I CURSO DE GESTIÓN TURÍSTICA UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA INVENTARIO DE RECURSOS DEL MUNICIPIO DE MONTORO INDICE Página 1. Presentación 2 2. Territorio y geografía 2.1. Localización 3 2.2. Superficie 4 2.3. Comunicaciones 6 2.4. Características físicas de la Sierra de Montoro 6 3. Historia y política 3.1. Prehistoria 10 3.2. Edad Antigua 11 3.3. Edad Media 13 3.4. Edad Moderna 14 3.5. Edad Contemporánea 17 3.6. Nombres que ha tenido el municipio de Montoro 19 4. Población, poblamiento y demografía 4.1. Poblamiento de la Sierra de Montoro 21 4.2. Población en Montoro y comparación con los municipios circundantes 25 5. Los sectores económicos 5.1. Introducción 28 1 5.2. El sector agrario 29 5.3. El sector cinegético 31 5.4. El sector forestal 35 5.5. El sector industrial 36 5.6. El sector servicios 38 6. Inventario de recursos 6.1. Recursos naturales 40 6.2. Recursos histórico−culturales 49 7. Aspectos generales de la gestión turística 7.1. Orientaciones del desarrollo turístico 56 7.2. La importancia de la formación 59 7.3. La diferenciación del producto turístico 60 8. Bibliografía 63 1. PRESENTACIÓN Al final de una Ingeniería Superior hay que realizar un Proyecto o Trabajo Profesional de Fin de Carrera. Yo elegí esto último y lo realicé sobre las Posibilidades de Turismo Rural en la Zona Centro Oriental de Córdoba. Tras este trabajo realicé otro posteriormente sobre la Mancomunidad del Alto Guadalquivir, en la que se incluye el municipio de Montoro, con el que gané el Primer premio de Estudios Turísticos de la M.A.G.. De ahí surgió mi decisión de realizar este trabajo, que es mucho más ambicioso que los anteriores. Durante el desarrollo del trabajo inicial, constaté que no hay un inventario serio y coherente sobre este municipio del que me enamoré perdidamente, y decidí hacer uno siguiendo parcialmente el modelo presentado por Crosby en alguno de sus trabajos. En estos momentos, y muy temporalmente, estoy viviendo en Bruselas por lo que me ha costado mucho poder acceder a la información que yo tenía preparada en Córdoba. Dada esta lejanía la bibliografía no está tan actualizada como quisiera, pero cuando se realiza un trabajo existe un momento en el que hay que parar y ese momento ha llegado. Espero seguir trabajando y avanzando en este tema, por lo que a mi vuelta a España intentaré recopilar toda la información correspondiente al municipio de Montoro publicada durante el 1997/1998. El trabajo empieza con una descripción del municipio de Montoro, del territorio y de la geografía. A continuación se incluye un capítulo dedicado a la historia y la política. Posteriormente, se intenta analizar la población, el poblamiento y la demografía. En el capítulo siguiente se realiza una breve descripción de los sectores económicos, a la que sigue un inventario de los recursos de la zona. Finalmente se intenta aplicar el material distribuido en el curso en el estudio realizado. 2. TERRITORIO Y GEOGRAFÍA 2 2.1. Localización El municipio de Montoro está situado en la zona oriental de la provincia de Córdoba, limítrofe con la provincia de Jaén y colindante con los municipios de Villa del Río, Bujalance, Pedro Abad, Adamuz y Cardeña. La superficie de este término municipal es de 581 km2 y su altitud sobre el nivel del mar 195 metros. Montoro está situado a 42 km de la capital de la provincia. Cardeña es un municipio de 511,8 km2 situado en el norte de la provincia de Córdoba. No hace más de cincuenta años, Cardeña era parte del término municipal de Montoro, separándose de éste en 1930. En la actualidad, parte del territorio de ambos municipios forma el Parque Natural de Cardeña−Montoro, cuyas características aparecen en el capítulo 6 de este trabajo. Como característica principal de Montoro hay que citar la importancia de su actividad agraria que ocupa el 63,4% de su población activa