CI\E "Yeah, yeah, yeah, John, Paul, George, Ringo" argumento en la película salieron decepcionados. Un documental sólo tiene lema: en esle caso, el fenómeno de los Beatles, al que trata ele presentar con la mayor autenticidad posible. Un critico de la revista Film Qtutrteríy se queja poique la imagen que da el film es la que la publicidad lia forjado para los Beatles v lamenta que nunca rA Harct Da\ s Night) sabremos realmente cómo son estos muchachos. Inglesa, I9M. Pero a mi parecer, lo que importa es precisamenDirección: Richard Lester te esa imagen pública. —que puede corresponder Guión: Alan Owen o no a la realidad—. puesto que es la que ha enHace 10 años, un muchacho de largas pati- contrado eco en la juventud de cinco continentes, llas, blue-jeans y caderas cimbreantes revolucionó Por lo tanto, en ella podemos ver la imagen del con su estilo la música popular y a la juventud héroe juvenil de nuestros tiempos. del mundo eniero. Era Elvis Presley y la era del Pues bien, la imagen de los Beatles en la panrock. Los adolescentes comenzaron entonces a contalla, apurle del aspecto físicu que >a liemos desvenirse en personajes importantes. es la de muchachos aparentemente normaDurante tanto tiempo silenciosos, ahora levan- crito, que parecen tan extrañados como nosotros del taban la voz para protestar por un estado de les que provocan en el mundo adolescente. cosas que no les satisfacía y por una sociedad alboroto La película abre cuando tos muchachos arrancan donde no encontraban -su lugar. Expresaron esla de sus admiradoras para lomar el tren que los insatisfacción por una parle vistiendo blue-jeans al lugar de su próximo commomiso artís\ chagüelas de cuero negro, montando motos v llevará Arrancas entre medio sorprendidos, medio diorganizándose en bandas que bordeaban o caían tico. vertidos, por lo que acontece ¿i su alrededor; lejos dentro de la delincuencia juvenil; y por otra, gri- áe tomar esta admiración con el aire suficiente, tando y moviéndose frenéticamente al compás del autoconscicnle que adoptan en estos rock. Ei'un los años de Sí-milla de mtililttd, ¡.os i<>- casos estrellas edeimportante cine como una LUizabeih Tavlor rirüi's salvajes, Rebelde MM cimsei ¡con James Dean, o una Judv Garland. que, ayudadas por grandes el héroe cinematográfico de e.sa generación) y la gafas oscuras y guardas, se abren paso muy serias serie de Al compás di'l rock, Vamos al rock. Tú entre la multitud de ansiosos admiradores. sabes ¡o que quiero y otras. La acitlud delos Beatles se parece mucho a Hoy en día. la actitud de los jóvenes frente al mundo viene en envase y contenido muy diverso. la de los actoies de la "nouvelle vague" francesa, Quienes resumen su credo son cuatro muchachos que en persona v ante publico se comportan muv que visten correctamente (quizás demasiado» u-r- similarmenle a los personajes que ¡nlerprelan en nos de corle imnecahle, chaleco, cuello de tercio- sus películas: a ratos atentos, en general curiosos pelo, camisas de cuellos altos y corbatas. Lo único y, al cansarse de la situación, indolentes y bruscos, que quiebra de plano esta pulcra imagen es el ca- como se ve en la conferencia de prensa en este bello, que cae sobre la frente y se alarga muy por film (extraordinariamente parecida a una conferendebajo de las orejas, casi tozando el cuello. Pero, cia de prensa real que ofrecieron a su llegada a ¿no lo usaban así los circunspectos caballeros me- Estados Unidos y que leímos en la revista Time). \ o es de extrañar entonces que la película de los dioevales? Beatles este mucho mas en la corriente del nuevo Cuando cantan, los Beailes —porque ya el lector sabrá de quiénes se trata— no se mueven casi. cine francés que en la del nuevo cine ingles (Free Cinema). El tipo de héroe, o mejor, de mili-héroe, \ ¡ por asomo sugieren la cadencia rítmica sensual de EKK Presley. De repente un sallo u oliu. para es un poco el Jean-Pierre Cassel de Los juegos (U't llevar el ritmo de sus canciones. Físicamente ha- amor, el Jean-Paul Belmondo de Sin aliento, el blando, su número es estático sobre el escenario. Jean-Louis Trintignant de El corazón ¡¡Hiendo o el Jcan-Claude Brial de IJDS primas. Indudablemente ha\ más movimiento en la pía tea. Las canciones de su repertorio son tranquilas Como ellos, ¡os Bealles desprecian las cosas en su mayoría, melancólicas, monótonas, melodio- "importantes", viven despreocupadamente, como sas. No corresponden en absoluto a la acugida con jugando. St saltan sin miramientos las convenciogritos, llamos \ chillidos, desde las butacas. nes sociales. Burlan la autoridad (dt-vohedecen las Asi hemos conocido a Los Beatles en Yetih, órdenes <le su manager; los deseos del director