Una casa en Paraisópolis Economía, proximidad del local de

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Una casa en Paraisópolis
Economía, proximidad del local de
trabajo, poca burocracia para adquirir un
inmueble y la exención de impuestos.
Esos son los motivos que llevan, cada día
más, a los brasileños a comprar casas en
las "favelas", como se conoce a los barrios
más pobres en Brasil.
El negocio, cerrado con un sencillo
apretón de manos, está causando el
aumento del mercado inmobiliario en las
favelas brasileñas y cambiando el perfil de
esas pequeñas sociedades urbanas.
Un ejemplo es la favela de "Paraisópolis",
la mayor de San Pablo. Son 30 mil
habitantes, según el censo oficial realizado hace dos años, pero para la asociación local de vecinos el
número supera los 60 mil.
Ciudad en la ciudad
La favela de Paraisópolis es como una pequeña ciudad dentro de la región metropolitana de San Pablo.
Enclavada en el elegante barrio de Morumbí, lleno de urbanizaciones cerradas y grandes mansiones, sólo
se necesita girar una esquina para ver el drástico cambio de paisaje. Son calles y callejones con pequeñas
construcciones, muchas no acabadas, otras ganando grandes extensiones, y mucha gente en las calles.
Normalmente, las casas de las favelas son de madera, pero en Paraisópolis son de mampuesto y
cemento. Todavía existen muchas aguas negras por las calles.
En medio de la inmensidad de gente que hace compras en los mercados de los sábados, los carteles de
"se vende" llaman la atención de los viandantes.
Pertenecen a la inmobiliaria de Helena Santos, la agente oficial de la favela hace 17 años. Ella confirma el
cambio de perfil de las personas interesadas en comprar una casa en Paraisópolis.
"No se puede definir de que clase social son", afirma Helena. "Pero llegan de los mejores barrios de la
ciudad para vivir aquí. Compran casas de todos los precios y pagan al contado. Ayer, como ejemplo, un
técnico de emisora de radio me telefoneó interesado en hacer un negocio."
La agente afirma que hasta hace poco tiempo, las casas en Paraisópolis costaban entre 8 y 15 mil reales
(4.000 y 7.000 dólares aproximadamente). Ahora, están entre 20 y 70 mil.
Casa propia
Una típica casa en Paraisópolis tiene sala, cocina, cuarto de baño y lavadero, con y sin garaje.
Normalmente, los compradores construyen un piso más, y así llega a tener unos 100 metros cuadrados.
Una casa en este estilo puede llegar a costar 40 mil reales.
Recientemente Helena Santos vendió una casa para la familia de Rita Silva. La casa, de 50 metros
cuadrados, le costó 9 mil reales. Antes de cambiarse para Paraisópolis, la familia de 6 personas vivía en el
centro de San Pablo, pagando alquiler por un pequeño apartamento.
"El alquiler era muy caro", dice Rita. "Aquí es mejor, tenemos mas espacio. Donde vivíamos había mucho
trafico y era peligroso hasta cruzar la calle".
Rita comenta que se está acostumbrando a vivir en la favela. "Al principio tenia miedo. En 1993 era alta la
criminalidad. Cuando decimos que vivimos en Paraisópolis, las personas nos miran con desconfianza. Pero
no me importa. Somos nosotros los que hacemos el barrio. No nos involucramos en nada de malo. Eso es
lo importante".
El marido de Marly Rosana adquirió una casa en la favela hace 3 meses. Es una casa pequeña, en un
callejón y el segundo piso ya está construido.
La familia la componen 6 personas. Fueron invasores de tierra por mucho tiempo, y cuando los dueños
pidieron el terreno de vuelta, utilizaron sus ahorros para comprar la pequeña casa.
Marly dice que nota el prejuicio de las personas cuando comenta que vive en la favela.
Tema sociológico
El aumento en el mercado inmobiliario en las "favelas" es el tema de un estudio del urbanista y sociólogo
Nelson Baltrusis.
"Las personas están viviendo en la "favela" principalmente por su localización", afirma Baltrusis. "Las
personas quieren vivir cerca de su trabajo, porque no existen programas de viviendas sociales para la
población con pocos recursos financieros".
"Los pocos programas existentes construyen las viviendas en las afueras, y como no existe un sistema de
transporte urbano adecuado, se tarda mucho en ir de casa para el trabajo. Entonces, vivir en las favelas,
principalmente, en las que están localizadas en la región metropolitana, significa economizar tiempo y
dinero, haciendo que el sueldo alcance".
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