Índice. - Las Palabras de Jesús, el Maestro.

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Como
interpretar
las parábolas
de Jesús.
Por
José Luis Pavez Murcia.
Índice.
Introducción
I-.Las parábolas.
A-. Definición
B-. ¿Es un método nuevo?
C-. ¿De qué hablan?
D-. El propósito de las parábolas
II-.Como interpretarlas.
A- Comprender la manifestación del reino de Dios
B-. Encontrar la ocasión
C-. Encontrar la idea principal
D-. Examinar el relato
E-. Buscar algunos paralelos en otros evangelios
F-. Comparar la verdad extraída con las enseñanzas del N.T.
III-. ¡¡¡Cuidado, no hacer!!!
A-. No hacer Doctrinas de ellas
B-. No Interpretar todos los detalles
C-. No Usar el método de interpretación Alegórica
Conclusión
Bibliografía
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Introducción.
Las parábolas de Jesús han sido motivo de estudio por muchos amantes de las
Escrituras, debido a que en ellas se encuentran los misterios del reino que fueron enseñados
por aquel que fue enviado desde el mismo cielo.
Estas parábolas en realidad no tenían la finalidad de enseñar una nueva verdad, sino
llevarlos a entender la esencia de lo que en su tiempo fue la ley de Jehová, y darle el
verdadero sentido a su palabra.
En ellas encontramos grandes enseñanzas de lo que es el reino de los cielos, del que
tanto habló Jesús, y todo aquel que quiera aprender acerca de cómo es este reino, deberá
conocer y examinar a fondo estas parábolas.
Para esto es este estudio, para que usted aprenda a interpretar y examinar a la luz de las
Escrituras y la iluminación del Espíritu Santo, lo que quiso decir realmente Jesús, y como
es exactamente el reino de los cielos o al menos a lo que se asemeja.
Además encontrara algunas advertencias de lo que no debe hacer con ellas ya que
muchos también han cometido el error de mal interpretarlas y darles un uso que nunca
tuvieron en primera instancia.
Espero que les sea de gran bendición, shalom.
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I-.Las parábolas.
A-. Definición.
La palabra parábola proviene del vocablo griego “parabolé”, que está compuesta por
dos términos, veamos:
El primer término griego es “Para”, que es una preposición y significa “Al lado de, o
junto a” y el siguiente término griego es “Ballein” este significa “echar, arrojar o poner”, es
decir, una parábola es “una cosa colocada al lado de otra”.
Y es uno de los métodos del arte de la oratoria para ilustrar una verdad moral o religiosa
mediante una comparación extraída de la vida corriente, es decir, “Una historia terrenal con
significado celestial”.
Generalmente se emplea este término para hablar en los evangelios de una historia
corta que se refiere a la naturaleza o la experiencia humana y que se usa para ilustrar
una verdad espiritual o moral.1
Por esto es que también se le llaman símiles elaborados, (un símil, es una comparación
breve), ya que veremos que la mayoría de las veces cuando Jesús utilice una parábola
comenzará con las palabras “el reino de los cielos es semejante a…”.
Los evangelios sinópticos presentan un total de treinta parábolas, mientras que en el
evangelio Según San Juan no encontramos ninguna. Pero el término parábola lo
encontramos cuarenta y ocho veces en los sinópticos en relación con las enseñanzas de
Jesús.
B-. ¿Es un método nuevo?
Aunque hay algunos que han declarado que este género literario o lenguaje figurado no
existía antes de Cristo, o que solo había unos pocos que lo conocían, debemos decir que
este no fue creado por Jesús ni tampoco era que solamente algunos lo conocían, por el
contrario, aquellos que son lectores del antiguo testamento se darán cuenta de que ya
existían (véase 2samuel 12:1-4; Isaías 5:1-6; 28:24-28).
