Importancia de las actas en la inspección tributaria (segunda parte) En el marco de los procesos inspectivos del fisco, destaca la importancia de un buen asesoramiento profesional. Dr. Felipe Martínez Falco [email protected] En nuestra anterior entrega, comenzamos el análisis de las “actas circunstanciadas” previstas en el artículo 45 del Código Tributario (CT), que poseen una gran relevancia en el desarrollo de los procesos inspectivos del fisco. Nuestro análisis concluía poniendo énfasis en la importancia de una atenta lectura del acta, preferiblemente con la debida asistencia profesional, a efectos de verificar si lo que fue estampado por el inspector refleja la realidad de todo lo ocurrido durante el transcurso de la inspección Pero la lectura atenta del acta es a la vez indispensable para determinar qué actitud adoptará el inspeccionado, pudiendo: a) firmar el acta sin dejar ninguna constancia, b) firmar el acta dejando constancias, b) no firmar el acta. A continuación nos referiremos a estas tres posibilidades y a sus respectivos efectos. Firma del acta sin dejar constancias El contribuyente puede firmar el acta sin dejar ninguna constancia. Ahora bien, debe tenerse presente que el acta es un documento público y la firma por el inspeccionado implica su conformidad con lo allí establecido en cuanto a las comprobaciones y circunstancias en las que se llevó a cabo la inspección. En tal caso, firmada que sea el acta por el contribuyente y –por tanto- aceptado su contenido respecto de las comprobaciones y diligencias efectuadas, cuestionar o desconocer su contenido en lo sucesivo del procedimiento será harto difícil. Por tanto, si se opta por firmar el acta sin dejar constancia alguna, será muy difícil que ese documento sea luego desconocido por el inspeccionado, aunque –en los hechos- no haya sido fiel reflejo de lo que ocurrió durante la inspección, perdiéndose la oportunidad de señalar irregularidades o resaltar aquellas circunstancias que se estimen convenientes. Si esta decisión es tomada sin estar debidamente asesorado, el contenido de la mencionada acta podrá ser utilizado en lo sucesivo del desarrollo del procedimiento, incluso contra el inspeccionado. Firma del acta dejando constancias El contribuyente puede dejar en el acta las constancias que estime conveniente. Este es un relevante instrumento para realizar descargos, ya que no existe limitación en cuanto al tipo de constancia que puede dejarse (podrá manifestarse la disconformidad con el contenido del acta, con el proceder del inspector actuante, aclarar omisiones que se padecieron, etc.). Esas constancias pueden jugar un papel muy relevante en el resto del procedimiento e incluso en la eventual vía recursiva y anulatoria ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo. Negativa a firmar el acta Otra opción del contribuyente es negarse a firmar el acta, en cuyo caso esa situación se hará constar por el funcionario actuante. No firmar el acta no implica necesariamente una consecuencia negativa para el contribuyente. Es una de las actitudes que pueden adoptarse si no se está de acuerdo con su contenido; en tal caso o se firma dejando las constancias que se estime conveniente o no se firma. El CT prevé ambas posibilidades y no le asigna ninguna consecuencia negativa a la adopción de ellas. El efecto de no firmar el acta es no reconocer su contenido, por lo que podrá ser eventualmente desconocido o cuestionado a posteriori, aunque no firmar el acta implica también perder la oportunidad de dejar las constancias que se estime necesarias. Resulta conveniente que todas estas decisiones sobre qué actitud a adoptar por el inspeccionado, se tomen con el debido asesoramiento profesional. ENCASTRE: Todas las decisiones sobre qué actitud a adoptar por el inspeccionado, se deben tomar con el debido asesoramiento profesional. Claves: Actitudes- la lectura atenta del acta es a la vez indispensable para determinar qué actitud adoptará el inspeccionado Firmar- El contribuyente puede firmar el acta sin dejar ninguna constancia o realizar las constancias que estime conveniente. No firmar- El contribuyente puede negarse a firmar el acta sin que ello implique necesariamente una consecuencia negativa a su respecto. --------------------------.--------------------------