APROXIMACION A LA HISTORIA DEL GÉNERO DOCUMENTAL

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APROXIMACION A LA HISTORIA DEL GÉNERO DOCUMENTAL
Las primeras imágenes cinematográficas de los Hermanos Lummière, proyectadas
públicamente en París el 28 de diciembre de 1895 en el Salón Indien del Gran Café, del
Boulevard
des
Capuchines,
son
considerados
los
primeros
documentos
cinematográficos de la vida cotidiana, pues se trataba de la realidad tomada “sin ningún
trucaje”, con “objetividad” y “espontaneidad”. Sin embargo estas primeras tomas de la
humanidad, no son tan objetivas e ingenuas como siempre se las ha querido presentar,
pues existe cierta puesta en escena e intervención de quien filma.
De “La Salida de las Fábricas Lummière” (La sortie des usines Lummière), existen tres
versiones, en las cuales se notan cambios de vestuario (saliendo en la proyección final al
público el uniforme más nuevo), rutas predeterminadas de los obreros y miradas a la
cámara que son reprochadas por los realizadores. En “La demolición de un muro” (La
Demolition d'un Mur) es el mismo Auguste Lummière quien dirige el trabajo de
demolición.
Aunque las películas de los Lummière no son documentales, son las primeras en buscar
en la realidad sus imágenes y hoy son consideradas documentos visuales de la vida
cotidiana del París de finales del siglo pasado y las primeras imágenes de la vida
cotidiana grabadas por la humanidad.
En poco tiempo, el naciente cine buscó en la ficción, nuevas formas de expresarse.
Melièse fue pionero con exitosas películas de una enorme e ingenua fantasía. Fue el
apogeo de comedias teatrales, reconstrucciones históricas, ilusiones mágicas, farsas y
melodramas. No obstante la acogida de la ficción por el gran público, los cineastas
continuaron capturando la realidad para los también populares noticieros. Estos tuvieron
su punto más alto durante la primera guerra mundial, pues eran la mejor forma de
comunicación y propaganda entre los gobiernos y sus poblaciones.
Estas filmaciones captaron la realidad de manera fragmentaria, mostrando episodios de
las batallas y la vida de aquella época, de forma inconexa y manteniendo posturas
ingenuas o patrioteras. Aunque los noticieros o las imágenes de la primera guerra
puedan ser hoy documentos valiosos, existe en ellos una evidente tergiversación de los
hechos, con fines políticos. Además, les faltan ciertas características del documentalgénero, como son una narrativa más fluida y una visión interpretativa de la realidad,
características que la ficción ya venía realizando. Ejemplo de ello es la película “El
Nacimiento de una Nación” (1915) y muchos otros clásicos que han tratado la realidad
de una manera creativa.
Al mismo tiempo que el cine era utilizado con fines recreativos y periodísticos, la
ciencia empezó a ver en él una herramienta objetiva para observar la realidad y
comprobar sus hipótesis. Se investigan las manifestaciones de la naturaleza, para crear
un archivo visual susceptible de ser analizado en términos científicos. La antropología,
la etnología, la botánica, la zoología, la cinética, la arqueología, la lingüística, el folclor,
la historia y la geografía, se interesan por el cine. Surgen grandes organizaciones, como
el Instituto del Film Científico de la República Federal Alemana en 1935, que luego se
difundió a varios países. Este Instituto nace como un laboratorio para analizar, con la
reciente técnica de la cámara de cine, diferentes fenómenos químicos, físicos, naturales
y sociales.
El film científico está al servicio de la ciencia, es decir, de la investigación y la
enseñanza científica. De una parte, ayuda a la investigación a fijar procesos cinéticos
desconocidos, haciéndolos visibles y, por consiguiente, más fácilmente investigables; de
otra, ayuda a los estudiantes en las clases a comprender mejor y retener más fácilmente
en la memoria los contextos relacionados con el movimiento. De ahí la necesidad de
distinguir entre filmes de investigación y didácticos. 1
Es el nacimiento del cine documento y el filme científico. Las películas etnográficas
serían dentro de estos géneros, el principal motor del documental cinematográfico.
