El orgulloso Volcán Barú y las Tierras Altas

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El orgulloso Volcán Barú
y las Tierras Altas
Se conoce como “Tierras Altas” a la región montañosa de la provincia de Chiriquí,
especialmente en los alrededores de la montaña más alta del país, el Volcán Barú,
cuya cima se eleva 3,474 metros sobre el nivel del mar. Las tierras alrededor del volcán
son muy fértiles y han ayudado a que se desarrolle una agricultura de montaña, con
cultivos de hortalizas y café. Por su gran belleza y su clima fresco de altura, es una de
las regiones preferidas para visitar y vacacionar. El gran Volcán Barú es un símbolo de
orgullo para nuestra Patria.
¿ Cuándo se formó el Volcán Barú ?
Las montañas de la región occidental del país surgieron hace millones de años,
mucho antes de que el istmo de Panamá se terminara de formar, hace tres y medio
millones de años. Algunas de esas montañas eran volcanes
que tuvieron épocas de gran actividad,
entre ellos el Volcán Barú.
En otras palabras, ya nuestro
volcán existía mucho antes
de que los seres humanos
aparecieran en la Tierra.
Panamá y su cordillera de origen volcánico
Volcán
La Yeguada
Volcán
Barú
Volcanes
Antiguas estructuras
volcánicas
Domos y Conos
El Barú no es el único volcán activo que existe en nuestro país. También está el Volcán La
Yeguada, en Veraguas, que al igual que el Barú podría hacer erupción en el futuro. Los científicos
han descubierto que Panamá tuvo en el pasado varios volcanes activos, pues se han localizado
entre 15 ó 20 cerros y una cantidad de conos y domos, todos ellos de origen volcánico. Sin
embargo, debido a su antigüedad se consideran extintos, es decir, apagados o muertos. El Barú
y La Yeguada son parte de los muchos volcanes que todavía están activos en todo el mundo.
Un planeta lleno de volcanes “vivos”
En la superficie del planeta hay unos 1,500 volcanes activos y se calcula que hay
unos 10,000 bajo el mar. Cada año hacen erupción alrededor de 50 volcanes, razón
por la cual mucha gente ha visto erupciones, de manera directa o a través de las
noticias. Unos 500 millones de personas viven en las cercanías de volcanes activos
y por eso han tenido que aprender a vivir atentos al peligro que representan los
volcanes activos o “vivos”.
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El Poderoso Barú
Un Gigante que descansa
Los geólogos son científicos que estudian el
comportamiento del planeta Tierra. Ellos estudian
las pistas que han dejado las erupciones de tiempos
pasados, para saber cómo ocurrieron. Estas pistas son:
la lava endurecida, la materia orgánica carbonizada y
los depósitos de escombros dejados por las avalanchas.
Los estudios científicos en el área de tierras altas han
podido contar la historia de las erupciones del Volcán
Barú.
Esa historia dice que nuestro Volcán Barú nació hace
más o menos medio millón de años, es decir, antes de
que los seres humanos habitaran la Tierra. Según los
científicos, el volcán ha hecho erupción cuatro veces
en los últimos dos mil años, y se calcula que la última
ocurrió hace unos 400 ó 500 años.
Existen registros claros de esta última erupción,
como los del Sitio Barriles. Los geólogos han podido
determinar que las erupciones de ese tiempo fueron
explosivas, de fuerza moderada, con depósitos de caída
(pómez y ceniza), flujos de piroclastos y un lahar que
fluyó hacia las inmediaciones del poblado de Volcán.
Las esculturas de piedra de Barriles
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Hace menos de mil años una erupción del Barú sepultó
bajo ceniza volcánica el poblado indígena de Sitio Barriles.
Allí habitaba una tribu que hacía esculturas de piedra muy
características, de figuras humanas sentadas sobre los
hombros de supuestos esclavos. Los científicos creen que en
su última erupción, el Volcán Barú estuvo arrojando lava y
cenizas durante varios años.
