La historia continuó - Diseño y Decoración en la Argentina

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Saberes / Eugenio Aguirre
TEXTO : SOL DELLEPIANEA .
FOTOS : EMMA LIVINGSTON Y GENTILEZA E . AGUIRRE
La historia
continuó
“Presumiblemente, es casi un
hecho, la historia continuará”.
Más empresario, más analítico, más golpeado –asegura–, más asentado, más padre de familia, probablemente bastante más sabio. Así se muestra hoy Eugenio, que ya no está en un
taller sino en una empresa, ya no en la ciudad sino en el suburbio (requiere otras dimenCon estas palabras se cerraba un
siones) y ya no es dueño de una marca sino de tres. Si hubiera que resumir en un solo conclásico de D&D como es Al estilo
cepto el proceso que parece haber atravesado en estos ocho años desde la nota anterior,
de cuando, hace un buen tiempo
habría que hablar de profesionalización.
ya, se narraban en clave
“En ese momento yo tenía un tallercito muy artesanal, poco ordenado, y me demandaba
cinematográfica los pasos de
mucho tiempo gerenciar mucha cosa que no tenía que ver con el diseño y la experimentaEugenio Aguirre en el diseño hasta
ción. Lo que hice desde la empresa fue profesionalizarla, ordenarla, crear áreas, contratar
ese momento: el descubrimiento de gerentes, gente que sabe más que yo en esos temas: yo soy bachiller, he tenido que correrla vocación, los experimentos, los
me en cosas que no hago bien. Fue un cambio drástico que me permitió enfocarme en el
producto y crecer”, explica.
primeros modelos, los hallazgos,
Lo del crecimiento es un dato objetivo. Empezando por
las pruebas truncas, el abrirse paso,
el final, Eugenio Aguirre acaba de instalar su cenlos viajes, una versión preliminar
tro de operaciones en San Martín. La infraesdel éxito. La profecía resultó
tructura habla de una empresa que se
certera, la historia continuó y
mueve, y mucho. Son cerca de 50 las pervuelven a sobrar motivos para
sonas que trabajan ahí todos los días, y
prender las luces sobre el
eso porque la producción propiamente
protagonista de aquella
dicha se realiza afuera. “Lo que tenepelícula temprana.
mos acá es un taller de desarrollo, la
fabricación la hacen distintos proveedores, si no seríamos 300 y estaría volviéndome loco como antes”, describe el dueño de
casa mientras se disculpa por los rastros de la mudanza reciente y apura un mate. Lo que
funciona en este nuevo bunker son las oficinas –con equipos de desarrollo de proveedores,
producto, imagen y demás–, pero también lo que él denomina “una escuela de oficios, donde
instruimos a los artesanos que después trabajan de acuerdo a eso”. Es que sus muebles siempre se caracterizaron por la innovación en la aplicación de los materiales, por las terminaciones
Saberes / Eugenio Aguirre
y detalles de manufactura que hacen comprensible que, más allá de saberes previos,
sea necesario instruir a quienes van a producirlos. A esta altura Aguirre tiene muy
claro lo que precisa y lo que puede encontrar en plaza: “El requerimiento es ser una
persona muy hábil con las manos y tener ganas de trabajar. No vamos a conseguir
gente con background en lo que hacemos”, afirma sin dudar.
Gaucho net
Delegar, cuenta el diseñador, fue sentar las condiciones para que su emprendimiento iniciara una era nueva. Una
fase caracterizada por la creación de dos nuevas marcas, que combinan su apellido –con su peso específico– y la
referencia a lo natural. Naturaleza Aguirre/Campo existe desde hace cerca de dos años. En su génesis hay una búsqueda personal de Eugenio de reconexión con las aficiones que lo acercaron a esta profesión. “Se dio por tener
espacio en mi cabeza para enfocarme en la parte de diseño. Así fue madurando la idea de volcarme a mis orígenes, a cuando yo empecé, a esos muebles con una estética más pura. Y se fue armando esta posibilidad de hacer
cosas en la misma línea de diseño que tiene Eugenio Aguirre, pero con un concepto más básico, más esencial en los materiales”.
En efecto, con el tiempo la etiqueta con su nombre había ido virando desde una cierta rusticidad hacia una imagen urbana y sofisticada aunque con ese dejo autóctono que aportan la madera y el
cuero, sus materiales más característicos. Al empezar a redondear el tema, Aguirre descubrió que si bien el imaginario del
campo es muy poderoso en estas pampas, no existe un solo estilo
asociado al concepto. Y el desafío de proponer una línea de muebles
que asumiera la representación de la idea de lo rural, lo cautivó.
Eso es lo que hace desde el exitosísimo local en Norcenter que ofrece diseños algo más depurados en los mismos materiales de siempre, pero con otros tratamientos, otros lustres. “Cuando yo empecé
con esto trabajaba con semillas, con insectos, metía la naturaleza en el producto. Entonces después de los años y con una
vuelta de rosca, esto se transformó en un concepto casi naturalmente.
No es ni el rancho ni la casa de country, es una visión contemporánea de lo que considero que tiene
que ver con esta cultura”, define Eugenio con eficacia. Su línea Campo es un verdadero regreso a las
fuentes: al que él mismo era en los orígenes, a formas más esenciales y afines a la naturaleza, y también a uno de
los leit-motivs de la argentinidad, lo cual aporta una potencia simbólica que indudablemente favorece a la marca.
Soñar con el mar
La marca Naturaleza Aguirre/Mar significó un nuevo estadio y, como su hermana apenas mayor, también es un
hallazgo de marketing, porque lejos de cubrir exclusivamente las necesidades de equipamiento de casas en la
playa, se apropia de las connotaciones de ocio y placer que enciarra lo marítimo, pasando a englobar una serie de
situaciones y un look descontracturado, fresco y agradable que puede ser deseable para espacios en los paisajes
más diversos.
