, pero varias tíe las fusntss qus cita psrtenscen a los siglos XV y XVI, hecho que tíebilita un tanto su
argumsnto.
Falta probar que las costumbres tíe estos siglos
tartílos son en vertíatí resitíuos y no creaciones posteriorss.
Vêase, "The Battle betuieen Don Carnal y Doha Cuaresma in
the Light of Wetíieval Tratíition," en 'Libro tíe buen amor'
Stutíiest ed, Gybbon-Wonypsnny, pp. 159-76,
44
The 'Disciplina clericalis* of Petrus Alfonsi, tr.
mmm^^mmi^Êtmmmmmfstmmmmm
> f r i ^ — — — ^ • ^ ^ M — ^ — s — — — i g — — i ^ * ^ — > i * i i i
y e d , , E b e r h a r d Hermes ( U n i v e r s i t y
p.
u^tmmmmmmmmmmmmmi^mimi^mmtmimmmmmmmmmtmm^mi^
'
of C a l i f o r n i a P r e s s ,
1977),
104.
^^ VSase C o u l t o n , F i v e C e n t u r i e s ,
II,
179,
Otro
de c a r t a s r e l e c i o n a d a s por C r i a d o tíe V a l con e s t a
puetíen v e r s e en su o b r a , H i s t o r i a tíe H i t a ,
Este tSrraino ss r s f i e r e
l o s o b i s p o s , por s l o por sus
parroquias y
raonasterios
de mantener y fomentar
lugares,
p,
tipo
parotíia
101,
a l a o b l i g a c i 6 n que t e n l a n
tíslegatíos,
tíe
visitar
b a j o su j u r i s t í i c c i 6 n ,
las
con e l
fin
l a a u t S n t i c a v i d a r e l i g i o s a en dichos
WSs sobre e s t a costumbre y algunos tíe l o s muchos
abusos sn AntírS L a g a r t í e , pp. 3 2 9 - 3 0 , y BspecialmentB
216
Coulton, Five Centuries. II, 218-60,
47
Deyermond, por ejemplo, la considera parodia Spica,
"Some Aspects," p. 65 y 73-75,
La estrecha relaciôn par6-
dica entre esta pelsa y la participaciôn del arzobispo Don
Gil en las luchas del rey Don Petíro, aunquB posibls, estS
muy lejos de ser probada.
Véase Criatío tíe Val, Historia
jdejnta, pp, 101-02,
48
Rita Hamilton ha recopilado los tíiversos puntos de
vista sobre este pasaje y establBcs s61idamente la sørietíatí
del Arcipreste en el ya citado artlculo "The Digression,"
pp,
149-57.
49
Cejador,
pp,
II,
145-49;
Lscoy, pp, 2 6 5 - 7 0 ;
Corominas,
464-66.
50
Ram6n WsnSndBZ P i t í a l , pp, 2 0 5 " 0 7 ;
55.
Lscoy, pp.
154-
Ambos a u t o r e s mantiensn e l o r i g e n g o l i S r d i c o tís e s t a
cantiga,
51
s i n negar l o s
tíetalles
localBs.
Poemas r e c o p i l a t í o s y e d i t a t í o s por Thomas W r i g h t ,
The L a t i n Poems Commonly A t t r i b u t e t í t o Ulaltsr Wapes
(Lontíon,
pp,
1841;
rpt.
Germanyi
Georg Olms H i l t í e s h e i n ,
1968),
171-82.
52
W. C r i a t í o tío V a l y E r i s W, N a y l o r ,
de H l t a t
L i b r o tíe buen araor (Watíritít
Invøstigaciones Cientlficas, 1975),
otís,,
Arciprsste
Ccnsejo S u p e r i o r tío
217
53
Lida ds Walkiel ya afirraâ que el verso 1696d no
reflejaba las versionos tradicionales conocidas de la
Consultatio (Estudios, p, 76), Histôricamente, sin
embargo, hay casostíocumentatíostíeapelaci6n al rey qua
bien potírla conocer Juan Ruiz,
VSase, por ejemplo, Henry
C, Lea, History of the Sacertíotal Celibacy in the
Christian Church (University Books, Inc, 1966), p. 288,
54
Para l a c o n t r o v e r s i a acerca tíe que tíocumento
h i s t ô r i c o pudo ocasionar e s t a rRuni6n, vSase Litía tíe
W a l k i e l , E s t u r i i o s , pp, 7 5 - 7 6 ,
Litía l a r e l a c i o n a con una
c a r t a tíe Benetíicto XII a Don G i l en e l aho 1342.
