(Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. 2003; 50:130-134) ORIGINAL Recuento plaquetario y punción hemática con el bloqueo epidural en obstetricia E. Guasch Arévalo*, A. Suárez Cobián* Servicio de Anestesiología y Reanimación. Hospital Maternal "La Paz". Madrid. Resumen INTRODUCCIÓN: El valor y la trascendencia de la trom bopenia leve asociada al embarazo es un tema aún sin resolver. En consecuencia, el momento, la validez y el significado de las pruebas de coagulación previas al blo queo puede ser variable. OBJETIVOS: Determinar si existe relación entre la incidencia de punción hemática y la cifra de plaquetas inmediatamente antes del bloqueo, revisar la incidencia de complicaciones hemorrágicas y si éstas tienen relación con el recuento de plaquetas previo al bloqueo. METODOLOGÍA: Estudio retrospectivo basado en registros informatizados de 1.168 pacientes sometidas a bloqueo regional para control del dolor del trabajo de parto. Se les realizó una analítica con recuento plaquetario justo antes de practicarse el bloqueo y se intenta correlacionar la incidencia de punción hemática con el recuento plaquetario. Para ello, se distribuyó la muestra en 4 grupos en función del nº de plaquetas y se registró por grupos la incidencia de punción hemática. RESULTADOS: La mayoría de las pacientes estudiadas tenían una cifra de plaquetas entre 150.000 y 250.000/mm3, el siguiente grupo más numeroso fue el comprendido entre 100.000 y 150.000 plaquetas/mm3, lo que en la población no gestante constituiría una trombopenia leve. Hubo en total 72 punciones hemáticas, lo que supone una incidencia del 6,16%, siendo significativamente mayor en el grupo con más de 350.000 plaquetas/mm3 (p<0,05). No hubo complicaciones obstétricas graves como histerectomía obstétrica o hemor ragia postparto grave en ninguna paciente, ni tampoco apareció ningún caso de hematoma epidural. CONCLUSIONES: Resulta fundamental la anamnesis detallada y dirigida en la consulta de anestesia durante el último mes de embara zo , así como la info rm a c i ó n detallada y pormenorizada de los riesgos de un bloqueo regional para el parto. La existencia de una analítica normal en este momento, junto con una historia clínica * Médico Adjunto. Dra. Emilia Guasc h Arévalo Avda. Independencia 38, 1º B San Sebastián de los Reyes 28700 Madrid Aceptado para su publicación en febrero de 2003. 130 con bajo nivel de riesgo, no justifican la repetición de las pruebas inmediatamente antes de la realización del bloqueo, siempre que la situación clínica permanezca sin cambios. Palabras clave: Anestesia obstetrica: bloqueo epidural. Complicaciones: trombopenia. Punción epidural hemática. Platelet count and bloody puncture for epidural blocks in obstetrics Summary INTRODUCTION: The reference value for and the significance of mild thrombocytopenia associated with pregnancy remain undetermined, and therefore the timing, validity and meaning of coagulation tests before a regional block may vary. OBJECTIVES: To determine whether the incidence of bloody puncture is related to preoperative platelet count performed just before an epidural block, to review the incidence of hemorrhagic complications and to determine whether such complications are related to preoperative platelet count. METHODS: We carried a retrospective study of computer records for 1,168 patients given regional blocks to control pain during labor. A blood sample was obtained to assess the platelet count immediately before the block; we then analyzed the correlation between the incidence of bloody puncture and platelet count, with the patients distributed in 4 groups according to the latter. RESULTS: The platelet count of most patients fell between 150,000 and 250,000/mm 3. The second large s t group had counts between 100,000 and 150,000 platelets/mm3, which would constitute mild thrombocytopenia in non-pregnant patients. Seventy-two bloody punctures were observed, for an incidence of 6.16%, and the incidence was significantly higher in the group of patients with over 350,000 platelets/mm 3 (p<0.05). No severe obstetrical complications, such as obstetric hysterectomy or severe postpartum bleeding occurred. Nor were there cases of epidural hematoma. CONCLUSIONS : A complete clinical history must be obtained during the anesthetist’s interv i ew with the patient in the last month of pregnancy, and detailed 26 E. GUASCH ET AL.