yeah, yeah, John. Paul, George, liiitgo, su primera del programa de TV, al que se pinta afeminado I. película, que muestra un día en su vida al estilo Mantienen una actitud reservada, alejada, con lus de un documental. Por esu, quienes buscaron un adultos y cuando se cansas con ellos, se compur- 199 lan descorteses y rudos (el señor que entra al compartimiento del lien leyendo el Times). A los viejos los presentan como hipucriias, malos y ridiculos (personaje encarnado pur el abuelo de Paul ', que L-S lodo eso. además de itn estorbo). LÍI imagen clásica del anciano venerado y respetado desaparece aquí cáustica, peni cuidadosamente, a naves de la risa. Los angry young men (coléricos} que lanzaban piedras en las uhnis de John Osbomc y en las películas del Free Cinema (PrnUm prohibida. Todo comienza el sábttdo) y que correspondían a las pandillas, juveniles que sacaban cuchillos en la oscuridad y bailaban rock and rail, han dejada pasa a estos jóvenes que protestan en una lumia mucho más inquietante: con la indiferencia. \ i siquiera se enojan con l;i sociedad. Simplemente no les gusta y se marginan de ella, construyéndose un inundo aparte, un mundo cuya escala de valores suponemos no sstá definida aún. Sola sabemos que allí las cosas se hacen porque si, en función de la libre voluntad humana y del placer del ><>• Y es que los coléricos nacieron en una época en que todavía el colonialismo era una Fuerza; había que protestar por esta falta de libertad en lanías comunidades humanas. Sólo en los albores de esta década las naciones africanas cortaron el cordón umbilical. Su lihertacl es un hecho. Y si la juventud de hace diez años se sobrecogió anlc el poder humano con las experiencias nucleares, la de hoy se asomhrn más frente a la libertad del hombre, reafirmada con esos y otros hechus, como haber salido a explorar el cosmos. El ser humano parece estar en condiciones <!e. hacer lo imposible, llevando hasta sus ultimas consecuencias la tarea encomendada por Dins de "id y conquisiad la tierra". Frente Ü estos nuevos horizontes, no hay duda de que SE necesitan nuevos esquemas. No es la idea de cambiar los marcos tradicionales, lo ei roneo. Por el contrario. Pero lo fundamental es ver por qué valores se cambiarán los antiguos. No se puede juzgar por los que presenta el film de los Beatles, porque suponemos estar en una etapa de necesaria transición. Pero ese egocentrismo humano que se vislumbra puede ser peligroso. Desde el punto de \ista técnico. Yeah, XL'IIII, yeah, John, Paul, George, Ringo resulla fascinante. La cámara emplea el método del documental y del noticiario de TV: ágil, alerta, siempre presente para destacar lo interesante: nunca quieta, pero siempre justificadamente inquieta. La fotografía tiene gran calidad, especialmente cuando registra en primeros planos los rostros de los cantantes durante la actuación: tiene la osadía de pasar frente a un póteme foco que blanquea momentáneamente la pantalla. El montaje está de acuerdo con la personalidad del film, siempre en movimiento. Especialmente hermosa en lodos estos aspectos es la secuencia de las piruetas que hacen los Beailes en un campo abierto, fotografiada desde los ángulos más notables, con cámara acelerada, lenta. según la melodía de fondo y el capricho talentoso del director Richard Lesler. í_a música del film pertenece en composición e interpretación a Los Beatles. Se registran alli los teínas mas populares del conjunto, razutl por 200 la cual muchos adolescentes van a ver ein:n y hasta seis veces el lilm. De los Beatles como músicos no mu cabe opinar, pero juicios autorizados aseguran que los muchachos tienen talento y saben música. Sus canciones tendrían la construcción ile un Heder y sus armonizaciones denotan gran conocimiento de Bach. De los diálogos de! film, nadie que nu sea infles v no haya nucido en Liverpool (lugar de procedencia del grupo), podrá sacar mucho provocho. Los Real les han creado su pmpío lenguaje, que solamente los iniciados entienden. John Lennon el jete del grupo [coautor de las canciones, ¡unto a Paul MacCarlney), escribió un libro quif publicó en Londres v que se llama " I n My Own Wríting" y donde aparece toda [a filosofía tk esta nueva corriente juvenil moderna, en un lenguaje que no es inglés ni ningún otro idioma, peto que ha interesado enormemente a los lingüistas y sociólogos británicos. No es de extrañar entonces que muchas vetes no entendamos nada de lo L|IR dicen los muchachos en el film, como por ejemplo, aquello de que el abuelo de Paul es un "viejo muy nítido" (nent) lil critico norteamericano a que antes nos rc-fen.-imos. dico en su crítica que "algunas secuencias de este film necesitan subtítulos". lidia Baltra Vi