Los diez mandamientos para ser libre

MENSAJES DE ÉXITO
Ministerio Presencia de Dios
Beauchef 834 –Caballito - 4923-0700 - www.presenciadedios.com
Los diez mandamientos
para ser libre
Por Bernardo Stamateas
2-Tenemos una fijación a ver lo
negativo.
Lucas 10: 38
Cada vez que Dios te va a bendecir envía
una persona y cuando el diablo te va a
maldecir también mandará una persona;
todo lo que nos sucede es con gente.
Los mejores y peores recuerdos los tenemos
con gente.
La “puerta de atrás” en las iglesias (que los
pastores siempre nos volvimos locos porque
“gente entra por una puerta y sale por otra”)
está descubierta y tiene que ver con el trato
de las personas.
La gente se va de las iglesias o se aparta
del Señor porque fueron maltratados, y
muchos no pueden liberar su potencial
porque no saben cómo tratar a los demás.
Hay gente que está ofendida porque le
dijeron o hicieron algo; muchos cristianos
lastimados, apartados, heridos,
desilusionados. Pero llegaremos a un nivel
donde nadie más lastimará nuestro
corazón.
Primero tenemos que entender:
Ante la muestra de varias cosas, siempre
veremos lo malo.
Por ejemplo, vas a un “Small”, allí hay miles
de personas pero sólo una se enoja, grita y
hace escándalo, sólo a esa le prestaremos
atención. ; o cien personas te trataron bien
pero uno te trató mal, hablarás de eso en
todo lugar que vayas.
3-Emoción reprimida, emoción
desplazada.
Cada vez que tragamos una emoción saldrá
en la próxima estación.
Por ejemplo, en el trabajo tu jefe te
grita y no le decís nada (tragaste la
emoción) y cuando llegas a tu casa te
vas desquitar con tu familia.
Cuando discutís con alguien, no te
apresures a señalar, tal vez sea una
emoción reprimida por una situación
anterior, ira reprimida o miedo que sale en
el próximo encuentro.
¿Cómo funciona nuestra mente?
De esa manera encontrarás mucha gente que
se enoja con vos y decís: “pero si yo no le hice
nada”. ¡Tranquilo!, aparentemente está
enojada, tal vez esté expresando una
emoción reprimida con otra persona.
1- Vemos por la emoción
predominante.
De acuerdo a la emoción que predomina
veremos todas las circunstancias y a la
gente.
Por ejemplo, si estoy enojado, me va a
molestar todo: un chiste, saludar a alguien,
porque lo veré a través del enojo que es la
emoción predominante.
Si es el miedo, veré todo bajo el peligro y
con temor. Si te molesta alguien o alguna
4- Valoración reflejada
Nos vemos tal como nos ven los otros.
Construimos nuestra estima de acuerdo a
cómo nos ven los demás: la familia, la gente
importante y cuidamos nuestra imagen
porque queremos agradarles.
De la manera que me veo es como me
imagino que los otros me ven y Dios tiene
que romper con eso porque mi imagen no
tiene que ser como dice la gente sino Dios
es el que lo establece.
circunstancia, no te concentres en lo que te
dicen sino en la emoción que podría
predominar.
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Diez principios para ser libres
(Tengo una revelación: “Todos vamos al
baño”.
“No..., ése es un súper apóstol, un profeta”
Pero también va al baño como vos.)
La gente hoy está en tu vida y mañana sale.
Pablo dijo: “Demas me dejó, mandame a
Marcos”, siempre que sale uno viene otro.
A los pastores nos preocupa cuando se van
los miembros de la iglesia, pero se van
algunos y hay miles esperando por venir.
¡La gente no reacciona! Están en la reunión
y no cantan ni levantan las manos, pero si
alguien les pasa por al lado y dice:
“Estúpido”, enseguida discute.
Escuchan durante cinco días las revelaciones
que les decimos y dudan, se van diciendo:
“lo voy a escudriñar en mi casa”. ¡No!
-No idealices a nadie porque es igual a vos.
Reaccioná a lo que Dios dice y actuá.
Reaccioná a la voz de tu mentor.
1- No idealizar a nadie.
Cada vez que idealizo a alguien me estoy
achicando.
Cuando idealizo pongo a la persona arriba y
si llegara a fallar, me voy a desilusionar.
