EL SASTRE, EL CURA Y LA MUERTE Sol de otoño todavía alumbra su vida a un sastre, decano en la costura; una noche enfermó de calentura; temeroso de la parca y su venida Llama a un cura con urgencia. ¡La huesa cáusame espanto; la macabra misión de su presencia, esqueleto forrado en negro manto, su guadaña letal enmohecida, cortará el hilo de mi vida! El cura con los óleos, ¡extrema unción! aconseja al sastre en el asunto: -dile que en vez de ser difunto le zurces el viejo camisón-. Pronto remendó y buena costura la túnica gastada de la muerte. ¡qué oportuno el consejo de este cura! Otro día, la pelona: “quería verte, te di tiempo y mucho por tu hazaña, tu existir me pertenece. Sastre, quiero que me afiles con lima la guadaña”-. -Debes buscarte un cerrajero, soy sastre, -le dice contundentecantó gloria y dio en el clavo. La extorsión, compañero, ten presente, a un paso está de hacerte esclavo. VI MUCHOS LOBOS -Vi muchos lobos ayer en la montaña-, cuenta un chico a su padre campesino. -¿Lobos, dices, lobos hambrientos?-sí, una jauría, más de doscientos-. Pensar en un lobo y su ataque repentino preocupa por su hijo a una alimaña. Despacio y con la prisa acortan el camino. Sendero montañoso. Van a la ciudad. Cuando sienten el rumor de un río que cava en el chaval un miedo repentino. Su padre le adivina y dice con bondad: -hay puente, no temas, hijo mío-. El cielo se oscurece; el chico va callado; su padre le distrae contándole una historia: -hace mucho tiempo pasaba un arriero, monedero falso, tramposo y embustero el puente se le hunde y muere ahogado-. Un mentiroso no tiene escapatoria. -Antes de morir tu abuelo me contó que un calumniador huía de la ciudad y hacia este puente, por aquí mismo, dio un tropezón, cayéndose al abismo, por falsa y viperina su lengua de maldad. El río embravecido jamás le devolvió. -Cuentan, hace poco, el hijo de un señor… -yo creo que los lobos no eran ni cien, estaban muy lejos-, -dice el muchachometidos en la niebla, debajo de un picacho, quizá como cincuenta, no se veían bien. y el río amenazaba con ruido atronador. Los caminantes llegan al cañón del río; el número de lobos decrece enseguida: -eran borregos, quizá una veintena, eran diez, eran cinco, ¿Sería una hiena? el chico se detuvo y grita: -¡Padre mío!¡No he visto un lobo en toda mi vida!. Lobos ya no existen; los puentes no se caen; políticos de turno mienten con más bríos; como hay ríos rodeados de montaña, por ahí va la mentira urdida así con maña, a la plaza y foro su discurso traen, para hacer puentes donde no hay ríos. EL PERRO Y LA PULGA Dedicada a Marcelino Cuadros Tarazona, abogado y maestro. Lamentábase la pulga un día de su desventurada suerte; su padre putativo, un can de los parias que a Calcuta van al reencuentro con la muerte, por estos gethos recorría. Con el perro arrastraba su destino entre sarna, refriega e indigencia, añoraba una vida rebosante sobre el lomo de un elefante; blasfema el malsín con inclemencia contra el perro y lóbrego camino. Medrar quiere en aposento real, en cálido tapiz del Taj-Mahal. Ya le insulta, maldice y atormenta al benefactor y noble animalejo, que a pesar de sus años le alimenta con su sangre y calor de su pellejo. Nunca pronunció palabra amable o elogio emotivo, no dio aliento; en todo el trajinar fue detestable con su guía y fuente de alimento. Reniega de tu suerte, Marcelino, del trabajo, los amigos, estés atento; cuando llegues al final de tu camino, no seas la pulga del perro de otro cuento. LA LECHERA Nadie ha contado el final de “La Lechera”, la del cántaro, Laurita, ésa quien fuera modelo de fracaso y leche derramada. Ahí les va con moraleja renovada: Motejan de ilusa la gentil lechera; sus sueños frustrados y el intento de tener hacienda; pero con talento trabaja.. y corrige.. y persevera. No sólo de leche vive quien ordeña; en variedad de quesos ahora sueña; no lloró como siempre se decía; manos a la obra. Al rayar el día comienza sus vacas a ordeñar. Leche en bloques, quesos madura; gourmet y parmesano de auténtica factura apreciados por selecto paladar. Todos los días lleva al mercado ricos manjares como había soñado. Le compran quienes a la plaza van, el doble crema como si fuera pan. Del ahorro proyectó un hato lechero. Molino y viñedo y vacas tiene ciento; terneros y chivos corretean con el viento; reses de lidia también cría con esmero. Ésta fue Laurita, la lechera quien en fábula genial la condujera el incomparable don Félix Samaniego; aleccionador, eso sí, yo no lo niego, pero si caes…te volverás a levantar, clásica fórmula para poder triunfar. Esta sentencia trae a colación: en mis sueños y anhelos mando yo, caídas tendré y margen de error; no seré más ejemplo de fracaso, ¿acaso tú no has caído? Acaso estás libre de sufrir un tropezón? EL ESCARABAJO ¡Ah! ¡Quién fuese mariposa! un escarabajo feo y blasfemo, envidia de Esopo y Polifemo; inalcanzable