04-tu.qxd 7/8/02 9:35 PM Página 1 4 PRODUCTOR Justicia, Seguridad y Policía A PUÑALADAS ASESINADO Lo ejecutaron de un balazo en la cabeza Dos ladrones ingresaron a su estancia. Estaba junto a su esposa y dos empleados. Robaron más de 25 mil dólares La justicia penal de La Plata investiga el salvaje asesinato de un productor agropecuario y veterinario que fue muerto de un balazo en la nuca por dos ladrones que lo asaltaron cuando se encontraba junto a su esposa y dos empleados en su estancia de la localidad bonaerense de Saladillo. A la víctima la mataron para robarle dinero obtenido de la venta de hacienda, y se investiga si en el caso actuó un entregador que dio datos sobre la operación comercial en la que el hacendado obtuvo más de 25 mil dólares. El episodio, investigado por el fiscal de La Plata Tomás Moran, ocurrió en las últimas horas en la estancia Santa Teresita, ubicada en ruta provincial 51, y los ladrones robaron 25 mil dólares y 25 mil pesos y patacones. Hasta el cierre de esta edición no había detenidos por el episodio que se suma a una larga lista de asaltos y crímenes que tuvieron como víctimas a productores de zonas de campos de la provincia de Buenos Aires. Los hechos, que se dieron a conocer ayer, se iniciaron el sábado cuando el productor agropecuario Francisco Julián María Alcalá (42), y su esposa Julia Teresa Etchegaray (46), se encontraban en su estancia ubicada a 23 kilómetros del casco urbano de Saladillo. La pareja fue sorprendida en la estancia por dos delincuentes armados que entraron a robar. Mientras los ladrones concretaban el atraco, a la estancia llegaron dos empleados que habían salido a realizar distintas tareas. Ambos empleados, identificados como Marcelo Amador Flores (38), y Juan José Franciarena (42), también La Plata, martes 9 de julio de 2002 fueron reducidos por los ladrones. Para consumar el robo con tranquilidad, los delincuentes ataron a las víctimas mientras las amenazaban con armas de fuego. Uno de los ladrones portaba un pistolón con dos caños. Los asaltantes robaron 25 mil dólares y otros 25 mil pesos entre pesos y patacones que el productor había cobrado por la venta de hacienda. Los cacos robaron además varias armas que había en distintos sectores de la estancia. Durante el robo, los delincuentes exigieron a Alcalá que se dirigiera a un sector de la propiedad en busca de más dinero. Fue en ese momento que al productor agropecuario lo asesinaron a balazos en la nuca. Para huir, los delincuentes cargaron lo robado en un Renault 21 que también sustrajeron a la víctima. Una vez que los asaltantes huyeron, los empleados de la estancia y Julia Etchegaray lograron desatarse y hallaron el cadáver del productor agropecuario, por lo que de inmediato llamaron a la policía. Con datos aportados por los sobrevivientes, los investigadores obtuvieron algunas características de los asesinos. Uno de los ladrones es un hombre de entre 35 y 40 años, de tez morena, 1,78 metros de altura, ojos oscuros y cabellos oscuros. El otro delincuente fue descripto como un hombre de 35 años, contextura mediana, morrudo, de tez morena, y pelo corto y negro. El caso fue calificado como “homicidio en ocasión de robo, privación ilegal de la libertad y robo de automotor”. Matan a familiares de un jugador Un tío y una tía del jugador paraguayo de River Plate y de la selección de su país, Nelson Cuevas, fueron asesinados a puñaladas dentro de su vivienda en la ciudad de Pirayú, cercana a Asunción. Los investigadores dijeron que se trata de Justino Cuevas Aguirre, un agricultor de 74 años, y su esposa Irmina Saucedo de Cuevas, de 73 años, quienes aparecieron muertos en la madrugada de ayer en una casa en Pirayú, a 50 kilómetros de Asunción. La policía sospecha que la pareja fue asesinada a puñaladas en un intento de asalto, aunque por el momento no está claro el móvil. De acuerdo con las fuentes, las víctimas son tíos del futbolista de River Plate Nelson Cuevas, quien jugó el mes pasado en el Mundial de fútbol de Corea y Japón para el seleccionado de su país. Cuevas, es recordado por su participación, ya que tras su ingreso en el segundo tiempo del partido disputado contra