En las bodas del cordero ¿Quiénes serán la esposa?Pastor Juan

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En las bodas del cordero ¿Quiénes serán la esposa? Pastor Juan Avellanedas
“Gocémonos y alegrémonos y desmole gloria; porque ha llegado las bodas del cordero, y su esposa se
ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el
lino fino es las acciones justas de los santos.” Apocalipsis 19:7 y 8
Vemos, en este pasaje del libro de Apocalipsis, que la escritura dice que el ángel dijo: “Gocémonos y
alegrémonos porque han llegado las bodas del cordero.” Hay multitud de cristianos que no saben que
habrá bodas en el cielo. ¿Saben cuántos no se preparan para ella? La gran pregunta a esto es: ¿Quién
será la esposa del cordero? Hay quienes enseñan que todos seremos la esposa, sin embargo, la biblia a
nosotros no nos enseña eso, porque el ángel dijo: “Y su esposa se ha preparado”
En el verso 9 de este mismo capítulo de Apocalipsis, el ángel dijo: “Bienaventurados los que son
llamados a la cena de las bodas del cordero” es, decir que no solamente estará la esposa sino también
los convidados.
Hicimos una pregunta, ¿Quién será la esposa del cordero?
La biblia habla que Cristo es el segundo Adán y así como Dios preparo esposa para Adán, también la está
preparando para su hijo Jesucristo. En el caso de Adán, vemos que después de haber sido formado y
estando en el escenario de este mundo, Dios dijo que no era bueno que este solo, entonces le dio una
esposa. ¿De donde saco Dios la esposa para Adán? Todos sabemos que de su mismo cuerpo, es decir,
que Dios formó primero el cuerpo de Adán y de el mismo después sacó a la mujer, (su esposa).
Pablo, dice que la iglesia es el cuerpo de Jesucristo y que estamos siendo edificados en él. Los tipos en la
Biblia son perfectos y en el caso del Señor Jesucristo, como en el de Adán, Dios de su mismo cuerpo
sacará la esposa. Esto se sabrá solo cuando estemos en el tribunal de Cristo. El ángel dijo: “Y a ella se le
ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es de las acciones
justas de los santos”
¿Acciones justas de los santos? ¿Qué harán, cuando llegue ese día, aquellos que dicen que son
pecadores, que no son santos, ni tampoco justos? ¿Cómo producirán acciones justas delante de Dios?
Como vemos, la iglesia duerme con respecto a estas cosas que la escritura dice que sucederán. Hoy,
nosotros al leer, podemos ver que ese día llegara, que la esposa estará lista y también los convidados.
Pero el ángel dijo algo, y es que a la esposa se le ha concedido que se vista con una vestidura que
produce acciones justas; las cuales los santos, mientras estén en este mundo, con sus actitudes y su
conducta, deben producir.
¿En qué lugar de la Biblia se encuentra para el creyente la ropa que produce las acciones justas?
Si queremos encontrarla debemos saber que el que tiene la revelación de todas estas cosas, desde que
Jesús murió en la cruz, hasta el tribunal de Cristo, es el apóstol Pablo; quien dijo que a Dios le había
placido revelar a sus hijos en el. Así que, esa vestidura tiene que estar en algunas de las cartas de Pablo
a la iglesia. Nosotros por la gracia de Dios la hemos encontrado en la carta a los Colosenses 3:12 y 13:
Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad,
de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a
otros si alguno tuviera queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo
vosotros.
Con este pasaje el apóstol Pablo nos muestra cual es la ropa que en nosotros produce acciones justas, la
cual será el vestido de la esposa. Pablo dice:
“Vestíos como escogidos de Dios santos y amados”
¿Escogidos de Dios? ¿Santos y amados? Como vemos, se relata cual es la vestidura que está en el ropero
espiritual de cada uno de nosotros. Comienza con la entrañable misericordia, es decir, una misericordia
que sale de las mismas entrañas y que se hace manifiesta en actitud hacia los demás. Cuando una acción
injusta de otro merece un juicio de parte nuestro, la misericordia impulsada por la fuerza del amor de
Dios, nos lleva a ser semejantes a Él, quien en vez de derramar el juicio sobre nosotros cuando éramos
pecadores lo sufrió el mismo en su persona por amor a nosotros. Así, Pablo sigue relatando y
mostrando esta vestidura que nos lleva a producir las acciones justas que serán el vestido de la esposa
en el día de la boda, que es el fruto del Espíritu de Dios que está en nosotros.
