Colombia HOMENAJE, HASTA SIEMPRE A UNO DE LOS

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HASTA SIEMPRE A UNO DE LOS GRANDES : Joe
ARROYO 2011
Vanguardia Liberal
Adiós a Joe Arroyo, gigante colombiano
de la música
Por BBC Mundo, BBC Mundo, actualizado: 26/07/2011
El salsero colombiano, uno de los grandes de la música tropical, falleció este martes
en una clínica de Barranquilla. BBC Mundo explora su leyenda y su legado.
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Nació Álvaro José Arroyo González, pero pasó a la historia de la música como Joe Arroyo y en su
natal Colombia lo llamaban simplemente "El Joe".
Y aunque es posible que en América Latina haya quien no conozca su nombre, lo más probable
es que todos hayan escuchado al menos algunos acordes del más grade de sus éxitos:
"Rebelión".
Esa salsa pegajosa que dice: "No le pegue a la negra".
"Es la salsa más importante que tiene el país. De hecho, puede ser la canción más importante de
Colombia", le dijo a BBC Mundo Mauricio Silva, autor de una biografía del cantante que falleció
este martes en la clínica de Barranquilla en la que estaba ingresado desde finales de junio.
"Tiene una música espectacular y el país entero la baila y la canta".
"Pero también es un manifiesto profundísimo. Una crónica en la que 'el Joe' condensó la historia
entera del pueblo negro de América Latina", explicó.
Y lo que la letra de "Rebelión" hizo por la historia, el conjunto de la obra de Arroyo también lo
hizo por la música, pues en él convergieron todos los ritmos negros de ese caribe en el que
nació, creció y murió.
Eso le garantizó un lugar en el Olimpo de la música negra del Caribe, en el que según Silva sólo
alcanzan Bob Marley, Celia Cruz, Ismael Rivera, Benny Moré y, por supuesto, el Joe.
"África en América"
La inmensa obra de Arroyo -autor de 107 canciones, 40 de las cuales llegaron a ocupar el primer
lugar de popularidad- va mucho más allá de la salsa y no se puede resumir en una canción.
Pero no deja de ser emblemático que tanto "Rebelión" como la historia de Arroyo tengan su
punto de partida en Cartagena, ciudad a la que Silva describe como "la más negra de toda
Colombia".
La canción, "en los años 1600, cuando el tirano mandó".
La vida de Arroyo, el 1ro de noviembre de 1955.
"Nació en Nariño, que es el barrio de los palenqueros en Cartagena", cuenta Silva.
Y, como resultado, creció hablando esa lengua criolla de origen bantú, herencia de los esclavos
cimarrones que se establecieron al sureste de la ciudad, a finales del siglo XV, que son los
protagonistas de "Rebelión".
El pequeño Álvaro creció además acunado por los numerosos ritmos de origen africano que
convergían en el puerto de Cartagena.
Ritmos como la soka, el calipso, la salsa y el merengue, pero también la salsa africana y otros
propios del folklore negro colombiano como la terapia, la champeta y el porro, que más adelante
él se encargaría de investigar, rescatar y fusionar en un ritmo único y propio: el "joesón".
"Él es la gran representación de todo: los porros, la salsa, el calipso, África...", le dijo a BBC
Mundo su biógrafo
"Joe es la prueba fehaciente de África en América", afirmó.
Debut en un burdel
El Joe comenzó a escribir su leyenda a muy temprana edad.
Según Silva, "desde los dos años estaba cantando. Lo celebraban mucho las tías, lo llamaban las
emisoras".
"Bar en Cartagena de Indias"
Y a los ocho años empezó a cantar en los burdeles de Cartagena, convertido en un precoz
cantante profesional.
"Luego, un arzobispo supo del cuento, mandó a llamar a Joe y lo metió en un coro".
Ahí conoció a otros músicos importantes con los que empezó a hablar en serio de música, a
interesarse por en serio por su herencia musical.
Y el resto, como se dice, es historia.
A los 13 años, Arroyo se escapó de casa y dejó atrás los burdeles de la zona de tolerancia de
Tesca, donde seguía cantando, para integrarse a una orquesta de Barranquilla llamada "La
Protesta".
En 1973 se convirtió en el vocalista principal de la popular orquesta de salsa "Fruko y sus Tesos",
con la que algunos años atrás ya había grabado el éxito "El ausente", y con la que recorrió el
mundo.
Y en 1981 fundó su propia orquesta, "La verdad", con la que desarrolló el "joesón" y se consolidó
como uno de los grandes de la música tropical.
"Entre 1985 y 1994 Joe Arroyo no tenía comparación en el mundo de la salsa", afirma Silva,
autor de "El centurión de la noche. La vida cantada de Joe Arroyo".
"Como alguna vez me dijo un amigo, entre el 85 y el 94 el Joe era Pelé", le dijo a la BBC.
Y más entusiasta aún era un grafitti aparecido en una esquina bogotana -Calle 67 con Carrera
7ma, para mayores datos- que en 1989 anunciaba: "El Joe es Dios".
Las muchas muertes de el Joe
La intensa vida de Arroyo, su capacidad para sobreponerse a las tragedias, y sus flirteos con la
muerte, también contribuyeron a aumentar su leyenda.
En 1983 el cantante fue desahuciado por un problema de tiroides, y la prensa anunció su muerte
"por una sobredosis de drogas".
En el año 2000 los medios lo volvieron a dar por muerto, luego de que un coma diabético se
combinara con neumonía mientras estaba de gira por Barcelona.
Y dos años después, la muerte de su hija Tania, a causa de un problema cardíaco, no le
impediría cumplir con un concierto previsto para el día siguiente y le inspiraría la canción que
lleva su nombre.
"En sus canciones está el mapa de su vida, las mujeres que lo traicionaron, los cachos que él
puso, sus drogas", explica Silva.
Pero el actor Jair Romero, quien interpreta a Arroyo en la telenovela "El Joe, la leyenda" -que se
empezó a transmitir en Colombia apenas dos meses antes de la muerte del cantante- prefiere
destacar sobre todo su calidad humana y su sencillez.
"Cuando uno habla de la música colombiana, el referente es Joe Arroyo", le dijo a BBC Mundo.
"Pero él era un man muy sencillo, un vocero del pueblo, que dijo lo que el pobre quiere
expresar".
"Además, pesar de su grandeza se quedó en la costa, se quedó en Barranquilla. No como otros
que se van a Miami", destacó.
Y a pesar de sus numerosos problemas de salud, Arroyo nunca dejó de componer, viajar, bailar y
cantar, llegando a realizar más de 200 presentaciones en vivo por año, muchas veces alternando
entre el escenario y el hospital.
"Por eso no hay, no va a haber nadie como Joe Arroyo", dijo Romero.
Por eso el artista estaba supuesto a recibir el Premio Especial de la Academia del Grammy Latino
a su trayectoria el próximo 9 de noviembre.
Por eso Colombia entera estuvo pendiente de su salud desde que fuera internado en la clínica La
Asunción de Barranquilla, el pasado 27 de junio, por un edema pulmonar y afecciones en sus
riñones.
Y, por eso, todo el país, y el mundo de la salsa, lo lloran.
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EXTRACTOS
Joe Arroyo…
…muertes que el martes llegaron
Juan Cendales / Lunes 1ro de agosto de 2011
El martes 26 de julio …en la calurosa Barranquilla…A las cinco de la mañana moría el
cantante Joe arroyo …
Joe Arroyo proviene de un hogar de humildad histórica. Un hogar de Palenque de San
Basilio, uno de esos refugios rudimentariamente hechos escondite y fortaleza por los
negros que rompían sus cadenas y lograban huir de las haciendas esclavistas. Siendo
niño aún le llevaron a cantar a un burdel de mala vida y desde ese momento empezó una
carrera artística meteórica que lo llevó a convertirse en uno de los iconos del son y la
salsa latinoamericana. No fue a ninguna academia, ni escuela. La inspiración de temas y
sonidos le llegaba con los ruidos de la noche. Su música nos contó siempre del dolor de
los oprimidos. Su canción “Rebelión” es un himno inmortal en contra de la esclavitud. Su
producción musical fue inmensa y supo recoger diversos aires del folclor colombiano.
Proporcionó alegría a millones y “muchos, aprendimos a bailar salsa con él”, recordaba
un amigo.
(…)
Joe Arroyo ha entrado a al Olimpo de los dioses de la música y sus creaciones cobrarán
cada día más fuerza y valor.
(…)
Fuente : Prensa Rural
Sentido adiós de Colombia a Joe Arroyo,
el 'centurión de la noche'
Por: REDACCIÓN ELTIEMPO.COM |
26 de Julio del 2011
Cientos de personas le rinden homenaje en las afueras de La Clínica
Asunción, donde murió.
'El Joe', uno de los artistas más importantes del género tropical en el país y famoso
por temas como Tania, Rebelión, La noche y Echao pa'lante, murió este martes a las
7:45 a.m. de un paro cardiorrespiratorio luego de 29 días de reclusión en la unidad
decuidados intensivos de ese centro hospitalario de la capital de
Atlántico (Parte I: La vida y obra de Joe Arroyo: Rebelión).
Y una vez se confirmó la noticia, en las afueras de la clínica comenzó la
peregrinación para despedirlo. Pocos minutos después de la hora de su deceso, la
calle 71 con carrera 41D dejó de ser una de las más apacibles, ideal para que los
médicos traten a sus pacientes, para llenarse de salsa, de lamentos y de
curiosos(Parte II: La vida y obra de Joe Arroyo: Me le fugué a la candela).
Las caras de tristeza abundan. Entre pacientes y
transeúntes. Incluso, algunos todavía preguntan si es cierta la noticia, como si
quisieran que fuera una más de las tantas cadenas de mensajes que a través
de las redes sociales dieron por muerto al artista (Parte III: La vida y obra de
Joe Arroyo: En Barranquilla me quedo).
"¿Qué pasó?, ¿qué es tanto alboroto?", preguntaba desprevenida Alba Arteaga, quien
estaba en la clínica acompañando a su hija por el nacimiento de su nieto. La cara de
trasnocho de la ama de casa cambió por una de impotencia al saber que la romería se
debía a la partida de uno de los artistas más queridos de Colombia y
especialmente de Barranquilla y la Costa Caribe. (¿Quién era Joe
Arroyo?).
Cientos de personas a pie, en taxis, en sus vehículos particulares querían darle un
Adiós desde las afueras de La Asunción a su artista favorito.
Uno de ellos fue el humorista 'Joselo', quien a pesar de no haber compartido nunca
con Joe Arroyo, no se aguantó las ganas de cerciorarse del fallecimiento de
uno de sus ídolos.
"Es una pérdida intangible. Es un ejemplo para todos, pero loimportante es el
legado que nos deja y una obra que jamás será olvidada", dijo el cómico.
Con el pasar de los minutos llegan más y más personas que están dispuestos a
acompañar a su ídolo desde la acera del frente del sitio donde pasó sus últimos 30
días de existencia.
"Es como para brindarle nuestra energía. Igual, no lo podemos creer. Escucho sus
canciones y me parece un mal sueño", dijo Carlos Esquivel, comerciante que decidió
no ir a trabajar para poder asimilar la muerte de Arroyo.
Un representante de Sayco dijo a los medios que el cuerpo de Joe Arroyo será enviado
este martes a la Catedral de Barranquilla, donde será velado. Sobre el sepelio informó
que será este miércoles a las 4:00 p.m. en los Jardines de la Eternidad, información
que no fue confirmada por ninguno de los familiares del fallecido artista.
Una larga agonía
'El Joe' padecía un cuadro clínico complicado, que incluía afecciones pulmonares,
renales, cardiacas, sumadas a problemas de hipertensión y diabetes, lo que se
cataloga como una falla multiorgánica.
De hecho, Arroyo pasó gran parte de convalecencia sedado, con un respirador
artificial y sometido a constantes diálisis producto de una insuficiencia renal que
también le aquejaba.
La historia de los males del cantante comenzó a las 7:30 de la noche del
pasado 27 de mayo cuando tuvo que ser trasladado a la Clínica La Asunción, ante
el registro de síntomas de paro cardiorrespiratorio que ameritó reanimación
urgente (Vea acá 'Recordando el paso de EL TIEMPO... Joe Arroyo).
"El Joe llegó muerto", dijo en ese entonces un trabajador del centro de salud que
pidió reserva de su identidad. La Clínica confirmó el hecho a través de comunicados
de prensa y los médicos que lo atendían. Finalmente fue dado de alta el 29 de mayo.
Pero en la madrugada del lunes 27 de junio, Arroyo volvió a cuidados intensivos
debido a problemas de respiratorios, producidos por un edema pulmonar; y
afecciones en sus riñones
Álvaro José Arroyo González, el gran Joe, nació en el barrio Nariño, en una loma de
Cartagena, el primero de noviembre de 1955. Allá se forjó el mito del niño
tocado por Dios en la garganta, quien, más adelante, en la pubertad, se convirtió
en la voz de los prostíbulos de La Heroica.
A los 15 años, Arroyo fue el cantante del Súper Combo Los Diamantes, en Sincelejo; a
los 16, de La Protesta, en Barranquilla; a los 17, de Fruko y sus Tesos, en el país
entero; y desde 1981, a los 24, de La Verdad, en los grandes escenarios del
planeta.
Al momento de su muerte, la carrera de Joe Arroyo vivía una nueva época de
oro, tanto que él y su orquesta tenían maletas listas para cumplir con varias
presentaciones en el país y en Estados Unidos.
Además, una novela basada en su vida se emite actualmente con gran éxito de
audiencia desde hace un mes, por televisión nacional.
El 18 de junio, en la que sería su última aparición en un escenario, El Joe fue
homenajeado por todo lo alto en un concierto en el que estuvieron presentes
Fruko y sus Tesos, Checo Acosta (famoso por sus Checumbias), el vallenato Diomedes
Díaz, Wilson Manyoma, leyenda viva de la salsa caleña, famoso por su interpretación
de El preso; Hánsel Camacho, el salsero Gustavo Rodríguez y Carlos Guerrero, ex
cantante de Niche.
Pero no sólo eso. El gran cantante nacido en Cartagena iba a recibir el
Premio Especial de la Academia del Grammy Latinoa su trayectoria en
noviembre, y los homenajes que se le hacen al intérprete de entre otros.
Dolor entre sus amigos
Marco Barraza, amigo del Joe, dijo que desde hace 20 años está escribiendo el libro
sobre la vida del cantante cartagenero y que siempre que lo iba a publicar "salía algo y
lo aplazaba".
