Rebelarse desde el nosotrxs

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Rebelarse desde
el nosotrxs
Porque desde el abismo es imposible vivir sin luchar…
Rebelarse desde el nosotrxs
Porque desde el abismo es imposible vivir sin luchar…
Autores:
Gustavo Esteva
Jérôme Baschet
Vilma Almendra
Emmanuel Rozental
Primera edición: Querétaro, Diciembre de 2013
Diseño de Portada: Alicia Esquivel [[email protected]]
Maquetación: Guadalupe Suarez [[email protected]]
Impresores: Atani Impresión y Diseño [[email protected]]
Equipo de En cortito que´s pa´ largo en esta
publicación:
Rene Olvera Salinas [[email protected]]
Arturo Chavero Osorio [[email protected]]
Juan Alberto Pichardo Hernández [[email protected]]
Isel Lucio Trujillo [[email protected]]
C
COPYLEFT
Esta publicación es una herramienta de lucha contra el
capitalismo, la colonialidad y el patriarcado en todas sus
expresiones, por lo que puede reproducirse y distribuirse
en todos los soportes imaginables, de los cuales se sugiere
el más poderoso: de boca en boca en comunidad.
Rebelarse desde
el nosotrxs
Porque desde el abismo es imposible vivir sin luchar…
Una publicación autogestiva y sin patrón
CONTENIDO
Presentación En cortito que´s pa´ largo.........................................6
Tiempos de indignación, tiempos de reflexión Gustavo Esteva.........................................................8
Ya estamos en camino, haciendo otros mundos Jérôme Baschet.......................................................39
La paz de los pueblos sin dueños Emmanuel Rozental
y Vilma Rocío Almendra Quiguanás......................67
La paz de la Mama Kiwe en libertad,
de la mujer sin amarras ni silencios Vilma Rocío Almendra Quiguanás.........................85
Presentación
En cortito que´s pa largo
L
a compilación de textos que tienes en tus manos
es un pretexto para compartir-nos dolores y sueños
entre compañerxs; para arrancarle tiempo a las
múltiples actividades cotidianas y necesarias de nuestros
colectivos y reflexionar desde –no sobre- el Horror de las
relaciones sociales capitalistas/patriarcales/coloniales/
estatistas nuestras diversas rebeldías.
La importancia de reflexionar desde el Horror nuestras
rebeldías pensamos y sentimos que nos ofrece algunas
opciones de salida al estado de confusión política en el
que estamos inmersos a nivel mundial, donde incluso, la
diferencia entre ellxs [los de arriba] y nosotrxs [los de
abajo] se desdibuja por la ejecución de un entramado
de mecanismos de control, cooptación y represión
sistemáticos que están ganando terreno.
No negar ni maquillar el Horror nos ancla a la realidad
de guerra en que estamos muriendo, con balas, venenos,
becas, o “programas sociales” y reflexionarlo desde y no
sobre nos permite dejar de verlo ajeno a nuestros espacios
de habitación, trabajo, recreo. Espacios desde dónde
rebelarse no solo resulta deseable sino la única opción de
vivir con dignidad, como está ocurriendo en muchísimos
espacios en todo el mundo, pequeños o grandes, cada uno
a sus modos pero contra el Horror, contra los de arriba,
contra la confusión que promueven.
Agradecimientos
A
gradecemos a los compañerxs Gustavo Esteva,
Jérôme Baschet, Emmanuel Rozental y Vilma
Almendra sus palabras que ahora se vuelven letra
y viajan de mano en mano; a lxs compañerxs que haciendo
la coperacha de manera autogestiva financiaron esta
edición; a lxs artistas que lo diagramaron y dieron color y
vida a sus páginas; a quienes sin patrón lo imprimieron en
sus talleres autónomos; a quienes lo distribuirán por fuera
y en contra de los círculos de distribución capitalista; a
quienes lo leerán y compartirán reproduciéndolo de todas
las maneras imaginables; gracias compañerxs.
Tiempos de indignación,
tiempos de reflexión1
Gustavo Esteva
Tiempos de indignación, tiempos de reflexión
S
on tiempos de indignación. Por eso, son tiempos de
reflexión.
Según me cuenta Cecilia Zeledón, en una tarde lluviosa
y fría, hace ya varios años, durante una reunión de
mujeres en Oventic, las compas promotoras nos dijeron:
“Cuando una está enojada, tiene rabia, digna rabia, hay
que ‘echar claridad’ sobre la rabia; hay que preguntarnos
por qué nos salió ese enojo. Buscando se va conociendo
el corazón adentro y entendiéndose juntas con otras que
vamos caminando”.
Las notas para la intervención improvisada en el Tercer Seminario internacional
de reflexión y análisis “...Planeta Tierra: movimientos antisistémicos”, San
Cristóbal de Las Casas, Cideci-Unitierra, 1 de enero de 2013, fueron revisadas
y actualizadas por el compañero Gustavo Esteva para su publicación en este
libro durante julio de 2013.
1
9
Rebelarse desde el nosotrxs - Gustavo Esteva
México está cayendo a pedazos. Perdió la paz y tiene
el tejido social y el alma desgarradas. Sin cachondeo
apocalíptico, con entereza, necesitamos repasar
rigurosamente nuestro horror, preguntarnos de donde
salió todo este dolor y esta rabia que sentimos, para
“echarles claridad”.
Recojamos algunos hechos que pueden ilustrar la
gravedad del drama actual.
Recuento de los daños
• La tercera parte de los mexicanos vive actualmente fuera
de México –una de las más grandes migraciones de
la historia. 20 millones han emigrado a partir de la
firma del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica.
La mayoría va a Estados Unidos y Canadá, pero los
mexicanos están emigrando hasta países tan lejanos
como Japón.
• México vive en un estado de guerra permanente, de
ocupación interna. No nos cansemos de repetir las cifras
de la guerra civil impulsada por el presidente Calderón
y que continúan las autoridades actuales de todos los
niveles: más de 100 000 muertes, 20 000 desaparecidos
reportados y muchos más no reportados, medio millón
de desplazados, por lo menos 50 000 secuestrados…
Se trata del conflicto más mortífero del mundo: una
“espiral de barbarie”, lo calificó Le Monde. Se han
registrado numerosas masacres, incluyendo las
de migrantes centroamericanos (particularmente
indígenas). Numerosas poblaciones, sobre todo en el
norte del país, viven bajo un toque de queda impuesto
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Tiempos de indignación, tiempos de reflexión
por los criminales y los comercios sólo pueden operar
bajo un régimen de “protección” pactado con ellos.
La “seguridad” toma la forma de militarización y
paramilitarización. Este régimen de ocupación es la
expresión política de la ocupación económica, que se
extiende todos los días.
•
México ha dejado de ser un estado de derecho. Las
violaciones de los derechos humanos y de los pueblos
son constantes…lo mismo que la persecución de
defensores de esos derechos, de los ambientalistas, de
los periodistas…y particularmente de los luchadores
sociales. Existe buen número de presos políticos y
de conciencia. Existe una regresión democrática, una
desviación estructural de poder y la cooptación de la
ley por distintas facciones. La Corte Interamericana
de Derechos Humanos definió esta situación como “el
uso de los poderes del estado para perseguir y abatir
los derechos civiles de la gente”. En otras palabras,
quienes están en el poder formal actúan de mala fe
hacia la población que se supone deben proteger.
Según Amnistía Internacional, la tortura practicada
por las fuerzas de seguridad mexicanas es una práctica
“generalizada y sistemática” que en los últimos años
“alcanzó niveles escandalosos”. La impunidad por
estos actos o las violaciones de derechos humanos es
casi total. De los 22 campos de ilegalidad establecidos
por Naciones Unidas, México está presente en 21.
• México ya no puede considerarse una sociedad
democrática. Se ha documentado con claridad la
práctica del fraude, la compra y manipulación de votos
y otros vicios del sistema electoral y del régimen de
partidos, todos los cuales se hallan en descomposición
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Rebelarse desde el nosotrxs - Gustavo Esteva
y muestran un deterioro profundo en su “democracia
interna”, que nunca fue muy sólida. Grave corrupción
afecta todos los niveles y esferas del gobierno y de
los tres poderes –ejecutivo, legislativo y judicial-,
que carecen de apropiados controles y sistemas
de equilibrio. La farsa electoral y el despotismo y
autoritarismo crecientes han propiciado una pérdida
creciente de confianza en el régimen democrático.
Carecemos ya de la principal institución de una
sociedad democrática: la convicción de la mayoría de
los ciudadanos de que pueden elegir libremente a sus
representantes y que esos representantes realmente
los representan. Tal convicción nunca fue muy fuerte
en México, por el largo periodo de ficción democrática
en la “dictadura perfecta” que manejó el PRI de 1928
a 2000. La poca confianza que se tenía en el sistema
democrático se perdió en los años recientes, cuando a
las manipulaciones y fraudes tradicionales se agregó la
grave descomposición de todos los partidos políticos.
• La libertad de expresión se encuentra seriamente en
entredicho. Según el Comité para la Protección de
Periodistas, con sede en Nueva York, “hay un deterioro
muy marcado en las condiciones de la libertad de
prensa”. 70 periodistas han sido asesinados en los
últimos diez años. Se han reprimido, incluso con
asesinatos, múltiples expresiones de comunicación
independiente. Se impone por la fuerza el silencio
a cuantos resisten la ocupación de sus vidas y sus
tierras. Dos grandes empresas monopolizan el sistema
de radio y televisión y lo han puesto al servicio de
intereses políticos facciosos.
• La evolución de la economía ha sido desastrosa: es una
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Tiempos de indignación, tiempos de reflexión
de las peores de América Latina y ha llegado a ser
inferior a la de Haití –el país que ocupa recientemente
el último lugar. La crisis, como un estado de cosas,
se extiende ya a todos los sectores de la actividad
económica y es cada vez más profunda.
–­La tasa anual de crecimiento económico entre
1981 y 2011 es de poco más de dos por ciento, apenas
la tercera parte de la que se registró en los 20 años
anteriores, de 1960 a 1981. En ese periodo, además,
el país ha enfrentado cinco crisis económicas serias,
en 1982, 1986, 1995, 2001 y 2009. En este último año
se produjo la caída en el producto más pronunciada
de América Latina, un 9%.
–Más de 60 millones de mexicanos se encuentran
bajo la línea de la pobreza. 50 millones viven en
inseguridad alimentaria; 12 millones no pueden
comprar la canasta básica; 28 millones sufren
hambre; tres millones enfrentan hambruna.
–La inmensa mayoría de los mexicanos se
encuentra en la economía informal.
Casi diez millones de personas están formalmente
desocupadas y muchos millones más sub-ocupadas.
–La clase media entró en un proceso de aguda
degradación y buena parte de sus integrantes cayó
debajo de la línea de pobreza o entró en el sector
informal.
• México produce el hombre más rico del mundo y algunos
de los más pobres. No se trata de dos fenómenos
distintos sino de dos aspectos del mismo proceso.
El 10% más acaudalado recibe más de la mitad del
ingreso nacional. Buena parte de su riqueza sale del
país y se acumula en paraísos fiscales. El lavado de
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Rebelarse desde el nosotrxs - Gustavo Esteva
dinero asciende por lo menos a 45 000 millones de
dólares al año.
• Se cierran todas las puertas legales para los jóvenes.
Existen más de 10 millones de “ninis” – jóvenes que no
pueden continuar sus estudios ni encuentran trabajo.
En las comunidades indígenas, sólo uno de cada mil
jóvenes podrá tener título universitario. La mayor parte
de los graduados de las universidades mexicanas no
podrán tener empleo en aquello que estudiaron. La vía
de la migración está crecientemente cerrada para los
jóvenes, pues el costo de cruzar la frontera está fuera
de sus posibilidades económicas. Como las familias
ya no pueden sostenerlos, un número creciente de
jóvenes son condenados a la ilegalidad, que empieza
por actuaciones limitadas en el margen de la ley y se
hace cada vez más grave y riesgosa en una espiral de
deterioro humano.
•
El ritmo y magnitud de la destrucción y degradación de
la naturaleza no tiene precedentes. La desregulación y
la concesión masiva de tierras a intereses privados ha
propiciado una acelerada destrucción ambiental, que
en algunos casos llegó ya a extremos irreversibles. El
aire, el agua, el suelo y el subsuelo, el bosque, las
playas, los ríos, lagos y mares…todo ha sido objeto de
compraventa, destrucción sistemática y degradación
continua.
En suma, sobre todo a partir de los años 90, se adoptó
en México, de manera sistémica e institucionalizada,
una política y una estrategia que han producido un
empeoramiento progresivo de las condiciones de vida
del pueblo mexicano y de sus posibilidades de acceso a
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Tiempos de indignación, tiempos de reflexión
protección jurídica cuando se violan sus derechos.
En el curso de las décadas pasadas los gobiernos mexicanos
han adoptado diversas estrategias económicas, sociales y
represivas, pero no han dejado de tener una planificación
bien detallada, que ha buscado imponer por la fuerza una
lógica de gobierno y de organización social en la que los
derechos de las personas, como individuos y como grupos,
se subordinan a las prioridades de intereses económicos
nacionales e internacionales. Se desechan o marginan los
derechos de la gente en nombre de la estabilidad macroeconómica y al servicio de intereses privados.
Se cuenta con amplia evidencia de la violación sistemática
y masiva de los derechos humanos de los pueblos indios,
así como de otros grupos bien identificados y de la
población en general; muertos innumerables, secuestros,
feminicidios, migrantes que caen víctimas del crimen,
la extorsión y la discriminación; personas desplazadas,
trabajadores despedidos, sindicatos desmantelados,
personas sin empleo, mal nutridas y hambrientas, muchas
de ellas en la cárcel; devastación ambiental extendida,
un sistema de salud en buena medida desmantelado;
militares, policías y otras fuerzas represivas patrullando
las calles; impunidad para quienes cometen todos esos
crímenes…
Hay evidencia específica de la devastación que las
corporaciones dejan a su paso: invasión, despojo y
expropiación de la tierra, de los recursos naturales
y de incontables áreas y bienes que eran ámbitos de
comunidad.
Este es nuestro horror. El año pasado, en este mismo
15
Rebelarse desde el nosotrxs - Gustavo Esteva
Seminario, sugerí que no estábamos al borde del abismo
sino que ya habíamos caído en él y parecía insondable. La
imagen se mantiene: no se ve fondo en esta caída libre de
degradación material y espiritual en que ha caído el país.
El escenario
No es consuelo constatar que esa espiral destructiva
se generaliza por el mundo y un número creciente de
países cae en ella. Hace 150 años algunos socialistas
alemanes pensaban que su país podría evitar las rupturas
y desgarramientos que el régimen capitalista estaba
produciendo en Inglaterra. Marx les advirtió que no
debían alzarse farisaicamente de hombros y hacerse
ilusiones optimistas. Se los dijo elegantemente en latín:
De te fabula narratur, lo que podría traducirse como
“Mírense en ese espejo”. Reconoció que las naciones
podían y debían escarmentar en cabeza ajena, pero no
saltar ni descartar por decreto procesos históricos. A los
hermanos y hermanas de otros países que se encuentran
en condiciones mucho mejores que las nuestras y se sienten
a salvo de nuestras desgracias, necesitamos decirles que
caminan en la misma dirección, hacia el despeñadero; que
harían bien en mirarse en este espejo.
Necesitamos aquilatar con rigor la naturaleza de este
horror. Quizá salimos ya de la pesadilla neoliberal, pero
eso sólo significa que acaso habríamos entrado en otra
peor.
El neoliberalismo, aunque sólo fuese en la retórica,
en el discurso, se postulaba como una orientación que
ponía la vida social en manos del mercado. Un alto
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Tiempos de indignación, tiempos de reflexión
funcionario del presidente Bush declaró que nada tenía
contra el Estado: sólo quería reducirlo a un tamaño en
que fuera posible deshacerse de él en el excusado. Esta
posición de los “fundamentalistas del mercado” fue ya
abandonada hasta por sus más decididos promotores. La
descartó desde 2007 el Banco Mundial. Los presidentes
latinoamericanos la desecharon en El Salvador un año
después. Cuando el presidente Obama tomó posesión por
primera vez señaló con claridad que sólo el Estado podía
hacer frente a la crisis. Unos meses después dijo lo mismo
el primer ministro de Inglaterra y procedió a nacionalizar
la banca en riesgo de bancarrota.
En un sentido riguroso, el neoliberalismo ha muerto.
Para describir la orientación actual podemos emplear la
expresión que hace años usamos para aludir a la Unión
Soviética y a los países del socialismo real: capitalismo
de Estado. En esta nueva modalidad que habría sustituido
al neoliberalismo, el Estado no sería ya un dispositivo
para la gestión política y para procesar diferencias entre
grupos y clases sociales. Es cada vez más claramente un
conjunto de aparatos, reglas e instituciones para controlar
a la población y proteger al capital de sus propios excesos.
Se le usará cada vez más, no cada vez menos, como
querían los neoliberales “puros”. El neoliberalismo no era
nuevo ni liberal. El posneoliberalismo es capitalismo puro
y duro, capitalismo salvaje, sin matices ni reservas…bajo
administración estatal.
El capitalismo, además, sufre una regresión. El capital ha
estado regresando a la vieja técnica colonial del despojo
ante el colapso de la equívocamente llamada “economía
real”, es decir, la esfera caracterizada por relaciones
capitalistas de producción dedicada a producir bienes y
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Rebelarse desde el nosotrxs - Gustavo Esteva
servicios. El colapso fue causado en parte por los excesos
e imprudencia de los capitalistas tras la disolución de la
Unión Soviética, pero también por las contradicciones
estructurales que ha estado señalando Wallerstein.
El capital fue siempre un régimen basado en el despojo:
nació con el cercado de los ámbitos de comunidad, con
la destrucción de formas autónomas de subsistencia. La
palabra “privada”, en la expresión propiedad privada, viene
de privar, de despojar. Pero desde Marx distinguimos con
claridad el periodo de la acumulación originaria, la que Adam
Smith llamaba “acumulación previa”. No es la evolución
idílica que siempre han querido imaginar los defensores
del capitalismo. No es el producto del esfuerzo empeñoso
de unos cuantos que acumulan riquezas mediante vida
austera y trabajo duro y fundan el capitalismo al convertir
sus ahorros en medios de producción. La acumulación
originaria es el proceso histórico en que los trabajadores
carecen ya de las condiciones de realización de su trabajo,
cuando ya no pueden ser propietarios de esas condiciones.
Es el proceso en que se disocian el productor y los medios
de producción, en que se expropia a los trabajadores de
las condiciones en que pueden realizar su actividad. Se
le llama originaria porque es la prehistoria del capital y
del régimen capitalista de producción. El famoso capítulo
XXIV del tomo I de El Capital muestra con toda claridad
que este proceso nunca fue pacífico o tranquilo. Fue una
historia de despojo, en la cual, según Marx, unos cuantos
usurpadores expropiaron a la masa del pueblo de sus
medios de subsistencia.
La “acumulación originaria” no ha cesado. Esa forma
violenta de despojo ha acompañado la historia del
capitalismo y lo caracteriza. Sin embargo, una vez
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Tiempos de indignación, tiempos de reflexión
cumplida su función histórica –la gestación del régimen
capitalista de producción- fue quedando más o menos
en el margen. En el centro dominaba la ley del valor y
se realizaba la forma de acumulación simple y ampliada
propia de este régimen específico de producción. Si bien
esta forma domina aún en el mundo y sigue siendo la
fuente principal de la ganancia capitalista, la dinámica
del sistema ya no se encuentra ahí porque lo impiden
límites de toda índole. Lo que David Harvey está llamando
“acumulación por despojo” es esta regresión a formas
coloniales, pre-capitalistas, de acumulación. En América
Latina se ha estado llamando extractivismo a tal forma de
despojo, para referirse en particular al de la explotación
minera. El mismo mecanismo, el mismo principio, se está
empleando en la especulación inmobiliaria en las ciudades
y en el sistema financiero: un pequeño grupo se apropia
de porciones crecientes de la plusvalía generada por la
operación capitalista en su conjunto…sin participar en su
generación. Al paso que vamos, cada vez más acelerado,
ya no podremos caracterizar a este régimen como
capitalista: será una modalidad poscapitalista que emplea
procedimientos precapitalistas para formas salvajes de
acumulación…
Esta evolución ha estado desmantelando los
procedimientos de la democracia y haciendo evidente la
naturaleza de ese régimen político. Se desvirtúa el régimen
de representación, que sólo representaría al 1%, como
señaló Occupy Wall Street. Además, la implementación
del despojo exige recurrir cada vez más a la violencia
y desmantelar el estado de derecho, en la forma de un
estado de excepción no declarado para el que se usan
diversos pretextos, como el terrorismo internacional o la
guerra contra los narcotraficantes. El Estado se convierte
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Rebelarse desde el nosotrxs - Gustavo Esteva
en empresario de la violencia, una vez que ha perdido
legitimidad y el monopolio de la fuerza. Se instala, paso a
paso, una especie de criptoestalinismo o neoestatalismo
que a veces tiene ángulos populistas. En nuestro caso,
el uso del garrote y la zanahoria se combinará con un
instrumento perverso: hordas de golpeadores locales
bien adiestrados, para hacer aparecer la resistencia como
conflicto entre comunidades o grupos de pobladores, un
instrumento que el PRI perfeccionó en el curso de sus
décadas de “dictadura perfecta”.
Cuando la esperanza se vuelve anticapitalista
En estas circunstancias no hay lugar alguno para el
optimismo. La perspectiva es sombría. La Cuarta Guerra
Mundial que hace ya una década anticiparon los zapatistas,
esa guerra en que la población misma se caracteriza como
enemigo, está teniendo un impacto desastroso en todos
los aspectos de la vida social y en la naturaleza. ¿Cómo
evitar la desesperación ante esta perspectiva? ¿Cómo
evitar las reacciones desesperadas que se observan ya en
muchas personas, particularmente entre los jóvenes?
Según el Mahabharata, el libro sagrado de la India,
cuando se destruye la esperanza se produce una pena
que es casi igual a la muerte. Recuperar la esperanza
como fuerza social se ha convertido en una necesidad
estricta de supervivencia. La esperanza es la esencia de
los movimientos populares: la gente actúa movida por
la esperanza de que su acción producirá el cambio que
hace falta. En este contexto, esperanza es lo opuesto de
expectativa: no es la convicción de que las cosas ocurrirán
como se desea, sino la convicción de que la acción tiene
20
Tiempos de indignación, tiempos de reflexión
sentido independientemente de lo que pase. Existe
siempre el riesgo de que la esperanza sea experimentada
como pasividad y propicie la parálisis, convirtiéndola en
mera ilusión, en sueño escapista. Existe, sin embargo, un
remedio efectivo a ese riesgo. Para evitar la desesperación
basta nutrir la esperanza imaginando la opción…y dándole
realidad. De inmediato. En el presente. Es obvio que la
acción en que se encarna la esperanza no puede cambiarlo
todo de golpe, pero cualquier avance, por pequeño que
sea, es materia de esperanza.