Y no solo allí, sino que también en algunos escritos paganos aparecen parábolas, pero
con todo esto las parábolas de Jesús sobresalen por ser sencillas, concisas, y también de
aspecto simple pero con un significado profundo.
Lo mejor era que siempre se encontraba algo novedoso que llamaba a los oyentes a
reflexionar en ellas y a la vez tomar decisiones ante sus enseñanzas.
Pero no por ser un método conocido en esa época todos lo entenderían, sino que debían
darse la tarea de encontrar en medio de las palabras de Jesús las enseñanzas espirituales o
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celestiales que quiso dar el Maestro ya que las parábolas siempre son una apelación
seria a enfrentarse con las realidades del Reino, una llamada a la reflexión y a la
decisión: «Quien tiene oídos para oír, que oiga.».2
Se dice que cuando el maestro iba a comenzar una parábola mencionaba las palabras
“amén, amén, legó…” que quieren decir en griego “de cierto de cierto os digo”, y en este
momento todos se reunían alrededor del maestro a escuchar lo que tenía que decir.
Estos términos en las transliteraciones hechas a través de los tiempos se fueron
perdiendo, y desaparecieron de nuestra biblia, quedando impresas las palabras “el reino de
los cielos es semejante a…” pero es hermoso imaginarse al maestro mencionándolas y las
multitudes corriendo para oír acerca del reino de los cielos.
C-. ¿De qué hablan?
Es importante comenzar diciendo que en su mayoría, las parábolas de Jesús fueron en
relación al reino de los cielos, y que como ya se ha mencionado normalmente se comenzaba
diciendo: el reino de los cielos es semejante a, pero no debemos cerrarnos en la idea de que
está presentando el reino de los cielos a modo de imagen como si describiera las paredes
del reino o las calles, no, de ninguna manera el Maestro hace esto.
Lo que en realidad hace es comenzar a enseñar acerca de las normas de este reino, y
como deben vivir y andar todos aquellos que quieran ser parte de este reino, plantea los
pensamientos del Rey y los principios del reino.
Y es por esto que las parábolas abarcan todo tipo de temas, como por ejemplo la
oración, la espera de la justicia, el retorno de Cristo, la justificación, la avaricia, el pedir el
Espíritu Santo, etc.
Pero también se hablo mucho de las actitudes de los hombres del tiempo de Jesús, su
mala manera de vivir y sus insensateces delante de Dios, y de cómo Dios mira a estos
hombres que creen ser buenos delante de su Dios, como por ejemplo, la parábola del fariseo
y el publicano, la de la oveja perdida, la de la dracma perdida, la cena, etc.
Sin embargo nunca debemos perder el norte de que las parábolas hablan en su
contenido principalmente del reino que ha llegado, el reino que progresa y el reino en su
manifestación futura.
Todo esto envuelve mensajes que no pueden transmitirse de ningún otro modo, solo
este.
Para conocer bien todas estas cosas, más adelante veremos cómo descubrir las
verdaderas enseñanzas que quiso dar Jesús en el momento en que las pronunció.
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D-. El propósito de las parábolas.
En un principio la parábola tiene como propósito general el poder hacer entendible las
enseñanzas morales y espirituales. Al usar las similitudes el Señor quería poner las
verdades en forma fácil de entender, así de esta manera las verdades comprendidas de una
manera imperfecta son presentadas de una manera más vívida y entendibles para los
oyentes.
Además se utilizaban mucho para cuidar a aquellas personas que no estaban preparadas
para recibir la verdad desnuda a causa de sus prejuicios, Cristo les presentaba la verdad un
poco velada para que la fueran percibiendo poco a poco, así de esta manera no se negaban
por completo a recibir la verdad del mensaje.
Sin embargo pareciera que en el principio de su ministerio Jesús no utilizó este método
de enseñanza, ya que en mateo 13:10-17 los discípulos le preguntan al maestro ¿Por qué les
hablaba por parábolas?, como diciendo: ¿si antes no lo hacías por que ahora sí?
