debut 05/03/2002 9:44 Page iii ASIGNACIÓN DE RECURSOS A LA EDUCACIÓN UTILIZANDO FÓRMULAS DE FINANCIACIÓN DE LAS ESCUELAS Editado por Kenneth N. Ross Rosalind Levacic debut 05/03/2002 9:44 Page i Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas debut 05/03/2002 9:44 Page iv Los puntos de vista y opiniones expresados en este volumen son de responsabilidad de los autores y no representan necesariamente los puntos de vista de la UNESCO o del IIPE. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no implican, por parte de la UNESCO o del IIPE, juicio alguno sobre la condición jurídica de ninguno de los países, territorios, ciudades o zonas citados, o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras. El IIPE es financiado por la UNESCO y las contribuciones voluntarias de los Estados Miembros. Durante los últimos años, los Estados que han brindado contribuciones voluntarias al Instituto son los siguientes: Alemania, Dinamarca, Finlandia, India, Irlanda, Islandia, Noruega, Suecia y Suiza. Edición original: Needs-Based Resource Allocation in Education Via Formula Finding, UNESCO Publishing/International Institute for Educational Planning, Paris, 1999. Publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 7 place de Fontenoy, F 75352 París 07 SP, Francia Traductor : Alfonso Lizarzaburu Diseño de cubierta: Corinne Hayworth Foto: FPG/Stephen Simpson/PIX Composición: by Linéale Production Printed in France Impreso en Francia por la Imprimerie STEDI, 75018 París ISBN 92-803-3171-X © UNESCO 2002 05/03/2002 9:44 Page v Índice Capítulo 1 Acerca de los autores x Introducción, por K.N. Ross y J. Hallak 1 1.1 El programa de investigación y formación en financiación de la educación del IIPE 1.2 La necesidad de este libro 1.3 La preparación del libro Referencias Parte I Contexto de política y principios básicos Capítulo 2 El papel de la financiación de las escuelas mediante fórmulas en diferentes contextos de política educacional, por B.J. Caldwell, R. Levacić y K.N. Ross ^ 2.1 2.2 2.3 Introducción a los temas principales La estructura del libro Un marco de referencia para el análisis de política asociado con la financiación basada en necesidades 2.4 Igualdad y fraternidad 2.5 Libertad y elección 2.6 Eficiencia 2.7 Crecimiento económico y productividad 2.8 La influencia de los cinco valores 2.9 Fases en la evolución de la financiación mediante fórmulas Referencias Capítulo 3 Principios para diseñar fórmulas de financiación de las escuelas basada en necesidades, por R. Levacić y K.N. Ross ^ debut 3.1 3.2 Introducción La financiación mediante fórmulas como parte integral de la política educacional 1 4 7 8 11 11 13 15 18 20 21 22 23 25 29 30 30 33 v 05/03/2002 9:44 Page vi Índice 3.3 Las tres principales funciones de política de la financiación mediante fórmulas 3.4 La fórmula de financiación como un contrato 3.5 Criterios para evaluar una fórmula de financiación 3.6 El diseño de una fórmula de financiación 3.7 ¿Qué nivel de recursos se debe asignar a las escuelas mediante una fórmula de financiación? 3.8 ¿Qué componentes separados debe tener en cuenta una fórmula de financiación? 3.9 Los cuatro componentes principales de una fórmula de financiación 3.10 Relacionar los componentes con las funciones 3.11 Dimensiones de los componentes 3.12 Indicadores de las dimensiones 3.13 Coeficientes vinculados a los indicadores 3.14 Ejemplos hipotéticos de fórmulas de financiación aplicadas a escuelas consideradas individualmente 3.15 Conclusión 3.16 Apéndice sobre los términos utilizados Referencias Parte II Los cuatro componentes principales de la financiación mediante fórmulas Capítulo 4 Componente 1: Asignación básica por estudiante, por I. Abu-Duhou; P. Downes y R. Levacić ^ debut 4.1 4.2 4.3 4.4 4.5 4.6 4.7 4.8 vi Introducción Definición de la financiación orientada por la actividad Desarrollo histórico de la financiación orientada por la actividad Dos estudios de caso: Victoria (Australia) y Cambridgeshire (Reino Unido) Estudio de caso 1: Análisis de la financiación orientada por la actividad basado sobre una “práctica real” en las escuelas de Victoria (Australia) El ejemplo de Victoria Estudio de caso 2: Análisis de la financiación orientada por la actividad basado en una “práctica deseada” en las escuelas de Cambridgeshire (Reino Unido) El proyecto de asignación de personal orientada por la actividad 35 39 40 44 45 47 48 51 52 54 58 61 65 65 68 73 73 74 77 79 79 91 94 94 debut 05/03/2002 9:44 Page vii Índice 4.9 Producir el modelo y los parámetros 96 4.10 Convertir las necesidades de tiempo en profesores 100 4.11 Convertir las necesidades de profesores en recursos monetarios 101 4.12 Metas y parámetros de ajuste óptimo 102 4.13 Trabajo ulterior 107 4.14 Conclusión 108 Referencias 111 Capítulo 5 Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes, por P.W. Hill y K.N. Ross 5.1 5.2 Capítulo 6 112 Introducción La justificación de la financiación de necesidades suplementarias de educación 5.3 Algunos antecedentes históricos de las fórmulas de financiación 5.4 Clasificar y evaluar métodos para la asignación de recursos 5.5 Dimensiones de las fórmulas de financiación de las necesidades suplementarias de educación 5.6 Cuestiones que hay que tener en cuenta antes de construir un indicador 5.7 La construcción de indicadores de necesidad suplementaria de educación del estudiante 5.8 Conclusión Referencias 112 131 138 143 Componente 2: Mejora del currículo y Componente 4: Necesidades del sitio escolar, por P. Downes y S. Forster 147 6.1 Introducción 6.2 Componente 2: Mejora del currículo 6.3 Componente 4: Necesidades del sitio escolar 6.4 Conclusión Referencias 147 148 151 166 167 113 118 122 123 126 Parte III Estudios de caso en la aplicación de la financiación mediante fórmulas Capítulo 7 Estudio de caso 1: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Australia, por B.J. Caldwell y P.W. Hill 171 7.1 Los orígenes de la financiación mediante fórmulas 171 vii 05/03/2002 9:44 Page viii Índice 7.2 7.3 7.4 Gastos en educación 171 Asignación de recursos a las escuelas 172 Emergencia de una variedad de mecanismos de financiación basados en necesidades 173 7.5 La financiación de las escuelas mediante fórmulas como pieza clave de la reforma de la gestión en las escuelas públicas del estado de Victoria 176 7.6 El diseño de la fórmula de financiación 181 7.7 Situación actual de la financiación mediante fórmulas basada en necesidades en Victoria 187 7.8 Un breve comentario evaluativo de las “Escuelas del futuro” 188 7.9 Evaluación de la financiación mediante fórmulas en Victoria (Australia) 181 7.10 Conclusión 195 Referencias 196 Capítulo 8 Capítulo 9 viii Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales, por R. Levacić 8.1 Los orígenes de la financiación mediante fórmulas 8.2 El contexto de política para la financiación mediante fórmulas 8.3 Criterios: objetivos del gobierno para la financiación mediante fórmulas 8.4 Presupuesto escolar: las partes centralizadas y las partes delegadas 8.5 Regulaciones financieras con respecto a los presupuestos escolares 8.6 El diseño de la fórmula de financiación 8.7 Ajustes transitorios a las fórmulas de financiación 8.8 Una visión panorámica de los componentes 8.9 Una breve evaluación de las fórmulas aplicadas en Inglaterra contrastadas con los criterios de evaluación 8.10 La división entre las retenciones a nivel central y los presupuestos delegados a las escuelas 8.11 La participación de las escuelas en el presupuesto 8.12 Conclusión Referencias ^ debut 198 198 200 204 205 212 214 227 228 228 228 230 237 239 Estudio de caso 3: La financiación de escuelas mediante fórmulas en los Estados Unidos y Canadá, por A. Odden 243 9.1 Los orígenes de la financiación mediante fórmulas 244 05/03/2002 9:44 Page ix Índice 9.2 El contexto de la política local para la financiación mediante fórmulas 9.3 El presupuesto escolar: las partes centralizadas y las partes delegadas 9.4 El diseño de la fórmula de financiación 9.5 Evaluación y análisis 9.6 Conclusión Referencias Capítulo 10 Capítulo 11 Estudio de caso 4: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Nueva Zelandia, por N. Pole 10.1 Los orígenes de la financiación mediante fórmulas 10.2 El presupuesto escolar: las partes centralizadas y las partes delegadas 10.3 El diseño de la fórmula de financiación 10.4 Evaluación 10.5 Conclusión Referencias ^ debut Conclusión, por K.N. Ross y R. Levacić 11.1 Hacia la implementación de la financiación mediante fórmulas: una lista de verificación para los sistemas escolares 11.2 Comentario final 242 248 252 272 276 277 279 279 281 283 299 302 303 306 308 314 ix debut 05/03/2002 9:44 Page x Acerca de los autores Kenneth N. Ross estudió matemática y educación en la University of Melbourne y es Especialista Principal de Programa en el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE). Es miembro de la International Academy of Education. Sus intereses en materia de investigación incluyen la utilización de métodos cuantitativos en la investigación de política educacional, así como el diseño y la implementación de encuestas en gran escala sobre la calidad de la educación. Ha desempeñado funciones académicas y de investigación de alto nivel en el Australian Council for Educational Research y en la Deakin University. Actualmente coordina el programa de cooperación del IIPE con 12 ministerios de educación involucrados en una investigación comparada en educación realizada con el patrocinio del Southern Africa Consortium for Monitoring Educational Quality (Consorcio del África Meridional para el Monitoreo de la Calidad de la Educación). Rosalind Levaïiç se graduó en economía en la London University y actualmente es profesora de Política y Gestión de la Educación en el Centre for Educational Policy and Management de la School of Education de la Open University. Ha trabajado como consultora en diferentes países en proyectos relacionados con la financiación y la gestión de las escuelas. Ha publicado profusamente en materia de financiación de los sistemas educacionales y gestión de recursos en educación. Su reciente libro sobre Local Management of Schools (Gestión local de las escuelas) ha sido ampliamente aclamado como un texto clave para comprender las cuestiones esenciales de la financiación de las escuelas relacionadas con modelos descentralizados de gestión escolar. Jacques Hallak estudió matemática y estadística en la Universidad de París, y luego completó estudios avanzados en educación en la Universidad de Caen. Es miembro de la International Academy of Education y Presidente del International Working Group on Education (Grupo Internacional de Trabajo sobre Educación). Se incorporó al Ministerio de Finanzas de Francia en 1962 en calidad de economista y en 1965 fue transferido a la UNESCO para trabajar en el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE) y posteriormente con la Oficina de Programación y la División de Financiación de la Educación de la UNESCO. En 1987 se incorporó al Banco Mundial como economista principal para la región de América Latina y el Caribe. Fue designado director del IIPE en 1988 y promovido al cargo de Subdirector General de la UNESCO en 1994. Actualmente también es director de la Oficina Internacional de Educación en Ginebra. Ha publicado profusamente en muchas áreas relacionadas con la economía de la educación y la planificación de la educación. Brain Caldwell se graduó inicialmente en ciencias en la University of Melbourne y luego prosiguió estudios en administración de la educación en la University of Alberta. Recientemente fue designado Decano de Educación en la University of Melbourne. Es miembro del Australian College of Education y del Australian Council for Educational Administration (ACEA). Fue presidente del ACEA de 1990 a 1993 y recibió la Medalla de Oro de esta institución en 1994. Su trabajo internacional incluye proyectos y otras responsabilidades profesionales asumidas en muchos países del mundo para organismos tales como la OCDE, la UNESCO, el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo. Es coautor de varios libros que han contribuido a guiar la reforma de la educación en diversos países. Allan Odden completó estudios avanzados en el campo de la administración de la educación en la Columbia University. Desde 1993 ha sido profesor de Administración de la Educación en la University of Wisconsin-Madison y codirector del Consortium for Policy Research in Education. Fue profesor de Política y Administración de la Educación en la x debut 05/03/2002 9:44 Page xi Acerca de los autores University of Southern California y director del Policy Analysis for Californian Schools (el proyecto PACE). Desde 1975 hasta 1984 fue subdirector ejecutivo de la Education Commission of the States, presidiendo su División de Análisis e Investigación de Política. Es autor de muchos libros y artículos sobre financiación de las escuelas, compensación del personal docente, liderazgo en educación y análisis de política educacional. Peter Hill se graduó en las universidades de Londres y Murdoch, prosiguiendo luego su carrera en investigación y administración de la educación en Australia Occidental y en Victoria. Actualmente es director del Centre for Applied Policy Research y Vicedecano en la Facultad de Educación de la University of Melbourne. Fue Gerente General del Victorian Department of Education y presidente del Victorian Curriculum and Assessment Board. Sus intereses en materia de investigación incluyen estudios sobre la eficacia de la educación, enfoques modernos de evaluación de la educación y planificación estratégica en educación. Su investigación reciente ha ilustrado enfoques innovadores del uso de procedimientos de modelización a partir de datos de diferentes niveles para identificar los factores asociados con las escuelas eficaces. Ibtisam Abu-Duhou estudió inicialmente ingeniería en la University of New South Wales y luego se trasladó a la University of Pittsburgh para cursar estudios superiores en planificación y administración de la educación. Ha trabajado como consultora en educación en numerosos proyectos del Banco Mundial, la UNESCO y el UNICEF. Recientemente desempeñó un destacado papel en la creación de una oficina de planificación de la educación en el Ministerio de Educación palestino. Sus intereses en el campo de la investigación incluyen estudios sobre el costo de la educación y métodos para asignar recursos a las escuelas. Sus detalladas evaluaciones del gasto en educación utilizando análisis de la financiación orientada por actividades (activity-led funding) han influido mucho en el desarrollo de nuevos enfoques sobre las fórmulas de financiación de las escuelas. Peter Downes se graduó en lenguas en el Christ’s College de Cambridge y fue profesor de francés y alemán en escuelas privadas y en el sistema escolar secundario no selectivo del Reino Unido. En 1982 fue director de la Hinchingbrooke School en Cambridge, cuando esta escuela participó en una serie de reformas educacionales experimentales relacionadas con la gestión local de las escuelas. De 1994 a 1995 fue presidente de la United Kingdom Secondary Heads Association y durante este período dio muchos cursos sobre la problemática de la gestión basada en la escuela. Actualmente trabaja como consultor en educación, especializado en gestión financiera, mejora de la escuela y lenguas modernas. Nicholas Pole se graduó en educación y sociología en la University of Waikato y en administración en la Massey University. Trabajó durante varios años en investigación y análisis de política de la educación. Actualmente es Gerente Principal en el Ministerio de Educación de Nueva Zelandia, responsable del desarrollo de las estrategias de financiación de los sectores constituidos por las escuelas y la primera infancia. Stephen Forster se graduó en ciencias en el Emmanuel College de Cambridge. Fue profesor de matemática y física en el sistema escolar secundario no selectivo del Reino Unido hasta que fue designado subdirector del Impington College en Cambridgeshire. Posteriormente se desempeñó como director de proyectos de la Cambridgeshire Local Education Authority y después como especialista principal de educación involucrado en el desarrollo del currículo de las escuelas secundarias. Actualmente es director del Stanground Community College. xi ch.1 04/03/2002 15:25 Page 1 Capítulo 1 Introducción Kenneth N. Ross y Jacques Hallak 1.1 El programa de investigación y formación en financiación de la educación del IIPE Desde su creación en 1963, el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación ha estado trabajando activamente en actividades de investigación y formación relacionadas con estrategias en materia de costos, financiación y presupuesto de los sistemas de educación. El foco de atención de este trabajo ha sido la identificación de los cambios en el contexto de la investigación de estas tres áreas, y también el mejoramiento del conocimiento conceptual y las metodologías de recolección de datos de los planificadores de la educación con ellas relacionadas, particularmente de los países en desarrollo. En la década de los sesenta, los principales esfuerzos del IIPE en el área general de la financiación de la educación concentraron su atención en la recolección de datos destinada a producir estimaciones de costos que se pudieran utilizar posteriormente para generar planes prospectivos realistas para la financiación de sistemas de educación en evolución. Estos datos fueron inicialmente reunidos a partir de los presupuestos de educación, en lugar de haber sido generados a partir de los gastos efectivos. La investigación ulterior del IIPE amplió las fuentes de información sobre los costos y exploró la utilización de proyecciones financieras como un instrumento importante para los planificadores de la educación, quienes eran responsables de “cartografiar” el desarrollo global de los sistemas de educación considerados en su integridad. En 1968, el primer director del IIPE, Phillip Coombs, publicó un libro titulado The World Educational Crisis (La crisis mundial de la educación), que documentó las dificultades enfrentadas por los países en desarrollo que trataban de utilizar sus limitadas fuentes financieras para afrontar las demandas de educación de poblaciones pujantes, demandas que crecían cada vez más rápidamente. Coombs aplicó métodos de 1 ch.1 04/03/2002 15:25 Page 2 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas análisis y diagnóstico para identificar los desafíos globales emergentes que se planteaban a la educación y sugirió prioridades para afrontarlos. En una publicación posterior de 1972, Coombs trabajó con Jacques Hallak, actual director del IIPE, para capitalizar juntos las lecciones de los estudios de costos y financiación que habían sido realizados por los miembros del personal del IIPE en 27 sistemas de educación. El informe de este trabajo, Managing Educational Costs, sintetizó el conocimiento disponible sobre financiación de la educación y luego lo aplicó para analizar las tendencias en los costos de la educación y sus relaciones con los factores del desarrollo de la educación. Los autores dieron buenas razones para que los planificadores de la educación aplicaran enfoques más innovadores en la elaboración de los presupuestos de educación que incluyeran análisis costo-eficacia y costo-beneficio. A lo largo de las décadas de los sesenta y los setenta, los planificadores de la educación en todo el mundo tuvieron su atención firmemente concentrada en la expansión de la oferta de educación. Su trabajo en el campo de la financiación de la educación estaba fundamentalmente interesado en comprobar la factibilidad financiera de los tipos de proyectos, planes y programas que pudieran ayudarlos a manejar dicha expansión. Durante la década de los setenta, bajo el liderazgo de Raymond Poignant, entonces director del IIPE, se produjo una serie de estudios de caso y monografías nacionales que cubrían un amplio espectro de experiencias en el campo de la financiación de la educación. Estos estudios examinaron los desafíos financieros que afrontaban los sistemas de educación en los países en desarrollo y también incluyeron análisis de la diversificación de las fuentes de financiación, modelos de recuperación de costos, incentivos financieros y sistemas de préstamo para los estudiantes. El objetivo principal de este trabajo fue explorar estrategias que pudieran ser utilizadas por los gobiernos para lograr un desarrollo a largo plazo más equilibrado de sus sistemas de educación. Cuando comenzaba la década de los ochenta, el foco de atención de los esfuerzos de la planificación de la educación cambió espectacularmente. En muchos países en desarrollo, especialmente en el África subsahariana, la situación económica alcanzó un punto crítico, mientras que los gobiernos luchaban por reducir los niveles de la deuda nacional introduciendo severas políticas que incluyeron significativos recortes en el gasto público y el consumo nacional. Estas condiciones de austeridad frecuentemente desembocaron en una importante limitación de los recursos disponibles para la educación. 2 ch.1 04/03/2002 15:25 Page 3 Introducción Mientras que los planificadores de las décadas de los sesenta y setenta planificaban para el crecimiento, muchos de sus homólogos en la década de los ochenta estaban planificando para la reducción del gasto y el inevitable impacto que esto tendría sobre la provisión de los recursos necesarios para mejorar la calidad de la educación. A fines de la década de los ochenta había comenzado en muchos países una era de severo ajuste estructural y el discurso económico dominante relativo a la provisión de educación estaba centrado fundamentalmente en cuestiones relacionadas con la crisis financiera. En el IIPE, estos años vieron la emergencia de nuevas áreas de interés en el campo de la financiación de la educación que estaban interesadas en la reducción de costos, recortes presupuestarios, así como en la movilización de recursos locales y privados para financiar la educación. La celebración de su 25º aniversario en 1988 brindó al IIPE la ocasión para revisar los logros del Instituto en el campo de la financiación de la educación, pero también para introducir una nueva agenda de áreas de interés en materia de investigación y formación para la década de los noventa. Así surgió un enfoque más amplio de las cuestiones relacionadas con la financiación de la educación, estudiándoselas a lo largo de un espectro de áreas de la planificación de la educación, en vez de ser abordadas como áreas de interés discretas y separadas. La investigación del IIPE en financiación, costos y elaboración del presupuesto durante la década de los noventa fue realizada bajo el liderazgo de Serge Péano y se dirigió hacia el desarrollo y la modernización de los sistemas de financiación de la educación en los países en desarrollo, haciendo hincapié en la utilización de sistemas de información que contienen una combinación exhaustiva de información presupuestaria, contable y estadística. Este trabajo se expandió y fortaleció mediante productivos acuerdos con dos consorcios de ministerios de educación localizados en el África Meridional anglófona y en el África Occidental francófona. A medida que se acercaba el año 2000, los programas de investigación y formación del IIPE se concentraron en cuatro áreas principales: el mejoramiento de la calidad de la educación básica, políticas y estrategias para la educación secundaria, educación para grupos desfavorecidos, y financiación y gestión de la educación. Las cuestiones relativas a la financiación, costos y elaboración del presupuesto se inscribieron en cada una de estas áreas y se integraron frecuentemente en los diseños de investigación de proyectos específicos 3 ch.1 04/03/2002 15:25 Page 4 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas con vistas a generar concepciones más globales del campo de la planificación de la educación. Este libro ilustra la visión ampliada de la planificación del IIPE. Comienza con un análisis de las cuestiones centrales en la financiación de la escuela mediante la exploración de los sistemas de valores fundamentales que sustentan a las sociedades modernas y sus sistemas educacionales, para luego seguir con un análisis pragmático del concepto de « fórmulas de financiación basada en necesidades » que refina y unifica la terminología utilizada para describir esta iniciativa en diferentes sistemas escolares. Finalmente, el libro retoma una discusión de los temas técnicos más importantes relacionados con la construcción de fórmulas y luego ilustra esta discusión mediante una serie de estudios de caso detallados provenientes de cinco países. 1.2. La necesidad de este libro El uso de fórmulas de financiación para determinar la asignación de recursos en los sistemas escolares no constituye una nueva idea. Muchos ministerios de educación en todo el mundo cuentan con, por lo menos, un sistema simple de fórmulas de financiación “en especie” que utiliza la relación alumnos/maestro para guiar las decisiones relativas al personal. Algunos sistemas escolares proveen recursos suplementarios a algunas escuelas cuando se considera que prestan servicios a comunidades pobres o desfavorecidas según ciertos indicadores de ‘pobreza’ o ‘desventaja socioeconómica’. Otros sistemas escolares toman en consideración la ubicación física de las escuelas y entonces ofrecen personal suplementario o subsidios a las escuelas más aisladas. Otros sistemas escolares toman provisiones para las escuelas que tienen bajo su responsabilidad la oferta de programas especiales (tales como programas de música o vocacionales) o de materias especiales (tales como lenguas minoritarias o ciencias experimentales avanzadas). En alguno casos, las fórmulas desarrolladas para estos mecanismos de asignación de recursos son muy complejas. Se pueden encontrar ejemplos de esto en las diversas medidas de la pobreza y la desventaja socioeconómica que han sido utilizadas para el programa Title I (Título I) en los Estados Unidos, para el programa Educational Priority Areas (Áreas Prioritarias de Educación) en el Reino Unido y el Disadvantaged Schools Project (Proyecto de Escuelas Desfavorecidas) en Australia. Estas fórmulas han empleado indicadores sociales detallados sobre ingreso, educación, situación ocupacional, lengua hablada en el hogar y etnia. 4 ch.1 04/03/2002 15:25 Page 5 Introducción La mayoría de los primeros intentos de asignación de recursos basada en las necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas se destinó a programas específicos, generalmente focalizados en subgrupos especiales de escuelas y casi siempre relacionados con una proporción relativamente pequeña del presupuesto total disponible para las escuelas. Generalmente se utilizaron diferentes fórmulas para distintos programas, lo que algunas veces condujo a una combinación de confusas actividades de asignación de recursos que funcionaban paralelamente, sin coordinación en su distribución o impacto. Importantes avances en los aspectos conceptuales y metodológicos de las fórmulas de la financiación de la educación basada en necesidades surgieron en la década de los noventa, cuando los sistemas escolares en países tales como Australia, Canadá, Nueva Zelandia, el Reino Unidos y los Estados Unidos empezaron a implementar enfoques de administración de la educación radicalmente descentralizados. Estos sistemas educacionales empezaron a utilizar modelos de gestión basados en la escuela en los que la mayoría, algunas veces más del 80%, de los recursos educacionales disponibles de un sistema escolar eran colocados bajo el control directo de las escuelas. La llegada de estos modelos generó una muy fuerte demanda de fórmulas de financiación, porque se consideró que esta era la única manera de establecer métodos válidos y defendibles para la toma de decisiones acerca de cuánto exactamente recibiría cada escuela del presupuesto total de un sistema escolar. Los enfoques de fórmulas de la financiación basada en necesidades que surgieron a fines de la década de los noventa no representan mejoras menores en el campo de la financiación de la educación. Por el contrario, representan un salto cuántico en los esfuerzos para crear modelos de financiación de las escuelas aplicables al conjunto del sistema, modelos que se integran con valores y políticas de educación reconocidos, basados en la investigación disponible y accesible a todos los interesados. Hay tres razones importantes por las que todos los planificadores de la educación deberían empezar a comprender más acerca de esta extraordinariamente importante tendencia. Cobertura, impacto y foco de atención: A diferencia de las primeras aplicaciones de las fórmulas de financiación descritas supra, las nuevas aplicaciones de las fórmulas de la financiación basada en necesidades representan una ruptura sin precedentes con las pautas tradicionales de asignación de recursos en educación. En particular, estos enfoques a) cubren a todas las escuelas de un sistema escolar (en lugar de tratar de identificar subgrupos que reciban un tratamiento 5 ch.1 04/03/2002 15:25 Page 6 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas diferencial), b) se utilizan para asignar la mayoría de los recursos de un sistema escolar (en lugar de hacerlo con sólo algunos fragmentos de recursos vinculados a programas particulares) y c) concentran su atención en un esfuerzo genuino por satisfacer necesidades educacionales reconocidas (en lugar de ignorar aquellas características de los estudiantes, programas escolares y sitios escolares que generan costos diferenciales genuinos). Este cambio considerable en la cobertura, el impacto y el foco de atención de las estrategias de financiación de la educación han comenzado a sacudir los cimientos de las oficinas de planificación de la educación en el mundo entero. Fundamentos de la investigación: Los principales impactos de orden financiero que pueden resultar de la adopción de los enfoques de fórmulas de la financiación basada en necesidades han generado enormes presiones para construir y aplicar fórmulas de financiación de una manera imparcial, que se sustentan en una evaluación de las necesidades educacionales basada en la investigación. Esto ha hecho posible que los sistemas escolares eliminen tres influencias indeseables, pero a menudo ampliamente difundidas, sobre la asignación de recursos: los precedentes históricos (pero frecuentemente ilógicos) en los niveles de los recursos destinados a escuelas específicas, las pujas y negociaciones efectuadas por los directores de escuela más emprendedores en nombre de sus propias escuelas, y las opiniones y preferencias personales de los administradores del sistema escolar. Además, la posición central del conocimiento producto de la investigación para guiar la construcción de las fórmulas de financiación ha tenido el resultado beneficioso de destacar la importancia de una sólida política de investigación de la educación como base para la toma de decisiones informada en materia de financiación de las escuelas. Efecto catalítico sobre el debate en educación: Las diferencias en los resultados de las fórmulas de la financiación basada en necesidades para diferentes escuelas siempre deben justificarse en todos los niveles de un sistema de educación. Este requisito implica que la aplicación de las fórmulas de financiación debe ser un proceso transparente e inteligible que permita a todos los interesados en el proceso de educación incorporarse al debate sobre la financiación de la escuela, tener acceso y utilizar información relevante, y sentirse conforme con la equidad resultante de las asignaciones de recursos. Todos estos resultados son sumamente deseables en cualquier sociedad, porque crean el tipo de entorno en el que las decisiones sobre la financiación de las escuelas se pueden basar en un debate informado, continuado y amplio. 6 ch.1 04/03/2002 15:25 Page 7 Introducción Estas tres razones de la importancia de las fórmulas de la financiación basada en necesidades han sido asumidas en este libro de tal manera que se integran con las cuestiones de política, técnicas y de implementación. Esta estructura fue adoptada por los autores con el propósito de ofrecer suficiente información para posibilitar que los responsables de la toma de decisiones de alto nivel de los ministerios de educación exploren los contextos de la política y los principios básicos relacionados con esta tendencia emergente (véase la Parte I de este libro) y, al mismo tiempo, brindar a los planificadores de la educación suficientes antecedentes técnicos y ejemplos de implementación para estar en condiciones de iniciar el proceso de diseño y aplicación de las fórmulas de la financiación basada en necesidades. 1.3 La preparación del libro La idea global de este libro se desarrolló tras muchas discusiones entre los miembros del personal del IIPE en relación con las tendencias emergentes en la planificación de la educación y sus implicaciones para los futuros programas de investigación y formación conducidos por el IIPE. Basándose en estas discusiones, se decidió que el IIPE debía preparar un libro sobre el tema Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas. Como primer paso se preparó un capítulo inicial como marco de referencia, que se remitió a varios miembros del Colegio de Consultores del IIPE para que lo revisaran. Este documento fue concluido después de su revisión ulterior por expertos seleccionados de los campos de la gestión de la educación, la financiación de las escuelas y la metodología de la estadística. Para cada capítulo del libro se identificó uno o más autores especializados. Estas personas fueron seleccionadas en función de dos criterios: su liderazgo en el campo de las fórmulas de la financiación basada en necesidades y su experiencia de primera mano en la producción y aplicación de fórmulas de financiación. Los autores prepararon sus contribuciones en concordancia con el marco de referencia del capítulo y luego se reunieron en la sede del IIPE, en París, a fines de 1997, para examinar lo que habían escrito, debatir aspectos conceptuales y lograr consenso sobre una estructura y estilo unificados para el libro. Durante 1998 se prosiguió la revisión de los capítulos mediante la Internet, hasta que se concluyó el libro a comienzos de 1999. El director y los miembros del personal del IIPE desean felicitar a todos 7 ch.1 04/03/2002 15:25 Page 8 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas los autores por sus excelentes contribuciones al libro y también por la manera en que trabajaron en equipo sobre sus propios capítulos y la refinación del trabajo preparado por los otros autores. La publicación de este libro constituye un hito en el que la aplicación de diversas fórmulas de la financiación basada en necesidades ha desencadenado grandes cambios en el campo de la financiación de las escuelas. Estos cambios tienen consecuencias para todos los planificadores de la educación, porque representan un giro fundamental en las bases conceptuales y empíricas para financiar sistemas escolares enteros. Elaborar el mapa de la futura evolución de las fórmulas de la financiación basada en necesidades será una tarea estimulante y exigente, y requerirá que se prolongue durante por lo menos una década más antes de que se pueda conocer y evaluar su pleno impacto. Por consiguiente, este libro se ofrece a los profesionales de la planificación de la educación como un planteamiento inicial sobre las fórmulas de la financiación basada en necesidades, con la esperanza de que informe y suscite ulteriores investigaciones y debates. Referencias Coombs, P. 1968. The world educational crisis: a systems analysis. New York, Oxford University Press. Existe versión española: Coombs, Philip H. 1971. La crisis mundial de la educación, Barcelona, Península. Coombs, P.; Hallak, J. 1972. Managing educational costs. London, Oxford University Press. 8 ch-02 04/03/2002 15:26 Page 9 Parte I Contexto de política y principios básicos ch-02 04/03/2002 15:26 Page 11 Capítulo 2 El papel de la financiación de las escuelas mediante fórmulas en diferentes contextos de política educacional Brian J. Caldwell, Rosalind Levaïiç y Kenneth N. Ross 2.1 Introducción a los temas principales Las fórmulas de financiación de las escuelas han sido una característica de la administración de la educación desde la formación de los sistemas de educación pública. Por ‘fórmula de financiación’ queremos decir ‘un conjunto reconocido de criterios para asignar recursos a las escuelas que es aplicado imparcialmente a cada escuela’. En el nivel más elemental, los profesores han sido asignados a las escuelas según una decisión del nivel central, que se basa en el número de estudiantes y en supuestos acerca del tamaño de las clases que se considera necesario o factible. Fórmulas semejantes se han utilizado en relación con los suministros y el equipamiento. Con el transcurso del tiempo se crearon diversas fórmulas para diferentes tipos de escuelas y distintas clases de programas educacionales. Cuando en la década de los sesenta se reconoció la relación entre desventaja económica y pobre rendimiento escolar se introdujeron políticas para ofrecer recursos adicionales a las escuelas con una gran concentración de estudiantes desfavorecidos, por ejemplo en los Estados Unidos, Australia, Gran Bretaña y Francia. Se desarrollaron fórmulas de financiación que utilizaban diversos índices de desventaja económica y social a fin de asignar recursos adicionales a las escuelas que atendían a comunidades desfavorecidas. Por consiguiente, se agregó una mayor complejidad a los enfoques para asignar recursos. En general, los recursos adicionales eran suministrados en especie (es decir, un número adicional de profesores o personal auxiliar, equipamiento y materiales). Si se suministraba dinero adicional, se trataba de una asignación para fines específicos, de modo que la transferencia entre diferentes categorías de recursos generalmente 11 ch-02 04/03/2002 15:26 Page 12 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas no fue un problema. Aunque el foco de atención de estas primeras fórmulas recayó sobre el estudiante, la clase o la escuela, estos cambios ocurrieron generalmente en los sistemas de educación pública que eran centralizados en relación con el locus de la toma de decisiones sobre la mayoría de las materias importantes. Los enfoques más sofisticados de fórmulas de financiación hasta hoy han sido asociados con los esfuerzos recientes destinados a reformar la educación pública en diversos países, especialmente ahí donde la reforma implica un significativo nivel de descentralización de la autoridad, la responsabilidad y la rendición de cuentas a las escuelas dentro de un marco de referencia centralmente determinado de políticas, prioridades y estándares. Si los recursos se asignan directamente a las escuelas como si se tratara de presupuestos de una sola línea o a suma alzada para que sean objeto de la toma de decisiones a nivel local, entonces los gobiernos y sus organismos se ven confrontados con preguntas tales como: “¿Qué monto se debe asignar a cada escuela?” y “¿qué factores se deben tener en cuenta para determinar el nivel de recursos que se debe asignar a una escuela específica?” Estas preguntas suscitan otras, especialmente cuando se pone en evidencia que los enfoques existentes para asignar recursos son inciertos o incoherentes, o, en algunos casos, pueden ser objeto de manipulación mediante argumentos especiosos o la interferencia política. Se requería enfoques justos y transparentes, por lo que se elaboraron consecuentemente fórmulas de la financiación basada en necesidades (es decir, fórmulas derivadas de un análisis explícito de lo que las escuelas necesitan gastar a fin de ofrecer una calidad especificada de educación a todos sus estudiantes). Dado que los temas relacionados con la calidad de la escolarización para todos los estudiantes estaban en el centro de la atención, las fórmulas fueron más complejas que nunca, porque debían ser sensibles a los requerimientos de recursos para cubrir la totalidad, o tanto como fuese posible, del espectro de necesidades de aprendizaje. Sin embargo, no todas las fórmulas de financiación de las escuelas que se elaboraron en estos sistemas reformados se basaron totalmente en las necesidades. En Inglaterra, por ejemplo, se elaboraron nuevas fórmulas de financiación que frecuentemente tendieron a reflejar las prácticas precedentes de asignación de recursos en lugar de los costos para impartir el nuevo currículo nacional. El hecho de que simplemente hayan aparecido enfoques contemporáneos y relativamente sofisticados de financiación basados en necesidades bajo condiciones de descentralización no significa que esto 12 ch-02 04/03/2002 15:26 Page 13 El papel de la financiación de las escuelas mediante fórmulas en diferentes contextos de política educacional tiene que ser siempre así o que los sistemas que son relativamente centralizados no deberían interesarse en este tema. Si bien estos avances ocurrieron debido a las necesidades que surgieron como producto de la decisión de descentralizar, las mismas razones y las mismas preguntas tendrían que dar lugar a enfoques de asignación de recursos en cualquier sistema de educación pública, incluso en el más centralizado. Este libro se basa en la premisa de que en las fórmulas de financiación hay ventajas comparativas que se pueden explotar dentro de una amplia gama de contextos diferenciados de política de la educación. Este argumento se desarrolla más adelante en este capítulo para demostrar el papel de las fórmulas de financiación en diferentes contextos de política de la educación que se caracterizan por los distintos énfasis dados a valores clave en la política de educación. Este análisis subtiende el resto del libro, que se divide en tres partes. La primera aborda los principios que rigen la concepción y la construcción de fórmulas de la financiación basada en necesidades; la segunda ofrece un detallado análisis de cuestiones técnicas y la tercera presenta estudios de caso de fórmulas de financiación de las escuelas que están en uso. 2.2 La estructura del libro Un marco de referencia constituido por principios se presenta en el Capítulo 3, que hace hincapié en que las fórmulas de la financiación basada en necesidades son instrumentos de la política de educación y, por tanto, deberían concebirse de tal manera que sean coherentes con los objetivos de política establecidos para el sistema escolar. En el Capítulo 3, se distinguen cuatro componentes de las fórmulas de financiación. Estos son: a. b. c. d. asignación básica por estudiante; mejora del currículo; necesidades suplementarias de educación del estudiante; necesidades del sitio escolar. Posteriormente, los Capítulos 4 a 6 se explayan sobre cada componente de la fórmula: el Capítulo 4 aborda la financiación orientada por actividades para derivar la asignación básica por estudiante. El Capítulo 5 examina fórmulas para asignar recursos suplementarios a fin de apoyar a los alumnos que tienen una amplia gama de necesidades especiales de educación generadas por factores tales como minusvalía, dificultades de aprendizaje, falta de dominio de 13 ch-02 04/03/2002 15:26 Page 14 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas la lengua de instrucción y desventajas económicas. Este capítulo muestra cómo las primeras fórmulas para asignar recursos adicionales en función de las necesidades suplementarias de educación fueron injertadas en las fórmulas más sofisticadas resultantes de las políticas de descentralización. El Capítulo 6 discute métodos para asignar recursos que tienen en cuenta los costos diferenciales por alumno debido a la mejora del currículo y a características específicas del sitio escolar. Desde el comienzo se hizo notar que la descentralización de la gestión de las escuelas ha sido el contexto de política de los recientes cambios en las fórmulas más sofisticadas de la financiación basada en necesidades. Esta es la razón por la cual se ha seleccionado estudios de caso sobre América del Norte, Australia, Nueva Zelandia y el Reino Unido. Una característica particular de estas reformas es que incluyen la introducción de un mayor grado de capacidad de elección de la escuela por parte de los padres de familia, porque la financiación sigue al estudiante a la escuela escogida. También han incluido (en diversos grados) la descentralización de la gestión de las decisiones sobre la distribución de los recursos a nivel de la escuela. Estos aspectos de la descentralización frecuentemente han sido acompañados de esquemas centralizados en los que el gobierno o la autoridad educacional establece un marco de referencia de prioridades y estándares dentro de los cuales se espera que las escuelas funcionen y en relación con los cuales rendirán cuentas. En particular, las fórmulas de la financiación basada en necesidades, la gestión de los recursos a nivel de la escuela y un marco de referencia explícito de estándares de resultados de las escuelas han conducido, en conjunto, a aumentar el énfasis en las maneras en que las escuelas pueden distribuir sus recursos disponibles a fin de maximizar los resultados del aprendizaje de sus estudiantes. Por consiguiente, es pertinente examinar el movimiento de reforma de la educación que involucra la descentralización de la gestión de la escuela y las fórmulas de la financiación basada en necesidades, que emerge como un componente esencial de estas reformas. Los estudios de caso de los Capítulos 7 a 10 exploran una gama de cuestiones que incluyen los valores subyacentes y las fuerzas que impulsan al movimiento de reforma de la escuela, especialmente los que propugnan la gestión basada en la escuela o autogestión, como también se la conoce. A partir de los estudios de caso sobre los cambios recientes en las fórmulas de la financiación basada en las necesidades de las escuelas, el Capítulo 11 (Conclusión) extrae las lecciones clave que hay que aprender y a continuación propone una agenda de seis factores que 14 ch-02 04/03/2002 15:26 Page 15 El papel de la financiación de las escuelas mediante fórmulas en diferentes contextos de política educacional facilitan la aplicación de las fórmulas de la financiación basada en necesidades. 2.3 Un marco de referencia para el análisis de política asociado con la financiación basada en necesidades El papel de las fórmulas de financiación de las escuelas en diversos contextos de política de la educación se puede demostrar utilizando el marco de referencia de valores para el análisis de la reforma de la educación de Swanson y King (1997). “Cinco valores u objetos de política que han sido históricamente prominentes en el moldeamiento de las sociedades occidentales y que también son particularmente relevantes para adoptar decisiones acerca de la provisión y el consumo de servicios educacionales son la libertad, la igualdad, la fraternidad, la eficiencia y el crecimiento económico. Cada uno ha experimentado ascensos y descensos en prioridad en función de las cambiantes circunstancias sociales, pero ninguno perdió jamás su relevancia totalmente. El actual cambio de prioridades en relación con estos cinco valores subtiende en gran medida la controversia que rodea a la educación hoy en día”. (Swanson y King, 1997, pp. 22-23). La libertad es un valor clásico, pero se manifiesta de diferentes maneras y en diversas lenguas. Dentro del sector estatal, la elección de escuela y la diversidad de tipos de escuela y programas de educación son manifestaciones del principio de libertad. Elección y diversidad se pueden defender por su valor intrínseco como promotores de la libertad del individuo cuando consume un servicio ofrecido por el Estado. También han sido defendidos como proveedores de incentivos para que los productores mejoren la calidad de su producto. La igualdad es también un valor clásico que, en su sentido fundamental, está destinado a transmitir la intención de que todas las personas sean tratadas igualmente. La equidad horizontal exige que los estudiantes de un sistema escolar reciban la misma asignación de recursos, si tienen similares necesidades de aprendizaje, independientemente de la escuela a la que asisten. Todavía hay muchos sistemas escolares, en los países en desarrollo y en los desarrollados, donde existen desigualdades locales y regionales en la financiación, que infringen el principio de equidad horizontal. Otro principio es el de equidad vertical. En la medida en que se ha reconocido las diferentes 15 ch-02 04/03/2002 15:26 Page 16 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas condiciones de vida de las personas, de la misma manera sucede con la idea de que el tratamiento debe ser diferente, si se quiere mantener este valor de equidad. Un ejemplo está dado por los diferentes programas educacionales y los distintos costos asociados con la oferta de educación a las personas minusválidas y con dificultades de uno u otro tipo. Asignar recursos a estos estudiantes sobre la misma base que a los estudiantes que no se encuentran en estas condiciones violaría abiertamente el valor de la igualdad o de la equidad, si la oportunidad de educación o incluso el resultado de la educación constituye una consideración primordial. La fraternidad es otro valor de larga data que subyace en la política de la escolarización pública. Relacionado de alguna manera con la igualdad, en el campo de la educación se manifiesta como una importante característica de la escuela pública. Ésta se considera una institución que debe satisfacer las necesidades de todos los jóvenes, independientemente de las condiciones socioeconómicas, de religión, clase, género, etc. Este valor ingresa en el dominio de los recursos porque se podría requerir diferentes niveles de recursos para asegurar que se pueda ofrecer una adecuada escolarización pública en caso de que existan combinaciones específicas de estas condiciones o circunstancias. Así, libertad, igualdad y fraternidad son un duradero conjunto de valores que tiene impacto no sólo sobre la política pública, sino sobre todo el tejido social y ético de algunas naciones. Los valores restantes en el esquema de Swanson y King, eficiencia y crecimiento económico, pueden parecer fuera de lugar cuando se los presenta junto con la libertad, la igualdad y la fraternidad, pero sólo se requiere un momento de reflexión para percatarse de su relevancia para el análisis de política sobre la asignación de recursos a las escuelas públicas. Generalmente se considera que la eficiencia es un valor que toma en cuenta los insumos y los productos. Por ejemplo, es deseable obtener el mayor producto posible con un insumo determinado u obtener un determinado producto con el menor insumo posible. Estos valores se manifiestan en la política pública cuando los gobiernos y sus organismos enfrentan la tarea de asignar recursos a una gama cada vez mayor de servicios complejos disponiendo de recursos limitados o incluso decrecientes. La eficacia está contenida en esta concepción de la eficiencia, si la primera se considera la medida en la que se ha logrado las intenciones explícitas (fines, propósitos, objetivos, metas). El crecimiento económico también ha sido evidente como un valor de la política pública, ya que produce más altos niveles de vida, 16 ch-02 04/03/2002 15:26 Page 17 El papel de la financiación de las escuelas mediante fórmulas en diferentes contextos de política educacional incluyendo los ingresos para financiar los servicios públicos. Un crecimiento económico estable o decreciente puede poner en peligro la provisión de servicios. En una perspectiva más amplia, sin embargo, el logro del crecimiento económico requiere que los ciudadanos de una nación posean ciertos conocimientos, competencias y actitudes. Una característica peculiar de las políticas de educación durante los últimos 20 años es que los sistemas de educación son percibidos como instrumentos fundamentales para sustentar y mejorar la competitividad internacional de las naciones. Desde esta perspectiva valórica, el propósito del sistema de educación es imbuir los conocimientos, las competencias y las actitudes requeridos para disponer de una fuerza de trabajo muy productiva y flexible, capaz de participar en el aprendizaje a lo largo de toda la vida. En la prosecución de este valor, los gobiernos definen marcos de referencia constituidos por estándares de educación en función de los cuales los estudiantes y las escuelas son evaluados, y las escuelas deben rendir cuentas. La introducción de nuevos programas para mejorar las competencias de la fuerza de trabajo implica inevitablemente diferentes pautas en la utilización de los recursos, incluyendo la necesidad de gastos adicionales en educación para sufragar la tecnología de la información y la comunicación. Ahora se exige a las escuelas que forjen vínculos con el mundo de los negocios y que dejen de funcionar como engranajes de la burocracia estatal y se conviertan, más bien, en instituciones autogestionadas y funcionen de manera similar a la de las empresas. El Capítulo 3 ofrece una detallada explicación de los conceptos de « equidad », « eficiencia » y « eficacia » en el contexto de la construcción de fórmulas de la financiación basada en necesidades. Ellos se convierten en criterios de evaluación para juzgar el valor de tales fórmulas. Sin embargo, aquí se consideran, en primer lugar, como valores en la formación de la política pública que han suscitado el interés en las fórmulas de la financiación basada en necesidades. Los cinco valores del esquema de Swanson y King ofrecen un marco de referencia común en el que se pueden analizar diferentes contextos nacionales de política de la educación. En un momento dado, diferentes países pueden asignar diferentes énfasis a cada uno de los valores particulares. Las políticas específicas tienen un papel que desempeñar en relación con uno o más de los cinco valores. En particular, las fórmulas de la financiación basada en necesidades tienen un papel que desempeñar en relación con cada uno de los cinco valores. Este análisis se presenta en el Cuadro 1 que muestra cómo se pueden analizar políticas educacionales 17 ch-02 04/03/2002 15:26 Page 18 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas específicas que abordan valores particulares. Para simplificar el marco de referencia, los valores de igualdad y fraternidad se han agregado en un solo valor. Más adelante tomamos cada valor de política y lo relacionamos con los tipos de política de educación actualmente en práctica que promueven este valor y el papel que desempeñan en su concreción las fórmulas de la financiación basada en necesidades. Cuadro 1. El papel de las fórmulas de la financiación basada en necesidades en la concreción de los valores de la política de educación Valores de la política Igualdad y Libertad y fraternidad Eficiencia elección Crecimiento económico y productividad Estrategias de la política de educación Destinar recursos adicionales para mejorar el logro de las personas desfavorecidas educacionalmente. Elección de la escuela. Participación de la comunidad en el gobierno de la escuela. Gestión descentralizada: toma de decisiones a nivel local sobre la distribución de los recursos y vínculos con los resultados del aprendizaje. Marco de referencia constituido por los estándares de educación. Rendición de cuentas de las escuelas respecto al logro de los estándares esperados. 2.4 Igualdad y fraternidad Los valores de igualdad y fraternidad estuvieron en ascenso en muchos países durante las décadas de los sesenta y setenta en las políticas destinadas a contrarrestar las desventajas sociales y económicas mediante la redistribución de los recursos educacionales. Las fórmulas de financiación se elaboraron para asignar recursos adicionales a las escuelas que atendían a los estudiantes educacionalmente desfavorecidos. El inicio de la década de los ochenta marcó la emergencia de nuevos enfoques para asignar recursos en sistemas de educación pública basados en la determinación de las características de los estudiantes y asumiendo que se requerían diferentes pautas de recursos para distintas categorías de necesidades de los estudiantes. Los enfoques contemporáneos considerados en este libro datan de esta época. Están eficazmente ilustrados por el trabajo de Kenneth Ross 18 ch-02 04/03/2002 15:26 Page 19 El papel de la financiación de las escuelas mediante fórmulas en diferentes contextos de política educacional y sus colegas en el Australian Council for Educational Research y en diversos ministerios de educación de los sistemas estatales. Se elaboró un índice de necesidad educacional basado en datos del censo a partir de la medición de indicadores selectos, ofreciendo esencialmente una medición del contexto socioeconómico de los estudiantes que se correlacionaba con medidas de logro. El índice se derivó de un compuesto de datos sobre los estudiantes, posibilitando que las escuelas fueran colocadas en una escala de 16 puntos que se convirtió en la base para asignar recursos a las escuelas cubriendo así diversas categorías de gastos. Éste llegó a convertirse en el Índice Ross y todavía se utiliza ampliamente en la mayoría de los estados australianos, y en algunos sistemas de escuelas no gubernamentales, así como en Nueva Zelandia. Este índice reflejaba necesidades y valores que lograron ascendiente sobre la mayoría de las naciones occidentales a fines de la década de los sesenta y a lo largo de la de los setenta. Estos fueron los años en los que las bases tradicionales de la autoridad fueron desafiadas y las necesidades de los desfavorecidos fueron reconocidas por la política pública en cada una de las naciones de las que se presentan estudios de caso en este libro. En Australia, este período de la educación escolar fue marcado por la creación de la Australian Schools Commission en 1973, que otorgó fondos de la Commonwealth (Mancomunidad nacional) a los estados (sector público) y a las escuelas (sector privado) para los quince años siguientes. La mayoría de las subvenciones se concentró en las necesidades de ciertos tipos de estudiantes, especialmente cuando se percibía que había que compensar alguna desventaja. Nacieron programas con nombres tales como Disadvantaged Schools Programme (Programa para Escuelas Desfavorecidas) y Country Areas Programme (Programa para las Áreas Rurales). En los sistemas de educación pública, estos fondos eran distribuidos frecuentemente por decisión central, basándose en los informes de las escuelas. En otros casos, especialmente en Tasmania a partir de 1976, los fondos fueron descentralizados directamente a las escuelas, de acuerdo con una fórmula. Con el tiempo, el enfoque descentralizado se convirtió en la norma y el índice Ross probó ser un guía valioso. La financiación basada en necesidades en los Estados Unidos bajo el Title I (Título I) a nivel federal refleja los mismos valores de igualdad y fraternidad. Este programa empezó en 1965 y continúa con una gama de enfoques para tener acceso a los fondos. Algunos reclaman un control estricto de las autoridades centrales en los distritos escolares; otros han 19 ch-02 04/03/2002 15:26 Page 20 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas incorporado dichos fondos en fórmulas para disponer de un enfoque más descentralizado en modelos de gestión basados en la escuela. De manera similar, el Reino Unido y Francia implementaron una financiación adicional para las escuelas situadas en las zonas prioritarias de educación. Este enfoque todavía existe en Francia. Estos modelos eran impulsados por los valores de igualdad y fraternidad. Sin embargo, más recientemente, otros valores de la política pública se desplazaron hacia el centro de atención y se abordan brevemente en la discusión que sigue. 2.5 Libertad y elección Enfoques recientes sobre la reforma de la educación en las naciones seleccionadas como estudios de caso han incorporado un alto nivel de gestión local o de gestión basada en la escuela o de autogestión, como también se la conoce. En cada caso, la fórmula de financiación ha sido adoptada para determinar el monto total de los recursos que se debe descentralizar a cada escuela para que las decisiones se adopten localmente en un sistema de educación pública. Los valores de libertad y eficiencia parecen estar en primera línea al moldear la política pública en estos cambios. El valor de la libertad es evidente en la política sobre la elección, reflejando la idea de que los padres de familia y los estudiantes deberían tener más posibilidades de elegir la escuela que en el pasado. Elegir supone diferencias en lo que se refiere a los programas educacionales. Estas pueden ser diferencias percibidas en la calidad de programas de contenido similar, o la diversidad en los objetivos y el contenido del programa. Así, estas diferencias dan lugar a plantearse la cuestión de cómo se deben asignar los recursos a las escuelas, en la medida en que diferentes programas suponen diferentes pautas de recursos. Valorar la libertad en este sentido puede hacerse a expensas de la igualdad y la fraternidad, si estos últimos valores son concebidos como uniformidad o monotonía. Por otra parte, igualdad y fraternidad pueden apelar a diferentes pautas de financiación, si significan equidad o el derecho a recursos que satisfacen necesidades. El ejercicio de la elección también puede desafiar a los valores de la igualdad y la fraternidad, si tiene como consecuencia que algunas escuelas sean privadas de estudiantes que forman parte de todo el espectro socioeconómico o de rendimiento. Las escuelas públicas que reflejan un valor de fraternidad deben tener estudiantes que forman parte de todos estos espectros. Este conflicto 20 ch-02 04/03/2002 15:26 Page 21 El papel de la financiación de las escuelas mediante fórmulas en diferentes contextos de política educacional entre valores no se relaciona, a primera vista, con políticas de la financiación basada en necesidades o en la descentralización; podría suceder en sistemas centralizados donde se exija a los niños que asistan a la escuela de su vecindario, pero los grupos sociales están geográficamente segregados. Sin embargo, este conflicto de valores es más evidente cuando los fondos siguen o están atados al estudiante, que es una característica de los sistemas que han adoptado el enfoque de la financiación basada en necesidades en condiciones de descentralización. La libertad y la elección también han sido interpretadas no sólo como una elección del consumidor, sino como posibilitadoras de que el consumidor de educación influya sobre las escuelas mediante la participación en su gestión. Una característica notable del movimiento de reforma es la participación de los padres de familia y otros representantes de la comunidad local, e incluso de alumnos mayores, en la gestión de las escuelas mediante consejos escolares localmente elegidos o designados. Estos cambios también plantean la cuestión del mejoramiento del papel de los consejos escolares mediante la ampliación de sus responsabilidades de gestión, incluyendo la gestión de los recursos. Entonces, las fórmulas de la financiación basada en necesidades ofrecen los medios para asignar los recursos a los consejos escolares a fin de que los manejen. 2.6 Eficiencia Junto con la libertad, parece que los valores de eficiencia y crecimiento económico están en ascenso actualmente, especialmente en las naciones seleccionadas para los estudios de caso que se presentan en este libro. El movimiento conocido como “reinventar el gobierno” (basado en Osborne y Gaebler, 1993), con su énfasis en gobiernos y organismos de gobierno más livianos y focalizados, pero todavía poderosos, así como en unidades provistas de autoridad, responsabilidad y un mayor nivel de rendición de cuentas, es impulsado por la necesidad de lograr un alto nivel de eficiencia en la prestación de servicios públicos, incluyendo la educación. Aquí se asume que la eficiencia incluye a la eficacia. Lograr una más estrecha conexión entre pautas de asignación de recursos, necesidades de aprendizaje y resultados de los estudiantes puede percibirse como parte de un impulso por la eficiencia. Una importante reforma para tratar de lograr esto ha sido la gestión descentralizada, local o basada en la escuela, por la que las escuelas reciben presupuestos de una sola línea o a suma alzada que pueden 21 ch-02 04/03/2002 15:26 Page 22 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas gastar como ellas lo decidan a fin de educar a sus alumnos. Las fórmulas de la financiación basada en necesidades de las escuelas ofrecen medios racionales y equitativos para determinar los presupuestos a suma alzada destinados a las escuelas en un sistema descentralizado. La experiencia indica que la gestión descentralizada de la escuela ha mejorado la eficiencia con la que las escuelas utilizan los recursos, en el sentido de que un resultado determinado se puede lograr con un menor costo. 2.7 Crecimiento económico y productividad El movimiento de reforma de la educación escolar también es una característica de los esfuerzos realizados en muchos países para lograr mayores niveles de crecimiento económico en una era en la que el éxito en un mercado global es necesario para el bienestar nacional. Este valor explica el movimiento reciente hacia un currículo y marcos de referencia estandarizados centralmente determinados, así como cambios en la autoridad, responsabilidad y rendición de cuentas hacia los niveles donde se requiere una acción directa, a saber, la escuela y el aula, si lo que se quiere es lograr diferentes o mejores resultados. Asignar recursos a las escuelas en este esfuerzo de mejoramiento se convierte así en una cuestión importante. Más específicamente, sin embargo, este valor ha suscitado nuevas complejidades en la financiación basada en necesidades, ya que muchos cambios en el currículo, por ejemplo, han involucrado costos para las escuelas, especialmente ahí donde entra en juego la tecnología de la información y donde se ha tenido que agregar nuevas lenguas. Mucho capital intelectual, tiempo y esfuerzo se han dedicado a determinar fórmulas de financiación para asignar presupuestos a suma alzada a las escuelas, que reflejen diversas combinaciones de necesidades de aprendizaje y diferentes variables que describan la naturaleza y la localización de la escuela. Existe el supuesto de que las escuelas tienen la capacidad para planificar la distribución de estos recursos y realizar las actividades apropiadas de aprendizaje y enseñanza que optimicen los resultados de los estudiantes, dentro de sus limitaciones presupuestarias. Determinar si dicho vínculo entre insumos, procesos y resultados se ha logrado en estos sistemas escolares es una cuestión empírica. ¿Se ha agregado valor a la calidad del aprendizaje debido a un cambio en la financiación mediante fórmulas basada en necesidades? La investigación acumulada en esta materia es modesta en el mejor de los casos y sólo muy recientemente se ha encontrado pruebas 22 ch-02 04/03/2002 15:26 Page 23 El papel de la financiación de las escuelas mediante fórmulas en diferentes contextos de política educacional tentativas de que las escuelas pueden efectivamente utilizar la capacidad de decisión a nivel local para mejorar los resultados del aprendizaje de los estudiantes. Una cuestión subsidiaria para los responsables de la formulación de política a nivel de sistema y de escuela es, entonces, cómo explicitar y hacer efectivos los vínculos directos e indirectos entre recursos y resultados. Un problema importante es que varias décadas de investigación en las funciones de producción de la escuela (Hanushek, 1997) no han puesto de manifiesto vínculos claros entre la cantidad observable de recursos distribuidos por las escuelas y los consecuentes resultados del aprendizaje. Esto se puede atribuir a la importancia de la calidad de la interacción entre los profesores y los estudiantes en la determinación de los resultados del aprendizaje, diferencias en las que no se reflejan los distintos costos por estudiante o en las cantidades de recursos materiales por estudiante. Por consiguiente, hay ausencia de información proveniente de las funciones de producción de la educación que los planificadores de la educación podrían utilizar con el propósito de asignar recursos para la escolarización. La orientación más clara que la investigación ha ofrecido hasta ahora a los responsables de la formulación de política es el valor de las clases más pequeñas (en número de estudiantes) para mejorar el aprendizaje de los infantes (Hanushek, 1998). La gestión de los recursos basada en la escuela, dentro de un marco de estándares que brindan a las escuelas información de buena calidad sobre los resultados de sus programas de enseñanza y aprendizaje, ofrece la posibilidad de que los responsables de la ejecución construyan su propia base de conocimientos sobre los vínculos entre insumos, procesos y resultados, apoyados por el gobierno o la autoridad educacional en la creación e interpretación de esta información. Sin embargo, un enfoque similar requiere además que los administradores de las escuelas tengan la capacidad para adquirir el conocimiento sobre los vínculos entre la distribución de los recursos y los resultados del aprendizaje, y que sepan hacer uso apropiado de él cuando toman decisiones. 2.8 La influencia de los cinco valores Tomados en conjunto, los tres valores de libertad (elección), eficiencia (incorporando la eficacia) y crecimiento económico (productividad) han ganado ascendiente en los enfoques más recientes de la financiación basada en necesidades. Aun así, como lo muestran los 23 ch-02 04/03/2002 15:26 Page 24 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas estudios de caso presentados en este libro, las nuevas fórmulas de financiación desarrolladas en estos contextos de política han incorporado el trabajo previo sobre fórmulas para asignar recursos en función de necesidades suplementarias de educación, que se basa en los valores de igualdad y fraternidad. En efecto, es posible esperar que los valores de igualdad y fraternidad, eclipsados recientemente en algunos respectos, emerjan nuevamente a medida que crece la preocupación de que las necesidades de algunos estudiantes no hayan sido satisfechas o de que algunas escuelas financiadas según el enfoque contemporáneo basado en necesidades no hayan probado ser eficaces en el enfrentamiento de las necesidades. Por consiguiente, se puede sostener que los responsables de la formulación de política y el personal de la escuela están afrontando presiones particularmente fuertes derivadas de demandas que exigen que los cinco valores sean tomados en cuenta simultáneamente. La financiación mediante fórmulas basada en necesidades brinda los instrumentos para que se tome en cuenta cada uno de los valores. • • • 24 La igualdad y la fraternidad se pueden tener en cuenta mediante la asignación de recursos adicionales en función de las necesidades de aprendizaje de alumnos considerados individualmente o de escuelas específicas que atienden a comunidades desfavorecidas. Cuanto mayor es la varianza en el rendimiento de los alumnos entre escuelas comparada con la varianza en el rendimiento dentro de las escuelas, mayores razones hay para justificar una financiación diferencial de las escuelas. La varianza en el rendimiento entre escuelas es especialmente grande en muchos países en desarrollo y, por tanto, las fórmulas de la financiación basada en necesidades podrían contribuir significativamente a hacer avanzar la igualdad de oportunidades en educación. Este uso de las fórmulas de la financiación basada en necesidades puede realizarse tanto en sistemas escolares centralizados como descentralizados. La elección de la escuela requiere un régimen de financiación en que los recursos siguen o están atados al estudiante, lo que una fórmula de la financiación basada en necesidades ofrece, sin requerir necesariamente la gestión descentralizada de presupuestos a suma alzada. La eficiencia ha sido tomada en cuenta exitosamente en varios sistemas mediante la gestión delegada de presupuestos asignados mediante fórmulas. También se puede utilizar la gestión descentralizada de las escuelas junto con incentivos para que las ch-02 04/03/2002 15:26 Page 25 El papel de la financiación de las escuelas mediante fórmulas en diferentes contextos de política educacional escuelas recolecten fondos entre los padres de familia y patrocinadores, cuando el gobierno no es capaz o no quiere financiar suficientemente la educación mediante el sistema tributario. Más problemática y menos ensayada todavía es la promoción de los resultados de las mejoras escolares mediante un marco de referencia de estándares dentro de los cuales las escuelas son libres de determinar la distribución de los recursos. Sin embargo, esta es una evolución lógica desde un foco de atención previo sobre los insumos hacia una preocupación contemporánea sobre los resultados educacionales de las escuelas. Como observaron Ross y Mählck (1990) en una publicación previa del IIPE sobre Planning the quality of education: “[…] los responsables de la toma de decisiones de la década de los noventa demandarán que las propuestas de cambio que planteen los planificadores de la educación tengan una probabilidad razonable de producir mejores resultados educacionales o mejorar el flujo de los estudiantes, y que estas mejoras sean de una magnitud tal que puedan ser defendidas en relación con los costos que supone efectuar estos cambios” (p. 11). 2.9 Fases en la evolución de la financiación mediante fórmulas Primera generación de fórmulas de financiación El estado de la cuestión sobre las fórmulas de la financiación basada en necesidades de las escuelas presentado en este libro se ha desarrollado a partir de fórmulas de financiación previas, más rudimentarias y parciales. Las fórmulas de financiación de la primera generación eran simples relaciones alumnos/maestros, así como pequeñas asignaciones por alumno para bienes de consumo. Estas fórmulas asumían que todos los alumnos de un determinado grado en una escuela tienen las mismas necesidades educacionales y, por consiguiente, cuesta lo mismo educarlos. La adopción de estas características de las fórmulas de financiación de la primera generación asegura la equidad horizontal en la asignación de recursos a las escuelas y se podrían aplicar útilmente en sistemas escolares centralizados y en los países en desarrollo. 25 ch-02 04/03/2002 15:26 Page 26 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Segunda generación de fórmulas de financiación La segunda generación de fórmulas de financiación se desarrolló para tener en cuenta las diferencias en las necesidades de aprendizaje de los estudiantes, lo que significa que cuesta más educar a algunos estudiantes que a otros. Estas fórmulas de financiación, como el índice Ross en Australia, son índices elaborados a partir de variables que reflejan características, tales como la desventaja económica o la falta de dominio de un idioma de instrucción, que se correlacionan bien con los niveles de rendimiento educacional de los estudiantes. El dinero adicional por estudiante asignado por estas fórmulas de la segunda generación para complementar las necesidades educacionales no se basaba en ningún análisis de lo que costaba educar a estudiantes con necesidades particulares de aprendizaje en un nivel determinado de rendimiento. Las fórmulas fueron utilizadas para distribuir a las escuelas una suma de dinero determinada políticamente según la concentración de estudiantes educacionalmente desfavorecidos. Estas fórmulas de la segunda generación ahora han sido adaptadas e incorporadas en la tercera y más completa generación de fórmulas, de las cuales se presentan ejemplos en los estudios de caso de este libro. Esta característica facilita su adopción y utilización en sistemas escolares descentralizados o centralizados. La tercera generación de fórmulas de financiación Una fórmula de financiación de la tercera generación basada en las necesidades y perteneciente a la “mejor práctica” tiene las siguientes características: • • • es completa: incluye todos los costos en los que se ha incurrido a nivel escolar para educar a los estudiantes; se basa en costos: la fórmula se deriva de un análisis de los costos que implica impartir a los estudiantes un programa educacional especificado, diferenciado según las necesidades suplementarias de educación de los estudiantes y los costos específicos de la escuela a la que asisten; incentivos apropiados: la fórmula estimula a las escuelas a actuar de manera coherente con los objetivos de política educacional acordados. Las técnicas para construir fórmulas de financiación de la tercera generación se presentan en los Capítulos 4, 5 y 6 de este libro, y los 26 ch-02 04/03/2002 15:26 Page 27 El papel de la financiación de las escuelas mediante fórmulas en diferentes contextos de política educacional estudios de caso de las prácticas en los Capítulos 7, 8, 9 y 10. Debe tenerse en cuenta que no todos los aspectos de los ejemplos de los estudios de caso de las fórmulas de la tercera generación concuerdan totalmente con las tres características enunciadas más arriba. No todas las fórmulas cubren todos los costos educacionales, están completamente basadas en un análisis explícito de los costos por alumno o incluyen únicamente incentivos apropiados. Esto se debe a que la financiación de las escuelas no es sólo un ejercicio técnico racional, sino también un proceso político. Los costos de la educación no siempre son un fenómeno objetivo, sino que están subjetivamente determinados. Especificar la calidad de la educación financiada por el Estado y cuánto la sociedad está dispuesta a pagar por la provisión colectiva de educación mediante el sistema tributario es un proceso político. La naturaleza de la educación como un bien privado y social también hace difícil especificarlo claramente o determinar su costo con precisión. Esto se debe a que los resultados deseados de la educación son múltiples, controvertibles y frecuentemente intangibles. Hacia la cuarta generación de fórmulas de financiación A pesar de estas consideraciones, la adopción de fórmulas de la financiación basada en necesidades puede lograr significativas mejoras en relación con métodos alternativos de asignación de recursos a las escuelas. Los beneficios potenciales de las fórmulas de la financiación basada en necesidades se discuten en detalle en el Capítulo 3. Ellos incluyen la mejora de la equidad, al asegurar que alumnos semejantes y escuelas semejantes reciban el mismo monto de financiación, mientras que aquellos que incurren en costos justificablemente más altos reciben una financiación consonante. Las fórmulas también son más transparentes, porque las decisiones de financiación están sujetas a control externo y, por tanto, se puede contestar la iniquidad y la ineficiencia. Las fórmulas de financiación ofrecen a las escuelas mucho mejores incentivos por la eficiencia que la financiación histórica. Una fórmula de la financiación basada en necesidades debe sustentarse, por definición, en un análisis de lo que el organismo financiador considera que es el costo por alumno, diferenciado por necesidad educacional, siempre y cuando se sitúe dentro de las limitaciones presupuestarias. Una vez que los supuestos acerca de la calidad de los programas de educación esperados de las escuelas y los costos de los recursos provistos a las escuelas son claros y transparentes, entonces se puede 27 ch-02 04/03/2002 15:26 Page 28 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas entablar un diálogo informado entre los educadores que presionan por más recursos y los financiadores (los organismos gubernamentales como representantes de los contribuyentes) sobre los vínculos apropiados entre resultados del aprendizaje e insumos (recursos). Los costos reales de la educación son un producto de la interacción entre la limitación global del presupuesto de educación y los procesos educacionales que vinculan los insumos constituidos por recursos con los resultados del aprendizaje. Para mejorar la eficiencia y la eficacia del sistema de educación necesitamos conocer los costos por alumno por resultado de aprendizaje y no simplemente el costo total por alumno, que se concentra todavía en el insumo. Este es un ideal hacia el cual la cuarta generación de fórmulas de financiación puede tender, siempre y cuando se pueda disponer de suficiente información de buena calidad acerca de los vínculos entre el costo de los recursos y los resultados del aprendizaje. Si vamos a mejorar tanto la calidad de los programas educacionales como el rendimiento de todos los estudiantes, se requiere información de mejor calidad acerca de los vínculos entre los costos de los recursos, la distribución de los recursos y los resultados del aprendizaje de los estudiantes, tanto a nivel de los responsables de la formulación de política y de los planificadores, como de la escuela y el aula. Este conocimiento debe derivarse en última instancia de la información acerca de los vínculos entre los costos, los procesos y los resultados del aprendizaje en el aula. Los responsables de la formulación de política y los planificadores que trabajan en organismos situados por encima del nivel de la escuela pueden no poseer la riqueza de información acerca del contexto local que tienen los profesores. La cuestión clave para mejorar los resultados educacionales mediante el mejoramiento de los métodos para asignar recursos a las escuelas es que los planificadores de la educación dispongan de suficiente y buena información sobre los costos, para construir fórmulas que permitirán asignar los recursos a las escuelas de manera que estimulen a los profesores a hacer el mejor uso de la información específica de la que disponen a nivel local. Esta es la justificación de la gestión basada en la escuela dentro de un régimen de fórmulas de la financiación basada en necesidades que puede vincular la distribución de los recursos con los resultados del aprendizaje. El grado de descentralización apropiado para lograr el equilibrio preferido entre los cinco valores clave de la política de educación depende, en particular, de la capacidad del personal a nivel de la escuela para asumir la responsabilidad de la toma de decisiones y la acción resultante. Cualquiera que sea el grado apropiado y la forma de 28 ch-02 04/03/2002 15:26 Page 29 El papel de la financiación de las escuelas mediante fórmulas en diferentes contextos de política educacional descentralización, las fórmulas de la financiación basada en necesidades tienen el potencial para producir beneficios. Estos beneficios son mayores ahí donde hay un mejor conocimiento acerca de los costos de la educación y los vínculos entre recursos y resultados del aprendizaje, que son esenciales para mejorar la calidad de la educación. Los sistemas escolares centralizados existentes se pueden beneficiar de la adopción de las fórmulas de la financiación basada en necesidades, dentro de los sistemas centralizados existentes. En particular, se puede lograr una mayor provisión de igualdad de oportunidades en educación mediante las fórmulas de la financiación basada en necesidades que aseguran la equidad horizontal en la asignación de los recursos y que toman en consideración las necesidades suplementarias de educación de los estudiantes. Los países que desean encaminarse hacia las fórmulas de financiación en el futuro se pueden beneficiar del conocimiento técnico y práctico que ya ha sido recolectado por los sistemas de educación que han aplicado las fórmulas de la financiación basada en necesidades de las escuelas. El propósito de este libro es mostrar cómo las fórmulas de la financiación basada en necesidades pueden contribuir a mejorar los sistemas escolares y cómo se pueden concebir y construir dichas fórmulas. Esto requiere no sólo el conocimiento de los aspectos técnicos del diseño de las fórmulas de financiación, sino también la comprensión del papel de una fórmula de financiación como un instrumento de la política educacional y cómo se relaciona con los valores que subyacen en esa política. Referencias Hanushek, E.A. 1997. Assessing the effects of school resources on student performance: an update. Educational Evaluation and Policy Analysis, 19 (2), 141-164. Hanushek, E.A. 1998. The evidence on class size. Rochester, New York, W. Allen Wallis Institute of Political Economy. Ross, K.N.; Mählck, L. 1990. Planning the quality of education: the collection and use of data for informed decision-making. Paris, International Institute for Educational Planning. Swanson, A.D.; King, R.A. 1997. School finance: its economics and politics (2nd ed.). New York, Longman. 