La experiencia de resistencia, que se extiende cada
vez más, está mostrando que la forma más efectiva de
resistir el horror actual, quizá la única, es crear una
alternativa. No basta decir NO, oponerse, aunque esto es
indispensable. El NO necesita estar acompañado de una
afirmación, del acto creativo que muestra no solamente
por qué se resiste sino cuál es el sentido de la resistencia.
Los zapatistas siguen siendo el mejor ejemplo de esta
postura. Es cada vez más evidente que su capacidad de
resistencia a lo largo de dos décadas, ante toda suerte
de agresiones cotidianas, se basa en la creación continua
de un mundo nuevo, basado en el empeño transformador
cotidiano. No se han colgado de una utopía, de una nueva
tierra prometida, o de una ideología. Han encontrado la
manera de aprender juntos sus caminos…caminándolos,
aventurándose cotidianamente en nuevo territorio
sociológico y político, transformando sus tradiciones
recuperadas, enriqueciendo continuamente sus saberes…
En las circunstancias actuales, quienes ya estaban en
movimiento necesitan acelerar el paso, profundizar el
empeño, concertar con otros y otras acciones y esperanzas
y saberes. Quienes estaban paralizados o confundidos,
21
Rebelarse desde el nosotrxs - Gustavo Esteva
quienes se habían dejado llevar por la ilusión de las urnas y
en ellas depositaban todos sus sueños, quienes son ahora
invitados a trasladarlos al 2018, necesitan volcar su energía
en el empeño de crear, cada día, los elementos de una
sociedad alternativa a la capitalista. No cabe ya esperar
más desastres de cualquier índole o la llegada de un líder
iluminado o un partido al control de los dispositivos del
poder. Ha llegado la hora de actuar, en las condiciones,
la escala y el sentido que en cada lugar resulte apropiada.
Las formas de la resistencia
Necesitamos ponernos en movimiento, resistir con
eficacia, pero es preciso hacerlo con sentido. Se ha
agotado el tiempo de las marchas, cuando largas y
confusas asambleas sólo desembocan en un acuerdo
sobre la fecha de la siguiente, aunque se reconozca su
creciente ineficacia. Se ha estado haciendo evidente que
una de las crisis más profundas del momento es la crisis
de la imaginación: una vez agotadas las teorías y las
prácticas que en el último siglo guiaron las movilizaciones
se comprueba una grave ausencia de ideas, de iniciativas.
Una de las formas de expresar la reconstrucción de la
iniciativa es la recuperación de los verbos, sustituyendo
sustantivos como educación, salud, empleo, vivienda,
etc., que nos instalan en la dependencia de instituciones
contraproductivas, por verbos como aprender, sanar,
trabajar, habitar, etc., que nos devuelven la iniciativa, la
agencia autónoma de la transformación.
Se ha estado formando consenso en cuanto a la necesidad
de desmantelar los aparatos del Estado, las instituciones
22
Tiempos de indignación, tiempos de reflexión
dominantes, en vez de tratar de conquistarlas y ocuparlas
por cualquier vía. La experiencia está demostrando que
la manera más eficaz de hacerlo es suprimir la necesidad
de su función. De la misma manera, si de lo que se trata
es de dejar atrás las relaciones capitalistas de producción,
basadas en la explotación y la enajenación, lo que hace
falta es eliminar su necesidad para sobrevivir. Y a fin de
suprimir las relaciones jerárquicas y autoritarias del régimen
dominante se requiere igualmente disolver su necesidad.
En vez de combatir el aparato económico y político o
tratar de apoderarse de él el desafío consiste en hacerlo
innecesario, disolver las condiciones fundamentales de su
existencia.
Se están multiplicando los ejemplos de la manera en
que la gente está llevando a la práctica esta nueva actitud,
que recupera antiguas tradiciones de lucha, en todas las
esferas de la vida cotidiana.
Aprender
Cada año las instituciones de educación superior rechazan
a un millón de personas que no pueden acomodar en sus
programas. Cada año los rechazados de organizan para
exigir su inclusión y una pequeña parte de ellos lo logra.
Estas movilizaciones frustrantes se suman a las de cuantos
exigen más y mejores escuelas y maestros, a todos los
niveles, y consiguen escasos resultados: ninguna sociedad
ha conseguido satisfacer la “demanda” de educación. Es
una “demanda” creada por la propia sociedad, cuando
convirtió los servicios educativos y su certificación
formal en un requisito para ser aceptado como ciudadano
“legítimo”, una condición a la que sólo una minoría
23
Rebelarse desde el nosotrxs - Gustavo Esteva
puede tener pleno acceso. Incluso en los países que han
logrado mayores avances en materia educativa, como
Cuba y Finlandia, se observan inmensos desajustes entre
la oferta de servicios educativos y lo que la gente quiere y
necesita. El derecho a la educación, ahora universalmente
reconocido, tiene dos impactos importantes en la vida
social: centraliza en el Estado recursos y facultades para dar
vigencia a ese derecho y convierte a todos los ciudadanos
en pedigüeños, que demandan continuamente al Estado
los servicios educativos que no puede proporcionarles ni
en calidad ni en cantidad.
En suma: el sistema educativo no está preparando a la
gente para la vida y el trabajo y crea profunda desigualdad:
la mayoría de la gente se ve obligada a abandonar la
escuela antes de terminar sus estudios y por ese motivo
sufre discriminación de por vida; y la minoría que logra
llegar hasta el final no encuentra empleo en aquello que
estudió.
Ante esta situación, casi enteramente universal, se
realizan en todas partes del mundo vigorosos esfuerzos
para reformar el sistema educativo. Ciertos grupos,
cansados de ese empeño que sólo logra cambios
marginales, intentan crear formas alternativas de
educación. Un número creciente de personas, sin embargo,
está orientando su esfuerzo en otra dirección. Manden o
no sus niños y jóvenes a la escuela, para que obtengan el
diploma que funciona como una especie de pasaporte en la
sociedad moderna, están organizando formas alternativas
de aprender fuera del sistema educativo, sin sujetarse a
las reglas del sistema y con creciente autonomía. Se trata,
quizás, del “movimiento” que involucra a mayor número
de personas en el mundo, aunque quienes están en él no
24
Tiempos de indignación, tiempos de reflexión
se ven a sí mismos como parte de un movimiento: actúan
por simple sentido común y por la necesidad de aprender
habilidades, destrezas y conocimientos útiles para su vida
o que les despiertan curiosidad. Gracias a este movimiento
autónomo la gente está recuperando su capacidad de
aprender, se organiza para hacerlo sin imposiciones ni
cortapisas y logra ejercer la capacidad crítica como punto
de partida del aprendizaje mismo, como desafío radical al
sistema. Hay creciente conciencia de que por esa vía, que
se enriquece continuamente, todas las personas, niños y
adultos, podrían aprender lo que necesitan y quieren, en
libertad.
Cada escuela zapatista, cada centro autónomo de
producción de conocimiento (que desafía la producción
institucional de “verdad”), cada “universidad de la tierra”
(ya las hay en tres países), son ejemplos puntuales de
empeños que en vez de tratar de reformar los aparatos
educativos, cuya contraproductividad se reconoce cada
vez más, organizan formas autónomas de aprender.
Sanar
Un fenómeno semejante se observa en el campo de la
“salud”. La contraproductividad del sistema es cada vez
más evidente: se constata continuamente que la industria
de la salud tiende a generar más enfermedades que las que
cura. La reforma impulsada por el presidente Obama en el
sistema de salud de Estados Unidos, la más importante de
los últimos 50 años, no logró evitar que ese sistema siga
siendo el más caro e ineficiente del mundo.
Se multiplican en todas partes las iniciativas y esfuerzos
para mejorar y ampliar el sistema de salud o crear otras
25
Rebelarse desde el nosotrxs - Gustavo Esteva
opciones fuera del sistema, pero al mismo tiempo se
extiende una nueva actitud, que no sólo se concentra en
remedios o terapias alternativas sino en una redefinición
de la forma de determinar en qué consiste estar bien y
en nuevas concepciones sobre el cuerpo y el alma. Se
trata de una actitud radicalmente novedosa, aunque se
apoya en antiguas tradiciones. La postura ante la fiebre
puede ser símbolo o metáfora de lo que se está haciendo.
Si se permite al cuerpo que por ese medio enfrente la
situación, cuidando de no rebasar ciertos límites de
temperatura, la mayor parte de las infecciones que nos
aquejan se curarán y nuestro sistema de defensas se habrá
fortalecido. Si a los tres días la infección persiste, habrá
que recurrir a antibióticos u otros remedios y examinar lo
que está pasando con nuestro sistema inmune y nuestro
funcionamiento general.
La construcción zapatista aparece de nuevo como una
sólida ilustración del camino así abierto. Partieron de una
situación en extremo delicada, cuando muchas personas
morían cotidianamente de enfermedades curables. En
su construcción autónoma han estado combinando sus
saberes tradicionales y prácticas más sanas con recursos
contemporáneos de alta calidad. Sus clínicas han estado
ganando un sólido prestigio, y no es raro ver que un
paciente priísta o de otra denominación acude a una
clínica zapatista, frustrado por la mala o nula atención
que recibe en el sistema oficial.
Comer
Se ha llegado a un punto en que, como ha apuntado Eduardo
Galeano, quien no tiene miedo al hambre tiene miedo de
26
Tiempos de indignación, tiempos de reflexión
comer: mil millones de personas se van cada día a la cama
con el estómago vacío y se fortalece la conciencia de los
ingredientes dañinos de los alimentos que se ofrecen en
el mercado. La urbicultura –producir los alimentos en las
ciudades- y la concertación de arreglos entre campesinos
y productores urbanos es ya una corriente vigorosa de
acción que define una tendencia. Cuba es en la actualidad
el campeón mundial de la agricultura orgánica y la
mitad de lo que consumen los habitantes de las ciudades
se produce en ellas. La urbicultura empieza a tomar la
intensidad de una epidemia en muchos países y se avanza
cotidianamente en su construcción.
Del 9 al 13 de junio de 2013 se realizó en Yakarta la
6ª. conferencia internacional de Vía Campesina, que
celebró sus 20 años de lucha. Se trata de la organización
campesina más grande de la historia. Es el movimiento
social de mayor tamaño del mundo actual. Estuvieron ahí
representantes de 183 organizaciones de 88 países. Lo que
acordaron tendrá repercusiones inmediatas, de enorme
relevancia. Pero su conferencia pasó de noche para los
medios. No existió.
El hecho corresponde en parte al prejuicio contra los
campesinos: no deberían existir; su desaparición ha sido
reiteradamente anunciada por la izquierda y la derecha,
como resultado inevitable de la modernización. Pero ahí
están y son más que nunca. El prejuicio atribuye también
a la agricultura industrial y a los monsantos del planeta
la producción actual de alimentos. Pero la agricultura
campesina, el pastoralismo y la pesca artesanal siguen
siendo la principal fuente de alimentos en el mundo.
Según algunos especialistas, generan hasta 70% de lo que
hoy comemos.
27
Rebelarse desde el nosotrxs - Gustavo Esteva
Vía Campesina forjó hace tiempo consenso sobre una
nueva definición de la soberanía alimentaria: debemos
definir por nosotros mismos lo que comemos, en vez de
que lo determinen por nosotros el mercado o el Estado,
y debemos producirlo nosotros mismos. Y es lo que la
organización está haciendo e impulsando en el mundo
entero.
El Llamamiento de Jakarta que se publicó el 13 de junio
merece consideración detenida. Empieza con un llamado
urgente “a tejer hilo a hilo la unidad a nivel global entre
organizaciones del campo y la ciudad para participar
activa, propositiva y decididamente en la construcción de
una nueva sociedad, basada en la soberanía alimentaria,
la justicia y la igualdad… Hoy más que nunca otro mundo
es urgente y necesario. La destrucción de nuestro mundo a
través de la sobrexplotación y desposesión de los pueblos
y la apropiación de los bienes naturales están produciendo
la actual crisis climática y profundas desigualdades que
amenazan a la humanidad en su conjunto y a la vida
misma. La Vía Campesina dice un rotundo NO a esta
destrucción impulsada por las corporaciones.”
El Llamamiento recuerda que Vía Campesina articuló su
visión radical de la soberanía alimentaria en Tlaxcala, en
1996, cuando estableció que campesinas y campesinos
tendrían un papel central “en los procesos de resistencia
a la agenda de comercio neoliberal y en la construcción de
alternativas.”
Vía Campesina reconoció la gravedad de la crisis
sistémica actual, “la mayor de la historia”, una crisis que
“está llevando al colapso en muchas partes del mundo.”
Ante ella, la organización reitera su rechazo al capitalismo,
28
Tiempos de indignación, tiempos de reflexión
cuyo agresivo flujo financiero y especulativo genera
“acaparamiento de tierras, expulsión de campesinas
y campesinos de su tierra, y la destrucción de pueblos,
comunidades, culturas y ecosistemas, creando migraciones
y desempleo masivos”.
Los Altos de Chiapas sufrían repetidas hambrunas
desde los años sesenta. La gente se moría de hambre
y enfermedades curables, muchas de ellas vinculadas
a la desnutrición. Desde que los zapatistas tomaron
posesión de sus tierras recuperadas, en 1994, el hambre
desapareció de su territorio. Han logrado un alto nivel de
autosuficiencia y exportan lo necesario para adquirir lo
que requieren en el mercado.
Hacer
La ética protestante, la tradición judeo-cristiana y la
devoción por el proletariado han sido vehículos para la
idolización del trabajo. Se ha perdido por completo de
vista el origen etimológico de la palabra: tripalium, un
instrumento de tortura, aunque muchas personas están
conscientes de que el trabajo que realizan es una forma
de tortura. Desde Marx adquirimos conciencia de la
doble enajenación asociada con el trabajo en la sociedad
capitalista: los frutos de nuestro trabajo se nos hacen
ajenos, se nos expropian, se nos enajenan, y la actividad
creativa misma, lo que hacemos con manos y cabeza,
escapa a nuestro control e incluso a nuestra comprensión.
Sin embargo, el trabajo, el empleo, esa forma de tortura,
es actualmente condición de supervivencia para cientos
de millones de personas. Muchas manifestaciones de
trabajadores en estos años de vacas flacas han estado
saliendo a la calle para sostener que hay algo peor que
29
Rebelarse desde el nosotrxs - Gustavo Esteva
ser explotado por el capital: no ser explotado. Indagan
por algún capitalista disponible, que los pueda atar de
nuevo a la noria capitalista. Al exigir que se les devuelvan
las condiciones que se les han quitado expresan también
su dependencia de ellas, la medida en que se les han
convertido en condición de supervivencia.
La “tregua de clases”, la relativa estabilidad que se
mantenía, surgía de un pacto social en que los trabajadores
generaban la ganancia de los capitalistas, con su fuerza
de trabajo, a cambio de que éstos generasen empleos. La
tregua se ha roto. Los trabajadores generan más ganancias
que nunca, mientras los capitalistas generan cada vez
menos empleos.
En el actual camino al desastre se extiende la
convicción de que no habrá empleos suficientes. Muchas
personas no podrán volver a tener un empleo y otras,
que nunca lo han tenido, descubrirán que es imposible
conseguirlo. Esta circunstancia representa un auténtico
drama para muchísimas personas, pero también aparece
como oportunidad de emancipación. Otras muchas están
descubriendo que en vez de un empleo esclavizante y
agotador es posible realizar actividades creativas que
generan dignidad e ingreso y permiten construir en
autonomía una forma de vida diferente…que busca su
definición más allá del capitalismo.
En todas las esferas de la vida cotidiana, en todas partes
del mundo, se registran empeños que representan una
transgresión cultural, iniciativas que se apartan del
patrón normal, comportamientos disidentes. Realizarlos
no es fácil. Dice bien el viejo dicho: Roma no se hizo
en un día. La nueva sociedad, que está surgiendo como
30
Tiempos de indignación, tiempos de reflexión
siempre en el vientre de la antigua es una construcción
lenta y parsimoniosa, que avanza a su propio ritmo, sin
pausa pero sin prisa. No es un gran evento repentino o
un suceso espectacular lo que produce los cambios. La
toma de la Bastilla o del Palacio de Invierno, la caída
del muro de Berlín o el Grito de Dolores se convierten
con el tiempo en símbolos de las revoluciones…pero no
lo fueron. Muchos otros acontecimientos semejantes se
perdieron en el vacío, se disolvieron en la nada. Sólo
permanecen en la memoria aquellos que ocurrieron
dentro del contexto del verdadero cambio, el que
realizaron los hombres y mujeres ordinarios en su vida
diaria. Por pequeño que sea, el avance cotidiano, el
empeño limitado de todos los días, lo que inventamos
o creamos con amigos y vecinos por razones de estricta
supervivencia o en nombre de antiguos ideales, es lo que
puede representar un cambio verdadero y profundo.
Decía Paul Goodman: “Supongamos que la revolución
de la que hemos estado soñando y hablando haya ocurrido
ya. Supongamos que nuestro lado ganó y que tenemos
el tipo de sociedad que deseábamos. ¿Cómo viviría
cada uno de nosotros, personalmente, en esa sociedad?
¡Empecemos a vivir así ahora! Y cuando nos topemos
con obstáculos, cosas o personas que no nos permitan
vivir de esa manera, entonces busquemos formas de
pasar por encima o por debajo de esos obstáculos, o de
hacerlos a un lado, y así nuestra política será concreta y
práctica.”
La construcción zapatista no es, no ha sido nunca, una
utopía. Utopía es lo que no tiene lugar en este mundo…y
por eso se proyecta en el futuro. Los zapatistas han tenido
siempre su lugar, aunque lo que hacen, en su vigoroso y
31
Rebelarse desde el nosotrxs - Gustavo Esteva
valiente empeño cotidiano, no tenga aún el nombre que le
corresponde.
Una de las dimensiones principales de la lucha actual se
está librando en el ámbito de las palabras y las miradas.
Somos las palabras que usamos. Según nuestras palabras,
así vemos, así experimentamos la realidad. Pero no hay
ya personas inocentes. No estamos como tabula rasa,
como página en blanco: hemos sido sistemáticamente
colonizados y nuestro vocabulario está lleno de palabras
ajenas. Cabezas y corazones han sido moldeados desde
afuera, en un troquel que al homogeneizar subordina y
limita. Desde la Segunda Guerra Mundial, además, nuestro
lenguaje fue invadido por palabras amiba, palabras sin
denotación específica pero llenas de connotaciones,
palabras que desplazan a las buenas y sólidas palabras
del lenguaje llano y local con que nos hablamos e instalan
en su lugar otras cuyo significado preciso ignoramos pero
sospechamos que los expertos lo conocen y damos por
ciertas sus innumerables connotaciones.
Todo un capítulo de nuestro lenguaje se ha construido
en torno a la idea del individuo, del yo y el tú, de los
átomos homogeneizados que se supone somos y que
sólo forman un “nosotros” por su adscripción o afiliación
a categorías abstractas: las de su sexo, nacionalidad,
religión, ideología… Nosotras las mujeres, nosotros los
mexicanos o los católicos o los marxistas… Como ese
“yo” artificial y construido se pierde en las masas de
átomos de esas categorías abstractas, como cada uno
de los “yoes” parece condenado a existir en la condición
efímera a estable del papel o condición en que se encuentra
–pasajero 3B de un avión, estudiante o maestro, cajero o
consumidor, trabajador o patrón, actor o espectador…-,
32
Tiempos de indignación, tiempos de reflexión
se intensifica la necesidad de luchar por la configuración
y reconocimiento de una identidad propia y única del
individuo que consideramos ser, lo que inevitablemente
se convierte en la batalla feroz del individualismo…
Podemos pensarnos como individuos, experimentar el
mundo como individuos, poner la vida entera al servicio
de ese individuo que creemos ser –al servicio de la
salvación de su alma o de su acumulación de riquezas
materiales o de prestigio…pero no podemos propiamente
ser individuos. Somos nudos de redes de relaciones
concretas: eso define nuestra condición existencial. Cada
yo es un nosotros, aunque no lo sepamos o reconozcamos.
Desde la sociedad individualista dominante, incluso en las
sociedades que han llevado a su extremo esa condición,
ha surgido el empeño de abandonarla radicalmente: se ha
estado volviendo insoportable. Se busca ahora recuperar
ámbitos de comunidad o crear otros nuevos, a fin de vivir
cotidianamente en el “nosotros” que realmente somos.
Los empeños se ubican en tres categorías diferentes:
• El cercado de los ámbitos de comunidad (the enclosure
of the commons) que marcó el principio del capitalismo
y continuó a lo largo de toda su historia nunca se
completó: muchos ámbitos de comunidad resistieron
el cercamiento y conservaron su condición física y
social. Todos ellos se encuentran afectados por los
embates sistemáticos del mercado y el Estado para
disolverlos y por el virus del individualismo que afecta
inevitablemente a sus integrantes. Su empeño actual
consiste en la regeneración, en afirmarse en lo que
todavía tienen, en hacer recuento de los daños y en
repararlos, introduciendo elementos de renovación y
enriquecimiento.
33
Rebelarse desde el nosotrxs - Gustavo Esteva
• Numerosos grupos que perdieron sus tierras y
territorios, en procesos de colonización o en los estados
independientes, han estado encontrando ahora la
oportunidad de recuperarlos y lo están haciendo en
escala sorprendente. Muchos de los intentos pasan
a menudo desapercibidos, a pesar de su magnitud e
importancia: los pueblos indios de Perú, por ejemplo,
han recuperado alrededor de un millón de hectáreas,
una por una, silenciosamente, y actualmente producen
40% de los alimentos del país.
• Millones de personas de todo el mundo carecen ya
por completo de ámbitos de comunidad y parecen
confinados a la condición individual (e individualista)
que se impone en las ciudades. En esos espacios, sin
embargo, florece también un intenso movimiento
para la creación de nuevos ámbitos de comunidad.
Aunque la forma en que se toman y consolidan las
iniciativas es muy diverso, se observa con frecuencia
que la amistad es la argamasa, la materia, en la que
puede asentarse un nuevo ámbito de comunidad.
De amistades profundas y prolongadas emanan los
impulsos que articulan formas de organizarse y vivir
que definen una innovación sociológica y política que
se extiende y reproduce en forma capilar por el tejido
urbano.
Todas estas formas de resistencia, que se muestran
actualmente como ebullición desconcertada, se convierten
cada vez más en una forma de vivir. “Vivir es luchar”, dicen
a menudo los compas en las comunidades zapatistas. Es
como el aire que respiramos, una manera de estar en el
mundo, que expresa simultáneamente la afirmación de la
34
Tiempos de indignación, tiempos de reflexión
dignidad propia, un orden social compartido y autónomo
creado por quienes lo forman- y el gozo de estar vivo.
Cada vez más, se extienden y profundizan los esfuerzos
de concertar esos empeños dispersos y heterogéneos que
tienen abundantes denominadores comunes.