Desde 1884 Félix Regnault y Charles Comte, los primeros etnógrafos que trabajan
desde la antropología visual, deciden utilizar la cronofotografía en ciertos dominios de
la joven disciplina, con la idea de convertirla en una ciencia exacta.
Se puede decir que el film etnográfico nació antes de la invención del
cinematógrafo, su evolución está íntimamente ligada a la historia de la etnografía y
1
Wolf Gottard. El Film científico en la República Federal de Alemania. 1991. P 4. a la historia del cine. Sin embargo el diálogo iniciado por los visionarios de finales
del siglo, sólo se retomó después de la primera guerra mundial, cuando se encendió
la discusión entre ver y saber, artes de la imagen y ciencias del hombre. 2
En Gran Bretaña, los trabajos de cine etnográfico que se dan desde 1900 hasta 1930,
están fuertemente influenciados por la Escuela Morganiana, de carácter evolucionista.
Las primeras películas realizadas por antropólogos, tienen una mirada profundamente
etnocéntrica y colonialista. De manera similar, el Museo del Hombre en París realizó
varios filmes que no dejaban de lado su carácter de potencia colonial, elemento que aún
no han logrado olvidar las grandes productoras de documentales en el mundo, para las
cuales muchas veces los animales, plantas y personas de países del tercer mundo, no
pasan de ser sujetos exóticos que el público quiere ver en la pantalla, como en un
pequeño diograma de museo, lleno de estereotipos.
Con los importantes intereses que tanto franceses como ingleses tenían en sus colonias
de África, este continente se convirtió en un campo de
investigación etnológica
importante. De igual forma, con la llegada de varios animales africanos a los zoológicos
europeos y el desarrollo de la zoología, el interés por la vida salvaje de estas “inhóspitas
tierras” se volvió creciente.
Los cientos de metros de película rodados en África, captaron extraños rituales, el
medio ambiente de la zona y en general, la cultura de los grupos estudiados. En los
filmes aun no había narración, era cine con carácter científico y analítico, pero pronto
empezó a interesar a un público ávido de nuevas aventuras.
“En los años veinte los camarógrafos estaban viajando a lugares exóticos para filmar la
vida salvaje y la aventura. Los lugares más espectaculares estaban en África. En casa,
los norteamericanos que jamás habían visto imágenes como estas, se entusiasmaban.
Esta fue la era dorada de la fotografía exploratoria”. 3
2
Castrillón, María Lucía. Plano General del Documental Colombiano. Investigación para la
Cinemateca Distrital de Bogotá. 1997. 3
Documental Camarógrafos que se atreven. National Geographic Video. Muchos cineastas querían mostrar sus aventuras en las lejanas y peligrosas tierras de
África. Se combinaba lo etnográfico, lo naturalista, lo geográfico e incluso lo ficcional,
para atraer al público de todo el mundo. Los Johnson fueron uno de los ejemplos más
sobresalientes de esta era de cineastas aventureros.
En las filmaciones, los Johnson estaban más interesados en la diversión que en la
documentación. Corrían por toda África en safaris fotográficos, buscando
emociones y escapadas peligrosas, acomodando sus aventuras cuando fuera
necesario con decepcionantes ediciones o actuaciones y ocasionalmente utilizando
tácticas que vistas hoy parecen sátiras de una era pasada. Aún con toda su
aparatosidad, los Johnson son considerados hoy como intrépidos y talentosos
camarógrafos. Ellos desarrollaron la filmación en el lugar de los hechos y se
sobrepusieron a una serie de problemas logísticos y de penalidades personales. Sus
películas, aún con momentos que hoy parecen ridículos, fueron extraordinarios
logros. 4
Por aquella misma época, el taxidermista norteamericano Carl Eirclin, comienza a
realizar las primeras filmaciones serias y científicas sobre animales, antecedente
importante para los posteriores documentales de vida salvaje africanos, que todavía
tienen gran éxito. Eirclin fue al África por sus propios especímenes para la taxidermia.
Su insistencia por grabar los detalles exactos para su trabajo, lo llevaron a la fotografía.