Debemos ser fuente de inspiración no de
admiración. Todos somos iguales, lo que
cambian son las responsabilidades y tareas
pero la esencia es la misma.
Los que están delante de ti son guía
espiritual y te debe interesar escuchar su
voz.
Jesús vio a la multitud, les dio un seminario
de diez horas, les dio de comer, los despidió
y se fue con sus discípulos. Porque la
multitud es sanada, bendecida, prosperada
pero es despedida, en cambio un discípulo
siempre queda al lado del maestro.
Ser multitud es lindo porque recibís sanidad,
eres bendecido pero serás despedido.
Buscá gente que te inspire y motive.
Reaccioná a Dios por lo que te prometió.
-No te dejes impresionar por lo que hacen,
antes averigua cómo lo hacen.
Jesús fue caminando y la gente le gritaba
¡Hosanna!, cinco capítulos más adelante le
gritaron ¡Crucifícale!
Enseñanza:
La idealización no sirve porque no te cambia,
necesitamos buscar gente que nos inspire.
Idealización, admiración no cambia;
inspiración sí.
Nunca te detengas delante de las voces
equivocadas cuando te feliciten, sigue
adelante;
y cuando te critiquen sigue adelante,
porque no debes oír la voz de las multitudes,
debes detenerte ante la voz del sueño que
Dios ha puesto en tu corazón.
¡Huye! De los que huelen a “súper
espirituales”, no te dejes engañar porque es
mentira.
¡Cuidado! con el que quiere impresionar con
su vitae, con su testimonio; la persona
busca impresionarte para que lo idealices y
en la iglesia no debe haber idealización.
Investigá cómo logró lo que hizo para ser
inspirado.
3- No esperaré nada de nadie.
Todos los hombres de Dios tuvieron fallas:
hablamos bien de Abraham y fue un
mentiroso; de Noe pero era un borracho; de
David era un mujeriego; Salomón terminó
siendo un satanista.
El único que no tuvo fallas fue Jesús y a El
sólo podemos idealizar, el único perfecto.
“Yo esperé que me llame y no me llamó”; “Yo
esperé que ores por mi”.
¡No esperes nada! Somos libres.
Jacob le dio una túnica a José para que lo
cuide en su vejez y le puso nombre a su
provisión.
2- No debo reaccionar a la voz de la
gente.
Sólo reaccioná a la voz de Dios y a sus
promesas y no a lo que dice la gente.
“Pastor, Ud. debería…”
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La mujer que tenía flujo de sangre al tocar a
Jesús fue sanada inmediatamente, pero
Jesús se dio vuelta y dijo: ¿Quién me tocó?
¿Por qué preguntó eso si la mujer ya estaba
sana?
Porque Jesús se dijo: Si esta mujer tuvo fe,
puede sacar un poco más de fe; y le dijo:
“Por tu fe sé salva”
Cuando ella lo tocó por primera vez se sanó
y la segunda fue salva (salvo quiere decir
próspero).
La primera vez sanó su enfermedad, la
segunda sanó las finanzas que perdió por la
enfermedad.
Yo no le debo nada a nadie porque Jesús
canceló todas mis deudas, Él pagó todo.
Si la gente te da algo, será hasta donde
puede dar por eso no esperes nada; aceptá
las limitaciones de los demás.
Muchas veces esperamos de los pastores
porque creemos que nos darán lo que no
nos dieron papá y mamá. No confundas
unción con amor, creemos que el que nos
toca con unción nos está dando el amor que
nunca tuvimos.
Unción no es para que una persona te
estremezca, sino para que sepas vivir en
victoria y en el sueño que Dios te dio.
Por eso en la iglesia somos “los leones de
Judá” y en la calle “las ratas de Jerusalén”.
Si tus padres no te dieron amor, no lo
busques en los pastores, buscalo en Dios
que puede dar todo lo que no nos dieron.
Dios es todo y si TODO está dentro de vos,
“todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
Lo que no fuiste ni tuviste, lo puedes lograr
(no por capacidad humana) sino porque el
Poderoso está en vos.
Dios siempre te empujará a más fe, te pedirá
un nuevo nivel para llevarte a más.
La fe no da todo, sino que da algo para
motivar, sacar más fe y recibir lo próximo.
5- No fusilaré rápidamente.
No te apresures a interpretar rápido a la
gente.