– Recuent o plaquet ario y punción hemát ica con el bloqueo epidural en obst et ricia information on the risk of regional blocks during labor must be offered. When blood tests at the time of the interview are normal and the clinical history indicates low risk, repeating tests immediately before the block is u n j u s t i fi e d, p rovided the clinical situation does not change. Key words: Anesthesia obstetric: epidural block. Complications: thrombocytopenia. Bloody epidural puncture. consumo, suma un factor de riesgo más al desarrollo de un posible hematoma epidural con un catéter situado en dicho espacio si esta situación se presenta. Nuestros objetivos fueron determinar si existe relación entre la incidencia de punción hemática y la cifra de plaquetas inmediatamente antes del bloqueo y revisar la ocurrencia de complicaciones hemorrágicas y si éstas tienen relación con el contaje plaquetario previo al bloqueo. Introducción Material y métodos La utilidad de la realización de pruebas de coagulación inmediatamente antes de un bloqueo del neuroeje para el control del dolor del trabajo de parto es un tema controvertido y sujeto a debate. Además, durante el embarazo se producen alteraciones leves de los parámetros de coagulación, cuyo significado y trascendencia clínica no están totalmente claros. Así, el momento y la oportunidad de la realización de dichas determinaciones analíticas, su utilidad y validez en el tiempo en las pacientes embarazadas de bajo riesgo es un tema aún sin resolver totalmente1-3. La incidencia de complicaciones graves relacionadas con la práctica de bloqueos regionales como el hematoma epidural es muy baja y aún más si se tiene en cuenta sólo la población obstétrica. Sin embargo, el riesgo está aumentado en pacientes con preeclampsia y en pacientes con alteraciones de la coagulación de diverso origen4. El límite de plaquetas considerado seguro para la práctica de un bloqueo regional es tema de deb at e p e ro es la cifra de 100.000 plaquetas/mm 3 la que cuenta con mayor consenso. Cifras inferiores se han descrito sin incidencias pero parece que en el caso de los partos se pueden asociar estos contajes plaquetarios bajos a una mayor incidencia de hemorragia postparto, lo que añadido a la facilidad de la embarazada y la puérpera al desarrollo de una coagulopatía de Estudio retrospectivo, realizado en un hospital de 4º nivel, basado en registros informatizados de mujeres a las que se les practicó un bloqueo regional (epidural o subaracnoideo-epidural), demandado por las pacientes para el control del dolor del trabajo de parto. Hemos analizado si existe relación entre las cifras de plaquetas obtenida inmediatamente antes del bloqueo y la incidencia de punción hemática. El período de tiempo del estudio fue el comprendido entre abril y diciembre de 1998. Los criterios de exclusión para la realización de bloqueos regionales en nuestra unidad son los habituales de cualquier bloqueo regional (negat iva por parte del paciente, infección local en el punto de punción o generalizada, enfermedad neurológica activa, alergia conocida a los anestésicos locales, hipovolemia no corregida, trombopenia o alteraciones de la c o agulación y tratamiento con hep a rina sódica o dicumarínicos), y además, se les solicita a todas un estudio de coagulación consistente en recuento plaquetario, actividad de protrombina e INR, así como tiempo de cefalina y ratio, y fibrinógeno. No se practicaban bloqueos con cifras de plaquetas por debajo de 100.000 plaquetas /mm3. Se distribuyeron los datos en 4 grupos en función del número de plaquetas obtenidas en el recuento (Grupo I: Plaquetas ≥100.000 a ≤150.000/mm3; Grupo II: TABLA I Gr upos de est udio e incidencia de punción hemát ica Grupo (plaquetas/mm 3) Grupo I<150.000 Grupo II 150.000-250.000 Grupo III 250.000-350.000 Grupo IV>350.000 Nº pacientes 213 778 165 12 Edad (años) N=1129 30,39±4,69 n=206 30,17±4,68 n=758 29,90±5,34 n=153 29,83±5,83 n=12 Punción hemática 16 (7,51%) 42 (5,49%) 11 (6,6%) 3 (25%)* *=p<0,05 respecto al resto de los grupos. 