Seguimiento a la Política Pública de Desplazamiento

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Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas – CNOA.
Estimados señores (a)
Comisión de Seguimiento a la Ley 1448 de 2011 Congreso de la Republica.
La relevancia normativa en Colombia y los afrodescendientes en el país.
Nos convocan hoy las preocupaciones en el marco del cumplimiento de un marco
normativo que surte especial importancia como constituye el Decreto Ley 4635 de 2011.
Es menester, advertir que aunque la independencia de Colombia se produjo entre 1810 y
1819, sin embargo, la esclavitud de africanos y afrodescendientes fue restringida solo hasta
el 1 de enero de 1852, y tan solo siglo y medio después apareció en el Estado colombiano la
primera ley especial dirigida de forma específica a corregir algunos de los daños
efectuados, y a proteger y garantizar de forma diferencial la realización de algunos de sus
derechos, a saber: la paradigmática Ley 70 de agosto de 1993, con la que el Estado
colombiano desarrolló el artículo 55 transitorio de la Constitución Política de 1991. En el
Artículo Transitorio 55 el constituyente redefinió el Estado de Colombia sobre la base del
reconocimiento como grupo étnico de los afrodescendientes del país.
Entre los principios fundamentales de esta re-constitución étnica de Colombia el artículo 7
de la Constitución Política de 1991 reconoce y obliga a proteger la diversidad étnica y
cultural de la Nación colombiana, y el artículo 8 establece como obligación del Estado y de
las personas proteger las riquezas culturales y naturales de la Nación. El artículo 13
superior establece como derechos fundamentales la igualdad y la no discriminación y
prescribe que todas las personas nacen libre e iguales ante la ley, que recibirán la misma
protección y trato ante las autoridades, y gozarán de los mismos derechos, libertades y
oportunidades sin ninguna discriminación, y que el Estado promoverá las condiciones
para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas a favor de los grupos
discriminados y marginados. Antecedentes centrales para comprender la fuente y
situación de derechos de los pueblos y comunidades afrocolombianas.
Antes de pasar a examinar específicamente es importante recordar y compartir las
primeras consideraciones realizadas por la experta independiente de Naciones Unidas
Gay McDougall en su visita a Colombia en el año 2011. Luego de recorrer zonas
estratégicas de Colombia se permite afirmar; “el legado de la esclavitud sigue siendo
patente en la marginación social y económica de los miembros de las comunidades
afrocolombianas, negras, raizales y palenqueras”1
Ante ello y sobre las circunstancias que viven millones de víctimas entre las que se
encuentran desproporcionadamente haciendo parte los afrodescendientes, nos es de
obligación como proceso organizativo afrocolombiano seguir llamando la atención sobre
las debilidades en el cumplimiento de una política pública que cumple dos años, la quinta
parte de la vigencia temporal que promete.
Al mismo tiempo que reconocemos; el marco normativo como uno de los avances
centrales del proceso de justicia transicional en el reconocimiento de las víctimas del
prolongado conflicto armado que afecta al país, no solo desde una perspectiva de las
víctimas individuales, sino también, y central, como sujetos colectivos. Al mismo tiempo
que fijamos públicamente que en este recorrido se ha continuado violentando los
derechos del pueblo afrocolombiano, por ejemplo desde el punto de vista procedimental el
tiempo de consulta previa no estuvo supeditado a que las víctimas, sus organizaciones y
representantes tuvieran un entendimiento pleno de las cuestiones consultadas, para
expresar sus posiciones e influir en los resultados, sino más bien, a que los tiempos de la
Comisión Consultiva de Alto Nivel se agotaban el 31 de octubre de 2011. Estas
consideración es central para comprender la dimensión de las medidas, sin la construcción
de las políticas vía dialogo intercultural es mucho más difícil sacar adelante una política
real y eficiente en el marco del Estado Social de Derechos.