Todos poseemos un mecanismo sicológico
que se llama la ley de atribución mediante
el cual tendemos a interpretar la manera en
que el otro actúa: “¿cómo lo hace?”, “¿por
qué no me saludó?”, “¿por qué se sentó
ahí?”, “¿por qué habló así?”, “¿por qué llegó
tarde?”, “¿por qué se vistió de esa manera?”
Hay gente que ve algo y enseguida dispara.
No dispares rápido ni te apresures a
interpretar las cosas, averiguá,
documentate, informate y si tenés dudas ve
a la fuente y preguntá.
4-No me compararé con nadie.
Un principio sicológico dice que tendemos a
compararnos con los que están mejor que
nosotros para vernos mejor y con los que
están igual a nosotros pero los vemos peor.
Nunca te compares con otro porque aunque hayas hecho más cosas - tal vez para
Dios seas un perdedor.
Es como aquel padre que llegó a su
casa, vió al perro con la boca
ensangrentada y pensó que le había
hecho algo a su hijo, tomó un arma y
lo mató. Cuando fue a la habitación
su hijo estaba llorando y al lado una
serpiente muerta.
¡No te apresures!
Éxito para Dios es que le creas lo que te
prometió y no lo que lograste.
Si a un pastor Dios le dijo “te daré tres
radios” y él compra dos, para la gente será
“exitoso” (porque tiene dos radios) pero
para Dios fue un fracasado porque no le
creyó lo de las tres radios.
Si el Señor me dice que me dará un canal
de televisión y sólo tengo un programa,
para la gente seré exitoso pero para Dios
fracasé porque no le creí.
No te compares. Tal vez hayas hecho más
que el otro pero para Dios fue menos.
No creas lo que te dicen ni te apresures a
interpretar nada, no fusiles rápido.
Nadie tiene la verdad, el único es Dios; de
ahí para abajo nada es verdad porque cada
uno ve un poquito de la realidad.
Cuando surge un problema con otra persona
no hay un culpable ni inocente sino cada
uno lo ve a su manera. Si no logras
congeniar con alguien decí: “Dios te
bendiga” y terminá.
Debo moverme en fe y la fe siempre crece.
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Si vemos a un matrimonio donde cada uno
dice: “por que él…”, “porque ella…”, al
averiguar el problema, nos damos cuenta
que los dos tienen razón y ninguno la tiene.
Vergüenza da la sensación de que uno es
malo y estamos justificados por el Señor
como si nunca hubiésemos pecado. Estamos
libres de condenación.
El único que tiene la verdad completa es
Dios.
El Señor te dice: ¿Cuándo abortaste? Porque
cuando Dios te perdona, te limpia para
siempre.
6- No le daré mucha importancia al
sufrimiento.
Sacá las culpas estúpidas de la cabeza; no
escuches más esos mensajes lacrimógenos.
¡Basta!
Sembramos con lágrimas y cosechamos con
alegría.
Es tiempo de gozo, de victoria: “Levántate y
resplandece ha venido tu luz y la gloria del
Señor ha venido sobre ti.”
Se repite la frase: “la vida es una lucha” Y
no es así.
¡Basta de que el diablo te hizo esto o
aquello! El diablo no tiene poder.
“Poder ha sido dado en tu boca, he aquí
puse el poder de bendecir y maldecir”
El único poder que Satanás tiene es usar tu
“bocota” en tu contra o en la mía.
Satanás lastimó a Jesús, pero Jesús le
golpeó en la cabeza y siempre estará debajo
de nuestros pies.
Tenemos un evangelio de dolor, todo tiene
que ser con dolor: ofrendar con dolor,
adorar con dolor, evangelizar con dolor.
Hemos utilizado la palabra “sacrificio” y
debemos sacarla de nuestro vocabulario.
Salmo 126 “Vemos como los que sueñan,
pondrá risa en nuestra boca y palabra de
alabanza”.
Si no soñás ni reís, estás preso. Salí de ahí,
caminá en victoria, basta de vergüenza.
Por ejemplo, la parábola que Jesús relata
después de enseñar la oración del Padre
nuestro, cuenta la historia de un hombre
que va a la casa de su amigo a la noche a
pedirle pan.
Dice: “Por su importunidad el amigo le dio”,
en el griego literalmente dice: “por ser un
sin vergüenza”.
“No, pastor porque la Biblia habla de
sacrificio de alabanza, de adoración”.