27 131 Rev. Esp. Anest esiol. Reanim. Vol. 5 0 , Núm. 3 , 2 0 03 >150.000 a ≤ 250.000/mm3; Grupo III: >250.000 a ≤ 350.000/mm3 y Grupo IV: >350.000/mm3) y se vio la incidencia por grupos de la punción hemática. La distribución en estos intervalos se hizo en base a los rangos de seguridad para la práctica de bloqueos regionales que son 100.000/mm3 y en los ra n gos de normalidad más aceptados de 150.000 a 250.000/mm3. Los otros intervalos fueron tomados de manera arbitraria. Para estudiar la asociación entre el recuento plaquetario alto con la punción hemática, se agruparon las pacientes de los grupos que comprendían los valores normales de plaquetas (entre 150.000 y 350.000) para compararlos con ambos extremos; por una parte menos de 150.000 plaquetas/mm3 y más de 350.000/mm3. Se hizo un estudio descri p t ivo de las va ri abl e s demográficas. Se realizó un estudio de comparación de medias Anova para calcular diferencias significativas de edad entre los cuatro grupos. Para calcular si había diferencias signifi c at ivas en el porcentaje de punción hemática entre los cuatro grupos se realizó el test exacto de Fisher y el de χ2. Resultados Se excluyeron del estudio dos pacientes a quienes se practicó el bloqueo con 96.000 y 98.000 plaquetas/mm3, dado que no cumplían los criterios para la inclusión en ninguno de los grupos. En ninguno de los casos hubo complicaciones de tipo hemorrágico. El total de registros fue de 1.168. De estos registros, la edad consta en 1.129 de ellos. La edad media resultó de 30,1 ± 4,74 años, oscilando entre 15 y 45 años. Por gru p o s , no hubo dife rencias en la edad media de las pacientes. La mayoría de las pacientes estudiadas tenían una cifra de plaquetas entre 150.000 y 250.000/mm3, siendo el siguiente grupo más numeroso el comprendido entre 100.000 y 150.000 plaquetas/mm3, lo que en la población no gestante constituiría una trombopenia leve. Hubo 72 punciones hemáticas, lo que supone una incidencia del 6,16%, siendo signifi c at ivamente mayor en el grupo IV > 350.000 plaquetas /mm3 (p<0,05) (tabla I). No hubo complicaciones obstétricas graves como histerectomía obstétrica o hemorragia postparto grave en ninguna paciente, ni tampoco apareció ningún caso de hematoma epidural. Discusión La trombopenia leve durante el embara zo es un hecho documentado1,2, cuya trascendencia no está bien establecida y con una incidencia baja, pero no despre132 ciable, entre 0,5 y 8,3%1,2, dependiendo de si se considera como trombopenia 100.000 plaquetas/mm3 o 150.000 plaquetas/mm3, respectivamente. Esta trombopenia leve suele ser un hallazgo analítico, es asintomática y su significado clínico no está claro. Puede ser el resultado de una hemodilución y la aceleración del recambio plaquetario con un aumento de producción de plaquetas por parte de la médula ósea y un excesivo atrapamiento o destrucción a nivel placentario3. Este hecho puede que sea contrarrestado con un aumento de la reactividad plaquetaria durante el embarazo desde estadios tan precoces como la 16ª semana4. Sin embargo, también se ha sugerido una disminución de la función plaquetaria en el embarazo, consistente en la presencia de un factor plasmático que inhibiría la activación plaquetaria dependiente de prostaglandinas5. Se asocia también la trombopenia a un buen número de enfe rm edades que pueden estar asociadas al embarazo como la toxemia, la coagulación intravascular diseminada (asociada a veces con desprendimiento placentario, feto muerto intraútero, embolia de líquido amniótico o sepsis), la púrpura trombopénica inmune, las colagenosis (lupus eri t e m at o s o , a rt ritis re u m at o i d e ) , el uso de algunos fármacos, infecciones no asociadas a coagulación intravascular diseminada, anemia hemolítica autoinmu n e, g l o m e ru l o n e f ri t i s , p i e l o n e f ri t i s , enfermedades linfoproliferativas, hepatitis, hiperesplenismo, reacciones transfusionales y aloinmunización neonatal1. La pérdida del dato de la edad en algunos casos se debió al gran número de casos realizados a diario. A pesar de que en el grupo IV hubo pocas pacientes, se encontraron diferencias significativas respecto a los otros tres como ya se ha visto. La existencia de protocolos claros de realización de analíticas previas a un bloqueo espinal o epidural reduce el tiempo necesario para la práctica de los mismos desde que la paciente lo requiere hasta que éste puede ser llevado a cabo, así como los costes y gastos innecesarios se verían claramente disminuidos6. Por otra parte, no podemos olvidar que, en ocasiones, el raro síndrome de HELLP (hemólisis, aumento de enzimas hepáticos y trombopenia) puede pasarse por alto al no realizarse un contaje plaquetario1,6. Además, está la cuestión de qué cifra de plaquetas se debe considerar como trombopenia que contraindique la realización del bloqueo. La cifra considerada n o rmal es de 150.000-250.000 plaquetas/mm 3. Sin embargo, Bromage7 considera que no se deben realizar bloqueos regionales en obstetricia por debajo de 100.000 plaquetas/mm3, pero esta afirmación no cuenta con argumentos de peso que la sostengan a pesar de que es la más universalmente aceptada por los profe28 E. GUASCH ET AL.