Guión para elaborar el trabajo de lectura de El árbol de la ciencia de Pío Baroja Recuerde que este trabajo debe ser personal y no es necesario consultar fuentes (bibliográficas o Internet), salvo en el caso de las dos primeras preguntas, pues basta con la propia lectura. Es fundamental que desarrolle las preguntas y analice. Puede servirse perfectamente de citas entrecomilladas del libro que sirvan de ejemplo para su comentario. 1. Biografía de Baroja. Relacione la documentación que encuentre con lo que nos cuenta el libro de la vida de Andrés y señale las similitudes y diferencias entre las biografías del autor y del personaje. Existen abundantes ejemplos. 2. Explique el lugar que ocupa Baroja en la Generación del 98. ¿Lo puede relacionar con nuestra lectura? 3. Analice los siguientes temas de la novela y comente su relación con el 98: a. El sentido de la vida. b. La ataraxia. c. Situación de España a comienzos del siglo XX d. El amor. 4. Explique en qué partes está estructurado el relato y cuál es a su juicio la razón de esa estructura. 5. Analice el lenguaje del narrador de la novela y su actitud con los diferentes personajes. 6. Busque ejemplos en la novela de lenguajes no literarios y explique por qué aparecen. 7. Decía Baroja que la novela es un saco en que cabe todo. Puede demostrar esta afirmación con ejemplos de la novela. 8. Justifique el título de la novela. 9. Exprese su opinión argumentada sobre El árbol de la Ciencia. 10. Comente literariamente el pasaje de la página siguiente. Se despidieron de él, y el secretario y Andrés comenzaron a subir un cerro rojo, que tenía en la cumbre una torre antigua, medio derruida. Hacía un calor horrible, todo el campo parecía quemado, calcinado; el cielo plomizo, con reflejos de cobre, iluminaba los polvorientos viñedos, y el sol se ponía tras de un velo espeso de calina, a través del cual quedaba convertido en un disco blanquecino y sin brillo. Andrés, que hasta entonces había tenido simpatía entre la gente pobre, vio que la simpatía se trocaba en hostilidad. En la primavera decidió marcharse y presentar la dimisión de su cargo. Un día de mayo fue el fijado para la marcha; se despidió de don Blas Carreño y del juez y tuvo un violento altercado con Sánchez, quien, a pesar de ver que el enemigo se le iba, fue bastante torpe para recriminarle con acritud. Andrés le contestó rudamente y dijo a su compañero unas cuantas verdades un poco explosivas. Por la tarde, Andrés preparó su equipaje y luego salió a pasear.Hacía un día tempestuoso con vagos relámpagos, que brillaban entre dos nubes. Al anochecer comenzó a llover y Andrés volvió a su casa. Aquella tarde Pepinito, su hija y la abuela habían ido al Maillo, un pequeño balneario próximo a Alcolea. Andrés acabó de preparar su equipaje. A la hora de cenar entró la patrona en su cuarto. —¿Se va usted de verdad mañana, don Andrés? —Sí. —Estamos solos; cuando usted quiera cenaremos. —Voy a terminar en un momento. —Me da pena verle a usted marchar. Ya le teníamos a usted como de la familia. —¡Qué se le va a hacer! Ya no me quieren en el pueblo. —No lo dirá usted por nosotros. —No, no lo digo por ustedes. Es decir, no lo digo por usted. Si siento dejar el pueblo, es más que nada por usted. —¡Bah! Don Andrés. —Créalo usted o no lo crea, tengo una gran opinión de usted. Me parece usted una mujer muy buena, muy inteligente... —¡Por Dios, don Andrés, que me va usted a confundir! —dijo ella riendo. —Confúndase usted todo lo que quiera, Dorotea. Eso no quita para que sea verdad. Lo malo que tiene usted... —Vamos a ver lo malo... —replicó ella con seriedad fingida. —Lo malo que tiene usted —siguió diciendo Andrés— es que está usted casada con un hombre que es un idiota, un imbécil petulante, que le hace sufrir a usted, y a quien yo como usted le engañaría con cualquiera.