Quehaceres inmediatos
A partir del 21 de diciembre de 2012, cuando los zapatistas
ocuparon pacíficamente los mismos espacios de las
ciudades que tomaron durante su insurgencia del 1º de
enero de 1994, anunciaron una serie de iniciativas en que
de nuevo exponen todo lo que han construido y desafían
radicalmente al sistema dominante. Una vez más, plantean
prácticamente lo que significa el principio: “Para todos
todo, nada para nosotros”. De este modo han quedado
a la vista un conjunto de deberes que nos comprometen:
Primer deber: Defender el zapatismo
Defender el zapatismo, en la actualidad, es defender-nos.
El zapatismo ha dejado de pertenecer a los zapatistas.
Por una parte, existe hoy un conjunto de iniciativas, en el
mundo entero, que han recogido el espíritu del zapatismo y
a su propia manera, con su propio estilo, adoptan la postura
de dignidad cuya expansión desafía a todos los regímenes
políticos y económicos existentes. Tales iniciativas les
pertenecen a quienes las toman, no a un grupo o una
ideología. Por otra parte, la experiencia de los zapatistas
en los Altos de Chiapas pertenece sin duda a quienes han
puesto en ella la vida…pero se ha convertido también
en un patrimonio común: es el símbolo de las luchas
antisistémicas que han estado reconociendo el carácter
35
Rebelarse desde el nosotrxs - Gustavo Esteva
pionero del zapatismo, que habría despertado a todos.
Segundo deber: Actuar
Se trata, cada vez más, de un asunto de estricta
supervivencia: necesitamos actuar, en la escala o la
trinchera que a cada quien le corresponda, pero actuar.
Y necesitamos hacerlo “a conciencia” – lo que significa
tener claridad sobre el sentido de lo que se está haciendo,
cuál es su implicación. Se trata de saber si los tomates
que se cultivan en el techo o el patio trasero de una casa
son tomates reaccionarios o tomates revolucionarios, o sea,
si resultan estar al servicio del sistema y se ocupan de su
reproducción, o representan una alternativa radical que lo
desafía. ¿Se mantienen aún en el marco de la construcción
individual/individualista? ¿Se trata solamente de seguir una
moda o de ocuparse del propio interés? ¿Se mantienen en
el marco de las relaciones sociales dominantes? Aunque
sea valioso en sí mismo cultivar tomates en cada casa,
aunque hacerlo puede tener múltiples efectos positivos en el
ambiente, la sociedad y la cultura, los tomates nacidos de ese
cultivo pueden ser reaccionarios o meramente conservadores.
Cuando ese cultivo casero tiene un claro “nosotros” al cual
referirse, cuando corresponde a la creación o recreación
de ámbitos de comunidad, cuando contiene el impulso de
afirmar una dignidad que desafía el sistema existente en la
práctica concreta y cotidiana, los tomates podrán tener un
claro potencial revolucionario, aunque no se atrevan aún a
decir su nombre. La acción del día, lo que hoy necesitamos
hacer, ha de tener un claro signo de resistencia, que por una
parte defienda lo propio –tierra, territorio, cultura, vida…- y
por otra parte tenga un carácter antisistémico por la medida
en que instala en el presente un embrión de porvenir y es un
anticipo material de la sociedad por venir que desmantela los
cimientos del sistema político y económico aún dominante.
36
Tiempos de indignación, tiempos de reflexión
Tercer deber: Signo antipatriarcal
El anticapitalismo es hoy antipatriarcado…y no puede ser
de otra manera. El patriarcado no es un régimen del pasado
ni algo que se resuelve con cuotas de falsa igualación
entre personas de distintos sexos. Es patriarcal el sistema
dominante. Ha sido patriarcal el diseño occidental de los
últimos cinco mil años, que llega a su expresión suprema, la
más dañina y peligrosa, con la modernidad y el capitalismo.
Al plantearse hoy el colapso de la civilización occidental se
plantea de manera central el colapso del patriarcado, que ha
permeado cabezas y corazones, las mentes y los cuerpos, lo
mismo de hombres que de mujeres.
Más allá de todo empeño igualitario ante la discriminación
y opresión que han sufrido y siguen sufriendo las mujeres,
se trata de reinventar la sociedad para dejar atrás el sexo
económico y el principio de la escasez, a fin de fundar la
nueva sociedad en otros principios. Como ha dicho Julieta
Paredes, de la misma manera que la expresión “clases
sociales” contiene una denuncia de la explotación de una
clase por la otra, la palabra “género” expresa una denuncia
de la opresión de las mujeres por los hombres. La nueva
sociedad, más allá del capitalismo, necesita fundarse más
allá de las clases sociales y del género. Hemos de construirla
con otros fundamentos.
En medio del horror, cayendo aún por el abismo insondable
al que se nos ha empujado, ha estado naciendo la nueva
sociedad. Los primeros burgueses y proletarios murieron sin
saber que lo eran: habían creado ya las relaciones sociales
que definirían al capitalismo, pero sus cabezas estaban
aún atrapadas en el régimen que estaban disolviendo. No
37
debemos permitir que nos ocurra algo semejante. De hecho,
no tenemos esa oportunidad. Ante la caída del régimen
dominante, por sus propias contradicciones y por nuestras
luchas, se está intentando poner en su lugar otro aún peor.
La única opción es abrir bien nuestros ojos y miradas, limpiar
a fondo nuestras orejas, para poder ver-nos y reconocer-nos
en el empeño de transformación que ha empezado a crear el
mundo nuevo.
San Pablo Etla, julio de 2013
Ya estamos en camino,
haciendo otros mundos1
Jérôme Baschet
Rebelarse desde el nosotrxs - Jérôme Baschet
“Nuestra lucha es pensamiento en acción
y es pensamiento desde el suelo”
Abahlali base Mjondolo
(Movimiento de los
“habitantes de las casas de cartón”,
Sudáfrica)
“Las cosas difíciles de hacer en el mundo
deben de emprenderse en el momento de su facilidad;
las cosas más grandes en el mundo
deben de emprenderse en la fase
de su pequeñez” Mencio
(discípulo de Confusio,
370-289 antes de nuestra era)
Y
a hemos empezado. Ya estamos en camino.
Nuestro NO al capitalismo, nuestro NO a la
maquinaria enloquecida de la producción-para-laproducción, que provoca destrucción, injusticia, ecocidio
y nos despoja de la posibilidad de vivir humanamente
ya es irremediable. Empezamos a traducirlo en actos, en
actitudes, en formas de ser y compartir. Bien sabemos que
el camino es largo y quizás ni siquiera logremos entender
plenamente lo que abre ese NO a la sociedad capitalista,
al mundo de la mercancía, al reino del dinero. Pero ya
empezamos a caminar, sin certidumbre, preguntando,
preguntándonos, con la convicción de que otros mundos
pueden florecer y con la esperanza de que puedan
sustituirse a la globalidad capitalista.
1
El texto que aquí publicamos es una versión ampliada de la ponencia
presentada dentro del Tercer Seminario internacional de reflexión y análisis
“...Planeta Tierra: movimientos antisistémicos”, San Cristóbal de Las Casas,
Cideci-Unitierra, 30 de diciembre de 2012 - 2 de enero de 2013.
40
Ya estamos en camino, haciendo otros mundos
En este caminar, hay pasos más grandes, como los que
los pueblos zapatistas han dado desde el 1 de enero de
hace casi 19 años que nuevamente venimos a celebrar
aquí, en Cideci-Unitierra; y hay otros más pequeños. Todos
son importantes; ninguno puede ser despreciado, por
ínfimo que sea. Quisiera hablar de esos pasos de distintos
tamaños, empezando por los más modestos.
Lo que hacemos y podemos hacer es crear espacios
liberados. No necesariamente son espacios físicos, ni
tampoco son totalmente libres de la dominación capitalista.
Pero están en proceso de serlo (o bien, de por sí, están
libres y luchan para no dejar de serlo). Para empezar, es
muy importante darnos cuenta de los espacios liberados
(o libres, todavía) que ya tenemos. De hecho, para que la
sociedad capitalista pueda reproducirse, ha sido necesario,
por lo menos hasta ahora, que subsistan en ella relaciones
sociales no capitalistas. Vivimos en el sistema capitalista,
pero nuestros vínculos de compañerismo, de amistad, de
amor, nuestra intimidad y nuestros sueños, no se rigen,
por lo menos enteramente, por normas capitalistas. De
no ser así, la vida en el mundo capitalista, que de por
sí es insoportable, se volvería literalmente imposible. Si
tomamos consciencia de eso, podemos identificar los
lugares y tiempos en donde se dan estas relaciones no
(totalmente) capitalistas para colocar ahí mentalmente la
bandera “espacios libres”. Este gesto puede ayudarnos a
tomar conciencia de la existencia de estos espacios, de
su importancia, y así defenderlos con más energía, pues
están en proceso de ser invadidos y colonizados por las
categorías de la sociedad de la mercancía, por la angustia
del trabajo (o de la falta de trabajo), por la preocupación
del dinero (en este mundo, uno vale lo que gana), por
las incitaciones a consumir, por las pantallas de la des41
Rebelarse desde el nosotrxs - Jérôme Baschet
comunicación, por las reglas mortíferas de la competencia
(adaptarse o desaparecer), por los estereotipos de vida,
por el egocentrismo, la falta de atención a los demás, etc...
Estos espacios que de por sí existen tienen que defenderse,
pues se van contaminando y restringiendo, al igual que
los espacios libres que los pueblos indígenas han sabido
mantener, a través de cinco siglos de imposición colonial,
en torno a sus prácticas comunitarias y sus cosmovisiones
y que hoy en día son brutalmente agredidos por los
avances del capitalismo depredador. El primer paso,
entonces, es tomar consciencia de los espacios libres,
no capitalistas o no del todo sometidos a la lógica de
la mercancía, que todavía existen y asumirlos como la
parte de nosotros a partir de la cual podamos resistir a
la dominación capitalista y empezar a recuperar nuestra
capacidad de hacer y nuestra libertad 2.
A partir de ahí, se puede seguir empujando alrededor
nuestro, para contener la presión de la realidad
sistémica y ganar más “espacios liberados” (o liberar
más profundamente a los que ya tenemos). En esto, hay
múltiples escalas. La tarea empieza desde lo personal, lo
familiar, los pequeños colectivos que podemos formar
con algunos vecinos o compañeros.
Para quienes vivimos en las ciudades y estamos
incitados a asumir patrones de consumo intensivo,
podemos empezar a desapegarnos de muchas supuestas
necesidades. El capitalismo necesita especialmente dos
cosas de nosotros: trabajo y consumo; y podemos tratar
de reducir nuestra cooperación en ambos registros.
Buena parte de las grandes corporaciones nacionales
o transnacionales realizan sus ganancias en base a los
millones de gestos de los consumidores y nosotros
42
Ya estamos en camino, haciendo otros mundos
podemos, por lo menos en parte, dejar de comprar sus
productos, con más razón si nos damos cuenta que
su producción y distribución resultan dañinas para el
medioambiente y la salud humana. Podemos consumir de
otra forma, haciendo más cosas por nosotros mismos en
lugar de comprarlas, o comprando a productores locales
y no a grandes empresas (lo que, además, reduce la
contaminación generada por el trasporte de mercancía).
Luchar en nosotros mismos y en nuestro alrededor
(también inventando, en la medida de lo posible, formas
más ofensivas y más originales que las tradicionales
campañas de boicot) en contra de las formas de consumo
que contribuyen a la reproducción del capitalismo es
una parte importante – si bien insuficiente – de nuestro
caminar hacia fuera de la sociedad de la mercancía 3.
Como parte del mismo proceso, podemos explorar cómo
reducir nuestro sometimiento a las formas de trabajo
impuestas por el capitalismo y, más aún, deshacernos de la
ideología del Trabajo, que nos hace creer que este es la única
manera no sólo de sobrevivir sino de existir socialmente.
Y podemos recuperar nuestra capacidad de hacer. Esto
empieza con dejar de comprar refresco o jugo industrial
y (volver a) hacer una agua de fruta; se expresa también
con el hecho de cultivar algunos alimentos, inventando
un espacio para eso, por pequeño que sea, incluso en las
ciudades. Pero nuestro hacer no se limita a la producción
de alimentos. También, podemos empezar a fabricar otros
objetos y proponer servicios útiles para los demás. Quizás,
como un primer paso, podamos mantenernos en parte
en las relaciones laborales sistémicas e inventar otras
actividades al lado de ellas. Hay muchos caminos para
hacer por nosotros mismos y reducir poco a poco nuestra
cooperación a la reproducción del capitalismo.
43
Rebelarse desde el nosotrxs - Jérôme Baschet
La creación-defensa-expansión de nuestros espacios
liberados inicia desde lo más pequeño y puede ampliarse
a todos las formas de organización tal como las que ya
existen en las comunidades, colonias, barrios, casas
ocupadas, colectivos de medios libres, movimientos de
resistencia para el uso de la luz, así como en muchas
otras luchas que se están haciendo presentes a lo largo
de este Seminario internacional. Y también podemos
tejer redes más amplias, para compartir experiencias y
aprender entre muchos, para conocernos mejor. Se trata
también de prepararnos – es decir de ponernos bien
listos, en todos los sentidos – para esos momentos en
los cuales las dignas rabias contenidas se encuentran
y se liberan, desmultiplicando la capacidad de acción
colectiva y haciendo posible ganar o recuperar espacios
liberados mucho más amplios.
Una cosa muy importante que hace el valor de
nuestros espacios liberados es que permiten empezar
a experimentar otras formas de vida y otras relaciones
sociales. Se trata de fortalecer contra-conductas
basadas en la igualdad de género, el sentido de la
proporcionalidad, la cooperación y el respeto al colectivo.
Es una tarea decisiva, pues uno de los mayores enemigos
de los movimientos antisistémicos es interno y tiene
que ver con los desastres que provocan subjetividades
moldeadas por los valores de la sociedad capitalista :
predisposición para las luchas de poder más que para
la cooperación; actitudes de dominación/sumisión
que fomentan formas de organización jerarquizadas,
individualismo e hipertrofia de los egos, ansiosos por
tener la razón sobre los demás más que preocupados por
elaborar posiciones comunes. Entonces, ¿cómo construir
un mundo otro con subjetividades tan conflictivas y
44
Ya estamos en camino, haciendo otros mundos
competitivas? Es por eso que los espacios liberados,
en la medida en que permiten alejarse de las formas
de ser requeridas por la sociedad de la competencia y
fortalecer subjetividades cooperativas, son propiamente
determinantes para futuros avances. La lucha contra
el capitalismo inicia en nosotros mismos, en nuestras
maneras de relacionarnos, en nuestra forma de ser y hasta
en lo más íntimo de nuestros conflictos interiores. Es una
lucha, a la vez personal y colectiva, para descapitalizarnos.
***
Son necesarias dos aclaraciones. Primero, no se
trata de crear islitas en donde se podría esperar vivir
tranquilos, protegidos de los horrores del mundo actual.
Hay experiencias de desapego al sistema que parecen ir
en esta dirección, y pueden tener sus virtudes. Pero no
se trata de crear refugios de vida cómoda (para quienes
tienen los recursos necesarios) o nichos de supervivencia
(para quienes no los tienen). Si no quieren perder
su dimensión anticapitalista, los espacios liberados
no pueden preocuparse únicamente por su propia
construcción, sin ver que, en sus alrededores, la ofensiva
de despojo y desposesión del capitalismo – la guerra
contra la subsistencia – sigue avanzando, adueñándose
de cada vez más territorios y recursos, para difundir
los cultivos transgénicos, para ampliar la explotación
minera, para desarrollar megaproyectos contra los cuales
la resistencia va creciendo, con la conciencia de que no
se trata solamente de defender un lugar de vida sino
también de frenar la lógica productivista que el sistema
capitalista necesita para reproducirse pero que resulta
sin sentido (más allá de la mera búsqueda de ganancia).
Entonces, no es posible elegir entre construir algo nuevo
45
Rebelarse desde el nosotrxs - Jérôme Baschet
y luchar en contra de lo existente. Caeríamos en un falso
debate al oponer una actitud que busca enfrentar al
capitalismo (para resistir a sus avances y eventualmente
destruirlo) y otra que sólo pretendería hacer florecer una
realidad diferente, nuestra. De hecho, a menos de caer en
la trampa de los nichos de sobrevivencia o de vida cómoda,
los espacios liberados son espacios de combate, que han
de ganarse y defenderse, y que dependen de las luchas que
en todas partes resisten a los embates depredadores del
capitalismo. Los espacios liberados no pueden mantenerse
y crecer sin chocar, de una forma o de otra, con lo que les
rodea. Construir (otra cosa) es intrínsecamente oponerse
a, luchar en contra. La opción del “construir desde ya”
mueve el tablero y abre nuevas opciones, pero no nos libra
de la cuestión de la conflictividad. Pueden configurarse
de diferentes maneras pero no pueden separarse las tres
puntas del triángulo: resistir, enfrentar, construir.
La segunda observación es que nuestros espacios
liberados no son del todo liberados. John Holloway ha
insistido en esto: nuestras grietas no son puras y tienen
severas limitaciones 4.
Sufren hostigamiento y represión. Se debilitan por los
conflictos que aviva la reproducción de formas de ser propias
de la sociedad de la mercancía, tal como el individualismo
posesivo, las actitudes competitivas, la incapacidad de
escuchar, etc. Y, sobre todo, se enfrentan a la falta de
recursos: falta de dinero para cubrir las necesidades, falta
de producción para acceder a los mercados, falta de acceso
a los mercados para los productos... Significa que los
esfuerzos para crear, defender y dilatar espacios liberados
tienen que luchar en permanencia en contra de la presión
que ejerce sobre ellos, y adentro de ellos, la fuerza de la
46
Ya estamos en camino, haciendo otros mundos
síntesis capitalista. En muchos casos, esta presión lleva al
debilitamiento, al desánimo, a la implosión.
Es que hay un tope fuerte. Podemos descapitalizar
en cierta medida nuestra mente y nuestra subjetividad.
Podemos desapegarnos de varias adicciones capitalistas.
Podemos recuperar nuestra capacidad de hacer por
nosotros mismos. Pero no desaparece tan fácilmente la
raíz de la heteronomía radical propia del capitalismo,
es decir el hecho de que buena parte de los medios de
producción de bienes y servicios, así como el control
de una proporción creciente de los recursos naturales,
están en manos de ELLOS. Es por eso que nuestro hacer
encuentra límites; es por eso que nos faltan recursos y
bienes que necesitamos. Es por eso que nuestros espacios
liberados todavía no pueden serlo del todo.
¿Será, entonces, que tenemos que volver a plantear
la cuestión de los medios de producción de bienes y
servicios? Y ¿será posible hacerlo de manera en parte
renovada? Por un lado, expandir nuestros espacios
liberados implica reapropiarnos ciertos recursos y medios
de producción: es el punto donde el choque con el sistema
se intensifica y es el paso que sólo puede darse en base a
una movilización colectiva muy amplia, si no es que en el
marco de una situación de insubordinación generalizada
(tal como fue el caso a principios de los años 2000 en
Bolivia y Argentina). Sin embargo, hay diferencias claras
con el modelo clásico de la Revolución, que se centraba
por completo en el momento del choque frontal (de ahí
también la centralidad del Estado como herramienta para
recuperar los medios de producción, mediante la reforma
agraria y la nacionalización de las industrias). Ahora,
tratamos de ver y valorar el camino que es posible recorrer
47
Rebelarse desde el nosotrxs - Jérôme Baschet
antes de llegar a este punto, avances más modestos pero
que nos permiten experimentar nuevas capacidades de
hacer que no son las de los grandes medios de producción
controlados por ELLOS. Tenemos que preguntarnos cuáles
son las capacidades productivas que la recuperación de
nuestro hacer nos restituye, es decir que están de por
sí en nuestras manos y, también, cuál es la parte de
los medios de producción controlados por ellos que no
queremos recuperar sino más bien desmantelar5. Estas
observaciones son muy elementales pero bastan para
indicar lo siguiente: podemos plantearnos la cuestión
de los medios de producción de manera parcialmente
renovada, pero no podemos dejar de plantearla6.
Finalmente, podríamos dejar de oponer guiones
(y temporalidades) revolucionarios supuestamente
incompatibles. Estamos entre dos mundos: ver sólo lo
viejo que no termina de morir sería tan inapropiado como
ver sólo lo nuevo que está naciendo. Decir que el nuevo
mundo que queremos ya está es cierto (en especial en
las montañas del sureste mexicano) y al mismo tiempo
engañoso (si lo tomamos demasiado literalmente).
Quizás resulte más pertinente considerar a la vez lo que
ya estamos construyendo en nuestro devenir rebelde o
revolucionario (de no hacerlo, caeríamos en la ceguera y
la desesperación) y lo que todavía falta (de no hacerlo,
estaríamos en riesgo de auto-ilusionarnos)7. Ya no
podemos creer en la Gran Revolución en el futuro, pero
tampoco encomendarnos únicamente a nuestro ser o
hacer en el aquí y ahora. La temporalidad revolucionaria
sólo puede ser múltiple, juntando la inmediatez de lo
que se está construyendo, la inminencia de lo que se
va preparando y la esperanza de lo que todavía no es.
Hablé de espacios liberados de diferentes tamaños.
48
Ya estamos en camino, haciendo otros mundos
Pero apenas mencioné, todavía, a lo que han logrado
construir los pueblos zapatistas a lo largo de estos 19
años y es el ejemplo más notable de espacio liberado que
conozcamos (conociéndose este espacio liberado bajo el
nombre de autonomía). Como escribió Hugo Blanco, es
“la zona liberada del neoliberalismo donde se gobierna
la gente a sí misma”8, seguramente una de las más
importantes a nivel planetario. Por eso, es referente y
fuente de inspiración, desde hace 19 años, para muchos
movimientos antisistémicos y para muchas personas en
todo el mundo. Por eso, están agredidas las comunidades
zapatistas de tantas maneras. Y no olvidemos que para
construir y defender esta experiencia fue necesario un
levantamiento armado: eso fue el precio para crear un
espacio liberado, autónomo, de tal magnitud. Fue con el
eco del fuego, con la inteligencia de la palabra y con la
fuerza de la dignidad como se pudo defender y expandir
a lo largo de 19 años, hasta la marcha de la gran serpiente
del 13 Baktun (21 de diciembre), hasta hoy, hasta lo que
sigue. Y también es de mencionar que los zapatistas no se
han cansado de recordarnos que la autonomía no hubiera
podido conquistarse sin la recuperación de los medios de
producción, en este caso de la tierra9. Pero se puede añadir
que la otra vertiente de la autonomía se construyó en base
a la expansión de la propia capacidad de hacer, en especial
en las tareas educativas, de salud, de comercialización, de
comunicación, sin olvidar la de ser gobierno y ejercer la
justicia, asumida de manera rotativa por las autoridades
autónomas.