– Recuent o plaquet ario y punción hemát ica con el bloqueo epidural en obst et ricia sionales. Hoy día se sigue afirmando que no es seguro realizar un bloqueo epidural con una cifra inferior a menos que tengamos la seguridad de que este número no va a seguir descendiendo, que estemos seguros que no se asocia una disfunción plaquetaria y que no haya alteraciones de coagulación asociadas1. Otros grupos8 han practicado bloqueos epidurales sin incidencias con contajes plaquetarios entre 69.000 y 98.000 plaquetas/mm3 e incluso hay un caso descrito de bloqueo epidural en una paciente con 2.000 plaquetas/mm3, sin complicaciones9, aunque un caso aislado sin complicaciones no tiene relevancia. Por otra p a rt e, están descritos 10 hematomas ep i d u rales en pacientes a quienes se les ha practicado bloqueos epid u rales con contajes plaquetarios superi o res a 100.000 /mm3. La incidencia de la punción accidental de un vaso sanguíneo en el curso de un bloqueo epidural es de aproximadamente 1%, pero en la embarazada, debido a la ingurgitación de las venas epidurales, este porcentaje puede ser de hasta un 10-12%; la incidencia del 6,16% en nuestra serie está dentro de los valores e s p e rados. En la mayoría de los casos la punción hemática, que se debe a una lesión vascular provocada por la aguja de Tuhoy o por el catéter epidural, se asocia a un mínimo sangrado y no provoca secuelas, aunque puede dar lugar a signos de toxicidad sistémica, si es inadvertida o a un hematoma epidural11. No hemos encontrado bibliografía que sugiera la asociación de trombocitosis y punción hemática. En definitiva, para evitar que ocurran complicaciones graves, como lo es un hematoma epidural, se ha de hacer un uso juicioso de las pruebas preoperatorias. Sin embargo, la incidencia de hematoma epidural secundario a un bloqueo es muy baja (1:150.000 en relación a la anestesia epidural y 1:220.000 en relación a la anestesia subaracnoidea)12. En obstetricia, la incidencia real es desconocida, pero en el estudio de Dahlgren y Tornebrandt13 realizado sobre 18.000 bloqueos espinales y epidurales, encontraron 3 casos de paraplejia por hematoma epidural. Scott14, en un estudio retrospectivo sobre 505.000 bloqueos extradurales, encontró un solo caso de hematoma extradural. La incidencia probablemente sea mayor en casos de preeclampsia15, debido posiblemente a la disfunción plaquetaria asociada a esta condición. Los estudios de función plaquetaria, como el tiempo de hemorragia, no se usan de manera rutinaria y parece existir consenso a la hora de indicar su uso sólo cuando el contaje plaquetario en el noveno mes de embarazo es anormal, y estaría indicado entonces para mayores investigaciones con el fin de determinar si las plaquetas existentes son normofuncionantes, o si esta función está también alterada 6. La tromboelastografía es un test también útil para asegurar una adecuada 29 hemostasia cuando existe una trombopenia leve15 y su uso tampoco debe ser rutinario. La existencia de complicaciones hemorrágicas en la punción puede ser de manera excepcional un causante de hematoma epidural16 y es por ello que tratamos de relacionar la incidencia de punción hemática con el contaje plaquetario, así como analizar la incidencia de complicaciones graves en el postparto y que pudieran estar relacionadas con el número de plaquetas preoperatorias. Dado que la incidencia de hematoma epidural es tan baja, es lógico pensar que no haya m o s encontrado ningún caso de hematoma epidural en el seguimiento de nuestras pacientes en esta serie. Sin embargo, ésta es una complicación potencial y muy grave que conviene evitar y habrá que valorar cuidadosamente la relación riesgo-beneficio de la