noctámbulos

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CELCIT. Dramática Latinoamericana 319
NOCTÁMBULOS
Juego teatral, con final feliz
Cristian Cortez
PERSONAJES (F 1; M 1)
Él
Ella
I
En escena hay el somier de una cama de metal, sin colchón. El y Ella estarán
dormidos, simulando un apresurado contacto sexual que concluye con un grito.
Ella.- ¡Ay, un ladrón! (Levantándose alocada)
El.- ¿Dónde... dónde? (Levantándose atrás)
Ella.- No se me acerque, no se me acerque...
El.- No... Otra vez no... (Trata de acercársele)
Ella.- Que no se me acerque porque grito...
El.- ¡Cálmate...!
Ella.- Ahhhh...
Ella da un grito de un minuto de duración, el no sabe que hacer le tapa la boca.
El.- Que quieres despertar a todo el barrio... Nos van a volver a pedir la casa...
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El le tapa la boca con una tela, ella se afloja dándole un golpe cae al piso, ella
trata de gritar con la boca tapada, al ver que no puede se dice un “que tonta”,
se destapa la boca y con la tela hace una cortina...
Ella.- Señora Norma… señora Yolanda... Auxilio... Señora Rina... Señora Paola...
¡Ayy, ésa soy yo...!
Derrotada usa la tela como pañuelo.
Ella.- Nadie me escuchará...
El se incorpora, ella le tapa la cara con la tela, y lo golpea.
Ella.- ¿Por qué... por quée... por quéeee?
El.- Paola, por favor. (Se la quita de encima molesto)
Ella.- ¡Sabe mi nombre...! (Sorprendida)
El.- (Molesto) Por supuesto que sé tu nombre.- Paola Patricia Pérez Paredes, eres
la mujer “P”.
Ella.- “P”... tu abuela... Contéstame, cómo sabes mi nombre... ¿Trabajas en el
Registro Civil?
El.- ¡No...!
Ella.- Debí suponerlo, si nunca hay sistema.. ¡Eres un ladrón...!
El.- ¡No...!
Ella.- Encima cínico... ¿Si no eres ladrón... qué haces en mi cama, en el lugar de
mi marido y con su pijama?
El.- Paola, no juegues, mañana tengo que trabajar... (Ruptura) Tengo cuatro
años desempleado, pero mañana tengo que trabajar.
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Ella.- No te me hagas el loco... ¿Quieres trabajarme sicológicamente? ¿No me
digas que aparte de ladrón, eres (Aterrada) político? Aunque es casi lo mismo...
(Grita) Ahhhhh...
El.- Cálmate... y yo te lo explicaré todo...
Ella.- No me tutees igualado...
El.- Espera... espere... ya te vas a acordar de mi...
El agarra unos portarretratos que hay cerca de la cama.
El.- Mira... mire... ¿Quiénes son éstos...?
Ella.- (Cariñosa) Ay... Enrique y Paúl mis dos nenés... qué lindos son..
El.- ¿Y ésta?
Ella.- Yo... uyy ¡qué gorda estoy en esa foto!
El.- ¿Y éste?
Ella muestra la fotografía en blanco y negro, donde se están casando o beben
champaña, la foto es lo suficientemente grande para que el público la reconozca.
Ella.- (Histérica) ¡El ladrón! Ha secuestrado a mi esposo y viene a pedirme
rescate. (Del seno saca pluma y chequera) ¿Cuánto quiere... le incluyo el uno por
ciento?
El.- No quiero nada...
Ella.- O sea que no es por dinero, ¡es por venganza, es decir que nunca me lo
devolverá! No puede ser... no puedo vivir sin él... Llévese todo pero devuélvame
a mi Kike... (Llora)
El.- (Extrañado) No sabía que me querías. ¿Tanto?
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Ella.- En fin... ya me acostumbré a ti... a tus borracheras, a tus amantes
secretas, a tus pedos nocturnos... Mi Kike...
Ambos se abrazan, ella reacciona lo cachetea.
Ella.- ¡Atrevido, estos ladrones de hoy, no se les puede dar la confianza!
Ella corre, él se frota. Ella de espaldas se pone una cinta en la cabeza, parodiando Rambo-. Agarra una ametralladora. El al verla, da un grito terrible.
El.- Ahhhhhh...
Ella.- No va aprovecharse de mi... Sáquese esa pijama que es de mi marido...
