Verdades de Fe Introducción: La palabra “verdad”, central en la filosofía, ha tenido sentidos distintos en las lenguas clásicas que fundan nuestra tradición. En griego “verdad” es “Aletheia”: “lo que no está oculto”, “lo que se manifiesta claramente tal y como es en su ser”. La noción de verdad ocupa un puesto fundamental, en el pensamiento filosófico y en todas las grandes culturas. Existe la noción de verdad en la ciencia (es verdadero lo que se ha verificado), en el derecho (un delito verdadero), en la historiografía (un hecho histórico). Existe también una noción específicamente bíblica de verdad, diversa de todas las que se han mencionado hasta ahora. Es un concepto esencialmente religioso, que requiere la fe y describe las relaciones del hombre con Dios o la vida del hombre a la luz de Dios. Esta noción ha pasado, sin embargo, por una notable evolución: En el AT la verdad es principalmente la fidelidad a la alianza En el NT se convierte en la plenitud de la revelación realizada en Jesucristo. La verdad en sentido cristiano es la verdad del evangelio, la palabra reveladora que viene del Padre, que está presente en Jesús y que es iluminada por el Espíritu Santo; es aquella verdad que debemos acoger en la fe, a fin de que nos transforme en hijos de Dios. Esta verdad de la revelación resplandece siempre para nosotros en la persona de Cristo, que es el mediador y al mismo tiempo la plenitud de toda la revelación. Actividad: Haz un listado de las verdades de fe que tú conoces o has oído nombrar 1. __________________________________________ 2. __________________________________________ 3. __________________________________________ 4. __________________________________________ 5. __________________________________________ Verdades de fe: Dogmas En la Iglesia católica, un dogma es una verdad absoluta, definitiva, inmutable, infalible, irrevocable, incuestionable y absolutamente segura sobre la cual no puede flotar ninguna duda. Una vez proclamado solemnemente, ningún dogma puede ser derogado o negado, ni por el Papa ni por decisión conciliar. Por eso, los dogmas constituyen la base inalterable de toda la Doctrina católica y cualquier católico está obligado a adherir, aceptar y creer en los dogmas de una manera irrevocable. Los dogmas tienen estas características porque los católicos confían que un dogma es una verdad que está contenida, implícita o explícitamente en la inmutable Revelación divina o que tiene con ella una "conexión necesaria". Para que estas verdades se tornen en dogmas, ellas necesitan ser propuestas por la Iglesia Católica directamente a su fe y a su doctrina, a través de una definición solemne e infalible por el Supremo Magisterio de la Iglesia (Papa o Concilio ecuménico con el Papa ) y de la posterior enseñanza de estas por el Magisterio ordinario de la Iglesia. Para que tal proclamación o clarificación solemne acontezca, son necesarias dos condiciones: El sentido debe estar suficientemente expresada como una auténtica verdad revelada por Dios La verdad o doctrina en causa debe ser propuesta y definida solemnemente por la Iglesia siendo una verdad revelada y una parte integrante de la fe católica. Ejemplos de dogmas Lee las siguientes citas Yo soy el camino, verdad y vida. Jn 14, 1-7 Salmo 86,11 Is 26,7 Jn 10, 25-39 Jn 14, 8-11 Jn 17, 1-3 Yo soy uno con mi Padre Jn 17, 21-23 Jn 6, 32-51 Ex. 16, 14-18 Ex. 16, 31-36 Yo soy el pan de vida 1Cor. 10, 16 - 17 Mas, "la definición de los dogmas a lo largo de la historia de la Iglesia no quiere decir que tales verdades solamente habían sido reveladas, sino que se tornaron más claras y útiles para la Iglesia en su progresión en la fe". Por eso, la definición gradual de los dogmas no es contradictoria con la creencia católica de que la Revelación divina es inalterable, definitiva e inmutable desde la ascensión de Jesús. Concilios Ecuménicos Concilio: es una reunión o congreso de obispos, como legítimos pastores de la Iglesia. Son convocados por un Papa y llevan el nombre del lugar en donde se celebra. En ellos, se decide sobre cuestiones relativas a la fe o a las costumbres. Cuando son concilios universales (todos los obispos y el Papa), se llaman concilios ecuménicos. A lo largo de la historia los concilios más importantes han sido convocados para resolver graves asuntos de la Iglesia. Una de las amenazas más serias era la propagación de herejías que cuestionaban algunas verdades reveladas de fe. Ante eso, el concilio ecuménico estudiaba la cuestión y marcaba el “camino recto” (dogma) por el que había de peregrinar el pueblo de Dios. El primer concilio se reunió en Jerusalén, presidido por San Pedro. Durante los siglos IV – V se celebraron los primeros concilios ecuménicos. En ellos se fue formulando el contenido de la fe cristiana, expresado en el Credo niceoconstantinopolitano, y que hoy se proclama en la celebración de la Eucaristía. En estos concilios los padres conciliares profundizaron en la enseñanza sobre la persona de Jesucristo y la Trinidad, que eran transmitidas en la Escritura y en la Tradición apostólica, para hacer frente a las herejías que perturbaban la paz de la Iglesia. Tarea Buscar la siguiente información: 1. ¿Cuántos concilios ecuménicos han existido? Nómbralos. 