Sí, pero David dijo que sacrificio es un
corazón humillado delante de su presencia.
Cambiá la palabra sacrificio por esfuerzo y
el sentido no será el mismo.
No es lo mismo decir: “me sacrifiqué por ti”
que “me esforcé por ti”. La primera
expresión da idea de debilidad y la segunda,
imagen de fortaleza.
Sé sinvergüenza para tomar lo que Dios nos
prometió.
Hay alguien que tiene tus panes, salí a
buscar, rompé el protocolo de la gente, sus
costumbres no importa si es tarde, decile:
“Vos tenés mi bendición”.
Peleá por tu bendición, capturala, sé un
sinvergüenza. Caminá en victoria.
Es un cambio de mentalidad: la mentalidad
latina dice, “mande usted”; en cambio la
americana “en qué puedo ayudarle”.
No es normal que la vida sea una lucha, no
valores el sufrimiento. El ayuno no tiene que
ser por dolor (como algunos lo hacen
aunque se estén muriendo).
Disfrutá la bendición de Dios y si no oraste
disfrútalo también.
Jesús se identificó con nuestro dolor para
que nos identifiquemos con la tumba vacía.
Dejá de sufrir, de llorar, no te sacrifiques,
esfuérzate.
El sacrificio siempre trae culpas; ofrendá
con esfuerzo, adorá con esfuerzo, con ganas,
movete en victoria y en poder.
Otra palabra que debemos sacar de nuestro
vocabulario es “vergüenza”.
“Debería darte vergüenza”, “Qué
vergonzoso”, “¡Qué vergüenza!”
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7- No me pondré en víctima.
magnifiques tus errores. ¡Cuidado! con la
lectura que haces de ti mismo porque
parece fracaso pero tal vez sea un paso
próximo a tu éxito.
Hoy estás en la cárcel naturalmente, pero
en el mundo espiritual estás a metros de tu
mejor victoria; No te condenes rápidamente.
“Me lastimaron”; “Me hirieron”; “Me
traicionaron”. Vos decidís cómo pensar,
reírte o enojarte, qué sentís. ¡Dejá de ser
víctima!
El estado del tiempo (si hay sol o está
nublado) no puede controlar tu emoción.
No necesitas que te cuiden, después de un
año de revelación estás para cuidarte solo.
9- No puedo cambiar a nadie.
Cada vez que ejerces control estás tomando
el lugar del Espíritu Santo, entonces el
Señor no puede actuar.
El Señor nos mandó a gobernar la tierra, los
animales, todo lo creado pero no a mi
esposo, ni a nadie.
Dejá que a cada uno ser libre como es,
respetá a los demás, dejá que se rían
libremente. Muchas personas están
preocupadas porque sus hijos no vienen a
la iglesia y los traen engañados, los invitan
al cine y luego los llevan a la iglesia.
El engaño, la mentira, no funcionan. Dejá
que sean como son.
El que quiere crecerá y el que no quiere no
lo hará.
Hay gente que reacciona en forma contraria
a lo que le decimos, por ejemplo le decimos
“te quiero ver” y se aleja más.
Por ejemplo si estás mal, cuando vas a la
iglesia te desilusionás porque nadie se da
cuenta y no hablan de tu problema.
Muchas veces esperamos que nos pregunten
para contar. Si tenés problemas contalos; si
tenés dudas, preguntá; cerrá rápido los
temas.
Si alguien te ofendió perdoná rápido y cerrá
el tema; perdonar significa liberar.
Aprendé la lección y dejá el problema atrás,
no cargues por años con lo que te pasó.
¡Basta!
Caminá en victoria, perseverá.
8- No te auto condenes fracasado
rápidamente.
“Me equivoqué, soy un fracasado” Esperá,
veremos si es así.
José estuvo en el pozo, ¿fracasó? Veremos.
Fue a la cárcel, ¿fracasó? Veremos
Le interpretó el sueño al preso y lo
abandonó ¿fracasó?
10- No haré vínculos almáticos.
Son los vínculos que se hacen a través de la
emoción y tienen que ver con el alma.
Un amigo se elige con el alma, un hermano
es bajo el espíritu.
Dios nos unió bajo el espíritu por la sangre
de Cristo.
No nos unimos porque somos amigos,
salimos juntos, vamos a comer pizza,
porque eso termina mal, cuando el vínculo
es del alma se pelean, se lastiman.