agraria. Montoro está situado entre los municipios mixtos del valle del Guadalquivir, al encontrarse repartido su territorio entre la sierra y la campiña. Sin embargo, la mayor parte de éste se encuentra situado en la Sierra Morena participando de las características específicas de ésta. Administrativamente, Montoro pertenece a dos agrupaciones de municipios: la Mancomunidad de Municipios del Alto Guadalquivir (M.A.G.) y la Mancomunidad de Municipios de la Sierra Centro−Oriental de Córdoba (M.S.C.O.). La M.A.G. está formada por los municipios de Adamuz, Bujalance, Cañete de las Torres, El Carpio, Montoro, Pedro Abad, Villa del Río y Villafranca. Ocupa una superficie de 1297,3 km2 y se distribuye ocupando dos superficies geométricas distintas: el valle y la sierra. El sistema de asentamientos de la M.A.G., dada su escasa dinámica permanece inalterado desde tiempos históricos. La M.S.C.O. está formada por los municipios de Adamuz, Montoro, Obejo y Villaviciosa de Córdoba. Ocupa una superficie de 1.594,7 km2 distribuyéndose mayoritariamente en la sierra, aunque el sur de esta Mancomunidad se sitúa en el valle del Guadalquivir. Hace un par de años y para lograr la concesión de la Iniciativa Comunitaria Leader II, esta Mancomunidad se ha unido a los municipios de Espiel, Hornachuelos, Villanueva y Villaharta, formando la denominada Sierra Morena Cordobesa, (S.M.C.) de 3.169,2 km2 de superficie. Características muy generales de estos ocho municipios son: * escasa articulación inter/intrarregional, * una riqueza excepcional de recursos naturales, *un patrimonio tradicional abandonado y deteriorado, * una situación excepcional, * un sistema de asentamientos consolidados, equilibrados e independientes entre sí, y * una captación privilegiada de recursos hídricos. Al hallarse situado Montoro en la zona descrita se sobreentiende que las características del mismo son muy similares a las de los municipios circundantes, sin embargo, Montoro posee unas especiales condiciones que le hacen sobresalir frente a los pueblos circundantes, por ejemplo, es cabeza judicial convirtiéndose en foco succionador de desplazamientos intracomarcales. Además de su situación a pie de autovía, existen numerosas carreteras que lo comunican con el exterior. La sede de la M.A.G. también se localiza en esta ciudad, así como la que hasta hace un año ha sido la única Oficina de Turismo de esta Mancomunidad, (recientemente se inauguró una en Bujalance). En el capítulo 5 se analizan algunas de las características específicas de la economía de la zona, situándose a Montoro en la cabecera en cuanto a ratios económicos se refiere. Finalmente, y como un dato más, hay que señalar la reciente creación de un segundo polígono industrial en el 3 municipio, cuyas parcelas han sido ya adjudicadas. 2.2. Superficie En el cuadro N°1 aparecen las superficies de los municipios entre los que se ubica Montoro. Montoro es el municipio de mayores dimensiones de la M.A.G., en el que el tamaño medio de los municipios que la integran es de 161,6 km2. La superficie de los municipios campiñenses es sensiblemente inferior a la de los serranos, (la media de la superficie de Adamuz, Montoro y Villafranca es superior a la media de los otros cinco municipios campiñenses). CUADRO N°1 SUPERFICIE DE MUNICIPIOS CORDOBESES QUE RODEAN A MONTORO Adamuz* Cañete de las Torres Montoro* Villafranca Espiel Obejo Villanueva del Rey Cardeña*** km2 331,1 104,2 581 64,1 441,4 214,6 215,7 511,8 Bujalance El Carpio Pedro Abad Villa del Río Hornachuelos Villaharta Villaviciosa km2 125,3 41,9 23,8 21,7 905,5 11,9 468 Fuente: Los pueblos de Córdoba * Estos municipios pertenecen a ambas Mancomunidades. ** Los ocho municipios situados en la parte superior del cuadro representan a la M.A.G. y los seis restantes a la S.M.C.. *** Municipio situado en el norte de la provincia. Comparando al municipio de