La Muerte, la Unica Causa Para las Segundas Nupcias

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La Muerte, la Unica Causa Para las Segundas Nupcias
Lección 6
La Muerte, la Unica Causa
Para las Segundas Nupcias
Versículo para recordar: “Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer,
salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con
la repudiada, adultera” (Mat. 19:9).
Con esta lección empezamos a analizar algunos de los errores que los hermanos defienden sobre el tema. A pesar de que la mayoría de los errores enseñados
sobre el divorcio y las segundas nupcias van a la extrema izquierda (concediendo
derechos de divorciarse y volverse a casar donde Dios no los ha dado), hay algunos que van a la extrema derecha (negando el derecho de divorciarse y volverse
a casar a aquellos a quienes Dios les ha dado un derecho).
Quizás esta extrema derecha venga de algunos que son motivados a causa de las
actitudes liberales que son tan prevalecientes. Si es así, estamos de acuerdo con
el motivo y de igual manera nos oponemos al pensamiento liberal. Sin embargo,
la solución al problema no es el de tomar el otro extremo. No podemos estar de
acuerdo con las conclusiones a las que han llegado estos hermanos.
I. La Posición Declarada
La posición declara que solamente la muerte corta el lazo (o vínculo). Dice que
no hay fundamento bíblico para el divorcio y las segundas nupcias. Que aún el divorcio por fornicación no es bíblico y que las segundas nupcias no están permitidas.
Nos es dicho que Mat. 5:32 y Mat. 19:9 no son aplicables hoy en día. Se piensa
que estas son explicaciones de la ley de Moisés o posiblemente alguna clase de
alteración de esa ley por los judíos que estaban viviendo entonces. En vista de
que la excepción encontrada en estos dos pasajes no es mencionada después de
Pentecostés, se cree que no se aplica hoy en día.
Este concepto básico viene en más de una forma. Algunos enseñan que no
hay fundamento bíblico para el divorcio y las segundas nupcias. Condenan todos
los divorcios y todas las segundas nupcias (excepto en caso de muerte). Otros
enseñan que el divorcio por fornicación es permitido, pero condenan todas las
segundas nupcias.
II. El Divorcio y las Segundas Nupcias Permitido por Fornicación
Dios repudió a Israel por fornicación. La relación de Israel con Dios es descrita
como un matrimonio. De esta manera, cuando Israel se fue tras otros dioses eso
fue llamado fornicación (Ez. 16:26). Entonces Dios repudio a Israel por fornicación (Jer. 3:6,8). Para que Dios hable metafóricamente de su trato con Israel
como un matrimonio y luego se divorcie por fornicación me dice que el divorcio
por fornicación no está fuera de armonía con la ley de Dios sobre el matrimonio
desde el principio.
Jesús lo enseñó. (1) Mat. 5:32. El contraste a través de estos capítulos muestra
que lo que Jesús enseñó no es parte de la ley de Moisés. Este versículo empieza
con “Pero yo os digo” lo cual indica un contraste con el v.31. (Para más véase la
lección 3, sección III). Aunque la regla general es que uno que repudia y se vuelve
a casar comete adulterio, Jesús dio una excepción: la fornicación.
(2) Mat. 19:9. Este pasaje es parte del nuevo pacto porque Jesús enseñó el
evangelio del reino (Mat. 4:23; 13:19 y Sigs.; 18:3). Cuando los apóstoles salieron predicando (las cosas que nos son dichas que son obligatorias hoy en día),
simplemente proclamaron lo que Jesús les mandó (Mat. 28:19). Si nuestro pasaje
no se aplica ahora, me pregunto acerca de otros pasajes, como Jn. 3:5; Mat. 18:17;
Mat. 7:21; Luc. 22:30 y Mr. 16:16. ¿Son estos aplicables hoy en día?
Si Mat. 19:9 no es verdad ahora, entonces debemos decir que nunca fue cierto,
porque nos es dicho que el divorcio por fornicación es contrario a la ley que era
desde el principio. De esta manera, no pudo ser verdad entonces o ahora. Otro
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asunto interesante es por qué los defensores de esta posición quiere aplicar Mat.
19:3-6, pero nos dicen que el v.9 no se aplica. Para mas detalles véase la lección 3.