El vínculo del espíritu es más grande que la
amistad; por eso si alguien me lastima lo
paso por alto porque me une algo más
grande: la misma visión de traer gente a
Cristo, de predicar a las naciones.
No vayas a la iglesia a buscar amigos sino
hacé vínculos del espíritu.
No pierdas tiempo en peleas internas, no
estamos para conocernos, para comer,
estamos para cumplir una tarea en el
nombre de Jesús.
El camino al éxito está pavimentado de
fracaso.
Cuanto más fracases más cerca del éxito
estás, es mentira que uno llega al éxito sin
fracaso.
Tenemos que aprender a administrar el
fracaso para luego administrar el éxito; no
te apresures, fracasar no es equivocarse.
¿Te has caído? Levántate.
¿Tu matrimonio fracasó? Vuelve a levantarte.
¿Te equivocaste? Vuelve a levantarte.
Fracasado no es el que cae sino el que
permanece caído.
Fracasar es aprender a hacerlo de una
nueva manera.
No te apresures a auto condenarte, todo
tiene que servir para crecimiento, no
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Jesús llegó a la casa de Marta y María. María
se echó a los pies de Jesús para aprender lo
que Jesús enseñaba.
¿Por qué Marta se puso a limpiar?
Porque vio a su hermana a los pies de Jesús
y en ese tiempo estaba prohibido que las
mujeres aprendieran, entonces a Marta le
dio un ataque de histeria.
Los discípulos que se sentaban a los pies, no
solamente aprendían sino también, querían
enseñar y cuando vio a su hermana que
quería enseñar, más ataque le agarró.
Esto nos deja tres enseñanzas:
1- Dios te usará para establecer
Vienen años maravillosos y gloriosos en el
nombre del Señor,
tenemos que abrazar un sueño grande.
Tu sueño es más grande que tu vocación:
Moisés era pastor y se hizo libertador;
Josué era soldado y sacó al pueblo del
desierto; Nehemías era mozo y edificó la
ciudad.
No tenés que impactar sólo en tu trabajo, tu
sueño es más grande.
¡Conquista!
En el Antiguo Testamento la gente vivía
ochocientos, novecientos años porque tenía
sueños. Cuando tenemos un sueño grande
precedentes nunca antes
establecidos.
la energía se multiplica.
Mucha gente se muere de estupidez porque
su vida no tiene sentido, viven
estúpidamente.
María estaba estableciendo algo que antes
nadie había hecho.
En el Antiguo Testamento ocurrió con las
hijas de Zelofead, que reclamaron su
herencia asentando un precedente en la ley.
Cuando sueñes cosas grandes tendrás
motivos para caminar, para conquistar,
vivirás muchos años más, los dolores se te
irán.
Los sueños te mantienen vivo, alegre, te
embellecen porque “el corazón alegre hermosea
el rostro”.
Sal a conquistar, sueña grande, todo es
posible y está al alcance de tu mano.
Llegaremos a la cima sin que nadie más
lastime nuestro corazón, entraremos en otro
nivel.
Harás proezas, cosas que Dios va a
establecer para que hagas y que nunca se
hicieron en el plano espiritual.
2- Dios saldrá en tu defensa.
No reacciones. Dios le dirá al que te está
acusando que elegiste la mejor parte.
El Ángel visitó a María y le dijo que tendría
un hijo del Espíritu Santo, ¿cómo le decía
María a su prometido que tendría un hijo
que no era de él?
María no le habló sino fue Dios que lo hizo
en sueños.
Si hay un José en tu vida, no lo tendrás que
explicarle, Dios mismo saldrá a convencerlo.
3- Aprenderás a ser libre como María.
Le dijo:”Marta, Marta”.
¿Por qué Jesús la nombró dos veces?
En la Biblia cada vez que se pronuncia dos
veces un nombre es porque viene un
cambio profundo en esa persona (Abraham,
Abraham; Saulo, Saulo).
Jesús le estaba diciendo: “Marta te sacaré
del legalismo, de las estructuras estúpidas y
entrarás en la dimensión de María”.
Llegará el día en que nadie más nos
lastimará porque seremos libres de la gente.
Nadie más irá dolido por las iglesias de
turno; dejaremos de perder tiempo en
desgastes internos y dedicaremos toda
nuestra energía en traer las multitudes para
el Señor.
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