La respuesta del maestro es la que causa en realidad un problema conforme al primer
punto que hemos tocado, en Mateo 13:11dice, El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros
os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado (RVR
1960).
Si nos damos cuenta, parece que el maestro esta contradiciendo el propósito de las
parábolas en primera instancia, ya que en vez de buscar revelar las verdades eternas, en este
punto son escondidas.
Pero ¿cómo explicamos esto?, es que en realidad este no era el único propósito de las
parábolas, de lo contario tropezaríamos con una contradicción en el ambiente salvífico del
ministerio de Jesús, ya que lo que más le impactaba a las personas eran sus palabras llenas
de gracia que salían de su boca (Lucas 4:22).
La explicación radica en el doble efecto que las parábolas producían entre los
oyentes de Jesús, de los cuales unos eran discípulos y otros no. A los primeros dijo el
Señor: «A vosotros os ha sido dado conocer los misterios del Reino de los cielos.» En
ellos las parábolas tenían un resultado iluminador. Por medio de ellas se les daba la
instrucción, «porque a cualquiera que tiene se le dará y tendrá abundancia». Pero
simultáneamente las parábolas eran lenguaje cifrado para quienes adoptaban una
actitud de incredulidad ante Jesús. Así, pues, la parábola revelaba y velaba a un
tiempo: aclaraba y ocultaba. Que tuviese un efecto u otro dependía de la disposición
espiritual de los oyentes.3
En resumidas palabras la actividad que cumpla la parábola en el oyente, dependerá de la
actitud que tome el oyente ante las enseñanzas del maestro, puede ser iluminación de las
verdades eternas o oscuridad que producirá juicio, pero no olvidemos que depende del
oyente y no de Dios.
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II-.Como interpretarlas.
A- Comprender la manifestación del reino de Dios.
Los judíos dividían la historia entre el presente siglo y el siglo venidero. Cuando se
menciona el siglo presente se hace referencia a la vida humana y cuando se menciona el
siglo venidero se hace referencia al inicio de la eternidad cuando Dios hará todas las cosas
nuevas (Apocalipsis 21:1-7).
Entonces al enfrentarnos a las parábolas debemos en tender que la introducción del
reino en el presente siglo, trae las bendiciones de la época venidera. El reino de Dios
está presente, pero no en su plenitud.4
Entendiendo esto, debemos saber y poder discernir, aquellas enseñanzas que afectan e
influyen en la eternidad, como por ejemplo aquellas que hablan del retorno del esposo en su
segunda venida, donde se establecerá el reino en su plenitud, o por otro lado aquellas que
solo afectarán el siglo presente, por ejemplo: Lucas 18:1-7 donde se ve el reino manifestado
por medio de la oración constante, pero que ya en la eternidad no tendrá influencia.
B-. Encontrar la ocasión.
La primera etapa corresponde obviamente al momento en que las parábolas
fueron pronunciadas por primera vez.5
Cuando analizamos una parábola debemos tratar de encontrar la ocasión que llevó al
Maestro a mencionar dicha parábola, por ocasión entendemos el suceso, la pregunta, o la
actitud de alguna persona frente a sus enseñanzas, algún aspecto de la vida, etc.
Por ejemplo cuando el maestro ve la insensibilidad que tenían los fariseos ante la
predicación hacía los perdidos, el les profiere las parábolas de la oveja perdida, la dracma y
la del hijo prodigo (Lucas 15).