¿Cómo nace un volcán?
hacen que el magma fluya hacia la superficie de
la tierra y salga al exterior en forma de lava. Esto
también es causado por el desplazamiento de
las placas tectónicas en diferentes direcciones.
Cuando las placas se desplazan en direcciones
opuestas, se crean fisuras o fracturas que
permiten al magma escapar en forma de lava.
También puede ocurrir que una placa se deslice
bajo la otra en un proceso llamado subducción. La
placa que se hunde libera material fundido y otros
elementos que se acumulan en lo que se conoce
como cámara magmática. Cuando esta cámara se
llena lo suficiente, se crea cierto grado de presión
que comprime el oxígeno de la cámara y de la
chimenea, causando que la presión rompa el tapón
del cráter del volcán. Por la abertura así formada
escapa primero la ceniza y luego fluye el magma
que se derrama por el cráter y en ocasiones por
fisuras laterales en el edificio del volcán.
Corteza
Manto sup.
Manto inf.
Núcleo Exterior
Núcleo interior
En las profundidades de la Tierra hay una capa
de roca fundida que se llama magma, un líquido
espeso que se encuentra entre el manto superior
y la corteza. A veces el magma se escapa hacia
la superficie de la Tierra a través de grietas en la
corteza conocidas como fracturas o fisuras, y a
esto se le llama vulcanismo. Una de las formas de
vulcanismo se da cuando una placa tectónica se
desliza bajo otra y se funde con el calor del magma.
También existen los llamados puntos calientes
(Hawaii o Galápagos), en los que la corteza de la
tierra es tan delgada que permite que el magma ¿Cómo se forma el volcán?
ascienda hacia la superficie.
Al salir a la superficie, la lava se enfría y se vuelve
sólida, acumulándose alrededor del agujero de
salida, con lo cual se va formando un cono o
¿Por qué se escapa el magma?
Las presiones en el interior de nuestro planeta montaña. Así es como nace un volcán.
Cráter
Cono del
Volcán
Chimenea
Cono
Secundario
Chimenea
Secundaria
Cámara de
Magma
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¿Qué ocurre cuando un
Conozcamos los distintos eventos que caracterizan
producidas por la fuerza d
Lava: cuando se habla de erupción
volcánica nos imaginamos ríos de lava
bajando por las laderas del volcán. La
lava produce incendios, arrasa bosques,
campos de cultivo, casas y edificaciones.
Pero como avanza lentamente, las
personas y los animales tienen tiempo
para escapar. En caso de que ocurra
una erupción, hay que ponerse a salvo
y permanecer muy lejos de la lava y del
volcán. Aunque la lava es muy destructiva,
no es el único peligro de un volcán en
actividad.
Flujos piroclásticos: existen muchos
otros peligros durante una erupción. Si es
de tipo explosiva, lanzará hacia las laderas
del volcán gases, ceniza y fragmentos
de rocas muy calientes, llamados flujos
piroclásticos. Estos flujos viajan a gran
velocidad, cubriendo grandes distancias
rápidamente y quemando todo a su
paso. Los flujos piroclásticos son mucho
más destructivos que la lava y llegan
mucho más lejos que ésta, por lo que es
necesario que las personas se mantengan
alejadas del alcance de éstos.
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Lahares: grandes masas de tierra,
ceniza y rocas que, mezcladas con agua,
descienden por el cauce de ríos y por
los valles. Estos lahares recorren grandes
distancias arrastrando lo que encuentran
en su camino y sepultando todo a su
paso. Además de los lahares, se pueden
producir inundaciones y derrumbes de
tierra y rocas llamados avalanchas de
escombros. Los lahares y avalanchas
representan un gran riesgo para la vida
de personas, animales y plantas.
Columna eruptiva
Boca o cráter
Flujo piroclástico
Deslizamiento
(avalancha de escombros)
Fumarolas
Agua
subterránea
Fisura, rotura
o fractura
Magma
volcán hace erupción?
n una erupción volcánica y las otras consecuencias
de un volcán en actividad.