Se mostró muy adolorido por el fallecimiento de su compañero y afirmó que "se está
violando el derecho a la privacidad y buen nombre" a través de una novela que está
rodando actualmente en un canal nacional.
El manager del Joe, Luis Ojeda, afirmó en la W Radio que el cantante "venía en un
proceso de recuperación muy paulatina, segura...pero desafortunadamente desde el
jueves comenzaron a presentarse algunos baches que han originado que el estado de
salud sea sumamente débil", dijo Ojeda.
El pianista de Joe, 'Chelito de Castro', se declaró "muy triste" por la muerte de
Arroyo. En entrevista a 'la W', se mostró agradecido con su 'compadre'.
"Compartimos cosas lindas, me permitió ser su pianista cuando yo era un niño", y
recordó cuando se grabó 'Rebelión', y ese solo de piano que destaca las habilidades de
Castro. "Todavía esta canción esta vigente en el corazón de la gente".
Fuiste el mejor; y serás por siempre inmortal
Shakira también manifestó su pesar por la muerte de Joe. La cantante emitió un
comunicado en el cual reclacó el valor del músico.
Joe te has ido pero nos dejas tanto! Fuiste el mejor; y serás por siempre inmortal.
Tu obra hizo crecer y madurar nuestra música, tu voz es la voz de África tatuada en la
piel de Colombia, tu ingenio no se compara al de ningún otro artista que haya parido
este continente, para mi serás por siempre junto con mi adorada Mercedes Sosa el
más grande del folklore latinoamericano.
Gracias por tu alegría, por tu mensaje. Contigo aprendimos a bailar y a amar más a
Colombia, a nuestro carnaval y a mi querida patria chica a la que tantas canciones
dedicaste; Barranquilla. Tu canto se quedara para siempre en mí y estoy segura en el
alma de todos nosotros. Cumpliste tu promesa; en Barranquilla te quedaste, y te
quedaras para siempre a vivir, aún más allá de la vida misma". Te quiero amigo.
Banderas a media asta en honor a Joe
Arroyo en Cartagena
Por: REDACCIÓN ELTIEMPO.COM
26 de Julio del 2011
La ciudad donde nació está de luto y a esta hora su música suena en casi
todas las casas.
La Alcaldía Distrital ordenó a través de un decreto tres días de duelopor la muerte
del más grande artista popular de la Costa y Colombia.
El Decreto ordena izar las banderas a media asta en todos los edificios públicos de
Cartagena de Indias, y se autorizó a una delegación distritalpara llevar a
Barranquilla la bandera de Cartagena de Indias para cubrir el ataúd.
Desde Panamá, donde se encuentra promocionando el Mundial de Fútbol Sub 20, la
alcaldesa Judith Pinedo Flórez, lamentó la muerte del Hijo mayor de Cartagena, y
anunció que una de las plazas que se está remodelando en el Centro de la ciudad
llevará el nombre del artista cartagenero.
"Joe es el más grande artista cartagenero de todos los tiempos, y su canción
'Rebelión' es el himno del Bicentenario y símbolo de la lucha por la libertad", señaló.
La Mandataria recordó que desde hace más de dos años se acordó que el 2011 sería el
año de Joe Arroyo, por eso todos los actos públicos están acompañados por
la pegajosa melodía de Rebelión.
Para este viernes, en la inauguración del Mundial de Fútbol, más de 1.500 niños
cartageneros entonarán la sublime canción en el estadio Jaime Morón, y desde el 11
hasta el 14 de agosto, en el Festival de la Hamaca Grande, se rendirá
honores a Joe Arroyo.
En los barrios populares de Cartagena, como Nariño, donde Joe vivió la mayor parte
de su infancia y juventud, la música de Joe resuena desde esta mañana
cuando se conoció la fatal noticia de su muerte.
Vecinos del sector solicitaron que el cadáver del artista sea sepultado en Cartagena, al
lado de su madre Ángela y de su hija Tania.
JUAN CARLOS DÍAZ M.
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
CARTAGENA
Polémico Artículo De El Tiempo Sobre La Muerte De El
Joe Arroyo
Posted on Monday, 1 August 2011 by Camilo Andrés
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La historia involucra acusaciones de explotación del artista. Su biógrafo desenreda la madeja.
Fueron palabras de alto calibre: ―Lo mataron, a mi papá lo mataron‖.
La frase la pronunció Eykol Arroyo -la tercera hija de Álvaro José Arroyo-, en el mismo instante en el que se
enteró de la muerte de su padre, el pasado 26 de julio frente a la Clínica La Asunción, de Barranquilla (Vea acá
la vida de Joe Arroyo en imágenes).
No mencionó nombres, pero su frase aludía al sombrío final que tuvo su padre, en el cual los principales
protagonistas son su última esposa, Jacqueline Ramón; su último representante, Luis Ojeda; los excesos y
descuidos que tuvo el propio artista y que pudieron haber sido evitados, los sentimientos de culpa de los amigos
que hoy aseguran no haber tenido el valor para salvar al genio de una tragedia anunciada y los conflictos legales
que ahora aparecen tras un jugoso legado musical.
Sin embargo, para entender cuándo y cómo comenzó la ruina del Joe Arroyo, el más prolífico cantante e
intérprete de la música nacional de los últimos 50 años, habría que ahondar en dos realidades definitivas de su
vida: su salud y su estabilidad emocional, ambas seriamente afectadas por los quebrantos (Conozca acá a las
mujeres de Joe Arroyo).
Una historia cantada
Para nadie fue un secreto que el Joe fue adicto al bazuco por más de 35 años. De hecho, según confesó años
atrás su compañero de tarima Wilson Manyoma, ―fue en 1977, en un viaje a Perú, cuando entró en su vida esa
candela prohibida‖.
Y tal como lo testifican varios de sus allegados, el ‗Maestro‘ jamás pudo hacer un corte definitivo con el vicio.
Incluso, EL TIEMPO pudo establecer que Arroyo estuvo esclavizado por ese ‗humo callejero‘ hasta sus últimos
días. ―Yo lo llevé a San Salvador, que es una ‗olla‘ aquí en Barranquilla, una semana antes de que cayera en la
clínica a finales de mayo. Y hasta dejó un radiecito que llevaba‖, declaró un taxista de la ciudad (Vea acá el
especial multimedia „Adiós al Centurión de la Noche).
De la misma manera, el ‗Centurión de la Noche‘ (como se le conoció) sufrió a lo largo de su vida varias
enfermedades que incluyeron hipertiroidismo, diabetes, severas afecciones pulmonares, frecuentes fatigas
musculares y complicaciones cardiacas y renales, que fueron las que lo llevaron a la tumba.
Por otra parte, Arroyo recibió duros golpes emocionales que lo arrastraron a un hoyo sin salida: el 31 de octubre
de 2001, tras un ataque al corazón, su hija Tania falleció a la edad de 26 años. Luego, el 21 de junio de 2002,
murió su madre, Ángela González, y en la mitad de ambas tragedias, el Joe rompió con su más larga y profunda
historia de amor: Mary Luz Alonso, quien hoy afirma: ―Me equivoqué, cometí errores, dejé a mi negro y ahora lo
lamento. Pero sé que él siempre me amó, porque lo dijo muchas veces en los últimos meses y en público,
porque nos volvimos a encontrar y, por eso, Jacqueline nos lo prohibió a todos, hasta a sus hijas‖ (Fechas y
discos claves de la vida de Joe Arroyo).
Según Jimmy Peña, amigo personal del Joe y coordinador de las giras de su orquesta en EE. UU., ―desde
aquella ruptura (con Mary), el hombre perdió el brillo de sus ojos, se volvió un hombre triste, su carrera decayó,
en medio de su soledad se juntó con Jacqueline Ramón y, luego, nadie pudo salvarlo‖.
El legendario Fruko, uno de los mejores amigos del difunto Joe, también declaró: ―Desde que se casó con ella
nunca pude hablar con mi hermano. Sin explicación alguna, nos separó‖.
Después de tres años de noviazgo, el Joe Arroyo se casó con Jacqueline Ramón el domingo 30 de enero de
2005. ―Entonces, todo se complicó. Todo fue misterio, ostracismo y oscuridad. Miles de veces intenté acercarme
para abrirle los ojos, pero no pude. Hoy ya es muy tarde‖, admitió ‗El Checo‘ Acosta, otro de sus amigos íntimos,
quien, junto a otras leyendas de la música costeña, como Juan Piña, Tom y Javier (cantantes del grupo
Bananas), fueron vetados por Ramón el pasado 6 de julio, cuando quisieron saludarlo en la Clínica La Asunción.
Tampoco es un secreto que el último lustro en la vida del Joe sólo fue penumbra. Sus presentaciones se
convirtieron en la lamentable exposición de un hombre enfermo que, muy a pesar de sus dolencias, siempre
quiso entregarse (Las canciones que hicieron famoso a Joe Arroyo).
Pero en las tablas, su garganta y su memoria fallaron y todo terminó en un espectáculo deprimente y angustioso
en el que el público, tal vez por el afán de registrarlo eternamente, siempre lo perdonó.
Ángel Thorrens, empresario y amigo del Joe por más de 25 años explicó: ―La prioridad de quienes tenían el
control de su vida fue la tarima por encima de la salud. Arrastraron a un hombre gravemente enfermo por los
escenarios de Colombia con el fin de cumplir contratos por los que ya habían recibido anticipos‖.
Cuesta abajo
Luego de que, durante los últimos años, el Joe visitó varias veces las clínicas del país -una realidad que siempre
se quiso maquillar-, su grave estado de salud comenzó a hacerse evidente el pasado 25 de mayo cuando
aterrizó de emergencia en la Clínica del Caribe con un paro cardiorrespiratorio, que ameritó una reanimación de
urgencia. Allí estuvo a segundos de morir.
Aquella vez, el representante Ojeda declaró a los medios de comunicación que se trataba de algo sin
importancia: ―Un bajón de azúcar, que ya fue superado‖. Sin embargo, en medio de la negación, el diagnóstico
clínico se reveló al día siguiente: un edema pulmonar por el que tuvo que ser remitido a la Unidad de Cuidados
Intensivos (UCI) de La Asunción, donde llegó intubado, respirando con ayuda de ventilación mecánica.
El Joe, un hombre que a lo largo de su vida estuvo en diferentes ocasiones al borde de la muerte, fue
estabilizado una vez más y dado de alta el domingo 29 de mayo, un día antes del lanzamiento de la telenovela
basada en su vida (Lea acá: „Sentido adiós de Colombia a Joe Arroyo, el „centurión de la noche”).
Al día siguiente, todo estaba listo para la premier televisiva en su apartamento en Barranquilla, así que, junto a
familiares y miembros de la prensa, el músico vio el primer capítulo. La sorpresa para los periodistas fue ver que
en su casa le servían vino, horas después de salir de cuidados intensivos, con el claro fin de que se viera de
buen semblante.
Así comenzaron 27 días de penosas presentaciones por varias ciudades del país, incluidas Medellín -adonde fue
a promocionar la novela que lleva su nombre en el programa de RCN The Suso‘s Show- y Bogotá, donde ofreció
un angustioso concierto en el Downtown Majestic, al que acudieron los protagonistas de la serie de dicho canal.
El Checo Acosta recuerda: ―Casi me muero de la impresión. Lo vi muy mal. Lo cargaron dos personas para
entrarlo y cuatro para sacarlo‖.
En la UCI, y más contratos
El 27 de junio, afecciones pulmonares y renales lo llevaron de vuelta a la UCI de La Asunción. Pero seguían las
mentiras: ―Él está en su apartamento, no sé cuál es el afán de decir que está mal‖, dijo entonces Jacqueline
Ramón a EL TIEMPO.
Mientras tanto, su representante, Ojeda, continuaba firmando contratos. José Arteta, empresariobarranquillero,
denunció: ―Me dijo que estaba bien y que iba a salir pronto de la clínica. Me pidió un adelanto para un concierto
que tendría lugar el 30 de julio en Barranquilla y, al día de hoy, no han devuelto la plata. Quién sabe cuántos
contratos más hicieron‖.
Consultado por EL TIEMPO, Ojeda negó ese contrato y dijo que ―eso fue de bacanidad‖ y que ―se hizo de
manera verbal‖. Sin embargo, el contrato existe, tiene la firma de Ojeda y Arteta y el adelanto aún no se ha
devuelto. Ojeda, de paso, advirtió a EL TIEMPO de ―meterse en graves problemas si se publica esta
información‖ (Lea acá el blog: „El día que conocí a Joe Arroyo‟).
El 2 de julio, las hijas de Mary Luz y el Joe, Eykol (23 años) y Nayalive (22), quisieron visitar a su papá, pero la
señora Ramón dio la orden de que nadie ingresara. Tres días después, Ramón habló en La W y dijo: ―El Joe está
estable. Lo digo yo, que soy la esposa‖. También dijo que era mentira que se les hubiera negado la entrada a las
jóvenes: ―ellas no han querido ir (a la clínica)‖. Y concluyó: ―están por interés‖.
Pero todo se agravó y Álvaro José Arroyo nunca más se volvió a levantar de su lecho. A las 7:45 de la mañana
del 26 de julio, el Joe murió en una cama de la clínica La Asunción. Eykol, su hija, manifestó: ―Ya no lo pueden
utilizar más. Por fortuna, mi papá ya descansó‖.
En los últimos días del Joe, y luego de su deceso, EL TIEMPO intentó comunicarse con Jacqueline Ramón pero
ella nunca respondió.
Chelito de Castro, amigo de vieja data del desaparecido ídolo caribe, le contó a EL TIEMPO la siguiente historia:
―Meses atrás, me entró una llamada del Joe, lo cual fue una sorpresa, si se tiene en cuenta que en los últimos 6
años nunca me lo pasaron. Me dijo, pasito, que estaba visitando a escondidas a su gran amor, Mary, y me la
soltó:
-Me quiero morir, mi hermano, me quiero morir.
-No me digas eso, a mí no me dejan visitarte. ¿Por qué no te vienes a mi casa inmediatamente?, dije.
-Tú sabes que no puedo. Sólo me quiero morir‖.
Así quedan los derechos de sus canciones
EL TIEMPO estableció que los derechos de las canciones de Joe Arroyo fueron cedidos a la sociedad Joeson
Music, que Jacqueline Ramón (como suplente) constituyó con el propio Álvaro Arroyo González (como principal)
y su hermana, Marianela Ramón. ―El suplente asumirá las funciones del principal en caso de incapacidad física
mental de carácter definitivo o muerte del principal‖, dice el documento de constitución.
