UBU REY - Biblioteca

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Juan Andrcs Pina
TEATRO
UBU REY
Autor: Alfred Jarry
Teatro del Nuevo Extremo
Salón Filarmónico, T. Municipal
Durante estos últimos meses los
grupos de teatro chileno han dedicado gran paite de su quehacer a montar obras clásicas de la dramaturgia
universal. Basta recorrer la lista de
estrenos para confirmar esta apreciación. Incluso ha aparecido un
nuevo grupo con el nombre de
"Teatro del ayer". Este esfuerzo encomiabfe por entregar el quehacer
dramático del pasado, reponiendo,
recreando e incluso experimentando
en base a estas obras significa, por
otro lado, escasa actividad en base a
autores chilenos y latinoamericanos
actuales.
Teatro del Nuevo Extremo se suma a esta tendencia presentando paralelamente Tartufo de Moliere y
Lbú rey de Alfred Jarry, como secuencia de una serie de estrenos clásicos desde la fundación de este simpo (1971).
Ubú: una forma de ser
1 loy día en teatro a nadie ya extraña el absurdo. In ilogicidad y las
palabras de grueso calibre. Ubú rey
es el principal iniciador de este estilo que ya tiende a convertirse en lugar común: ¿por qué montarlo entonces? Sobre lodo porque la obra
sigue siendo muy leída pero sólo se
capta en su totalidad a través del
espectáculo vivo, y además por la
vigencia que mantiene su personaje
central.
Se lia coincidido en clasificar esta obra como una "farsa épica". Lo
farcesco reside en eJ cúmulo de sorpresas risibles que la recorren y su
ilogicidad extrema; el despliegue de
ejércitos y la gran cantidad de personajes representando diferentes estratos sociales dan su carácter épico:
pero antes que natía Lbú rey es su
personaje: el padre Ubú. ser ridículo, obeso, grotesco, torpe y ambicioso hasta la exageración; ser desformado física y sicológicamente que en
el trascurso de la obra sólo desea satisfacer intereses personales.
Ubú rey es la historia del Padre
Ubú, quien no se conforma con papeles secundarios en la corte de Colonia: él desea tener poder y gloria,
ser admirado y rico, tener influencia y dominar a sus subditos sin clemencia. Ayudado por madre Ubú va
logrando paulatinamente su cometido y secundado por el capitán flrasura despoja al rey de su trono y
comienza la serie interminable de
fechorías y desmanes, sometiendo
sin contemplaciones al pueblo de Colonia. !.a racha de .sobornos, torturas, mentiras y estupideces que comete nuestro inolvidable personaje
llega a su fin cuando su ejército es
vencido por las huestes de Cabrolao,
único .sobreviviente de la dinastía,
quien le derrota y obliga a emigrar.
Ubú rey no se ajusta a los esquemas dramáticos tradicionales; los
conflictos sustentadores de la obra
tampoco se perfilan claramente, pero se nos ofrece un galopante suceder de múltiples personajes y situaciones, de risas y sorpresas, y el progresivo encuentro con padre Ubú. es
decir ¡enguaje ubuesco. comportamiento ubuescü, administración
ubuesca. Es tal til dibujo grueso del
personaje y su exageración extrema
que a primera vista nos damos cuenta que es un personaje de ayer, hoy
y siempre, sin barreras temporales ni
espaciales, Ahí tenemos al símbolo
de la estupidez con ambiciones desmedidas y pretenciosas, ejerciendo
una autoridad despótica y cruel; el
símbolo exagerado del grotesco y la
obscenidad, arrastrando un saco de
amenazas, arrastrando rasgos infantiles, deformes y ridículos, pero
monstruosamente simpáticos; ahí va
tronando juramentos con su voz chilona, amenazando e imponiendo su
estúpida y cobarde voluntad.
Y es un personaje que, curiosamente, gusta. Al que se palpa y con
el cual se pueden hacer comparaciones y traerlo, desde su inmensa exageración, hasta hoy, principalmente
por su gran capacidad sinlctizadora.
