UN AÑO ERASMUS EN PORTO Cuando mi Profesor Jesús Molina me pidió que escribiera un relato sobre las experiencias de este primer semestre de mi año ERASMUS, para compartir con otros alumnos y animarlos a participar en esta experiencia, me encontré sin saber qué decir. ¿Cómo poner en palabras todo lo vivido hasta ahora? Las mil experiencias, situaciones, anécdotas… etc. Así que, poniéndome a ello, decidí resaltar sólo aquello más relevante y que puede ser común a las experiencias de otros alumnos que vengan a esta ciudad, a este Porto que, en parte, ahora siento un poco mío. La experiencia ERASMUS es realmente maravillosa. Se la recomiendo, sin dudar, a todo el que tenga la oportunidad de realizarla. Cierto es que pensar en elegir Portugal hace que dudemos un poco. Incluso yo, antes de partir, cuando se lo decía a mis amistades siempre me contestaban que por qué había elegido irme tan cerca: “¿Portugal?¿Y qué tiene Portugal?”. Porque, mientras los portugueses intentan conocer bien España, nosotros decidimos que, al estar tan cercan y ser un país tan pequeño, no merece la pena. Pero Portugal tiene una gran belleza y es un país que sorprende. Y Porto una ciudad que encandila y que, incluso, te puede enamorar. La vida ERASMUS es una vida dentro y fuera del aula. Cuando aceptas este reto, la enseñanza dentro del aula deja de tener el protagonismo para dejar paso al conocimiento adquirido viviendo, adaptándote a una nueva cultura, a un nuevo idioma. Lejos de casa, y con un gran número de personas, venidas de todos los lugares del mundo, que se encuentran en las mismas condiciones que tú. La mayor grandiosidad del ERASMUS es, sin duda, esto: conseguir reunir en un mismo espacio -y con una misma lengua- personas venidas de todos los lugares, con todo tipo de culturas, lenguas y formas de vida totalmente diferentes. El comienzo siempre cuesta. Por eso, aconsejo la experiencia de una residencia, al menos durante los primeros meses, porque ayuda a conocer a muchísima gente desde que llegas. Además, convivir tanto con personas de otros países, como nativas del lugar al que vas, hace que te esfuerces aún más por aprender el idioma. A pesar de que un estudiante ERASMUS conoce a tanta gente (que incluso resulta imposible recordar a todos), hay una cosa muy buena de conocer tantas personas de todas partes del mundo: los preconceptos mueren necesariamente. Para mí, esto es lo mejor del ERASMUS. Porque las fiestas y los viajes son increíbles, sobrevivir lejos de la familia en un país desconocido es importante, pero olvidar los preconceptos conociendo personas que no encajan con tus ideas preconcebidas, es lo mejor. También he de decir que hay muchísima gente española en esta ciudad. El idioma no es ningún problema. Al principio te puedes encontrar un poco desorientado, pero a los portugueses les encanta tratar con españoles, porque quieren practicar nuestro idioma. Pero pronto llegará un momento en el que les pedirás -por favor- que hablen en Portugués para que seas tú quien pueda aprender el idioma... A fin de cuentas, por eso te encuentras también en este país. En un máximo de tres meses empiezas a olvidar el español y te das cuenta que estás hablando y soñando en portugués, incluso entre españoles. Y sin duda, el mejor de los cursos es la calle, las grandes conversas en torno a la mejor cerveza portuguesa (Superbock), las incansables fiestas, en las que sabes en qué idioma comienzas una conversación, pero no en el idioma que acabas hablando (que suele ser una mezcla de portugués, ingles, español, francés, italiano, turco… etc.) Al final nadie sabe el popurrí de idiomas que se utilizan al mismo tiempo, pero es tremendamente divertido. En esta ciudad siempre hay planes: viajes, fiestas, proyectos, actividades deportivas… En parte, esto se debe a lo bien que tienen organizado en la Universidade do Porto (U.P.) el recibimiento y el bienestar de los alumnos extranjeros que llegan aquí. Tienen una asociación formada por alumnos portugueses interesados en hacerte conocer todo lo que quieras de su país, en que lo pases lo mejor posible y que no olvides la experiencia vivida. Tal vez porque (a modo de curiosidad) casi todos los de esta asociación han estado de ERASMUS. Así, te llevan a conocer sus vinos, su tan preciada cerveza Superbock, otras ciudades cercanas… etc. Ciertamente la gente de Porto es muy amable. Dentro del contexto de la universidad, son muchas cosas que también merece la pena resaltar. Desde el punto de vista que más suele interesar, hay que decir que aquí las asignaturas son anuales, que los exámenes son sencillos y que generalmente te dejan hacerlos en español. Algunos exámenes son orales, pero esto no es motivo de preocupación, porque, más que un examen, es un intercambio de conocimientos con el profesor. De todos modos, en realidad es el trabajo diario, el continuado, lo que realmente tiene importancia. De los profesores de esta universidad sólo puedo decir buenas palabras, porque están involucrados en la enseñanza, motivados con su trabajo, pensando siempre en nuevos proyectos que hacer... y, antes de que te des cuenta, te han involucrado a ti también en sus proyectos. Además, se preocupan mucho por cómo estás, por si te encuentras bien... y tienen en cuenta -en todo momento- tu situación y están pendientes por si precisas algo. Tampoco os voy a engañar: la mayoría son así, aunque, como en todo lugar, siempre hay algún individuo que se cuela en la enseñanza. Mis asignaturas son todas prácticas y están muy ligadas a la ciudad. Realmente el dato que más debo resaltar de esta universidad es el de las prácticas, porque es lo que más ha influido en mí. Mi área está relacionada con la educación física adaptada, pero puedo asegurar que aquí cualquier ámbito de la educación física se trabaja de este modo. Eres profesor de varios alumnos, desarrollas con ellos una programación y lo más importante es que el aprendizaje es mutuo. Así, lo que en España dura un mes, aquí lo llevas a cabo a lo largo de los 9 meses, es mucho más profundo y rico y, sobretodo, aprendes desde tu propia experiencia. Así pues, la misma universidad te facilita la participación en proyectos o voluntariados que van surgiendo a lo largo del curso. Personalmente estoy participando en una serie de actividades que no tuve la oportunidad de realizar en Murcia. Otro de los consejos que puedo daros es que hagáis las cosas que no podéis hacer en Murcia, aprovechando siempre vuestra estancia al máximo. Y para aquellos que estéis interesados en el deporte os tentaré con una serie de datos: Esta universidad organiza actividades deportivas continuamente, en ese sentido es muy viva. Se puede decir que se respira actividad física continuamente. En los intercambios de clase, en las horas libres, los alumnos están haciendo deporte, organizando campeonatos... En parte gracias a las instalaciones que tienen, que están todas que necesitas en el mismo pasillo… No por casualidad esta es la segunda mejor facultad de Europa en este aspecto. Y para terminar, poco más se puede decir. Un “ADELANTE” para todos. Adelante a irte de ERASMUS y a vivir sin duda una de las mejores experiencias que marcarán tu vida, tras la cual, nunca volverás a ser el mismo. Carmen López López. Alumna ERASMUS en Porto (Portugal) durante el curso 2007/08, y tutelada por el Profesor Jesús Molina Saorín (UMU).