para él la rosa en los altares de perfumadas flores y las dalias de múltiples colores. -Luz de Arcadia, radiante, encantadora, mi casa estercolero y pestilencia, cargué con los males de Pandora heredero de desdicha, yo infelice-. -En vez de lamentarte, -la abeja diceabandones el cieno, insecto inmundo como tú insensatos en el mundo arrastran su destino con torpeza, por blasón tienen la pereza; el aire infeccionas, desaseado; ¿ves el orbe de humanos tan poblado? y endilgan como tú a la providencia empeñándose vivir en la indecencia; como tú hay cierto escarabajo luminaria de las noches tropicales; dar luz es su trabajo; otros son plaga, causan males como aquel de corazón impío. Hombre probo, insecto mío escucha mi palabra, abre tu corazón; tu buena fe hace la ocasión; pueda ser que en tiempo venidero alguien quiera tenerte en un llavero. EL DIAMANTE Y EL CARBÓN El diamante a su primo el carbón: -yo brillo, yo valgo, y doy esplendor. Las damas me estiman, las reinas también; en testas coronadas adorno noble sien. Por una sortija doy noches de amor, y si hay compromiso, yo sello la unión. Me estiman los ricos, denoto poder. En corona y tiara me han visto brillar. Prelados y reyes peléanse por mi; en las cajas fuertes con oro y rubí, no soy su colega, soy duro sin par-. -Yo muevo los trenes -le dice el carbónmi vapor activa la viela, el pistón, en zonas industriales hago mi labor. Mi calor abriga el humilde hogar; cuezo el alimento a veces frugal de los niños pobres que a la escuela van. Fundido soy coque, acero al carbón. Por manos plebeyas, trabajo y sudor del mundo moderno soy su gestor. Soy eje y bastión en la térmica también yo soy luz, soporte del mundo, revolución industrial; las sonoras máquinas mueve mi vapor. Por mí el obrero tuvo alivio en su labor. En el ferrocarril a damas elegantes vi más de mil. En los siete mares soy gran timonel; con la mar picada guardo mi nivel. Ya remos y velas son cosas de ayer. Soy obrero negro, mi príncipe azul. Tú en medio de sedas, yo con mi overol. ¡Que viva el diamante con todo esplendor; sigo siendo obrero porque humilde soy!Cada quien sirve al mundo según sea su condición. LA GOLONDRINA La golondrina va cansada; voló y voló tras la bandada; quiso ver otros soles y ocasos rojos de arreboles. Encuentra sol radiante y viento suave. A poco tiempo de separarse el ave en el silencio de la paz inquieta, disfrutó de libertad de tijereta, pero tarde comprendió su desatino no seguir con los suyos su destino. El viento desplazó a la primavera; un temporal arrastra a la viajera. Suena el rayo de Júpiter tonante y los cielos en cólera al instante, legal orden han establecido con aquel que se aleja de su nido. Descúbrela un labriego en una rama ¡muerta!. Una lágrima derrama. -Una golondrina,-dice ufano“ni hace llover ni hace verano”. Pero ésta sobre nieve veranea, qué curioso, hijo, vea, pocas veces frecuentan la neblina.Al muchacho le pasa por la mente: “fracasó, pero intentó lo diferente”. LA AMAPOLA Y LA ROSA Una amapola en un jardín florido a un ramo de rosas: -¿porqué al jardinero destrozas sus pobres manos y dejas herido? Con esos garfios de tus púas, dime: ¿porqué alevosa la maldad anida entre pétalos, a la mano desprevenida muerde el dolor que tu garra imprime?-“Hacemos daño sin intención alguna pero damos efluvios y mixtura y consuelo a la humana criatura en las bodas, el altar, la cuna”. Vibra el pecho de la novia enamorada; un ramo pone a sus pies el mundo; arranca un suspiro de lo más profundo y una esperanza estando abandonada. ¿Qué es un rasguño, un leve punzón en defensa propia de una leve espina, frente al infierno que causa la heroína en aquellos que atrapa la adicción?-. Algunos critican un leve defecto; no ven sus errores, ¡Todo perfecto!. Vemos la paja en los ojos de otros, pero jamás las columnas en nosotros. FÉ DE RATAS A un vendedor de veneno una rata de alcantarilla le canta esta cartilla Así, poco más o menos: -¿Cómo es que pone un modelo de plástico hermosa rata y no una tísica que mata revolcándose en el suelo?. Que lo malo se vea bueno, lo sangriento no se vea y un ama de casa crea ¿en la bondad del veneno? No es ético y a fe mía parece que quiere mostrar productos para engordar con falaz alevosía. Vende muerte y más que muerte; mas no vende caramelos. ¿por qué usa gordos modelos? ¿se burla de nuestra suerte?-. Argumentos de las ratas en éticas más rastreras no son razones valederas en las ratas de dos patas. Pero él no sabe razones y coloca contra el muro bolsas de veneno puro para ratas y ratones. De igual modo urden sartal en las mentiras de guerra; ya la muerte a nadie aterra ni el daño colateral. Se despide en tono ameno del cínico vendedor: -sólo me queda un consuelo; así vaya por el suelo mi corazón es mejor que el vertedor de veneno-. El crimen con eufemismo hasta el aborto perdona y el coro clínico entona su científico cinismo.