29 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 30 Capítulo 3 Principios para diseñar fórmulas de financiación de las escuelas basada en necesidades Rosalind Levaïiç y Kenneth N. Ross 3.1 Introducción En este libro se examinan principalmente las fórmulas de financiación mediante las cuales un organismo de financiación asigna fondos directamente a las escuelas. En otros términos, las fórmulas para asignar la financiación a las escuelas entre los diferentes niveles de la administración escolar (por ejemplo regional, distrital, etc.) no han sido consideradas aquí. En el análisis que viene a continuación nos referiremos a la entidad que suministra los fondos de financiación como al ‘organismo financiador’, ya se trate del Ministerio de Educación del gobierno central, de la unidad gubernamental estatal o local encargada de la administración de las escuelas, o también de un organismo de financiación estatal creado con el propósito de asignar la financiación a las escuelas. El sintagma ‘organismo financiador’ es un ejemplo de los términos que hemos definido para este libro, que pretende ser aplicable a todos los sistemas escolares. Cada sistema escolar tiende a tener su propia jerga y terminología, por lo que hemos tratado de desarrollar un conjunto común de términos que aparecen en el apéndice de este capítulo. La principal característica distintiva de una fórmula de financiación es el estar constituida por un conjunto de criterios objetivos acordados que se aplican imparcialmente a cada escuela. El gobierno del Reino Unido define la fórmula de financiación como los ‘métodos, principios y reglas de cualquier descripción, independientemente de su formulación. La fórmula no tiene que ser expresada necesariamente bajo una forma puramente algebraica, pero debe aplicar un conjunto coherente de criterios para distribuir los recursos’ (DES, 1988, 7/88, párrafo 103). 30 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 31 Principios para diseñar fórmulas de financiación de las escuelas basada en necesidades Por consiguiente, la asignación de recursos a las escuelas mediante fórmulas es un método distinto a aquellos que han sido ampliamente utilizados en el pasado y que continúan siendo aplicados en muchos sistemas escolares. Se pueden distinguir tres métodos alternativos principales (Knight, 1993, pp. 61-67): • • • Financiación histórica o acumulativa (Wildawsky, 1978): la escuela recibe anualmente la misma financiación que el año anterior, con un ligero reajuste porcentual hacia arriba o hacia abajo. Por licitación: la escuela presenta un informe para obtener los recursos basándose en criterios conocidos, y obtiene los recursos en la medida que el organismo financiador considere que el informe se ajusta a dichos criterios. Discrecional: la escuela recibe los recursos de acuerdo con las opiniones y juicios emitidos por los administradores del organismo financiador. La financiación mediante fórmulas no es un método adecuado para asignar cualquier tipo de fondo público a las escuelas. Por ejemplo, los gastos que tienen una incidencia irregular a lo largo del tiempo, tales como importantes proyectos de inversión, son por lo general inadecuados para ser financiados mediante fórmulas. Por consiguiente, hemos limitado el alcance de los gastos relacionados con la financiación mediante fórmulas al flujo anual de financiación recurrente propio de un sistema escolar bien establecido. La financiación mediante fórmulas basada en necesidades es un enfoque especial para diseñar fórmulas de financiación con el fin de que el monto asignado a cada escuela se calcule directamente a partir de un análisis de lo que la escuela necesita gastar para poder brindar una calidad especificada de educación a sus alumnos. Este enfoque de financiación requiere a) la especificación previa del tipo de educación que las escuelas deben impartir a estudiantes con características específicas y b) la justificación de por qué diferentes formas de provisión tienen como resultado costos diferentes. Por consiguiente, la financiación mediante fórmulas basada en necesidades relaciona la financiación asignada a las escuelas para que provean educación teniendo en cuenta las diferencias aprobadas en las características de los estudiantes, los programas de aprendizaje y las escuelas. La simple división del presupuesto total de un sistema escolar entre el número total de alumnos es una tarea administrativa sencilla, pero que no refleja el enfoque propio de la financiación mediante fórmulas basada en 31 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 32 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas necesidades, a menos que se haya acordado y demostrado que todos los alumnos de todas las escuelas tienen iguales necesidades. De modo similar, un enfoque de financiación que reitera una pauta histórica previa de financiación con respecto a los diferentes grados-niveles o edades de los estudiantes tampoco se podría clasificar como una financiación mediante fórmulas basada en necesidades. El foco de atención de este libro es la distribución o asignación de un presupuesto total de educación a las escuelas y no la generación de ese presupuesto total. La generación del presupuesto para los sistemas de educación tiene que ver con los procesos políticos y administrativos mediante los cuales se determina el monto total anual de dinero que se debe gastar en las escuelas, que generalmente es el resultado de un proceso de regateos y negociaciones entre diversos ministerios y el tesoro público (Wildawsky, 1978). Si bien la financiación mediante fórmulas basada en necesidades es fundamentalmente un método de distribución del presupuesto, tiene, sin embargo, implicaciones importantes en la generación del presupuesto. Si el proceso de generación del presupuesto no tiene en cuenta las necesidades de recursos de los proveedores de educación y de sus clientes, entonces el método de distribución del presupuesto total a las escuelas basado en necesidades concentrará la atención en la ausencia de un vínculo racional entre la forma de generar el presupuesto y lo que la política gubernamental espera que provean las escuelas. La evolución reciente y los avances logrados en la aplicación de la financiación de las escuelas mediante fórmulas, en algunos países, han estado asociados con la tendencia creciente hacia la gestión basada en la escuela. Sin embargo, la historia de las fórmulas de financiación es mucho más antigua en los sistemas escolares más tradicionales. En los sistemas escolares más centralizados, a menudo una autoridad central coordinadora de la educación asigna los recursos directamente a las escuelas en especie y no en dinero efectivo. Por ejemplo, es muy común que, en los sistemas escolares de administración centralizada, las autoridades de educación determinen la configuración del personal docente de cada escuela mediante una fórmula que vincula el número de maestros con una relación alumnos/maestro especificada o con el tamaño especificado de un grupo de enseñanza de determinadas materias y grado-nivel. También se desarrollaron fórmulas de financiación a fines de la década de los sesenta y los setenta a fin de orientar las decisiones en la asignación de recursos para programas educacionales en los EE.UU. 32 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 33 Principios para diseñar fórmulas de financiación de las escuelas basada en necesidades (United States Department of Health, Education and Welfare, 1976), Francia (Direction de l’Évaluation et de la Prospective, 1993), el Reino Unido (Plowden Report, 1967) y Australia (Ross, 1983). Estos programas fueron diseñados para asignar recursos adicionales a subgrupos de escuelas que atendían a comunidades con desventajas socioeconómicas, a fin de apoyarlas para mejorar los resultados escolares. Las fórmulas se basaban generalmente en la construcción de índices de desventaja socioeconómica, utilizando para ello datos censales de población u otros datos disponibles en los ministerios de educación. La financiación de las escuelas mediante fórmulas puede suministrar un mecanismo de financiación superior y más adecuado, tanto si las escuelas son administradas por una autoridad central de educación o son autogestionadas. Esto significa que, dentro de un sistema centralizado de asignación de recursos a las escuelas, es perfectamente posible obtener beneficios de la financiación mediante fórmulas, sin que sea necesario crear un sistema muy descentralizado de escuelas autogestionadas. Por ejemplo, dentro de un sistema escolar centralmente administrado, la financiación de las escuelas mediante fórmulas se puede utilizar para asegurar una distribución más equitativa de los recursos entre las escuelas o para estimular la utilización específica de los recursos según modalidades particulares que los tenedores de fondos juzgan importantes. Sin embargo, es importante notar que el tipo de sistema organizacional dentro del cual funcionan las escuelas determinará parcialmente cómo se debe construir la fórmula a fin de que brinde los resultados de política que requieren los responsables de la toma de decisiones. Este capítulo desarrolla y ejemplifica este punto crucial, que será ilustrado en los capítulos dedicados a los estudios de caso. 3.2 La financiación mediante fórmulas como parte integral de la política educacional Mientras que los métodos de asignación de recursos son construcciones técnicas, la elección para su aplicación es, fundamentalmente, una decisión política, pues cada método implica efectos particulares tanto para quienes tienen el poder de decisión como para los que se benefician de los recursos distribuidos. Simultáneamente, una fórmula de financiación se puede considerar como un catalizador 33 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 34 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas para el cambio debido a su potencial para ofrecer a los administradores de escuelas diversos incentivos y sanciones. Por ejemplo, financiar escuelas en función de su número de alumnos sin considerar el área que ocupan los edificios escolares equivale a penalizar a las escuelas con una densidad baja de alumnos. De manera similar, la financiación por alumno estimula a los administradores de las escuelas a matricular cada vez más alumnos, mientras que el costo marginal o extra por alumno adicional no exceda la asignación efectiva por alumno. Por consiguiente, las fórmulas de financiación pueden influir sobre el comportamiento de los administradores de las escuelas, maestros y padres de familia mediante la provisión de incentivos financieros y sanciones, pero también mediante la comunicación de enérgicos mensajes políticos. Es evidente que la naturaleza de estos mensajes y los tipos de comportamiento que tratan de inducir constituyen áreas controversiales en las sociedades pluralistas. El impacto que se puede obtener en las escuelas mediante estos procedimientos depende, en gran medida, del grado de poder que tiene el gobierno para establecer los fines y objetivos de política que deben lograrse mediante el rendimiento de las escuelas. Esto varía de un país a otro, dependiendo de los poderes constitucionales de los gobiernos central y local con respecto a las escuelas y el punto hasta el cual desean aplicar dichos poderes. Una fórmula de financiación escolar se puede considerar como parte de un contrato entre el gobierno (o su organismo financiador) y las escuelas, en el que se acuerda pagar a las escuelas cierta suma de dinero a cambio de la provisión de servicios educacionales a los estudiantes, a fin de que éstos logren los resultados educacionales deseados. El diseño de la fórmula de financiación y el marco contractual asociado que establece lo que se espera de las escuelas y la manera de lograrlo son variables políticas que se configurarán de manera distinta para cada sistema escolar. Tales dispositivos pueden variar desde una fórmula con especificaciones rigurosas, apoyada por contratos explícitos de rendimiento escolar, hasta sistemas escolares en los que la fórmula es más flexible y se apuntala en acuerdos amplios e implícitos de rendimiento entre el gobierno y las escuelas. Los sistemas educacionales varían en la medida en que los gobiernos y los clientes finales de la educación (padres de familia, niños, empleados y otros miembros de la comunidad) utilizan diferentes tipos de mecanismos de coordinación para determinar qué es lo que hacen las escuelas, cómo lo hacen y qué resultados logran con los diversos grupos y personas de la sociedad. Los principales mecanismos de coordinación 34 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 35 Principios para diseñar fórmulas de financiación de las escuelas basada en necesidades (Thompson y Maidment, 1993) son medios administrativos que utilizan estructuras y reglas jerárquicas, el mecanismo del mercado para el intercambio de bienes y servicios por dinero, y la confianza general en el respeto del código deontológico por parte de los proveedores (maestros y administradores) para poner los intereses de sus clientes por encima de los propios. Cualquier sistema de provisión de servicios se basará, hasta cierto punto, en estos tres mecanismos de coordinación. El punto crucial es el equilibrio relativo entre ellos. 3.3 Las tres principales funciones de política de la financiación mediante fórmulas El tipo de fórmula de financiación de las escuelas adecuado a un sistema escolar particular depende de los objetivos de política del gobierno, así como de la combinación de los mecanismos de coordinación que se reflejan en la estructura organizacional del sistema. Una fórmula de financiación conveniente para un sistema escolar descentralizado en el que los padres eligen la escuela diferirá de aquella que sea adecuada para un sistema escolar centralizado. Por consiguiente, las características del diseño de una fórmula de financiación exigen una consideración cuidadosa de cómo los fines y objetivos de política se relacionan con las funciones clave que debe cumplir una fórmula de financiación. Diferentes fines y objetivos de política implicarán una ponderación diferente de estas funciones. A continuación se analizan las tres funciones clave de política, a saber: de equidad, directiva y de regulación del mercado. (a) La función de equidad Una de las funciones más importantes de una fórmula de financiación es que se pueda utilizar tanto en sistemas escolares centralizados como descentralizados para distribuir equitativamente los recursos. Esta distribución reflejará el juicio acerca de qué es exactamente lo que se considera como niveles equitativos de financiación para diferentes categorías de estudiantes y para escuelas con características diversas. El proceso necesario para ponerse de acuerdo sobre una fórmula y su subsecuente publicación estimula el desarrollo de políticas y normas para la financiación de las escuelas que sean transparentes y se discutan abiertamente a fin de que la cuestión de la equidad sea cuidadosamente considerada y ampliamente comprendida. 35 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 36 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Es necesario distinguir dos formas de equidad. La primera, denominada ‘equidad horizontal’, implica igual tratamiento para los destinatarios cuyas necesidades son similares. La segunda, llamada ‘equidad vertical’, implica la aplicación de niveles diferenciales de financiación para los destinatarios cuyas necesidades difieren. La financiación basada en necesidades corresponde a la intención de determinar las necesidades de aprendizaje de cada categoría de estudiantes y el costo de los recursos para satisfacer dichas necesidades (dentro de las limitaciones globales del presupuesto) de manera que las consideraciones de equidad, tanto horizontal como vertical, sean tenidas en cuenta satisfactoriamente. Las fórmulas pueden ser utilizadas para lograr una mayor equidad en la asignación de los insumos o para tratar de que la distribución de los resultados educacionales sea más igualitaria. A fin de asegurar la equidad horizontal en la asignación de los insumos de recursos tanto a los estudiantes como a las escuelas es indispensable dar a las escuelas la misma asignación por estudiante, diferenciada por grado-nivel. Si a la asignación básica por estudiante se añaden montos diferenciales en función de la evaluación del grado de su necesidad educacional, se habrá dado un paso inicial en la promoción de una mayor equidad vertical. (b) La función directiva Una fórmula de financiación se utiliza directivamente cuando contiene incentivos o sanciones específicos para las escuelas con el fin de influir sobre el comportamiento de los administradores de las escuelas, de modo tal que sean coherentes con los fines y objetivos de política del organismo financiador. Por ejemplo, si este organismo desea apoyar a las escuelas pequeñas para permitirles que alcancen el mismo nivel de calidad que otras escuelas en la provisión del currículo, entonces la fórmula de financiación podría asignar fondos adicionales a las escuelas que tienen un número menor de alumnos. A fin de promover simultáneamente la tecnología de la información y las contribuciones de la comunidad para cubrir los costos de la escuela, por ejemplo, la fórmula podría proveer subsidios que cubran la compra de material para informática (computadoras y aplicaciones), así como los costos de una adecuada formación en servicio de los profesores. La función de equidad también puede ser directiva, pues al proveer dinero adicional a los estudiantes con necesidades suplementarias de educación cuya satisfacción es más costosa, brinda a las escuelas un 36 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 37 Principios para diseñar fórmulas de financiación de las escuelas basada en necesidades incentivo financiero para que admitan a estos estudiantes y les den mejores oportunidades de aprendizaje. Sin embargo, hay buenas razones para considerar la función de equidad de la fórmula como distinta de la función directiva y tratarla por separado. En primer lugar, hasta qué punto el componente de equidad de una fórmula de financiación es también directivo en la práctica depende de cuán estrictamente deben rendir cuentas las escuelas acerca de la utilización real de los subsidios adicionales recibidos para apoyar a los estudiantes con necesidades especiales. En segundo término, la función de equidad puede ser no directiva si, por ejemplo, se concentra en el logro de la equidad horizontal y, por tanto, en el establecimiento de la igualdad de oportunidades. Se debe considerar, además, que el principio de equidad es importante como un objetivo que se debe defender por derecho propio en las políticas sociales y educacionales, y como un criterio importante que los analistas de política utilizan para medir el impacto de una política determinada. (c) La función de regulación del mercado El desarrollo de fórmulas de financiación sofisticadas ha tendido a convertirse en una característica común de los sistemas escolares en los que la responsabilidad de la administración ha sido significativamente descentralizada a nivel de la escuela. En algunos de estos sistemas escolares se ha dado un énfasis considerable a la elección de la escuela por parte de los padres y a la creación de un mecanismo de “cuasimercado” (quasi-market) o “semejante al mercado” (market-like) para coordinar el sistema. La característica clave de un mecanismo de “cuasimercado” (Bartlett et al., 1994) en un servicio público es la disociación de los papeles que desempeñan el proveedor y el comprador. Los padres, en su calidad de compradores, seleccionan una escuela (dentro de las limitaciones impuestas por reglas relacionadas con el posible racionamiento de la demanda excesiva de plazas en determinadas escuelas) y la autoridad educacional o el organismo financiador utiliza una fórmula para asignar dinero a cada escuela en función del número y el tipo de estudiantes por grado-nivel que haya matriculado. En el modelo de “cuasimercado”, la escuela, que hace las veces de proveedor, debería responder a los incentivos financieros vinculados a la elección de los padres ofreciendo una educación de gran calidad, induciendo así a un gran número de padres a elegir esa escuela en vez de otra. La incapacidad de cumplir esta tarea puede conducir finalmente al cierre de la escuela por inviabilidad financiera. 37 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 38 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Bajo las condiciones de “cuasimercado”, la fórmula de financiación hace las veces de contrato entre el comprador y el proveedor, fijando el monto de dinero que cada escuela recibirá para proveer un tipo particular de servicios educacionales: por ejemplo, educar a cierto número de estudiantes de un grado-nivel determinado de acuerdo a un currículo especificado por el Estado. Dado que en un “cuasimercado” regulado por el Estado la escolarización sigue siendo gratuita (o subsidiada) en el punto de consumo, la financiación de las escuelas mediante fórmulas es un medio para ofrecer a los padres una escolarización gratuita (o parcialmente subsidiada) brindándoles, simultáneamente, el poder mercantil que posee el comprador. Si la financiación mediante fórmulas está destinada a movilizar las fuerzas del mercado para inducir un funcionamiento eficaz y eficiente de las escuelas, entonces la fórmula asignará la financiación principalmente en función del número de alumnos. La función puramente de mercado de una fórmula de financiación se limita a fijar las reglas financieras que regulan el mecanismo de “cuasimercado”. En el caso de distribución de bonos de educación, la fórmula debería determinar el valor del bono afectado a cada niño y asignado a los padres de familia. Alternativamente, como sucede en los países que aplican enfoques de la gestión basada en la escuela, el presupuesto escolar determinado mediante una fórmula se canaliza directamente hacia las escuelas. En un sistema de “mercado puro”, los fondos se asignarían sólo por alumno y por grado-nivel, dejando luego que los mecanismos del mercado determinen qué áreas del currículo serán favorecidas por los padres y qué tipos de escuela resultarán financieramente viables. El único principio de equidad requerido sería el de una financiación equitativa de los estudiantes según el grado-nivel. En la práctica, como lo muestran los estudios de caso que se presentan más adelante, las fórmulas de financiación de los sistemas escolares contienen tanto elementos de equidad como elementos directivos. El grado de énfasis correspondiente a la función del mercado se refleja mediante la proporción del presupuesto total para la educación escolar que se asigna en función del monto por alumno. La proporción de los presupuestos escolares asignados en concordancia con el número de alumnos no es el único indicador de la amplitud con que operan las fuerzas del mercado en un sistema escolar. Otras regulaciones son también importantes para influir sobre el punto hasta el cual las escuelas compiten, como es el caso de la regulación de la admisión de los estudiantes, incluyendo hasta qué punto algunas escuelas los seleccionan en función de su capacidad. 38 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 39 Principios para diseñar fórmulas de financiación de las escuelas basada en necesidades 3.4 La fórmula de financiación como un contrato Independientemente del relativo énfasis que los responsables de la formulación de política dan a las funciones de equidad, directiva y de mercado de una fórmula de financiación, ésta desempeña un papel primordial como contrato entre la escuela (en tanto que proveedor) y el organismo financiador que actúa como comprador, ya sea en nombre propio o en representación de quienes son en buena cuenta los consumidores finales de la escuela: los padres de familia, los niños y los ciudadanos. Desde el punto de vista del organismo financiador es deseable diseñar una fórmula que haga las veces de un contrato capaz de inducir el mayor número posible de comportamientos deseables de las escuelas, con el menor costo posible para el organismo financiador. Al mismo tiempo, el organismo financiador debe asegurar que la fórmula no contiene sanciones ni incentivos perversos que induzcan un comportamiento, a nivel de la escuela, que sea incoherente u opuesto a las intenciones de los responsables de la formulación de política. Uno de los ejemplos más importantes acerca del uso de incentivos se refiere a la búsqueda de formas para estimular a las escuelas a fin de que matriculen a alumnos cuya educación es más costosa que la de la mayoría, ya sea porque esos alumnos necesitan mayores insumos o porque su comportamiento reduce la calidad del aprendizaje de los otros estudiantes. El éxito que se logre en esta área es importante desde el punto de vista económico, porque el fracaso implica que, más adelante, la sociedad deberá cargar con los costos sociales que representan los estudiantes cuya educación deficiente los priva de las competencias necesarias para el empleo y los convierte en descontentos. El problema de los proveedores de educación que rechazan a los clientes más costosos se conoce como ‘selección hostil’ (adverse selection) y es tratado, generalmente, mediante una fórmula de financiación que ofrece a las escuelas recursos adicionales para los estudiantes en “situación de riesgo”. La medida en que el contrato sea especificado como un contrato a ‘precio fijo’ (fixed price) o como ‘costo recargado’ (cost-plus) constituye otro aspecto clave del incentivo. En un contrato a ‘precio fijo’, el proveedor de educación recibe un monto fijo para alcanzar un resultado específico (por ejemplo, una cantidad anual fija para educar a un estudiante de una edad determinada). Una fórmula de financiación que provee a la escuela con un monto anual fijo por estudiante es un contrato a precio fijo. En un contrato que es sólo a ‘costo recargado’ el proveedor 39 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 40 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas es compensado por el organismo financiador por cualquier costo en que incurra para producir el resultado especificado. El método histórico de asignación se halla más cercano a un contrato a ‘costo recargado’ que a la financiación mediante fórmulas. En el caso de una financiación histórica, la dotación de personal de la escuela sigue siendo pagada, año tras año, directamente por el organismo financiador y los gastos suplementarios, tales como los costos para la calefacción de la escuela, son facturados directamente al organismo financiador. Los contratos a ‘costo recargado’ no motivan al proveedor a utilizar eficientemente sus recursos, ya que cualquier reducción de costos que logre no le reportaría ningún beneficio. Lo contrario sucede en el caso de un contrato a ‘precio fijo’ (o financiación per cápita), dado que la escuela conserva el dinero que ahorra para gastarlo a discreción. Sin embargo, un contrato a precio fijo podría no ser equitativo e impedir que todos los proveedores logren los mismos resultados finales, si los proveedores tienen diferentes niveles de costos que sobrepasan su control. Por ejemplo, una escuela que se ve obligada a realizar desembolsos imprevistos, tales como los originados por un incendio o enfermedades de larga duración del personal, se verá obligada a hacer recortes en los costos directos de la provisión de educación a sus alumnos, si no recibe una compensación financiera. 3.5 Criterios para evaluar una fórmula de financiación Normalmente se tienen en cuenta seis criterios principales cuando se trata de diseñar una fórmula de financiación o evaluar una fórmula existente. Estos criterios han ido surgiendo con el transcurso del tiempo, basándose en las experiencias de los países estudiados en los capítulos posteriores. No todos estos criterios son plenamente satisfechos por todas las fórmulas de financiación aplicadas en los países investigados. (a) Eficacia La eficacia de una organización se puede juzgar por la medida en que logra sus fines y objetivos (Audit Commission, 1984). Para tener en cuenta este criterio en un contexto educacional sería necesario que los montos asignados por estudiante en una fórmula de financiación reflejen los costos de los recursos necesarios para proveer la calidad de educación que se espera de las escuelas: por ejemplo, tal como se estipula en el currículo establecido por el Estado o en estándares de 40 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 41 Principios para diseñar fórmulas de financiación de las escuelas basada en necesidades rendimiento reconocidos para los resultados educacionales. Por consiguiente, la eficacia en la educación requiere que las escuelas indaguen sobre la mejor práctica en materia de enseñanza y aprendizaje, para luego tratar de vincular la financiación con este conocimiento. Por ejemplo, si se requiere tutoría intensiva para asegurar que los infantes aprendan a leer, esto implica una financiación relativamente mayor por alumno durante los primeros años, en comparación con los años posteriores de escolarización. Si el gobierno regula el sistema escolar midiéndolo con estándares explícitos, entonces la eficacia de una escuela determinada se deberá evaluar en relación con los recursos provistos. (b) Eficiencia La eficiencia de una organización se refiere a la buena gestión de la relación entre los resultados logrados y el costo de los insumos empleados para obtener estos resultados (Audit Commission, 1984). En lo que respecta al diseño de fórmulas de financiación de las escuelas, el criterio de eficiencia se debe aplicar en dos fases. En la primera fase se decide cómo se deberá delegar el gasto central a las escuelas mediante el presupuesto. Las decisiones sobre esta materia requieren la determinación de cuáles recursos se administran con mayor eficiencia a nivel de la escuela y cuáles a nivel central. Estas decisiones pueden variar según que el sistema existente sea administrado en forma centralizada o descentralizada (Odden y Busch, 1998) o que exista un amplio acuerdo en el sentido de que las decisiones importantes que se refieren a la educación se hallan en mejores manos a nivel local, a menos que haya razones de peso en sentido contrario. En la segunda fase se diseña una fórmula de financiación para asignar los fondos o recursos reales (por ejemplo, profesores) que hayan sido delegados a nivel de la escuela. Se debe prestar una cuidadosa atención a los incentivos de eficiencia indicados por la fórmula a las escuelas. Si las escuelas pueden afectar los valores de las variables de la fórmula mediante sus propias acciones, esto puede producir una asignación ineficiente desde el punto de vista de los objetivos del gobierno. Por ejemplo, la provisión de fondos adicionales para clases de tamaño pequeño puede favorecer la permanencia de una estructura costosa de clases pequeñas. De manera similar, la financiación de costos de energía basándose en el monto utilizado o gastado el año anterior puede privar a las escuelas del incentivo para reducir los costos de energía. 41 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 42 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas (c) Equidad Cómo se interpreta este criterio es una delicada cuestión de política. La fórmula, como constructo técnico, sólo puede reflejar juicios políticos acerca de la equidad. Sin embargo, es importante para las implicaciones de la equidad en una configuración técnica particular de una fórmula de financiación que ésta sea clara para quienes son responsables de la formulación de política. Para que una fórmula de financiación sea equitativa, ella debe reflejar los diferenciales de costo debidos a: i) Necesidades suplementarias de educación. Una de las cuestiones de equidad importantes abordadas en la mayoría de las fórmulas de financiación es la asignación de recursos adicionales para los estudiantes con necesidades suplementarias de educación que se manifiestan bajo la forma de diversas deficiencias o dificultades de aprendizaje. En los sistemas en los que las escuelas pueden seleccionar a sus alumnos es necesario proveer una financiación adicional para las necesidades suplementarias de educación a fin de contrarrestar la “selección hostil” de las escuelas. ii) Diferenciales de costos debidos al sitio escolar. Otra consideración relativa a la equidad es asegurar que la fórmula compense adecuadamente a las escuelas en razón de las diferencias de sus costos unitarios debidas a las características específicas de la escuela, ajenas a su control. Estas diferencias de costo provienen de factores tales como el tamaño reducido, aislamiento o edificios cuyos costos de funcionamiento y mantenimiento están por encima del promedio. iii) Variaciones regionales del costo. Los costos de los insumos de las escuelas pueden variar de una región a otra hasta en un 40% dentro del sistema escolar (Chambers, 1995). Se puede construir un índice de ‘precio de la educación’ (price-of-education index) y utilizarlo en la fórmula para ajustar el valor asignado en dólares, de manera que el poder adquisitivo de un dólar sea igual para todas las escuelas. (d) Integridad La integridad de una fórmula de financiación es importante, si el objetivo es evitar que el enfoque de la financiación degenere en una hábil, pero injusta manipulación de la información. Por esta razón, los indicadores que se utilizan en una fórmula no deben ser susceptibles de manipulación por la escuela. Por ejemplo, si se utilizan pruebas de 42 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 43 Principios para diseñar fórmulas de financiación de las escuelas basada en necesidades rendimiento educacional para asignar más fondos a las escuelas con un bajo rendimiento de los alumnos, entonces las escuelas tienen un incentivo financiero para crear la apariencia de un bajo rendimiento educacional. Debe tenerse especial cuidado cuando los datos (para los indicadores) que son recolectados por la escuela, tales como clase social u ocupacional de los padres de familia, pueden ser manipulados por la escuela mediante una juiciosa selección de las categorías en las que se coloca a los padres. (e) Costos administrativos La fórmula debería ser fácil de construir, de mantener a lo largo del tiempo y de utilizar al hacer cálculos presupuestarios para las escuelas. La propiedad estadística de parsimonia en el uso de mediciones contribuye a disminuir los costos administrativos. (f) Rendición de cuentas y transparencia La fórmula debería ser “transparente”, es decir, fácilmente inteligible por la comunidad y los actores del mundo escolar interesados en la formulación de política. Esta característica promueve la participación en la toma de decisiones acerca de la fórmula y asegura, igualmente, un mayor nivel de rendición de cuentas por parte del organismo financiador y las escuelas a los actores interesados. (g) Democracia local En los casos en que la administración y la financiación educacional sean descentralizadas (por ejemplo, a las regiones o las localidades), las fórmulas deberían brindar oportunidades para que tenga lugar un proceso democrático de toma de decisiones a nivel local. Esto implica que el gobierno central deje a discreción del nivel administrativo inferior pertinente la posibilidad de aplicar localmente distintas fórmulas. (h) Sensibilidad a las condiciones locales Es necesario que la fórmula pueda ser modificada a fin de tener en cuenta las necesidades y situaciones locales específicas. Este es un criterio particularmente importante cuando se analizan los costos relacionados con el tamaño de la escuela. 43 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 44 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas No todos los criterios descritos anteriormente son mutuamente coherentes. Por ejemplo, el aumento de los niveles locales del poder de decisión, capaz de generar amplias diferencias en la asignación de fondos para tipos específicos de necesidades, puede conducir a incoherencias con los umbrales nacionales reconocidos de equidad. Igualmente, tales resultados en la asignación pueden ser incoherentes con los puntos de vista sobre la creación de un sistema nacional más eficiente de financiación de las necesidades educacionales. De manera similar, las fórmulas que permiten adaptarse a diversos tipos de necesidades suplementarias de educación, así como a diferenciales de costo debidos al sitio escolar, pueden resultar excesivamente complejas y, por consiguiente, menos transparentes. El mensaje importante que deriva de estas consideraciones es que no existe una fórmula única de la “mejor práctica”, sino que cada fórmula debe ser juzgada a partir de los objetivos de política que pretende servir y la relativa importancia que se asigna a los diferentes criterios de evaluación. 3.6 El diseño de una fórmula de financiación La forma en que se configura realmente una fórmula para un sistema escolar dependerá de las decisiones que reflejen las opciones de política relacionadas con las tres funciones principales de la fórmula de financiación y de los criterios esbozados más arriba para su evaluación. Cuando se trata de la estructura de una fórmula de financiación es necesario tener en cuenta cuatro cuestiones fundamentales. La primera se refiere a la definición de las reglas que especifican exactamente qué niveles de recursos serán retenidos bajo el control del organismo financiador y cuáles serán asignados a las escuelas mediante la fórmula de financiación. En los casos en que se aplican modelos de gestión basada en la escuela, la respuesta a esta cuestión determinará los recursos que serán puestos a disposición de las escuelas. En sistemas escolares más centralizados, la respuesta determinará qué escuelas tienen “derecho a”, como parte del presupuesto total manejado centralmente. Las otras tres cuestiones clave cubren el proceso que va desde las intenciones de política de la fórmula de financiación, pasando por las diversas etapas de operacionalización que representan los procedimientos mecánicos requeridos para construir y aplicar la fórmula. Estas cuatro cuestiones se presentan y analizan a continuación. 44 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 45 Principios para diseñar fórmulas de financiación de las escuelas basada en necesidades 3.7 ¿Qué nivel de recursos se debe asignar a las escuelas mediante una fórmula de financiación? Tal como se enunció anteriormente, este libro trata primordialmente los procedimientos relacionados con la distribución de recursos educacionales (bajo la forma de un presupuesto total para la escolarización) entre las escuelas y no de la generación del presupuesto, salvo que la financiación basada en necesidades, como principio de distribución del presupuesto, deba estimular la adopción de los mismos principios para su generación. Nuestro punto de partida podría describirse, entonces, como el ‘Presupuesto total para las escuelas’ (Total Schools Budget) que cubre todos los gastos recurrentes, directos e indirectos, de todas las escuelas y sus alumnos en el sistema escolar objeto de financiación. Por consiguiente, la cuestión central se convierte en: ¿qué nivel de recursos del presupuesto total para las escuelas se deberá asignar (o delegar) a las escuelas? La respuesta a esta cuestión dependerá de las funciones que debe desempeñar la fórmula de financiación. Por ejemplo, si la función principal es la regulación del mercado, entonces hay una clara presunción a favor de delegar a las escuelas mismas una gran proporción del presupuesto global. Los criterios para evaluar una fórmula de financiación se aplican igualmente cuando se trata de decidir qué rubros del gasto debe delegar el organismo financiador o la autoridad de educación, y cuáles debe retener centralmente. El principio de subsidiariedad, según el cual las decisiones se adoptan mejor a la mayor distancia posible del centro por quienes se hallan activamente involucrados en la prestación del servicio, da mayores razones para delegar más autonomía financiera a las escuelas basándose en la eficiencia y eficacia. Sin embargo, algunas situaciones favorecen la retención a nivel central de algunos tipos de decisiones relativas a los gastos. Tales situaciones incluyen: i) Algunos gastos a corto plazo o para cubrir emergencias tienen una incidencia muy irregular respecto de las escuelas consideradas individualmente (por ejemplo, proyectos de capital y reparaciones de la estructura, el retiro prematuro de miembros del personal y diversas emergencias). ii) No es la escuela, sino el organismo financiador en su calidad de propietario el que se interesa por los edificios escolares. iii) Los recursos disponibles para la educación han sido afectados a ciertos proyectos financiados mediante subsidios gubernamentales para fines específicos. 45 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 46 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas iv) La autoridad educacional tiene responsabilidades estatutarias (por ejemplo, ejecutar programas de “integración” para los niños previamente asignados a las “escuelas especiales”). v) Algunas economías de escala favorecen la prestación centralizada, dado que los costos unitarios disminuyen en función del volumen del servicio brindado. vi) Situaciones en las que se juzga que las escuelas no garantizan una prestación adecuada (por ejemplo, seguros para los miembros del consejo escolar, y formación en servicio para el personal de la escuela y los miembros del consejo escolar). En este libro, el término ‘retenciones’ se refiere a la proporción del presupuesto total para las escuelas que no es delegado a las escuelas. Estas retenciones se agrupan en dos categorías: retenciones esenciales y retenciones opcionales. Las ‘retenciones esenciales’ son los gastos que la autoridad educacional está estatutariamente obligada a efectuar en favor de los niños en edad escolar o que forman parte del sistema escolar (por ejemplo, programas de integración para niños minusválidos), o los gastos que no pueden ser delegados a las escuelas (por ejemplo, el costo de un director o superintendente de educación y su secretaría). Las ‘retenciones opcionales’ se refieren a los gastos que podrían ser delegados o retenidos, de acuerdo a las limitaciones vigentes asociadas con la interpretación de los criterios enumerados previamente. La relación entre los presupuestos delegado y total para las escuelas es: Presupuesto delegado = Presupuesto total para las escuelas para las escuelas – Retenciones esenciales – Retenciones opcionales Además de las reglas que se refieren a las retenciones, la aplicación de la financiación mediante fórmulas generalmente incluye restricciones acerca de la manera en que cada escuela puede gastar el presupuesto delegado. Una restricción común se refiere al empleo de los profesores. En algunos sistemas, el organismo financiador se mantiene como empleador de los maestros y, por consiguiente, la escuela puede tan sólo determinar el número de maestros del establecimiento, pero su designación y despido quedan fuera del control de la escuela. También pueden existir restricciones respecto de las empresas con las cuales las escuelas pueden hacer tratos o de los contratos de servicios que pueden concertar. Adicionalmente, se requieren ciertas regulaciones financieras, tales como la autorización, el registro y la rendición de cuentas sobre los gastos e ingresos a fin de asegurar la probidad financiera. 46 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 47 Principios para diseñar fórmulas de financiación de las escuelas basada en necesidades Una vez determinado el nivel global de recursos que se debe delegar a las escuelas, el paso siguiente consiste en aplicar una fórmula para distribuir estos recursos delegados entre las escuelas. Este proceso se desarrolla respondiendo a las tres preguntas siguientes. 3.8 ¿Qué componentes separados debe tener en cuenta una fórmula de financiación? Cada componente que tiene en cuenta una fórmula de financiación está vinculado a un propósito distinto para el cual se requieren fondos. Las experiencias recientes, adquiridas en diversos países que han utilizado la financiación mediante fórmulas, muestran que la mayoría de los componentes se pueden agrupar en cuatro categorías: asignación básica por estudiante, mejora del currículo, necesidades suplementarias de educación del estudiante y necesidades del sitio escolar. Una decisión importante que se reflejará en la elección de los componentes es la unidad de financiación. ¿Qué se financia? Particularmente, ¿cuál es la unidad de financiación, el alumno, un grupo de enseñanza o una clase, la escuela o el sitio escolar? Una fórmula puede contener varias unidades de financiación diferentes. Por ejemplo, puede contener tanto al alumno como al sitio escolar como unidades de financiación. En los ejemplos que se presentan a continuación, se asume que el alumno es la principal unidad de financiación y que los alumnos son financiados como insumos, medidos mediante las cifras de la matrícula. En condiciones ideales, si la fórmula debe estimular a las escuelas para maximizar la eficacia educacional, el organismo financiador podría decidir la asignación de la financiación de acuerdo a los resultados de las escuelas y no a sus insumos. Sin embargo, resulta difícil desarrollar medidas adecuadas de evaluación de los resultados escolares cuando los resultados que se esperan de la educación son diversos, difíciles de definir y no fácilmente cuantificables. Los resultados escolares que se pueden cuantificar más fácilmente, tales como los resultados de pruebas y exámenes, dependen en gran medida de las características de los alumnos, especialmente de sus antecedentes sociales y sus capacidades, siendo por lo tanto necesario aplicar procedimientos estadísticos refinados a fin de obtener medidas “ajustadas” de los resultados. Otras importantes cuestiones que se deben tener en cuenta incluyen asegurar que las mediciones de los resultados no puedan ser manipuladas por las 47 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 48 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas escuelas y evitar los incentivos indeseables, a fin de que no se produzca el riesgo de que las escuelas elijan a sus alumnos mediante una selección hostil. 3.9 Los cuatro componentes principales de una fórmula de financiación Componente 1: Asignación básica por estudiante La asignación básica por estudiante está constituida por dos subcomponentes. a) b) Una asignación básica. Ésta puede ser una asignación por estudiante o una asignación por grupo de enseñanza, o una asignación básica por escuela, definida en función del número de estudiantes. Cuando la unidad de financiación es el grupo de enseñanza, la fórmula de financiación contendrá conjeturas acerca del tamaño máximo que puede tener el grupo de enseñanza antes de que sea necesario fragmentar en dos una clase por causa de un “alumno extra” que, al colmar la medida, provoca la creación de una clase adicional y el requerimiento asociado de mayor de tiempo por parte del personal docente. Un suplemento por grado-nivel. Esto provee una financiación suplementaria, diferenciada por grado-nivel (grade level), añogrupo (year group) o edad-nivel (age level); la terminología usada en este contexto varía frecuentemente de un sistema escolar a otro. Si se entrega a cada escuela la misma cantidad por alumno, diferenciada por grado-nivel, ello implica un enfoque de “contrato a precio fijo”, puesto que la asignación básica por estudiante refleja el costo de la educación de alumnos con necesidades educacionales “normales”. Se trata de una hipótesis de costo efectuada por el organismo financiador responsable del diseño de la fórmula. Sin embargo, a fin de satisfacer el criterio de eficacia, la asignación básica por estudiante debería derivarse de un análisis explícito de los recursos necesarios para impartir un nivel de educación especificado y del costo de dichos recursos. La técnica de análisis de costos conocida como ‘cálculo del costo orientado por la actividad’ (activity-led costing) será estudiada con más detalle en un capítulo ulterior. La simple división de la suma total generada por un proceso de elaboración de presupuesto, que no se basa en un análisis de los requerimientos de gastos, entre el número de unidades de 48 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 49 Principios para diseñar fórmulas de financiación de las escuelas basada en necesidades financiación, no satisface el criterio de eficacia, pues no existe un vínculo entre el monto del gasto asignado y cualquier posible especificación relativa a los estándares y calidad educacionales deseados. La generación del primer componente repercute sobre los criterios de eficacia, eficiencia, transparencia y administración de los costos. Igualmente, cabe señalar que si el costo para educar a la totalidad de los estudiantes de un grado-nivel determinado es el mismo para cada uno de ellos, independientemente de la escuela a la que asiste, entonces la fórmula de la financiación basada en necesidades no requiere ningún otro componente. Para la función reguladora del mercado de la fórmula basta solamente el Componente 1, dado que establece la cantidad que recibe cada escuela para el reclutamiento y la retención de los alumnos matriculados. Componente 2: Mejora del currículo Además de la diferenciación por grado-nivel, algunos sistemas educacionales proveen una mejora del currículo para algunos estudiantes elegidos, en cierta medida, de acuerdo a sus capacidades o aptitudes. Estos programas se concentran normalmente en materias específicas, tales como música, deporte, lenguas, tecnología, matemática o ciencias. La mejora del currículo es provista en programas particulares, ya sea en las escuelas normales o en escuelas especiales. El Componente 2 representa una adición a la asignación básica por estudiante que tiene en cuenta los costos del enriquecimiento del currículo y se aplica sólo a escuelas o estudiantes selectos. El Componente 2 está particularmente asociado con la función directiva de la fórmula de financiación. El organismo financiador puede estimular a las escuelas para que se concentren en ciertos tipos de currículo, sirviéndose de incentivos financieros. A condición de que la fórmula refleje los costos diferenciales de la mejora del currículo, el criterio de eficacia queda satisfecho si la fórmula induce a las escuelas a desarrollar las áreas del currículo favorecidas por los responsables de la formulación de política. Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes El tercer componente se refiere a las diferentes características entre los estudiantes, las que implican el requerimiento de recursos 49 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 50 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas adicionales para algunos alumnos a fin de poderles brindar el mismo nivel de acceso al currículo del que gozan la mayor parte de los estudiantes del mismo grado-nivel. Se requiere una variante del enfoque del ‘contrato a precio fijo’ básico, a fin de tener en cuenta el mayor gasto necesario en las escuelas con estudiantes que tienen necesidades suplementarias de educación. El criterio de equidad en relación con los resultados es de particular relevancia en el diseño del Componente 3 de la fórmula de financiación. Los procedimientos requeridos para la identificación de los estudiantes que se deben beneficiar de los fondos destinados a cubrir las necesidades suplementarias de educación se analizarán con mayor detalle en un capítulo ulterior. Componente 4: Necesidades del sitio escolar A diferencia de los tres primeros componentes, la unidad de financiación del Componente 4 es el sitio escolar. Este componente asigna fondos adicionales a las escuelas que tienen gastos mayores relacionados con el sitio, en razón de factores estructurales excluidos generalmente del ámbito de control de la gestión de la escuela. Si los costos por alumno difieren de una escuela a otra por razones de orden estructural que no pueden ser alteradas por la administración de la escuela, al menos no en el corto plazo, la asignación del mismo monto por estudiante a todas las escuelas significaría que los alumnos de las escuelas cuyos costos por estudiante son más altos recibirían servicios educacionales de un valor inferior. Los criterios de eficacia y equidad educacional justifican la modificación del ‘contrato a precio fijo’ a fin de reflejar las diferencias estructurales en los costos de funcionamiento del sitio escolar. Existe toda una gama de factores relacionados con el sitio escolar que produce el aumento de los gastos por encima del costo unitario promedio. Un conjunto de factores tiene que ver con las diferencias debidas a algunos aspectos físicos del sitio escolar, tales como edificios cuya calefacción y mantenimiento son más costosos, o la distribución en sitios dispersos, lo que genera costos extra de transporte. El aislamiento con respecto a los centros densamente poblados es otro de los factores que aumenta los costos de la escuela. Un factor adicional está dado por las diferencias regionales en los precios de los recursos educacionales, que deben ser ajustados para construir un índice de precios de la educación. 50 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 51 Principios para diseñar fórmulas de financiación de las escuelas basada en necesidades El tamaño de la escuela, en función del número de estudiantes, es también un importante determinante del costo unitario. El costo unitario o el costo promedio por estudiante se construye a partir de los promedios de los costos fijos y variables. Podemos asumir razonablemente que estos últimos permanecen constantes aun cuando el tamaño de la escuela disminuye, pero el costo promedio fijo aumenta con la reducción del tamaño de la escuela, ya que los costos totales fijos (por ejemplo, los costos mínimos de un director de escuela, los edificios y la provisión de cierto número de materias) no disminuyen con el número de alumnos. Un concepto clave aquí es el de ‘tamaño mínimo eficiente’, que es el tamaño mínimo de una escuela en la que el costo promedio por estudiante se aproxima al valor factible más bajo. Al aumentar el tamaño de una escuela (en función del número de estudiantes) por encima del ‘tamaño mínimo eficiente’, los costos promedios dejan de disminuir o declinan muy lentamente en función inversa al aumento del tamaño. Por consiguiente, al diseñar una fórmula de financiación es necesario sopesar hasta qué punto se debe apoyar a las escuelas pequeñas con subvenciones adicionales. Por ejemplo, mantener escuelas pequeñas en áreas poco pobladas es a menudo más barato que transportar a los niños a unas pocas escuelas grandes, al mismo tiempo que produce beneficios sociales externos al preservar las comunidades rurales. Por el contrario, el apoyo financiero a las escuelas pequeñas de las áreas urbanas podría perpetuar estructuras escolares ineficientes. Los criterios más relevantes para diseñar una fórmula, en lo que se refiere al cuarto componente, son la sensibilidad a las condiciones locales, la eficiencia (dado que las características estructurales generan automáticamente diferenciales de eficiencia), la equidad (para asegurar que todos los sitios escolares ofrezcan el mismo nivel de prestación educacional a partir de los fondos que les son asignados) y eficacia (para garantizar que cada niño logre el nivel de rendimiento adecuado para su edad y capacidades). Los factores específicos correspondientes a la escuela serán considerados más detalladamente en un capítulo ulterior. 3.10 Relacionar los componentes con las funciones La selección de los componentes que se deben incluir en un sistema de financiación mediante fórmulas debe estar en relación con las diversas funciones que se espera de la fórmula. Los grados diferenciales de importancia que se asigna a las funciones de equidad, directiva y de mercado implicarán ponderaciones diferenciales para cada uno de los 51 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 52 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas cuatro componentes descritos previamente. En casos extremos, la fórmula podría concentrarse solamente en una función. Por ejemplo, si al organismo financiador le interesa únicamente la función de regulación del mercado, entonces la fórmula se concentrará casi exclusivamente en el primer componente. Cuanto más se tenga en cuenta el contexto de las políticas sociales de apoyo a las comunidades (global e individualmente) en el diseño de una fórmula, más necesario será incluir los Componentes 3 y 4. Por el contrario, cuanto más se desee estimular los cambios de orientación curricular hacia ciertas especialidades, más necesario será concentrarse en el Componente 2. Es evidente que la función de equidad de la fórmula se concentrará en el Componente 3, mientras que la función directiva se reflejará en los componentes 2 y 4. 3.11 Dimensiones de los componentes Una vez que se han determinado los componentes generales de la fórmula, el próximo paso consiste en operacionalizar la fórmula como un medio para distribuir la financiación para cada uno de los componentes. Esto requiere tomar diversas decisiones con respecto a las unidades de financiación, así como sobre los constructos o ‘dimensiones’ que se deben incluir para cada componente. El Cuadro 3.1 presenta un ejemplo hipotético de los vínculos entre los cuatro componentes de una fórmula de financiación y las dimensiones relacionadas con cada componente. Para el Componente 1, la unidad de financiación se debe especificar en función de los alumnos, lugares o grupos de enseñanza. Con respecto a los alumnos podría ser necesario especificar la equivalencia en estudiantes a tiempo completo, a fin de tener en cuenta a los estudiantes que asisten a tiempo parcial. Si se debe aplicar una financiación diferenciada según el grado-nivel, entonces es necesario definirla. Por ejemplo, en el Reino Unido, los estudiantes son clasificados en grupos por año según el año académico (del 1º de septiembre al 31 de agosto) en el que nacieron y, a partir de allí, cada grado-nivel es financiado diferencialmente. Las dimensiones del Componente 2 se determinarán mediante la definición de las áreas del currículo a las que se deberán asignar fondos adicionales. Las escuelas podrán recibir financiación per cápita para los estudiantes o una suma global para ejecutar un programa particular. 52 ch-03 04/03/2002 Cuadro 3.1. Ejemplo hipotético de las relaciones entre los componentes, dimensiones e indicadores en el diseño de una fórmula de financiación de las escuelas Dimensiones Indicadores 15:26 Componentes Componente 1 : Asignación básica por estudiante 1.a) Matrícula total 1.b) Diferenciación por grado-nivel 1.a) ETC total en el momento del censo escolar 1.b) ETC total en cada grado-nivel Page 53 1.a) Asignación básica 1.b) Suplemento por grado-nivel Componente 2 : Mejora del currículo 2.a) Currículo especial 2.b) Escuela especial 2.a) ETC matriculado en lenguas extranjeras 2.b) ETC total (si se trata de una escuela de tecnología) 3.a) Desventaja socioeconómica 3.b) Falta de dominio de la lengua 3.c) Bajo nivel de rendimiento educacional 3.d) Minusvalías, deficiencias y dificultades de aprendizaje 3.a) % de alumnos que reciben subsidios de la seguridad social 3.b) % de alumnos por debajo del rendimiento mínimo (prueba de lengua) 3.c) Número de alumnos por debajo del vigésimo porcentil (prueba de competencias generales) 3.d) Número de alumnos evaluados formalmente Componente 4 : Necesidades del sitio escolar 4.a) Tamaño de la escuela 4.a) Primaria: ETC<200 Secundaria: ETC<600 53 4.b) Localización (en función 4.b) Distancia en km a la ciudad de 50.000 ó más habitantes del aislamiento) 4.c) Costos de funcionamiento del sitio 4.c) Área interior de la escuela en m2 (limpieza, calefacción, mantenimiento) Principios para diseñar fórmulas de financiación de las escuelas basada en necesidades Componente 3 : Necesidades suplementarias de educación del estudiante ch-03 04/03/2002 15:26 Page 54 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Las dimensiones del Componente 3 cubren las necesidades suplementarias de educación y, por consiguiente, deben reflejar factores definidos de manera general que generan costos adicionales a fin de proporcionar a todos los alumnos la oportunidad de tener pleno acceso al currículo y lograr exitosamente sus metas educacionales. Las dimensiones comúnmente elegidas en esta área tratan de evaluar necesidades suplementarias de educación que emergen de cuatro fuentes: (a) status socioeconómico bajo (por ejemplo, desempleo, pobreza, etnia e itinerancia); (b) falta de dominio de la lengua de instrucción; (c) bajo nivel de rendimiento educacional; y (d) minusvalías, deficiencias y dificultades de aprendizaje. Frecuentemente, estas cuatro fuentes de necesidades suplementarias de educación se superponen. La compleja cuestión consistente en identificar los indicadores de necesidad suplementaria de educación se abordará en un capítulo ulterior. Las dimensiones del Componente 4 se refieren a los diversos aspectos del sitio escolar y pueden ser muy variadas. Una dimensión importante es el tamaño de la escuela medido en función del número de alumnos. Otra dimensión es el grado de aislamiento de la escuela respecto de su comunidad. Otras dimensiones incluyen el área y las características físicas de los edificios y los terrenos de la escuela. Estas dimensiones serán consideradas con más detalle en un capítulo ulterior. 3.12 Indicadores de las dimensiones El último paso consiste en crear indicadores o medidas de las dimensiones que deben formar parte de la fórmula. El Cuadro 3.1 presenta un ejemplo hipotético de los vínculos entre los cuatro componentes, las dimensiones relacionadas con cada componente y los posibles indicadores que se pueden utilizar para medir cada dimensión. Cada indicador debe ser definido detalladamente, dado que es precisamente esta medida la que se introduce en la fórmula de financiación para calcular el presupuesto de cada escuela. Por ejemplo, una dimensión del Componente 1, el número de alumnos matriculados en cada escuela, debe tener un método de medición definido con precisión. Este aspecto puede ser problemático, pues el número de alumnos fluctúa a lo largo del año escolar y en algunas escuelas estas fluctuaciones pueden ser más amplias que en otras. El desfase entre el 54 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 55 Principios para diseñar fórmulas de financiación de las escuelas basada en necesidades inicio del año fiscal y el del año académico genera problemas particulares adicionales, como sucede, por ejemplo, en el Reino Unido, donde el año fiscal se inicia en abril, mientras que el año académico comienza en septiembre. En este caso, el presupuesto escolar para el próximo año financiero debe elaborarse y asignarse antes de que se conozca el número real de alumnos matriculados en septiembre. En el Reino Unido, el Ministerio de Educación y Empleo (Department for Education and Employment) realiza un censo anual de la matrícula escolar durante un día del mes de enero y este conteo ‘censal’ de los alumnos sirve de base para fines de financiación. De manera similar, se debe determinar a los alumnos y programas seleccionables del Componente 2 (mejora del currículo). La determinación de los indicadores para el Componente 3 (necesidades suplementarias de educación de los estudiantes) tiene una historia relativamente larga que precede la financiación mediante fórmulas en lo que se refiere a la delegación de los presupuestos escolares. Cualquier selección de indicadores debería reflejar las decisiones de política sensibles acerca de los grupos de estudiantes que deben recibir financiación adicional y cómo se debe medir en las escuelas la presencia de este tipo de alumnos. Existen dos tipos básicos de indicadores para las necesidades suplementarias de educación (Marsh y Levaïiç, 1995): (a) indicadores que predicen la incidencia de los alumnos con necesidades suplementarias de educación para cada escuela; e (b) indicadores que identifican individualmente a los alumnos con necesidades suplementarias de educación y, dentro de este grupo, indicadores capaces de medir la amplitud de las necesidades suplementarias de educación identificadas. Por ejemplo, muchos de los indicadores de pobreza, tales como el porcentaje de niños provenientes de familias que reciben subsidios de la seguridad social en cada escuela, están en correlación con el nivel promedio del rendimiento educacional de los estudiantes en cada una de las escuelas. Sin embargo, mientras que un indicador de pobreza de este tipo es bastante adecuado para predecir la incidencia promedio de las dificultades de aprendizaje en cada escuela, no lo es a menudo para identificar individualmente a los alumnos que tienen bajo rendimiento (Marsh, 1995). Las pruebas de evaluación (por ejemplo, de lectura o de razonamiento no verbal) son adecuadas para identificar niños con especiales dificultades de aprendizaje. Por el contrario, la identificación 55 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 56 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas de los niños con problemas de comportamiento y la diferenciación más precisa entre las diferentes formas de necesidades de aprendizaje, así como sus implicaciones financieras, exige una evaluación profesional. Si las diversas tecnologías del aprendizaje estuviesen bien establecidas, sería posible conocer el monto exacto de fondos adicionales que requiere un alumno con una dificultad de aprendizaje particular para lograr un resultado educacional determinado. Este conocimiento informaría la elección del indicador apropiado y el monto de la ayuda suplementaria necesaria correspondiente a cada punto en la escala del indicador. En la práctica, la recolección de esta información exigiría el empleo de una enorme cantidad de tiempo y esfuerzo, aun cuando existiese consenso en la profesión acerca de las relaciones entre necesidades de aprendizaje, objetivos de aprendizaje y recursos requeridos. Si se carece de esta información, es necesario hacer estimaciones acerca del monto de recursos adicionales que se debería asignar para cubrir los costos de las necesidades suplementarias de educación, así como la manera de distribuir dichos recursos. En algunos casos esto se reduce a la cuestión de hallar una vía aceptable para asignar una suma fija de dinero entre un conjunto de solicitantes que compiten entre sí. Una fórmula de financiación expresaría entonces el resultado de esta decisión, sabiendo plenamente que una decisión de este tipo puede ser influida tanto por consideraciones de orden profesional como por las presiones políticas provenientes de intereses afectados. Dentro del Componente 4 se debe definir lo que se entiende por ‘una escuela pequeña’ en relación con la asignación de fondos. La definición del tamaño dependerá de los grados-niveles de los alumnos en la escuela (es decir, la fase de escolarización) y del tamaño promedio de las escuelas del sistema escolar que se encuentran en la misma fase. Para construir un indicador de tamaños de escuela es necesario llegar a un acuerdo acerca de si se debe establecer un punto límite (cut-off point) por debajo del cual todas las escuelas serán definidas como ‘pequeñas’, o si la definición incluye un efecto de decrecimiento progresivo a fin de que las escuelas reciban fondos adicionales en función de su ‘grado de pequeñez’. Para este componente podría ser necesario definir otros indicadores en términos de categorías (tales como los diferentes tipos de edificios) o en función de una escala interna (por ejemplo, al definir sitios dispersos según las distancias que los separan o el tiempo empleado para desplazarse entre ellos). Los indicadores se deben elegir cuidadosamente en lo que se refiere a los criterios de la fórmula establecidos anteriormente. Por ejemplo, un 56 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 57 Principios para diseñar fórmulas de financiación de las escuelas basada en necesidades indicador ‘eficaz’ de las necesidades suplementarias de educación es aquel que presenta la mayor precisión al predecir la incidencia en las escuelas de dichas características de los estudiantes o al identificar a los estudiantes con necesidades suplementarias de educación específicas. Muchas de las propiedades estadísticas deseables de los indicadores de las fórmulas de financiación forman parte del criterio de eficacia (Ross, 1983). Un problema particular que puede surgir con el uso de indicadores en las fórmulas de financiación es el de “riesgo moral”. Esto puede ocurrir cuando el contrato es especificado en tales términos que el contratado recibe incentivos perversos que lo mueven a aumentar los costos o reducir la calidad. Las operaciones que conducen a estas distorsiones pueden ser totalmente legales, porque podrían representar simplemente una manera de “aplicar las reglas del juego de la financiación” en beneficio de la escuela. En otras situaciones, estas acciones pueden ser ilegales, como cuando se incluye en los informes a estudiantes que no están matriculados a fin de obtener asignaciones suplementarias. Un ejemplo de “riesgo moral”, citado frecuentemente, se presenta cuando las escuelas son financiadas de acuerdo a un indicador de necesidades suplementarias de educación que puede ser influido por la misma escuela con el propósito de obtener ventajas financieras (por ejemplo, mediante la forma en que se administran las pruebas, se recolectan los datos para los indicadores, o se evalúa y enseña a los estudiantes). En lo que respecta a los Componentes 3 y 4, el problema para diseñar una fórmula de financiación consiste en seleccionar indicadores que modifiquen el contrato común a precio fijo, proveniente del primer componente, a fin de financiar diferencialmente las divergencias legítimas de las unidades de costos que escapan al control de la escuela. La falta de compensación de estos diferenciales de costos implicaría que los estudiantes que asisten a escuelas más costosas reciben una educación de menor calidad, debido a que los recursos para la provisión educacional directa serían absorbidos por los costos de operación por estudiante más elevados. Las acciones que se emprendan en esta área para financiar esos diferenciales de costos deben evitar, simultáneamente, la generación de incentivos para la selección adversa o el “riesgo moral”. Un indicador que finalmente forma parte de la fórmula de financiación puede ser derivado directamente de la medición de la dimensión o puede ser un indicador compuesto más complejo, generado 57 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 58 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas a partir de varias mediciones. Por ejemplo, algunas fórmulas de las autoridades locales de educación en Inglaterra estiman los niveles de matrícula ponderando 50:50 el número de estudiantes registrados en el mes de enero previo y la cantidad estimada de alumnos que se matricularán en la escuela al iniciarse el año académico en septiembre. Por consiguiente, el número de estudiantes considerado para la fórmula de financiación es una construcción algebraica y no una representación real del número de alumnos. De manera similar, el número de alumnos equivalente a tiempo completo (indicado como ETC en el Cuadro 3.1) es un indicador compuesto, dado que se aplican ponderaciones distintas para diferentes números de horas semanales de asistencia. Igualmente, el indicador de necesidades suplementarias de educación que aparece en las fórmulas es frecuentemente un indicador compuesto que resulta, por ejemplo, de la agregación de los resultados de dos o tres pruebas educacionales o de diversos indicadores de desventaja social. El Cuadro 3.1 muestra la relación entre componentes, dimensiones e indicadores utilizando, para cada componente, ejemplos hipotéticos de dimensiones e indicadores que les están relacionados. Por ejemplo, la asignación básica por estudiante en el ejemplo dado es asignada per cápita, según el número de alumnos equivalente a tiempo completo (ETC) en el momento en que se realiza el censo escolar. Alternativamente, se lo podría asignar según el número de grupos de enseñanza o de clases que supuestamente requiere una escuela de acuerdo a su número de alumnos y sus grados-niveles. Este último enfoque es apropiado en los sistemas que fijan legalmente el tamaño máximo de la clase (número máximo de alumnos por clase). 3.13 Coeficientes vinculados a los indicadores Los indicadores son las unidades de medición que “llevan” la financiación a la fórmula. Para dar como resultado una suma de dinero, cada indicador debe ser multiplicado por coeficientes que representan los valores monetarios vinculados con escalas de puntos o categorías del indicador. En una fórmula de financiación basada en necesidades, el coeficiente deriva de la estimación de los ‘costos adicionales’ de la provisión educacional o de los servicios operacionales incluidos en cada uno de los componentes. Por consiguiente, la fórmula final podría concebirse como la suma de los valores de los indicadores multiplicados por sus coeficientes respectivos a fin de determinar el monto total de la financiación. 58 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 59 Principios para diseñar fórmulas de financiación de las escuelas basada en necesidades (a) Coeficientes para el componente 1 El coeficiente aplicado al número de estudiantes es el monto anual (o durante otro período) que recibe una escuela para un alumno de un grado-nivel particular (según la medición realizada para los efectos de la financiación). Ésta es la asignación en efectivo por estudiante, que se describe a veces como la asignación por estudiante ponderada por grado. En una fórmula basada en necesidades, el costo unitario por estudiante se deriva de un análisis de los recursos necesarios para proveer la educación básica a un estudiante en una escuela de tamaño mínimo eficiente, y del costo de estos recursos. Estos costos incluyen los costos directos de la enseñanza y el aprendizaje en el aula, así como del material didáctico utilizado para apoyar el aprendizaje, los costos indirectos de la gestión y la administración de la escuela y los costos de funcionamiento de las instalaciones escolares que se pueden atribuir al número de alumnos. De manera similar, y sobre la base del costo por alumno, se calculan las asignaciones adicionales por grado-nivel (por ejemplo, para clases más pequeñas de párvulos, a fin de asegurar la alfabetización, y para alumnos de mayor edad, a fin de impartir materias especiales y un currículo optativo). Todos los costos que varían en función del número de alumnos se pueden incluir en la asignación básica, si bien no todas las fórmulas lo hacen, tal como se verá en los capítulos que presentan los estudios de caso. Los coeficientes adecuados para los indicadores de grado-nivel por estudiante o por grupo de enseñanza se pueden calcular utilizando un método conocido como ‘financiación orientada por la actividad’. Ésta es una aplicación particular de la financiación basada en necesidades que incluye el costo del personal y otros recursos requeridos por la escuela para proveer un nivel específico de educación a sus alumnos. Los métodos de financiación orientada por la actividad, que se explican en un capítulo ulterior, se concentran en la estimación de los costos del personal docente, del apoyo al aprendizaje (personal no docente y recursos para el aprendizaje) y de la gestión. Los costos del sitio escolar, aunque son manejados normalmente bajo el Componente 4, pueden ser igualmente subvencionados basándose en un cálculo por alumno, siempre y cuando se haya establecido una relación adecuada entre el número de alumnos y los costos del sitio escolar. Por ejemplo, la fórmula podría asignar a cada escuela $3.000 por el costo de las instalaciones más $50 por alumno. Los costos del sitio que no varían con el número de estudiantes deberían ser 59 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 60 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas asignados sobre la base de otros parámetros, tales como el área edificada y el terreno, así como por el tipo de edificación. En el marco de referencia que se presenta en este capítulo, estos costos del sitio se analizan bajo el Componente 4. Los costos del sitio escolar se examinarán más exhaustivamente en un capítulo ulterior. (b) Coeficientes para los otros componentes Los coeficientes para los indicadores de la mejora del currículo, bajo el Componente 2, se derivan adecuadamente utilizando el cálculo de costos por actividad para un enriquecimiento especificado del currículo. Los coeficientes para los indicadores de las necesidades suplementarias de educación, bajo el Componente 3, también se pueden derivar de un análisis orientado por la actividad, a pesar de que este análisis es difícil de realizar en esta área debido al gran número de diferencias individuales entre los alumnos y sus necesidades de aprendizaje. Por consiguiente, el análisis de los requerimientos de financiación de las escuelas y unidades especiales para niños con minusvalía física y dificultades de aprendizaje debe emprenderse como un ejercicio separado, aunque también vinculado, de las fórmulas de financiación de las escuelas regulares. El indicador del status socioeconómico de los estudiantes en las escuelas regulares se utiliza a menudo para asignar una suma de dinero generada políticamente con este propósito. En este caso, la asignación de recursos depende sobre todo de la elección de los diversos coeficientes correspondientes a las diferentes formas de desventaja social y esto se convierte a menudo en una delicada cuestión política. La derivación de los indicadores de necesidades suplementarias de educación y sus coeficientes correspondientes se aborda en un capítulo ulterior. En lo que respecta a la financiación de las necesidades del sitio escolar presentadas en el Componente 4, el impacto del tamaño de la escuela en el costo para impartir un currículo especificado se puede analizar utilizando un enfoque orientado por la actividad. Un análisis semejante puede proveer estimaciones del costo de maestros adicionales y otros recursos requeridos por estudiante en las escuelas pequeñas a fin de ofrecer el mismo nivel de provisión educacional que en una escuela de tamaño mínimo eficiente. Las escuelas clasificadas por debajo del tamaño mínimo eficiente tienen costos promedio por estudiante que son significativamente más elevados. Son precisamente estas escuelas las que, por razones de equidad, necesitan ser compensadas en la fórmula. Sin embargo, desde el punto de vista de la eficiencia, las autoridades de 60 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 61 Principios para diseñar fórmulas de financiación de las escuelas basada en necesidades educación también deben decidir si los costos promedios más altos de las escuelas pequeñas se justifican en relación con las necesidades de los niños, las familias y las comunidades. Al determinar el monto adecuado de financiación adicional para las escuelas pequeñas es necesario tener en cuenta el impacto positivo de las clases de tamaño reducido en relación con el rendimiento educacional. Existen otras vías menos onerosas para tratar la cuestión de las escuelas pequeñas que proveer una relación alumnos/maestro inferior al promedio. Las alternativas incluyen escuelas con clases multigrado, escuelas que comparten el personal docente especializado y la utilización del aprendizaje a distancia. Si los costos del sitio escolar (por ejemplo, calefacción, mantenimiento, provisión de agua, gestión) no están estrechamente relacionados con el número de estudiantes de cada escuela, los fondos que deben cubrir dichos costos deben ser asignados bajo el Componente 4, en función de otros indicadores, tales como el área de los edificios y terrenos escolares, la antigüedad de los edificios, etc. Estas cuestiones se analizarán en un capítulo ulterior. 3.14 Ejemplos hipotéticos de fórmulas de financiación aplicadas a escuelas consideradas individualmente Habiendo pasado revista a las diversas maneras de derivar los coeficientes que serán aplicados a los indicadores para las dimensiones de los cuatro componentes, el Cuadro 3.2 ofrece algunos ejemplos de fórmulas simples que ilustran cómo un equilibrio diferente de las tres principales funciones políticas de las fórmulas de financiación (de equidad, directiva y de regulación del mercado) pueden producir diferentes asignaciones presupuestarias para las escuelas consideradas individualmente. Se examinan dos escuelas ficticias. La escuela A es una escuela grande, en un área urbana, que atiende a una comunidad pobre y en la que sólo una quinta parte de sus estudiantes participa en un programa especial de lengua. La matrícula total de esta escuela es de 1.000 estudiantes y hay 200 alumnos en el primer grado. Hay 200 alumnos que participan en clases especiales de lengua y 400 alumnos cuyas familias reciben subsidios de la seguridad social. La escuela está por encima del umbral mínimo de 500 estudiantes y está ubicada a 20 km de una ciudad grande. La superficie total horizontal de los edificios escolares es de 8.000 m2. 61 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 62 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas La escuela B es una escuela pequeña en un área rural que atiende a una comunidad relativamente próspera y la mayor parte de sus estudiantes participan en un programa especial de lengua. La matrícula total de esta escuela es de 400 estudiantes y hay 80 alumnos en el primer grado. Hay 300 alumnos que asisten a las clases especiales de lengua y 10 alumnos provienen de familias que reciben subsidios de la seguridad social. La escuela tiene 100 estudiantes menos que el número correspondiente al umbral mínimo de 500 alumnos y se halla ubicada a 220 km de una ciudad grande. La superficie total horizontal de los edificios escolares es de 4.000 m2. El Cuadro 3.2 presenta tres fórmulas de financiación. Una ‘fórmula de mercado’, que se concentra exclusivamente en los dos indicadores relacionados con la matrícula escolar. Esta fórmula tiene coeficientes de $2.000 por estudiante para el total de la matrícula y un coeficiente de $108 por cada alumno del primer grado. Todos los otros indicadores tienen un coeficiente igual a cero. El propósito implícito de esta fórmula es incitar a las escuelas a que aumenten la matrícula, sin tener en cuenta a las comunidades que atienden, los programas especiales, la ubicación de la escuela o los costos de funcionamiento. Una ‘fórmula de equidad’, con una menor concentración en la matrícula que la ‘fórmula de mercado’ y mayor atención a las características del estudiante, la ubicación de la escuela y sus costos de funcionamiento. Esta fórmula asigna $1.600 por estudiante para la totalidad de la matrícula y $108 por cada alumno del primer grado. Por cada alumno proveniente de una familia que recibe subsidios de la seguridad social se añaden $1.271, que representan una cantidad bastante elevada. Cada kilómetro, más allá del umbral de 20 km hasta la ciudad grande más próxima, conlleva la adición de un monto de $44,45; y por cada metro cuadrado de superficie edificada se añaden $2,50 para tener en cuenta los costos de funcionamiento. Los propósitos implícitos de esta fórmula son: “recompensar” a las escuelas que abordan los problemas asociados con la enseñanza de un gran número de alumnos provenientes de familias que dependen de subsidios de la seguridad social y de familias de comunidades aisladas; y proveer una pequeña cantidad de ayuda adicional a las escuelas que deben mantener edificios con una superficie horizontal grande. 