Mary Luz Alonso, ex esposa de Joe, explica: ―A esta firma, tengo entendido, han pasado todo el capital del Joe,
incluidos los aportes de Sayco que dejaron de llegarles a mis hijas años atrás, y que eran los que había asignado
el Juez Segundo de Familia como parte de la cuota de los alimentos de las niñas‖.
La directora jurídica de Sayco, Vivian Alvarado Baena, explicó que hubo un par de contratos de cesión de los
derechos a la empresa Joeson Music. ―No todas las canciones están sujetas a esta cesión: algunas pertenecen
en un 50% a Joeson y el otro 50% a Discos Fuentes. Pero en otras, todos los derechos son de Joeson Music‖.
Luis Ojeda, representante de Arroyo, dijo: ―Nunca tuve nada que ver con el dinero del maestro. No tengo nada
que responder‖.
Con reportería de Andrés Artuz, corresponsal de EL TIEMPO en Barranquilla.
Conmoción latina por la muerte de
Joe Arroyo
El famoso cantante colombiano falleció hoy por una neumonía
Por Marjorie Aguirre - La Gran Época
Mar, 26 Jul 2011 23:35 +0000
Colombia.- Tras permanecer varios días en cuidados intensivos, el cantante y compositor
colombiano Joe Arroyo falleció a las7.45 de la mañana, víctima de una descompensación
generada por una neumonía. La noticia fue confirmada por su esposa Jackeline Ramón a Radio
Nacional de Colombia.
Con 55 años de edad, Arroyo se encontraba conectado a un respirador artificial en la unidad de
cuidados intensivos de la Clínica La Asunción de Barranquilla al momento de su muerte.
Álvaro José Arroyo, “Joe Arroyo” fue ingresado el 27 de junio a la Unidad de Cuidados Intensivos
de la Clínica Asunción con un cuadro de crisis hipertensiva, cardiopatía isquémica y diabetes
mellitus con descompensación simple.
Alfredo Arroyo, hermano del fallecido cantante, en contacto telefónico con Telesur dijo que el
amor que transmitía el pueblo colombiano al artista fue ganado gracias a su humildad y buen
corazón; “además de ser un hombre de gran corazón, era un gran artista, una persona con
mucha capacidad para componer y era muy humilde y humanitario, por eso el pueblo lo quería”.
Por otro lado, Víctor Tamayo, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Barranquilla, informó que
Joe recibió en la noche del lunes 25 los santos óleos debido a que su estado de salud
empeoraba. De igual manera, la Arquidiócesis en comunión y a solicitud de la familia del
cantante dispuso rendir homenaje póstumo a este ídolo en la Catedral Metropolitana María
Reina.
Luego de conocerse la noticia del deceso de Joe, muchas personas de todos los estratos
sociales y culturales del país manifestaron su pesar. Entre ellos el Presidente de la
República, Juan Manuel Santos, quien lamentó la muerte del cantautor colombiano a través de
Twitter. “Lamento la muerte de Joe Arroyo, es una gran pérdida para la música y para Colombia.
Toda mi solidaridad para la familia y seres queridos”, escribió Santos.
Juanes también escribió en Twitter que es “un día triste para la música”, “gracias por toda la
alegría que nos dejas ¡Arriba Joe Arroyo!". De igual manera, salseros como el venezolano Oscar
D’ León y Willie Colón expresaron sus condolencias. “Acompaño a la familia de Joe Arroyo y al
pueblo colombiano por la pérdida de un gran artista; nos dejó un gran legado” dijo Colón. Por su
parte, el salsero venezolano dijo que “es triste perder a un verdadero amigo… Joe, nunca te
olvidaré”.
Según Radio Nacional de Colombia, fue tanto el prestigio que el cartagenero alcanzó en cierto
momento de su carrera, que en el Carnaval de Barranquilla tuvo que inventarse un galardón
nuevo para él: “El Supercongo de Oro”. Con 30 discos en su carrera y 200 de su autoría, son
alguno de sus éxitos “No le pegue a la Negra”, "Echao pa’ lante" y "En Barranquilla me
quedo".
Mientras el cantante permaneció en cuidados intensivos, la telenovela de RCN sobre su vida,
“Joe la Leyenda”, arrasó con el rating, llegando cada noche a los 49 puntos en los hogares
colombianos.
Según el corresponsal de Telesur en Colombia, aproximadamente a las 15 H00 locales (20 H00
GMT), “los restos del maestro Arroyo serán trasladados a la Sociedad de Autores y
Compositores de Colombia, donde permanecerán por espacio de tres horas y luego reposarán
en la Catedral de Barranquilla. En ese lugar permanecerá hasta mañana miércoles hasta las 16
H00 (2100 GMT) que es cuando se definirá dónde va a ser sepultado. La misma fuente señaló
que entre los últimos deseos de Joe, estaba el de ser enterrado en la ciudad de Barranquilla aún
cuando su tierra natal es Cartagena.
Fallece salsero colombiano Joe Arroyo (vídeo)
Vocero.com
Por AP el 26 de julio de 2011
BOGOTA — El salsero colombiano Alvaro José “Joe” Arroyo, autor de éxitos como “La rebelión”,
falleció el martes en una clínica de la costa del Caribe colombiano. Tenía 55 años.
La muerte fue confirmada por el manager del cantante Luis Ojeda, quien estaba en la clínica.
Arroyo “cantó con los mejores del mundo”, dijo Ojeda en diálogo telefónico con la AP
Su muerte fue lamentada de inmediato tanto por artistas como por el presidente Juan Manuel Santos
en mensajes de Twitter.
“Lamento la muerte de Joe Arroyo, una gran perdida para la música y para Colombia. Toda mi
solidaridad con su familia y seres queridos”, dijo Santos.
Foto del 2006 de Joe Arroyo junto a su compatriota Shakira en un concierto de la cantante en
Barranquilla, Colombia. (AP)
Ojeda dijo que Arroyo, con quien trabajó durante 28 años, murió a la mañana temprano en la clínica
La Asunción, en Barranquilla, unos 700 kilómetros al norte de Bogotá. La clínica no hizo
declaraciones.
El funeral y entierro están previstos para el miércoles en Barranquilla, dijo Ojeda.
Arroyo estaba hospitalizado en la clínica desde 27 de junio debido una crisis hipertensiva y edema
pulmonar, entre otras enfermedades, de acuerdo con lo que ha dicho la clínica en varios
comunicados.
Le sobreviven su esposa, Jacqueline Ramos, y ocho hijos de anteriores relaciones, de acuerdo con
su manager.
Arroyo empezó a cantar a fines de los 70 en la orquesta Fruko y sus Tesos, pero en 1981 formó su
propia banda en la ciudad de Medellín, en el noroeste colombiano, llamada “La Verdad” y en 1983 se
fue a Barranquilla, capital del departamento del Atlántico, sobre la costa del Caribe, de acuerdo con
su manager.
El salsero “era muy afinado. Cautivó a todos con su voz…(con) el entusiasmo y alegría que ponía al
interpretar”, dijo Julio Estrada, líder de Fruko y sus Tesos, con la que Arroyo cantó al inicio de su
carrera y durante siete años. “No necesitaba ningún instrumento…Nació con el don” en la voz, agregó
Estrada.
Se vieron y hablaron de planes conjuntos de grabaciones musicales hace dos meses y medio, dijo
Estrada en entrevista telefónica. En ese último encuentro se despidió diciendo “„Julio te quiero”‟,
recordó Estrada, de 60 años, con tristeza.
De las interpretaciones de Arroyo en aquellos años con Fruko y sus Tesos, Estrada recordó tonadas
como “Tania”, “El caminante”, “El ausente”, “El mosaico santero”, entre otras.
Su primer gran éxito nacional e internacional fue “Tumbatecho”.
Aunque nunca ganó un premio Grammy, sí fue nominado en varias ocasiones, según Ojeda. Estaba
previsto que recibiera en Las Vegas el próximo 9 de noviembre un Grammy en reconocimiento a su
carrera, agregó el manager.
Ganó varios Congos de Oro, la máxima distinción del carnaval de Barranquilla.
Con una carrera en la que compuso unas 200 canciones, Arroyo contaba entre sus éxitos con “El
preso”, “La rebelión”, “Echao Pa‟lante”, y “En Barranquilla me quedo”.
En noviembre de 2006 en Barranquilla, Arroyo interpretó su tema “Te olvidé” junto a Shakira, recordó
el manager del salsero.
La cantante, quien ya en semanas anteriores había enviado mensajes en su cuenta de Twitter
haciendo votos por una mejora de Arroyo, todavía no comentaba el fallecimiento.
Arroyo también cantó con otros famosos ya fallecidos como Celia Cruz y Héctor Lavoe, dijo Ojeda.
El cantante colombiano Juanes indicó que era un día “triste para la música”. “Gracias por toda la
alegría que nos dejas”, agregó Juanes.
Salseros como el venezolano Oscar D‟ León, así como Willie Colón también expresaron sus
condolencias.
“Acompaño la familia de Joe Arroyo y el pueblo colombiano por la pérdida de un gran artista. Nos dejó
un gran legado”, dijo Colón.
Es triste “perder a un verdadero amigo…Joe nunca te olvidaré”, dijo el salsero venezolano.
Tags: Colombia, Joe Arroyo, salsero
Lágrimas Caribes
30.07.2011
Me tocaron las lágrimas de Barranquilla. ―La Arenosa‖ lloraba la partida de su ídolo,
el Negro Rebelde, El Centurión de la Noche. Hacía algunas horas esas calles que
atravesó muchas veces el Joe Arroyo se habían llenado de gente para darle el adiós
postrero.
Cambiaron las lágrimas de la salsa por el aguacero del mundial después de muchos
meses de no llover.
Si alguien quería ver cómo se despide un ídolo del pueblo, que recuerde estas
imágenes de risa, de llanto y de música.
Porque el Joe pidió que nada de tristeza; que fueran sus canciones la única bulla. Y
le cumplieron. Ese negro que nos hizo bailar, aplaudir y reir tantas veces se demoró
tres horas antes de llegar a su última morada.
Hubo incluso algunos desmanes de desadaptados que no faltan. Alguien me dijo:
―con el Joe, hasta eso es normal porque también anduvo entre esa gente y si él
quiso resumir su vida en la partida , ellos tambien tienen que estar aqui‖. Ahora se
que el ‗joeson‘ estará sonando en todos los ‗picós‘ por los años que duren estas
generaciones que lo gozaron.
También me tocó la inauguración del Mundial sub-20. Estaba preparado con todo el
cariño. Hasta última hora, la gran coreógrafa Rossana Lignarolo me dijo: ―no veo la
hora de sentir ese Welcome to Colombia de Totó la Momposina para que se abra la
puerta del mundial‖. Daniela Mass, Juana Posse. Maía, Checo Acosta, Juan Piña y
Mea Ferrer acompañaron a la gran Totó, nuestra embajadora.
Fueron 10 meses de preparación, 2011 bailarines que interactuando con el público
nos llevaron desde el Amazonas hasta los Llanos, pasando por los Andes y el
Pacífico para concluir en el Caribe, abriendo la puerta de oro que reune 24
selecciones del mundo. Decenas de jóvenes que como Maradona , Ronaldo , Raúl o
Messi , quieren algún día ser los mejores de este deporte de pasión y multitudes.
Barranquilla cumplió en el dolor y en la alegría. Las camisas amarillas de Colombia
llenaron el estadio Metropolitano. Desde el Welcome to Colombia de Totó la
Momposina hasta ―viva nuestra fiesta porque Colombia es sabor‖ de Jorge Celedón
y Jimmy Zambrano, fue nuestra costa caribe y toda nuestra tierra. La gente colmó
las graderías y volvió Colombia a vivir el tiempo de canciones y vuvuzelas que nos
mandó Africa hace un año. ¡Que espectáculo!
Este monumento al fútbol tiene dos pantallas digitales que no costaron ni la mitad de
la de Cali. Ojalá, con todo lo que gastaron mostremos un estadio que no desmerezca
ante lo presenciado en Barranquilla. Y ojalá los colombianos demos la mejor imagen
para borrar la que nos enrostran en los aeropuertos y en los medios del mundo
entero.
Son 22 días en los que estarán pendientes de nosotros. No es mucho pedirle a los
violentos que sería una buena oportunidad para que, en medio de la alegría
deportiva y cultural, nos den otra que les venimos pidiendo hace muchos años: la
liberación de todos los secuestrados.
Les prometo que mis colegas visitantes destacarían este gesto en todos sus medios
y el mundo pensaría que podemos reír, jugar, dialogar y vivir en paz. Tienen tiempo.
Decidan para escribir otra columna : ―Lágrimas de Colombia por la Paz‖.
Antonio José Caballero/EL PAIS, Cali
Álvaro José Arroyo González, 'El Joe'
Uno de los músicos más grandes de la historia de Colombia, una joya que nació
artista. Su historia
La noche del 1° de noviembre de 1955, la histórica ciudad de atardeceres naranjas y
murallas majestuosas de Cartagena presenció el nacimiento de Álvaro José Arroyo
González. Pero en ese entonces, remota se vislumbraba la posibilidad de que aquel
pequeño se convirtiera en la leyenda musical que hoy en día representa: el único e
irrepetible Joe Arroyo, uno de los más grandes intérpretes de la música caribeña de
Colombia entera.
Y fue esa misma tierra la que vio como este niño, ya de ocho años, se estrenó como un
artista prometedor en un bar del bajo mundo de su ciudad. Presentación que constituyó
un mínimo abrebocas del inmenso talento que deslumbró cuando 'El Joe' hizo vibrar a
una de las mejores orquestas de la época, Fruko y sus Tesos, tras ser descubierto por
su director, Julio Ernesto Estrada.
Como un digno 'Teso', aquel joven carismático retumbó en el mundo de la salsa gracias
a su majestuosa voz que le dio vida a éxitos como 'Tania', 'El caminante', 'Manyoma',
'Confundido' y 'El ausente', canciones con las que se hizo innegable el nacimiento de
una nueva estrella del género.
Luego de brillar con Fruko, 'El Joe' también se unió a las conquistas musicales de The
Latin Brothers, orquesta fundada por el gran bailarín Piper Pimienta, antes vocalista de
los Tesos, junto a quienes cantó 'Báilame como quieras', 'Suavecito, apretaito' y 'En su
salsa'.
