EL DUERO, UNA VISIÓN INTEGRAL DESDE EL RÍO Miguel ALONSO GARCÍA-AMILIVIA United Research Services España S.L. RESUMEN En 1998 La junta de Castilla y León, en el marco del Proyecto Douro/Duero Región Fluvial (Programa Terra) llevó a cabo una evaluación del estado de conservación integral del río Duero desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Atlántico. El estudio consistió en el análisis en continuo de la calidad de las aguas, de la calidad hidromorfológica y de la calidad de los hábitats para la biota acuática y ribereña. De acuerdo con sus características, el río se dividió en 49 tramos homogéneos, de los cuales 7 se encontraron en buen estado, 39 en un estado moderado y 3 en mal estado. 1.- INTRODUCCIÓN La creciente demanda social de actuaciones medioambientales, lleva a plantear, por parte de la Administración, nuevas metas en la gestión y en el control de los recursos naturales. En el caso de los ríos, los diferentes organismos gestores de cuenca han mantenido a lo largo del tiempo redes de seguimiento de la calidad de las aguas que han registrado continuas ampliaciones y mejoras, hasta alcanzar su máximo grado de desarrollo con la implantación del sistema automático SAICA. Los datos acumulados por estas redes permiten obtener una valiosa información del estado de los ríos y construir series temporales que orientan sobre su evolución. Además de esta información estandarizada, la Administración posee otros datos muy valiosos procedentes de estudios específicos, que recogen el estado de la biota (bentos y peces). A pesar del indudable valor de la información que actualmente se posee, ésta se encuentra muy centrada en la calidad de las aguas, de forma que otros aspectos relacionados con el estado ecológico de los ríos, entendido éste como un concepto medioambiental globalizador, no se tratan con suficiente detalle o, simplemente, se desconocen. La reciente aprobación de la Directiva Marco por el Consejo y el Parlamento Europeo amplía considerablemente los objetivos de la calidad de los recursos hídricos introduciendo el concepto de “estado de las aguas superficiales” como expresión general del estado de una masa de agua determinado por su estado ecológico y su estado químico. Para la consecución del objetivo principal, que es mantener los recursos hídricos en “buen estado”, la Directiva establece una serie de puntos que incluyen la caracterización, el seguimiento y las medidas necesarias a emprender en el caso de que sea necesaria la restauración. Concretamente, el Artículo 5 especifica la necesidad de que cada demarcación hidrográfica cuente con una caracterización y un estudio del impacto ambiental de la actividad humana sobre el estado de las aguas superficiales en el plazo de cuatro años contados a partir de su entrada en vigor. En el entorno temporal del inicio de estos acontecimientos, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León se planteó, dentro del Proyecto Duero Región Fluvial financiado a través del Artículo 10 del FEDER, la realización 1 de un diagnóstico de calidad ambiental del eje del río Duero, mediante un análisis espacial en continuo, desde su nacimiento en la Sierra de Urbión hasta la desembocadura en Porto. El método se basó en una aproximación, esencial en el estudio de los cursos fluviales, que es la continuidad espacial y la consideración de “tramos” fluviales en vez de “puntos”. Además la aplicación de esta metodología tanto en el tramo español como en el portugués ahonda en la línea de unificar criterios de gestión en las cuencas fluviales compartidas, y facilita las colaboraciones entre los organismos de Ordenación de Recursos Naturales de España y Portugal. El equipo de expertos que navegó el río en 1998 fue completando un extenso listado de observaciones y evaluaciones georreferenciadas que posteriormente se incluyeron en un Sistema de Información Geográfica. La metodología de las evaluaciones se inspiró en los protocolos de la Environmental Protection Agency para el “Biodiagnóstico rápido de ríos” Las mencionadas observaciones fueron complementadas, tanto en la parte española como en la portuguesa, con informaciones cedidas por organismos oficiales (Confederación Hidrográfica del Duero, diferentes