La tragedia de Los bañistas sumerge al lector en un mundo original y metafórico Caracas, 17 Dic. AVN.- A pesar de la cantidad de verbos que complicaban la entrada del cuento Los bañistas, Luis Moreno Villamediana confiaba en el relato y se alzó con el Premio Nacional de Cuentos Guillermo Meneses, que otorga el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg), para abrirse paso como un autor, que además de escribir poemas, que destaca dentro de la narrativa. “Supongo que se habrá imaginado que fingía que pensaba creer en la salvación o la supervivencia...”, así inicia el cuento galardonado marcado, según el veredicto, por su lenguaje original y metafórico. Este maracucho, de 45 años, este mes de diciembre también obtuvo el Premio de Poesía Eugenio Montejo en su primera edición, por su obra Laphrase, y ya ha sido galardonado con el Premio Internacional de Poesía Pérez Bonalde (1997) y el Premio de Poesía de la Bienal José Rafael Pocaterra (1992). “El hecho de ser premiado en narrativa tiene una importancia adicional porque no es un género por el que se me conozca”, dijo Villamediana, quien tomó el Meneses con modestia aunque reconoce que es “una caricia para el ego”. El jurado calificó el cuento Los bañistas como un relato poético y el autor explica que justamente la acumulación de verbos, que no es un modo ortodoxo de comenzar una narración. “Desde el principio, la frase trata de buscar que el lector se sumerja en un mundo que no es enteramente narrativo, sino que hay un trabajo con el lenguaje. Esa relación del lenguaje con la anécdota, y ese lenguaje que se va acumulando se vincula mucho con la construcción de un poema”. Una mujer que veía llover En unas 11 páginas, Moreno Villamediana narra una tragedia natural y las consecuencias para un par de personas (una abuela y su nieto). Aunque algún lector pueda asociar la vaguada que inunda a la ciudad del relato Los bañistas con la que azotó al estado Vargas en diciembre de 1999, el autor admite que vivía lejos cuando ocurrió este deslave. “Estaba estudiando en Estados Unidos, si algún nexo tiene el cuento, siquiera vago, con alguna tragedia histórica sería, quizá, con el huracán Katrina, porque estaba viviendo a una hora de Nueva Orleans”, expresó. Una mujer que veía llover fue la imagen detonante de este cuento, así aparece Rosalía quien “apenas podía concentrarse en la lluvia”. A partir de allí el narrador teje la relación de ella con su nieto, que tiene problemas cognitivos o alguna enfermedad que no se define, en medio de la desgracia y la soledad. Dice el narrador que los personajes logran ver en aquella tragedia una posibilidad de involucrarse lúdicamente. “El nieto es muy imaginativo y la abuela hace concesiones y recolecta animales muertos que consigue”. Mientras el joven nada y cree descubrir una especie de universo sumergido, su abuela le permite que construya, a partir del paisaje arrasado, una habitación particular para él. La historia se resuelve con un final abierto, pero con una gran conclusión: La tendencia a la inmovilidad, una parálisis y se evidencia la ironía del título del cuento Los Bañistas. “Ellos deciden quedarse en la casa cuando tuvieron la oportunidad de ser evacuados de aquella ciudad arrasada por una tempestad”, revela el autor. Powered by TCPDF (www.tcpdf.org)