499 Juan Andrcs Pina TEATRO UBU REY Autor: Alfred Jarry Teatro del Nuevo Extremo Salón Filarmónico, T. Municipal Durante estos últimos meses los grupos de teatro chileno han dedicado gran paite de su quehacer a montar obras clásicas de la dramaturgia universal. Basta recorrer la lista de estrenos para confirmar esta apreciación. Incluso ha aparecido un nuevo grupo con el nombre de "Teatro del ayer". Este esfuerzo encomiabfe por entregar el quehacer dramático del pasado, reponiendo, recreando e incluso experimentando en base a estas obras significa, por otro lado, escasa actividad en base a autores chilenos y latinoamericanos actuales. Teatro del Nuevo Extremo se suma a esta tendencia presentando paralelamente Tartufo de Moliere y Lbú rey de Alfred Jarry, como secuencia de una serie de estrenos clásicos desde la fundación de este simpo (1971). Ubú: una forma de ser 1 loy día en teatro a nadie ya extraña el absurdo. In ilogicidad y las palabras de grueso calibre. Ubú rey es el principal iniciador de este estilo que ya tiende a convertirse en lugar común: ¿por qué montarlo entonces? Sobre lodo porque la obra sigue siendo muy leída pero sólo se capta en su totalidad a través del espectáculo vivo, y además por la vigencia que mantiene su personaje central. Se lia coincidido en clasificar esta obra como una "farsa épica". Lo farcesco reside en eJ cúmulo de sorpresas risibles que la recorren y su ilogicidad extrema; el despliegue de ejércitos y la gran cantidad de personajes representando diferentes estratos sociales dan su carácter épico: pero antes que natía Lbú rey es su personaje: el padre Ubú. ser ridículo, obeso, grotesco, torpe y ambicioso hasta la exageración; ser desformado física y sicológicamente que en el trascurso de la obra sólo desea satisfacer intereses personales. Ubú rey es la historia del Padre Ubú, quien no se conforma con papeles secundarios en la corte de Colonia: él desea tener poder y gloria, ser admirado y rico, tener influencia y dominar a sus subditos sin clemencia. Ayudado por madre Ubú va logrando paulatinamente su cometido y secundado por el capitán flrasura despoja al rey de su trono y comienza la serie interminable de fechorías y desmanes, sometiendo sin contemplaciones al pueblo de Colonia. !.a racha de .sobornos, torturas, mentiras y estupideces que comete nuestro inolvidable personaje llega a su fin cuando su ejército es vencido por las huestes de Cabrolao, único .sobreviviente de la dinastía, quien le derrota y obliga a emigrar. Ubú rey no se ajusta a los esquemas dramáticos tradicionales; los conflictos sustentadores de la obra tampoco se perfilan claramente, pero se nos ofrece un galopante suceder de múltiples personajes y situaciones, de risas y sorpresas, y el progresivo encuentro con padre Ubú. es decir ¡enguaje ubuesco. comportamiento ubuescü, administración ubuesca. Es tal til dibujo grueso del personaje y su exageración extrema que a primera vista nos damos cuenta que es un personaje de ayer, hoy y siempre, sin barreras temporales ni espaciales, Ahí tenemos al símbolo de la estupidez con ambiciones desmedidas y pretenciosas, ejerciendo una autoridad despótica y cruel; el símbolo exagerado del grotesco y la obscenidad, arrastrando un saco de amenazas, arrastrando rasgos infantiles, deformes y ridículos, pero monstruosamente simpáticos; ahí va tronando juramentos con su voz chilona, amenazando e imponiendo su estúpida y cobarde voluntad. Y es un personaje que, curiosamente, gusta. Al que se palpa y con el cual se pueden hacer comparaciones y traerlo, desde su inmensa exageración, hasta hoy, principalmente por su gran capacidad sinlctizadora. Ubú, más allá de su época, es coin«enclio del apetito y hedonismo, de a estupidez y el grotesco que todos levamos; poique aquí Ubú es por sobre todo el rey despótico, e-1 consumidor sin freno, el injusto y el cobarde. Ubú como gobernante o gobernado es la síntesis aumentada de