“Es una línea más relajada y con tratamientos de materiales que no hay en el mercado; en realidad la idea se fue
armando a partir del desarrollo con maderas en tonos arena”, desentraña Eugenio. La serie se completó con sofás
con fundas en vez de tapizados rígidos, colores claros y complementos simples, “algo que te remite más a un estilo de vida que a un lugar geográfico”, en palabras de su creador. “Son materiales
muy naturales y puros que uno está acostumbrado a ver en el Puerto de Frutos,
por ejemplo, pero a los que me gusta darles una vuelta de rosca: mimbres, sogas,
papeles de arroz, raffia, rattan”, completa Aguirre, que vende esta línea desde un local
en las Terrazas del Buenos Aires Design y próximamente también en un showroom
en Punta del Este –una arena más que pertinente para el sello–.
Más allá de la cosa experimental que siempre ha fascinado a Eugenio, que ha abierto nuevos rumbos a su producción y que según él constituye “el ADN de las tres
marcas”, no es casual que la cosa haya fluido en dirección al mar. Es como la coherente puesta en imágenes de una tendencia del propio Aguirre hacia una vida más
conectada con lo hedonista, en lo que termina siendo un círculo virtuoso que alimenta la creatividad. “Esto de encontrar los equipos que funcionan y lograr que las
Las telas
Vuelta de tuerca es uno
de los conceptos
preferidos del diseñador.
Y, lo que ha hecho con
terminaciones y
acabados en madera,
cuero y otros materiales
típicos de sus
muebles, también lo
viene desarrollando a
nivel textil: “Hace unos
cuatros años arranqué
con la idea de
mostrar telas de manera
distinta, telas enceradas
–siempre me fascinó el
tratamiento que tienen
las camperas Barbour–,
telas laqueadas. Todo
este tiempo hicimos
pruebas y recién ahora lo
estoy logrando”.
Un repertorio de géneros
que no se ajustaba a la
imagen urbana y
sofisticada de la marca
Eugenio Aguirre, pero
que sí es bien aplicable
en las líneas de
Campo y Mar.
cosas no dependan tanto de uno, me permite usar mi tiempo de la manera que más me conviene, que también tiene que ver con el hecho de que ahora tengo hijos y me interesa disfrutarlos. Además ese tiempo que
por ahí no estoy enfrascado en el trabajo igual me sirve para eso, porque tengo la cabeza limpia y clara para
seguir sembrando ideas. Las dos marcas nuevas no hubiesen sido posibles si no hubiera tenido ese espacio
mental”, dice convencido. “Yo era más de Sur, de río y lago frío, pero a Solana mi mujer le encanta el mar y
me lo mostró en versión Caribe. Estando en Saint Barth empecé a soñar con retirarme y vivir en un lugar
con un clima privilegiado. El mar se volvió recurrente”, agrega.
Cosechar y seguir sembrando
Al margen de la novedad que supone la diversificación en estas nuevas líneas, la compañía está cosechando
el fruto de su permanencia. Dentro del país, puede verse muebles de EA en los departamentos y casas más
espectaculares, entre reliquias de estilo, piezas de las mejores firmas de diseño contemporáneo europeo y
fabulosas colecciones de arte. Además de esa demanda particular, la empresa produce en la escala necesaria
para abastecer todo tipo de emprendimientos comerciales, como los proliferantes hoteles boutique.
Habiendo salido, también, al mercado global, la compañía se fue adaptando a sus vaivenes y alternativas. En
un momento llegó a exportar enormes volúmenes a numerosos países y aunque la crisis mundial achicó la
planilla de clientes foráneos, quedaron distribuidores en Costa Rica, Chile, New York y Oslo, que no es poco.
De cualquier manera el mayor logro internacional no se mide en términos cuantitativos sino cualitativos.
Aguirre destaca la relevancia que tuvo un proyecto en que desarrolló producto para un emprendimiento en
Wall Street de la cadena Cipriani, un trabajo que le llevó un año y medio y resultó sumamente exitoso, “no
solo a nivel comercial sino en general, por el desafío que significó competir con firmas italianas, ganar la licitación y ver que nuestras terminaciones y mano de obra eran valoradas a ese nivel”.
En el recorrido se ven muchos más logros que fracasos, y sin embargo Eugenio no deja de nombrarlos: “Sufrí
bastante con los golpes, quedaron secuelas, desgaste emocional, stress, frustraciones, y quiero que no se
borren para no cometer los mismos errores. Guardo todo eso en un lugar que me sirve”, profiere desde un
lugar de humildad. Pero no se le oculta que el camino recorrido ha sido prolífico. Sin demasiada ansiedad,
queriendo continuar aguzando su intuición y capitalizar tanta experiencia, vislumbra un futuro de expansión… y mucho mar. El tema no le quita el sueño porque, más que el resultado, le interesa la búsqueda (está
en su naturaleza). Una vez más, la historia continuará.
Versalles,
próxima estación
No conforme con sus
lanzamientos recientes, el
inquieto Eugenio Aguirre
acaricia un nuevo proyecto.
Su cuarta línea combinará su
aprecio por el buen mueble
francés con ese modo peculiar
con que él trata a las maderas
y los materiales en general.
“Estoy seleccionando piezas
muy específicas de este estilo
que además tiene que ver
tanto con nosotros, para darles una impronta contemporánea, respetando muchísimo
esa época increíble. Un poco
lo que hizo Bustillo en su
momento”, explica Aguirre,
que está en plena etapa de
recopilación de documentos
sobre el mobiliario de la corte
borbónica e imagina que,
para fines del año próximo,
tendrá montado su
pequeño Versailles.
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