10 INTRODUCCIÓN Un elemento fundamental del éxito de las estrategias de lucha contra la pobreza es un sistema para supervisar la aplicación de la estrategia y hacer un seguimiento de los progresos alcanzados en la reducción de la pobreza. Un sistema de ese tipo es vital en todo el ciclo de la estrategia de lucha contra la pobreza, ya que permite introducir información en la etapa de elaboración de la estrategia, influir en el diseño de las políticas conexas, hacer el seguimiento de la ejecución de las políticas y evaluar los efectos que se logran. Estos sistemas son esenciales para el éxito de las estrategias de lucha contra la pobreza porque garantizan que la estrategia tendrá una sólida base empírica, estará orientada al logro de resultados e irá evolucionando con el tiempo. En el presente libro, el seguimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza se define de forma amplia de modo que abarque tanto el seguimiento de la ejecución de esas estrategias (mediante indicadores de insumos, productos y resultados) como el seguimiento de indicadores del impacto que representen las múltiples dimensiones de la pobreza. Se entiende que la pobreza es un concepto multidimensional que abarca todos los aspectos del bienestar. También se entiende que el sistema de seguimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza abarca tanto los indicadores intermedios como los finales, es decir, incluye los relativos a los insumos, los productos, los resultados y el impacto. Así pues, entre los datos que produce y utiliza un sistema de seguimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza figuran los datos administrativos y los sistemas de recopilación de datos administrativos, así como encuestas, censos y datos de tipo cuantitativo y cualitativo. El sistema de seguimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza abarca una gran variedad de actividades relacionadas con los datos y la información, como reunirlos, analizarlos, difundirlos, informar sobre ellos e introducirlos en los procesos de políticas, así como la administración y coordinación general de las actividades. En los sistemas de seguimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza también intervienen participantes muy diversos. La producción de datos suele corresponder a organismos nacionales de estadística, departamentos de supervisión y estadística de los ministerios competentes y otras entidades gubernamentales de organismos competentes y de niveles inferiores del gobierno, así como a entidades no gubernamentales, como los donantes, las universidades, las organizaciones no gubernamentales y los centros de investigación. El análisis suele estar a cargo de distintos organismos gubernamentales, universidades, empresas de consultoría, entidades privadas de investigación interdisciplinaria y organismos de los donantes. Los usuarios de los datos pueden ser desde los responsables de la adopción de decisiones del gobierno hasta parlamentarios, grupos de la sociedad civil, la comunidad de donantes e investigadores. En la coordinación y la supervisión del sistema de seguimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza también intervienen distintos participantes, como el organismo gubernamental encargado de la estrategia de lucha contra la pobreza, comités asesores y comités parlamentarios de supervisión. Además de las actividades y participantes mencionados, un sistema eficaz de seguimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza requiere mecanismos institucionales —relativos a cuestiones de coordinación, funciones y responsabilidades, normas, procesos y procedimientos, mecanismos de presentación de informes, etc.— que 11 agrupen todas las actividades en un marco coherente facilitando las corrientes de comunicación e información entre los distintos participantes. Si no se establecen estos canales de comunicación se genera un círculo vicioso en el que no se dispone de información adecuada para utilizarla en los procesos de adopción de decisiones, y éstos no generan una demanda de información adecuada. En el presente volumen, el término “sistema” se utiliza para describir esos mecanismos institucionales. El concepto no se aplica en sentido estricto, ya que ello indicaría la existencia de un conjunto coherente de organizaciones que llevan a cabo sus actividades en el marco de un programa único y que tratan de alcanzar los mismos objetivos. En realidad, los organismos de la mayoría de países siguen conjuntos de reglas distintos y tienen múltiples objetivos que en ocasiones están contrapuestos, y las cuestiones institucionales que se plantean pueden ser muy complejas. El término “sistema” también podría entenderse en el sentido de que se dedica una atención especial al diseño de un conjunto de mecanismos estáticos. Se trata de