TEXTOS Cartas de S.L - Las Hijas de la Caridad en Perú

“ Sirvan a nuestros amados amos con un gran corazón , lleno del puro amor de Dios, que nos lleve siempre a
amar las rosas en medio de las espinas” (S.L.M.C 33)
“Estén siempre alegres, conformándose enteramente a la santísima voluntad de Dios” (S.L.M.C 54)
“Dios sea bendito por todo” (S.L.M.C 53)
“Queridas hermanas soy toda de ustedes en el amor de Jesús Crucificado” (C.72 S.L.M.)
“Deseo que todas estén llenas de un amor fuerte que las ocupe tan sinceramente en Dios y tan caritativamente
en el servicio de los pobres” (S.L.M.C 73)
“ Nuestro buen Dios se contenta con un corazón de buena voluntad” (S.L.M. C 78)
“Cuando pienso en la felicidad de todas ustedes me alegro en la sirviéndoles en nuestro amor sus queridos
miembros con dulzura, compasión y humildad ((S.L.M.C 78)
“Que la voluntad de nuestro absoluto se cumpla siempre por nosotros y en nosotros”
(S.L.M.C 79)
“En nombre de Dios queridas hermanas y hermanos , no precipiten las cosas, las cosas que se hacen lentamente
se hacen con solidez” (S.L.M.C 475)
¡Ah! ¡Qué excelente camino duro no obstante a la naturaleza, pero suave y fácil para las almas iluminadas por
las verdades eternas que han comprendido la felicidad de contentar a Dios! (S.L.M.C 80)
¡ Sea bendita por siempre y que por siempre toda la Compañía le esté enteramente sometida” (S.L.M.C 508)
¡Ah! ¡Qué bueno es no tener más que a Dios y amarlo con todo el corazón! (S.L.M.C 517)
¡Qué felices son queridas hermanas por tener tan gran número de enfermos que servir! (S.L.M.C 533)
Cómo se nota que Dios las ama, ya que les proporciona tantas ocasiones de servirle a El. (S.L.M.C 533)
Suplico a nuestro Señor sea su fortaleza, valentía y consuelo” (S.L.M.C 534)
“Necesitamos ser fieles en las menores cosas y abrigar un gran deseo de agradar siempre a Dios, caminando en
su presencia” (S.L.M.C 540)
¡Qué paz, qué suavidad, qué caridad, qué humildad hay en el alma de la Santísima Virgen! (S.L.M.E 107)
“Nuestra conversación con Dios, debe ser lo que me parece habitual el recuerdo de su santa presencia” (S.L.M.E
104)
¡Qué felices son las personas que por disposición de la Divina Providencia tienen el deber de continuar en todas
las practicas más sencillas de su vida el ejercicio de la caridad! (S.L.M.C 263)
“Al ejecutar nuestras acciones pongamos los ojos en la Santísima Virgen y pensemos que el mayor honor que
podemos tributarle es imitar sus virtudes” (S.L.M.E 68)
“Vivamos, pues, muertas en Jesucristo, y por lo tanto ya no más acciones que por Jesús, ya no más
pensamientos que en Jesús, en una palabra no más vida que para Jesús ((S.L.M.E 69)
“Continúen queridas hermanas siendo fieles a Dios y considérense muy felices de vivir alejadas de su tierra”
(S.L.M.C 368)
Oh Santa Providencia, Tú que eres la fuente de todas las gracias, haz que mi alma confíe siempre en Ti (S.L.M.C
59)
¡Ay! Qué dicha si la Compañía sin ofensa de Dios, no tuviera que ocuparse más que de los pobres desprovistos
de todo” (S.L.M.E 108)
¡Oh dulce Jesús, oh buen Jesús, mi Dios y mi todo! (S.L.M.E 110)
“Prometiendo abandonarme enteramente a los designios de la Divina Providencia y al cumplimiento de su
voluntad en mí, me ofrezco como sacrificio y me entrego a Dios y al cumplimiento de su voluntad, a la que
escojo como mi consuelo más alto.”
He aquí ¡oh Dios mío! Tu pobre criatura postrada a los pies de tu divina Majestad y grandeza. (S.L.M. E 208 )