La Edad Media: Tres culturas y un mapa en constante cambio (7111474) (I) I. Introducción La invasión musulmana de la Península Ibérica es una fase más de la expansión árabe por el Mediterráneo. Desde Arabia llegaron por todo el norte de África hasta el Estrecho de Gibraltar y la idea de expandir el islam por el resto del mundo conocido pasaba también por Europa. En el 711 pasan a España solicitados por los visigodos inmersos en luchas internas por hacerse con el poder. Fue la facción visigoda de Witiza, que pretendía derrocar del trono al rey, quienes demandaron para derrocarlo el apoyo militar musulmán. Los musulmanes lo derrocaron pero su gobierno será el poder musulmán quienes ya no retrocederán llegando incluso hasta el sur de Francia donde fueron rechazados por los Francos en la Batalla de Poitiers (732). La conquista fue rápida dada la escasa resistencia por la fragmentación del poder visigodo y la habitual tolerancia religiosa y cultural de los árabes hacia otros pueblos, lo que propició las relaciones y la gradual islamización. Hispania pasa a denominarse AlAndalus al tiempo que los recién llegados incorporan sus estructuras políticas, administrativas, económicas y sociales, su cultura y su religión. La presencia musulmana en la Península Ibérica pasa por una serie de etapas que analizaremos a continuación. 1 II. Etapas de la presencia musulmana 1. Emirato dependiente del Califato Omeya (711-755) Conquistada la Península Ibérica ésta se convierte en emirato (“valiato” o provincia) del Islam gobernada por un emir y dependiente del Imperio Árabe gobernado por la dinastía Omeya con capital en Damasco. Fue un momento de complicadas relaciones étnicas entre el conjunto que protagonizó la conquista. Se enfrentaron los intereses de las clases dirigentes compuestas por árabes y sirios frente a la de soldados y clases bajas compuestas de población bereber, poblaciones del norte de África, lo que hace aumentar la represión extendiéndose a otros grupos como mozárabes (cristianos que vivían en territorio musulmán) y muladíes (cristianos convertidos al islam). Los musulmanes en este momento se enfrentan en la Batalla de Covadonga (722) a los cristianos, que comienzan su expansión hacia el sur. Llegan hasta Francia donde son expulsados en Poitiers por los Francos. 2. Emirato independiente (755-912) En el 750 la dinastía Abasí se hace con el poder del Califato exterminando a los Omeyas y trasladando la capital de Damasco a Bagdad. El único superviviente de los Omeyas, Abderramán, logra huir a al-Andalus donde se hace con el poder proclamándose emir independiente del de Bagdad, aunque reconociendo la autoridad religiosa del Califa. En este momento se lleva a cabo un afianzamiento de los musulmanes en la Península al tiempo que una reorganización administrativa, más centralizada, con sede en Córdoba, que logró aumentar las rentas del estado y crear un fuerte ejército que garantizará el poder. Las luchas internas continuaron por la diversidad étnica y religiosa de su población. 2 3. Califato de Córdoba (912-1031) A este periodo corresponde la etapa más brillante de la dominación musulmana de la Península Ibérica. En el año 929 Abderramán III rompe sus lazos religiosos con Bagdad y se autoproclama Califa o Jefe de los Creyentes, unificando así poder político y religioso y completando la independencia de al-Andalus. Se afianza en el poder aplicando una política autoritaria que acaba con las lauchas internas entre árabes, musulmanes no árabes, judíos, mozárabes, muladíes… Esta unidad impuesta por la fuerza le permitió llevar a cabo numerosas expediciones victoriosas contra los reinos cristianos del norte. Este esplendor continúa con sus descendientes Alhákan II (bajo quien Córdoba alcanza su máximo desarrollo cultural) llegando hasta Almanzor. Almanzor fue un jefe militar que acumuló el poder en sus manos y quien organizó un importante ejército con el que emprenderá numerosas expediciones militares (aceifas) contra los reinos cristianos del norte, llegando hasta Santiago y Barcelona. Esta política ofensiva, guerrera, sumió al estado en una crisis económica que hizo aumentar la presión fiscal y con ello la inestabilidad social y política, que será aprovechada por las familias nobles musulmanas de las provincias para independizarse del poder de Córdoba, motivando el fin del Califato (1031) que se divide en una veintena de estados (Granada, Sevilla, Toledo, Badajoz, Valencia…), son los denominados Reinos Taifas. 