Este punto es importante ya que si no entendemos el ¿Por qué? de la mención de la
parábola, podríamos cometer errores graves de interpretación. Para enseñar acerca de esto
utilizaremos las palabras de C.H. Hood:
Y cuando nos preguntamos por su aplicación, debemos centrarnos no en el terreno
de los principios generales, sino en la situación particular en que fueron pronunciadas
las parábolas. La labor del intérprete consiste en descubrir, si puede, el puesto de una
parábola en la situación que contemplan los Evangelios y luego la aplicación que ella
misma pudo sugerir a quienes se hallaban en tal situación.6
No olvidemos este punto tan importante al momento de interpretar las parábolas ya que
en realidad debemos tratar de meternos en el corazón de los oyentes de la época, pues
aunque nos han llegado hasta nuestros días primero fueron mencionadas para ellos y no
para nosotros.
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Esto se puede lograr examinando el contexto (todo lo que rodea el texto donde se
encuentra la parábola), ya que es el mismo quien nos declarara con claridad la ocasión y en
caso de no encontrarse de inmediato en el texto ni en el contexto, se recomienda buscar las
concordancias en los otros evangelios, sin embargo no siempre se aclara en las escrituras.
Una nota final de un punto que se debe tener en cuenta es que al pasar el tiempo, los
apóstoles las utilizaron a modo de parénesis (exhortación, enseñanza o discurso moral),
pero cuando Jesús las pronunció tuvieron un aspecto más apologético (defensa de la fe) que
de parénesis.
C-. Encontrar la idea principal.
Luego de ver muy bien cuál es la ocasión, el segundo paso importantísimo es encontrar
la idea principal, es decir, la verdad central que quería enseñar el Maestro.
En muchas de las parábolas ésta aparece al final, sin embargo hay algunas como la del
aváro que pide al maestro que le diga a su hermano que comparta la herencia con él, en
donde el maestro al principio le dice: mirad guardaos de toda avaricia. Ésta en este caso es
la enseñanza central.
Otro ejemplo lo encontramos volviendo a tomar las parábolas de la oveja perdida, la
dracma perdida y el hijo pródigo, ya que cuando leemos el capitulo 15 y examinamos los
versículos 6-7,9-10 y 31-32, nos damos cuenta de que la idea central ante las malas
reacciones de los fariseos, es el gozo del Padre al encontrar aquello que estaba perdido, que
en este caso serían los pobres, ladrones, enfermos, endeudados, las prostitutas, y todo tipo
de pecadores.
Es importante mencionar que las parábolas en general, tienen solo una idea principal,
no dos ni tres ni más, ya que solo responde a la ocasión. En ocasiones el Maestro señalaba
esta lección pero en otras se las dejaba a sus oyentes.
D-. Examinar el relato.
El relato o la narración es la historia tal cual la encontramos en la biblia.
Y solo una vez que hemos encontrado los primeros dos puntos, que son encontrar la
ocasión y la idea central, podemos ponernos a examinar, que parte del relato es aplicable a
la interpretación y que parte no lo es.
Este punto en realidad es relevante solo para hermosear y adornar las parábolas, y no
tienen otro propósito más profundo, pero con esto no quiero decir que lo que diga no es real
o es inverosímil, recuerde que las parábolas son historias terrenales con sentidos celestiales.
Por lo tanto lo que está pasando es que el maestro esta ilustrando la parábola con
sucesos de la cultura de la época y las gentes que estaban en ese instante escuchando.
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E-. Buscar algunos paralelos en otros evangelios.
Todo lector de las escrituras se habrá dado cuenta de que algunas de las parábolas que
se mencionan en los evangelios se repite en otro, sin embargo cuando las analizamos nos
damos cuenta de que aunque son las mismas o casi iguales, están orientadas a receptores
diferentes y mantiene particularidades que son propias del evangelio que las menciona.
Entonces cuando busquemos en otro lugar la parábola, si es que lo hubiera, en otro libro
del mismo género literario, lo más correcto es que solo saquemos las ideas relacionadas por
el contexto.
G-. Comparar la verdad extraída con las enseñanzas del N.T.
Una vez que se ha hecho esto debemos buscar los puntos de referencia dentro del relato
y tener cuidado con pensar que porque acá se menciona semilla en otro lugar significará lo
mismo, ya que no por que se mencione la misma palabra significará lo mismo, debemos
examinar muy bien como se aplican las palabras importantes del texto.
