El concepto de verdad desde la Filosofía de la Conciencia... José Anastacio Hernández Saldaña Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas

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El concepto de verdad desde la Filosofía de la Conciencia de Sartre.
José Anastacio Hernández Saldaña
Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas
Lic. Ciencias Computacionales
Durante el Siglo XX el concepto de Verdad ha sido abordado desde varias
perspectivas, la razón, el discurso, el Ser, la lógica. En este texto se analizara
desde el concepto de conciencia que plantea Sarte en su Filosofía con la
concepción epistemológica de la Fenomenología.
El concepto de Verdad que ha sido elaborado históricamente por propuestas
positivistas, con un Ser separado del para-si donde las verdad son eternas, fijas y
totales; Sartre las pone en cuestión al entender el Ser y al para-si en relación
donde la verdad es el puente del para-si para llegar a conocer al Ser mostrando su
temporalidad, movilidad y multiplicidad. Marcando así una diferencia fundamental
entre ambas, una con verdad muertas alejadas del error y la verificación, cosas
que Sartre retoma para mostrar como el existente se juega su ser en la verdad,
por lo tanto su proyecto y su mundo. Esto principalmente desde su trabajo de
fenomenología ontológica como lo es el ser y la nada y un texto póstumo Verdad y
Existencia, trabajado en la década de los 50 donde desarrolla muy bien su
concepción epistemológica y gnoseológica que será el fundamento de la Crítica de
la Razón dialéctica, su última gran obra filosófica.
En un mundo donde la verdad se enuncia principalmente desde las instituciones,
el ser ya no duda ni se replantea sus concepciones Sartre desde su concepto de
verdad nos cuestiona esta manera de relacionarnos con el mundo, donde estamos
incrustados; para posibilitarnos así que podamos posicionarnos en el mundo a
partir de nuestra existencia y de las verdades que en ella podemos sostener.
Palabras Claves: Verdad, Fenomenología, Sartre, Conciencia, Ser.
El concepto de verdad desde la Filosofía de la Conciencia de Sartre.
Sartre a partir de la propuesta fenomenológica, se pregunta sobre el concepto de
verdad ya que éste es el concepto puente entre el Ser de la percepción
(fenómeno) y lo “real” del Ser. Describiré un poco el desarrollo para la concepción
de verdad en la filosofía positivista, metafísica y materialista antes de presentar la
propuesta sartreana.
En la Propuesta filosófica metafísica, positivista, materialista donde el Ser es un
ente “más allá” de nuestras percepciones; en abstracto, fuera del “mundo” y desde
ahí rige, une y ordena el mundo (ej. Noúmeno Kant, en sí Hegel), esto es lo que
Sartre problematizo desde 1934 con sus escritos filosóficos, como La
Trascendencia del Ego, donde plantea a este no como habitante de la conciencia,
sino como un objeto más para la misma, alejado del concepto del Yo manejado
por los psicólogos positivistas de aquella época (y que aun permanece), el yo en
calidad de Ser, regente, unión y orden de los contenidos de la conciencia; en otro
de sus textos Lo Imaginario, cuestiona este pasaje de “la cosa” por medio de la
impresión en imagen para ser elaborada por el entendimiento y es esta imagen el
Ser regente, unión y orden de los juicios del entendimiento,
dejado a
la
conciencia y el entendimiento en la posición de retirarse de la soberanía de estos
seres.
Básicamente, a partir del lenguaje, regido por reglas de producción que guardan
un sentido desde las palabras y el significado que a ellas se les asigna, para luego
estructurarlas en Oraciones las cuales las relacionan, dentro de este marco de
sentido y reglas de producción es que se permite inferir a priori es decir, sin
referencia directe al significado. Los hechos y la realidad a partir de las oraciones
que de estos se obtienen estan sincronizadas con las reglas de producción y el
sentido, esta “sincronía” de los hechos con los significantes que las representa es
el lugar que toma lo verdadero. (Base del positivismo lógico de Comte, el Círculo
de Viena y la escuela empirista e idealista desde el renacimiento) (Russel, 1992)
Lenguaje -> Oración -> Creencia (Hombre) -> Hecho (Realidad) -> Verdad
Cuestionado en su momento por Ludwing Wittgenstein, la demostración ostensiva
es el.concepto que tiene la tarea de darle el significado al significante, es arbitraria
y fuera de las reglas de producción y de sentido del lenguaje, más bien parece
“acomodarse” a estos últimos, ¿a qué se refiere con “esto”? ¿A la hoja, al papel, al
color blanco, al rectángulo, a la aspereza, al contenido de la misma? Apareciendo
los Juegos de lenguaje. (Wittgenstein, 2009)
Además otro señalamiento hecho al concepto de verdad fuera del Lenguaje pero
dentro de aquello que rige al uso de la demostración ostensiva, es decir discurso y
la voluntad.