4. Reinos de Taifas (1031-1086) La disgregación del poder central del Califato de Córdoba en pequeños reinos, que además luchaban entre sí por sus diferencias étnicas (árabes la mayoría, bereberes o incluso musulmanes eslavos), tuvieron que hacer frente además al avance cristiano, que aprovechando esta fragmentación y debilidad comenzará un imparable avance reconquistador. Será cuando Alfonso VI tome la ciudad de Toledo en 1085. La situación se da la vuelta y serán ahora los cristianos quienes exigirán tributos (parias) a los 3 musulmanes. A pesar de esta situación y de su debilidad política fue un periodo de gran esplendor económico, artístico y cultural. 5. Almorávides y Almohades (1086-1224) Ante el avance imparable de los cristianos que llegan a ocupar Toledo en 1085 el rey musulmán de Sevilla pedirá ayuda a los almorávides (pueblo bereber de Marruecos) que frenaron el avance cristiano de Alfonso VI (rey de León y Castilla) en la Batalla de Sagrajos (Badajoz) logrando la unificación de al-Andalus y eliminando a todos los reinos taifas. Sin embargo, el dominio almorávide se verá amenazado desde tres frentes, por parte de los propios andalusíes que rechazan el extremismo religioso que practican, por el avance del rey aragonés Alfonso I el Batallador que les expulsa de la cuenca del Ebro y se dispone a avanzar hacia Andalucía, y por la presión de los Almohades, un nuevo imperio musulmán surgido en el norte de África. Todo ello hará desaparecer a los almorávides surgiendo de nuevo los reinos taifas hasta 1175. El poderoso ejército almohade hará sustituir a los almorávides en el norte de África y en 1146 invaden la Península reconstruyendo la unidad de al-Andalus en 1170 que dependerá de marruecos y cuya capital pasa de Córdoba a Sevilla. Es un momento de gran esplendor cultural como los demuestra la construcción de la Torre del Oro o de la Giralda, así como la influencia que ejercerán sabios árabes como Averroes o Maimónides en el pensamiento medieval y renacentista. Pero también el dominio almohade fue corto en el tiempo ya que la victoria de Alfonso VIII en la batalla de las Navas de Tolosa precipitará su final a la que sucederán la pérdida de Extremadura a manos de Alfonso IX y más tarde del valle del Guadalquivir con Fernando III el Santo. Sólo el reino de Granada quedará en poder de los musulmanes. 6. Reino nazarí de Granada (1224-1492) El avance cristiano redujo la presencia musulmana en la Península Ibérica al reino Nazarí de Granada. Aún pervivirá más de dos siglos hasta la conquista por los reyes 4 Católicos a finales del siglo XV entre otras cosas por voluntad de los propios monarcas castellanos que se veían bien recompensados a través de cuantiosos impuestos. III. Economía, sociedad y cultura 1. Economía La España musulmana llegó a desarrollar una economía mucho más evolucionada que la cristiana contemporánea. Respecto a la agricultura ésta fue diversificada siendo protagonista el cultivo de la tradicional trilogía mediterránea (cereales, vid y olivos) y donde se introducen nuevos cultivos hasta ahora desconocidos, como el arroz, el azúcar, la alcachofa, la berenjena o la naranja. Se emplearon sistemas de irrigación a través de acequias y norias que hicieron posible un aumento de la producción. En el ámbito urbano destacó la producción artesanal y mercantil, donde el alto poder adquisitivo de los musulmanes hizo corriente el tráfico de numerosos productos de lujo. Marfiles, cordobanes, sedas o brocados fueron comunes en los mercados de las principales ciudades. El comercio adquirió igualmente gran desarrollo dado el carácter urbano de la cultura andalusí controlando incluso rutas internacionales que se dirigían hacia Bizancio o la India, estableciendo igualmente no pocos contactos comerciales con los reinos cristianos. Como decimos, la cultura islámica fue fundamentalmente urbana. Las ciudades volvieron a alcanzar la misma importancia que tuvieron antes de la caída del Imperio Romano, contrastando con el escaso desarrollo urbano del mundo cristiano. En ellas habitaban un gran número de habitantes y en ellas tenían lugar las principales actividades económicas, el comercio y la actividad artesanal, que configuraron un urbanismo irregular, aun visible, donde predominan las callejas estrechas y sombrías como remedio contra el calor. En el centro solía alzarse la mezquita en torno a la cual, se organizaba el zoco (mercado) y en cuya zona alta se solía situar la alcazaba o palacio del gobernador. 