La razón no basta: otras capacidades del ingeniero En los capítulos anteriores se ha dicho que la razón es la que determina los procesos intelectuales y las capacidades profesionales que operan en el ingeniero, pero no es así, además de la razón se deben poner en juego otras capacidades como la empatía, laboriosidad e imaginación ya que la razón por sí sola no es capaz de producir ninguna acción ni de mover a realizarla; es el deseo y la voluntad el que nos mueve a actuar. También es importante señalar que nadie es puramente racional, ya que las facultades del ser humano no racionales intervienen en las decisiones que tomamos, como la empatía (identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro). En cierto tipo de asuntos la razón aunque acotada, tendrá siempre la última palabra; en estos casos tanto la intuición (percepción) como la volición (predisposición) deben ser validadas por el raciocinio e incluso por la vía experimental. Se dice que el territorio de la razón en donde sólo rige ella se circunscribe a dos aspectos de la ingeniería: La comprensión del mundo físico, lo cual se logra mediante los métodos racionales de la ciencia, la práctica y la lógica. Asegurar la coherencia interna de los procesos intelectuales y las decisiones que se éstos se derivan, de tal forma que aunque los sentimientos y la voluntad influyan en las decisiones, éstas deben pasar la prueba de la racionalidad que consiste en que las decisiones no se contradigan entre sí (principio de no contradicción) y que cada una de las decisiones este plenamente soportada por los razonamientos en los que se basó (principio de razón suficiente). Y solo basta con cumplir estos principios para obrar racionalmente situación que el ser humano busca desde el renacimiento hasta nuestros días al grado de que se reconoce a la razón como el valor fundamental de la época moderna, sin embargo no estamos obligados a ser siempre racionales. Los instrumentos racionales que usa la ingeniería son el geométrico (importante para discurrir relaciones espaciales), el matemático (eficaz para razonar sobre aspectos cuantitativos) y la lengua ordinaria de la sociedad en la que se mueve el ingeniero el de mayor plasticidad y alcance ya que es el instrumento para pensar congruentemente; en función de esto los ingenieros por apreciarse racionales deben tener un manejo adecuado del lenguaje. Una de las capacidades muy importantes para el ingeniero es la imaginación ya que es el ingrediente sine qua non (condición sin la cual …) para la formulación de hipótesis y estas son el meollo del acto creativo, por ello se dice que la imaginación es la colaboradora indispensable de la razón tanto en la ciencia (donde se genera nuevo conocimiento) como en la ingeniería (donde se infiere qué conocimiento se aplica a un problema en particular o que el diseño conceptual es capaz de resolver el problema planteado). La imaginación es la facultad mental que permite la producción de imágenes y su combinación; pero las imágenes que se producen son construcciones mentales que ocurren en el interior de nosotros mismos cuando los objetos no están a nuestro alcance, por ello la imaginación puede o no coincidir con la realidad. Es denominada también la facultad creadora por excelencia pero también una formadora de quimeras (creación imaginaria tomada como real) en la que hay que desconfiar. En ingeniería la imaginación se usa en: a) El diagnostico para explicar los problemas que se observan, explicación que debe someterse a comprobación. b) El diseño cuando se propone una solución conceptual que después será validada. c) Cada vez que han de preverse las condiciones futuras a las que estará sometido el diseño así como el comportamiento del mismo con el fin de cuidar su eficacia y seguridad. También participa en todos los procesos de razonamiento que conducen de cierto estado de conocimientos a uno superior: El paso de los datos a su interpretación (inferencia de situaciones a partir de los datos) En el tránsito de la interpretación a la tentativa de diagnostico. En todo lo que va del diagnostico al diseño conceptual (propuesta tentativa de solución al problema). Otra capacidad importante en la ingeniería es el principio de la laboriosidad e implica lo opuesto a vivir solo de lo que la naturaleza nos da y por supuesto que nos lleva a la actividad, a la pasión por el trabajo, le permite al individuo forjarse el destino de su elección y a la colectividad librarse de las limitaciones y amenazas que sufriría si se conforma sólo con lo que le da la naturaleza, además induce a superar con esfuerzo las limitaciones del entorno.