Montoro con los integrantes de la S.M.C. se observa que el tamaño medio de éstos es de 396,& Montoro es el municipio de mayores dimensiones de la M.A.G., en el que el tamaño medio de los municipios que la integran es de 396,1 km2, (superior al de la M.A.G.), encontrándose Montoro en el segundo puesto en esta clasificación por tamaño. Entre las causas históricas que han provocado la mayor dimensión de los municipios serranos hay que citar la menor productividad de la tierra y la mayor dificultad en conseguir productos alimenticios y de movimiento en un espacio especialmente inhóspito en el que se desarrollan agriculturas de subsistencia. 2.3. Comunicaciones La ciudad de Montoro se halla situada en las inmediaciones de la Autovía N−IV, estando atravesado el término municipal en dirección este−oeste por dicha carretera. Además, Montoro está comunicado con los pueblos continuos tal como aparece en el cuadro siguiente. 4 CUADRO N° 2 CARRETERAS QUE COMUNICAN A MONTORO CON LOS PUEBLOS CIRCUNDANTES Montoro Adamuz CP − 414 Bujalance CP − 290 Cardeña CP − 510 Pedro Abad AU Villa del Río AU / CP Fuente: mapa de Diputación Provincial de Córdoba AU: autopista, CP: Carretera Provincial, 2.4. Características físicas de la Sierra de Montoro Paisaje El municipio de Montoro se distribuye entre dos unidades geomorfológicas diferentes: la sierra y campiña, estableciéndose la separación física entre ambas por el río Guadalquivir. El trabajo realizado por la Consejería de Obras Públicas ordena en tres zonas la Sierra de Montoro: * Zona del Parque Natural de especial protección ambiental, ecológica y paisajística de Yeguas − Cardeña. * Zona de transformación de ámbitos con aptitud de desarrollo de urbanización residencial en el olivar serrano de Montoro. * Zona forestal de protección de la función productiva maderera y área de captación de embalses del Arenoso. En la práctica estas tres zonas se hallan solapadas entre sí, las características principales de este territorio no se describen a continuación pero la mayor parte de ellas está recogida en el Inventario de recursos del capítulo 5. La Sierra de Montoro ha tenido siempre un uso de ocio y reposo, como consecuencia de la benignidad de su clima, de la riqueza cinegética de la misma y de la facilidad de acceso a ella desde los principales núcleos urbanos. Tal como aparece en el capítulo 5, el aprovechamiento cinegético es tan antiguo como la propia historia de Montoro, la calidad de los cotos de caza y su reconocimiento a nivel europeo convierten a su sierra en foco principal de monterías todos los años. En cuestión de ocio, en la Sierra de Montoro, existen numerosas viviendas vacacionales o de fin de semana, que son ocupadas estacionalmente por sus propietarios y que en algunos casos se hallan vigiladas por los guardas. Sus propietarios en muchos casos son gente de Córdoba, Madrid o Montoro que las tienen como segunda residencia. Geografía La Sierra de Montoro se sitúa al sur del batolito de los Pedroches, participando en gran parte de las características de éste, ya que la configuración inicial ha sido modificada por intrusiones geológicas posteriores, siendo los conglomerados cuarcíticos y las areniscas rojas los elementos principales. En la actualidad, el paisaje granítico del norte de la Sierra de Montoro se halla muy alterado por los agentes metereológicos produciéndose un paisaje sumamente abrupto y agreste, con sumas pendientes, cortados y barranqueras. En la zona meridional, el paisaje se transforma fruto de los diferentes materiales geológicos: conglomerados de cuarcitas y areniscas rojas, que proporcionan el tan característico color rojo al suelo del olivar de Montoro. 