Consecuencia de ello han sido los manifiestos vacíos en cuanto a la protección de las
mujeres afrocolombianas víctimas quienes afrontan una muy crítica situación, entre ellas
las lideresas, al igual que los demás sujetos de protección constitucional, en particular, los
niños, las niñas y los jóvenes, víctimas de diferentes formas de violencia, entre ellas la
violencia sexual y el reclutamiento desproporcionado. La ausencia de diálogo intercultural
en la construcción de la política es un factor que viene demarcando y fortaleciendo la
vigencia de estos problemas.
Preocupaciones sobre el registro.
Este Registro Único de Víctimas debe contar, según prescribe el Decreto Ley 4635, además
de la posibilidad de registro de las víctimas individualmente consideradas, con un
componente dirigido a las comunidades donde (i) se inscriban como sujetos colectivos si
han sufrido un daño colectivo, cultural, territorial o ecológico (de conformidad con los art.,
8º, 9º y 10º); y (ii) como individuos con efectos colectivos (de conformidad con el art. 147,
parágrafo 1), cuando el daño sufrido por una víctima individual perteneciente a una
comunidad, pone en riesgo la estabilidad social, cultural, organizativa y política o la
permanencia física y cultural de las comunidades.
Ante las persistentes fallas en el registro de víctimas afrocolombianas, teniendo en cuenta
la evidente importancia del registro en el marco de hacer efectivas las medidas de justicia
transicional del Decreto Ley 4635, al igual que los reducidos límites temporales prescritos
por el Decreto Ley para superar el subregistro de las víctimas afrocolombianas, en
particular, los dos (2) años para la superación del subregistro de las víctimas de
1
Véase, Naciones Unidas, Resumen. (A/HRC/16/45/Add.1. 2011)
desplazamiento, es central que la campaña de cobertura nacional ordenada por el Decreto
Ley al Gobierno sea el antecedente central a partir del cual se determine el cierre temporal
de superación de este fenómeno.
Insistencia de andamiaje institucional.
Se ha insistido en la necesidad de adoptar un marco institucional específico para
implementar de forma diferencial la política de atención y reparación integral a las
víctimas de los grupos étnicos, pero lamentablemente debemos decir que, el Decreto Ley
4635 lejos de establecer tan requerido cambio institucional, tan solo introduce pequeñas
modificaciones en el sistema institucional definido en la Ley de víctimas 1448
En el marco del proceso de seguimiento adelantado sobre la implementación del Decreto
Ley 4635, al menos, hasta la fecha no hemos evidenciado que esta Coordinación cuente con
los recursos técnicos y financieros para responder o coordinar la política de respuesta a la
crisis humanitaria afrocolombiana, y hasta la fecha no cuenta con un o una funcionaria que
haga las veces de coordinador o coordinadora; esta dependencia cuenta con menos de 5
funcionarios para cumplir con las funciones antes presentadas.
Recomendaciones.
Construir un Plan Nacional de Reparación Transformadora para la Población Afrocolombiana,
con una institucionalidad específica, un cronograma definido, con recursos técnicos y
financieros suficientes, y con la consulta y participación efectiva de los afrocolombianos y
sus instituciones representativas
En la política de atención y orientación será central que se establezcan competencias
específicas al Ministerio del Interior, en especial, a la Dirección específica para los asuntos
de estas comunidades, para realizar un mecanismo de asesoría técnica y legal para las
víctimas afrocolombianas, con el propósito de acompañarlas y cualificarlas tanto en el
conocimiento de sus derechos como en las rutas de acceso administrativas y jurídicas para
hacerlos efectivos.
Es claro que corregir estas y otras de fallas en la construcción e implementación de la
política, demanda que las medidas que se adopten en cumplimiento desarrollo del Decreto
Ley 4635 garanticen procesos de consulta previa efectivos, al igual que una verdadera
participación de las víctimas y sus representantes tanto en su diseño, implementación,
seguimiento y evaluación, en especial, en la construcción de los Planes Integrales de
Reparación Colectiva que se desarrollen a efectos de materializar la reparación integral
tanto individual como colectivas de las víctimas afrocolombianas
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