Dado que los movimientos de los animales eran extremadamente rápidos, desarrolló una
mejor cámara para las tomas de acción. La distintiva cámara redonda de Eirclin,
revolucionó la fotografía de la naturaleza y también fue usada para noticieros, combates
durante la primera guerra y películas de Hollywood 5 .
El belga Armand Denis se convertiría también en uno de los pioneros, realizando los
primeros documentales de vida silvestre en la Africa de los años treinta. Dos décadas
después, él y su esposa Michaela harían un gran suceso en los programas televisivos de
la Unidad de Historia Natural de la BBC, donde tuvieron una prolífica producción.
4
5
Ibid. Ibid. Aunque África era el paraíso de la nueva cinematografía de exploración, otros
recónditos lugares del mundo no dejaron de llamar la atención a los intrépidos cineastas.
El monte Everest por ejemplo, atrajo al Capitán John Nohel, quien llevó las primeras
cámaras de cine al Himalaya, en la expedición británica que no tuvo éxito a comienzos
de los años veinte. Los paisajes submarinos por su parte, tentaron al norteamericano
John Willienson, quien en 1913 tomó desde su Fotoesfera (tubo flexible de acero, con
10 metros de profundidad, diseñado para la recuperación de naufragios), una serie de
fotografías del mundo subacuático. Un año después haría las primeras filmaciones bajo
el agua.
A finales de los años treinta en Australia, el zoólogo marino Hans Hass 6 y a principios
de los cuarenta, el comandante de la Marina Francesa Jacques Cousteau, empezaron a
experimentar con equipos autónomos de buceo y con cámaras sumergibles de cine. Con
una tecnología improvisada y desconociendo los peligros submarinos, se realizaron las
primeras tomas submarinas que emocionaron al público e inspiraron a futuros buzos.
Eran los primeros pasos del documental de vida silvestre y de exploración,
producciones que tuvieron gran importancia en el desarrollo del cine y el surgimiento
del documental.
2.3 UNA NUEVA FORMA DE ACERCARSE A LA REALIDAD
La característica esencial del documental se puede hallar por primera vez en el cine,
durante la revolución rusa. Dziga Vertov y su grupo realizaron múltiples noticieros
educativos y películas que fueron vitales en la lucha comunista y que se basaron en el
realismo que debería captar la cámara, en contraposición a la vida artificial que
presentaba el cine burgués. El “cine ojo” que propugnaba Vertov, influenció a varias
generaciones de cineastas rusos y es así como este director se destacó como teórico y
realizador durante toda la década del veinte.
Sin embargo, es la película “Nanook of the North” de Robert Flaherty, la que se ha
considerado tradicionalmente como el embrión del cine documental mundial. Nanook
(1915), es una película sobre una familia de esquimales y su relación con el medio
6
Hans Hass y su esposa Lotte se convertirían en prolíficos productores de documentales
submarinos para varias cadenas de televisión, entre ellas la BBC. ambiente polar. El gran valor documental de este filme es la relación íntima que logra
tener el director con los personajes, permitiendo que la cámara entre de una manera
natural a la vida cotidiana de esta familia e inclusive a sus sueños más profundos. Esto
se consiguió luego de un intenso trabajo investigativo etnográfico, en el cual Flaherty
conoció la dinámica de la vida cotidiana de los esquimales y pudo lograr que estos
actuaran su propia vida de manera convincente. Así logra una visión no sentimental, que
posibilita la narrativa más amplia y profunda de la lucha del hombre contra los
elementos del medio.
Luego del éxito comercial de esta película, Flaherty dirigió varios filmes más, donde la
temática era similar, pero no la impecable relación con los protagonistas. Por todo el
mundo se empezó a diseminar como una ola este “nuevo” género y nacen de esta forma,
innumerables películas documentales de carácter etnográfico y otras con un sentido más
sensacionalista y aventurero, que pretenden mostrar extrañas culturas al público europeo
y norteamericano, ansioso de temas insólitos.