^^ Se h a l l a n en e l c a p l t u l c XVI tíe l a H i s t o r i a tíe
Talavera e s c r i t a por Cosme G6mez tíe Tejatíor
N a c i o n a l , Ws. 2 0 3 9 ) ,
(Biblioteca
VSase Cejatíor, I I , 281,
^^ Para l a b i b l i o g r a f l a acerca tíe l o s tísbBres y
p r i v i l e g i o s tíe l o s a r c i p r e s t e s , c o n s ú l t e s B e l c a p l t u l o
priraero, nota 8, tíe e s t e e s t u t í i o ,
^*' E s t o s y o t r o s tíatos r e l a t i v o s a e s t a c u e s t i 6 n
puetíBn v e r s e en A. Lagartíe, pp. 4 0 8 - 5 5 ,
^® Para l o s l l m i t e s g e o g r S f i c o s tíe l a s
tíi6cesis
mencionatías, vSase E. F l o r e s , X I I I , 258 y XIV, 6 1 ;
tambiôn Ipi Fnctclopetíia U n l v e r s a l , VI, 1289;
902|
XL, 6 5 1 ;
LIX, 8;
LXII, 4 7 8 - 7 9 .
XXXIV,
218
59
C h a r l e s - J o s e p h H e f e l e , H i s t o i r e tíes C o n c i l e s . t r .
Dom H, L e c l e r q , VI, deuxieme p a r t i e ( P a r i s i
Letouzey e t
Anô, 1 9 1 5 ) , 833.
60
Wás d e t a l l e s en Criatío tíe V a l , H i s t o r i a tíe H i t a ,
pp.
104-05,
En cuanto al papel de sste episodio en la estructura global del libro, veo dos posibilidades;
Juan Ruiz
lo situ6 ahl con el fin tíe invitar sBriamsnte la continuaci6n de la obra, de acuerdo con los versos 1629ab, o
pudo incluirlo sn forma de acr6stico hist6rico para
revelar su identidad, hoy por hoy tíesconocitía,
62
Sobre l a moralitíatí o inraoralitíad en e s t a Cantiga,
Lida de Walkiel defientíe l a moralitíad e n v u s l t a en l a
Íronía ( E s t u d i o s , pp, 3 5 - 3 6 ) ,
Para Zahareas, Juan Ruiz
" t i p s the s i d e of the s a t i r i c a l balancs so that cynicisra
i s outttieighed by r i t í i c u l e " (The Art, p, 112);
Jan Wichael
se pone d e l lado tíe Litía y afirma que Juan Ruiz " i s
involvetí in the controvBrsy by h i s vsry mention of the
subject" (p. 215),
Capltulo cuarto
A, 0, Deyermond ofrecB un exceTsnte resumen tíel
estaoo actual tíe esta contrcversia en su rwcisnte
219
ediciôn del libro de Lecoy, (Englantíi
Gregg International,
1974), p. xxii.
2
Thomas W. C h a r l a n t í , A r t s s P r a e t í i c a n t í i i
a l'histoire
Ottouia,
tíe
la rhStorique
1936);
Contributinn
au raoysn ãiqe ( P a r i s antí
Yngve B r i l i o t h
y H a r r y C a p l a n , ya c i t a t í o s
en e l c a p l t u l o seguntío, nota 2 .
3
Jean T h i é b a n t iJJeltsr, L'exemplum tíans l a
reliqieuse
et
tíitíactique
Neui Yorkt
Ams P r e s s ,
tíu
moyen aqe ( P a r i s ,
litterature
1927;
rpt.
1973).
Seg n l a ya c i t a t í a t r a t í u c c i 6 n y Btíici6n tíe Eberhartí
Hermss.