Diez años después de haber incursionado profesionalmente en los estudios de
grabación, Joe Arroyo dio uno de los pasos más grandes en la carrera artística de un
cantante y dijo al mundo: esta es La Verdad, su propio grupo musical. La salsa, la
cumbia, el porro, el chandé, el socca, el reggae, los sonidos africanos e innumerables
ritmos bailables se fusionaron para crear el imponente 'Joesón'.
La leyenda de un matrimonio africano, esclavos de un español, dio a la vuelta al mundo
entero con 'un pedacito de la historia negra' en la potente voz del 'Joe', acompañada del
exquisito solo de piano ejecutado por Chelito de Castro en la portentosa 'Rebelión'.
La carrera de 'El Joe' surgió imparable y el mundo siguió sus pasos que bailaron al ritmo
de letras románticas, melancólicas, alegres, históricas y contagiosas que trajeron
algunos de los más grandes logros que el universo de la música bailable ha llegado a
conocer.
La noche se quedó sin centurión
Canciones, fotos, videos de la vida, obra y el adiós que Colombia le dio al Joe Arroyo
El cantante del tarro, 'el caballito', 'el centurión de la noche' -como se tituló una de sus
canciones-, 'el sonero de América' Álvaro José Arroyo, el músico más influyente del
género tropical colombiano en el siglo XX, falleció el 26 de julio a las 7:45 de la mañana.
Una prodigiosa voz que, luego de darle la vuelta al mundo y de poner a bailar a
generaciones enteras de compatriotas, se apagó anoche, en la clínica La Asunción, del
norte de Barranquilla, donde estaba recluido desde el pasado 27 de junio por afecciones
pulmonares, cardiacas y renales. Nacido en el barrio Nariño de Cartagena el 1 de
noviembre de 1955, 'el Joe' comenzó desde pequeño su relación con la música.
En el humilde asentamiento de palenqueros de San Basilio, Álvaro José fue afinando su
voz cuando su mamá, Ángela González -una de las seis mujeres de Guillermo Arroyo,
padre del Joe-, lo mandaba a recoger agua y él aprovechaba la oportunidad para
colocarse en la cabeza los tarros donde depositaba el líquido y así darle resonancia a
los éxitos de la época. "Cuando terminaba, yo mismo me ovacionaba. Allá, dentro del
tarro, sentía que estaba en un escenario y que me aplaudían.
Ese era mi sueño de 'pelao' y mi Dios me lo concedió", le dijo al periodista Mauricio
Silva, autor del libro El centurión de la noche. Poco después y sin tener todavía 15
años, Álvaro José cantó durante las noches en grupos cartageneros que hacían
presentaciones en prostíbulos de la ciudad -como el Big Fox, Club Verde y El Príncipe-,
y en las mañanas madrugaba para estudiar y hacer parte del coro del colegio Santo
Domingo.
Luego pasó por algunas agrupaciones como Manuel Villanueva y su Orquesta y el
Súper Combo Los Diamantes -del que surgió rebautizado como 'Joe', pues su nombre
de pila no vendía-. Pronto abandonó el colegio, a su madre y sus deseos de tener un
hijo abogado y partió a Galapa (Atlántico) para hacer parte del grupo La Protesta.
Dirigida por Cástulo Boiga, la naciente orquesta buscaba hacer salsa brava, por el estilo
de Richie Ray, y se convirtió en una de las agrupaciones más importantes de comienzos
de los 70 en Barranquilla. De hecho, le abrió al Joe las puertas para el siguiente gran
paso en su carrera musical: su entrada, en 1972, a la orquesta de Fruko y sus Tesos, en
Medellín, que se convirtió en la primera agrupación de salsa del país.
'El ausente' fue su gran debut, al que le siguieron 'Cara de payaso', 'Lloviendo', 'El
caminante' y 'Tania', la primera canción que dio a conocer de su autoría en 1974 y que
escribió para su hija Tania Iveth, que murió en el 2001 de una afección cardiovascular.
Joe también hizo parte de The Latin Brothers, donde interpretó éxitos como Dos
caminos y Patrona de los reclusos, y Los Líderes, donde interpretó 'Los barcos en la
bahía'. (Vea aquí un especial con la discografía del Joe Arroyo y sus canciones
más importantes)
En 1981, decidió fundar su propia orquesta, La Verdad, que lo llevó a la fama y con la
que ratificó su calidad vocal. La sede de la agrupación fue Barranquilla, la ciudad que lo
adoptó y que le dio grandes triunfos como seis congos de oro seguidos en el Festival de
Orquestas del Carnaval (a partir de 1984). Desde ese momento 'el Joe' fue declarado
fuera de concurso y se creó una categoría para él, el Súper Congo.
Con el éxito vinieron los viajes por el mundo, su presencia en periódicos como The New
York Times -que lo declaró en 1993 como uno de los artistas más importantes del
mundo-, en la portada de revistas como Rolling Stone (2004) y los constantes
homenajes, no solo en forma de concierto, sino de televisión, como es el caso de la
telenovela El Joe, la leyenda, que actualmente emite RCN.
Su pelea con las drogas
El Joe, ese músico empírico que tantas veces nos deleitó con inolvidables temas como
'Rebelión', 'No le pegue a la negra' y 'La noche,' también tenía su lado oscuro, marcado
por drogas como el bazuco, que sumado a afecciones como una temprana diabetes y un
hipertiroidismo casi le cobran la vida en varias ocasiones.
De esas épocas de trasnochador y rumbero, que tuvieron su carrera en la cuerda floja,
dan testimonio canciones como 'Pa'l bailador', 'El centurión de la noche' y 'El
tumbatecho', según narra Silva en la biografía del Joe, publicada por la editorial La
Iguana Ciega, en el 2008. Y aunque pocos pueden dar fe de cuándo se rompió ese
yugo con las drogas, no se puede negar la factura de los años de excesos que se
reflejaron en sus constantes hospitalizaciones.
Para Colombia quedó el medio centenar de discos, el 'Joesón' -ritmo que mezcla
géneros musicales del Caribe-, el orgullo de haber concebido a uno de los grandes de la
música y el sonido africano resumido en hermosas canciones.
Reacciones
Fruko: "El Joe hizo que la música colombiana fuera más internacional y por eso fue
admirado en todo el planeta".
Wilson Mayoma: "Yo puedo decir que amo a Joe. Con su pérdida se fue lo mejor que
ha tenido Colombia".
Chelito de Castro "Joe fue lo más creativo que tuvo este país. Se fue un ídolo, el más
grande de la música en Colombia".
Publicado el
26 de julio de 2011
Álvaro José Arroyo González, 'El Joe'
Uno de los músicos más grandes de la historia de Colombia, una joya que nació
artista. Su historia
La noche del 1° de noviembre de 1955, la histórica ciudad de atardeceres naranjas y
murallas majestuosas de Cartagena presenció el nacimiento de Álvaro José Arroyo
González. Pero en ese entonces, remota se vislumbraba la posibilidad de que aquel
pequeño se convirtiera en la leyenda musical que hoy en día representa: el único e
irrepetible Joe Arroyo, uno de los más grandes intérpretes de la música caribeña de
Colombia entera.
Y fue esa misma tierra la que vio como este niño, ya de ocho años, se estrenó como un
artista prometedor en un bar del bajo mundo de su ciudad. Presentación que constituyó
un mínimo abrebocas del inmenso talento que deslumbró cuando 'El Joe' hizo vibrar a
una de las mejores orquestas de la época, Fruko y sus Tesos, tras ser descubierto por
su director, Julio Ernesto Estrada.
Como un digno 'Teso', aquel joven carismático retumbó en el mundo de la salsa gracias
a su majestuosa voz que le dio vida a éxitos como 'Tania', 'El caminante', 'Manyoma',
'Confundido' y 'El ausente', canciones con las que se hizo innegable el nacimiento de
una nueva estrella del género.
Luego de brillar con Fruko, 'El Joe' también se unió a las conquistas musicales de The
Latin Brothers, orquesta fundada por el gran bailarín Piper Pimienta, antes vocalista de
los Tesos, junto a quienes cantó 'Báilame como quieras', 'Suavecito, apretaito' y 'En su
salsa'.
Diez años después de haber incursionado profesionalmente en los estudios de
grabación, Joe Arroyo dio uno de los pasos más grandes en la carrera artística de un
cantante y dijo al mundo: esta es La Verdad, su propio grupo musical. La salsa, la
cumbia, el porro, el chandé, el socca, el reggae, los sonidos africanos e innumerables
ritmos bailables se fusionaron para crear el imponente 'Joesón'.
La leyenda de un matrimonio africano, esclavos de un español, dio a la vuelta al mundo
entero con 'un pedacito de la historia negra' en la potente voz del 'Joe', acompañada del
exquisito solo de piano ejecutado por Chelito de Castro en la portentosa 'Rebelión'.
La carrera de 'El Joe' surgió imparable y el mundo siguió sus pasos que bailaron al ritmo
de letras románticas, melancólicas, alegres, históricas y contagiosas que trajeron
algunos de los más grandes logros que el universo de la música bailable ha llegado a
conocer.
Edición Online
Música |26 Jul 2011
Muerte de Joe Arroyo
Falleció Joe Arroyo
Por: Elespectador.com
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El músico cartagenero Joe Arroyo falleció este martes 26 de julio de 2011 en horas de la
mañana (7:45 a.m.) en la clínica La Asunción, donde estaba internado desde el pasado 27
de junio en la unidad de cuidados intensivos debido a una neumonía, una crisis cardiaca
y una insuficiencia renal.
Elespectador.com logró constatar la lamentable noticia con la oficina de prensa de
la clínica La Asunción, al tiempo que la esposa del músico confirmaba la noticia
en Caracol Radio.
El arzobispo auxiliar de Barranquilla, monseñor Víctor Antonio Tamayo, había
impuesto ya el lunes por la noche los santos óleos al cantante caribeño.
―La verdad es que vi al Joe bastante malito. Por un rato estuve con él y sus
familiares rezando por su salud y le apliqué la unción de los enfermos, que es lo que
se hace en estos casos‖, señaló monseñor al momento de salir de la clínica.
Arroyo había sido sometido el pasado martes a una traqueostomía con el fin de
mejorar su respiración y evitar que su voz sufra algún tipo de daño por cuenta del
respirador artificial.
Una neumonía, una crisis cardiaca y una insuficiencia renal habían determinado
la hospitalización de Arroyo, cuyo estado de salud se agravó de manera paulatina,
según los partes médicos ofrecidos en su momento por los médicos que lo atendían.
En La Asunción Arroyo fue sometido a un tratamiento que incluía la diálisis y la
sedación, además de la respiración asistida.
La suerte del creador del “joesón” mantuvo en vilo a sus seguidores en el país,
entre ellos el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien en su momento
hizo ―votos por su pronta recuperación‖ en un mensaje por Twitter.
―Lamento la muerte de Joe Arroyo, una gran pérdida para la música y para
Colombia. Toda mi solidaridad con su familia y seres queridos‖, escribió Santos por
la misma vía tras informarse del deceso del artista.
El manejador de Arroyo, Luis Ojeda, y quien acompañaba a la esposa del artista
en la sala de cuidados intensivos en la que se hallaba el cantante y compositor, dijo
a la cadena Caracol Radio que ―él estaba sedado‖.
Ojeda, quien representó al artista durante 28 años, destacó su vasta producción,
de “un sinnúmero de canciones” que reunió en más de 150 producciones.
“Hay como 300 canciones más”, agregó el manejador, quien resaltó que Arroyo
―era un tipo noble, un ser de gran valía, un gran cantante, un gran compositor‖.
“La rebelión”, “El caminante”, “El ausente” y “Tania” son algunos de los éxitos
en la discografía de Arroyo, quien había nacido en Cartagena en noviembre de
1955.
Arroyo se inició aún niño en su natal Cartagena y fue cantante de salsa y otros
ritmos festivos en agrupaciones bailables como The Latin Brothers, Fruko y sus
Tesos, y La Verdad, orquesta fundada por él en 1981.
Julio Ernesto Estrada « FRUKO »
La música de Arroyo
Álvaro José Arroyo González nació en Cartagena el primero de noviembre
de 1955. Su padre, Guillermo Arroyo, abandonó a su madre Ángela González, una
de las seis mujeres (todas llamadas Ángela) con quien tuvo 39 hijos.
La mala situación económica de su familia lo obligó a trabajar de niño cargando
baldes de agua hasta la tienda de un señor llamado Jericó. Fue en esos trayectos
cuando tuvo su primer acercamiento con la música, pues según confesó en 2005 en
la desaparecida revista Cambio, cuando los tarros estaban vacíos se los ponía en la
cabeza y entonaba la música de Raphael o el Ave María. Cuando finalizaba su
'presentación' se ovacionaba él mismo.
Su primer concierto formal lo hizo a los 8 años en el colegio Santo Domingo,
lugar en el que conoció al profesor de piano Mincho Amaya, también director del
conjunto que tocaba en el hotel Americano, y quien lo llevó a cantar los prostíbulos
que había en Tesca, la zona de tolerancia del puerto de Cartagena.
Durante cinco años Arroyo alternó su trabajo en Tesca con la Coral de
Cartagena, donde había sido becado por el Arzobispo de Bogotá. En el primero
cantaba por 100 pesos desde las 9 de la noche hasta las 3 de la mañana, y luego se
iba a estudiar de 7 de la mañana a una de la tarde. Del colegio fue expulsado
cuando el profesor de física fue al prostíbulo Club Verde, donde Joe Arroyo era el
líder de la banda los Seven del Swing. 'Meteorito', como le decían al docente, hizo
que el niño saliera del colegio por llevar una vida irregular, algo que se le perdonó
cuando lo llamaron para que le cantara al Arzobispo de Cartagena.
Arroyo dejó su trabajo en Tesca cuando le brindaron la oportunidad de hacer parte
de una nueva orquesta que se estaba organizando en Barranquilla. En ese
tiempo estaba en cuarto de bachillerato, por lo que su madre culpó a Cástulo Boiga,
director de la orquesta La Protesta de Colombia, de llevarse a su hijo a Galapa, un
pueblo del Atlántico. Todo volvió a la normalidad cuando el joven le dijo a su madre
que su vida estaba en la música; ella entendió que él nunca iba a ser el abogado
que se había imaginado.
A Julio Ernesto Estrada, Fruko, lo conoció en Puerto Colombia cuando estaba
buscando cantante para su orquesta Los Tesos. Joe Arroyo grabó 'El ausente', una
obra de Isaac Villanueva, que alcanzó el éxito nacional necesario para que Fruko lo
contratara como vocalista de sus Tesos. Entonces Arroyo se radicó en Medellín.