62 ch-03 04/03/2002 Cuadro 3.2 Asignaciones presupuestarias para dos escuelas aplicando diferentes fórmulas y manteniendo constante el presupuesto total Indicador Valores del indicador Escuela A Escuela B C3 : Especificidades del alumno Dependientes de 400 la seguridad social C4 : especificidades de la escuela Tamaño de la escuela: 0 Umbral de 500 Aislamiento: ciudad más 0 cercana >20 km Costos de 8 000 funcionamiento: área en m2 Presupuesto total Asignación por estudiante Equidad Directiva Escuela A Escuela B Escuela A Escuela B Escuela A Escuela B 2 000.00 108.00 1 600.00 108.00 1 708.64 108.00 2 000 000 21 600 300 0.00 0.00 600.00 0 0 0 0 120 000 180 000 10 0.00 1 271.00 0.00 0 0 508 400 12 710 0 0 100 0.00 0.00 300.00 0 0 0 0 0 30 000 200 0.00 44.45 239.52 0 0 0 8 890 0 47 904 4 000 0.00 2.50 2.50 0 0 20 000 10 000 20 000 10 000 680 240 1 870 240 960 000 2 021 600 2 022 800 000 1 600 000 8 640 21 600 808 640 2 150 000 2 022 2 150 640 000 1 708 640 8 640 21 600 1 701 1 870 638 456 8 640 2 400 63 Principios para diseñar fórmulas de financiación de las escuelas basada en necesidades C2 : Mejora del currículo ETC en clases de lengua 200 Mercado Fórmula directiva Page 63 C1 : Asignación básica por estudiante Matrícula ETC total 1 000 400 200 80 ETC en el 1er grado Coeficiente ($) Fórmula Fórmula de mercado de equidad 15:26 Asignaciones presupuestarias bajo diversas fórmulas ($) ch-03 04/03/2002 15:26 Page 64 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Una ‘fórmula directiva’, también con una menor concentración que la fórmula de mercado en la matrícula escolar y un mayor reconocimiento de los programas especiales de lengua y de las escuelas pequeñas en las áreas rurales. Esta fórmula asigna para la matrícula montos similares a los de la fórmula de equidad, pero incluye un coeficiente muy elevado de $600 para los estudiantes de las clases especiales de lengua. La fórmula no tiene en cuenta a los estudiantes de las comunidades pobres y, en vez de ello, da una ponderación sustancial a las escuelas pequeñas en áreas aisladas. Los propósitos implícitos de esta fórmula son: estimular la provisión de programas especiales de lengua y asegurar que las escuelas pequeñas en las áreas rurales puedan sobrevivir sin necesidad de combinarse con otras escuelas cercanas. Si bien se asigna algunos fondos suplementarios de apoyo a las escuelas para el mantenimiento de los edificios con grandes superficies horizontales, los montos son tan bajos que esta ayuda no podría ser interpretada como un estímulo para que las escuelas adquieran o expandan sus edificios. Los tres pares de columnas del Cuadro 3.2 proporcionan las asignaciones presupuestarias para las escuelas A y B en cada una de las fórmulas. Es importante notar que estos cálculos fueron preparados para un sistema escolar hipotético, constituido por sólo dos escuelas y un presupuesto escolar total de $2.830.240. La última línea de cifras del cuadro permite percibir qué escuela fue “ganadora” o “perdedora” bajo cada una de las tres fórmulas diferentes. Ambas escuelas obtuvieron montos iguales de $2.022 por estudiante bajo la fórmula de mercado. La escuela A resultó ganadora al aplicar la fórmula de equidad, recibiendo $2.150 por estudiante, frente a $1.701 por estudiante para la escuela B. Por el contrario, al aplicar la fórmula directiva, la escuela B recibió $2.400 por estudiante, una cantidad muy superior a los $1.870 por estudiante que correspondieron a la escuela A. Los ejemplos hipotéticos enumerados más arriba ilustran cómo las decisiones tomadas acerca de las dimensiones, indicadores y coeficientes pueden controlar las funciones de las fórmulas de financiación y también dar lugar a resultados sustancialmente diferentes respecto de la financiación por estudiante. Este análisis ha tenido por objeto describir el complejo conjunto de interacciones entre sistemas de valores, conocimientos basados en la investigación, parámetros de medición y funciones de política a fin de aportar una mayor transparencia en las diferentes etapas de la construcción de una fórmula de financiación. 64 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 65 Principios para diseñar fórmulas de financiación de las escuelas basada en necesidades 3.15 Conclusión Este capítulo ha sentado los principios básicos para el diseño de fórmulas de financiación de las escuelas. Para ello ha mostrado cómo el diseño racional de una fórmula basada en necesidades debe reflejar las intenciones de política al relacionar el diseño de la fórmula con el equilibrio de las funciones que debe cumplir y con los juicios acerca de cómo deberá responder a ciertos criterios clave. El ejemplo numérico final ilustra la forma en que las amplias perspectivas teóricas, con las que se inició este capítulo, se pueden traducir en detalles técnicos de la implementación de fórmulas. Un tema fundamental de este y otros capítulos es que las fórmulas de financiación de las escuelas se pueden diseñar de modo que reflejen un amplio espectro del sistema de asignaciones del sector público. La motivación de política más importante que sustenta una fórmula de financiación puede ser la asignación equitativa de recursos dentro de un sistema escolar centralizado o la de contribuir siendo una parte vital de un marco regulador para una educación de cuasimercado. Un punto importante en este capítulo es que una fórmula de financiación para las escuelas no se puede diseñar ni evaluar aisladamente del contexto de política y el marco regulador dentro del cual ha sido establecida y que afecta su funcionamiento. Este importante tema será ilustrado más adelante, en los capítulos dedicados a los estudios de caso. Si bien una fórmula se puede desagregar en sus componentes, a fin de concentrar la atención en el propósito que cumple cada uno de ellos y facilitar la labor de diseño y verificación de la fórmula repartida entre los diferentes administradores y grupos interesados, cualquier tipo de evaluación de una fórmula propuesta o real debe considerarla en su totalidad. Por consiguiente, la evaluación final del enfoque de financiación mediante fórmulas requiere una evaluación de las interacciones de los componentes, dimensiones, indicadores y coeficientes en asociación con el conjunto de incentivos y sanciones que proveen, así como de la amplitud con la que promueven fines y objetivos de política para el conjunto del sistema escolar. 3.16 Apéndice sobre los términos utilizados Dado que los diferentes países tienden a utilizar términos distintos para referirse a conceptos o variables que son esencialmente iguales, hemos elaborado un vocabulario de términos comunes para su 65 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 66 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas utilización en este libro. En los capítulos que presentan estudios de caso se indica (si es necesario) la equivalencia de los términos comunes y los utilizados a nivel nacional. A continuación presentamos nuestras definiciones de estos términos. Término Definición Asignación para los estudiantes ponderada por grado (Student allocation weighted by grade) El monto en efectivo asignado para un estudiante en un grado-nivel específico. Autoridad educacional (Education authority) Una organización gubernamental o de otra índole (por ejemplo, una organización religiosa) que tiene la responsabilidad administrativa de un grupo de escuelas. Coincide a menudo con el organismo financiador. Coeficiente de una El monto en efectivo vinculado a la escala de fórmula de financiación valores de un indicador. (Coefficient in a funding formula) Componentes de una fórmula de financiación (Components of a funding formula) Los bloques constitutivos de una fórmula de financiación: cada componente está relacionado con un propósito principal para el que se asignan fondos a las escuelas. Dimensiones de un Los diversos aspectos de un componente que lo componente de la definen en términos operacionales. fórmula (Dimensions of a formula component) Financiación de las escuelas basada en necesidades (Needsbased school funding) Un enfoque para financiar las escuelas que reconoce que algunas características de los estudiantes y las escuelas tienen por consecuencia que éstas se vean obligadas a gastar diferentes cantidades para impartir a sus estudiantes una educación de calidad especificada. Financiación orientada por la actividad (Activity-led funding) Un enfoque de financiación basado en un análisis de los costos reales de las actividades requeridas para proveer y apoyar programas educacionales específicos. 66 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 67 Principios para diseñar fórmulas de financiación de las escuelas basada en necesidades Fórmula de financiación Un conjunto de principios, reglas y métodos (Funding formula) aplicados objetiva y coherentemente para distribuir recursos a las escuelas. Gestión basada en la escuela (Schoolbased management) Un enfoque de gestión escolar que da al Consejo de Administración de la escuela o al director de la escuela un grado considerable de poder para la toma de decisiones respecto a las funciones principales de la administración escolar (currículo, financiación, personal, admisión). Indicadores en una Las medidas cuantitativas de una dimensión. fórmula de financiación (Indicators in a funding formula) Necesidad suplementaria de educación (Suplementary educational need) Las necesidades de los estudiantes que tienen ciertas características personales que dan lugar a necesidades de aprendizaje que o bien se suman a las de la mayoría de los alumnos de edad similar o se diferencian claramente de esas necesidades. Organismo financiador (Funding agency) Un organismo que financia directamente a las escuelas (por ejemplo, el Ministerio de Educación, la autoridad educacional del gobierno local o estatal, o una ONG). Presupuesto delegado a las escuelas (Delegated schools budget) La parte del presupuesto total que se delega a las escuelas para que ellas decidan cómo gastarlo. Presupuesto escolar total (Total schools budget) La totalidad del presupuesto disponible para financiar todos los gastos relacionados con todas las escuelas financiadas por el organismo financiador. Retenciones (Retentions) La parte del presupuesto total de las escuelas que no les es delegado, sino que es retenido y asignado por el organismo financiador. Retenciones esenciales (Essential retentions) Rubros del gasto que deben ser retenidos a nivel central. Retenciones opcionales Rubros del gasto que pueden ser retenidos a (Optional retentions) nivel central o delegados a las escuelas. 67 ch-03 04/03/2002 15:26 Page 68 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Riesgo moral (Moral hazard) Un sistema de financiación que da a los proveedores un incentivo para actuar contra los intereses del organismo financiador o de los clientes cuyos intereses son representados por el organismo financiador. Selección hostil (Adverse selection) Un sistema de financiación o de fijación de precios que da a los productores un incentivo para evitar o discriminar clientes para los que la provisión del servicio resulta más costosa. Sistema escolar administrado (Administered school system) Un sistema escolar en el cual el poder para la toma de decisiones respecto de las principales funciones administrativas de las escuelas (currículo, finanzas, personal, admisión, infraestructura) es ejercido por una autoridad educacional mediante estructuras y normas jerárquicas. Tamaño mínimo eficiente de una escuela (Minimum efficient size of school) El tamaño mínimo de una escuela de un tipo específico para el cual el costo promedio por estudiante no disminuye sustancialmente al aumentar su tamaño. Referencias Anthony, A.R.; Hertzlinger, R.E. 1980. Management control in nonprofit organizations. Chicago, Illinois, Richard Irwin. Audit Commission. 1984. Code of local government audit practice for England and Wales. London, HMSO. Audit Commission. 1986. Towards better management of secondary education. London, Audit Commission. Bartlett, W.; Propper, C.; Wilson, C.; Le Grand, J. 1994. Quasimarkets and the Welfare State. 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Este tipo de financiación concentra su atención en las actividades de enseñanza y aprendizaje requeridas por los programas educacionales ofrecidos a los estudiantes, y calcula los costos del personal y otros recursos. La financiación orientada por la actividad sustenta el principio de eficacia, pues las asignaciones monetarias por estudiante se derivan de un análisis explícito de los costos de los recursos necesarios para impartir un nivel especificado de educación. También es un método equitativo para asignar fondos, porque los alumnos que tienen iguales necesidades de aprendizaje y derecho al mismo currículo reciben la misma financiación. El análisis de la financiación orientada por la actividad se inicia con conjeturas acerca del tamaño de la clase, el número de horas por semana o año durante el cual los alumnos reciben instrucción, y el número de horas fuera del aula que necesitan los maestros para preparar las lecciones, planificar el currículo, evaluar, registrar y redactar los informes, orientar al educando, etc. Se estima y se incluye el volumen del personal auxiliar cuya labor apoya directamente la enseñanza y el aprendizaje. Se asignan sumas adicionales para los ‘recursos de apoyo al currículo’, tales como libros, materiales y equipamiento. Todos éstos son costos directos, porque pueden ser atribuidos directamente a los recursos de personal y otros utilizados cuando se realizan actividades de enseñanza y aprendizaje. 73 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 74 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Otros recursos requeridos constituyen los costos indirectos, tales como el tiempo empleado por el personal directivo y administrativo, el utilizado para las actividades relacionadas con el bienestar de los estudiantes, la orientación profesional, etc. Estos recursos son necesarios para que se realicen la enseñanza y el aprendizaje, pero no pueden ser atribuidos directamente a ninguna actividad específica. Estrictamente considerados, los costos indirectos no están orientados por la actividad, pero son necesarios para que las actividades, en su conjunto, se puedan realizar. Los costos indirectos o generales se pueden repartir por actividades (de acuerdo a una regla de repartición acordada) y añadir a los costos directos, a fin de derivar el monto total de los costos directos e indirectos de las actividades. Al llegar a este punto, se puede calcular un costo promedio ponderado por alumno como coeficiente que se vinculará al número de estudiantes, diferenciados por grado-nivel, en la fórmula de financiación. Una vez que se hayan determinado los recursos para la enseñanza y el aprendizaje, así como los recursos físicos, los costos se pueden volver a calcular anualmente en la medida en que cambien los precios, sin tener que rehacer el mismo análisis de la actividad. En este capítulo describimos con mayor detalle el análisis de la financiación orientada por la actividad y, seguidamente, exponemos los métodos para efectuar este análisis, a fin de apoyar la construcción de modelos de financiación que puedan ser utilizados por un organismo financiador o una autoridad educacional. En la última sección se presenta una evaluación de la financiación orientada por la actividad. En esta exposición, el análisis de la financiación orientada por la actividad se limita a ejemplos de financiación de alumnos con necesidades normales de educación en escuelas de tamaño mínimo eficiente (éste es el tamaño con el cual el costo promedio por alumno cesa de disminuir o disminuye sólo muy lentamente cuando aumenta el número de alumnos). Los procedimientos explicados en este capítulo se podrían utilizar para determinar los costos a fin de proporcionar educación a estudiantes con necesidades suplementarias de educación o para ajustar la fórmula de financiación de modo que permita a las escuelas que se encuentran por debajo del tamaño mínimo eficiente ofrecer la misma (o similar) gama curricular que las escuelas más grandes. 4.2 Definición de la financiación orientada por la actividad La financiación orientada por la actividad es un enfoque para asignar recursos entre las escuelas guiándose por una fórmula de 74 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 75 Componente 1: Asignación básica por estudiante financiación basada en un análisis de los costos de las actividades de enseñanza y aprendizaje requeridas para brindar y apoyar programas educacionales especificados a los alumnos de grados-niveles determinados. Los pasos sistemáticos requeridos para emprender una auditoría detallada de todos los elementos importantes de la enseñanza y el aprendizaje dentro de las escuelas, y la transformación de esta información en costos de cada elemento que luego generan una fórmula de financiación es lo que se denomina a menudo ‘análisis de la financiación orientada por la actividad’. En el análisis de la financiación orientada por la actividad hay tres aspectos: la identificación de las actividades de enseñanza y aprendizaje que se deben incluir, la determinación de los costos de estas actividades y la transformación de estos costos en una fórmula de financiación de las escuelas. A continuación se analiza cada uno de estos aspectos. Primer paso: Cuantificación y cálculo del costo del tiempo de trabajo del personal A fin de calcular el costo de las actividades de enseñanza y aprendizaje identificadas, es necesario clasificarlas en tipos específicos de recursos. En el campo de la educación, el recurso más importante es el personal. Por consiguiente, la identificación y el cálculo del costo de las actividades del personal es una parte fundamental del análisis de la financiación orientada por la actividad. Frecuentemente, esta actividad tiene un gran valor por sí misma y no precisa ser considerada solamente como parte del desarrollo de una compleja fórmula de financiación. Por ejemplo, algunas autoridades educacionales del Reino Unido, antes de la construcción de las fórmulas para la gestión local de las escuelas (Local Management of Schools), utilizaban estos enfoques a fin de determinar los requerimientos de personal de los establecimientos escolares en función de su tamaño y rangos de edades (West and Pennell, 1994). La cuantificación y el cálculo del costo del tiempo de trabajo del personal no sólo incluyen la actividad de enseñar a una clase, sino también otras actividades que realiza el maestro para apoyar la enseñanza en el aula, contribuir al bienestar del alumno y gestionar la escuela. La manera de clasificar y evaluar estas actividades en función del tiempo empleado varía debido a que la evaluación depende de la práctica en vigor y las limitaciones de financiación existentes, así como del criterio profesional. También se deberían incluir en este análisis los costos del personal no docente para apoyar las actividades educacionales. Estos enfoques se 75 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 76 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas pueden utilizar para asignar a las escuelas diferentes tipos de personal en sistemas cuyas escuelas no tienen presupuestos delegados para cubrir los costos del personal. En esos casos no es necesario calcular el costo de la asignación del personal para cada escuela, si bien es necesario que el costo del personal, a nivel de la autoridad educacional, debe estar claramente establecido a fin de poder generar el presupuesto y rendir cuentas. Segundo paso: Cuantificación y cálculo del costo de los recursos que no incluyen al personal El segundo paso en el análisis de la financiación orientada por la actividad consiste en cuantificar y calcular el costo de todos los recursos, excluyendo al personal, necesarios para apoyar todas las actividades de enseñanza y aprendizaje especificadas. En este enfoque se aplican técnicas de cálculo de costos utilizadas por contadores (Carr, 1994). Se trata de una técnica más afinada para promover la eficiencia que el método tradicional, que consiste en calcular directamente los costos de los insumos de una organización sin tener en cuenta cómo serán distribuidos para producir los resultados deseados. El cálculo del costo de las actividades está más próximo del cálculo de costos de los resultados que del de los insumos solamente. Tercer paso: Cálculo de los costos por alumno y la generación de una fórmula de financiación El paso final consiste en derivar una fórmula de financiación a partir de los costos por alumno de las actividades de enseñanza y aprendizaje por las que es financiada la escuela. Los costos por alumno en los diferentes grados-niveles determinan los coeficientes ligados a los indicadores de los alumnos en la fórmula de financiación. O, visto de otra manera, los costos de los alumnos, ponderados por grado, determinan la asignación monetaria por alumno y por grado-nivel. Debería quedar claro, desde el inicio, que si bien se establecen ciertas conjeturas acerca de cómo las escuelas deberían organizar u organizan la enseñanza y el aprendizaje, con el propósito de derivar los costos supuestos por alumno, esto no implica, sin embargo, que en los sistemas de presupuesto delegado las escuelas tengan que asignar los recursos de la misma manera que se estableció para la construcción de la fórmula de financiación. Este caso se da solamente cuando el organismo financiador desea ser directivo, por ejemplo al estipular un tamaño máximo de clase o un número mínimo de horas lectivas. 76 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 77 Componente 1: Asignación básica por estudiante 4.3 Desarrollo histórico de la financiación orientada por la actividad (a) Desarrollo en el Reino Unido En el Reino Unido, las investigaciones realizadas por algunas autoridades educacionales locales a principios de la década de los noventa, acerca de los enfoques de financiación orientada por la actividad, revelaron que estos enfoques se habían desarrollado a partir de modelos de asignación de personal orientada por la actividad de la década de los ochenta. Éstos habían sido diseñados para reemplazar el uso de la tradicional relación alumnos/maestro para determinar la asignación del personal de las escuelas mediante un método que tenía en cuenta el impacto interrelacionado del contenido del currículo y el tamaño de la clase sobre el número de maestros requerido (Audit Commission, 1986; Simpson, 1987). A mediados de la década de los noventa, el desarrollo de los modelos de financiación orientada por la actividad fue espoleado por la necesidad de reformar las fórmulas de financiación de las escuelas que habían sido construidas, principalmente, reflejando las prácticas históricas de asignación de recursos a las escuelas. En el Reino Unido, la imposición a nivel nacional de un currículo y programas de exámenes, así como las crecientes expectativas del gobierno de que todas las escuelas alcanzaran los estándares nacionales, dieron lugar a mayores exigencias de tiempo por parte del personal y al reconocimiento cada vez más amplio de que la financiación per cápita de los alumnos de primaria es similar a la de los alumnos de secundaria y no menor, como se suponía en la práctica de financiación histórica. Por consiguiente, en el caso de Inglaterra es posible basarse en una serie de informes a nivel nacional sobre la financiación orientada por la actividad, así como en los documentos de trabajo de algunas autoridades locales de educación, a fin de examinar cuestiones clave relacionadas con la elaboración de enfoques de financiación orientada por la actividad. Más adelante, en este capítulo, se examinará el ejemplo de la autoridad local de educación de Cambridgeshire (Cambridgeshire Local Education Authority). (b) Desarrollo en Australia Australia ofrece un ejemplo distinto, pero que conduce a conclusiones similares. A mediados de la década de los noventa se 77 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 78 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas expandió rápidamente el interés en la financiación orientada por la actividad cuando se inició el movimiento hacia la descentralización de la administración escolar, especialmente en el estado de Victoria, que se puso a la cabeza en esta área. En aquella época, el análisis histórico de la financiación de las escuelas reveló que había diferentes políticas y procedimientos para la asignación de recursos a las escuelas primarias y secundarias. Según el Report of the Education Committee on the School Global Budget (Informe del comité de educación sobre el presupuesto global de las escuelas), SGB, en Victoria (1995), había “diferentes bases para la asignación de personal a las escuelas y diferentes condiciones de trabajo, que habían evolucionado a lo largo de los años, que daban lugar a menos enseñanza cara a cara por parte de los maestros de secundaria” (p. 14). Con el transcurso del tiempo, estas prácticas que producían diferencias sustanciales en la asignación de recursos a las escuelas primarias y secundarias se habían institucionalizado. Las informaciones compiladas por el Australian Ministerial Council on Education, Employment, Training and Youth Affairs y publicadas en el informe citado en el párrafo anterior revelaron que “los gastos por alumno de secundaria [fueron] mayores que en el caso de los de primaria con una relación primaria/secundaria de 1,46 en el caso de Australia durante el período 1992-93” (p.14). Tras haber revisado estos datos y después de haber conducido su propio análisis sobre la financiación orientada por la actividad, el Comité de Victoria delineó dos componentes para la generación de un Presupuesto Global de las Escuelas (School Global Budget): el primero debería reflejar las características del aprendizaje del alumno y el segundo incluía programas prioritarios del currículo. El primer componente del Presupuesto Global de las Escuelas en Victoria representaba dos partes: el núcleo de la financiación, que era una asignación por alumno basada en diferenciales de grado-nivel y que reflejaba las variaciones del costo basado en necesidades; y la financiación basada en las características específicas del alumno. A fin de construir la fórmula para el componente ‘núcleo de la financiación’, el Comité de Victoria encargó la realización de estudios de caso sobre la asignación de recursos en las escuelas. Estos estudios de caso aplicaron un enfoque de análisis de la financiación orientada por la actividad a fin de obtener: i) el costo por alumno para las escuelas primarias y secundarias; ii) el costo por alumno por grado-nivel; iii) el costo por alumno en función del ‘objeto’ del gasto (costos del personal docente, otros costos de personal y otros costos no relacionados con el personal) y el ‘propósito’ (instrucción, administración, servicios de 78 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 79 Componente 1: Asignación básica por estudiante bienestar del estudiante, viajes, etc.); y iv) costos por alumno por área del currículo y por grado-nivel. El enfoque analítico de estos estudios de caso fue desarrollado por uno de los autores de este capítulo y utilizado por el Comité de Victoria en posteriores investigaciones para hacer recomendaciones sobre la financiación por alumno. El enfoque abarcó la investigación de la asignación real interna de recursos dentro de las escuelas. Su principal preocupación fueron las actividades comunes dentro de las escuelas, sin incluir los programas de mejora del currículo, ni los factores relacionados con los alumnos o los sitios escolares. Por esta razón, el enfoque es muy adecuado para la generación del componente para la ‘asignación básica por alumno’ en una fórmula de financiación que se aplique a la matrícula total de la escuela y a los ajustes de los diferenciales por grado-nivel. 4.4 Dos estudios de caso: Victoria (Australia) y Cambridgeshire (Reino Unido) Es posible emplear dos enfoques para la obtención de los datos para el análisis orientado por actividad. Primero, los datos pueden ser obtenidos a partir de las prácticas reales en las escuelas (el enfoque utilizado en Victoria). Segundo, los datos pueden ser obtenidos mediante la evaluación profesional de las practicas deseadas (el enfoque utilizado en Inglaterra por la Cambridgeshire Local Education Authority). Es importante notar que el primer enfoque provee costos por alumno para una forma existente de provisión educacional y podría, por consiguiente, reflejar prácticas históricas que no tienen una base lógica y que actualmente se consideran inadecuadas. El segundo enfoque precisa ser atenuado con cierto pragmatismo, porque las exigencias exageradas en materia de la oferta educacional podrían conducir a requerimientos presupuestarios que estén fuera de la capacidad financiera del gobierno. 4.5 Estudio de caso 1: Análisis de la financiación orientada por la actividad basado sobre una “práctica real” en las escuelas de Victoria (Australia) A continuación se presenta el enfoque basado en la práctica real, diseñado en 1994 para las escuelas de Victoria, para efectuar el cálculo 79 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 80 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas de los costos y la financiación orientados por la actividad. Este enfoque deriva los costos por alumno y grado-nivel examinando la distribución real de los recursos en las escuelas (Abu-Duhou, 1996). El propósito primordial de esta investigación fue orientar la política del núcleo de financiación en el Presupuesto Global de las Escuelas y fue, asimismo, el primer estudio de este tipo realizado en Australia. El análisis examinó las funciones de varios recursos (asignación de personal y otros) y sus costos para llevar a cabo las actividades de enseñanza y aprendizaje en las escuelas de Victoria. Esto requirió un examen de cómo y a dónde fueron asignados los recursos disponibles, siendo la primera tarea del análisis identificar las principales actividades de enseñanza y aprendizaje de cada escuela. Todos los otros gastos, tales como administración, utilización de edificios y mantenimiento de terrenos fueron considerados costos indirectos, y fueron atribuidos a las actividades de enseñanza prorrateados por grado-nivel. (a) Definir e identificar las actividades de enseñanza y aprendizaje El primer paso para analizar la financiación orientada por la actividad consiste en determinar el alcance de las actividades de enseñanza y aprendizaje necesarias para impartir el currículo requerido. Estas actividades están directamente vinculadas a las ofertas curriculares y su organización. El alcance de las actividades de enseñanza y aprendizaje se debe examinar escuela por escuela, porque las escuelas difieren de un país a otro, e incluso dentro de cada país, en lo que respecta a la gestión del personal docente, funciones del personal administrativo, oferta curricular, programas y organización del alumnado. Incluso cuando el perfil de las actividades de enseñanza y aprendizaje parece ser semejante, sucede con frecuencia que existen diferencias importantes en la manera de asignar los recursos a las diversas actividades en cada escuela e, igualmente, diferencias sustanciales en las características de los alumnos, lo que tiene un impacto sobre los costos. Las principales actividades de los maestros se pueden agrupar en dos categorías distintas. (a) Enseñanza cara a cara. Esto representa el tiempo que utiliza el maestro en la clase enseñando los cursos, distribuidos según un horario para impartir el currículo regular (esto incluye sólo la enseñanza regular y prevista en los horarios, y excluye la enseñanza de reemplazo para cubrir la ausencia del maestro titular). 80 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 81 Componente 1: Asignación básica por estudiante (b) Actividades del maestro sin relación cara a cara. Éstas representan el tiempo destinado a apoyar la enseñanza y proveer otras actividades de aprendizaje en que no hay una relación cara a cara. (c) Es la parte más difícil de definir e identificar entre las actividades del maestro. Lo que se incluya variará entre un sistema de educación y otro, entre los diferentes tipos de escuela y entre los niveles de escolarización dentro de un mismo sistema. Un elemento importante de estas actividades está dado por el tiempo empleado para apoyar la enseñanza. Esto incluye el tiempo dedicado a la administración y la planificación (por ejemplo, planificación de las lecciones, evaluación de las tareas de los alumnos, supervisión de los grupos de enseñanza por materia en la educación secundaria, supervisión del aula en el caso de los maestros de educación primaria, coordinación de materias tanto a nivel de la materia misma como a nivel del área de estudio). El otro grupo de actividades abarca tareas distintas de la enseñanza regular, realizadas por el personal docente y que se consideran como parte de su carga de trabajo, tales como la coordinación de la información en orientación vocacional, coordinación del bienestar del educando, la revista escolar, computadoras, biblioteca, reemplazo de maestros, desarrollo profesional, teatro, música, fotografía, orientación del educando y otras responsabilidades administrativas. Es difícil elaborar una lista exhaustiva de las actividades propias de una ocupación profesional como la docencia, en la que algunas actividades se emprenden en forma voluntaria, fuera de las horas de trabajo (por ejemplo, el desarrollo profesional). Sin embargo, las actividades incluidas en un análisis de la financiación orientada por la actividad son las actividades consideradas contractuales, bien sea legalmente o para los fines del análisis. La identificación y la clasificación de las actividades de enseñanza sin relación cara a cara dependen de la práctica vigente, las limitaciones financieras del momento y el criterio profesional. Por consiguiente, es necesario analizar las tareas realizadas por los maestros, así como las de los directores y subdirectores, para calcular los costos indirectos. Para especificar las actividades efectivas realizadas por los maestros es necesario examinar los horarios escolares. Este procedimiento identifica el volumen de la enseñanza impartida en la escuela en cada área de estudio. En Victoria, la mayor parte de las actividades de enseñanza y la asignación de recursos se organizan 81 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 82 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas alrededor de ocho líneas de estudio: arte, inglés, salud y educación física, lenguas distintas del inglés, matemática, ciencias, estudios sociales y del medio ambiente y, finalmente, tecnología. Estas materias se imparten a los alumnos en todas las escuelas, si bien la cantidad de tiempo dedicado a cada una varía según el grado-nivel. Para que el análisis sea completo, también se deben identificar las actividades del personal no docente. Asimismo, se deben incluir los recursos físicos necesarios para apoyar las actividades educacionales (por ejemplo, libros y equipo). La mayoría de estos recursos pueden estar relacionados con áreas particulares del currículo que apoyan. Dado que algunas materias requieren más recursos que otras (por ejemplo arte y tecnología), el contenido y equilibrio del currículo afectará los costos unitarios. (b) Estimar el tiempo de trabajo del personal docente El paso siguiente consiste en estimar la cantidad de tiempo que se requiere durante el año escolar para cada actividad identificada. La instrucción cara a cara (enseñanza en el aula) durante el año escolar sigue normalmente un horario o está organizada en ciclos semanales, cada uno de los cuales consiste en cierto número de períodos dedicados a cada grado-nivel y a cada materia. En algunas escuelas, el ciclo lectivo se repite en intervalos diferentes de una semana; por consiguiente, es importante identificar la duración del ciclo y el número de veces que éste se repite en un año escolar. Es necesario identificar en cada ciclo el número de períodos de la instrucción cara a cara impartida a los alumnos. En el análisis final, queda fijado el número de períodos de enseñanza por año escolar que se imparte a cada grado-nivel. Esto se considera como el período anual de enseñanza contractual que se imparte a cada alumno (excluyendo a los alumnos con necesidades suplementarias de educación). En el ejemplo que presenta el Esquema 4.1 las escuelas de Victoria tienen 40 ciclos anuales, con 25 períodos por ciclo en las escuelas primarias, lo que arroja un resultado de 1.000 períodos lectivos anuales para los alumnos de primaria, frente a 1.200 períodos para los alumnos de secundaria. Una vez que se ha establecido la estructura cíclica del programa, es necesario determinar el número de horas de instrucción cara a cara, requerido para impartir a cada alumno el número de períodos anuales que le han sido acordados. Esto depende del número de alumnos, así como del tamaño promedio de las clases en las que se imparten los cursos. Cuanto mayor sea el número de alumnos y menor el tamaño de la clase, tanto 82 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 83 Componente 1: Asignación básica por estudiante mayor será el número de horas de instrucción cara a cara necesarias para ocuparse de un número dado de períodos anuales de clase. Generalmente, hay materias que se enseñan en clases de menor tamaño que otras (por ejemplo, clases prácticas y de laboratorio en ciencias y tecnología, por razones de seguridad). Cuanto mayor sea el número de opciones que se ofrece a los alumnos, tanto menor será el tamaño promedio de la clase para un número dado de alumnos. Por consiguiente, el número requerido de horas de enseñanza del maestro dependerá del equilibrio entre las diversas materias y la organización del currículo. Esquema 4.1 Disposiciones para la organización del programa general en las escuelas primarias y secundarias de Victoria (Australia) Detalles generales Todas las escuelas funcionan con un ciclo semanal Número de ciclos semanales anuales Número de períodos diarios de clase en secundaria Número de períodos diarios de clase en primaria Número de períodos de clase por ciclo en secundaria Número de períodos de clase por año en secundaria Número de períodos de clase por ciclo en primaria Número de períodos de clase por año en primaria 40 ciclos 6 períodos 5 períodos 30 períodos 1.200 períodos 25 períodos 1.000 períodos Insumos en términos de maestros Tiempo total en el aula para un maestro de primaria a tiempo completo: 25 períodos por ciclo. Apoyo total a la enseñanza asignado a los maestros de primaria para el tiempo empleado en administración y planificación: 3 períodos por ciclo. Tiempo total en el aula para un maestro de secundaria a tiempo completo: 30 períodos por ciclo. Apoyo total a la enseñanza asignado a los maestros de secundaria para el tiempo empleado en administración y planificación: 7 períodos por ciclo. En el estudio realizado en Victoria, se obtuvo información detallada de las escuelas para calcular el número de horas de instrucción cara a cara impartidas en total a todos los alumnos, diferenciados por gradonivel. Dado que las escuelas secundarias tienen una mayor especialización por materia y un mayor número de materias opcionales, requieren un tiempo mayor de enseñanza cara a cara por ciclo que las escuelas primarias con el mismo número de alumnos. No es necesario mostrar los detalles de la organización curricular con el propósito de utilizar, en una fórmula de financiación, un costo anual por estudiante para la instrucción cara a cara de acuerdo al grado83 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 84 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas nivel. Sin embargo, si un organismo financiador desea que las escuelas ofrezcan a sus alumnos más horas en las materias basadas en el empleo de talleres o laboratorios, o un mayor número de opciones curriculares, esto se debe reflejar en un costo mayor por estudiante; de otro modo, las escuelas no podrán cumplir o deberán desviar recursos de otros rubros. Estimar el tiempo de la instrucción que no es cara a cara resulta más difícil, dado que tales actividades son más variadas y el tiempo que ellas deberían tomar no siempre se especifica en los contratos de los maestros o en acuerdos informales dentro de la escuela. Otro factor que se debe tener en cuenta es el momento en que se realiza la actividad. Algunas actividades de enseñanza que no se ejecutan cara a cara deben realizarse durante la jornada escolar (por ejemplo, tareas relativas al bienestar del estudiante, reemplazo de maestros, observación de las lecciones), otras se realizan después de la jornada escolar (por ejemplo consultas con los padres de familia) y otras en cualquiera de estos períodos. Generalmente, los maestros dedican algún tiempo a las actividades que no se efectúan cara a cara dentro de la jornada escolar. Como se muestra en el Cuadro 4.1, se esperaba que los maestros de las escuelas primarias en Victoria prestasen 25 períodos semanales a las actividades de enseñanza y aprendizaje. Dentro de los 25 períodos semanales para cada maestro equivalente a tiempo completo, la carga de trabajo asignada para la enseñanza cara a cara era de 22 períodos semanales, con 3 períodos para tareas administrativas y de planificación, preparación de lecciones y evaluación. De los maestros de las escuelas secundarias se esperaba que prestasen 30 períodos semanales para las actividades de enseñanza y aprendizaje. Dentro de estos 30 períodos semanales para cada maestro equivalente a tiempo completo, la carga de trabajo asignada a la enseñanza cara a cara era de 23 períodos semanales, con 7 períodos para tareas administrativas y de planificación, o preparación de lecciones y evaluación. El análisis de las actividades reveló que ciertas tareas que realizan los maestros reducían la carga de trabajo dedicada a la enseñanza cara a cara. Estas actividades incluían la coordinación de los maestros que trabajan en el aula en las escuelas primarias y la coordinación de gradonivel en las escuelas secundarias, orientación vocacional, bienestar del estudiante, revista de la escuela, computadoras, biblioteca, reemplazo de maestros, desarrollo profesional, teatro, música, fotografía, orientación del educando y otras obligaciones administrativas. Por consiguiente, para algunos maestros de las escuelas primarias su carga de trabajo de enseñanza cara a cara fue bastante menor que 22 períodos semanales, 84 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 85 Componente 1: Asignación básica por estudiante cuando se agregaban todas sus obligaciones para sumar 25 períodos semanales. De manera similar, muchos maestros de las escuelas secundarias no llegaban a enseñar 23 períodos semanales cuando se agregaban todas sus obligaciones para sumar 30 períodos semanales. La división final del tiempo de un maestro en diversas actividades es específica de cada escuela, mientras que el tiempo total dedicado a la enseñanza y el aprendizaje son tiempos contractuales. Una cuestión adicional que se debe tener en cuenta en un análisis de la financiación orientada por la actividad es que algunas actividades que no se efectúan cara a cara dependen más del número de períodos de instrucción (períodos de clase) que corresponden a un maestro en cada ciclo, que del número de alumnos. Ejemplos de esto son la preparación de las lecciones, el desarrollo profesional y la coordinación de materias. Otras actividades, tales como la evaluación y los informes para los padres de familia, son generadas directamente por el número de alumnos. En el análisis en Victoria se supuso, simplificando, que todas las actividades de enseñanza y aprendizaje son generadas por el número de períodos de clase cara a cara. Esta suposición se hizo de manera que la unidad mínima para generar actividades fuese el período de clase cara a cara. Por consiguiente, cada período de clase cara a cara genera un tiempo de instrucción cara a cara por parte del maestro y, adicionalmente, un tiempo de actividad del maestro que no se realiza cara a cara. Esto significa que si el número de alumnos aumenta, pero se lo distribuye dentro de las clases existentes, de modo que el número de clases permanezca constante, entonces la cantidad de tiempo que se requiere del maestro por año escolar tampoco se altera. Es perfectamente posible hacer conjeturas alternativas, siempre y cuando se esté en condiciones de hacer el análisis más complejo al clasificar las actividades que no son cara a cara, según que el tiempo requerido por ellas dependa del número de maestros, del número de clases “distintas” a las que se enseña, del número de estudiantes, y de si las actividades se realizan durante la jornada escolar o fuera de ella. (c) Estimar el tiempo del personal no docente El tiempo del personal auxiliar no docente debe incluirse, igualmente, en un análisis de una financiación orientada por la actividad. Los sistemas escolares varían en gran medida con respecto al número y las categorías del personal no docente empleado en las escuelas. Parte del personal trabaja directamente en actividades de apoyo a la enseñanza 85 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 86 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas y aprendizaje (por ejemplo, asistentes de aula, asistentes de laboratorio y técnicos) y representan una parte de los costos directos de enseñanza y aprendizaje. Estos costos pueden ser atribuidos a áreas particulares del currículo y grados-niveles. Otros miembros del personal no docente proveen servicios de gestión y administración. Esta categoría del personal incluye al director de la escuela, al subdirector, al personal de oficina, intendentes, así como las tareas administrativas realizadas por el personal docente que son esenciales para el funcionamiento de la escuela, más que para la enseñanza y el aprendizaje de los alumnos. El personal que provee estas actividades es denominado ‘personal de apoyo administrativo’, pues sus actividades son esenciales para el funcionamiento de la escuela como institución. Adicionalmente, las escuelas emplean personal que desempeña funciones específicas, tales como las de coordinador de bienestar del estudiante, consejero, orientador vocacional, enfermera, etc. Los deberes y responsabilidades de este personal se deben explicitar en los acuerdos contractuales entre la escuela y el organismo financiador, o pueden ser definidos por la escuela. Para los propósitos de la financiación, sin embargo, los costos de estas actividades son parte del coeficiente de la asignación básica por alumno en la fórmula de financiación. No obstante, si los costos unitarios varían según el tipo y tamaño de la escuela, entonces es apropiado asignar los fondos para todos o parte de estos costos en relación con otras variables distintas del número de estudiantes (véase el Capítulo 5). (d) Incluir parámetros fijados exteriormente El paso siguiente en el análisis de la financiación orientada por la actividad consiste en incluir información acerca de parámetros o factores determinados exteriormente que afectan los costos, pero que deben ser tomados como fijos para los “propósitos del cálculo de costos”. Tales parámetros fijados exteriormente incluyen, generalmente, los salarios y las condiciones de trabajo del personal docente y no docente, el número de horas trabajadas, normas de salud y seguridad, duración de la jornada escolar y el año escolar, y otros. Estos aspectos deben ser reconocidos y utilizados en el cálculo cuando sea pertinente. (e) Establecer el costo de la enseñanza por alumno Habiendo identificado las actividades de enseñanza y aprendizaje, 86 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 87 Componente 1: Asignación básica por estudiante el personal docente y no docente, y los parámetros fijados exteriormente, el próximo paso es calcular el costo del tiempo de enseñanza y derivar los costos por alumno. Un análisis detallado permite formular el costo por alumno de diversas maneras: por grado-nivel, por área del currículo, por ‘objeto’ del gasto (costos de los maestros, otros costos de personal y diversos costos no vinculados al personal), por ‘propósito’ (instrucción, administración, servicios de bienestar del estudiante, viajes, etc.) y, finalmente, el costo por estudiante por área de estudio y por grado-nivel. Considerando las conjeturas y el análisis hecho anteriormente, el coeficiente de los costos de maestros vinculado al indicador del alumno en una fórmula de financiación orientada por la actividad puede derivarse de las variables que aparecen en el Cuadro 4.1. El cuadro muestra la información necesaria para derivar el costo del maestro por estudiante con cifras ilustrativas. Sólo se ilustra el costo mínimo por grado-nivel (grupo anual y rango de edades) y se supone que las escuelas son del tamaño mínimo eficiente, de manera que puedan organizar la enseñanza basándose en el tamaño asumido de la clase. Se pueden derivar costos diferentes de los maestros para las escuelas más pequeñas, estableciendo conjeturas específicas acerca del tamaño que deben tener los grupos de enseñanza para poder impartir el currículo. De estas variable, Nj, el tamaño promedio de la clase, representa una variable de política que podría ser manipulada a nivel de la escuela a fin de lograr economías de escala en relación con los costos de los maestros. Alternativamente, el tamaño de la clase puede ser fijado por la política nacional: por ejemplo, muchos sistemas educacionales presuponen un tamaño de clase de 25 alumnos en el nivel primario. El subíndice j representa el grado-nivel y asume los valores (P, 1, …, 12), siendo P el primer grado escolar. X1j equivale al número de semanas por año que los alumnos reciben instrucción, multiplicado por el número de horas semanales de instrucción que recibe una clase. El subíndice se utiliza para permitir que las decisiones de política cambien el número de períodos de enseñanza por grupo de alumnos en un grado-nivel. A partir del análisis realizado anteriormente y del Cuadro 4.1, como un ejemplo, X1j equivale a 1.000 para las escuelas primarias ó 1.200 para las escuelas secundarias. En este caso se supone que cada período dura una hora. X2j es el número de horas-maestro requeridas para el apoyo a la enseñanza y el aprendizaje por Nj alumnos por año. Ésta es una variable muy compleja, pues incluye todas las actividades sin relación cara a cara que son necesarias para apoyar directamente la enseñanza y el aprendizaje 87 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 88 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas en un grado o clase del tamaño Nj, por año. Si suponemos que el período de clase es la unidad más pequeña de análisis, el tiempo empleado aquí varía con el número de clases en las que se enseña. X2j difiere de un sistema escolar a otro, pero al mismo tiempo difiere dentro de los niveles de educación de un mismo país. El valor real de X2j en la mayoría de las escuelas primarias de Victoria depende de si la clase funciona con un maestro de aula y la participación parcial de un maestro especial, lo que, a su vez, depende del tamaño de la clase. También depende de las actividades que se exige al maestro, tales como la comunicación con los padres de familia, que varía en función del número de clases a las que enseña y, por tanto, del número de maestros. Sin embargo, en las escuelas secundarias la complejidad es mayor, dado que depende igualmente de las materias enseñadas, las que, a su vez, aumentan la cantidad de tiempo por alumno para la administración y la planificación. El ejemplo que se presenta en el Cuadro 4.1 supone que se ha efectuado el análisis anterior y que se requieren 900 horas anuales de tiempo del maestro (de diferentes maestros) para las clases de 25 alumnos. X3 es el tiempo contractual que equivale al número total de horas por año por el cual se contrata a los maestros para que desempeñen las actividades incluidas en el análisis. Éste se establece para cualquier sistema escolar considerado individualmente. Como se notó anteriormente, la unidad más pequeña de asignación de recursos para la enseñanza y el aprendizaje es el período de clase. El tiempo del maestro generado por una clase de la talla Nj se normaliza en una relación por alumno, dividiéndolo por el número de alumnos por clase a fin de obtener la fracción de tiempo del maestro requerida para cada estudiante. Tomando el ejemplo del Cuadro 4.1, el costo del tiempo del maestro por alumno es: (la fracción de maestro requerida por estudiante) * (el costo del promedio anual del salario de un maestro) La fracción de maestro requerida por estudiante del grado-nivel j es: (X1j + X2j )/(X3 × Nj) = 1900/(1400 × 25) = 1,35/25 = 0,054 En este ejemplo se requieren 1,35 maestros, en promedio, para realizar actividades de enseñanza y de apoyo a clases con un promedio de 25 alumnos, lo que corresponde a 0,054 maestros por alumno. Suponiendo que el costo anual promedio de un maestro es de $30.000, el costo por estudiante del maestro es de $1.620. Éste es el valor del coeficiente utilizado para calcular el costo de las actividades de Cuadro 4.1 Descripción de las variables utilizadas para calcular el 88 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 89 Componente 1: Asignación básica por estudiante coeficiente del costo de la enseñanza para la fórmula de financiación y el ejemplo presentado Nombre de la variable Descripción de la variable Valor numérico supuesto de la variable Nj El tamaño promedio de la clase en la que se enseña a los estudiantes del grado j la gama de áreas de estudio o las materias del currículo. 25 alumnos por grupo de enseñanza X1j El número de horas anuales del maestro requeridas para enseñar a una clase del tamaño supuesto (Nj). Éste es el número de semanas/ciclos anuales durante los cuales se enseña a los alumnos, multiplicado por el número de horas que se enseña a una clase por semana/ciclo. 1.000 horas (25 horas semanales multiplicadas por 40 semanas) X2j El número de horas del maestro sin relación cara a cara para apoyar las actividades de enseñanza y aprendizaje de Nj estudiantes por año. 900 horas X3 El número total anual de horas por el cual 1.400 horas se contrata al maestro para realizar su trabajo. X4 El número anual de horas por el cual se contrata al maestro para enseñar a una clase. 760 horas X5 Un salario promedio anual nacional de un maestro, que incluye gastos indirectos (tales como seguridad social, contribución a la caja de pensiones, etc.). $30.000 enseñanza y aprendizaje que resulta de la asignación del tiempo de los maestros. Se puede suponer que este coeficiente está fijado para todos los grados-niveles o que varía desde la primaria, pasando por el primer ciclo de secundaria, hasta el segundo ciclo de secundaria. Obviamente, este coeficiente varía con cualquier cambio que pueda ocurrir en el tamaño de la clase, el salario de los maestros y la asignación de tiempo por grado-nivel, tanto para la instrucción como para el apoyo a la instrucción. Es decir, cualquier diferencia por grado-nivel se reflejaría en diversas conjeturas acerca del tamaño de la clase, horas lectivas y actividades de apoyo sin relación cara a cara a fin de producir un coeficiente diferente de los costos de enseñanza. (f) Establecer otros costos directos por estudiante 89 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 90 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Los recursos distintos de los maestros que se requieren para apoyar la enseñanza y el aprendizaje deben ser calculados por estudiante a fin de derivar un coeficiente para la fórmula de financiación. El costo del tiempo de apoyo no lectivo del personal se debe calcular sobre la base de los costos salariales del personal involucrado y convertido luego a un costo por estudiante y grado-nivel. Los costos para proveer recursos de apoyo curricular son fácilmente calculables una vez que han sido identificados. Algunos ejemplos son: artículos de consumo para el uso en la clase, libros, diapositivas y ayudas audiovisuales para la clase, material de clase, material de referencia y accesorios para los profesores, fotocopias y duplicados para las materias, mantenimiento y reparaciones del equipo utilizado en las diversas materias, y costos de excursiones relacionadas con las áreas del currículo. La mayor parte de los costos de apoyo al currículo se relaciona con áreas de estudio y pueden ser adscritos a cada grado-nivel. (g) Establecer los costos indirectos por estudiante Todos los otros costos de la gestión y administración de una escuela, sean de personal o no, así como los de la utilización de los edificios escolares se pueden calcular como montos por alumno. El ‘apoyo a los servicios administrativos’ es un término que se utiliza para referirse a todos los gastos generales en que incurre la escuela para poder funcionar como una organización. El tiempo de trabajo del personal de gestión y administración, identificado en los pasos previos, debe calcularse en relación con los costos salariales. También se incluyen todos los bienes y servicios esenciales para el funcionamiento de la escuela, tales como útiles de oficina, costos de copias para la oficina, mobiliario de oficina, correo, teléfono, electricidad, gas, viajes del personal, gastos bancarios, seguros, fotocopias para la escuela (independientemente de la materia), publicidad, costos de auditoría y otros costos del personal administrativo contratado ocasionalmente. Estos costos son específicos de cada escuela y se relacionan con el tamaño, los programas y otras necesidades de la escuela. El mantenimiento, las reparaciones, las obras menores en los edificios de la escuela y los costos de limpieza son, igualmente, costos indirectos. Esta categoría es también específica de cada escuela y depende mucho de la antigüedad y condición de los edificios y terrenos. Estos costos se analizan en un capítulo ulterior. Si se delega a las escuelas los costos de los edificios, ellos podrían 90 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 91 Componente 1: Asignación básica por estudiante ser asignados en la fórmula de financiación en relación con el tamaño de los edificios o el número de alumnos, o en relación con otros factores específicos de la escuela. Los costos indirectos son atribuidos a los alumnos cuando son costos per cápita o están relacionados con el número ponderado de estudiantes por grado-nivel. Lo que es más adecuado depende de si se juzga que los estudiantes contribuyen por igual a los costos administrativos, cualquiera que sea su grado-nivel, o si se considera que algunos grados (por ejemplo, alumnos mayores promovidos al siguiente nivel de educación) requieren más servicios administrativos o espacio edificado. Estos costos son adscritos a los diversos grados-niveles, sobre la base de la matrícula en el grado-nivel, y se convierten en parte del coeficiente por estudiante en la fórmula de financiación. 4.6 El ejemplo de Victoria A continuación se presenta un ejemplo de los resultados del análisis de una financiación orientada por la actividad para una escuela primaria en Victoria, durante 1993. Esta escuela primaria tenía 199 estudiantes en siete grados-niveles: 38 en preparatoria, 28 en el grado 1, 31 en el grado 2, 24 en el grado 3, 27 en el grado 4, 24 en el grado 5 y 27 en el grado 6. El personal docente de la escuela contaba con 13 maestros (12,9 ETC) y personal especializado, incluyendo 0,6 para la biblioteca, 0,2 para música/matemática, 0,3 para arte y 0,2 para ciencias. Adicionalmente, contaba con un director no docente y un empleado a tiempo completo. La escuela había desarrollado un sistema integral de programación del presupuesto que mostraba el presupuesto para cada área de estudio. La asignación de tiempo del personal docente para las actividades de enseñanza y no enseñanza se logró mediante el cuidadoso análisis del horario, la organización del currículo y la distribución de los maestros. Dada la distribución de las cargas de trabajo de los maestros en las ocho áreas del currículo para cada grado-nivel y las responsabilidades de apoyo a la administración y la enseñanza, la escuela ofrecía 265 períodos por ciclo. De éstos, 225 períodos se consideraron como enseñanza cara a cara y 40 períodos por ciclo fueron dedicados a obligaciones distintas de la enseñanza cara a cara (apoyo a la enseñanza y tiempo para la administración y la planificación). Tras los ajustes por el tamaño de la clase, los costos totales por alumno se distribuyeron como se muestra en el Cuadro 4.2. El valor del coeficiente para cada grado-nivel aparece en la última línea del cuadro. El costo ponderado promedio para la escuela fue de $3.399, como lo muestra la última celda de la última línea del 91 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 92 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Cuadro 4.2. Las cifras del Cuadro 4.2 indican que el costo promedio total por estudiante, para esta escuela, fue de $3.399. Sin embargo, hubo notables variaciones en los costos por estudiante y por grado-nivel, debidas tanto al tamaño de la clase como al nivel. El valor del coeficiente fue de $3.009 para los alumnos del grado 6, muy por debajo de la cifra de $3.573 para los alumnos del grado 6. Cuando se preparan cuadros como el Cuadro 4.2 para una muestra de escuelas, es posible establecer insumos financieros promedio para cada grado-nivel del sistema. Estos valores promedio son las cifras que se emplean en la elaboración de una fórmula de financiación para todo un sistema escolar. No obstante, se debe hacer hincapié en que el enfoque adoptado en Victoria se refiere a un análisis de la financiación orientada por la actividad para la “práctica real” (distinta de la “práctica deseada”). En un capítulo anterior acerca de los “principios” de la construcción de fórmulas se notó que las asignaciones básicas por estudiante se hacían a menudo: a) por estudiante y b) diferenciada por grado-nivel. Esta segunda parte de la asignación se construye, a veces, reuniendo conjuntos de grados-niveles. Al diferenciar la financiación, comúnmente se hace una distinción entre los primeros años, los últimos años de primaria, el primer ciclo de secundaria y el segundo ciclo de secundaria. Para las escuelas que se hallan por debajo del tamaño mínimo eficiente y que, por consiguiente, tienen costos más elevados por estudiante, el modelo de financiación orientada por la actividad puede aplicarse para calcular los costos adicionales adscritos a las clases o grupos de enseñanza más pequeños. Estos ajustes serían asignados como parte de los costos del sitio escolar. Por ejemplo, en Victoria, la indización de los costos de enseñanza y aprendizaje respecto del promedio ponderado de todos los gradosniveles fue de $2.521. Este promedio global ponderado fue muy próximo al promedio del grado 8, de $2.478. En la indización respecto del grado 8, los valores variaron entre 0,60 para el grado 5 y 1,66 para el grado 12. Estas diferencias estaban vinculadas con las diferencias de tamaño de las clases en el grado-nivel superior, que estaban relacionadas con las ofertas del currículo y la gama de materias impartidas. También estuvieron vinculadas a los volúmenes menores de enseñanza cara a cara de los maestros de las escuelas secundarias, lo cual, a su vez, estaba en relación con la diversidad de materias y actividades realizadas por los maestros de las escuelas secundarias, más allá de las realizadas cara a cara, y con el tipo de organización interna de la escuela misma y la distribución de la carga de trabajo entre los maestros. 92 ch-04 04/03/2002 Cuadro 4.2 Financiación por alumno distribuida por grado-nivel y actividad, para una escuela particular en el estado de Victoria (Australia) (dólares por alumno) Tipo de actividad P 1 2 3 4 5 6 Promedio $ 1.576 239 1.825 314 1.804 330 1.585 330 1.795 330 1.657 330 1.380 199 1.671 294 1.815 2.139 2.134 1.915 2.125 1.897 1.579 1.965 39 52 47 60 54 60 56 52 3. Gestión y administración: personal 460 613 557 707 639 712 657 608 4. Gestión y administración: sin incluir al personal 577 769 754 889 909 890 717 775 2.891 3.573 3.492 3.571 3.727 3.649 3.009 3.399 16:54 $ por Grado a) Personal docente b) Personal de apoyo Subtotal 2. Apoyo al currículo 93 Componente 1: Asignación básica por estudiante Valor del coeficiente Page 93 1. Enseñanza y aprendizaje ch-04 04/03/2002 16:54 Page 94 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas 4.7 Estudio de caso 2: Análisis de la financiación orientada por la actividad basado en una “práctica deseada” en las escuelas de Cambridgeshire (Reino Unido) La Autoridad Local de Educación (ALE) de Cambridgeshire (Cambridgeshire Local Education Authority, LEA) en el Reino Unido fue una de las primeras que introdujo la Gestión Financiera Local o GFL (Local Financial Management, LFM). Desde 1982 hasta 1986, siete escuelas (seis de secundaria no selectiva y una de primaria) emprendieron experiencias piloto de “gestión local”. Esto supuso que las escuelas recibieran un monto a suma alzada para que lo distribuyesen libremente en lo que el director y los miembros del consejo escolar considerasen apropiado para satisfacer las necesidades particulares de la escuela. Las escuelas debían pagar, prácticamente, todos los costos de funcionamiento, excepto reparaciones importantes de la edificación y mejoras que exigiesen gastos de capital. La distribución de los recursos entre el personal docente y no docente, los materiales de enseñanza, el mantenimiento interno y las reparaciones quedó a discreción de la escuela misma. Si bien el impacto de este enfoque de gestión de las escuelas no fue evaluado rigurosamente en lo que se refiere al rendimiento de los estudiantes, hubo la sensación de que era un “éxito”, en tanto que otorgaba una mayor flexibilidad a la gestión a nivel del sitio escolar, promovía la eficiencia y estimulaba las actividades empresariales para aumentar los ingresos de las escuelas, que éstas podían conservar íntegramente. Los principios básicos del modelo de Cambridgeshire fueron adoptados por el gobierno central y transformados en la Gestión Local de las Escuelas o GLE (Local Management of Schools, LMS), que se convirtió en la pauta nacional a partir de la Ley de Educación (Education Act) de 1988. 4.8 El proyecto de asignación de personal orientada por la actividad A finales de la década de los ochenta y principios de la de los noventa, la atención en Cambridgeshire cambió de la distribución de recursos a nivel escolar a la cuestión de la generación de recursos a nivel de la Autoridad Local de Educación (ALE). Dicho brevemente, ¿sobre 94 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 95 Componente 1: Asignación básica por estudiante qué base lógica generaba la ALE su presupuesto para la educación y lo asignaba a las escuelas y qué volumen de servicios creían financiar los políticos (consejeros del condado)? Para comprender más plenamente esta pregunta con miras a lograr una generación y distribución racional de los recursos, la ALE estableció grupos de trabajo cuyos miembros fueron seleccionados entre los funcionarios de la ALE (administradores) y el personal responsable de la ejecución (directores de escuela). Este “diálogo” quedó sólidamente establecido desde los primeros días de la Gestión de la Financiación Local (GFL). En las etapas avanzadas del proyecto, los grupos de trabajo incluyeron representantes de los niveles de educación primaria y secundaria; esto contribuyó a superar malentendidos, reducir las peticiones especiales en pro de los intereses del nivel y dar mayor consistencia al modelo en su totalidad. El objetivo del proyecto de Asignación de Personal Orientada por la Actividad (APOA) fue crear un modelo para las escuelas de educación primaria y secundaria dentro del cual las responsabilidades y actividades de los maestros se pudiesen definir en función de: • • • • • requerimientos básicos de la enseñanza; necesidades especiales de educación; reemplazo de maestros y preparación de material de enseñanza; registro y evaluación del progreso de los alumnos; y tareas de gestión. Para cada sección del modelo se desarrollaron fórmulas para calcular el número de horas del maestro que, según el criterio profesional, se requerían en cada una de las escuelas para cada uno de los rubros mencionados. Las cifras de los parámetros utilizados en el modelo produjeron el número total de horas por maestro requerido por cada escuela. Estos resultados fueron convertidos en número de maestros equivalentes a tiempo completo (ETC) mediante la utilización de divisores. Las cantidades de maestros requeridos por cada escuela fueron entonces agregadas para formar el total de maestros requerido para los niveles de educación primaria y secundaria. El costo para esta dotación de maestros fue determinado entonces multiplicando el número total de maestros por el salario promedio del maestro. Al llegar a esta etapa, los funcionarios de la ALE y los miembros elegidos tuvieron la posibilidad de reconocer si el presupuesto de la ALE, determinado principalmente por el gobierno central, podía o no sufragar ese número de maestros. Cuando los ‘parámetros de meta’ (target parameters) del modelo produjeron un requerimiento de maestros mayor que el permitido por el 95 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 96 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas presupuesto, fueron modificados y convertidos en ‘parámetros de ajuste óptimo’ (best-fit parameters). Este proceso permitió a todos (directores, consejos escolares, funcionarios de la ALE y políticos) reconocer con precisión qué era lo que el presupuesto de la ALE podía brindar respecto del volumen de servicios para los estudiantes. Las recomendaciones de los grupos de trabajo fueron analizadas por consultores externos (Coopers and Lybrand), dando como resultado cambios significativos en los métodos de cálculo del número de maestros requerido. Debe hacerse hincapié en que a pesar de utilizar el modelo de APOA para generar y distribuir la financiación de las escuelas, el reparto de los recursos a nivel de la escuela se mantuvo a discreción del equipo estacionado en el sitio escolar. Si los parámetros dentro del modelo indicaban, por ejemplo, un tamaño de clase de 27 alumnos para estudiantes del grado 7, no era necesario que los directores organizasen su escuela con clases de dicho tamaño. Se conservó el principio fundamental de la GLE (Gestión Local de las Escuelas): la toma de decisiones basada en el sitio escolar. 4.9 Producir el modelo y los parámetros (a) Requerimientos básicos de enseñanza y aprendizaje Los requerimientos básicos de enseñanza y aprendizaje se expresan en el nivel primario en términos del número de alumnos por clase, las horas semanales y el número de semanas por año. Se prestó cuidadosa atención a la cuestión de los tamaños máximos de las clases, dado que el número de alumnos de una cohorte tiende a variar de año en año. La aplicación rígida de un tamaño máximo, por ejemplo 30 alumnos por clase, habría inducido requerimientos de maestros fuera de la capacidad del presupuesto. Por consiguiente, se supuso que en el nivel primario habría una agrupación flexible, de diversas edades y vertical; pero se dio prioridad a la clase inicial (reception class), niños de cuatro años que ingresan a la escuela antes de la edad legal, a fin de asegurar que mantuviesen un tamaño pequeño. En el nivel secundario, el modelo fue más sofisticado, en la medida en que tuvo en cuenta las necesidades relacionadas con las diversas materias especiales (ciencias y tecnología, por ejemplo, se deben enseñar en grupos más pequeños, por razones de salud y seguridad), la expectativa de que los alumnos mayores (de 14-16 años de edad) tendrían algunas opciones dentro de los requerimientos 96 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 97 Componente 1: Asignación básica por estudiante globales del National Curriculum (que estaba siendo establecido al mismo tiempo que se desarrollaba este proyecto), y que los alumnos de más de 16 años de edad continuarían la peculiar tradición inglesa de ser instruidos en grupos pequeños, pero durante un número menor de horas por semana. En ambos niveles se añadió el ‘tiempo de orientación del educando’. Este es el tiempo que se dedica cada día a actividades no curriculares en la clase o en reuniones, dado que en el Reino Unido se exige que todos los niños participen cotidianamente en un acto dedicado al culto público. (b) Necesidades especiales de educación para alumnos no declarados (non-statemented) Se hizo una asignación de fondos como ayuda a la escuela para que pudiese satisfacer las ‘necesidades especiales’ de los estudiantes que no habían sido “declarados”. La intención del proceso de declaración es proveer recursos adicionales específicos a personas nominadas (2% de la población) que sufren de serias minusvalías físicas o mentales. Adicionalmente, otro 18% de los alumnos requiere alguna forma de ayuda extra, generalmente bajo la forma de enseñanza individual, y ella debe impartirse con la ayuda de los recursos de personal asignados a la escuela. Esta cifra fue definida en términos de minutos por alumno y por semana. (c) Reemplazo de maestros y preparación de lecciones Se hizo una asignación de tiempo para dar cabida al hecho de que en el Reino Unido se espera que, como parte de sus contratos y dentro de límites especificados, los maestros reemplacen a sus colegas. Esto se organiza más fácilmente en el nivel secundario que en el primario, en el que los maestros se encuentran plenamente ocupados con sus propias clases durante toda la semana. Tradicionalmente se da a los maestros de secundaria más tiempo sin contacto con los alumnos (lo que origina alguna controversia) pero, en la práctica, más del 30% del tiempo sin contacto con los alumnos es empleado en reemplazar a maestros ausentes (mientras que en el nivel primario el reemplazo se resuelve con un maestro suplementario). Esta cifra fue expresada como porcentaje, es decir, el requerimiento de tiempo generado por el factor de requerimiento básico fue aumentado en un 15%. 97 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 98 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas (d) Registro y evaluación del progreso del estudiante La introducción del National Curriculum en el Reino Unido ha aportado normas más estrictas en relación con la evaluación y el registro del progreso de los alumnos. En los cuadros resumen esto aparece como una asignación por alumno para Tareas de Evaluación Estándar (Standard Assessment Tasks) (para grados específicos) y Registros de Rendimiento (Records of Achievement) (para todos los alumnos). (e) Tareas de gestión El aspecto más difícil, y tal vez el más innovador, del proyecto de Asignación de Personal Orientada por la Actividad (APOA) en Cambridgeshire, fue el intento de cuantificar el tiempo empleado por los maestros en las tareas de gestión y administración. Después de numerosos ensayos y esbozos, las tareas de gestión de una escuela fueron divididas en 16 categorías (con subdivisiones en muchos casos). Éstas fueron: i) ii) iii) iv) v) vi) 98 Nombramiento del personal. En las escuelas del Reino Unido el personal fue nombrado por cada escuela, y la práctica usual consistía en involucrar a parte del personal de la escuela en el proceso de selección. Gestión del personal. Incluyó las reuniones de los equipos departamental y de orientación, como lo especifican las condiciones contractuales de los maestros, y la comunicación interna. Contacto con los sindicatos y asociaciones del personal. Currículo. Se puso especial cuidado para no repetir las reuniones mencionadas más arriba, en el punto (ii). ‘Currículo’ incluyó la orientación de los alumnos respecto de las estructuras opcionales y las pasarelas vocacionales. Revisión de los estándares de enseñanza y aprendizaje. No incluyó el tiempo necesario de preparación para una inspección bajo el sistema nacional (Office for Standards in Education, conocida como OFSTED) que se realizaba cada cuatro años, período modificado actualmente a cada seis años. Formación y desarrollo del personal. Incluyó los cinco días reglamentarios por año dentro del ‘tiempo dirigido’ (directed time) del contrato del maestro y otras actividades de desarrollo profesional, así como su gestión. ch-04 04/03/2002 16:54 Page 99 Componente 1: Asignación básica por estudiante vii) viii) ix) x) xi) xii) (xiii) (xiv) (xv) (xvi) Gestión de la información. Este rubro incluyó el tiempo empleado por el personal de nivel superior en la redacción de referencias para los colegas que solicitaban un puesto en otro lugar. Progreso del alumno. Un amplio rubro que cubrió todos los procesos administrativos de la admisión y el retiro de los alumnos, llenado de registros de notas de examen y contacto con el personal respecto del progreso de los alumnos. Esta categoría reveló diferencias significativas entre los niveles primario y secundario. Orientación del educando y disciplina. No fue fácil definir esta categoría en términos de minutos por estudiante y por semana. Incluyó el tiempo que se exige del maestro para que supervise formalmente a los alumnos, antes y después de las horas de clase y durante los recreos, pero no durante el almuerzo, que se financia separadamente. Relaciones con los padres de familia. Se refirió solamente a los vínculos reglamentarios (por ejemplo, consultas vespertinas con los padres de familia) y no incluyó la participación voluntaria de los maestros en actividades de las asociaciones de padres de familia. Relaciones con otros organismos. Abarcó el tiempo empleado principalmente por los administradores de mayor jerarquía para colaborar con la Autoridad Local de Educación (ALE), los medios de comunicación, la comunidad local, etc. Relaciones con la junta directiva (consejo escolar). Durante el transcurso del proyecto se produjo un aumento masivo de la intervención de los miembros del consejo en la conducción de las escuelas y se realizó un intento para cuantificar la cantidad de tiempo empleada en la gestión de este proceso. Relaciones con la autoridad. Abarcó el tiempo empleado en completar los informes oficiales, tanto para la ALE como para el Ministerio de Educación y Empleo (Department for Education and Employment). Relaciones con otros establecimientos de educación. Financiación y recursos. Incluye el tiempo empleado por los administradores de mayor nivel jerárquico en sistemas de control financiero. Local. Desde la implementación de la GLE (Gestión Local de las Escuelas), el personal directivo ha debido emplear parte de su tiempo en el monitoreo del estado del local escolar con la ayuda del personal no docente. 99 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 100 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Se recolectó datos referentes a los rubros anteriores de una amplia muestra de escuelas. A pesar de las dudas en ciertas áreas, debido a dificultades de interpretación (por ejemplo, en algunas de las escuelas de mayor tamaño, muchas de las tareas administrativas encomendadas tradicionalmente al personal docente habían sido asignadas a un personal no docente y menos costoso), se generaron cifras que sugerían una asignación por alumno en el nivel primario y, en el nivel secundario, una “suma global” de tiempo, independientemente del número de alumnos, con un límite superior relacionado con el número de alumnos matriculados. También se hizo una distinción entre las actividades de gestión relacionadas con los alumnos y las relacionadas con los maestros. Un mayor número de maestros en una escuela exige una mayor cantidad de tiempo para una gestión eficaz. 4.10 Convertir las necesidades de tiempo en profesores Habiendo obtenido el número de horas de maestro que se requiere para todas las actividades definidas previamente, la próxima tarea fue convertir estas cifras en maestros reales. En el Reino Unido, el contrato de los maestros requiere que éstos trabajen 1.265 horas de ‘tiempo dirigido’, es decir, que el director de la escuela puede especificar cómo y dónde se deben emplear anualmente estas 1.265 horas. El documento legal que especifica los compromisos contractuales del maestro espera que los maestros pasen más tiempo que el indicado fuera (o dentro) de la escuela en prepararse personalmente. Las 1.265 horas son tan sólo las horas que el maestro debe estar disponible para asumir tareas especificadas. La primera cuestión que había que elucidar fue si se debía o no incluir el tiempo del director y del subdirector (o subdirectores) de la escuela. Mientras que en muchos sistemas de educación se considera que el director desempeña un papel puramente administrativo, la tradición del Reino Unido prevé que los directores y subdirectores de escuela asuman algunas tareas de enseñanza, además de su labor administrativa. De hecho, en la mayoría de las escuelas primarias el subdirector es también maestro de aula. Al mismo tiempo, en las escuelas del Reino Unido es usual que muchas de las tareas de gestión y administración sean compartidas entre algunos de los miembros del personal docente de mayor jerarquía, los que reciben mejoras financieras (puntos por responsabilidad –responsibility points–) por esta labor. Finalmente, se logró un acuerdo para incluir en todos los cálculos a los directores y 100 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 101 Componente 1: Asignación básica por estudiante subdirectores de escuela, a pesar de que la cifra contractual de 1.265 horas no se aplica en su caso. Sin embargo, se supone que el desempeño de sus responsabilidades exige muchas horas. Encuestas nacionales de organismos independientes han mostrado que, durante el período de clases, los directores trabajan un promedio de 60 horas semanales, lo que representa una carga de trabajo anual equivalente a 45 horas semanales. En las primeras etapas del proyecto, el grupo de trabajo dividió simplemente entre 1.265 el número agregado de horas requerido por escuela para obtener el número requerido de maestros. Los consultores externos hicieron notar la falla de este proceso. Las actividades, tal como se las analizó anteriormente, se distribuyen en tres categorías: a) b) c) las que se deben realizar ‘dentro de las horas de clase’ porque los alumnos están involucrados directamente; las que se deben realizar cuando los estudiantes no están presentes (por ejemplo, reuniones del personal) ‘fuera de las horas de clase’; y las actividades que se pueden realizar en cualquier momento. Un ejemplo ilustrará el problema. Si el requerimiento total de tiempo de una escuela resulta ser de 12.650 horas, la división entre 1.265 indicará un requerimiento de 10 maestros. Sin embargo, si 9.900 de las horas de maestro deben emplearse durante ‘las horas de clase’ y los estudiantes se hallan presentes sólo durante 900 horas, entonces los 10 maestros no bastarán, pues sólo podrían proveer 9.000 de las 9.900 horas exigidas. Por consiguiente, serán necesarios 11 maestros y la división del tiempo total de 12.650 horas entre 11 arroja una carga de trabajo por maestro de 1.150 horas. Esto representa una disponibilidad adicional por maestro de 115 horas, es decir algo más de 3 horas por semana. El efecto de este cambio en la metódica fue un aumento del número de maestros requeridos para el nivel primario, dado que una alta proporción de las actividades emprendidas por los maestros de escuela primaria requiere la presencia de los alumnos. Esto significa, igualmente, que los maestros de primaria tienen más tiempo dirigido disponible fuera de sus horas de clase que los maestros de secundaria. 