Vêase e l c a p l t u l o t e r c e r o , nota 44 tíe rai e s t u t í i o .
Etígar Paiewonsky Contíe, " P o l a r i z a c i 6 n
metíieval y e s t r u c t u r a
(1972),
331-52;
WLN, 82 ( 1 9 6 7 ) ,
tíel
er6tica
L i b r o tís buen amor," BH, 74
P i s r r s L. U l l m a n , "Juan R u i z ' s
149-70;
J a n e t A. Chapman, "Juan R u i z ' s
Learnetí Serraon," en ' L i b r o tíe buBn amor'
Gybbon-Wonypenny, pp.
Prologue,"
Stutíies,
etí.
29-51,
^ Sus c o n c l u s i o n s s , s i n Bmbargc, son muy r B s p e t a b l e s
s i se c o n s i t í e r a que Lecoy no pudo b e n e f i c i a r s e
excBlsnte
tíe
la
obra tíe Worton W. B l o o r a f i e l d , The Seven Daatíly
Sins (Wichigan S t a t e College Press,
"^ R o b e r t R i c a r t í ,
1952).
"Les pSches," pp. 5 - 3 7 .
Los c u a t r o
p a s a j e s a que se r e f i e r e Ricrjití se h a l l a n en l a s
estrofast
220
217-219, 220-387, 1163-1169 y 1583-1601.
D
Ricard,
"Les pSches," p.
a f i r m a n que e x i s t l a n
tíiversas
25.
B l o o m f i e l t í y Wenzel
t e n t í s n c i a s tíe c l a s i f i c a c i 6 n
de acuertío con l o s v a r l o s razonamientos para
justificarla,
pero ninguno de l o s dos h a b l a tíe completa l i b e r t a t í .
Bloomfieltí,
pp. 8 3 - 1 0 4 ;
Uiienzel, "The Ssven Deatíly
Soras Probleras of R e s e a r c h , " Speculum, 43 ( 1 9 6 8 ) ,
VSase
Sinsi
1-22.
9
Ricartí,
ãíHSLt"
"Las armas o e l c r i s t i a n o en e l L i b r o tíe buen
en E l A r c i p r e s t e tíe H i t a . etí. C r i a t í o tíe V a l , pp.
95-
103.
We he v a l i t í o tíe l o s catecismos publicatíos y e s t u diados por Antonio F l o r i a n o y Dsrek Lomax.
Véass
sl
c a p l t u l o ssgundo tíe e s t e e s t u t í i o , n o t a 4 .
E l catecismo a t r i b u i t í o a Don G i l tíe A l b o r n o z ,
corapilatío e n t r e
sici6n
tíel
siguiente
1345 y 1347, sigue rauy tíe cerca l a expo-
T r a c t a t u s B r s v i s , corao puetíe a p r e c i a r s e en e l
esquemat
Tractatus Brevis
Siete artlculos
sobre l a
d i v i n i t í a t í tíe J e s u c r i s t o
SietB a r t l c u l o s
sobrs l a
humanitíad de J e s u c r i s t o
Catecisrao tíe Don G i l
S i e t e a r t l c u l o s sobrs
tíivinitíad
tíe
Is
jBsucristo
S i e t e a r t l c u l o s sobie
la
huraanitíatí tíe J e s u c r i s t o
221
Los s i e t e
sacraraentos
Los s i e t e sacramentos
Los diez mandamientos
Los diez mantíamientos
Siete pecatíos capitales
Las virtutíes
cardinales
y teologales
Las v i r t u t í e s morales
Siete pecatíos capitales
Las virtutíes cartíinales
Las virtudes morales
y teologalBs
S i e t e obras corporales
de misericortíia
S i e t e obras s s p i r i t u a i e s
de misericordia
ExhortaciÔn final
12
Zahareas dlscute atinadaments las posibilitíatíss
humorlsticas que los pscatíos capitalss ofrecen al arte tíe
la invectiva ruiziana (The Art, pp. 114-20).
ci6n es itíSntica en la hipôtesis tíe Greent
La implicala tíoctrina
estS supstíitatía al artB.