En la década del 70 Joe Arroyo ya era uno de los cantantes más cotizados de
Colombia, y ya había colaborado con las orquestas The Latin Brothers (con las
canciones 'Dos caminos' y 'Patrona de los reclusos'), y Los Líderes (con 'Los barcos
de la bahía'). El ser reconocido como uno de los intérpretes más interesantes de la
salsa moderna le dio la posibilidad de fundar a principios de los años 80 su propia
orquesta, La Verdad, con la que viajó a varios lugares del mundo entre los que se
destacan Nueva York, Miami, Puerto Rico y República Dominicana.
Con La Verdad logró ser uno de los artistas latinos más importantes, por lo que
participó en grandes eventos como el Carnaval de Barranquilla, el Festival de Salsa
de Nueva York y los festivales de jazz de Bruselas y París.
Joe Arroyo se dedicó cen su orquesta a mezclar diversas influencias
musicales, fundamentalmente la salsa con la música caribeña colombiana (cumbia,
porro y champeta) y con varios ritmos del Caribe (soca, reggae) hasta crear su
propio ritmo, el 'Joesón', que le caracteriza y le hace único. Algunos sus temas son
ahora clásicos de la música caribeña, con grandísimas canciones salseras y en
diversos ritmos del Caribe colombiano, que le han supuesto multitud de premios y
ser considerado como el Rey del Carnaval de Barranquilla.
Entre sus recientes éxitos destaca 'La Fundillo Loco, 'Tamarindo Seco' y 'La
Tortuga'. En mayo pasado el canal RCN estrenó 'El Joe, la leyenda', novela basada
en la vida del cantante y compositor cartagenero.
El estado de salud de Joe Arroyo se deterioró en 1983 por un problema de tiroides y
por mantener de fiesta. El mundo artístico y sus fans temieron por la muerte de Joe
Arroyo, quien logró salir victorioso en esa época. Este año, a sus 55 años, el
cantante fue hospitalizado en la clínica La Asunción de Barranquilla en la unidad
de cuidados intensivos donde recibió tratamiento contra una neumonía, una crisis
cardiaca y una insuficiencia renal.
El Magazín
26
07
2011
Homenaje pa‟l bailador Joe Arroyo
Por: elmagazin
EL ESPECTADOR
Joe Arroyo. Foto: Archivo
Laura Ardila Arrieta (*)
1.La música no tiene tabú, te cambia tristeza por gozo. Oh, oh, oh, ¡vine duro, ya avisé!
Musa original
El 31 de octubre de 1955, todos los aguaceros que habían azotado Cartagena a lo largo de un
mes parecieron juntarse en menos de un minuto para acabar con ella. El agua comenzó a caer
desde temprano y a ablandar la tierra del cerro de La Popa que, por la tarde, se deshacía sobre
los precarios barrios cercanos a la montaña: Torices, Bruselas, Canapote, Daniel Lemaitre… En
una escena de espanto que no es desconocida para la ciudad ni para algunos en el país, aquel
día llovieron piedras, llovieron palos.
Ángela González era una negraza delgada, de caderas anchas, que por la mañana aprovechó el
surtido del cielo para lavar la ropa y asear un poco su vivienda del sector de Nariño, en las faldas
de La Popa. A eso se dedicó hasta que la urgencia de los dolores le reveló que el momento de
parir era inminente. Se secó, se arropó el barrigón y se acostó a esperar la llegada del marido: el
albañil Guillermo Arroyo.
Cuando el hombre llegó al hogar por la noche, los gritos de Ángela se confundían entre los
truenos, que con los relámpagos le daban a la circunstancia un aire de película de horror. María,
si es niña, y Álvaro, si es niño; habían conversado en alguna ocasión anterior. Poco importaba
eso ahora: la mujer estaba que paría, el barro ya inundaba la casucha y Guillermo tenía la
certeza de que en esas condiciones no encontraría un transporte hacia el hospital en kilómetros
a la redonda. Película de horror.
Madrugada. El niño a punto de llegar. El agua, negra, a la rodilla. La oscuridad. Desesperado,
Guillermo Arroyo les arranca a sus pocos muebles pedazos de plástico con los que arropa a la
mujer, que asegura no poder más. La levanta como a un bebé. La saca a la calle. A la esquina.
Un minuto, muchos minutos, una hora, dos horas. Año y medio de amores y nueve meses de
embarazo se redujeron de pronto a una esquina oscura, bajo la lluvia.
De repente, un milagro. Un bus. ―Un bus de palito‖, que llaman en Cartagena, de esos de tabla
que se parecen a las chivas. Guillermo sacó la mano y esperó. El conductor, que transportaba a
un grupo de músicos ebrios y, por supuesto, escandalosos, se detuvo. El mejor momento del día
ocurrió cuando arrancaron hacia el hospital Santa Clara (sí, el mismo que luego se convirtió en
un lujoso hotel, en pleno Centro Histórico de la ciudad), con una inesperada banda sonora al
fondo que celebraba el nacimiento: unas trompetas borrachas, un tambor desafinado y un
iluminado filósofo que gritaba: ―¡Párale bolas, que ese pelao va a ser músico!‖.
2.Qué inolvidable es la noche, qué romántica noche, cuando besé tu boca de grana, ¡bella
noche!
La noche
Hace 55 años, el 1º de noviembre, vio la luz del sol el llamado Hijo Mayor de Cartagena. El
considerado genio de la música popular, que por pura intuición supo combinar los mejores y más
sabrosos aires del Caribe y de la sabana en un plato que tiene bailando al país entero desde
hace más de tres décadas, bautizado como el ‗joesón‘. El mulato de la voz de tarro, cuyo timbre
ha sido comparado con el de Celia Cruz y cuya obra ha sido objeto de atención de la televisión
inglesa y de diarios como The New York Times. El hombre de la vida celebrada por Rafael
Cortijo, Richie Ray, Bobby Cruz, Ralph Mercado y un largo etcétera de grandes.
Se crió sobrado de carencias, en las calles del barrio Nariño, un populoso sector de ‗La Heroica‘
habitado históricamente por negros provenientes de Palenque. Sin contar con 10 años ya era el
mayor de tres hermanos y la cabeza del necesitado hogar, que Guillermo, su padre, abandonó
muy temprano. La vivienda era de madera y quedaba en una esquina, sin alcantarillado ni agua
potable. En promedio cada tres días el Joe iba a buscar el líquido a la casa del viejo Jericó, el
único vecino que tenía el servicio, encajada en una loma que sube a La Popa. Era una cuadra
larga de camino. El niñito subía y bajaba siempre cargando una lata grande, en la que alguna
vez se envasó aceite. Iba cantando. Metía la cabeza en la lata y cantaba. Casi todas eran
canciones de Raphael. Y cuenta la historia, y cuenta el mismo Joe, que el ejercicio le sirvió para
educar la voz. ―Para saber los defectos, para conocer los altos y los bajos. Las exageraciones y
las deficiencias que yo tenía‖.
El niñito estudió primaria y secundaria en el colegio Santo Domingo, del Centro. Se vinculó a la
Coral Cartagena y algunos domingos cantaba la misa. Pero pronto cambió la misa por los
prostíbulos y allí, presentándose con orquestas menores, se entrenó y estrenó en el oficio que
desde entonces no ha podido abandonar: se entrenó en la noche.
La noche lo llevó a Barranquilla, donde, jovencito, de 15 años, cantaba con una orquesta llamada
La Protesta, los fines de semana en las playas de Puerto Colombia. En esas estaba cuando el
compositor Isaac Villanueva le presentó al teso mayor, Fruko, que ya tenía cantando a Colombia
entera con la voz de ‗Piper‘ Pimienta. El maestro buscaba cantante para su agrupación y ya
habían sido muchos los llamados, pero pocos los elegidos. Mejor dicho, ningún elegido, hasta
que el Joe entró en la escena.
Horas después, el Joe Arroyo grababa en los estudios de Discos Fuentes, en Medellín, la
canción El ausente, de autoría de Villanueva. Inesperadamente, Fruko le gritó delante de todos
los músicos que lo observaban a través del cristal de la cabina de grabación: ―¡Joe, anima!‖, pero
el Joe no sabía qué significaba para su jefe ―animar‖ y, del susto, sólo se le ocurrió hacer un
sonido gutural, como un relincho, que desde entonces lo identifica en casi todas sus canciones.
Aquella tarde, la vida de ambos se partió en dos y el Joe conoció el éxito con Fruko y Fruko
alcanzó mucha más gloria con el Joe. Para ilustrarlo, para sentirlo, para querer bailarlo, basta
con mencionar los siguientes títulos: Tania, El caminante, Manyoma, Palenque y Confundido.
3.Miserable, agresivo, se ha atrevido a limpiarse en el nombre que forjé. ¡Maldad, maldad!
Inocente
Doctorado en excesos y desórdenes con Fruko, celebrado en el mundo entero, reconocido
colega de Héctor Lavoe y de El Gran Combo de Puerto Rico, entre otros, en 1981 el Joe Arroyo
funda de manera oficial, con 14 músicos, su propia orquesta: La Verdad, un proyecto que venía
ideando desde 1975. Es decir, que llevaba más o menos seis años hablando de él. ―Ya sabes
que cuando yo vaya a armar mi orquesta tú estás ahí, ¿ah?‖, les decía a sus compañeros, ―ya
tengo todo casi listo pa mi orquesta‖, y así durante un mes, dos, tres, 12, 24. Hasta que sus
propios amigos comenzaron a decir: ―Ah, esa orquesta del Joe es la mentira‖. Pero fue su
Verdad.
―Yo ya sabía que, erdaaa, estos manes me la estaban montando, así que apenas me salieron
unos contratos, dije: voy a grabar. Grabé y Barranquilla me abrió las puertas. Se fueron dando
las cosas‖.
Pero en 1983 el Joe vivió uno de sus peores años. Armó su orquesta, contrató a los mejores
músicos, tenía mucho dinero para pagarles, pero la salud y el bolsillo le cobraron unas cuentas
pendientes. Lo relata su biógrafo, el periodista Manuel Lozano, que prepara un libro sobre su
vida, pero mejor que lo cuente el propio cantante: ―Yo tenía que pasar por ese horno tan fuerte.
Simplemente, me mandé, me di el lujo de pagarles grandes sumas a los artistas que quería que
tocaran conmigo, aunque las presentaciones no daban lo que yo gastaba. El billete se me fue y
quedé limpio y sin manchas‖.
―Me salió un bulto grande en la garganta, porque sufría de tiroides. Me puse delgadísimo, seguía
consumiendo y llegué a cantar en un estado que… Pero Dios es muy grande, yo lo he sentido y
lo estoy palpando‖.
4.Yo que nací en cuna pobre, oye Papá, nunca me ha faltado nada, desde muy niño luché por
conseguir la fama.
A mi Dios todo le debo
Claro que el Joe se levantó. Y nos regaló, con La Verdad, canciones como Amerindio,
Tumbatecho, Yamulemau, El centurión de la noche (le encanta cantarle a la noche), Te quiero
más y, nada más y nada menos, La rebelión, esa hermosa historia de amor negro, tan
bellamente contada.
Cuenta Luis Ojeda, su mánager desde hace 28 años, que en 1992, durante un festival de música
en Sevilla, España, un personaje de la realeza de ese país le pidió al Joe que cantara La
rebelión. ―No recuerdo quién fue‖. El hombre no dudó en complacerlo. La cantó, pero la frase que
reza ―español con el alma negra‖ la cambió gentilmente por la de ―español con el alma buena‖.
La respuesta del noble lo dejó mudo: ―No, no, no, no, a mí me la cantas como es‖.
Hoy el Joe Arroyo, Alvarito, el hijo de la vieja Ángela, el que nunca te olvida y te pone bacano
porque hay baile hoy, es el tranquilo abuelo de Tania, de dos años, en homenaje a la hija que se
le murió temprano por un problema del corazón. El padre orgulloso de la Tatico y la Pelotis, a
quienes menciona en casi todas sus canciones. Y de Dinkol y de otros cuatro muchachos. El
esposo de Jackeline Ramón, estadounidense, hija de colombianos, que le ha regalado a sus
años de quietud toda la paz que éstos requieren. La que se quedó viviendo en su corazón, ahí,
donde tantas otras tuvieron asilo.
El Joe no ha muerto, como lo aseguran de tanto en tanto en alguna calle, en algún medio de
comunicación. El Joe sigue cantando y viviendo plenamente en la tarima, aunque su timbre ya
no sea el de antes. Y qué. ¿Hasta cuándo vas a cantar? ―Hasta que Dios diga ya no más‖.
―Hasta que me muera, mi hermana‖.
El Joe tendrá estatua en Cartagena
De tres metros, en bronce, será la estatua del Joe Arroyo, el Hijo Mayor de Cartagena, que la
alcaldesa de esa ciudad, Judith Pinedo Flórez, inaugurará en la nueva plaza ‗La Rebelión‘,
durante la presentación y puesta en funcionamiento del sistema de transporte Transcaribe. El
lugar será el homenaje que ‗La Heroica‘ le hará al Joe y estará ubicado en el Castillo de San
Felipe, donde funcionará uno de los portales del Transmilenio cartagenero. El empresario
artístico Ángel Thorrens está liderando la iniciativa y cuenta que se realizará una campaña
nacional, con la empresa Servientrega, para que quienes quieran participar en el homenaje
donen las llaves que no usen, con el objetivo de que le sirvan al escultor Aníbal Alvarado en su
empresa. La vida y obra del Joe Arroyo serán celebradas este año en los festivales de la
Hamaca Grande y Cartagena Caribe. ―Pero más que un homenaje, queremos impulsar un
estudio permanente de la obra del hombre. Además de la estatua, esto incluye un libro, una
fundación y una cátedra en los colegios y universidades de la ciudad‖, añadió Thorrens.
Ponte bacano que hay baile hoy
Tres corazones
Peligro, peligro, suena el telefonito. Sin que abuse del amor, estoy dispuesto a darle final messié,
jamás me imaginé que lo tenía por costumbre. Y así yo me quité todas tus sombras de noche.
La tortuga
Estaba la tortuga bajo del agua, bajo del agua, bajo del agua, haciendo su ruido, como cosa
mala.
Suave bruta
Recibió un beso Martica primera vez en su vida, sobre la balsamina del patio de Bertilda. Suave
bruta, no trate al hijo ajeno así. Suave bruta, no trate al hijo ajeno así.