5 En el norte de la sierra, la zona en contacto con el batolito de los Pedroches en las que la dehesa es el principal aprovechamiento, el bosque claro de encinas asociado a los pastos y recursos forrajeros ha permitido el desarrollo de la ganadería extensiva, al igual que en otras zonas serranas. Estas zonas de dehesas se continúan hacia el norte en el municipio de Cardeña. Clima El clima se caracteriza como mediterráneo con tendencia a la continentalidad, con exceso de agua en invierno y de carácter mesotérmico. Las diferencias de altitud en la Sierra de Montoro provocan importantes variaciones acusadas en parámetros como las precipitaciones y las temperaturas mínimas durante el invierno. Térmicamente, las zonas más elevadas presentan un descenso invernal de la temperatura mucho más acusado que en la zona meridional. Además el valor medio de las precipitaciones en el núcleo urbano y en las primeras laderas de la Sierra se sitúa entre los 600 y 800 milímetros, mientras que estos valores disminuyen progresivamente hacia el norte de la sierra hasta situarse en tono a los 400 y 600 milímetros. La temperatura media mensual oscila alrededor de los 17,4° C, (valor muy similar a la media de Córdoba capital que es de 18° C). La altitud, tal como se ha indicado antes, es un elemento muy importante en la explicación de las temperaturas y precipitaciones en este área serrana; en este sentido la experiencia particular mía en cuanto a valores plubiométricos me indican que en la finca de La Colorada, situada en el centro−sur del municipio, las precipitaciones son unos 100 − 150 litros inferiores a las recogidas en la finca de Los Rasos en el norte del municipio. Aprovechamientos En todo el norte de la sierra, el aprovechamiento forestal tiene una especial importancia, las características relativas a las repoblaciones forestales están recogidas en el capítulo 5. Sin embargo, en este apartado y para poder describir el territorio de la Sierra de Montoro, hay que realizar unas breves reflexiones sobre las políticas que sobre forestación se han aplicado hasta ahora. La zona forestal, que se establece dentro de la ordenación realizada en Comarca y Ordenación Territorial , se continúa hacia el oeste con el municipio de Adamuz, el cual posee unas características serranas muy similares a las de Montoro. La repoblación forestal fue realizada por el antiguo Patrimonio Forestal del Estado, para ser llevada a cabo más tarde por el ICONA directamente o mediante consorcios, utilizando coníferas y eucaliptos. Los conceptos en los que se basaron las repoblaciones no tuvieron en cuenta las características de las zonas en las que se desarrollaba, utilizaron especies no autóctonas perjudicando el desarrollo natural de la vegetación, desencadenando importantes procesos erosivos al tiempo que producían un bajo valor productivo. En el sur de la sierra, es la explotación olivarera el principal aprovechamiento y elemento del paisaje, formando una típica estampa de zonas agrarias marginales andaluzas: los olivares de sierra, en donde no es posible otro cultivo. La implantación del olivar, siglos atrás, produjo la desaparición del bosque mediterráneo original, favoreciendo la fijación de la población rural al terreno. Se pueden citar como fincas del municipio de Montoro que pertenecen al Parque Natural a Los Rasos, El Chaparral o La Onza, todas ellas con una superficie mayor a las 1.000 hectáreas. Mientras, en las inmediaciones del pueblo, el tamaño de las fincas es manifiestamente inferior. De forma general para toda la Sierra Morena, Rivera Mateos propone la diversificación de rentas para conseguir unos mejores resultados económicos. Entre las actividades que propone, además de la cinegética, la forestal y la ganadera, están la recogida de níscalos y espárragos, la apicultura y la recolección de plantas silvestres con fines medicinales. 