Nuevamente, como en Mat. 5:32, tenemos la regla general (el que repudia
y se vuelve a casar, adultera) con una excepción añadida: fornicación. ¿Qué
significaría el pasaje si la frase “salvo por causa de fornicación” no estuviera en
él? Significaría que todos los divorcios y segundas nupcias serían incorrectos.
Los defensores de la posición bajo examinación nos dirían entonces que este es
obligatorio. Ahora, ¿qué significa con la frase de excepción añadida? Significa
lo mismo que Lucas 16:19 y Marcos 10:11-12 (que nos es dicho son obligatorios),
con una simple excepción añadida a la regla general.
III. Argumentos Contestados
1. “En Mateo 5.32 y 19:9 Jesús estaba dando una explicación de la ley de
Moisés (Dt. 22 y 24)”.
Supongamos que Mat. 5:32 y 19:9 declaran exactamente lo que dicen Dt. 22 y
24, ¿qué tiene que ver con si se aplican hoy día o no? También se nos hace que
nos preguntemos si otros pasajes en Mat. 5 que tienen la misma construcción como
los vs.31-32 son explicaciones de la antigua ley (v.21-22; 27-28; 33-34; 38-39;
43-44). Lo que Jesús enseñó en Mat. 19:9 estaba en armonía con la ley de Dios al
principio (v.4-5). Sin embargo, demostró que lo que Moisés permitió (toleró) era
contrario a eso (v.8). La reacción de los discípulos (v.10-12) mostró que lo que
Jesús enseñó (v.9) era más rígido que lo que Moisés toleró. De esta manera no son
lo mismo. También, en el v.12, la enseñanza de Jesús incluyó una referencia a ser
eunuco por causa del reino. Eso no suena como una explicación de la antigua ley.
Si Dt. 24 da a entender que Dios aprobó el divorcio por fornicación, entonces
lo que fue permitido no fue por la dureza del corazón de los judíos. Obviamente
Dt. 22 y 24 no son lo mismo que Mateo 5 y 19. Nótese el contraste en el diagrama
que está debajo.
Dt. 22 & 24
1. No podía repudiarla con aprobación.
2. No por fornicación porque el
fornicario era apedreado (Dt. 22).
3. Abominación si se volvía a casar.
Mat. 5 & 19
1. Podía repudiarla con aprobación.
2. La causa era fornicación.
3. Permitido volverse a casar.
Acorde a los defensores de esta posición: (1) Jesús apela al principio, (2) muestra
que lo que Moisés era contrario a eso y (3) luego respalda lo que Moisés dijo por
medio de explicarlo en Mat. 19:9. ¿Quién puede creerlo?
2. “La excepción no es repetida por un apóstol después de Pentecostés; de esta
manera no es obligatoria bajo el nuevo pacto”.
Esta es una regla arbitraria, decir que una cosa debe estar repetida después de
Pentecostés o sino, no es obligatoria. ¿Qué base bíblica hay para eso? Cómo
sabemos que los apóstoles tenían poder para atar en la tierra si no fuera por la
narración de Mateo? Me pregunto dónde están repetidas después de Pentecostés
las declaraciones encontradas en Mato 18:17 y Juan 3:5.
Los apóstoles enseñaron lo que habían oído del Señor (Heb. 2:3). En 1 Cor.
7:10 Pablo no repitió todo lo que el Señor dijo, sino que cita parte de Su enseñanza
y la respalda.
3. “En Mat. 5:32 y 19:9 Jesús estaba cambiando la ley de Moisés, no obstante
lo que enseñó era aun del antiguo pacto”.
Si eso es verdad, hizo lo que negó que no haría (Mat. 5:17). La antigua ley
decía que los fornicarios y adúlteros debían ser apedreados hasta morir (Dt. 22).
De esta manera, si alteró eso, abrogó la ley.
4. “Jesús señaló hacia atrás al principio y lo respaldó (Mat. 19:4-5). En ese
entonces no había excepción; de esta manera tampoco ahora. Jesús apeló a la
incambiable ley moral de Dios. Ninguna ley moral jamás cambia”.