Gente
Gente |30 Jul 2011
Joe Arroyo (1956-2011)
"Colombia a mí no me debe nada"
Por: Manuel Lozano Pineda*/Especial para El Espectador
El periodista que investiga la vida de Joe Arroyo desde 1993 y prepara un libro sobre el músico
reproduce un fragmento inédito de la última de sus diez entrevistas con el personaje.
Foto: David Campuzano
El compositor y cantante Joe Arroyo, enero de 2011.
Joe Arroyo (1956-2011)
¿Cuál ha sido el momento más difícil de su vida?
Fue cuando caí muy enfermo en Madrid. No sé si era mi locura, no sé si toqué
muchas cosas en el artista, yo terminé de cantar y estaba ‗empapaíto‘ y me metí al
aire en seguida a cambiarme y por muy joven que fuere, algún día te pilla.
¿Ese evento fue más fuerte que el del 83 en Cartagena?
Esos dos fueron de la misma experiencia. Es que cuando estás en el escenario el
clima es cálido, pero cuando sales, el cambio de clima, entonces el doctor me dice
que me ―tiene que meter en el garaje‖ por cuatro días porque tenía principios de
neumonía. Y es que siempre he tenido problemas en los pulmones a pesar de que
canto muy alto y se lo agradezco a Dios.
Vamos ahora con el momento más importante en su vida...
Hay varios. Tengo una gran satisfacción por ser padre de sólo mujeres, Dinco es el
único varón y está en Bogotá, está con la música, la mamá de él es Luz Marina, es
una bogotana. Tengo esa satisfacción de que todas mis hijas están grandes y
salimos a comer a alguna finca, es una vida muy sabrosa a pesar de que me he
separado de sus mamás por diferentes razones. La primera fue Tania, quien
precisamente hace dos días cumplió cinco años de haber fallecido, el dolor más
grande de mi vida.
Su hija se llama Tania por la canción y no al revés...
Así es, Tania es un tema muy romántico inspirado en una mujer, no puede ser
inspirado en una hija. La primera es Tania, le sigue Adelita, que vive en Barranquilla
y se fue a especializar a Argentina, y cuando volvió lo hizo con su marido.
El amor entre usted y Adela fue desde niños, ¿cierto?
Así es, fue un amor tenaz y me marcó. Comencé a tener amores con Adela cuando
tenía 11 años, porque éramos vecinos de barrio, vivía en Nariño y ella en Lo
Amador, pero su cuñado vivía frente a mi casa, entonces por ese motivo llegaban
por la casa.
¿Con qué sueña profesional y personalmente?
Mi sueño es y todavía no se me quita, pero no me dejan quizá porque ellos tienen
más visión de negocios, es hacer una casa disquera donde vengan muchos artistas
y yo les ofrezca una sociedad para que no se sientan mal económicamente y que
ellos tengan acceso a ver si están vendiendo o no, una forma transparente.
Entonces aquí para quien está haciendo esa idea al principio es un ‗autogarrote‘,
pero ese es mi sueño, porque siento que le debo algo a Colombia y a los músicos.
¿Qué siente usted que le debe a Colombia y viceversa?
Colombia a mí no me debe nada, soy yo quien le debo mucho, porque me ha
soportado y pechichado mucho, me ha dejado sobrevivir y me ha apoyado en todo.
Y es a todas las ramificaciones, porque los periodistas han sufrido conmigo las
verdes y las maduras, y por muchos comentarios que hayan dicho ellos siempre
están conmigo, a veces justificado y a veces hablan por capricho tantas cosas que
se le pueden ocurrir al ser humano, entonces uno ya sabe que ―erda, este man se la
cagó, mira lo que está hablando de mí‖, pero en el fondo sigue siendo mi ―llave‖;
todo eso sucede en el ciclo de la vida y en el ciclo de un artista grande. A veces me
siento con Diomedes, que somos cosas muy apartes, pero nos quedamos mirando y
le digo: ―A ti y a mí nos tienen timbraos, aunque no hayamos hecho nada nosotros
somos los culpables‖. Aunque ese man haya dejado todo y yo lo mismo siempre nos
señalan con el dedo porque es ―cría fama y acuéstate a dormir‖, ya no hay más que
hacer y yo se lo he dicho: ―Estamos viviendo un karma‖ y él me pregunta: ―Eche Joe,
¿qué es un karma?‖ y yo le respondo: ―Tampoco sé qué es un karma, pero sé que
es un karma lo que estamos viviendo‖ (risas).
¿Qué música escucha cuando está en su casa?
Soy loco por la música americana de Sammy Davis, esa gente, Frank Sinatra. No
porque lo de él es pura fama. Y esa es la música que escucho, porque es relajante y
eso te va subiendo y te va especializando.
¿Cuándo fue la última vez que lloró?
La más reciente fue la desaparición de mi hija. Es que tuve tres episodios muy
cercanos en los que mueren mi hija, mi mamá y mi abuela. Mi abuela, porque me
crié con ella; mi mamá, porque es mi mamá, y mi hija mayor, analiza eso. Fue golpe
tras golpe y me marcó.
¿Qué le saca la piedra?
No soy agresivo, lo que sí me resiente es que hablen tan feo de mí y no es cierto,
pero mis hijas están recibiendo esos golpes y lo hacen sin compasión y sin
fundamentos.
¿Cuál de estos artistas escucha más: Juanes, Shakira o Carlos Vives?
Bueno, para mí, Shakira tiene mucho talento. A mí me gusta lo que hace Carlos,
quien está enalteciendo el folclor e internacionalizó el vallenato. Juanes es un
tremendo artista, el grabó La noche, pero tiene un estilo muy propio. Shakira es la
mayor, ella es la mamá, esa muchacha es excelente.
La primera grabación
¿„El toro pando‟ fue un éxito?
El toro pando fue un éxito a nivel de corralejas, ¿sabes dónde fue un tremendo
éxito? En Sincelejo, más que todo en la sabana, eso lo canté con el señor Manuel
Villanueva de Cartagena.
¿Tenía 15 años?
Tenía como 15 años cuando lo canté, ni me acordaba. Anteriormente casi nunca se
sacaba la carátula de los artistas, se usaban modelos.
Maestro, ¿qué recuerdos le trae a usted esa música?
Lo primero que se me viene a la mente es ese sabor a pueblo, sabor a éxitos,
porque mi sueño siempre ha sido ese, el cantar, y bueno, que sean bien recibidas
mis canciones.
¿Cuál era su situación familiar al momento de grabar „El toro pando‟?
Tenía mi gran deseo de cantar. Me crié en un matriarcado, entonces mi abuela y mi
mamá no veían muy bien que a esa edad me fuera a cantar y que me trasnochara,
pero ellas en el fondo sabían que lo hacía porque quería ayudarlas, porque vivíamos
en una situación en donde nací en una pobreza ‗tesa‘. Cuando nací mi niñez y todo
eso se envolvió en una situación en la que no había ni agua ni luz en mi barrio
Nariño ni sus alrededores. Este álbum fue el primero que grabé en 1970, cuando
tenía 15 años, y pasaron varios pa volver a grabar. Luego, ya mi mamá y mi abuela
me decían: ―Ya él es un hombrecito... hay que dejarlo‖, porque me desenvolvía en el
ambiente de los músicos.
Folclor
Usted en casi 40 años se ha mantenido por el folclor, ¿por qué ha seguido por
esa línea y no abarca ritmos más universales y modernos?
Primero que todo ha sido la insistencia, ha sido como que me nace de aquí
(corazón) y no es por altivez, pero es que veo y defiendo la música colombiana y
pongo de énfasis a muchos cantantes nuevos. Están en una onda muy chévere,
pero están dejando perder la música colombiana. A Juan Carlos Coronel, por
ejemplo, que ya es un señor, también le insisto: ―Erda Juanca, vamos a ver qué es lo
que es nuestro país, vamos a ver quiénes están en la palestra... nadie quiere
meterle la mano a nuestra música‖.
¿Pero usted por qué se ha mantenido por esa línea del folclor?
Porque en esa línea me muevo como pez en el agua y Dios me ha dado ese don de
una sensibilidad de ser compositor y autor de nuestra riqueza colombiana en la
música, obviamente con el permiso de Eliseo Herrera, con el permiso de los
grandes. Lucho Bermúdez, que para mí es uno de los grandes maestros junto con
Pacho Galán. Y yo, pues tengo esa actitud con el pueblo, porque el día que
desaparezca Joe quizá sea dentro de 50 años más, porque me puse entre, confieso,
120 años de vida y eso es diario. Hago mi oración y le digo a mi Señor: ―Gracias por
darme 120 años de vida reinando en sanidad total‖. No es como la gente dice que ―el
Joe es cule loco, que no sé qué‖, tú sabes, ese es el agite de ―míster lengua‖. Y en
el ámbito internacional es lo mismo y me han matado un poco de veces.
En su obra discográfica hay mucha influencia del folclor haitiano y
jamaiquino... ¿cómo es el acercamiento con esa música, porque mucha gente
dice que hay temas que son idénticos al original?
El vínculo mío con los haitianos es muy grande y creo que nos hemos marcado
mutuamente. Siempre he sido amante de esa música, pero nunca lo he hecho con la
intención de fusilar. He buscado a muchos jamaiquinos a que vengan a grabar
conmigo.
¿La musa original está fiada?
No se sabe si primero fui yo o quién el ‗original‘, porque hay muchas influencias y el
músico haitiano recurre al Joe y viceversa.
¿Eso mismo pasa con la salsa?
Cuando uno se empapa con los grandes folclores, uno hace unos temas
internacionales que aunque no hable papiamento, eche, eso se pega. Es como El
evangelio, un tema original haitiano y lo hicimos, porque formo parte de esa
grabación y agregué muchas partecitas a esa canción. Hice mucha cooperación en
muchos temas como Yamulemau, por ejemplo, y en Nueva York me dicen: ―Tú haz
hecho más original el tema que el mismo original‖ y yo he ido al África, a Puerto Rico
y a República Dominicana, y se escucha el Yamulemau de Joe.
* Periodista cartagenero, exdirector del magazín cultural de ‘El Universal’, jefe de
prensa del Festival de Cine de Cartagena. Dirige un proyecto para revivir el Festival
de Música del Caribe.
———————————————————–
(*) Periodista de El Espectador.
“Mi vida es como la del Joe”
ENTREVISTA Jaír
Romero, quien interpreta al Joe Arroyo en el nuevo éxito de RCN, le
contó a SEMANA su historia fuera de las cámaras.
Sábado 25 Junio 2011
SEMANA: ¿Cómo pasó de cantar en los buses a interpretar a Joe Arroyo en la telenovela
de RCN?
JAIR ROMERO: La vida está hecha de sueños. Hace años, cuando cantaba en buses, busetas y
parques, soñaba con este momento. Tres años atrás conocí a mi mánager, que creyó en mí, en
mis sueños y me empezó a abrir puertas. Finalmente, cuando el director, Herney Luna, dio a
conocer el perfil del actor que buscaba para protagonizar a Joe Arroyo, todo se dio para ganarme
el papel.
SEMANA: ¿Cómo fue ganarle al propio hijo del cantante?
J.R.: El director creyó en mí y me ayudó a dar la pelea. Trabajé día y noche y al final, un grupo
del canal RCN tomó la decisión de escogerme a mí y no al hijo del maestro.
SEMANA: ¿Y no piensa que el propio Joe se pudo molestar?
J.R.: No creo. Es un hombre tan generoso, tan sabio y tan ecuánime, que respetó la selección...
y cuando me conoció dio su aprobación.
SEMANA: ¿Su vida es como la del Joe?
J.R.: Claro. Mi vida se parece en la medida en que soy apasionado, emprendedor, pujante
y perfeccionista en lo que hago. A mí la música me encanta, me nace del alma. Además, tanto
en su vida como en la mía, nuestro motor son nuestros hijos.
SEMANA: ¿Cuándo le dio por actuar?
J.R.: Desde pequeño me di cuenta de que lo mío no eran los números. Mis padres siempre me
inculcaron que debía ser el mejor en lo que fuera. Terminé el bachillerato y me vine para Bogotá
a estudiar actuación. Empecé a trabajar en comerciales, desfiles, y de forma paralela seguía
trabajando en bares y oficios que me permitieran llevar el pan a la mesa.
SEMANA: ¿Cómo aprendió a cantar?
J.R.: Siempre fui afinado y he tenido muy buen oído. Con el cantar diario he podido llegar a un
punto decoroso en mis cantadas.
SEMANA: ¿Qué es más difícil: aprender a doblar o a cantar?
J.R.: Huyyy... yo creo que aprender a cantar y más a un personaje como el Joe.
SEMANA: ¿Qué piensa del Joe Arroyo?
J.R.: Es el maestro de maestros, es una leyenda viva, patrimonio musical de nuestro
país.... Es mi ídolo.
SEMANA: ¿Por qué cree que le ha ido tan bien a la novela?
J.R.: Porque es una historia fresca, divertida, colorida; con la que cada televidente puede
relajarse e irse a la cama feliz.
SEMANA: Va a actuar en un película junto a Carmen Maura, ¿cómo recibió la noticia?
J.R.: No lo podía creer. Cuando me enteré quedé mudo, y cuando la conocí, mi dicha se
cuadruplicó... qué ser humano tan bello, tan talentoso, tan generoso...
SEMANA: ¿Sigue montando en bus?
J.R.: Claro, es más, el día del lanzamiento para medios había un trancón tan tenaz que lo único
que se movía era TransMilenio. Si no hubiera sido así, no habría llegado....
Grande entre los grandes
El carnaval de Barranquilla vio a Joe Arroyo en todo su esplendor.
El premio del Supercongo se creó para que él se lo llevara y otros
pudieran ganar el tradicional Congo de Oro. A su segunda esposa,
Mary Luz Alonso le compuso „Mary‟, soberbia declaración de amor.
HOMENAJE Juan
Carlos Garay, crítico musical de SEMANA, explica por qué el aporte
de Joe Arroyo marca un antes y un después en la música popular colombiana.
Sábado 30 Julio 2011
Esta semana una noticia musical llenó las primeras planas de todos los periódicos colombianos.
En un ámbito en el que el concepto de 'lo noticioso' se limita al acontecer político (y teniendo en
cuenta que fue un día políticamente agitado), el despliegue revistió el legado del músico Joe
Arroyo de un carisma especial, comparable a ese día de mediados del año 2000 en que murió
Tito Puente y el diario The New York Times lo destacó por encima de los demás sucesos del
mundo.