6 3. HISTORIA Y POLÍTICA 3.1. Prehistoria No se sabe con seguridad en que época llegaron a Montoro sus primeros pobladores. A este respecto numerosas publicaciones consideran que, si bien no existen pruebas fehacientes, en la época neolítica ya debían existir tribus diseminadas por la Sierra Morena cordobesa, concretamente en el municipio de Montoro. Maria Dolores Asquerino cita como causas principales que han provocado la desaparición de materiales que prueban la presencia de vida humana en esta época a las obras públicas de infraestructura, la extracción de gravas y arenas destinadas a la construcción, las labores agrícolas y el remodelamiento del río Guadalquivir desde antes del Cuaternario. Juan Bernier apunta que las cuevas que ocupan las estribaciones de Sierra Morena debieron estar habitadas en el Musteriense, hace ya 50.000 años , en pleno Paleolítico Medio. Sin embargo, este autor no da pruebas que corroboren esta teoría. Es en el Cerrillo del Moro, donde se encuentra el Depósito de Agua, el lugar en el que se han hallado el conjunto de hachas neolíticas más antiguas, dato este que apunta la existencia de una remota comunidad neolítica situada en alguna de las cuevas de esta zona serrana. En este sentido se pronuncia también María Dolores Asquerino, quien justifica la presencia de población humana en la zona, por motivos económicos. Estudios posteriores permiten afirmar a Martín de la Cruz la presencia humana en la zona, achacable principalmente a los recursos serranos y de campiña, y a la situación que permitía el control de los vados del río así como de los caminos naturales hacia la Sierra, de donde provenía sin duda el mineral que ocasionalmente se fundía en Llanete de los Moros como atestiguan algunos, muy escasos, restos de escorias. Restos de cerámica encontrados en el Llanete de los Moros permiten afirmar a Rodriguez Neila, J.F. que ya existía una población estable en la zona en la época eneolítica. Este mismo autor la sitúa en los siglos VIII−VII antes de Cristo. En el año 1932 Manuel Criado Hoyo afirmaba que, con seguridad sólo se ha podido afirmar que los Túrdulos de la Beturia son los primeros habitantes de Montoro, la más que probable existencia anterior de alguna civilización en la zona era hasta ese momento desconocida, llegando a la conclusión de que si Montoro no fue fundado por los griegos, es indudable que se establecieron en la ciudad, le dieron el nombre de Epora y desarrollaron en ella su civilización. 3.2. Edad Antigua Según Rodriguez Neila, restos de cerámica bruñida encontrados en la ciudad de Montoro hacen creer en la existencia del poblado prerromano en Montoro quizás hacia el S. VIII a de C.. Este mismo autor narra que fueron los cartagineses los que tras expulsar a los fenicios ocuparon toda la península, llegando lógicamente a la ciudad de Montoro. Pocos años después son los romanos los que se hacen con el dominio de este territorio, proclamando a España como provincia romana. En la ciudad de Epora, tras la conquista romana, la población que anteriormente ocupaba el Llanete de los Moros se establece en el territorio circundado por el meandro que describe el Guadalquivir. Melchor Gil, Enrique confirma la ubicación de Epora en la población de Montoro por la epigrafía que aparece en Municipium Eporensis, Res publica Eporensis, (Corpus de inscripciones latinas II, 2156, 2163). 7 Además cita a Plinio, (Naturalis Historia III, 10), por quien sabemos que Epora fue integrada en el Conventurs Cordubensis. Epora obtuvo el estatuto de civitas foederata adquirido tras la firma de un foedus o tratado de alianza con Roma, probablemente durante las campañas de Escipión contra los cartagineses. En la Bética, (una de las tres provincias romanas en España), sólo existían tres civitates foederatae: Gades, Malaca y Epora, lo que nos da a entender la importancia que este rango posee. Este rango fue obtenido por un decidido apoyo de Epora a los romanos en su lucha contra los cartagineses. Según Rodriguez Neila, J.F. el foedus consistía en un tratado de alianza que se firmaba