4.11 Convertir las necesidades de profesores en recursos monetarios Habiendo calculado el número de maestros requerido por las escuelas en cada nivel, el próximo paso consistió en calcular cuál sería 101 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 102 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas el costo. Tras considerar varios métodos sumamente sofisticados, finalmente se decidió adoptar un enfoque sencillo. Se calculó el salario promedio de todos los maestros (separadamente para cada nivel) y se multiplicó por el número de maestros requerido. Los niveles fueron considerados separadamente porque el costo promedio de un maestro de secundaria es mayor que el de uno de primaria, debido a que las escuelas secundarias tienden a contratar maestros más calificados y asignan más puntos por responsabilidad. Uno de los subproductos importantes de una labor analítica de este tipo es la provisión de datos para renovar el debate acerca de cuestiones tales como las diferencias en la gestión del personal docente entre los niveles de educación. El resultado sin sorpresas de este proceso fue que el costo de la provisión de los maestros requeridos era mayor que el presupuesto disponible. La primera propuesta para colmar esta brecha consistió simplemente en una reducción global de los gastos en un 11%, como era necesario. Los políticos consideraron que era inapropiado publicar el hecho de que estaban financiando sólo el 89% de los requerimientos. El grupo de trabajo tuvo que retornar a su tarea y cambiar los parámetros dentro del modelo hasta que éste arrojase el número de maestros que podía sufragar la Autoridad Local de Educación (ALE). Los parámetros originales fueron llamados ‘parámetros de meta’ y los corregidos se denominaron ‘parámetros de ajuste óptimo’. 4.12 Metas y parámetros de ajuste óptimo Los Cuadros 4.3 y 4.4 muestran los resultados del proceso delineado más arriba. El Cuadro 4.3 se refiere al nivel primario y el Cuadro 4.4 al secundario. Los parámetros de meta para 1996 dieron como resultado un requerimiento de 3.267 maestros para la educación primaria y 2.688 para la educación secundaria, es decir, un total de 5.955 maestros. Por otra parte, los parámetros de ajuste óptimo dieron como resultado un requerimiento de 2.605 y 2.495 maestros, respectivamente, lo que arroja un total de 5.100 maestros. Esto representa una reducción de 855 maestros. Los maestros adicionales habrían costado más de £17 millones en un presupuesto global de la ALE de £250 millones, un aumento de casi un 7% en una época en que la financiación por parte del gobierno central sufría recortes de aproximadamente 3% en términos reales. 102 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 103 Componente 1: Asignación básica por estudiante Cuadro 4.3 Modelo de asignación de personal orientada por la actividad – Parámetros de ‘meta’ y ‘ajuste óptimo’ para las escuelas primarias del Consejo del Condado de Cambridgeshire Parámetros Requerimientos básicos de enseñanza (guardería/inicial) Requerimientos básicos de enseñanza (grados 1–6) 1 : 24 Ajuste óptimo 1 : 28 1 : 27 1 : 35 Año lectivo Horas lectivas (inicial y grados 1–2) Horas lectivas (grados 3–6) Tiempo de orientación del educando Tiempo dirigido 38 semanas 21 h/semana 23,5 h/semana 20 min/día 1.265 h/maestro/año 38 semanas 21 h/semana 23,5 h/semana 20 min/día 1.265 h/maestro/año Necesidades especiales de educación Factor de apoyo al aprendizaje Reemplazo y preparación Proporción de lo anterior durante las horas escolares 18% de la población 20 min/alum./semana 15% 40% 18% de la población 18 min/alum./semana 10% 40% 1,4 h/alum./semana 1,4 h/alum./semana 0,75 h/alum./semana 1,4 h/alum./semana 1,4 h/alum./semana 0,75 h/alum./semana 1,6 h/alum./semana 1,6 h/alum./semana 0 h/año 14 h/alum./semana 0 h/año 14 h/alum./semana 0 h/año 5 h/alum./año 0 h/año 5 h/alum./año 0 h/año 3 h/alum./semana 0 h/año 3 h/alum./semana 861.333 h/maestro/año 956.333 h/maestro/año 861.333 h/maestro/año 956.333 h/maestro/año 12,67 h/alum./semana 11,40 h/alum./semana Evaluación durante las horas de escuela Tareas de evaluación estándar KS1 Tareas de evaluación estándar KS2 Registro de rendimiento Evaluación durante otros períodos dirigidos Evaluación del alumno por el maestro (teneduría de registros) Tareas de gestión (total) - Suma alzada - por alumno (Tiempo escolar) - Suma alzada - por alumno (Tiempo extraescolar) - Suma alzada - por alumno Cálculos iniciales Año lectivo en horas (inicial y grados1-2) Año lectivo en horas (grados 3-6) Horas de apoyo al aprendizaje por alumno con necesidades especiales por año Objetivo Resultados Después de aplicar los parámetros anteriores utilizando las cifras de alumnos de enero de 1996 (base: septiembre de 1994), el número total de alumnos y el requerimiento total de maestros son los siguientes: Número de alumnos 60.932 60.932 Requerimiento total de maestros 3.267,27 2.605,18 103 ch-04 Ajuste óptimo Lenguas 24 24 24 24 24 Otras 27 27 27 24 24 Orientación Tecnología 27 20 27 20 27 20 27 20 27 20 Ciencias 28 28 28 24 24 Lenguas 30 30 30 26 26 Otras 30 30 30 27 27 2. Tiempo de enseñanza % Grado 7 Grado 8 Grado 9 Grado 10 Grado 11 Tecnología % 10 10 10 10 10 Ciencias % 10 10 15 20 20 Lenguas % 10 10 10 10 10 Otras % 70 70 65 60 60 Tecnología % 10 10 10 10 10 Ciencias % 10 10 15 20 20 Lenguas % 10 10 10 10 10 Otras % 70 70 65 60 60 3. General Año contractual Año lectivo Horas de clase Horas de orientación del educando Necesidades especiales Tiempo de apoyo Reemplazos y preparación Proporción de lo anterior en tiempo escolar Objetivo Ajuste óptimo 1.265 horas 38 semanas 23,33 h/semana 45 min/día 18% de antes de 16 20 min/alum./semana Antes de 16 15 % 40 % 1.265 horas 38 semanas 23,33 h/semana 30 min/día 18% de antes de 16 20 min/alum./semana Antes de 16 15 % 40 % Después de 16 9% 0% Orientación 30 30 30 30 30 Después de 16 9% 0% Page 104 Ciencias 24 24 24 20 20 16:54 Tecnología 20 20 20 18 18 04/03/2002 Meta 1. Tamaño del grupo Grado 7 Grado 8 Grado 9 Grado 10 Grado 11 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas 104 Cuadro 4.4 Modelo de asignación de personal orientada por la actividad – Comparación de los parámetros de ‘objetivo’ y ‘ajuste óptimo’ para las escuelas secundarias del Consejo del Condado de Cambridgeshire ch-04 04/03/2002 Cuadro 4.4 (continuación) Orientación 2,5 4,0 Enseñanza 20,0 17,5 Orientación 2,5 4,0 5. Grupos por “Sixth Form” Primer año Segundo año Enseñanza 15 10 Orientación 12 15 Enseñanza 18 12 Orientación 12 15 Page 105 Enseñanza 20,0 17,5 16:54 4. Horas por “Sixth Form” Primer año Segundo año Meta y ajuste óptimo 3% de alumnos después de 16 20 min/alum./semana Meta y ajuste óptimo 7. Evaluación : Durante la jornada escolar Tareas de evaluación estándar KS3 Tareas de evaluación estándar KS4 Registros de rendimiento Evaluación durante otros períodos dirigidos Evaluación del alumno por el maestro (teneduría de registros) 1,4 h/alumno (grado 11/grado 10) 1,4 h/alumno (grado 11/grado 10) 0,75 h/alumno ((todos)/grado 7-11)) 1,6 h/alumno (antes de 16) 105 Componente 1: Asignación básica por estudiante 6. Necesidades especiales después de 16 Necesidades especiales Tiempo de apoyo ch-04 Cálculos iniciales Año lectivo en horas Orientación h/año < 16 Número total de horas de “tiempo escolar” Tiempo escolar 630 2 5 210 1 Extraescolar 480 h/establec. 1 4 h/alum. desp.16 2.040 8 h/alum. (sic) Meta ajuste óptimo 886,54 142,50 1.029,04 950,00 95,00 1.045,00 Meta ajuste óptimo 41.953 2.688,92 41.953 2.495,40 Resultados Después de aplicar los parámetros anteriores utilizando las cifras de alumnos de enero 1996 (base septiembre 1994), el número total de alumnos y el requerimiento total de maestros son los siguientes: Número de alumnos Requerimiento total de maestros Page 106 Relacionada con el maestro Total 1.500 4 12 3.000 12 16:54 8. Gestión Relacionada con el alumno 04/03/2002 Meta y ajuste óptimo Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas 106 Cuadro 4.4 (continuación) ch-04 04/03/2002 16:54 Page 107 Componente 1: Asignación básica por estudiante Los parámetros de ajuste óptimo fueron utilizados para producir ponderaciones grado por grado para el factor ‘personal docente’. Estos mostraron que los grados 1, y 3-5 eran los más baratos en la educación primaria, con un aumento del 8% para el grado inicial y del 2% para los grados 2 y 6 (evaluación de las etapas clave –Key Stage Assessment–). Hubo un incremento del 25% para la secundaria y, dentro de ella, los grados 10 y 11 representaron aumentos del 6 y 9%, creciendo masivamente, en un 50%, en los dos últimos grados de escolarización, es decir, en los grados 12 y 13. 4.13 Trabajo ulterior El modelo de la APOA (Asignación de Personal Orientada por la Actividad) de Cambridgeshire ofrece el enfoque de una fórmula para generar solamente una parte del presupuesto escolar, si bien es la más importante (los costos del personal docente representan aproximadamente el 80% de los costos de funcionamiento de una escuela). Podría aplicarse un enfoque similar a los otros elementos relacionados con los alumnos: personal no docente; mantenimiento del local y reparaciones internas y decoración; recursos para el aprendizaje y equipamiento; y gastos en exámenes públicos. Por tanto, es necesario realizar trabajos suplementarios en estas áreas en las que las fórmulas empleadas datan, en muchos casos, de hace tiempo; en algunos casos son anteriores a la Gestión Local de las Escuelas (GLE). Puede resultar necesario emplear una gran cantidad de tiempo de profesionales para producir un modelo más sofisticado y, debido a la ley de los rendimientos decrecientes, podría ser más simple utilizar las relatividades producidas por el modelo de la APOA y aplicarlas a todos los factores relacionados con los alumnos. El modelo de Cambridgeshire tiene una serie de puntos fuertes: (a) fue producido por la labor conjunta de funcionarios y responsables de la ejecución que estaban basados en las escuelas; (b) reveló claramente las cuestiones de la desigualdad entre los grupos de edad y niveles, y proveyó, igualmente, alguna información acerca del porqué de estas desigualdades; (c) permitió que los funcionarios y los políticos pudiesen ver, de una manera más asequible que las simples cifras monetarias o los incrementos porcentuales, lo que el presupuesto proveía supuestamente a cada escuela; 107 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 108 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas (d) permitió que el costo de cualquier innovación pudiese ser calculado con precisión; y (e) dio a las personas involucradas en la educación, incluyendo a los padres de familia, cuando las escuelas pusieron esta información a su disposición, un vocabulario común con el cual pudiesen presentar coherentemente sus exigencias de mayores inversiones del sector público en la educación. Se podría criticar el modelo por haber producido simplemente un análisis más claro del status quo y no ser lo suficientemente radical al atacar la interfaz entre los miembros del personal: profesionales, paraprofesionales y técnicos. Algunos elementos particulares del modelo podrían, por supuesto, ser discutibles. Sin embargo, el mensaje principal de esta labor, a nivel nacional, es que, en principio, no hay razón para que los mismos métodos no puedan ser aplicados a la generación y distribución de la financiación de la educación por parte del gobierno central. Un modelo desagregado y transparente de este tipo permitiría un debate adecuado acerca de las prioridades y objetivos nacionales de la educación. 4.14 Conclusión Comparada con los enfoques históricos de financiación, la financiación orientada por la actividad es considerada superior para promover la eficacia educacional, pues este enfoque se deriva del conocimiento detallado de las actividades de enseñanza y aprendizaje, y de los objetivos de la educación, tal como figuran en el currículo. Al mismo tiempo, es más equitativa, pues la financiación está relacionada con las necesidades de educación de los alumnos, determinadas por su derecho a un currículo acordado y trata con igualdad a todos los estudiantes que se encuentran en las mismas condiciones. Los modelos de financiación orientada por la actividad están bien adaptados para ser utilizados en análisis del tipo “qué sucede si . . .”. Por ejemplo, al analizar los costos de la reducción del tamaño de la clase o al aumentar el tiempo no contractual de los maestros. Los costos de estos cambios de política se pueden estimar de inmediato mediante un cambio de los parámetros relevantes. Además, la financiación orientada por la actividad responde al cambio. Por ejemplo, si cambia el currículo, los cambios consiguientes en las necesidades de recursos se pueden analizar fácilmente. 108 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 109 Componente 1: Asignación básica por estudiante Como instrumento de investigación, demuestra la financiación excesiva o deficiente en los modelos históricamente fundamentados y, por consiguiente, provee una base racional para argumentar a favor del cambio. Los estudios de caso en Victoria, mencionados en este capítulo, son ejemplos adecuados. Los estudios fueron comisionados con el propósito de averiguar cómo se asignaban los recursos a las escuelas de educación primaria y secundaria. Los resultados muestran variaciones de los costos por alumno entre los grados de primaria y los grados de secundaria, así como entre el segundo ciclo de primaria y los primeros grados de secundaria. Las pautas de los costos por estudiante mostraron costos elevados para los grados P y 1-2 (primeros años de escolarización), costos ligeramente inferiores para los grados 3-6 y un aumento para los grados 7-8, 9-10 y 11-12. Estas diferencias fueron explicadas como debidas al menor número de horas de enseñanza cara a cara y las clases de menor tamaño de los maestros de secundaria. Esto último se relaciona principalmente con la especialización del currículo y las posibilidades de elección de materias en este nivel. También se encontraron diferenciales muy elevados entre el apoyo administrativo en la educación primaria y el de la secundaria. Esto fue consistente con las pautas históricas halladas en Australia. Por consiguiente, los argumentos en pro del cambio se vieron apoyados por pruebas. Una de las desventajas del análisis de la financiación orientada por la actividad es que es complejo y ocasiona, por consiguiente, costos administrativos adicionales. Los dos estudios de caso presentados aquí requirieron mucho tiempo y fueron muy difíciles de realizar, dado que fue necesario inferir el gasto a partir de los horarios. No hubo clasificaciones estándar de programas y gastos, por lo que fue necesario construirlas para poder obtener datos comparativos. Sin embargo, una vez establecido, el modelo puede ser inmediatamente adaptado para reflejar los cambios en los niveles de financiación o cambios de política (por ejemplo, en el tamaño de la clase o el currículo) o cambios en los precios (costos) de recursos particulares. Los parámetros de un análisis de la financiación orientada por la actividad no siempre son objetivos ya que a menudo reflejan factores basados en juicios subjetivos de los maestros y administradores, en los que el interés personal podría desempeñar un papel importante. Por consiguiente, las fórmulas de financiación orientada por la actividad podrían tender a sobrestimar la necesidad de recursos. Como se hizo notar, los análisis de la financiación orientada por la actividad emprendidos por las Autoridades Locales de Educación en 109 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 110 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Inglaterra han producido generalmente estimaciones de requerimientos de recursos cuyo costo superan el presupuesto disponible. Sin embargo, es importante advertir que las relatividades establecidas entre los alumnos de los diferentes niveles o grados pueden preservarse dentro de una fórmula de financiación final, incluso si no es posible disponer del monto total indicado por un análisis orientado por la actividad. Alternativamente, se pueden distinguir entre los niveles de recursos que sería deseable financiar y aquellos que pueden ser realmente financiados. El ejemplo de Cambridgeshire ilustra este aspecto mostrando cómo los tamaños de clase hipotéticos se pueden ajustar hacia arriba hasta alcanzar un costo unitario sufragable. Los análisis de la financiación orientada por la actividad, especialmente cuando los supuestos son guiados por el juicio profesional acerca de la mejor práctica deseada, tienden a producir asignaciones que no podrían ser financiadas a partir del presupuesto total disponible. Este hecho hace que los organismos financiadores estén menos interesados en utilizarlos, mientras que son populares entre los grupos de presión interesados en la educación. No obstante, este enfoque provee una justificación lógica para financiar las asignaciones y puede ser mantenido dentro de los límites de la financiación, si se elaboran consideraciones adecuadas acerca de los requerimientos de recursos. A pesar de los defectos que acabamos de mencionar, la financiación orientada por la actividad es el mejor método para emplear la asignación de recursos como un medio para promover la eficacia de la escuela, dado que la financiación se relaciona directamente con el costo de la calidad de la provisión de educación que se espera de las escuelas. Éste es también uno de los pocos enfoques que identifica explícitamente en qué se gastan los fondos por estudiante dentro de las escuelas, y esta información es importante para dar lugar a debates racionales acerca de la utilización de los recursos. La financiación orientada por la actividad no precisa ser tan detallada ni elaborada como en los dos estudios de caso presentados en este capítulo. La complejidad de este enfoque, en la práctica, es una cuestión de discernimiento, ponderando los costos y beneficios que se espera del compromiso entre la complejidad y la simplicidad. 110 ch-04 04/03/2002 16:54 Page 111 Componente 1: Asignación básica por estudiante Referencias Abu-Duhou, I. with Schneider, A. 1996. Case studies of expenditure in selected primary and secondary schools in Victoria’s schools of the future. Report to the Education Committee advising the Minister for Education on the New Funding Mechanism for schools. Melbourne, Australia. Audit Commission. 1986. Towards better management of secondary education. London, Audit Commission. Carr, J.G. 1994. Effective financial management in further education and higher education. ACCA Technical Bulletin No. 29. London, Certified Accountants Educational Trust. Education Committee. 1994. The school global budget in Victoria: matching resources to student learning needs. Report of the Education Committee to the Directorate of Education Victoria. Melbourne, Australia. Education Committee. 1995. The school global budget in Victoria: matching resources to student learning needs, Interim Report of the Education Committee to the Directorate of Education, Victoria. Melbourne, Australia. Education Committee. 1997. The school global budget in Victoria: matching resources to student learning needs, The Final Report of the Education Committee to the Directorate of Education, Victoria. Melbourne, Australia. Fletcher-Campbell, F.; Tabberer, R.; Keys, W. 1996. Comparative costs: perspectives on primary-secondary differences. National Foundation for Educational Research, Slough. Knight, B. 1993. Financial management for school. London, Heinemann. Simpson, E. 1987. Review of curriculum-bases staffing. Education Management Information Exchange, Slough, National Foundation for Educational Research. West, A.; Pennell, H. 1994. Activity-led staffing: a review of the literature. Staffordshire County Council. 111 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 112 Capítulo 5 Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes Peter W. Hill y Kenneth N. Ross 5.1 Introducción Es posible que la cuestión políticamente más sensible en la elaboración de fórmulas de la financiación basada en las necesidades de las escuelas sea la naturaleza de cualquier ajuste efectuado sobre los factores que influyen sobre los recursos requeridos por las escuelas a fin de ofrecer una calidad especificada de educación. La expresión ‘calidad de la educación’ incluye aquí tanto las oportunidades de tener acceso al currículo (igualdad de oportunidades) como los niveles de rendimiento dentro del currículo (igualdad de resultados). Como se mencionó al comienzo de este libro, la sola división en partes iguales del monto total de un presupuesto de educación entre todos los estudiantes es una tarea administrativamente simple, pero no representaría una asignación de recursos basada en las necesidades, a menos que se haya aceptado y demostrado que todos los estudiantes de todas las escuelas tienen iguales necesidades. En la mayoría de los sistemas de educación existen diferencias manifiestas en las necesidades de aprendizaje de los estudiantes que asisten a diferentes escuelas y un amplio reconocimiento de que estas diferencias se deben reflejar en las políticas de financiación. Al mismo tiempo, generalmente se produce un debate importante sobre los objetivos de la financiación de necesidades suplementarias de educación, acerca de los métodos para cuantificar las necesidades de los estudiantes, así como sobre el énfasis que se coloca en indicadores específicos de estas necesidades. 112 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 113 Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes 5.2 La justificación de la financiación de necesidades suplementarias de educación La financiación de necesidades suplementarias de educación se ha defendido a fin de tener en cuenta tres áreas principales de necesidades: desventajas socioeconómicas; minusvalías, deficiencias y dificultades de aprendizaje; y necesidades individuales de aprendizaje. Cada una de estas áreas tiene claros vínculos con sistemas de valores fundamentales que guían la evolución de los sistemas de educación nacionales. (a) Desventajas socioeconómicas: concentración en la igualdad y la fraternidad La primera área de necesidades surge de la observación de que, en la mayoría de los sistemas de educación, los estudiantes que provienen de hogares con antecedentes relativamente desaventajados tienden a tener menores niveles de logro educacional que los que provienen de hogares aventajados. La dramática toma de conciencia generalizada de esta desigualdad surgió tras la publicación de varios estudios e informes decisivos, los más conocidos de los cuales se produjeron en los Estados Unidos bajo el liderazgo de James Coleman (Coleman, Campbell, Hobson, McPartland, Mood, Weinfield y York, 1966) y Christopher Jencks (Jencks, Smith, Acland, Bane, Cohen, Gentis, Heynes, y Michelson, 1972); y también en el Reino Unido por Lady Plowden y los miembros del comité de encuesta que ella presidió (Plowden, 1967). Estos informes tuvieron un gran impacto sobre los responsables de la formulación de política y demostraron, más allá de toda duda, que existía una fuerte relación entre los antecedentes familiares de los estudiantes y sus capacidades y oportunidades para tener acceso y beneficiarse de la escolarización. También brindaron pruebas concluyentes de que algunas escuelas enfrentan desafíos mucho más difíciles que otras para asegurar resultados de aprendizaje satisfactorios para todos los estudiantes, debido a los pobres antecedentes sociales y educacionales de los hogares de sus estudiantes. La respuesta de política de los gobiernos en las décadas de los sesenta y setenta a estas claras pruebas fue implementar programas educacionales destinados a compensar las desventajas socioeconómicas. Estos programas generalmente ofrecieron fondos adicionales para subgrupos o categorías especiales de estudiantes, o a comunidades escolares enteras, a fin de que pudieran mejorar su situación de 113 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 114 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas desventaja; y usualmente fueron concebidos como parte de una gama de políticas más amplias en términos de equidad o de justicia social. El énfasis puesto sobre la educación para remediar la desventaja socioeconómica ha sido objeto de un vigoroso debate. El mensaje del Informe Coleman (Coleman et al., 1966) sostenía que las escuelas tienen poca influencia sobre el logro de los niños, que es independiente de sus antecedentes familiares y del contexto social global. Esta conclusión sugería que había distintos límites para los beneficios asociados con políticas dirigidas hacia la educación como un medio para compensar las desventajas socioeconómicas en relación con otras políticas más amplias destinadas a redistribuir la riqueza y reducir las desigualdades sociales. Estos puntos de vista fueron puestos en tela de juicio posteriormente por otras pruebas de la existencia de escuelas eficaces en las que los estudiantes progresaban mucho más de lo que habría sido posible esperar si se tomaba en consideración el perfil social de sus estudiantes (Edmonds, 1979; Rutter, Maughan, Mortimer, Ouston, y Smith, 1979). Las evaluaciones de la eficacia de programas de financiación compensatoria sugieren que, si bien se mejoraron frecuentemente las oportunidades de educación, las brechas entre los niveles de rendimiento de los estudiantes de hogares aventajados y desaventajados raramente se redujeron y nunca desaparecieron. Esto llevó a plantearse preguntas acerca del valor de dichos programas, así como sobre la mejor manera de tener en cuenta las necesidades de los estudiantes educacionalmente desaventajados. Cada vez más la atención se desvía de la simple provisión de fondos adicionales como un medio para mejorar los efectos de las desventajas socioeconómicas hacia programas que concentran más su foco de atención en los procesos educacionales y están más estrechamente vinculados con el uso de los recursos (como algo distinto de la provisión de recursos). (b) Minusvalías, deficiencias y dificultades de aprendizaje: concentración en el acceso La financiación de necesidades especiales de los estudiantes también ha sido defendida para una proporción relativamente pequeña de estudiantes que se puede categorizar como minusválidos, deficientes y con dificultades de aprendizaje, que generan necesidades de financiación adicional para posibilitar que sean educados en establecimientos escolares especiales o normales. El rango de las condiciones cubiertas por los términos ‘minusvalías’, ‘deficiencias’ y 114 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 115 Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes ‘dificultades de aprendizaje’ es amplio e incluye la movilidad reducida, carencia de competencias motrices finas, necesidad de ayuda para garantizar la seguridad y el cuidado personal, deficiencias de audición y visión, dificultades específicas de aprendizaje, deficiencias cognitivas, atención médica de por vida y problemas graves de comportamiento. Las políticas destinadas a responder a las necesidades de los estudiantes con minusvalías, deficiencias y dificultades de aprendizaje han experimentado cambios extraordinarios durante la segunda mitad del siglo XX. La respuesta inicial, especialmente en el caso de las personas con minusvalías físicas y deficiencias cognitivas, se puede describir como de rechazo. Esas personas eran frecuentemente escondidas a la sociedad y permanecían en casa, con poca ayuda brindada a los padres de parte de fuentes públicas. Posteriormente se trató de responder ofreciendo apoyo público, involucrando frecuentemente el internamiento de los jóvenes, pero en un ambiente de cuidado y atención médica, en lugar de un ambiente educacional. Más tarde aún, esas personas fueron colocadas en escuelas ‘especiales’, que estaban separadas de las escuelas ‘regulares’. El grado de énfasis en la educación, por oposición al cuidado en estas escuelas especiales, tendía a variar mucho, no sólo en relación con la naturaleza de las minusvalías y deficiencias de los estudiantes considerados individualmente, sino también como una cuestión de énfasis de la política. En las décadas de los setenta y los ochenta, la respuesta cambió en muchos países ofreciéndose a los padres de estos jóvenes la opción de tener a sus hijos parcial o totalmente “integrados” en las escuelas regulares. Esto se logró frecuentemente como parte de un movimiento general destinado a eliminar las prácticas que discriminaban injustamente a las personas basándose en las minusvalías o deficiencias. Además, en los últimos años se ha producido un creciente reconocimiento de tipos específicos de ‘dificultades de aprendizaje’ graves que no se habían reconocido previamente. En efecto, la proporción de estudiantes clasificados de esta manera ha aumentado significativamente y ha sido un factor importante que influyó para que se aumentara el gasto en necesidades suplementarias de educación. El creciente interés a escala mundial en la integración dentro de la escolarización regular ha focalizado su atención en la identificación de los niveles apropiados de financiación adicional para los estudiantes afectados por minusvalías, deficiencias y dificultades de aprendizaje. En los sistemas en que todos esos estudiantes son colocados en escuelas especiales, se pueden implementar modalidades de financiación 115 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 116 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas separadas que no están relacionadas con los costos de los programas educacionales en las escuelas regulares. Sin embargo, las políticas de integración demandan enfoques más precisos para determinar los costos reales de la oferta. También es pertinente notar que la justificación de la financiación adicional de los estudiantes con minusvalías, deficiencias y dificultades de aprendizaje generalmente se ha relacionado con los costos de apoyo, cuidados especializados e instalaciones requeridas para que esos estudiantes asistan a la escuela (igualdad de acceso), en lugar de ser un medio para tener en cuenta las desigualdades en los resultados educacionales (igualdad de resultados). En otras palabras, el éxito de los programas de integración ha tendido a ser percibido en función de hasta qué punto el niño considerado individualmente está integrado en el programa cotidiano de una escuela regular, se siente bien y es aceptado por sus compañeros. c) Necesidades individuales de aprendizaje: concentración en los resultados La tercera justificación de la financiación de los estudiantes con necesidades especiales empieza con la observación de que un número significativo de estudiantes no alcanza el mismo nivel que los estudiantes más destacados, cualquiera que sea la cohorte de edad, y que muchos no logran ni siquiera los niveles mínimos de competencia. Durante la década pasada, muchos sistemas de educación implementaron programas de evaluación detallados utilizando muestras de estudiantes o pruebas a cohortes completas (full-cohort testing) para establecer los niveles de rendimiento educacional de los estudiantes. Las pruebas resultantes de dichos programas de evaluación indican consistentemente que el rango de rendimiento educacional entre los estudiantes de un grado determinado de escolaridad es mucho mayor que las diferencias en el rendimiento promedio de años o grados adyacentes. Por ejemplo, en el informe de una encuesta nacional reciente sobre alfabetización en Australia (la National School Literacy Survey) el hallazgo más significativo identificado por los autores fue el amplio rango de rendimiento en la alfabetización dentro de las dos cohortes de estudiantes encuestados. En esta encuesta se estableció que el 10% superior de los estudiantes del 3º y el 5º grados estaban trabajando con cinco años de adelanto en relación con el 10% inferior de los estudiantes (Management Committee for the National School English Literacy Survey, 1997). 116 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 117 Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes La existencia de tales brechas y la prueba del fracaso de muchos estudiantes para lograr los estándares mínimos han dado lugar a una gama de programas destinados a superar las dificultades experimentadas por los estudiantes con bajos niveles de rendimiento. Estos programas han tendido a concentrarse en los estudiantes que cursan los primeros años de escuela que se pueden categorizar en situación de “riesgo” de tener incluso mucho más retraso en años posteriores y para quienes una intervención temprana ofrece mayores probabilidades de éxito para que puedan alcanzar a sus pares. El énfasis en la prevención y la intervención temprana se apoya en los resultados de la investigación que indican la relativa falta de éxito de programas de intervención destinados a estudiantes de más edad (Kennedy, Birman y Demaline, 1986). El presupuesto básico de muchas estrategias de financiación en esta área ha sido la creencia de que todos los estudiantes pueden participar en un aprendizaje de nivel superior siempre y cuando se les brinde suficiente tiempo y apoyo (Odden, 1995). Existe una larga historia de fondos adicionales puestos a disposición de programas destinados a satisfacer las necesidades de estudiantes con bajo nivel de rendimiento. En Australia y Nueva Zelandia, se pueden ver ejemplos de fondos provistos por muchos sistemas escolares para implementar proyectos tales como Reading Recovery (Clay, 1993). Dichos programas han dado muestras de ser relativamente caros en el corto plazo, pero su costo-eficacia es adecuado en el largo plazo, cuando se toman en consideración los costos de una intervención infructuosa, tales como la pérdida de impuestos sobre los ingresos, el aumento de los beneficios por desempleo y los costos relacionados con una mayor criminalidad (Dyer, 1992). La evolución reciente de la situación en los EE.UU. en lo que respecta a la provisión de programas que tengan en cuenta las necesidades individuales de aprendizaje se ha concentrado en reformas globales de las escuelas y de las comunidades escolares que focalizan su atención en el mejoramiento del aprendizaje de todos los estudiantes, especialmente de quienes tienen un bajo rendimiento. El más conocido de ellos ha sido el conjunto de nueve ‘diseños escolares’ (school designs) promovidos por la New American Schools Development Corporation (véase especialmente Stringfield, Ross y Smith, 1996). El impacto positivo de estos diseños, junto con la percepción de la relativa ineficacia de los programas tradicionales de financiación compensatoria, ha contribuido para que se produzca un cambio de política hacia la financiación de necesidades suplementarias de educación en los EE.UU., especialmente de la financiación provista por el gobierno federal 117 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 118 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas mediante el Title I de la Elementary and Secondary Education Act (Ley de Educación Básica y Secundaria). Ahora se espera que los estudiantes incluidos bajo el Title I tengan la oportunidad de lograr los mismos estándares establecidos por los estados y los distritos para los estudiantes que no están incluidos en el Title I (Smith, Scoll y Link, 1996). Las tres áreas de necesidades examinadas anteriormente (socioeconómica; minusvalías, deficiencias y dificultades de aprendizaje; y necesidades individuales de aprendizaje) son conceptualmente distintas, pero frecuentemente se encuentra que se superponen en el caso de muchos estudiantes. El desafío para quienes conciben fórmulas de financiación consiste en hacer convergir estos tres aspectos de las necesidades en un marco de referencia coherente para propósitos de financiación. Esto plantea varios problemas difíciles en materia de medición que se explorarán más adelante en este capítulo. Sin embargo, a fin de comprender mejor los enfoques actuales en esta área, es importante reconocer que en las décadas precedentes se realizaron avances considerables en la construcción de indicadores para guiar las decisiones de financiación en los sistemas escolares. Estos primeros indicadores se utilizaron fundamentalmente para identificar subgrupos de escuelas y estudiantes que pudieran recibir financiación suplementaria, en lugar de aplicarse a sistemas globales de educación. Algunos ejemplos de estos “antecedentes históricos” de fórmulas de financiación se describen en el análisis que se presenta a continuación. 5.3 Algunos antecedentes históricos de las fórmulas de financiación Para comprender mejor los enfoques actuales sobre fórmulas de financiación de las escuelas en el conjunto de un sistema de educación es útil saber algo de la historia de los intentos destinados a tener en cuenta los factores relacionados con los estudiantes en las modalidades de financiación de las escuelas. En esta sección pasamos revista brevemente a la evolución histórica en los Estados Unidos, el Reino Unido y Australia a modo de ilustración de algunos antecedentes importantes de los enfoques actuales. Debe tenerse en cuenta que no todos estos cambios iniciales tenían relación con la asignación directa de fondos a las escuelas, sino más bien a los distritos escolares o a las autoridades locales de educación. Sin embargo, de muy diversas maneras, estas iniciativas brindaron los puntos de partida de modalidades más recientes de la financiación basada en las escuelas. 118 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 119 Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes a) El programa Título I en los Estados Unidos de América En los Estados Unidos de América la asignación de fondos para el programa Títle I se basó originalmente en criterios económicos a fin de ofrecer asistencia para satisfacer las “necesidades especiales de niños provenientes de familias de bajos ingresos y el impacto que las concentraciones de familias de bajos ingresos había tenido en la capacidad de los organismos locales de educación para apoyar programas educacionales adecuados” (United States House of Representatives, 1978). El indicador que se utilizó para operacionalizar esta definición se basó en el cómputo de los niños pobres derivado de los datos del censo según las tres categorías siguientes (United States Department of Health, Education and Welfare, 1976): i) los niños entre 5 y 17 años de edad, provenientes de familias clasificadas como ‘pobres’ según la fórmula de pobreza de Orshansky (1965) aplicada al censo de población; ii) dos tercios de los niños entre 5 y 17 años de edad, que reciben pagos bajo el programa Aid to Families with Dependent Children (Ayuda a las Familias con Niños Dependientes); y iii) los niños entre 5 y 17 años de edad, que son apoyados por fondos públicos y viven en hogares de adopción o en instituciones para niños abandonados o delincuentes. Este indicador se utilizó para asignar fondos entre los estados. Dentro de los estados, las asignaciones a los distritos escolares y luego a las escuelas dentro de los distritos escolares se hicieron utilizando una variedad de indicadores que se basan también en “cómputos” de la pobreza (Blackburn, 1979). (b) Los programas de las Áreas Prioritarias de Educación en el Reino Unido El Plowden Report (Plowden, 1967) en el Reino Unido mostró que las actitudes de los padres de familia eran de fundamental importancia para explicar la variación en el rendimiento educacional de los estudiantes. Sin embargo, se sostuvo que se podría producir una situación de riesgo moral si se realizaba un censo completo de las actitudes de los padres de familia cuando el propósito de la recolección de datos fuera de conocimiento público. En su lugar, el Plowden Report presentó una lista con ocho factores que se consideraron adecuados para 119 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 120 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas identificar “los lugares en los que se refuerzan las desventajas educacionales con desventajas sociales: ocupación de los padres, tamaño de la familia, subsidio pagado por la seguridad social, condiciones de hacinamiento en la vivienda, tasas de asistencia a la escuela, proporción de personas minusválidas, familias incompletas y niños incapaces de hablar inglés” (Plowden, 1967, pp. 57-59). Las autoridades locales de educación realizaron varios intentos para utilizar estos factores a fin de guiar la selección de indicadores adecuados. Sin embargo, se produjeron anomalías debido a los tipos de mediciones que se utilizaron para evaluar las dimensiones y los pesos dados a mediciones particulares en la construcción de los indicadores (Halsey (ed.), 1972). Uno de los intentos de construcción de indicadores más ampliamente aceptados fue realizado por Little y Mabey (1971) para la Inner London Education Authority. Este indicador estaba constituido por 10 factores: situación ocupacional, niños que reciben comida gratuita, vivienda hacinada, vivienda carente de bienes y servicios básicos, niños minusválidos, niños inmigrantes, rotación de los profesores, rotación de los estudiantes, absentismo y tamaño de la familia. Se estandarizaron las mediciones para tener igual varianza y luego se sumaron con pesos iguales para constituir el indicador (Halsey (ed.), 1972). Las mediciones utilizadas en la construcción de este indicador se extrajeron de diversas fuentes. Las mediciones relacionadas con la situación ocupacional, vivienda hacinada, vivienda carente de bienes y servicios básicos y tamaño de la familia se obtuvieron de datos del censo; las mediciones relacionadas con niños que reciben comida gratis, niños inmigrantes, rotación de profesores, rotación de los estudiantes y absentismo se obtuvieron de los registros de diversos organismos del gobierno; y la medición relacionada con los niños minusválidos se basó en el porcentaje de niños de baja capacidad según lo juzgaba el examen nacional administrado a los estudiantes al terminar la escuela primaria. (c) El programa Escuelas Desfavorecidas en Australia El Karmel Report en Australia examinó varios enfoques para identificar las escuelas que podrían participar en el Programa Escuelas Desfavorecidas del Gobierno de Australia. El indicador inicial nacional de desventaja socioeconómica de 1973 se derivó de una gama de datos del censo que describían ocupaciones, etnia, educación, características 120 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 121 Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes familiares, religión y vivienda. Se trató de que este indicador identificara “escuelas que atraen a una alta proporción de la matrícula de vecindarios que tienen ciertas características que se sabe que están relacionadas generalmente con una baja capacidad para aprovechar las instalaciones educacionales” (Karmel, 1973, p. 92). Durante la década de los ochenta, los avances metodológicos en la construcción de estas clases de indicadores dieron como resultado un enfoque en tres etapas que fue adoptado por muchos sistemas escolares en Australia con el propósito de identificar subgrupos de escuelas desfavorecidas. i) Cartografía. Esta etapa involucraba la vinculación de la zona de captación de cada escuela con las unidades distritales de recolección de datos utilizadas para el Censo de Población y Vivienda de Australia. ii) Combinación. Esta etapa involucraba la combinación de los resultados de la fase de cartografía con datos provenientes del censo más reciente. El archivo de datos combinado contenía perfiles sociales detallados (relativos a la situación ocupacional, ingreso, vivienda, etnia, etc.) del área de captación de cada escuela. iii) Análisis. La etapa final comprendía dos pasos. En primer lugar, las variables del censo se combinaban en dimensiones sociales conceptualmente distinguibles. En segundo término, estas dimensiones sociales se combinaban en un solo indicador de desventaja socioeconómica, mediante la asignación de pesos a las dimensiones que eran consistentes con una definición defendible de ‘desventaja socioeconómica’. A este enfoque para la construcción de un indicador socioeconómico denominado Metodología Ross (Ross, 1983; Ross, Farish, y Plunkett, 1988) se le reconoció ventajas considerables, pues estaba significativamente correlacionado con una amplia gama de mediciones que describían la incidencia de desventajas sociales y de aprendizaje dentro de las escuelas, estaba altamente correlacionado con puntajes promedio de escuelas en pruebas de lecto-escritura básica y daba garantías de confidencialidad, porque no requería ninguna información personal acerca de los estudiantes o sus familias. En la década de los ochenta, todos los sistemas gubernamentales o no gubernamentales en toda Australia, excepción hecha del sistema del Gobierno de New South Wales, adoptaron diversos indicadores de desventaja socioeconómica basados en esta metodología. 121 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 122 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas 5.4 Clasificar y evaluar métodos para la asignación de recursos Jordan, Lyons, y McDonough (1992) desarrollaron un útil marco de referencia clasificatorio para analizar las diversas maneras de asignar a las escuelas fondos para necesidades suplementarias de educación. Este marco de referencia, que se sintetiza más adelante, se aplica generalmente a los diversos enfoques que se han utilizado en la mayoría de sistemas de educación. (a) Ponderación de los estudiantes. Los estudiantes son ponderados en función de los costos comparativos de la satisfacción de las necesidades en las diferentes intervenciones del programa. (b) Ayuda categorizada. Se asignan montos fijos por estudiante o por escuela a los estudiantes de diferentes categorías de necesidad, no necesariamente relacionados con los costos relativos de los programas. (c) Subvenciones mediante competición. Las escuelas compiten por montos fijos o variables de fondos mediante la presentación de propuestas de proyectos. (d) Reembolso de los costos en exceso. Las escuelas son reembolsadas por las diferencias de costos en relación con los estudiantes de los programas regulares. (e) Asignación de costos unitarios. Los recursos son asignados a las escuelas teniendo como unidad de referencia al profesor y no al estudiante, requiriéndose un número mínimo de estudiantes antes de que se provean los fondos para un profesor. (f) Indicador o índice de necesidad. Las escuelas son financiadas según un indicador de necesidad generado sobre la base de uno o más indicadores de nivel del estudiante. La cuestión crucial de la elección del “mejor” enfoque entre los que se presentaron previamente fue planteada por Jordan et al. (1992) mediante un examen de cada enfoque según los siguientes criterios: estabilidad y predictibilidad, adecuación, eficiencia, rendición de cuentas, equidad, respuesta adecuada e imposibilidad de manipulación. Concluyeron que el enfoque ‘indicador de necesidad’ obtenía la más alta clasificación cuando se lo evaluaba teniendo en cuenta los siete criterios, registrando puntajes favorables en cinco de los siete criterios: estabilidad y predictibilidad, eficiencia, equidad, respuesta adecuada e imposibilidad de manipulación. Sugirieron que las principales ventajas de un indicador de necesidad residían en que los estudiantes no tenían 122 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 123 Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes que ser categorizados para recibir servicios, las escuelas disponían de una máxima flexibilidad en la programación y el uso de dichos indicadores tenía el potencial de maximizar la equidad educacional. La noción de « indicador de necesidad » es coherente con la más amplia noción perseguida en este libro, a saber, « fórmulas de la financiación basada en las necesidades de las escuelas » y es el enfoque que se analiza con gran detalle en este capítulo respecto a los factores de financiación vinculados con los estudiantes que están relacionados con la necesidad de educación suplementaria. Si bien el enfoque de indicador de necesidad es el enfoque preferido para asignar fondos suplementarios para tener en cuenta los factores vinculados con los estudiantes, tiene una desventaja potencial. Jordan et al. (1992) observaron que la principal desventaja tiene que ver con la falta de rendición de cuentas inherente a su utilización como mecanismo de financiación y que los responsables de la formulación de política desearían elaborar medidas de rendición de cuentas en los reglamentos relacionados con la aplicación de dichos indicadores. Esto sirve para destacar el hecho de que el desarrollo y la utilización de un indicador de necesidad deben acompañarse de la elaboración y la implementación paralela de políticas que busquen que las escuelas sean responsables de los resultados del aprendizaje de los estudiantes. Esto implicaría que las políticas se deberían elaborar para asegurar que las escuelas sean responsables de identificar a los estudiantes en situación de riesgo, diagnosticar las necesidades de aprendizaje de quienes no progresan satisfactoriamente, especificar e impartir programas diseñados para tener en cuenta estas necesidades, y evaluar el costo-eficacia de estos programas para mejorar los resultados del aprendizaje de los estudiantes. 5.5 Dimensiones de las fórmulas de financiación de las necesidades suplementarias de educación Como se observó en el Capítulo 3, el componente ‘necesidades suplementarias de educación’ de las fórmulas de financiación se puede desagregar en varias dimensiones discretas, entre las cuales las más frecuentemente identificadas son: desventaja socioeconómica, falta de dominio de la lengua de instrucción, bajo nivel de rendimiento educacional y, finalmente, minusvalías, deficiencias y dificultades de aprendizaje. Es importante observar que estas cuatro dimensiones no son en ningún caso independientes las unas de las otras. Los estudiantes 123 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 124 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas identificados en situación “de riesgo” en una de las dimensiones, a menudo son identificados en situación “de riesgo” en una o más de las otras dimensiones. En otras palabras, algunos estudiantes podrían tener múltiples necesidades suplementarias de educación. (a) Desventaja socioeconómica Como se ilustró en el análisis previo, existe un buen número de antecedentes históricos relacionados con esta dimensión y hay una plétora de investigaciones que muestran fuertes vínculos entre los antecedentes del hogar del estudiante y el rendimiento educacional. Al mismo tiempo, hay que señalar que la operacionalización misma de la dimensión ‘desventaja socioeconómica’ como uno o varios indicadores sigue siendo un asunto muy controversial en muchos países. Estas controversias surgen de ‘desacuerdos conceptuales’ respecto a la elección de la información con la que se construyen los indicadores (por ejemplo: “¿Se debería utilizar el ingreso familiar, la educación de los padres y la ocupación de los padres, y, si este es el caso, qué peso se debe dar a cada una en la construcción de un indicador?”) y de ‘desacuerdos sobre la medición’ (por ejemplo: “¿Es válido codificar la ocupación de los padres en una escala de status?”). Un problema adicional aquí es la disponibilidad de los datos. En algunos sistemas escolares, la recolección de información detallada sobre el ingreso, la educación y la ocupación de los padres podría representar una invasión de la vida privada, o podría ser muy costoso recolectarla y utilizarla a fin de construir un indicador, o podría carecer de relevancia en relación con las condiciones y la cultura local. En el caso de estos tipos de sistemas de educación, la utilización de otros indicadores, ‘menos directos’, podría ofrecer alternativas útiles, tal como un ‘índice de posesiones del hogar’, que ha sido utilizado con éxito por el Southern Africa Consortium for Monitoring Educational Quality (Consorcio del África Meridional para el Monitoreo de la Calidad de la Educación) para evaluar las diferencias en las condiciones socioeconómicas (Voigts, 1998). (b) Falta de dominio de la lengua de instrucción En el caso de las escuelas que atienden a poblaciones con una gran cantidad de estudiantes que acaban de llegar de otros países y no hablan la lengua de instrucción, podría ser necesario crear clases intensivas de lengua y brindar acceso a dichas clases por períodos que están 124 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 125 Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes relacionados con el tiempo transcurrido desde la llegada y la edad (dado que generalmente se requerirán más recursos para quienes acaban de llegar y para los alumnos de más edad). En otras palabras, estos estudiantes generan costos específicos que son de un tipo diferente al de los costos adicionales más generales de provisión para los estudiantes provenientes de familias de bajo nivel socioeconómico. Por esta razón, a menudo es adecuado tratar la falta de dominio de la lengua de instrucción como una dimensión separada dentro de las fórmulas de financiación de necesidades suplementarias de educación. (c) Bajo nivel de rendimiento educacional Esta dimensión se puede considerar como la indicación más directa de la existencia de necesidades suplementarias de educación. De hecho, frecuentemente se lo utiliza como una variable de criterio “externo” en relación con la cual se pueden juzgar otras dimensiones socioeconómicas (Ross, 1983). En los inicios del Programa Title I en los EE.UU. hubo varios intentos destinados a basar las asignaciones de recursos en los puntajes promedio de las escuelas en pruebas referidas a criterios más que en criterios sociales (Emrick, 1974; Quie, 1974). En la década de los setenta, investigadores dirigidos por Feldmesser (1975) presentaron críticas detalladas de los peligros asociados con el uso de puntajes de pruebas para guiar la asignación de recursos. Feldmesser hizo hincapié en el problema del “riesgo moral” asociado con la utilización de este enfoque. Si las escuelas se financian basándose en la medición del rendimiento educacional de los estudiantes, se introduce un incentivo perverso por el cual las escuelas pueden ser castigadas financieramente si registran altos niveles de rendimiento y premiadas si los niveles de rendimiento son bajos. Este problema se evita mediante la utilización de un indicador que incluye los factores socioeconómicos que mejor predicen el “riesgo” de que los estudiantes experimenten un bajo rendimiento educacional. En la práctica, esto ha exigido obtener una medida del nivel de ‘desventaja educacional’ de los estudiantes que asisten a cada escuela y luego asignar los fondos disponibles en proporción con esta medida. (d) Minusvalías, deficiencias y dificultades de aprendizaje Para los estudiantes con minusvalías, deficiencias y dificultades de aprendizaje se requieren tipos específicos de recursos adicionales para 125 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 126 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas proveer apoyo y asistencia de especialistas a fin de posibilitar que participen en las actividades de la clase. Para muchos de esos estudiantes se podría requerir que la escuela efectúe una oferta separada, tomando como base a la persona, por lo que los recursos se tendrían que asignar en función de cada caso, a fin de cubrir el costo adicional de esta provisión. 5.6 Cuestiones que hay que tener en cuenta antes de construir un indicador Esta sección aborda la elaboración de fórmulas para financiar necesidades suplementarias de educación. Esas fórmulas pueden ser simples o complejas. Una fórmula simple tiene la ventaja de que es comprendida más fácilmente. Por otra parte, a veces se necesita una fórmula más compleja para captar adecuadamente las dimensiones relevantes. En el análisis que sigue se exploran diversas cuestiones relativas a la construcción de fórmulas, antes de adentrarnos en cuestiones más específicas relacionadas con la selección y el uso de indicadores para representar diversas dimensiones de la necesidad suplementaria de educación. La primera cuestión, ‘variación entre y dentro de las escuelas’, va al centro mismo de las metodologías de las fórmulas de financiación relacionadas con las necesidades de los estudiantes, porque ofrece un marco de referencia para decidir si este enfoque de asignación de recursos bien vale el esfuerzo. La segunda cuestión, ‘unidades de análisis’, examina el problema de la unidad de análisis a fin de destacar la necesidad de especificar si en la construcción de los puntajes de los indicadores se utilizará como unidad de análisis a los estudiantes o a las escuelas. La tercera cuestión, ‘pasar de las fórmulas a la financiación’, explora las conexiones conceptuales entre fórmulas y financiación. (a) Variación entre y dentro de las escuelas Antes de continuar con el desarrollo de un enfoque basado en fórmulas para financiar necesidades suplementarias, tal vez sería necesario establecer si hay diferencias significativas en las necesidades educacionales de los estudiantes que asisten a diferentes escuelas. En los sistemas educacionales en los que hay poca o ninguna variación entre las escuelas, en relación con las pautas de desventaja educacional, no hay necesidad de desarrollar mediciones detalladas porque cada escuela tendrá similares proporciones de estudiantes en dificultad. En este caso 126 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 127 Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes no existe una necesidad imperiosa de desarrollar una fórmula compleja de financiación, porque una cifra de matrícula total ofrecerá un mecanismo adecuado alrededor del cual se podrá construir una “fórmula”. Por otra parte, si existen grandes variaciones entre las escuelas con respecto a las necesidades de educación de los estudiantes, esto significaría que los estudiantes con mayores dificultades están concentrados en un subconjunto de escuelas que se debería convertir en el blanco de la asistencia adicional. El coeficiente de correlación intraescuela (rho) se podría utilizar para distribuir la variación total en la necesidad de educación de los estudiantes (tal como es medida, por ejemplo, con una prueba de lectura) en el componente producido por la variación entre las escuelas y el componente producido por la variación entre los estudiantes dentro de las escuelas (Ross, 1976). Cuando se multiplica rho por 100, se obtiene un porcentaje que expresa el porcentaje del total de la variación entre los estudiantes que es atribuible a la variación entre las escuelas. Por ejemplo, si 100 × rho es igual a 20, entonces podríamos decir que 20% de la variación total en las necesidades educacionales de los estudiantes está relacionada con la variación entre las escuelas y que el 80% está relacionada con la variación entre los estudiantes dentro de las escuelas. Cuadro 5.1. Estimación de coeficientes de correlación intraclase (100 × rho) para ocho países que participaron en el Estudio Internacional de Lectura de la Asociación Internacional de Evaluación (IEA International Study of Reading Literacy) País EE.UU. España Finlandia Francia Irlanda Islandia Noruega Nueva Zelandia Países Bajos Suecia Escuelas primarias 19 18 8 14 16 9 5 19 13 9 Escuelas secundarias 42 22 3 35 48 8 6 41 50 8 En el Cuadro 5.1, se presentan algunos valores de rho de 10 países que participaron en el Estudio Internacional de Lectura de la Asociación 127 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 128 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Internacional de Evaluación (Elley, 1992). La pauta general de estos resultados sugiere dos tendencias principales. En primer lugar, hubo una limitada variación entre las escuelas, menos del 10%, en los cuatro países nórdicos (Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia), tanto en el nivel primario como en el secundario. En segundo término, para los otros seis países la variación atribuible a la variación entre las escuelas fue pequeña para las escuelas primarias (13 a 19%) y mucho más grande para las escuelas secundarias (35 a 50%). Las cifras que se presentan en el Cuadro 5.1 indican que hubo una necesidad limitada para construir un indicador de necesidad suplementaria de educación basado en puntajes de pruebas de lectura en los cuatro países nórdicos, debido a que la mayoría de la variación en la necesidad (91 a 97%) fue atribuible a la variación entre los estudiantes dentro de las escuelas. En estos cuatro sistemas educacionales, un simple cómputo del total de la matrícula bastaría como indicador, porque todas las escuelas tienen una incidencia similar de necesidades. Hubo más necesidad de construir un indicador apropiado para los otros seis países en el nivel primario de educación y mucho mayor aún para el nivel secundario. Como regla general, cuanto más alta es la correlación intraescolar, mayor es la justificación para construir un indicador apropiado de necesidad suplementaria de educación a nivel del estudiante. (b) Unidades de análisis Se pueden desarrollar fórmulas para la financiación de necesidades suplementarias de educación utilizando información en diferentes niveles de agregación. Un ejemplo de información a nivel de escuela sería el nivel socioeconómico promedio de la comunidad en que está localizada la escuela. Un ejemplo de información a nivel de estudiante sería si los estudiantes considerados individualmente provienen de familias que reciben o no subsidios pagados por la seguridad social (viven en condiciones de pobreza). Esto destaca la importancia que tiene prestar cuidadosa atención a la unidad de análisis apropiada en la construcción de indicadores de necesidad. ¿Debe la financiación de la desventaja socioeconómica hacerse sobre la base de datos recolectados a nivel de un área geográfica, la escuela, una cohorte de estudiantes o del estudiante considerado individualmente? En algunos casos, la respuesta a esta pregunta está determinada por consideraciones sobre la disponibilidad de la información, el costo, la facilidad de obtención de 128 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 129 Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes los datos y la no intromisión en la vida privada. Por ejemplo, es posible que esté disponible información de calidad sobre una diversidad de indicadores socioeconómicos en las colecciones de los censos nacionales y tal vez sea relativamente barato obtenerla. Estos datos se podrían haber recolectado a nivel de hogar, pero pueden estar disponibles sólo en un nivel de agregación por área geográfica. Desde el punto de vista de la medición, es preferible desarrollar un indicador de necesidad utilizando datos a nivel de estudiante, ya que es a este nivel que el hogar y los factores relacionados con los antecedentes operan principalmente para influir en el aprendizaje individual y los resultados educacionales. Si bien es probable que algunas variables medidas a un nivel superior de agregación (a saber, la escuela o el área geográfica en que está localizada la escuela) tendrán un efecto sobre los resultados, más allá del efecto de las mismas variables medidas a nivel de estudiante, en la mayoría de los sistemas escolares la proporción más grande de la variación (entre los estudiantes o entre las escuelas) es explicada por variables que han sido medidas utilizando información a nivel de estudiante. La estrategia óptima para desarrollar indicadores en esta área es empezar con modelos a partir de datos recolectados a nivel del estudiante y después probar si las variables medidas a un nivel superior de agregación aportan un poder explicativo adicional. A su vez, esto implica la utilización de un enfoque multinivel para conceptualizar los indicadores y también el uso de métodos multinivel de análisis. (c) Pasar de las fórmulas a la financiación La construcción de fórmulas de financiación de necesidades suplementarias de educación de los estudiantes (NSE) generalmente desemboca en una fórmula final que adopta la forma siguiente: Financiación de NSE (F) para la escuela j = Índice de necesidad (I) para la escuela j × constante de financiación (C) o más simplemente Fj = IjC Por consiguiente, es necesario considerar los métodos para llegar a ambos factores del lado derecho de la ecuación anterior, a saber, el indicador de necesidad suplementaria de educación del estudiante (I) y el coeficiente de financiación (C). Este último se puede definir como el monto de recursos asignados a la escuela por unidad de I. Habiendo 129 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 130 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas generado un índice de necesidad (I), es necesario hacer dos cosas. La primera es desarrollar un método para determinar la magnitud del componente del presupuesto total que será asignado para las necesidades suplementarias de educación de los estudiantes. La segunda es establecer una manera sistemática de convertir valores del indicador en montos monetarios. En la mayoría de los sistemas de educación, se llega al componente del presupuesto total asignado para las necesidades suplementarias de educación de los estudiantes, mediante procesos políticos más que mediante un análisis de los costos reales en los que se incurre, al proveer una educación de calidad especificada. Esto refleja no sólo la naturaleza inherentemente política de las decisiones acerca de los niveles de financiación de la educación escolar, sino también las dificultades que los investigadores han experimentado para establecer vínculos inequívocos entre los insumos de recursos y los resultados educacionales.1 A pesar de estas dificultades, es posible indicar cuestiones específicas que es necesario tener en cuenta para determinar el monto o proporción del presupuesto total que será asignado por necesidad suplementaria específica de educación del estudiante. Una es la variación en la capacidad de las escuelas para recolectar ingresos locales y en la capacidad de los padres de familia para sufragar los costos asociados con la asistencia a la escuela, incluyendo, por ejemplo, contribuciones voluntarias o derechos de escolaridad, la compra de textos escolares, equipo y uniformes escolares, los costos de los materiales, así como de excursiones y visitas educacionales. Si se puede demostrar que las escuelas que atienden a las comunidades más acomodadas tienen una capacidad significativa para generar recursos localmente, entonces es pertinente que el monto de la financiación sea tal que permita una compensación total o parcial a los estudiantes de las escuelas desfavorecidas. Otra cuestión se relaciona con la cuantificación de los costos adicionales de los programas en las escuelas desfavorecidas. Especialmente en los primeros años de escolaridad, es posible producir estimaciones bastante precisas de la proporción de estudiantes que en esas escuelas están en “riesgo” de no realizar progresos satisfactorios y que probablemente requerirán programas y estrategias específicos de 1. Ha habido mucho debate y controversia sobre la fuerza de la relación entre gasto en educación y resultados educacionales. Algunos especialistas, particularmente Hanuschek (1989, 1997), sostienen que la relación es débil e inconsistente, y otros, especialmente Hedges, Lane y Greenwald (1994), desafían las conclusiones de Hanuschek. 130 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 131 Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes prevención e intervención, tales como clases más pequeñas en el primer año escolar, un tutor por cada estudiante que tiene un pobre nivel de rendimiento en el segundo año escolar, la asignación de un funcionario que mantiene el vínculo con el hogar, etc. Si se calculan los costos promedio de la implementación de diversos programas de eficacia comprobada, es posible calcular si la proporción propuesta del presupuesto total que será asignada a las escuelas desfavorecidas es suficiente para que puedan hacer funcionar programas apropiados sin que tengan consecuencias adversas sobre su oferta global. Un ejemplo de estudio que ha examinado esta cuestión con algún detalle es el de Odden y Busch (1998). Otro enfoque para convertir valores de un indicador de necesidad en un monto de financiación es utilizar los puntajes del indicador para crear categorías de financiación y asignar un monto definido de recursos a cada categoría. Este es el enfoque que se adoptó en Australia para asignar recursos al Programa de Escuelas Desfavorecidas. Se utilizó un indicador de necesidad para asignar escuelas a una de sólo dos categorías. Las escuelas situadas por encima del valor seleccionado no recibían financiación, mientras que las escuelas situadas por debajo del umbral recibían un monto per cápita de financiación fijo aproximado a una cantidad de referencia. La ventaja de este método residía en que era simple de comprender y administrar. La desventaja consistía en que cambios menores en el puntaje del indicador podían generar cambios importantes en la financiación asignada a las escuelas cercanas al umbral. 5.7 La construcción de indicadores de necesidad suplementaria de educación del estudiante (a) Desventaja socioeconómica Empezamos con el caso que consiste en elaborar un indicador de necesidad de educación relacionado con la dimensión de desventaja socioeconómica. Los pasos que comprende la creación de un indicador semejante involucran la elección de un conjunto potencial de indicadores para medir el status socioeconómico y efectuar un estudio empírico, para determinar que tan bien funcionan estos potenciales indicadores en relación con las propiedades tradicionales de la medición, tales como validez, confiabilidad, factibilidad, costos, imposibilidad de manipulación, etc. 131 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 132 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Al seleccionar indicadores potenciales del status socioeconómico será necesario utilizar el conocimiento local para asegurar que se han tenido en cuenta los factores más relevantes. En algunos sistemas será apropiado considerar la utilización de mediciones de la situación ocupacional, el ingreso familiar y la condición de grupo minoritario. En otros sistemas, donde la disponibilidad de datos es limitada, una ‘lista de posesiones’ más simple puede ser más adecuada. Es importante que las mediciones que se seleccionen no sean fácilmente manipulables por la escuela, que fácilmente puedan ser objeto de verificación externa, que su obtención no sea cara, que abarquen la diversidad de condiciones representadas por la desventaja socioeconómica (validez del constructo) y que no generen una excesiva intromisión en la vida privada de las personas. Las decisiones finales sobre los indicadores que efectivamente comprenden una dimensión de necesidad deben adoptarse mediante la obtención de datos sobre la desventaja educacional y el progreso de los estudiantes provenientes de una muestra amplia y representativa de escuelas, y del análisis de estos datos. Este proceso se ilustra más adelante al referirse al desarrollo de un indicador de desventaja socioeconómica para el uso de las escuelas públicas de Victoria (Australia). En 1992, el gobierno del estado de Victoria (Australia) se embarcó en una política radical de descentralización de la toma de decisiones en el sistema escolar (Caldwell y Hayward, 1998). Un componente clave de esta política incluía la reestructuración completa de las modalidades de financiación y la implementación de la financiación basada en fórmulas para casi el 90% del total de la financiación gubernamental disponible para el sistema escolar. El comité que se creó para asesorar sobre los detalles de las nuevas modalidades de financiación (Education Committee, 1995) revisó la metodología existente que se utilizaba para medir el status socioeconómico y asignar fondos a las denominadas escuelas ‘desfavorecidas’. El comité concluyó que se podría desarrollar un mejor indicador si se hacía uso de datos actuales sobre los alumnos que realmente había en cada escuela y se seleccionaba los indicadores sobre la base de un nuevo estudio que utilizara datos actuales sobre el rendimiento de los estudiantes. En consecuencia, el comité inició un proyecto de investigación destinado a identificar las características de los estudiantes que mejor predijeran el progreso del estudiante en la escuela. Se obtuvo datos de una muestra total de 7.233 estudiantes de los grados 1, 3, 5, 8 y 11 en 83 escuelas seleccionadas aleatoriamente para 132 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 133 Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes que fueran representativas de todas las escuelas del estado. Tras una jornada intensiva de trabajo con las escuelas del proyecto, en la cual se examinó una lista inicial de indicadores, se llegó a establecer una lista de potenciales medidas de status socioeconómico. Después de algunos ensayos, se envió un cuestionario a las escuelas del proyecto para recolectar información sobre un conjunto inicial de más de 20 potenciales indicadores. Este cuestionario contenía algunos indicadores cuya inclusión como parte de una dimensión final se había reconocido improbable, debido a que involucraban juicios relativamente subjetivos de parte de los profesores. Sin embargo, se consideró importante incluir estos indicadores en la investigación para establecer hasta qué punto otros indicadores menos subjetivos eran igualmente eficaces para predecir el progreso de los estudiantes. Al analizar los datos, algunas ecuaciones estructurales y modelos de regresión multinivel resultaron ser los que más se ajustaban. En estos modelos se exploraron las relaciones entre diversas medidas de la desventaja socioeconómica y un rango de resultados obtenidos por los estudiantes. Las medidas de los resultados incluyeron información sobre si el rendimiento del estudiante en lectura se situaba o no muy por debajo de la norma esperada para su grado escolar, si el estudiante era clasificado por los profesores como sujeto a una situación “de riesgo” de no aprobar el año escolar (en el caso de los estudiantes de secundaria) y si el comportamiento del estudiante era clasificado por el maestro en las categorías de ‘no atento’, ‘perturbador’, ‘introvertido’. Esta modelización indicaba que las seis mediciones siguientes eran los mejores predictores de los resultados de los estudiantes. Pobreza (X1) – si la familia del estudiante recibía o no subsidios para educación; ii) Status ocupacional (X2) – si el sostén principal de la familia del estudiante estaba desempleado o tenía una ocupación no calificada, calificada, como empleado o como profesional; iii) Falta de dominio de la lengua de instrucción (X3) – si en el hogar se hablaba una lengua que no fuera el inglés; iv) Familia (X4) – si el estudiante vivía con sus padres, con uno solo o con ninguno de ellos; v) Pertenencia a una etnia aborigen (X5) – si el estudiante se identifica a sí mismo como indígena; y vi) Traslado (X6) – si el estudiante ha cambiado o no de escuela recientemente. i) 133 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 134 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Se encontró que la utilización de unidades de ponderación para cada estudiante, sirviéndose de la información precedente, produjo puntajes de indicador idénticos a uno basado en el análisis ponderado de factores. Esto desembocó en el uso de unidades de ponderación para la mayoría de variables, a fin de combinarlas en el conjunto del indicador. La única excepción fue el uso del peso 0,5 para la Lengua hablada en el hogar. El peso diferente asignado a este ítem de información se adoptó para evitar su tendencia a dominar el indicador final. La fórmula para el indicador fue la siguiente: Indicador de necesidades suplementarias de educación del estudiante = X1 + X2 + 0,5X3 + X4 + X5 + X6 Se aplicó un umbral de selección a este indicador, de tal manera que los fondos se asignaran solamente al 30% de las escuelas que atendían a los estudiantes que se encontraban en una situación de más “riesgo”. El primer año de implementación no se encontró mediciones de status ocupacional y de familia, pero se obtuvieron para ser utilizadas en el año escolar 1997. Esto involucró la creación de procedimientos sistemáticos y seguros de recolección de datos de todos los estudiantes matriculados en las escuelas públicas, de manera que se pudieran verificar y cotejar fácilmente con el propósito de asignar fondos. (b) Falta de dominio de la lengua de instrucción En el caso de las escuelas que atienden a poblaciones con numerosos estudiantes que acaban de llegar y no dominan la lengua de instrucción de la escuela, frecuentemente es necesario crear clases de lengua separadas e intensivas, y brindar acceso a dichas clases por períodos que están en función del tiempo transcurrido desde la llegada del estudiante y su edad. Cuanto más reciente es la llegada y más edad tienen, hay probabilidades de que requieran más ayuda. Algunas veces los problemas de falta de dominio de la lengua de instrucción se agravan adicionalmente con otros factores. Por ejemplo, estos estudiantes pueden provenir de familias de refugiados y podrían haber experimentado traumas psicológicos y una educación muy desorganizada. También podrían haber provenido de diferentes contextos culturales y, por consiguiente, tener dificultades para adaptarse a la cultura de la escuela. Estos estudiantes generan costos específicos, pero generalmente de corto a mediano plazo, que son de un tipo diferente de los costos de provisión adicionales más generales y a largo plazo destinados a los 134 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 135 Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes estudiantes provenientes de familias de bajo status socioeconómico. Por esta razón, a menudo es adecuado tratar la falta de dominio de la lengua de instrucción como una dimensión separada dentro de las fórmulas de financiación de las necesidades suplementarias de educación. Del mediano al largo plazo, una vez que los estudiantes han dominado la lengua de instrucción de la escuela, pueden hacer rápidos progresos y tener verdaderamente motivación para tener éxito, lo que les posibilita superar a la mayoría de sus compañeros de estudios. En el corto plazo, sin embargo, generalmente requieren ayuda especializada considerable e intensa. Medir esta dimensión de necesidad suplementaria de educación podría involucrar la obtención de varios indicadores para cada estudiante, pero especialmente su edad y el tiempo transcurrido desde su llegada. En Victoria (Australia), el comité gubernamental que revisó las fórmulas de financiación de las escuelas recomendó que los estudiantes provenientes de familias migrantes fueran agrupados en función de tres categorías según el tiempo transcurrido desde su llegada y cuatro niveles de escolaridad (primer ciclo de primaria, segundo ciclo de primaria, primer ciclo de secundaria y segundo ciclo de secundaria). La última categorización fue escogida en lugar de la edad del estudiante en vista de que se conocían los costos asociados con diferentes fases de la escolaridad. Además, el comité propuso que se aplicara un umbral de financiación, de manera que los fondos se destinaran solamente a las escuelas que tenían la mayor necesidad, como lo indica el significativo número de estudiantes provenientes de países no anglófonos. (c) Bajo nivel de rendimiento educacional Como se mencionó en el análisis previo, este indicador, sin duda la medida más directa de la dimensión ‘necesidad suplementaria de educación del estudiante’, a menudo ha sido evitado debido al riesgo moral asociado con la utilización de los bajos puntajes de las pruebas como un requisito para recibir fondos adicionales. Sin embargo, dos hechos recientes podrían cambiar pronto esta situación y, por consiguiente, este indicador podría retornar a ocupar el “centro del escenario” en los enfoques de financiación mediante fórmulas. En primer lugar, en ciertos países ha habido un significativo crecimiento en los programas de pruebas nacionales que cubren a todas las escuelas. En estos países se podrían emplear los resultados de las pruebas de un ciclo de escolaridad previo como un indicador del 135 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 136 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas potencial para que se produzca un bajo nivel de rendimiento educacional. Por ejemplo, las pruebas para determinar el nivel de preparación para ingresar a la escuela se están utilizando con todos los niños de cinco años de edad en el Reino Unido y estos puntajes se podrían utilizar para construir fórmulas para el nivel de educación primaria. De manera semejante, las pruebas aplicadas a nivel de todo el estado de Victoria (Australia) en el segundo ciclo de educación primaria se podrían utilizar para elaborar fórmulas de financiación para el nivel secundario. En segundo término, la tendencia reciente que consiste en utilizar los resultados de los programas de pruebas nacionales para la rendición de cuentas de las escuelas y para el consumo del gran público puede limitar el potencial de una situación de riesgo moral. Este es particularmente el caso en sistemas escolares que emplean enfoques de gestión basados en la escuela, porque la evaluación del rendimiento de cada escuela en relación con el charter o contrato que tiene con el gobierno está estrechamente integrado con la expectativa de altos (o “mejores”) niveles de resultados educacionales de los estudiantes. (d) Medir las minusvalías, las deficiencias y las dificultades de aprendizaje El punto hasta el cual la necesidad suplementaria de educación del estudiante está relacionada con necesidades de aprendizaje individual muy profundas sólo se puede identificar mediante una evaluación profesional. Las pruebas estandarizadas de rendimiento educacional en alfabetización y matemática básica, o de capacidad cognitiva, se pueden utilizar para identificar ciertas necesidades de aprendizaje en algunos niños considerados individualmente, siempre y cuando éstas se encuentren dentro del rango ‘normal’ de necesidades. Pero en muchos casos, cuando las dificultades de aprendizaje se deben a deficiencias físicas que pueden ser tenidas en cuenta mediante una oferta especial (por ejemplo, computadoras, dispositivos auditivos, rampas de acceso, asistencia personal adicional, así como programas especiales), las necesidades de aprendizaje de los niños deben ser evaluadas individualmente por profesionales en cooperación con los padres de familia. Por consiguiente, tanto los profesores como los psicólogos de la educación empleados externamente que atienden a los niños deben emprender una evaluación sistemática de las necesidades de aprendizaje del niño utilizando pruebas reunidas durante cierto intervalo de tiempo. 