13 Asl l o hacen, por ejemplo, Lecoy ( p ,
("Les pSchSs," p, 5 ) ,
Cororainas
tíisiente
172) y Ricartí
(p. 584).
14 Varios otros raStodos estaban cn boga.
Es curioso
notar qi^ø Juan de Arag6n las cita en sste ortíent
"superbia.
222
avaricia, accidia, luxuria, ira, invidia, gula," y afladøt
"que habentur hoc versu, Dad septem vicia dictio Saligia"
(Lomax, p. 23l)j
más bien que "Saiigia" sørla "Saaliig",
lo cual indica que el ordøn no øra muy importantø y que
usaban "Saligia" tan s61o corao recurso raneraotScnico,
15 .
Lecoy remcnta la tradici6n tíe encabszar los
pscatíos capitales con la cotíicia a la frase tíe San Pablot
"Radix enim omniumraaloruraest cupiditas" (I Tim,, VI, 16),
Su razonamiento es convincsnts,
VSase Lecoy, p. 175,
Ricard, aûn cuantío rssalta la gran discrepancia en
el orden, tarabién adraite que "la question tíe l'ortíre tíes
pSchés ,,, est secondairø" ("LSs péchSs," p. 6 ) ,
17
Obvia sxagBraci6n qus deseraboca en humor (Zaharaas,
The Art» p. 116),
18
Esta asociaci6n de los pecatíos capitales con los
mortales que contíucøn a la pertíici6n tíel alma no se tía en
la tradici6n, segûn Bloomfieltí, hasta el siglo XV o XVI
(p. 157);
19
pero es clara en Juan Ruiz,
La inclusi6n tís "avaritia" y "cupitíitas" en la
misma lista tíe pecatíos no parece ser invenci6n exclusiva
de Juan Ruiz,
Bloorafieltí cita a Brunetto Latini, uno tíe
los maestros tíe Dante, corao ejenplo de los que incluyeron
ambos pecatíos, aún cuantío la cotíicia, en Latini, no juega
223
el papei central de que goza en Juan Ruiz (Bloomfield,
p. 90).
20
RecuSrdese lo dicho a estø respøcto en el
capltulo anterior, pp. 108-12,
21
Pueden comprobarse en F l o r i a n o , p,
99 y Loraax,
pp. 225 y 232.
22
Incluyo aqul las enmientías tíe Lecoy (p. 184) y
Corominas (p. 590).
Ambos crlticos ss pronunciaron en
favor de leer "guarnici6n" u otra arma en 1597tí.
Aûn en
øl caso ds rochazar esta enmiBnda estS claro que Juan Ruiz
sobrepas6 sl n mero tíe siets.
23
Wuy importantes a este respscto son las itíeas
recienteraentB formulatías por Zahareas, "Cslibacy in
History antí Fictiont
Ths Cass of El libro tíe buen amor,"
Itíeoloqies antí Literaturs, 1 (1977), 77-82,
Entientío que
el profesor Zahareas estS trabajantío en un libro sobrB
esteraisraoteraa,
Oebitío a ello me limitaré a exponer unas
ideas, concebidas antes tía leer el citatío estutíio tíe
Zahazeas,tíesBantíocontribuyan a la clarificaciôn rie esta
teorla con ramificaciones muy iraportantes para toda la
crltica del Libro de buen smor.
24
Estos
tíatos
p r o v i ø n e n tíe l a e n c i c l o p e t í i a
Wuntíi, etí. K a r l Rahner
I,
133-34,
(Neui Yorkt
Sacramentum
Hertíer & H e r t í e r ,
1969),
224
25
Entrø los estudios tíedicados a la sStira del materialismo clerical en Juan Ruiz merecB dostacarse el
reciente artlculo de Kemlin W. Laurence, "The Wedieval
Controversy Concerning Burial Privilegsss
An Aspsct of
Anticlerical Satire in the Lihro debuen amor," BHS, 49
^ ^ ^ • • • • ' ^ ^ • • " • • • ^ • • • m i M M M i ^ B W i M K mt^m^mi^mmmm^mm
(1972),
1-6.