Es a partir de esta experiencia y los demás procesos
autonómicos (en Cherán o en otras partes de México y
Abya Yala10) como podemos replantearnos las preguntas
que surgen a la hora de empezar – no en el futuro sino
49
Rebelarse desde el nosotrxs - Jérôme Baschet
en el presente de nuestro caminar desde ya – a reflexionar
colectivamente de qué manera puede organizarse una
sociedad no capitalista11. No se trata de volver a trazar de
antemano los planes de un mundo perfecto sino solamente
de acordar algunos principios elementales que derivan del
carácter no capitalista de lo que anhelamos y que abren
hacia una multiplicidad de posibilidades concretas.
• Se trata de experimentar modalidades de autogobierno liberadas de la forma-Estado, para acordar
las decisiones necesarias para la vida colectiva. La
autonomía supone una organización que parte desde
abajo, sosteniéndose fundamentalmente en las
asambleas locales de comunidades, barrios, comunas,
así como en su capacidad para coordinarse a distintas
escalas supralocales. Esto es lo que están haciendo
los municipios autónomos zapatistas, las Juntas de
Buen Gobierno, y es lo que también podría hacerse a
escalas más amplias.
• Si en la sociedad capitalista, el frío corazón de la
“síntesis social” es la búsqueda de ganancia, la
expansión del valor, el crecimiento sin límite de las
actividades productivas, la centralidad de la economía
que impone sus normas a todos los aspectos de la vida,
romper con esto no puede limitarse a un cambio en el
régimen de propiedad de los medios de producción ni
a una repartición justa de los excedentes productivos12.
Implica no sólo restringir el “lugar” y el impacto social
de las actividades productivas, destruir el motor del
productivismo capitalista que es la lógica de expansión
del valor (y la ganancia) y el sometimiento generalizado
al Trabajo, sino sobre todo obliga a redefinir los
fundamentos de la vida social, sus principios y
50
Ya estamos en camino, haciendo otros mundos
su razón de ser, por fuera de las determinaciones
económicas. Es ahí donde el “buen vivir” para todos
y en el respeto de la Madre Tierra, que proponen
los pueblos indígenas de Abya Yala, constituye una
aportación teórico-práctica de extraordinario alcance.
Es una manera tremendamente pertinente de hacer de
la elección en cuanto a la forma misma de la vida el
corazón sensible de la organización colectiva. Plantea
la autoinstitución de los colectivos ecosociales, en base
a los principios de justicia, solidaridad y cooperación,
en la simplicidad material y en la plena realización
de las capacidades creativas, sentipensantes e
interpersonales de cada una/uno de sus miembros.
Esto implica, al opuesto de la cada vez más absurda
y destructora expansividad productiva propia del
capitalismo, una limitación de las tareas productivas,
que tienen que acordarse y asumirse colectivamente
en función de las formas de vida constitutivas del
colectivo, respetando lo ecológicamente prudente y
preservando uno de los bienes más valiosos de los
seres humanos, el tiempo disponible, clave para la
multiactividad creativa y la construcción del buen vivir.
Por lo tanto, en el proceso de construir un mundo no
capitalista, no se trata tanto de tomar los medios de
producción que se encuentran en manos de ELLOS sino
más bien, por lo menos en buena parte, de desmantelarlos
(así como Marx indicaba, en La guerra civil en Francia,
que no se trata de conquistar el aparato de Estado sino
de “destruirlo”). Se trata de reapropiarnos la parte de
las capacidades productivas que pueden ser reorientadas
hacia fines colectivamente asumidas como necesarias,
mientras se abandone y destruya a las otras. Esta doble
operación es importante no sólo en su dimensión de
51
Rebelarse desde el nosotrxs - Jérôme Baschet
recuperación de ciertos medios de producción sino
también en la medida en que implica disolver la captación
de la fuerza de trabajo para tareas humanamente inútiles
y ecológicamente dañinas, lo que permite reorientar la
capacidad de hacer hacia actividades acordadas como
pertinentes.
• Se trata de “un mundo donde quepan muchos
mundos”, que rompa con la perspectiva unificadora
de la totalidad, predominante en el sistema capitalista
(también bajo la forma del Estado, el Partido, la
Organización, etc.)13. Se trata de dejar florecer un
mundo de la multiplicidad, de las diferencias que
saben proporcionarse, respetarse y enriquecerse
hasta de sus divergencias. Es, por primera vez desde
los orígenes de nuestra especie, el mundo de la
constitución intercultural de la humanidad. Un mundo
de lugares recobrando sus particularidades, un mundo
de memorias abriéndose a sus heterogeneidades. Un
mundo de muchas formas de concebir y poner en
práctica el buen vivir.
• Se trata (aspecto transversal al cual se dedican aquí
pocas palabras a pesar de su carácter fundamental)
de un mundo en donde la igualdad de género es
plenamente realidad, en donde todas las posiciones de
género pueden vivirse sin discriminación, de manera
libre.
***
Construimos. Creamos. Hacemos. Pero tampoco
podemos sobrevalorar los alcances de nuestra acción.
La idea según la cual podemos, mediante la fuerza de
nuestro actuar, cambiar del todo la realidad es una visión
típicamente occidental, que sería oportuno cuestionar. En
el pensamiento chino, por ejemplo, la eficacia no tiene
52
Ya estamos en camino, haciendo otros mundos
que ver tanto con los alcances de nuestra propia acción
sino con la habilidad para captar la potencialidad de las
situaciones, para aprovechar los procesos en curso en
el devenir del mundo14. Esto no implica condenarse a la
pasividad o a la resignación; más bien nos invita a articular
nuestra acción con la comprensión de las dinámicas del
sistema-mundo actual. Por eso, no podemos dejar de
relacionar nuestro caminar con el análisis de la crisis
que afecta al capitalismo, por debajo de la fuerza que
este manifiesta en sus avances aplastantes. Si bien,
lamentablemente, implica más pobreza, más desempleo,
más sufrimientos para mucha gente, la crisis del sistema
capitalista puede llegar, bajo ciertas condiciones, a ser
nuestra oportunidad15.
Algunos analistas, en especial Immanuel Wallerstein,
hablan de una crisis terminal del capitalismo, pues se
agudizan contradicciones consideradas como insuperables.
Pero este planteamiento parece indicar, de nueva
cuenta, la predeterminación de un futuro ineluctable,
como si conociéramos el final de la película (aunque
haya bifurcaciones que dejan abiertas varias opciones
posibles). Quizás implique subestimar la capacidad de
metamorfosis y adaptabilidad del sistema capitalista
y repetir una profecía que ha sido desmentida muchas
veces desde los inicios del siglo 20. Otros plantean que
el capitalismo llega a un límite, sea porque se trata de
un sistema basado sobre un principio de crecimiento
indefinido en un mundo finito (lo que suena imposible),
sea porque el “pico petrolero” (y de las demás energías
fósiles) implicaría el fin de las bases materiales de la
“civilización” capitalista, sea porque los mecanismos
de la acumulación capitalista están demostrando su
agotamiento. Quizás sea así, pero ya no son de esas cosas
53
Rebelarse desde el nosotrxs - Jérôme Baschet
que podamos afirmar a ciencia cierta. Por indispensable
que resulte el análisis de las tendencias en curso (y por
lo tanto de lo que parecen anunciar), nuestra capacidad
de previsión y anticipación ya no puede atribuirse el
carácter de certeza que alcanzaba cuando se creía en
las leyes de la historia. Ya no hay certidumbre; ya no
hay finales preestablecidos. Es verdad: hablar de una
crisis terminal, de un límite absoluto, nos daría más
confianza, más esperanza. Pero sería poco prudente
pensar que el derrumbe del capitalismo es ineluctable,
independientemente de lo que hagamos o no. De hecho,
la cuarta de las tesis del subcomandante Marcos sobre los
movimientos antisistémicos indica que “el capitalismo
no tiene como destino inevitable su autodestrucción,
a menos que incluya al mundo entero”, por lo que no
“colapsará por sí mismo”16.
De cualquier manera, podemos analizar la crisis
como una eventual oportunidad para nuestro caminar
anticapitalista sin necesidad de asumir estas visiones.
Basta, para eso, analizar la crisis como una intensificación
de las dificultades que el capitalismo encuentra para
reproducirse, es decir para generar una cantidad de
valor y ganancia que este a la altura del crecimiento
exponencial de los capitales que se mueven en busca
de su valorización17. Las dificultades de reproducción del
sistema (en su núcleo central que es la expansión del valor)
sólo van superándose mediante “soluciones” que, a su
vez, crean dificultades aún mayores, entre las cuales las
que derivan del deterioro ambiental no son las menores.
En pocas palabras, no podemos hablar con certeza
de una crisis terminal, pero sí de una crisis sistémica
profunda y multidimensional cuya contención provoca
nuevos problemas cada vez más difíciles de resolver. Para
54
Ya estamos en camino, haciendo otros mundos
nosotros, este diagnóstico resulta suficiente. Nos basta
para entender cómo lo que hacemos para crear y ampliar
espacios liberados puede insertarse en un proceso de
debilitamiento progresivo de la reproducción del sistema
capitalista.
Sería inútil volver a presentar aquí las características
de la crisis iniciada en el 2007-2008 y todavía en
curso18. Después de una breve recuperación en 2010, las
perspectivas actuales de la economía mundial son de
un crecimiento muy débil, sin hablar de la zona euro
que, en su conjunto, ha estado en recesión en el 2012
y lo seguirá siendo en el 2013 (y esto es clara señal de
que las cosas no van nada bien, pues el capitalismo no
puede sobrevivir sin crecimiento)19. Otra dimensión de la
crisis es la incapacidad para controlar las deudas de los
estados, en especial en Europa y en Estados Unidos20.
Esta es una característica estructural desde los inicios
del neoliberalismo, pero asumió nuevas proporciones
a raíz de la crisis, por los rescates de descomunal
tamaño, con dinero público, de los bancos y las grandes
empresas21. Existe por lo tanto un círculo vicioso entre el
sobreendeudamiento cuya contención implica políticas
de austeridad y el hecho de que estas políticas limitan
la capacidad de consumo y acentúan las tendencias a la
recesión. De manera más general, sólo se logra sostener
la actividad económica gracias al recurso masivo al
crédito, pero esto es precisamente lo que llevó a la
crisis, pues las famosas “burbujas” terminan explotando
unas tras otras, cuando resulta inocultable el carácter
artificial de la dinámica de crecimiento alimentado por
el crédito (una de la más peligrosas es actualmente la
burbuja inmobiliaria en China, mucho más grande de la
que detonó la crisis en Estados Unidos en 2007).
55
Rebelarse desde el nosotrxs - Jérôme Baschet
Quizás la crisis indique el límite de un modo de
acumulación propio del neoliberalismo, basado en
bajos salarios y endeudamiento tanto privado como
público; pero no tienen cómo salir de él22. Lo que
puede vislumbrarse por debajo de esta contradicción
es la incapacidad sistémica para generar la cantidad
de ganancias suficiente para retribuir capitales en
crecimiento exponencial23. Es impresionante ver cómo ni
el tremendo aumento de la productividad en las últimas
décadas, ni la tremenda presión sobre los salarios
que fue uno de los objetivos centrales de las políticas
neoliberales han sido suficientes para que la inversión
en el sector productivo recupere una clara atractividad 24.
Esto indica una situación crónica de subacumulación y,
más fundamentalmente, una dificultad cada vez mayor
para generar el valor (de cambio) cuya fuente es el
trabajo humano, pues la búsqueda de mayor rentabilidad
y la competencia llevan a sustituirlo por maquinarias25.
Entonces, existe una contradicción cada vez más evidente
entre “la necesidad y la no necesidad del trabajo”26. Y
esto implica una grave alteración del corazón mismo del
capitalismo, es decir en la realización del valor y, por lo
tanto, de la ganancia.
En fin, nuestra esperanza es una apuesta a que se
dé una convergencia entre los esfuerzos que hacemos
para potenciar desde ya nuestros espacios liberados y la
crisis estructural que implica una descomposición de
las categorías fundamentales del capitalismo27. Nuestra
esperanza es que ambos procesos lleguen a entrelazarse
y a fortalecerse mutuamente: que la multiplicación de
nuestros espacios liberados avive las contradicciones
sistémicas, mientras estas abran nuevas oportunidades
para los espacios que vamos construyendo.
56
Ya estamos en camino, haciendo otros mundos
Pero hay un factor más, y decisivo. Es el acelerado
ecocidio provocado por la expansión del productivismo
ciego del capitalismo. Bien sabemos los altos grados
de contaminación del aire, los suelos, los ríos, mantos
acuíferos y mares, provocados por los desechos tóxicos
de las industrias, la extracción de recursos energéticos y la
minería, las múltiples consecuencias de la diseminación de
los transgénicos, la pérdida de biodiversidad (desaparecen
entre 50 000 y 100 000 especies al año), la deforestación
y la sobreexplotación de muchos otros recursos (por
ejemplo, la sobrepesca)28. Pero quizás no alcancemos
todavía a percibir la magnitud de lo que está a punto de
provocar el calentamiento global, el cual ya no puede
contenerse en los límites (“razonables”) de un aumento de
2 grados sino que se encamina hacia una trayectoria de por
lo menos 4 grados más29. Esto significa una elevación del
nivel de los mares de un metro o hasta dos (en promedio),
dramáticas olas de calor30 y sequías cada vez más severas,
lluvias torrenciales y huracanes más violentes, perdidas
reiteradas de cosechas, enormes deslaves de terrenos y
destrucciones de viviendas, desaparición de una tercera
parte de las especies animales y vegetales, acidificación
de los océanos y disolución de los corales, desaparición de
la selva amazónica y colapso de muchos otros ecosistemas
(manglares, bosques boreales, etc.) que sustentan la vida
de pueblos enteros, escasez de agua, reducción de las
tierras cultivables (combinada con la erosión de suelos
provocados por el modelo agro-industrial), aparición de
nuevas plagas, expansión de enfermedades tropicales
a poblaciones sin defensas inmunitarias, millones de
desplazados climáticos, aumento de la desigualdad,
crecientes tensiones sociales, intensificación de los
conflictos por el control del agua y los procesos de
captación masiva de tierras cultivables por algunos países
57
Rebelarse desde el nosotrxs - Jérôme Baschet
como China o Corea, etc... Y esto es sólo una versión
bastante moderada de lo que pudiera ocurrir, ya que los
fenómenos de concatenación, retroacción y aceleración
no lineal de los efectos hacen del cambio climático un
proceso sumamente complejo y en parte imprevisible.
Todos estos factores podrían llevar, si no se da un rápido
cambio de rumbo, a colapsos ecosistémicos en cadena, un
calentamiento de 8 o 9 grados en el próximo siglo31, una
desaparición completa de los hielos polares, una elevación
del nivel oceánico de hasta 15 metros, una interrupción de
corrientes marinas cuyo papel en la regulación térmica del
planeta es esencial, etc...
No sobraría recordar también las consecuencias sobre la
salud humana del productivismo capitalista y su incontenible
sed de ganancias. No importa que los refrescos y la comida
chatarra provoquen niveles alarmantes de obesidad,
sobrepeso, diabetes y enfermedades cardiovasculares: ¿a
qué no puedes comer o beber más todavía?, así que se
siguen gastando millones en publicidad para aumentar aún
más el consumo de estos productos. No importa que las
empresas mineras contaminen aguas y suelos con cianuro
y demás tóxicos. No importa que el uso prolongado de
celulares desde temprana edad aumente el riesgo de
tumores cerebrales. No importa que sustancias (como el
bisfenol A) que alteran el sistema hormonal, presentes
en pesticidas, alimentos y en los plásticos utilizados para
contener alimentos (en especial los biberones) puedan
provocar cánceres (en particular de la próstata y del seno),
trastornos neurológicos (ansiedad, hiperactividad, etc.),
malformaciones del sistema reproductor, así como una
rápida disminución de la concentración de espermatozoides
(que se ha dividido por dos en las últimas décadas)32.
No importa que se sigan vendiendo productos que nos
58
Ya estamos en camino, haciendo otros mundos
envenenan, que nos matan. Nada más lógico, pues en este
mundo el crecimiento económico y las ganancias de las
empresas constituyen el principio rector, que se impone
por encima de todas las demás consideraciones. Esto es
el capitalismo: un sistema en el cual la ganancia importa
más que la salud, el dinero más que la vida.
Pero un nivel tan elevado de destrucción, de ecocidio
y de ataques a la integridad humana difícilmente puede
dejar de provocar reacciones. En primer lugar, lo que estas
expresiones del productivismo capitalista empiezan a
generar, en una escala cada vez creciente, es una reacción
de la misma Madre Tierra. A las agresiones humanas,
responde y responderá con ira y violencia, con huracanes
y sequías, inundaciones y destrucciones, plagas y
enfermedades, y muchos otros desastres más. Todo esto
como consecuencia de un actuar humano insensato. Todo
esto por lo que el chaman yanomami Davi Kopenawa
llama, con impecable conciencia crítica, la enfermedad del
“pueblo de las mercancías”, este pueblo cuyos miembros
tienen la mente muy obscurecida, pues “no dejan de fijar
su pensamiento en sus mercancías, como si fueran sus
novias”33.
¿Será posible que, frente a esta insurrección de la Madre
Tierra, los seres humanos no empiecen a reflexionar34?
¿Qué no vean que es necesario cambiar algo? ¿Que no
lleguen a cuestionar al capitalismo? Ciertamente, estar
confrontado a la rebelión de la Madre Tierra no lleva
automáticamente a identificar en el productivismo
capitalista la causa principal de tantos desastres. Por eso,
se ubica aquí un terreno de lucha de suma importancia.
Pues, mientras las instituciones y los medios se esfuerzan
y se esforzarán en minimizar los hechos observables, en
59
Rebelarse desde el nosotrxs - Jérôme Baschet
hacer creer que los problemas, por serios que sean, siguen
bajo control y que la tecnología proveerá soluciones para
contenerlos, nos toca hacer ver y entender que la ira
de la Madre Tierra es consecuencia directa de la lógica
capitalista de la producción-para-la-producción y de un
modelo civilizatorio basado en la instrumentalización
de la naturaleza. Y si se logra desvirtuar la fuerza de
los anestesiantes oficiales (no pasa nada, no es tan
grave; es inevitable que haya problemas, pero se van a
resolver), puede ser que el instinto de sobrevivencia de
la humanidad – afectada en sus condiciones de vida, si
no es que en la posibilidad misma de su existencia – se
vuelva un poderoso aliado en la lucha anticapitalista y en
el caminar hacia un mundo no capitalista.
Finalmente, nuestra esperanza, nuestra oportunidad,
podría ubicarse en la confluencia de tres fenómenos que
bien podrían entrelazarse y fortalecerse mutuamente:
a) nuestra capacidad para defender y expandir espacios
parcialmente liberados, prefigurando así relaciones
sociales y subjetividades no capitalistas; b) la
intensificación de la crisis estructural del capitalismo, su
creciente incapacidad para superar los obstáculos y las
contradicciones que su propia reproducción genera; c)
y finalmente la intromisión insurreccional de la Madre
Tierra que grita la insostenibilidad del productivismo
compulsivo y mortífero del capitalismo.
Ningún modo de producción ha sido destruido por la
clase explotada: ni el esclavismo por los esclavos, ni el
feudalismo por los siervos o demás dependientes. Ni puede
serlo el capitalismo por la clase obrera. Siempre han sido
fuerzas exteriores al antagonismo de clase principal las
que han promovido la transición de un sistema a otro.
60
Ya estamos en camino, haciendo otros mundos
Hoy, quizás sea el levantamiento de la Madre Tierra la
fuerza principal capaz de llevar a la desagregación de la
sociedad capitalista, al fin del reino de la Economía, al
derrumbe de ese mundo que ya no es el nuestro.
Pero, por sí misma, la Madre Tierra, tan enojada
como está, quizás sólo pueda destruir al capitalismo
destruyendo al mismo tiempo a la especie humana. Por
eso, nuestra esperanza es que una parte notable de la
humanidad se alíe con ella para acabar con el capitalismo
antes de que él acabe con nosotros.
Quizás sólo con la ayuda de la Madre Tierra lo podamos
lograr. La lucha en contra del capitalismo es la lucha por la
humanidad toda. Es la lucha de la biocomunidad humana
y no humana por su supervivencia, por la preservación
de sus condiciones de vida y por la alegre realización del
buen vivir para todas y todos.
2
En la sociedad capitalista, las relaciones y espacios de vida no plenamente
capitalistas tienen una función sistémica (como espacios de reproducción de
la fuerza de trabajo, como “tiempo libre” dedicado al consumo, etc.). Se trata
de arrancar estos espacios a su funcionalidad sistémica para hacer de ellos
una de las bases del caminar anticapitalista.
3
En la mesa redonda “Frente al despojo capitalista, la defensa de la tierra
y del territorio” (Cideci, San Cristóbal de Las Casas, 19 de julio de 2007),
el subcomandante Marcos distinguió el anticapitalismo de consumo, el
anticapitalismo de circulación y el que ataca a la propiedad de los medios de
producción. Si bien el último es él que los zapatistas privilegian, indicó que
todas las prácticas anticapitalistas son respetables e importantes.
4
John Holloway, Agrietar el capitalismo. El hacer contra el trabajo, Buenos
Aires, Herramienta, 2011, tesis 9.
5
Es el caso, en especial, en el sector de los llamados servicios (que
pueden más fácilmente reconstituirse en base a nuestra potencia de hacer y
a una capacidad de organización colectiva). Algunos autores sugieren que,
en el sistema productivo actual, que integra una creciente dimensión de
conocimiento y creatividad, los productores se vuelven ellos mismos (con
61
Rebelarse desde el nosotrxs - Jérôme Baschet
sus cerebros, sensibilidad, personalidad, etc.) los medios de producción (por
ejemplo, Yann Moulier-Boutang, Le capitalisme cognitif. La nouvelle grande
transformation, París, Éditions Amsterdam, 2007). Sin embargo, no hay que
sobrevalorar estas evoluciones: son significativas en algunos sectores claves
(comunicación, publicidad, informática, etc.), pero no alcanzan a transformar
radicalmente las características esenciales de la fuerza de trabajo.
6
Entonces, podríamos distinguir tres partes en el conjunto de los medios
de producción : una que tenemos nosotros (en la medida en que tomamos
conciencia y recuperamos nuestra capacidad de hacer); una que únicamente
responde a la hipertrofia del productivismo capitalista y tiene que ser
desmantelada (o en ciertos casos reconvertida); una que permite responder a
necesidades humanas y sociales pertinentes y que tenemos que reapropiarnos
(sin dejar de trasformar profundamente la organización de estos dispositivos
productivos).
Si bien nuestros espacios liberados son el oxígeno que nos evita ahogarnos
en una completa sumisión a las normas de la sociedad de la mercancía y
nos permiten adelantar transformaciones esenciales en las subjetividades
y las relaciones intersubjetivas, difieren aún del otro mundo posible que
anhelamos, un mundo por completo liberado del peso agobiante de la síntesis
capitalista, del predominio del dinero, el trabajo y el valor.
7
Carta « A quienes buscan un mundo libre », en el marco de la campaña Eco
Mundial en Apoyo a l@s zapatistas, agosto de 2012.