las tendencias humanas y sus proyecciones en cada época, y por su terrible y destructora simpatía se hace singularmente captable sin dejar indieren te a nadie , Importancia histórica de Ubú Rey El diez de diciembre de 18L)6 en el Nouveau Théáíre de París subió a escena el entonces famoso actor Fermín Cémier encarnando al padre Ubú: al pronunciar la primera y controvertida palabra del texto (mierda) la sala estalló en una batalla campal. Por un lado los detractores de la obra, y por otra sus fervientes defensores entablan una "histórica lucha" en la cual el arte escénico se hace vivencia personal y el teatro se vuelve un ente vivo. Para el ÍOO [eórieo Anionin Arlauil —quien tiene el mérito de haber rescatado IÍI obra del olvido y haberle hecho justicia a larry— esa noche memoramblc iniciaba una nueva Época teaIral con la obra de Jarry a la cabeza. El teatro del absuulo y del grotesco v sus múliples derivaciones que siguen penando en el teatro contemporáneo echan sus raíces en Ubú rey. El mundo agobiante y sin sentido, el mundo sin explicación y la gran crisis contemporánea empezaron a reflejarse en esta primera obra del absurdo. El teatro donde se conjuga la contradicción de la .sociedad europea, donde toílo se aumenta, deforma y ridiculiza, donde la tecnificacíón y la guerra suben a escena rompiendo moldes gastados, tiene, en gran medida, su embrión en Ubú rey. lin esta obra es más bien la técnica y lo lormal lo que farvy renueva; en las posteriores (Ubíí encadenado, Ubú Cornudo) el autor complementa su intuición con diálogos creadores y reflexivos subre problemas de justicia y libertad del pujante siglo veinte. lis imposible referirse a Ubú rey sin relacionarlo de inmediato con su autor, Alfred (arry fue la primera víctima de la fagocitosis ubuesca; el genial creador terminó sus días desfigurado al igual que su personaje, larry tenía lodo lo que se puede esperar del inspirador de la forma ubuesca: fundador de una escuda de "Patafísica", crítico y caricaturizado! sin mordazas para su época, genial intuitivo de la forma de concebir e4 teatro y enano simpáticamente groiesco a quien ya nadie niega la paternidad de su Ubú. Ubú rey es la invención dt: un mundo absurdo, ilógico, disparatado, en que la inquietud de una época se plasma en una forma y una técnica a las cuales mucho deben los importantes dramaturgos del absurdo y !a violencia í|ue hemos contemplado en las últimas décadas. La representación Montar esta farsa épica no es nadíi fácil. El despliegue de personajes y lugares y la rapidez con que debe realizarse es un desafío para cualquier compañía. Teatro del Nuevo Extramo h;i montado la obra en un escenario circular y de manera que su escenografía sea absolutamente Funcional. Con no más de nueve actores hace frente a los veinte o más personajes; cada actor desempeña asi varios roles e incluso ayuda ni cambio de escenografía. Aunque en ciertos momentos la obra suspende bruscamente la continuidad, en general el montaje sale adelante en su intención. No usando máscaras diseñadas por el autor ni ciertas vestimentas del origina! Ubú rey (éste debía ser casi como un óvulo) se le encuentra la medida a la obra, resultando su protagonista algo más infantil a como fue concebido. Se üdivius un "alma ubuesca" que preside la representación, lograda en gran parte por In labor de sus principales actores, La ilogieidad. el caos y el absurdo, además de la ridiculez extravagante de sus personajes y situaciones son trasmitidas al público, logrando incluso un juego común ricamente vivo, que justifica de sobra los esfuerzos que se han hecho para montar un Ubú rey. más remozado y juguetón que el origina1!, pero conservando el espíritu y alma con que fue concebido. Interesante experiencia la del grupo de teatro Nuevo üxtremo, quien logra una respuesta positiva del público que conoce así una obra que marca un hilo en el teatro y por primera vez se concreta en nuestro país.