Util
Hita,
"El
tíinero
Btí. C r i a t í o tís V a l , pp.
26
en E l A r c i p r e s t s tís
A Weasure of Contíuct
t h e L i b r o tíe buen amor," KRQ. 21 ( 1 9 7 3 ) ,
o r i g i n a l m e n t e tíe su t e s i s
University,
3-13,
tíoctoral,
Este
in
estutíio
"A Stutíy of
antí V i c s s i n ths L i b r o tíe buen amor"
1969),
sl
138-57,
Jamss C, Wurray, " N a t u r e t
Some V i r t u e s
m m '
en e l L i b r o tíe buen
societíatí f e u t í a l y b u r g u e s l a , "
formô p a r t e
m- m
es t a m b i ê n , con enfoque mSs s s c u l a r ,
B s t u d i o tís Jacques J o s e t ,
amor;
'
O t r o s s t u t í i o mBrsce c i t a r s e ,
(Cornell
Enrique
Wuhoz-Wariho, "La f i l o s o f l a tíe l a n a t u r a l e z a sn s i L i b r o tíe
buen araor," en E l A r c i p r e s t e tís H i t a ,
pp.
etí, Criatío tíe V a l ,
87-94.
27
Angel B e n i t o y DurSn, F i l o s o f l a
(Alcoyt
Iraprenta H i s p a n i a ,
apuntatío ya por Lecoy ( p .
en,
"Stanzas
74 ( 1 9 6 4 ) ,
"The S t a r s t
1 9 4 6 ) , p.
tíel
59.
Arcipreste
A este
1 9 3 ) , se opone P i e r r B L,
fatalismo,
Ullman
140-150 of the L i b r o tíe buen amor," PWLA,
200-05,
Véanse tarabiSni
Anthony N,
Zahareas,
Uiorltíiy Love antí F r c e UJill i n the L i b r o tíe
buen amor," BHS, 42 ( 1 9 6 5 ) , 8 2 - 9 3 ;
Kinkatíe, " I n t e l l e c t u r a t i b i
tíabo....
a s l como Richartí
P.
The F u n c t i o n of Free
225
Will
i n t h e L i b r o tíe buen amor." BHS. 47 ( 1 9 7 0 ) ,
296-315.
28
Antíré Wichalski afirraa que para Juan Ruiz, "busn
araor" monta tanto como amor sexual y qus continencia
forzatía resultarla sn lujuria.
VSase, "La parotíia hagio-
grSfica y el tíualismo 'eros-thanatos' en el Libro tíe buen
amor," en El Arcipreste rie Hita, etí. Criatío tíe Val, pp. 5777.
El conflicto Amor-Wuerte corre parejas ccn el parale-
lismo naturaleza-ceiibato que yo tíescubro en el Libro de buen
araor.
Rodrlguez Puértolas, por su parte, cree que la
angustia ruiziana es "provocatía por el entracruzamiento tíel
tiempo que pasa, tíel tíestino, de la muerte, y de la
incapacitíatí humana para luchar contra totío eilo.*'
VSase su
artlculo en este raismo libro, etíitatío por Criatío tíe Val,
"Juan Ruiz, hombre angustiatío," (p, 355).
Cejatíor explica en una nota a la estrofa 123 que
Juan Ruiz debla conocer bien la po3Íci6n tíe la igÍBsia
rsspecto a la astrologla por hallarse claramente expresatía
en los cSnones y en Santo ToraSs, ambos conocitíos por Juan
Ruiz.
De estc aserto se tíeduca que el tíetermirismo en
Juan Ruiz es intencional, bien sea cun fines humorlsticos
0 satírlcos (I, 56-58).
