M anuela y su gran aventura por la ciudad feliz Nicolás llegó a su casa y se encontró con su madrina María, que estaba con su tortuga Manuela. María había venido a visitarlos y a conocer Mar del Plata. Le habían dicho que era una hermosa ciudad. Madrina:- Nicolás, vamos a tomar un café con tu mamá, tendrás que cuidar a Manuela. Nicolás:-Disculpame madrina, no puedo cuidarla porque me voy a hacer surf con mis amigos. Madrina.-¡Tendrás que llevarla! . La madrina insistió. La madre de Nicolás, Noemí, le pidió a su hijo, que le hiciera ese favor por ese día así que Manuela y Nicolás partieron hacia la playa. Llegaron a la playa a las 3 de la tarde. Los amigos de Nicolás le contaron que había muchas olas y surfistas experimentados. Todos juntos se fueron al mar. Manuela, asustada, porque se había quedado sola, se escondió atrás de una palmera esperando a Nicolás, que recién salió del mar a las 5 de la tarde. Cuando Nico buscó a Manuela y no la encontró se desesperó. Mientras tanto Manuela salió de la palmera, se encontró con sus amigas las tortugas y se pusieron a charlar y, sin darse cuenta, salieron a caminar por la costa. Nicolás buscando a Manuela llamó a su madrina y a su mamá para que vinieran a ayudarlo en la búsqueda. María llegó rápidamente a donde estaba Nicolás y se enojó mucho. Entre todos la buscaron y no lograron dar con ella. Ya sin esperanza se fueron a su casa. Al día siguiente, Nicolás bajó la escalera y se encontró con Manuela y sus amigas. Ella les contó que había ido a caminar por la costa y se había encontrado con sus amigas, que no tenían en dónde vivir. Entonces Manuela les ofreció que fueran a vivir a su casa. Desde entonces se formó una gran familia y el primer tortugo que tuvo Manuela, se convirtió en la mascota de Nicolás. Mateo Erviti Moyano Guido