Servicios y Consejerías de la Junta de Castilla y León relacionados con la Calidad del Agua, Espacios Naturales y Vida Silvestre, Instituto Nacional da Agua, Direcçao Regional de Ambiente do Norte, Universidad de Porto, Universidad de Trás-os-Montes e Alto Douro y el Instituto de Conservaçao da Natureza ), por usuarios del agua (Iberdrola y Companhia Portuguesa de Producçao de Electricidad) y también con encuestas que se fueron realizando por las poblaciones ribereñas. El recorrido se llevó a cabo en época de estiaje, que es cuando se manifiestan en mayor grado los factores regionales y antrópicos que inciden en el río, y el bosque de ribera se encuentra en su esplendor vegetativo. El trabajo realizado demostró tener un interés extraordinario y constituye una herramienta de gestión muy eficaz en dos ámbitos muy concretos. Por un lado ha contribuido sustancialmente al proceso de homogeneización de la información ecológica disponib le sobre el Duero, otrora fragmentada y dispersa. Por otro, sienta las bases para la adopción de medidas para la mejora de su estado. 2.- MODELO DEL RÍO La caracterización del río se organiza según tramos homogéneos, de acuerdo con cuatro descriptores diferentes (calidad del agua, características hidro- morfológicas del río, calidad de los hábitats fluviales y estado de las riberas). 2.1.- Calidad de las aguas La calidad de las aguas es uno de los descriptores más importantes del estado del río. Cuando éstas están en equilibrio con la cuenca y el tipo de tramo por el que discurren, permiten el desarrollo completo de la comunidad acuática regional; es decir, la máxima diversidad biológica. La buena calidad también repercute de forma muy favorable en los usos del río. En el Duero, como en la mayor parte de los ríos ibéricos, la calidad de las aguas está influida por factores regionales y antrópicos. Los regionales tienen que ver con la naturaleza geológica de la cuenca vertiente y los caudales, y explican va riaciones de la mineralización y 2 la turbidez (arrastres, potamoplancton). Los antrópicos, con la aparición de indicadores de contaminación orgánica e industrial. Desde el punto de vista geológico, el Duero recorre dos sectores. El primero prácticamente coincidente con el territorio español, está dominado por materiales sedimentarios con litologías detríticas (arcillas y arenas) más o menos carbonatadas (margas y calizas) (Depresión del Duero). El segundo comprende el Duero internacional y portugués, y está formado por rocas plutónicas y metamórficas (zócalo hercínico). En relación con esto, las aguas que circulan por la Depresión del Duero son moderadamente mineralizadas en el primer sector. Después, la mineralización decrece cuando el Duero penetra en el zócalo hercínico, y recibe aportaciones muy poco mineralizadas. El salto de conductividad se produce, principalmente, después de recibir las aportaciones (en general importantes) del río Esla, que hacen decrecer la conductividad de las aguas del Duero hasta casi a la mitad. En el resto del recorrido fluvial, las aguas se mantienen poco mineralizadas hasta la desembocadura. Las aguas de mejor calidad son poco mineralizadas, transparentes y con un contenido bajo de nutrientes (<0,1 mg/L de fosfato). La D.B.O.5 es inferior o igual a 3 mg/L y la concentración de oxígeno en superficie superior al 70%. Éstas se encuentran en el tramo de cabecera (entre el nacimiento e Hinojosa de la Sierra, exceptuando el embalse de La Cuerda del Pozo). Esta clase corresponde a unos 59 km, lo que supone un 6% del total del río. La siguiente clase corresponde a aguas moderadamente mineralizadas (tramo superior y después de las aportaciones del Esla), presentan una concentración de nutrimentos moderada (fosfato hasta 0,4 mg/L), relativamente transparentes aunque pueden presentarse turbias por MES en episodios puntuales. La D.B.O.5 es superior o igual a 5 mg/L y la concentración de oxigeno en superficie superior al 60%. en el tramo superior del río. Aguas de esta clase se han identificado en el embalse de la Cuerda del Pozo, entre el azud de Campillo de Buitrago y Soria, entre el embalse de Los Rábanos y el azud de Tainas del Monte y en la mayor parte del tramo de embalses (entre Castro y la presa de Régua y