136 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 137 Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes La evaluación incluye generalmente recomendaciones sobre la oferta educacional adicional que el niño necesita. En el Reino Unido, por ejemplo, las necesidades de aprendizaje de los niños se evalúan individualmente teniendo como marco de referencia el Special Needs Code of Practice (Código Deontológico de Necesidades Especiales) (DFE, 1994). Este prevé cinco niveles de evaluación de ‘necesidades especiales’. El nivel 1 requiere la acción del profesor del niño, el nivel 2 involucra al coordinador de necesidades especiales de la escuela y el nivel 3 brinda ayuda externa (por ejemplo, de la autoridad local de educación). Si se considera que los recursos requeridos para satisfacer las necesidades de aprendizaje del niño aún son inadecuados, se pasa entonces al nivel 4 y se trata de obtener una ‘declaración de necesidad de educación especial’ (statement of special educational need) de carácter legal. En el nivel 5 se sabe que ya se ha obtenido una declaración. Las declaraciones relativas a la necesidad de educación especial fueron introducidas por la legislación en 1981, tras la publicación del Informe Warnock (Warnock Report, 1978). Las autoridades locales de educación tienen el deber de emitir declaraciones de necesidad educacional tras un proceso de evaluación profesional del niño. Una declaración consiste en una evaluación de las necesidades de aprendizaje del niño y de los recursos que se debe poner a su disposición. Por ejemplo, puede contener la necesidad de que un estudiante tenga un número especificado de horas de clase por semana en una escuela regular, enseñanza adicional o ayuda de un asistente entrenado en necesidades especiales. Alternativamente, se podría especificar explícitamente la necesidad de una plaza en una escuela especial o en una unidad anexa a la escuela. La ventaja de evaluar individualmente las necesidades de aprendizaje de los niños y lograr los recursos que correspondan a la evaluación es que la provisión debe ser apropiada y garantizada. Sin embargo, tiene ciertamente desventajas, ya que puede estigmatizar y aislar a un niño, lo que se podría evitar si la escuela emprendiera su propia identificación de la necesidad educacional y financiara la provisión adicional de su presupuesto para necesidades suplementarias de educación. Otro problema es la tendencia que tiene la proporción de niños con declaraciones a crecer con el tiempo, pues los padres de familia y las escuelas buscan a este tipo de niños para obtener recursos adicionales. La reducción resultante en los niveles de asignación de recursos para otros niños se agrega a las presiones por competir para asegurar más recursos para los niños con algún tipo de dificultad de 137 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 138 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas aprendizaje. Esto ha ocurrido en Inglaterra, donde el porcentaje de estudiantes con declaraciones de necesidad de educación especial a nivel nacional ha venido creciendo sostenidamente desde 1,6% en 1985 hasta 3,4% en 1994 (Audit Commission, 1997) y llega incluso hasta el 5% en algunas administraciones locales de educación (Local Education Authorities). Ciertamente, algunas necesidades de aprendizaje de los niños son tales que requieren una evaluación individual y una atención cara. Sin embargo, más allá de este 1 ó 2%, la cuestión que la política de financiación de la educación debe abordar es cómo vincular la financiación con la provisión para el 20% restante, más o menos, de niños con necesidades suplementarias de aprendizaje que se encuentran en el nivel más bajo del rango ‘normal’. Un método consiste en financiar a las escuelas en función de la incidencia previsible de necesidades suplementarias de educación entre sus estudiantes, y dejar las modalidades de identificación y provisión en manos de las escuelas. El otro es identificar y financiar una gama más amplia de niños considerados individualmente con diversas formas de necesidades suplementarias de aprendizaje en las escuelas regulares. En ambos casos también se requiere adoptar decisiones sobre cuál es la mejor manera de asegurar que las escuelas sean responsables por la manera en que gastan los fondos asignados para las necesidades suplementarias de educación. En el Reino Unido, por ejemplo, el Special Needs Code of Practice (Código Deontológico de Necesidades Especiales) requiere que cada niño que figura en el registro de necesidades especiales de la escuela tenga un plan de educación que incluya los recursos identificados, el cual es monitoreado regularmente. 5.8 Conclusión (a) La interacción de consideraciones políticas y técnicas Como se notó al comienzo de este capítulo, la provisión de financiación suplementaria de necesidades especiales es una cuestión políticamente muy sensible en la mayoría de los sistemas escolares. En consecuencia, a menudo existe una compleja interacción de consideraciones políticas y técnicas en la construcción de indicadores relevantes. En otras palabras, “lograr resultados” es tanto un arte como una ciencia. En esta sección de conclusiones se presta atención a algunas de las situaciones más comunes con las que probablemente haya que 138 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 139 Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes enfrentarse, que requieren tanto un juicio técnico como político. La primera se relaciona con la inclusión o exclusión de algunos indicadores como parte de una medición de necesidad. En términos técnicos, podría haber buenas razones para incluir algunos indicadores de desventaja dentro de una medición global, pero las sensibilidades relacionadas con la recolección de tal información podrían excluir su utilización. Esto se podría aplicar a la utilización de indicadores del status ocupacional o a ciertas características del hogar y la familia. En tales casos, a menudo es necesario buscar y utilizar indicadores alternativos que podrían conducir a una medición global que podría ser algo menos válida, pero mucho más aceptable. También puede ocurrir la situación inversa. Por ejemplo, cuando se utilizan algunos indicadores con un alto grado de correlación para formar una pauta global de necesidad, a menudo ocurre que un indicador particular que tiene una considerable significación política, y que por sí mismo se puede demostrar que es empíricamente significativo, se convierte sin embargo en algo innecesario por la inclusión de otros indicadores más potentes. Un ejemplo de esto ocurrió en el desarrollo de la Dimensión de las Necesidades Especiales de Educación (Special Educational Needs Dimension) en Victoria (Australia). Cuando se incluyó información sobre pobreza, status ocupacional y traslado, se descubrió que ‘pertenencia a una etnia aborigen’ (tanto si el estudiante se identificaba a sí mismo como un aborigen o como un isleño del Estrecho de Torres) no era estadísticamente significativa. Esto ocurrió a pesar del hecho de que los niveles de rendimiento de los estudiantes aborígenes eran sustancialmente más bajos que los niveles de rendimiento de cualquier otro grupo de la comunidad. Los resultados empíricos sugirieron, sin embargo, que la causa de sus bajos niveles de rendimiento estaba conectada más con las condiciones socioeconómicas generales que afrontan los estudiantes indígenas que con razones específicas asociadas con su status de aborígenes o de isleños del Estrecho de Torres. Si bien en términos técnicos esto sugeriría que hay que excluir la pertenencia étnica aborigen del indicador global, desde una perspectiva política esto se consideraba inaceptable, ya que había una gran probabilidad de que fuera interpretado por muchas personas como una indicación de que una considerable desventaja educacional afrontada por los estudiantes indígenas se había ignorado deliberadamente. Por consiguiente, se adoptó una decisión en términos más bien políticos que técnicos para incluir la pertenencia étnica aborigen en el índice, aun si su inclusión no contribuía significativamente a la validez predictiva global del índice. 139 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 140 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Otro ejemplo de la estrecha interacción de consideraciones políticas y técnicas se relaciona con las ponderaciones aplicadas a cada uno de los indicadores que componen una medición global de necesidad. La modelización a partir de datos estadísticos podría sugerir que la manera óptima de combinar indicadores para formar una dimensión global es ponderar cada indicador de manera diferente. Desde una perspectiva política, sin embargo, la justificación para asignar diferentes pesos puede ser problemática, porque es probable que suscite críticas provenientes de diversos grupos de interés, que no valorarán los argumentos técnicos sobre los pesos diferenciales y los percibirán como una declaración política acerca de la relativa importancia atribuida a diferentes grupos en la comunidad. Por esta razón, a menudo hay buenos argumentos políticos para ponderar igualmente todos los indicadores dentro de una dimensión global. Desde un punto de vista técnico, esto produce a menudo una pequeña diferencia en la dimensión global, en situaciones en las que los indicadores tienen un alto grado de correlación. En otras palabras, una dimensión de ponderación unitaria da un resultado casi idéntico que otra construida utilizando pesos diferenciales, tales como el análisis ponderados de factores. Otro ejemplo de la interacción de las consideraciones políticas y técnicas tiene que ver con la decisión de si se incorpora un factor particular relacionado con el estudiante como un indicador dentro de la dimensión global o se lo trata separadamente. Desde una perspectiva técnica, podría ser apropiado incorporar un indicador particular en la medición de una dimensión particular de necesidad, mientras que desde una perspectiva política podrían haber presiones para mantenerlo separado. Por ejemplo, desde el punto de vista técnico podría haber una pequeña diferencia en las cuestiones involucradas en la asignación de fondos para una amplia gama de minusvalías y deficiencias, pero desde un punto de vista humano la distinción entre minusvalías y deficiencias físicas e intelectuales a menudo es importante, por lo que genera un imperativo político de mantener las dos condiciones distinguibles cuando se desarrollan las fórmulas. Estas fueron cuestiones sensibles que tuvieron que ser tenidas en cuenta en el Reino Unido durante el desarrollo de una dimensión de necesidad para estudiantes con minusvalías y deficiencias. Los ejemplos presentados anteriormente ilustran la necesidad de un diálogo frecuente entre los responsables de la formulación de política y quienes tienen a su cargo la tarea técnica consistente en construir una dimensión de necesidad. Una dimensión de necesidad no sólo debe ser 140 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 141 Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes equitativa, sino que debe ser percibida por todos los grupos pertinentes como efectivamente equitativa. Esto se logrará mediante la estrecha participación de los grupos afectados en el proceso de desarrollo y de toma de decisiones. El fracaso en lograr ser percibidos como justos en los Estados Unidos de América condujo a una serie de conflictos legales que tuvieron como resultado la intervención de las cortes en los dispositivos financieros de las escuelas, a fin de reducir las desigualdades en la financiación de las escuelas. Las decisiones de las cortes de los estados tuvieron un impacto significativo sobre los sistemas financieros en todo el país, incluyendo a California, Kentucky, Massachusetts, Nueva Jersey y Texas. Si bien dichos conflictos pueden ser mucho más raros en otros países (por lo menos actualmente), sigue siendo cierto que existe un creciente interés público, y por consiguiente político, en todos los países sobre cómo se asignan los fondos a las escuelas. (b) Futuras áreas de investigación y desarrollo Cuando se compara el trabajo inicial que se emprendió en la década de los setenta sobre las maneras de incluir un elemento de financiación de necesidades suplementarias de educación en los mecanismos de asignación financiera a las escuelas con los intentos recientes, es evidente que se ha realizado un considerable progreso en un intervalo de tiempo relativamente corto. Ahora existe un reconocimiento universal de la justificación y las ventajas de los enfoques basados en fórmulas para suplementar recursos disponibles a las escuelas que atienden a los estudiantes más desfavorecidos o a los estudiantes con necesidades especiales de educación. También existe una creciente sofisticación en los enfoques adoptados para desarrollar fórmulas y una mayor conciencia de la necesidad de diseñar cuidadosamente los estudios sobre los indicadores relevantes de necesidad y de los mecanismos que vinculan esta investigación con los valores monetarios. Actualmente hemos llegado a una etapa en la que sería de gran valor estimular la participación de economistas y econometristas en un trabajo detallado sobre los enfoques basados en fórmulas para la financiación en general, pero en particular en el área de la financiación de las necesidades suplementarias de educación de los estudiantes. Desafortunadamente, los planificadores de la educación y los economistas que trabajan en el área de educación a menudo lo hacen independientemente y existe poca conexión entre el trabajo de un grupo 141 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 142 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas y el pensamiento y los escritos del otro. Es conveniente indicar que hay grandes oportunidades de un rápido avance en este campo mediante la creación de equipos de expertos constituidos por planificadores y economistas especializados en educación. El foco de atención del trabajo que tenemos por delante seguirá siendo el desarrollo de fórmulas de financiación vinculadas a mecanismos de rendición de cuentas que garanticen la provisión de una educación de calidad especificada. En otras palabras, la atención se seguirá concentrando en cómo asegurar que los recursos se utilicen de tal manera que se logre efectivamente el cambio y en programas que tengan una buena relación costo-eficacia. Esto implica dos cosas. En primer lugar, como se indicó previamente en este capítulo, supone el desarrollo paralelo de procesos mejorados de rendición de cuentas que vinculen la financiación mediante fórmulas, la rendición de cuentas financiera y la rendición de cuentas educacional en un solo marco de referencia. En segundo término, supone que quienes desarrollen indicadores de necesidad basados en fórmulas requerirán disponer de mejor información sobre los costos de implementación de programas de intervención y prevención o de enfoques alternativos cuya eficacia para mejorar los resultados de los estudiantes que tienen necesidades suplementarias de educación ha sido demostrada y medida. Con la creciente sofisticación en la utilización de datos sobre costos de los programas e intervenciones, sobre las características de los estudiantes y su rendimiento en el tiempo, habrá necesidad de una sofisticación paralela en el desarrollo y la utilización de sistemas de información para la gestión de las escuelas y en la automatización de la recolección y el análisis de datos. El enfoque de Victoria (Australia) sobre la financiación basada en fórmulas para afrontar las desventajas socioeconómicas constituye un buen ejemplo del papel desempeñado por los sistemas de información y la recolección automática de datos. No fue posible observar el enfoque que se implementó finalmente hasta que todas las escuelas hubiesen instalado un sistema de gestión de la información computarizado que incluía enfoques estandarizados de la recolección y el almacenamiento de la información sobre las características de los antecedentes de los estudiantes, y hasta que el sistema hubiese implementado procesos a nivel de todo el estado para auditar estos datos. Una necesidad conexa tiene que ver con el desarrollo de formas de presentación de los datos para que sean fácilmente comprensibles para los profesores de aula y el personal directivo de las escuelas, y sesiones de formación asociadas para que los profesores 142 ch-05 04/03/2002 16:56 Page 143 Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes puedan adquirir confianza en la interpretación que los resultados tienen para sus escuelas, en relación con los datos agregados provenientes de otras escuelas con las cuales podrían ser legítimamente comparados. Para lograr que los datos sean mejor interpretados es capital desarrollar aplicaciones computarizadas (software) que generen representaciones gráficas. La última área sobre la cual deseamos atraer la atención y en la que se requiere más investigación y desarrollo es el cambio de foco de la atención de las cuestiones a nivel macro, asociadas con enfoques basados en fórmulas para financiar las necesidades suplementarias de educación de las escuelas, hacia cuestiones más bien de nivel micro, asociadas con la asignación interna de los recursos y el monitoreo del impacto de lo que sucede dentro de las escuelas y las aulas. Poco se conoce, si algo se sabe, sobre hasta qué punto los fondos asignados en primer lugar a las escuelas llegan efectivamente a los estudiantes para quienes están destinados, basándose en la evaluación de necesidades utilizadas para asignar los fondos. De manera semejante, poco es lo que se conoce acerca de las variaciones internas en la relación costo-eficacia de diferentes programas e intervenciones, o sobre las maneras de mejorar la relación costo-eficacia de los programas destinados a los estudiantes con necesidades especiales. Lo que está claro es que en el futuro se esperará que las escuelas asuman una mayor responsabilidad para satisfacer las necesidades de aprendizaje de todos los estudiantes, especialmente de quienes se encuentran en situación “de riesgo” de no progresar satisfactoriamente, al mismo tiempo que aseguran que los fondos asignados son utilizados con eficacia y para los propósitos para los cuales fueron destinados. Referencias Audit Commission. 1997. Local authority performance indicators for 1995/96. London, Audit Commission. Blackburn, J. 1979. Selection of schools for participation in the Disadvantaged Schools Program: some general issues. 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Esto sería relativamente fácil si todas las escuelas tuvieran idénticas condiciones socioeconómicas, geográficas y climatológicas, y estuvieran alojadas en edificios diseñados por el mismo arquitecto y construidos según las mismas especificaciones. En la práctica, las condiciones físicas de las escuelas varían enormemente, por lo que hay que concebir fórmulas de financiación basada en necesidades que traten de identificar los factores que se podrían denominar ‘específicos del sitio’ y asegurar que las escuelas situadas en contextos desfavorecidos no sean penalizadas. Además, se requiere que algunas escuelas impartan opciones curriculares que son mucho más especializadas y costosas que el currículo nacional acordado para todos los estudiantes. El costo suplementario de la provisión de tales “mejoras” a un currículo estándar también debe tenerse en cuenta en una fórmula de financiación. Estos dos aspectos de la financiación mediante fórmulas cubren dos de los principales componentes descritos en el Capítulo 3. La mejora del currículo es cubierta por el Componente 2, que incluye ajustes financieros para profesores especialistas y personal no docente, equipamiento, materiales y costos de construcción. Las necesidades del sitio escolar son cubiertas por el Componente 4, que incluye ajustes 147 ch-06 04/03/2002 16:57 Page 148 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas financieros relacionados con las características físicas del sitio escolar, la ubicación de la escuela, los costos de funcionamiento del sitio y los establecimientos que funcionan en sitios dispersos. Antes de adentrarnos en un análisis detallado de estos dos componentes, es importante notar que en las áreas de mejoramiento del currículo y las necesidades del sitio escolar se requiere adoptar un enfoque prudente y realista de la financiación mediante fórmulas. En particular, los administradores de la educación deben estar bien seguros de que el nivel de detalle y sofisticación de la fórmula no requiere más trabajo que lo que justifica el monto de dinero que debe ser desembolsado a las escuelas. En otras palabras, la autoridad tenedora de fondos debe decidir si el trabajo técnico requerido para producir una fórmula justifica el tiempo y el dinero que se gasta en su elaboración. Por otra parte, también hay que indicar que una fuerte inversión inicial en la creación de un enfoque de financiación mediante fórmulas ahorrará mucho tiempo en los años subsiguientes, cuando los fondos se podrán distribuir mediante las fórmulas sin tener que emprender detalladas negociaciones sitio por sitio. 6.2 Componente 2: Mejora del currículo En muchos sistemas escolares, todo alumno que asiste a un establecimiento escolar financiado por el Estado tiene el derecho a tener acceso a un currículo acordado a nivel nacional. Éste se define generalmente en términos de materias específicas que se deben estudiar, a veces durante períodos especificados de tiempo o hasta niveles especificados de rendimiento. Al mismo tiempo, algunos educadores y políticos defienden la necesidad de una mayor diversidad entre las escuelas a fin de satisfacer los diferentes talentos y capacidades de los estudiantes, y otros extienden esta apelación a la diversidad afirmando que las escuelas se deberían financiar hasta un nivel que les permita satisfacer la demanda de diversificación curricular dentro de un establecimiento educacional considerado individualmente. Las iniciativas adoptadas por escuelas individuales para ofrecer programas especializados fuera de, o además de, las áreas disciplinarias escolares normales a menudo son denominadas ‘mejoras curriculares’. Esto puede incluir la oferta de diferentes áreas disciplinarias o la realización de cambios sustanciales en la organización de la escuela, con el propósito de ofrecer diferentes maneras de impartir el currículo normal. La mejora del currículo escolar generalmente tiene repercusiones importantes sobre los recursos, que se pueden analizar según cinco 148 ch-06 04/03/2002 16:57 Page 149 Componente 2: Mejora del currículo y Componente 4: Necesidades del sitio escolar categorías principales de costos: personal docente, personal no docente, equipamiento, materiales y edificios. (a) Personal docente Dado que los costos del personal docente representan entre el 70 y el 80% de los costos de funcionamiento de una escuela, es en esta área que se sentirá sobre todo el impacto de una decisión destinada a mejorar el currículo. El currículo puede ser “mejorado” de muchas maneras por una escuela. Por ejemplo, una escuela puede emprender acciones para cambiar los procesos educacionales, o especializarse en una determinada disciplina, o reformar la organización de la escuela. i) Los procesos educacionales se podrían cambiar subdividiendo una clase de, digamos 30 alumnos, en dos grupos de 15, dando así a cada estudiante el doble de tiempo de acceso a la ayuda del profesor y también dando como resultado un aumento de los recursos para la enseñanza. ii) La especialización en una disciplina escolar se podría abordar dando más tiempo dentro de un currículo con tiempo limitado a una disciplina en particular, tal como tecnología, lenguas o matemática. Si estas disciplinas tienen normalmente un grupo con un tamaño inferior al promedio (por ejemplo, grupos de tecnología de 20 en una escuela donde otras materias se enseñan en grupos de 30), esto aumentará los costos de enseñanza del presupuesto. iii) La organización de la escuela se puede ajustar a fin de permitir la prolongación de la jornada escolar, de manera que disciplinas particulares reciban más tiempo. Los costos adicionales precisos en los que se incurrirá dependerán de la naturaleza de los contratos del personal docente y no docente. Para cada uno de estos ejemplos, un análisis de la financiación orientada por actividades, a fin de determinar los costos del personal de la escuela (véase el análisis del Componente 1), permitirá determinar sin dificultad un costo unitario para cada lección. Los cambios que agregan grupos adicionales de enseñanza antes, durante o después de la jornada normal pueden, por tanto, traducirse en costos extra de personal. (b) Personal no docente Los costos del personal no docente varían de una disciplina a otra. El patrón de utilización del personal de apoyo, tales como asistentes de 149 ch-06 04/03/2002 16:57 Page 150 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas aula, asistentes técnicos y asistentes administrativos también varía de un país a otro. En algunos distritos escolares de los Estados Unidos, los profesores de ciencias tendrán pequeños grupos de enseñanza y laboratorios bien equipados, pero ninguna asistencia técnica, ya que generalmente se les da una menor carga de enseñanza para permitirles que efectúen la preparación requerida del trabajo práctico. En el Reino Unido, por otra parte, desde que se introdujo la gestión local de las escuelas, la tendencia ha sido a emplear más personal de apoyo técnico para evitar que el trabajo de preparación rutinario sea asumido por profesores “caros”. Un currículo mejorado en áreas donde se utiliza personal de apoyo probablemente aumentará los costos, si se requieren horas adicionales. En algunos casos sería posible absorber la demanda adicional mediante una mejor organización de la fuerza de trabajo existente, haciendo que efectúe la mayor parte de ciertas tareas de rutina (como la preparación de experimentos de química). (c) Costos de equipamiento Los costos de equipamiento afectan, en mayor o en menor medida, a todas las áreas disciplinarias. Obviamente, una escuela con un currículo mejorado en tecnología de la información requerirá más computadoras, de modo que los estudiantes tengan mayor acceso. El costo de este acceso se puede calcular en función de minutos de computadora disponible por estudiante. Una escuela con 1.000 estudiantes podría tener 100 computadoras que están disponibles 25 horas por semana (asumiendo el 100% de eficiencia en su utilización y que el mantenimiento se realice fuera del tiempo asignado al currículo). Esto daría a cada estudiante un hipotético acceso de 2,5 horas de computadora por semana. Una mejora de la tecnología de la información que doblara el tiempo de acceso a 5 horas por semana requeriría la compra de 100 computadoras adicionales. A este gasto de capital debe agregarse los costos de instalación y mantenimiento. En este caso, por consiguiente, habrá implicaciones tanto para el presupuesto de inversión como para el de gastos corrientes. (d) Costos de material Los costos de material, distintos de los costos de equipamiento, se refieren a los bienes de consumo (productos químicos, plástico, madera, 150 ch-06 04/03/2002 16:57 Page 151 Componente 2: Mejora del currículo y Componente 4: Necesidades del sitio escolar pintura, dependiendo de la disciplina) y libros, papel, reprografía y soportes lógicos (software). El análisis del Componente 1 permitió notar cómo los costos de los recursos para el aprendizaje ponderados por disciplina se pueden incluir en una fórmula orientada por actividades. La mejora de un aspecto particular del currículo aumentará los costos de material y las implicaciones se pueden determinar ajustando ese elemento de la fórmula global. (e) Costo de los edificios El costo de los edificios puede aumentar significativamente debido a un currículo mejorado. Una vez más, necesitamos compensar los costos de inversión y los costos corrientes (véase más abajo). Una inversión en nuevos edificios (por ejemplo, laboratorios adicionales de ciencias) puede provenir de un presupuesto de inversión, pero los costos adicionales de funcionamiento de los edificios (por ejemplo, calefacción, iluminación, guardianía y mantenimiento) provendrán del presupuesto de gastos corrientes. El uso de un modelo orientado por actividades que desagrega los costos de funcionamiento de una escuela hasta un nivel refinado de detalle permite evaluar las implicaciones de la mejora del currículo en relación con los costos antes de su implementación. 6.3 Componente 4: Necesidades del sitio escolar Las necesidades de los sitios escolares varían mucho entre las escuelas que forman parte de un mismo sistema de educación debido a múltiples razones: algunas están vinculadas a las características físicas del edificio escolar y su localización, y otras están relacionadas con patrones históricos y actitudes relativas a lo que es ‘adecuado’ en términos de iluminación, calefacción, limpieza, etc. Los montos relativos de financiación de todas estas fuentes de gastos también varían con la ‘edad’ de un sistema escolar y si recientemente se ha producido un aumento o una disminución de la matrícula. (a) Tamaño de la escuela Durante la discusión del Componente 1 se observó que las fórmulas de financiación orientadas por actividades son “influidos” principalmente por el número de estudiantes de una escuela. Las 151 ch-06 04/03/2002 16:57 Page 152 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas economías de escala tienden a favorecer a las grandes escuelas en un sistema y a desfavorecer a los establecimientos más pequeños. Cómo se definen exactamente los términos ‘pequeño’ y ‘grande’ variará de un país a otro, y habrá otras presiones externas que dependen de políticas sociales más amplias. Por ejemplo, una escuela pequeña, situada quizá en una aldea, tal vez no pueda proveer a sus estudiantes una gama apropiada de oportunidades sin un alto nivel de financiación adicional. El cierre de la escuela y la consecuente transferencia de los estudiantes a otras escuelas podría brindar a los estudiantes una mejor educación y el costo adicional de transporte podría ser menor que los gastos en que se incurre para mantenerlos en su escuela de origen. Hasta aquí, el presupuesto de educación ha sido bien gastado. Por otra parte, el cierre de la escuela en una aldea podría privarla de su único lugar de reuniones públicas y del punto central de la vida comunitaria de la aldea. En casos como éste, los costos sociales generales relacionados con el cierre de la escuela deben ser sopesados contra los posibles beneficios económicos y educacionales, y no hay una respuesta simple a este tipo de disyuntiva. Dentro de una política general que establece que, siempre que sea posible, los niños deberán asistir a la escuela más cercana, factores tales como el cambio demográfico y la elección de los padres de familia pueden producir una amplia gama de tamaños de escuelas en la circunscripción de una autoridad distrital de educación. Una política que compense el tamaño de la escuela y una fórmula que proteja a los niños de las escuelas más pequeñas son esenciales, si lo que se quiere es lograr el criterio de equidad. Es importante destacar que la fórmula debe proteger los intereses de los niños y no a la escuela como establecimiento, ya que los niños constituyen la primera prioridad del proceso educacional y no los edificios escolares. Hay dos enfoques principales, pero muy diferentes, que son aplicados por los ministerios de educación para proteger a las escuelas pequeñas. i) 152 Enfoques a suma alzada. Éstos consisten en financiar a todas las escuelas con un monto global destinado a cubrir los costos fijos irreducibles que todas las escuelas afrontan independientemente de su tamaño, suplementado por un elemento ‘por estudiante’ que reconoce que los costos de la escuela aumentan en función del número de estudiantes matriculados. El equilibrio exacto entre los dos elementos de la financiación es, en última instancia, una decisión política más que técnica. Cuanto mayor es el monto global, mayor es la protección de las escuelas pequeñas. A fin de ch-06 04/03/2002 16:57 Page 153 Componente 2: Mejora del currículo y Componente 4: Necesidades del sitio escolar ii) evitar que las autoridades locales “sobreprotejan” a las escuelas pequeñas, el gobierno central podría especificar que por lo menos el 80% del presupuesto de cada escuela se debería distribuir en función del elemento “número de estudiantes”. Especificaciones de los ‘niveles mínimos de viabilidad’. Como alternativa a los enfoques a suma alzada, algunas veces es posible definir un nivel mínimo de viabilidad para una escuela hipotética. Por ejemplo, una escuela secundaria para alumnos de 11-16 años de edad podría no estar en condiciones de ofrecer a sus estudiantes acceso al currículo nacional a menos que tuviera 90 estudiantes (tres clases de 30) en cada grado, lo que da 450 estudiantes en la escuela como un todo. Por debajo de esta cifra no sería posible ofrecer una cantidad suficiente de profesores especializados para impartir el currículo o para ofrecer una gama de opciones en los grados 10º y 11º que darían a los estudiantes una igualdad de acceso comparable a la de los estudiantes de las escuelas más grandes. Las escuelas que se sitúan por debajo del número mínimo viable requieren que se les brinde ‘protección en materia de currículo’ bajo la forma de financiación adicional requerida para situarlas en el nivel de viabilidad. Esto podría significar una mejor ponderación del estudiante, que aumentaría a medida que disminuye la matrícula. En el ejemplo anterior, los estudiantes de una escuela con 430 alumnos podrían recibir un factor de protección en materia de currículo del 10%, aumentando al 15% si se trata de 410 alumnos y del 20% si se trata de 390. El gran problema que encuentra la autoridad responsable de la financiación en esta área es conocer dónde fijar la línea para cerrar una escuela muy pequeña. Es en este punto de la decisión que otros factores externos podrían muy bien entrar en juego. (b) Localización de la escuela La localización de una escuela puede tener importantes implicaciones para el costo de su funcionamiento. Una escuela aislada necesitará soportar costos adicionales relacionados con el transporte del equipamiento y el material de enseñanza, e incurrirá en gastos adicionales cuando el programa de la escuela requiera que los estudiantes tengan acceso a instalaciones tales como museos, teatros, bibliotecas, etc. Dichas escuelas podrían verse forzadas a aceptar costos adicionales de viaje asociados con la obtención de servicios consistentes 153 ch-06 04/03/2002 16:57 Page 154 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas en visitas ocasionales de profesores especializados y de personal no docente. Además, los costos adicionales podrían aumentar si el costo de las reparaciones y los materiales es más alto debido a los costos de transporte, y también porque hay costos adicionales de comunicación, cuando las llamadas telefónicas son, en mayoría, de larga distancia. En Australia, donde el aislamiento tiene importantes repercusiones sobre las oportunidades de educación, se ha realizado un considerable esfuerzo para definir una gama de medidas destinadas a calcular los costos suplementarios de educación por aislamiento: desde la simple medición de las distancias (por ejemplo, la distancia a una escuela del nivel subsiguiente de educación), a enfoques más sofisticados basados en el censo, por medio de los cuales se construyen escalas de aislamiento a partir de estimaciones de la densidad poblacional de las zonas de captación (Ross, 1992). El intento más completo hasta la fecha en esta área ha sido la extraordinariamente innovadora investigación realizada por Griffith (1997), que estaba destinada a proveer una escala validada de costos que se pudiera aplicar a las escuelas australianas en función de su grado de aislamiento. El enfoque de Griffith ha influido en las decisiones de financiación al ofrecer cifras sólidas de los costos en que se incurre al proveer una ‘canasta de servicios educacionales’ a 24.000 distritos censales en toda Australia. En algunos estados y territorios australianos se da una gran importancia al problema del aislamiento (por ejemplo, en Queensland y el Northern Territory), pero mucho menos en los estados más pequeños, como Victoria. A diferencia de Australia, el aislamiento no es percibido como un problema importante en las fórmulas de financiación desarrolladas por las autoridades locales de educación en el Reino Unido. En Nueva Zelandia se da cierto reconocimiento al aislamiento mediante la utilización de una medida de distancia (más de 30 km a una ciudad de 2.000 ó más habitantes), que está destinada a reconocer los costos más altos de los suministros escolares para las escuelas que están aisladas. (c) Costos de funcionamiento del sitio La relación entre los gastos corrientes y los gastos de capital es crucial en esta área de trabajo. Los ‘gastos corrientes’ incluyen lo que la escuela gasta para impartir su currículo a una población definida de estudiantes en determinados edificios. Los ‘gastos de capital’ son aquellos en los que incurren los propietarios de los edificios (la 154 ch-06 04/03/2002 16:57 Page 155 Componente 2: Mejora del currículo y Componente 4: Necesidades del sitio escolar autoridad local, el gobierno central, los administradores escolares, la comunidad religiosa, la empresa privada, etc.) para mantener o ampliar los edificios. En un mundo ideal de financiación generosa, el componente de capital destinado a obras se podría constituir a partir de los pagos anuales a las escuelas. Las escuelas deberían ser autorizadas a reservar recursos para reparaciones o expansiones importantes, lo que podría implicar que ellas podrían disponer de fondos públicos sustanciales en una cuenta de inversión, una situación que generalmente no es del agrado de los auditores del gasto público. Los propietarios de edificios también tendrían que asegurar que el dinero asignado a un programa de inversión se utilizó efectivamente para ese propósito; de otro modo, podrían asistir al deterioro de la calidad de sus edificios en un período de pocos años. Este nivel de negligencia implica la existencia de un equipo de inspección central de edificios y plantea algunas cuestiones acerca de quién tiene en última instancia la responsabilidad. La solución más frecuente, especialmente en un período de grandes restricciones presupuestarias, consiste en no descentralizar los gastos de capital a las escuelas. Ninguna escuela considerada individualmente dispondrá de recursos suficientes en su presupuesto para emprender una obra importante y, en cualquier caso, la pericia técnica requerida para administrar un programa de capital, tanto en función de la financiación como de la ejecución, se maneja mejor centralmente y se puede considerar como parte del ‘valor agregado’ por pertenecer a una autoridad local o a un sistema de educación. Una dificultad adicional existe en el momento de la transición de un sistema de financiación a otro. Si, digamos, una fórmula para financiar la calefacción de una escuela se basa en patrones previos de gastos, tales como la financiación descentralizada el año precedente, existe un incentivo perverso para que los directores gasten tanto como sea posible a fin de aumentar la base de la futura financiación. En la práctica, los límites entre gastos corrientes y gastos de capital no son fáciles de establecer y muchos problemas específicamente relacionados con el sitio, tales como la calefacción y el mantenimiento, están estrechamente vinculados a niveles de gastos de capital previos, actuales y posiblemente futuros. Los programas de Gestión Local de las Escuelas (Local Management of Schools) en el Reino Unido tratan de distinguir entre mantenimiento estructural y externo, por una parte, y mantenimiento interno, por la otra. Si bien se considera razonable que los administradores o los directores de un sitio escolar ejerzan control 155 ch-06 04/03/2002 16:57 Page 156 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas sobre el mantenimiento interno, no se considera apropiado que asuman la responsabilidad del primero. El presupuesto de una escuela no puede soportar fácilmente un gasto importante de inversión en obras, si bien descuidar la inversión en obras puede aumentar los gastos corrientes de la escuela. Por ejemplo, que el propietario de los edificios escolares haya descuidado el mantenimiento del sistema de calefacción como parte de un programa de inversión podría aumentar los costos de calefacción de la escuela que están incluidos en el presupuesto de gastos corrientes. Otro ejemplo: la instalación de ventanas mal diseñadas en un programa de inversión podría conducir a roturas, cuyo costo tiene que ser soportado por el presupuesto de gastos corrientes de la escuela. i) 156 Costos de mantenimiento. Al analizar los costos de mantenimiento es crucial hacer una distinción entre ‘mantenimiento interno’ y ‘mantenimiento externo’. El mantenimiento interno cubre aquellos aspectos del mantenimiento que, en general, se pueden planificar como parte de una estrategia presupuestaria anual y no incluye importantes gastos de capital muy ocasionales. El término, por consiguiente, es en cierto sentido inapropiado, ya que hay muchos rubros de mantenimiento dentro de los edificios que no están incluidos dentro de la categoría, por lo menos según la definición consagrada por la legislación del Reino Unido. Entre los ejemplos se podrían incluir importantes reparaciones del sistema eléctrico o cambios en los sistemas de cañerías. También hay algunos asuntos vinculados con el exterior de los edificios, tales como ventanas rotas, que caen dentro de la definición de ‘mantenimiento interno’. En general, sin embargo, ‘mantenimiento interno’ se refiere a los aspectos de los cuales se supone que el inquilino de un edificio es responsable, tales como decoración interna, reparaciones, revestimiento del pìso, etc. El mantenimiento externo cubre áreas que demandan sustanciales gastos de capital que frecuentemente están relacionados con la edad y el mantenimiento previo de un edificio, y sobre el cual un gerente local que, muy raramente dispondrá de un presupuesto suficiente para hacer gran cosa, puede ejercer muy poco control. Esto incluiría aspectos que afectan a la estructura misma de los edificios (por ejemplo, el hundimiento o el ‘cáncer del hormigón’ en algunos edificios de la década de los sesenta), averías de componentes importantes de los edificios (por ejemplo, techos agujereados o calderas que deben ser reemplazadas) y obras que deben realizarse para prevenir el deterioro del edificio (por ch-06 04/03/2002 16:57 Page 157 Componente 2: Mejora del currículo y Componente 4: Necesidades del sitio escolar ejemplo, pintura de la fachada). Por regla general, estos aspectos se pueden describir como los tipos de responsabilidades que tendría el propietario de un edificio para asegurar que los inquilinos tengan condiciones razonables de habitación y seguridad. La vasta, irregular y frecuentemente impredecible naturaleza del gasto de mantenimiento externo indica que es difícil encontrar un medio satisfactorio para delegar la financiación. La experiencia en Inglaterra y Gales muestra que la mayoría de las escuelas no desearía asumir estas responsabilidades, que ellas perciben como una carga inaceptable, especialmente en muchas áreas donde ha habido una historia de pobre mantenimiento debido a las restricciones en la financiación del gobierno. El mantenimiento externo fue explícitamente excluido de los programas de Gestión Local de las Escuelas en la legislación que rige esta estructura (Education Reform Act, 1988), con excepción de una pequeña categoría de escuelas confesionales (Voluntary Aided Schools y Special Agreement Schools), donde los edificios ya eran propiedad y mantenidos por las autoridades de la iglesia. Las escuelas que optaron por no depender del control de la autoridad local y se convirtieron en “Escuelas Mantenidas mediante Subvenciones” (Grant Maintained Schools) fueron financiadas directamente por el gobierno y asumieron efectivamente toda responsabilidad por sus edificios. Un organismo del gobierno, el Funding Agency for Schools, proveyó las subvenciones para pagar las facturas de las reparaciones excepcionalmente grandes que las escuelas consideradas individualmente eran incapaces de sufragar. En los dos años previos a la abolición de la condición de ‘Escuelas Mantenidas mediante Subvenciones’, ellas recibieron una subvención de capital relacionada con el número de estudiantes y fueron estimuladas para efectuar reservas durante cierto número de años para pagar por el mejoramiento del capital. Los costos de mantenimiento interno, como en el caso de los costos de mantenimiento externo, dependen en algún grado de la construcción de edificios escolares y de la calidad del mantenimiento antes de que fueran asumidos por la administración local. Por ejemplo, muchos edificios más viejos tienen grandes áreas de paredes de yeso que requieren ser pintadas regularmente (pero que no habrían sido pintadas durante cierto tiempo debido a las dificultades presupuestarias de la autoridad local), mientras que las paredes de los edificios modernos tienen un acabado de ladrillo 157 ch-06 04/03/2002 16:57 Page 158 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas que no requiere mantenimiento. Por otra parte, el sólido trabajo de carpintería en los edificios de la época Victoriana requiere menos reparación que la más débil madera contrachapada utilizada para las puertas de los edificios modernos. Por consiguiente, es muy difícil incluir una fórmula con un factor confiable relacionado con el mantenimiento interno en programas de delegación, dada la variable condición en la que se encuentran los edificios. En la práctica, la mayoría de los programas en Inglaterra y Gales utilizan una combinación de la superficie total y el número de estudiantes, ponderado en función de la edad de éstos últimos para delegar esta financiación, mientras que otros sólo utilizan el número de estudiantes ponderado en función de la edad. Como veremos con los costos de limpieza, esto significa que se asignan más recursos financieros a los alumnos de más edad, cuando la experiencia muestra que son los estudiantes más jóvenes del nivel secundario quienes causan la mayoría de los problemas de mantenimiento. Esta dificultad se podría superar si el factor de ponderación ‘edad del estudiante’ fuera él mismo construido a partir de la financiación requerida para cada rubro individual del gasto. Los indicadores estándar utilizados para financiar el mantenimiento son medidas del espacio y el número de estudiantes. En algunos programas, el principal indicador es el área medida de aulas, corredores, espacios comunes, terrenos, caminos, etc., a la que se puede agregar el factor ‘número de estudiantes’. En algunos casos, el indicador ‘número de estudiantes’ puede ponderarse en función de la edad del estudiante. El factor ‘usura’ aumenta a medida que los estudiantes tienen más edad, alcanzando un pico a los 15/16 años y luego disminuye hasta los 18 años. Las autoridades financieras que poseen edificios que datan de épocas muy diferentes introducen un indicador para la edad de los edificios, pero éste no es tan simple como podría parecerlo a primera vista, ya que algunos edificios más viejos, por ejemplo, anteriores a la década de los cuarenta, son menos costosos de mantener que edificios de las décadas de los sesenta y los setenta, que fueron construidos con una especificación más baja en un momento en que un rápido aumento de la matrícula exigió un programa de expansión acelerado. Edificios más recientes tienen mejores características de diseño, tales como doble acristalamiento y espacio techado aislado y, en algunos casos, las autoridades 158 ch-06 04/03/2002 16:57 Page 159 Componente 2: Mejora del currículo y Componente 4: Necesidades del sitio escolar ii) financieras pueden tomar esto en consideración cuando conciben sus fórmulas de financiación. Cuando pasamos del mantenimiento financiado centralmente a una fórmula de financiación para distribuir los recursos a las escuelas a las que se les ha otorgado la gestión basada en el sitio, el enfoque usual es tomar los tres años precedentes de gasto histórico de todas las escuelas y contraponerla a indicadores tales como número de estudiantes, medidas espaciales y edad de los edificios. Mediante la utilización del análisis de regresión se puede establecer una norma que constituye la base de la futura fórmula. Las escuelas cuyo patrón de gasto por los edificios varía ampliamente en relación con la norma podrían requerir orientación individual y ayuda especializada, si se quiere evitar que se encuentren en gran desventaja debido a la aplicación de la financiación mediante fórmulas. La experiencia de las autoridades financieras que han optado por la financiación mediante fórmulas para la financiación del mantenimiento (limpieza, terrenos, reparaciones, decoración interna) ha sido que, cuando las escuelas reciben financiación mediante fórmulas y, por consiguiente, son responsables del pago de los costos reales, la atención a la economía de uso es mucho mayor. El incentivo para que las escuelas reduzcan los costos de mantenimiento es mucha mayor cuando cualquier ahorro permanece en el presupuesto delegado a la escuela y puede ser utilizado para lo que son percibidos como objetivos más directamente educacionales. Al mismo tiempo, las escuelas que son responsables de sus propios edificios se han percatado de que es una falsa economía escatimar el trabajo de mantenimiento. Costos de energía y servicios (calefacción, iluminación y agua). En buena parte del debate asociado con la introducción de la Gestión Local de las Escuelas en el Reino Unido, los costos de energía a menudo reciben mucho más atención de la que merecen, si se considera que representan una pequeña proporción en el presupuesto total de educación. Sin embargo, esas fuentes de costos son fácilmente comprensibles y frecuentemente utilizadas como un ejemplo de cómo la gestión local puede hacer efectivamente la diferencia. Desafortunadamente, estos puntos de vista sobre los costos ocasionalmente tienen como resultado la presentación de una imagen de los ‘directores eficaces’ como las personas que monitorean constantemente el uso de energía de sus escuelas, que utilizan sistemas de iluminación que consumen poca energía, que 159 ch-06 04/03/2002 16:57 Page 160 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas estimulan que se apaguen las luces cuando no se necesitan, que mejoran el aislamiento de sus escuelas, que monitorean los sistemas de calefacción y aseguran que se utiliza el mínimo necesario de agua para limpiar los urinarios de los alumnos. En el Reino Unido, fue la preocupación sobre los costos de la energía lo que provocó las primeras discusiones entre los directores y las Autoridades Locales de Educación acerca de la ‘generación del presupuesto’, el proceso por el cual la Autoridad decidía cuánto dinero en total dar a sus escuelas. En el pasado, antes del comienzo de los programas de Gestión Local de las Escuelas, el presupuesto para la utilización de energía había sido simplemente el gasto del año anterior, menos algunos ahorros debidos a la inversión por parte de la autoridad local (por ejemplo, mediante la instalación de nuevas calderas más eficientes en cuanto a su consumo de energía). Si se hubiera continuado con este enfoque, los ahorros en el uso de energía hechos por la escuela en un año habrían tenido como resultado directo menos dinero dado a las escuelas al año siguiente. Por consiguiente, la autoridad local tuvo que acordar la congelación de la posición como ésta era en 1988 y mantener el elemento constante en su presupuesto de consumo de energía, permitiendo únicamente los efectos de la inflación (o de la deflación, como fue el caso en años recientes en el Reino Unido). Ya hemos mencionado la interacción entre los costos de capital y los costos corrientes, y la situación esbozada anteriormente constituye un buen ejemplo. Si una autoridad local, como propietaria de los edificios escolares, decidía invertir en un programa de ahorro de energía en una escuela, ya no recibía ningún beneficio directo en su presupuesto central. Esto significa que la financiación para dichos programas fue reducida justo en el momento en que la presión nacional e internacional estaba creciendo para conservar la energía. Se encontró una solución bajo la forma de ‘programas de asociación’ (partnerships schemes) en los que se otorgaron ‘préstamos para la buena administración’ (good housekeeping loans) a las escuelas. Éstos eran préstamos sin intereses, con una tasa de reembolso situada aproximadamente al nivel de ahorro de la escuela. Por consiguiente, la escuela considerada individualmente tenía la posibilidad de proseguir con los programas de manera tal que no generaba costos (cost neutral) hasta que el préstamo hubiera sido pagado, y entonces la escuela ganaba todo el beneficio en su presupuesto. El éxito de este 160 ch-06 04/03/2002 16:57 Page 161 Componente 2: Mejora del currículo y Componente 4: Necesidades del sitio escolar programa fue tal que se extendió hasta cubrir otros gastos importantes que beneficiarían a la escuela en el largo plazo: por ejemplo, reemplazando las toallas de papel en los servicios por secamanos automáticos con aire caliente y ofreciendo intercambios telefónicos más modernos. La selección y aplicación de indicadores de costos de energía y servicios para las escuelas es una tarea compleja que requiere tener en cuenta la edad, las características de la construcción y la historia previa de los edificios escolares. Por ejemplo: el rápido cambio en las reglamentaciones aplicables a los edificios durante los últimos años en el Reino Unido, en relación con la calidad del aislamiento en las nuevas construcciones, implica que una escuela con edificios sólo unos pocos años más viejos que otra, pero idénticos en todos los otros respectos, tendrá costos de energía considerablemente más grandes. Los edificios que se encuentran en peor situación desde el punto de vista del aislamiento (y en otros respectos, incluyendo los costos de mantenimiento) fueron construidos en el Reino Unido durante la década de los sesenta y a comienzos de la década de los setenta, por lo que una escuela que tiene la mayoría o todos sus edificios de este período se encontrará en una grave desventaja financiera. Sin embargo, bajo la legislación vigente en el Reino Unido no es posible efectuar una asignación que tenga en cuenta estas diferencias en programas que operan con financiación mediante fórmulas. En países con grandes diferencias entre las temperaturas extremas se podría considerar apropiado medir con acuracidad la conductividad de los diferentes materiales y, por consiguiente, sería posible calcular el nivel de aislamiento en una escuela para determinar la financiación que debería recibir por sus necesidades de energía. Un fuerte argumento en contra sería que esto eliminaría algo del incentivo para que el administrador utilice la financiación a fin de mejorar la eficiencia con la que la escuela utiliza la energía. iii) Costos de limpieza. Generalmente se utilizan dos indicadores principales para calcular los costos de limpieza: el número de estudiantes de la escuela y el área total que se debe limpiar, siendo el último el más significativo. Otros factores pueden incluir el costo y la disponibilidad de fuerza de trabajo (generalmente más caras cerca de las grandes ciudades), la naturaleza de los terrenos de la escuela y las condiciones climáticas. Mucho barro cerca de la escuela y un tiempo lluvioso pueden tener un efecto considerable. 161 ch-06 04/03/2002 16:57 Page 162 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas El efecto del marco de referencia legal en el Reino Unido ha tenido una repercusión interesante sobre cómo se financian generalmente los costos de limpieza. La insistencia en que la mayoría de la financiación se base en una cifra que es proporcional al número de estudiantes ponderada en función de la edad significa que los costos de limpieza generalmente se incluyen en esa parte de la fórmula. No existe ninguna prueba de que los gastos de limpieza sean mayores con los estudiantes del grado 13 que con los del grado 7 (que representan los grados terminal e inicial de las escuelas secundarias en el Reino Unido). En efecto, es más probable que lo contrario sea lo verdadero. Se debate mucho acerca de si se debe o no tener en cuenta el área total de la escuela como un indicador para delegar financiación, cuando ciertamente es significativo en el caso de los costos de limpieza. Las autoridades locales que en el Reino Unido utilizan únicamente el número de estudiantes lo hacen a fin de estimular a las escuelas para que no mantengan espacios que no utilizan. Ésta es una respuesta a la considerable presión del gobierno sobre las autoridades locales para eliminar los lugares excedentes en las escuelas. iv) Otros costos de sitios de la escuela. Éstos pueden ser muchos y variados, así como muy difíciles de incorporar de manera significativa en una financiación mediante fórmulas. Se pueden sintetizar como factores excepcionales más allá del control de la gestión local y que tienen un significativo efecto adverso sobre los costos del sitio. A continuación presentamos algunos ejemplos. Piscinas: Las piscinas climatizadas cubiertas pueden agregar un elemento de costo importante al funcionamiento de la escuela. Ellas han sido colocadas en sitios escolares como resultado de la planificación estratégica de la autoridad local y no para el uso específico de la escuela, por lo que sería apropiado que las escuelas reciban una contribución para cubrir los costos de su funcionamiento (aunque, de ser posible, las escuelas deberían ser estimuladas para obtener ingresos con ellas). Instalaciones de doble uso: Éstas son instalaciones tenidas en copropiedad con la autoridad local y no son utilizadas exclusivamente por la escuela (por ejemplo, grandes polideportivos o bibliotecas). Las modalidades de financiación deben asegurar que la escuela no soporte una carga injusta de costos de energía, personal o mantenimiento. 162 ch-06 04/03/2002 16:57 Page 163 Componente 2: Mejora del currículo y Componente 4: Necesidades del sitio escolar Unidades para necesidades especiales: La autoridad local puede designar a algunas escuelas para que alojen unidades especiales destinadas a los estudiantes con dificultades de aprendizaje, de comportamiento o minusvalías físicas. Esto puede generar costos adicionales de personal, de mantenimiento (especialmente si la escuela posee un área significativamente mayor de la que habría dispuesto si no hubiera tenido que ofrecer espacio a niños que utilizan sillas de ruedas), de energía (por ejemplo, si tiene una piscina para hidroterapia). Las modalidades de financiación deben asegurar que la escuela no sea puesta en situación de desventaja. Ocupación externa del sitio: La autoridad local u otros pueden utilizar parte del sitio, como oficinas, para albergar instalaciones que sirven a algunas escuelas (tales como equipos de mantenimiento de terrenos) o como una instalación comunitaria. La escuela debe ser reembolsada por los costos directos de cualquiera de dichas actividades. Escuelas comunitarias: En el Reino Unido, cierto número de escuelas es designado como ‘escuelas comunitarias’. Esto significa que tienen especial responsabilidad en la provisión de actividades educacionales y sociales para los miembros de la comunidad local. Éstas se realizan generalmente fuera de las horas de clase, aunque muchas escuelas tratan de ofrecer algunas actividades durante la jornada escolar, si disponen de espacio. Las autoridades locales que apoyan este tipo de actividad deben asegurar que las escuelas sean reembolsadas totalmente por todos los costos. Es normal reembolsar los costos directos (energía, limpieza y guardianía) a la escuela. Es una obligación legal, sin embargo, los costos encubiertos, tales como mayor mantenimiento y el hecho de que la escuela no pueda obtener ganancias mediante el alquiler de sus propias instalaciones cuando son utilizadas por la comunidad, frecuentemente se ignoran. Rotación anormal de los estudiantes: Algunas escuelas experimentan una muy alta rotación de los estudiantes debido a su localización. Tres ejemplos: la escuela A tiene a su cargo todo el alojamiento temporal que la autoridad local ofrece a las personas sin domicilio en su área de captación; la escuela B está localizada en un área donde las familias de los estudiantes graduados de una gran universidad tienden a vivir; la escuela C sirve a una base de la fuerza armada donde los soldados son regularmente cambiados a 163 ch-06 04/03/2002 16:57 Page 164 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas otros puestos, desplazándose con sus familias. Las actividades de enseñanza y las rutinas normales de todas estas escuelas sufren perturbaciones en mayor o menor medida. Es probable que las repercusiones sean mayores en la escuela A, que deberá satisfacer una amplia gama de necesidades de orden emocional y comportamental. Es difícil establecer los costos diferenciales de los distintos tipos de rotación que se han enumerado previamente, por lo que frecuentemente la tendencia ha consistido en tratar de absorber esta área en los indicadores de costos suplementarios de los estudiantes. (d) Establecimientos que funcionan en sitios dispersos Los establecimientos que funcionan en sitios dispersos existen en algunos sistemas de educación debido a diversas razones. Por ejemplo, en Inglaterra y Gales llegaron a ser muy comunes en la década de los setenta, como producto de la orientación consistente en suprimir la selección en el nivel secundario y reemplazar los liceos (grammar schools, que recluta a los alumnos selectivamente) y los colegios de enseñanza general (secondary-modern schools) por un sistema escolar secundario no selectivo (comprehensive schools). Los limitados recursos financieros asignados por el gobierno para implementar este proceso, a menudo forzaron al amalgamamiento de diversas escuelas en un solo establecimiento. En algunos casos, este proceso produjo cambios tan pequeños como el de sólo cambiar el letrero con el nombre en el frontis de las escuelas y reemplazar a dos directores por uno solo. Por consiguiente, la naturaleza de un establecimiento que funciona en sitios dispersos varía: en un extremo encontramos una situación relativamente fácil de manejar, en la que las dos escuelas precedentes fueron construidas en un mismo campus y, por tanto, estrictamente hablando, todos los edificios se encuentran en el mismo sitio (aunque a menudo separados por campos y unos cientos de metros). En el otro extremo, una escuela puede estar compuesta de edificios situados en tres sitios, a una milla o más de distancia entre ellos. Una situación semejante plantea múltiples y significativos problemas de costos que deben ser superados por la administración de la escuela. Una dimensión ‘sitios dispersos’, tratada como un elemento estrictamente definido en una fórmula de financiación, puede causar considerables problemas relacionados con la formulación de una definición precisa de lo que significa ‘sitios dispersos’. Una simple 164 ch-06 04/03/2002 16:57 Page 165 Componente 2: Mejora del currículo y Componente 4: Necesidades del sitio escolar definición histórica podría ser suficiente (por ejemplo, ‘formada por la amalgama de dos o más escuelas’), pero las definiciones históricas pueden ser excluidas por las reglas de financiación impuestas por el gobierno, como sucedió en el Reino Unido en 1988. En este caso puede ser difícil formular una definición objetiva y éste fue, en efecto, el objeto de un importante debate entre directores de escuela en el momento de la implementación de la Gestión Local de las Escuelas en el Reino Unido. Si la separación de los edificios era el criterio principal, había varias escuelas que habían sido deliberadamente construidas con edificios situados a cierta distancia que habrían sido incluidos en la definición. En la circunscripción de una autoridad local, por ejemplo, se decidió asignar financiación adicional únicamente a las escuelas que tenían edificios separados por una vía pública, aunque incluso aquí hubo un debate sobre si una vía o carril de autobús constituía o no una vía pública. Los costos adicionales de la gestión de una escuela con sitios dispersos están distribuidos en un amplio espectro. Estos son frecuentemente costos asociados con la necesidad de proveer personal adicional (todos los sitios pueden necesitar una recepción, guardianía o personal de seguridad separados, simplemente porque están disgregados). A menudo hay costos adicionales debido a restricciones de horario o de actividades de orientación, porque el movimiento del personal y los estudiantes entre los sitios puede requerir el empleo de personal docente adicional. Donde hay grandes distancias entre los sitios, el transporte y la comunicación pueden generar costos adicionales, y también se pueden producir importantes aumentos en los costos porque es necesario reconocer que la gestión de las facultades o de las áreas curriculares requiere una supervisión diaria más estricta que sólo se puede lograr en una escuela con sitios dispersos cuando se dispone de más personal experimentado. Si bien algunas Autoridades Locales de Educación en el Reino Unido han tendido a abandonar los sitios dispersos de sus programas de Gestión Local de las Escuelas, algunos todavía los conservan. Un estudio emprendido recientemente para la ciudad de Westminster por Cambridge Education Associates revela notables discrepancias en los efectos de las diferentes fórmulas aplicadas a dichas escuelas. Una escuela específica en el estudio, que pasó hipotéticamente de una autoridad local a otra dentro de Londres, recibiría una financiación por sitio disperso que variaría de £5.200 a £415.895. Esto sugiere que no se ha efectuado un genuino análisis basado en necesidades y que las cifras a las que se ha llegado son el producto de cálculos basados en 165 ch-06 04/03/2002 16:57 Page 166 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas precedentes históricos o en inspiradas acciones de presión de los directores de establecimientos que funcionan en sitios dispersos. Un enfoque útil para decidir cuánto se debería gastar en una escuela con sitios dispersos sería calcular lo que costaría el funcionamiento de ambos sitios como escuelas separadas en la fórmula normal de financiación. Probablemente uno o más de los sitios se beneficiaría del factor protección de un sitio pequeño, generalmente otorgado mediante una asignación a suma alzada, o mediante un factor conocido como ‘protección en materia de currículo’, o una combinación de ambos. Si el costo de funcionamiento de la escuela, como establecimiento que funciona en sitios dispersos, es mayor que lo que sería el de dos o más sitios que funcionan como escuelas separadas, entonces la generosidad de la fórmula de financiación del sitio disperso debe ser cuidadosamente analizada. La conciencia de los costos adicionales de funcionamiento (como algo distinto de otros problemas de gestión, disciplina y currículo) de las escuelas que funcionan en sitios dispersos se ha convertido en una importante influencia al guiar a las autoridades locales en el uso de los escasos fondos disponibles para inversiones en obras. Unificar a las escuelas en un solo campus se ha convertido, por consiguiente, en una prioridad en muchas áreas. Conclusión Este capítulo ha examinado dos de los cuatro principales componentes utilizados en la mayoría de los enfoques de financiación de las escuelas mediante fórmulas. El primero, la mejora del currículo, fue enfocado desde el ángulo de la oferta de una mayor diversidad en la escolarización al permitir que algunas escuelas ofrezcan programas especializados o técnicas de impartir el currículo que no forman parte de la oferta tradicional y que generalmente implican costos suplementarios. Este componente se desagregó en elementos relacionados con los costos del personal docente, el personal no docente, el equipamiento, los materiales y los edificios. El segundo componente, el costo de los sitios escolares, se concentró en los costos diferenciales que no estaban totalmente bajo el control de los administradores de las escuelas: el tamaño de la escuela, la localización de la escuela, los costos de funcionamiento del sitio y los establecimientos que funcionan en sitios dispersos. El mensaje principal que emerge de este capítulo es que la construcción de fórmulas de financiación para cubrir estos dos 166 ch-06 04/03/2002 16:57 Page 167 Componente 2: Mejora del currículo y Componente 4: Necesidades del sitio escolar componentes es un asunto complejo que se debe concentrar en torno a un cuidadoso y pragmático análisis de las dimensiones del costo que frecuentemente son influidas por fuerzas que operan fuera de las escuelas mismas. Es evidente que el mejoramiento de la calidad y la justificación de los enfoques de financiación mediante fórmulas en esta área requiere un estudio más detallado. Un enfoque atractivo de investigación en este dominio sería estudiar los Componentes 2 y 4 en mayor detalle tratando de “controlar” los Componentes 1 y 3. Esta forma de análisis requeriría un estudio intensivo de grupos de escuelas que son idénticas en tamaño, que tienen estudiantes en el mismo rango de edad y que sirven a comunidades similares, pero que están alojadas en edificios de tipos diferentes, que tienen diferentes localizaciones y que brindan currículos diferentes. Un estudio semejante podría tratar de cuantificar de manera más precisa el impacto de los componentes ‘mejora del sitio y del currículo’ sobre los recursos disponibles para la enseñanza y el aprendizaje. Referencias Griffith, D.A. 1997. The development of a spatial model to quantify access to services in rural and remote areas of Australia. Tesis doctoral no publicada, University of the Northern Territory, Darwin. Ross, K.N. 1992. Formula-based funding of public libraries in Victoria, Australia. Geelong, Victoria, Survey Research Centre, Deakin University. 167 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 169 Parte III Estudios de caso en la aplicación de la financiación mediante fórmulas ch-07 04/03/2002 16:58 Page 171 Capítulo 7 Estudio de caso 1: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Australia Brian J. Caldwell y Peter W. Hill 7.1 Los orígenes de la financiación mediante fórmulas La Mancomunidad de Australia es una nación de aproximadamente 18 millones de habitantes. Comprende seis estados y dos territorios, y estos últimos gozan de acuerdos de autonomía que les dan un estatuto muy cercano al de estados plenos. En Australia, la educación es responsabilidad constitucional de cada estado, pero el gobierno nacional (Mancomunidad) tiene una considerable influencia porque es una fuente importante de financiación de la educación. Cada sistema estatal de educación pública es administrado como una entidad independiente, aunque por razones administrativas se pueden organizar en regiones. No hay autoridades locales de educación, como en el Reino Unido, ni distritos escolares, como en los Estados Unidos de América. 7.2 Gastos en educación La principal fuente de financiación de la educación primaria y secundaria en Australia es el impuesto a los ingresos recaudados por el gobierno de la Mancomunidad y posteriormente transferido a los gobiernos estatales y territoriales mediante subvenciones generales o con propósitos específicos. Al asignar los fondos a los estados y territorios, el gobierno de la Mancomunidad toma en cuenta los costos reales de la provisión en los diferentes estados. Sin embargo, tras recibir los fondos de la Mancomunidad, los estados y los territorios disponen de un gran poder de decisión sobre las maneras en que los gastarán en la educación. Los estados y los territorios recaudan ingresos adicionales mediante un conjunto de impuestos y otras cargas. 171 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 172 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas El sector escolar no gubernamental es considerable en Australia, pues alrededor del 30% de los estudiantes asisten a estas escuelas. Este sector incluye un significativo número de escuelas que pertenecen al Sistema de Escuelas Católicas. Su ingreso proviene de los derechos de escolarización, de los gobiernos estatales o territoriales y, en una mayor medida en lo que respecta a la financiación pública, del gobierno de la Mancomunidad. 7.3 Asignación de recursos a las escuelas Tradicionalmente, hasta comienzos de la década de los setenta, los ministerios de educación de los estados y los territorios tomaron la mayoría de las decisiones importantes sobre la asignación de los recursos a las escuelas. El personal fue asignado según una fórmula simple basada en el tamaño y el nivel de escolaridad, y los suministros y el equipamiento fueron asignados o solicitados de manera semejante. Las únicas fuentes de financiación eran las contribuciones voluntarias de los padres de familia o las que provenían de la recolección de fondos a nivel local. El desafío a esta organización centralizada fue planteado en un influyente informe redactado por Freeman Butts, de la Universidad de Columbia (Nueva York) quien visitó Australia y criticó los supuestos de la educación australiana (Butts, 1955). Cuestionó la visión prevaleciente que consideraba que ‘igualdad’ debería significar ‘uniformidad’ y constató la ausencia de opciones, así como la existencia de fuertes controles del gobierno que operaban a expensas del poder de la comunidad. Sin embargo, no fue sino hasta comienzos de la década de los setenta, tras el informe del Interim Committee for the Australian Schools Commission (Comité Interino de la Comisión de Escuelas Australianas), que los cuestionamientos al control centralizado de la escolarización fueron colocado en las agendas de todos los organismos involucrados en el funcionamiento de las escuelas australianas. Este comité exigió un control menos centralizado sobre las operaciones de las escuelas, de modo tal que la responsabilidad de la toma de decisiones pudiera ser devuelta en la medida de lo posible a las personas involucradas efectivamente en la tarea educacional, en consulta con los padres de familia de los estudiantes y con los propios estudiantes de los niveles superiores (Interim Committee for the Australian Schools Commission, 1973). 172 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 173 Estudio de caso 1: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Australia Una importante iniciativa de la Australian Schools Commission fue la creación de una serie de subvenciones con propósitos especiales, muchas de las cuales serían desembolsadas directamente a las escuelas sobre la base de solicitudes preparadas por el personal y los miembros de la comunidad. Durante las décadas de los setenta y los ochenta, el número de tales subvenciones aumentó rápidamente, suplementadas por otras debidas a la iniciativa de los gobiernos estatales. La deszonificación de la asistencia escolar también comenzó en algunos estados en los años subsiguientes, haciéndose importantes esfuerzos para dar más poder a las comunidades escolares mediante estructuras tales como los consejos escolares. En la década de los noventa, el organismo que reemplazo a la Australian Schools Commission, denominado ‘Schools Council of the National Board of Employment Education and Training’ (Consejo Escolar del Comité Nacional de Empleo, Educación y Formación), enunció valores similares, haciéndolos más explícitos en relación con la descentralización de las responsabilidades en la gestión de las escuelas y la asignación de los recursos. El Consejo Escolar consideraba que las comunidades escolares serían capaces de demostrar flexibilidad para responder a las cambiantes circunstancias, y que esto requeriría que las escuelas tuvieran la capacidad de modificar la organización de sus recursos a fin de aumentar las oportunidades de aprendizaje (Schools Council, 1993). 7.4 Emergencia de una variedad de mecanismos de financiación basados en necesidades A comienzos de la década de los noventa, los diversos sistemas educacionales existentes en Australia habían tomado caminos más bien diferentes hacia mecanismos de financiación basados en necesidades. En el análisis que sigue se presentará una breve síntesis de los tres ejemplos que ilustran cómo emergieron estos mecanismos durante 20 años, hasta comienzos de la década de los noventa. Éstos incluyen al sistema educacional del gobierno de Tasmania, que fue el primer estado que adoptó de manera global dicho enfoque; el sistema educacional del gobierno de Queensland, que permaneció relativamente centralizado, con intenciones de adoptar un enfoque más centrado en el estudiante desde 1998, y un sistema de educación católica en la Arquidiócesis de Melbourne, que adoptó una descentralización moderada. 173 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 174 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas (a) Tasmania: financiación mediante fórmulas en una administración descentralizada Tasmania es el estado más pequeño de Australia. Sin embargo, adoptó relativamente pronto la descentralización de fondos a las escuelas, siguiendo el trabajo pionero de la Australian Schools Comission. En efecto, este estado ofreció el modelo para las escuelas autogestionadas que ha probado su utilidad en diversos países (Caldwell y Spinks, 1992; 1998). Hacia 1998, los fondos para cubrir casi todo el gasto no relacionado con el personal fueron descentralizados a las escuelas. El Paquete de Recursos para las Escuelas (School Resource Package), que se caracteriza por una gran flexibilidad en lo que se refiere a su distribución, tiene cuatro componentes: la Subvención de Apoyo General (General Support Grant), la Subvención de Mantenimiento (Maintenance Grant), Energía (Energy) y, finalmente, el Programa de Ayuda al Estudiante (Student Assistance Scheme). La subvención de apoyo general se distribuye de la manera siguiente: 67% per cápita, 25% para necesidades educacionales y 8% para necesidades rurales, con proporciones relativas entre todos los sectores de 1,00 para primaria (K6), 1,25 para los años 7-10 y 1,45 para los años 11-12. La subvención para mantenimiento se distribuye de la siguiente manera: 40% para el índice de necesidades de los edificios, 45% per cápita, 7% para necesidades educacionales y 8% para necesidades rurales, con proporciones relativas de 1,00 para primaria (K-6) y 1,60 para secundaria (7-12). Las necesidades educacionales de las escuelas de Tasmania se miden en una escala denominada Índice de Desventaja Educacional de Ross (Ross Index of Educational Disadvantage), que se toma en asociación con una medida de la proporción de estudiantes que reciben una asignación de asistencia del gobierno en función del ingreso comprobado. Las metodologías estadísticas requeridas para producir el Índice de Desventaja Educacional de Ross fueron desarrolladas en 1983 por Kenneth Ross de la Universidad de Melbourne (Ross, 1983). Ross construyó el índice utilizando 44 variables derivadas de los datos censales y éstas fueron reducidas a seis dimensiones de perfil social para determinar una medida de desventaja socioeconómica en función de la capacidad de los estudiantes para beneficiarse de las instalaciones educacionales: ocupación, ingreso, vivienda, educación, estructura familiar y régimen de tenencia (alquiler o propiedad). Se obtuvo una medida del índice cartografiando el área de captación de cada escuela de 174 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 175 Estudio de caso 1: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Australia los alumnos en cuarto año (de primaria) y octavo año (de secundaria) en las áreas de recolección de los datos censales utilizadas por la Oficina de Estadística de Australia (Australian Bureau of Statistics). El resultado fue una escala de 16 niveles de desventaja socioeconómica. Un indicador adicional de necesidad para las escuelas rurales aisladas de Tasmania se determinó calculando la distancia de las escuelas a una ciudad importante y el tamaño de los centros donde estaban localizadas las escuelas, con proporciones relativas aplicadas según el sector de escolarización. Estos indicadores socioeconómicos y de aislamiento se aplicaron en asociación con el porcentaje de desagregación de la financiación entre los cuatro componentes del Paquete de Recursos para las Escuelas, a fin de generar un presupuesto global para cada escuela. Todos los derechos económicos del personal docente y no docente fueron asignados utilizando este enfoque. (b) Queensland: Fórmulas de asignación de recursos en una administración centralizada Queensland, por el contrario, ofrece poca flexibilidad de gestión a las escuelas dentro de un enfoque relativamente tradicional y centralizado de administración de la educación. Todo el personal docente y no docente es asignado mediante algunas fórmulas de asignación de recursos que reflejan el nivel y el tipo de escolarización, con variaciones para tener en cuenta las circunstancias locales, lo que se logra con un pequeño grado de discreción regional. La única flexibilidad permitida a las escuelas en lo que se refiere a la gestión de fondos proviene de la Subvención Escolar (School Grant) que cubre suministros, equipamiento, reparaciones menores, mantenimiento de las instalaciones y desarrollo profesional. El programa Escuelas Líderes de Queensland (Queensland’s Leading Schools) comenzó en 1998 con las escuelas más grandes del estado, dándoles la oportunidad de planificar la asignación de un presupuesto más voluminoso, con mayor poder de decisión a nivel de la escuela. Se pretende que esto será guiado por una fórmula que incluye un gran componente basado en necesidades. El diseño preliminar de una fórmula de financiación se inició a comienzos de 1998. Un cambio en el gobierno a mediados de 1998 condujo al abandono del programa Escuelas Líderes de Queensland (Queensland’s Leading Schools), pero el desarrollo del enfoque de la financiación mediante fórmulas basada en necesidades prosigue. 175 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 176 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas (c) Las escuelas católicas de Victoria: Fórmulas de financiación en una administración moderadamente descentralizada Aproximadamente el 30% de todos los estudiantes australianos se educa en escuelas no gubernamentales y la mayoría de éstas forman parte del sistema de escuelas católicas. Ninguna descripción de los esfuerzos destinados a implementar la financiación basada en necesidades en condiciones de descentralización sería completa sin referirse a los enfoques existentes en esos sistemas. El modelo adoptado por la Comisión de Educación Católica de Victoria (Catholic Education Commission of Victoria) se basa en el compromiso de promover la igualdad de oportunidades. Como en Tasmania, y anteriormente en las escuelas del gobierno de Victoria, el modelo de recursos utiliza en su aplicación el Índice de Desventaja Educacional de Ross. Todas las escuelas primarias y secundarias reciben un presupuesto total que es guiado por la ubicación en el Índice de 16 puntos de Ross. Centralmente se retienen montos para gastos tales como apoyo a la escuela, desarrollo del personal docente y licencias sabáticas. Es de particular interés la forma en la que las subvenciones recurrentes del estado y de la Mancomunidad se combinan y son provistas a las escuelas, de las cuales se deduce una contribución esperada de ingreso privado local. Este último rubro está constituido esencialmente por un pago de los padres de familia, también determinado en la escala de 16 puntos, previéndose la exoneración de los padres de familia que no lo pueden pagar. 