8
Subcomandante Marcos, « Ni el Centro ni la Periferia”, Primer Coloquio
Internacional In memoriam Andrés Aubry « ...Planeta tierra : movimientos
antisistémicos... », San Cristóbal de Las Casas, Cideci-Unitierra, 2009.
10
Las luchas de los pueblos indígenas son fuentes esenciales de inspiración
y energía en los procesos antisistémicos actuales, pues tienen como base lo
que, en sus trayectorias históricas propias y a pesar de las sucesivas formas
de imposición colonial, han sabido mantener libre (o parcialmente libre)
de las determinaciones materiales, culturales y subjetivas del capitalismo.
Lo que sus experiencias de autonomía nos enseñan alcanza una dimensión
sino universal por lo menos muy general y una de las razones de eso es
que convergen de manera impresionante con las lecciones a las cuales nos
puede llevar la autocrítica del modelo clásico de la Revolución, dominante
durante el siglo XX (dos dimensiones que se entrelazan significativamente
en el zapatismo).
11
Si bien no hay que suponer una forma única de organización, las
sociedades no capitalistas de las cuales se habla aquí son al mismo
tiempo sociedades más allá del capitalismo. No podemos hacer como si el
capitalismo no hubiera existido, a la vez por su capacidad de destrucción
9
62
Ya estamos en camino, haciendo otros mundos
y alteración de todas las formas sociales contemporáneas, y también por
algunos legados tecnológicos que podrían reorientarse positivamente en el
marco de sociedades liberadas del capitalismo. Las sociedades más allá del
capitalismo serán en buena medida formas de organización trasformadas
respecto a todas las experiencias socio-humanas anteriores.
12
Ver las importantes aportaciones (en especial la crítica a las definiciones
del socialismo propias del marxismo tradicional) de Moishe Postone, Tiempo,
trabajo y dominación social. Una reinterpretación de la teoría de Marx,
Madrid, Marcial Pons, 2006, http://mhh.domainepublic.net/PROYECTOS%20
EDITOR I A LES/ T I EM P O,%20 T RABA JO%20Y%20D OM I NACION%20
SOCIAL%20%28POSTONE%29.pdf
Un mundo donde quepan muchos mundos ya no sería un sistema(mundo). En este sentido, definirnos como antisistémicos implica nuestro
no al capitalismo, pero también un no a la lógica unificadora de cualquier
sistema.
13
14
François Jullien, Tratado de la eficiencia, Madrid, Siruela, 1999 (de donde
se tomó la cita inicial de Mencio).
15
Gustavo Esteva, « La crisis como esperanza », ponencia en el Segundo
Coloquio Internacional In memoriam Andrés Aubry « ...Planeta tierra :
movimientos antisistémicos... », San Cristóbal de Las Casas, Cideci-Unitierra,
30 de diciembre de 2009 – 2 de enero de 2010.
16
Subcomandante Marcos, « Ni el Centro ni la Periferia. I. Arriba, pensar
el blanco. La geografía y el calendario de la teoría », Primer Coloquio
Internacional, op. cit., p. 32.
David Harvey ha insistido en esto : si el tamaño de la economía mundial
se ha multiplicado por 12 en los últimos 60 años, la cantidad de excedentes
que buscan reinvertirse también crece de forma exponencial y tiene cada
vez más dificultades para lograrlo (“¿Estamos realmente ante el fin del
neoliberalismo?”, Herramienta, 41, 2009).
17
18
Jean Robert, Crisis: el despojo impune. Como evitar que el remedio sea
peor que el mal, San Cristóbal de Las Casas, Cideci-Unitierra, 2009.
19
Según el Banco Central Europeo (diciembre de 2012), el PIB de la zona
euro se contrajo de 0.5% en 2012 y la previsión para 2013 es de - 0.3%. La
recesión es aguda en Grecia, Portugal (- 3%), España e Italia y alcanza a
Francia.
20
El conjunto de las deudas en Estados Unidos alcanza 250 % del PIB.
63
Rebelarse desde el nosotrxs - Jérôme Baschet
François Chesnais, Les dettes illégitimes. Quand les banques font main basse
sur les politiques publiques, París, Raisons d’Agir, 2011.
21
Ibid. y, del mismo, “La lucha de clase en Europa y las raíces de la crisis
económica mundial”, Herramienta, 49, 2012.
22
La expansión del crédito y de la esfera financiera ha sido una de las
respuestas para poder alimentar la sed de ganancias, pero también es lo que
ha generado crisis recurrentes, hasta la que sigue en curso.
23
Sergio Rodríguez Lascano, “Una vez más: la criatura se come a su creador”,
Rebeldía, 79, 2012, p. 30-38. Otro factor importante en tiempos neoliberales
es la intensificación de la competencia mundial (mientras en el capitalismo
keynesiano, la competencia quedaba atenuada por las barreras comerciales
nacionales). Ahora, la competencia mundial trae graves consecuencias para
los trabajadores (permite la degradación de los salarios y las condiciones de
trabajo) pero también serios problemas para las empresas mismas. Incluso
en condiciones de oligopolios, la competencia generalizada impone una
carrera a la productividad, un aumento del capital fijo y una contracción de
los beneficios.
25
Anselm Jappe, Crédito a muerte, Logroño, Pepitas de Calabazas, 2011. Se
compensa por la ampliación de la producción mundial, la aceleración de la
innovación y la sustitución de productos por otros, más nuevos. Pero sólo
temporalmente.
24
Moishe Postone (Tiempo, op. cit.) sugiere que se mantiene el tipo de
trabajo que los hombres realizan bajo el imperativo del valor, mientras su
carácter superfluo respecto a las exigencias de la existencia humana resulta
cada vez más evidente.
26
27
Un síntoma de esta descomposición es la perdida de consistencia de
las categorías de la modernidad, tal como el progreso o el « naturalismo
» (entendido como separación entre Naturaleza y Cultura). A pesar de
seguir siendo parte de las representaciones dominantes, resultan cada vez
más cuestionadas. En un proceso de transición, es comprehensible que las
críticas de dichas categorías asuman formas parcialmente encerradas en
los horizontes del universo capitalista, a la vez que prefiguran la revolución
antropológica que implica el caminar hacia un mundo postcapitalista.
Se puede ver, entre otros, Edgar Lander, Crisis civilizatoria y geopolítica del
saber, San Cristóbal de Las Casas, Cideci-Unitierra, 2012. Concluye que “este
patrón civilizatorio de acumulación, esta lógica capitalista de crecimiento
sin fin en un planeta restringido, está llevando a sus límites la posibilidad
de la vida en la Tierra... O se detiene este patrón depredador – que está
sistemáticamente socavando las condiciones que hacen posible la vida – o
28
64
Ya estamos en camino, haciendo otros mundos
nos enfrentamos a un colapso de estas condiciones y la imposibilidad de
continuar la vida tal como la conocemos ».
29
Esta es la hipótesis que asume el más reciente informe del propio Banco
Mundial, Turn Down the Heat : Why a 4°C Warmer World Must be Avoided,
World Bank, november 2012. Los datos que aquí se mencionan se basan
en la hipótesis de un calentamiento de 4° en el 2100 (o 2060 en caso de
acciones demasiado limitadas en contra del calentamiento). Es cierto que
tenemos que desconfiar de lo que podría llamarse el “catastrofismo oficial”,
que bien podría utilizar la amenaza del cambio climático para imponer
medidas de control burocrático y autoritario (véase René Riesel y Jaime
Semprun, Catastrophisme, administration du désastre et soumission durable,
París, Encyclopédie des Nuisances, 2008). Sin embargo, podemos considerar
que este informe del Banco Mundial, al mismo tiempo que asume una
hipótesis bastante dramática, no peca por exceso de catastrofismo sino más
bien minimiza factores cuyo enlazamiento podría implicar efectos aún más
radicales.
30
También con efectos severos (la ola de calor en Europa en 2003 provocó
70.000 muertos).
31
Ibid.
32
Se menciona una disminución de la mitad en 50 años y, en otros estudios,
de una tercera parte en tan sólo 16 años (1989-2005) : Shaping Our Legacy
: Reproductive Health and the Environment, University of California San
Francisco, 2008 y J. Le Moal et alii, « Decline in semen concentracion and
morphology in a sample of 26609 men close to general population between
1989 and 2005 in France », Human Reproduction, 2012, p. 1-9. Muchas otras
sustancias químicas que alteran al sistema hormonal (ftalatos, glicol éter,
etc.) están presentes en pinturas, barnices, perfumes, cosméticos, shampoo,
juguetes para niños, etc. y hay otros que se liberan al quemarse plásticos y
otros desechos (dioxina).
33
Davi Kopenawa describe perfectamente esta enfermedad (que con otro
vocabulario podría llamarse fetichismo de la mercancía) : este pueblo “no
quiere perder mercancía, no quiere parar de destruir, no quiere dejar de
fabricar. Fabrica más para vender más, para negociar más”. También narra:
“Vi la tierra de los Blancos. Sus hijos se pusieron a fabricar mercancías y sus
mentes empezaron a obscurecerse a causa de todos esos bienes sobre los
cuales fijaban su pensamiento. Dijeron: vamos a volvernos el pueblo de las
mercancías. Vamos a fabricar muchas y mucho dinero también! Es en este
momento que perdieron por completo la sabiduría. Destruyeron su propia
tierra para después ir a destruir la de otros, para aumentar sin cesar sus
mercancías. Jamás pensaron: ‘Si destruimos la tierra, ¿será que podremos
recrear otra?’. No dejaban de fijar su pensamiento en sus mercancías, como si
fueran sus novias” (“Descobrindo os Brancos”, entrevista de Davi Kopenawa
65
Rebelarse desde el nosotrxs - Jérôme Baschet
con Bruce Albert (1998), citado en Jean Tible, “Lutas cosmopolíticas :
Marx e América Indígena (Yanomami)”, Lugar Comum, 2010, 30, p. 31-44 y
también Davi Kopenawa y Bruce Albert, La chute du ciel. Paroles d’un chaman
Yanomami, París, Plon, 2010).
34
Algunos la nombran Gaïa : Isabelle Stengers habla de la “intrusión
de Gaïa” como fuerza implacable que nos obliga a replantear todos los
parámetros del pensamiento emancipatorio, así como a buscar de manera
urgente prácticas y formas de organización nuevas (Au temps des catastrophes.
Résister à la barbarie qui vient, París, La Découverte, 2009).z
66
La paz de los pueblos sin dueños1
Emmanuel Rozental
y Vilma Rocío Almendra Quiguanás
Rebelarse desde el nosotrxs - Rozental y Almendra
En Colombia no hay desplazamiento porque hay guerra.
Hay guerra para que haya desplazamiento”
E
ste planteamiento de Héctor Mondragón señala el
carácter y objetivo estratégicos del terror y de la
guerra al servicio de la acumulación bajo el modelo
capitalista que se ha impuesto en Colombia. Entendemos
que la guerra y el terror, vengan de donde vengan, son
hoy, instrumentos de sometimiento y despojo contra los
pueblos, para beneficio del capital transnacional en su
afán de acceder a territorios, trabajo y riquezas.
1
El contenido de este texto recoge en lo fundamental los aportes y
posturas de comuneras y comuneros indígenas del Cauca, de colectivos
de comunicación indígenas de diversas regiones de Colombia y de
algunos representantes de procesos indígenas y populares. Los
autores reconocen de manera especial los aportes colectivos de
varios miembros del Tejido de Comunicación y Relaciones Externas
para la Verdad y la Vida de la ACIN (Asociación de Cabildos Indígenas
del Norte del Cauca). La responsabilidad por el contenido final es
exclusiva de
de los
los autores.
autores.
exclusiva
68
La paz de los pueblos sin dueño
Aspiramos a que las negociaciones entre la insurgencia
armada (por ahora las FARC, pero muy seguramente
pronto con el ELN) y el Gobierno de Colombia, concluyan
rápidamente con la firma de un acuerdo que garantice el
cese al fuego definitivo y permanente entre las partes.
El contexto, la correlación de fuerzas, las condiciones y
los alcances reales de esta negociación y acuerdos y de
quienes en ellos participan, deben examinarse frente a los
objetivos estratégicos del capital global y sus dinámicas y
contrapartes en Colombia, de una parte, y frente a las luchas
indígenas y populares de otra, para ayudar a ubicarlos en
el lugar que les corresponde e intentar con ello contribuir
a evitar caer en una trampa que le permita al capital no
solamente consolidar, legitimar y profundizar el modelo
de despojo, esta vez a nombre de la paz, sino continuar
además con el terror y la guerra por otras vías.
De manera esquemática, este texto esboza apenas unos
argumentos en el espíritu de la “Minga de Resistencia
Social y Comunitaria”2 cuando nos convocó a transformar
“un país con dueños y sin pueblos, en un país de los
pueblos, sin dueños”3.
El Modelo se blinda y establece las condiciones
Colombia es un “país producto”4 con una enorme riqueza
y una ubicación estratégica para los intereses del capital.
En lo fundamental, el país existe en función de transferir
valor hacia los grupos económicos que controlan el poder
corporativo transnacional. La historia reciente y actual de
Colombia es determinada por objetivos estratégicos del
capital para abordar y superar la profunda crisis que lo
69
Rebelarse desde el nosotrxs - Rozental y Almendra
afecta. El terror, la propaganda y las políticas de Estado,
han sido diseñadas e implementadas de manera articulada
desde y para el beneficio de grupos económicos globales
y de las corporaciones transnacionales que los conforman.
La doctrina central que organiza este proyecto
estratégico corporativo es la del “Libre Comercio”, que
se ejecuta bajo el marco coordinado de los “Tratados de
Libre Comercio” (TLC) y del “Plan Colombia” (PC). En
esencia, a través de los TLC y del PC se ha conseguido
convertir a las corporaciones transnacionales en sujetos
de derecho y protegerlas de los derechos individuales y
colectivos de ciudadanos y pueblos. Una combinación
de biopolítica y geoestrategia5, someten la actividad
económica y productiva, el imaginario social, los
territorios y las instituciones al propósito de extracción
“re-primarizada” de riqueza en condiciones de despojo y
explotación sistemáticas de manera que las ganancias de
procesos de producción, legales e ilegales, se transfieran
a los grupos económicos transnacionales.
En las últimas 5 décadas, la agenda legislativa y los
Planes de Desarrollo de gobiernos sucesivos, han ido
generando un marco legal-institucional de ajuste que
desmonta derechos y libertades para garantizar intereses
extractivistas y corporativos en preparación para la firma y
ratificación de los “TLC”. Ignorada y sometida la oposición
creciente y sólidamente argumentada que demuestra
sus efectos nefastos, los TLC suplantan la Constitución
Política de 1991 por una serie de constituciones 6 supranacionales que convierten a Colombia y a sus pueblos en
un ámbito sometido de la conquista corporativa global.
Esta conquista jurídico-legal, no habría sido posible sin
70
La paz de los pueblos sin dueño
el sometimiento de todo el país a través de estrategias
de coerción (terror) y consenso (propaganda). Selvas,
campos, litorales y ciudades miseria dentro de las grandes
ciudades, vienen siendo transformados en campos de
concentración, de exterminio y de trabajo bajo el poder
de grupos armados, mafias y violencia al servicio de
la acumulación, bajo un estado de terror permanente.
Con el pretexto de las guerras contra el narcotráfico y el
terrorismo, coordinadas y dirigidas desde el Pentágono,
se diseñan e implementan las diversas fases del PC, que
orientan la guerra y se sirven de sus actores (estatales y
para estatales, legales e ilegales) como instrumentos al
servicio del “Libre Comercio” para provocar, entre otros
impactos estratégicos, la extensión del conflicto armado
y del terror a todos los rincones del país, el despojo,
reclutamiento, sometimiento y desplazamiento masivo de
la población en una de las mayores crisis humanitarias del
mundo, la “liberación” y entrega de territorios, trabajo,
ahorro y recursos a proyectos extractivos, especulativos y
productivos transnacionales.
El terror y la violencia garantizan y orientan a la vez, el
control político sobre el Estado desde ámbitos locales,
para imponer la agenda legal-institucional del “Libre
Comercio”, a la vez que resultan fundamentales para
consolidar el control territorial-poblacional y de las
dinámicas económicas ligadas a la acumulación de grupos
globales. Una sofisticada estrategia de propaganda,
encubre y legitima este modelo de conquista (“for
export”), fabricando una versión falsa de país democrático
y respetuoso de la ley, señalando, eliminando o aislando
a quienes develan verdades y proponen alternativas
y promoviendo resignación y consenso pragmáticos
y “realistas” bajo este “Modelo Colombia”7, frente al
71
Rebelarse desde el nosotrxs - Rozental y Almendra
que “no hay alternativas”. Una vez suficientemente
consolidado este modelo de “país producto”, el poder
del capital global se ha blindado contra resistencias y
alternativas: las condiciones para la negociación con la
insurgencia están dadas.
Es en este contexto, que “Alfonso Cano”, asesinado
Comandante en Jefe de las FARC, envía una propuesta de
paz que es, en lo esencial, la agenda de las negociaciones
que se trabajó y se acordó entre las partes antes de
instalarse en Oslo el proceso que hoy avanza en La Habana.
Una agenda que, en lo fundamental, aborda temáticas
en el marco del “Libre Comercio”, sin proponer, como
condición esencial, la transformación de este modelo que
concentra poder y beneficios para el capital transnacional.
Retrospectivamente resulta evidente que mientras las
FARC y el Gobierno negociaban la agenda, movimientos,
organizaciones y procesos de resistencia, oposición y lucha
indígena y popular, ajustaron visiblemente sus agendas en
este mismo sentido. Se destacan la Minga de Resistencia
Social y Comunitaria y el Congreso de los Pueblos al
que diera nacimiento la Minga. La agenda original cuyo
“Mandato”8 reconocía al modelo económico y al “Libre
Comercio”, sus actores e impactos como el “desafío que
nos convoca” quedó supeditado a otros temas similares y
compatibles con los que se debaten en La Habana9. Todo
indica que el modelo económico se blindó para hacer
posible la negociación y condicionar sus alcances.
Botín Colombia: La disputa por el poder
Las contrapartes nacionales de este modelo económico
están constituidas por pequeños grupos exclusivos y
72
La paz de los pueblos sin dueño
excluyentes, necesariamente aliados y vinculados a la
generación y transferencia de valor al capital corporativo
global que los condiciona. Estos grupos constituyen y
detentan el poder en Colombia, sustentado en el control
sobre la riqueza: naturaleza, trabajo y ahorro. Son el
Estado colombiano. Se trata de sectores que concentran
privilegios asumiendo por principio que su bienestar
es el bienestar de la nación y su codicia, es un derecho
incuestionable. No se trata, en la actualidad, de un
sector monolítico y homogéneo. La lucha por entrar a
los ámbitos del privilegio y controlar para su beneficio la
institucionalidad y los recursos de poder es dura y, en el
caso colombiano, particularmente violenta y cruenta.
El dominio sobre territorios, el gobierno y la población
requiere de altos niveles de coerción, a la vez que de
estrategias de generación de sometimiento y consenso.
Esta estructura de poder vertical, basada en el privilegio
excluyente, ha establecido una permanente contradicción
entre lo legítimo y lo legal, la criminalización de la lucha
por la supervivencia y la legitimación de la violencia y de
la criminalidad como mecanismos para acceder tanto a la
supervivencia como al poder, a bienes y beneficios.
La estructura y dinámica sociales son violentas y
promueven la violencia como condición tanto para
mantenerse y proteger la concentración de poder como
para lograr cambios. Los poderosos, a su vez, surgen
y blindan su privilegio a través del apoyo corporativoimperial, su afluencia económica, el terror, la propaganda
y las políticas públicas para su beneficio. Las burguesías
tradicionales, constituidas en “clases dirigentes” son
dinastías hereditarias (Pastrana, Santos y otras) que se
han visto obligadas a competir y hacer alianzas con clases
y grupos emergentes (es el caso de Álvaro Uribe Vélez) que
73
Rebelarse desde el nosotrxs - Rozental y Almendra
se abren paso controlando recursos, mercados (legales e
ilegales), territorios y fuerzas (militares y paramilitares).
Se consolidan mafias desde arriba y desde abajo,
jerárquicas y verticalmente articuladas, con capacidad de
someter entre sí al país y a su población dominada a su
imagen y semejanza. Todo esto se encubre con discursos,
rituales y hábitos que generan una apariencia de civilidad,
democracia y respeto por la ley, el “honor” y el debate
abierto de ideas y argumentos de modo que, los buenos
modales y el respeto por las instituciones se constituyen en
dispositivos de selección, inclusión excluyente y normas de
sometimiento. Vale todo para llegar arriba donde el código
de formalidades y las apariencias encubren-difícilmente,
la corrupción y el terror. Sentarse a la mesa desde la
que se controla el poder en el marco del país-producto
del capital transnacional, es una disputa cruenta entre
contradictores y enemigos hasta establecer equilibrios
frágiles y temporales, según convenga más la alianza o la
coexistencia que la eliminación del contrincante.
Tal es el ejercicio de la política y del poder en Colombia:
la disputa por un botín entre unos pocos que manipulan
bases para su beneficio, bajo toda clase de pretextos y
argumentos (paz, democracia, desarrollo, progreso,
etc.). Desde la perspectiva de estos grupos, la Mesa de
Negociación con la insurgencia es simultáneamente, un
intento de esta por acceder al poder a través de un acuerdo
y una disputa entre quienes calculan que, al permitir
a la insurgencia un espacio restringido, consolidan la
institucionalidad y defienden (o incrementan) su parte del
botín con el cese al fuego y quienes insisten en eliminarla
con el mismo propósito.
74
La paz de los pueblos sin dueño
Re-legitimación con condiciones y grietas
La Marcha por la Paz del 9 de abril de 2013, día de las
víctimas, ha sido convocada visible y desde el gobierno
Santos y sectores políticos y económicos de la burguesía
tradicional, así como por la insurgencia y sectores cercanos
a la misma. Generan un hecho político, visible, para exhibir
capacidad de convocatoria y así, una correlación de fuerzas
en favor del proceso de negociación. Su éxito brinda el
pretexto para la instalación de una mesa Gobierno-ELN10.
Los sectores fascistas, liderados por Uribe Vélez
declaran su oposición a la marcha11 y a la negociación
que señalan como un proceso que ofrece impunidad a
“bandidos y criminales” promoviendo el terror y de la
guerra. Probablemente, la mayoría de quienes marcharon
a favor de la paz, no se identifican con quienes la convocan
desde posiciones opuestas, sino con el fin del conflicto
armado, evidenciando su limitada autonomía política.
A pesar de las condiciones de privacidad y discreción
establecidas, los diálogos han abierto espacios para el
debate restringido de temas normalmente excluidos de
la agenda política. El agro, la concentración de tierras, las
“Zonas de Reserva Campesina”, la participación político
electoral con garantías, los derechos de las víctimas del
conflicto armado, el respeto a derechos y libertades
que se vienen restringiendo y negando a medida que se
consolida el poder transnacional-mafioso, entre otros.
