Los perros ladran, pero progresi- vamente dejan de hacerlo. Si

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ES LA NOCHE DEL 6 DE OCTUBRE Y EN LA CALLE MATUCANA AÚN QUEDAN LOS
RESABIOS DE UN INTENSO DÍA DE BARRIO. "SANTIAGO AMABLE'
:ONVOCATORIA QUE UN GRUPO
ESPESA CAPITAL— RECIÉN ESTÁ TERMINANDO A LAS NUEVE DE LA NOCHE.
LA MÚSICA DE KUSTURICA MEZCLADA CON UNA REMOTA SALSA CARIBEÑA ANIMA ESTE CÉNTRICO
SECTOR DE SANTIAGO. A ESA MISMA HORA EN EL GALPÓN MATUCANA 100,
UN GRUPO DE ACTORES
ENSAYA EN UNA CARPA DE CIRCO PARA EL PRÓXIMO ESTRENO DE UNA TELESERIE NACIONAL.
Virginia Rioseco*
L
os perros ladran, pero progresivamente dejan de hacerlo. Silencio. Música y silencio. Olor
a cafe en el ambiente. ¿Será acaso que el dramaturgo colombiano, el autor de la obra que comentamos,
nos impone su presencia?
Algo en el ambiente. Intenso. Extraño. Nada sabemos de la obra que vamos a
presenciar, sólo conocemos las tres que la
antecedieron y dejaron una impronta desde el grupo Impasse. Huella que se leyó
como una propuesta sólida y sugerenle:
"La Música", la primera. "Calígula" y
"Hamlet", los clásicos, vinieron después.
Esperamos una anunciada campana
que indicará el comienzo de la obra de teatro que expectantes venimos a ver esta
noche. Su nombre: "Cada vez, que ladran
los perros". Néstor Cantillana, su director, se pasea.
"PRIMERO SUEÑO"
Dos planos. Una escalera. Una reja
alambrada. Gris. Polvo y gris. Un actor
pregunta inquieto: ¿ya eres un hombre o
todavía eres perro? Otro actor aulla. Ya
no son actores: ¿qué son? ¿hombres? ¿perros? ¿De qué se trata todo esto? No sabemos y es extraño ingresar a un territorio
como éste, sin saber nada. Silencio. "¿No
te mueras sin decirme qué buscas?" Una
fuga. Golpes. Sonidos. Luces. A negro.
Otro hombre llega con una antorcha: ¿griego? ¿Otra vez los clásicos en el grupo
Impasse'? Preguntas que ceden ante la intensidad de una obra extraña que no deja
de cautivar. "Tengo miedo de no reconocerle", dice otro "ser". "Ser", pues a estas
alturas no sabemos si es un hombre, un
perro o un casi hombre mezcla de perro.
Boris Vian y su "Hombre lobo" se nos
viene a la cabeza; "Lobo" del grupo la
Troppa también. Parece y es obvio, pero
no menos provocador, que ese es el nudo:
el hombre bestia, la bestia hombre. El
hombre. ¿Dónde reside más intensamente la brutalidad, la bestialidad? ¿En el
hombre'' ¿En la bestia? "Hija de perra"
es una ofensa. ¿Lo es frente a hombres y
mujeres que no respetan su condición de
humanidad? Los perros, dice un actor,
respetan a sus mujeres, a sus cachorros.
¿Hacen lo mismo los hombres?
Es la guerra, dice otra voz. Sorprenden esas voces: fuertes, sólidas, enteras.
Grito de hombre, aullido de perro. De un
perro que presiente que con su transformación en hombre perderá la ... ¿humanidad? O acaso, ¿su humana bestialidad,
más humana por cierto que los hombres
que aparecen en escena, no se pierde si
no deja que su naturaleza se fugue'.' Como
la de aquellos hombres que olvidan su
naturaleza y se convierten en bestias...
El texto no permite concesiones,
tampoco la puesta en escena, ni la actuación, en suma, la dirección. Cala hondo: "Los hombres desean olvidar su condición de antiguos perros y para eso desarrollan una bestialidad ajena a cualquier rasgo animal, aprendiendo a matar, a violar y a vengar".
ni perro, protagonista de esta obra,
"entiende que inevitablemente se transformará en hombre, y prefiere morir
como perro antes que caminar erguido,
matando y riendo con los dientes". "Comenzará un viaje que lo hará conocer la
vergüenza de sentir que poco a poco pierde sus instintos de animal y con ello su
propia moral, el dolor que provoca la
muerte de su padre a manos de su amo y
la ira que genera el sentimiento de venganza que crece en él".
"En este viaje los perros son espectadores de acontecimientos en donde la
violencia, la tortura y el terror es la tónica de las relaciones entre los hombres, a
quienes al parecer el miedo los hizo transformarse en animales..."
más explícita. Hay un "ser" encadenado.
Patea. Se resiste. Aulla. Alega. Gimotea.
