Teoría de la imagen No todos los ángulos son iguales en fotografía. Es importante, la elección de nuestra posición respecto a lo fotografiado. Basándonos en esta premisa y según el ángulo, podemos clasificar la foto en: nadir, contrapicado, normal, picado y cenital, de abajo a arriba. El Ángulo Normal Es aquel en el que la cámara y el sujeto tomamos como referencia la mirada de la persona- están a la misma altura. Como su nombre indica, este punto de vista ni da ni quita a la escena: no aporta nada. Plasma la realidad tal como es y es útil para la gran mayoría de las fotografías. El ángulo normal es el más común en el mundo fotográfico. Muestra la realidad tal cual es y transmite información de forma veraz y eficaz. El Ángulo Contrapicado Cuando nuestra cámara es ubicada más abajo respecto al sujeto pasamos al ángulo contrapicado. El contrapicado nos coloca en una posición de inferioridad respecto al sujeto fotografiado. Al ocupar una posición más baja, logramos que el sujeto adquiera un aspecto superior y de grandeza. Cuanto más contrapicado es el plano, más se agudiza este efecto. Los contrapicados nos colocan en una posición psicológica de inferioridad respecto al sujeto fotografiado, siendo útil para reforzar la imagen de superioridad en algunas fotos. Hay que tener cuidado que la papada no provoque pliegues antiestéticos que puedan malograr la toma. El problema del picado aparece cuando necesitamos una mirada directa a la cámara. Al bajar el cuello, se producen antiestéticos pliegues de la papada, desmereciendo enormemente la pose del 'modelo'. El Ángulo Nadir Forzando el contrapicado al máximo -colocando la cámara justo encima de nosotros logramos un plano nadir. Podemos emplearlo para generar una efectiva perspectiva en tomas arquitectónicas o para capturar ampliamente la bóveda celestial de una iglesia. Utilizarlo con personas es difícil pues se requiere un suelo transparente o la ausencia de este. El efecto de superioridad se eleva a su máximo exponente. Una de las pocas situaciones en las que usamos con acierto el nadir: En la arquitectura. Es ésta una de las escasas formas de capturar una fachada en su totalidad. El Ángulo Picado En el lado contrario del contrapicado, está el picado. Sigue las mismas pautas que el contrapicado pero invirtiendo las características. Así, si el contrapicado nos ponía en inferioridad respecto al sujeto, el ángulo picado nos coloca en una posición de superioridad. Cuanto más acentuemos el ángulo, más se agudiza el efecto de superioridad. El picado nos coloca psicológicamente por encima del sujeto. Es útil cuando se quiere transmitir una sensación de inferioridad, no necesariamente física, en la escena. Al llevar a su máximo extremo el picado, llegamos al plano cenital. Este tipo de punto de vista nos aporta una visión de conjunto de la situación y es muy apropiado para fotografías donde es necesario capturar una escena en la que no hay información concreta -por ejemplo rostros- sino datos generales. Con el ángulo cenital logramos dar información acerca del entorno, dónde está y cómo se desenvuelve. Otros datos, como la identidad, que escapan a la verticalidad, quedan ocultos.