Estas aperturas son beneficiosas, pero su alcance
es limitado. Si el gobierno consigue controlar a las
fuerzas de la ultraderecha incrementando la acumulación
y garantizando estabilidad al régimen, mientras la
insurgencia consigue un mínimo de garantías y reformas
75
Rebelarse desde el nosotrxs - Rozental y Almendra
para su inserción formal en la dinámica institucional
como organización político-electoral con una base de
apoyo significativa, el resultado será una ampliación del
ámbito del poder y del contenido del debate político, bajo
el modelo actual del “Libre Comercio”.
El establecimiento se relegitima con la inserción e
incorporación de nuevos actores, a cambio de reformas
que no lo amenacen y, por el contrario, lo consoliden. La
negociación aparece ante sectores de la sociedad como
una oportunidad que debe aprovecharse para no quedarse
por fuera. La paz se convierte en botín electoral y en
opción de ascenso, pero también es una promesa distante
e incierta, de realizar las postergadas transformaciones,
desde dentro de la estructura de poder. Para otros esta
es una amenaza intolerable. Las negociaciones se dan en
medio de una guerra en la que el Estado, sin derrotarla,
ha demostrado su efectividad para ubicar y eliminar altos
mandos de la insurgencia.
La perpetuación del terror y de la guerra, el potencial
desmantelamiento y descomposición de parte de los
actores armados en bandas criminales y la consolidación
de estructuras mafiosas locales y nacionales, establecen
una cultura de coacción asfixiante que presiona a la
población a exigir resultados y a aceptar con resignación
los acuerdos posibles aunque estén lejos de ser los
necesarios.
Las condiciones mínimas para que se firme un acuerdo
de cese al fuego definitivo y permanente, desde el
establecimiento, incluyen, por ejemplo, mantener o
incrementar la inversión presupuestal post-conflicto en las
fuerzas armadas12, re-lanzar la guerra con otros pretextos13,
76
La paz de los pueblos sin dueño
garantizar los intereses de las transnacionales y proteger
los monopolios económicos, incluido el agro negocio y la
inversión especulativa, a expensas de la redistribución y el
incremento de la inversión social.
Procesos indígenas y populares que han venido
movilizándose contra el modelo con independencia de
los actores armados, optan por modificar sus agendas
transformadoras para participar de las negociaciones
con propuestas político-electorales, reivindicativas y de
reformas. En estas circunstancias, el riesgo de transformar
los acuerdos en una repartición del botín Colombia a cambio
del cese al fuego, no debe perderse de vista. Riesgo ante
el que las víctimas del conflicto han exigido sus derechos
proponiendo mecanismos para que la verdad, justicia y
reparación integral definan el resultado y los alcances de
los acuerdos14.
Ni Estado ni insurgencia armada pueden
construir la paz en nombre de Colombia
Las organizaciones de la insurgencia armada, surgidas en
los últimos 50 años, son una respuesta al ilegítimo Estado
colombiano y el régimen al que sirve. Las FARC-EP, nacen
como ejército de campesinos, víctimas organizadas para
para protegerse y proteger al pueblo de la violenta agresión
de las fuerzas del Estado al servicio de terratenientes e
intereses externos. Ejército que sufrió como y con los
pueblos, además de los efectos de la política pública y
de la propaganda, el terrible accionar de las fuerzas
armadas y de los escuadrones de la muerte apoyados
por el Pentágono, que vienen dejando huellas de terror e
impunidad imborrables. Cabe recordar el exterminio del
77
Rebelarse desde el nosotrxs - Rozental y Almendra
movimiento político Unión Patriótica, y las centenas de
masacres cometidas contra el pueblo colombiano y sus
procesos organizativos de oposición y resistencia, que son
muestra de la forma en que el régimen masacra a quienes
dejan las armas o asumen la lucha popular sin ellas.
Infortunadamente, este “Ejército del Pueblo”, desde
décadas atrás, es víctima y victimario. Se convirtió
en un agresor más, particularmente en los territorios
donde tiene presencia. En la dinámica de la guerra y en
su afán de reclutar y financiarse para acceder al poder,
someten al pueblo colombiano a la ley de sus armas, a
sus imposiciones, autoritarismo, sectarismo, crueldad y al
terror, cuyos fines retóricos, contradicen con sus actos, en
contraposición a las muchas propuestas y movilizaciones
desde abajo y colectivas, de autonomía territorial, de
gobiernos propios, de resistencia, transformación y
alternativas al modelo. Rechazan la libertad ideológica
y política y, a la vez que luchan contra las fuerzas del
Estado, actúan contra procesos indígenas y populares.
Las FARC-EP, sujetas a las consecuencias de una guerra
prolongada en circunstancias y dinámicas cambiantes
desde la intolerancia inherente al rígido modelo y
estructuras de guerra revolucionaria que les dio orígen
en un contexto particular, señalan, persiguen, declaran
objetivo militar y convierten en sus víctimas a quienes,
por principio, deberían estar protegiendo: luchadores
populares y comunidades empobrecidas. Lejos de
proteger las iniciativas populares de transformación
y resistencia, han pretendido someter al pueblo a su
organización político-militar. Se transformaron por ello,
en otro factor de terror contra los pueblos, generando
uno de los pretextos de los que se sirven los intereses
78
La paz de los pueblos sin dueño
de control extractivista para acceder, a través del terror y
de la represión a territorios y pueblos para su despojo y
sometimiento al servicio del capital. Logra así el capital un
objetivo estratégico: convierte la guerra, venga de donde
venga, en un instrumento para el desmantelamiento de la
resistencia popular y para la parálisis de la insurrección
indígena y popular autónoma y transformadora, aplastada
en medio del fuego cruzado de la insurgencia y del régimen.
En consecuencia, los pueblos en resistencia, exigen que
salga la guerra de sus territorios15 y la insurgencia ha
perdido legitimidad como vocera de la lucha popular.
Son estos señores de la guerra: Estado colombiano
mafioso y transnacional e insurgencia armada de las FARC
(por el momento), los que están sentados negociando en
La Habana, “la Paz de Colombia” bajo la condiciones del
modelo del “libre comercio”. No tienen la legitimidad
para hacerlo.
Nos robaron con la guerra. Que no nos roben la
paz
Lo que deben negociar son las condiciones para el cese al
fuego definitivo y permanente, para poner fin a la guerra
entre ellos y contra los pueblos. Los acuerdos deben garantizar
que los pueblos recuperen o no pierdan más espacios de
lucha autónomos, restringidos ya por el modelo con el terror
y la guerra y que ahora podrían limitar aún más con la “paz”
del régimen. La solución del conflicto social y político que
ha generado la guerra, supera la capacidad y legitimidad de
quienes participan en las mesas, así como supera el alcance
de los acuerdos. Ni el Estado ni la insurgencia tienen
legitimidad para negociar la paz en nombre y representación
79
Rebelarse desde el nosotrxs - Rozental y Almendra
del pueblo colombiano. Colombia, su transformación, sus
pueblos y la paz no caben en esa negociación entre el Estado
y la insurgencia. No puede ni debe negociarse el país en esas
mesas, aún ampliando la participación a otros sectores, ya
que estos y el futuro quedarían sujetos tanto a los actores
armados y sus intereses, como a aceptar las condiciones
estructurales impuestas por el modelo económico bajo las
que se negocia. Así lo demostró el reciente Paro Cafetero16
que abarcó la mayor parte del país, poniendo en evidencia
que ante la inviabilidad y crisis del modelo económico y
del Estado, el camino de resistencia y transformación es
autónomo y desde las bases, porque la paz es la libertad de
los territorios con sus pueblos.
Los acuerdos de cese al fuego, una vez ratificados, deberían
respetar y generar condiciones mínimas para promover
procesos incluyentes, autónomos, participativos y amplios
de construcción de una Colombia otra, retomando, por
ejemplo, el camino propuesto inicialmente por la Minga
de Resistencia Social y Comunitaria, el Congreso de los
Pueblos y tantas otras luchas sociales y populares. En el
marco de la movilización para la construcción colectiva
de un país-otro, el Estado en proceso de transformación
y la insurgencia, en tanto movimiento político, caben en
Colombia. Por el contrario, pretender que Colombia quepa
en las negociaciones entre la insurgencia y el Estado, en
las condiciones actuales, o pretender meter la agenda del
país-otro y a los sectores y luchas populares en la Mesa,
no solo complicaría y estorbaría el proceso en curso
sino que, muy seguramente terminaría legitimando al
régimen, generando falsas expectativas y frustraciones,
consolidando el modelo mafioso de terror y control políticoterritorial, repartiendo el país como un botín, a la vez que
incorporando al proyecto de acumulación extractivista
80
La paz de los pueblos sin dueño
nuevas burguesías con discursos de transformación social
y dando pie a que el sector fascista que se opone a las
negociaciones tenga tiempo para reagruparse y actuar
cerrando a sangre y fuego, una vez más, el camino al
diálogo y la negociación.
El requisito que no puede cumplirse
La paz que exige la Colombia ultrajada y violada17, desde
sus víctimas, reclama, primero al Estado pero también
a la insurgencia, que cumplan con un prerequisito de
respeto impostergable, en un gesto sincero de humildad,
generosidad y grandeza que hasta el momento no parece
caber en la agenda de negociación. Algún día tendrán que
comprender y asumir sus crímenes y la consecuencia de
sus actos, cometidos bajo la premisa patriarcal, egoísta y
arrogante, pilar del orden social que nos somete y que debe
transformarse: la misma que les ha llevado a usurpar, a
esclavizar, a eliminar con el poder, lo colectivo, lo común;
aún la vida y el territorio, para acumular sometiendo. Algún
día, deberán estar dispuestos a pedirle perdón sincero a
Colombia, para poder sumarse desde allí a la construcción
colectiva de otro país. Comprometerse en serio con la
verdad, la justicia y la reparación integral frente a cada
una de las víctimas, para que el ¡Nunca Más! no vuelva
a ser mentira y asuman las consecuencias. Esta es una
condición fundamental para la paz y un resultado concreto
de las luchas transformadoras. Los procesos indígenas
y populares que luchamos contra este “País con dueños
y sin pueblos”, por el “País de los Pueblos sin Dueños”
defendemos desde esta perspectiva la negociación y el
cese al fuego definitivo y permanente entre el Estado y la
insurgencia, porque sabemos que la paz es colectiva, sin
81
Rebelarse desde el nosotrxs - Rozental y Almendra
la explotación del capital y viene desde abajo.
Convocamos “a quiénes nos atrapan entre dos machismos
que no quieren escuchar a la Madre Tierra. Un machismo que
habla palabras y realiza acciones de guerra, de violencia,
de fuerza y ayuda a reclutar para la muerte a nuestros hijos
e hijas de la armonía. Otro machismo que nos condena
a plegarnos ante el mandato de los poderosos con razones
prácticas y afanes autoritarios y egoístas” , a escuchar a
nuestros pueblos y pueblas y a nuestra Madre Tierra, para
que esa otra palabra que está silenciada emerja desde la
penumbra y se convierta en el camino que necesitamos
para nuestra paz. Una vez más, les decimos que apoyamos
la propuesta de cese al fuego que están negociando y
que esperamos que los acuerdos se firmen pronto, para
que este paso nos permita levantarnos en libertad a
caminar palabra y acción emanada de la Madre Tierra
sin patriarcados, corporaciones transnacionales, élites,
vanguardias iluminadas, extractivismos, monocultivos
mentales y territoriales y sin más agendas de muerte que
privilegian la codicia. Exigimos el cese al fuego para hacer
la paz de todas y todos.
Emmanuel Rozental y Vilma Rocío Almendra Quiguanás, 2013
2
Los 5 puntos de la Minga de Resistencia Social y Comunitaria. Revista
DESLINDE. No. 45. Noviembre-Diciembre de 2009, página 59. http://deslinde.
org.co/IMG/pdf/MINGA.pdf . Consultado 2013-04-10. Para contrastar la
agenda modificada ver abajo Vieira.
3
País de los Pueblos sin Dueños gana Premio Documental.Ver http://www.
nasaacin.org/component/content/article/1-ultimas-noticias/2926-qpais-de-lospueblos-sin-duenosq-gana-premio-nacional-documental . Consultado 201304-10
4
Ver
Acosta,
Alberto.
La Maldición de la Abundancia.
82
Ediciones
La paz de los pueblos sin dueño
Abya
Ayala,
2009
en
http://www.extractivismo.com/documentos/
AcostaMmaldicionAbundancia09.pdf . Consultado 2013-04-10.
Ver Dávalos, Pablo. La democracia disciplinaria. El proyecto posneoliberal
para América Latina. CODEU 2010. http://www.puce.edu.ec/sitios/economia/
docs/pub/INDICE_La_democracia_disciplinaria.pdf . Consultado 2013-04-10
5
6
Ver Robledo, Jorge Enrique. El TLC recoloniza a Colombia. PDF en http://
www.moir.org.co/IMG/pdf/tlc.pdf . Consultado 2013-04-10
7
Ver Rozental, Manuel. “Colombia: Todas las causas son nuestras. América
Latina en Movimiento”, 2007-10-22. http://alainet.org/active/30914&lang=es .
Consultado 2013-04-10
8
Mandato Indígena y Popular. Santiago de Cali, 2004-09-18. http://www.
nasaacin.org/mandato-indigena-y-popular . Consultado 2013-04-10
9
Para contrastar la agenda de 5 puntos de la Minga modificada ver. Vieira,
Constanza. Los 5 puntos de la agenda con Álvaro Uribe siguen vigentes.
2008-10-26. http://www.ips.org/blog/cvieira/?p=206 . Consultado 2013-04-10
10
“Diálogo con el ELN más pronto que tarde”. El Espectador 2013-04-10.
http://w w w.elespectador.com/noticias/paz/articulo- 415022-dialogo-el-elnmas-pronto-tarde . Consultado 2013-04-10
11
“Francisco Santos, tal como Uribe, pide no marchar el 9 de abril”. El
Espectador, 2013-04-07. http://www.elespectador.com/noticias/politica/
articulo- 414514-francisco-santos-tal-uribe-pide-no-marchar- el-9-de-abril
consultado 2013-04-10
12
“La paz con las FARC costaría 18 billones de pesos”. RCN Noticias,
2013-03013. http://www.canalrcnmsn.com/noticias/ministerio_de_defensa_
prepara_estrategia_si_se_logra_un_acuerdo_con_las_farc Consultado 201304-10
13
“Santos anunció guerra contra “Ollas” del país”. El Tiempo, 2013-04-01.
http://www.eltiempo.com/colombia/ bogota/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_
INTERIOR-12719853.html . Consultado 2013-04-10
14
MOVICE. “Propuestas mínimas sobre verdad, justicia, reparación y
garantías de no repetición”. 2013-03-06. http://www.movimientodevictimas.
org/images/archivos2/folleto1A_1_68.pdf . Consultado 2013-04-10
Ver, González-Posso, Camilo. “Desde el Cauca, desarmar la guerra”. 2012-
83
Rebelarse desde el nosotrxs - Rozental y Almendra
07-24. http://www.censat.org/articulos/10024-analisis/10519-desde-el-caucadesarmar-la-guerra . Consultado 2013-04-10
15
Montoya Suárez, Aurelio. “Las razones estructurales y coyunturales del
Paro Cafetero”. Entrevista, equipo Desde Abajo. 2013-03-22. http://www.
moir.org.co/Las-razones-estructurales-y.html . Consultado 2013-04-10
16
Rozental, Emmanuel. “La crisis de ellos es en sentido inverso a la
nuestra”. En Palabras para Tejernos, resistir y transformar en la época que
estamos viviendo. Gutiérrez, Raquel Ed. Pez en el árbol. Septiembre de 2011.
Páginas 179-202
17
Almendra Quiguanás, Vilma. “La paz de Mama Kiwe en libertad, de la
mujer sin amarras ni silencio”. En Palabras para Tejernos, resistir y transformar
en la época que estamos viviendo. Gutiérrez, Raquel Ed. Pez en el árbol.
Septiembre de 2011. Página 146
84
La paz de Mama kiwe
en libertad, de la mujer
sin amarras ni silencios1
Vilma Rocío Almendra Quiguanás
Rebelarse desde el nosotrxs - Vilma Rocío Almendra Quiguanás
C
uenten con nosotros para la Paz... Nunca para
la Guerra,
le ratificamos desde el pueblo
indígena Nasa del suroccidente colombiano, en el
departamento del Cauca, a todos los actores armados
en conflicto que desde hace varias décadas nos asesinan
y desplazan de nuestro territorio. Pensando en la paz
y en el cese al conflicto armado que buscamos, quiero
retomar las voces y sentires de compañeras y compañeros
que viven a la merced de todos los bandos. De quienes
sobreviven a una ocupación militar territorial que lo único
que les trae a diario es el terror de una guerra prolongada
para que el poder nacional y trasnacional acumule
riquezas. De quienes sufrimos las consecuencias de las
leyes de despojo que el congreso colombiano amañado
a las élites económicas, hace y deshace para privilegiar a
los ya privilegiados, mientras el pueblo es empobrecido,
86
La paz de Mama kiwe en libertad, de la mujer sin amarras ni silencios
asesinado, desterrado, despojado, criminalizado,
estigmatizado y señalado por reclamar sus derechos. De
todas y todos los que protegemos y tejemos las conciencias,
las palabras y las acciones con la de otras y otros, dentro
y fuera de procesos, para seguir caminando con las
comunidades y no dejarnos permear por la propaganda
de todo nivel que usan los “poderosos” para cooptarnos,
comprarnos, dividirnos y deslegitimarnos las resistencias
y las alternativas de vida.
Quisiera empezar este relato hilvanando algunas de tantas
historias de sufrimiento y de resistencia que hemos vivido
desde siglos atrás y que en la actualidad se repiten. Aunque
no son los mismos autores materiales que nos someten y
destrozan, sí son las mismas estrategias de terror para
aminoran nuestras luchas y propuestas políticas, y sí son
los mismos autores intelectuales los que siguen vigentes:
el modelo económico de muerte y sus beneficiaros. A lo
mejor hilvanar sea innecesario, porque nuestras historias,
experiencias, vivencias y prácticas cotidianas de tristezas
y alegrías que alimentan y defienden nuestros Planes de
Vida1, son ya tejidos de vida que se fortalecen entre sí, con
otras y otros, para seguir siendo desde el territorio.
Es difícil decidir qué o cuál vivencia contar, porque no
sólo la mayoría de indígenas, sino también campesinos,
negros y sectores sociales y populares del país, hemos
sido víctimas del modelo económico de muerte: Ya no
tenemos el ranchito donde vivíamos dignamente y
en comunidad. Estamos desplazados en las grandes
ciudades pidiendo limosnas. Nos falta por lo menos un
familiar, un amigo, un vecino, un compañero, porque fue
asesinado por alguno de los actores armados o porque se
entregó al amplio mundo de las drogas para escapar de
87
Rebelarse desde el nosotrxs - Vilma Rocío Almendra Quiguanás
esa “realidad”. No podemos caminar con tranquilidad y
armonía en nuestro propio territorio. No podemos sembrar
comida para nosotros porque las tierras están invadidas
de monocultivos. No podemos disfrutar de los bienes
comunes porque están privatizados por transnacionales.
Nos señalan de terroristas si exigimos nuestros derechos y
denunciamos la muerte. Vivimos en una terrible zozobra,
esperando el día que nos toque como ya les ha tocado
a muchos conocidos y desconocidos. Aun así, con todo
lo que nos empuja a la muerte, seguimos resistiendo.
Proponiendo y aportando a nuestras organizaciones,
procesos y comunidades en medio de contradicciones, y
nos plantamos en nuestra terquedad de seguir siendo y
en la necesidad vital de equilibrar y armonizar la vida
toda con la Madre Tierra, antes de que esta termine de
desangrarse bajo los impactos de la tortura económica,
social y política con la que siguen explotándola.
Así paso a contar algunos de tantos crímenes de lesa
humanidad perpetrados por los escuadrones de la muerte
agrupados en las Autodefensas Unidas de Colombia-AUC
-más conocidos como los paramilitares-, no sólo desde
lo que todas y todos ya conocemos en todo el país, sino
referenciando la confesión de uno de los comandantes
extraditados a los EE.U U. De otro lado, narro algunos
hechos también violentos que la guerrilla de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia- FARC, ejecutó en
nuestro norte del Cauca. La mayoría de testimonios son
desde las comunidades indígenas Nasa, que además nos
cuentan cómo vienen resistiendo y creando alternativas de
vida y qué significa para ellos el cese al conflicto armado
y la paz, y también les comparto algunas reflexiones y
voces de otros sectores sociales y populares que plantean
cómo sueñan la paz con dignidad en Colombia.
88
La paz de Mama kiwe en libertad, de la mujer sin amarras ni silencios
Actores y acciones terroristas al servicio del
despojo
Recordemos el descuartizamiento de Tupac Amaru en el
siglo XVIII cometido por ejércitos españoles para someter
las rebeliones indígenas que él lideró, contra el virreinato
que los esclavizaba y los masacraba para explotar las
“riquezas” naturales. No sólo despedazaron el cuerpo de
este indígena, sino que expusieron su cabeza atravesada
por una lanza para que en Cuzco, todas y todos los rebeldes
se aterrorizaran y desistieran el reclamo de sus derechos.
Con esta muestra de “poder” los españoles buscaban
garantizar esclavos obedientes y sumisos, así como lo
hicieron Chiquita, Dole, Del Monte y quién sabe cuántas
corporaciones transnacionales más, para acabar con los
sindicatos bananeros. Así lo confesó Ever Veloza, alias
HH, jefe paramilitar extraditado a EE.U U junto con otros
más, precisamente cuando empezaron a confesar verdades
que ponían en descubierto a los beneficiarios finales
de la guerra en Colombia. Fueron extraditados para ser
juzgados sólo por narcotráfico y concierto para delinquir,
pero no por todos los crímenes de lesa humanidad que
cometieron en el país.
En las versiones “libres” que se realizaron bajo la Ley de
Justicia y Paz que proclama sin sustento garantizar Verdad,
Justicia, Reparación y No Repetición de crímenes de lesa
humanidad a las millones de víctimas en Colombia HH
declaró que tanto empresarios como políticos y militares
fueron quienes los apoyaron. Que cuando ellos llegaban
a una región era porque ya habían hecho acuerdos y
tenían además apoyo económico. Que el objetivo no sólo
89
Rebelarse desde el nosotrxs - Vilma Rocío Almendra Quiguanás
era acabar con la insurgencia armada, porque a lo largo
de esta guerra fueron masacradas miles de personas
inocentes, sino liberar los territorios para las inversiones
de las élites económicas. Que las empresas bananeras
estaban en quiebra por los largos paros de los sindicatos.
Entonces tenían que actuar para mover esa economía 2.