Discurso->Hombre->Oraciones->Lenguaje->Practica Judicial->Signo->Verdad
Subjetivad
|
objetividad
Voluntad de Poder
Otro
Ahora el Hombre, el cual está inmerso en un sociedad discursiva, habla oraciones
dentro de alguna discursividad, usa el lenguaje, pero es dentro de las llamadas
practicas judiciales, entendidas como “los sitios donde se forma la verdad, allí
donde se define un cierto número de reglas de juego a partir de las cuales vemos
nacer ciertas formas de subjetividad, dominios de objeto y tipos de saber”
(Foucault, 2008), donde fuera de una sincronía entre el significante y el
significado, hay practicas racionales que se encargan de esta labor, practicas
ejercidas por el Otro, el cual está despersonalizado y que está al servicio de una
voluntad especifica.
La verdad es presentada como lo “objetivo”, ajeno a la subjetividad, donde yace la
certeza en torno a lo real, que además es ligado a lo material; no pareciera que
sea así, además de Wittgenstein, la teoría psicoanalítica, la Teoría del Caos,
Teoría de la Relatividad el Principio de Incertidumbre entre otros, ha señalado la
supuesta “objetividad” que se plantea en las filosofías metafísicas, positivistas y
materialistas, y sin embargo aún es el “paradigma” (siguiendo a Thomas S Kuhn)
bajo el cual se educa, se investiga se teoriza y se practican las actividades del
hombre en nuestros días, o acaso ¿Hemos dejado de tratar la suma como una
propiedad de los objetos y que esta verdad de la suma está en los objetos?
Señalo que lo considerado “verdadero” de la suma aritmética es considerado así
por un conjunto de axiomas (axiomas de Peano), a prioris planteados por un
sujeto, y que, a la no contracción de las producciones debidas a las reglas de
inferencia con estos axiomas es a lo que llamamos verdad, esto dentro de la
consistencia de la aritmética, la cual se “traslado” a la geometría euclidiana a partir
de la geometría analítica y de ahí “ostensivamente” trasladado a los objetos en el
mundo, pero sin estar esta “verdad” en ellos.
Ante esta Tragicomedia en la cual vivimos, la de la búsqueda de algo llamado
verdad en un lugar donde tenemos a certeza de que ahí “no está”, no en la forma
de verdad objetiva pura como es como lo buscamos, por ejemplo, el descontento
de la población en la opinión pública, la gravedad en los objetos con masa, la
propiedad de la suma en los objetos, o la verdad de este texto en las palabras que
en ellas se expresa. Es aquí donde Sartre puede hacernos unas puntualizaciones.
La propuesta de Sartre
Comenzare con un par de definiciones para apoyarme en el desarrollo, el de
fenomenología y el de conciencia.
“La fenomenología es el estudio de los fenómenos y no de los hechos, y por
fenómeno debe entenderse lo que se muestra por sí mismo o aquello cuya
realidad es precisamente la apariencia […] Puesto que la apariencia es aquí lo
absoluto, es la apariencia lo que hay que describir e interrogar.” (Sartre, 2010)
“La existencia de la conciencia es un absoluto, porque la conciencia es conciencia
de sí misma, el tipo de existencia de la conciencia es ser conciencia de sí y toma
conciencia de sí en tanto es conciencia de un objeto trascendente” (Sartre, La
Trasendencia del Ego, 2010)
A esto último es a lo que se llama intencionalidad de la conciencia, la conciencia
es conciencia de algo, no es un pasividad que refleje o absorba las imágenes de la
percepción (Sartre, La imaginacion, 1964), la conciencia no se dirige a los datos
en la percepción, sino apunta a la cosa exterior, la imagen deja de ser un
contenido psíquico, no está en la conciencia a titulo de un elemento constitutivo,
como impresión inmanente flotante e inconscientemente organizada, sino que es
una de las formas de existencia de la conciencia, este objeto para la conciencia es
lo que
le permite trascenderse, la conciencia como trascendente no es un
absoluto, es correlativa al mundo (es con el mundo), por eso Sartre menciona que
está en peligro en el mundo, entre las cosas, su existencia es absoluta pero no así
su trascendencia. (Sartre, La Trasendencia del Ego, 2010). La descripción de las
maneras en que la conciencia obtiene su existencia, el cómo es que se intenciona,
es lo que la filosofía fenomenológica de Sartre estudia.