Eslobenia convirtió los dos goles que permitieron clasificar a su equipo para los octavos. AGRESION PASIONAL Aplican doce años de prisión Fiscal de juicio. Javier Guzmán Martín García (34) fue condenado a la pena de 12 años de prisión por el delito de “homicidio calificado en grado de tentativa” en perjuicio de su mujer Andrea Cinty, por un hecho ocurrido en una casa de 6 y 41 en 1999. La sentencia fue dictada por el tribunal oral 1, integrado por Guillermo Labombarda, Samuel Saraví Paz y Patricia de la Serna. El fiscal de juicio Javier Guzmán había pedido la semana pasada la condena de García a la vez que solicitó que se lo declare “reincidente” por una condena anterior de 4 años y 6 meses de prisión por contrabando. Por su parte, el abogado particular Juan Carlos Fernández Lecce había argumentado que su cliente había actuado bajo la ingesta de drogas en estado de emoción violenta. Fallo por tráfico de influencias Condenaron a un falso inspector municipal. La pena fue de dos años e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos El fiscal de juicio Marcelo Romero destacó el daño institucional Mario Daniel Santilli (41) fue condenado ayer a la pena de dos años de prisión -de ejecución condicional- e inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos por los delitos de “tráfico de influencias y tentativa imposible de tráfico de influencias”. El fallo fue dictado por el tribunal oral 3, compuesto por los jueces Elva Demaría Massey, Ernesto Domenech y Omar Pepe. En la sentencia, se indicó que el 28 de agosto de 2000, Santilli, como supuesto inspector municipal, fue sorprendido cuando recibía dinero por parte de un comerciante. La entrega fue dispuesta por la justicia y la policía para lograr la detención de Santilli, quien entonces se desempeñaba como empleado administrativo nivel 02 en la municipalidad de La Plata, cumpliendo servicios en la mesa de entradas de control urbano. El acusado fue sorprendido cuando recibió 600 pesos de manos de Juan Carlos Barrios, dueño de un bar parrilla en la ruta 2 km 52, de Abasto. Barrios había denunciado horas antes, que Santilli le ofreció una habilitación a cambio de dinero para que no le hicieran nuevos allanamientos a su comercio. El trámite de la habilitación duraría una año. En ese lapso, Barrios debía pagar 600 pesos por mes. Para la primera entrega, la fiscalía “armó” una celada con los billetes marcados. El tribunal destacó que en la mesa de entradas de control urbano de la municipalidad se registraban los expedientes sustanciados por faltas municipales, entre ellas las de carencia de habilitación respectiva, circunstancia que acreditaba el poder de maniobra por parte del acusado. Santilli dijo en el juicio que era víctima de una suerte de conspiración de Quintar y funcionarios de la comuna, par motivaciones políticas y para tapar grandes irregularidades. Los jueces descreyeron de su testimonio, aunque cuestionaron la labor de la fiscalía de instrucción porque no citaron a declarar a distintas autoridades municipales involucradas en el pedido de coimas a comerciantes de la zona. Pedido del Fiscal al Ministro El fiscal de Ejecución Penal de La Plata, Marcelo Romero, pidió ayer al ministro de Seguridad y Justicia bonaerense, Juan Pablo Cafiero, que haga cumplir la capacidad real de alojamiento de la comisaría novena de 5 y 59, donde constató una situación de hacinamiento e incluso la convivencia de detenidos con hepatitis sin aislamiento especial. “En una inspección a la seccional novena se detectó el alojamiento de 30 detenidos cuando el cupo real es de 15, y entre los 30 presos hay uno con hepatitis B”, explicó el fiscal. Romero advirtió que se “denota la paupérrima realidad de los detenidos en dicha seccional, circunstancia que se repite -lamentablemente- en la mayoría de los sitios de detención de la provincia”. También hizo referencia a una resolución de la jueza de Ejecución Penal de La Plata, Claudia Marengo, quien en marzo de este año ordenó a la Jefatura Policial que se respeten los cupos de alojamiento de detenidos en las comisarías y que cuando excedan el número se los traslade a otras dependencias aún fuera de La Plata.