En los años treinta, durante la recesión, aún se continúa trabajando una temática que
muestra el enfrentamiento del hombre con la naturaleza, siguiendo el ejemplo exitoso de
Flaherty. “The plow that Broke the Plains” (1936) y “The River” (1937), contratadas
por el gobierno de los Estados Unidos son, paradójicamente, las dos películas que
mostraron abiertamente la conexión entre las políticas gubernamentales y el desastre
ecológico que se estaba dando. 7
Esta primera etapa del documental es un importante antecedente del documental
ambiental. Aunque éste no fuera su énfasis temático, ni existiera todavía una fuerte
conciencia ecologista, las relaciones hombre y ambiente son trabajadas de manera
magistral y aún hoy son ejemplos de una excelente realización cinematográfica.
Las ideas que movían al viejo continente por aquel entonces, produjeron otro tipo de
documental. Casi todos los países europeos realizaron obras que reflejaban los graves
problemas de sus urbes. Dentro de esta tendencia también existen varias películas
7
Rabiger, Michael. Directing the documentary. Ed. Focal Press Tercera edición.Boston 1998.
experimentales de gran poesía visual y tendencia impresionista,
llamadas “City
Simphonies”, como los famosos documentales realizados por el holandés Joris Ivens
:“La lluvia” y “El puente”. De esta tendencia con carácter plástico, Ivens pasaría a
realizar documentales con un alto compromiso político.
De las escuelas europeas, la de Gran Bretaña se convierte en la más importante; liderada
por el teórico y realizador John Grierson, agrupa a varios documentalistas que
trabajaban en este país. Dicho grupo fue apoyado financieramente durante mucho
tiempo por el gobierno y por particulares. Buscó como primer objetivo, mostrar la
cotidianidad, dignificando el trabajo de la gente ordinaria, pues como él mismo afirmó
“para evitar las guerras teníamos que presentar la paz bajo un aspecto emocionante (...)
el arte es un martillo y no un espejo”. 8 Algunos de los documentales más importantes
de la escuela británica son : “The Ceylan song" (1935) , “Coal Face” (1936) y “Night
Mail” (1936).
En Alemania, algunos dirigentes del partido nazi comprendieron muy pronto el poder
que tenían los documentales, en una época en la cual el cine era uno de los medios
masivos de comunicación más influyentes. Así, se realizan varias obras que realzan la
superioridad aria y mitifican a Hitler. Entre éstas se destacan: “El Olympia” (1938) y
“Triumph des Willens” (1937) de Leni Riefenstahl, que son considerados dos grandes
clásicos del arte cinematográfico por la perfección técnica, composicional y musical con
que se realizaron. Es interesante anotar que actualmente la realizadora Leni Riefenstahl
se ha dedicado a filmar documentales de vida silvestre y niega haber tenido
compromisos políticos a la hora de realizar sus documentales para el gobierno nazi.
La Segunda Guerra mundial trae consigo un nuevo auge de los noticieros y de las
imágenes de la realidad en el cine, constituyéndose en un excelente medio para
comunicar tanto la propaganda gubernamental, como el rechazo al sufrimiento y
destrucción que generaba la guerra.
Los adelantos tecnológicos que se alcanzaron con la “industria de la muerte”, tocaron al
cine. De esta forma, las cámaras que se diseñaron para el espionaje pasaron a ser, en la
8
Ibid. década del 50, una herramienta básica en el nuevo lenguaje audiovisual, que ahora
poseía mayor movilidad.
Los documentalistas ambientales pudieron entonces salir a lugares de difícil acceso, con
equipos más fáciles de transportar. Así mismo, con el surgimiento de la televisión, los
documentales de vida silvestre tuvieron un nuevo y gran mercado, pues pronto se
convirtieron en uno de los programas preferidos por el público. Estas circunstancias
favorecieron el rápido desarrollo del género.
La British Broadcasting Corporation - BBC - fue clave en esta etapa, siendo los
pioneros de los documentales de vida silvestre en la televisión y uno de los principales
promotores de éstos, en la forma como se les conoce hoy. En esta empresa se puede
rastrear la gran influencia que tuvo la radio en la nueva etapa del documental, pues
mucho del suceso e inclusive del personal de los programas naturalistas de su emisora
en los cuarenta, fueron transferidos al nuevo canal de televisión en los cincuenta y luego
a su famosa Unidad de Historia Natural.