En contraste con el esquema epistemológico, de la filosofía metafísica, positiva y
materialista, esto se presenta con marcadas diferencias.
Como se ha señalado, la dualidad ser-apariencia (trasladado a la significación,
significante) como abstracción deja fuera del mundo la relación entre ambas, que
es el concepto de verdad, dejándola al azar de la demostración ostensiva o al
discurso de algún otro que pueda realizar la relación, dejando fuera de posición a
alguna conciencia que pudiera tomarla como objeto. Para Sartre esta relación
puede ser una manera para la conciencia de darse una existencia, es decir, el
para-sí puede intencionarse sobre esta dualidad, tomar en cuenta la relación en
tanto discurso o relación de poder sin ser una situación necesariamente azarosa,
el para sí puede tomar posición en torno a la verdad.
En el ejemplo “La unidad de las mil conciencias activas por las cuales he
agregado, agrego y agregaré dos a dos para hacer cuatro, es el objeto
trascendente "dos y dos son cuatro". Sin la permanencia de esta verdad eterna
sería imposible concebir una unidad real, y habría tantas operaciones irreductibles
como conciencias operatorias” (Sartre, La Trasendencia del Ego, 2010). Estas mil
conciencias son posibles (existentes) a través de la Erlebnisse (vivencia) que es
donde el objeto trascendente “dos más dos” es intencionado, esta vivencia que es
donde la conciencia está en relación con el mundo, y es una de las maneras de la
conciencia de ser conciencia no tética de sí, ergo su existencia, es el absoluto que
se presenta al para-sí, al hombre, y cada hombre puede cuestionarse la manera
de ser de esta conciencia, del ser que se le presenta en relación con ella, y las
verdades que de ella extraiga (la propiedad ser aritméticos, de ser manzanas, de
ser comestibles), sin necesidad de otro que lo demarque y sin tener que dejarlo al
azar o a un sujeto absoluto (Dios) que se lo indique, lo que Sartre llamara como
elección del Ser, la parte ontológica en su filosofía.
Esta verdad creada por la elección del para-sí, la conciencia, no es un absoluto
como en las demás filosofías, tiene una temporalidad, en tanto que es para el
para-sí en la Erlebnisse (vivencia), y termina con ella, se trasciende en la
constitución del en-sí, en el objeto correlato con el para-sí, y podrá estar presente
en otras vivencias así como podrá ser puesto en duda, y podrá también
modificarse en tanto el fenómeno así lo permita y la conciencia pueda
intencionarlo.
Esta creación del objeto en-si para el para sí, es trabajada a profundidad en el Ser
y la Nada, el para si es con el mundo, pero este mundo es intencionado por él,
estas intenciones presentes en la vivencia le develan el mundo, el cual al ser sus
correlatos, existen con ella, no le son previos ni le son propios suponiendo alguna
categoría hacia ellos, le son ajenos, oscuros, están velados, concediendo así una
ignorancia originaria en torno a ellos, así como una posibilidad de desvelamiento,
la posibilidad de serle cognoscibles al para-sí en cada una de las vivencias donde
los intenciona, posibilidad de reafirmar el en-sí presentado o modificarlo,
posibilidad de trascender un ser o crear otro.
Es en este punto donde las preguntas surgen y donde los desarrollos son mas
interesantes ¿Cómo es que se da una trascendencia con la verdad entre sujetos?
¿Cómo confiar ante una verdad que se plantea temporal?