Y para finalizar se debe comparar la verdad que se ha extraído de la parábola con las
enseñanzas del nuevo testamento.
Al menos ya con estos puntos, nosotros podemos enfrentarnos a la interpretación de las
parábolas encontradas en la biblia. Pero hay algunas cosas de las que debiéramos tener
cuidado de no hacer, para esto pasemos al siguiente capítulo.
III-. ¡¡¡Cuidado, no hacer!!!
A-. Doctrinas de ellas.
Las parábolas son como ya lo hemos mencionado, ilustraciones de las verdades eternas,
y solo debemos usarlas para apoyar las doctrinas bíblicas explicadas en otras partes de la
biblia, y nunca para crear nuevas doctrinas.
Ya que por lo general cuando alguien hace esto, termina por contradecir alguna verdad
de las Escrituras, y deforma la idea central que en ese momento quiso darle el Maestro.
Esto dañaría el texto bíblico, y dañaría el propósito de Dios, pero el cristiano no debe
caer en el juego que muchos han caído de tratar de encontrar siempre cosas novedosas en
ellas, ya que su contenido primario basta para bendecir a los oyentes de hoy.
B-. Interpretar todos los detalles.
Es peligroso además comenzar a afanarse por la interpretación de todo lo que dice el
relato o la narración de las parábolas, ya que en verdad no todo lo que se dice, merece ser
interpretado, y sirven solo de adorno al relato del Maestro, por ejemplo en la parábola de la
semilla de mostaza, se nos habla del crecimiento del reino de los cielos, pero algunos han
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llegado a interpretar incluso las ramas, las hojas, los nidos, los pájaros, etc. Y eso no está
bien.
Otro ejemplo fuerte de esta mala interpretación lo tomamos de Agustín de Hipona,
quien interpreto la parábola del buen Samaritano, dice C.H. Hood:
Un buen ejemplo nos lo ofrece Agustín de Hipona en su explicación de la parábola
del buen samaritano, según la cual, el hombre Que iba de Jerusalén a Jericó
representa a Adán. Jerusalén es la Ciudad de la paz celestial, cuya dicha perdió Adán
al pecar; Jericó Simboliza la luna, y ésta, a su vez, significa la mortalidad del Hombre,
pues la luna nace, crece, mengua y muere. Los ladrones Son el diablo y sus, ángeles:
los golpes, la incitación a pecar; el Despojamiento, la pérdida de la inmortalidad; la
condición del herido (medio muerto), el deplorable estado moral del hombre Caído: el
sacerdote: el levita, el sacerdocio y el ministerio del Antiguo Testamento, incapaces de
salvar el samaritano el Señor Etcétera.7
Recuerde por lo tanto no obsesionarse con interpretar todo lo que encuentre en el relato
o la narración de la parábola, esto no quiere decir que lo que no se interpreta sea falso o
algo por el estilo, ya que la parábola al contrario de las fábulas se diferencia porque su
relato es cien por ciento verosímil, es decir, verdadero.
C-. No Usar el método de interpretación Alegórica.
Para definir el método alegórico J. Dwight Pentecost menciona que Ramm define el
método alegórico así: la alegoría es el método de interpretar textos literarios que
considera el sentido literal como vehículo para un sentido más espiritual y más
profundo.8
En otras palabras aunque toma un sentido literal siempre esta enfocándose a una
interpretación más allá, y en esto existen algunos graves peligros, que son 1) este método
no interpreta las escrituras, 2) descarta las autoridades de las escrituras, 3) uno queda sin
medio alguno para comprobar las conclusiones.