Son de gran importancia también en esta primera etapa, el barón Hugo Van Lawick y el
español Félix Rodríguez De la Fuente, quienes en planicies de Africa y en otros
rincones del mundo, lograron películas dramáticas donde se captaban imágenes
exactamente en el momento de la acción. Estas hicieron historia y sirvieron de
motivación para muchos realizadores.
Por su parte, los documentales de carácter etnológico y social evolucionaron a un ritmo
acelerado teórica y técnicamente, haciendo importantes aportes para el cine a nivel
mundial. En los años 50 y 60 el antropólogo Jean Rouch, del Museo del Hombre en
París, realiza varios documentales etnográficos, entre ellos “Viaje al Congo” y “Los
maestros locos” (1954). Su constante exploración en el documental, hace que Rouch
desarrolle un híbrido entre Flaherty y Vertov, naciendo así el cine-directo, o cineverdad. “Crónica de un Verano” será la primera y más importante obra de esta tendencia
que revolucionó la manera de concebir el documental, ahora más cercano a teorías
sociológicas y sicológicas, a la política y a la ciudad.
Esta película responde a otro adelanto técnico importante, dado en los años sesenta: de
las pesadas cámaras llenas de cables y luces, se pasó a cámaras portátiles con sonido
sincronizado y poco ruido, que mejoraron las grabaciones en exteriores y posibilitaron
el cinéma vérité. Ahora la cámara podía seguir las acciones sin interferir
substancialmente en ellas. Era un observador activo que no estaba sujeto a más guiones
que la realidad misma.
Las películas se desarrollaron de una manera participativa, buscando la autenticidad en
las situaciones, haciendo “invisible” a la cámara, al ser ella cómplice de lo que sucedía
en la pantalla, al igual que el realizador, quien pregunta y opina, no necesariamente en
off.
Los adelantos técnicos y la metodología de trabajo propuesta por Rouch y otros
realizadores de la época, se fusionó con el sentir de los convulsionados años sesenta y
setenta. Fue una época donde los temas urbanos, la violencia institucional, las giras de
grupos rockeros, la guerra del Vietnam, las drogas, análisis sociológicos y psicológicos
de grupos marginados,
fueron tratados con profundidad, reflejando los enormes
cambios de aquella etapa de crisis o de transición. La denuncia ecológica y películas
cada vez más ligadas al movimiento verde empezaron también a surgir. Se perfilaban
entonces, los documentales ambientalistas.
Estos primeros documentales de temáticas ecologistas, estaban estrechamente ligados a
los movimientos sociales y nacen a partir de la creciente preocupación alrededor de los
problemas ambientales mundiales, evidenciados por la primera Cumbre del Medio
Ambiente,
Estocolmo 72 y por varios trabajos que científicos y activistas venían
realizando.
Algunos cineastas sensibles a la problemática ambiental, empezaron a incluir este tema
dentro de sus documentales; de igual manera, las instituciones internacionales
encargadas del medio ambiente y sobretodo las Organizaciones No Gubernamentales,
comprendieron pronto el poder de la televisión, el cine y el video en la educación
ambiental, en la difusión de sus objetivos y en la denuncia de los problemas mundiales
y atropellos que se cometían contra el medio ambiente.
Paralelamente, el periodismo ambiental le dio fuerza y quizá fue el verdadero gestor de
los documentales ecologistas. Este género periodístico comenzó a desarrollarse como tal
a mediados de los años setenta, con la denuncia de casos de contaminación y en
especial, con la batalla antinuclear. A raíz del éxito obtenido en los diarios y revistas, el
periodismo ambiental comenzó a ingresar poco a poco a los noticieros, programas de
opinión y luego a los grandes reportajes y documentales de la televisión. Los primeros
documentales ambientalistas son dirigidos, en su mayoría, por periodistas que conocen a
fondo el tema ambiental e ingresan en la realización de programas de profundidad sobre
graves problemas mundiales.
Los años sesenta y setenta, marcan el ingreso definitivo del documental a la televisión,
pues además de que el momento social lo exigía, el mundo del cine se volvía cada vez
más costoso, con la inclusión de las películas en color en las nuevas producciones. Fue
la época dorada de los documentales de vida silvestre, los cuales se empezaron a rodar y
a vender por todo el mundo con un enorme éxito.