“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre,
templanza; Contra tales cosas no hay ley.” Gálatas 5:22 y 23
Y termina, el apóstol Pablo, hablando acerca del sobretodo (que cuando alguien lo tiene puesto es lo
primero que se ve) mostrando que este es el amor.
“Sobre todas estas cosas vestíos de amor que es el vinculo perfecto”.
Como dijimos antes, hay muchos creyentes que no saben que en el cielo habrá bodas y otros, en
cambio, que lo han oído o leído no le dan el valor que esto tiene. Sin embargo, el titulo más honorable
que un creyente puede recibir es el de ser esposa de Cristo. El diablo ha logrado que la iglesia no ponga
sus ojos en este acontecimiento que va a llevarse a cabo y con esto lograra que multitud de creyentes
no reciban la corona de justicia. ¿Cómo puede ser que un acontecimiento tan grande y de tanto valor
para el creyente, no lo tenga presente como una esperanza bendita? Esperanza, en la cual, con
paciencia soporte todas las adversidades que contra él vengan, sabiendo que ese día llegara y que los
que hayan vencido serán coronados de gloria, de honra, y manifestados juntamente con Cristo para
reinar en esta tierra durante el milenio.
“Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestado con él en
gloria.” Colosenses 3:4
Nosotros podemos ver a la iglesia de hoy avocada a la tarea de lograr bendiciones materiales; sin
entender que todo lo que logre como hombre en este mundo, en el día de su partida, nada llevara.
Viven tan descuidadamente en cuanto a las cosas espirituales que no piensan que vendra un día, ya sea
porque el Señor lo llame a su patria celestial o porque se produzca el arrebatamiento, tendrán que partir
de esta tierra e ir al encuentro del Señor y después al tribunal de Cristo (2da Corintios 5:10). Si todos
hemos de dar cuenta en el tribunal de Cristo.
¿Cómo no preparamos para ese día? ¿De qué servirán las conquistas de las cosas materiales de este
mundo si en nuestra partida nada llevaremos? Pero Pablo dice que tendremos que dar cuenta, ¿Cuenta
de qué? ¿De las cosas terrenales o espirituales?
Dice el apóstol,
“… para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea
malo.”
Al tribunal de Cristo no nos presentaremos para juicio, sino para recibir el premio. Como el que se
presentara es el hombre espiritual no puede decirse que tenga actitudes malas, sin embargo, esta
palabra “malo” significa todo aquello para lo cual fue capacitado por Dios, con respecto al bien y no lo
hizo. El apóstol Juan en su 1 carta Capitulo 2 versos 28 y 29 dice que en ese día muchos se van alejar
avergonzados al ver que otros aprovecharon todo lo que Dios le dio por Jesucristo para alcanzar el
máximo galardón; mientras que ellos por no haberle dado el valor que esto tiene lo descuidaron y no lo
lograron.
Nosotros vemos cuantas doctrinas se han introducido en la iglesia de hoy que no hablan de las riquezas
espirituales, pero que los llevan a ir en busca de las terrenales. Como así también, hay doctrinas que
enseñan a los que han nacido de nuevo, por la fe en Jesucristo, que necesitan ser libertados de espíritus
que no tienen nada que ver con Dios. Esto hace que los cristianos en vez de crecer en el conocimiento
del Señor para alcanzar el desarrollo de esta vida que Dios nos ha regalado, se detengan esperando que
un día puedan ser libres de todas estas cosas; cuando Dios dice en su palabra que fuimos librados de la
potestad de la tinieblas y trasladados al reino de su Amado Hijo, Colosenses 1:13.
Por eso el apóstol Pablo enseñó, como así también el Señor Jesús,…mirad que nadie os engañe.
Colosenses. 2:8.
El creyente no debe creer a ninguna doctrina que no le sea mostrada por medio de la palabra de Dios y
que no tenga como propósito llevarlo a desarrollar esta vida maravillosa, que en Cristo Dios le ha
regalado, hasta alcanzar así la estatura de la plenitud de Cristo.
“Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del hijo de Dios, a un varón
perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” Efesios. 4:13
Ahora pensamos: ¿Para qué Dios busca una esposa para Jesucristo?
En el caso de Adán Dios dijo:
Le hare ayuda idónea. Sin la ayuda de la mujer Adán no podría haber hecho que los hombres se
multipliquen. Pero en el caso del Señor Jesús el propósito es diferente, el apóstol Pablo tiene la
revelación de esto y nos comunica en 1ra. Corintios 6:2 y 3.