Es verdad que Jesús señaló al principio y tenía la intención de que el matrimonio
debe ser permanente. Sin embargo, si la ley de Dios al principio no permitía una
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excepción, entonces tenemos a Jesús (v.9) en desacuerdo con el Padre (Gén. 1 &
2). ¿Jesús respaldó algo incorrecto?
Aunque Jesús apunta al principio (v.4-5), también pronunció las palabras encontradas en el v.9. Da la ley de Dios desde el principio y luego añade la única
excepción (que no era parte de la ley de Moisés).
Si una excepción a una regla general es totalmente contraria a la ley moral,
entonces tenemos a Jesús dando la aprobación a eso que es contrario a la ley de
Dios en el principio. En realidad, la cosa que no era verdad desde el principio
(v.8) fue la de repudiar por “cualquier causa” (v.3).
5. “Mat. 19:9 fue hablado a los judíos. Se aplicaba a ellos y no a nosotros”.
Los fariseos meramente no preguntaron acerca de sí mismos, sino del hombre en
general – “al hombre ...” (v.3). Cuando Jesús contesta, habla del “varón y hembra”
al principio y no meramente de los judíos. En el v.9 “cualquiera” incluye mucho
más que los fariseos y el resto de los judíos. Esa misma terminología es usada en
Rom. 10:10-13 que describe a aquellos a quienes ha sido ofrecida la salvación.
¿Incluye esta solamente a los judíos? Claro que no. La salvación fue ofrecida a
los judíos y gentiles por igual. De esta manera, el “cualquiera” de Mat. 19:9 se
aplica a los judíos y gentiles por igual.
También es verdad que las declaraciones encontradas en Juan 3:5; Mat. 22:35;
Mat. 18:15-17 y Jn. 4:24 fueron habladas a los judíos. ¿Significa eso que estos
pasajes no se aplican a nosotros?
6. “Hay diferencias en Mateo 19 y Marcos 10. Mateo 19 fue hablado a los judíos
mientras que Marcos 10 fue a los discípulos. Marcos 10:11-12 fue hablado en la
casa mientras que Mateo 19:9 no. Marcos 10 se aplica hoy día y Mateo 19 no”.
Es verdad que hay algunas diferencias en las narraciones tal como las hay entre
Mat. 28 y Mr. 16. Sin embargo, eso no significa que una sea obligatoria y la otra no.
La narración de Mateo tiene que ver con la pregunta de repudiar “por cualquier causa” (Mat. 19:3), de esta manera, dando la única causa – fornicación. La
narración de Marcos tiene que ver con la pregunta de “repudiar” (Mr. 10:2), de
esta manera no hay mención de una causa bíblica.
MacKnight sugiere, “Este versículo 9 de Mateo 19 parece ser paralelo al versículo 11 de Marcos 10, habiendo sido hablado a los discípulos en la casa, como
es probable del cambio inusual de personas observable en esta parte del discurso”
(Una Armonía de los Cuatro Evangelios, Vol. II, Págs. 325-326). El Nuevo Testamento Griego de Alford, Vol. I, Pág. 194 indica la misma idea.
Este argumento suena mucho como el del denominacionalista que dice que,
puesto que el bautismo no está mencionado en un cierto pasaje, no debe ser esencial. Estos hermanos dicen que, puesto que la frase de excepción no se encuentra
en Marcos 10 y Lucas 16, esta no es obligatoria.
Esta clase de contención pone a Jesús y a nuestros amigos en una situación
difícil porque tenemos a Jesús aprobando para los judíos algo que nos es dicho
no es cierto fundamentalmente (y moralmente).
7. “La frase de excepción es una inserción; fue añadida por un escriba. No
pertenece a Mat. 19:9”.
No hay evidencia textual para rechazar la frase (cfr. los comentarios sobre esta
frase en las lecciones 3 y 4). Guarde en mente que esta aún es apoyada por Mateo
5:32 como también por los tipos mayores y menores de los textos griegos de Mateo
19:9. 47 eruditos de la KJV, 101 de la ASV y 119 de la NKJV vieron apropiado
incluirlo como una parte del texto.
8. “‘Fornicación’ siempre se refiere al intercambio sexual ilícito entre personas
no casadas. De esta manera, Mat. 19:9 no está enseñando que un hombre puede
repudiar a su esposa que es infiel sexualmente, porque eso es adulterio. Mateo
19:9 se refiere a las relaciones sexuales ilícitas antes del matrimonio; explicando
de esta manera Dt. 22”.
