L’última Doctor Ángel Escudero Noesiterapeuta Viernes, 15 de diciembre de 2006 “Tan sólo enseño a mis pacientes que su cerebro les pertenece” Conocido mundialmente como ‘el médico que opera sin anestesia’, el doctor Escudero lleva más de 30 años aplicando el poder del pensamiento en el quirófano. Su trabajo quirúrgico se ha trasladado a otros ámbitos de la medicina, como la maternidad, creando finalmente una escuela humanística llamada noesiterapia CRISTINA GUIJEÑO [email protected] l doctor Ángel Escudero Juan trabaja la mayor parte de su tiempo en Valencia, concretamente en su consulta de Rocafort, aunque eso no le impide llegar a otras partes del mundo. Continuamente dirige seminarios, algunos a través de videoconferencia, en los que comparte su experiencia con profesionales de la medicina o con cualquiera que esté interesado en conocer sus enseñanzas. Su forma de aplicar la medicina se aleja bastante de lo establecido, ya que tan sólo se sirve del poder del pensamiento, algo que, por increíble que parezca, puede llegar a ser mucho más efectivo que la anestesia o los medicamentos al uso. ¿Cuándo se dio cuenta de que podía prescindir de la anestesia en sus operaciones? Esto fue un proceso largo. Cuando aún operaba con anestesia química comprobé que mis pacientes iban muy tranquilos al quirófano y que el postoperatorio era de gran benignidad. Las enfermeras que se ocupaban de ellos se sorprendían de que no les pedían analgésicos en el postoperatorio. Fui consciente de que lo que yo les contaba antes de operarles se cumplía después de haber sido operados. Hasta que llegué a la convicción de que lo que les hacía pensar era la causa de la bondad de sus postoperatorios. ¿De dónde nace la noesiterapia? Noesis significa en griego acción de pensar, de modo que noesiterapia significa literalmente curación por el pensamiento. A lo largo de toda mi vida profesional he sido consciente de que cada pa- E labra, pensada, hablada o escrita produce un efecto en nuestras vidas y en nuestro entorno. Ese efecto puede ser positivo o negativo, tan sólo depende del contenido del pensamiento. ¿Tan poderoso es nuestro cerebro? Es el mayor tesoro que tenemos en nuestras vidas, y eso es lo que intento hacerles ver a mis pacientes. Luego todo depende del uso que hagamos de él. El problema es que nadie nos ha enseñado cómo se programa ese maravilloso ordenador llamado cerebro, por eso nuestra civilización camina hacia su propia destrucción, ya que está utilizando en su contra la más poderosa herramienta a nuestra disposición: el poder creador de nuestro pensamiento. ¿Cómo consigue que, tras una sola sesión con usted, la gente alcance un estado de relajación y confianza tal que no sientan dolor? De la manera más sencilla que pueda imaginarse. Primero piensan que su boca se llena de saliva, fluida y agradable, después comprueban que con un solo pensamiento son capaces de cambiar la sensibilidad de su cuerpo. Ellos mismos ratifican que pueden clavarse una aguja en la zona psicológicamente analgesiada. Eso les da la seguridad de que al quirófano no van para correr una aventura sino a vivir una experiencia enriquecedora. Esto lo consiguen en pocos minutos. Confiados o escépticos, todos sus pacientes comprueban de primera mano que su método funciona. ¿Necesitan algún tipo de conocimiento previo? No, eso no es necesario. De hecho, los que pasan por estas experiencias se sorprenden de la sencillez del sistema, al tiempo que comprueban su efectividad inmediata. Sólo les enseño una verdad obvia: que su cerebro le pertenece. El Dr. escudero, operando. Además de operar sin anestesia el Dr. Escudero lleva más de 20 años programando partos sin dolor, algo beneficioso, tanto para la madre como para el bebé ¿Qué debería hacer una persona que quisiera aplicar su método para ser capaz de mejorar su vida diaria? Crear el hábito de vivir con saliva fluida en la boca y pensar y hablar sólo y siempre del bien, del que tiene en su vida para que aumente y del que necesita, para atraerlo a su vida. Si todos tenemos la capacidad de sanar nuestro cuerpo controlando la men- te, ¿no sería mucho mejor hacerlo para no enfermar? El principal fin de mi sistema es la medicina preventiva para enseñar a vivir mejor. Si respetamos el poder creador del pensamiento, aprendiendo a usarlo siempre positivamente, estamos en el camino que nos conviene. Del mal no hay que hablar, ni para decir que no lo queremos. Hay que pensar y hablar sólo del bien.