Allí Pablo dice, que los santos han de juzgar al mundo; el apóstol Juan en el libro de Apocalipsis 20:4
dice:
“Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; Y vi las almas de los
decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la
bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y
reinaron con Cristo mil años”.
Pablo dice que los santos han de juzgar al mundo y no solamente esto, sino que hemos de juzgar a los
ángeles. Juan dice que vio tronos y que en ellos se sentaron los que recibieron facultad para juzgar. La
ayuda idónea para Cristo es su Esposa y la capacidad para juzgar la recibió por medio de las acciones
justas que mientras estaban en la tierra, en el desarrollo de la vida espiritual, las produjeron, ¿Cómo
podrán juzgar al mundo los que disfrutan de él y prestan más atención a todo lo que en el sucede
que en la vida espiritual que Dios nos ha dado para llevarnos a ser semejantes a Cristo?
Dios dice que nos escogió antes de la fundación del mundo para que seamos conformados a la imagen
de su hijo (Romanos 8:29); los que alcancen esta estatura espiritual son los que recibirán la corona de
justicia. La corona, que es símbolo de poder y de justicia, significa que estarán sobre sus cabezas dando
testimonio de que por la fe vencieron al mal. Entonces, la corona de justicia es símbolo de poder en
contra del mal, de esta manera los que la obtengan estarán capacitados para juzgar al mundo y a los
ángeles. El propósito con el cual escribimos esta literatura es despertar en cada uno que la lea, el deseo
de buscar a través del conocimiento cual sea la voluntad de Dios, para lo cual nos ha traído y escogido, y
lo lleve a servirle a El con propósito de corazón.
“Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro Señor Jesucristo”
Tito 2:13.
Las bodas del cordero se llevaran a cabo. ¿Cuál es el lugar que ocupara usted?, ¿El de la esposa? O ¿el
de los convidados? Cuando una fiesta de boda termina, los convidados se van cada uno a sus hogares
mientras que el esposo lleva a la esposa para vivir con él, en este caso, eternamente. Además, debemos
pensar en el reinado del Milenio; por que Cristo reinara y Él dijo que a los que vencieren les dará que
rijan las naciones con vara de hierro.
“Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá
con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi
padre” Apocalipsis 2:26 y 27.
Por esto debemos estar atentos y pedir a Dios que nos ilumine por medio de su Espíritu Santo, para
entender porque debemos alcanzar la imagen de Cristo y para que debamos alcanzar el conocimiento
pleno.
“…y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creo se va renovando hasta el
conocimiento pleno” Colosenses 3:10
En el reino del milenio Dios mostrará cual era su pensamiento en cuanto a la vida y a la conducta que los
hombres que el creo, iban a tener. Pero el hombre se rebeló contra Dios y perdió la imagen de Cristo, y
se convirtió en un pecador y fue destituido de la gloria de Dios. Pero con la venida de nuestro Señor
Jesucristo, Dios por la fe, a los que creen, le da el morir y nacer de nuevo; y este nacimiento es una vida
espiritual, que es la misma vida que está en Señor Jesús, la cual al desarrollarse en nosotros nos lleva a
ser semejantes a El, no solamente en conducta sino también en conocimiento. Y se necesitara que los
que vayan a reinar con el Señor, conozcan todo en cuanto a la vida que Dios por Jesucristo les ha dado a
los que le recibieron. Sin esta estatura espiritual, que es la que lleva a obtener la corona de justicia, no
podrán regir las naciones como el Señor dijo que lo harían los que guardando sus obras lleguen hasta el
final.
Dios ilumine la mente y el corazón de todo aquel que lee, y el Espíritu Santo le convenza que este
acontecimiento, que es el más glorioso y maravilloso que mente de hombre alguno puede imaginar que
exista, va a llegar. Para que así procuren con diligencia desarrollar el amor que Dios derramado en sus
corazones por el Espíritu Santo (Romanos 5:5) e impulsados por él lo lleve a estar velando cada día,
sirviendo a Dios con alegría, amando a sus hermanos, para que cuando las trompetas suenen y vayan al
tribunal de Cristo en busca del premio, no tengan que alejarse avergonzados.
Es mi anhelo, mi deseo y oración a Dios de que su Espíritu le convenza de esta verdad gloriosa que está
en su Palabra. Amén.
Los amo y los abrazo en el amor de Jesucristo
Juan Avellaneda
Pastor
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