7.5 La financiación de las escuelas mediante fórmulas como pieza clave de la reforma de la gestión en las escuelas públicas del estado de Victoria El estado de Victoria tiene una población cercana a los cinco millones de personas y un sistema de educación pública que atiende a 520.000 estudiantes en aproximadamente 1.700 escuelas. Aproximadamente el 90% del presupuesto de educación del estado está descentralizado en las escuelas, la más alta proporción en Australia y, por esta razón, merece particular atención. Es conveniente notar que Nueva Gales del Sur (New South Wales), el estado más grande de Australia, planeaba moverse en esta dirección a fines de la década de los ochenta y comienzos de la de los noventa, pero la firme oposición del sindicato de profesores a incluir 176 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 177 Estudio de caso 1: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Australia un componente de salarios en el presupuesto de la escuela hizo que el programa se quedara corto en sus intenciones. (a) La reforma “Escuelas del futuro” El Programa “Escuelas del futuro” en Victoria se basa en la creación de un sistema de escuelas autogestionadas dentro de un marco de referencia constituido por el currículo y estándares. Coherente con los esfuerzos destinados a reestructurar el sector público, se ha producido una importante reducción de los organismos central y regionales de educación, y se cuenta con un pequeño pero poderoso núcleo estratégico que “dirige” el sistema. Mientras que la mayor parte del personal sigue siendo empleado centralmente, cada vez hay una mayor capacidad a nivel de la escuela para seleccionar al personal y determinar la combinación de personal profesional y paraprofesional, así como las modalidades de apoyo. Las escuelas tienen sus propios presupuestos, en un proceso que se podría describir ya sea como presupuestación global o presupuestación basada en la escuela, permitiendo la capacidad de decisión en la distribución a nivel local, en función de una combinación de prioridades de la escuela y del estado que, en Victoria, está encarnada en un contrato escolar (school charter) que ofrece un marco de referencia para la planificación y la rendición de cuentas durante un período de tres años. Desde la elección del primer gobierno de Kennett a fines de 1992, la reforma escolar en Victoria es, sin duda, la más radical de cualquier sistema de educación pública en Australia desde la instauración de las escuelas gubernamentales a fines del siglo XIX (Caldwell y Hayward, 1998, para una descripción del diseño y la implementación de las “Escuelas del futuro”). Cerca del 90% del gasto corriente se distribuye a las escuelas en lo que en Victoria se conoce como ‘Presupuesto Global de la Escuela’ (School Global Budget), que corresponde al ‘Presupuesto Delegado a las Escuelas’ (Delegated Schools Budget), como se definió en el Capítulo 3. En éste y en la mayoría de otros aspectos, las reformas de Victoria se asemejan a lo que ha ocurrido en el Reino Unido con la gestión local de las escuelas y, en menor medida, en Nueva Zelandia. La coherencia en el movimiento hacia el concepto de « presupuesto global de la escuela » ganó impulso en Victoria a comienzos de la década de los ochenta, con la introducción del presupuesto por programa (programme budgeting) y el otorgamiento de poder a los consejos escolares para definir la política y aprobar el presupuesto, que llegaba a cerca del 5% del gasto corriente. Esta evolución fue bloqueada a fines de 177 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 178 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas la década de los ochenta por la oposición de los sindicatos de profesores, las organizaciones de padres de familia y algunos burócratas, pero fue vuelta a impulsar significativamente por el gobierno de Kennett a comienzos de la década de los noventa. (b) Principios que subyacen en la financiación mediante fórmulas utilizada en Victoria Habiéndose determinado que cerca del 90% del presupuesto público destinado a las escuelas les sería asignado mediante una fórmula de financiación, el gobierno del estado tuvo que establecer un marco de referencia para la construcción de la fórmula. Para apoyar la realización de esta tarea se creó un comité cuya misión consistía en asesorar al ministro de educación sobre las metodologías apropiadas para construir fórmulas de financiación que permitieran calcular los recursos a los que tenían derecho las escuelas consideradas individualmente. Las recomendaciones presentadas en dos informes (Education Committee, 1994; 1995; 1996) fueron aceptadas y ejecutadas, consistiendo en un núcleo de financiación per cápita suplementado con asignaciones basadas en las necesidades de los estudiantes en situación de riesgo, minusválidos y deficientes, que viven en las áreas rurales y aisladas, cuyos antecedentes lingüísticos no son anglófonos y que asisten a escuelas que participan en diversos programas prioritarios de educación. Aquí tienen especial interés los ocho principios para la construcción de fórmulas de financiación que el comité adoptó desde el comienzo. i) Preeminencia de las consideraciones educacionales. Las decisiones relativas a qué componentes, dimensiones e indicadores serán incluidos en la construcción de la fórmula de financiación serán guiadas únicamente por consideraciones educacionales. ii) Equidad. Las escuelas que tienen las mismas combinaciones de necesidades de aprendizaje deben recibir el mismo monto global de recursos. iii) Transparencia. La construcción y la aplicación de la fórmula de financiación deben ser claras y fácilmente comprensibles por todos los interesados, y la base para la asignación de los recursos a todas y cada una de las escuelas debe ser de conocimiento público. iv) Subsidiariedad. Las decisiones sobre la distribución de los recursos asignados a una escuela deben hacerse centralmente sólo en situaciones extraordinarias, cuando la escuela no puede asumir la responsabilidad de la toma de decisiones. 178 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 179 Estudio de caso 1: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Australia v) Rendición de cuentas. Una escuela que recibe recursos porque tiene estudiantes con cierta combinación de necesidades de aprendizaje debe asumir la responsabilidad de la utilización de esos recursos para proveer los programas que satisfagan esas necesidades y debe rendir cuentas del uso de dichos recursos, incluyendo los resultados en relación con las necesidades de aprendizaje. vi) Implementación estratégica. Cuando se señalan nuevas modalidades de financiación, éstas se deben implementar progresivamente durante varios años a fin de evitar cambios drásticos en los niveles de financiación de las escuelas de un año al otro. vii) Eficacia. Las proporciones relativas entre las asignaciones de recursos a través de las edades y los grados generadas por la fórmula de financiación deben reflejar el conocimiento de la eficacia de la escuela y el aula. viii) Eficiencia. Las decisiones sobre la asignación de recursos dentro de las escuelas deben reflejar el conocimiento sobre las maneras más rentables (cost-effective) de lograr los resultados deseados en la escolarización. La aplicación de los ocho principios enunciados anteriormente tuvo una gran repercusión sobre los debates que rodearon el establecimiento de las fórmulas de financiación. Por ejemplo, el comité encontró que la magnitud del diferencial existente en las asignaciones a las escuelas primarias y secundarias en favor de estas últimas no se justificaba según el primer principio (“preeminencia de las consideraciones educacionales”) y lo tomó en consideración. Consecuentemente, recomendó que las asignaciones reflejaran las necesidades en diferentes niveles de la escolaridad (P-4, 5-8 y 9-12). Al hacerlo, prestó particular atención a la investigación sobre la eficacia de la escuela y el aula, especialmente en los primeros años de primaria en relación con los resultados en lecto-escritura y los años intermedios para asuntos relacionados con la insatisfacción de los estudiantes. En otro ejemplo, habiendo expresado la opinión de que no había ninguna justificación para reducir los niveles de financiación en el nivel secundario, el comité invocó el principio de implementación estratégica y recomendó que la eficiencia y la eficacia se convirtieran en consideraciones capitales. (c) Estructura del Presupuesto Global de la Escuela La estructura del Presupuesto Global de la Escuela (Presupuesto Delegado a las Escuelas) se sintetiza en el Cuadro 7.1. El Presupuesto 179 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 180 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Total de las Escuelas, excluyendo los gastos de capital, para el sistema escolar en el año fiscal 1995-1996, fue de US$ 979 millones, de los cuales un poco más del 5%, US$ 52 millones, se gastó en administración del estado, incluyendo los salarios del personal basado en los niveles central y regional, costos de administración y de oficinas, y una proporción de los costos de operación del Comité de Estudios (Board of Studies) 2. Por consiguiente, una suma de US$ 927 millones, es decir, un poco menos del 95% del presupuesto total de la educación escolar, fue entregada para el gasto a nivel de la escuela. Cuadro 7.1 Estructura del Presupuesto Total de las Escuelas en Victoria para el año fiscal 1995-1996 (excluye los gastos de capital) Componente Fondos (millones de US$) Asignación a nivel de la escuela Presupuesto Delegado a las Escuelas 1. Asignación básica por estudiante 2. Mejora del currículo 3. Necesidades suplementarias de educación del estudiante a) Minusvalías y deficiencias b) Necesidades especiales de aprendizaje c) Antecedentes lingüísticos no anglófonos 4. Necesidades del sitio escolar a) Ruralidad y aislamiento b) Edificios Porcentaje del total 710 23 72,5 2,4 30 12 13 3,1 1,2 1,3 9 53 0,9 5,4 850 86,8 Exclusiones esenciales relacionadas con el gasto de la escuela 77 7,9 Asignación total a nivel de la escuela 927 94,7 52 5,3 979 100 Presupuesto Total Delegado a las Escuelas Asignación no efectuada a nivel de la escuela Exclusiones esenciales relacionadas con la administración del sistema Presupuesto Total de las Escuelas (excluyendo los gastos de capital) 2. El Consejo de Estudios (Board of Studies) es un órgano estatutario responsable de establecer el currículo y los estándares para los estudiantes de las escuelas gubernamentales y no gubernamentales en todos los años de escolaridad, desde Preparatorio hasta el Año 10, así como la evaluación y la certificación de todos los estudiantes en los Años 11 y 12, los dos últimos años de escolaridad. 180 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 181 Estudio de caso 1: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Australia Otros US$ 77 millones, un 8% del total de los gastos corrientes, fue excluido del Presupuesto Delegado a las Escuelas, a pesar de que se incurría en estos costos a nivel de la escuela. Estos fondos se excluyeron porque las escuelas no estaban en condiciones de controlar su gasto, o porque se anticipó que habría una excesiva variación del gasto, o porque era probable que los patrones de gastos fueran impredecibles (reflejando el principio de subsidiariedad). Estos fondos incluían los costos de transporte en autobús de los estudiantes, que es la responsabilidad de otro organismo del gobierno; la provisión de un subsidio de educación para las familias pobres, para ayudarlas a sufragar los costos inevitables de la escolarización, tales como uniformes y libros; los costos salariales de los profesores suplentes, ahí donde había una ausencia prolongada del profesor titular; y los costos de provisión de servicios de apoyo a la escuela, tales como terapeutas del lenguaje y psicólogos, que atienden a varias escuelas. El monto total de las Retenciones Esenciales llegó así a US$ 129 millones o un 13% del Presupuesto Total de las Escuelas. Esto deja un total de US$ 850 millones o un 87% del Presupuesto Total de las Escuelas, para la educación, que fue provisto directamente a las escuelas consideradas individualmente bajo la forma de Presupuesto Delegado a las Escuelas. 7.6 El diseño de la fórmula de financiación Los componentes, dimensiones e indicadores utilizados en la fórmula de financiación para Victoria (Australia) están sintetizados en el Cuadro 7.2. En el análisis siguiente se describe cómo se desarrollaron estos tres aspectos de la fórmula de financiación. (a) Componente 1: Asignación básica por estudiante En el año fiscal 1995-1996, los fondos para cubrir los costos de operación y salariales en las escuelas se basaron en una fórmula que tenía diferentes ponderaciones para las escuelas primarias y secundarias. La tasa para los estudiantes de educación secundaria fue aproximadamente un 43% más alta que para los estudiantes de educación primaria. Siguiendo una vasta investigación de los patrones reales de la asignación interna de los fondos en las escuelas y tras considerar las pruebas provistas por la investigación, respecto a las necesidades educacionales de los estudiantes en diferentes niveles de escolaridad, se formularon recomendaciones (Education Committee, 181 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 182 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas 1996) para cambiar en 1998 a un sistema de financiación per cápita del núcleo, con diferentes ponderaciones según los niveles de escolaridad (P-4, 5-8, 9-12). Estas ponderaciones reducirían los diferenciales entre los niveles de financiación para los estudiantes de primaria y secundaria. Para los dos primeros grados (Preparatorio y Grado 1) se recomendó que los niveles de financiación per cápita fueran por lo menos un 20% más altos que para los Grados 3 y 4. Esto se hace para posibilitar que haya clases más pequeñas en el grado Preparatorio (Blachford y Mortimore, 1994) y se implemente una estrategia global de alfabetización, incluyendo la tutoría individualizada (un profesor-un alumno) en el Grado 1, basándose en la obra Reading Recovery (Clay, 1991, 1993; Clay y Watson, 1982). Durante los años intermedios de la escolaridad, a saber, los dos últimos años de la educación primaria y los dos o tres primeros de la educación secundaria, se reconocía que los modelos tradicionales de provisión de educación primaria y secundaria fracasaban regularmente en satisfacer las necesidades de educación y desarrollo de los jóvenes adolescentes (ACSA, 1996; Carnegie Council, 1989; Capelluti y Stokes, 1991; Eyers, 1993; Hargreaves y Earl, 1990). Si bien un examen de los enfoques de “la mejor práctica” para la escolaridad intermedia en el contexto australiano (véase, por ejemplo, Cumming y Fleming, 1993; McKenzie y Taylor, 1995) no revelan la existencia de “la mejor manera”, sí indican algunos elementos comunes, el más importante de los cuales, por lo menos en lo que se refiere a los niveles de financiación, se refiere a los equipos interdisciplinarios de profesores que trabajan con el menor número posible de estudiantes en el mayor número de materias posible. En consecuencia, los pesos de los Grados 5 y 6 podrían situarse en un nivel más alto que para los Grados 3 y 4, para permitir la planificación común del tiempo de los profesores en los dos últimos años de la escuela primaria. Esto significa que la disparidad en la financiación per cápita de los estudiantes en el Grado 7 (el primer año de la escuela secundaria) comparada con el Grado 6 (el último año de la escuela primaria) se reduciría significativamente. Sin embargo, se ha construido un gradiente ascendente continuo en los pesos de los Grados 5 a 8 en el conjunto propuesto de ponderaciones en reconocimiento de la cada vez mayor evaluación que realizan los profesores y del tiempo involucrado en la preparación, la creciente necesidad de clases más pequeñas y los costos de operación adicionales en áreas especializadas, como ciencias, durante los años intermedios. 182 ch-07 Componente 1: Asignación básica por estudiante 1.a) Asignación básica 1.a) Matrícula total 1.b) Diferenciación por grado-nivel Componente 2 : Mejora del currículo 2.a) Programas con propósitos especiales 2.b) Programas de lenguas extranjeras 2.c) Programas con temas aborígenes 2.d) Desarrollo profesional de los profesores 2.e) Reestructuración dentro de la escuela Componente 3 : Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes 3.a) Status socioeconómico 3.b) Falta de dominio de la lengua 3.c) Bajo nivel de rendimiento educacional 3.d) Minusvalías, deficiencias, etc. Componente 4 : Necesidades del sitio escolar 4.a) Tamaño de la escuela 4.b) Localización (en función del aislamiento) 183 4.c) Costos de funcionamiento del sitio (limpieza) 4.d) Costos de funcionamiento del sitio (mantenimiento) 1.a) Estudiantes ETC ponderado 1,00 primaria y 1,43 secundaria 1.b) Estudiantes ETC ponderado diferencialmente para P-4, 5-8, 9-12 2.a) Estudiantes ETC involucrados 2.b) Estudiantes ETC involucrados 2.c) Estudiantes ETC involucrados 2.d) Número de profesores involucrados 2.e) Número de profesores involucrados 3.a) Puntaje de la escuela en el indicador de desventaja socioeconómica 3.b) Estudiantes ETC de hogares no anglófonos 3.c) Estudiantes ETC en el 30% de las escuelas con la mayoría de los estudiantes en situación “de riesgo” 3.d) ETC formalmente evaluada 4.a) Primaria: ETC < 200 / secundaria: ETC < 500 4.b) Km a la ciudad de 20.000 habitantes, a Melbourne y a la escuela más próxima 4.c) Área interior de los edificios escolares 4.d) Clasificación de los edificios (área: 50%, materiales: 25%, condición: 25%) Page 183 1.b) Suplemento por grado-nivel Indicadores 16:58 Dimensiones Estudio de caso 1: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Australia Componentes 04/03/2002 Cuadro 7.2 Relaciones entre componentes, dimensiones e indicadores en el desarrollo de una fórmula de financiación de las escuelas en Victoria (Australia) ch-07 04/03/2002 16:58 Page 184 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Una característica significativa de la escolarización de los adolescentes mayores y de los adultos jóvenes de los Grados 9 a 12 es la provisión de una gama de opciones curriculares que permiten que los estudiantes exploren y desarrollen áreas específicas con detenimiento y prosigan sus intereses y puntos fuertes personales. Las escuelas de Victoria generalmente ofrecen una amplia gama de materias opcionales en los Grados 9 y 10. En los dos últimos años (Grados 11 y 12), la elección de materias llega a ser incluso más significativa, ya que los estudiantes seleccionan un número relativamente pequeño de materias (generalmente seis en el Grado 11 y cinco en el Grado 12) que estudiarán con detenimiento. La elegibilidad y la disponibilidad de toda una gama de pasarelas vocacionales se traducen en un aumento significativo de los costos para las escuelas. Estos costos emanan de la provisión de una vasta gama de materias, a pesar de las matrículas relativamente bajas en muchas de ellas y de la necesidad de clases relativamente pequeñas en otras. Además, los costos relacionados con la tutoría, la orientación y la remediación son más altos que el promedio durante los últimos años de escolaridad, aumentan significativamente en el Grado 11 y más aún en el Grado 12, pues se incrementa la demanda de orientación profesional, asistencia para mejorar las competencias para estudiar, apoyo en el hogar, monitoreo del progreso, así como de tutoría y orientación uno a uno o en pequeños grupos. Las cargas derivadas de la preparación y la corrección también aumentan considerablemente cuando los estudiantes preparan sus exámenes del Grado 12. Finalmente, los mayores costos de los materiales y el equipamiento también son factores que producen niveles más altos de gastos en los Grados 11 y 12. Estos factores se reflejan en las ponderaciones de los Grados 9-12, que deberían ser un 50% más altos que los de los Grados 3 y 4 para los estudiantes en los Grados 9 y 10, un 80% más alto para los estudiantes en el Grado 11 y un 100% más alto para los estudiantes en el Grado 12. (b) Componente 2: Mejora del currículo Este componente es conocido colectivamente en Victoria como Programas Prioritarios (Priority Programmes) y representa alrededor del 2,3% de la financiación total de la educación escolar. Incluye fondos para algunas iniciativas a nivel del estado y posibilita que las escuelas participen en programas con propósitos específicos, incluyendo programas de música instrumental, otras lenguas fuera del inglés, 184 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 185 Estudio de caso 1: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Australia programas para estudiantes aborígenes, reestructuración de programas escolares, etc. También incluye una Subvención para el Desarrollo Profesional de los Profesores (Teacher Professional Development Grant), que está destinada a reactualizar a los profesores en áreas relacionadas con los avances en materia de currículo. c) Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes Estudiantes con minusvalías y deficiencias. Los estudiantes con minusvalías y deficiencias pueden asistir a una escuela regular o a una escuela especial. En 1996, había 10.400 estudiantes (2,3%) que recibían financiación adicional bajo esta clasificación. El enfoque destinado a financiar a los estudiantes con minusvalías y deficiencias ha optado por la asignación de recursos adicionales a dichos estudiantes, siguiendo una detallada evaluación que utiliza un Cuestionario de Necesidades de Educación (Educational Needs Questionnaire) que asigna a la persona uno de los seis niveles de financiación, como se muestra en el Cuadro 7.3. Hasta el momento, este enfoque de financiación se ha implementado solamente en escuelas regulares, pero se va a extender a las escuelas especiales. Cuadro 7.3 Niveles de financiación para los estudiantes con minusvalías y deficiencias en Victoria (Australia), 1996 Clasificación según gravedad Nivel 1 (ligera) Nivel 2 Nivel 3 Nivel 4 Nivel 5 Nivel 6 (muy grave) Financiación suplementaria US$ 1.280 2.972 4.677 6.384 8.083 9.780 Estudiantes con necesidades especiales de aprendizaje: Este componente tiene por población objetivo a los estudiantes en situación de riesgo de no realizar un progreso satisfactorio, debido a circunstancias familiares u otras. También se consideró necesario utilizar predictores de bajo rendimiento en lugar de las medidas mismas de rendimiento, ya que la financiación directa de las escuelas con bajo nivel 185 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 186 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas de rendimiento podría eliminar el incentivo para tratar de lograr un mayor rendimiento. Estudiantes cuyos antecedentes lingüísticos no son anglófonos: Este componente está destinado a las escuelas con un gran número de estudiantes que recién han llegado a Australia y no hablan el inglés, por lo que requieren enseñanza especializada. También está destinado a los niños de las familias de refugiados quienes, además de experimentar problemas de lengua, probablemente sufren de traumas psicológicos y los efectos de una educación muy desorganizada. Las ponderaciones para estos estudiantes deben reflejar tanto el nivel de escolaridad como el tiempo transcurrido desde su llegada, asignándose el más alto nivel de financiación adicional a los estudiantes que han llegado más recientemente y se encuentran en los últimos años de escolaridad. (d) Componente 4: Necesidades de los sitios escolares Tamaño de la escuela: Además de las ponderaciones, hay factores de ajuste por tamaño para reflejar los costos adicionales de provisión en las escuelas que tienen una matrícula muy baja. Esto es particularmente importante a fin de tener en cuenta las escuelas rurales pequeñas y aisladas. El apoyo a las escuelas secundarias con baja matrícula se brinda mediante una asignación básica adicional (no relacionada con la matrícula) en el Componente 1: Asignación Básica por Estudiante. Ruralidad y aislamiento: La geografía de Australia, con su alta concentración de población en las ciudades capitales y sus dispersas poblaciones rurales, implica que las cuestiones relativas a la ruralidad y el aislamiento tengan una considerable importancia. Una significativa diferencia entre ruralidad y aislamiento y otros factores es que se aplican a la población total de algunas escuelas, más que a los estudiantes considerados individualmente. Otra diferencia clave es que la justificación para asignar fondos adicionales por ruralidad y aislamiento está relacionada no con la desventaja educacional, sino más bien con los costos adicionales de provisión. Esto se estableció en varios estudios, especialmente en aquellos sobre los que da cuenta Tomlinson (1994). Por consiguiente, la financiación adicional por ruralidad y aislamiento se asigna como reconocimiento a los costos adicionales que están asociados con la provisión del currículo, la administración y el acceso a los servicios de apoyo a los estudiantes. En el contexto de Victoria, la ruralidad y el aislamiento involucran a un conjunto diferenciado de elementos que se han utilizado para 186 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 187 Estudio de caso 1: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Australia construir un índice para las escuelas no metropolitanas, que comprende una combinación igualmente ponderada de: la distancia en kilómetros al área metropolitana de Melbourne; la distancia al centro provincial más cercano con más de 20.000 habitantes y la distancia a la escuela primaria o secundaria más cercana, según convenga, que no reúne las condiciones para ser financiada como escuela rural o aislada. La financiación de una escuela dada se determina de la manera siguiente: Financiación según el Índice de Localización = US$203 + (Puntaje según el Índice de Localización × Matrícula × US$23). Costos de funcionamiento del sitio: Este elemento del Factor Sitio Específico de la Escuela (School-Specific Site Factor) representa justo un poco más del 5% del gasto total de la educación escolar. Cubre cierto número de costos relacionados con el sitio, tales como los contratos de limpieza, servicios públicos (por ejemplo, combustible para la calefacción, agua, alcantarillado, basura), mantenimiento de las instalaciones y terrenos, así como trabajos menores. Para cada uno de estos componentes hay fórmulas separadas y los detalles de cada sitio escolar están contenidos en un Sistema de Gestión de los Bienes de las Escuelas (School Assets Management System) computarizado y centralizado. Este elemento da lugar a un pago por escuela más que por alumno, aunque las asignaciones para los contratos de limpieza se hacen sobre la base de una fórmula que toma en cuenta tanto el área total que se debe limpiar como el número de estudiantes que ocupan los edificios. Las fórmulas que se utilizan son sensibles a la naturaleza particular de cada sitio. Por ejemplo, la fórmula para el mantenimiento y los trabajos menores distribuye el 50% de los fondos disponibles sobre la base del área de instalaciones a la que la escuela tiene derecho, 25% sobre el tipo de materiales utilizados en la construcción de los edificios de la escuela y 25% sobre la condición relativa de esos edificios. 7.7 Situación actual de la financiación mediante fórmulas basada en necesidades en Victoria El ministro de educación implementó varias de las recomendaciones que figuran en el informe final del Comité de Educación (Education Committee, 1996). Hubo una sustancial inyección de fondos a los primeros años de educación primaria para tener en cuenta las prioridades de la alfabetización temprana y esto sirvió para 187 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 188 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas modificar las ponderaciones relativas y acercarlas a aquéllas recomendadas por el Comité de Educación. Sin embargo, estos fondos no fueron automáticamente incluidos en el Presupuesto Delegado a las Escuelas (Delegated Schools Budget), ya que las escuelas primero tenían que demostrar una necesidad y planificar la acción en esta área. En lugar de optar inmediatamente por un nuevo conjunto de ponderaciones para los años intermedios, como se recomendaba en el informe, el ministro se concentró en otra recomendación, a saber, encargar más investigación sobre los requerimientos de recursos durante estos años. Tomados en su conjunto durante los últimos cinco años, estos cambios representan un sorprendente ejemplo de iniciativas de política impulsadas por la investigación, que se han traducido en un patrón de asignación de recursos que refleja el enfoque de financiación mediante fórmulas basada en necesidades. En la mayoría de otros aspectos se adoptaron las recomendaciones e intenciones estratégicas del Comité de Educación. 7.8 Un breve comentario evaluativo de las “Escuelas del futuro” En Victoria, el programa “Escuelas del futuro” es el foco de atención de una importante investigación conocida como Proyecto Cooperativo de Investigación (Cooperative Research Project), que se creó a comienzos de 1993 como una tarea conjunta del Ministerio de Educación, la Asociación de Directores de la Educación Secundaria Estatal de Victoria (Victorian Association of State Secondary Principals in Victoria), la Asociación de Directores de la Educación Primaria de Victoria (Victorian Primary Principals Association) y la Universidad de Melbourne. Su propósito es monitorear los procesos y los resultados de las “Escuelas del futuro”, tales como son percibidos por los directores de escuela. Se han realizado siete encuestas a nivel del estado. Aquí se da cuenta de los hallazgos de la investigación más reciente realizada en 1997 (Cooperative Research Project, 1998). En el estudio que sirvió de línea de base en 1993, los directores fueron invitados a enumerar los beneficios que esperaban de sus escuelas como “Escuelas del futuro”. Veinticinco beneficios se clasificaron en cuatro áreas: currículo y aprendizaje, planificación y asignación de recursos, personal y profesional, y escuela y comunidad. Estos beneficios esperados se incluyeron en las encuestas subsiguientes, solicitándoseles a los directores que asignaran puntajes en una escala de 5 puntos para indicar hasta dónde se había logrado cada uno de ellos en 188 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 189 Estudio de caso 1: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Australia sus escuelas. Es notable destacar, sobre todo en lo que se refiere a los contenidos, las respuestas a las preguntas relacionadas con el ‘currículo y el aprendizaje’: un currículo más adaptado y relevante, la mejora de los resultados del aprendizaje de los estudiantes y la oportunidad de innovar, pues cada una recibió un promedio de 3,3 puntos en la escala de 5 puntos en 1997. Al segundo aspecto, la mejora de los resultados del aprendizaje de los estudiantes, el 84% de los directores le atribuyó un puntaje de 3 ó más en la escala de 5 puntos. Puntajes similares fueron logrados en 1995 y en 1996. Asumiendo que es una respuesta bien sopesada, constituye un resultado importante que bien merece un examen más cuidadoso. Es posible emprender un análisis de las respuestas de la encuesta para determinar los efectos directos e indirectos de los factores seleccionados sobre el aprendizaje. Se empleó el enfoque conocido como ‘modelización mediante ecuaciones estructurales’, utilizando LISREL 8 (Jöreskog y Sörbom, 1993). Este enfoque permite el análisis de variables en una escala ordinal como las que se utilizaron en los ítemes de esta encuesta. Los 45 ítemes o variables relacionadas con los objetivos y los beneficios esperados se redujeron a 7 variables o ‘constructos’ al agruparlos en áreas relacionadas. Varios de ellos forman parte de una explicación intuitiva de cuáles son las propiedades de las “Escuelas del futuro” que deben tener impacto sobre el currículo y el aprendizaje. Éstas incluyen mayor flexibilidad financiera y administrativa, mejora de la capacidad para atraer personal, perfil más alto en la comunidad, planificación de la provisión del currículo, asesoría a los profesores en apoyo del marco de referencia relativo al currículo y a los estándares, y confianza en los objetivos del programa para estimular el mejoramiento continuo de los resultados del aprendizaje. La modelización mediante ecuaciones estructurales dio como resultado el modelo que se muestra en el Esquema 7.1, que ilustra los efectos directos e indirectos entre seis constructos y su influencia sobre el séptimo constructo, a saber, ‘Beneficios en el Currículo y en el Aprendizaje’. Este séptimo constructo es del mayor interés e incluye las percepciones de los resultados mejorados del aprendizaje. El modelo es potente en un sentido explicativo, pues tiene un Índice de Ajuste Mejorado (Adjusted Goodness of Fit Index) de 0,969, indicando que el modelo da cuenta del 96,9% de las varianzas y covarianzas en los datos. 189 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 190 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Esquema 7.1 Modelo explicativo de los efectos directos e indirectos entre los factores que influyen las percepciones que los directores tienen de los ‘Beneficios en el Currículo y en el Aprendizaje’ en las “Escuelas del futuro” (Victoria), mostrando los coeficientes de senderos estandarizados (Cooperative Research Project, 1998). Beneficios para la Escuela y la Comunidad .343 Beneficios Personales y Profesionales .271 Beneficios de la Planificación y la Asignación de Recursos .299 .359 .230 Confianza en el Logro de los Objetivos de las EDF .420 .364 Beneficios en el Currículo y en el Aprendizaje .173 .388 Apoyo al MRCE .309 .226 Mejora del Currículo debida al MRCE Las cifras en el Esquema 7.1 son coeficientes de senderos estandarizados y se pueden explicar de la manera siguiente. El coeficiente para el sendero que va de ‘Beneficios Personales y Profesionales’ a ‘Beneficios en el Currículo y en el Aprendizaje’ es de 0,299. Esto significa que un aumento de 1 de una desviación estándar en los puntajes de los directores de ‘Beneficios Personales y Profesionales’ está asociada con un aumento de 0,299 de una desviación estándar en los puntajes de ‘Beneficios en el Currículo y en el Aprendizaje’. En términos de efectos directos, el modelo indica que los directores que asignaron altos puntajes al rendimiento de ‘Beneficios Personales y Profesionales’ y que dieron cuenta de ‘Mejoras en el Currículo’ debido al ‘Marco de Referencia del Currículo y los Estándares’, y que también tienen ‘Confianza en el Logro de los Objetivos de las ‘Escuelas del futuro’ (EDF) tienden a ser aquellos que también asignan altos puntajes a ‘Beneficios en el Currículo y en el Aprendizaje’. Entre los efectos indirectos, el más interesante está referido a ‘Beneficios de la Planificación y la Asignación de Recursos’. El efecto 190 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 191 Estudio de caso 1: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Australia sobre ‘Beneficios en el Currículo y en el Aprendizaje’ es indirecto, mediado por ‘Beneficios Personales y Profesionales’ y ‘Confianza en el Logro de los Objetivos de las EDF’. El modelo explicativo constituye la confirmación de lo que la investigación efectuada en otras partes ha mostrado, a saber, que la descentralización de la toma de decisiones en la planificación y la asignación de los recursos no tiene como resultado, por sí y en sí misma, el mejoramiento del aprendizaje de los estudiantes. No existe una relación directa de causa y efecto entre las dos. Lo que el modelo sí sugiere, sin embargo, es que si las relaciones se establecen de manera apropiada, entonces se produce un efecto indirecto mediante la acción en el dominio ‘personal y profesional’ y también en el dominio ‘currículo’. Se reconocen las limitaciones de la investigación, en la medida en que se basa sobre las percepciones de los directores. Sin embargo, la aplicación de un potente instrumento analítico al vasto cuerpo de datos ha producido un patrón consistente de puntajes en las tres últimas encuestas, indicando así las relaciones que deben establecerse en la escuela autogestionada, si se quiere que este aspecto de un programa de reforma tenga efecto sobre los resultados del aprendizaje de los estudiantes. El estudio de caso confirma los senderos sugeridos en el modelo contenido en el Esquema 7.1 en las escuelas donde se han logrado mejoras en los resultados del aprendizaje (véase, por ejemplo, Hillier, en preparación; Wee, en preparación). 7.9 Evaluación de la financiación mediante fórmulas en Victoria (Australia) Quizá el aspecto más significativo en relación con la implementación de la financiación mediante fórmulas de las escuelas en Victoria es que emergió como parte de reformas recientes y cruciales. En Victoria, el proceso se desarrollo durante dos décadas de cambio progresivo destinado a dar a las escuelas mayores niveles de autonomía y rendición de cuentas. Por ejemplo, hay una larga historia de gobierno escolar local, en el que cada comunidad escolar elige un consejo escolar en el que dos tercios de los miembros no son empleados del sistema de educación. Los consejos escolares tienen la responsabilidad de elaborar y aprobar el contrato escolar (school’s charter), aprobar el presupuesto de la escuela, administrar las finanzas y dar cuenta del rendimiento de la escuela mediante el informe anual. Actualmente tienen significativas responsabilidades adicionales en una gama de decisiones relativas al 191 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 192 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas personal, incluyendo su participación en el proceso de selección y en la aprobación final de quién será el director de la escuela. Ésta no ha sido una historia de cambios fluidos o fáciles. En efecto, a lo largo del camino, el cambio ha sido encarnizadamente cuestionado y frecuentemente resistido. Muchos de los cambios que ahora se implementan fueron identificados como deseables hace más de una década, pero faltaba la voluntad política y la capacidad para conducir a través de una fuerte agenda de cambio. Estos mismos cambios fueron implementados en 1993-1994 debido a la abrumadora ventaja electoral de la que gozaba el gobierno. Esto, a su vez, plantea la cuestión de si los cambios así realizados son irreversibles y si en el futuro algún gobierno podría querer centralizar el control nuevamente. La opinión general es que habiendo dado a las escuelas un control real sobre la toma de decisiones y los recursos a nivel local, es muy improbable que cualquier futuro gobierno vea ventajas en cambiar de dirección y volver a centralizar, a menos que se disponga de sólidas pruebas provenientes de consecuencias graves, no deseadas y negativas de las reformas. Además, también es de opinión general que el sistema de financiación de la escuela en Victoria, que ha evolucionado durante décadas, se ha convertido en algo sumamente oscuro y enigmático, con iniquidades y anomalías. La perspectiva de un sistema de financiación más equitativo y transparente ha generado así su propio impulso de reforma, incluso cuando se ha señalado que los cambios propuestos podrían involucrar algunos sufrimientos para las escuelas que eran tratadas de manera relativamente equitativa bajo las viejas y menos equitativas modalidades de financiación. Esto lleva a la segunda observación clave, a saber, que reformas fundamentales de la financiación de la escuela generan “ganadores” y “perdedores”, lo que crea reales limitaciones en el ritmo del cambio. Generalmente no es posible reducir significativamente las asignaciones financieras a las escuelas que en el pasado fueron “sobrefinanciadas”, sin generar una violenta reacción política adversa. La alternativa es mantener constantes los niveles de financiación de dichas escuelas hasta que otras escuelas hayan recuperado terreno o reducir la financiación al nivel apropiado de manera muy gradual. A su vez, esto implica que la plena implementación de las nuevas modalidades de financiación podrían tomar muchos años para lograr sus efectos y dar lugar a modalidades provisorias confusas. Esto sugiere que si bien los directores, junto con la mayoría del personal de las escuelas, perciben los méritos de las reformas, han 192 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 193 Estudio de caso 1: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Australia encontrado que es difícil ajustar el ritmo de la reforma y consideran que no han contado con el grado de apoyo que idealmente habrían deseado. Esto sucede a pesar del hecho de que se creó un programa masivo de desarrollo profesional para ayudar a los directores y a otros miembros del personal a adaptarse a las nuevas modalidades. Esto conduce a la tercera observación clave, a saber, que es casi imposible sobrestimar el volumen de servicios de desarrollo profesional, formación y apoyo requerido para sostener la reforma real. Al comienzo de este proceso, cuando las reformas se comenzaron a implementar por primera vez, un gran número de directores aceptó, en el marco de un paquete de medidas, la oportunidad que se les ofrecía de pasar al retiro voluntariamente antes de lo que habría sido normalmente el caso. Quienes permanecieron y los que tomaron el lugar de quienes partieron han encontrado los cambios extraordinariamente desafiantes. En otras palabras, el cambio se ha producido a un alto costo para quienes se vieron involucrados en la implementación de las nuevas modalidades. Pero, en vista de las duras realidades de los cortos ciclos electorales y de la reducida capacidad de los gobiernos para aplicar recursos adicionales a fin de alisar las rugosas aristas del cambio, ¿existe una alternativa al enfoque “arrasar todo” para realizar una reforma genuina? Una cuarta observación clave es que, a pesar del ritmo y la amplitud de las reformas emprendidas hasta ahora, el proceso en Victoria sigue siendo evolutivo, pues las cuestiones clave se enfrentan progresivamente. Una de esas cuestiones es el cambio de una planificación de la fuerza de trabajo centralizada a una gestión basada en la escuela, lo que tiene implicaciones mayores para la redistribución del personal en exceso. Las escuelas que no tienen profesores en exceso están empezando a utilizar su recientemente adquirida flexibilidad en materia de personal para adoptar decisiones estratégicas, incluyendo la designación de personal con contratos de duración determinada, la negociación de ciertos puestos en la enseñanza muy bien remunerados para un mayor número de nuevos profesores o asistentes de profesores, la oferta de puestos muy atractivos para reclutar a una persona con cualidades especiales, etc. Las experiencias de estas escuelas indican que es deseable que se acelere el proceso tanto como sea posible, para asegurar que todas las escuelas gocen de plena flexibilidad en materia de personal. Un desafío relacionado tiene que ver con el método para cubrir los gastos salariales de los profesores. En el caso de los profesores que forman parte del escalafón, a las escuelas se les asigna y se les carga los 193 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 194 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas costos salariales reales (“salarios reales entran, salarios reales salen”) (actuals in, actuals out). Para el 70% de los profesores que no forman parte del escalafón, las escuelas reciben y se les carga los costos del salario promedio (“salario promedio entra, salario promedio sale”) (averages in, averages out). Este procedimiento introduce un elemento de iniquidad en el sistema de financiación, ya que las escuelas localizadas en entornos sociales y económicamente más favorecidos tienden a tener profesores más experimentados en la cúspide de la escala salarial. Si estas escuelas fueran financiadas basándose en los costos salariales promedio, pero debieran sufragar los costos salariales reales (“salario promedio entra, salario real sale”) (averages in, actuals out), se verían obligadas a cambiar la composición de su personal docente y emplear una mayor proporción de maestros principiantes. En el largo plazo, es preferible que todas las escuelas se orienten hacia un sistema de financiación del tipo ‘salario promedio entra, salario real sale’, dado que es un sistema más justo y porque también promueve el uso eficiente de los recursos. Este enfoque ha sido adoptado en Gran Bretaña. Se reconoce, sin embargo, que es algo que se debe introducir progresivamente, tal vez aplicando el sistema ‘salario promedio entra, salario real sale’ a todos los nuevos miembros del personal docente que contrate la escuela, pero reteniendo el sistema ‘salario promedio entra, salario promedio sale’ para todo el personal docente existente. Otros desafíos que tendrán que afrontarse en la evolución futura del Presupuesto Delegado a las Escuelas incluyen enfoques para financiar la introducción de las nuevas tecnologías de la información en las escuelas. Es evidente que actualmente estamos experimentando una imponente revolución social y económica a medida que la Edad de la Información se convierte en una realidad y el poder de las nuevas tecnologías de la información transforman el hogar, la escuela y el centro de trabajo, derrumbando muchas de las barreras que hasta ahora permitían que ellos existieran como mundos separados. En el caso de las escuelas, los costos de la compra de computadoras, la instalación de cables de fibra óptica, la creación de redes locales, el enlace con la World Wide Web y la provisión de los servicios necesarios de formación y apoyo para el personal docente son masivos. Además, no está claro cuáles son los costos recurrentes y cuáles son los costos ocasionales, o cuáles deben ser sufragados por la escuela y cuáles por los padres de familia o por la comunidad en su conjunto. Ninguno de estos costos ha sido adecuadamente incorporado en los presupuestos de las escuelas, a pesar de que existe cierta urgencia para determinar cómo se deberá hacer. 194 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 195 Estudio de caso 1: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Australia 7.10 Conclusión La última observación clave se relaciona con la cuestión de hasta qué punto las reformas para financiar la escuela, tal como se refleja en la experiencia de Victoria, se traducen en beneficios educacionales para los estudiantes. La respuesta a esta pregunta tiene dos partes. En primer lugar, es improbable que las reformas emprendidas hasta hoy hayan tenido un impacto significativo sobre el rendimiento de los estudiantes, ni es posible esperar un efecto tan directo en el corto plazo. Es más realista esperar que el efecto de las reformas pueda ser, más bien, construir la capacidad de las escuelas para orientar mejor los recursos en función de las necesidades de aprendizaje de los alumnos y de las prioridades de la escuela. Las pruebas preliminares citadas anteriormente en este capítulo sugieren cómo se pueden establecer vínculos directos e indirectos entre los elementos de la reforma y los resultados del aprendizaje. La otra parte de la respuesta se relaciona con otros aspectos de la agenda para la reforma de la escuela que se persiguen mediante el programa “Escuelas del futuro”. Estos se concentran alrededor de tres amplias áreas de la reforma que complementan las reformas para financiar las escuelas, a saber, reformas dirigidas a establecer altos estándares y claras expectativas en el currículo ; un paquete de reformas destinadas a mejorar la capacidad profesional, la condición y las competencias de los profesores; y un paquete adicional de reformas diseñadas para fortalecer la rendición de cuentas de las escuelas sobre cómo utilizan los recursos para mejorar el aprendizaje de los estudiantes. Mejoras reales en los resultados educacionales son probables sólo cuando las escuelas se concentran en el cambio a nivel del aula y esto significa que los cambios en las modalidades de financiación de las escuelas deben estar relacionados con un paquete de reformas destinado a mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje. Existen signos estimulantes en las escuelas de Victoria de que esta concentración en la enseñanza en el aula está comenzando a surgir, pero a estas alturas habría que decir que estos signos representan solamente los primeros días de la próxima ola de reformas de la escuela. 195 ch-07 04/03/2002 16:58 Page 196 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Referencias Australian Curriculum Studies Association (ASCA). 1996. From alienation to engagement: opportunities for reform in the middle years of schooling, Report of the National Project on Student Alienation During the Middle Years of Schooling. Canberra, ACSA. Blachford, P.; Mortimore, P. 1994. The issue of class size for young children in schools: what can we learn from research? Oxford Review of Education, 20 (4), 411-428. Butts, R.F. 1955. Assumptions underlying Australian education. Melbourne, Australian Council for Educational Research. 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University of Melbourne. 197 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 198 Capítulo 8 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales Rosalind Levaïiç Este capítulo trata del sistema de financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales. Escocia tiene un sistema de educación aparte, administrado de acuerdo con la legislación escocesa, e Irlanda del Norte cuenta con su propia versión de la legislación inglesa y galesa. Como se explica a continuación, este capítulo se concentra en la financiación de escuelas mediante fórmulas que mantienen las autoridades locales de educación, que son los ministerios de educación de las autoridades gubernamentales elegidas localmente para prestar servicios múltiples. 8.1 Los orígenes de la financiación mediante fórmulas La financiación mediante fórmulas de la mayoría de los gastos que requieren las escuelas del Estado se introdujo en Inglaterra y Gales mediante la Ley de Reforma de la Educación (Education Reform Act) de 1988 que inició un período de cambio continuo en la gestión y el currículo. En términos de las tres funciones principales de una fórmula de financiación de las escuelas establecidas en el Capítulo 3, la función reguladora del mercado fue la que predominó desde 1988 hasta que el gobierno conservador dejó el cargo en 1997. El gobierno laborista puso un mayor énfasis en la función directiva y la función de equidad. El impulso principal detrás de cada reforma educacional del gobierno ha sido el deseo de que el sistema educativo produjese una fuerza de trabajo mucho más calificada y productiva a fin de mejorar la competitividad del Reino Unido en el plano internacional. Una innovación importante de la Ley de 1988 fue la “gestión local de las escuelas” o sea, el requerimiento de que se delegase a todas las 198 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 199 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales escuelas una amplia gama de responsabilidades de gestión, así como el presupuesto necesario para apoyarlas. A las Autoridades Locales de Educación (ALE) se les exige que distribuyan los presupuestos delegados a las escuelas mediante una fórmula en el marco de las normas establecidas por el Department for Education and Employment (DFEE) (Ministerio de Educación y Empleo, MEE). Las ALE gozan de cierta libertad para determinar su propia fórmula en el marco de los parámetros establecidos, pero sus sistemas de gestión local deben ser previamente aprobados por el MEE. El gasto de la autoridad local es determinado conjuntamente por los gobiernos central y local. Este último financia cerca del 20% de sus gastos gravando la propiedad privada y recibe el resto como un subsidio global proveniente del gobierno central, que la autoridad local puede distribuir a su arbitrio entre sus servicios públicos. Desde 1992 hasta 1996 la financiación mediante fórmulas funcionó en el contexto de las reducciones de financiación de las escuelas en términos reales per cápita. El gobierno laborista ha continuado practicando la mayoría de las políticas educacionales del gobierno anterior e intenta ampliar la delegación del presupuesto (DFEE, 1998). Antes de la Ley de 1988 había tres clases principales de fórmulas utilizadas por las ALE para asignar recursos a las escuelas: relaciones alumnos/maestro, para establecer los niveles básicos de la financiación y la financiación per cápita de los libros, materiales y equipamiento (Componente 1); asignaciones adicionales para necesidades especiales (suplementarias) de educación (Componente 3). Muchas ALE utilizaron relaciones alumnos/maestro para asignar personal docente a las escuelas, asignando usualmente un número entero de maestros, de acuerdo al número de clases que debía formar cada escuela, según las expectativas de la ALE, basándose en el número de estudiantes de cada grado y la norma de la ALE sobre el tamaño de la clase para el grado correspondiente. El cambio que condujo a financiar las escuelas sobre la base de un costo per cápita, financiando a cada estudiante para una fracción de maestro, en vez de asignar maestros enteros a las escuelas en función del número de clases, fue muy significativo. Esto requirió un cambio en la manera de pensar de la ALE, a fin de implementar los nuevos métodos de financiación, así como un período de transición durante el cual las escuelas pudieran adaptarse a la financiación per cápita. El estímulo de los gobiernos anteriores en pro de la financiación mediante fórmulas en el Reino Unido estuvo relacionado con la función de equidad. En 1967, el Informe Plowden (CACE, 1967) recomendó la financiación adicional de las escuelas en las áreas socialmente 199 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 200 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas desfavorecidas, basándose en la investigación encargada de establecer cómo las desventajas socioeconómicas y el bajo rendimiento educacional se refuerzan mutuamente. Plowden recomendó el uso de factores objetivos para asignar recursos adicionales y consideró ocho indicadores específicos de antecedentes sociales y familiares. Siguiendo las recomendaciones de Plowden, las escuelas de las llamadas ‘áreas prioritarias de educación’ recibieron, generalmente para la dotación de personal, recursos adicionales mediante sus ALE. Se estimuló a las ALE para que desarrollasen sus propias fórmulas con este propósito. La más desarrollada de estas fórmulas de educación prioritaria fue la de la Inner London Education Authority (ILEA), que actualmente ha dejado de existir. En la década de los ochenta, la ILEA desarrolló indicadores basados en datos socioeconómicos de una muestra de estudiantes de cada escuela. Ésta fue una fórmula de financiación sólidamente sustentada por la investigación, en la que los indicadores de necesidades especiales de educación fueron elegidos en función del grado de correlación entre los indicadores y los rendimientos subsecuentes logrados por los alumnos (ILEA, 1984; ILEA, 1987). Otras autoridades también desarrollaron indicadores de necesidades especiales de educación basándose en el censo y otros datos del gobierno acerca de los beneficiarios de la ayuda social y las características de los antecedentes familiares; o en el resultado de pruebas estandarizadas de educación. Como respuesta al bajo rendimiento escolar en las áreas socialmente desfavorecidas, el gobierno laborista está introduciendo zonas de acción educacional en las que la asociación contractual de la ALE, las escuelas y el mundo de los negocios es financiada para experimentar nuevas prácticas. La gestión local de las escuelas se desarrolló a partir de algunas iniciativas de la ALE a fin de delegar el presupuesto a las escuelas. Uno de los pioneros de la gestión local, la ALE de Cambridgeshire, ya había iniciado la implementación de fórmulas de financiación antes del programa nacional (Howard, 1989). Al exigírseles posteriormente a las ALE que desarrollasen una fórmula de financiación, éstas aprovecharon el trabajo realizado previamente acerca de la repartición de recursos para las necesidades básicas (Componente 1) y las necesidades suplementarias (Componente 3). 8.2 El contexto de política para la financiación mediante fórmulas Como se indicó en el Capítulo 3, el papel que desempeña una fórmula de financiación depende del sistema educacional y de las 200 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 201 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales políticas dentro de las cuales se inscribe. La fórmula de financiación en Inglaterra y Gales fue un componente esencial del sistema de educación más orientado por el mercado del gobierno conservador. El papel desempeñado debe entenderse en relación con otras medidas clave de la Ley de 1988 y con las estructuras conservadas de la legislación anterior. Un elemento importante de estos cambios educacionales fue la reducción del poder del gobierno local y el aumento del poder del gobierno central. Esto se produjo en el contexto de una constitución no escrita que no brinda ninguna garantía constitucional al gobierno local. En el Cuadro 8.1 se delínea el marco regulador dentro del cual desempeña un papel la fórmula de financiación. Teniendo en cuenta primero a los actores interesados, la Ley de 1988 dio a los padres de familia una mayor posibilidad de elección de la escuela y se evitó que la ALE protegiese escuelas impopulares forzando a los estudiantes a matricularse en ellas. El niño debe ser aceptado en la escuela estatal elegida por sus padres, a condición de que la escuela no haya completado aún el “número estándar” de plazas y, en los casos relevantes, si el niño cumple con algunos de los criterios de selección referentes a la afiliación religiosa o aptitud. Las escuelas podrían verse forzadas a admitir más estudiantes que el número estándar de plazas disponibles, si los padres de familia tienen éxito al apelar a un jurado especial. Existe un incentivo financiero para que las escuelas matriculen alumnos, dado que, actualmente, por lo menos el 80% del presupuesto de las escuelas debe asignarse en función de las edades y el número de estudiantes de cada escuela. Por consiguiente, la financiación mediante fórmulas está vinculada explícitamente a la elección de la escuela que hacen los padres de familia y es un componente esencial de la función de “cuasimercado” de las escuelas. La fórmula fija las condiciones bajo las cuales la ALE “compra”, en nombre de los padres, una plaza a la escuela que actúa como proveedor. La creación del “cuasimercado” de las escuelas fue acompañada de la ampliación del dominio de la toma de decisiones de la dirección en el ámbito escolar. Como se indica en la primera y segunda columnas del Cuadro 8.1, los poderes y responsabilidades de los órganos de gobierno (consejos escolares) y directores aumentaron a costa de la ALE. Delegar al nivel escolar la toma de decisiones acerca del presupuesto fue una importante innovación. Las decisiones que se toman a nivel de la escuela incluyen la determinación de la dotación de personal, así como reclutar, formar, sancionar y despedir personal, si bien la ALE continúa siendo el empleador del personal de las escuelas mantenido por la ALE. 201 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 202 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Cuadro 8.1 Elementos constitutivos de la gestión basada en la escuela en Inglaterra después de 1988 Actores interesados para quienes se descentraliza la toma de decisiones Dominio de la gestión para la toma de decisiones basada en la escuela Órgano de gobierno de la escuela: Responsable de la gestión de la escuela. Delega cotidianamente Padres de familia: Eligen a los padres consejeros; algunas posibilidades de elegir la escuela. Autoridad local: (poder reducido) Formula el presupuesto global dentro de los límites fijados por el gobierno central. Delínea un sistema de gestión local. Es responsable de la educación especial, las políticas de admisión en las escuelas de la ALE y otras funciones adicionales, tales como programa de inversiones, mantenimiento de la propiedad, servicios centrales, etc. A partir de 1998 debe tener Planes de Desarrollo de la Educación para mejorar las escuelas. Establecer las metas. Comunidad empresarial: Participación en la formación a nivel local, zonas de acción educacional y cooptación como consejeros. Presupuesto: Las escuelas administran su propio presupuesto para casi todas sus necesidades. Recursos físicos: Las escuelas de la ALE tienen responsabilidades de “usufructuarios”. Las escuelas MS controlan todos los activos y solicitan del OFE la asignación de capital. Dotación de personal: La determina el órgano de gobierno. El órgano de gobierno de la ALE o de la escuela MS es el empleador legal. Estudiantes: La escuela admite a los estudiantes de acuerdo con su política de admisión: las escuelas MS determinan su propia política de admisión dentro de los límites de la legislación. Currículo: La escuela decide cómo enseñar y organizar el currículo nacional. Rendimiento: Desde 1998 se espera que las escuelas determinen las metas de las pruebas nacionales y los exámenes públicos. Regulación Utilización de recursos: Auditoría financiera; calificación, salario y condiciones de trabajo fijados a la responsabilidad al director. nivel nacional con flexibilidad a nivel local; legislación nacional a nivel del empleo; clases sin límite de tamaño; sin reglas de espacio mínimo; legislación concerniente a la salud y la seguridad. Especificación del producto: Currículo nacional; pruebas a nivel nacional y otros indicadores de rendimiento; control de los estándares y de la calidad de la educación; número mínimo de horas escolares. Condiciones del mercado: Entrada y salida - el MEE o el OFE deben aprobar la apertura o el cierre de escuelas y el cambio del “número estándar”. Publicación de información acerca del rendimiento de la escuela. Elección de la escuela por parte de los padres de familia. Regulación más permisiva de las políticas de admisión que ha permitido a un mayor número de escuelas la selección en función de la aptitud. Escuela MS: escuela mantenida con subvenciones. OFE: Organismo Financiador de las Escuelas Algunos aspectos de la regulación se mantuvieron o fueron corregidos, pero se introdujeron nuevas formas de control regulador. Particularmente radical para Gran Bretaña fue la creación de un currículo nacional para todos los alumnos en edad de asistir obligatoriamente a la escuela (5 a 16 años) y nuevas pruebas nacionales para niños de 7, 11 y 14 años. Esto ha sido acompañado por el 202 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 203 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales requerimiento de que los resultados de las pruebas individuales y los exámenes públicos sean publicados a escala nacional, así como por la introducción de la inspección regular de todas las escuelas por parte de la Office of Standards in Education (OFSTED) (Oficina de Estándares Educacionales) con la publicación de los informes. Estas medidas se basaron en la visión explícita de que una inyección de fuerzas del mercado, combinada con un aumento de las normas para los resultados escolares, estimularía la mejora de los estándares educacionales por parte de las escuelas a fin de atraer a los estudiantes y asegurar su financiación. Para utilizar las propias frases del gobierno: “El objetivo ha sido aumentar la presión sobre los órganos de gobierno y los directores de escuela en cuanto a su responsabilidad respecto de la mejora de los estándares, así como aumentar la libertad para responder a dicha presión” (DFE and Welsh Office, 1992, parágrafo 2.8). La Ley de 1988 tuvo también importancia al crear un nuevo sector escolar estatal para competir con el sector de la autoridad local, permitiendo que las escuelas pudiesen optar por abandonar el control de la autoridad local y pasar a ser mantenidas con subvenciones, si esto era aprobado por una mayoría de votantes en un comicio de los padres de familia. Las escuelas mantenidas con subvenciones (MS) fueron financiadas por un organismo especial de financiación, el Funding Agency for Schools (FAS) (Organismo Financiador de las Escuelas, OFE), utilizando dinero que había sido extraído de las ALE, de cuyo control habían decidido separarse las escuelas. Hacia 1997, había 1.139 escuelas MS (17% de las escuelas de secundaria y 2% de las de primaria) que educaban al 18% de los alumnos de secundaria y al 3% de los de primaria (CIPFA, 1997). La existencia del sector de escuelas MS ha complicado considerablemente la financiación de las escuelas en Inglaterra y Gales. Esto se debe a que las ALE gastan montos diferentes por estudiante, por lo que las escuelas MS han sido financiadas como si estuviesen aún bajo la ALE, pero con subsidios adicionales en vez de los servicios de la ALE. La Ley de Estándares y Marco de Referencia Escolares de 1998 (School Standards and Framework Act) creó una nueva categoría de escuelas a la que se transferirá la mayoría de las escuelas MS. También ha creado una categoría de “escuela comunitaria” para las escuelas mantenidas por la ALE y permite una financiación equivalente para las dos categorías de escuela que pueden obtener la delegación del 100% del presupuesto (DFEE, 1998). 203 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 204 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas 8.3 Criterios: objetivos del gobierno para la financiación mediante fórmulas Desde el punto de vista del gobierno conservador, los objetivos amplios a los que servía la financiación mediante fórmulas eran indivisibles de los que poseía para la gestión local de las escuelas (GLE): “El propósito de la gestión local de las escuelas es mejorar la calidad de la educación al posibilitar un uso más informado y eficaz de los recursos disponibles para la enseñanza y el aprendizaje. En este sentido, la GLE es un elemento clave de la política educacional global del gobierno” (DFE, 1994a, p. 7). Una clara explicitación de estos objetivos globales fue presentada en el libro blanco Choice and Diversity: “El objetivo más importante de la política del gobierno es el aumento constante de los estándares de rendimiento escolar para todos los estudiantes, cualquiera que sea su capacidad” (DFE and Welsh Office, 1992, parágrafo 2.1). En 1988 se publicaron objetivos más precisos de la financiación mediante fórmulas (DES, 1988), que se reiteraron en 1994: “El propósito de la financiación mediante fórmulas es lograr una asignación equitativa de recursos entre las escuelas, basándose en la medición objetiva de las necesidades antes que en pautas históricas. Dentro de cada ALE, las escuelas con iguales características e igual número de estudiantes deben recibir el mismo nivel de recursos” (DFE, 1994a, p. 7). Simultáneamente con estos objetivos que reflejan los criterios de eficacia, eficiencia y equidad horizontal entre las escuelas, se incluyó la rendición de cuentas y la transparencia como objetivos del gobierno: una fórmula de la ALE “debería ser tan simple y clara como sea posible, de modo que los consejeros, el personal y la comunidad local puedan comprender su funcionamiento de forma inmediata y completa” (DFE, 1994a, p. 7). Un aspecto significativo de las orientaciones para la financiación mediante fórmulas es evitar cualquier característica que pudiera permitir a los funcionarios de la autoridad local libertad discrecional para asignar recursos a escuelas específicas, como solía ser el caso, y reemplazarla por una fórmula transparente, acordada mediante consulta con los actores interesados, que se debe aplicar imparcialmente. 204 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 205 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales Por consiguiente, los criterios principales para evaluar la financiación mediante fórmulas en Inglaterra y Gales son la eficacia, la eficiencia, la transparencia, la sensibilidad en relación con las necesidades locales y la rendición de cuentas. Si bien la fórmula contiene elementos para asegurar la equidad, no es sorprendente, como veremos más adelante, que la equidad quedara relegada en las reformas educacionales que se concentraron en el aumento de la competición y la regulación de los resultados de la escuela por parte del Estado. Bajo el gobierno laborista, el énfasis en la competición se ha reorientado hacia la gestión del rendimiento. Las ALE y las escuelas deben fijar metas para los resultados de las pruebas y exámenes públicos nacionales y son monitoreados con respecto de ellas. La equidad en los resultados está recibiendo primacía mediante la financiación de proyectos de alfabetización y enseñanza de la matemática básica, y el establecimiento de zonas de acción educacional especialmente financiadas. 8.4 Presupuesto escolar: las partes centralizadas y las partes delegadas A partir de 1988, la tendencia general fue ampliar los tipos de escuela que requerían sistemas de modo que, finalmente, todas las escuelas primarias, secundarias y de educación especial tuviesen presupuestos delegados. Igualmente, el MEE continuó ejerciendo presión sobre las ALE a fin de aumentar la proporción del gasto escolar delegado a las escuelas. (a) Reglas relativas a las retenciones El gobierno no especifica cuánto deben gastar las ALE en las escuelas, pero tiene normas claras respecto de cuáles gastos deben ser retenidos centralmente por la ALE y cuáles delegados a las escuelas. Un elemento clave en este contexto es la definición de categorías del gasto. En el momento de escribir este libro, el MEE proponía cambiar las normas que regulaban la repartición de fondos entre la ALE y las escuelas, así como sus responsabilidades respectivas. Este capítulo describe el sistema existente, dado que los datos estadísticos ejemplificadores se expresan en términos de constructos pertenecientes al sistema en vigor. Desde 1988 hasta 1998, el Presupuesto General para las Escuelas, PGE, (General Schools Budget, GSB), fue el punto de partida para la 205 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 206 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas división del dinero entre la ALE y las escuelas. El PGE equivale al gasto total, directo e indirecto, de las ALE para las escuelas. El PGE difiere del Presupuesto Total para las Escuelas definido en el Capítulo 3 porque incluye gastos de capital. El total del presupuesto delegado a todas las escuelas de la ALE se denomina ‘Presupuesto Agregado para las escuelas’ o PAE (Aggregated Schools Budget, ASB). El PAE equivale al PGE menos los rubros de gastos que la ALE retiene centralmente. Hay dos tipos de gastos que la ALE retiene centralmente. El primero consiste en los rubros que la ALE debe retener: estos se denominan las excepciones obligatorias (que equivalen a las retenciones esenciales del Capítulo 3). Los rubros incluidos en las excepciones obligatorias son: • • • • gastos de capital; subvenciones del gobierno central y de la CE (Comunidad Europea); retiro anticipado y costos de despido; y servicios de psicología y bienestar educacionales. Hay otra lista de excepciones discrecionales (equivalente a las retenciones opcionales del Capítulo 3). Éstas son rubros de gastos que la ALE podría decidir delegar a las escuelas. La ALE debe delegar a las escuelas por lo menos el 85% de un total llamado ‘Presupuesto Potencial para las Escuelas’ o PPE (Potential Schools Budget, PSB). El PPE equivale al PGE menos las excepciones obligatorias y las excepciones discrecionales que no estén incluidas en el PPE. Por consiguiente, hay dos tipos de excepciones discrecionales, las que se incluyen en el PPE y las que no se incluyen. Las excepciones discrecionales que no se incluyen en el PPE son: • alimentación escolar; • transporte del hogar a la escuela; • apoyo al alumno (por ejemplo, subsidios para ropa); • seguro de los consejeros; • iniciativas de la ALE (limitadas a un 0,05% del PGE); y • contingencias (para costos imprevistos en los que incurrieron escuelas individuales). Las excepciones discrecionales que se incluyen en el PPE son: • reparación y mantenimiento de las estructuras; • seguros de los locales y equipos; • costos especiales del personal (por ejemplo, ausencias por convocación para participar como jurado y delegado sindical, licencia prolongada por enfermedad); 206 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 207 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales • • equipos de apoyo de la ALE para los estudiantes con necesidades especiales; y apoyo para las escuelas que “requieren medidas especiales” tras el informe de inspección. El presupuesto agregado para las escuelas (PAE) es el monto que queda para ser delegado a las escuelas, una vez que se han restado del presupuesto general para las escuelas (PGE) las excepciones obligatorias y los dos tipos de excepciones discrecionales. El Esquema 8.1. muestra la relación entre estas diferentes categorías de presupuestos. Esquema 8.1 Relación entre el Presupuesto General para las Escuelas (PGE), el Presupuesto Potencial para las Escuelas (PPE) y el Presupuesto Agregado para las Escuelas (PAE) Presupuesto general para las escuelas (PGE) menos: Excepciones obligatorias menos: Excepciones discrecionales no incluidas en el PPE es igual al: Presupuesto potencial para las escuelas (PPE) menos: Excepciones discrecionales en el PPE retenidas por la ALE es igual al: Presupuesto agregado para las escuelas (PAE) La manera de asignar estas partes constitutivas del presupuesto general para las escuelas, en relación con los cuatro componentes principales de la financiación definidos en el Capítulo 3, se presenta en el Cuadro 8.2. La estructura del Cuadro 8.2 muestra cómo se asignan las tres categorías de retenciones locales y el presupuesto agregado para las escuelas en relación con los cuatro componentes de financiación. El Cuadro 8.2 expone claramente cómo las retenciones centrales se destinan principalmente al Componente 4 (factores específicos de la escuela) con algunas asignaciones para el Componente 3. Sin embargo, las necesidades básicas se financian a partir del presupuesto delegado a las escuelas, que se tratará con mayor detalle más adelante. Esta pauta de asignación ilustra la aplicación de criterios de eficacia y eficiencia, tal 207 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 208 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas como se expresan en el principio de subsidiariedad. No es adecuado delegar a las escuelas, mediante una fórmula, los gastos que varían considerablemente en su incidencia entre las escuelas y que no se pueden predecir a partir de los datos sobre factores objetivos mensurables. Cuadro 8.2 La relación entre los componentes de la financiación (véase el Capítulo 3) y las partes constitutivas del presupuesto general para las escuelas (PGE) Partes del PGE Componente 1: Asignación básica por estudiante Componente 2: Mejora del currículo Excepciones obligatorias. Componente 3: Necesidades suplementarias de educación del alumno Componente 4: Necesidades del sitio escolar Servicios de psicología y bienestar educacionales. Subsidios del gobierno central y de la CE Retiro anticipado y despido. Gastos de capital. Alimentación escolar. Transporte. Contingencias. Reparación de la estructura. Costos especiales del personal. Medidas especiales para escuelas en dificultad. Excepciones discrecionales. Seguro para los Iniciativas de consejeros. la ALE. Seguro para la infraestructura y el equipamiento. Subsidios para el alumno. Equipos de apoyo de la ALE. Presupuesto agregado para las escuelas. Elemento orientado por el alumno. Se puede asignar a estos componentes hasta un 20% del PAE. El Cuadro 8.3 muestra la distribución de los presupuestos para las escuelas (general, total y potencial) entre los gastos retenidos centralmente por las ALE inglesas y el presupuesto agregado para las escuelas. A fin de facilitar la comparación con los estudios de caso de otros países, se sustrajo del PGE los gastos de capital. El resultado, denominado ‘Presupuesto Total para las Escuelas’ (PTE), se utiliza para crear una estadística comparable internacionalmente. Sin embargo, la expresión ‘Presupuesto Total para las Escuelas’, no se utiliza en 208 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 209 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales Inglaterra y Gales en el sentido que adopta en este capítulo. Si se toman conjuntamente los tres niveles de todas las ALE, se retiene centralmente el 22% del PTE y se delega a las escuelas el 78%. El 62% de esta parte se asigna al Componente 1 (necesidades básicas), dejando el 16% para los Componentes 3 y 4. El Cuadro 8.3 muestra, igualmente, estos montos y porcentajes para los tres niveles escolares separadamente. Cuadro 8.3 Presupuestos para las escuelas (general, total, potencial y agregado) 1997/98 (totales para las ALE inglesas y galesas) Primaria Secundaria Especial Todos los niveles £M % PTE £M % PTE £M % PTE £M % PTE 9.303 104 7.392 105 1.200 105 17.895 100 8. 923 100 7.013 100 1. 144 100 17.080 100 Excepciones obligatorias 967 11 789 11 125 11 1.881 11 Excepciones discrecionales “excluidas” 648 7 457 7 234 19 1.339 8 7.688 86 6.146 88 842 74 14.675 86 814 9 471 7 81 7 1.366 8 6.874 77 5.674 81 760 66 13.309 78 5.659 63 4.916 70 41 4 10.616 62 1.215 14 758 122 597 11 52 2.096 597 2.096 3 Presupuesto general para las escuelas Menos Gastos de capital Presupuesto total para las escuelas 380 379 56 815 Menos Es igual a Presupuesto potencial para las escuelas Menos Excepciones discrecionales “incluidas” Es igual a Presupuesto total agregado para las escuelas Componentes del PAE Componente unitario de los alumnos ponderado por edad Adiciones Elemento ‘plaza’ (sólo en las escuelas especiales) Fuente:Adaptación del Cuadro 6 y el Apéndice E, CIPFA (1997): Education Statistics Estimates 1997/1998. En 1998, el gobierno laborista realizó consultas relacionadas con propuestas para aumentar el monto que las ALE deben delegar a las 209 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 210 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas escuelas (DFEE, 1998). Expresó su descontento porque algunas ALE retenían demasiado dinero, utilizándolo en forma ineficiente y ocultando este hecho en sus cuentas. Por consiguiente, el gobierno propuso reemplazar el PGE por una nueva construcción llamada Presupuesto Local para las Escuelas (PLE) que constituye el total de todos los gastos corrientes menos los gastos generales de administración de la oficina central y los compromisos financieros de la escuela. Se permitió que las ALE retuvieran dinero del PLE para funciones aprobadas. El monto total restante del PLE, denominado Presupuesto Individual para las Escuelas, sería el equivalente del PAE. Se exigiría de las ALE que delegasen el 100% del presupuesto individual a las escuelas. El Esquema 8.2 describe la nueva construcción. Esquema 8.2 Relación entre el Presupuesto Local para las Escuelas y el Presupuesto Individual para las escuelas Presupuesto total de ingresos de la ALE menos: Gastos generales de administración de la oficina central menos: Compromisos financieros de la escuela: servicio de la deuda; retiro anticipado y costos de desempleo (antes de abril de 1999); mecanismos de reclutamiento y retención. es igual a: Presupuesto Local para las Escuelas (PLE) menos los gastos de la ALE en: Gestión estratégica Acceso (infraestructura, admisiones, asistencia) Apoyo para el mejoramiento de la escuela Educación especial Casos especiales (enseñanza de música, seguro escolar) es igual a: Presupuesto Individual para las Escuelas 100% delegado a las escuelas, que pueden solicitar a la ALE que no delegue los gastos retenidos antes de abril de 1999. 210 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 211 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales b) Gastos delegados Hasta abril de 1999 se requirió a las ALE que delegasen por lo menos el 85% del PPE como PAE pero, en realidad, la mayoría delegó entre el 85 y el 95%. Los rubros de gastos que deberían ser delegados para la toma de decisiones a nivel escolar incluyen primordialmente los gastos de personal, que representan, típicamente, cerca del 80% del gasto total de las escuelas. Otros rubros sobre los que las escuelas deciden por sí mismas son los suministros y los servicios, incluyendo servicios públicos, terrenos, edificios y mantenimiento del equipo. Las escuelas mantenidas con subvenciones obtuvieron una delegación del 100%, incluyendo dinero para pequeñas inversiones en obras. A fin de ubicar las ex escuelas MS y las escuelas de las ALE dentro de un marco de financiación común, el gobierno propuso que las ALE delegasen el 100% del Presupuesto Local para las escuelas. Las escuelas que no deseasen asumir responsabilidades adicionales podrían solicitar que la ALE retuviese lo que no fue delegado antes de abril de 1999. La delegación de todos los gastos corrientes de personal es una característica especialmente significativa del sistema de gestión basado en la escuela de Inglaterra y Gales. El órgano de gobierno de la escuela decide sobre la dotación del personal, incluyendo el número de puestos específicos de enseñanza y no enseñanza. Mientras que el escalafón de los maestros y el del personal auxiliar son establecidos a escala nacional, los órganos de gobierno disponen de cierta libertad para adjudicar puntos adicionales en el escalafón a los maestros y al personal de mayor jerarquía, así como para determinar las descripciones de puesto del personal auxiliar (de apoyo). Una característica especialmente controversial de los sistemas inglés y galés es que las escuelas se financian en función del costo promedio de los maestros de la ALE (diferenciada por nivel), pero deben pagar los salarios reales de los maestros empleados. Esta regla es coherente con la función de regulación “cuasi mercado” de las escuelas contenida en la fórmula. La justificación oficial de este “principio salario promedio entra, salario real sale” (average-in-actual-out principle) fue que: “asegura un aspecto clave de la delegación haciendo directamente responsable a los administradores locales de los costos de sus servicios y dando a las escuelas un incentivo para administrar eficazmente la totalidad de los recursos bajo su control” (DFE, 1994a, p. 36). 211 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 212 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas La única excepción es que, en el caso de las escuelas con no más de 12 maestros ó 330 alumnos, la ALE tiene libertad para financiar o no la diferencia entre los salarios reales de los maestros de las escuelas y el salario promedio de la ALE. Bajo la gestión del gobierno laborista, esta norma está siendo revisada con miras a adoptar en su lugar la norma “salario promedio entra, salario promedio sale”. 