^^ Un resumen tíe las contrcvBrsias a sste respecto,
acompanatío tíe argumentos a f&vor tíe la doble r tíacci6n,
puetíe verse en østos tíos sstutíiost
G. B, Gybbon-Wonypenny,
226
"The Tuuo Versions of t h e L i b r o tíe buen amor," BHS, 29
^^m
(1962), 205-21;
mmmmmmm^mmmm^mmmmÊmmai^mmÊmmimm'^mimmtmÊmmmmm '
M*M«MM *
Raymontí S, W i l l i s , " T h i r t e e n Yearsi
Seedbed of R i d t í l e s i n t h e L i b r o tís buen araori>" ](Rfi, 21
( 1 9 7 4 ) , 215-27,
E n t r e l o s contatíos c r l t i c o s
que niegan
l a doblø r e t í a c c i 6 n raerecsn c i t a r s e l o s dos s i g u i e n t e s t
G i o r g i o C h i a r i n i , e d , , L i b r o tíe oupn amor (Wilanot
Ricciardi,
1964), p p , x x v - x x x ;
Rigo W i g n a n i , "Ls tíus
r e d a z i o n i d e l L i b r o tíe buen amor»" Quatíerni
37 ( 1 9 6 9 ) ,
Ibero-amBricani,
1-7,
31
VSase por ejemplot
A v a r i c i a (246ab);
S o b e r b i a (230ab y 2 3 l b c ) ;
Lujuria (257);
Envidia
(N6tese que se r e f i e r e a c e l o s araorosos);
m u j e r s s , no manjarss ( 2 9 1 b ) ;
(276-279)
Gula tíe " g u s t a r "
Vanagloria (304);
Acitíia
(317-318) r e l a c i o n a t í o con l a s Horas Can6nicas,
Caoltulo
^ L u c i u s G, W o f f a t t ,
quinto
"The Evitíencs of E a r l y Wentions
of t h e A r c h p r i e s t of H i t a or of h i s UJork," £ 0 , 75 ( 1 9 6 0 ) ,
33-44,
^ E m i l i o SaSz y JosS T r e n c h s , "Juan Ruiz tíe C i s n e r o s
(1295/1296-1351/1352)
Autor
tísl
de H i t a , etí. Criatío tíe V a l , pp.
Buen Amor," en E l A r c i p r e s t ?
355-68,
Los escasos
l l e s que a p o r t a n son d S b i l e s y c o n t r a d i c t o r i o s .
tíeta-
227
3
Warcølino WenSndsz y Pelayc, Antoloqla tíe poetas
llricos castellanos. etí, Enrique Sánchez Reyes, I
(Santanderi
Aldus, S,A. de Artes Grâficas, 1944), 263-
64. Estas afirmaciones se hallan extensaraBnte tíiscutitías
en la introtíucci6n tíe John E, Keller, The Book of Gootí
mmm^mimmiimÊmim^Êmt^mm^mÊmma^mm^m^mt^^^m^^^
Love by Juan Ruiz, tr, Elisha K. Kane (Chapel Hillt
The
University of North Carollna Prcss, 1968), pp, xxv-lv.
Ksllsr rBsume aqul las opiniones tís los crlticos,
antiguos y modernos, sobre el autor y el propôsito de la
obra.
4
Las referencias a Puymaigrs y Amatíor tís los Ríos
las he tomatío de Cejatíor (I, xiii-xiv).
5
Es innecBsario rspetir aqul todo lo expussto por
los crlticos.
JosS Warla Aguado opina que se han exageratío
mucho los conocimientos clSsicos y clericales tíe Juan Ruiz
(p, 180)I
Lecoy ofrøcø una øvaluaciôn menos extremista
(pp. 334-46),
g
Vicente Beltrân tíø Høretíia, "La formaci6n intelBctual
del clero en Espaha durante los siglos XII, XIII y XIV,"
Revista Espahola tíe Teoloqla, 6 (1946), 313-57,
Puede
vørsø otra versi6n rauy abreviatía de este misrao artlculo en
Escorial, 7 (l94l), 289-98,
7
JosS Araatíor tíe l o s R I o s , H i s t o r i a c r l t i c a de l a
l i t a r a t u r a e s p a h o l a , I I I , (Watírití, 1 8 6 3 ) , 248-51;
228
Warcelino Wenôndez y Pelayo, Antoloqía tíe poøtas llricos
castollanos, pp. xxx-xxxiii.