el embalse de Crestuma). En total cubren una longitud de 420 km, lo que supone el 47% del total del río. Aguas de peor calidad, mineralizadas, eutróficas aunque sin muchos indicios de contaminación (la concentración de fosfato alcanza máximos superiores a 1 mg/L). La D.B.O.5 presenta valores máximos hasta 14 mg/L y la concentración de oxigeno en superficie es superior al 60%. Las concentración de bacterias fecales puede ser elevada en algunos casos. Se han identificado en el embalse de los Rábanos, entre el azud de Tainas del Monte y Aranda de Duero, entre el río Riaza y Tudela de Duero, entre el azud de Zofraguilla y el embalse de Villalcampo, entre la presa de Régua y el embalse de Carrapatelo, y en el estuario. Esta clase corresponde a 355 km, lo que supone el 39 % del total del río. Las aguas de mala calidad, contaminadas, con colores inducidos, eutróficas, con espumas y olores, y partículas contaminantes de tipo filamentoso. Presentan máximos de conductividad, D.B.O.5 (hasta 20 mg/L), nitrato, amonio y fosfato, y la concentración de oxígeno en superficie presenta mínimos de hasta 40%. Se identificaron entre Aranda de Duero y el río Riaza, entre aguas abajo de Tudela y el azud de Zofraguilla, embalses de San José y San Román y al final del estuario. En total cubren una longitud de 68 km, lo que supone el 7 % del total del río. 2.2.- Calidad morfológico-hidrológica 3 Este descriptor del estado del río es una expresión de la riqueza en combinaciones de velocidad y profundidad del agua. En general, cuando el caudal y la morfometría del cauce están en equilibrio, la calidad es máxima y ofrece a la comunidad las mejores condiciones para su desarrollo. Las modificaciones del caudal (regulación, alteración del régimen natural y detracciones), y la presencia de presas, azudes y defensas laterales, son factores que alteran o simplifican los parámetros morfo-hidrológicos, banalizando el poblamiento biológico fluvial. El único tramo exento de regulación del río Duero es la cabecera con 24 km (hasta la cola del embalse de la Cuerda del Pozo), posteriormente, tras la Presa de los Rábanos (que apenas regula) el río se encuentra libre de grandes presas durante 426 km, y luego entra ya en los Arribes en una cadena continua de embalses hasta su desembocadura en el Atlántico. Pero la ausencia de grandes embalses no garantiza la libre circulación de las aguas; a lo largo del recorrido no embalsado de 485 km se contabilizaron 75 azudes (una media de un azud cada 6,4 km), lo que convierte al Duero en una sucesión de remansos. Las modificaciones del caudal por detracciones son también muy numerosas; se contabilizaron 24 grandes canales y 44 centrales hidroeléctricas, muchas de las cuales sin caudal de mantenimiento en el tramo comprendido entre la captación y la central propiamente dicha. También es preciso tener en cuenta los puentes, los cuales modifican la hidráulica del cauce, sobre todo en los tramos más altos del río, dando lugar a flechas e islas; el inventario de estas infraestructuras cuenta con 79 unidades. Las mejores condiciones hidromorfológicas se dieron en un 40 % del recorrido fluvial que abarca la mayor parte del tramo superior y medio del río. Estos niveles de calidad suponen que en 362 km el río presenta por lo menos tres combinaciones de velocidad del agua y profundidad (de las cuatro definidas lento-profundo, lento-somero, rápido-profundo y rápidosomero), así como diversificación de la vena de agua e irregularidad en las orillas en algunos casos. En estos tramos el medio físico fluvial no es obstáculo para el desarrollo y diversificación de la comunidad acuática, y en especial para los peces. La mejor calidad se registra entre el embalse de Los Rábanos y aguas arriba de la desembocadura del Ucero, y aguas abajo de Tordesillas. Un 20% del recorrido fluvial incluye tramos más homogéneos desde el punto de vista de la velocidad del agua y de la profundidad (sólo presentan dos combinaciones de las indicadas). Se trata de tramos de características lénticas por la presencia de azudes y que en algunos casos muestran reducciones del caudal por detracciones para riego o uso hidroeléctrico. Se localizan entre Berlanga de Duero y San Esteban de Gormaz, entre Vadocondes