8.5 Regulaciones financieras con respecto a los presupuestos escolares La ALE debe asignar una “participación en el presupuesto” (budget share) a cada escuela, calculada de acuerdo a la fórmula de financiación cuyos parámetros deben ser publicados antes de anunciar las participaciones en el presupuesto y antes de iniciar el año financiero (financial year). En la práctica, mientras que las escuelas reciben, generalmente, un presupuesto provisional dos o tres meses antes del inicio del año financiero, la participación real en el presupuesto se anuncia en abril, apenas unas cuantas semanas antes del inicio del año financiero. Sin embargo, las escuelas carecen aún de certeza sobre su posición financiera, pues no se les informa acerca del monto remanente a cuenta nueva sino dos o tres meses después de iniciado el año financiero siguiente. Dado que los años financiero y académico no coinciden, emerge la cuestión de en qué momento se debe efectuar el conteo de los estudiantes financiados mediante la fórmula. El MEE realiza un censo en enero de cada año, mientras que los estudiantes se matriculan nuevamente en septiembre. Para la financiación, los mecanismos de la GLE calculan la matrícula escolar utilizando varias combinaciones de cifras censales para los meses de enero previo y siguiente, o las estimaciones de las escuelas de la ALE para el próximo mes de septiembre. Existen demoras al ajustar el presupuesto escolar de modo que refleje las diferencias entre el número de estudiantes que una escuela matricula realmente en septiembre y el número de estudiantes financiados en el mes de abril previo. Estas discrepancias constituyen una fuente adicional de incertidumbre financiera. Las circulares especifican que la ALE no puede alterar el presupuesto de una escuela durante el año financiero corriente, con excepción de los casos de financiación contingente. Sin embargo, las cortes han establecido que si una ALE ha generado el presupuesto para las escuelas suponiendo que podría obtener más fondos que los que el 212 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 213 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales gobierno le permite, la ALE puede entonces reducir el presupuesto para las escuelas de conformidad con la reducción de su presupuesto total. Las ALE pueden, si así lo desean, establecer cierto grado de estabilidad para las escuelas, limitando los cambios anuales de la participación en el presupuesto de una escuela cualquiera al 5% ó menos. Una característica importante de los mecanismos de la GLE es que las escuelas deben poder conservar y reasignar el año siguiente los excedentes o los déficit, en oposición a la legislación anterior, según la cual todo lo que no hubiese sido gastado durante el año financiero era devuelto, estimulando así el gasto ineficiente por parte de las escuelas que trataban de evitar este recorte. No se permite a las escuelas que adopten medidas para un posible déficit, a menos que se considere como una inversión de capital que debe ser cubierta por el presupuesto del año siguiente. Sólo una pequeña proporción de las escuelas ha incurrido en un déficit real. La ALE ha asistido, sin mayores problemas, a las escuelas en situación de déficit o, en algunos casos, las ha designado para ser clausuradas. En el otro extremo, ha sido más común que las escuelas acumulasen las reservas no utilizadas a fin de garantizar la seguridad financiera o ahorrar para un proyecto de capital. Dado que una buena proporción de escuelas tiene excedentes superiores al 5% aceptado de sus presupuestos, existe cierta preocupación acerca de si estas escuelas manejan eficazmente sus presupuestos o no. Bajo la gestión local, el hecho de que las escuelas puedan conservar los ingresos adquiridos (provenientes principalmente del alquiler de locales o del patrocinio), constituye un incentivo adicional para la eficiencia. Éstos son ingresos adicionales a los fondos recolectados por las asociaciones de padres de familia, que se contabilizan separadamente. El ingreso generado por la escuela representa, típicamente, del 1 al 3% del presupuesto. La posición de las escuelas respecto del tiempo que se debe dedicar a la adquisición de ingresos y el patrocinio, varía de una escuela a otra. El patrocinio es estimulado por modelos gubernamentales a fin de dar una financiación que cubra los costos de las escuelas secundarias especiales, que obtienen donativos significativos provenientes del mundo de los negocios. Algunas escuelas han tenido un éxito notable en la obtención de recursos mediante el patrocinio. Se requieren ciertos acuerdos contractuales de las escuelas. Particularmente, y al igual que las autoridades locales, las escuelas están sometidas a la misma legislación obligatoria de competencia mediante licitación de una serie de servicios (por ejemplo, edificación, mantenimiento, alimentación, deportes y ocio). Están exceptuadas las 213 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 214 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas escuelas que emplean el equivalente de menos de tres personas a tiempo completo para la limpieza y el mantenimiento de los terrenos. La delegación del presupuesto no implica necesariamente que las escuelas tengan una asignación real de dinero. Al iniciarse la gestión local, la mayor parte del presupuesto escolar era tenido en una cuenta por la ALE y la escuela indicaba a la ALE cómo deseaba gastarlo. Dado que la contabilidad de la ALE era a menudo lenta e imprecisa, esto produjo inicialmente una considerable frustración y la reacción consistió en una más amplia utilización de cuentas corrientes para las escuelas. Si bien esto requiere más trabajo burocrático en las escuelas, las cuentas corrientes otorgan a las escuelas intereses y descuentos por pago inmediato, al mismo tiempo que aseguran registros financieros más precisos y oportunos. El DFEE (1998) propone que todas las escuelas deben tener derecho a una cuenta bancaria para sus presupuestos delegados. 8.6 El diseño de la fórmula de financiación El presupuesto agregado para las escuelas debe ser asignado mediante una fórmula que determine la participación en el presupuesto de cada escuela. La fórmula de financiación es una parte importante del sistema de gestión local de las escuelas de cada ALE. Ciñéndose al marco analítico establecido en el Capítulo 3, la fórmula de financiación de la ALE en Inglaterra y Gales contiene tres de los cuatro componentes: 1) asignación básica, 3) factores específicos de los alumnos, 4) factores específicos de las escuelas. La índole de la fórmula de financiación orientación hacia el estudiante fue un aspecto significativo de la política del gobierno conservador: “A fin de asegurar que la determinante central de necesidades sea satisfecha y que las escuelas tengan un incentivo claro para matricular y retener a sus estudiantes, la totalidad de los recursos asignados en función del número de estudiantes debe representar por lo menos el 80% del PAE de la ALE, menos la participación total en el presupuesto para las escuelas especiales” (DFE, 1994a, p. 31). Dentro del 80% del PAE que debe ser orientado hacia el estudiante, se puede usar hasta un 5% para otras mediciones del alumnado, distintas del conteo per cápita y edad, particularmente, indicadores de necesidades especiales de educación. Las orientaciones del MEE también aconsejan a las ALE que incluyan los componentes 3 y 4 en sus sistemas: éstos podrían representar no más del 20% del PAE. El MEE limita, igualmente, los tipos de indicadores a aquellos que pueden ser 214 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 215 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales medidos objetivamente, de modo que las asignaciones del presupuesto no dependan de la discreción de los funcionarios de la ALE. De acuerdo con las propuestas para ampliar la delegación hasta el 100% del Presupuesto Individual para las Escuelas, lo más probable es que el requerimiento del 80% será reducido o modificado. El Cuadro 8.4 presenta un resumen de las características de la fórmula de financiación inglesa especificada en las orientaciones del MEE, mostrando las dimensiones y los indicadores relacionados con cada componente. Los componentes se consideran ahora uno a uno, debiendo notarse que el Componente 2 (mejora del currículo) no aparece en la parte del PAE de la fórmula de la ALE. El Componente 2 se utiliza solamente fuera de la fórmula principal con respecto a la financiación de las “escuelas de tecnología”. Para obtener una asignación, una escuela de tecnología debe obtener primero £100.000 del patrocinio comercial para mejoras del currículo, tales como tecnología o lenguas modernas. La escuela obtiene entonces una subvención equivalente a £100.000 más £100 adicionales por alumno. Existen, asimismo, 15 escuelas superiores de tecnología (Technology Colleges), que fueron creadas en barrios céntricos degradados con el capital donado por un patrocinador y que proveen un currículo más avanzado en tecnología. Estas escuelas son financiadas directamente por el MEE. (a) Componente 1: Asignación básica por estudiante La cantidad de dinero asignada por alumno en un grupo de edad determinado se denomina Unidad-Estudiante Ponderada por Edad (UEPE) (Age-Weighted Student Unit). La mayoría de las ALE delega más del 80% del PAE mediante Unidades-Estudiante Ponderadas por Edad, como se muestra en el Diagrama 8.1. La proporción del componente orientado por el estudiante en la fórmula para escuelas especiales (que tiene que ser administrada localmente desde 1996) no está especificada y se aconseja a las ALE que incluyan una cantidad por plaza en escuela especial. La Ley de Educación de 1996 establece para la UEPE que los estudiantes que están permanentemente excluidos de la escuela sean retirados de la escuela, reduciendo así los incentivos financieros para excluir a los estudiantes difíciles y compensando a las escuelas que los admiten. 215 ch-08 Indicadores Componente 2 : Mejora del currículo 2.a) Currículo especial 2.a) Matricula total ponderada en las escuelas de tecnología Componente 3 : Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes 3.a) Desventaja socioeconómica 3.b) Falta de dominio de la lengua 3.c) Bajo nivel de rendimiento 3.d) Minusvalías, deficiencias, etc. 3.a) Número de estudiantes con puntaje bajo en el indicador compuesto que incluye el derecho al almuerzo, familia que recibe subsidios del seguro social, y diversas informaciones socioeconómicas derivadas del censo 3.b) Número de alumnos que no domina el inglés 3.c) Evaluación profesional de los alumnos por debajo del educacional umbral de rendimiento en las pruebas estandarizadas 3.d) Evaluación profesional de los alumnos con necesidades especiales “declarados” oficialmente Componente 4 : Necesidades del sitio escolar 4.a) Tamaño de la escuela 4.b) Costos de funcionamiento del sitio escolar (edificios) 4.c) Costos de funcionamiento del sitio escolar (servicios) 4.d) Costos de funcionamiento del sitio escolar (instalaciones) 4.a) Suplemento para las escuelas pequeñas según los tamaños establecidos por la ALE 4.b) Área interior de los edificios escolares 4.c) Montos fijos en función de la naturaleza del edificio 4.d) Montos fijos según las instalaciones (por ejemplo, piscinas) Page 216 1.a) Matrícula total ponderada 1.b) Matrícula ponderada en cada grado-nivel 16:59 Dimensiones Componente 1: Asignación básica por estudiante 1.a) Asignación básica 1.a) Matrícula total 1.b) Suplemento por grado-nivel 1.b) Diferenciación por grado-nivel 04/03/2002 Componentes Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas 216 Cuadro 8.4 Relaciones entre los componentes, las dimensiones y los indicadores en el desarrollo de una fórmula de financiación para las escuelas en el Reino Unido ch-08 04/03/2002 16:59 Page 217 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales Las ALE tienen la libertad de elegir los valores monetarios, tanto absolutos como relativos, de las Unidades-Estudiante Ponderadas por Edad. Es preciso relacionar una alta proporción de los costos con el número y las edades de los alumnos a fin de cumplir con el 80% estipulado del PAE, de modo que se deje el resto del PAE para cubrir los costos que varían con otras variables que son específicas de los estudiantes o de las escuelas considerados individualmente. Por consiguiente, la UEPA incluye los costos de los maestros tanto para la labor docente como para otras tareas, incluyendo la gestión de la escuela, el personal de apoyo y los costos no relacionados con el personal que varíen con el número de alumnos. Los costos son asignados entonces por estudiante. El Cuadro 8.5 muestra un ejemplo de asignación basada en la UEPA. Inicialmente, las ALE fueron sometidas a una intensa presión para que crearan rápidamente y pusieran en funcionamiento sistemas de gestión local sin que se produjeran quejas serias de las escuelas. Esto produjo un sesgo que hizo que las fórmulas de financiación reflejasen las prácticas históricas. Una característica particular de este efecto es que los alumnos de las escuelas primarias reciben una asignación menor que los de las escuelas secundarias, como aparece en el ejemplo del Cuadro 8.5. Esto se debe, principalmente, a que los estudiantes de secundaria son instruidos en clases más pequeñas debido a la especialización de las materias y a que los maestros de secundaria tienen más tiempo sin contacto con los alumnos. El Cuadro 8.6 muestra cómo varían, en función de la edad, los promedios de las asignaciones de dinero por Unidad-Estudiante Ponderada por Edad para todas las ALE de Inglaterra y Gales. Las ALE pueden financiar de manera diferente a cada grupo de edad entre 3 y 19 años. Sin embargo, el Cuadro 8.6 muestra separadamente las cinco fases clave de la escolarización. A medida que la gestión local se ha ido asentando, las ALE han continuado modificando sus fórmulas de financiación. Se ha producido un interés considerable en reemplazar las fórmulas derivadas de la reproducción de pautas históricas de financiación por el enfoque de la financiación orientada por la actividad, especialmente para el Componente 1, de modo que se mejore la eficacia y la eficiencia del sistema de asignación de recursos (véase el Capítulo 4). 217 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 218 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Diagrama 8.1 Componente ponderado por edad del estudiante como porcentaje del PAE (116 ALE inglesas 1997/1998) 40.0 30.0 20.0 10.0 0.0 80.0 82.0 84.0 86.0 88.0 90.0 92.0 Componente ponderado por edad del estudiante como porcentaje del PAE Fuente: Education Statistics 1997/1998 Estimates, CIPFA (1997). (b) Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes La financiación adicional para las necesidades especiales de educación precedió la gestión local de las escuelas. El primer paso importante fue la creación de áreas prioritarias de educación, pero éstas cayeron en desuso. La investigación demostró que al asignar fondos por área, en vez de hacerlo por estudiante, el dinero no iba bien dirigido para satisfacer las necesidades del estudiante (Barnes y Lucas, 1975; Holtermann, 1975). Un nuevo hito, en Gran Bretaña, fue la Ley de Educación de 1981, que introdujo un proceso formal de identificación o “declaración” de los estudiantes con necesidades especiales de educación, a quienes se debía entonces asignar recursos adicionales. Con anterioridad a la gestión local de las escuelas, los recursos para los estudiantes “declarados” se asignaban a las escuelas como recursos físicos y de personal. Posteriormente, el gobierno amplió la gestión local de la escuela para incluir a los estudiantes “declarados” y escuelas 218 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 219 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales especiales a las cuales podrían asistir estos estudiantes en lugar de las escuelas regulares. Sin embargo, se necesita también recursos adicionales para los estudiantes con dificultades de aprendizaje que no son lo suficientemente graves como para justificar una “declaración”. A partir del Informe Warnok (1978) sobre las necesidades especiales de educación, se acepta generalmente que aproximadamente el 18% de los estudiantes tiene necesidades especiales de educación, pero, si carecen de la “declaración”, se les denomina a menudo estudiantes con ‘necesidades especiales de educación sin declarar’ (NEESD) (nonstatemented special educational needs). Cuadro 8.5 Valores monetarios por estudiante para las escuelas primarias (UEPE) 1996/1997 (Hampshire) Participación en el presupuesto Personal: maestros Nivel primario del currículo nacional Parvulario P 1 2 3 4 5 6 207 978,25 926,65 926,65 926,65 926,65 968,15 968,15 897,01 332,11 125,76 125,76 111,11 111,11 111,11 111,11 Tasas que excluyen los edificios (impuesto local) 30,71 30,71 30,71 30,71 43,17 30,71 30,71 30,71 Suministros y servicios 79,35 79,35 79,35 79,35 76,71 84,58 84,13 79,42 Asociación para la gestión 12,69 15,10 15,10 17,51 29,56 29,56 29,56 24,74 1.231,92 1.440,68 1.182,73 1.185,14 1.192,36 Personal: otros Valor total por alumno 1.202,31 1.243,36 1.233,83 Nivel secundario del currículo nacional 8 9 10 11 Personal: maestros 1.285,05 Personal: otros 129,61 Edificios 70,76 Suministros 109,37 y servicios 7 1.285,05 129,61 70,76 109,37 1.434,00 129,61 70,76 109,37 1.599,22 129,61 70,76 121,62 1.599,22 189,36 70,76 242,97 Valor total por alumno 1.594,88 1.743.1,1 1.921,22 2.102,3,3 1.594,8 12 13 14 2.108,08 2.108,08 2.108,08 184,26 184,26 184,26 70,76 70,76 70,76 176,31 176,31 176,31 2.539,4 2.539,4 2.539,4 * La asociación para la gestión incluye apoyo para la inspección y la asesoría, música, servicios de personal, gestión de la limpieza, organismo de formación de docentes, apoyo para la formación del personal (además de servicios financieros y servicios de tecnología de la información que son asignados como un monto a suma alzada sin relación con el número de estudiantes). Fuente: Local Management of Schools: Guidance notes for primary schools 1996-1997, Hampshire County Council. 219 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 220 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Cuadro 8.6 Asignaciones monetarias promedio por estudiante ponderadas por edad: ALE de Inglaterra y Gales 1997/1998 Etapa clave del currículo nacional Edad Financiación promedio Proporciones Uno 4-6 1.246 1,00 Dos 7 - 11 1.166 0,94 Tres 11 - 14 1.672 1,34 Cuatro 14 - 16 2.010 1,61 Cinco 16 - 18 2.419 1,94 Fuente: CIPFA (1997) Education Estimates 1997/1998, Table 9. Las orientaciones para construir la fórmula especifican que debe contener: variaciones del costo adicional para considerar a los estudiantes con necesidades especiales de educación (NEE), incluyendo a los estudiantes con NEE pero sin “declaración”. “El Ministro de Estado espera que las ponderaciones de cualquier tipo de los estudiantes con NEE pero no ‘declarados’ representen medidas confiables y válidas de las necesidades de educación. Depende de la ALE hacer uso de indicadores sustitutivos (proxy indicators) cuando la ALE y sus escuelas lo juzguen apropiado. Sin embargo, el Ministro de Estado espera que las ALE tengan en consideración sistemas moderados de auditoría de las NEE, tales como los utilizados actualmente en algunas áreas, como una alternativa para los indicadores sustitutivos. […] Es esencial que dichos sistemas de auditoria mantengan una base objetiva para la financiación de las escuelas: por consiguiente, un proceso de moderación resulta vital” (DFE, 1994b, pp. 31-32). Las ALE pueden financiar las necesidades especiales mediante dos elementos de la fórmula de financiación: • • 220 se podría asignar hasta el 5% del PAE para las necesidades especiales dentro de la dimensión de ‘Unidad-Estudiante Ponderada por Edad’ ; y adicionalmente, las necesidades especiales de educación se pueden financiar dentro del 20% del PAE que no necesita ser asignado en relación con el número de alumnos (denominado ‘elementos adicionales’). ch-08 04/03/2002 16:59 Page 221 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales Cualquiera que sea la parte de la fórmula que financia las necesidades especiales, la ALE debe utilizar indicadores de la incidencia de las necesidades especiales en cada escuela. En el Reino Unido, el indicador sustitutivo más fácil de obtener y más comúnmente utilizado para las NEESD es el derecho del estudiante a alimentación gratuita en la escuela, que se aplica a los niños provenientes de familias que reciben subsidios complementarios de los ingresos por parte del Ministerio de Seguridad Social. La validez de este indicador depende de la intensidad de la relación entre los resultados educacionales y la pobreza de la familia. Éste no es un indicador fuerte de las necesidades especiales de los estudiantes considerados individualmente, pero permite predecir razonablemente la incidencia de las necesidades especiales de educación a nivel de la escuela. Por ejemplo, Marsh (1995) encontró una ALE grande con 100 escuelas en las cuales observó que si los resultados de las pruebas para obtener el Certificado General de Educación Secundaria (CGES) (General Certificate of Secondary Education) de estudiantes considerados individualmente se correlacionaba con el derecho o no a alimentación gratuita, la correlación era de sólo –0,2. Pero si el porcentaje de estudiantes de la escuela era correlacionado con los resultados promedio de las escuelas para la prueba del CGES, la correlación era de alrededor de –0,7. La magnitud de la correlación a nivel escolar entre la alimentación gratuita en la escuela y los resultados de la prueba del CGES fue corroborada por Levaïiç y Hardman (1998) en un estudio de 330 escuelas. Indicadores de desventaja social menos utilizados son los indicadores censales del status socioeconómico (SSE) de la localidad en que habitan los estudiantes. Esto se obtiene cartografiando los códigos postales de las direcciones de los estudiantes en relación con el Registro General del censo. Una alternativa, o adición, a los indicadores de status socioeconómico (SSE) que predicen la incidencia de las necesidades especiales de educación son los indicadores cuyo objetivo es identificar las NEESD. Las ALE utilizan dos enfoques básicos para obtener indicadores de identificación: pruebas estandarizadas y auditoría profesional de las necesidades especiales de educación de estudiantes considerados individualmente. Las pruebas estandarizadas de educación son más confiables que la auditoría profesional, en la medida en que los valores obtenidos no dependen del juicio individual de un profesional; sin embargo, éstas no son lo suficientemente refinadas como para identificar la naturaleza de las necesidades individuales de un niño. Las pruebas estandarizadas sirven para evaluar las capacidades cognitivas, 221 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 222 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas por ejemplo el razonamiento verbal y no verbal y el razonamiento cuantitativo, así como para evaluar el rendimiento educacional en lectura, ortografía y conocimientos básicos de aritmética. Algunas ALE contaban con tales pruebas, antes de establecer la GLE, para justificar la transición de los alumnos de la escuela primaria a la secundaria. Otras comenzaron a administrar pruebas a fin de proveer un indicador de las NEESD para su fórmula de financiación. Particularmente, muchas ALE introdujeron la evaluación de base (base-line assessment) de los niños que entran a la escuela con cinco años de edad, la cual se ha vuelto obligatoria desde 1998. Si bien las evaluaciones de párvulos tienen menos validez que las de los niños mayores, ellas tienen la ventaja de evitar el riesgo moral, para los fines de la financiación, dado que las escuelas no reciben incentivos financieros para deformar los resultados de una pobre enseñanza. Sin embargo, las escuelas podrían verse tentadas de deformar los resultados de la prueba de base a fin de producir un mejor valor agregado en las mediciones del progreso de los alumnos. La manera de utilizar los resultados a fin de derivar un indicador para una fórmula es variable. Algunas ALE utilizan una prueba única; otras un promedio ponderado de dos o tres pruebas. También varía la manera de utilizar los resultados para asignar el dinero. En algunas fórmulas se asigna una cantidad de dinero en función del valor del índice de la escuela, que es el resultado agregado de los resultados de sus alumnos en las pruebas. En este caso, todas las escuelas recibirán alguna asignación que dependerá de la amplitud del bajo rendimiento de cada estudiante y del número de estudiantes con bajo rendimiento. Alternativamente, el indicador podría especificar un umbral: sólo los estudiantes que obtienen notas por debajo de cierto límite serán considerados con derecho a la financiación para las NEESD; y los estudiantes recibirán un monto igual, independientemente de cuán por debajo del umbral se sitúa su puntaje. Las especificaciones detalladas de la parte de la fórmula que considera las NEESD varía considerablemente entre las ALE: la mayoría de las ALE utiliza más de un indicador, de manera que los dos indicadores de SSE y las pruebas de rendimiento escolar sean incluidos con ponderaciones variables. Estas fórmulas han sido derivadas y modificadas en la mayoría de los casos después de una amplia consulta local que involucró a los grupos de trabajo de directores de escuela y funcionarios. Las fórmulas de las NEESD llegaron a reflejar la práctica histórica de la autoridad, modificada por la reacción local a las condiciones políticas existentes. El tercer tipo de indicador de necesidades especiales se deriva de 222 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 223 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales una auditoría profesional en la cual el niño es evaluado individualmente. La auditoría profesional fue impulsada cuando se publicó el “Código de conducta para las necesidades especiales” (Special Needs Code of Practice) (DFE, 1994b). El código de conducta estableció un marco de referencia de cinco etapas de evaluación de las necesidades especiales, comenzando con el nivel 1, que representa la acción a nivel de la escuela solamente, y continuando hasta los niveles 4 y 5 con la publicación de una declaración. Por consiguiente, para los propósitos de la financiación mediante fórmulas de las escuelas regulares, la auditoría profesional identifica a los estudiantes con NEESD en los niveles 1 a 3. El código de conducta requiere que cada estudiante con necesidades especiales de educación siga un plan de educación monitoreado y que se identifiquen los recursos que utiliza. Por consiguiente, la auditoría profesional es mejor que las pruebas estandarizadas, y considerablemente superior a los indicadores de SSE, al proveer un marco de referencia y datos para la rendición de cuentas. Los maestros favorecen la auditoría profesional porque confían más en su precisión para identificar la naturaleza de la necesidad individual que en los otros dos indicadores. Sin embargo, dado que la auditoría profesional refleja juicios profesionales personales, debe incluir cierta moderación para que sea una medida confiable de necesidad especial. Este requerimiento, además del proceso de evaluación uno a uno, hace que la auditoría profesional sea el método más costoso de aplicar. Otra desventaja es que los procedimientos de evaluación de las necesidades especiales aplicados individualmente que originan una financiación adicional, estimulan a las escuelas y los padres de familia a presentar más niños para que sean identificados como poseedores de necesidades especiales. Al identificar más niños con necesidades especiales, se canaliza hacia las necesidades especiales una proporción mayor de un presupuesto para la educación, que a menudo es fijo. La reducción resultante en el nivel de recursos para otros niños se suma a las presiones de la competición para asegurar más recursos para los niños afectados de alguna forma de dificultad de aprendizaje. El porcentaje de estudiantes con “declaración” en Inglaterra ha ido aumentando constantemente de 1,6 en 1985 a 3,4 en 1994 (Audit Commission, 1997a). La mayoría de las ALE utiliza en su fórmula más de un indicador para las necesidades especiales de educación y ha habido una tendencia a aumentar el número de indicadores utilizados. El Cuadro 8.7 muestra la popularidad de los diferentes tipos de indicadores de necesidades especiales y el Cuadro 8.8 el número de indicadores utilizados. 223 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 224 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Cuadro 8.7 Indicadores utilizados por las ALE de Inglaterra para financiar las necesidades especiales de educación Indicador Alimentación escolar gratuita Pruebas educacionales Rotación de los estudiantes Etnia/Falta de dominio del inglés Auditoría profesional/Código de conducta Otros Prestaciones sociales para la educación Número de estudiantes No. de ALE % ALE (encuesta 1996) % ALE (Lee, 1992) 77 26 25 20 17 12 7 5 91 31 29 24 20 14 8 6 81 28 18 29 7 0 14 0 Fuente: Marsh, A. (1997). Cuadro 8.8 El número de indicadores utilizado por las ALE de Inglaterra para financiar las necesidades especiales de educación No. del indicador No. de ALE % ALE (encuesta 1996) % ALE (Lee, 1992) 0 1 2 3 4 5 6 1 27 26 15 11 4 1 1 32 30 18 13 5 1 3 42 28 18 7 1 1 Fuente: Marsh, A. (1997). Los alumnos con necesidades especiales “declarados” tienen recursos adicionales vinculados a ellas y podrían ser educados en escuelas especiales o regulares. Tanto las escuelas especiales como los estudiantes “declarados” se encuentran ahora bajo el mandato de la gestión local de las escuelas, mientras que no habían sido incluidos durante los primeros cuatro años. Las orientaciones del MEE estimulan a las ALE para que deleguen, mediante fórmulas, fondos para los estudiantes “declarados”, pero no lo exigen, pues reconocen las dificultades para predecir los costos con precisión. Las escuelas especiales están ahora incluidas en el sistema de SGL de las AEL, pero están exceptuadas del requerimiento de que el 80% del PAE sea financiado de acuerdo a las UEPE. Siguiendo la recomendación del informe Touche Ross (1990), las fórmulas para las escuelas especiales se pueden construir a partir de un elemento ‘plaza’ y un elemento ‘por estudiante’. 224 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 225 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales En general, hay variaciones considerables en la práctica de la autoridad local respecto de la financiación de las necesidades especiales de educación. Las autoridades difieren considerablemente en cuanto al porcentaje del PAE que distribuyen en función de las necesidades especiales. No son necesariamente las autoridades a cargo de las localidades con la más alta incidencia de necesidades especiales de educación las que les asignan la mayor proporción del PAE. Tampoco es necesario, dado que si la incidencia fuese la misma entre todas las escuelas, no se necesitaría una financiación diferenciada. Sin embargo, la inclusión de un elemento específico en la fórmula para las NEESD aumenta su visibilidad, dando así más prominencia a la cuestión de la rendición de cuentas. (c) Componente 4: Necesidades del sitio escolar Las orientaciones del MEE indican específicamente que las fórmulas deberían incluir “los costos adicionales en que incurren las escuelas pequeñas para mantener un currículo comparable al disponible en las escuelas de mayor tamaño, cuando la ALE lo considere adecuado” (DFE, 1994a, p. 31). Además, existe un ajuste salarial para los maestros de escuelas pequeñas, que compensa a las escuelas pequeñas una parte de la diferencia entre los salarios de sus maestros y los promedios de la ALE. Las fórmulas de la ALE asignan una financiación adicional a las escuelas pequeñas (distinta de aquella para los diferenciales de costo de los salarios de los maestros) de dos maneras principales. La primera, utilizando suplementos decrecientes que dependen de la diferencia entre un umbral para el número de estudiantes y el número real. La segunda, mediante montos a suma alzada, ya sea a todas las escuelas o a las escuelas por debajo de un tamaño especificado. Generalmente, los sistemas utilizan una variedad de rubros de protección para las escuelas pequeñas, desagregados con gran detalle. Thomas y Bullock (1992), en un estudio previo de 81 modelos de GLE, descubrieron sólo 11 que dependían de montos a suma alzada; 30 ALE utilizaban escalas móviles y 40 una combinación de un monto a suma alzada y una escala móvil. Este estudio observó, igualmente, una gran variabilidad en cómo las ALE definían la pequeñez. Ésta variaba desde 150 hasta 250 estudiantes para las escuelas primarias, hasta por debajo de 470 ó 830 alumnos para las escuelas secundarias. En 1997/1998, las ALE asignaron en promedio el 2,5% del PAE como bonificación para las escuelas pequeñas (Cuadro 8.10), pero este porcentaje varió entre el 0 y el 12%, como aparece en el 225 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 226 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Cuadro 8.9. Generalmente, las pruebas indican que la introducción de los modelos de gestión local fue financieramente desfavorable para las escuelas más pequeñas (Thomas y Bullock, 1992; Levaïiç, 1993). Cuadro 8.9. Porcentaje del PAE asignado en relación con el tamaño de la escuela % del PAE asignado en relación con el tamaño de la escuela Cero 0,1 a 0,4 0,5 a 0,9 1 a 1,9 2 a 4,9 5 a 9,9 10 a 12 % ALE 13 20 13 14 19 19 1 Fuente: Education Statistics 1995/96 Estimates, CIPFA, 1995. Aparte del tamaño, las fórmulas de la ALE tienen en cuenta una serie de factores del sitio escolar que pueden ser muy detallados. En 1997/1998, las asignaciones de la ALE para los locales fueron, en promedio, de un 7% del PAE (Cuadro 8.10) y variaron del 1 al 15%. En la mayoría de las fórmulas, los costos de infraestructura están relacionados con el área de la escuela, así como con el número de estudiantes. Igualmente, las escuelas podrían obtener asignaciones adicionales para piscinas, por tratarse de sitios dispersos o debido a otros factores específicos del sitio escolar. Por consiguiente, y a pesar de que el Componente 4 sólo provee el 14% del presupuesto agregado para las escuelas, ha añadido una considerable complejidad a las fórmulas cuando las ALE han tratado de ser sensibles a las diferencias locales a nivel escolar. Cuadro 8.10 Los tres elementos principales de la fórmula de financiación como porcentajes del PAE (promedios de la ALE para Inglaterra y Gales 1997/1998) Componente Componente 1 Componente “alumnos” ponderado por edad Componente ponderado por edad excluyendo otros factores orientados por el estudiante (límite del 5%) Componente 3 Necesidades especiales en las escuelas regulares Elemento “plaza” en las escuelas especiales Componente 4 En relación con las escuelas pequeñas En relación con la infraestructura Transitorios y otros Fuente: Education Statistics Estimates, 1997/98, CIPFA. 226 % PAE 79,8 76,1 4,1 4,5 2,5 7,0 4,6 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 227 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales 8.7 Ajustes transitorios en las fórmulas de financiación El ejemplo de Inglaterra muestra que el paso de la práctica anterior de asignación administrativa de recursos a la financiación de las escuelas mediante fórmulas da lugar a escuelas ganadoras y perdedoras. Las ganadoras y las perdedoras, en términos del presupuesto, pueden ser definidas en forma absoluta o relativa. En la definición relativa se compara la asignación del PAE de las ALE para un solo año de acuerdo con los dos métodos, el histórico y el que se basa en fórmulas. Lo que cada escuela recibiría si sus presupuestos fuesen asignados de acuerdo al método administrativo histórico se compara con el presupuesto que fue asignado por la nueva fórmula de financiación antes de realizar cualquier ajuste transitorio (Levaïiç, 1993). En la definición absoluta de ganancias o pérdidas, el valor real del presupuesto de cada escuela en el año anterior a la introducción de la financiación mediante fórmulas se compara con el presupuesto real del año siguiente, bajo la financiación mediante fórmulas. Esta definición absoluta no distingue entre los cambios presupuestarios debidos a la fórmula y aquellos debidos a cambios del nivel real del presupuesto agregado para las escuelas de la ALE, o a cambios en los indicadores de la escuela de un año al siguiente, mientras que la definición relativa de los cambios presupuestarios debidos a la financiación mediante fórmulas sí lo hace. Dado que las escuelas que pierden presupuesto necesitan un tiempo de ajuste, las consideraciones de equidad implican que tales escuelas precisan ser apoyadas mediante una asignación adicional mientras se efectúan estos ajustes. Las orientaciones iniciales (DES, 1988) permitieron a las ALE construir en sus fórmulas arreglos transitorios para cuatro años, como máximo, y así proteger a las escuelas en situación de pérdida absoluta de sufrir recortes presupuestarios excesivos de hasta un 5% anual. Esto significó que durante los años transitorios las ALE calculaban dos conjuntos de presupuestos: los que se utilizarían si se aplicase la fórmula escueta, y los presupuestos transitorios que eran realmente asignados después de modificar las fórmulas para proteger a las escuelas perdedoras. En efecto, se retiró dinero a las escuelas que ganaban con la introducción de la financiación mediante fórmulas y se redistribuyó entre las perdedoras. También los arreglos transitorios añadieron complejidad a las fórmulas de financiación de las escuelas. 227 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 228 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas 8.8 Una visión panorámica de los componentes El Cuadro 8.10 indica la importancia relativa de los tres componentes utilizados en las fórmulas de la ALE. La discreción que tienen las ALE para utilizar hasta el 25% del PAE para las necesidades especiales (5% dentro de la UEPE) y los diferenciales debidos al costo del sitio escolar han dado lugar a diferencias notables en los porcentajes del PAE asignados a estas diversas categorías, indicando que las fórmulas de la ALE responden a las diferencias en las condiciones locales. 8.9 Una breve evaluación de las fórmulas aplicadas en Inglaterra contrastadas con los criterios de evaluación Evaluar el impacto de la financiación mediante fórmulas es una tarea compleja, cuya dificultad aumenta debido al limitado número de investigaciones en Inglaterra acerca de la financiación mediante fórmulas (por ejemplo, The LMS Initiative, 1992 (internal to LEAs); Bullock y Thomas, 1994; Levaïiç, 1993 y 1998a; Thomas, 1992). En su mayoría, estos trabajos han sido efectuados dentro de las ALE o comisionados por ellas a consultores. También se debe tener en mente que la financiación mediante fórmulas es solo uno de los cambios importantes inspirados por el gobierno que afectan a las escuelas desde 1988. A la vista de estas consideraciones, esta parte del capítulo tiene como meta proveer una breve evaluación de las fórmulas de las ALE en Inglaterra, utilizando siete criterios introducidos en el Capítulo 1 para ilustrar su aplicación. 8.10 La división entre las retenciones a nivel central y los presupuestos delegados a las escuelas La insistencia del MEE para delegar una gran proporción del presupuesto potencial para las escuelas fue completamente coherente con la función principal de la fórmula de financiación en Inglaterra: la de regulación del mercado. Una cuestión particular, con respecto a las ALE de Inglaterra es esclarecer si han sido forzadas a delegar demasiado. El Cuadro 8.2 indica cómo las ALE han retenido solamente los gastos para los que el principio de subsidiariedad es débil. Los criterios de eficacia y eficiencia indican que es mejor retener centralmente tales gastos repartidos en forma dispareja e imprevisibles. 228 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 229 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales En las condiciones de rigor financiero que prevalecen en las ALE desde 1992 hasta 1997 (provenientes de las restricciones de los subsidios del gobierno central que financian el 80% del gasto local), las ALE han hecho mayores recortes en los gastos de sus sedes centrales que en la participación de las escuelas en el presupuesto. Las ALE también han sido forzadas a delegar dinero para servicios anteriormente provistos centralmente, tales como el servicio de asesoría, la enseñanza de música, los servicios de biblioteca y museo, los cursos de formación en servicio y los centros de maestros. Existe un debate considerable acerca de hasta qué punto es mejor que las ALE brinden estos servicios y que sean financiados mediante excepciones discrecionales, o si es mejor delegar el dinero a las escuelas para que puedan determinar libremente cuánto gastar en estos servicios y a quién adquirirlos. Un punto de vista es que los servicios centrales provistos por la ALE eran de una calidad neutral, dado que los maestros de las escuelas no tenían el poder para determinar sus contenidos y los proveedores carecían de incentivo financiero para satisfacer a su clientela. El punto de vista opuesto es que una vez que el dinero ha sido delgado a las escuelas, especialmente en un ambiente de limitaciones financieras, éstas ya no lo utilizan para recuperar un volumen de servicios centrales de las ALE que sea suficiente como para conservar el costo-efectividad. Las escuelas pequeñas enfrentan un problema particular, ya que el total asignado por la fórmula para tales servicios a menudo es demasiado escaso como para comprar algo que valga la pena. Por el contrario, las escuelas más grandes tienden a congratularse por su capacidad para elegir sus propios proveedores de servicios. En muchas ALE ha habido una seria preocupación acerca de la reducción de la enseñanza de la música instrumental, cuando las escuelas han desviado los fondos delegados hacia otros usos. En respuesta a ello, el DFEE (1998) propuso que las ALE pudiesen retener fondos para la enseñanza de música. El impacto en los servicios centrales de la ALE no ha sido uniforme. En algunas áreas han colapsado más que en otras, con los empleados de la ALE convertidos en consultores y formadores independientes. En otras áreas, las ALE han conservado la fidelidad de las escuelas, modernizado sus servicios centrales en consulta con las escuelas, delegado los fondos y concretado acuerdos de servicios con diversas escuelas a fin de comprar “paquetes” de diferentes servicios. En tales ALE se tiene generalmente la sensación de que actualmente los servicios centrales responden de manera más eficiente y eficaz a las necesidades de las escuelas que anteriormente. 229 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 230 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Es interesante observar que el MEE continúa con una política de subsidios anuales por categoría de las ALE de aproximadamente un 1% de todos los gastos del Estado en las escuelas. Las ALE obtienen estos subsidios mediante licitación o recaudando fondos suplementarios para áreas especificadas por el MEE, tales como la evaluación de maestros, la eficacia de la escuela y el desarrollo del personal. Esta política indica claramente que el MEE no está preparado para delegar totalmente a las escuelas las decisiones de compras (como en el caso de la música), sino que interviene para imponer sus propios criterios de eficacia. En general, ha habido notables mejoras en la eficiencia con la que las escuelas distribuyen estos recursos tomando sus propias decisiones (Levaïiç, 1995), pero existe también preocupación acerca de las implicaciones sobre la equidad debido a la desaparición de la provisión extracurricular gratuita. 8.11 La participación de las escuelas en el presupuesto (a) Eficiencia Hay dos aspectos de los incentivos de eficiencia de la fórmula de financiación que se deben tener en cuenta: el impacto en todo el sistema de cómo la fórmula cambió la distribución de los recursos entre las escuelas y el impacto del cambio de las pautas de asignación de recursos dentro de las escuelas. En relación con el primer aspecto, las pruebas disponibles sugieren que las fórmulas de financiación han creado incentivos para lograr una reestructuración más rentable de la infraestructura, al favorecer a las escuelas con un costo unitario más bajo, a costa de las escuelas con un costo unitario más elevado. Esta conclusión fue publicada por Levaïiç (1993), en un detallado análisis de una fórmula de una ALE, y por Thomas y Bullock (1992), respecto de una amplia muestra de ALE. Sin embargo, como lo destaca la Audit Commission (1997b), los incentivos que conlleva la política del gobierno a nivel del sistema, particularmente la creación de un sector MS rival, impidió que las ALE mejorasen la eficiencia de su infraestructura por temor a que las escuelas optasen por sustraerse del control de la ALE, si se las confrontaba con las posibilidades de reorganización o clausura. Con relación al segundo aspecto mencionado, la flexibilidad aportada por las nuevas regulaciones financieras, junto con la asignación de montos a suma alzada en vez de presupuestos afectados a las escuelas 230 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 231 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales (para fines especificados), ha logrado una mayor eficiencia en la manera de utilizar los recursos dentro las escuelas (Audit Commission, 1993a; Bullock y Thomas, 1994; Levaïiç, 1995). Las escuelas han respondido a la introducción de la gestión local y a la financiación mediante fórmulas y, desde 1992, a las amplias reducciones de la financiación real por estudiante. Los principales tipos de respuestas de las escuelas en términos de rentabilidad han sido: • • • • • recortar los costos de funcionamiento de los edificios escolares, a fin de gastar una mayor proporción de su presupuesto en recursos directos para la enseñanza y el aprendizaje (Levaïiç, 1995); emplear más asistentes de clase e incrementar la proporción alumnos/maestro, especialmente en las escuelas de educación primaria (Dean, 1997); emplear más personal con contratos temporarios (Maychell, 1994); reducir el número de subdirectores (Merrick, 1994); y emplear más personal auxiliar de apoyo, de modo que los maestros puedan concentrarse en las tareas profesionales (Mortimore et al., 1992). Las escuelas han respondido también al principio “salario promedio entra, salario real sale” empleando a maestros más jóvenes y más baratos, y enviando al retiro anticipado y con mejores pensiones a los maestros de mayor edad. Esto reduce los costos de las escuelas, porque los costos de las pensiones son cubiertos por el fondo nacional de pensiones, pero es improbable que sea socialmente eficiente para el sistema considerado en su totalidad. En 1997, el gobierno central anunció que, en el futuro, los costos de mejora de las pensionas deberían ser cubiertos por los presupuestos escolares (Passmore, 1996), provocando un recrudecimiento de los retiros anticipados mientras éstos eran aún posibles. También hay algunos indicios del aumento de la selección adversa, que bien podría ser socialmente ineficiente, dado que un número creciente de estudiantes está siendo excluido (es decir, expulsado) de la escuela (Doe, 1996; Parsons, 1996a, b). Se ignora hasta qué punto esto se debe al mayor número de alumnos perturbadores o a su impacto sobre la reputación de la escuela y, por consiguiente, a su capacidad para atraer estudiantes y asegurar su solvencia. 231 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 232 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas (b) Eficacia Para juzgar la eficacia de una fórmula de financiación es necesario evaluar los incentivos que provee para el mejoramiento de la calidad de la enseñanza y el aprendizaje. Como ya se sostuvo en los Capítulos 3 y 4, a fin de promover la eficacia educacional, la fórmula de financiación debe basarse en necesidades. Si la base para la asignación del presupuesto escolar contiene escasa relación con las necesidades reales de recursos escolares, entonces es más difícil que los administradores de las escuelas asignen eficazmente los recursos educacionales. Como ya se indicó, una característica importante de las fórmulas de financiación de las ALE es que fueron concebidas, en gran medida, para reflejar las pautas históricas y así minimizar los costos de transición de las escuelas. Al mismo tiempo que se instituía la gestión local de las escuelas, el gobierno introdujo un nuevo currículo nacional. No se ha hecho público el costo de los recursos requeridos por las escuelas para implementar el currículo nacional y, por consiguiente, falta una base orientada por la actividad para las fórmulas de financiación, a menos que las ALE se encarguen ellas mismas de la implementación (véase el Estudio de Caso 2 sobre la ALE de Cambridgeshire en el Capítulo 4). Una característica clave de la reproducción de pautas históricas de financiación en las fórmulas de la ALE es la financiación menos elevada de los estudiantes de primaria en comparación con los de secundaria. Se puede argumentar que la subfinanciación relativa de los alumnos de primaria no es educacionalmente eficaz, dado el número evidente de alumnos con bajo rendimiento que pasan a las escuelas secundarias con un retraso de dos o tres años respecto a las competencias básicas y desmotivados a causa de su precoz experiencia de fracaso educacional. Se ha debatido intensamente acerca de las justificaciones de esta discrepancia y se ha ejercido una intensa presión para incrementar las UEPE del nivel primario (House of Commons, 1994). Un número creciente de ALE ha emprendido investigaciones internas sobre la financiación orientada por la actividad (por ejemplo, West, 1994). Tales análisis concluyen que es necesario gastar mucho más que lo que las ALE pueden permitirse a fin de posibilitar las actividades que los maestros deberían realizar y tener los recursos físicos apropiados. Particularmente, los análisis de la financiación que utilizan métodos orientados por la actividad muestran que los requerimientos del currículo nacional y la legislación correspondiente implican que los 232 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 233 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales maestros de primaria necesitan más tiempo sin contacto con los alumnos que el que las ALE pueden sufragar actualmente. Si bien se ha logrado alguna reducción del diferencial entre los estudiantes de primaria y secundaria (Hardman y Levaïiç, 1994), ésta continúa siendo considerable. A las ALE les ha resultado difícil reducir el diferencial primaria-secundaria. Desde 1992 hasta 1997, la financiación real per cápita declinó de manera que cualquier mejora de la Unidad-Estudiante Ponderada por Edad en primaria implicaría, para la mayoría de las ALE, una redistribución a costa de los estudiantes de secundaria y podría inducir a las escuelas secundarias a no participar. El aumento de la proporción de clases de primaria con más de 30 alumnos indujo al partido laborista a prometer, durante el proceso electoral, que ningún niño de seis años estaría en una clase con más de 30 alumnos. Sin embargo, resulta difícil implementar esta promesa, a menos que se reduzca la opción de elección de los padres de familia o se aumenten los gastos en educación, añadiendo aulas en las escuelas populares, mientras que existen plazas excedentes en las escuelas menos populares. Es especialmente difícil evaluar los indicios de un impacto positivo en la enseñanza y el aprendizaje de la implementación de la financiación mediante fórmulas cuando ha habido también otros cambios importantes, tales como la introducción de un currículo, pruebas y un sistema de inspección nacionales. Cualesquiera que fuesen los incentivos para la eficacia que contiene la fórmula, podrían carecer de impacto, a menos que los administradores de la escuela establezcan una relación entre sus decisiones financieras y las decisiones educacionales acerca de la distribución de recursos para asegurar una enseñanza y aprendizaje eficaces. Se ha puesto especial énfasis por parte de la OFSTED (1993), la Audit Commission (1993a, 1993b) y la National Audit Office (1994) en la mejora de este aspecto de la gestión escolar. Hay ciertos indicios que sugieren un aumento de la eficiencia en el nivel secundario, dado que la proporción de los alumnos que obtienen calificaciones más altas en el Certificado General de Educación Secundaria (General Certificate of Secondary Education) ha ido aumentando constantemente, mientras que el valor real de la financiación por estudiante declinó en casi la mitad de las escuelas de la muestra (Levaïiç y Hardman, 1998). Respecto de la reacción de las escuelas observada anteriormente en relación con la eficiencia, no hay pruebas suficientes de la existencia de una relación específica insumo-producto en la forma de las funciones de producción de la educación escolar en el Reino Unido, como para estar 233 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 234 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas seguros de que alguna de estas medidas mejora la eficacia de la educación (Levaïiç, 1998). Todo lo que se puede decir en su favor es que, dado que el principio de subsidiariedad es aplicable, éstas son decisiones que adoptan los directores, su personal y los miembros del consejo escolar que reflejan sus juicios acerca del mejor uso posible de los recursos escolares disponibles. Hay una preocupación particular acerca del impacto del principio “salario promedio entra, salario promedio sale” sobre la calidad de la educación, si las decisiones de reemplazar maestros viejos por maestros jóvenes y baratos es motivada por la necesidad de reducir los costos de la escuela frente a los cortes de la financiación real per cápita. Es posible que el personal experimentado que se retira conste de maestros eficaces o que el personal agotado e ineficaz sea inducido a retirarse antes de lo que lo haría si no fuese por los incentivos presupuestarios aportados por la fórmula de financiación, junto con los recortes del presupuesto. Como se observó anteriormente en este capítulo, es probable que se modifique esta regla. (c) Equidad Las orientaciones de la financiación mediante fórmulas permiten que las ALE reflejen sus propias políticas respecto de las consideraciones de equidad utilizando los componentes 3 y 4. Parecería que las ALE han podido continuar reflejando sus políticas locales respecto de las asignaciones adicionales par la desventaja social y educacional en las fórmulas de financiación (Marsh y Levaïiç, 1995; Levaïiç, 1993). El requerimiento de la financiación mediante fórmulas ha tenido efectos benéficos, ya que las ALE han sido estimuladas para emprender nuevos trabajos con miras a mejorar sus indicadores de necesidades especiales de educación (Marsh, 1997) de modo que la alimentación escolar gratuita, criticada por la Iniciativa de la Gestión Local de las Escuelas (LMS, 1992), ha sido reemplazada o modificada por la utilización de otros indicadores. El impacto global de la fórmula de financiación respecto de la equidad, en el contexto de sus principales funciones hasta 1997 como un instrumento de regulación del mercado, es más complejo y difícil de esclarecer. Desde el principio, los comentadores de la gestión local expresaron su preocupación acerca de las consecuencias para los alumnos de las escuelas que, confrontadas con la competición, fracasan en el intento de conservar a sus alumnos y, en consecuencia, sus 234 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 235 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales recursos. Una prueba de ello proviene del estudio conducido por el ICOSS, en la Open University, con una muestra longitudinal de 330 escuelas desde 1989/1990 hasta 1995/1996. Éste muestra que durante ese período hubo una ligera tendencia de las escuelas con más altas proporciones de alumnos socioeconómicamente desfavorecidos a tener cifras de matrícula decrecientes y, por consiguiente, presupuestos reducidos (Levaïiç y Hardman, 1998). (d) Sensibilidad En Inglaterra, las orientaciones para las fórmulas permiten a las ALE ser sensibles a sus diferencias políticas, sociales, geográficas y de infraestructura. Como consecuencia de la manera en que se toman las decisiones acerca de la financiación de la educación en los gobiernos central y local, existen diferencias notables entre las ALE en la financiación por estudiante para edades equivalentes. Dada la historia de los diferenciales de financiación de las ALE y las diferencias de política, es sumamente difícil introducir una fórmula nacional de financiación, aun si se la considerase deseable. (e) Democracia local Ésta se conserva, hasta cierto grado, respecto de la determinación de la versión de la fórmula de financiación de la ALE, aunque no respecto de los poderes globales de las autoridades locales de educación. Bajo el régimen del gobierno laborista, las ALE están siendo convertidas en instrumentos de la administración del gobierno central a nivel local. A las ALE se les ha fijado metas de mejoramiento de las escuelas en términos de proporciones de estudiantes que logran ciertos resultados en las pruebas y exámenes, y se les exige que tengan planes de desarrollo de la educación aprobados por el MEE para alcanzar estas metas. Las ALE deben someterse a inspecciones y, si se juzga que están fracasando, serán puestas bajo la dirección de un funcionario nombrado por el MEE. (f) Transparencia Como consecuencia de la sensibilidad a los contextos locales, las fórmulas de financiación son complejas. Esto es especialmente cierto en muchas fórmulas para el Componente 4. Los factores relacionados con el sitio escolar tienden a ser muchos y muy diferenciados. La 235 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 236 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas complejidad de las fórmulas de financiación hace que, a pesar de que se publican anualmente, como lo exige la legislación, y se comunican a los miembros de los consejos escolares, muy pocas personas se interesan realmente en las fórmulas de financiación o tratan de comprenderlas. Por consiguiente, el objetivo del gobierno en este respecto no ha sido plenamente logrado. Aunque las proposiciones de 1998 del gobierno laborista prevén una contabilidad más transparente de la ALE, es muy probable que la delegación del 100% aumente la complejidad de las fórmulas de financiación de las escuelas para los profanos. Sin embargo, se sabe mucho más acerca de la asignación de recursos para las escuelas que cuando era muy difícil obtener datos acerca de sus costos (Hough, 1981). Esta mejora de la transparencia ha avivado el debate acerca de la disparidad entre la financiación de la educación primaria y la secundaria. (g) Costos administrativos bajos Dada la complejidad y variedad de las fórmulas de financiación, los costos administrativos son claramente más altos de lo que serían si se pudiese implementar exitosamente una fórmula nacional única y simple. Todas las ALE han necesitado cierto número de años para desarrollar fórmulas funcionales y aceptables. Los costos administrativos han sido también más elevados, porque las ALE han tratado de revisar y mejorar sus fórmulas (Yarnit, 1994). Sin embargo, el sistema de financiación mediante fórmulas ha sido implementado exitosamente y, una vez establecido, la fórmula de la ALE y su mecanismo de distribución se pueden mantener con sólo un puñado de personal. (h) Evaluación global La fórmula de financiación de Inglaterra es relativamente fuerte en eficiencia, equidad (dentro de la fórmula misma) y sensibilidad local, pero es menos fuerte en cuanto a eficacia y transparencia. Los puntos débiles en el funcionamiento de la fórmula se deben más a factores sistémicos que al diseño de la fórmula como un constructo técnico. Esto se percibe, especialmente, en el método estándar de evaluación del gasto para asignar subsidios del gobierno central a las autoridades locales y en la práctica del gobierno anterior, consistente en promover las escuelas subvencionadas. 236 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 237 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales 8.12 Conclusión Durante la última década, las políticas respecto a la financiación de la educación fueron formuladas e implementadas en el Reino Unido en el contexto de una amplia lucha por el poder entre los gobiernos central y locales. Esto no constituyó un clima adecuado para lograr un enfoque racional en el que la financiación de las escuelas estuviese claramente relacionada con los costos para proveer la calidad de educación que especificaban el currículo nacional y el marco de la inspección nacional de las escuelas. El gobierno no ha creado aún vínculos claros entre sus especificaciones para los resultados educacionales de las escuelas y las necesidades de recursos que implican. Sin embargo, la financiación mediante fórmulas y la gestión local de las escuelas han ganado una amplia aceptación y deberían continuar. Estas tendencias han mostrado a las escuelas incorporándose gradualmente a un sistema común de financiación que debería reducir la complejidad y mejorar la equidad de las asignaciones financieras a ellas destinadas. El gobierno conservador anterior desarrolló una política de descentralización de la gestión de recursos dentro de un marco de estándares determinados centralmente. Ésta ha sido reforzada por el gobierno actual y se vuelve más directiva respecto de las ALE, mientras aumenta la magnitud de la delegación del presupuesto a las escuelas. Esto se viene realizando para crear un marco común de financiación para las antiguas escuelas MS, que conservan sus libertades presupuestarias, y las escuelas de la ALE; y, por otra parte, para crear la apariencia de una financiación adicional disponible para las escuelas. Mientras que la retórica a favor de la competición como un medio para mejorar los estándares ha perdido el favor del gobierno, éste se niega aún a restringir la posibilidad de elección de los padres de familia. Por ejemplo, el gobierno quiere garantizar que todos los niños de cinco a seis años asistan a clases con 30 ó menos alumnos, pero sin restringir la posibilidad de elegir de los padres de familia, aunque esto requiera gastos adicionales para nuevas aulas en las escuelas populares. Sería más eficiente si el gobierno garantizase que las ALE pudiesen financiar la UEPE para los niños de cinco y seis años, de manera que las aulas de 30 alumnos fuesen sufragables, y dejar que las escuelas determinen la organización de sus clases y la distribución de su personal. Tal como es la situación, la insistencia del gobierno acerca de un tamaño de aula específico no es coherente con el principio de subsidiariedad. Hay una clara tendencia del gobierno a intervenir siempre que los responsables de 237 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 238 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas la toma de decisiones a nivel de la escuela, que operan dentro de las limitaciones del presupuesto impuestas por el gobierno, generan decisiones cuestionadas por otros grupos de interés en el ámbito de la educación. (La enseñanza de música y la cuestión del tamaño de la clase son ejemplos de ello). Una cuestión importante es la disparidad en la equidad vertical entre los estudiantes de primaria y secundaria. Ésta es una cuestión de larga data, pero se ha convertido en prominente como resultado de una mayor transparencia de la financiación mediante fórmulas y de las especificaciones del currículo nacional. El intento del gobierno para imponer un límite de 30 al tamaño de las clases para los niños de cinco a seis años tiene en cuenta este problema, hasta cierto punto, pero sólo a costa de introducir incoherencias entre el tener nuevas normas y mecanismos detallados, por una parte, y los objetivos de la elección de los padres de familia, la flexibilidad y la eficiencia en el uso de los recursos presupuestarios de la escuela, por la otra. Es difícil hallar una solución para la disparidad de la financiación entre la educación primaria y secundaria sin una reforma importante del método mediante el cual el gobierno central asigna subsidios para la educación al gobierno local, un tema que va más allá del alcance de este capítulo. Otra cuestión clave es la de una fórmula nacional para las escuelas. Mientras que ésta financiaría de manera equivalente a todos los niños del país, su falla política es que elimina la discrecionalidad de la política local y, desde el punto de vista del gobierno central, la hace abiertamente responsable de los montos gastados en las escuelas. Igualmente, sería difícil implementarla sin proveer cierta sensibilidad para las necesidades locales de las escuelas, a menos que se produjera un aumento masivo de la financiación. Algunas propuestas abogan por la reforma del método mediante el cual el gobierno central asigna subvenciones al gobierno local, pero conservando la discrecionalidad a nivel local (por ejemplo, West y Pennell, 1994). La fórmula para asignar subvenciones al gobierno local (Standard Spending Assessment, SSA) podría ser más racional si se la hace orientada por la actividad, de modo que resulte clara la manera en que el cambio anual de los presupuestos nominales compensa los cambios en el número de estudiantes en costos clave, tales como los salarios del personal docente y las innovaciones educacionales importantes que requieren recursos adicionales. Más limitadamente, respecto de la fórmula de financiación, dos preocupaciones importantes estimularon a las ALE para modificar sus fórmulas: la justificación de las diferencias en la financiación por 238 ch-08 04/03/2002 16:59 Page 239 Estudio de caso 2: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Inglaterra y Gales estudiante entre los grados-niveles y la mejora de los métodos para asignar fondos adicionales para las necesidades suplementarias de educación. Al investigar la primera de estas cuestiones, un número creciente de ALE está reformando la financiación orientada por la actividad (por ejemplo, West y Pennell, 1994), pero se han visto limitadas al implementar los resultados de estos estudios por factores globales del sistema en relación con el sistema de evaluación estándar de gastos y el sector mantenido con subvenciones. La necesidad especial de educación es otra área clave en la que las ALE continúan revisando y modificando activamente sus fórmulas. En general, hay una tendencia a alejarse del simple uso de indicadores sociales y a desarrollar y aplicar más ampliamente pruebas y auditoría profesional en materia de educación. Los primeros están asociados con el interés creciente en obtener información con valor agregado como un elemento crucial de la evaluación y la mejora de la escuela. Es difícil mejorar las propiedades de eficacia, equidad, transparencia y costo administrativo de las fórmulas de financiación de las ALE en Inglaterra y Gales, a menos que se produzca una reforma del método y la práctica de la financiación del gasto educacional de la autoridad local por parte del gobierno central. El caso de Inglaterra ilustra bien el aspecto fundamental planteado en el Capítulo 3: una fórmula de financiación es un instrumento de política y debe ser construido como tal. Su utilización ayudará o estorbará la implementación de las políticas educacionales y, a su vez, será moldeada y limitada por ellas. 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Resourcing Sheffield schools: theory and practice, Educational Management and Administration, 22.2, pp. 113-122. 242 ch-09 04/03/2002 16:59 Page 243 Capítulo 9 Estudio de caso 3: La financiación de escuelas mediante fórmulas en los Estados Unidos y Canadá Allan Odden En los Estados Unidos de América y Canadá, la financiación de las escuelas ha tenido en cuenta ampliamente la cuestión de la financiación mediante fórmulas del estado a los distritos. Si bien los estados y las provincias tienen responsabilidades constitucionales en materia de educación, cada estado en los Estados Unidos y cada provincia en Canadá han escogido descargar su responsabilidad en los distritos escolares. Cuando se desarrollaron estos sistemas hace más de cien años, su financiación fue generalmente delegada a los distritos, que recibieron la autoridad para gravar la propiedad local a fin de recolectar fondos para sus sistemas escolares. Dado que la riqueza en términos de propiedad por estudiante, base impositiva de la educación local, variaba ampliamente entre los distritos de los estados y las provincias, las escuelas distritales afrontaban diferentes desafíos a fin de recolectar ingresos para la educación y gastar en programas educacionales. Los distritos pobres a menudo tenían bajos niveles de gastos, incluso con altas tasas impositivas, mientras que los distritos muy ricos frecuentemente tenían altos niveles de gasto por estudiante, incluso con bajas tasas impositivas. Aunque se elaboraron una política financiera y fórmulas de financiación de las escuelas para remediar estas iniquidades, y a menudo se logró en cierto grado, no fue sino hasta fines del siglo XX que la denominada ‘fórmula estatal de compensación’ (state equalization formula) empezó a mejorar sustancialmente las desiguales capacidades de los distritos locales para recolectar ingresos para las escuelas públicas (Evans, Murray y Schwab, 1997). Como resultado de esta inexorable atención a las cuestiones de financiación interdistrital y la creación de una, literalmente, “industria” para diseñar sistemas de financiación escolar del estado a los distritos, la 243 ch-09 04/03/2002 16:59 Page 244 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas política de financiación de las escuelas en América del Norte ha estado interesada fundamentalmente en la financiación de los distritos (Odden y Picus, 1992) y ha ignorado ampliamente la cuestión de la financiación de las escuelas. Sin embargo, durante la década de los noventa han ocurrido cambios importantes en estos énfasis. 9.1 Los orígenes de la financiación mediante fórmulas Diversas iniciativas de política a fines de la década de los ochenta y comienzo de la de los noventa empezaron a reorientar la atención de la política del nivel distrital al sitio escolar. En primer lugar, los estados empezaron a instituir programas electivos de escuela pública (public school choice programmes) que permitían que los padres escogieran que sus hijos asistieran a cualquier escuela pública, en lugar de verse forzados a que asistieran a la escuela del vecindario. Sin embargo, cuando los padres elegían escuelas fuera de su distrito escolar de residencia, los estados se veían confrontados con el desafío del seguimiento del flujo de fondos. En un grado considerable, los estados se debatían para determinar cómo financiar estos nuevos programas electivos de escuela pública; las dificultades provenían fundamentalmente de su inexperiencia en la financiación de las escuelas, en comparación con la financiación de los distritos. Desafortunadamente, muchos estados crearon pesados sistemas de transferencia de financiación como parte de los programas electivos de escuelas públicas, cuando la manera más directa para financiar dichos programas era simplemente contar el número de estudiantes en la escuela a la que asistían y utilizar los mecanismos de financiación de la escuela ya establecidos (Odden y Kotowski, 1992). Un enfoque semejante desencadenó casi todas las transferencias pertinentes de ingresos. El próximo desafío de la financiación basada en la escuela involucró a las denominadas ‘charter schools’ (escuelas bajo contrato). En la mayoría de los estados, las ‘charter schools’ eran escuelas públicas que funcionaban en gran medida independientemente de los distritos escolares, así como de las normas estatales de educación. Cuando los estados promulgaron la legislación sobre las ‘charter schools’ se vieron confrontados con un desafío financiero aún mayor que el anterior: ¿cómo financiar un sitio escolar determinado en comparación con un distrito escolar? Una vez más, los estados adoptaron muchos enfoques para financiar las ‘charter schools’ y algunos eran muy pesados, cuando había otros enfoques posibles más directos (Odden y Busch, 1998). El factor más significativo que empezó a plantear la cuestión de la 244 ch-09 04/03/2002 16:59 Page 245 Estudio de caso 3: La financiación de escuelas mediante fórmulas en los Estados Unidos y Canadá financiación basada en la escuela en los Estados Unidos es el movimiento de reforma de la educación vigente que se ha denominado ‘reforma de la educación basada en los estándares y en la escuela’ (Massell, Michael y Hoppe, 1997; Fuhrman, 1993; Smith y O’Day, 1991). Esta estrategia de reforma considera que los niveles superiores del sistema de educación (fundamentalmente el estado y el distrito) establecen el contenido del currículo y los estándares de rendimiento de los estudiantes, miden los resultados del rendimiento de los estudiantes en relación con dichos estándares, administran un sistema de rendición de cuentas vinculado a los resultados medidos y entonces delegan a los sitios escolares la responsabilidad de mejorar el sistema y el rendimiento de los estudiantes. Esta estrategia requiere generalmente cambios importantes en el gobierno, la gestión y la financiación de la escuela e, independientemente de cómo se la denomine, precisa de un sistema de gestión basado en la escuela (Odden y Busch, 1998). Odden y Busch (1998) sostienen que este enfoque de política educacional también requiere un sistema de financiación basado en la escuela. Aunque este elemento de la financiación de la educación no ha sido promulgado por ningún estado de los Estados Unidos o provincia en Canadá, la conexión es inexorable. En efecto, en 1996 y 1997, el estado de Minnesota exploró, pero no legisló, propuestas para exigir a los distritos que presupuestaran el grueso de sus recursos para las escuelas como parte de sus estrategias de descentralización. Odden y Busch (1998) presentan una adaptación de un documento escrito para Minnesota sugiriendo cómo este estado debería estructurar el proceso de delegación del presupuesto. El documento y el capítulo se nutrieron de las estrategias utilizadas en Victoria (Australia) e Inglaterra, y esbozaron un marco de referencia estatal que estructuraría las dimensiones del proceso para que los distritos presupuestaran para los sitios escolares mediante mecanismos de ponderación de los estudiantes. Además de Minnesota, los estados de Arizona, Florida, Georgia, Ohio y Texas, para sólo mencionar algunos, han empezado a examinar la posibilidad de incorporar la exigencia de la financiación basada en la escuela en sus sistemas de financiación de la educación estatal. Hasta diciembre de 1997, ningún estado de los Estados Unidos o provincia de Canadá había diseñado o promulgado una política semejante. Sin embargo, la cuestión se está abriendo paso rápidamente en la agenda de la financiación de la educación en América del Norte y se puede predecir que en el futuro cercano algún estado o provincia instaurará ese nuevo elemento de financiación. 245 ch-09 04/03/2002 16:59 Page 246 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas 9.2 El contexto de la política local para la financiación mediante fórmulas Por otra parte, el tema de la financiación basada en la escuela no sólo se ha agitado en la agenda de política de muchos distritos grandes en los Estados Unidos y Canadá, sino que también ha sido implementado por varios distritos. Durante cerca de 20 años, el sistema de Escuelas Públicas de Edmonton (Edmonton Public School system) en la provincia de Alberta (Canadá) ha venido utilizando una fórmula ponderada por estudiante para proveer presupuestos a suma alzada a cada una de sus escuelas. Inicialmente, Edmonton adoptó esta política para mejorar la eficiencia de sus operaciones, bajo el supuesto de que las escuelas podrían tomar decisiones más eficientes que la oficina central acerca de cómo gastar los recursos para satisfacer las necesidades del sitio escolar (Caldwell y Spinks, 1992). Durante los últimos cuatro años, sin embargo, otro movimiento en la educación urbana ha brindado el estímulo más reciente para avanzar hacia un sistema de financiación basado en la escuela. Este movimiento se puede caracterizar por la adopción de políticas nuevas y drásticas para mejorar el rendimiento de los estudiantes. Numerosos estudios han mostrado que los niveles de rendimiento de los estudiantes en muchas ciudades de los Estados Unidos son muy bajos y que, a menos que se produzcan drásticos cambios, sus estudiantes se encontrarán en una grave situación de desventaja para participar en la familia, la vida social y el mercado de trabajo del futuro. En estas ciudades, se ha llegado a creer que cambios menores en sus estrategias y operaciones serían insuficientes para los grandes cambios que necesitan efectuar en relación con el rendimiento de sus estudiantes. Consecuentemente, en varias grandes ciudades se ha empezado a adoptar cambios en gran escala en sus currículos y programas de instrucción, así como en sus sistemas de organización, gestión y financiación. Aunque, en términos generales, las ciudades están elaborando sus propias versiones de reforma de la educación basada en estándares y en la escuela, varias decidieron unirse a la New American Schools (NAS) y que sus escuelas implementen uno de los diversos ‘diseños escolares globales’ (whole-school designs) creados por la NAS. La NAS es una iniciativa financiada por el mundo de los negocios, iniciada por el presidente Bush y apoyada por el presidente Clinton, para crear diseños de escuelas que “rompan los moldes” a fin de enseñar a los alumnos con estándares más elevados. Actualmente, la NAS ofrece a los distritos y a las escuelas ocho diferentes diseños escolares globales de alto 246 ch-09 04/03/2002 16:59 Page 247 Estudio de caso 3: La financiación de escuelas mediante fórmulas en los Estados Unidos y Canadá rendimiento (Stringfield, Ross y Smith, 1996). El currículo, la dotación de personal y la organización de estos diseños son muy diferentes de la típica escuela estadounidense. Los diseños han sido presentados para producir un mejor rendimiento de los estudiantes y prometen lograr el objetivo consistente en enseñar con estándares más altos a todos los estudiantes (Fashola y Slavin, 1997). En la mayoría de los distritos, estos programas también se pueden financiar con los recursos ya disponibles en el sistema de educación (Odden, 1997). Empezando a mediados de 1995, nueve distritos de grandes ciudades, junto con los estados de Kentucky y Maryland, se unieron para que por lo menos el 30% de sus escuelas escogieran un diseño y se reestructuraran a sí mismas durante un período de tres a cinco años. Aunque todos estos sistemas de educación tienen alguna versión de estándares, pruebas y rendición de cuentas estatales o distritales, no contaban con un currículo común estatal o distrital. Bajo el enfoque de la NAS, cada uno de los diferentes diseños escolares ofrece un currículo escolar específico, si bien cada currículo debe alinearse con los estándares distritales y estatales. A medida que los distritos y los estados empezaron a implementar estas iniciativas más bien audaces, aprendieron que sus esfuerzos para descentralizar el currículo a nivel de cada escuela requerían una drástica descentralización de la organización, la gestión y las finanzas de sus sistemas escolares. Aprendieron que tenían que rediseñar casi todos los procedimientos operativos de su sistema escolar (Odden y Busch, 1998), incluyendo la creación e implementación de un sistema de financiación basado en la escuela. Esto último se requiere porque la estructura de costos y la utilización de los recursos del sitio es muy diferente entre los siete diseños diferentes, y las escuelas necesitan tener autoridad en materia de presupuesto para reasignar los recursos aún disponibles en función de los requerimientos planteados en los diseños que escogieron (Odden, 1997). Además, los informes sobre la implementación de los sitios de demostración de la NAS para cada diseño escolar, así como los informes sobre el primer año de experiencia en los nueve distritos y dos estados que habían seleccionado escuelas e implementado un diseño de la NAS, concluyeron que el control de las escuelas sobre sus recursos fiscales era necesario para proseguir la implementación, pero ésta no había sido una de las áreas de toma de decisiones que los distritos habían delegado a las escuelas (Bodilly, 1996; 1998). Consecuentemente, muchos de estos distritos empezaron a crear e implementar nuevas políticas de financiación basada en la escuela. 247 ch-09 04/03/2002 16:59 Page 248 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Así, el contexto de política de estos cuatro grandes distritos de los EE.UU. incluidos en este capítulo se caracteriza por el hecho de que sus cuatro nuevos sistemas de financiación basada en la escuela forman parte de sus esfuerzos para descentralizar drásticamente sus sistemas educacionales permitiendo que sus escuelas escojan entre diferentes diseños escolares globales de alto rendimiento y se reestructuren en consecuencia, incluyendo la reasignación de los recursos de su sitio escolar en función de las necesidades planteadas por los diseños que han escogido. Dicho de manera diferente, las cuatro fórmulas de financiación basada en la escuela que se analizan en este capítulo forman parte de los esfuerzos para rediseñar y descentralizar en gran escala el distrito escolar urbano, adoptados con el propósito de mejorar sustancialmente el rendimiento de los estudiantes en relación con estándares altos y rigurosos. Estos objetivos más amplios, que vinculan la descentralización con el mejoramiento fundamental de la escuela, también se han agregado actualmente a las políticas de descentralización y financiación basada en la escuela en Edmonton. De esta manera, todos los distritos analizados en este capítulo están realizando esfuerzos de implementación de la financiación basada en la escuela como parte de estrategias más amplias para mejorar el rendimiento académico de los estudiantes de sus sistemas de educación. Esta justificación es muy diferente del propósito original de la descentralización de la financiación en Edmonton (simplemente mejorar la eficiencia de las operaciones escolares). Los beneficios en materia de eficiencia se podrían haber producido en el marco del esfuerzo de descentralización financiera en curso, pero el objetivo primordial es mejorar drásticamente el rendimiento de los estudiantes, la estrategia general seleccionada es la descentralización de los sitios escolares y los distritos han tenido que diseñar fórmulas de financiación basada en la escuela para implementar sus estrategias globales de descentralización. 9.3 El presupuesto escolar: las partes centralizadas y las partes delegadas En los EE.UU. se asiste sólo al comienzo de un diálogo acerca de qué porcentaje del Presupuesto Total de las Escuelas debería permanecer a nivel del distrito y qué porcentaje se debería delegar a las escuelas como parte de los esfuerzos de descentralización. A diferencia del más bien sofisticado programa de Inglaterra que, desde el comienzo, incluyó 248 ch-09 04/03/2002 16:59 Page 249 Estudio de caso 3: La financiación de escuelas mediante fórmulas en los Estados Unidos y Canadá una evaluación de qué funciones se situaban a nivel central y cuáles a nivel del sitio, e incluso cuáles en uno u otro nivel (Coopers y Lybrand, 1988; Thompson y Larkin, 1997), la financiación basada en la escuela en los EE.UU. ha proseguido en gran medida sin este análisis. Por ejemplo, los enfoques estatales sobre la financiación de las ‘charter schools’, la primera iniciativa dirigida por el estado en relación con la financiación basada en la escuela en los EE.UU. en los años iniciales, focalizó su atención en si la ayuda del estado debería “seguir al niño” y cómo el dinero local debería formar parte o no de las regulaciones financieras de las ‘charter schools’ (Odden y Busch, 1998, Capítulo 3). Este diálogo de política tuvo en cuenta solamente los recursos monetarios del estado o locales, prestando poca atención a los servicios prestados o a las tareas que hay que realizar. Sólo a fines de la década de los noventa, la cuestión de la asignación funcional por nivel del sistema se incorporó a las deliberaciones de política sobre la financiación de las ‘charter schools’. A nivel de distrito, que es el centro de este capítulo, se ha prestado más atención a la distribución de funciones entre los sitios escolares y la oficina distrital, pero hasta hace muy poco, la discusión ha sido impulsada por la percibida facilidad para presupuestar más que en una evaluación de lo que se debe retener en el centro cuando el distrito se descentraliza y qué es lo que se debería descentralizar a cada sitio escolar. El Cuadro 9.1 presenta un ejemplo de esta cuestión. En el cuadro se identifican las funciones que han sido retenidas en la oficina central (o distrital) y las funciones que han sido delegadas a las escuelas. También brinda estimaciones del porcentaje del presupuesto total de las escuelas que se asigna a cada función. Desde la segunda hasta la última línea, se muestra el porcentaje del presupuesto de funcionamiento retenido por la oficina central y la última línea muestra el porcentaje delegado a los sitios escolares. Estas últimas cifras, cuyo rango va del 50 al 80%, representan los montos que son asignados por las fórmulas de financiación basada en la escuela. Las cifras porcentuales son bastante sorprendentes. Todas se sitúan por debajo del cercano 90% del presupuesto que es delegado a los sitios escolares en Inglaterra. Al leer las cifras con los porcentajes exactos en el Cuadro 9.1 hay que hacerlo con cierta cautela, porque la definición de las funciones no son precisamente las mismas entre todos los distritos. Al elaborar el cuadro se tuvo cuidado, en la medida de lo posible, de agrupar las funciones y áreas en categorías similares, pero los grupos resultantes y las correspondientes cifras presupuestarias no deben considerarse 249 ch-09 04/03/2002 16:59 Page 250 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas exactos. Sin embargo, el cuadro sí muestra las tendencias centrales de los programas de financiación basada en la escuela. En primer lugar, ningún distrito tenía un documento de referencia que sugiriera qué debería estar en el centro y qué debería estar en el sitio escolar como parte de sus nuevos programas de descentralización, si bien parte de este diálogo analítico estaba empezando a ocurrir (Odden y Busch, 1998). En segundo término, dado que todos eran programas distritales, había funciones específicas retenidas y funciones específicas delegadas, pero nada en el medio, como sí ocurría en el caso de Inglaterra. En tercer lugar, los cinco distritos retenían el transporte en la oficina central. Dos de los cinco distritos (Pittsburgh y Seattle) retenían la financiación de la educación especial y la educación compensatoria, pero tenían la esperanza de delegar dichos montos en el futuro. Broward fue capaz de delegar esos montos parcialmente, utilizando el conteo ponderado de los estudiantes como lo hacía el estado al proveer ayuda estatal; lo mismo fue generalmente cierto en Edmonton. En cuarto término, la mayoría de los distritos, exceptuando Edmonton, retuvo el grueso de las funciones de la oficina central para la instrucción y el apoyo a la instrucción, si bien se podría haber sostenido que estas funciones de la oficina central deberían haberse reducido como parte natural de sus estrategias de descentralización; cada función fue manejada en correspondencia con el diseño que cada escuela seleccionó. En quinto lugar, no está claro, a partir de los datos, cuánto retuvo la oficina central de personal porque, nuevamente, ésta es una función que se debería delegar en gran medida en un esfuerzo global de descentralización, especialmente aquellos escogidos por esos distritos. En síntesis, estos distritos descentralizaron una porción sustancial de su presupuesto de operaciones o funcionamiento (con un rango que se sitúa entre el 50 y el 81%), sus decisiones sobre qué funciones se retuvieron en el centro variaron significativamente y todavía hay suficiente margen para efectuar análisis más sustanciales a fin de determinar qué funciones hay que retener y cuáles hay que delegar. 