2. Explica en breves palabras los objetivos por los cuales fueron convocados los concilios de Trento, Vaticano I y Vaticano II. Concilios a través de los tiempos Concilio de Nicea (año 325): Problema doctrinal: Arrio un presbítero de Alejandría, (256 -336) defiende que Jesucristo: No tiene naturaleza divina. Es hijo adoptivo de Dios, pero no es Dios. Es la criatura más noble y un instrumento de Dios para la creación del universo. Confesión de la Iglesia: Jesucristo es el hijo de Dios engendrado, no creado, de la misma naturaleza de Dios Padre: “Dios de Dios, Luz de Luz, verdadero, engendrado, no creado, consustancial al Padre”. Jesucristo es Dios y murió por la salvación de los hombres. Concilio de Constantinopla año 381: Las enseñanzas del concilio de Nicea no fueron plenamente aceptadas en algún sector de la Iglesia. A la resistencia de algunos para reconocer la divinidad de Jesucristo, se unió la negación de la divinidad del Espíritu Santo. De nuevo es convocado un concilio en Constantinopla, el año 381, siendo Papa Dámaso I. Problema doctrinal: Confesión de la Iglesia: La doctrina de la fe formulada en el Formula la confesión de fe en la concilio de Nicea no fue aceptada divinidad del Espíritu Santo: por todos. Se negaba, además, la divinidad del “Creo en el Espíritu Santo que procede del Espíritu Santo y su relación con Dios Padre y del Hijo”. Hijo. Concilio de Éfeso año 431: Años después, una vez establecida la enseñanza sobre la Santísima Trinidad, se plantea de nuevo la cuestión sobre Jesucristo. Unos subrayaban tanto su divinidad que quedaba eliminada la humanidad y otros al contrario. En esta discusión aparece Nestorio, líder cristiano sirio del siglo V, fue patriarca de Constantinopla y es acusado de profesar la doctrina que lleva su nombre (nestorianismo), que afirma que María es la madre de Cristo hombre, pero no la madre de Dios. El Papa Celestino I invita a Nestorio a retractarse y, ante su negativa, se convoca el concilio de Éfeso en el año 431. Problema doctrinal: Nestorio, patriarca de Constantinopla, enseña que María es la madre de Cristo en cuanto hombre, pero no la madre de Dios. Confesión de la Iglesia: Confiesa la unidad de las dos naturalezas en la única persona de Cristo, Hijo y Señor. Por lo tanto, María también es la Madre de Dios. Concilio de Calcedonia año 451: En el año 451, siendo Papa san León Magno, se celebra el concilio de Calcedonia para fijar definitivamente la fe sobre la Persona y las naturalezas humana y divina de Jesucristo, porque subsistían teorías en las que la humanidad de Jesucristo quedaba prácticamente absorbida por la divinidad. Era la postura de los monofisitas. Eutiques fue un monje griego, iniciador de la creencia monofisita. Nació el año 378, probablemente en Constantinopla. Muy joven aún, se hizo monje en la capital, donde tuvo como maestro a un cierto Máximo, adversario declarado del nestorianismo. Problema doctrinal: Eutiques niega la naturaleza humana de Jesucristo. Solo es hombre en apariencia. Es la herejía monofisita, que ha perdurado hasta hoy en Egipto y Etiopía. Confesión de la Iglesia: Propone la confesión de fe en las dos naturalezas, humana y divina, de Jesucristo, “sin que haya confusión, ni división, ni separación entre ellas”. Cada naturaleza actúa con autonomía en aquello que le es propio. Concilio de Trento año 1537 – 1564 El concilio de Trento duró 27 años y se celebró a lo largo de tres grandes periodos. La importancia del concilio se concreta en dos puntos fundamentales: A.- Profundización en la doctrina católica. Su importancia doctrinal fue enorme, porque aclaró y definió los dogmas que el protestantismo había negado, declarando cual es la doctrina católica sobre ellos. (Años después fue publicado el “Catecismo Romano”.) B.- La reforma de la vida de la Iglesia: Se crean los seminarios para la formación de los sacerdotes. El sistema para la elección de los obispos. Las normas para la celebración de los sacramentos. Doctrina Protestante: Confesión de fe de la Iglesia: El pecado original ha corrompido totalmente al ser humano. Por ello, todo lo que el hombre hace es pecado. Además a consecuencia del pecado original, el ser humano ha perdido la libertad y es incapaz de obrar el bien. El Magisterio de la Iglesia, en cambio, enseña que el pecado original debilitó al hombre, pero este puede hacer el bien con la ayuda de la gracia, aunque le resulte difícil. El hombre quedó “herido”, pero no está “muerto” para obrar el bien. La salvación nos viene solo por la fe. Las obras buenas no son necesarias para la salvación, porque el hombre caído es incapaz de realizar obras buenas. Jesucristo ha pagado por todos nuestros pecados. Para salvarse solo es necesario tener fe en Jesucristo. La Iglesia afirma la necesidad y el valor de las obras buenas. Las acciones humanas admiten una calificación moral, es decir, pueden ser buenas o malas, dignas de premio o de castigo. Los católicos creemos que las fuentes de la Revelación son la Sagrada Escritura y la Tradición; y que el legítimo y único interprete autorizado y auténtico de la Revelación es, por encargo de Jesucristo, el Magisterio de la Iglesia. La Sagrada Escritura es la única fuente de revelación divina. Cada cristiano debe interpretarla individualmente, pues el Espíritu Santo le ayuda a hacerlo. La Iglesia es una realidad solamente espiritual y la Jerarquía de la Iglesia es una invención humana. Además, Lutero solo admite dos sacramentos: el Bautismo y la Eucaristía, pero negando en ésta su carácter sacrificial. Los católicos afirmamos que la Iglesia es de institución divina, e igualmente los Sacramentos, que son siete. La Misa es verdadero sacrificio pues en ella se renueva el sacrificio ofrecido por Cristo en el Calvario. Es ilícito el culto a la Virgen María, pues el único mediador entre Dios y los hombres es Jesucristo. Para la Iglesia el culto especial a la Virgen es bueno y agradable a Dios, pues ella es la Madre de Dios e intercede por los hombres.