lo contrario, ya que una de las principales enseñanzas extraídas del presente trabajo es la necesidad de dedicar más atención a un proceso de elaboración capaz de tener en cuenta la complejidad de los organismos y mecanismos existentes y los cambios que con el tiempo puede haber en los mecanismos institucionales. Además, las amplias series de objetivos de un sistema de seguimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza pueden acabar entrando en conflicto, y no existe un único diseño que sea óptimo. Así pues, el término “sistema” se utiliza en un sentido más bien amplio y se entiende como el conjunto de normas y reglamentos que gobiernan las relaciones entre los distintos participantes. La mayoría de países, cuando emprenden la elaboración de una estrategia de lucha contra la pobreza, ya tienen diversos mecanismos de seguimiento independientes. Suelen tener sistemas sectoriales y mecanismos de seguimiento para programas y proyectos concretos, y durante los últimos decenios muchos países en desarrollo han recibido un apoyo considerable de los donantes para establecer sus propios sistemas estadísticos. No obstante, en buena parte de los casos, las iniciativas relativas a la estrategia de lucha contra la pobreza han puesto de manifiesto la necesidad de mejorar los mecanismos de seguimiento. Así pues, la elaboración de una estrategia de lucha contra la pobreza suele ser el primer intento de integrar distintas actividades de seguimiento en un único sistema nacional que pueda atender las distintas necesidades de información de una estrategia global. Los resultados del establecimiento de sistemas de seguimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza han sido limitados. Muchos países han elaborado planes detallados de estrategias de seguimiento y han establecido grupos de trabajo y comités, pero son pocos los que han progresado en la racionalización de los mecanismos de seguimiento existentes para convertirlos en sistemas unificados. Hay pocos indicios de que los responsables de la formulación de políticas utilicen la información reunida gracias al seguimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza para mejorar la eficacia y la eficiencia de la programación en esta materia. No obstante, la mayor parte de los sistemas de seguimiento existentes todavía se encuentran en sus primeras etapas de desarrollo. En la mayoría de países con estrategias de lucha contra la pobreza, la limitación fundamental es, en particular, la fragmentación. La falta de coordinación, la falta de demanda de información por parte de los responsables de la adopción de decisiones, unos 12 mandatos y responsabilidades poco claros, la falta de datos pertinentes y oportunos y la limitación del acceso a esos datos suelen citarse como los obstáculos principales a la promoción de un proceso de adopción de decisiones basado en los resultados. Las iniciativas de fomento de la capacidad y el apoyo financiero se han centrado principalmente en las actividades o participantes mencionados y, en particular, en los aspectos técnicos. Se ha destinado un apoyo mucho menor a la mejora del funcionamiento real de los sistemas. De modo parecido, aunque existe un cuerpo documental considerable sobre los aspectos técnicos del seguimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza y cuestiones como la selección de indicadores y las necesidades de datos, la dimensión institucional ha recibido una atención mucho menor. La documentación no presenta una perspectiva general clara de los distintos elementos institucionales necesarios para que los sistemas de seguimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza sean eficaces. Tampoco ofrece a los encargados de la formulación de políticas demasiada información sobre la forma de diseñar y aplicar un sistema de seguimiento a pesar de los considerables obstáculos con que pueden toparse al hacerlo. El objetivo del presente libro es aclarar la cuestión de los mecanismos institucionales, extraer enseñanzas y ofrecer orientación sobre prácticas recomendadas de diseño y funcionamiento de los mecanismos institucionales de los sistemas de seguimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza. Las enseñanzas extraídas de las primeras experiencias serán útiles para quienes se dedican a administrar esos sistemas o a asesorar sobre ellos, como funcionarios gubernamentales, personal del Banco Mundial, personal de otros organismos de desarrollo e investigadores. El presente libro se concentra en los mecanismos institucionales que establecen un vínculo entre las actividades y los distintos participantes. No se propone abordar cuestiones relacionadas con la forma en que funcionan cada uno de esos participantes o actividades. Por ejemplo, no trata de cuestiones relacionadas con la organización de