realización de un bloqueo en presencia de una trombopenia, así como decidir a qué pacientes está indicado realizar una analítica inmediatamente antes del bloqueo. La decisión de practicar un bloqueo regional tanto en obstetricia como en otras circunstancias debe evaluar la relación riesgo-beneficio con el fin de evitar efectos adversos, circunstancia que es más importante si se practican bloqueos del neuroeje en presencia de medicación antiagregante o anticoagulante y con especial atención al momento de la retirada del mismo cuando el riesgo de hematoma epidural es, asimismo, importante para el desarrollo de un posible hematoma epidural17,18. En nuestra serie, sólo a dos pacientes les fue practicado un bloqueo regional con cifras menores de 100.000/mm3 (96.000 y 98.000/mm3, respectivamente) en ambos casos sin incidencias. Parece claro que existe la necesidad de establecimiento de una consulta de anestesia específica para anestesia obstétrica previa al parto durante la cual se informe detallada y personalmente a la paciente de los riesgos individualizados de la realización de un bloqueo regional para el dolor del trabajo de parto, basada en la realización de una anamnesis dirigida a la detección de problemas leves de coagulación (le sangran las encías, tiene hematomas con traumatismos mínimos, etc.), y examen de las pruebas de laboratorio que incluyan test de coagulación y contaje plaquetario. En Francia, se realiza una analítica en el noveno mes de embarazo que incluye coagulación y recuento plaquetario en el 74% de las unidades que realizan este tipo de bloqueos19. En Canadá, según una encuesta sobre la práctica habitual realizada en 1997, el 57% de los anestesiólogos no realizaban pruebas de coagulación previos a la realización de un bloqueo ep i d u ral en obstetri c i a , siendo este porcentaje de un 67% si la encuesta se 133 Rev. Esp. Anest esiol. Reanim. Vol. 5 0 , Núm. 3 , 2 0 03 centra en hospitales universitarios. El rango que se considera seguro para la práctica de un bloqueo epidural en obstetricia en cuanto al contaje plaquetario por parte de la mayoría de anestesiólogos en Canadá es de 80.000 ± 18.000 plaquetas/mm3. Sólo un 15% de los anestesiólogos realizarían un bloqueo con menos de 50.000 plaquetas/mm3,20. Siempre habrá pacientes que no habrán pasado previamente por la consulta por diversas razones (parto prematuro, embarazos no controlados, pacientes pertenecientes a otras áreas sanitarias). En estos casos, lo razonable sería la realización de una anamnesis detallada y un recuento plaquetario inmediato a la realización del bloqueo si no presenta ningún factor de riesgo asociado, dado que con un contaje plaquetari o normal, no es probable que los tiempos de cefalina y actividad de protrombina se vean alterados3,4. En pacientes de alto ri e s go , como preeclampsia, hemorragia preparto, o feto muerto intrautero, sería conveniente realizar mayores investigaciones y posiblemente esté justificada la realización de un recuento plaquetario inmediato al bloqueo. La decisión de la realización de un bloqueo epidural en presencia de una trombopenia ha de basarse en la evaluación de la función plaquetaria y en una anamnesis cuidadosa en busca de problemas de coagulación poco evidentes, más que en una cifra de plaquetas aislada. La información a la paciente es importante a la hora de la evaluación de la relación riesgo–beneficio18 en técnicas electivas como son los bloqueos para parto y la opinión informada y razonada de la paciente es fundamental. Concluimos que la punción hemática es más frecuente en pacientes con recuentos plaquetari o s >350.000/mm3, y que no hay evidencia que muestre la necesidad de realizar las pruebas de coagulación o recuento plaquetario inmediatamente antes de practicar el bloqueo epidural en obstetricia. BIBLIOGRAFÍA 1. Rolbin SH, Abbot D, Musclow E, Papsin F, Lie LM, Freedman J. Epidural anesthesia in pregnant patients with low platelet counts. Obstet Ginecol 1988; 71: 918-920. 134 2. Burrows RF, Kelton JG. Incidentally detected thrombocytopenia in healthy mothers and their infants. N Engl J Med 1988; 319: 142145. 3. Simon L, Santi TM, Sacqin P, Hamza J. Pre-anesthetic assesment of coagulation abnormalities in obstetric patients: usefullness, timing and clinical implications. 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