La lectura de cuentos en el aula: la importancia del

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La lectura de cuentos en el aula: la importancia del estilo de interacción del
docente
Numerosas investigaciones han mostrado la importancia de la lectura de cuentos para el
desarrollo de la alfabetización: los niños que tienen la oportunidad de participar en situaciones de
lectura de cuentos tanto en el contexto familiar como el escolar alcanzan mejores logros en el
aprendizaje de la lectura y la escritura.
En el jardín de infantes y en los primeros años de la escuela primaria, el docente tiene un rol
central como mediador entre el texto y los niños. Ese rol puede adquirir características muy
diversas: un mismo cuento puede ser leído de manera muy diferente por distintos maestros. Y el
modo en que el docente lee el cuento, las preguntas, comentarios y señalamientos que realiza en
relación con la historia, así como la participación que promueve en los alumnos tiene un fuerte
impacto en el aprendizaje de los niños. Es por ello que es muy importante atender a los modos de
interacción entre el docente y los niños durante las situaciones de lectura de cuentos.
En esta línea, Teale, Martinez y Glass (1989) realizaron un estudio en el que compararon
situaciones de lectura de un mismo texto por parte de dos docentes de jardín de infantes de
Estados Unidos. En particular, analizaron los siguientes aspectos de las situaciones:
-El tipo de información. ¿En qué tipo de información se centra el docente: se trata de información
explícita en el texto o en las imágenes, o de información implícita que requiere la realización de
inferencias por parte de los alumnos? -El foco de la conversación. ¿Cuál es el foco de los
intercambios: se trata del contenido de la historia o de aspectos más amplios relacionados con la
historia? -La estrategia instruccional empleada por el docente. ¿Cuáles son las intervenciones del
docente? ¿Busca elicitar respuestas específicas a través de preguntas o de la insistencia en un
aspecto determinado? ¿Invita a los alumnos a participar en los intercambios en torno al texto,
aceptando y promoviendo respuestas diversas? ¿Repone información? ¿Intenta que los alumnos
lean partes del texto? ¿Recupera y recapitula información textual explícita leída inmediatamente
antes de detener la lectura? ¿Comparte con los niños comentarios personales sobre la historia?
Como resultado de la comparación, identificaron diferentes estilos de lectura entre las maestras.
Una de las docentes, Baxter, intentó promover la participación de todos los alumnos durante la
lectura. Se centró en el desarrollo de inferencias y generó intercambios que no se centraron
únicamente en el contenido y la progresión de la historia, sino que fue más allá conversando
acerca de aspectos relacionados con el texto. La otra maestra, Murchinson, se centró
específicamente en el contenido de la historia y promovió menos intercambios. Asimismo, en sus
intervenciones, se limitaba a brindar “pistas” para que los niños confirmaran sus intervenciones.
Los autores señalan que a diferencia de Murchinson, para Baxter el argumento de la historia
constituía una excusa, un vehículo para el desarrollo de habilidades de pensamiento y de
comprensión de textos por parte de los alumnos.
Otros estudios realizados en Argentina mostraron que los estilos de lectura del docente
promueven distintos tipos de intervenciones en los alumnos. Borzone y Rosemberg (1994)
analizaron las intervenciones de dos grupos de niños cuyos docentes tenían estilos polares de
interacción durante las situaciones de lectura de cuentos. Una de las maestras observadas
formulaba preguntas de demostración de conocimientos por parte de los niños y generaba un
estilo asimétrico de interacción en tanto iniciaba todos los intercambios, establecía los tópicos e
interrumpía a los niños. Este estilo de interacción promovía no sólo escasas intervenciones por
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parte de los niños, sino también intervenciones de menor calidad -breves y poco complejas-. La
otra maestra, en cambio, expresaba interés por las intervenciones de los alumnos, al tiempo que
repetía, ampliaba e integraba sus intervenciones. Esta forma de intervención del docente permitía
que los niños pusieran en juego sus recursos lingüísticos en la construcción de un relato coherente
y cohesivo -la reconstrucción del cuento- y contribuía a promover el desarrollo de estrategias de
comprensión y producción de narraciones.
Los estudios reseñados nos muestran que no sólo es importante que los niños participen de modo
frecuente en situaciones de lectura de cuentos, sino que también nos invitan a atender y a
reflexionar acerca de los modos en los que como docentes, mediamos entre el texto y los niños.
Les proponemos leer más acerca de este tema en la sección “Recursos” de Leer en Red.
Referencias bibliográficas
Borzone, A. M. & Rosemberg, C. R. (1994). El intercambio verbal en el aula: las intervenciones de
los niños en relación con el estilo de interacción del maestro. Revista Infancia y Aprendizaje, 67-68,
115-132.
Teale, William H.; Martinez, M. G.; & Glass, W. L. (1989). Describing classroom storybook reading.
In David Bloome (Ed.), Classrooms and literacy (pp. 158-188). Norwood, NJ: Ablex.
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