y Aranda de Duero, entre Sardón de Duero y Tudela, entre el río Cega y el azud de Zofraguilla, aguas arriba de Toro, en Zamora y el tramo del estuario. Las características físicas de estos ambientes reducen la diversidad de la comunidad acuática, aunque pueden favorecer la abundancia de algunas especies (peces). La peor calidad se ha asignado a los tramos de embalse, en los que desaparecen las características fluviales. En concreto a los embalses de cabecera (La Cuerda del Pozo y los Rábanos), al embalse de San José, y a todos los embalses del tramo transfronterizo y del tramo bajo en Portugal. El recorrido que suman es del 40% del total del río. En estos tramos se reduce la diversidad de la comunidad aunque puede aumentar la biomasa total de peces. 2.3.-Calidad del hábitat para la biota acuática La combinación de las características morfológicas (anchura, profundidad, pendiente), hidrológicas (velocidad del agua, caudal) y del sustrato (granulometría, macrófitos, ...) del cauce fluvial conforman el entorno físico en el cual se asientan y desarrollan las comunidades 4 acuáticas. Estos factores son de la mayor importancia para la definición de la calidad potencial del tramo fluvial que en la metodología aplicada se dirige específicamente a la fauna acuática. Las comunidades biológicas fluviales están constituidas básicamente por organismos bentónicos (aquellos que viven en relación con el sustrato) y peces. La comunidad planctónica (vive en el seno del agua) está limitada a los ambientes lénticos que originan azudes y presas, y se desarrolla bien en los embalses del tramo medio y bajo; además a medida que el río va siendo más caudaloso, se establece un auténtico potamoplancton. El zoobentos, integrado por insectos, gusanos, moluscos y crustáceos (entre otros), constituye la base de la alimentación de los peces, los cuales sustentan, a su vez, a algunas especies de las comunidades ribereñas y terrestres (garzas, rapaces, nutria, visón, etc.), además de ser la base de uno de los principales atractivos que el río ofrece en la actualidad al hombre, que es la pesca deportiva. 2.3.1.- Zoobentos La composición, abundancia y diversidad del zoobentos varía a lo largo del recorrido fluvial, dependiendo de la variación de las condiciones del río. La comunidad del rhithron es más diversa y está constituida por especies de condicionamientos ecológicos más estrictos. La comunidad del potamon domina la mayor parte del río Duero (desde aguas abajo de Soria) y cuenta con menos especies, aunque más tolerantes a la eutrofia y mineralización de las aguas. En los tramos lénticos (azudes, presas) el zoobentos se empobrece por la menor disponibilidad de hábitats (dominan limos o arenas y la velocidad del agua es baja), aunque en las zonas poco profundas el crecimiento de los macrófitos genera una mayor diversidad. En los grandes embalses el zoobentos profundo constituye un buen sensor de su estado trófico y de su funcionamiento limnológico. De acuerdo con García de Jalón y González del Tánago (1986) los macroinvertebrados del Duero permiten diferenciar siete clases de calidad que van desde aguas limpias hasta aguas muy contaminadas (pasando por diferentes grados de eutrofia y contaminación). El tramo de cabecera (aguas arriba de Soria) presenta valores del índice propios de una comunidad biológica diversa y con algunas especies intolerantes, mientras que el tramo medio-bajo (desde Quintanilla hasta aguas abajo de Zamora presenta los valores más bajos indicadores de comunidades poco diversas y de aguas contaminadas. En el tramo medio superior y aguas abajo de los embalses (La Fregeneda) se obtienen valores intermedios del índice. De acuerdo con el Plan Hidrológico, este índice puede servir de base para la futura definición de los estándares de calidad biológica. La elevada regulación a la que está sometido el Duero, especialmente en el tramo mediobajo (en el eje el 41% del recorrido total está embalsado por grandes presas y el porcentaje es mayor si se añaden los tramos embalsados por azudes) limita la presencia de la comunidad fluvial de aguas corrientes. En estos tramos la comunidad planctónica tiene una mayor relevancia y el zoobentos, aunque poco diverso, constituye un indicador de las características tróficas del embalse (según su abundancia y las especies indicadoras). Se conoce la composición de la comunidad planctónica y del zoobentos de la mayor parte de los embalses más importantes. En el tramo español, la información está recogida en el “Estudio diagnóstico de la calidad de las aguas embalsadas de la Comunidad de Castilla y León” (1989). En el tramo portugués existen estudios diversos aunque dispersos. 