250 ch-09 04/03/2002 Cuadro 9.1 Funciones retenidas en la Oficina Central y funciones delegadas a las escuelas (incluyendo los porcentajes del presupuesto retenido y delegado) 16:59 Funciones retenidas Sistema escolar Cincinnati Edmonton Pittsburgh Seattle Administración Central ND ND 6,5% 4,4% 9,0% Logística/Otro apoyo ND ND 11,0% (transporte, deuda y diversos) 25,0% 17,0% (operaciones de mantenimiento, alimentación, transporte y diversos) Instrucción central y apoyo a la instrucción ND ND 1,6% (educación continua) 2,6% 13,5% (educación especial, educación bilingüe y Título I) Subsidios por categorías ND ND 0% 0% 10,1% Otros 4,0% (reservas) ND 0% 0% 1,4% (reservas) Total retenido por la Oficina Central 20% 23,6% 19,1% 32,0% 50,8% Delegado a las escuelas 80,0% 76,4% 80,9% 68,0% 49,2% 251 Nota 1: Todos los sistemas escolares, exceptuando el de Broward, permiten que los excedentes de los sitios escolares sean retenidos y transferidos al año siguiente. Nota 2: ND = Información no disponible. Page 251 Broward Estudio de caso 3: La financiación de escuelas mediante fórmulas en los Estados Unidos y Canadá Retenidas ch-09 04/03/2002 16:59 Page 252 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas 9.4 El diseño de la fórmula de financiación Los Cuadros 9.2 a 9.6 muestran los componentes, dimensiones e indicadores de los diversos elementos de la fórmula de financiación basada en la escuela para cada uno de los cinco distritos escolares. Como lo muestra la rápida revisión de cada cuadro, las cinco fórmulas tienen una asignación para cada estudiante equivalente a tiempo completo (ETC), ajustes para los diferentes grados-niveles, provisiones para mejoras específicas del currículo (excepto para Seattle), numerosas adiciones para las necesidades especiales de diversas categorías de estudiantes y costos para sitios escolares específicos. En otras palabras, estas fórmulas de financiación basada en la escuela tienen en cuenta una gama completa de cuestiones que se relacionan con los estudiantes, los niveles de educación, el currículo, las necesidades específicas de los estudiantes y las diferentes necesidades de cada edificio escolar. Dos distritos, Broward County y Edmonton (Alberta), utilizan un conteo de los estudiantes equivalentes a tiempo completo (ETC) y tres distritos, Cincinnati, Pittsburgh y Seattle, utilizan un simple conteo de los estudiantes matriculados, si bien Cincinnati utiliza el conteo ETC para la financiación de la educación vocacional. El conteo de los estudiantes ETC se ha utilizado durante años en los estados (y distritos) que tienen un conteo ponderado de los estudiantes para identificar y financiar las necesidades suplementarias de los estudiantes causadas por minusvalía física o mental, desventaja económica u otra causa. Para estos programas, se contabiliza el porcentaje de tiempo de participación de cada estudiante en los diferentes programas y los costos del programa se establecen en un nivel que asume una provisión a tiempo completo. Estas distinciones, entre el ETC y el simple conteo reflejado en la cifra de matrícula, deben recordarse cuando se evalúan las ponderaciones de los estudiantes o los dólares extra por estudiante que representan los costos de los programas, a fin de efectuar comparaciones significativas. Por ejemplo, asúmase que el costo base del programa es $5.000 por niño. Si un programa particular cuesta una suma extra de $4.000 para proveer tiempo completo y cada niño que reúne las condiciones está en el programa a tiempo completo, entonces ese niño será ponderado 1,8 (0,8 veces $5.000 = $4.000). Por otra parte, si la provisión del programa cuesta $4.000, pero el niño participa sólo el 50% del día (semana o año), entonces el niño será ponderado solamente 1,4 en un conteo de estudiante ETC y la escuela recibirá un monto extra de $2.000. El costo del mismo programa se establecerá en $2.000 por estudiantes en los 252 ch-09 04/03/2002 Cuadro 9.2 Relaciones entre componentes, dimensiones e indicadores en Broward County Componentes Dimensiones 2.a) 2.b) 2.c) 2.d) Escuela especial 1 Escuela especial 2 Currículo especial Otros programas Componente 3 : Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes 3.a) Status socioeconómico 3.b) Falta de dominio de la lengua 3.c) Minusvalías 1 3.d) Minusvalías 2 3.e) Bajo nivel de rendimiento educacional 253 Componente 4 : Necesidades del sitio escolar 4.a) Tamaño de la escuela 2.a) 2.b) 2.c) 2.d) Estudiantes ETC en escuelas “imán” Estudiantes ETC en escuelas para evitar la deserción Estudiantes ETC en 10 categoríasvocacionales Montos fijos para programas pequeños 3.a) Estudiantes ETC que son padres adolescentes 3.b) Estudiantes ETC que no hablan inglés 3.c) Estudiantes ETC de educación especial en escuelas tradicionales 3.d) Estudiantes ETC en 15 categorías 3.e) Número de estudiantes de escuelas intermedias y estudiantes del grado 10 por debajo del 18º porcentil en la Standford Achievement Test (Prueba de Rendimiento de Standford) en lectura y matemática 4.a) Estudiantes ETC con ajustes para las escuelas pequeñas Page 253 Componente 2 : Mejora del currículo 16:59 1.a) Estudiantes ETC 1.b) Estudiantes ETC ponderados –utilizando tres categorías de ponderación de grado-nivel (K-3, 4-8, 9-12), 15 de necesidades básicas tradicionales (inglés como segunda lengua, superdotados, etc.) y 10 vocacionales para los grados 7-12 Estudio de caso 3: La financiación de escuelas mediante fórmulas en los Estados Unidos y Canadá Componente 1: Asignación básica por estudiante 1.a) Asignación básica 1.a) Matrícula total 1.b) Suplemento por grado-nivel 1.b) Matrícula diferenciada por grado y necesidad Indicadores ch-09 Dimensiones Componente 2 : Mejora del currículo 2.a) Escuela especial 1 2.b) Escuela especial 2 2.c) Currículo especial Componente 3 : Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes 3.a) Status socioeconómico 3.b) Minusvalías Componente 4 : Necesidades del sitio escolar 4.a) Tamaño de la escuela 4.b) Asignación básica al sitio escolar 4.c) Otros factores relativos al sitio 2.a) Número de estudiantes en escuelas “imán” major* 2.b) Monto fijo para escuelas “imán” minor* 2.c) Estudiantes ETC en todas las categorías vocacionales 3.a) Número de estudiantes con almuerzo gratuito/subsidiado 3.b) Número de estudiantes en nueve categorías de inusvalía 4.a) Número de estudiantes con ajustes para las escuelas pequeñas 4.b) Monto fijo por cada sitio escolar 4.c) Monto basado en los costos del año anterior * Las escuelas major reciben una financiación por estudiante, mientras que las escuelas minor reciben un monto fijo por escuela, independientemente de su matrícula. Page 254 1.a) Número de estudiantes 1.b) Número ponderado de estudiantes – utilizando tres categorías de ponderación grado-nivel (K-6, 7-8, 9-2) 16:59 Componente 1: Asignación básica por estudiante 1.a) Asignación básica 1.a) Matrícula total 1.b) Suplemento por grado-nivel 1.b) Matrícula diferenciada por grado Indicadores 04/03/2002 Componentes Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas 254 Cuadro 9.3 Relaciones entre componentes, dimensiones e indicadores en Cincinnati ch-09 04/03/2002 Cuadro 9.4 Relaciones entre componentes, dimensiones e indicadores en Edmonton Componentes Dimensiones 2.a) Currículo especial Componente 3 : Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes 3.a) Status socioeconómico 3.b) Falta de dominio de la lengua 3.c) Minusvalías Componente 4 : Necesidades del sitio escolar 4.a) Mantenimiento 2.a) Estudiantes ETC en varios programas pequeños (lectura, lengua extranjera y nuevos programas) 3.a) Estudiantes ETC con elevada movilidad y bajos ingresos 3.b) Estudiantes ETC con lengua que no es el inglés 3.c) Estudiantes ETC con minusvalía mental/física ponderada utilizando seis categorías que van desde ligera hasta grave 4.a) Montos relacionados con el 75% de espacio horizontal y 25% de estudiantes ETC ponderado Page 255 Componente 2 : Mejora del currículo 16:59 1.a) Estudiantes ETC 1.b) Estudiantes ETC ponderado –utilizando dos categorías de ponderación grado-nivel (K-8, 9-12) 255 Estudio de caso 3: La financiación de escuelas mediante fórmulas en los Estados Unidos y Canadá Componente 1: Asignación básica por estudiante 1.a) Asignación básica 1.a) Matrícula total 1.b) Suplemento por grado-nivel 1.b) Matrícula diferenciada Indicadores ch-09 Dimensiones Componente 2 : Mejora del currículo 2.a) Escuelas especiales Componente 3 : Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes 3.a) Status socioeconómico 1 3.b) Status socioeconómico 2 Componente 4 : Necesidades del sitio escolar 4.a) Tamaño de la escuela 2.a) Número de estudiantes en escuelas “imán” (arte creativo/escénico y vocacional) 3.a) Número de estudiantes con almuerzo gratuito/subsidiado 3.b) Número de estudiantes con familia monoparental o en institución, familia adoptiva o con tutor 4.a) Número de estudiantes con ajuste para las escuelas con un tamaño menor de 300 estudiantes Page 256 1.a) Número de estudiantes 1.b) Número de estudiantes ponderado utilizando tres categorías de ponderación de grado-nivel (K-5, 6-8, 912) 16:59 Componente 1: Asignación básica por estudiante 1.a) Asignación básica 1.a) Matrícula total 1.b) Suplemento por grado-nivel 1.b) Matrícula diferenciada por grado Indicadores 04/03/2002 Componentes Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas 256 Cuadro 9.5 Relaciones entre componentes, dimensiones e indicadores en Pittsburgh ch-09 04/03/2002 Cuadro 9.6 Relaciones entre componentes, dimensiones e indicadores en Seattle Componentes Dimensiones Componente 3 : Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes 3.a) Status socioeconómico 3.b) Falta de dominio de la lengua 3.c) Bajo nivel de rendimiento educacional Componente 4 : Necesidades del sitio escolar 4.a) Asignación básica por sitio escolar 3.a) Número de estudiantes con almuerzo gratuito/subsidiado 3.b) Número de estudiantes que no hablan inglés 3.c) Número de estudiantes por debajo del 30º porcentil utilizando tres categorías de ponderación por decil-nivel 4.a) Monto fijo pagado a las escuelas que logran las metas de tamaño mínimo (primaria: 250, intermedia: 600 y secundaria: 1.000) Page 257 Componente 2 : Mejora del currículo 16:59 1.a) Número de estudiantes 1.b) Número de estudiantes ponderado utilizando cuatro categorías de ponderación de grado-nivel (K-3, 4-5, 6-8, 9-12) 257 Estudio de caso 3: La financiación de escuelas mediante fórmulas en los Estados Unidos y Canadá Componente 1: Asignación básica por estudiante 1.a) Asignación básica 1.a) Matrícula total 1.b) Suplemento por grado-nivel 1.b) Matrícula diferenciada por grado Indicadores ch-09 04/03/2002 16:59 Page 258 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas lugares que utilizan un conteo de los estudiantes mediante la matrícula. El punto esencial es que el conteo por estudiante ETC es diferente en muchos aspectos de un conteo mediante la matrícula y estas diferencias deben considerarse cuando se interpretan tanto las ponderaciones de los estudiantes como los montos extra por alumno en los programas especiales. Todos los distritos hacen distinciones al presupuestar según diferentes niveles de escolarización: estudiantes de primaria [(elementary, a veces dividido en dos ciclos: inferior (primary years) y superior (upper elementary years)], de intermedia (middle) y de secundaria (high school). Si bien los grados específicos que estos diferentes niveles de escolarización representan varían algo entre los cinco distritos, esta variación es muy pequeña y generalmente se refiere a si el grado 6 es parte de una escuela primaria o intermedia. La mayoría de las escuelas secundarias tiene cuatro años e incluyen los grados 9 a 12. Es importante notar que ninguna de las diferencias de nivel de educación están relacionadas con distintas etapas del aprendizaje del estudiante, como sí es el caso de muchas fórmulas en Inglaterra y Australia (véase los últimos capítulos). Aunque los cinco distritos están en pleno proceso de elaboración o implementación de un programa de reforma del currículo basado en estándares, estatales (provinciales) o distritales y a veces ambos, ninguno vinculó específicamente diferencias en la asignación de recursos a una etapa del aprendizaje en sus estándares para el currículo. Al mismo tiempo, la mayoría de los estándares que existen son para los grados 4, 8 y 10. Si bien el estándar para el grado 4 podría ser grosso modo equivalente al fin de la etapa de la educación primaria y el estándar para el grado 8 podría ser grosso modo el equivalente del fin de la etapa de la educación intermedia, no hay ninguna distinción de orden financiero relacionada con estos niveles o con etapas del currículo, y tampoco hay distinciones de orden financiero entre el grado 10 y programas del segundo ciclo de la educación secundaria (upper high school). En síntesis, aunque cada distrito provee un nivel diferente de financiación por nivel de educación (en gran parte, primaria, intermedia y secundaria), ninguno vincula explícitamente estas diferencias con alguna etapa del aprendizaje o con ningún nivel en sus estándares para el currículo. La mejora del currículo es un componente de la fórmula que es tenido en cuenta en varias dimensiones diferentes. Además, la provisión para la mejora del currículo varía considerablemente entre los cinco distritos, desde numerosos ajustes para la mejora del currículo en 258 ch-09 04/03/2002 16:59 Page 259 Estudio de caso 3: La financiación de escuelas mediante fórmulas en los Estados Unidos y Canadá Broward County hasta ningún ajuste en Seattle. Tres distritos, Broward, Cincinnati y Pittsburgh, proveen dinero extra para programas “imán”, que generalmente forman parte de los esfuerzos para superar la segregación. Broward County y Cincinnati proveen ajustes para programas de educación vocacional en sus escuelas secundarias. Es interesante notar que los dos distritos que contean a los estudiantes ETC y cuentan con una larga historia de fórmulas de financiación ponderada por estudiante, también tienen numerosos programas adicionales pequeños con énfasis específicos en el currículo, partiendo todos ellos de sus políticas de financiación basada en la escuela. El indicador que generalmente se utiliza en los ajustes para la mejora del currículo es el conteo de los estudiantes con un monto extra provisto para cada estudiante, excepto en el caso de los programas “imán”, en los que el indicador es el “tema” del programa “imán” y el monto de dinero extra se basa en los requerimientos específicos del tema “imán”, ajustado, por supuesto, al tamaño de la escuela medido en número de estudiantes. Aunque los cinco distritos todavía no han incluido fondos para todos los factores importantes específicos de los estudiantes en sus nuevos sistemas de financiación, el objetivo de todos los distritos es hacerlo. El objetivo general es incluir ajustes por lo menos para los estudiantes provenientes de familias de bajos ingresos, con minusvalías físicas o mentales, con limitada competencia en inglés o que tienen un nivel de rendimiento muy bajo. Actualmente existen varias dimensiones de factores específicos de los estudiantes que se reconocen. Todos los distritos disponen de algunos mecanismos para brindar ayuda a los estudiantes minusválidos y generalmente esos estudiantes se dividen en categorías que varían con la intensidad de los servicios adicionales prestados. Si bien todos los distritos de los EE.UU. cuentan con fondos del programa federal Title I, que provee recursos extra para estudiantes con bajo nivel de rendimiento provenientes de familias de bajos ingresos, Cincinatti, Edmonton, Pittsburgh y Seattle también brindan ajustes provenientes de fuentes de ingresos estatales o distritales para estudiantes originarios de familias de bajos niveles de ingreso. Seattle tiene también un ajuste para estudiantes con bajos niveles de rendimiento y Pittsburgh incluye una variable ‘contexto familiar’ (porcentaje de estudiantes que no vive en una familia biparental) que da lugar a fondos adicionales. Tres distritos (Broward, Edmonton y Seattle) incluyen ajustes para estudiantes con limitada competencia en inglés. Finalmente, Broward County tiene un número adicional de categorías de estudiantes con necesidades especiales, incluyendo la de ser padre o madre adolescente. En cada caso, 259 ch-09 04/03/2002 16:59 Page 260 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas el indicador generalmente es el conteo individual o el de la matrícula de los estudiantes con las necesidades especiales especificadas o un conteo por estudiante ETC. El punto esencial aquí es que todos estos programas tienen numerosos ajustes para estudiantes con necesidades especiales en varias dimensiones de necesidades de los estudiantes, incluso si no todos los ajustes especiales están actualmente incluidos en la fórmula de financiación basada en la escuela. Cuando los programas de necesidades especiales de los estudiantes no forman parte del presupuesto delegado, los recursos para estas dimensiones de necesidad de los estudiantes son, sin embargo, provistos frecuentemente a los sitios escolares. Por ejemplo, cada escuela en los cuatro distritos de los EE.UU. recibe una asignación proveniente del programa federal Title I y puede gastarlo como lo desea. Cada escuela recibe también recursos adicionales de personal, si ha matriculado a estudiantes minusválidos. El aspecto esencial es que si bien no todas las dimensiones de los factores específicos de los estudiantes están incluidas en las fórmulas de financiación basada en la escuela, los recursos que corresponden a esas dimensiones frecuentemente son provistos a los sitios escolares mediante otra fórmula separada y algunas veces las escuelas tienen la autoridad para decidir cómo gastar este dinero. Finalmente, cada distrito tiene también un componente de la fórmula de financiación basada en la escuela que se sustenta en factores específicos de la escuela. Se utilizan dos dimensiones importantes y una dimensión única. Broward y Cincinnati utilizan la dimensión ‘tamaño’, medida por el número de estudiantes, y tienen ajustes por tamaño que proveen fondos adicionales a las escuelas en función de su matrícula total, generalmente una matrícula que se sitúa por debajo de cierto nivel. Cincinnati y Seattle utilizan la dimensión ‘sitio escolar’ y proveen una asignación básica para cada sitio escolar; se trata de que la asignación básica provea cierta cantidad de personal administrativo a una escuela. Cincinnati tiene también varios factores adicionales basados en la escuela. Finalmente, Edmonton también utiliza la dimensión ‘sitio escolar’ pero, más específicamente, el nivel de mantenimiento de rutina requerido y ajusta todos los presupuestos en función de ese monto. (a) Componente 1: Asignación básica por estudiante El Cuadro 9.7 presenta la asignación por estudiante ponderada 1,0 y las ponderaciones por grado-nivel para todos los otros estudiantes utilizadas en cada una de las fórmulas de financiación de los cinco 260 ch-09 04/03/2002 16:59 Page 261 Estudio de caso 3: La financiación de escuelas mediante fórmulas en los Estados Unidos y Canadá distritos escolares. El lector debe tener gran cuidado al interpretar estas ponderaciones, especialmente cuando compara los distritos escolares. En primer lugar, porque el monto del presupuesto provisto a cada sitio escolar como porcentaje del presupuesto total de funcionamiento varía significativamente y, en segundo término, porque incluso para el presupuesto escolar, esta asignación básica provista a cada sitio escolar es bastante amplia y varía tanto que reduce así el monto de la fórmula provisto por la porción ponderada por estudiante. Además, el gasto total varía entre los cinco distritos, un hecho que también puede afectar el significado fundamental de las diferentes ponderaciones. Con estas precauciones en mente, se pueden analizar los datos del Cuadro 9.7. Se pueden efectuar varias observaciones pertinentes. En primer lugar, las diferentes ponderaciones aplicadas a los estudiantes en diferentes grados-niveles solamente. Es decir, no específicamente a los alumnos de diferentes edades o en distintas etapas del currículo que se podría reflejar en el contenido del currículo o en los estándares de rendimiento de los estudiantes. Por tanto, la práctica en América del Norte es proveer ponderaciones del estudiante en gran medida por nivel educacional. En segundo término, tres de los distritos utilizan un enfoque plenamente desarrollado de ponderación por estudiante, mientras que Broward y Cincinnati proveen un monto diferente para cada estudiante de la escuela primaria, intermedia y secundaria. En los casos de Broward y Cincinnati debe tenerse cuidado cuando se evalúan las diferentes ponderaciones por grado-nivel, porque todos los distritos proveen grandes asignaciones básicas, que varían ampliamente entre los tres niveles, y también proveen ajustes muy amplios. Por tanto, podría ser inadecuado atribuir las diferencias en las asignaciones que aparecen en el Cuadro 9.7 para Broward y Cincinnati a una ponderación por estudiante. La conclusión general es, sin embargo, que los distritos de América del Norte utilizan un enfoque de financiación ponderada por estudiante. En tercer lugar, hay tres patrones distintos para las ponderaciones por grado-nivel. Las ponderaciones grado-nivel en Pittsburgh siguen la pauta tradicional de ponderaciones más elevadas para los estudiantes de secundaria que para los de primaria. En efecto, la ponderación es 1,0 para los alumnos de primaria, 1,384 para los estudiantes de intermedia y de 1,505 para los de secundaria. Las ponderaciones por grado-nivel para los estudiantes en Pittsburg exceden la magnitud de las ponderaciones de la mayoría de las fórmulas de financiación del estado a los distritos (Odden y Picus, 1992). 261 ch-09 Edmonton Pittsburgh Seattle Asignación (por estudiante con ponderación 1,0) Prim: $1.868 Inter: $1.931 Secu: $1.802 Prim: $3.051 Inter: $3.488 Secu: $3.011 Todos: $3.127 Todos: $4.632 Todos: $2.411 Unidad (a la cual se aplica la ponderación) Estudiante ETC Estudiante Estudiante ETC Estudiante Estudiante Ponderación (aplicada en cada grado-nivel) Grado K Grado 1 Grado 2 Grado 3 Grado 4 Grado 5 Grado 6 Grado 7 Grado 8 Grado 9 Grado 10 Grado 11 Grado 12 1,234 1,234 1,234 1,234 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,179 1,179 1,179 1,179 1,01 1,01 1,01 1,01 1,01 1,01 1,01 1,16 1,16 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,03 1,03 1,03 1,03 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,384 1,384 1,384 1,505 1,505 1,505 1,505 1,0 1,0 1,0 1,0 0,94 0,94 0,87 0,87 0,87 0,88 0,88 0,88 0,88 Page 262 Cincinnati 16:59 Broward 04/03/2002 Asignación/Unidad/ Ponderación Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas 262 Cuadro 9.7 Asignaciones y ponderaciones por grado-nivel en cinco distritos escolares ch-09 04/03/2002 16:59 Page 263 Estudio de caso 3: La financiación de escuelas mediante fórmulas en los Estados Unidos y Canadá Las ponderaciones en Edmonton también son más elevadas en la escuela secundaria que en los grados de los niveles inferiores, pero sólo muy moderadamente. Los estudiantes de los grados 9-12 son ponderados sólo 1,03 en comparación con los estudiantes de primaria, y los estudiantes de intermedia reciben la misma ponderación que los de educación primaria. Sería más preciso decir que, en lo esencial, Edmonton no tiene ponderaciones para las diferencias de grado-nivel. Por otra parte, las ponderaciones en Broward y Seattle son más bajas en las escuelas intermedias y de secundaria que en las escuelas primarias. En otras palabras, Broward y Seattle proveen más ingresos por estudiante a los estudiantes de menor edad, una práctica que refleja la creencia de que la educación intensiva de los niños, con el propósito de desarrollar competencias sólidas en alfabetización y matemática básica al término de la escuela primaria, constituye un uso más rentable de los recursos fiscales locales y estatales. Cuando las asignaciones básicas se convierten en factores en la fórmula de Cincinnati, el resultado es una asignación para la educación secundaria que es unos cuantos cientos de dólares más elevada por estudiante, es decir, alrededor de un 10% más. Fuera de eso, los datos del Cuadro 9.7 muestran que Cincinnati provee más o menos la misma financiación básica para los estudiantes de educación primaria y secundaria, y cerca del 10% más para los estudiantes de educación intermedia, una práctica única. La diferencia entre las prácticas de estos cinco distritos es bastante sorprendente. La práctica típica en el gasto entre niveles escolares es la de un mayor gasto en los estudiantes de educación secundaria (OECD, 1995). En efecto, uno de los principales motivos de disputa que han surgido cuando los gobiernos han reorientado la financiación hacia el sitio escolar ha sido la más elevada financiación de los estudiantes de la educación secundaria. Sin embargo, Pittsburgh fue el único distrito que proveía un diferencial de financiación semejante a los estudiantes de secundaria. Los otros distritos, o bien hacían distinciones muy pequeñas o ninguna entre estudiantes de primaria y secundaria, o realmente ponderaban el sistema en favor de los estudiantes de la escuela primaria. En este sentido, las ponderaciones por grado-nivel en estos cinco distritos escolares representan diferentes decisiones en materia de asignación de recursos. Aunque las ponderaciones por grado-nivel adoptadas por estas cinco jurisdicciones no se pueden tomar como indicativos de la práctica en toda la América del Norte, sin embargo, reflejan un importante 263 ch-09 04/03/2002 16:59 Page 264 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas cambio en la valoración fiscal de la asignación básica de recursos para estos distritos, alejada del tradicional sesgo hacia estudiantes de educación secundaria con mayor financiación y encaminada hacia un nuevo sesgo de mayor financiación para los estudiantes de las escuelas primarias, particularmente estudiantes de los grados K a 3. Como se afirmó anteriormente, la justificación de este cambio en el proceso de asignación de recursos es desarrollar las competencias básicas desde el comienzo de la carrera escolar de un niño, bajo el supuesto de que si los estudiantes pueden leer, escribir y hacer matemática competentemente en el grado 3, entonces los profesores de los grados más avanzados tienen un horizonte virtualmente ilimitado en relación con las expectativas de rendimiento de los estudiantes. Por supuesto, esto sólo refleja el anverso de esta proposición: la intervención tardía con estudiantes de educación secundaria que no han desarrollado buenas competencias en alfabetización y matemática no sólo es ineficiente, sino también algo muy difícil de concretar. (b) Componente 2: Mejora del currículo El Cuadro 9.8 muestra que los cinco distritos proveen fondos para la mejora del currículo de las escuelas “imán”, la educación vocacional, lengua extranjera y programas de prevención del abandono. En América del Norte, las escuelas “imán” se crearon como un medio para estimular el comportamiento voluntario a fin de superar la segregación, sobre todo en distritos escolares donde la segregación racial es provocada por los patrones de vivienda, y no por decisiones legales o reglamentarias de los distritos escolares. La idea es que las escuelas adopten un foco temático que servirá como un “imán” para que los estudiantes provenientes de medios étnicos minoritarios y no minoritarios se matriculen voluntariamente. Se espera, que proporcionando opciones escolares atractivas, un distrito pueda reducir el aislamiento racial en todas las escuelas y aumentar el número de escuelas en que se mezclen estudiantes de diferentes etnias, todo ello realizado mediante acciones voluntarias de los padres de familia y los estudiantes. Broward, Cincinnati y Pittsburgh aportaron fondos adicionales para las escuelas “imán”. Broward provee cerca de $10 millones para 32 programas temáticos “imán” en todos los niveles (educación primaria, intermedia y secundaria). Cincinnati aporta fondos adicionales para escuelas “imán” que tienen cuatro temas importantes: Paideia, Montessori (basado en el programa preescolar Montessori), lengua 264 ch-09 04/03/2002 16:59 Page 265 Estudio de caso 3: La financiación de escuelas mediante fórmulas en los Estados Unidos y Canadá extranjera y arte. Los costos adicionales por estudiante de estos “imanes” varían significativamente: desde un bajo $374 por estudiante en el nivel primario hasta $1.274 por estudiante en el nivel secundario. Cincinnati también tiene varios programas “imán” minor, con una financiación que va desde $10.000 hasta $65.000 por escuela. Cuando Cincinnati adopte plenamente una política de financiación basada en la escuela en 1998-99, probablemente retendrá, pero no expandirá, el número de escuelas “imán”. En efecto, dado que Cincinnati está estimulando a todas las escuelas para que adopten un diseño de escuela de alto rendimiento y, por consiguiente, se conviertan en una escuela con énfasis temáticos específicos, la idea de escuelas “imán” separadas estará en cierto sentido superada. Sin embargo, los distritos encontrarán que es políticamente difícil de discontinuar la financiación adicional de las escuelas “imán” existentes. Pittsburgh aporta un nivel mucho más pequeño de financiación adicional a las escuelas “imán”, que va desde $11 adicionales hasta $126 adicionales por estudiante. El programa de Pittsburgh incluyó solamente a tres escuelas “imán” en 1997-1998 de un total de 21 sitios que se beneficiaron de una financiación basada en la escuela; el número de escuelas “imán” podría aumentar en el futuro, ya que todas las escuelas de Pittsburgh están incluidas en los programas de financiación basada en la escuela. La mejora de la financiación de la educación vocacional constituye el segundo ajuste importante relacionado con la naturaleza programática del currículo. La financiación adicional de la educación vocacional en las escuelas secundarias tiene una larga tradición en la financiación de las escuelas de América del Norte (Odden y Picus, 1992). Broward incluyó nueve diferentes ponderaciones por educación vocacional en su fórmula de financiación basada en la escuela, siguiendo en gran medida las ponderaciones por educación vocacional utilizadas por el estado de Florida para financiar cada distrito escolar. Las ponderaciones fueron de 1,963 para los programas de educación vocacional tradicionales (una ponderación cercana a 2,0) y, para programas separados de educación vocacional, el rango iba desde 1,168 para programas exploratorios hasta 1,651 para programas de tecnología (industrial arts programmes). Cincinnati aportó un ajuste global uniforme para la educación vocacional por ETC para todos los programas de educación vocacional. Pittsburgh y Seattle retuvieron la financiación de la educación vocacional en la oficina central y no delegaron estos recursos a las escuelas secundarias. 265 ch-09 Edmonton Pittsburgh Seattle Escuelas “imán” $10,1 millones para 13 escuelas primarias, 10 intermedias y 9 secundarias. Las fórmulas varían para el personal y el material adicionales. Major:* Montos por estudiante desde $374 hasta $1.274 NA Montos por estudiante desde $100 hasta $126 NA Educación vocacional Factores de ponderación que varían desde 1,211 hasta 1,651 para programas especiales, y una ponderación de 1,963 para programas tradicionales Ajuste global por ETC para todos los programas NA NA NA Lengua extranjera NA NA Tasas diferenciales para 12 programas distintos de lenguas NA NA Prevención del abandono Factor de ponderación de 1,458 NA NA NA NA Minor:* Montos por escuela desde $10.000 hasta $65.000 Nota: NA = no se aplica. * Las escuelas major reciben una financiación por estudiante, mientras que las escuelas minor reciben un monto fijo por escuela, independientemente de su matrícula. Page 266 Cincinnati 16:59 Broward 04/03/2002 Actividad Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas 266 Cuadro 9.8 Ajustes por currículo en cinco distritos de América del Norte ch-09 04/03/2002 16:59 Page 267 Estudio de caso 3: La financiación de escuelas mediante fórmulas en los Estados Unidos y Canadá Edmonton aportó recursos para enseñar lenguas extranjeras, financiando 12 programas diferentes. La financiación depende tanto del número de programas de lenguas extranjeras impartidos en la escuela como de la matrícula en cada uno de ellos. Broward también aplicó un factor ponderado de 1,458 para los programas de prevención del abandono escolar. Una posible razón del uso extensivo de la ponderación por estudiante en Broward es que esta ha sido la manera en que muchas necesidades especiales han sido tenidas en cuenta durante años en Florida. Florida tiene el sistema más amplio de ponderación por estudiante en todos los EE.UU. (Gold et al., 1995). Broward incluye casi todas las ponderaciones del estado para determinar el presupuesto de cada escuela. (c) Componente 3: Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes Los cinco distritos han creado múltiples ajustes para las necesidades especiales de educación de sus estudiantes. A partir de los recursos locales y estatales, ellos proveen ajustes basados en características sociodemográficas, puntajes de rendimiento, dominio de la lengua inglesa, así como por minusvalía mental y física. La riqueza de los diversos ajustes indica que existe una deontología profesional entre estos distritos, según la cual es justo y bueno proveer ingresos adicionales para que los profesores puedan prestar servicios adicionales a los estudiantes que tienen necesidades excepcionales de educación. i) Desventaja económica o educacional: Aunque los cuatro distritos de los EE.UU. reciben fondos considerables del programa federal Title I para los estudiantes de bajo nivel de rendimiento en comunidades de bajos ingresos, Pittsburgh y Seattle suplementan esta provisión con montos adicionales basados en el status sociodemográfico. Seattle aportaba fondos adicionales para estudiantes que reunían las condiciones para el programa de almuerzo gratuito o a precios reducidos, un programa que provee almuerzo gratuito a los estudiantes provenientes de familias con un ingreso por debajo del nivel de pobreza (alrededor de $16.000 para una familia urbana de cuatro miembros) y almuerzos a precios reducidos para familias con un ingreso de hasta un 150% superior al del nivel de pobreza (unos $24.000), reconociendo que la pobreza es un indicador general de la necesidad de servicios 267 ch-09 04/03/2002 16:59 Page 268 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas ii) 268 adicionales de enseñanza. Las ponderaciones son 0,087, 0,109 y 0,18, proveyendo $212, $266 y $439 para los estudiantes de las escuelas primaria, intermedia y secundaria, respectivamente. El programa de Pittsburgh promedia el porcentaje de estudiantes en una escuela que reúne las condiciones para el almuerzo gratuito o a precio reducido con el porcentaje de estudiantes que no viven con ambos padres, multiplica el porcentaje resultante por el número de alumnos de la escuela y provee un monto adicional de $400 para cada estudiante. Ambos montos se adicionan a la asignación del Title I, que es provista según una fórmula diferente y puede alcanzar $900 por estudiante en escuelas con elevado nivel de pobreza. Ni Broward, ni Cincinnati, ni Edmonton proveen un monto adicional basado en estos factores, si bien Cincinnati está considerando la posibilidad de agregar dicho ajuste. Broward y Seattle también proveen fondos extra para alumnos que tienen puntajes inferiores a ciertos niveles en las pruebas de rendimiento de los estudiantes del distrito. Broward provee esta mejora sólo a las escuelas intermedias y secundarias, y divide la asignación global del distrito, de cerca de $2 millones, entre el número de estudiantes que registran un puntaje inferior al 18º porcentil en las partes de lectura y matemática de la Prueba de Rendimiento de Standford (Stanford Achievement Test). Seattle provee una ponderación extra pequeña a los estudiantes que registran puntajes en el nivel del 30º porcentil o por debajo de él. Cuanto más bajo es el porcentil (es decir, cuanto más bajo es el rendimiento), más elevada es la ponderación, siendo mayor para los estudiantes de los grados 9-12 que para los estudiantes de los grados K-8. La disyuntiva al proveer ajustes de fondos basados en el rendimiento efectivo de los estudiantes es que la financiación se pierde cuando se mejora el rendimiento. Por consiguiente, a menos que el puntaje del rendimiento se base en el rendimiento de otro nivel de escolarización, los efectos de tal aumento de financiación a veces pueden ser problemáticos. Competencia en lengua inglesa y minusvalía: Broward, Edmonton y Seattle proveen ajustes a los alumnos con limitado dominio del inglés, es decir, estudiantes que necesitan ayuda para desarrollar sus competencias en esta lengua. Los tres distritos proveen una ponderación extra para esos estudiantes. Las ponderaciones extra en los tres distritos se sitúan alrededor del 25%, pero debido a que ch-09 04/03/2002 16:59 Page 269 Estudio de caso 3: La financiación de escuelas mediante fórmulas en los Estados Unidos y Canadá se aplican a montos con bases diferentes, proveen distintos niveles de fondos adicionales, llegando a aproximadamente $475 más por cada estudiante en Broward, a cerca de $850 más por estudiante en Edmonton y un monto extra de $635 para cada estudiante de primaria y justo por encima de $1.000 más por cada estudiante de educación secundaria que necesita ayuda para aprender la lengua inglesa en Seattle. Las estrategias que estos distritos utilizan para proveer ingresos adicionales a los estudiantes minusválidos físicos o mentales son las más complejas. Broward, Edmonton y Seattle utilizan ponderaciones de los estudiantes, mientras que Cincinnati y Pittsburgh continúan con asignaciones mediante fórmulas separadas. Broward County tiene la lista más vasta de ponderaciones adicionales, con ponderaciones para estudiantes de programas de educación especial tradicionales de primaria, intermedia y secundaria, ocho diferentes ponderaciones para programas separados a tiempo completo y siete ponderaciones para programas a tiempo parcial. Las ponderaciones varían considerablemente, reflejando la naturaleza de la minusvalía y la intensidad de los servicios requeridos. Edmonton y Seattle han adoptado un enfoque algo menos detallado. Edmonton provee ponderaciones en seis categorías diferentes, con una división menor y más intensa para tres niveles de necesidad (ligera, moderada y grave). Ellos registran en una lista las condiciones específicas de minusvalía bajo cada una de las categorías de ponderación de magnitud. Sin embargo, Seattle ha identificado cinco categorías de necesidades especiales y sólo provee ponderaciones para estas cinco, diferenciando algunas veces, pero no siempre, la ponderación por grado-nivel dentro de la categoría. Seattle no identifica una larga lista de las condiciones de minusvalía más tradicionales dentro de las cinco categorías; está tratando de identificar la intensidad del servicio requerido, en lugar de la etiqueta de las condiciones de minusvalía. Nuevamente, se debe tener cierto cuidado al interpretar las diferentes ponderaciones. Dado que la asignación ponderada 1,0 varía entre todos los distritos, la misma ponderación genera diferentes niveles de recursos adicionales. Por ejemplo, una ponderación adicional de 1,0 en Broward puede generar cerca de $1.900 más, mientras que la misma ponderación adicional produce $3.127 en Edmonton y $2.441 en Seattle. Estos son niveles muy diferentes de recursos adicionales. El punto esencial aquí es que no 269 ch-09 04/03/2002 16:59 Page 270 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas se deberían comparar las ponderaciones adicionales mismas entre los distritos, porque los niveles de los montos a los que están vinculadas son diferentes. La única manera razonable de comparar cómo los distritos tratan a los estudiantes con minusvalía es calcular los montos que son realmente provistos. Para nueve categorías de minusvalía, Cincinnati provee un monto extra para cada estudiante, con limitaciones relativas al tamaño máximo de la clase para cada categoría diferente. El distrito retiene los fondos para un mayor apoyo a la educación especial, incluyendo psicólogos, un centro de servicios de educación especial, tutoría, instrucción en el domicilio, reembolso de la seguridad social, servicios de audiología y servicios generales. Cuando el programa esté implementado plenamente, Cincinnati planea convertir las cifras de dólares en ponderaciones de estudiantes. En 1997-1998, Pittsburgh no otorgó a las escuelas mucha autoridad sobre los sustanciales recursos existentes en el sistema para los estudiantes con minusvalías. El distrito está investigando cómo podría delegar esta autoridad presupuestaria en el futuro, junto con varios otros ingresos para programas por categorías, pero decidió retener el control central sobre los recursos para los servicios y programas de educación especial del período 19971998. (d) Componente 4: Necesidades del sitio escolar i) 270 Asignación al sitio escolar: Tres distritos proveen asignaciones básicas: Broward, Cincinnati y Seattle. El primer aspecto de estas asignaciones básicas es que son bastante amplias: teniendo en cuenta a todos los distritos, va desde un rango de $175.000 para el nivel primario hasta otro de más de $1,2 millones para el secundario. Para una escuela primaria de 500 estudiantes, ella provee una base de cerca de $350 por estudiante; para una escuela secundaria de 1.500 estudiantes, la base es de $800 por estudiante. En estos tres distritos, las asignaciones básicas para las escuelas intermedias y secundarias son sustancialmente más grandes que las asignaciones para las escuelas primarias. En efecto, en Broward la asignación básica para la escuela intermedia es casi dos veces mayor que la asignación básica para la escuela primaria, y aquella para la escuela secundaria es alrededor de tres veces la ch-09 04/03/2002 16:59 Page 271 Estudio de caso 3: La financiación de escuelas mediante fórmulas en los Estados Unidos y Canadá ii) asignación para la escuela primaria. En Cincinnati, sin embargo, la asignación básica para las escuelas intermedias es sólo ligeramente más elevada que para las escuelas primarias; la asignación de base está destinada a sufragar un director, uno o más bibliotecarios, consejeros en las escuelas secundarias, un operador de planta física y fondos para el currículo. En Broward, además, la asignación básica es provista para el tamaño más pequeño de escuela primaria, intermedia y secundaria, y luego aumenta en varios miles de dólares (el monto aumenta según el nivel de educación) a medida en que aumentan los niveles de matrícula. Por ejemplo, una escuela intermedia con 860 estudiantes recibiría una asignación básica de alrededor de $840.000. Pero por cada 100 estudiantes ETC adicional recibiría entre $13.000 y $43.000 más; el monto extra variaría en diferentes niveles de los aumentos de 100 estudiantes. El punto esencial aquí es que las escuelas más grandes reciben una asignación básica aún más grande. En síntesis, los tres distritos proveen una asignación básica que pretende aportar un nivel relativamente alto de recursos básicos a la escuela, no tan sólo la dotación mínima de personal administrativo para una escuela, y la base tiende a ser sustancialmente más grande para las escuelas secundarias que para las escuelas primarias. Ajustes para las escuelas pequeñas: Estos ajustes se proveen para asegurar que las escuelas pequeñas dispongan de fondos suficientes para contar con un núcleo de personal administrativo mínimo, tal vez un director, una secretaria y un empleado. Pero el monto de estas asignaciones básicas les permiten proveer más que justo el mínimo de personal administrativo. Cincinnati provee un monto más alto por estudiante a las escuelas pequeñas de primaria ($450), de intermedia ($253) y de secundaria ($778). Pittsburgh provee $675 por estudiante por la diferencia entre la matrícula real de la escuela (debajo de 300) y 300, esencialmente un aumento para la escuela pequeña. Por consiguiente, una escuela con 250 estudiantes recibiría $33.750 más y una escuela con 200 recibiría $67.500. 271 ch-09 04/03/2002 16:59 Page 272 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas 9.5 Evaluación y análisis (a) Estructura general de las fórmulas Las cinco fórmulas de financiación basada en la escuela analizadas anteriormente representan innovaciones bastante sofisticadas en la financiación de la escuela en América del Norte. Si bien Edmonton ha estado implementando su sistema de financiación basada en la escuela durante más de dos décadas, las fórmulas en los otros cuatro distritos son bastante nuevas (tres han sido implementadas por primera vez durante el año escolar 1997-1998). El cuarto, en Cincinnati, esta programado para ser implementado en 1999-2000, si bien varias escuelas piloto de Cincinnati tienen autoridad sobre su presupuesto en 1997-1998 (el monto del presupuesto se calculó según las fórmulas tradicionales de dotación de personal a la escuela). Cincinnati también mostrará a las escuelas cuál habría sido el presupuesto basado en la escuela en 19981999 si ellas hubieran tenido que implementar el programa en ese año, de modo que las escuelas empiecen a planificar el presupuesto que la financiación mediante fórmulas les aportará el año siguiente. Dada la novedad de estas fórmulas, su exhaustividad y su sofisticación representan un logro considerable. Sólo el tiempo dirá cómo evolucionan las fórmulas, especialmente en lo que se refiere a la financiación de programas por categorías. Pero tratándose de los esfuerzos de los primeros años, las fórmulas representan un gran paso cuidadosamente reflexionado hacia la financiación basada en la escuela. Se debe prestar más atención a las funciones centrales en contraste con las funciones del sitio en por lo menos cuatro de los distritos de los EE.UU. Dado que estos distritos forman parte de la New American Schools (NAS) y, en última instancia, permitirán que cada escuela seleccione y se reestructure en función de un diseño escolar global, necesitan rediseñar el conjunto de su sistema escolar para convertirlo en otro que sostenga a un sistema de gestión descentralizado. Como parte de este proceso, los distritos necesitan renunciar, o por lo menos reducir drásticamente, algunas funciones centrales (por ejemplo, apoyo al currículo, personal y administración general) y fortalecer otras (por ejemplo, planificación, evaluación, rendición de cuentas y sistemas de información) y ajustar el presupuesto de la oficina central de manera consecuente. Todas las otras funciones y sus presupuestos deben ser delegados a las escuelas. Si bien estos distritos se han involucrado en cierto grado en el proceso de análisis, éste se debería convertir en su foco 272 ch-09 04/03/2002 16:59 Page 273 Estudio de caso 3: La financiación de escuelas mediante fórmulas en los Estados Unidos y Canadá de atención y el contraste entre las participaciones retenidas y delegadas en el presupuesto se deberían remontar a esas decisiones. Esto no es lo que sucede actualmente. Todas las fórmulas desarrolladas hasta la fecha son relativamente completas, es decir, con asignaciones básicas para los estudiantes, mejora por grado-nivel, mejora del currículo, diversos ajustes para necesidades específicas de los estudiantes y ajustes para los sitios escolares en términos de asignaciones básicas y aumentos por tamaño pequeño. En otras palabras, al diseñar sus fórmulas de financiación, todos los distritos han tomado en consideración una gama de necesidades de recursos de las escuelas. (b) Transparencia En Edmonton, Pittsburgh y Seattle todas las fórmulas son de conocimiento público y transparentes. En efecto, en Edmonton y Seattle están disponibles en un sitio de la World Wide Web y, por tanto, ¡son transparentes para todo el mundo! Todos los documentos relativos al presupuesto también están disponibles en las bibliotecas públicas de Edmonton. Por otra parte, las fórmulas en Broward, si bien son públicas, están enterradas en espesos documentos de carácter presupuestario y no son fácilmente asequibles. Es difícil pronunciarse sobre la transparencia de las fórmulas de Cincinnati, dado que sólo se utilizarán en el año escolar 1999-2000. Los presupuestos actuales de Cincinnati son transparentes, pero no todos los aspectos de la construcción de la fórmula se describen en los documentos que se están distribuyendo ampliamente. En Seattle, la fórmula de financiación no sólo está disponible para todo el mundo en la Web, sino que los directores de escuela pueden elaborar sus nuevos presupuestos escolares en el sitio de la Web. Seattle está empezando a mostrar cómo se puede explotar el poder de las tecnologías de la informática, mediante la Internet, para crear y manejar estos nuevos tipos de políticas descentralizadas. (c) Equidad Dado que las fórmulas incorporan numerosas dimensiones que tienen en cuenta diferentes necesidades del sitio escolar, de los estudiantes y de la educación, es justo decir que ellas representan esfuerzos para diseñar e implementar un sistema de financiación 273 ch-09 04/03/2002 16:59 Page 274 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas equitativo. Cuando Pittsburgh descentralice sus presupuestos para el programa federal Title I y para la educación especial, el conjunto de los cinco programas representará esfuerzos globales y sofisticados para hacer que la financiación basada en la escuela sea equitativa en relación con varias cuestiones. Si bien podría haber cierta discusión sobre la magnitud exacta de muchos de los ajustes y ponderaciones que se han provisto, es evidente que estos cinco distritos han tratado de diseñar sistemas de financiación basada en la escuela justos y equitativos, que reconocen una variedad de circunstancias especiales. Quizá la ponderación en favor de los alumnos de primaria en Broward y Seattle, así como la casi igual asignación entre todos los niveles de educación en Edmonton, sean los elementos de equidad más sorprendentes de las fórmulas, que constituyen prácticas muy diferentes de las tradicionales ponderaciones más altas para los estudiantes de educación secundaria. Los diferentes enfoques utilizados en esta área hacen visible un dominio de la gestión de la educación que merece más atención académica a fin de determinar si los enfoques históricos para proveer más recursos a los alumnos de mayor edad siguen teniendo validez. (d) Eficiencia Dado que estos programas de financiación escolar han comenzado a implementarse sólo desde comienzos del año escolar 1997-1998 (excepto en el programa de larga data en Edmonton), es difícil pronunciarse sobre cuestiones de eficiencia basándose en datos o resultados. Al mismo tiempo, sin embargo, se pueden formular ciertas conjeturas acerca de la eficiencia. La primera es que las nuevas fórmulas de financiación basada en la escuela en los EE.UU. han delegado recursos para los programas regulares de instrucción y la administración de los sitios escolares, pero varían mucho en el grado en que han delegado recursos para otras funciones. Una de esas categorías es la financiación para los programas por categorías de necesidades especiales destinados a los estudiantes minusválidos y a los alumnos provenientes de medios sociales pobres, que pueden llegar a constituir hasta el 30% del presupuesto de un sitio escolar y representar un gran monto de recursos que se pueden reasignar a usos más eficientes (Odden, 1997). Estos programas representan fondos comunes financieros considerables que potencialmente se podrían distribuir más eficientemente a nivel del sitio escolar, 274 ch-09 04/03/2002 16:59 Page 275 Estudio de caso 3: La financiación de escuelas mediante fórmulas en los Estados Unidos y Canadá especialmente si la investigación sobre el uso previo de estos recursos ha dado cuenta de pocos efectos positivos. Además, los distritos han sido renuentes a delegar autoridad sobre el funcionamiento y el mantenimiento, otra función donde la eficiencia se puede producir a nivel del sitio escolar. Finalmente, los distritos han actuado lentamente en lo referente a la reducción de personal en la oficina central, las oficinas de currículo y administración general, y la delegación de estos fondos a nivel del sitio escolar. Por consiguiente, si bien las fórmulas de financiación representan un significativo desplazamiento hacia la delegación de la financiación a los sitios escolares, en su forma actual se quedan cortas en relación con una más plena delegación posible de los fondos. (e) Eficacia Hay una gran esperanza de que la delegación de la financiación a la escuela mejore no sólo la eficacia del gasto en educación, sino también la eficacia global de los sistemas de educación que implementan estos programas. Como se mencionó al comienzo de este capítulo, el contexto para el desarrollo y la implementación de la financiación basada en la escuela es un foco de atención para lograr un drástico mejoramiento de los resultados de la escuela en términos de rendimiento. Las estrategias que en esta área han desplegado los cuatro distritos de los EE.UU. son parte de una estrategia más amplia destinada a identificar diseños escolares globales de alto rendimiento, uno de los cuales debe ser seleccionado por cada sitio. Además, los fondos delegados están destinados a financiar el diseño mismo, que tiene en cuenta el currículo (qué se enseña) y el programa de instrucción (cómo se enseña), la organización del aula y de la escuela, así como la dotación de personal y de recursos a la escuela. Se espera que todos los recursos del sitio escolar serán asignados para sufragar las necesidades del diseño elegido y que en un período de tres a cinco años cada escuela se reestructure a sí misma en función del diseño seleccionado. Debido a la sustancial vinculación entre la centralización y la selección de un diseño escolar de alto rendimiento, así como a la existencia de un número cada vez más grande de pruebas de que estos diseños mejoran el rendimiento de los estudiantes (Fashola y Slavin, 1997), es dable esperar que los planes de financiación basada en la escuela en los cuatro distritos de los EE.UU. produzcan una elevación del nivel de rendimiento de los estudiantes. Respuestas claras en esta 275 ch-09 04/03/2002 16:59 Page 276 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas área sólo aparecerán con el tiempo y tras una cuidadosa investigación. Aunque el programa de Edmonton no está explícitamente vinculado a los diseños escolares, el distrito ha aprobado estándares de educación durante los últimos años y actualmente es más explícito en su voluntad de que las escuelas ejerzan el control sobre su presupuesto y programas, con estrategias diseñadas más explícitamente para mejorar el rendimiento de sus estudiantes en relación con los nuevos estándares. (f) Administración En cuanto a la administración y la eficiencia y eficacia administrativas, los cuatro distritos de los EE.UU. muestran resultados ambivalentes. Edmonton está bien administrado y ya ha delegado el grueso de su presupuesto. Los cuatro distritos de los EE.UU. se quedan cortos en lo que respecta a la vinculación de un presupuesto descentralizado con un sólido análisis de lo que se debería administrar centralmente y lo que se debería administrar a nivel de sitio, por lo que han retenido diversas funciones que, sin duda, pueden y deben ser delegadas. Al mismo tiempo, el uso de la Internet para proveer un sistema de información basado en la escuela mediante el cual se pueda operar el sistema de financiación basada en la escuela representa un importante avance en Seattle (http://sps.gspa.washington.edu/sps/) y Edmonton (http://www.epsb.edmonton.ab.ca). En efecto, una clave para una efectiva descentralización es crear un sistema que brinde a la escuela, que es la nueva arena de la toma de decisiones, información tan detallada como aquella de la que dispuso el distrito en el pasado. En efecto, la razón principal por la que la descentralización puede funcionar en el contexto actual es que la computadora permite que las organizaciones distribuyan y aporten información a cada persona. 9.6 Conclusión Los cinco distritos perfilados en este capítulo representan formidables esfuerzos realizados en América del Norte para diseñar e implementar sistemas de financiación basada en la escuela. Los sistemas no sólo son globales y sofisticados, sino que también están vinculados a objetivos estratégicos de los distritos destinados a mejorar drásticamente el rendimiento de los estudiantes. Los sistemas no se presentan como fines u objetivos en sí mismos, sino como parte de esfuerzos educacionales más amplios para adoptar estándares más elevados y 276 ch-09 04/03/2002 16:59 Page 277 Estudio de caso 3: La financiación de escuelas mediante fórmulas en los Estados Unidos y Canadá rigurosos de contenido y rendimiento, descentralizar las operaciones del nivel distrital al nivel del sitio escolar, contar con escuelas que seleccionen diseños de alto rendimiento como su visión para la mejora y tener escuelas que se reestructuren a sí mismas siguiendo esos diseños durante un período de tres a cinco años, incluyendo la reasignación de sus recursos en función de esos diseños. Por consiguiente, estos programas de financiación basada en la escuela están fuertemente vinculados a estrategias educacionales para producir más elevados niveles de rendimiento de los estudiantes. Dadas estas interconexiones, es muy elevada la probabilidad de que la adopción de estos programas será acompañada de una mayor eficiencia, eficacia y productividad. Referencias Bodilly, S. 1996. Lessons from new American schools development corporations’ demonstration phase. Santa Monica, CA, The RAND Corporation. Bodilly, S. 1998. Lessons from new American schools’ scale-up phase: prospects for bringing designs to multiple sites. Santa Monica, CA, The RAND Corporation. Caldwell, B.J.; Spinks, J.M. 1992. Leading the self-managing school. London, The Falmer Press. Coopers; Lybrand. 1988. Local management of schools. London, Coopers and Lybrand. Evans, W.; Murray, S.; Schwab, R. 1997. 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Estas reformas tomaron en cuenta ciertas críticas de larga data a la administración escolar en Nueva Zelandia que habían sido identificadas en el informe de un grupo de trabajo constituido por el gobierno titulado “Administrar para lograr la excelencia: la administración eficaz en educación” (Administering for excellence: effective administration in education) (Picot, 1988). El grupo de trabajo formuló cinco críticas clave: excesiva centralización en la toma de decisiones, complejidad por “excesivo número de cuestiones por decidir”, falta de información y elección, carencia de prácticas eficaces de gestión y sentimientos de impotencia. Un Libro Blanco del gobierno “Las escuelas del futuro” (Tomorrow’s schools) (Lange, 1988), que fue preparado como respuesta al informe Picot, hizo mucho hincapié en la descentralización de la responsabilidad y la gestión de la educación a las comunidades locales. Esto se concretó cuando la Ley de Educación de 1989 estableció un modelo de gestión para las escuelas públicas donde los Consejos de Administración (constituidos fundamentalmente por padres de familia elegidos y el director) asumieron la responsabilidad del control de sus propios recursos educacionales, que serían utilizados como ellos lo decidirían en el marco de las orientaciones generales establecidas por el Estado. Los Consejos de Administración fueron guiados en la toma de decisiones por las Orientaciones para la Educación Nacional (National 279 ch-10 04/03/2002 17:00 Page 280 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Education Guidelines) que, desde 1993, incluyeron información detallada relativa a los objetivos de la educación, orientaciones para la administración nacional y marcos de referencia nacionales para el currículo. Las Orientaciones para la Educación Nacional dieron prioridad a varios objetivos: los más altos estándares de rendimiento educacional; mejora de la igualdad de oportunidades; mejora de la capacidad de los neozelandeses para competir a escala internacional; mejores niveles de alfabetización y matemática básicas; programas más amplios de ciencia y tecnología; logro de la excelencia mediante la formulación de objetivos claros de aprendizaje; provisión de programas individualizados para satisfacer las necesidades del estudiante; aumento de la participación y el éxito de los maoríes;3 y la búsqueda de un mayor respeto de la diversidad del patrimonio étnico y cultural de la población de Nueva Zelandia. Las Orientaciones para la Educación Nacional también cubrieron asuntos relacionados con la responsabilidad por el currículo, la práctica del personal, la gestión financiera y de la propiedad, la legislación sobre la salud y la seguridad, así como sobre la política relativa a la matrícula. La piedra angular de este nuevo enfoque para proveer educación fue la exigencia de que las escuelas públicas debían establecer un “contrato” (charter) que representaba un compromiso de cada Consejo de Administración con el Ministro de Educación con respecto a los fines, propósitos y objetivos de la escuela. En 1993 se creó una Oficina de Evaluación de la Educación (Education Review Office), como un organismo gubernamental autónomo y se le confirió la autoridad de monitorear, evaluar e informar sobre la naturaleza y la calidad de la educación escolar. Este organismo también recibió un mandato para efectuar evaluaciones periódicas de escuelas individuales a fin de informar sobre hasta qué punto los Consejos de Administración estaban actuando legalmente y teniendo en cuenta sus obligaciones y compromisos, especialmente los relacionados con la calidad de la provisión del servicio. Estos cambios considerables en la gestión y el funcionamiento del sector de la educación coincidieron con un programa general de reestructuración y reforma del sector estatal que inició el Cuarto Gobierno Laborista (Fourth Labour Government) (Boston y Holland (ed.), 1990; Boston et al., 1991; Easton, 1997). Las reformas pretendían mejorar la eficiencia y la eficacia de la provisión de servicios sociales, mejorar la 3. Los maoríes constituyen la población indígena de Nueva Zelandia y representan el 14,5% de la población total del país. 280 ch-10 04/03/2002 17:00 Page 281 Estudio de caso 4: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Nueva Zelandia rendición de cuentas y aumentar la transparencia en la asignación y la distribución de los recursos. Como resultado, los Consejos de Administración recibieron los recursos directamente del gobierno por intermedio del Ministerio de Educación sin que otro intermediario u organismos regionales se involucraran en la toma de decisiones o en la gestión de los recursos. En el sector escolar, esta descentralización del poder fue percibida como la ubicación de la toma de decisiones ahí donde tendría el máximo impacto, lo que, a su vez, se esperaba que tuviera por resultado una mayor solidaridad entre todos los actores interesados, el mejoramiento de la capacidad de respuesta de la escuela a las necesidades de la comunidad, una mayor rendición de cuentas por los resultados a nivel de la escuela, mejores oportunidades para la autoevaluación y prácticas innovadoras, así como el mejoramiento del rendimiento de los profesores. 10.2 El presupuesto escolar: las partes centralizadas y las partes delegadas El Consejo de Administración de una escuela es responsable de la supervisión de la gestión y de sus recursos, incluyendo su presupuesto. Dentro de esta estructura, el director, quien es designado por el Consejo de Administración, actúa por delegación de autoridad como su Director General (Chief Executive Officer) y tiene la responsabilidad de la administración cotidiana de la escuela. Dado este alto nivel de descentralización, se consideró importante asegurar rigurosos procedimientos de rendición de cuentas y de informes. Todos los Consejos de Administración, por consiguiente, deben producir un informe anual que contiene un estado de cuentas verificado que debe ser puesto a disposición de la comunidad escolar y del Ministro de Educación. Los balances generales basados en estos informes son consolidados para todas las escuelas y presentados al Parlamento. La intención primigenia de las reformas fue que a las escuelas se les asignara presupuestos a suma alzada para que compraran la mayoría de los insumos que requerían. Hasta la fecha esto sólo ha tenido éxito parcialmente, pues las escuelas reciben financiación para cubrir sus actividades operacionales, pero la responsabilidad del pago directo de los salarios de los profesores de la mayoría de las escuelas permanece en el gobierno central. Se han elaborado dos enfoques para la asignación de los salarios de los profesores: las Escuelas Financiadas Centralmente (EFC) y las 281 ch-10 04/03/2002 17:00 Page 282 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas Escuelas Financiadas Directamente (EFD).4 La mayoría de las escuelas se financia centralmente y el componente ‘salarios de los profesores’ de los gastos de una escuela es pagado directamente por el Ministerio de Educación. Sin embargo, una escuela puede escoger que se la financie directamente por el costo de sus profesores. Este programa EFD fue introducido a comienzos de 1996. Fue la prosecución de un ensayo (el Programa de Subvención del Salario de los Profesores - Teachers Salary Grant Scheme) introducido en 1992. La intención de la financiación directa fue aumentar el monto total de recursos descentralizados a nivel de la escuela y, por consiguiente, dar a los Consejos de Administración mayor flexibilidad en sus decisiones financieras (Edwards, 1993; Edwards, 1994; Dixon y Edwards, 1995). La financiación de los salarios de los profesores en las EFD se basó inicialmente en un promedio global calculado para todos los puestos de enseñanza establecidos como parte de los derechos de una escuela relativos a la dotación de personal. Esto restringía, parcialmente, el ingreso de algunas escuelas en el programa, ya que su perfil de salarios era tal que incluso con la introducción de una prima en su programa eran perdedoras netas en el corto plazo. A fines de 1997, sólo el 11% de las escuelas estaban funcionando bajo el programa EFD. Desde mediados de 1998 se cambió la fórmula para calcular la financiación de los salarios de los profesores y se pasó a hacerlo sobre la base del máximo nivel de la escala de salarios por oposición al promedio. Hasta la fecha, esto ha posibilitado que los participantes que se incorporan voluntariamente al programa hayan aumentado hasta representar casi el 30% de las escuelas públicas, que emplea al 37% de los profesores de estas escuelas. El programa EFD ha sido vigorosamente combatido por las organizaciones de profesores, quienes consideran que tiene el potencial para eliminar la negociación colectiva de salarios y condiciones de trabajo a nivel nacional. Esto es así a pesar de que los Consejos de Administración son empleadores legales de los profesores. Estas organizaciones también están preocupadas de que los gobiernos sucesivos fracasen en mantener el poder adquisitivo de la subvención a las EFD, de que haya presiones sobre las escuelas para que aumenten el número de alumnos en las aulas, de que se empleen profesores de menor calidad y con menos experiencia, y de que pueda haber reacciones adversas del público contra los profesores, si se produjeran bancarrotas debido a una mala administración de los recursos por parte de los 4. Desde julio de 1998 el título de este programa de financiación ha sido cambiado por “Opción Totalmente Financiada” (Fully Funded Option). 282 ch-10 04/03/2002 17:00 Page 283 Estudio de caso 4: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Nueva Zelandia Consejos de Administración. Muchos Consejos de Administración, dado que están constituidos por voluntarios, también han sido reacios a asumir una carga adicional de trabajo asociada con estas responsabilidades más amplias, especialmente cuando esto podría conducir a la necesidad de negociar los contratos de empleo de los profesores. Por consiguiente, la asignación del presupuesto de la escuela en Nueva Zelandia está dividida en tres partes distintas: la dotación del núcleo de profesores y de personal directivo de la administración, las principales inversiones en obras y los fondos de funcionamiento. Sólo la dotación del núcleo de profesores y de personal directivo de la Adminsitración en las EFD y el presupuesto de funcionamiento en todas las escuelas están bajo el control de la escuela y se pueden considerar objeto de la financiación mediante fórmulas. 10.3 El diseño de la fórmula de financiación La financiación operacional de todos los factores que no son profesores y administradores de nivel superior no está afectada para ningún propósito específico (Ministry of Education, 1997) e incluye los cuatro componentes de una fórmula de financiación que fueron mencionados en el Capítulo 3: asignación básica por estudiante, mejora del currículo, necesidades suplementarias de educación de los estudiantes y necesidades del sitio escolar. Los Consejos de Administración tienen plena capacidad de decisión para establecer sus prioridades de gasto y gestionar toda la subvención operacional como lo consideren necesario para lograr los objetivos establecidos en su contrato. La creación inicial de este marco de referencia de la financiación tomó en consideración los costos reales, pero también modeló estructuras de costos en función de las necesidades de grupos de “escuelas típicas” de diferentes tamaños. En este marco de referencia hubo la intención explícita de no financiar diferencialmente en función de la localización regional; sin embargo, se reconocieron variaciones en el tamaño de las escuelas, junto con algunas condiciones en relación con el sitio escolar, como en lo referente al consumo de energía. Si bien la estructura básica de la fórmula de financiación ha permanecido bastante estable desde que se introdujo a comienzos del año escolar 1990, se han añadido algunos elementos y varios han sido modificados. La adición de nuevos elementos ha sido en gran medida el resultado de iniciativas de política del gobierno que han identificado nuevos resultados para el sector (como en el caso de la financiación de 283 ch-10 04/03/2002 17:00 Page 284 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas la orientación profesional o de la subvención para la educación especial) o como consecuencia del colapso y la reconstitución de actividades existentes. También ha habido un cambio de los derechos y la dotación de puestos de personal a ellos asociados, financiados directamente por el gobierno, pasando a una distribución de estos recursos a las escuelas mediante una financiación basada en los estudiantes. En el Cuadro 10.1 se sintetizan los componentes, dimensiones e indicadores utilizados en la financiación de las escuelas mediante fórmulas en Nueva Zelandia. Este cuadro sintético sigue la estructura general delineada en el Capítulo 3. En el análisis siguiente se presenta cada uno de los cuatro componentes de la fórmula de financiación en Nueva Zelandia y también se examinan los elementos de la financiación de los profesores y la financiación operacional que se relacionan con cada componente. (a) Componente 1: Asignación básica por estudiante i) Dotación del núcleo de personal docente y de gestión Cada escuela pública tiene un derecho garantizado de dotación de personal docente basado en el volumen de la matrícula. Este derecho tiene un componente ‘dotación del núcleo de personal’ y un componente ‘gestión’. El derecho a la ‘dotación del núcleo de personal’ está destinado a tener en cuenta la provisión del currículo en la escuela y se asigna sobre la base de la relación maestro/alumnos a nivel de cada grado, como se muestra en el Cuadro 10.2. Separadamente se calcula una asignación para la dotación de personal administrativo, que está destinada a cubrir el tiempo para que las escuelas administren todo el proceso del currículo. Esto incluye asignaciones para el tiempo adicional de gestión a medida que aumenta el volumen de la matrícula de la escuela, la provisión de orientación para el estudiante, la complejidad suplementaria resultante de manejar estudiantes con más necesidades de diversidad curricular (especialmente en el segundo ciclo de la educación secundaria) y la gestión de los profesores asociados. El componente ‘gestión’ determina el tiempo, que aumenta abruptamente en las escuelas con una matrícula de hasta 200 estudiantes y después se estabiliza gradualmente (Ministry of Education, 1995). El tiempo se determina de tal manera que reconoce las demandas de provisión de educación a los estudiantes en diferentes niveles. El factor matrícula ponderado se determina en función de las relaciones que se presentan en el Cuadro 10.3. 284 ch-10 04/03/2002 17:00 Page 285 Estudio de caso 4: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Nueva Zelandia El Componente ‘Gestión’ se calcula de la siguiente manera: {(0,0003 × Factor Matrícula Ponderado) + 0,017 × √(Factor Matrícula Ponderado) + (0,05) × número de profesores asociados} Si bien las escuelas financiadas centralmente tienen derecho a una dotación de personal hasta los máximos especificados por estas fórmulas, las escuelas financiadas directamente reciben fondos para cubrir los costos resultantes de emplear el equivalente del nivel de dotación de personal docente y de gestión establecido bajo la fórmula precedente. En ambos casos, las EFC y las EFD también pueden escoger emplear profesores adicionales a los que ya han sido provistos por derecho, ya sea mediante la financiación de operaciones, por una parte, o de fondos recaudados localmente, por la otra. Obviamente, la mayor financiación ofrecida a las EFD brinda más oportunidades a estas escuelas para que modifiquen sus insumos de dotación de personal. Las pruebas de las que se dispone hasta hoy indican que este grupo de escuelas ha tendido a utilizar los recursos adicionales provistos bajo este programa para emplear profesores adicionales y, en segundo lugar, que estas escuelas no han tratado de maximizar sus niveles de dotación de personal mediante el empleo de profesores menos experimentados. 285 ch-10 Dimensiones 1.c) Financiación operacional básica 1.d) Financiación de profesores suplentes o reemplazantes Componente 2 : Mejora del currículo 2.a) Currículo de tecnología en los centros de artes y oficios 2.b) Programas de educación para la transición 2.c) Programas de lengua maorí 2.d) Escuela especial Componente 3 : Necesidades suplementarias de educación de los estudiantes 3.a) Status socioeconómico 3.b) Currículo de la escuela especial 3.c) Orientación profesional Componente 4 : Necesidades del sitio escolar 4.a) Tamaño de la escuela (ajuste para las escuelas pequeñas) 4.b) Localización (en términos de aislamiento) 4.c) Costos de funcionamiento del sitio (servicios) 4.d) Costos de funcionamiento del sitio (limpieza, calefacción, mantenimiento) 4.e) Costos de funcionamiento del sitio (seguro, vandalismo) 2.a) Matrícula total en los centros 2.b) Total de ETC (si es una Escuela de Tecnología) 2.c) Matrícula total maorí 2.d) Matrícula total de estudiantes especiales 3.a) Indicador de desventaja socioeconómica 3.b) Matrícula total ponderada por desventaja 3.c) Monto fijado para las escuelas que tienen segundo ciclo de educación secundaria – ponderado por desventaja 4.a) Matrícula total < 390 estudiantes 4.b) Más de 30 km a ciudad de 2.000 ó más habitantes 4.c) Montos históricos 4.d) Área interior de la escuela y terrenos en m2 4.e) Matrícula total Nota: A1 es equivalente al primer año de escolaridad. Los estudiantes progresan en la escuela sobre la base de la promoción automática. Page 286 1.c) Asignación básica (financiación) 1.d) Asignación básica (reemplazo) 1.a) Relación maestro/alumnos 1.b) Matrícula ponderada – utilizando 4 categorías de ponderación por grado-nivel (A1-6, 7-8, 9-10, 11-15) 1.c) Matrícula total 1.d) Número total de profesores 17:00 Componente 1: Asignación básica por estudiante 1.a) Asignación Básica (personal) 1.a) Derecho a la dotación del núcleo del personal 1.b) Suplemento por grado-nivel 1.b) Matrícula diferenciada por nivel y grado/año Indicadores 04/03/2002 Componentes Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas 286 Cuadro 10.1 Relaciones entre Componentes, Dimensiones e Indicadores en el desarrollo de una fórmula de financiación de una escuela en Nueva Zelandia ch-10 04/03/2002 17:00 Page 287 Estudio de caso 4: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Nueva Zelandia Cuadro 10.2 Niveles de dotación de personal para las escuelas públicas Año de escolaridad Relación maestro/alumnos Ponderaciones implícitas de la dotación de personal 1:23 1:29 1:29 1:25 1:23 1:18 1:17 1,00 0,79 0,79 0,92 1,00 1,28 1,35 Año 1-3 Año 4-6 Año 7-8 Año 9-10 Año 11 Año 12 Año 13 Cuadro 10.3 Factor de ponderación utilizado para calcular la asignación de tiempo de gestión de la escuela Año Factor de Ponderación de la Matrícula Año 1-3 Año 4-6 Año 7-8 Formación en artes y oficios Año 9-10 Año 11 Año 12 Año 13 Matrícula × 4,0 Matrícula × 3,5 Matrícula × 3,5 Matrícula × 0,5 Matrícula × 7,0 Matrícula × 9,0 Matrícula × 15,0 Matrícula × 16,0 ii) Financiación operacional La asignación de financiación operacional para todos los factores que no son personal docente ni administradores de nivel superior está en gran medida “influida” por el número de alumnos matriculados. Las tasas de financiación por estudiante se establecen en cuatro niveles y tratan de reconocer el costo (excluyendo el salario de los profesores) en el que se incurre al educar a los alumnos en un nivel determinado. Los estudiantes que se encuentran en sus primeros seis años de escolaridad reciben una financiación que se sitúa en el más bajo nivel y las tasas de financiación aumentan con la edad de los estudiantes, de modo tal que los estudiantes mayores reciben una financiación que es aproximadamente un 50% superior a la de los estudiantes que comienzan (véase el Cuadro 10.4). Esta situación refleja generalmente 287 ch-10 04/03/2002 17:00 Page 288 Asignación de recursos a la educación basada en necesidades utilizando fórmulas de financiación de las escuelas mayores necesidades de equipamiento, evaluación y recursos destinados a los estudiantes de más edad. En cualquier año, la escuela recibe un derecho de nivel inicial de financiación sobre la base de una matrícula prevista que le ha sido suministrada al Ministerio de Educación por el Consejo de Administración y el director de la escuela el año precedente. En las escuelas secundarias, esto es reemplazado por la matrícula efectiva en el mes de marzo (que se considera como una estimación del nivel máximo de matrícula en la escuela), que se convierte en la base de la financiación de la escuela para todo el año. En las escuelas primarias se efectúa una corrección de la matrícula estimada al fin del año (el período del nivel máximo de matrícula en las escuelas primarias), basándose en la recolección de la matrícula efectiva en el mes de julio. La matrícula que resulta de estos conteos refleja la matrícula formal en la escuela más que la asistencia. En las escuelas secundarias de segundo ciclo, la matrícula resultante del conteo se financia sobre la base de estudiantes equivalentes a tiempo completo en lugar del número de estudiantes. Cuadro 10.4 Niveles de financiación de los costos operacionales por estudiante Año Aumento de las tasas en la financiación por estudiante establecidas en relación con A1-A6 (1997) A1-A6 A7-A8 A9-A10 A11-A15 1,00 1,15 1,34 1,49 iii) Financiación del reemplazo de profesores Además de una subvención operacional básica, las escuelas reciben una asignación para el reemplazo de profesores. La creación de un régimen de financiación para cubrir los costos de los profesores reemplazantes en caso de ausencia de los profesores titulares ha probado ser difícil. El programa vigente ha tratado de crear una fórmula para este recurso, si bien manteniendo un elemento discrecional. Actualmente, los Consejos de Administración son financiados directamente para cubrir los costos derivados del empleo de profesores reemplazantes para sustituir a los profesores que gozan de licencia por enfermedad. Además, un fondo común central es manejado por el Ministerio de Educación para 288 ch-10 04/03/2002 17:00 Page 289 Estudio de caso 4: La financiación de escuelas mediante fórmulas en Nueva Zelandia reembolsar a las escuelas los costos de reemplazo en circunstancias inusuales o de emergencia, que podrían exponer potencialmente a la escuela a demandas excesivas de sus recursos. Esto incluye la ausencia legítima de un profesor como resultado de una enfermedad prolongada o recurrente. La financiación del reemplazo de profesores se atribuye sobre la base de un derecho de los profesores y las tasas se diferencian entre el sector y el volumen del componente ‘gestión’ asignado a cada escuela (con escuelas que tienen directores con carga docente que reciben un nivel más alto de financiación para el emp