Sus colegas de la música tuvieron las reacciones más sentidas. Juanes salió de su aislamiento
existencial para trinar en las redes que era "un día triste para la música". Carlos Vives, que suele
ser más locuaz, declaró a la Radio Nacional que se sentía "con el corazón arruga'o, pero
también contento de haber sido testigo de la era del Joe, y muy agradecido por todo su legado".
Y más allá de las fronteras de la música colombiana, el salsero Willie Colón pronosticó que "su
voz seguirá presente".
Quizás el anuncio más impactante, por justo pero también por tardío, fue el de Gabriel Abaroa,
presidente de la Academia Latina de la Grabación, para confirmar que en noviembre de este año
Joe Arroyo recibirá un Grammy póstumo por la marca que le dejó a la salsa latinoamericana.
Y ahí, cuando la Academia expande el legado del Joe de lo nacional a lo continental, se
corrobora que el hombre fue capaz de crear un sonido propio y encajar en ese gran lenguaje
compartido de afrocubanos, puertorriqueños y neoyorquinos que, para abreviar, llamamos salsa.
Esto lo hizo grande. También los aplausos que se cansó de recibir en los escenarios de Europa y
en la Gran Manzana. Y el Joe, con cierta inocencia que nunca perdió, explicaba el fenómeno
diciendo que "los colombianos están regados por todas partes del mundo". Tal vez pensaba en
serio que su público, sin importar el país que pisara, estaba compuesto únicamente de
compatriotas añorantes.
Y es que su talento era admirable por encima de las nacionalidades. El productor inglés Richard
Blair, director del proyecto electrónico Sidestepper, me dijo en 2003 que el pueblo colombiano
tendría que hacerle una estatua al Joe, e incluso se la imaginó en el centro de Cartagena. Yo vi
al Joe Arroyo por primera vez a mis 17 años en el estadio El Campín, compartiendo show con
Richie Ray, y recuerdo haber pensado que lo de Richie sonaba a clínica instrumental frente a la
gozadera pura del Joe.
La anécdota del niño que cantaba con la cabeza metida en un balde es, hasta cierto punto,
esclarecedora: si alguien lo ha intentado alguna vez, sabrá que las ondas sonoras rebotan y se
crea una resonancia contundente, como estar dentro de un amplificador. Sin duda, la proyección
y la afinación vienen de ahí. Pero más importante es saber qué cantaba. A temprana edad había
escogido muy bien sus influencias. Hay mucho de Celia Cruz y, me atrevo a pensar, algo de rock
and roll a juzgar por ciertas inflexiones en esa composición admirable de los 18 años: Tania.
Así que el muchacho imaginaba canciones. Una melodía, una letra, incluso una disección
orquestal por instrumentos, le brotaban. Y supo ser recursivo a falta de saber escribir en el
pentagrama. En 2009 le contó al investigador musical César Pagano que usaba una grabadora,
una 'panela', la llamaba, "porque la letra queda pero la melodía se te va". Y a la hora de crear los
arreglos de su orquesta La Verdad, pensaba con una lógica de ingeniero de sonido: "Yo le
dictaba los arreglos a Juventino, entrábamos al estudio y hacíamos las pistas".
A lo largo de la década de los ochenta, dos agrupaciones trazaban el rumbo de lo popular en
Colombia. En Cali estaba el grupo Niche y en Barranquilla se consolidaba La Verdad, que era el
sonido imaginado por el Joe. Eso que se llamó joesón, que el cantante después definiría como
"un tópico antillano", es una mezcla de salsa neoyorquina con golpe de fandango del Caribe y, a
través del fandango, una conexión con África. No es gratuito que haya escogido la melodía de
Diamoule Mawo para hacer su propia versión (Yamulemau, 1987) y de paso presentarnos la
figura del músico Laba Sosseh: en la historia de la cultura colombiana, es la ocasión en que más
cerca hemos estado de Gambia.
Y en cuanto a las letras, hay que reconocer las bondades de su inspiración. En 1988 escribió
Fuego en mi mente, que tiene uno de los versos más bonitos de nuestra música popular: "La
tenue luz de la luna contorna tu cuerpo angelical". Cuando el periodista Antonio Morales le
preguntó por qué su música se podía escuchar bailando o sentado, el Joe Arroyo reflexionó:
"Cuando uno compone tiene que sentir el matiz del bailador, pero también sentir la sabrosura de
escuchar. Yo aprendí eso de Willie Colón, a escuchar la salsa".
En esa conciencia de que lo estábamos escuchando, se lanzó a narrarnos una crónica completa
de los tiempos de la esclavitud. Las primeras líneas de Rebelión ("En los años mil seiscientos,
cuando el tirano mandó…") son cantadas sin más instrumentos que un tambor, lo cual es una
forma de subrayar el texto. El Joe Arroyo había escrito el himno de una injusticia histórica. Lo
bailábamos, pero sabíamos que era mucho menos superficial que el resto de la salsa. El
percusionista venezolano Néstor Gutiérrez hizo una versión más cercana al mapalé en 1998 y
escribió que aquella composición era "una forma de establecer un vínculo que nos hermana
históricamente en el sufrimiento de la negritud".
En una entrevista concedida esta semana a Radio Nacional, Julio Ernesto Estrada 'Fruko' habló
de la primera vez que se vieron. Fruko y sus Tesos fue una especie de orquesta-escuela para
que varios músicos se forjaran, se graduaran y se fueran. Desde su puesto de director, Estrada
reconoció el talento vocal de ese muchacho recién llegado: "Cuando él llegó, jovencito, de 17
años, acaricié la idea de que se haría grande la música colombiana con la voz del Joe Arroyo".
Aquella idea se cumplió con creces: los Congos de Oro del Festival de Orquestas que llegaron
uno tras otro, y luego la fantástica solución barranquillera de crear un trofeo especial para él, el
Supercongo de Oro, porque ya había acumulado muchos de los otros. Son capítulos de un
ascenso épico al que después siguieron tiempos más tranquilos, ya cosechado el prestigio. La
tortuga, a la que él se refería cariñosamente como una canción "sacada de la flauta de millo y
vestida de lino", bien puede ser su despedida si no queremos adentrarnos en un epílogo triste (la
grabación a dúo con Naty Botero no parece ir a ningún lado). Pero es con el otro Joe con el que
nos quedamos, con el músico arrollador, bailador, echao pa'lante, centurión de la noche.
Cultura
Murió Joe Arroyo, uno de los íconos de la música
colombiana
26 JULIO 2011
El cantautor Joe Arroyo, uno de los íconos de la música colombiana, murió hoy a los 55 años en la ciudad
de Barranquilla a consecuencia de diversas complicaciones agravadas por la diabetes que padecía,
informaron sus familiares.
Arroyo estuvo internado durante un mes en un hospital de Barranquilla y su salud se deterioró
notablemente en la última semana, al punto de que el obispo auxiliar de esa arquidiócesis, monseñor
Víctor Tamayo, lo visitó el lunes para aplicarle los santos óleos.
Un reporte médico difundido en las últimas horas señaló que el cantante presentaba una falla multiorgánica
y seguía con asistencia respiratoria mecánica y sometido a diálisis diarias.
Álvaro José Arroyo nació en Cartagena de Indias el 1 de noviembre de 1955 y a los 15 años adoptó el
nombre artístico de Joe cuando decidió hacerse cantante profesional con el Súper Combo Los Diamantes.
Pero su éxito nacional, que lo convirtió en ídolo de masas, llegó cuando tenía 17 años y en una
presentación en Cartagena de Indias fue escuchado por Julio Estrada, director de la orquesta de salsa
Fruko y sus Tesos.
Estrada lo incorporó a su orquesta y pronto se hizo famoso al lado de la otra voz de la agrupación, Wilson
Manyoma, con quien hizo tal vez el dúo más popular de la salsa colombiana en los años 70 y 80.
En esa época grabó éxitos como Tania, que compuso a una hija, Manyoma, que dedicó a su gran
amigo, Confundido, El negro chombo, El caminante, entre otros.
Tras su retiro de Fruko y sus Tesos, fundó su orquesta La Verdad, con la que alternó la salsa con ritmos
folclóricos del Caribe colombiano. Varios expertos en la materia consideran que Arroyo creó un ritmo
musical, el joesón, en un juego de palabras con su nombre.
Con La Verdad inmortalizó temas como La rebelión, La noche, Volvió Juanita, En Barranquilla me
quedo, Centurión de la noche, A mi Dios le debo todo y Tamarindo seco, entre otros.
El timbre de voz de Arroyo hizo que sus seguidores desde los años 70 exhibieran carteles en sus
presentaciones en los que aseguraban que su garganta había sido tocada por Dios.
―Humildemente, creo que soy la voz más importante de la música tropical colombiana de los últimos 40
años‖, sostuvo el cantante en una de sus últimas entrevistas.
La fama de El Joe, como se le decía popularmente, siempre estuvo en la cúspide, pero más aún desde
mayo pasado, cuando un canal de televisión estrenó una serie basada en su vida.
En El Joe, la leyenda se está describiendo por estos días sus primeros años de éxito junto con Estrada y
Manyoma en Fruko y sus Tesos.
Casi sin poder hablar por el llanto, Manyoma dijo que se fue ―una gloria de la música colombiana‖ y que se
siente en la obligación de hacer un homenaje a su amigo.
―Estoy muy mal. No saben lo que siento en estos momentos en el corazón y el alma. Compartimos muchos
momentos. Le pedíamos al Señor que se recuperara pero las cosas de Dios son de Dios‖, dijo Manyoma,
cuya historia en ―El Joe, la leyenda‖ también le hizo resurgir la popularidad.
Luis Ojeda, apoderado de Arroyo, dijo que el artista dejó por lo menos 150 composiciones y 50
producciones musicales.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dijo en su cuenta de Twitter: ―Lamento la muerte de Joe
Arroyo, una gran pérdida para la música y para Colombia. Toda mi solidaridad con su familia y seres
queridos‖.
(Con información de DPA)
Vea videos en : melómanos.com
VANGUARDIA.COM
Martes 26 de Julio de 2011
Muere el cantante Joe Arroyo
Joe Arroyo murió a las 7:45 de esta mañana, así lo confirmó su esposa Jackeline Ramón. El
cantautor, de 56 años de edad, permanecía desde el pasado 27 de junio en la unidad de cuidados
intensivos de la Clínica La Asunción, de Barranquilla, debido a una neumonía, una crisis cardiaca y
una insuficiencia renal.
Álvaro José Arroyo González nació en Cartagena el primero de noviembre de 1955.
Su padre, Guillermo Arroyo, abandonó a su madre Ángela González, una de las seis
mujeres (todas llamadas Ángela) con quien tuvo 39 hijos.
Le aplicaron los Santos Óleos
Víctor Tamayo, Obispo Auxiliar de Barranquilla dijo le impuso los Santo Óleos
al Joe, en la noche de este lunes, siendo esta la segunda vez que lo hace
desde que el artista se encuentra recluido en La Clínica La Asunción.
El obispo reveló que lo vio muy mal. "Efectivamente le administré la unción de los
enfermos al Joe. Esta es la segunda vez que lo hago y se estila hacerlo cada vez
que la persona se siente muy enferma. Pero en esta ocasión lo noté muy mal", dijo
Monseñor Tamayo a los medios a la salida de la Clínica.
Reacciones ante el fallecimiento de Joe Arroyo.
(Foto: Archivo/VANGUARDIA LIBERAL)
Martes 26 de Julio de 2011
Reacciones ante el fallecimiento de Joe
Arroyo
Estas son las primeras reacciones ante el fallecimiento de Joe Arroyo.
* Luis Ojeda (Manager): 28 años de trabajo juntos. No fue mi patrón, fue mi hermano y mi amigo. Su
sentido del humor era impecable y era difícil que se pusiera de mal genio. Tenía el don innato de ser
líder. Para mí el mejor cantante del mundo.
El creó el Joeson y se había esmerado por perfeccionarlo, por lo que esperamos que otros artistas
continúen con su legado. Tenía el proyecto de grabar un nuevo álbum aprovechando el impulso de la
telenovela, con cuatro canciones inéditas.
* Luis Ojeda (Manager): Wilson Manyoma (compañero en Fruko y sus Tesos): Se nos va un hombre
muy grande, pero sobretodo se va un hermano con quien compartí muchos momentos en la vida. No
pensé que se nos fuera ya, lo queríamos mucho tiempo más con nosotros, pero así son las cosas de
Dios y hay que aceptarlo.
Su voz nadie la puede igualar, además la marca de la canción ―Manyoma‖ que hicimos en homenaje
a mi familia, que son cosas del alma.
Amigos en las malas y en las buenas, en momentos muy bohemios. Realmente parecíamos
hermanos porque hasta vestíamos igual. Nosotros crecimos como cantantes y aprendimos uno del
otro.
* Luis Ojeda (Manager): Juan Carlos Coronel (Artista): Una persona maravillosa y un artista
extraordinario. Es el padre musical para varias generaciones de artistas. Un inmenso ser en toda la
extensión de la palabra.
* Luis Ojeda (Manager): Juan Piña (Artista): Día lamentable porque se nos ha ido el gran
representante de la música colombiana para el mundo. Una figura, cuánto le faltaba por dar al Joe.
POR TWITTER
Algunos artistas se han manifestado a través de Twitter.
* Luis Ojeda (Manager): Carlos Vives: En una tierra de tanto odio y violencia el Joe nos hacía
florecer con su música. ¡Hasta siempre maestro! Jose Gaviria: Qué privilegio ha conocido al Joe. Día
triste para la música. Su nombre hace eco hoy y siempre.
* Luis Ojeda (Manager): Óscar de León: Estoy muy triste, mi hermano Joe Arroyo se nos fue. Celia
cuídame a Joe.
* Manolo Bellón: La muerte de Joe Arroyo deja un inmenso vacío en la música popular caribeña.
Adiós al más grande de Colombia.
* Jerau: Gracias Joe Arroyo por todo el Joeson pa siempre. Que descanse en paz.
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COLPRENSA, BOGOTÁ
Miércoles 27 de Julio de 2011
Un lado 'romántico' del 'Joe' se conserva en
Bucaramanga
Vanguardia.com conoció la discoteca del artista y coleccionista de música, Omar Mateus, quien en su
tesoro de más de 10 mil discos LP guarda tres grabaciones que muestran una faceta muy romántica
del Joe: tres boleros que se conocen, hasta ahora, del artista. Las grabaciones se contituyen en
valiosas obras que dejan un 'pedazo' de su legado en Bucaramanga.