2.3.2.- Cangrejos 5 El cangrejo autóctono (Austropotamobius pallipes) está presente en algunos torrentes de cabecera y tributarios, aunque parece que falta en el eje del Duero. Por el contrario, el cangrejo señal (Pacifasciatus liniusculus) y el cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii) son frecuentes y abundantes en diferentes tramos del recorrido fluvial. El cangrejo señal aparece en el río Duero en los años 70 en la zona de San Esteban Gormaz, donde existe una astacofactoría. La población de este cangrejo ha ido aumentando en años sucesivos y actualmente es abundante en el tramo entre Soria y Aranda de Duero. Tiene un interés importante como objeto de pesca, por lo cual, su captura en Burgos y Soria está regulada por la Resolución de 4 de junio de 1998, de la Dirección General del Medio Natural. El cangrejo rojo se encuentra preferentemente en el tramo medio-bajo del río Duero donde es abundante. En el tramo superior del río (zona donde abunda el cangrejo señal) es poco abundante (aparece en Almazán y Burgo de Osma). La pesca del cangrejo rojo también está regulada. 2.3.3.- Peces Las especies que aparecen relacionadas con el eje del río Duero, según la información recopilada son unas 30 y la mayor variedad se encuentra en el estuario (unas 17) donde aparecen tanto especies fluviales como marinas. El análisis de la información disponible sobre la distribución de las especies de peces en el Duero, y la evaluación de los hábitats permite identificar los siguientes tramos: ? Entre el nacimiento y La Cuerda del Pozo domina la trucha, (Salmo trutta), aunque también hay algún ciprínido como boga (Chondrostoma polylepis), gobio (Gobio gobio), cacho (Leuciscus cephalus) y bermejuela (Rutilus arcasii). El tramo tiene gran interés para la pesca de la trucha. ? Entre la Cuerda del Pozo y Soria la trucha es codominante con ciprínidos y a veces dominan éstos (tramo salmonícola de transición). En la Cuerda del Pozo hay trucha, barbo (Barbus bocagei), carpa (Cyprinus carpio)y lucioperca Stizostedion lucioperca introducida recientemente. ? Entre Soria y hasta el límite de las aguas salmonícolas en Almazán la población de trucha disminuye por efecto de una cierta pérdida de calidad. Dominan los ciprínidos, especialmente barbo, gobio y bermejuela. ? El tramo entre Almazán y la desembocadura del Pisuerga es eminentemente ciprinícola aunque puede estar presente la trucha (escasa). Las especies más representadas son barbo, bermejuela, cacho y boga. También se cita colmilleja (Cobitis maroccana) (tramo alto), carpa, carpín (Carasius auratus), black-bass (Micropterus salmoides) y pez sol (Lepomis gibbossus), éstos últimos en el último tercio de tramo. ? Entre la desembocadura del río Pisuerga y el río Águeda la carpa, que es dominante, aparece junto a barbo, boga, carpín, cacho, black-bass, gobio, pez sol (abundante entre Castro y san Román) y otras especies menos abundantes como tenca (Tinca tinca) (escasa), lucio, pez gato (Ictalurus melas) (escaso), y pez sol. En el embalse de San José existe un coto de ciprínidos de gran importancia a nivel nacional que se encuentra abierto todo el año. Existe el proyecto de habilitar otro coto de ciprínidos en el azud de Villaralbo. 6 ? Entre el río Águeda y la presa de Crestuma. El tramo se caracteriza por la presencia de anguila, la cual alcanza hasta los ríos Águeda y Huebra. En los embalses de Portugal se supone la presencia de barbos, carpa, carpín, boga, black-bass, lucio (Valeira), entre otros. ? Entre el embalse de Crestuma y la desembocadura. Incluye el tramo del estuario caracterizado por la introgresión de agua de mar. Aparecen especies propias de estos ambientes de salinidad creciente como lisas (Liza spp.), mújol (Mugil cephalus) (abundantes nadando en cardúmenes en Crestuma), pejerrey (Atherina prebyter), platija (Platichthys flesus), solla (Pleuronectes platessa), saboga (Alosa fallax), lamprea (Petromizon marinus), sábalo (Alosa alosa), y anguila (Anguilla anguilla). 