Ambas citas sstán tomadas de
Wenôndez Pidal, Poesla luqlaresca, p. 276,
8
G, B. Gybbon-Wonypenny, "The Spanish •Wester de
Clerecía' and its Intended Publici
Concerning the Vaiidity
as Evidence of Passages of Direct Address to the Audience,"
en Wedieval Wiscellany to Euqene Vlnaver, eds. F. Whitehead,
A. H. Diverres and F. E. Sutcliffe (Wanchester University
Press, 1965), p, 234,
Q
E l fragmento del j u g l a r cazurro del s i g l o XVt
"Agora comen^emos del l i b r o del A ^ i p r e s t e " no
esta t e o r í a (Wenéndez P i d a l , pp. 388-92).
tíebilita
Los fragrasntos
aludidos son i n s i g n i f i c a n t e s y tan s61o prueban que algunos
pasajes de Juan Ruiz fueron i n c l u i d o s en e l r e p e r t o r i o tíe
Juglares.
No e x i s t e n pruebas para c o n c l u i r que l o s
Juglares r e c i t a b a n e l L i b r o tíe busn araor por las c a l l e s y
plazuelas tíe C a s t i l l a , a l e s t i l o del Wio C i d , por ejemplo.
^^ Hablando de l a s canciones g o l i S r d i c a s sobre e l
vino y e l amor, Wack S i n g l e t o n dicet
"The u i r i t e r s of ths
Latin L y r i c uiere not uiandering scholars uiho sang t h e i r
songs a t t a v e r n d o o r s , , . .
They r e q u i r e d t r a i n ø d singørs
and an ølaboratø musical accompanimønt, such as coultí bs
provided only i n placøs of l ø a r n i n g and contrøs uihoro the
•new rausic* had i t s horae, such as the faraous school of
Notre Dame i n P a r i s .
Thøso songs uisre meant f o r
cultivatetí
229
audiences
i n ø p i s c o p a l householtís, i n c o l l e g e s of canons,
and i n t h e s c h o o l s t "
H i t a (Wadison,
en The Book of the A r c h p r i e s t
1 9 7 5 ) , p,
vi,
G, G. C o u l t o n , Ten Wedievt'?.! S t u t í i e s
1 9 3 0 ) , p,
197.
(Cambritíge,
Documentan tambiSn l a s p r S c t i c a s
giosas metíievalesi
Jacques P a u l , "La r e l i g i o n
au Woyen ^ g e , " Revus
73 ( 1 9 7 7 ) , 7 9 - 6 6 ;
tí'histoiro
tíe
reli-
populaire
l ' S q l i s e tíe F r a n c e ,
E t i e n n s D s l a r u e l l B , La o i e t é
au Woyen aqe ( T u r i n t
of
B o t t e g a d'Erasmo,
populaire
1975).
12
Algunos tís l o s muchos abusos coraetitíos en e l
culto a las r e l i q u i a s
y vitías tíe santos han sitío
l l a d o s por G a r c l a - V i l l o s l a d a ,
1 1 , 229-31.
^^ VSasB t a m b i é n , R i t a H a n i l t o n
Zaharsas (Ths A r t ,
p.
134);
l a l i s t a potírla alargarse
F,
tíeta-
(pp.
154 y 1 5 7 ) ;
W. E l d r i t í g e , Lecoy,
etc.i
fScilmentB.
C a s t r o G u i s a s o l a , rsseha tíel G l o s a r i o tíe
JosS Warla Aguatío, RFE,
16 ( 1 9 2 9 ) , 7 2 ,
Otros
estutíios
sobre e s t a o r a c i 6 n se h a l l a n c i t a t í o s por Sabino S o l a ,
"Precisiones a la
'Súplica
en E l A r c i p r e s t e tíe H i t a ,
inicial'
tíel
L i b r c de buen amor,"
etí, Criatío tísl V a l , pp.
343-49.
mmtmmmmmmmmmmmmrm'mmm^mmmÊ^m^^mmmmmm^m^^^m^^m^tm^m^^m^m
Véase también el primer capltulo tíe Luis BeltrSn, pp. 13-28.