Mención a los dioses. Cervero (can),
el que conduce las almas al infierno. Ellos
no quieren ser inmortales. No quieren,
"Esta historia nadie la va a contar" dice
una actriz ¿o actor? Poesía: V1a mariposa
enamorada del fuego". Así, la vida de
ellos, de estos perros que saben que están condenados a la metamorfosis y que
ineludiblemente se convertirán en hombres, tampoco tiene salvación posible.
Desde lo "humano" vienen las palabras.
La palabra: venganza, por ejemplo, cobrará sentido. Se resisten a ello. No quieren.
Se culpan. Se recriminan unos a otros porque no deben perder su animalidad. No
deben convertirse en humanos ya que es
ahí donde sienten reside la mayor bestialidad. Antes, en la ignorancia, en esa
animalidad inocente, no existía la palabra
vergüenza. Ahora sí. porque se saben medio hombres y no se resisten a las palabras. Ni a los actos que cada palabra trae.
"¿Tú le moviste la cola a tu amo porque te alimentó?" ¿Recriminación? ¿Qué
queda después de haberlo perdido todo?
La dignidad. Y es la dignidad Ja que no
transa, aunque saben que una vez completa la transformación igual la perderán.
Alguien pregunta: ¿sabes mentir? Si
se tiene memoria, se sabe mentir. Virtud
y condena de los hombres: la memoria.
Y la mentira. Fábula. Todavía quedan perros que respetan a los cachorros y a las
hembras. Todavía es posible la humana
bestialidad.
La culpa también es una palabra de
los hombres. "No hiciste nada, pero miraste y no hiciste nada". Miró y no defendió a la perra herida. No lo hizo porque ya tenía el germen humano en su interior. Culpa. "Estás sobreviviendo sin
dignidad a costa de los muertos", la acu-
san. Silencio. "No sé pedir perdón", responde. "A los muertos hay que dejarlos
muertos", claman al unísono.
El silencio se interrumpe de pronto
por lejanas notas de eumbia que llegan
desde la caite Matucana.
"Si buscas la venganza ya dejaste de
ser perro" escuchamos y volvemos al
escenario, a la escena. Un hijo-perro quiere vengar la muerte de su padre-perro.
Quiere y lo hace a través de la palabra.
Miente. Y esa mentira y esas palabras
hieren más que el filo de un cuchillo.
Venga a su padre por la palabra. Miente.
No importa que no haya matado porque
ya logró su cometido. El mandato de su
padre medio hombre era la venganzamuerte. No esa: la de las palabras. El
hombre que merece esa venganza pregunta: ¿Dónde están mis niñas? Pregunta el padre, el esposo, una y otra vez:
¿dónde están mis niñas? Las cree muertas, las prefiere muertas en vez de las
palabras del hijo-perro. El perro, medio
hombre, hijo del hombre-perro, miente.
Y su mentira puede más que mil fusiles.
El hombre aulla de dolor. Las palabras
lo queman. "¿Dónde están mis niñas?"
repite. Ya no escucha. Sólo clama. Se revuelca, se duele.
El hijo se niega a dejar su condición
de perro. 'Tenía que vengar a mi padre,
pero no puedo matar a nadie". "Tenía que
vengar a mi padre". Y esa venganza no
fue la muerte sino, vaya paradoja, la palabra. Se negó a dejar de ser perro y utilizó lo que ha sido el fundamento de la historia humana: la palabra. Y, desde ella, la
mentira.
La sala se oscurece. Silencio.
Pesae! silencio en esa noche. Pesa el
paisaje en que no sabemos si es cierto,
pero creemos y tememos por un instante
que sí, que los perros dejaron de ladrar.BD
"CADA VEZ QUE LADRAN LOS PERROS"
DRAMATURGO:
FABIO RUBIANO ORIUELA. COLOMBIANO GANADOR DEL FESTIVAL DE DRAMATURGIA
DE ESE PAÍS EN 1 9 9 7 .
DIRECCIÓN:
NÉSTOR CANTILLANA
ELENCO:
FRANCISCO PEREZ-BANNEN, EDUARDO HERRERA, CRISTIAN M A R A M B I O ,
CLAUDIA VERGARA,
CAMILA VIDELA Y SOLEDAD VILLAVICENCIO, NALDY HERNÁNDEZ Y PEDRO VICUÑA.
"SEGUNDO SUEÑO"
Después del entreacto, la insinuante
y onírica atmósfera comienza a hacerse
COMPAÑÍA:
IMPASSE
LUGAR:
CENTRO CULTURAL MATUCANA 100
FUNCIONES:
VIERNES Y SÁBADOS 21:00 HRS. DOMINGOS 20:00 HRS.
VALOR:
$ 4 . 0 0 0 ENTRADA GENERAL, $ 2 . 0 0 0 ESTUDIANTES, CONVENIOS Y TERCERA EDAD
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