2.4.- Calidad de las riberas Algo obvio, pero que en ocasiones se olvida, es que en el ecosistema fluvial tiene tanta importancia la corriente de agua como su ribera. La comunidad ribereña vive a expensas de la humedad y los nutrimentos del río, pero lo protege y aísla del exterior. Por su función de ecotono, tiene un papel muy importante en el tamponamiento de los flujos de materia y energía entre los sistemas terrestres y acuáticos, favorecido por la intensa actividad biológica que se desarrolla en su seno. Como las comunidades estrictamente acuáticas, las ribereñas también se encuentran en equilibrio con la energía del río, por lo que muestran un gran dinamismo asociado a los eventos hidrológicos. Las riberas se encuentran en buen estado en un 29% del recorrido fluvial. El mejor tramo es el de Hinojosa de la Sierra por el gran desarrollo del abedular (Betula alba); también presentan sotos bastante desarrollados, (mantienen continuidad lineal) aunque lindando con zonas antropizadas, los situados aguas arriba de Soria, aguas arriba y abajo de Almazán, y diferentes tramos del río en la Depresión Central donde aparecen formaciones muy interesantes como las alisedas (Alnus glutinosa) de las proximidades de Roa, y las alamedas de la Reserva Natural Riberas de Castronuño y del límite inferior del Duero en contacto con el inicio de los Arribes (alamedas de Populus alba). Un 24 % del recorrido del río en diferentes tramos a lo largo del tramo superior y medio posee vegetación de ribera continua pero limitada a las orillas. En los embalses (que suponen un 45% del recorrido total) la vegetación de ribera está prácticamente ausente o es poco desarrollada y discontinua. Esto se debe a que el bosque de ribera desapareció bajo el llenado de los embalses y las características geomorfológicas de estos tramos no son adecuadas para el desarrollo de un nuevo bosque de ribera incluso en los embalses cuyo nivel fluctúa poco. 2.5.-Calidad del hábitat para la fauna ribereña Los ambientes ribereños (sotos, cortados, escarpes, etc.) son enclaves especialmente ricos en fauna al constituir zonas de frontera (ecotonos) en los que confluyen especies de los ecosistemas adyacentes (acuático y terrestre). El Duero cuenta con algunos enclaves de especial interés faunístico especialmente por las aves acuáticas, ribereñas y rupícolas. Entre éstos cuentan con protección dos áreas ZEPA, en Castronuño y en Los Arribes, varios tramos 7 fluviales en Zamora y Salamanca declarados de importancia para la cigüeña negra. También hay que destacar los estudios sobre garzas. La abundancia de azudes a lo largo de Duero medio favorece la creación de ambientes favorables a anátidas y fochas, y en los carrizos encuentran refugio estas aves además de especies como el aguilucho lagunero (probablemente presente en el azud de Almarail), garzas, martinete, carriceros, etc. Las playas arenosas existentes en Valladolid favorecen la presencia de limícolas. Asimismo los cortados que conforman Los Arribes constituyen hábitat para especies de gran interés como águila real y perdicera, buitres y alimoche. Se destaca lo siguiente de los grupos de más interés: 2.5.1.- Aves Las ardeidas se encuentran a lo largo de todo el recorrido fluvial, especialmente la garza real (Ardea cinerea) (incluso en el estuario) y el martinete (Nycticorax nycticorax). Destacan las colonias existentes en el entorno de Castronuño y en la cola del embalse de Villalcampo. En Castronuño son de importancia los enclaves de Torre Duero, donde hay garza real, garceta (Egretta garzetta) y martinete; y Villager que cuenta con garza real y martinete, y también una muy escasa representación -1 o 2 parejas- de garza imperial (Ardea purpurea). Todas las ardeidas están protegidas en la Comunidad de Castilla y León y se han realizados estudios tendentes a la protección y gestión de los lugares de cría y de sus hábitats. La cigüeña negra, catalogada en peligro de extinción, (Decreto 439/1990 de 30 de mayo), cuenta en el río Duero con lugares de cría y alimentación, y el tramo