Los paramilitares en Colombia siguen cometiendo
crímenes de lesa humanidad, ahora bajo el nombre
de Bandas Criminales (Bacrim). Nombre con el que
se les conoce a partir del gobierno de Uribe, porque
supuestamente la desmovilización de estos grupos
fue un éxito y ya no existen en el país. Estos grupos
nominalmente ilegales, aunque fueran respaldados
por el gobierno, coordinaran y actuaran con el ejército
colombiano, cometieron más de 3500 masacres en todo
el territorio nacional, dejando un número desconocido
de huérfanas/os, viudas/os, desplazadas/os y muertas/
os en vida que posiblemente perdonen, pero no olviden
semejantes vejámenes cometidos contra la vida toda.
Basta recordar las masacres de El Salado en Bolívar y del
Naya en el Cauca, donde se dice que cegaron cerca de
100 vidas, pero aún no existe una cifra concreta de las
asesinadas/os, decapitadas/os, degolladas/os violadas/os,
descuartizadas/os, pues también hicieron y deshicieron
con vivas/os y muertas/os. Tal vez fueron las masacres
más llenas de sevicia, de terror y de odio, sumadas a
cualquier cantidad de torturas, desapariciones y asesinatos
selectivos en las regiones que luego se convirtieron en
territorios de monocultivos y de industrias extractivas.
Los paramilitares y la fuerza pública históricamente
sembraron terror en Colombia con todos sus métodos
infames de tortura. Testigos cuentan que además tenían
90
La paz de Mama kiwe en libertad, de la mujer sin amarras ni silencios
hornos crematorios para desaparecer los cadáveres, cuando
ya no era rentable para sus estructuras dejar evidencia de
tanta muerte. HH también confesó que los comandantes de la
fuerza pública solicitaban deshacerse de los cadáveres, para
evitar el aumento del índice de violencia que se registraba
en sus regiones. El accionar paramilitar lo sufrimos en
carne propia casi en todo el país, pero con mayor dureza
en las regiones geoestratégicas de interés económico de las
transnacionales. Entonces dónde ya se había identificado
abundancia de oro, petróleo, coltan, litio, gas, carbón,
agua y otros bienes comunes, fue donde mayor muerte y
desplazamiento de instaló, pues en varias regiones, y en
particular, el Cauca aún nos persigue el terror, la guerra y
el miedo que se confronta con nuestros planes de vida, la
esperanza y la terquedad en la defensa del territorio.
Recuerdo en 1991 la Masacre del Nilo en el resguardo de
Huellas Caloto, donde asesinaron a machete, hacha y bala
a 20 comuneras/os Nasa que reclamaban su derecho a la
tierra. No puedo olvidar la gigantesca “limpieza social”
que se ejecutaba día a día en cientos de municipios, por
ejemplo: en Santander de Quilichao entre el 2001 y el 2003
y entre el 2008 y este mismo año. Se publicaban listados en
las calles y en el cementerio con los nombres de hombres
y mujeres a asesinar. Asesinaron y desaparecieron a
centenares de personas. Recuerdo a vecinas y a compañeras
buscando a sus familiares, muchas de ellas se arriesgaban
a ir hasta donde estaban los comandantes paramilitares
para preguntar por sus hijos. En esa época me contó un
amigo que su madre acompañó a su vecina a Lomitas
en Santander de Quilichao, para preguntar por su hijo.
El comandante las atendió, les dijo que no tenía idea
quien era su hijo, pero que si lo habían ejecutado era por
guerrillero, o ladrón, o drogadicto, o debía algo. Entonces
91
Rebelarse desde el nosotrxs - Vilma Rocío Almendra Quiguanás
las mandó a buscarlo a un lugar donde había un enorme
hueco atravesado por una gran cuerda donde estaban
amarrados los cadáveres más recientes. Fue una escena
tenebrosa la que vivieron estas dos mujeres y hasta el
sol de hoy no han encontrado al joven desaparecido. No
me olvido tampoco del miedo que sentían compañeras
y compañeros cuando bajaban de las montañas a hacer
mercado a este municipio, pues muchos se quedaban
haciendo compras de por muerte (porque sería falso decir
de por vida), es decir, nunca regresaban a su hogar. Los
paramilitares decían que todos eran guerrilleros, que lo
que compraban de comida no era para ellos y que eran
sapos de la guerrilla. Así otros cientos perdieron la vida.
Lo paradójico era que algunas/os de los que regresaban
a su resguardo sanos y salvos, eran acusados de ser
informantes del ejército y por ende de los paramilitares, y
eran “ajusticiados” por las Farc en las montañas.
Nosotros sabemos, entendemos y compartimos
históricamente la necesidad de formar ejércitos del pueblo
para defender a los desposeídos. Fue una de las formas
de resistir y de evitar el robo de nuestro territorio a
manos de grandes latifundistas, así evitábamos algunos
abusos de los terratenientes. “Cuando iniciamos las
recuperaciones de tierra en el Cauca, no las hicimos solos
como indígenas, nos unimos con los campesinos y otros
sectores empobrecidos. Hasta los actores armados nos
ayudaron en ese camino, eso fue entre el 60 y el 70”,
afirma con nostalgia, Jaime Díaz, dirigente del reguardo
de Tacueyó en Toribío, porque desde hace varias décadas
las Farc ya no son el ejército del pueblo. Aunque así se
autodenominen, lo que vivimos, vemos y sufrimos en
nuestro territorio nos ratifica que no nos representan, que
la fuerza que ejercen con sus armas recrudece también
92
La paz de Mama kiwe en libertad, de la mujer sin amarras ni silencios
la violencia, nos desplaza e intenta acallar nuestra voz y
la fuerza de nuestras ideas, con la fuerza de sus fusiles.
Claro que nuestras resistencias no son estáticas, pues
aunque en décadas atrás nos apoyaron y hasta nosotros
tuvimos el Quintín Lame, como brazo armado de nuestro
movimiento, sabemos que ahora ni ética y estratégicamente
la lucha armada es conveniente. No podemos defendernos
del enemigo matándolo si proclamamos defender la
vida toda. Es terrible el deterioro que en las últimas
décadas ha sufrido la propuesta política que lideraban
las Farc en nombre de las colombianas y colombianos.
Obviamente entendemos que el vil golpe que le dieron
a sus estructuras y figuras políticas - con cerca de 4000
asesinatos de miembros de la Unión Patriótica-, que sí
le apostaban a los verdaderos cambios en el país por la
vía civil, tienen que ver con lo que hoy no reconocemos
en las Farc. Pero no entendemos cómo en el ámbito de
nuestros territorios, también nos causan el mismo dolor y
despojo que rechazan del modelo económico de muerte.
En Colombia, y en particular en el norte del Cauca, las Farc
no sólo nos han asesinado a nuestros líderes, sino que
también han intentado infiltrar nuestras organizaciones
para someternos a su control. Ellos al igual que los
otros actores armados, también viven del narcotráfico,
amenazan, asesinan e intimidan a nuestras autoridades
indígenas y a comuneras y comuneros. No voy a hacer un
listado de nuestras muertas/os a manos de milicianos de
las Farc, pero si quiero contar de dos asesinatos cometidos
en un mismo lugar de nuestro territorio, que en lo personal
me dejaron impresionada, por lo parecido de estos hechos
a las prácticas de los escuadrones de la muerte.
Mi familia y yo llegamos a vivir a Santander de Quilichao
desde finales de los 80. Nos tocó salir del resguardo
93
Rebelarse desde el nosotrxs - Vilma Rocío Almendra Quiguanás
de Jambaló, porque mi mamá en uno de sus sueños
descubrió a los asesinos de toda la familia de uno de sus
compadres. Llegamos al barrio Belén a vivir en un rancho
de barro que mi abuelo había construido. Allí conocimos
tanto a personas que nos miraban con desprecio por ser
indígenas, como a quienes nos tendieron la mano, porque
habían salido de sus resguardos durante la época de la
violencia (50s - 60s) y se habían logrado instalar en ese
barrio. Allí crecimos con otras niñas y niños con quienes
entablamos complicidades desde la pobreza. Recuerdo
a uno de los amiguitos de mi hermano Cristian, le
decíamos “Care Luna”, era el más juicioso de la cuadra,
pues le gustaba estudiar, ayudaba y acompañaba a su
mamá, era quien nos hacía morir de risa, era mimado y
bien miedoso, era amable con las vecinas, respetuoso y
bastante amiguero. Se metía con la gente que conocía, no
tenía grandes problemas, excepto cuando corría por toda
la cuadra sosteniendo sus pantalones, para que su mamá
no lo alcanzara con la correa para castigarlo por prestar la
moto o dejarla botada por irse a tomar algunas cervezas
con sus amigos. Care Luna ya había terminado el colegio
y últimamente le había dado por andar de baile en baile,
aprovechando la moto que su mamá le había conseguido
para hacer domicilios -uno de los trabajos informales más
extendidos después de la venta de minutos de celular-. A
mediados de 2009 le dio el arrebato de irse con un amigo
que también hacía domicilios a las ferias de El Tierrero,
una vereda del resguardo de Huellas Caloto. Cuentan
que no regresó más a su casa. Su mamá desesperada
decidió ir a hablar con uno de los comandantes de las
Farc que opera en esa zona, porque le habían dicho que
a su hijo se lo habían llevado unos milicianos. Dicen que
ella se fue acompañada de su hijo mayor y logró que la
atendieran en ese campamento. Que allá le mostraron un
94
La paz de Mama kiwe en libertad, de la mujer sin amarras ni silencios
video donde habían grabado el interrogatorio a su hijo y a
otros más: lo vio con las manos amarradas en la espalda
diciendo que no era informante de nadie, que solo hacía
domicilios, que vivía en el barrio Belén y que por favor no
lo mataran. Tan sólo tres días después la vecina le pudo
dar sepultura a su mi hijo menor. No me olvidaré nunca
de la gran tristeza que mi hermano Cristian sintió en ese
momento: “Él no merecía la muerte, ¿por qué si era tan
sano? Mejor me hubieran matado a mí que no sirvo para
nada y que solo les traigo problemas”. Me repetía mi
hermanito por teléfono sin imaginar que un año más tarde
las famosas bandas criminales le cegarían la vida en una
de las esquinas del barrio, porque varios años después de
instalarnos en Belén, sin oportunidades y sin mucho por
hacer, él había caído en el oscuro mundo de las drogas, de
donde nunca logró salir. Aunque ahora después de casi
un año de duelo, siento que él se liberó y desde donde
está nos acompaña y protege.
En el mismo sitio un año después, milicianos de las Farc
torturaron y asesinaron a una joven indígena acusada
de ser colaboradora del ejército. No es ni será el último
asesinato, porque siguen creciendo las víctimas de las
Bacrim, de la fuerza pública y también de las Farc, en
todo el territorio y en particular desde este lugar:
“Zuleima Coicué, indígena Nasa, nativa de la vereda El
Damián del Resguardo de Tacueyó, era madre soltera y
tenía 21 años. Estudió hasta 5º de primaria. Trabajaba con
su papá en una tienda donde se rebuscaba lo necesario
para poder sostener a Juan David, su hijo de 4 años. Sus
amigos y allegados la recuerdan como una muchacha
alegre, trabajadora y hogareña, no acostumbraba mucho
a salir de su casa. Sin embargo el sábado 10 de julio
95
Rebelarse desde el nosotrxs - Vilma Rocío Almendra Quiguanás
de 2010, durante las fiestas de El Tierrero, tenía muchas
ganas de ir a bailar. Le pidió a su primo que fueran, pero
ni él ni su papá querían que saliera, no porque temieran
algo sino porque tampoco acostumbraban a salir a las
festividades. Fueron a la feria instalada al pie de la carretera
que se extendió hasta el amanecer. Hacia las cuatro de
la mañana, su primo le dijo que regresaran a la casa, ella
le sugirió que esperaran a que aclare un poco el día, él
se quedó esperándola afuera, pero ya no volvió a verla.
Al principio, y ante la demora, él dedujo que ella habría
regresado con alguien más por lo que decidió salir solo.
Hasta el mediodía se enteraron de que, no sólo, nunca
regresó a la casa, sino que además, estaba en Caloto,
muerta, con señales de tortura y de violación”3.
Algunos de los pocos que hablaron a pesar del temor
a ser asesinados contaron que a Zuleima la sacaron
arrastrada de la fiesta, que la llevaron como a un kilómetro
de distancia. Ahí en un potrero todos la violaron y luego la
ultimaron a tiros, para después dejarla tendida a la orilla
de la carretera. Otros decían que cuando la encontraron le
faltaba un seno, nadie habla de este horror. Solo se sabe
que fue “ajusticiada” por los milicianos, quiénes al igual
que los otros actores armados se creen dueños de la vida
y por eso la arrebatan cómo les parece y cuándo se les
viene en gana. La vía que de El Palo conduce al resguardo
de Toribío, y El Tierrero, en los últimos años se han
convertido en una de las vías más sangrientas del norte
del Cauca. Allí semanalmente se recoge un sin número
de cadáveres, varios que la comunidad logra reconocer y
enterrar, y otros tantos que no se logran identificar y van
a parar a la morgue de Caloto, Corinto o Santander de
Quilichao.
96
La paz de Mama kiwe en libertad, de la mujer sin amarras ni silencios
La guerra beneficia el extractivismo de bienes comunes
Sumado a esto, se presentan continuos enfrentamientos
entre todos los actores armados para desplazar a los
pueblos, pues como dice el compañero Héctor Mondragón,
“en Colombia no hay desplazamiento porque hay guerra.
En Colombia hay guerra para que haya desplazamiento”.
Eso es evidente y se hace cada día más claro en nuestros
territorios, porque todas las acciones violentas, incluidas
las de quienes se hacen llamar “ejército del pueblo”, sólo
benefician a los amigos de la codicia. Por ejemplo: La
toma guerrillera perpetrada contra Toribío el pasado 9 de
julio fue una acción demencial de las Farc, no sólo por
las vidas que cegó y las familias que afectó psicológica
y económicamente, sino también por su insistencia en
atacar con sevicia el corazón de la resistencia pacífica en
Colombia. Porque aunque insistan en declarar lo contrario,
el ataque sí fue contra el pueblo, contra los civiles, contra
los indígenas, contra la dignidad y la resistencia que se teje
desde el norte del Cauca. “Nos sorprende que siempre que
atacan dicen que es contra la fuerza pública, pero las casas
destruidas son las nuestras. En el último ataque fuerte a
Jambaló la mayoría del casco urbano nos desplazamos a
los sitios de asamblea permanente –escuelas señaladas
con banderas blancas- para dejarlos que pelearan entre
ellos, y no pasó nada”, reclama un comunero de Toribío.
Toda acción violenta de la insurgencia armada contra los
pueblos, provoca más guerra y le sirve como pretexto al
régimen, para consolidar nuestros territorios como teatros
de operaciones militares.
La Asociación de Cabildos Indígenas del norte del
Cauca-ACIN, en su reciente documento resultado de la
Audiencia Pública después del ataque a Toribío, ratifica
que “(…) ambos bandos comparten la misma estrategia,
97
Rebelarse desde el nosotrxs - Vilma Rocío Almendra Quiguanás
disparan, hacen estallar explosivos o bombardean
indiscriminadamente, con la supuesta certeza de que
los civiles muertos o heridos, por estar cerca de sus
enemigos, también son blancos legítimos”4. Es claro que
ningún actor armado nos protege, ambos nos utilizan
como carne de cañón, mientras aseguran defendernos.
Y lo peor de todo no es sólo que los civiles somos los
que más perdemos en este conflicto, sino quiénes se
benefician con esto, porque la consecuencia del ataque
del 9 de julio fue la instalación acelerada del Batallón de
Alta Montaña con miles de soldados en Tacueyó. Batallón
que con seguridad será reconocido como la mayoría en el
país, por sus constantes violaciones a las mujeres, robo
de alimentos y animales a las comunidades, intimidación
y abuso de poder con sus fusiles, y tal como lo hacen
todos los actores armados: “usando nuestras casas como
trincheras, porque tanto el ejército como la guerrilla se
protegen con nuestras casas”, testimonia Walter Noscué,
gobernador del resguardo de Toribío. Pero veamos lo que
empezó a agudizarse en el norte del Cauca, después de
que en Audiencia Pública realizada en Toribío tras el ataque
de las Farc, exigimos la salida de las bases militares del
Gobierno y de la insurgencia armada de las Farc de nuestro
territorio. Al día siguiente de este encuentro colectivo en
el que ratificamos nuestra posición de autonomía ante
todos los actores armados, reiniciaron los asesinatos
selectivos y las amenazas. No han parado de asesinar
indígenas que han prestado servicio militar, aun estando
fuera del servicio activo. Siguen asesinando trabajadoras
sexuales, todas y todos acusados de ser informantes5.
Una compañera me decía que cuando fueron a una de
las comunidades a hacer un videoforo, se encontraron
con una fiesta organizada por los milicianos, quienes con
fusil al hombro y micrófono en mano vociferaban: “estos
98
La paz de Mama kiwe en libertad, de la mujer sin amarras ni silencios
indios han dicho que nos tenemos que ir de aquí. Vamos
a ver quiénes se van primero”. En otra comunidad me
contaban que “las milicias han dicho que no responden
por la gente que transite después de las 7:00 de la noche”.
Mientras tanto recibimos una llamada amenazante a la
sede principal de la ACIN, en la que nos daban un plazo
de 24 horas para que desocupáramos todas las sedes de
la organización6, y seguimos recibiendo amenazas de las
Águilas Negras y Los Rastrojos, grupos paramilitares que
el gobierno Uribe “desmovilizó” (porque en Colombia
los 30 mil hombres que entregaron las armas siguen
matando). Esto es solo una mínima muestra de lo que
viven las comunidades en el norte del Cauca, ¿quién sabe
cuántas más cosas pasan y se quedan acalladas en las
montañas, por temor a represalias y a más muerte y dolor?
Como decía antes y como bien lo expresó la ACIN hace
pocos meses:
“(…) cada vez tenemos menos dudas de que la guerra es
funcional al modelo de colonización minero-energético, de
la expansión de los agrocombustibles y de la expropiación
de los territorios indígenas y de los afrodescendientes y
campesinos, impulsada por las transnacionales. Tanto
la invasión de nuestros territorios por el Ejército oficial,
como la ocupación de nuestras comunidades por la
insurgencia armada, promueven un modelo territorial y
económico extractivo y dependiente de las rentas de los
bienes comunes, reproduciendo un sistema de despojo y
aniquilamiento que los indígenas conocemos desde hace
siglos” 7.
Y como claramente decía un Nasa en Toribío: “el
supuesto control de la fuerza pública con la entrada
del nuevo Batallón al territorio es para manejar el
99
Rebelarse desde el nosotrxs - Vilma Rocío Almendra Quiguanás
narcotráfico”, quien ve con malos ojos la entrada masiva
de militares al norte del Cauca, seguramente, porque él
como muchos otros, hemos sido testigos de que también
los soldados y policías negocian con los narcotraficantes
y hasta protegen las rutas claves para procesar y sacar
la droga. Además es el control territorial que necesitan
ejercer contra las resistencias y las alternativas de vida del
movimiento indígena, para romper los procesos y abrirle
camino a las transnacionales.
La guerra es para ellos. La paz es nuestra
“Señor presidente: la guerra no se termina con más
guerra; eso ya está suficientemente demostrado en más
de 50 años de confrontación armada en Colombia. Señor
Alfonso Cano (comandante del secretariado de las Farc):
su guerra popular hace rato se convirtió en una guerra
contra el pueblo. Es hora de dialogar para encontrar una
solución política a este conflicto que nos extermina”, fue
el mensaje contundente que desde Toribío se les envío
a los mandos de los dos actores armados, que pese a
toda nuestra resistencia y alternativa milenaria, siempre
terminan invisibilizándonos con sus actos de muerte. La
necesidad de un diálogo en el país fue el llamado, pero
no solamente entre actores armados, sino con la sociedad
civil, que somos los principales afectados y despojados
como consecuencia de esta guerra. Una guerra absurda
para quienes la vivimos, pero clave para quienes se
benefician del modelo económico de muerte.
En nuestras comunidades desde varios años atrás no
sólo se ha hablado del conflicto armado, pues lo hemos
vivido en carne propia, y por eso nos hemos visto
100
La paz de Mama kiwe en libertad, de la mujer sin amarras ni silencios
obligados a resistirlo, a protegernos y a pensar en cómo
hacer para defender nuestros planes de vida. Por eso
nuestros esfuerzos se han enfocado en el fortalecimiento
de nuestros cabildos, proyectos comunitarios, tejidos de
vida, programas y acciones colectivas del proceso político
organizativo.
En ese camino nuestro sueño y nuestra apuesta colectiva
es consolidar una propuesta política que recoja todas
las causas populares, no sólo nuestras reivindicaciones
indígenas. Por eso desde hace casi una década revivimos
la Minga8, como acción colectiva nacional, no sólo del
hacer ancestral y cotidiano en nuestras comunidades. Sino
un trabajo común, donde todos pudiéramos dar puntadas
para fortalecer los tejidos de vida que nos configuran
como indígenas, campesinos, negros y sectores populares,
empujados a construir un “país de los pueblos sin dueños”.
Con una agenda de unidad nacional que respete nuestras
particularidades, pero que luche por temas centrales que
nos tocan a todos, como la transformación del modelo
económico de muerte, en Planes de Vida desde y para
los pueblos. Que el terror y la guerra sean superados por
la armonía y el equilibrio entre todos los pueblos. Que
la legislación del despojo sea suplantada por leyes que
protejan tanto a los seres humanos como a la Madre Tierra.
Que los acuerdos con el Estado sean de cumplimiento
obligatorio sin chantajes y sin importar quiénes sean
los gobernantes. Y que construyamos una agenda de
los pueblos. Esas son las apuestas grandes y colectivas
que queremos seguir tejiendo con todas y todos, pero
también nos interesa fortalecer nuestras dinámicas desde
adentro: la lucha por la defensa de la vida, por las culturas
de nuestros pueblos; por la justicia y la armonía en
nuestros territorios, por nuestra territorialidad económica
101
Rebelarse desde el nosotrxs - Vilma Rocío Almendra Quiguanás
ambiental, y por nuestra comunicación para la verdad y la
vida. Son los ejes fundamentales de nuestro proceso y por
los cuales tratamos de caminar la palabra pese a diversas
dificultades internas y contradicciones permanentes, que
como en todo proceso, se manifiestan en varios ámbitos
para desafiarnos.
En tal sentido, una de las mayores dificultades que
tenemos en términos del conflicto armado, es que muchas
de nuestras hermanas/os indígenas han sido empujados
a tomar partido en alguno de los bandos, ya sea por
compartir cierta ideología, porque el mismo despojo los
ha empujado a tomar las armas, o lo más común, por
reclutamiento forzado y por violencia intrafamiliar. En
la actualidad nos encontramos con muchos guerrilleros
y milicianos que se adhieren a las filas solo para ejercer
poder con un arma, para vengarse de quienes los han
ofendido, para delinquir con mayor facilidad, son pocos
los que sostienen una discusión política, pues lo que
saben hacer es ejercer la fuerza de sus armas. Así, muchos
de nuestros jóvenes y jovencitas también han abandonado
las estructuras organizativas de sus comunidades porque
tampoco encuentran espacios y ven que algunos líderes son
tan autoritarios como los que rechazamos en el discurso.