entre dos poderes independientes, el gobierno y el pueblo de Roma, y una comunidad indígena que no hubiera opuesto resistencia y se hubiera entregado sin condiciones . Eran muy numerosos los beneficios que Roma proporcionaba a las ciudades que ostentaban esta categoría, entre los que hay que destacar el notable grado de iniciativa, aunque cuando sus intereses estaban en juego no dudaba en intervenir, saltando por encima de todas las barreras . Probablemente fue en la época de Augusto en la que Epora cambió su estatuto al de municipio, integrándose de esta manera, en la superestructura política de comunidades con diferentes condiciones administrativas que configuran el estado romano. Los documentos de los que se disponía en el año 1992 no permiten, en opinión de Rodríguez Neila, J.F. establecer en que momento sucedió esta transformación administrativa. El territorio de Epora alcanzaría gran extensión por Sierra Morena. La economía de la Epora romana debió girar en tono a la agricultura olivarera del valle y a la minería/ganadería en la zona serrana. Existen numerosos restos de la época romana, entre los que hay que citar dos estatuas de grandes dimensiones que en la actualidad se hallan expuestas en el Museo Arqueológico de Montoro. Epora estaba comunicada por tierra a través de dos calzadas romanas: la vía Augusta y la vía Epora−Solia. La vía Augusta surcaba el valle del Guadalquivir desde Castulo (Linares) hasta Gades (Cádiz), cruzando el territorio de Montoro de este a oeste. El nombre de esta vía se debe al emperador romano Augusto, que hizo la primera planificación seria de este trayecto. Vestigios de esta vía quedan en las inmediaciones del cementerio de Montoro. En las calzadas había para descanso y comodidad de los pasajeros, cada seis u ocho leguas, casa de posta que servían para comer, pasar la noche y para los relevos de los carruajes. Existían dos categorías diferentes de casas de postas: las Mutaciones, (para veinte caballos), y las Mansiones, (para cuarenta caballos máximo). Epora era la primera mansión del camino de Córdoba a Cástulo, estando situada a 28.000 pasos de la primera, que componen 38 millas o 9 leguas castellanas. La Vía Epora−Solia, (El Guijo), era una vía de segunda categoría que enlazaba dos territorios limítrofes, aunque en última instancia comunicaba a Epora con las vías Corduba−Sisapo (Almadén) y Corduba−Toletum. Existen restos de esta vía en perfecto estado en Las Casillas, coordenadas 38°3'28 y 4°26'54. 3.3. Edad Media Desde la caída del Imperio Romano hasta la época musulmana no se conoce con certeza lo sucedido en Montoro. Criado Hoyos argumenta que en la época de los bárbaros y al igual que el resto de la Bética, Montoro debió de sufrir su invasión, pudiendo sobrevivir a la destrucción generalizada. De la etapa visigoda de la ciudad no se conoce nada, quedando tan sólo restos de algunas inscripciones. Referencias a Montoro aparecen en la Descripción anónima de al−Andalus, en la que aparece como lugar donde se producía cristal de roca. 8 Desde la primera conquista cristiana de Montoro en 1149 por Alfonso VII es bien conocida su historia. La ciudad fue entregada a Nuño Pérez, que la mantuvo en su poder hasta 1155 o 1158. Duy Díaz de Anguas, maestre de Calatrava, la recuperó en 1209 para perderla poco después. En 1240 la conquistó definitivamente Fernando III, quien la entregó al Concejo de Córdoba en 1245. Así permaneció Montoro como pueblo dependiente del término de Córdoba hasta el siglo XVII, a excepción de un breve período en el que estuvo integrada en los señoríos de la Casa de Montemayor. Es tras la reconquista de Montoro, por parte del también llamado San Fernando, cuando se reedifica en el Cerro de la Muela el Castillo de la Cava o Castillo de la Julia. En estos siglos, los términos parroquiales de Montoro son muy amplios, ya que lindaban con los de Pedroche por