COmPARTIENDO ILUSIONES - Amigos de la Ópera de Madrid

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Compartiendo ilusiones
Tres generaciones de socios de Amigos de la Ópera de Madrid
Manuela Herrera
Para escribir este artículo, me puse en contacto con tres destacados socios de la Asociación
de Amigos de la Ópera de Madrid, por diversos
motivos, con quienes tuve amenas e interesantes conversaciones, y hasta sorprendentes descubrimientos, compartiendo sus peculiaridades
ahora con ustedes.
veces en protagonista
de óperas y zarzuelas, creando su propia
compañía que, junto
con familia y amigos,
ponían en escena a
modo de play-back,
pero con los roles
Julio de la Peña y del Rosal, uno de los pioneros y por tanto más antiguo de los socios,
Coronel de Artillería de profesión, jovencísimo octogenario, me recibió en su casa para
contarme con la ilusión propia de un jovenzuelo, sus experiencias desde aquellos años en
que un pequeño grupo de amigos y apasionados de la ópera, decidieron luchar e impulsar
una temporada digna y estable en la ciudad
de Madrid. Entonces no disponían de local,
esto vino después, y tenían que depositar una
cantidad de dinero con antelación, sin saber
cuántas ni cuáles óperas iban a poder disfrutar. Menos aún a qué cantantes podrían escuchar, pues todo dependía en aquél momento
del dinero recaudado para poder programar.
Mucho hablé con Julio sobre ópera y recorrido
de la asociación, siendo testigo de sus conocimientos y tesoros en cuanto a publicaciones
y grabaciones. Pero sobre la trayectoria de la
Asociación en estos cincuenta años, tienen
ustedes otro artículo que pueden leer en esta
publicación extraordinaria.
Lo que no se imaginan es que la ilusión transmitida por Julio era la del mismísimo ‘ilusionista Yuli Pen’, quien transformado e irreconocible, ha llevado su espectáculo de magia e
ilusión ‘Fantasía Oriental’ por innumerables
teatros y programas de televisión, siendo además premiado por ello en varias ocasiones.
No contento con su uniforme de Coronel y de
ilusionista oriental, Julio se convirtió muchas
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Inmaculada Díez Gil, con Plácido Domingo y nuestra vicepresidenta Mª Teresa Cajal
del mundo con su marido, hijos y amigos de diferentes generaciones, habiéndose convertido
en seguidora y amiga de Plácido Domingo, con
quien ahora comparte una entrañable amistad.
Un verdadero placer me resultó charlar con ella
y comprobar que su pasión por la ópera le ha
llevado a tener muchos más conocimientos y
sólidos criterios acerca de los títulos y las producciones, que ciertos personajes que alardean
de ello sin más.
aprendidos de memoria, ofreciendo la máxima
veracidad a sus interpretaciones, los títulos de
repertorio. Yo he tenido la suerte de ver alguna
de estas curiosas grabaciones en las que una de
sus hijas, convertida en prima donna, y su hijo
como D. Alfredo, o el propio Julio, cantaban ‘en
silencio’ con una ilusión y pasión admirables.
Inmaculada Díez Gil, miembro de la Asociación desde el año 1982, quien ha realizado innumerables viajes por los teatros del de ópera
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Hoy a Inmaculada le consulta y le pide opinión
hasta el mismísimo Plácido y es curioso que
su relación comenzó, según me cuenta ella, al
preguntar en Madrid al tenor, después de una
representación e ir a saludarle a su camerino,
qué tenía que hacer para conseguir entradas
cuando cantaba en teatros fuera de España. Inmediatamente, con la sencillez y cercanía que
caracterizan a Plácido, se puso a disposición de
Inmaculada para dejarle entradas disponibles a
su nombre, si ella le hacía saber con antelación
a qué representación quería asistir. Después,
cuando la veía se dirigía a Inmaculada, familia y amigos, como ‘mis madrileños’ teniendo
numerosas atenciones con ellos e invitándoles
incluso a cenar o a asistir a alguno de los cócteles después de la función.
Me cuenta Inmaculada que fue su hermano, de
profesión físico, quien le inculcó la afición por
la ópera. Después, ella aficionó a su marido y
posteriormente a sus hijos, quienes gateaban y
jugaban en su casa al son de las óperas. Después
de 31 años en la asociación, disfrutando de la
ópera y compartiendo ilusiones, tiene además
como amigo a uno de los mejores cantantes del
mundo.
La peculiaridad de Guillermo Flórez, es que fue
inscrito por su padre como socio de Amigos de
la Ópera de Madrid el mismo día de su nacimiento, 7 de julio de 1998. En los tiempos que
corren estamos acostumbrados a ver a muchos
padres y madres que hacen socios a sus hijos al
nacer de equipos de fútbol o asociaciones de
otra índole... pero Guillermo Flórez recibió de
su padre, a pesar de lo poco frecuente o chocante, la pertenencia a nuestra asociación, que
aún mantiene hoy, siendo ya un ‘quinceañero’.
Durante toda su infancia, e igual que sucedió
con sus hermanos mayores Cecilia y Diego,
Guillermo se acostaba cada noche acompañado
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Resultan inolvidables para su padre sus expresiones o reacciones a su primer Don Pasquale o
su primera Flauta Mágica, y es que la música,
y la ópera en particular, llega a emocionar y a
tocar de una manera muy especial el alma sensible de muchas personas.
Podríamos decir que hoy Guillermo es un cinéfilo imaginativo que tiene ya grabada la
sensibilidad y amor por la música en su disco
duro; que disfruta de muchos diferentes grupos
y estilos musicales, y alterna el Alone del Bill
Evans, con el Master of Puppets de Metallica
o La Flauta Mágica de Klemperer... la ópera
siempre está ahí y acompaña muchos de sus
buenos momentos. Pocos, o ningún socio de
nuestra querida Asociación, pueden presumir
de su pertenencia a la misma desde su mismísima llegada a este mundo.
de la música de Mozart, Bach, Beethoven, Ella
Fitzgerald, Bill Evans o Chet Baker y fue, poco
a poco, conociendo la ópera. En paralelo a sus
plácidas lecturas musicales nocturnas, acudía a
conciertos de toda índole... desde las tradicionales Novenas de Rafael Frühbeck de Burgos en
Navidad, hasta conciertos de gospel, corales, las
Cantatas de Bach, o el Requiem de Mozart... y
también, por supuesto, Don Pasquale, La Flauta
Mágica, Barbero, Rigoletto, Bodas de Fígaro...
Agradeciendo a Julio, Inmaculada y Guillermo
su amable y simpática atención, cabe resaltar
que siendo los tres, socios de la Asociación de
Amigos de la Ópera de Madrid, de diferentes
generaciones, les une su pasión por la ópera,
su crecimiento como seres humanos alimentados de sensibilidad a través de la misma, y su
más larga o corta experiencia... ¡qué más da!....
COMPARTIENDO ILUSIONES.
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