Los documentales de la BBC de Londres se empiezan a traducir a varios idiomas; el
Comandante Cousteau se vuelve famoso a bordo del Calypso; Rodríguez de la Fuente
causa gran sensación en España y Latinoamérica con sus programas y cada vez más y
más programadoras e instituciones se involucran en este rentable negocio. Una de las
empresas que más éxito consiguió, fué la National Geographic, que en 1963 realizó las
primeras e históricas tomas de la cima del Monte Everest, creando un documental que
se convirtió en el primer especial para televisión de esta institución.
Hoy la televisión comercial marca una nueva pauta en la producción. Luego de un
receso en los años ochenta, los documentales en general y particularmente los
ambientalistas vuelven a coger una gran fuerza. Actualmente se propagan los canales
públicos con gran proporción de documentales educativos, las grandes cadenas y
productoras comerciales se interesan en realizar más películas sobre la naturaleza, las
tiendas de video aumentan su sección de películas de “cine real” y se multiplican los
canales por cable dedicados únicamente a la difusión de documentales.
No obstante, estas circunstancias le están dando pie a una producción irresponsable y de
baja calidad, debido a la repetición de fórmulas exitosas y al sentido mercantilista que
toma todos los días el medio, lo cual trae implicaciones estéticas, éticas, técnicas,
temáticas y de producción.
En la competencia mundial de la televisión, se han ido imponiendo las grandes series
producidas por las grandes cadenas, que sacan de competencia a las modestas
producciones locales. Nunca antes en el mundo, el documental había movido tales
presupuestos y ganancias; paradójicamente, nunca antes ha mostrado tal uniformidad y
esquizofrenia 9 .
Los documentalistas y empresas productoras deben hacer un alto en el camino, para
reflexionar acerca de la función social y la ética de los documentales hacia el próximo
milenio. De esta forma se podría reorientar un género que, cada vez más, pierde su
horizonte en el mundo de la televisión, cediéndole el espacio a intereses meramente
comerciales.
Para los años noventa, el documental ya no tiene las enormes pretensiones de los
“revolucionarios” sesenta y setenta. La llamada postmodernidad ha influenciado al
documental, de igual forma que a todas las demás artes, para volverlo más intimista e
individualista. Ahora los relatos en primera persona, en los que los autores comentan
pasajes de sus vidas, sus orígenes, su familia, su entorno natural cercano y el devenir de
sus ciudades, constituyen la vanguardia documentalista. Así mismo, se funden géneros fenómeno que ocurre hoy entre los documentales de vida salvaje y los ambientalistas- y
se experimenta con el video, sus posibilidades visuales y estilísticas
En la apertura del Festival Cinéma du Réel, (Francia, 1996) la delegada general,
Suzette Glenadel, presentó el evento y el documental de los noventa de la siguiente
forma:
Desde hace ya mucho tiempo nosotros empezamos a dudar de las imágenes que
reemplazan las imágenes y que una vez mostradas desaparecen, olvidadas. Desde
hace ya mucho tiempo aprendimos a dudar de su capacidad de influir en las
determinaciones políticas. Es necesario para nosotros, espectadores, ciudadanos,
actores de la vida, no solamente verlos, sino comprenderlos. Que no se busque aquí
el acontecimiento, la habilidad periodística o la imagen objeto. Tejidos de
9
Castrillón, María Lucía. Plano General del Documental Colombiano. Investigación para la
Cinemateca Distrital de Bogotá. 1997.
memoria, de tiempo, de anticipación o de promesa, en busca del sentido y de la
verdad, nuestras imágenes del Real, son además historias singulares para hacer
surgir lo universal, para enriquecer nuestro conocimiento, para combatir la
amnesia. 10
Extraído de: COCK , Alejandro (1998), El documental ambiental. [Trabajo de grado]
Medellín: Universidad Pontificia Bolivariana. Facultad de Comunicación Social.
10
Citado por Castrillón María Lucía. Ibid. p . 23 
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