El.- (Sorprendido) ¡Paola!
Ella.- Sácatela... (Apuntándolo)
El se saca el pantalón largo, queda en boxers
Ella.- La camisa también...
El.- Paola, por favor...
Ella.- Ahh... ¿Pudor marital? Bien lo decía el consejero, ese es el inicio del fin...
(Llora)
Él se le acerca, la abraza.
Ella.- Lo sabía, quieres abusar de mí... Los hombres sólo piensan en eso.
El.- No...
Ella.- (Lo apunta) ¡Sí...! Y también quieres besarme detrás de las orejas...
El.- (Fastidiado) ¡Paola!
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Ella.- ¡Besa...!
El empieza a besarla con desgano.
Ella.- Así no... Con libido, con pasión... con hambre africana...
El la besa más apasionadamente.
Ella.- Así... Así... Ahora dime... ¿Cómo te obsesionaste por mí? ¿Fue mi perfume
o mi peinado...?
El.- La verdad es que me gustabas mucho cuando nos casamos...
Ella.- Me está proponiendo matrimonio... y en la primera cita...
EL.- ¿Qué?? Casarme yo... (Ruptura) Para casarse hay que estar loco una vez...
Más de una, es masoquismo...
Ella está histérica otra vez, ha agarrado el teléfono.
Ella.- (Histérica) Alo PAI... (Golosa) ¿Hay de manzana... o de piña...? ¡De mora...
pero mora light!...
Él le quita el teléfono (rosado).
El.- Sabes que tienes prohibido llamar por teléfono... Las planillas son un ojo de
la cara... (Se tapa un ojo)
Ella.- Pero si está anulado desde el 84...
El.- Pero igual llegan las planillas…
Ella.- Tener teléfono es como tener un hijo, nunca paran de crecer... Yo siempre
quise encargar la niñita, pero tuve que optar con el teléfono... por eso el mío es
rosadito y a escondidas lo llamo “Mili”...
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El.- Pero todavía estamos a tiempo...
Ella.- ¿Para sacar otra línea...?
El.- Para encargar la niña... (Libidinoso) Ahora mismo...
Ella.- Nada de eso... Primero nos casamos... Pero con velo y corona...
¿Queriéndote comer el sándwich antes del recreo?
El.- (Fastidiado) Pero si estamos casados, Paola...
Ella canturrea marcha nupcial, se arrodilla junto a Él, dice “si”. Luego dice entre
dientes “Puede besar a la novia”. Ella lo besa apasionadamente.
Ella.- Besas igualito a mi exposo... bueno, cuando me besaba, en los primeros
días, después siempre tenía sueño... ¿Tu no tienes sueño?
El estará durmiéndose.
Ella.- ¿Estás borracho? Detesto a los borrachos... Mi papá tomaba oyendo a J.J. y
nos daba el más divino palo... Ahí descubrí que el ruiseñor de América duele.
(Desgarrada) ¡Quiero el divorcio...!
El.- Paola, por Dios... Tengo sueño...
Ella.- No blasfemes... Prométeme que no tomarás...
El.- Ni en el brindis de fin de año...
Ella.- ¿Y que no me vas a poner los cachos con ninguna putita free-lance de la
nueve de octubre?
El.- Nunca... yo soy fiel, nunca pongo cuernos... (Heroico)
Ella.- (Reacciona) ¿Qué eres, maricón? Un hombre que no le pone –por lo menos
una vez- los cachos a su mujer, no se debe llamar hombre. Siempre lo supe
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Enrique Arizmendi, eso se hereda. ¿Por qué tu tío Rafael tiene como cincuenta
años y no se ha casado...? (Se mofa) Uhhh soltero maduro mari…
Le tapa la boca.
El.- Es sacerdote...
Ella.- Se camufla atrás de las faldas... por debajo, pantimedias...(Ríe)
El.- ¿Y qué me dices de tu tía Carmela?
Ella.- (Trata de evadir) Ahhh...
El.- Carmelita, la que vive con su mejor amiga y que nunca la han visto en
vestido...
Ella.- Porque no están a la moda...
El.- Fuentes fidedignas me han confirmado que... (Canta) Tortillitas de
manteca... para la mama que me da la teta...
Ella.- Noooooooo.
Ella da un grito... De ruptura... Luego empiezan a conversar como si nada.