Ubú, más allá de su época, es coin«enclio del apetito y hedonismo, de
a estupidez y el grotesco que todos
levamos; poique aquí Ubú es por
sobre todo el rey despótico, e-1 consumidor sin freno, el injusto y el cobarde. Ubú como gobernante o gobernado es la síntesis aumentada de
las tendencias humanas y sus proyecciones en cada época, y por su terrible y destructora simpatía se hace
singularmente captable sin dejar indieren te a nadie ,
Importancia histórica
de Ubú Rey
El diez de diciembre de 18L)6 en
el Nouveau Théáíre de París subió a
escena el entonces famoso actor Fermín Cémier encarnando al padre
Ubú: al pronunciar la primera y controvertida palabra del texto (mierda) la sala estalló en una batalla
campal. Por un lado los detractores
de la obra, y por otra sus fervientes
defensores entablan una "histórica
lucha" en la cual el arte escénico
se hace vivencia personal y el teatro se vuelve un ente vivo. Para el
ÍOO
[eórieo Anionin Arlauil —quien tiene el mérito de haber rescatado IÍI
obra del olvido y haberle hecho justicia a larry— esa noche memoramblc iniciaba una nueva Época teaIral con la obra de Jarry a la cabeza. El teatro del absuulo y del
grotesco v sus múliples derivaciones
que siguen penando en el teatro
contemporáneo echan sus raíces en
Ubú rey. El mundo agobiante y sin
sentido, el mundo sin explicación y
la gran crisis contemporánea empezaron a reflejarse en esta primera
obra del absurdo. El teatro donde
se conjuga la contradicción de la
.sociedad europea, donde toílo se aumenta, deforma y ridiculiza, donde
la tecnificacíón y la guerra suben a
escena rompiendo moldes gastados,
tiene, en gran medida, su embrión en
Ubú rey.
lin esta obra es más bien la técnica y lo lormal lo que farvy renueva; en las posteriores (Ubíí encadenado, Ubú Cornudo) el autor complementa su intuición con diálogos
creadores y reflexivos subre problemas de justicia y libertad del pujante siglo veinte.
lis imposible referirse a Ubú rey
sin relacionarlo de inmediato con su
autor, Alfred (arry fue la primera
víctima de la fagocitosis ubuesca; el
genial creador terminó sus días desfigurado al igual que su personaje,
larry tenía lodo lo que se puede esperar del inspirador de la forma
ubuesca: fundador de una escuda de
"Patafísica", crítico y caricaturizado! sin mordazas para su época, genial intuitivo de la forma de concebir e4 teatro y enano simpáticamente groiesco a quien ya nadie niega
la paternidad de su Ubú.
Ubú rey es la invención dt: un
mundo absurdo, ilógico, disparatado,
en que la inquietud de una época
se plasma en una forma y una técnica a las cuales mucho deben los
importantes dramaturgos del absurdo y !a violencia í|ue hemos contemplado en las últimas décadas.
La representación
Montar esta farsa épica no es nadíi fácil. El despliegue de personajes
y lugares y la rapidez con que debe
realizarse es un desafío para cualquier compañía. Teatro del Nuevo
Extramo h;i montado la obra en un
escenario circular y de manera que
su escenografía sea absolutamente
Funcional. Con no más de nueve actores hace frente a los veinte o más
personajes; cada actor desempeña
asi varios roles e incluso ayuda ni
cambio de escenografía. Aunque en
ciertos momentos la obra suspende
bruscamente la continuidad, en general el montaje sale adelante en su
intención. No usando máscaras diseñadas por el autor ni ciertas vestimentas del origina! Ubú rey (éste debía ser casi como un óvulo) se le
encuentra la medida a la obra, resultando su protagonista algo más
infantil a como fue concebido. Se
üdivius un "alma ubuesca" que preside la representación, lograda en
gran parte por In labor de sus principales actores, La ilogieidad. el
caos y el absurdo, además de la ridiculez extravagante de sus personajes y situaciones son trasmitidas al
público, logrando incluso un juego
común ricamente vivo, que justifica
de sobra los esfuerzos que se han
hecho para montar un Ubú rey. más
remozado y juguetón que el origina1!,
pero conservando el espíritu y alma
con que fue concebido.
Interesante experiencia la del grupo de teatro Nuevo üxtremo, quien
logra una respuesta positiva del público que conoce así una obra que
marca un hilo en el teatro y por
primera vez se concreta en nuestro
país.
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