El sabor de „Fruko‟ llegó a Bucaramanga
Julio Ernesto Estrada, ‘Fruko’, llegó a Bucaramanga. El compositor, productor, intérprete y director de
orquesta, que de la mano de sus ‘tesos’ y de la inolvidable voz del 'Joe' Arroyo, así como de Wilson
‘Saoko’ Manyoma, dio vida a grandes éxitos como: ‘El preso’, ‘El Caminante', ‘Los Charcos’,‘Tania’ y
‘El Ausente’, entro otros, conversó con Vanguardia.com. Aquí su paso por la ciudad bonita.
Una historia contada a son de salsa.
(Foto: Archivo/VANGUARDIA LIBERAL)
Martes 26 de Julio de 2011
Una historia contada a son de salsa
Cerca de 40 años de vida musical y varias canciones número uno en las listas de salsa en Colombia,
hicieron del Joe Arroyo uno de los maestros más queridos en el país. Esta voz nunca pasará de
moda.
Si la salsa en Colombia tuviera nombre y apellido, sería Joe Arroyo. O Álvaro José Arroyo
González, cartagenero de nacimiento y colombiano de corazón.
Así lo definen sus amigos cercanos, quienes compartieron a su lado muchos momentos musicales
que los ha definido como artistas del género salsero en el país y que ahora se consideran herederos
de este ritmo.
El Joe llegó a Medellín en 1974, persiguiendo el sueño de ser un artista reconocido y se topó
con Julio Ernesto Estrada, el bajista, cantante, compositor y productor de la agrupación Fruko
y sus tesos.
"Él era un hombre creativo. Su voz es potente, tiene fuerza y un timbre metálico, además es muy
afinado y por su sabor costeño contagia a todo el mundo. Cuando el Joe interpretaba lo hacía con
afinidad, cariño, respeto, con la melodía y el ritmo acertados", comenta el propio Fruko.
David Cantillo, cantante líder de una de las agrupaciones de salsa más reconocidas en Colombia, La
33, admiró al Joe porque fue subiendo escalas, sin afán, para llegar al lugar al que llegó.
"Nosotros fuimos compañeros de barrio y ambos comenzamos en el ámbito musical de manera
similar. El Joe, desde pequeño, mostró su gusto por la música y exploró muchos géneros del folclor
colombiano hasta amar la salsa y a pesar de que tuvo momentos en los que se desvió del camino,
logró disciplinarse para alcanzar su meta de ser un gran artista".
Y es que han sido tantos los legados que este cantante y compositor ha dejado en la sociedad
colombiana que hasta tiene su propia serie, protagonizada por el actor Jair Romero. La
producción encabeza las listas de rating en el horario estelar de la noche.
Este moreno de ojos claros afirma que, a pesar de ser una estrella, el Joe fue muy humano. "Él vibra
de una manera diferente, tiene una energía muy especial que se refleja en cada uno de sus
movimientos en el escenario. El Joe no sólo le dio ejemplo profesional a los colombianos, sino
también de vida".
Además el hijo de Fruko, perteneciente a la agrupación salsera The Latin Brothers, Julio Estrada
Junior, opina que la música del cartagenero nunca pasará de moda porque son clásicos y concluye:
"Muchos han tratado de imitarlo pero todo el mundo se rinde en el intento porque nadie es capaz de
ser igual al gran maestro de la salsa en Colombia".
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COLPRENSA, BOGOTÁ
Los mejores momentos de 'El Centurión de la Noche'
El cantante vallenato Diomedes Díaz junto a 'El Joe', juntos grabaron el éxito 'Ron pa' todo el
mundo.(Foto: Colprensa / VANGUARDIA LIBERAL)
Martes 26 de Julio de 2011
El Joe nació y creció en el barrio Nariño de Cartagena. Comenzó su carrera desde muy joven y logró
consolidarse como uno de los mejores artistas de nuestro país. La leyenda de 'El Joe' será recordada
por el gran legado musical que le dejó al mundo.
En sus inicios cantó en la agrupación 'Los Caporales del Magdalena'. En 1971 tuvo la oportunidad de
firmar para Discos Fuentes y fue reclutado por Julio Ernesto Estrada, el bajista, cantante, compositor
y productor de Fruko y sus Tesos, orquesta con la que alcanzó gran fama.
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COLPRENSA, BOGOTÁ
Viaje a las letras de Joe.
(Foto: Archivo/VANGUARDIA LIBERAL)
Martes 26 de Julio de 2011 - 08:29 AM
Viaje a las letras de Joe
Verdaderos poemas, confesiones íntimas y profundos testimonios sobre la raza negra se esconden
tras las letras de Joe Arroyo.
Romántico y erótico, poético y narrativo, disoluto y espiritual, festivo e introspectivo: así fue
Joe Arroyo, ese ídolo humano, demasiado humano, de la salsa.
Joe Arroyo llevó varias décadas soportando quebrantos cardiacos, pulmonares y renales, pagando el
precio de los excesos y tratando de sanar sus penas de amor, como todos los mortales.
Pero Joe es único, porque esos dolores nunca lo redujeron a la melancolía o al pesimismo. Su música
es una llama siempre viva y danzante, alimentada por su romanticismo, por el orgullo de ser
afrodescendiente, por el consuelo que le traen su fe en Dios y su amor por Colombia.
Sus canciones ¡Te vengo a buscar, oh Tania!‖ Joe Arroyo fue uno de los gigantes de la salsa
reclutado por Julio Ernesto Estrada, más conocido como Fruko y líder de la legendaria agrupación
‗Fruko y sus tesos‘. En 1974, Joe debutó como autor de letras musicales como „Tania‟, a la que
Fruko añadió un arreglo inspirado en los ritmos de Nueva Orleans, Brasil, el Caribe
colombiano y el Rock „n Roll.
Mauricio Silva, autor de ‗El Centurión de la Noche‘, el único estudio biográfico y musical escrito sobre
Joe Arroyo hasta la fecha, afirma que ‗Tania‘ se inspira ―en una mujer idealizada que Joe quería
encontrar después de dejar todo atrás‖. En esa época, Arroyo abandonó su Caribe natal para viajar a
Medellín, persiguiendo la gloria artística.
―Joe siempre dijo que si tenía una hija la llamaría Tania‖, cuenta Ley Martín, amigo de Arroyo. Según
Martin, Adela, esposa de Joe en aquel entonces, dio a luz a una niña mientras la canción empezaba a
oírse en toda Colombia. Pero Tania falleció en 2001, a los 26 años de edad.
“¡No le pegue a la negra!” En1986, „Rebelión‟ convirtió a Joe Arroyó en un artista
mundialmente célebre. La canción cuenta la historia de un esclavo africano que se rebela
contra su amo español al ver que éste tortura a su esposa. La letra se destaca por su carácter
narrativo.
―Joe dice que ‗Rebelión" no es una canción, sino un guión cinematográfico‖, sostiene Ley Martín. La
canción es tan famosa que, según el escritor Alberto Salcedo Ramos, Joe fue invitado a una cena de
gala durante una de sus giras en España. En la cena estaba presente un miembro de la realeza
española. El aristócrata le pidió a Joe que cantara ‗Rebelión‘ a capella.
Cuando cantó, Joe omitió el fragmento “un matrimonio africano / esclavos de un español / él
les daba muy mal trato...”, para no ofender a los presentes. El aristócrata, sin embargo, le hizo
saber a Joe que prefería la letra original.
―¡Tú eres bendito, Papá!‖Joe Arroyo es uno de esos grandes artistas que caminó sobre la cuerda floja
de los excesos. No sólo ha encontrado el equilibrio en la música, sino en la espiritualidad.
Prueba de lo anterior es la cumbia ‗A mi Dios todo le debo‘. ―Yo que nací en cuna pobre / oye Papá /
nunca me ha faltado nada /Desde muy niño luché / pa‘ conseguir la fama‖.
Además de sus adicciones, Joe se ha asomado varias veces al abismo a causa de su frágil
salud. Para Julio Ernesto Estrada, Fruko, esta canción es una muestra de agradecimiento al
Señor, tras haber superado un grave problema de tiroides.
Al componer ‗A mi Dios todo le debo‘, Joe Arroyó transformó un simple y alegre estribillo, de posible
origen haitiano, en un canto religioso que no tiene nada que envidiarle a los himnos del gospel. Esta
cumbia pertenece al álbum de 1988 ‗Fuego en mi mente‘.
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COLPRENSA, BOGOTÁ
Con gritos, palmas, cantos, pancartas y hasta carátulas de sus más recordados discos cientos de
seguidores del Joe, llegaron hasta la Catedral Metropolitana en Barranquilla donde se encuentran sus
restos mortales en cámara ardiente para darle un último adiós.
(Foto: Tomada de elheraldo.co/VANGUARDIA LIBERAL)
Miércoles 27 de Julio de 2011
Con música, gritos y pancartas Colombia
despide a Joe Arroyo
Al frente de la Catedral Metropolitana de Barranquilla se le rendió tributo con un concierto hacia las
1:00 p.m. Mientras tanto, cientos de seguidores del Joe, de todo el país, llegaron allí para darle un
último adiós. Sus restos mortales son enterrados en el cementerio Jardines de la Eternidad.
Familiares prevenientes de Cartagena ya se encuentran en la Catedral Metropolitana para
culminar las honras fúnebres de Joe Arroyo hacia las 3 de la tarde de este miércoles.
Con gritos, palmas, cantos, pancartas y hasta carátulas de sus más recordados discos cientos de
seguidores del Joe, llegan al templo católico donde se encuentran sus restos mortales en cámara
ardiente para darle un último adiós.
El sepelio fue confirmado por autoridades y familiares, la mañana de este miércoles, luego de que se
especulara sobre su aplazamiento hasta el jueves. El Arzobispo Jairo Jaramillo oficiará la Eucaristía
en el atrio de la Catedral.
Una vez finalice la celebración religiosa, el cortejo partirá hasta el cementerio Jardines de la
Eternidad, ubicado al norte de Barranquilla.
Previamente, desde la 1:00 de la tarde se le rendirá un homenaje musical en la tarima dispuesta para
la ocasión en la calle 53, frente a la Catedral. Allí se presentarán, además de la orquesta La Verdad -
fundanda por Arroyo- varios artistas amigos, entre los que se destacan Checo Acosta, Juan Piña,
Juan Carlos Coronel y Chelito De Castro.
Varios tráilers serán habilitados para que también acompañen el multitudinario sepelio.
Las autoridades confirmaron un completo dispositivo de seguridad para garantizar el normal
desarrollo del funeral del artista que contará con unos 300 efectivos de la Policía Nacional.
Consejo de seguridad
A primera hora de este miércoles se desarrolló en la Catedral Metropolitana un consejo de seguridad,
al que asistieron las autoridades del distrito, la Policía Nacional y familiares del artista. Dentro de las
decisiones adoptadas está el recorrido que llevará al Joe Arroyo hasta su última morada.
El cortejo fúnebre partirá desde la Catedral, tomará la calle 53 en contravía hasta la carrera 43, por
ésta subirá hasta la calle 93 buscando la carrera 46, para tomar la autopista a Puerto Colombia y
finalizar en el cementerio Jardines de la Eternidad.
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COLPRENSA, BOGOTÁ
Joe Arroyo,
LA REBELIÓN
GARY ERNESTO MARTÍNEZ G.
VOZ 3.08.2011
Conocida la muerte del Joe
se desplegó inmediatamente
un sentimiento colectivo de duelo
en la ciudad que él acogió como
su segundo hogar; resulta complicado
describir la vibra que se siente en
el ambiente.
La radio dio la primicia y los lagrimales
se activaron al son de una
de sus canciones, solo incomodaba
la estúpida pronunciación inglesa
que un “periodista cachaco” hacía
de su nombre artístico, decía el
“You”, ¡ahh!.
No di espera y me trasladé a la
clínica donde combatió infructuosamente
durante más de 15 días por
su vida. La vida de excesos le pasó
cuenta y de contera a nosotros los
caribeños.
El dolor se expresaba con canto y
baile, simulando al grande. Las cámaras
de los medios nacionales apostadas
ahí no podían, al igual que estas
líneas, describir –como ya lo he
dicho- lo que se respiraba en el ambiente.
A medida que transitaba por la
ciudad, en los buses, en las calles,
los cantores populares de a pie –con
sus grabadoras de pilas-, los carros
particulares, en la 72, en El Boliche
–ahí estuve un buen rato-, en cada
rincón de La Arenosa la voz del Joe
se sentía, “En Barranquilla me quedo”,
“Rebelión” y “Echao pa lante”
fueron unas de las canciones que más
sonaron en mi mente durante el día
que aún no culmina, sin que los vellos
de mis brazos y cuello dejaran
de erizarse.
Solo una reunión, afortunadamente
corta, interrumpió tal sensación colectiva
que me abrazaba.
El día empezó cálido, muy cálido,
el mediodía fue lúgubre, como si la
naturaleza quisiera llorar por su partida,
solo unas gotas de lágrima se
dejaron asomar como rehusándose a
mostrar su tristeza plena, el Sol llegó
para decir, no lo lloren que les ha
dejado su tesoro más valioso, la música,
la alegría.
Escuché que La Troja estaba
abierta y en el bus de camino a casa
me bajé y tremendo festín, llena
estaba, personas de todos los tipos
se encontraron para despedir al Joe
como se debe, cantando, bailando y
alegres.
Mientras grababa a Diego Morán
–el Tito Nieves de Barranquilla- y
tomaba una fría, el cantante invitaba
a despedir al Joe con las palmas fi nalizando con un “Joee, Joeee, Joee,
Joeee” “Joee, Joee, Joeee, Joeee”, los
pelos de los brazos se me pararon de
punta y los ojos aguarapaos y al mirar
accidentalmente los brazos del camarógrafo
callejero que estaba al lado,
vi que efectivamente la sensación
corporal era compartida, no solo era
yo quien expresaba dicha sensación,
que solo se ve cuando el Junior queda
campeón o se da el abrazo de año
nuevo a la madre y al padre, ahí, justo
en ese instante noté que Barranquilla
no ha muerto, el espíritu fraterno,
agradable, bacán, solidario, espontáneo,
generoso, alegre y rumbero está
intacto, la muerte de un grande lo desató
y de ¡qué manera!
El Joe murió y desató una verdadera
rebelión de sentimientos y
sensaciones contenidas, que mañana
al acompañarlo en su camino sepulcral,
se sentirá en su verdadero
fulgor.
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