comprendido entre Zamora y el límite con Portugal y sus afluentes es “zona de importancia para la conservación de la cigüeña negra” (Decreto 83/1995 de 11 de mayo). En Los Arribes existen presencia de unas 11-13 parejas, especialmente en las orillas de los embalses de Aldeadávila y Saucelle, en el entorno de Pinilla de Fermoselle, de Villardiegua y aguas arriba del embalse de Castro. Los cortados de Los Arribes cuentan con la presencia de valiosas especies rapaces, entre las que destaca: el águila real (Aquila chrysaetos) (unas 17 parejas), águila perdicera (Hieraetus fasciatus) (entre 9 y 11 parejas), el buitre leonado (Gips fulvus), el halcón peregrino (Falco peregrinus) (unas 6 o 7 parejas) y el alimoche (Neophron pernopterrus) que cuenta con una población abundante. Asimismo en Castronuño cría el aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) que es una especie amenazada (en el recorrido del río se observó su presencia en el azud de Almarail). 2.5.2.-Mamíferos Entre los mamíferos la especie más relevante es la nutria (Lutra lutra) que se encuentra preferente en el tramo de cabecera (hasta Garray y probablemente hasta Almazán y que posteriorme nte aparece más relacionada a los tramos bajos de afluentes, especialmente en los ríos Tormes, Uces, Huebra y Águeda (también parece frecuentar el meandro de San Román). La nutria está considerada de especial interés en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas (Real Decreto 439/90), así como estrictamente protegida según la Directiva Hábitat (21 de Mayo de 1992) y en el Convenio de Berna (19 de septiembre de 1979). También existe visón americano (Mustela vison) en el tramo entre Roa y Tudela de Duero (esta especie cuya presencia en la Península se debe a ejemplares asilvestrados procedentes de granjas peleteras se encuentra en franca expansión y se ha citado en diferentes cuencas del sistema central, Galicia y Cataluña). 8 3.-CONCLUSIONES A través del análisis de las diferentes variables ambientales, efectuado en los 49 tramos establecidos, se puede concluir que el estado del río Duero es: Bueno en 7 tramos fluviales cuya longitud aproximada es el 14% del recorrido total del Duero. De éstos, 5 se encuentran en el tramo superior (entre la presa de la Cuerda del Pozo y Aranda de Duero), y los 2 restantes en el tramo medio (aguas arriba del embalse de San José y aguas arriba de Zamora). Estos tramos presentan las mejores condiciones de calidad ecológica observadas en el eje fluvial, aunque en 4 de ellos la calidad del agua es moderada. Aceptable en 39 tramos que engloban el 83% de la longitud del río. Se localizan a lo largo de todo el recorrido y especialmente entre aguas abajo de Zamora y la desembocadura (embalses encajados en la zona transfronteriza y embalses abiertos en Portugal). Esta calificación de calidad indica que, aunque el río no tiene un nivel de conservación elevado, mantiene valores medioambientales en equilibrio con el contexto zonal (bosque de ribera con diferentes grados de conservación, calidad del agua moderada, potencialidad de hábitats acuáticos y ribereños) y no se registran afecciones de importancia. De mala calidad en 3 tramos que representan aproximadamente el 3 % del recorrido total del río. Se trata de tramos en los que la calidad ecológica se encuentra gravemente mermada por la elevada humanización que altera la calidad de las aguas y el estado de las riberas, y por la alteración del régimen de caudales. Los tramos son: Entre el azud de Vadocondes y la presa de Aranda, el tramo urbano de Tudela, y el entorno de Zamora (aguas abajo del azud de Villaralbo). 9 BIBLIOGRAFÍA Confederación Hidrográfica del Duero (2001). “Seguimiento y revisión del Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero”. Ministerio de Medio Ambiente. Dirección General del Agua. Environmental Protection Agency (1998). “Rapid Bioassessment Protocols for use in Streams and Rivers”. EPA 841-D-97-002. Limnos. S.A. (1989) “Estudio diagnóstico de la calidad de las aguas embalsadas de la Comunidad de Castilla y León”. Junta de Castilla y León. Valladolid. Limnos. S.A. (1999). “Atlas ecológico del río Duero”. Comissão de Coordenação da região do Norte/Junta de Castilla y León. Porto/Valladolid. 10