En la filosofía positivista, metafísica y materialista, la trascendencia de la verdad
está en el Ser abstracto, absoluto, es atemporal, ya que está más allá de lo físico,
más allá de la conciencia en la materia, la verdad de la ley de Newton, del
principio de Arquímedes o la ley de Coulomb serán verdades antes y después del
paso de la humanidad. En la concepción Sartreana estas leyes está en relación
con el para-sí, está en relación con los hombres, puede ser puesta en duda, tiene
que verificarse, (similar a la idea del Falsacionismo de Karl Popper o a los
programas de investigación científica Irme Lakatos) al caminar, al nadar o al
encender el foco de la habitación, antes o después de haber sido enunciadas
como Leyes y acuerpadas a la Institución Científica. Así que es a través de otro
que la verdad, el descubrimiento, se trasciende en la posibilidad de que otros
puedan verificarla, ya que ignoro sí esta verdad estará en relación con el ser que
pueda aparecerse en el futuro, así que la entrego a otro para que la verifique y
mantenga esta verdad existente sin tener el otro que crearla, trasciende la
creación que le ha sido otorgada.
Así es como la Ciencia, como institución, como programas de investigación es ese
otro que nos da una manera de vivir el caminar como una verificación de la ley de
gravitación. Esta es la manera en que la verdad puede trascenderse, por Otro
(otro para-sí). Y a través de él de donde obtenemos la confianza de esas
verdades, por eso para Thomas S Kuhn las revoluciones científicas son
complicadas, como lo fue para Copérnico su teoría en contra de la de Ptolomeo o
para Einstein su teoría en contra de la de Newton, por ese otro del cual confiamos
y solo en la verificación podemos negar esa verdad que nos otorga.
Esta temporalización de la verdad, esta confianza sustentada desde la subjetivad
y la intersubjetividad, es una diferencia entre las propuestas filosóficas de
verdades objetivas y atemporales, pero permite salir de las concepciones formales
y simbólicas para darle lugar a concepciones históricas, morales, éticas, políticas
que no le son exentas, y que permite posicionarse entorno a ellas también fuera
del campo de las reglas de producción y de sentido.
Entonces la confianza en lo objetivo de las matemáticas y de la física, está en que
podemos usarlas, y que las usamos en función de sus leyes/axiomas, que al
sumar manzanas, no solo trasciendo la suma, sino trasciendo a la aritmética, y su
consistencia me permite confiar en dividir las manzanas, pero esta confianza, en
tanto confianza no me permite preguntarme sobre los fundamentos de la
aritmética, o de la atracción gravitacional de la cual supongo son afectadas, no
permite redescubrir lo verdadero de esa confianza, hay una distancia entorno a
ella que no me permitirá posicionarme.
Es de esta manera que Sartre nos cuestiona nuestra ontología, la silla, la hoja, el
movimiento político o el amor, ¿Es temporal? ¿Es lo que me dijeron que es? ¿Eso
“es”? ¿Qué quiero que sea? Nos pregunta sobre el que hacer de estos seres en
tanto que hacemos lo que es posible con lo que son (una silla de madera puede
encender fuego, mientras que una de metal seria fría para sentarme en invierno) y
a nosotros mismos en cada una de nuestras Erlebnisse (vivencias) y que es la
pregunta que se me ha presentado y vine a compartir con ustedes.
Bibliografía
Foucault, M. (2008). La verdad y las formas Juridicas. Gedisa.
Russel, B. (1992). El conocimiento humano, su alcance y sus limites. Planeta.
Sartre, J.-P. (1964). La imaginacion. Sarpre.
Sartre, J.-P. (2010). Bosquejo de una teoría de las emociones. En El
existecialismo es un humanismo y otros ensayos (pág. 45). Tomo.
Sartre, J.-P. (2010). La Trasendencia del Ego. En J.-P. Sartre, El existencialismo
es un humanismo y otros ensayos (pág. 100). Tomo.
Wittgenstein, L. (2009). Cuadernos Azul y Marron. Tecnos.
Sartre, J.-P. (1989). Verdad y Existencia. Barcelona: Paidos.
Sartre, J.-P. (2010). El Ser y la nada. Paris: Losada.
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