las actividades de recopilación de datos, con los sistemas de gestión de información técnica, con los procesos de adopción de decisiones ni con los sistemas de gestión del gasto público. Asimismo, el presente estudio sólo trata brevemente las cuestiones relativas al entorno jurídico, los mecanismos de financiamiento y la función de los donantes y las organizaciones de la sociedad de civil en los sistemas ese tipo. Esto no significa que esos elementos sean secundarios, sino que se debe a la necesidad de mantener el libro centrado en su tema. El análisis se basa en la experiencia de 12 países con estrategias de lucha contra la pobreza de tres regiones distintas. Esos países son: Bolivia, Guyana, Honduras y Nicaragua en América Latina y el Caribe; Albania y la República Kirguisa en Europa y Asia central, y Malawi, Malí, Mauritania, Níger, Tanzanía y Uganda en África. Los estudios sobre esos países se realizaron en la primavera y el verano de 2004, por lo que es posible que no tengan en cuenta los cambios que se han producido desde entonces. No obstante, incluso en ese caso, las enseñanzas extraídas de esas experiencias siguen siendo una base de aprendizaje muy útil. Se pidió a los autores de los estudios sobre los países que presentaran tanto una estructura estática del sistema de seguimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza —la distribución formal de responsabilidades entre los distintos participantes— como una estructura dinámica que plasmara la forma en que operan realmente el seguimiento y las corrientes de información. Así pues, los estudios sobre los países no 13 están limitados al seguimiento en sentido estricto y se refieren también a las dificultades que supone organizar las corrientes de información tanto en el gobierno como fuera de él y la forma en que se utiliza la información de seguimiento en los ciclos de políticas de los países. Los estudios sobre los países se han examinado a fin de utilizarlos como marco para extraer enseñanzas y analizar los mecanismos institucionales para el seguimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza. Ese marco se ha utilizado para editar y sintetizar los estudios sobre los países que se incluyen en el presente libro. El análisis no se ha emprendido con el objetivo de producir esquemas específicos para elaborar sistemas de seguimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza, sino que las enseñanzas extraídas han permitido formular una serie de principios y opciones que los profesionales de esa cuestión pueden adaptar a las condiciones locales. Las conclusiones y el marco analítico se han utilizado para elaborar un instrumento de diagnóstico que puede ser valioso para esos profesionales a la hora de evaluar, diseñar o aplicar sistemas de seguimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza. El libro está organizado de la manera siguiente. En el capítulo 1 de la parte I se evalúan los logros en materia de elaboración de sistemas de seguimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza y se resumen los obstáculos prácticos más importantes que se han presentado, lo cual brinda un contexto para tratar la cuestión. En el capítulo 2 se estudia la organización de las actividades de seguimiento, incluido el proceso de establecer un sistema compartido, estructuras para la supervisión y la coordinación, la relación con los ministerios competentes y el sistema estadístico, y los desafíos que supone la descentralización. En el capítulo 3 se evalúan las experiencias de la sociedad civil en calidad de participante en las cuestiones relativas al seguimiento de la pobreza, tanto por lo que se refiere a la producción de información como a su uso. En el capítulo 4 se examinan las opciones que permitirían promover la utilización de información sobre el seguimiento de la pobreza, incluidos los análisis y las evaluaciones, los productos, la difusión, los vínculos con el proceso presupuestario y la función de los parlamentos. El capítulo 5 contiene conclusiones sobre los sistemas de seguimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza. En el capítulo 1 de la parte II se describe un instrumento de diagnóstico que proporciona orientaciones para diseñar o revisar sistemas de seguimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza. El capítulo 2 ofrece orientación tanto a los encargados de la formulación de políticas ocupados en el diseño y la aplicación de un sistema de seguimiento de las estrategias de lucha contra la pobreza como a sus asesores. En la parte III se presentan los estudios sobre los países en forma de resúmenes editados. Los estudios sobre países abarcan Albania, Bolivia, Guyana, Honduras, Malawi, Malí, Mauritania, Nicaragua, Níger, la República Kirguisa, Tanzanía y Uganda. El volumen se cierra con una bibliografía.