“Hay muchos jóvenes milicianos, pero ¿qué vamos a hacer
si el control no empieza desde la misma familia?”, pregunta
con angustia una maestra del reguardo de Toribío, porque
ha visto cómo en los últimos años son jóvenes y niños
indígenas los que engruesan las filas de las guerrillas.
También Carlos Banguero, alcalde de Toribío, mencionaba
con preocupación que “en la primera toma al municipio
eran paisas, costeños y caqueteños los que atacaban al
pueblo, pero ahora son nuestros jóvenes, nuestros niños,
los que están atacando a su propio pueblo”.
102
La paz de Mama kiwe en libertad, de la mujer sin amarras ni silencios
Es una situación muy complicada para las familias, para
la comunidad, para la organización y para el movimiento
indígena, por eso las bases comunitarias exigen a todos los
actores armados salir del territorio. Simultáneamente se
hace necesario “revisar la prepotencia de algunos líderes,
nuestras estructuras, nuestras autoridades y nuestras
acciones dentro del territorio, porque las asambleas se
están mermando. Creo que otros nos están ganando gente”,
manifiesta con preocupación otro comunero de Tacueyó,
haciendo referencia a decisiones autoritarias de unos
líderes que han roto los procesos de consulta con las bases.
Aclara también que aunque no son todos, las decisiones
y las acciones contradictorias de una sola persona en
nombre del proceso afectan a todo el movimiento. “Los
líderes y autoridades deben llegar y acompañar más a las
comunidades. La consejería debe orientar más y tomar
decisiones consultando a la comunidad. Revisemos
la dignidad, la solidaridad, la igualdad, la equidad, la
hermandad. Es una tarea que tenemos como urgente para
recuperar la confianza en nuestro territorio”, convoca
la gobernadora de López Adentro. Así, tenemos como
prioridad volver a las bases, escucharnos, reflexionar y
tomar decisiones colectivamente para fortalecer nuestro
proceso político organizativo que viene siendo agredido
no sólo por el modelo económico de muerte, los actores
armados, las leyes del despojo y la propaganda, sino
también por nuestra falta de coherencia al caminar la
palabra.
Ser como Mama Kiwe con humildad por la vida
El movimiento indígena colombiano, impulsado desde el
norte del Cauca, lugar donde nació el Consejo Regional
103
Rebelarse desde el nosotrxs - Vilma Rocío Almendra Quiguanás
Indígena del Cauca-CRIC, el 24 de febrero de 1971, se ha
caracterizado por su resistencia y lucha permanente en la
defensa de la Madre Tierra y la vida toda bajo las banderas
de Unidad, Territorio, Cultura y Autonomía. Como decía
antes, en particular desde hace aproximadamente una
década, se ha venido haciendo conciencia colectiva en
casi todo el territorio para entender que ante nuestros
planes de vida, se imponen los proyectos de muerte
del capital transnacional. Aprendimos a reconocer que
en cada época nuestro agresor material iba cambiando
de máscara: españoles, terratenientes, estadounidenses,
ahora transnacionales. Qué debíamos recrear no sólo
nuestras luchas, sino nuestra propia vida para resistir.
Qué el desafío que nos convoca a defender el territorio es
el mismo que convoca a los demás sectores sociales. Que
solos no podemos y que nos necesitamos mutuamente
para resistir y pervivir en Colombia. Por eso desde la Minga
que proyectamos al ámbito nacional, nos propusimos una
agenda de los pueblos. Empezamos diversas acciones
colectivas para defender la vida defendiéndola con otros
y otras. En ese camino hermoso y lleno de alegrías por
compartir con los otros pueblos, también nos encontramos
con espinas que como seguramente en todas partes,
también han fracturado nuestros tejidos de vida y buscan
romperlos, si es que no fortalecemos propuestas políticas
más allá de las reivindicaciones sectoriales.
Es evidente que cuando los procesos empiezan
a consolidar sus tejidos en unidad, no sólo llega la
agresión externa a romper sus hilos, sino que también
las contradicciones internas empiezan a aflojarlos. Esa
es nuestra experiencia, porque cuando nos vieron con
una propuesta concreta y trabajando como hormigas,
llegaron en paracaídas las ong´s a financiar nuestros
104
La paz de Mama kiwe en libertad, de la mujer sin amarras ni silencios
procesos. El error que cometimos fue permitir que éstas
financiaran lo que querían y no anteponer nuestros
criterios y necesidades, pues muchas de estas que son bien
funcionales al modelo económico, terminaron cooptando
a algunos dirigentes y si no reconocemos estas falencias,
es posible que terminen cooptando todo nuestro proceso
organizativo. Con todo lo anterior, siento que se puede
entender de manera muy general la época que estamos
viviendo, o mejor, nuestro contexto actual desde el norte
del Cauca.
Para continuar con este relato quiero compartir algunas
incógnitas que nos invaden a muchos de nosotros y
nosotras, ahora más que nunca, precisamente cuando se
empieza a hablar de un diálogo entre los actores armados
y el gobierno, y más aún, cuando algunos líderes ya han
ofrecido nuestro territorio para esos diálogos:
¿Qué significa vivir en paz para nosotros los Nasa?,
respondieron sin que se les preguntara, mayoras/es,
jóvenes, niñas/os de diversos resguardos del norte del
Cauca, durante las comisiones de trabajo previas a las
Audiencia Pública de Toribío. La mayoría no se refirió
a ofrecer el territorio para diálogos con los actores
armados y con el gobierno, antes ratificaron su rechazo y
exigencia a su salida del territorio. Pese a que ya tenemos
la experiencia en diálogos con ambos actores armados,
manifestaron ir a los campamentos, pero a arrebatar a
las niñas/os y jóvenes que nos han robado. Reconocieron
que tenemos grandes contradicciones y problemáticas
que están resquebrajando nuestras organizaciones,
entonces propusieron abordarlas para fortalecer nuestras
estructuras y por ende los procesos.
105
Rebelarse desde el nosotrxs - Vilma Rocío Almendra Quiguanás
Nadie habló de ningún proyecto de Paz financiado por
ong´s, sino de consolidar la autonomía territorial con todos
los proyectos comunitarios para alimentar los planes de
vida. Nadie habló de negociar nada con el gobierno de
Santos, antes exigieron desobediencia civil a las leyes
de muerte que impone. Nadie aseguró haber discutido
ampliamente y estar de acuerdo con el ofrecimiento del
territorio como zona de despeje, antes exigieron un análisis
amplio y consulta con las comunidades. ¿Entonces cuando
hablamos de paz a qué nos referimos?: pues a vivir en
equilibrio y en armonía con la Madre Tierra; a que todas
y todos volvamos a caminar con libertad la palabra de
los pueblos; a transitar tranquilamente por la comunidad
sin temer a la muerte; a estudiar en la escuela sin que
esta se convierta en trinchera de los malos; a sembrar
y a cosechar nuestros alimentos en nuestra parcela sin
miedo a las fumigaciones; a volver a tomar el agua de los
ríos y las quebradas; a ver reverdecer nuestras montañas
envés de ver desiertos de tierra y químicos desechados por
las mineras; a volver a sentarnos con suficiente tiempo
y amplia participación en nuestras asambleas y tomar
decisiones sin premura; a integrarnos más de lleno entre
todos no para enterrar nuestros muertos, sino para celebrar
el milagro de la vida; a tejer lazos de unidad con otros
pueblos y procesos; a vivir, recrear y alimentar nuestros
sueños y planes de vida. Esto fue lo que retumbó en varias
comisiones, como resultado del cese al conflicto armado,
pero también del modelo económico de muerte. Por todo
lo anterior, comuneras/os exigieron:
“Reflexionar más ampliamente en la comunidad y con
las autoridades sobre las implicaciones de declararnos
territorios de paz y de autonomía”, y propusieron
“declarar los territorios en resistencia y en desobediencia
106
La paz de Mama kiwe en libertad, de la mujer sin amarras ni silencios
al conflicto armado y a las leyes del Estado. Realizar
barridos veredales de información y de reflexión en todo
el territorio. Que la fuerza pública y la insurgencia armada
saquen sus males de nuestro territorio”9.
Propuesta que se convirtió en camino porque ya iniciaron
desde el norte del Cauca, las Mingas de Resistencia por la
Autonomía y Armonía Territorial y por el cese de la guerra,
para la desmilitarización de los territorios indígenas
y el freno a la militarización promovida por el ejército
y las FARC. La ACIN con apoyo del CRIC encabezan
estos recorridos de la mano de la comunidad y de todos
los tejidos de vida de la organización. Precisamente el
primer recorrido e instalación de controles territoriales se
realizó en la vereda El Tierrero, allí desde el día 23 de
agosto guardias indígenas acompañadas de comuneros
y comuneras, hacen presencia controlando y trabajando
pedagógicamente para explicar el objetivo del ejercicio
de control y su presencia. La idea es hacer las Mingas de
Recorrido Territorial en las 324 veredas de la Cxhab Wala
Kiwe (el gran territorio Nasa del norte del Cauca). “Ahora
si vamos a poder visitar a los conocidos que tenemos,
recoger remedios en los páramos y mirar cómo está la
gente porque vamos unidos, con mucha gente y alegres.
Antes queríamos hacerlo pero no se podía porque la
gente mala está por todas partes y a uno le da miedo
andar solo”, puntualizó un mayor participante del evento
en El Tierrero.
Ahora pensemos si ¿con el cese al conflicto armado
tendremos paz en nuestros territorios? Muchos cansados
de ver caer muertos día a día y no soportar más la sevicia de
la guerra, aseguran que sí es suficiente, que serían felices
si el territorio queda despojado de todos los militares y
107
Rebelarse desde el nosotrxs - Vilma Rocío Almendra Quiguanás
sus vidas vuelven a la “normalidad”. Otros manifiestan
que el cese al conflicto armado es un paso importante y
urgente, pero que no garantiza la paz, mientras el modelo
del libre comercio y el extractivismo siga imperando. Y
con razón porque el problema de fondo no son los actores
armados, pues son simples instrumentos que utilizan para
despojarnos y aterrorizarnos. Si cesa el conflicto armado,
si todos los actores se desmovilizan, ¿qué van a hacer esos
hombres y mujeres que se acostumbraron a la guerra?, ¿Si
no hay oportunidades para los civiles, será que habrán
para los desmovilizados?, ¿se ampliarán las llamadas
bandas criminales en Colombia?, ¿Qué pasa si las leyes
siguen siendo las mismas y nos siguen despojando del
territorio y de nuestros mínimos derechos?, ¿Qué pasa si
las trasnacionales siguen promoviendo el extractivismo de
nuestra Madre Tierra?, ¿qué pasa si siguen oenegeizando
y cooptando nuestros líderes y procesos?, ¿qué pasa si
no reconocemos debilidades y contradicciones internas
para fortalecer nuestro proceso?, ¿qué pasa si los
políticos nos siguen engañando y sólo nos buscan para
que les sirvamos de escalera para trepar?. ¿Será que el
cese al conflicto armado es suficiente para vivir en paz en
nuestros territorios y en toda Colombia?
Son decenas de preguntas que nos hacemos a diario
todas y todos, porque nos da mucha desconfianza que el
creador de los falsos positivos en Colombia y promotor
de leyes más lesivas que las aprobadas por Uribe en sus
mandatos, o sea el presidente Santos, sea quien ahora nos
hable de Paz. Cómo sería imaginarnos el cese al conflicto
armado o por lo menos evitar la muerte de múltiples
víctimas que no hacen parte de esta guerra, digo sólo
víctimas, pero no me atrevo a decir inocentes, no porque
dude de su inocencia, sino porque no sé hasta dónde
108
La paz de Mama kiwe en libertad, de la mujer sin amarras ni silencios
quienes mueren en combate son culpables. ¿culpables de
no tener oportunidades?, ¿culpables de no tener tierra para
trabajar?, ¿culpables de no tener acceso a la educación?,
¿culpables de no tener una vida digna?, ¿culpables de su
reclutamiento forzado?, ¿culpables de solo saber manejar
un arma?, ¿culpables de ser empobrecidos?, ¿culpables
de la descomposición social que los envuelve?, ¿culpables
de la riqueza de los poderosos?, ¿culpables de que sólo
haya tierra para los monocultivos?, ¿culpables de la
destrucción de la Madre Tierra? Siento que de todo eso
sólo son culpables el modelo económico de muerte y
todos sus beneficiarios, que usan a quienes están arriba
nuestro legislando, trabajando y sentenciando a favor de
sus intereses transnacionales y sólo les importa su codicia
para acumular.
El modelo económico de muerte es el autor intelectual
de nuestra destrucción y despojo. Creo que si tomamos
solo la guerra como referencia, el cese al conflicto armado
sería vivir en paz, pero si retomamos nuestros Planes de
Vida, nos queda claro que el cese al conflicto armado es
un anhelo, una esperanza y una apuesta colectiva que
puede ser clave para garantizar la paz, pero si a la par no
cohesionamos ni movilizamos una agenda política para la
transformación, nuestra resistencia se va a reventar.
Entonces ¿cuál es la paz con dignidad que necesita
Colombia? Hace poco se realizó un diálogo e
intercambio entre organizaciones sociales y populares en
Barrancajabermeja, Santander, donde se juntaron cerca de
30 mil personas en el Encuentro Nacional de comunidades
campesinas, afrodescendientes e indígenas por la Tierra y
la Paz de Colombia. En ese espacio reflexionaron sobre
hechos que vienen afectando los territorios, como la
109
Rebelarse desde el nosotrxs - Vilma Rocío Almendra Quiguanás
agudización del conflicto armado que vive el país y también
se preguntaron sobre cuál es la paz que necesitamos.
“Se está realizando este evento por la paz, pero ¿qué
entendemos por Paz? Sí se plantea la paz como un cese
al conflicto armado, puede ocurrir que el conflicto
disminuya pero eso no significa paz. Para que exista
paz, necesitamos tener autonomía, y la autonomía no
se consigue negociando con el gobierno derechos por
recursos económicos o que algún grupo armado deje las
armas. La verdadera paz la construye la base”.10 “Para
que exista tranquilidad ya que estamos hablando de paz,
el gobierno no debe entregar la soberanía nacional. En
la actualidad no podemos hablar de soberanía, ni de
reforma agraria, porque no existe y a esto también hay
que apostarle. Hay mucha tierra en pocas manos y muchas
manos sin tierra para trabajar”11.
Expresaron algunos participantes de este gran evento
que sin duda, hace un aporte importante a los caminos
de paz que todas y todos anhelamos. Ese espacio no sólo
sirvió para visibilizar las resistencias y alternativas que
promovemos los procesos organizativos en Colombia,
sino también para ratificar la guerra como instrumento
de despojo y decirles a todos los actores armados que No
nos representan y que estamos cansados de sus crímenes
y mentiras. La Declaración Política que emanaron desde
Barranca nos convoca a transformar el modelo económico
de muerte, a continuar y articular las resistencias y
esfuerzos alternativos en el país para construir nuestra
paz: una paz con dignidad, no una paz para vendernos.
Comparto dos puntos claves de dicha declaración:
“La democracia en nuestro país y la generación de mejores
110
La paz de Mama kiwe en libertad, de la mujer sin amarras ni silencios
condiciones para hacer efectivos y garantizar nuestros
derechos demanda un nuevo modelo que posibilite el uso
de nuestros recursos y riquezas, superando las profundas
desigualdades económicas y sociales, en función del buen
vivir de nuestra población”.
“Somos conscientes que la perspectiva de la solución
política posee muchos enemigos, especialmente aquellos
que se benefician del estado de cosas existentes y de la
sociedad de privilegios que les sirve de sustento. Desactivar
la guerra desfavorece, además, a quienes han hecho de
ella un negocio lucrativo. Los colombianos tenemos el
derecho a propiciar conscientemente la generación de
nuevas condiciones para emprender el camino que pueda
conducir a un trámite distinto del basado en el ejercicio
de la violencia-de manera que los conflictos que le son
inherentes a nuestra sociedad, puedan transitar por la vía
del dialogo la justicia social y la paz”12
Comparto para alimentar el diálogo entre los pueblos y
procesos desde Colombia, la paz que convoca y motiva al
compañero Manuel Rozental:
“No más guerra: Paz, pero la paz de los pueblos que
es sin Libre Comercio, sin leyes de despojo, sin terror y
con verdad, justicia y reparación integral, con Estados que
cumplan con sus obligaciones sin importar quienes los
gobiernen y, sobre todo, con una agenda de los pueblos
que no se puede ni ignorar, ni negar, ni suplantar por la
paz de los de arriba. La paz de la Madre Tierra en libertad,
de la mujer sin amarras ni silencios, de la vergüenza
convertida en espejo que nos mira sin clemencia y con
ternura y consigue por fin el nunca más!”13
111
Rebelarse desde el nosotrxs - Vilma Rocío Almendra Quiguanás
¿Entonces cuáles son los desafíos a que nos convoca este
contexto, en el que no tenemos la misma fuerza que cuando
nos movilizamos masivamente con otros en las calles y
con propuesta política? Reconocer que desde afuera no
sólo se están apropiando de los bienes comunes sino
también de nuestra gente: a algunos jóvenes los reclutan
los actores armados para sus bandos (guerrilla, fuerza
pública, paramilitares); mientras que a varios dirigentes las
ong´s, los gobiernos y hasta las mismas transnacionales los
confunden para cooptarnos. Unos halan para un lado, otros
para el otro, nosotros desde diversos espacios comunitarios,
entre los que se incluye sin ánimo de protagonismo, el
Tejido de Comunicación, seguimos pensando qué hacer y
cómo actuar colectivamente para evitar que la resistencia
se reviente y para avanzar con nuestros planes de vida.
Nuestra resistencia no es infinita y es imposible seguir
tambaleando entre bandos, mientras nuestra autonomía
nos reclama libertad y emancipación. Si seguimos como
vamos el proceso se va a reventar, pues siento que con unos
halando para un lado y otros para el otro, la cuerda no va
a aguantar. Es urgente volver a recorrer caminos como los
que transitamos con el Congreso Indígena y Popular; en la
Consulta Popular frente al Libre Comercio, en la Liberación
de la Madre Tierra, en el Congreso Itinerante de los Pueblos,
en la Visita por el País que Queremos y en la Minga de
Resistencia Social y Comunitaria. Caminos necesarios para
la cohesión, la movilización y para recrear los mundos de
los pueblos sin dueños.
Siento la responsabilidad de hacer acá un llamado desde
lo más arraigado de mi alma como indígena Nasa, como hija
del territorio de mis ancestros. Es un llamado vehemente
a quienes se equivocan, a quiénes nos atrapan entre dos
machismos que dan la espalda a la Ley de Origen de la
112
La paz de Mama kiwe en libertad, de la mujer sin amarras ni silencios
Madre Tierra. Un machismo que habla palabras y realiza
acciones de guerra, de violencia, de fuerza y ayuda a reclutar
para la muerte a nuestros hijos e hijas de la armonía. Otro
machismo que nos condena a plegarnos ante el mandato de
los poderosos con razones prácticas y afanes autoritarios y
egoístas. Ni uno ni otro son nuestro pueblo. Ambos silencian
a nuestras abuelas y abuelos y no escuchan a la Mama Kiwe
con humildad, pero reclamándoles mi derecho como mujer
Nasa y nuestro derecho como pueblo libre y autónomo,
les exijo respeto. Silencio. Que escuchen nuestras voces
porque nos mueve la palabra colectiva y no somos ninguno
de los machismos que nos quieren negar la vida. Siento
que puede ser nuestra última oportunidad. Callar en este
momento sería hacerme cómplice de algo inaceptable. Por
eso estas palabras públicas no las pronuncio con rencor ni
con ánimo de incomodar o generar malestar, me inspira
la obligación de hacer un intento sincero y sentido por
convocarlos a obedecer el mandato ancestral al que estoy
dispuesta a someterme; a reabrir los espacios de diálogo y
de reflexión colectiva ante la memoria de nuestros mayores;
a que cambien para construir la paz de nuestros mandatos
y no la de los intereses de muerte de nuestros opresores.
Vilma Almendra, septiembre de 2011
1
Almendra (2009). “Palabra y Acción para la movilización”. Ver en:
http://foros.uexternado.edu.co/ecoinstitucional/index.php/comciu/article/
viewFile/1839/1645
Lozano y Morris (2010). Documental Impunity.
2
3
Tejido de Comunicación ACIN (2010), “Exhumar la memoria”. Ver en:
http://w w w.nasaacin.org/editoriales-y-boletin-tejido-de-comunicacion/96editorial-del-boletin-informativo-semanal/783-tejido-de-comunicacion-acin
113
Rebelarse desde el nosotrxs - Vilma Rocío Almendra Quiguanás
4
ACIN (2011). “Pronunciamiento de la Audiencia Pública de Toribío”. Ver en:
http://www.nasaacin.org/component/content/article/1-ultimas-noticias/2389terminar-la-guerra-defender-la-autonomia-reconstruir-los-bienes-civiles-yconstruir-la-paz
5
Tejido de Comunicación ACIN (2011). “Asesinatos selectivos, pan de cada
día en el norte del Cauca”. Ver en: http://www.nasaacin.org/component/
content/article/1-ultimas-noticias/2441-asesinatos-selectivos-pan-de-cadadia-en-el-norte-del-cauca.
6
ACIN (2011). “Cauca: Los guerreros le dan 24 horas a la ACIN para que
abandonen las instalaciones de trabajo”. Ver en: http://www.nasaacin.org/
component/content/article/1-ultimas-noticias/2429-cauca-los-guerreros-ledan-24-horas-a-la-acin-para-que-abandonen-las-instalaciones-de-trabajo
7
Ibíd.
8
Tejido de Comunicación ACIN (2008). “La coordinación de la Minga debe
ser colectiva”. Ver: http://colombia.indymedia.org/news/2008/10/94422.php
9
Tejido de Comunicación ACIN (2011). Pueblo Nasa: “Cuenten con nosotros
para la Paz... Nunca para la Guerra”. Ver en: http://www.rebelion.org/noticia.
php?id=132936
10
Tejido de Comunicación ACIN (2011). “El cese del conflicto no es la
paz”. Ver en: http://www.nasaacin.org/component/content/article/1-ultimasnoticias/2534-el-cese-del-conflicto-no-es-la-paz
11
Ibíd.
12
Encuentro nacional de comunidades campesinas, afrodescendientes
e indígenas por la tierra y la paz de Colombia (2011). “Declaración final
Encuentro de Paz Barrancabermeja”. Ver: http://ilsa.org.co:81/node/471
13
Manuel Rozental (2011). “Machismo, Tierras y Paz para el Libre Comercio”.
Ver: http://colombia.indymedia.org/news/2011/09/123275.php
114
Terminado de imprimir en Diciembre 2013,
en Querétaro, México
por el Colectivo
Zapateándole al mal gobierno
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