el norte, el obispado de Jaén por el este y por el sur su territorio traspasaba el Guadalquivir por el hermanamiento de Pajares. Tras la conquista de Málaga en el año 1487, Montoro tuvo ocasión de albergar a las infantas Doña María y Doña Catalina, hijas de los Reyes Católicos mientras sus padres proseguían en sus labores del Reino. Montoro contribuye activamente en las labores de la Reconquista, muestra de ello es la construcción de su famoso puente sobre el Guadalquivir en los últimos años del siglo XV. Comenzó mediante una petición dirigida al Concejo de Córdoba en enero de 1498: tres meses más tarde, la obra rematada en almoneda pública, había sido ya encargada al cantero montoreño Pedro Fernández, quien se comprometió a efectuarla por un millón de maravedíes y en el plazo de cuatro años. 3.4. Edad moderna Esta época es mucho mejor conocida que las etapas anteriores, numerosos son los restos documentales que existen, entre ellos hay que hacer mención a la documentación que existe en el Archivo Municipal de Montoro, situado actualmente en la Casa de Cultura. Existen 641 cajas correspondientes a los siglos XVI − XIX, concretamente 1291 legajos y 983 libros. Entre la documentación correspondiente a los siglos XVI y XIX hay que destacar una colección de documentos ilustrados con miniaturas y grabados coloreados que se conservan en el Archivo del Excmo. Ayuntamiento de Montoro. Esta serie contiene siete documentos que representan los privilegios que la realeza ha otorgado a la ciudad de Montoro a lo largo de tres siglos. También hay que citar los más de 70 expedientes que, hasta 1991, se han catalogado relativos a Montoro en la Chancillería de Granada. Dichos documentos pertenecen al período de años existente entre 1496 y 1826. En la Edad Contemporánea la ciudad de Montoro participa activamente en diversas contiendas nacionales, como son la invasión del ejército español en Portugal en 1580, el bloqueo de Gibraltar, o la guerra peninsular tras la sublevación de Cataluña y Valencia en favor del archiduque Carlos de Austria en 1710. Durante estos tres siglos la jurisdición de Montoro va a estar sometida a una serie de vicisitudes. A comienzos del Siglo XVI, Córdoba tutela judicialmente a la ciudad de Montoro, lo que se materializa en un fuerte control ejercido desde la capital. Entonces la ciudad acude al rey Felipe IV para conseguir la libertad de su régimen anterior, haciéndose Villa, lo que consigue en el año 1.633 a cambio de treinta millones de maravedíes. Para sufragar el pago de la deuda se venden dos dehesas pertenecientes al término. Sin embargo en 1658, por orden del rey Felipe IV y para subsanar problemas económicos, la villa pasa a la jurisdición señorial de Luis Méndez de Haro, provocando de esta manera la indignación de los vecinos de Montoro. Durante el siglo XVI la población de Montoro sufre oscilaciones, en una primera etapa crece, incrementándose el número de habitantes con gran espectacularidad durante los años 1530−1580, para disminuir considerablemente a finales de siglo por tres grandes epidemias que azotan la ciudad, y que 9 continúan en el siglo siguiente. Los datos correspondientes al número de habitantes en el período 1530−1841 aparecen en el cuadro n°3 . CUADRO N° 3 EVOLUCIÓN DEL NÚMERO DE HABITANTES EN MONTORO EN EL PERÍODO 1530 − 1595 Año N° habs 1530 2940 1561 4132 1571 2400 1584 4704 1587 4300 1591 5076 1595 4992 Fuente: Montoro en el Siglo de las Luces. Pág. 89. No existen datos conocidos en el período 1596−1693. 1694 es un año de fuerte sequía en Montoro, lo que se traduce en una disminución drástica de la población. A partir de este año la población crece de forma continua hasta finales del Siglo XVIII, tal como aparece en el cuadro n°4. CUADRO N° 4 EVOLUCIÓN DEL NÚMERO DE HABITANTES EN MONTORO EN EL PERÍODO 1694 − 1841 Año 1694 1718 1749 1750 1768 1772 1775 1779 1781 10