5 2. Sociedad y organización administrativa La sociedad de al-Andalus gozaba de una gran diversidad étnica y a pesar del igualitarismo predicado por el islam se encontraba muy jerarquizada. Podemos hacer una primera distinción atendiendo a su pertenencia o no a la religión musulmana. En este sentido encontramos: Árabes o musulmanes procedentes en su mayoría de Arabia y zonas próximas que se identifican con las clases privilegiadas. Bereberes a pesar de ser musulmanes su origen norteafricano y su reciente conversión al Islam los hace ser ciudadanos de “segunda” respecto a los árabes, lo que provocará no pocas tensiones con la clase dirigente. Judíos. Ya se encontraban en la Península a la llegada de los musulmanes y serán respetados hasta la llegada de Almorávides y Almohades. Estuvieron sometidos como el resto de minorías religiosas pero gozaron de mayor libertad que los cristianos, por su apoyo inicial a los musulmanes. Desempeñaron profesiones liberales e importantes funciones en la administración, además de ser artesanos y mercaderes. Los mozárabes. Supone junto con los muladíes el 98% de la población andalusí. Fueron cristianos que se quedaron a vivir bajo dominio musulmán pagando sus correspondientes tributos. La tolerancia religiosa de los primeros siglos se trunca con la llegada de Almorávides y Almohades teniendo que convertirse o emigrar a territorios cristianos. Los muladíes. Fueron hispanos convertidos al Islam entre los que existía una gran diferencia. Por un lado se encontraba la nobleza visigoda, que hizo llamar a los musulmanes para derrocar al rey Rodrigo que conservarán sus tierras y estatus frente a una inmensa mayoría, la masa de siervos, colonos y pequeños propietarios que se convirtieron. Fueron igualmente foco de constantes tensiones contra el régimen musulmán, pues no disfrutaban de los mismos derechos que el resto de musulmanes (árabes y bereberes). La organización política giraba en torno a la presencia de un emir o califa que concentra en su persona el poder político, militar y religioso y cuyo desempeño 6 descansaba sobre una organizada administración copiada de modelos orientales. Hacían posible esa administración figuras tales como los valíes (gobernadores provinciales), visir (primer ministro), los amires (jefes del ejército), en las ciudades la zalmedina (policía) o los cadí (los jueces). 3. Cultura La cultura andalusí alcanzó un gran esplendor en todas las ramas del saber dada la dimensión mediterránea de su extensión y la tolerancia con los pueblos dominados. Destacaron por la transmisión del saber greco-latino a través de las numerosas traducciones al árabe de los filósofos griegos, fundamentalmente Aristóteles, e hicieron hincapié en el estudio de la historia, la geografía, las matemáticas, la astronomía, la medicina, la botánica, la alquimia, la astrología… Especial mención requiere el arte andalusí donde se rastrean influencias de la cultura clásica grecolatina, la oriental y la propiamente autóctona. Destacan sus edificios, de carácter palaciego como la Alhambra de Granada o los de carácter religioso como la Mezquita de Córdoba. En ellos se emplean desde los materiales más nobles como el mármol hasta los más sencillos como el ladrillo y el azulejo, pero utilizados con un gran sentido de la estética donde predominan profusas decoraciones vegetales (atauriques), geométricas (mocárabes y lacerías) o epigráficas, al tiempo que se conjuga elementos de la naturaleza como el agua o la vegetación de los jardines. 7 TEST 1. ¿En qué batalla fueron rechazados los musulmanes en su avance por tierras francas? a) Marsella b) Toulouse c) Poitiers d) Montpelier 2. ¿Cómo se denomina la Península a partir de la invasión de los musulmanes del 711? a) Iberia b) Hispania c) al-Andalus d) Magreb 3. ¿Quién será el único superviviente de la dinastía Omeya que huye a la Península Ibérica haciéndose con el poder y proclamando un emirato independiente? a) Almanzor b) Abderramán c) Miamónides d) Averroes 4. ¿En qué periodo se produce la independencia religiosa de al- Andalus respecto de la autoridad de Bagdad? a) Califato b) Emirato c) Reinos Tifas d) Reino Nazarí de Granada 8 5. Bajo el mando de qué rey cristiano se toma la ciudad de Toledo en 1085… a) Fernando III b) Alfonso VIII c) Alfonso VI d) Reyes Católicos 6. ¿Cómo se denominan los tributos que los musulmanes deben pagar a los cristianos tras la conquista de sus territorios? a) Paria b) Leva c) Alcabala d) Diezmo 7. Ante el avance imparable de los cristianos en el proceso de conquista hacia el sur el rey musulmán de Sevilla pedirá ayuda a… a) Visigodos b) Almorávides c) Almohades d) Bereberes 8. ¿En qué ciudad establecen la capital los almohades tras la unificación de al-Andalus de 1170? a) Córdoba b) Granada c) Valencia d) Sevilla 9. ¿Cuál será el último reducto de al-Andalus tras la desaparición de los almohades? a) Granada b) Sevilla 9 c) Málaga d) Toledo 10. ¿Cómo se denominan a los hispanos convertidos al Islam tras la conquista musulmana? a) Mozárabes b) Mudéjares c) Bereberes d) Muladíes 10