Nube de erupción
Caída de cenizas (tefra)
Lluvia ácida
Bloques (rocas)
Cráter secundario
Flujos piroclásticos
Lahar
(flujo de detritos
o lodo volcánico)
Flujo de lava
Cenizas: durante las erupciones el
volcán arroja una ceniza corrosiva y
ácida que se mezcla con gases tóxicos.
Si se respira esta ceniza sin la debida
protección, pueden ocasionarse graves
daños a la salud. También afecta los
campos, casas, maquinaria y equipo
eléctrico. Las nubes de cenizas pueden
viajar grandes distancias, dependiendo
de la fuerza y dirección de los vientos.
Temblores y gases: cuando ocurre una
erupción la tierra tiembla y algunos gases
tóxicos escapan desde las profundidades
de la tierra. La lava, la ceniza, los flujos
piroclásticos, lahares, temblores y gases
tóxicos son parte de los eventos que
representan peligro para la vida, durante
una erupción del volcán.
En los estudios realizados alrededor
del Volcán Barú, técnicos y científicos
han encontrando pruebas que indican
que casi todos los eventos mencionados
ocurrieron durante algunas de las
anteriores erupciones del Barú, y por lo
tanto se cree pueden volver a ocurrir.
Afortunadamente, hoy existe una red
de sensores en torno al volcán, que
alertaría sobre cualquier actividad
volcánica con días de anticipación.
En todo el mundo existen miles de
volcanes activos que han permanecido
así por mucho tiempo. En las cercanías
de muchos de ellos viven personas que
han comprendido que están en áreas de
riesgo y han tenido que aprender a vivir
con las precauciones necesarias, para
proteger sus vidas.
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Podemos saber cuándo va a
ocurrir una erupción
Antes de una erupción hay una serie de señales producidas en el volcán,
que los científicos conocen y utilizan para vigilar su comportamiento.
Las ocho estaciones sísmicas colocadas en el volcán permiten a los
científicos saber con suficiente tiempo, cuándo se
aproxima un erupción.
Los científicos miden el espesor
del suelo y de los depósitos
volcánicos de distintas
erupciones.
Veamos cuáles son esos signos de alerta:
Antes de que ocurra una erupción, el magma se acumula en la
cámara magmática debajo del volcán. A medida que se acerca a
la superficie, deja escapar gases que se pueden detectar y medir.
Cuando el magma se mueve, produce pequeños temblores que
son detectados por los sismógrafos.
Los depósitos de carbón
ayudan a los científicos a
determinar cuándo ocurrieron
las erupciones anteriores.
El magma que se acumula en la cámara hace presión y causa
deformaciones en las laderas del volcán, que los científicos
pueden ver y medir.
Existen además instrumentos que se colocan en varios puntos
del volcán, para detectar y medir estos cambios cuando se
producen. Utilizando estos aparatos es posible registrar hasta la
más pequeña actividad de un volcán que se está despertando.
El cráter del Volcán Barú es un
valioso sitio de estudio para los
científicos.
El Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá, con fondos
provenientes de la SENACYT, ha instalado un sistema de vigilancia
tecnológica con sismógrafos que pueden registrar con varios días de
anticipación, cualquier cambio en el comportamiento del volcán que
indique la posibilidad de una erupción.
La ciencia actual no puede predecir cuándo el Volcán Barú podría
volver a entrar en fase activa. Es posible que vuelva a suceder en este
siglo, o temprano en el próximo siglo.
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El instrumental sismológico
se programa por medio de
sistemas computarizados.
como reducir los
riesgos durante una
erupcion
No se puede detener una erupción volcánica, construir. No se debe intentar ganarle terreno a
pero se pueden reducir los efectos negativos de los volcanes, pues ellos son los verdaderos amos
éstas, tomando medidas de precaución mucho de las tierras cercanas.
tiempo antes de que ocurran los eventos.