Definimos “fornicación” en la lección 2 como “intercambio sexual ilícito en
general” (Thayer, Pág. 532). No está limitado a los no casados. Cuando la iglesia
en Corinto tuvo un problema con un hombre que tenía “la mujer de su padre”
eso fue llamado “fornicación” (1 Cor. 5:1). En el Antiguo y Nuevo Testamento
el término “fornicación” es aplicado a los casados como también a los no casados
(Núm. 25:1-2; Amós 7:17; Ez. 16:16,23; Oseas 2:5; 1 Cor. 10:8; Ap. 2:14,20).
En efecto, en Ez. 16:15,29 Dios repudia a su esposa por fornicación. Aun en el
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texto bajo estudio (Mat. 19:9), el que repudia por fornicación es uno que ha estado
casado (eso es, “repudia a su mujer”).
9. “El matrimonio es algo más íntimo que una relación padre-hijo; por consiguiente no puede ser disuelto. (a) Las relaciones íntimas solamente pueden
ser cortadas por la muerte. (b) La relación marido-mujer es de las más íntimas
de todas. (c) De esta manera, esa relación solamente es cortada por la muerte.
Si algo distinto a la muerte puede cortarla, entonces no es tan íntima como la
relación padre-hijo”.
Todo este argumento está basado en una suposición. La misma naturaleza de
las dos relaciones es diferente. Una es una relación sanguínea y la otra no. Una
es por elección y voluntad y la otra no. Para que este argumento signifique algo,
primero debe probar que la naturaleza de las dos cosas comparadas es la misma.
Eso no puede ser hecho. Esto es muy parecido a comparar el agua con los espíritus
minerales. Una puede cortar y limpiar algunas cosas mientras que la otra afecta
otras cosas. Sin embargo, eso no prueba nada acerca de las fuerzas y debilidades
comparativas de cualquiera. No nos olvidemos de que Dios repudió a Israel (cortó
esa relación) por fornicación (Jer. 3; Ez. 16).
10. “Rom. 7:1-3 no incluye la excepción encontrada en Mat. 5:32 y 19:9; de
esta manera la excepción no se debe aplicar bajo el nuevo pacto”.
Rom. 7 simplemente declara la regla general. Debemos tomar todo lo que la
Biblia dice sobre este y cualquier tema. De esta manera, Rom. 7 no es todo lo que
está declarado sobre el tema. Mat. 19:9 revela la excepción a la regla general. Una
excepción no es una violación de la regla (cfr. lección 4, sección I). Este argumento
es como contender que el bautismo no es esencial porque no está mencionado en
1 Jn. 5:1, Jn. 3:16 o Luc. 13:3.
El divorcio y las segundas nupcias no es el tema de Rom. 7. El tema es la ley y el
pecado. Los primeros tres versículos solo ilustran como uno no puede estar casado
con Cristo a menos que esté muerto a la antigua ley. De otra manera, es culpable
de adulterio espiritual. Mencionar la excepción aquí no serviría de propósito. “No
debemos caer en el error de cargar su ilustración con más significado que el que le
pertenece razonablemente a este en el contexto” (John Murray, Divorcio, Pág. 79).
11. “1 Cor. 7:10-11 prohíbe las segundas nupcias y no es dada ninguna excepción. A uno le es dado solamente dos opciones: celibato o reconciliación”.
Nuevamente, este pasaje nos da la regla general; la excepción se encontrará en
Mat. 5:32 y 19:9. Si podemos tomar este pasaje y concluir que contiene la suma
de la doctrina del Nuevo Testamento sobre el divorcio y las segundas nupcias,
entonces podemos hacer lo mismo con Juan 3:16 y 1 Juan 5:1 y la doctrina sobre
las condiciones de salvación. Si no, ¿por qué no? Obviamente, debemos tomar
todo lo que la Biblia dice sobre cualquier tema para llegar a la verdad.
Otras pocas sutilezas (o evasivas) son hechas en un esfuerzo por apoyar esta
posición, sin embargo, hemos examinado los argumentos principales que son
presentados.
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