Ella.- Dime la verdad, ¿eras o te hiciste?
El.- ¿Qué?
Ella.- Ladrón, secuestrador, violador, asambleísta, tumba puertas. ¿En qué te
especializas? Vamos, sin vergüenza...
El.- Bueno, una vez, cuando necesitaba tomé prestado unos cuantos de la
oficina...
Ella.- Ahh, tienen oficina y todo...
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El.- Antes que el jefe nunca se dio cuenta... pero igual me liquidaron antes de
navidad...
Ella.- Claro que se dio cuenta, estúpido...
El.- Enriquito tenía que ser intervenido de urgencia...
Ella.- Mi Enriquito también fue intervenido de urgencia... antes que Enrique
consiguió la plata, -nunca supe como- tampoco me importaba. (Frívola)
Cuéntame más... ¿Eres casado?
El.- Paola, claro que estamos casados...
Ella lo cachetea.
Ella.- Bígamo, embustero... cómo pudiste ocultarme la verdad durante tanto
tiempo... eres casado y tienes 2 hijos...
El.- (Le sigue el juego) Ahh, pero eso ya se terminó...
Ella.- Mentiroso...
El.- Me dejó por un ladrón...
Ella.- ¿Por otro? Pobrecito... (Histérica) ¿Y crees que soy tan estúpida para
creerme todo eso? (Llorando) ¡Sí!!! Háblame de ella... ¿Como era esa malvada
mujer?
El.- Ella no se preocupaba por mi, se pasaba todo el día embarrándose lo que sea
en la cara... cremas de pepino, rábano, tomate... un día se puso caca de pato...
Ella.- (Se toca la cara) Bueno a veces una...
El.- Ella nunca me daba masajes en la espalda...
Ella comienza a masajearlo.
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Ella.- (Grita) ¿Quién te hizo eso?
El.- ¿Qué cosa?
Ella.- Este rasguño… ¿Con qué gata callejera andas?
El.- Fuiste tú misma..
Ella.- No me tutees igualado... Quiero el divorcio...
El.- Pero Paola... tengo sueño... Son más de las cinco... Vamos a acostarnos...
Ella.- (Histérica) Claro... sólo piensas en eso, en el sexo... ¿Qué más se podría
pedir de un ladrón...?
El.- (Molesto) Entonces me voy un hotel... Esto es el colmo, que ni mi propia casa
puedo dormir... Me voy a dormir a un hotel...
Ella.- ¡Qué...! ¿Dormir en hotel? Ese también es el inicio del fin... No te vayas...
puede entrar otro ladrón y violarme repetidas veces... en formas inimaginables
para una mujer decente...
El.- En el fondo eso es lo que quieres, que te violen, admítelo... te encanta la...
Lo cachetea.
Ella.- Cállate... no hace falta que te vayas, me iré yo...
El.- Y los niños se quedarán sin madre...
Ella.- Iré a visitarlos al correccional...
El.- Estás loca, Paola...
Ella.- ¡Por ti...! (Lo abraza) Por eso tengo que marcharme... tú mereces ser
feliz...
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El.- Soy feliz...
Ella.- No sabes lo feliz que me hace, hacerte feliz...
El.- ¿Feliz tu...?
Ella.- ¡Feliz yo...!
El.- ¿Felices nosotros...?
Ella.- ¡Felíceis vosotros...!
El.- ¡Ellos felices...!
Ella.- Félix el gato...
El.- El único, único gato...
Los dos.- Te hará reír, te hará gozar... te hará sentirte bien...
El.- ¿Ahora podemos dormir felizmente?
Ambos se acuestan, al parecer El la ha convencido.
Ella.- A veces no sé si te quedas por mí... o mi cuerpo...
El.- Por favor, es por ti...
Ella.- O sea, que no te gusta mi cuerpo, siempre lo supe...
El.- Claro que me gusta, me agrada, me fascina, me enloquece...
Ella.- Entonces hazme tuya... antes de que amanezca...
Se besan, se acuesta, ríen, como acto sexual. Suena el despertador, se levantan
corriendo...
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Ella.- (Llamando) Enrique Paúl... levántese hijito, que se tiene que ir a la
escuela…
Se escucha el tema: “Te odio y te quiero”
Apagón.
Cristian Cortez. Correo electrónico: [email protected]
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Buenos Aires. 2009
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