Todo esto debido a que su interpretación será incierta, ya que dependerá más del
intérprete que de lo que el Señor quiso decir en esos momentos. Por esto este método ha
sido descartado por muchos teólogos, por ejemplo concluye diciendo Farrar acerca de una
de las oportunidades en las que el apóstol Pablo utilizó una alegoría, diciendo:
La alegoría aunque usada por San Pablo una vez a manera de ilustración
pasajera, es desconocida para los otros apóstoles, y Jamás fue autorizada por Cristo.9
Entonces como este estilo de interpretación es peligroso porque deja mucho campo
abierto para la interpretación de todo tipo y en todas direcciones, debemos volcarnos al
método de interpretación gramático histórico que busca encontrar el sentido que realmente
quiso darle el Maestro sin necesidad de interpretaciones más allá de lo que quiere decir.
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Porque debemos tener claro que aunque las parábolas son enseñanzas celestiales
enseñadas en historias terrenales, no se va a otro mundo, ni idioma, ni otras cosas sino que
usa el idioma de ese momento, la cultura de ese momento, etc.
Por esto es mejor buscar conocer esto que darle la interpretación que nosotros
queramos, ya que de esta manera será de mayor bendición para el oyente, y Dios podrá
respaldarle con más fuerza cuando lo enseñe.
Esto es lo que vieron las personas cuando decían que Jesús hablaba como quien tiene
autoridad, primero porque era lleno del Espíritu, eso lo sabemos bien, pero la fuerza de sus
palabras erradicaban en la correcta interpretación de las palabras de Yahve en el antiguo
testamento, hoy nuestra fuerza de veracidad debe erradicar en estos dos puntos.
Por eso cuidado, no use el método alegórico de interpretación, ya que no es seguro, no
tiene contundencia ni base para enseñar.
Que el Señor les bendiga…
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Conclusión.
No debemos olvidarnos nunca de que el método de interpretar las parábolas, es buscar
la ocasión y la idea central, y a través de estos dos puntos debemos interpretar solo los
puntos que sean necesarios del relato, ya que no todo es parte de la enseñanza sino que
algunas cosas solo sirven de adorno.
Nunca debemos hacer doctrinas de ellas sino que solo sirven para ilustrar verdades
bíblicas.
Estas historias terrenales con enseñanzas celestiales son cien por ciento verosímil, y es
un método que era conocido ya en ese momento, y no fue inventado por Jesús.
Además cumplen un doble propósito que dependen de cómo el oyente reciba la
enseñanza, estas pueden producir luz o producir oscuridad y juicio sobre aquellos que no
tuvieran el corazón dispuesto para aceptar la verdad del reino.
Y por último recordar una de las cosas más importantes, y es que las parábolas solo
contienen una enseñanza que responde a la ocasión.
Espero que Dios le bendiga y que este estudio solo sea un motivo de comenzar a
estudiar un poco mas afondo el impresionante mundo de tesoros que se esconden la biblia.
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Bibliografía.
1-. Hoof Pablo, se hizo hombre, editorial Vida, pag 145, EE.UU., 1990.
2-. Martínez José, Hermenéutica Bíblica, editorial Clie, pag 453, Terrassa (Barcelona),
1984.
3-. Martínez José, Hermenéutica Bíblica, editorial Clie, pag 453, Terrassa (Barcelona),
1984.
4-. Rubio Pedro, el pasado, presente y futuro de la interpretación de la biblia, pag 60,
Chile,2011.
5-. Sánchez Cetina Edesio, enseñaba por parábolas, Sociedades Bíblicas Unidas, pag 30,
Colombia, 2004.
6-. Dodd C.H., las parábolas del reino, Ediciones Cristiandad, pag 34, Madrid, 1974.
7-. Questiones Evangeliorum, III, 19, cit. Por C.H. Hood, las parábolas del reino, pag 2122.
8-. Bernard, Protestant Biblical interpretation, pag 21, cit. por Dwight Pentecost, editorial
Vida, pag 3, 1989.
9-. Farrar, ob cit. pag 217.
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