^^ Para la aparici6n tíe ests apÔlogo en la literatura
espahola en concreto y sus posibles fuentes y paralelismns,
véase Løcoy, pp. 150-54.
230
La i n t s r p r e t a c i ô n
aleg6rica,
s i n erabargo, cabe
d e n t r o d e l a r t e tíe Juan R u i z y dsbB a c s p t a r s e a l menos
como p o s i b l e ,
Thomas R. H a r t , La a l e o o r l a en e l
de buen araor" (Watíritíi
pp.
R e v i s t a tíe O c c i t í e n t e ,
"Libro
1959),
57-92.
17
Aûn cuantío e l e s t u t í i o estS encaminatío a l a
ci6n entre
l a v e r s i ô n en cuatíerna v l a y l o s z S j e l e s tíe
catía a v e n t u r a , R. B. T a t e
mentos.
tíestaca
VSase "Atíventures i n t h e
algunos tíe estos
Otros c r l t i c o s
intíivitíual,
219-29,
l o consitíeran meramente un
Roger W. Walker afirraat
"In
uiork uie a r e concernetí not uiith huraanity i n the
but w i t h one man*s s t r u g g l e s antí t e m p t a t i o n s ,
charactsr
antí i t s
ele-
' s i e r r a , * " en ' L i b r o tíe
buen amor* S t u t í i e s , etí, Gybbon-Wonypenny, pp,
1B
conflicto
rela-
many antí c o n t r a t í i c t o r y
this
abstract,
ons man's
facets."
Véase
"'Con mietío tís l a musrte l a m i e l non es s a b r o s a ' t
Love,
S i n antí Death i n t h e L i b r o rie buen amcr," en ' L i b r o tíe
buen amor' Stutíies, p. 232.
19
VSase Litía tíe W a l k i c l , Dos obras maestras
holast
E l " L i b r o tíe buen amor" y "La C e l e s t i n a "
Alresi
Eutíeba,
1 9 6 6 ) , pp, 5 9 - 6 0 ;
mmmmmm^mmmÊmmmmmmmmm^ÊmimmmÊmÊmmmmmmmmi^mimimm^mmm '
pp,
a James Homer H e r r i o t
127-44.
(Buenos
R a f a e l Lapesa,
tema de l a muerts en e l L i b r o tíe b u e n a m c r , "
tíetíicatíos
esoa-
(Wisconsin,
"El
en Estutíios
mmmmi^mmmm^^m^^^mÊ^^mm
1966),
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St.
antí Jerome D. H a n n a n .
Louisi
B.
Hertíer
Aguatío, José W a r l a .
llano
Allegre,
tíel
C ,
tía i B c t u r e
Revue
Alonso,
tíes
Glosario
la
Enciclopetíia
Watíritíi
Arias
Vol.
Watíritíi
Ayorbe-Chaux,
Libro
araor,"
Bâumer,
tíel
nivsaux
Ruiz."
57-94.
itíioma,
Diccionario
(siqlos
tecnol6qico,
reqional
e hispano-
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mtmmmmmmmmm
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tíe
caste-
lenqua
Araatíor tíe l o s R l o s , J o s ê .
espahola.
poeta
Espasa-Calpe,
cazurra'
y motíerno tíe l a
araerlcano,
III.
" F o i s o n n e m e n t tíe sens e t
'trova
etiraol6qico,
Vol.
s o b r e Juan R u i z ,
Lanques Rcmanes,
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Wadritíi
Cotrait.
tíans
Wartln.
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Book C o . ,
siqlo XIV.
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The S a c r s t í C a n o n s .
Thesaurus,
investigaci6n
Thesaurus,
tíel
26 ( I 9 7 l ) ,
ironla
23 ( 1 9 6 8 ) ,
texto
en
el
218-40.
d e l L i b r o tíe buen
28-83.
mmmm^mmm^mm^mm^mmmmm^m
Suitbert
Dom.
Reglnaltí B i r o n .
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2 vols.
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Letouzey
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"La f o r m a c i 6 n i n t e l s c t u a l
tísl
clero
según n u e s t r a a n t i g u a l e g i s l a c i 6 n can6nica
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