Cuando un volcán empieza a activarse hay tiempo
Los fenómenos naturales como inundaciones, suficiente para prepararse y evitar tragedias. Por
terremotos, lluvias, tormentas o huracanes no eso los planes anticipados son la clave para salvar
dependen de la voluntad de los seres humanos. vidas. Mucho antes de que las señales se inicien,
Por eso, cuando las fuerzas de la naturaleza se la población debe educarse acerca de los peligros
desatan, resultan de gran riesgo para la vida que representa una erupción volcánica.
humana.
En el caso del Volcán Barú, las autoridades han
Lo que sí podemos hacer es tomar medidas de iniciado la planificación de una serie de medidas
precaución para reducir las posibilidades de como el monitoreo permanente de la actividad
daños, especialmente la pérdida de vidas. Es del volcán, planes de evacuación, programas
necesario aprender a protegernos mediante educativos y sistemas de comunicación efectiva.
planes de respuesta, antes de que las situaciones Se planificará y conversará con la comunidad
ocurran.
acerca de las medidas de emergencia necesarias,
con mucho tiempo de anticipación.
Hay que planificar el desarrollo de las áreas
cercanas a los volcanes. Antes de construir, Así, cuando las señales indiquen que una erupción
debemos calcular los riesgos, y si se considera que va a ocurrir, se pondrán en práctica todos los
el lugar está muy próximo al volcán, no se debe planes preparados para la eventualidad.
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Los volcanes y la historia de la Tierra
Antes de que la vida existiera en la Tierra, nuestro planeta era como una gran bola de fuego que
poco a poco se fue enfriando por fuera, formando lo que hoy conocemos como la superficie
terrestre, el suelo donde todos vivimos.
La Tierra guarda todavía parte de ese calor original, y a veces se manifiesta en forma de
erupciones volcánicas majestuosas. Los volcanes son parte de las poderosas fuerzas naturales
que rodean la vida de los seres humanos, y por eso debemos conocerlos y saber cuáles
precauciones debemos tomar cuando ellos manifiestan su enorme poder.
Colorea este dibujo
de un volcán en
plena erupción.
Para obtener mayor información acerca del tema, puedes visitar los siguientes sitios de internet:
www.redsismicabaru.com • www.igc.up.ac.pa • www.senacyt.gob.pa
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Una publicación de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT), con la contribución
del Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá, el Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC)
y el Ministerio de Educación (MEDUCA). Esta edición tiene el propósito de brindar información relacionada con la
actividad volcánica y el Volcán Barú. Es un esfuerzo del Gobierno Nacional, como parte del programa de prevención
en áreas de riesgo volcánico en la República de Panamá. Publicado en marzo de 2009.
Posibles efectos de una erupción del Barú
La ilustración muestra lo se conoce como “mapa de amenazas” de una erupción. En él se indican
las posibles consecuencias de una nueva erupción del Volcán Barú, determinadas mediante el
estudio de los depósitos de material volcánico dejados por erupciones pasadas, que los científicos
encuentran, registran y miden. Este mapa es muy útil porque muestra cuáles son las áreas de
mayor riesgo en el caso de una erupción, para que la población que vive en los alrededores del
volcán esté debidamente informada. También se utiliza como instrumento para la planificación
anticipada de las medidas de mitigación de daños y recuperación del área, en caso de un evento
volcánico. Aunque cada nueva erupción ocurre con algunas diferencias, los científicos consideran
que las consecuencias serían bastante parecidas a las anteriores, por lo tanto el mapa constituye
una excelente guía de prevención.
Para interpretar el mapa, el área de color crema indica los lugares donde se han encontrado los
restos de anteriores flujos piroclásticos. Los círculos de líneas negras punteadas indican hasta
dónde llegaron las anteriores lluvias de tefra o cenizas. Los caudales marcados en color verde y
naranja indican el curso que tomarían los lahares (ríos de lodo y rocas volcánicas) de material
expulsado por el volcán.
El Volcán Barú es uno
de nuestros atractivos
naturales más importantes
La naturaleza nos brinda su belleza y sus frutos, pero debemos
saber que ella también tiene fuerzas poderosas que en algún
momento pueden convertirse en peligro y amenaza para la vida.
Seamos responsables y cuidadosos con el planeta en que vivimos.
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